Recursos

Riquezas del Misal romano: los domingos de Cuaresma (III)

El tercer domingo de Cuaresma nos asomamos a una oración colecta que eleva nuestra mirada a la misericordia divina.

Carlos Guillén·10 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Al comenzar esta tercera semana nos encontramos con la Colecta dominical más larga de la Cuaresma. Los peritos encargados de la revisión de las oraciones del Misal sustituyeron la que estaba en uso hasta 1962 por una proveniente del antiguo sacramentario gelasiano, con muy pequeños cambios. Así es como llegamos a la formulación actual:

Oh, Dios, autor de toda misericordia y bondad, que aceptas el ayuno, la oración y la limosna como remedio de nuestros pecados,mira con amor el reconocimiento de nuestra pequeñez y levanta con tu misericordia a los que nos sentimos abatidos por nuestra conciencia.Deus, ómnium misericordiárum et totíus bonitátis auctor, qui peccatórum remédia in ieiúniis oratiónibus et eleemósynis demonstrásti, hanc humilitátis nostrae confessiónem propítius intuére,ut, qui inclinámur consciéntia nostra, tua semper misericórdia sublevémur.

Los pilares de la Cuaresma

Una primera lectura es suficiente para desvelarnos cuál es la piedra angular sobre la que descansa este texto: la misericordia de Dios. En efecto, este atributo divino aparece tanto en la extensa invocación inicial como en la segunda petición, recibiendo, por tanto, un énfasis especial. Invocamos al Padre de las misericordias (cf. 2Co 1,3), como lo han invocado tantos judíos piadosos (cf. Sal 41 [40]; 51 [50]), de una manera que ya en sí misma es una petición. Lo mismo enseñó Jesús en la parábola del fariseo y el publicano (cf. Lc 18,9-14). Y así le suplicaron tantos, como aquel ciego en las afueras de Jericó (cf. Lc 18,38). Ya sea que lo que necesitemos sea la sanación del alma o la del cuerpo, el camino pasa siempre por la misericordia divina.

No por nada quiso el Santo Padre proclamar hace unos años un Jubileo de la Misericordia. Para aquella ocasión, escribió en la bula de convocación: “Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro (…) Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado”.

Al mismo tiempo, la bondad divina tiene que encontrarse con la buena disposición humana y, quien pide lo que no puede, debe hacer todo lo que puede. Por eso, la colecta menciona como pilares ascéticos de la Cuaresma la oración, el ayuno y la limosna. Usándolos encontraremos buen remedio para nuestros pecados. Jesús se refiere a ellos en su predicación, como recordamos el miércoles de Ceniza (cf. Mt 6,1-18). En esta misma línea, san Agustín nos ayuda a entender el valor que tienen: “¿Quieres que tu oración vuele a Dios? Dale dos alas: el ayuno y la limosna”.

Sobre el suelo firme de la misericordia divina

A través de las mencionadas prácticas cuaresmales, vividas con espíritu de penitencia y confianza en el Señor, confesamos nuestra humildad y pequeñez ante Dios (humilitatis nostrae confessionem), y le rogamos que pose sobre nosotros una mirada indulgente, de comprensión y perdón (propitius intuere), no de rechazo, ni de condena, porque estamos seguros de que Dios quiere que todos los hombres se salven (cf. 1 Tm 2,4) y con ese propósito envió a su Hijo al mundo (cf. Jn 3,17).

Es la misma mirada que invocamos que tenga el Padre cuando le presentamos dentro de la plegaria eucarística nuestros dones y nuestra vida unidos a la ofrenda que hace Cristo en la Cruz: “Mira con ojos de bondad esta ofrenda y acéptala” (Canon Romano). El tener limitaciones, miserias y pecados no es motivo ni para apartarnos de Dios, ni para pensar que Él se aparta de nosotros. Muy por el contrario, es un motivo para que lo busquemos con más empeño y es una llamada para que Él se haga próximo a nosotros, porque, así como no necesitan médico los sanos sino los enfermos, así vino el Señor a llamar no a los justos sino a los pecadores a la penitencia (cf. Mc 2,17).

Por eso, la mirada de Dios siempre será una mirada misericordiosa, que nos levanta (misericordia sublevemur), aun cuando los pecados que pesan en nuestra conciencia quisieran mantenernos oprimidos, inclinados (inclinamur conscientia nostra). Es la reacción del padre misericordioso que, cuando el hijo pródigo comienza a confesarle “he pecado contra el cielo y contra ti, ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo”, se lanza a cubrirlo de besos y pide el mejor traje, el anillo, las sandalias y organiza un banquete (cf. Lc 15,11-32).

Nada mejor, por otra parte, que terminar esta oración de Cuaresma haciendo una velada alusión a la Pascua, porque la gracia de Cristo nos levanta, nos alza desde lo más bajo a lo más alto, es decir, nos da una vida nueva, la del Resucitado. Llenos de esta vida nueva podemos caminar erguidos y rectos, como corresponde a los resucitados en Cristo, firmemente apoyados en el suelo firme de la misericordia divina.

El autorCarlos Guillén

Sacerdote de Perú. Liturgista.

Lecturas del domingo

El poder salvador de Dios. Domingo III de Cuaresma (A)

Joseph Evans comenta las lecturas del III domingo de Cuaresma y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·9 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

No cabe duda de que la sed es el tema dominante en las lecturas de hoy. Mientras que en la primera lectura la sed aleja al propio pueblo de Dios, en el evangelio la sed acerca a Dios a una mujer pecadora y a su pueblo renegado.

La primera lectura describe el episodio ocurrido en un lugar llamado Masá, cuando el pueblo de Israel atravesaba el desierto tras su huida de Egipto. Leemos simplemente: “Pero el pueblo, sediento, murmuró contra Moisés”. Están a punto de apedrearlo, así que invoca al Señor. Dios le dice entonces que golpee la roca “y saldrá agua para que beba el pueblo”. Moisés lo hace y brota agua. Pero el escritor sagrado comenta: “Y llamó a aquel lugar Masá y Meribá, a causa de la querella de los hijos de Israel y porque habían tentado al Señor, diciendo: «¿Está el Señor entre nosotros o no?”.

En el Evangelio, la sed de una samaritana pecadora la lleva a encontrarse con Jesús. Los samaritanos se habían separado de Israel y eran considerados étnica y religiosamente impuros por los israelitas. La mujer, aprenderemos, tenía una vida personal profundamente desordenada. Se había casado cinco veces y ahora vivía con un hombre que no era su marido. Fue al pozo en busca de agua, pero se encontró con que Dios hecho hombre la estaba esperando. Sentado junto al pozo, Nuestro Señor entabla conversación con ella.

Sin duda la confrontará con el desorden de su vida, pero antes le hablará del “don de Dios”, no sólo del agua corriente, sino de un “surtidor de agua que salta hasta la vida eterna”. Habla tanto del bautismo como de la gracia del Espíritu Santo en nuestras almas. San Pablo, en la segunda lectura, utiliza una imagen “líquida” similar para describir la acción del Espíritu: “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado”. La mujer, que al parecer había sido rechazada por sus paisanos (tuvo que ir sola a por agua en las horas más calurosas del día), va ahora a anunciarles a Jesús: “Venid a ver un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho; ¿será este el Mesías?”

El mensaje es claro: no debemos tener sed sólo de satisfacciones terrenas (nuestras penitencias cuaresmales deberían ayudarnos a refrenar este deseo), sino de la gracia de Dios. No debemos fiarnos de nuestro “estatus”, sino confiar más en el poder de Dios para salvarnos y convertirnos, por muy desordenada que haya sido nuestra vida hasta ahora: el pueblo de Israel se rebela contra Dios; una mujer pecadora se convierte en apóstol de Cristo. Nuestros corazones duros como rocas necesitan ser regados por la gracia del Espíritu. La amargada samaritana fue sorprendida por Cristo y su vida encontró un nuevo sentido. Dios también tiene sorpresas para nosotros en este tiempo santo. 

La homilía sobre las lecturas del domingo III de Cuaresma (A)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Vaticano

Raffaella Petrini: «El liderazgo de las mujeres al servicio de la Iglesia»

"La mujer presenta dones innatos, entre ellos el cuidado de los demás, que pueden rastrearse ante todo en su capacidad estructural de realizar la maternidad", cuenta Sor Raffaella Petrini, Secretaria General del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano.

Antonino Piccione·8 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

 «Las mujeres que ocupan altos cargos, dentro y fuera de la Iglesia, están llamadas hoy a ejercer su libertad para llevar a cabo las tareas que el Papa Francisco atribuye a todo líder: cuidar de los frágiles y volver a poner la dignidad de la persona en el centro de cada decisión. Sabiendo que el paradigma de la «gerencialidad del cuidado» constituye un punto de referencia ético para cualquier organización: todos estamos inmersos en una red de relaciones de dependencia, que definen lo que somos y lo que llegaremos a ser, resultando fundamentales para nosotros y para los demás».

Así se expresó Sor Raffaella Petrini, Secretaria General del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, con ocasión del Día Internacional de la Mujer. En su intervención en la segunda sesión del Curso de Especialización en Información Religiosa promovido por ISCOM y la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, Petrini traslada su reflexión al dilema del liderazgo puesto de relieve por el filósofo polaco Zygmunt Bauman, es decir, la elección entre competencia y solidaridad. “La competencia», explica Bauman, «empuja a los seres humanos a avanzar en su propia posición imponiendo sus propios deseos e intereses al otro, o a los otros”; la solidaridad, en cambio, presupone que «los hombres y las mujeres pueden vivir juntos de forma colaborativa y pueden intentar llegar a ser, todos ellos, más felices».

“A lo largo de los últimos pontificados», observa Petrini, «especialmente con el Papa Francisco, se ha hecho mucho para ofrecer a las mujeres la oportunidad de expresar su libertad de manera más concreta, incluso nombrándolas formalmente para puestos de liderazgo, administración y gestión dentro de las estructuras eclesiales, incluida la Curia Romana y el Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano».

La solidaridad, principio central del pensamiento social cristiano, es definida así por el Papa Juan Pablo II en su encíclica “Sollicitudo rei socialis” (1987): «Es, ante todo, interdependencia, sentida como sistema determinante de relaciones en el mundo contemporáneo, en sus componentes económico, cultural, político y religioso, y asumida como categoría moral. Cuando se reconoce así la interdependencia, la respuesta correlativa, como actitud moral y social, como «virtud», es la solidaridad. No se trata, pues, de un sentimiento de vaga compasión o de simpatía superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas. Por el contrario, es la determinación firme y perseverante de comprometerse por el bien común: es decir, por el bien de todos y cada uno, porque todos somos verdaderamente responsables de todos».

Tres dimensiones

En este sentido, Sor Raffaella indica «tres dimensiones que, al menos en mi experiencia personal en este primer año como Secretaria General del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, vinculan las expresiones de solidaridad dentro de una organización».

En primer lugar, la conciencia de la diversidad, es decir, el reconocimiento de las cualidades femeninas, según las cuales «la mujer presenta dones innatos, entre ellos el cuidado de los demás, que pueden rastrearse ante todo en su capacidad estructural de realizar la maternidad, de ahí su disposición a acoger la nueva vida, al cambio y a la transformación, a proteger la vulnerabilidad, al sacrificio y a relacionarse con la alteridad». Entre los corolarios, según el Secretario General del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, están la atención a las necesidades de las personas, la responsabilidad que genera el deseo de satisfacer esas necesidades, la competencia profesional y el respeto. Todos ellos son ingredientes que están en el origen del funcionamiento eficaz de cualquier sistema organizativo.

La complejidad de las organizaciones modernas -la segunda dimensión del análisis de la monja franciscana- «requiere necesariamente un enfoque multidisciplinar de la resolución de problemas y la disposición, por tanto, a buscar y acoger la contribución de diferentes competencias, tanto blandas como duras». Se trata de un tema que afecta a la propia Gobernación, dividida en siete direcciones, de naturaleza y funciones muy diferentes, que colaboran con el Presidente, el Secretario General y el Vicesecretario General para llevar a cabo las actividades institucionales del Estado de la Ciudad del Vaticano: 1) Infraestructuras y Servicios; 2) Telecomunicaciones y Sistemas de Información; 3) Economía; 4) Servicios de Seguridad y Protección Civil; 5) Sanidad e Higiene; 6) Museos y Bienes Culturales; 7) Villas Papales.

Por último, el servicio como actitud esencial del liderazgo. En los cuatro pilares identificados desde los años setenta por el investigador estadounidense Robert Greenleaf, y esquematizados así por Petrini: el servicio a los empleados, que, reforzado por la motivación interna, fomenta la productividad; un enfoque holístico del trabajo, según el cual el trabajo es para el hombre, y no viceversa; el sentido de comunidad, en la conciencia de una fragilidad compartida que requiere apoyo mutuo; la participación del poder de decisión, fomentada por estructuras menos verticalistas y más flexibles y horizontales.

Del despliegue de las dimensiones descritas desciende la aptitud para el cuidado de las cosas, que estamos llamados a gestionar y no a poseer, como nos recuerda también el último Motu Proprio del Papa sobre el Derecho Originario, y de las personas, del capital humano capaz de hacer funcionar las organizaciones, más allá de las necesarias reformas estructurales. Raffaella Petrini concluye: «Se trata de una actitud basada esencialmente en el principio de mutua dependencia, que pertenece también al núcleo de nuestra fe cristiana, es decir, en la conciencia de que, en el curso de la existencia, todos, sin excepción, hemos sido, somos y seremos sujetos activos y pasivos de cuidado. Hoy, las mujeres, al asumir mayores funciones de responsabilidad en la esfera pública, en el ámbito político-económico, así como en el seno de la Iglesia, participan en el esfuerzo por conciliar el sentimiento moral del cuidado con el sentimiento moral de la justicia».

Con vistas a construir esa «amistad social» que nos induce a «apuntar más alto que nosotros mismos y que nuestros intereses particulares», como propugna el Papa Francisco (“Fratelli Tutti”, 245).

El autorAntonino Piccione

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Vaticano

El Papa agradece a las mujeres que construyan «una sociedad más humana»

El agradecimiento del Papa Francisco a las mujeres por “su compromiso en la construcción de una sociedad más humana, y su capacidad de captar la realidad con una mirada creativa y un corazón tierno”, ha marcado la audiencia general de hoy, junto al sufrimiento por el “dolor del martirizado pueblo ucraniano”.

Francisco Otamendi·8 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

En el Día Internacional de la Mujer, el Papa Francisco ha tenido palabras de agradecimiento y elogio hacia las mujeres al final de la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro. “Una bendición especial para todas las mujeres de la plaza. ¡Y un aplauso para las mujeres! ¡Se lo merecen!”, dijo el Santo Padre. El tema de catequesis ha sido ‘El Concilio Vaticano II. La evangelización como servicio’, continuando el ciclo sobre ‘La pasión de la evangelización. El celo apostólico del creyente’.

Desde hace unos días, el Papa viene refiriéndose a las mujeres en diversas audiencias a grupos más reducidos, y también en publicaciones. Así lo ha hecho, por ejemplo, en el prefacio al volumen ‘Más liderazgo femenino para un mundo mejor: el cuidado como motor de nuestra casa común’, fruto de una investigación promovida por la Fundacion Centesimus Annus pro Pontifice, que preside Anna Maria Tarantola, y la Alianza Estratégica de Universidades Católicas de Investigación (Sacru), publicada por ‘Vita e Pensiero’

En este prefacio, el Santo Padre ha escrito que “el hombre no trae armonía: es ella. Es ella la que trae esa armonía que nos enseña a acariciar, a amar con ternura y que hace del mundo una cosa bella” (Homilía en Santa Marta, 9 de febrero de 2017)”. Y “tenemos mucha necesidad de armonía para luchar contra la injusticia, la codicia ciega que perjudica a las personas y al medioambiente, la guerra injusta e inaceptable”, ha informado Vatican News.

Además, Francisco añade que “las mujeres saben que dan a luz con dolor para lograr una gran alegría: dar vida y abrir vastos y nuevos horizontes. Por eso las mujeres desean la paz, siempre. Las mujeres saben expresar tanto fuerza como ternura, son buenas, competentes, están preparadas, saben inspirar a las nuevas generaciones (no solo a sus hijos). Es justo que puedan aplicar estas competencias en todos los ámbitos, no solo en el familiar, y que reciban la misma remuneración que los hombres a igualdad de funciones, compromiso y responsabilidad. Las diferencias que aún existen son una grave injusticia”.

En esta línea de la paz, el Papa se refirió una vez más en la Audiencia  al “dolor del martirizado ucraniano”, que “sufre tanto”. Antes, al concluir la intervención de la religiosa polaca, había dado las gracias al pueblo de Polonia por la “acogida” a los refugiados ucranianos que huyen de la guerra.

“Llamados a evangelizar”

En primera parte de la Audiencia, el Papa Francisco centró su catequesis evangelizadora en el Concilio Ecuménico Vaticano II, que “presentó a la Iglesia como Pueblo de Dios peregrino en el tiempo y por su naturaleza misionero (cfr Decr. Ad gentes 2). ¿Qué significa esto?”, se preguntó.

 “Hay como un puente entre el primer y el último Concilio, en el signo de la evangelización, un puente cuyo arquitecto es el Espíritu Santo. Hoy nos ponemos a la escucha del Concilio Vaticano II, para descubrir que evangelizar siempre es un servicio eclesial, nunca solitario, nunca aislado o individualista. La evangelización se hace siempre en Iglesia, y sin hacer proselitismo, porque eso no es evangelización”, señaló.

El núcleo de su mensaje, que el mismo Papa sintetizó más adelante, ha sido 

que “el Pueblo de Dios peregrino y misionero”, tal como el Concilio Vaticano II presentó a la Iglesia, “los que formamos parte de este Pueblo santo —somos todos los bautizados— estamos llamados a evangelizar. Y lo que transmitimos es lo que, a su vez, hemos recibido. Este dinamismo garantiza la autenticidad del mensaje cristiano. Evangelizar no es una tarea solitaria o individual, sino un servicio eclesial”.

“Vocación cristiana de cada bautizado”

“Cada bautizado participa en la misión de Cristo”, añadió el Santo Padre de diversos modos. “Es decir, es enviado a anunciar la Buena Noticia, amando y sirviendo a los demás hasta dar la propia vida. Esto significa que no podemos permanecer como sujetos pasivos o meros espectadores; el celo apostólico nos impulsa a buscar siempre nuevos modos de anunciar y de testimoniar el amor de Dios. También nos urge a que, siguiendo el ejemplo de Cristo, demos respuestas concretas para consolar a los hermanos y hermanas que sufren”. 

“Cada uno de los bautizados, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de ilustración de su fe, es un agente evangelizador» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 120)”, reiteró el Papa. “En virtud del Bautismo recibido y de la consecuente incorporación en la Iglesia, cada bautizado participa en la misión de la Iglesia y, en ella, a la misión de Cristo Rey, Sacerdote y Profeta. Este deber ‘es único e idéntico en todas partes y en todas las condiciones, aunque no se realice del mismo modo según las circunstancias’ (AG, 6)”. “Si no eres evangelizador, si no das testimonio, no eres un buen cristiano”, agregó el Papa, saliéndose del guión.

“Búsqueda creativa de nuevos modos”

“Esto nos invita a no esclerotizarnos o fosilizarnos; el celo misionero del creyente se expresa también como búsqueda creativa de nuevos modos de anunciar y testimoniar, de nuevos modos para encontrar la humanidad herida de la que Cristo se hizo cargo. En definitiva, nuevos modos de prestar servicio al Evangelio y a la humanidad”, manifestó el Santo Padre.

“Volver al amor fundamental del Padre y a las misiones del Hijo y del Espíritu Santo no nos encierra en espacios de estática tranquilidad personal. Al contrario, nos lleva a reconocer la gratuidad del don de la plenitud de vida a la que estamos llamados, don por el cual alabamos y agradecemos a Dios. Es para darlo, no sólo para nosotros”.

El Romano Pontífice concluyó: “Pidamos al Señor esta gracias de tomarnos en serio esta vocación cristiana y dar gracias al Señor por este tesoro que nos ha dado, y tratar de comunicarlo a los otros”.

El autorFrancisco Otamendi

Ecología integral

Ecología y feminismo

A la sociedad le vendría mucho mejor ocupar el genio femenino en tareas de mayor impacto social que ser futbolista o bombero. El cuidado ambiental sería una de ellas, pues la mujer está más involucrada en la conservación de la naturaleza.

Emilio Chuvieco·8 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Hace unos meses me comentaba un buen amigo, muy comprometido desde joven con los temas ambientales, su frustración por la deriva ideológica de algunos movimientos ecologistas actuales, que mezclan el cuidado ambiental con otros temas sociales, en su opinión con poca o ninguna relación con la conservación de la naturaleza.

Precisamente, uno de los temas que mi amigo consideraba más claramente influidos por ese desvío del ecologismo era el del llamado ecofeminismo. El término se lo debemos a una feminista francesa, Francoise D’Eubonne, que lo acuñó a mediados de los años 70 para describir el paralelismo entre la marginación de la mujer y de la naturaleza, ambas influidas -en opinión de la pensadora francesa- por la sociedad patriarcal y jerárquica, poniendo en relación algunas notas propias de la feminidad (como la apertura a la vida o el cuidado) con las de la naturaleza. La liberación femenina y la ambiental serían, así, parte de la misma lucha.

El ecofeminismo se fue consolidando en los años ochenta y noventa del pasado siglo, diversificándose a la vez en diversas ramas: unas más sociales, caracterizadas por la reivindicación y el enfrentamiento entre polos opuestos, y otras más culturales (o espiritualistas), en donde se favorecía un retorno a tradiciones paganas de culto a la fecundidad y mitologías religiosas ligadas a ella. En esas tendencias del ecofeminismo occidental destacan algunas figuras, como Petra Kelly, fundadora del partido verde alemán, o las filósofas Karen Warren, Carolyn Merchant o Val Plumwood.

Por otro lado, el ecofeminismo del sur pone más énfasis en los impactos que el deterioro ambiental tiene para las mujeres de las sociedades en desarrollo (búsqueda de agua, alimentos, salud), y se enfatiza la figura de la madre y la ética del cuidado, a la vez que se evidencia el papel de la mujer en la conservación de formas tradicionales de agricultura y gestión urbana.

Las figuras de la keniana Wangari Maathai, premio nobel de la paz, o de la india Vandana Shiva, una de las promotoras de la agro-ecología y la permacultura, son claros exponentes de esta tendencia.

Más allá de las opiniones de mi amigo sobre la conveniencia o no de mezclar el compromiso por la conservación ambiental con otros temas sociales, creo que sí existe una relación, quizá más profunda, entre ecología y feminismo, o mejor entre ecología y feminidad.

Por un lado, la ecología subraya la importancia de la diversidad y la cooperación entre complementarios. No es tan amiga de los enfrentamientos, como de la cooperación. Bajo ese punto de vista, no tiene mucho sentido el interés de algunas ramas del feminismo en que las mujeres se mantengan en permanente oposición a los varones o, peor aún, a que su máxima aspiración sea que hagan las mismas cosas que hacemos los hombres.

Obviamente aquí no me estoy refiriendo a la igualdad de oportunidades o a la promoción profesional y educativa de la mujer, con la que no puedo estar más de acuerdo. Me refiero a una cierta obsesión de algunos feminismos por considerar los valores masculinos, que en algunos casos son más bien antivalores, como algo digno de imitación. Me llama la atención la cantidad de series y películas donde la protagonista se dedica a dar tantos o más puñetazos con sus colegas varones, como si eso la hiciera más digna de encomio.

Como me decía una alumna hace algunos años, ¿no sería más razonable que el feminismo reivindicara que los hombres hagan las mismas cosas que las mujeres? Quizá, en mi opinión, sería todavía mejor que los hombres tengamos los mismos valores nobles que tienen las mujeres, que aprendiéramos de ellas a acoger, a compartir y a cuidar.

En otras palabras, me parece que a la sociedad le vendría mucho mejor ocupar el genio femenino en tareas de mayor impacto social que ser futbolista o bombero, incluyendo muchas actividades que se han realizado tradicionalmente por ellas y que son imprescindibles para que la sociedad sea más humana, como es el cuidado de otras personas.

Además, la contribución de las mujeres en tareas antes solo ocupadas por varones debería también ayudar a que se humanicen más esas labores, aportando una visión distinta, más cercana a la percepción femenina de las cosas.

Seguramente el cuidado ambiental sería una de ellas, pues la mujer -sea por su instinto material, sea por su mayor sensibilidad o su mayor capacidad contemplativa- no me cabe duda que está mas interesada y más involucrada en la conservación de la naturaleza que los varones. Todo sea, obviamente, como afirmación general.

El sexo tiene una gran influencia en los hábitos y la percepción de las personas, nada menos que un cromosoma distinto, pero no determina su carácter, así que todos podemos aprender de lo mejor que nos aportan los demás, hombres y mujeres, aprovechando la biodiversidad cultural que a todos nos enriquece.

El autorEmilio Chuvieco

Catedrático de Geografía de la Universidad de Alcalá.

Cultura

Wisława Szymborska. La poeta del “no sé”

Se la considera una de las voces más intensas y transparentes de la poesía mundial contemporánea. Con doce poemarios, destaca por la maestría técnica, la agudeza, el gracejo, la ironía y la cercanía lírica, iluminando con su poesía la realidad, en particular la cotidiana.

Carmelo Guillén·8 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

Al establecer las claves de la poesía de Wisława Szymborska, inevitablemente hay que recurrir a su discurso de recepción del Premio Nobel de Literatura, en el que, de una manera llana, sencilla, directa, manifiesta qué la impulsa a escribir, siendo la inspiración el resultado de lo que ella define como un no sé. De esta forma escribe: “Hay, ha habido y seguirá habiendo cierto grupo de personas a las que toca la inspiración. Son todos aquellos que conscientemente eligen su trabajo y lo realizan con amor e imaginación. Se encuentra médicos así, y pedagogos, y jardineros, y otros en cien profesiones más. Su trabajo puede ser una aventura sin fin siempre y cuando sean capaces de percibir nuevos desafíos. A pesar de dificultades y fracasos, su curiosidad no se enfría. De cada duda resuelta sale volando un enjambre de nuevas preguntas. La inspiración, sea lo que sea, nace de un constante ‘no sé’”. 

Fruto de la inspiración

De ese no sé se genera en la obra poética de Wisława Szymborska todo un proceso creativo de profundización y de búsqueda de lo esencial a partir de lo cotidiano, concibiendo la escritura lírica como un descubrimiento continuo que va de lo concreto a lo general, de lo particular a lo universal, de lo insignificante a lo que excede el conocimiento; proceso creativo que, a su vez, es un modo de apreciación de la realidad en la que lo diminuto contiene lo grande, lo fútil lo trascendente, lo contingente lo eterno; proceso creativo, además, cargado de preguntas ante el asombro de lo que acontece diariamente y que lo mismo lleva a la autora a un sinfín de incertidumbres que a hacerla ver que la existencia es inaprensible, escurridiza, demasiado sutil.  

No puedo olvidar textos concretos suyos tan excelentes como el “Elogio de mi hermana”, “Las nubes”, “Puede ser sin título”, “Fin y principio” o “Despedida de un paisaje”, títulos que se hallan en la memoria de cualquier lector que se precie y que merecen el privilegio de pasar a la historia de la lírica contemporánea por su capacidad de desvelamiento de las cosas o de los hechos que refieren, todos ellos genuinos testimonios de su poderosa e inconfundible voz. 

Exposición reflexiva

Centrada por lo general en la exposición reflexiva de escenas de la vida corriente en sus aspectos cómicos y dramáticos, cualquiera de los poemas de Szymborska despierta en el lector cierta curiosidad que lo incita a mantenerse absorto en la lectura de sus versos como si de una revelación continua e insólita se tratara. De muestra, escojo al azar una de las composiciones citadas, “Fin y principio”, en la que la poeta muestra, con discreto distanciamiento, sabia ironía e inteligente ingenuidad, lo que puede suceder en un campo de batalla tras el final de una guerra. 

El caso es que da la impresión de que lo que expone no parece el resultado doloroso ni trágico de un suceso bélico, como sería lo propio, sino el día después de una celebración festiva en la que se ve conveniente adecentar un supuesto espacio alterado. De esta manera enuncia: “Después de cada guerra / alguien tiene que limpiar. / No se van a ordenar solas las cosas, / digo yo. / Alguien debe echar los escombros / a la cuneta / para que puedan pasar / los carros llenos de cadáveres”, siendo este el punto de vista, aparentemente frío e impasible, que destaca comúnmente en su creación poética. 

Otro ejemplo del mismo jaez es el poema “Las nubes”, en el que se percata de que su función, al hablar de esas masas de vapor acuoso, debe ajustarse al momento en que están presentes en el cielo, de lo contrario no podría fotografiarlas poéticamente en su estado instantáneo, ya que son transitorias, fugaces, efímeras. Así consigna: “Con la descripción de las nubes / debería darme mucha prisa, / en una milésima de segundo / dejan de ser ésas y empiezan a ser otras. / Es propio de ellas / no repetirse nunca / en formas, matices, posturas y orden”. Y concluye: “Que exista la gente si quiere, / y después se muera uno tras otro, / poco les importa a las nubes […]. / Sobre toda Tu vida / y también la mía, aún incompleta, / desfilan pomposas igual que desfilaban. / No tienen la obligación de morir con nosotros. / No necesitan ser vistas para poder pasar”. 

La lista de referencias podría ser amplísima, sin embargo creo que con las ya apuntadas el lector puede hacerse una idea de que la poesía de Szymborska, sin brillo formal, conversacional a veces, de apariencia prosaica, pero repleta de hallazgos e iluminaciones, es de enorme poderío emocional, siempre proclive al desvelamiento, como ya dije, de una realidad a la que sin cesar desea acceder. 

De ella es la frase: “Las cosas que no se saben son las que convierten la vida en algo fascinante”, vuelta de tuerca a la idea del no sé que apunté al principio y que se encuentra en la base de su admirable hacer lírico. Vuelta de tuerca también que le permite asentar su verso a lomos de la ignorancia, de la perplejidad, del asombro, como si en el no saber tomara asiento paradójicamente la mismísima sabiduría. En el poema “Es una gran suerte” lo expresa de manera sucinta con su particular estilo: “Es una gran suerte / no saber del todo / en qué mundo se vive”.

Pasado y futuro

Y es en el devenir de la existencia donde se implantan finalmente sus poemas, un devenir en el que todo tiene su inevitable pasado –así lo expresa en la composición “Puede ser sin título”: “El instante más fugaz también tiene su pasado, / su viernes antes del sábado, / su mayo antes de junio”–, sin posibilidad de volver atrás. Pero no solamente su inevitable pasado, sino su enigmático y sorpresivo futuro. Y es que en todo comienzo se da una continuidad a otra realidad preexistente. Lo repite de muchas maneras. Como ejemplo, traigo aquí “Despedida de un paisaje”: “No le reprocho a la primavera / que llegue de nuevo. / No me quejo de que cumpla / como todos los años / con sus obligaciones. / […] No exijo ningún cambio / de las olas a la orilla, / ligeras o perezosas, / pero nunca obedientes. / Nada le pido / a las aguas junto al bosque […]. / Una cosa no acepto. / Volver a ese lugar. / Renuncio al privilegio / de la presencia. / Te he sobrevivido suficiente / y sólo lo suficiente / como para recordar desde lejos”. Consideraciones que la poeta polaca hace con la conciencia lúcida de que, como expresa a modo de aforismo en “Vista con grano de arena”: “El tiempo pasó corriendo como un mensajero con una noticia urgente”.

Tiempo y vida

Tiempo y vida, los dos apoyos en los que se mueve la obra lírica de Wisława Szymborska y que tienen su base en el carácter no sólo reflexivo sino también contemplativo con el que esta mujer mira la existencia, la suya y la de quienes la rodean, deteniéndose en múltiples circunstancias profundamente humanas, en apariencia intrascendentes, pero siempre concebidas como puro prodigio: “Milagro común / es que sucedan muchos milagros comunes. / Milagro corriente: / en el silencio de la noche, ladridos / de perros invisibles. / Milagro, uno de muchos: / una nube ligera y pequeña / es capaz de ocultar una luna grande y pesada. / […] Milagro con sólo mirar alrededor: el mundo omnipresente”. Milagros, en suma, que son fruto de esa extraordinaria capacidad de descubrir la riqueza de matices que conlleva la vida, apenas uno se pone en marcha desde el no sé, como si emprendiera “una aventura sin fin” repleta de desafíos.

Vaticano

Flaminia Giovanelli: Más que «la cuestión de la mujer» hay que tratar la «la relación entre la mujer y el hombre» 

Entrevista a Flaminia Giovanelli, la primera mujer laica en ocupar un puesto de responsabilidad en el Vaticano.

Marta Isabel González Álvarez·8 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 9 minutos

“(…) Ha llegado la hora (…) en que la mujer adquiere en el mundo una influencia,
 un peso, un poder jamás alcanzado hasta ahora.
(…)
Mujeres del universo todo, cristianas o no creyentes,
a quienes os está confiada la vida en este momento tan grave de la historia,
a vosotras toca salvar la paz del mundo.”

Pablo VI. Mensaje a las mujeres

Aunque quizá lo parezca, lo que acaba de leer no es el extracto de ningún manifiesto feminista, sino parte del mensaje dirigido por el Papa San Pablo VI “A las mujeres” el 8 de diciembre de 1965 en la clausura del Concilio Vaticano II. Y es uno de los mensajes favoritos de Flaminia Giovanelli, nuestra protagonista de hoy. Para ella, estas breves líneas, aportaron la gran novedad de tener en cuenta a las mujeres solteras y no religiosas ni consagradas de nuestro mundo, de las que ella forma parte.

Comprometida con la Iglesia desde su más tierna juventud, Flaminia nació en Roma, el 24 de mayo de 1948, y ha sido la primera mujer laica en ocupar un puesto de responsabilidad en la Iglesia, cuando Benedicto XVI la nombró en 2010 Subsecretaria del Consejo Pontificio Justicia y Paz, cargo que ejerció también después en el actual Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.

Habla fluidamente castellano, francés, e inglés, su italiano natal y tiene nociones de portugués. Licenciada en Ciencias Políticas y Diplomada en Biblioteconomía, estudió Ciencias Religiosas en la Pontificia Universidad Gregoriana y, desde adolescente participaba en grupos de reflexión católicos. Pero asegura que fue el ejemplo de sus padres, quienes ponían en práctica de modo natural las más fundamentales bases de la doctrina social de la iglesia, lo que la marcó.

Flaminia es elegante, discreta y prudente, especialmente acogedora y alegre, inteligente y buena. Pequeñita y delgada, es capaz de comentar las últimas noticias de la agenda internacional mientras cocina unas riquísimas “alcachofas a la romana” con la receta de su madre. Tiene debilidad por los felinos, especialmente su gato “Cesare” de color gris plata, el mismo de su cabello, que junto a los signos de expresión de su rostro son lo único que te hace intuir su edad oficial. Porque la verdadera edad de Flaminia te la dice el brillo de sus ojos, su risa contagiosa, su sentido de humor limpio, su energía tan desbordante como para seguir moviéndose en su bicicleta blanca con cesta por la “Ciudad Eterna” y su presencia en mil y una actividades que la mantienen al día investigando, escribiendo y dando su testimonio donde se la requiere, pero sobre todo, ayudando con todas sus fuerzas al desarrollo de las niñas, jóvenes y mujeres de Mozambique a través de la educación y la capacitación profesional.

¿Cómo era la joven Flaminia que llegó al Vaticano hace casi 50 año?

–Entré en el Vaticano en 1974 con 26 años. Pertenecía a una familia con recorrido internacional. Había estudiado en Bruselas y hablaba francés, inglés y español, porque tengo familia en Colombia y había pasado allí algún tiempo. Tuve la suerte de vivir en una sociedad cristiana. Mis padres eran creyentes, iban a misa y no pertenecían a ningún grupo católico concreto. La familia es importantísima. En mi casa ayudar a los más desfavorecidos era lo normal. Mi madre era voluntaria vicenciana y en Bruselas también participamos en una asociación para ayudar a las familias de los mineros italianos. Ese compromiso social en mi familia era lo normal.

Esa joven Flaminia tenía ese «espíritu religioso» del que hablaba el Papa Benedicto XVI. Tenía muchos defectos, como los que tengo ahora (ríe), pero también valores como el sentido del deber y la responsabilidad con los compromisos. Era alegre y buena niña. Soy la segunda de dos hermanos. Mis padres se casaron el 14 de abril de 40 y mi padre se alistó el 2 de junio cuando Italia entró en la II Guerra Mundial. Se fue y volvió después de seis años, incluso estuvo de prisionero en India. Yo estaba muy unida a mis padres, sobre todo a mi padre que era muy particular, alegre, culto y con un sentido del humor extraordinario. Era funcionario internacional en el Ministerio de Industria y Comercio. Era el inicio de la CECA (Comunidad Europea del Carbón y del Acero) y le invitaron a trabajar en Bruselas y viajaba mucho entre Luxemburgo, París, y Ginebra. Falleció muy joven cuando yo tenía 19 años así que él no me vio en el Vaticano. MI madre sí, no decía nada, pero le gustaban mucho las ceremonias de San Pedro.

Pero nunca busqué un trabajo de Iglesia, se me ofreció. Había terminado mis estudios y estaba enseñando francés en algunas escuelas y también formaba parte de un grupo de jóvenes amigos, que hablábamos de religión y nuestro asistente era Monseñor Lanza di Montezemolo, en ese momento el Secretario del Pontificio Consejo Justicia y Paz, que necesitaba de un documentalista. Y así comencé en la biblioteca.

Y muchos años después, llegó mi nombramiento como Subsecretaria. ¿Pero sabes una cosa? Que me sorprendió la sorpresa de mi nombramiento, porque las circunstancias eran las naturales, aunque no fuera lo normal. Yo era la única que trabajaba en esa oficina desde hacía tantos años y había un cambio de presidente y secretario, así que bueno era lo normal tomar a alguien de la curia en ese momento. ¡No sabes la cantidad de mensajes que recibí! Los tengo guardados. Así que así fue como yo percibí que había algo inusual, algo extraño. O sea, se veía que la voluntad estaba allí, pero no era fácil, y eso que era más fácil de aceptar a una persona que ya estaba dentro y ya mayor como era yo, que en ese momento ya tenía más de 60 años…

Durante mis años de servicio en Justicia y Paz antes y después en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral he puesto en práctica algo que creo que es muy de mujer y es la capacidad de acogida, recibiendo a las personas con verdadero cariño y haciendo que las personas se sientan cómodas.

Liderazgo femenino en la Iglesia

¿Crees que el tema de la mujer en la iglesia dejará de interesar cuando haya más mujeres y en especial laicas, en cargos directivos?

–Yo nunca he sido de forzar las cosas. Pero sí me gusta mirar para atrás, para contemplar y comprender mejor. De joven pensaba que mi vida iba a ser como la de mi madre o las mujeres de ese tiempo. Pero no fue así. Y después mirando hacia atrás sí que entendí que había como un plan de Dios, que era distinto. Y así con todo: creo que hay que ir hacia adelante y después mirar hacia atrás para ver lo que pasó y cómo han ido las cosas en la Iglesia para las mujeres. Después de tantos años de servicio en la iglesia puedo decir que he visto muchos cambios y que van a ir cambiando más cosas en un marco que cada vez se va dibujando más.

Pero ¿no ocurre un poco en la Iglesia como en la sociedad, que las mujeres llegan a «sub-secretarias» o «Vice-presidentas» pero no llegan casi nunca a ser directivas?

–¡En el Vaticano las mujeres ya hemos llegado a directivas! En cuanto a lo administrativo, la hermana franciscana Raffaela Petrini (15/1/1969) fue nombrada en 2021 Secretaria General del Governatorato, el cargo de responsabilidad más alto que se otorga a una mujer en el Vaticano. Y es un órgano muy grande, con más de 2.000 personas, mayoría hombres y laicos y ella se maneja muy bien. Y en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral la Secretaria es la hermana Alessandra Smerilli (14/11/1974).

“En la Iglesia hay dos tipos de mujeres, las institucionales y las reivindicativas. Yo me considero más bien reformista y alguien que confía en el caminar de la historia”

¿Y por qué se nombran a más mujeres religiosas que laicas?

–Muchas veces cuando se ofrecen estos puestos, las personas no lo aceptan. Y si tienen que venir del extranjero la cosa se complica más. Quizá por eso hay muchos italianos en la curia. Incluso ahora que el salario es mejor que cuando yo empecé a trabajar, la realidad es que lo que se pide es mucho, mucha entrega, se piden idiomas, teología…

Pero también tiene que ver con los estudios. En mi tiempo era muy difícil estudiar teología. Ahora hay más teólogas, pero bueno, yo creo que tiene que pasar algún tiempo porque algunas de las que estudian hoy teología son «un poco peligrosas», son las que quieren cambios más radicales, más reivindicativas. Y claro esto para el Vaticano y para muchos hombres, no es aceptado. Tendrá que pasar algún tiempo para esos cambios.

¿Qué hay en lo que reivindican estas mujeres que es justo reivindicar y qué se sale de lo razonablemente reivindicable?

–No me atrevo a juzgarlas, supongo que yo no soy tan de tipo reivindicativo, incluso si admito que a veces doy las gracias a las que sí son reivindicativas. No juzgo lo que es justo y no justo. Pero lo que sí está claro es que vivimos en una institución y trabajar en una institución con este espíritu es un poco difícil. Parece que en la Iglesia hay dos tipos de mujeres, las institucionales y las reivindicativas. Yo me considero más bien reformista y alguien que confía en el caminar de la historia y en que ciertas tensiones se ajustan con el paso del tiempo.

“La gente se escandaliza por lo que está pasando en Irán, o en Afganistán, pero no se escandaliza suficiente, no se indignan suficientemente.”

Flaminia Giovanelli

Los últimos Papas y «la cuestión de la mujer»

Flaminia, tú has conocido y trabajado con varios de los últimos Papas, desde Pablo VI hasta Francisco. Háblanos de cada uno y destaca lo más significativo que cada uno ha aportado a la cuestión de la mujer

–Yo creo que más que «la cuestión de la mujer” hoy deberíamos de tratar la cuestión de «la relación entre la mujer y el hombre» pues tratando sólo la cuestión de la mujer no se encontrará la solución y es urgente pues entre los jóvenes y con tanta tecnología se corre el riesgo de que se olviden la básica relación entre hombre y mujer. Y en esto la Iglesia tiene mucho que aportar, con ejemplos de colaboración en perfecta cooperación, como entre San Francisco y Santa Clara. En la Edad Media había muchos monasterios donde había mujeres y hombres juntos, y la mayoría de las veces la abadesa era la mujer. Algo parecido pasa hoy con los misioneros, hombres y mujeres que trabajan juntos.

En cuanto a los Papas y aunque no trabajé con Juan XXIII déjame que de él te diga solo que su encíclica Pacem in terris es esencial en lo referente a los Derechos Humanos y la visión de la justicia y de la paz. Pero, además, él consideraba el “cuarto signo de los tiempos” la aparición de la mujer en la escena pública, algo que ocurre cuando la mujer comienza a estudiar de manera habitual y no excepcional.

De Pablo VI, resaltaría que era un gran intelectual. El Papa del Concilio Vaticano II y el de la Populorum proressio, que para el Consejo Pontificio Justicia y Paz fue esencial pero que además supuso que la Iglesia empezase a estar “al día” pues todo lo que trabaja esa encíclica es 100% actual. El comenzó los Mensajes para la Jornada Mundial de la Paz que se presentaban al final del año y que expresaban el deseo de poner sobre la mesa los temas esenciales que se trabajarían al año siguiente. Yo ya le conocí anciano y aunque no era muy dado a las multitudes en las distancias cortas era afectuoso, muy caluroso. Escribió su mensaje “A las mujeres” donde habla de las mujeres laicas no casadas, que es mi caso. esencial pues parece a veces que sólo se concibe a la mujer o religiosa o esposa.

Juan Pablo I supuso «cambio» en el estilo, pues fue quien empezó a hablar en «primera persona» abandonando el plural mayestático y eso supuso mucha diferencia.

Juan Palo II era la vitalidad, la vida, el entusiasmo, con una fe explosiva. Generaciones de jóvenes fueron atraídos por su carisma. Trabajamos mucho con él en encíclicas sociales tan importantes como: Solicitudo res socialis o Centesimus annus y con él se realizó el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. En la cuestión de la mujer por supuesto destaca su Mulieris dignitatem, y es él quien plantea «la cuestión de la mujer»; y también su carta a Gertrude Mongella, secretaria general de la IV Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre la mujer de Beijing.

Benedicto XVI fue el Papa de la Caritas in veritate, que en nuestro Consejo Pontificio y luego en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral hemos trabajado mucho. En la curia lo queríamos mucho, nos conocía y reconocía el trabajo que realizábamos y era muy afectuoso.

Papa Francisco, es quien más nombramientos de mujeres ha realizado. En una interesante entrevista que concedió al magazine «América» habla de la mujer y la Iglesia como algo que tiene que ser más desarrollado, pero centrado en tres ministerios: el petrino, el ordenado y el ministerio administrativo. Pero resaltando con fuerza que la Iglesia es mujer y que es el «Principio Mariano» el que inspira todo.

Flaminia con el Papa Francisco

El debate del género

¿Crees que en la Iglesia tenemos formación suficiente para diferenciar entre igualdad de género, ideología de género e identidad sexual?

–Los Derechos Humanos nacen del cristianismo ya que es en el Evangelio y con Jesús con quien se trata a las mujeres y a todas las personas como hijos de un mismo padre, con la misma dignidad. La gente se escandaliza por lo que está pasando en Irán, o en Afganistán, pero no se escandaliza suficiente, no se indignan suficientemente. Es urgente.

Es muy desconcertante que no todas las religiones respeten los derechos humanos.

Sobre el género, son los cristianos que trabajan en organismos internacionales quienes más tienen que enfrentarse a esta cuestión. Cuando la Santa Sede toma la palabra en estas cosas lo explica de manera muy larga y complicada. Y es que antes se hablaba de sexo, pero en un momento determinado se habla de «gender» y parece una broma, pero la única que habla de sexo hoy día es la Iglesia. La solución es usar la palabra género y especificar cada vez que nos referimos a la diferencia de los dos sexos y decir que trabajamos para la igualdad entre el hombre y la mujer y no decir igualdad de género. Ni nosotros y nuestras agencias de cooperación van a discriminar nunca a nadie por estas cuestiones. Y la cuestión esencial es que en los países en desarrollo todo pasa por la mujer y por eso la educación de la mujer es el elemento principal para el desarrollo. Tanto la vida social, el comercio como por supuesto la familia está en manos de la mujer y eso es lo que a la Iglesia le debe importar, formar a la mujer y protegerla.

Estoy muy involucrada en una organización que ayuda en Mozambique y recibí el otro día un mensaje de una niña que había sido huésped en nuestro Centro O Viveiro hasta el final de la secundaria y que era un caso de éxito. Decía «soy una mujer con formación de enfermera, tengo una hija y tengo un marido, es un buen marido y nos respetamos el uno al otro» Y eso me gustó mucho. Pienso que ese es el futuro, lograr que cada vez haya más relaciones conyugales respetuosas y que la mujer no tenga que cargar con todo ella sola. Ese es el camino.

“Parece una broma, pero la única que habla de sexo hoy en día es la Iglesia”

Flaminia Giovanelli
El autorMarta Isabel González Álvarez

Doctora en periodismo, experta en comunicación institucional y Comunicación para la Solidaridad. En Bruselas ha coordinado la comunicación de la red internacional CIDSE y en Roma la comunicación del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral con quien sigue colaborando. Hoy aporta su experiencia al departamento de campañas de incidencia sociopolítica y trabajo en red de Manos Unidas y coordina la comunicación de la red Enlázate por la Justicia. Twitter: @migasocial

Mundo

Florence Oloo, premio Harambee: «Empoderar a la mujer es empoderar a la comunidad»

Florence Jacqueline Achieng Oloo es la ganadora del premio Harambee 2023 a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana. Además de ser profesora de Ciencias Químicas y miembro fundador del Comité Ético de Strathmore, ha impulsado un programa para empoderar a las mujeres en Kenya, el “Women Empowerment Program, Jakana - Kenyawegi”.

Paloma López Campos·7 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El proyecto internacional Harambee ha concedido el premio Harambee 2023 a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana a Florence Oloo. La doctora Oloo es doctora en Ciencias Químicas por la Universidad de Agricultura y Tecnología, Jomo Kenyatta de Kenia; licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Roma; profesora en la universidad; fundadora de un comité ético en el que dirige la supervisión de investigaciones relacionadas con la persona, con el fin de evitar los abusos en los ensayos clínicos con seres humanos; es directora del “Centre for Research in Therapeutic Sciences; y, además, es la impulsora de “Women Empowerment Program, Jakana – Kenyawegi”, el programa por el que ha recibido el premio Harambee.

Un programa para ayudar a las mujeres en Kenya

El Centro Jakana impulsado por la doctora Oloo está orientado a las mujeres y niñas vulnerables del condado de Kisumu (Kenia). Ellas son más del 50 % de la población y crecen en situaciones de pobreza con la amenaza constante de los embarazos adolescentes, los matrimonios infantiles, las enfermedades de transmisión sexual y la violencia.

En la zona de Jakana, próxima a Kisumu, es muy frecuente que los padres vendan a sus hijas, siendo todavía niñas, a hombres mayores. A cambio, los padres reciben una dote con la que suelen pagar los estudios de los hijos varones, mientras las pequeñas entran a vivir en una relación de absoluta dependencia con sus esposos.

Para luchar contra esta situación de abuso, el Centro Jakana modeló un programa de tres meses en el que las mujeres aprenden sobre finanzas, gestión de empresas y liderazgo. De esta manera, se les brinda la oportunidad de emprender proyectos propios con los que ganar independencia.

El primer programa ha concluido ya y en él han participado 30 mujeres. El premio Harambee supone una ayuda importante para impulsar todavía más el Centro Jakana, de tal modo que se haga realidad la visión que Florence Oloo tiene. La doctora asegura que “empoderar a la mujer es empoderar a toda su comunidad, y así al país entero”.

El galardón, que se otorga anualmente, pretende recompensar a las personas, instituciones o grupos que tengan labores humanitarias, culturales o educativas que beneficien a las mujeres africanas. La dotación económica del premio es de 10.000 euros y está patrocinada por la marca René Furterer de los Laboratorios Pierre Fabre. Además, supone toda una campaña para visibilizar y promover la actividad del ganador del premio.

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Vaticano

El Papa Francisco renueva el Consejo de Cardenales

Cinco nuevos cardenales entran a formar parte de este Consejo, creado por el Papa Francisco a pocos meses de su llegada a la Santa Sede y que tiene como objetivo asesorar al Papa en el gobierno de la Iglesia.

Maria José Atienza·7 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La Santa Sede ha hecho públicos los nombres de los 9 cardenales que formarán el Consejo de cardenales del Papa Francisco. La primera reunión de este renovado consejo será el próximo 24 de abril en la casa de Santa Marta.

El Papa Francisco creó el Consejo de Cardenales poco después de su llegada a la sede de Pedro, en 2013, para asesorarle en el gobierno de la Iglesia. Inicialmente se trataba de 9 cardenales, posteriormente pasaron a ser 8 y, en la actualidad, 6 cardenales formaban parte este consejo y, con la renovación de miembros y entrada de nuevos cardenales vuelven a ser 9 los integrantes de este Consejo.

El principal objetivo del grupo es el del asesoramiento del Papa en el gobierno, tanto de manera conjunta, como consejo como de manera personal pudiendo hacer sugerencias propias aunque la decisión final recae sobre el pontífice

Se incorporan, a este órgano de trabajo, los cardenales españoles Fernando Vérgez Alzaga, L.C., Presidente de la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano y Presidente del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano; y Juan José Omella Omella, Arzobispo de Barcelona (España) y presidente de la Conferencia Episcopal Española. Además se unen, el cardenal Gérald C. Lacroix, Arzobispo de Québec (Canadá); el cardenal Arzobispo de Luxemburgo, Jean-Claude Hollerich, S.I.,y el Arzobispo Metropolitano de San Salvador de Bahia (Brasil), el cardenal Sérgio da Rocha.

Asimismo, continúan formando parte de este consejo los cardenales Fridolin Ambongo Besungu, O.F.M. Cap., Arzobispo de Kinshasa, el Card. Seán Patrick O’Malley, O.F.M.Cap., Arzobispo Metropolitano de Boston y Oswald Gracias, Arzobispo Metropolitano de Bombay.

Junto a ellos, evidentemente el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, que se incorporó al Consejo de Cardenales en 2014 y el secretario, Mons. Marco Mellino, Obispo titular de Cresima (Italia).

¿Qué Iglesia, qué sacerdotes?

La formación de los sacerdotes y candidatos al sacerdocio es uno de los eternos retos de la Iglesia que ha de cuidar la selección de quienes se ordenarán ministros y el crecimiento en su vida de piedad.

7 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Una parte de las informaciones que llegan a la opinión pública acerca del sacerdocio transmite una visión problemática, y a veces abiertamente negativa: abusos y desequilibrios, disonancia respecto de las tendencias actuales en los estilos de vida, escasez de vocaciones, acumulación de tareas… Además de cumplirse aquí el dicho sobre el árbol que cae y la hierba que crece (el primero llama más la atención que la segunda), es comprensible que en la noticia se busque lo llamativo. Por otro lado, es una realidad que muchas de esas sombras existen. Pero tampoco falta en muchas personas una consideración positiva de lo que representa el sacerdocio y su tarea de servicio. 

Para la Iglesia los sacerdotes tienen una importancia grande que justifica una atención particular. No por ser ellos personajes especiales, sino por reconocer la acción de Dios y el servicio que prestan a la vida cristiana de los demás bautizados, para el que han sido ordenados. De ahí que los documentos de los Papas se hayan referido a él con frecuencia, y que el Magisterio acerca del sacerdocio en el último siglo haya sido reiterado y especialmente rico. Varios artículos de este número de Omnes pueden servir para redescubrir esa enseñanza y para ayudar a tomar de ella impulsos para una renovación. No en vano se encuentran en esos textos magisteriales las razones teológicas, sacramentales y espirituales de aspectos tan centrales como la misma vocación sacerdotal, el celibato o la misión de los sacerdotes en la Iglesia y en la sociedad.

Ofrecemos también una entrevista con el cardenal Lazzaro You, Prefecto del Dicasterio para el Clero en la Santa Sede, que recorre los asuntos que definen el momento actual de la vida de los sacerdotes, y en particular lo relacionado con su adecuada formación. El cardenal You afirma que vale la pena cualquier esfuerzo para formar buenos pastores; en el aspecto afectivo de esa formación se centra la entrevista con el doctor Carlos Chiclana, que lo ha estudiado desde el punto de vista clínico. Sobre todo, el Prefecto subraya que el tipo de sacerdote que se busca formar ha de corresponder al modelo de Iglesia que Dios quiere en este momento, según esta serie de cuestiones: ¿qué Iglesia, qué sacerdotes, qué formación, qué vocaciones?

El tema de las vocaciones sacerdotales se aborda también en este número desde otros dos puntos de vista. En primer término, el más personal de la correspondencia a una llamada para el seguimiento de Cristo: son luminosos los testimonios de algunos jóvenes que se están formando para responder bien a esa llamada. En segundo lugar, el de una consideración numérica; no siendo naturalmente absoluta, ayuda a conocer la realidad. Los datos muestran un descenso global del número de vocaciones en el mundo, y un desplazamiento hacia los continentes africano y asiático.

El autorOmnes

Mundo

Valeria Gavilanes: «La Eucaristía nos permite sentir y descubrir a Dios que nos libera»

Quito es la sede del próximo Congreso Eucarístico Internacional que cumple su 53 edición y que tiene como lema “Fraternidad para sanar el mundo”.

Maria José Atienza·7 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

La Iglesia católica en Ecuador tiene su mirada puesta en septiembre de 2024. Del 8 al 15 de septiembre de 2024, con ocasión de los 150 años de Consagración de Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús, la capital ecuariana acogerá el 53° Congreso Eucarístico Internacional.

Valeria Gavilanes, jefe de prensa del Congreso Eucarístico Internacional y portavoz del IEC2024 ha destacado para Omnes que este congreso “permitirá repensar la realidad del mundo católico en América latina, respetando su diversidad. Es preciso reevangelizar desde el servicio a ejemplo de Jesús”.

Quito toma el testigo de Budapest para el próximo Congreso Eucarístico Internacional. ¿Qué pasos se han ido dando en la preparación del Congreso?

–En una solemne Eucaristía realizada en Budapest en septiembre de 2021 y presidida por Monseñor Alfredo José Espinoza Mateus, sdb, Arzobispo de Quito y Primado del Ecuador, se informó públicamente que la capital ecuatoriana será la sede del 53° Congreso Eucarístico Internacional, IEC2024, previsto realizarse del 8 al 15 de septiembre de 2024, con ocasión de los 150 años de Consagración de Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús.

Desde aquel momento, hemos puesto el pie en el acelerador para que tan bendecido acontecimiento se lleve a cabo con la altura que merece. El tema propuesto y escogido por el Papa Francisco es “Fraternidad para sanar el mundo”, con el texto bíblico: “Ustedes son todos hermanos” Mt 23,8.

Sabemos que la preparación espiritual es fundamental y por ello contamos con la oración preparatoria en español, inglés, portugués, italiano, shuar y quichua, que se encuentra en las distintas plataformas digitales.

También el himno oficial del Congreso estará listo muy pronto; las propuestas melódicas y musicales fueron sometidas a concurso y su ganador o ganadora recibirá el monto USD 3.000,00. Existe un jurado calificador que ultima detalles.

Un encuentro de tal magnitud requiere de una organización previa. El Comité Local está presidido por Monseñor Espinoza, quien nombró al P. Juan Carlos Garzón, de la Arquidiócesis de Quito como secretario general, encargado de la coordinación y supervisión de la preparación del Congreso.

Adicionalmente se conformaron las siguientes comisiones: logística, financiera, teológica, litúrgica, musical, comunicacional, cultural, pastoral y de voluntariado. Por su parte la Conferencia Episcopal Ecuatoriana está comprometida y cuenta con delegados en las distintas jurisdicciones y provincias del país.

Este camino lo recorremos de la mano del Comité Pontificio. En noviembre de 2022 recibimos la grata visita del P. Corrado Maggoni, y del P. Vittore Boccardi, presidente y secretario del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales, respectivamente, quienes se mostraron felices y maravillados de la belleza de nuestro país así como de la calidez de su gente.

¿Cómo se está dando a conocer, dentro y fuera de Ecuador?

–Dar a conocer este acontecimiento trascendental para Ecuador, Latinoamérica y el mundo es de vital importancia. Contamos con plataformas digitales como la página web www.iec2024.ec y redes sociales, por ejemplo @IEC2024 en Facebook, iec2024quito en Twitter o en Instagram.

Asimismo remitimos información a medios de comunicación nacionales e internacionales; visitamos las distintas provincias y pronto estará al aire nuestro primer programa en radio María, cuya señal llega al mundo entero.

Posteriormente, contaremos con nuestro noticiero on line. ¡Espacios como este en revista Omnes, constituyen una gran ventana hacia el mundo.

La socialización del IEC2024 se lleva a cabo con el compromiso de obispos, sacerdotes, comunidades religiosas, movimientos laicales, jóvenes, catequistas, medios de comunicación nacionales e internacionales.

El tema del Congreso se centra en la Fraternidad. En un mundo golpeado por las guerras ¿Qué relación podemos establecer entre la Eucaristía y la fraternidad?

–El tema lo escogió el mismo Papa Francisco. La Eucaristía es donación y la fraternidad es hermandad, esta donación del amor puro e infinito de Dios debe llegar a toda la humanidad. Es preciso salir de la oración a la acción, es decir, alcanzar una coherencia eucarística para evitar limitarnos a la mera oración, valiosa sí, pues la Eucaristía es el culmen de la fe católica; sin embargo, Dios desea que aquel amor que hemos experimentado, lo compartamos con los demás, es decir un amor que se traduzca en obras.

Si bien es cierto, nuestro mundo está golpeado por las guerras, es preciso preguntarse ¿cuál es su origen?, y ¿si quizás está dentro del corazón de cada ser humano? Las heridas no solamente se encuentran en los campos de batalla, en la pobreza, en la desigualdad, sino también en la tristeza de quien espera una voz de aliento en medio de la tormenta y ahí es el lugar en donde podemos actuar como hermanos, como hijos de Dios, consolando, curando las heridas del cuerpo, pero también las del corazón.

Vivimos en una sociedad de apariencias en donde tratamos de ocultar lo que está dentro, con máscaras que nos separan del otro, es Dios quien nos invita a mostrarnos tal y como somos, a no temer sentirnos débiles y vulnerables, a permitir que sea Él quien nos cure con su infinito poder, y a través del hermano.

El Papa Francisco en el Congreso Eucarístico Nacional celebrado en Italia en septiembre de 2022 expresó la necesidad de que exista “Una Iglesia que se arrodilla delante de la Eucaristía y adora con asombro al Señor presente en el pan; pero que sabe también inclinarse con compasión y ternura ante las heridas de quien sufre, levantando a los pobres, secando las lágrimas de quien sufre, haciéndose pan de esperanza y de alegría para todos.” (25 de septiembre de 2022, Matera).

La Eucaristía nos permite sentir y descubrir a Dios que nos libera, para salir al encuentro del hermano, sin juzgamientos y sin ningún otro lenguaje, más que el del amor. Solo ahí se ganarán batallas, cuando decidamos apostar por la paz, por la unidad, por la fraternidad, sintiéndonos hijos de un mismo Padre.

¿Cómo proponer paz en un mundo de guerra?, ¿cómo motivar la devoción a la Eucaristía en un mundo convulsionado? Ese es el reto del católico de hoy, puesto que no podemos quedarnos de brazos cruzados y guardar silencio cuando prevalece la violencia como solucionadora de conflictos. Las batallas se vencen desde el corazón. Es momento de voltear la mirada a Jesús Eucaristía, cuya misión no terminó hace más de dos mil años, sino que prevalece y se actualiza porque decidió quedarse entre nosotros como un Dios vivo, cercano, humano.

¿Cómo llegar a los hermanos del mundo entero a través del amor de Cristo en la Eucaristía?

–El mensaje de Cristo es universal; marcó la historia del mundo en un antes y un después. Pese al transcurrir del tiempo, sigue vigente. Es momento de reavivar su legado, de contar sin miedo, ni vergüenza, que creemos en un Cristo que murió, resucitó y que decidió quedarse en las especies de pan y vino.

Parecería ilusorio en un mundo donde la ciencia avanza aceleradamente y en donde la inteligencia artificial es cada vez mayor. Sin embargo, resulta necesario volver a aquel Jueves Santo en el cual Jesucristo decidió generosamente instituir el sacramento de la Eucaristía, para quedarse con nosotros y donarse a los demás. Es la expresión más grande de amor, pues Jesús vivió unido al Padre en obediencia, sirvió a la humanidad, enseñó que el amor es el sentimiento que mueve el mundo y decidió quedarse con nosotros. No es un cuento, es una realidad. Es el pan vivo bajado del cielo que generosamente se comparte.

Cada Eucaristía es un milagro de amor, es Dios mismo que entra en nuestra intimidad para ser uno con nosotros y nos impulsa a vivir en Él y por Él. Es quien sana nuestras heridas físicas, sicológicas, y espirituales. Es un regalo de amor, es el Misterio Eucarístico que se dona a la humanidad a través de la fe. Hoy en día resulta una aventura creer en Cristo, y justamente ese debe ser el motivo que nos impulse a arriesgarnos por Él, tal como Él lo hizo. No es un salto al vacío, sino un salto al amor, con la seguridad de que Dios cuida de nosotros.

congreso eucaristico quito

¿Cómo se está preparando la Iglesia, sus fieles, en Ecuador, para este Congreso Internacional?

–La Iglesia ecuatoriana se prepara con gran entusiasmo para vivir este acontecimiento; se ha traducido la oración del IEC2024 a distintos idiomas y lenguas nativas; en los próximos días estará listo el himno oficial; se trabaja en la elaboración del documento base que regirá las catequesis eucarísticas de 2024 con el tema “Fraternidad para sanar el mundo”, y de 2023 en torno a la profundización del misterio Eucarístico, cuyos destinatarios son niños, jóvenes, religiosos y sacerdotes.

Asimismo trabajamos en productos comunicacionales que permitan llegar con el mensaje evangelizador, al público en general a fin de motivar su preparación y participación en este importante encuentro eclesial que pondrá a Quito en el centro de la atención mundial.

Las comisiones logística y económica también llevan adelante iniciativas que permitirán cubrir las necesidades del encuentro, previsto llevarse a cabo en el Centro de Convenciones Metropolitano de Quito, lugar en donde el Papa Francisco estuvo presente durante su visita a Ecuador, en el año 2015.

Se prevé que, en la misa de inauguración, 5.000 niños realicen su Primera Comunión; durante la semana del 8 al 15 de septiembre de 2024, las calles del centro histórico de Quito serán el escenario de una importante procesión eucarística, y dentro de las iglesias del casco colonial se llevarán a cabo celebraciones en distintos idiomas. La misa de clausura es una de las más esperadas, puesto que existe la expectativa de que el Santo Padre, esté presente.

Una vez puesto el pie en el acelerador, en el mes de septiembre de 2023, se realizará la Asamblea Plenaria del Pontificio Comité Eucarístico, a la cual asistirán delegados para los Congresos Eucarísticos Internacionales de las conferencias episcopales del mundo, a fin de conocer lugares y definir los detalles de la realización del IEC2024.

En este contexto, tanto la Iglesia ecuatoriana, como el país en general, se preparan para tan importante acontecimiento. Es Monseñor Alfredo José Espinoza Mateus, Arzobispo de Quito y Primado del Ecuador, quien preside esta preparación y motiva permanentemente desde la Arquidiócesis Metropolitana, a la comunidad entera para colaborar en la organización del IEC2024.

Para la Iglesia que peregrina en Quito, constituye una verdadera alegría ser la anfitriona de este encuentro que permitirá, además, mostrar la belleza de la capital de los ecuatorianos, al mundo entero.

América latina vive un momento de reevangelización y de renovación eclesial ¿Qué cree que supondrá un congreso de estas características para este proceso?

–El Santo Padre, espera que la vivencia de este Congreso manifieste la fecundidad de la Eucaristía para la evangelización y la renovación de la fe en el continente latinoamericano.

Un Congreso de semejantes características permitirá repensar la realidad del mundo católico en América latina, respetando su diversidad. Es preciso reevangelizar desde el servicio a ejemplo de Jesús, quien luchó por la justicia social.

El tema “Fraternidad para sanar el mundo”, nos permite reconocernos como verdaderos hermanos y nos invita a sanar heridas a través de la misericordia y del perdón.

Es importante entender la dimensión social de Latinoamérica, pues atraviesa circunstancias de pobreza, inseguridad, corrupción, narcotráfico, tráfico de personas, migración, falta de acceso a empleo, a servicios básicos, entre otras. Su situación sociopolítica ha tenido altos y bajos, pues pese a que ha contado con gobernantes de distintas tendencias ideológicas, es evidente que existe una clara deuda social y económica. Los sistemas democráticos débiles han contribuido para que esta realidad exista.

El Congreso permitirá centrar la atención en Latinoamérica e identificar sus necesidades, con una mirada evangelizadora y fraterna. Es necesario conocer sus heridas y cómo sanarlas, partiendo desde la Eucaristía, hacia la misión, es decir, alcanzando una fe traducida en obras.

Esta tarea debe llevarse a cabo con la colaboración de católicos comprometidos y dispuestos a romper paradigmas, y a tomar el timón para trabajar juntos en la consecución de tiempos mejores para nuestros hermanos latinoamericanos.

Aspiramos que la realización del 53° Congreso Eucarístico Internacional contribuya en la reevangelización y renovación eclesial que está en marcha, y que su mensaje llegue no solamente al mundo católico sino de manera especial a quienes por diversos motivos están alejados de la Iglesia, acogiéndolos con un corazón abierto que transmita fraternidad, esperanza y aceptación; que no juzga, sino que simplemente, ama.

Vaticano

Ucrania anhela una visita del Papa

Rome Reports·6 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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Andrii Yurash, embajador de Ucrania ante la Santa Sede ve muy posible que el Papa visite su país y está tranquilo. Ellos ya están preparados.

Lo ha afirmado en una entrevista con Rome reports cuando se cumple un año desde que llegó a Roma, justo al inicio de la invasión rusa a Ucrania.


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Mundo

Nigeria y Kenia, donde más católicos asisten a Misa

Nigeria, Kenia y Líbano encabezan los países con católicos que asisten a Misa dominical o con más frecuencia en el mundo, según la Encuesta Mundial de Valores, analizada por el Centro de Investigación Aplicada en el Apostolado, de la Universidad de Georgetown (Estados Unidos).

Francisco Otamendi·6 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

Nigeria, Kenia y Líbano encabezan los países con católicos que asisten a Misa dominical o con más frecuencia en el mundo. Van seguidos de Filipinas, Colombia, Polonia y Ecuador, según la Encuesta Mundial de Valores (WVS), analizada por el Centro de Investigación Aplicada en el Apostolado (CARA), de la Universidad de Georgetown (EEUU).

Nigeria es el país más poblado del continente africano, con 210 millones de habitantes, de los que cerca del 16 por ciento, 33 millones, son católicos. Y en Kenia, con una población de 42,9 millones de personas, los católicos representan el 32,3 por ciento (16 millones aproximadamente). Líbano, el tercero del ranking, tiene 6,67 millones de habitantes, de los que 2,1 millones son católicos.

Son los países que lideran el ranking de católicos que asisten a Misa el domingo, o con más frecuencia (en Nigeria, un 94 %, en Kenia, un 73 %, y en Líbano, un 69 %), asegura la Encuesta Mundial de Valores (WVS) en su séptima ola (a partir de la década de 1980), difundida y analizada por Nineteen Sixty four, blog de investigación el Centro de Investigación CARA de Georgetown, con datos de 36 países con grandes poblaciones católicas. 

El estudio no incluye países como la República Democrática del Congo, con 90 millones de habitantes, de los que más de mitad tiene la fe cristiana, y que acaba de visitar el Papa Francisco, ni Uganda, en el que los católicos son el 47 por ciento, más de 17 millones, el 47 por ciento de los 36,4 millones del país.

Grupo 2: Filipinas, Colombia, Polonia, Ecuador…

El siguiente grupo de países, donde la mitad o más de los católicos (50 % o más) asisten cada semana a la Eucaristía, incluye Filipinas (56 %), Colombia (54 %), Polonia (52 %) y Ecuador (50 %). 

Llega ahora un bloque en el que se encuentran Italia, por ejemplo, y en el que menos de la mitad, pero un tercio o más, asiste cada semana a Misa. Son Bosnia y Herzegovina (48 %), México (47 %), Nicaragua (45 %), Bolivia (42 %), Eslovaquia (40 %), Italia (34 %) y Perú (33 %).

Entre tres de cada diez y una cuarta parte de los católicos asiste a Misa cada semana en Venezuela (30 %), Albania (29 %), España (27 %), Croacia (27 %), Nueva Zelanda (25 %) y Reino Unido (25 %).

En la encuesta de CARA y WVS, aproximadamente el 24 % de los católicos en los Estados Unidos asistían a Misa todas las semanas o con más frecuencia antes de la pandemia del Covid-19 en 2019. 

En la encuesta más reciente de los mismos organismos, el 17 % de los adultos católicos estadounidenses informaron que asistían a Misa con esta frecuencia, con un 5 % viendo la Misa online o en la televisión desde casa.

Otros países con una asistencia a Misa católica similar a la de Estados Unidos son Hungría (24 %), Eslovenia (24 %), Uruguay (23 %), Australia (21 %), Argentina (21 %), Portugal (20 %), los República Checa (20%) y Austria (17 %). 

Los niveles más bajos de asistencia semanal se observan, según este trabajo, en Lituania (16 %), Alemania (14 %), Canadá (14 %), Letonia (11 %), Suiza (11 %), Brasil (8 %), Francia (8 %) y Holanda (7 %).

Personas que se consideran religiosas

Se podría suponer, señala el informe, que cuantos más católicos religiosos hay en un país, es más probable que asistan a Misa con frecuencia. Sin embargo, no existe una fuerte correlación entre los números de los que se identifican como católicos ‘religiosos’ y la asistencia frecuente a Misa. En concreto, el estudio de WVS preguntó a los encuestados: “Independientemente de si va a la iglesia o no, diría que es…: una persona religiosa, no una persona religiosa, ateo o no sabe”. 

Hay países donde se produce una estrecha relación entre las respuestas a ambas preguntas, incluidos los Países Bajos, Argentina, Ecuador, Filipinas, Kenia y Nigeria. 

Pero en muchos otros países esto no es así. Líbano, por ejemplo, tiene una asistencia a Misa muy alta, comparativamente hablando, pero la proporción de católicos allí que se consideran religiosos es sustancialmente menor en comparación con otros países. El noventa y siete por ciento de los católicos en Uruguay se considera una persona religiosa, sin embargo, solo el 23 % de los católicos asisten a misa semanalmente o con más frecuencia. 

Además de Uruguay, los países donde los católicos “tienen más probabilidades de considerarse religiosos”, señala el estudio, son Nigeria (95 %), Albania (94 %), Eslovaquia (93 %), República Checa (92 %), Italia (92 %), Lituania (92 %), Kenia (92 %), Colombia (92 %), Bolivia (91 %) y Polonia (90 %).
Más de las tres cuartas partes, pero menos de nueve de cada diez católicos, se consideran personas religiosas en estos países: Croacia (88 %), Bosnia y Herzegovina (88 %), Eslovenia (87 %), Hungría (86 %), Portugal (85 %), Letonia (85 %), Perú (84 %), Filipinas (83 %), Ecuador (82 %), Brasil (82 %), Argentina (79 %), Países Bajos (78 %), México (77 %) y Nicaragua (76 %).
Los católicos en los Estados Unidos se encuentran detrás de este grupo con un 74 % que se considera una persona religiosa. A Estados Unidos le siguen Francia (72 %), Austria (69 %), Australia (67 %), España (67 %), Alemania (65 %), Suiza (63 %), Líbano (62 %), Reino Unido, (59 %), Venezuela (57%), Canadá (55%) y Nueva Zelanda (55%).
Es interesante notar, según el informe, que en términos de identificación como persona religiosa, los católicos en los Estados Unidos y Francia son bastante similares (74 % y 72 %, respectivamente). Sin embargo, solo el 8 % de los católicos en Francia asiste a Misa semanalmente en comparación con el 17 % de los católicos en los Estados Unidos (y el 24 % asistía semanalmente antes de la pandemia).

El factor económico

Existe un tercer factor que afronta el informe y es el PIB (Producto Interior Bruto, la riqueza nacional) per cápita. La asistencia a Misa cae bruscamente a medida que el PIB per cápita aumenta a 10.000 dólares, y luego esta caída se ralentiza y se aplana a medida que el PIB per cápita continúa aumentando. 

La religiosidad tiene una relación más lineal, aunque más débil, con el PIB per cápita. Hay un gran grupo de países con un PIB per cápita inferior a 25.000 dólares que tienen una de las proporciones más altas de católicos que se identifican a sí mismos como religiosos. 

“En los países de mayores ingresos, la religiosidad cae”, señalan CARA y WVS. Suiza, con el PIB per cápita más alto de los países encuestados, tiene niveles bajos de asistencia a Misa semanal y un número relativamente menor de católicos que se identifican a sí mismos como personas religiosas. 
En esta pequeña muestra de países, el informe afirma que “podemos suponer que el catolicismo es más fuerte en lo que a menudo se llama el mundo en desarrollo, donde el PIB per cápita es más bajo, mientras que parece estar contrayéndose en los países ‘desarrollados’ más ricos. Los mecanismos precisos asociados con el desarrollo económico y la riqueza que están afectando la participación de los católicos en la fe y la identificación como religiosos no están claros. Sean lo que sean, importan significativamente”, concluye el trabajo.

Ranking de la asistencia a Misa
El autorFrancisco Otamendi

Enseñanzas del Papa

Compartir y desarmar el corazón. El Papa en África

En su último viaje apostólico a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, el Papa Francisco llevó al continente africano un mensaje de paz y reconciliación con la esperanza de ayudar a construir “un futuro nuevo”.

Ramiro Pellitero·6 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

Hay palabras que piden escribirse, en nuestro mundo, como gritos: ¡basta! (de violencia), ¡juntos! (debemos trabajar por la paz), ¡no! (a la resignación), ¡sí! (a la esperanza). Pueden representar las enseñanzas del Papa en este viaje; enseñanzas que, como siempre, nos interpelan a todos.

Del 31 de enero al 5 de febrero el Papa realizó un viaje pastoral a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur, con el fin de “testimoniar que es posible y necesario colaborar en la diversidad, especialmente si se comparte la fe en Jesucristo” (Audiencia general, 8-II-2023, en la que hizo un balance del viaje).

Como también dijo el miércoles siguiente, ya en Roma, el viaje fue realización de dos antiguos sueños suyos: al Congo (“corazón verde de África”, que junto a la Amazonía constituye el “pulmón” principal del mundo, “tierra rica de recursos y ensangrentada por una guerra que no termina nunca porque siempre hay quien alimenta el fuego”); y a Sudán (donde fue acompañado del arzobispo de Canterbury Justin Welby, y el moderador general de la Iglesia de Escocia, Iain Greenschilds).

Buscar la paz y la justicia

Los tres primeros días, en Kinshasa (capital de la República Democrática del Congo), dirigió un mensaje nítido a la nación con dos palabras claves: la primera negativa: ¡basta!, para pedir el cese de la explotación de ese pueblo, en alusión a las contiendas y violencias asociadas a la extracción del diamante, que paradójicamente han traído el empobrecimiento de las gentes. La segunda, positiva, “juntos”, como apelación a la dignidad y al respeto, juntos en el nombre de Cristo. 

De manera especial” –señaló el Papa– “las religiones, con su patrimonio de sabiduría, están llamadas a contribuir a ello, en su esfuerzo cotidiano por renunciar a toda agresión, proselitismo y coacción, que son medios indignos de la libertad humana”.

En cambio, “cuando se degenera al imponerse, persiguiendo adeptos indiscriminadamente, mediante el engaño o la fuerza, se saquea la conciencia de los demás y se da la espalda al Dios verdadero, porque -no lo olvidemos- ‘donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad’ (2 Co 3, 17) y donde no hay libertad, el Espíritu del Señor no está” (Encuentro con las autoridades, sociedad civil y cuerpo diplomático, 31-I-2023).

Al día siguiente, el Papa celebró la Misa por la paz y la justicia en el aeropuerto de Ndolo. Tomando pie del evangelio de san Juan (Jn 20, 20), observaba Francisco: “Jesús anuncia la paz mientras el corazón de los discípulos está lleno de escombros; anuncia la vida mientras ellos sienten dentro la muerte. En otras palabras, la paz de Jesús llega en el momento en que todo parecía haber terminado para ellos, en el momento más imprevisto e inesperado, cuando no había atisbos de paz”. 

En un mundo abatido por la violencia y la guerra, señalaba el obispo de Roma, los cristianos no podemos dejarnos vencer por la tristeza, la resignación o el fatalismo; más bien estamos llamados a proclamar el anuncio, profético e inesperado, de la paz. Para conservar y cultivar la paz, Francisco propuso tres fuentes: el perdón, la comunidad y la misión

El perdón –dijo– nace de las llagas del costado y de las manos de Cristo:“Nace cuando las heridas sufridas no dejan cicatrices de odio, sino que se convierten en un lugar para hacer sitio a los demás y acoger sus debilidades. Entonces las fragilidades se convierten en oportunidades y el perdón en el camino hacia la paz”.

Jesús pide una gran amnistía del corazón, que consiste en limpiar el corazón de ira y remordimientos, resentimiento y envidia. Nos pide, también como cristianos, dejar las armas, renunciar a la violencia y abrazar la misericordia; para poder decir a aquellos con los que nos encontramos: “La paz esté con vosotros”. Por tanto, “dejémonos perdonar por Dios y perdonémonos unos a otros”. 

Vale la pena servir

El mismo día 1 se encontró el Papa con las víctimas de la violencia en el este del país, desgarrado desde hace años por la guerra azuzada desde intereses económicos y políticos. “La gente” -constató- “vive en el miedo y en la inseguridad, sacrificada en el altar de negocios ilegales”. Escuchó diversos testimonios y reafirmó su “no” a la violencia y a la resignación, y su “sí” a la reconciliación y a la esperanza. Pidió perdón a Dios por la violencia contra el hombre. Clamó contra la explotación y el sacrificio de víctimas inocentes: “¡Basta! ¡Basta de enriquecerse a costa de los más débiles, basta de enriquecerse con recursos y dinero manchado de sangre!”. 

Con el “no” a la violencia, les pidió desarmar y desmilitarizar el corazón. Con el “no” a la resignación, invitó al esfuerzo por la fraternidad y la paz: “Un futuro nuevo llegará, si el otro, sea tutsi o hutu, ya no es más un adversario o un enemigo, sino un hermano y una hermana –porque todos somos hijos de un mismo Padre– en cuyo corazón es necesario creer que existe, aun escondido, el mismo deseo de paz”. También ese día se reunió con los representantes de algunas obras caritativas,que trabajan con los pobres en favor del bien común e impulsando la promoción humana. “Cuánto quisiera” –se desahogó Francisco– “que los medios de comunicación social dieran más espacio a este país y a toda África”. Lamentó, una vez más, el descarte de los débiles (niños y ancianos) como inhumano y anticristiano.

Poniendo sus palabras en los relatos e historias que personas concretas le hicieron llegar, el Papa les invitó a que los jóvenes puedan ver “rostros que superan la indiferencia mirando a las personas a los ojos; manos que no empuñan armas ni manipulan dinero, sino que se extienden hacia quien está en el suelo y lo levantan a su dignidad, a la dignidad de hija e hijo de Dios”.

Por lo tanto, les animó, al compromiso en el campo social y caritativo, a considerar el poder como servicio, a esforzarse por vencer la inequidad en nombre de la justicia y también de la fe, que, sin obras, está muerta (cfr. St 2, 26). Señaló que la caridad requiere ejemplaridad (credibilidad y transparencia), amplitud de miras (dando vida a proyectos sostenibles a largo plazo) y conexión (trabajar juntos redes y equipos para ayudar a otros, cristianos o no.

El encuentro con los jóvenes y los catequistas congoleños (cfr. Discurso en el Estadio de los mártires, Kinshasa, 2-II-2003) debió de dejar una huella especial en el Papa, que lo ha calificado de entusiasmante. Fue una catequesis apoyada en los cinco dedos de la mano, donde les indicó cinco caminos por los que podían encauzar su grito que invoca paz y justicia, como fuerza de renovación humana y cristiana: la oración, la comunidad, la honestidad, el perdón y el servicio. 

Cabe aquí recoger unas palabras sobre el servicio, “poder que transforma el mundo”. Por eso les pedía el Papa a los jóvenes preguntarse: “¿Qué puedo hacer yo por los demás? Es decir, ¿cómo puedo servir a la Iglesia, a mi comunidad, a mi país?”. Teniendo en cuenta que en muchos lugares de África los catequistas son los que mantienen vivas a las comunidades cristianas, les agradeció su servicio, su luz y su esperanza, y les pidió que no se desanimen nunca, porque Jesús no les deja solos. 

Vida espiritual y formación

El mismo 2 de febrero, en la catedral de nuestra Señora del Congo (Kinshasa), Francisco mantuvo un encuentro con sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, y seminaristas, muchos y muy jóvenes. Les recordó unas palabras de Benedicto XVI dirigidas a sacerdotes africanos: “Vuestro testimonio de vida pacífica, por encima de los confines tribales y raciales, puede tocar los corazones” (Exhortación apostólica Africae munus, 108).

Para todo ello les recomendó superar tres tentaciones: la mediocridad espiritual, la comodidad mundana y la superficialidad. 

La mediocridad espiritual se evita cuidando la oración personal (corazón con corazón), la Misa, la liturgia de las horas y la confesión de sus pecados, la oración personal (corazón con corazón), el rezo del santo Rosario, las “jaculatorias” (oraciones pequeñas y breves que se pueden recitar durante el día). “La oración nos hace salir del yo, nos abre a Dios, nos vuelve a poner en pie porque nos pone en sus manos; crea en nosotros el espacio para experimentar la cercanía de Dios, para que su Palabra nos sea familiar y, a través de nosotros, lo sea a todos los que encontramos. ‘Sin la oración no se va lejos’”.

En un contexto como aquél –de pobreza y de sufrimiento– señaló el Papa que la comodidad mundanase asocia al riesgo de“aprovecharse del papel que tenemos para satisfacer nuestras necesidades y nuestras comodidades”, convertirse en fríos burócratas del espíritu, dedicarse a algún negocio ventajoso, lejos de la sobriedad y libertad interior y descuidando el celibato, en lugar de trabajar junto con los pobres.

El tercer desafío, la superficialidad, se puede vencer con la formación espiritual y teológica, que ha de durar toda la vida, permaneciendo al mismo tiempo abiertos a las inquietudes de nuestra época, para poder comprender la vida y las exigencias de las personas, y así poder acompañarlas. “El viento no quiebra lo que sabe plegarse”, dice un refrán popular allí. Eso nos habla, dijo Francisco, de flexibilidad, docilidad y misericordia: no dejarse quebrantar por los vientos de las divisiones.

En la misma línea, a los obispos congoleños, reunidos en la sede de la Conferencia Episcopal, les pidió servir al pueblo como testigos del amor de Dios, con compasión, cercanía y misericordia, con espíritu profético que no es acción política, sino promoción de la fraternidad. 

Ecumenismo de la paz

La segunda parte del viaje, en Sudán del Sur, se desarrolló bajo el signo de la unidad, teniendo en cuenta las dos confesiones cristianas, la comunión anglicana y la Iglesia de Escocia, presentes en esa tierra. Se trataba de un paso más en el proceso –intensificado en los últimos años, pero obstaculizado por la violencia y el tráfico de armas, que fomentan muchos países llamados civilizados– del diálogo para lograr la paz. 

A los obispos, sacerdotes y consagrados, Francisco les instó a evitar el clericalismo y la tentación de querer resolver los conflictos simplemente a base de alianzas con los poderes humanos. La docilidad a Dios, alimentada en la oración, debe ser la luz y la fuente del ministerio pastoral, entendido y ejercido como servicio al pueblo de Dios. El Papa les puso a Moisés como modelo de esa docilidad y perseverancia en la intercesión por sus gentes (cfr. Encuentro en la catedral de Santa Teresa, Yuba, 4-II-2023).

Francisco valoró sobre todo el momento de oración celebrado el mismo día con los hermanos anglicanos y con los de la Iglesia de Escocia. En un país pequeño, de 11 millones de habitantes, los desplazados alcanzan los 4 millones. No es extraño que el Papa quisiera tener también un encuentro especial con un grupo de desplazados internos, que la Iglesia local acompaña desde hace bastantes años.

Sal y luz

El último acto de la visita a Sudán del Sur, y de todo el viaje, fue la celebración eucarística en Yuba. La homilía del Papa giró en torno a las palabras de Jesús: “Vosotros sois la sal de la tierra […]. Vosotros sois la luz del mundo” (Mt 5, 13.14). La sal da gusto a todo y por ello es símbolo de la sabiduría. Y la sabiduría que nos trae Jesús es la de las Bienaventuranzas. Ellas “afirman que, para ser bienaventurados —es decir, plenamente felices—, no tenemos que buscar ser fuertes, ricos y poderosos; más bien, humildes, mansos, misericordiosos. No hacer daño a nadie, sino ser constructores de paz para todos” (Homilía en el Mausoleo John Garang, Yuba, 5-II-2023).

Además, la sal conserva los alimentos. Y en la Biblia lo que había que conservar sobre todo era la Alianza con Dios. Así enseñaba: “Nunca dejarás que falte a tu oblación la sal de la alianza de tu Dios: sobre todas tus oblaciones deberás ofrecer sal” (Lv 2, 13). Y “por eso el discípulo de Jesús, en cuanto sal de la tierra, es testigo de la alianza que Él ha realizado y que celebramos en cada Misa; una alianza nueva, eterna, inquebrantable (cf. 1 Co 11,25; Hb 9), un amor por nosotros que ni siquiera nuestras infidelidades pueden dañar”.

Si en los pueblos antiguos, la sal era símbolo de amistad, siendo así que es un pequeño ingrediente que desaparece para dar sabor, los cristianos, “aun siendo frágiles y pequeños, aun cuando nuestras fuerzas nos parezcan pocas frente a la magnitud de los problemas y a la furia ciega de la violencia, podemos dar un aporte decisivo para cambiar la historia. En el nombre de Jesús, de sus Bienaventuranzas, depongamos las armas del odio y de la venganza para empuñar la oración y la caridad”.

Jesús usa también la imagen de la luz, llevando a plenitud una antigua profecía acerca de Israel: “Yo te destino a ser la luz de las naciones, para que llegue mi salvación hasta los confines de la tierra” (Is 49, 6). Jesús es la verdadera luz (cfr. Jn 1, 5.9, Jn 8, 12). Y nos ha pedido a los cristianos que seamos luz del mundo, como ciudad puesta en alto, como candelero que no ha de apagarse (cfr<. Mt 5, 14-16); pues las obras del mal no deben apagar el aire de nuestro testimonio.

Francisco quiso dejarles finalmente dos palabras: Esperanza, “como un don para compartir”, vinculado a la figura de santa Josefina Bakhita, que con la gracia de Dios transformó en esperanza su sufrimiento. Y paz, bajo el manto de María, Reina de la Paz.

Vaticano

Cardenal Julián Herranz: “No veo diferencias de doctrina entre Benedicto y Francisco, sino armonía”

El cardenal Julián Herranz acaba de terminar un libro con su testimonio personal sobre Benedicto XVI y Francisco, de quienes ha sido colaborador cercano durante ambos pontificados. Llevará un prólogo del Papa Francisco. Su conclusión es que hay diferentes prioridades pastorales entre ambos, pero no diferencias de fondo. Un detalle: sobre el cariño de la gente a Francisco, Benedicto le dijo en una ocasión: “Me alegra y me da paz”.

Alfonso Riobó·6 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 6 minutos

El cardenal Julián Herranz comenzó a trabajar para la Santa Sede en 1960. Ya en un libro anterior había recogido recuerdos de los cuatro Papas precedentes, y ahora lo hace sobre los Papas Benedicto XVI y Francisco.

Julián Herranz fue creado cardenal en 2003, y entre sus principales responsabilidades ha estado la de ser presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, y miembro de la Comisión Disciplinar de la Curia Romana, o encargos como la investigación de la fuga de documentos conocida como “vatileaks”.

Usted ha terminado de escribir un libro sobre los Papas Francisco y Benedicto. ¿Cómo lo ha planteado?

–En torno al año 2005, cuando murió Juan Pablo II, había reunido en mis notas personales bastantes recuerdos de lo que había vivido con los cuatro Papas anteriores, desde que comencé a trabajar en la Santa Sede en el año 1960. Algunos de esos recuerdos quedaron recogidos en el libro “En las afueras de Jericó”, que publiqué en 2007, y que ha tenido varias ediciones.

Con el argumento de que el testimonio personal vale más que las consideraciones teóricas o hipótesis intelectuales, dos profesionales de los medios y otros amigos me presionaron -a pesar de mi edad- a escribir este otro libro de recuerdos. Acabo de solicitar al Papa Francisco su permiso para publicar una parte de nuestra correspondencia privada e incluso apuntes de audiencias, que he incluido en el libro, como hice con Benedicto XVI.

¿Cómo fue su trato personal con Joseph Ratzinger?

–Trabajé ya con el cardenal Ratzinger cuando él era Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y en otros organismos de la Curia de los que los dos éramos miembros:  los dicasterios para los Obispos y para la Evangelización. Pero, sobre todo, en los ocho años de su pontificado, cuando yo era presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos y de la Comisión disciplinar de la Curia romana.

Cuando cumplí los 80 años y según la norma de la ley cesé en esos cargos, solicitó mi colaboración en diversos problemas y comisiones especiales: la fuga de documentos reservados en la Santa Sede (que se conoce como “Vatileaks 1”), el estudio del fenómeno mariano de Medjugorje, la situación de la Iglesia en la República Popular China, y otros más. Fue siempre una relación de sincera cordialidad y mutuo entendimiento; y de parte mía de profundo respeto y veneración como Papa. Sufrí cuando presentó su renuncia al pontificado, pero admiré ese gesto heroico de humildad y de amor a la Iglesia. Lo he visitado después al menos por Navidades durante los diez años de vida retirada en el monasterio “Mater Ecclesiae”.

¿Cómo calificaría, en pocas palabras, su personalidad y su pontificado?

–Me bastan cuatro: Padre de la Iglesia. ¿Qué hicieron en su época, como doctores y pastores, los Padres de la Iglesia? Dos cosas fundamentales.

En primer lugar, enseñar a buscar, conocer y amar a Cristo. Es lo que ha hecho Benedicto, de modo evidente con su trilogía “Jesús de Nazaret”, mostrando la identificación entre el Cristo de la fe y el Cristo de la historia. Y, en segundo lugar, enseñar a pensar y vivir cristianamente en medio de sociedades paganas o materialistas, resaltando la armonía entre razón y fe, con su riquísima producción científica y sus magistrales discursos en los principales areópagos del mundo (ONU, parlamento de los Estados Unidos, Inglaterra y Alemania, universidades de París, Alemania, España, Italia…). Me parece que la sencillez de su trato en los encuentros personales recogidos en el libro corrobora también en cierto modo lo que acabo de decir. 

Y con Papa Francisco, ¿cómo ha mantenido el trato personal, incluso recientemente, habiendo Usted superado los ochenta años y cesado en sus cargos en la Curia?

–También Francisco, como Benedicto, me ha “usado” a pesar de la edad. Me ha invitado a dirigir o formar parte de algunas comisiones especiales, e incluso de un tribunal de apelación sobre delitos graves de los clérigos. Y me ha solicitado mi parecer personal sobre varias cuestiones. Se divirtió mucho en un consistorio o reunión de cardenales en el que, citando esa norma jurídica de los 80 años, la califiqué bromeando de “eutanasia canónica”.

¿Hay continuidad entre los pontificados del Papa Benedicto y del Papa Francisco?

–En mi opinión -que no prejuzga la de los lectores del libro- hay una continuidad de fondo, aunque algunos la nieguen.

Creo necesario distinguir dos expresiones: “contraponer” e “integrar”. Tanto el alemán Benedicto como el argentino Francisco están influidos por uno de los intelectuales de mayor peso del siglo XX, Romano Guardini, que distingue entre “contraposición” y “polarización”.

Pero pienso que es la acción directa del Espíritu Santo la que está asegurando que haya continuidad en los dos pontificados. Diría que son diversos y a la vez complementarios. Hay diferencia entre los Papas, en su personalidad, en sus raíces culturales, en sus experiencias pastorales; pero esas diferencias -de lenguaje, del modo de relacionarse con los medios, de estilo de vida, etc.- a mi modo de ver no generan oposición, sino armonía. Son manifestación de la misma catolicidad de la Iglesia y de la universalidad del único Evangelio de Cristo. El Evangelio es como un “diamante divino”, y en cada pontificado el Espíritu Santo ilumina una u otra faceta, sin excluir las demás. En el pontificado de Benedicto brilla la fe y la verdad contra la dictadura del relativismo; en el pontificado de Francisco, la práctica del “mandatum novum”, del amor al prójimo, especialmente de los más pobres y necesitados.  

Pero no pocas voces, incluidas las de algunos cardenales, aluden a diferencias sustanciales, de doctrina evangélica, entre los dos pontificados…

–No juzgo ninguna de esas intervenciones y menos la rectitud de intención de estos hermanos míos. Mi opinión es diversa, y -¡no se ría!- no porque así, a mis 92 años, pretenda hacer “carrera”… adulando al Papa. Los tres cardenales que Benedicto XVI escogió para la comisión llamada “Vatileaks” tampoco lo “pretendimos”.

No. Esas diferencias de doctrina evangélica (es decir, del “depositum fidei”) no las veo. Es evidente la diferencia en cuanto al contenido o prioridad pastoral de uno y de otro pontificado. Benedicto puso el acento en la Fe, Francisco en la Caridad; Benedicto en la Verdad, Francisco en el Amor; Benedicto en la dimensión “vertical” del Evangelio, el culto y amor a Dios, Francisco en la dimensión “horizontal”, el servicio y amor al prójimo. Pero es obvio -por encima de cualquier manipulación ideológica o político-financiera- que entre esa diversidad de proyectos o directrices pastorales no hay contradicción u oposición, sino armonía y complementariedad.  

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Aparte de esta valoración de su pontificado, ¿qué relación personal ha tenido con Francisco, ahora que no ocupa cargos en la Curia?

–Aunque el trato era anterior, puedo decir que conocí verdaderamente al cardenal arzobispo de Buenos Aires en las congregaciones generales y otros encuentros que precedieron a los cónclaves de 2005 (elección de Benedicto XVI) y de 2013, en que Jorge Mario Bergoglio pasó a ser Papa Francisco, y a cuyo difícil pre-cónclave dedico un capítulo del libro. Pero también en estos diez años de su pontificado y ejemplar convivencia con Benedicto hemos tenido frecuentes contactos, institucionales o no.

Por “institucionales” entiendo los consistorios y demás reuniones de cardenales con el Papa. ¿Y los “no institucionales”?

–Tanto con Benedicto como con Francisco he procurado seguir dos principios de conducta. Como cardenal tengo el derecho y deber de decir al Papa todo lo que, en conciencia, meditado en la oración, juzgue necesario o de alguna utilidad como ayuda en su difícil ministerio.

Pero es justo que lo haga lealmente (de palabra o por escrito, “a la cara”, como se suele decir) y humildemente (con “opción de papelera”), no pretendiendo tener razón o dar lecciones. De esa forma de proceder hay ejemplos en el libro. Con Francisco, sobre todo ha habido abundante correspondencia privada. Una parte se publicará en el libro, para lo que he solicitado el permiso al Papa.

Francisco me ha demostrado una confianza inmerecida, no solo con pruebas de amistad fraterna sino llamándome a examinar, personalmente o en comisiones, problemas de gobierno (graves delitos sexuales o de corrupción administrativa, reforma de la Curia romana, graves situaciones de crisis en determinadas congregaciones religiosas…).

En el libro, Usted trata de la amistad entre los dos Papas. Algunos han dicho que el Papa emérito no estaba de acuerdo con decisiones de Francisco. ¿Qué pensaba Benedicto de Francisco?

–Después de su renuncia lo he visitado, y lógicamente tratábamos de la vida de la Iglesia. Benedicto hablaba libremente conmigo, no necesitaba medias palabras, y nunca le oí comentarios o juicios negativos sobre el Papa Francisco. ¿Qué pensaba? No pretendo conocer sus pensamientos. Hablando en una de estas visitas sobre el abrazo entre los dos Papas en la apertura del año santo de la Misericordia, me confió que estaba feliz de ver cuánto cariño y simpatía despertaba Francisco entre la gente. Me dijo: “A mí eso me alegra y me da paz”.

Sus recuerdos de trato y trabajo con dos Papas tan diferentes, ¿también manifiestan “desde dentro”, digamos, alguna forma de participación directa en el estudio de problemas significativos?

–Sí. Necesariamente. Por eso, como ya le he dicho, he debido dedicar algunos capítulos al movimiento de Lefebvre, a la comisión llamada “Vatileaks”, al fenómeno mariológico de Medjugorje, a la reforma de la Curia…. y lo mismo al contexto del manifiesto del ex-nuncio Viganó y otros ataques a Francisco. No sé si a él le gustará todo lo que digo… En algún punto pienso que no. Pero él sabe que procuro ser sincero, y me atreví a pedirle un prólogo para el libro.

Vaticano

“¡Que las aguas del Mediterráneo no sean ensangrentadas!”, clama el Papa

El Papa Francisco ha realizado un nuevo llamamiento, durante el rezo del Ángelus del segundo Domingo de Cuaresma, a que “las limpias aguas del Mediterráneo no sean ensangrentadas” y que "los traficantes de seres humanos sean detenidos", tras el naufragio en las costas de Crotone (Italia). También rezó por las víctimas del accidente de trenes en Grecia, y por la “martirizada Ucrania”.

Francisco Otamendi·5 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

“En estos días el pensamiento se ha dirigido muchas veces al accidente ferroviario que sucedió en Grecia. Muchas víctimas. Rezo por los difuntos y estoy cercano a los heridos y familiares. Que la Virgen los consuele”. Así ha comenzado el Papa sus palabras tras la oración mariana del Ángelus y dar la Bendición desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano, en la Plaza de San Pedro.

Enseguida, el Santo Padre expresó su “dolor por la tragedia que ha sucedido en las aguas de Cutro (Italia). Rezo por las numerosas víctimas del naufragio, por los que han sobrevivido y sus familiares. Manifiesto mi aprecio y mi gratitud a la población local, y a la instituciones por la solidaridad y la acogida a estos hermanos nuestros”. 

A continuación, el Romano Pontífice renovó su “llamamiento para que no se repitan semejantes tragedias, que los traficantes de personas sean detenidos, y que no continúen disponiendo de la vida de las personas, de tanta gente, que el viaje de la esperanza no se transforme en el viaje de la muerte, que las aguas del Mediterráneo no sean ensangrentadas por estos dramáticos incidentes. Que el Señor nos dé la fuerza de entender y de llorar”.

Es un mensaje que el Papa Francisco ha lanzado en numerosas ocasiones, por ejemplo  en la isla griega de Lesbos, en su viaje apostólico a Grecia y Chipre, y en tantos lugares.

En ese momento, el Santo Padre se quedó un rato en un silencio de reflexión y oración, y pasó después a saludar a romanos y peregrinos de Italia y numerosos países. En particular, el Santo Padre se dirigió a la comunidad ucraniana de Milán, que ha peregrinado a Roma “con ocasión del IV centenario del martirio del obispo san Josafat, que dio la vida por la unidad de los cristianos”. Agradeció el Papa su “compromiso de acogida”, y pidió que “el Señor, por la intercesión de san Josafat, pueda dar paz al martirizado pueblo de Ucrania”.

El Santo Padre saludó también a peregrinos de Lituania, que celebran a san Casimiro, y a comunidades de Zaragoza y Murcia, y de Burkina Faso, entre otros. 

Con Jesús, “la belleza luminosa del amor”

En esteÁngelus del segundo Domingo de Cuaresma, que proclama el Evangelio de la Transfiguración, el Papa Francisco manifestó que “es estando con Jesús como aprendemos a reconocer, en su rostro, la belleza luminosa del amor que se entrega, incluso cuando lleva las marcas de la cruz”, y a “captar la misma belleza en los rostros” de los demás”.

“Jesús lleva consigo, sobre el monte, a Pedro, Santiago y Juan y se revela ante ellos en toda su belleza de Hijo de Dios (cf. Mt 17,1-9)”, comenzó manifestando el Papa. “Preguntémonos: ¿En qué consiste esta belleza? ¿Qué ven los discípulos? ¿Un efecto especial? No, no es eso. Ven la luz de la santidad de Dios resplandecer en el rostro y en las vestimentas de Jesús, imagen perfecta del Padre”. 

Y comentó a continuación: “Pero Dios es Amor, y, por lo tanto, los discípulos han visto con sus ojos la belleza y el esplendor del Amor divino encarnado en Cristo. Un anticipo del paraíso. ¡Qué sorpresa para los discípulos! ¡Habían tenido bajo sus ojos durante tanto tiempo el rostro del Amor y no se habían dado cuenta de lo hermoso que era! Solo ahora se dan cuenta, con inmensa alegría”.

“La escuela de Jesús”

“Este Evangelio traza también para nosotros un camino: nos enseña lo importante que es estar con Jesús, incluso cuando no es fácil entender todo lo que dice y lo que hace por nosotros”. 

“Es estando con Él, de hecho, como aprendemos a reconocer, en su rostro, la belleza luminosa del amor que se entrega, incluso cuando lleva las marcas de la cruz”, afirmó el Papa Francisco. “Y es en su escuela donde aprendemos a captar la misma belleza en los rostros de las personas que cada día caminan junto a nosotros: los familiares, los amigos, los colegas, quienes en diversos modos cuidan de nosotros. ¡Cuántos rostros luminosos, cuántas sonrisas, cuántas arrugas, cuántas lágrimas y cicatrices hablan de amor en torno a nosotros!” 

“Aprendamos a reconocerlas y a llenarnos el corazón con ellas”, alentó el Papa. “Y después partamos, para llevar también a los demás la luz que hemos recibido, con las obras concretas del amor (cf. 1 Jn 3,18), sumergiéndose con más generosidad en las tareas cotidianas, amando, sirviendo y perdonando con más entusiasmo y disponibilidad”. 

Francisco sugirió efectuar un poco de examen de conciencia, del siguiente modo: “Podemos preguntarnos: ¿Sabemos reconocer la luz del amor de Dios en nuestra vida? ¿La reconocemos con alegría y gratitud en los rostros de las personas que nos quieren? ¿Buscamos en torno a nosotros las señales de esta luz, que nos llena el corazón y lo abre al amor y al servicio? ¿O preferimos los fuegos de paja de los ídolos, que nos alienan y nos cierran en nosotros mismos?” 

“La belleza de Jesús les da fuerza”

“Jesús, en realidad, con esta experiencia los está formando, los está preparando para un paso todavía más importante. De ahí en poco tiempo, de hecho, deberán saber reconocer en Él la misma belleza, cuando suba a la cruz y su rostro se desfigure”, añadió el Papa. 

“A Pedro le cuesta entender”, prosiguió. “Quisiera detener el tiempo, poner la escena en “pausa”, estar allí y alargar esta experiencia maravillosa; pero Jesús no lo permite. Su luz, de hecho, no se puede reducir a un “momento mágico”. Así se convertiría en algo falso, artificial, que se disuelve en la niebla de los sentimientos pasajeros”. 

Para concluir, el Santo Padre señaló que “al contrario, Cristo es la luz que orienta el camino, como la columna de fuego para el pueblo en el desierto (cf. Ex 13,21). La belleza de Jesús no aparta a los discípulos de la realidad de la vida, sino que les da la fuerza para seguirlo hasta Jerusalén, hasta la cruz. Que María, que ha custodiado en el corazón la luz de su Hijo, también en la oscuridad del Calvario, nos acompañe siempre en el camino del amor”.

El autorFrancisco Otamendi

Educación

James Arthur:  «La educación se construye sobre la idea del mercado»

James Arthur es el director del Centro de Educación en Virtudes y Valores de Birmingham, una iniciativa que tiene como objetivo “formar personas para que puedan vivir bien en un mundo en el que merezca la pena vivir”.

Paloma López Campos·5 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

En la universidad de Birmingham hay un centro dedicado a la educación en virtudes y valores, se trata del “Jubilee Center” que acaba de abrir una sede en España, en la Universidad Francisco de Vitoria.

El objetivo de este centro es investigar y poner en práctica todos aquellos avances en la formación del carácter que permitan a las personas desarrollarse no solo a nivel profesional, sino también a nivel interior. Todo ello porque sus miembros están convencidos de que “todas las profesiones necesitan adquirir las cualidades morales de integridad, valentía, autocontrol, servicio, generosidad y demás para ser un buen profesional”.

Con el fin de entender mejor la labor de esa institución y su importancia en el ámbito universitario, Omnes ha entrevistado al director del centro en Birmingham, James Arthur quien, además de tener este puesto directivo, forma parte de la “Society for Educational Studies”, fue redactor en el “British Journal of Educational Studies” y es profesor honorífico de las universidades de Glasgow y Oxford.

Vuestra institución comenzó en 2012 y desde entonces no ha parado de crecer, pero ¿cómo nació el Centro de Educación en Virtudes y Valores de Birmingham?

–He estado investigando sobre la educación en virtudes y del carácter durante los últimos 25 años y he trabajado en muchos proyectos de este tipo antes del nacimiento del centro Jubilee de Birmingham. Este se fundó por muchas obras caritativas y con dinero del gobierno para explorar la educación del carácter y su contribución a la ciudadanía. En 2012 la Fundación John Templeton otorgó 30 millones de dólares para establecer un centro en la universidad de Birmingham para investigar y aplicar las distintas perspectivas sobre el carácter y las virtudes

El centro es pionero en la investigación interdisciplinar que se centra en el carácter, las virtudes y los valores, poniendo el interés en el desarrollo humano. Promueve un concepto moral del carácter con el fin de explorar la importancia de la virtud en la vida pública y profesional. El centro es líder en cuanto a las políticas y prácticas en este área y a través de su amplia gama de proyectos contribuye a la renovación de las virtudes del carácter tanto entre los individuos como en la sociedad.

El centro trata de fortalecer las virtudes del carácter a través de:

  • tratar cuestiones críticas sobre el carácter;
  • promover, a través de investigaciones rigurosas, el desarrollo del buen carácter en la educación, los negocios y la sociedad, tanto en Reino Unido como a nivel global;
  • construir y fortalecer virtudes del carácter en los contextos de la familia, la escuela, la comunidad, la universidad, profesiones, organizaciones de voluntarios y el ámbito laboral en general.

¿Cuál es la importancia de que exista un centro así en una sociedad donde los conocimientos prácticos como las ingenierías tienen más importancia que las artes liberales o la formación de la virtud y el carácter?

–En la educación de hoy hay una ansiedad en aumento que pone el énfasis en el éxito del estudiante como el fin de la educación. Nuestro sistema educativo se construye sobre la idea de que el propósito de los seres humanos es la producción y el consumo en el mercado, y la medida del éxito es la de dicho mercado -la rentabilidad o, en el caso de los individuos, la riqueza y el estatus.

Frente a esto, nuestro centro cree que la educación debe centrarse en formar personas para que puedan vivir bien en un mundo en el que merezca la pena vivir. Las ciencias técnicas son importantes, pero el desarrollo personal de cada uno lo es más.

¿En qué consiste la actividad de esta institución?

–El centro tiene la autoría de más de 250 artículos y libros sobre investigación de las virtudes del carácter y ha producido 56 informes junto a otros documentos y marcos de trabajo. A todo ello se puede acceder gratuitamente desde nuestra web.

El centro fue elegido de entre más de 1200 candidatos para los premios QS World University Rankings, considerados como los “Oscars de la educación”. El jurado internacional, procedente de más de 77 países, y el gran jurado, eligieron el trabajo del Centro Jubilee sobre el entorno de trabajo para las escuelas por su pedagogía innovadora y efectiva, y por lograr un impacto notable y escalable a nivel global.

Este reconocimiento viene después de elogios internacionales hacia el Centro, entre los que se incluye el Ferdinande Boxberger Prize de Alemania en 2019, y el Expanded Reason Award de la Fundación Joseph Ratzinger-Benedict XVI en 2020. El “Framework”, cuya tercera edición acabamos de publicar, ha sido también la base para donaciones de millones de libras por parte de la Fundación John Templeton, la Fundación Templeton World Charity y la Fundación Kern Family.

Acaban de abrir una sede en la Universidad Francisco de Vitoria, ¿cómo se puede promover entre los universitarios la educación del carácter?

–En lo que respecta al valor de la educación superior, el aumento del potencial económico es solo una medida parcial. El valor de la educación universitaria se calcula a través de la vida de los graduados- su desarrollo personal y su contribución al bienestar social. Se calcula no solo a través de lo que los alumnos hacen, sino también a través de aquello en lo que se convierten.

Recientemente, muchas universidades han expresado su compromiso por una educación superior holística, que esté metida en lo social. Conceptos como el potencial pleno, el desarrollo o el bienestar se aplican tanto a los estudiantes como a las comunidades universitarias, y se encuentran tanto en las políticas como en los objetivos de las universidades. Todo ello, dada la afirmación de que “las universidades conforman las vidas” y el hecho de que muchas universidades mencionan cualidades personales que quieren que sus alumnos desarrollen y tengan interiorizadas cuando se graduen.

Habláis de las virtudes en profesiones como la enfermería, el derecho, la educación o el ejército, ¿por qué os habéis centrado en estos ámbitos concretos? ¿Qué impacto tiene la formación en virtudes y valores en esas áreas?

–Nos fijamos en muchas profesiones y no solo en las que hemos estudiado hasta ahora. Hemos observado también a los trabajadores sociales y a los policías.

La gran mayoría de profesiones, vocaciones y ocupaciones en las sociedades civiles y civilizadas tienen códigos de conducta más o menos formales, o códigos deontológicos diseñados para asegurar una práctica buena y justa, y para proteger a los clientes de lo contrario.

Sin embargo, esos códigos no son suficientes para garantizar la conformidad con ellos de cada trabajador. Desde este punto de vista, muchos errores profesionales o escándalos en contextos de interés público, como la política, el derecho, la medicina, el trabajo social, la educación o los negocios, podrían atribuirse a la debilidad personal, a la falta de resolución, la avaricia o simplemente la locura de los profesionales: en resumen, en fallos en el carácter moral de la persona. Reconocemos que todas las profesiones necesitan adquirir las cualidades morales de integridad, valentía, autocontrol, servicio, generosidad y demás para ser un buen profesional. Esto es universal.

Vocaciones

Pedro de Andrés: «Sin el testimonio de fe de mi comunidad no habría aparecido en mí la pregunta por la vocación»

Este diácono perteneciente al Camino Neocatecumenal que se ordenará sacerdote el próximo 6 de mayo comparte con Omnes su proceso vocacional, la importancia de la oración o el apoyo de su comunidad. 

Maria José Atienza·5 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Pedro de Andrés Leo, es diácono de la diócesis de Madrid. Aunque madrileño de nacimiento, Pedro ha vivido casi toda su vida en Guadalajara. Es el cuarto de una familia cristiana ligada al camino Neocatecumenal. En la parroquia de San Nicolás de Guadalajara caminó en la primera comunidad y ya en Madrid, prosiguió su camino en la parroquia de San Sebastián, de la calle Atocha, en la sexta comunidad.

Pedro ultima su formación en el Seminario Diocesano Misionero Redemptoris Mater – Nuestra Señora de la Almudena antes de su ordenación como presbítero el próximo 6 de mayo y ha hablado con Omnes sobre su proceso vocacional, la importancia de la oración o el apoyo de su comunidad.

¿Cómo fuiste descubriendo la llamada de Dios al sacerdocio?

–En mí la inquietud por la llamada surgió de manera paulatina. Con 14 años, al entrar en mi propia comunidad, fue cuando por primera vez me planteé seriamente ser sacerdote, como una alegre respuesta al amor incondicional de Cristo por mí, que se me había anunciado. Sin embargo, este primer impulso no tomó forma concreta por mi negativa a entrar al Seminario Menor a causa de mi timidez.

Fueron pasando los años y en mí apareció con fuerza una pregunta hacia Dios: “Señor, ¿cuál es mi vocación? ¿Qué quieres que sea?”. Para mí esta cuestión era fundamental, y apareció en mí gracias a mi comunidad, donde celebrábamos la Palabra cada semana, la Eucaristía en pequeña comunidad y teníamos una convivencia al mes. Tengo que decir que, sin el testimonio de fe de mis hermanos de comunidad, especialmente de las familias jóvenes y del presbítero, no habría aparecido en mí la pregunta por la vocación.

Terminé el instituto y, como no sabía dar respuesta a este interrogante, decidí entrar en la universidad. Ese verano, el del año 2012, fui con mi parroquia y otra de Madrid a una peregrinación a Lourdes, donde puse a los pies de la Virgen el tema de la vocación, porque yo no sabía qué hacer.

Tras un año de mucha trascendencia en la comunidad en el que el Señor me regaló, a través de la obediencia a Dios por medio de mis catequistas, reconciliarme con mi historia y querer ser cristiano, ser santo, fui a la peregrinación de la JMJ de Río de Janeiro, en Brasil. Allí, tras hablar por primera vez de mis inquietudes vocacionales con un presbítero, el Señor me llamó en una Eucaristía: «Yo soy la Luz del mundo, el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida». Estas palabras de Cristo (Jn 8, 12) fueron para mí la verdadera vocación: ¡Dios me llamaba! Ya no era yo quien buscaba saber cuál era su voluntad sobre mí, era Él mismo quien hablaba y me llamaba. Lleno de alegría y nervios, me levanté para ir al seminario en el encuentro vocacional con los iniciadores del Camino, Kiko y Carmen, en Río de Janeiro el día 29 de julio de 2013, memoria de santa Marta.

Después de un año de discernimiento vocacional en compañía de varios presbíteros y otros chicos que se habían levantado, fui a una convivencia para nuevos seminaristas con Kiko y Carmen en Porto San Giorgio (Italia), donde fui enviado al Seminario Redemptoris Mater de Madrid, al que entré el 29 de septiembre de 2014 y en donde estoy siendo formado.

El carisma del Camino es el del Kerigma, el primer anuncio, con una fuerte llamada a la misión, ¿cómo se vive esa vocación misionera ya en el tiempo de preparación al sacerdocio?

–Nosotros vivimos esta vocación con muchísima alegría y agradecimiento al Señor, pues sabemos que no nos hemos merecido nada y que todo es un don suyo. Espontáneamente nace en nosotros la disponibilidad para la misión gracias a que, en el tiempo de formación y como parte fundamental de la misma, hacemos el Camino en una comunidad como un hermano más, participando en las celebraciones de la Palabra, la Eucaristía y la Convivencia (lo que en el Camino llamamos trípode) con familias, solteros, jóvenes, mayores, presbíteros… Somos un cristiano más que sigue a Cristo en la Iglesia. De esta relación con Cristo, que nos ama siendo pecadores, nace el celo por la evangelización, por la misión ad gentes.

Además, durante dos años, somos enviados a la misión itinerante como parte fundamental de la formación. Allí, como miembros de un equipo de catequistas o acompañando a un presbítero en la evangelización, tenemos la gracia de participar de forma activa en el anuncio del Evangelio, de forma que nuestra vocación misionera queda afianzada y confirmada por el Señor.

Una pregunta sencilla… ¿Eres plenamente feliz?

–Hoy puedo decir que sí, soy feliz. La fuente de esta alegría y dicha no está en los bienes, ni siquiera en las seguridades humanas. A mí me viene la felicidad de la intimidad con Cristo. Él es quien me ha llamado, el garante de mi vida. Evidentemente, todo esto lo vivo en precariedad, como todo en la vida cristiana.

«Llevamos este tesoro en vasijas de barro», dice san Pablo. Por eso cada día la oración es parte fundamental de mi vida, a través de la liturgia de las horas, la lectura orante de la Sagrada Escritura, la lectura espiritual, la oración contemplativa…

En esa precariedad hay veces que surgen miedos al futuro, pero es con Cristo como puedo salir de mi tierra y mi parentela, como Abraham, a la tierra que Él me muestre, donde ya me está esperando y en la que Él me va a unir a su cruz, que es la fuente de la evangelización.

Estados Unidos

Miles de personas despiden al obispo auxiliar de los Angeles

Más de cinco mil personas asistieron este viernes, en la catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles, a la misa exequial del obispo auxiliar David O’Connell, quien fuera asesinado el pasado 18 de febrero en su residencia en un suburbio de Los Ángeles, California.

Gonzalo Meza·4 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

La ceremonia fue presidida por Mons. José Gómez, arzobispo de Los Ángeles quien estuvo acompañado por los Cardenales Roger Mahony, de Los Ángeles; Blase Cupich, Arzobispo de Chicago y Robert McElroy, Obispo de San Diego, California, así como 34 obispos y 50 sacerdotes. Esta Misa fue la conclusión de los ritos fúnebres que iniciaron el miércoles 1 de marzo en la iglesia de San Juan María Vianney, ubicada en la región pastoral San Gabriel, donde el Obispo O’Connell ejercía como vicario episcopal.

«Encarnó la imagen de Jesús, el Buen Pastor»

Mons. David O’Connell fue uno de los obispos más queridos de la arquidiócesis de Los Ángeles, prueba de ello fueron los miles de personas y feligreses que asistieron a los ritos fúnebres a lo largo de 3 días, entre ellos autoridades civiles, líderes de diversas denominaciones cristianas y representantes de diversas religiones. Y es que el obispo O’Connell encarnó la imagen de Jesús, el Buen Pastor, tal como lo señaló el Cardenal Mahony durante la homilía de la Misa de la vigilia, el jueves por la noche.

“El obispo David entendió la primacía del bautismo y la misión que este exige para todo el pueblo de Dios. Es por ello por lo que el Obispo David llamaba, empoderaba y enviaba en misión a las personas o grupos con los que trabajaba. O’Connell no salía de una reunión sin asignar o recordarle a alguien su misión”. Su carisma y sabiduría provenían del Espíritu Santo, dijo el cardenal.

“La misión que ahora tenemos es que vayamos a ese lugar especial en nuestros corazones, como David nos enseñó, [para escuchar] la voz del Espíritu Santo. Ven Señor Jesús. Ven Espíritu Santo”, concluyó entre lágrimas Mahony.

«Nunca pidió nada a cambio”

Durante el elogio fúnebre de la misa exequial del viernes uno de los sobrinos del obispo asesinado, quien vino desde Irlanda a la ceremonia, señaló: “El tío Dave fue una inspiración. Nos enseñó que si tienes la capacidad de ayudar a alguien, debes hacerlo. Todo lo que quería, era hacer las cosas más sencillas para los demás. Y nunca pidió nada a cambio”.

Uno de los aspectos menos conocidos es que el obispo quería ser comediante, y alguna vez lo intentó, “pero afortunadamente tenía otro trabajo, en donde al parecer le estaba yendo mejor”, señaló el sobrino del obispo, también llamado David O’Connell.

Los momentos de tristeza y esperanza también se hicieron visibles en Mons. José Gómez, quien en varios momentos de las ceremonias se le entrecortaba la voz, especialmente al narrar las anécdotas con O’Connell a quien consideraba un gran amigo.

Un ministerio marcado por la preocupación por los pobres

El dolor dio paso al consuelo, cuando Gómez leyó el telegrama enviado a nombre del Papa Francisco y firmado por el Cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin: “Profundamente entristecido al enterarse de la prematura y trágica muerte del obispo auxiliar David O’Connell, su Santidad envía sus más sentidas condolencias y asegura su cercanía espiritual a los familiares, feligreses, religiosos y clero de la Arquidiócesis. El ministerio sacerdotal y episcopal del obispo en la Iglesia de Los Ángeles estuvieron marcados por su profunda preocupación por los pobres, los inmigrantes y los necesitados. También destacaron sus esfuerzos por defender la santidad y la dignidad de la vida y su celo por promover la solidaridad, la cooperación y la paz en la comunidad local. Su Santidad ora para que todos los que honren su memoria rechacen los caminos de la violencia y venzan al mal con el bien”.

Aunque las causas del homicidio están siendo investigadas, las autoridades locales señalaron que el crimen fue un homicidio perpetrado por el esposo de la trabajadora doméstica del obispo.

Al final de la misa exequial, el cuerpo de Mons. O’Connell fue enterrado en el mausoleo de la catedral de Los Ángeles.

El obispo David O’Connell nació en el condado de Cork, Irlanda, en 1953. Recibió la ordenación sacerdotal incardinándose en la Arquidiócesis de Los Ángeles, California en 1979.

El Papa Francisco lo nombró obispo auxiliar en el 2015 y fue asignado como vicario episcopal de la región de San Gabriel, una de las cinco regiones de la Arquidiócesis de Los Ángeles.

Cultura

Las fuentes de los informadores religiosos

El papel del vaticanista en el panorama mediático actual, sus retos y dificultades, son el objeto de estudio de la X edición del Curso de Especialización en Información Religiosa organizado por la Asociación ISCOM en colaboración con la Facultad de Comunicación de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y la Asociación Internacional de Periodistas Acreditados ante el Vaticano (AIGAV).

Antonino Piccione·4 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El sector de la información religiosa es uno de los más complejos en el panorama del periodismo, debido a la necesidad de competencias muy específicas y a la necesidad de difundir noticias a un público no especializado, sin trivializarlas ni distorsionarlas. No es infrecuente el desinterés de las fuentes oficiales por colaborar a tiempo y de forma exhaustiva con los periodistas. Hasta el punto de que el silencio se convierte en norma de trabajo.

Estos son algunos de los puntos que han surgido en la mesa redonda que ha presentado la X edición del Curso de Especialización en Información Religiosa, una iniciativa promovida por la Asociación ISCOM en colaboración con la Facultad de Comunicación de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y la Asociación Internacional de Periodistas Acreditados ante el Vaticano (AIGAV).

Fuentes oficiales y oficiosas

«La primera fuente sigue siendo el propio Papa. Sus discursos, alocuciones, homilías, entrevistas». Así se expresa Manuela Tulli, periodista de ANSA, para cuya agencia cubre el Vaticano y la información religiosa. Entre sus publicaciones ‘Francesco, un nome un destino’ (Laruffa) sobre la vida de San Francisco de Paula, ‘Eroi nella fede’ (Acs) sobre la situación de los cristianos en Egipto. Ganador en 2017 del premio de periodismo dedicado a Giuseppe De Carli sobre información religiosa. Recientemente ha participado en el proyecto editorial ‘Quaderni del Vaticano’ en preparación del Jubileo 2025 con un ensayo breve sobre ‘El sentido de la vida’.

Entre las fuentes oficiales, continúa Tulli, «la sala de prensa vaticana, el Boletín, los comunicados, los medios de comunicación vaticanos (Vatican News, Osservatore Romano, Radio Vaticano). Y luego las cuentas oficiales en las redes sociales: Pontifex, TerzaLoggia, las de los cardenales, obispos y dicasterios».

Para la información nacional o local, Tulli menciona la oficina de comunicación social de la CEI, la agencia Sir, Avvenire, Tv2000, los sitios web y las publicaciones de las diócesis.

Interesante es la referencia a la cobertura de la actividad judicial, «útil no sólo para conocer los hechos de tal o cual juicio, sino también los mecanismos de las decisiones y las prácticas seguidas». Más allá de los casos en sí, uno se da cuenta, a través de las audiencias en el tribunal vaticano, de retazos de la vida dentro de los muros leoninos que de otro modo permanecerían desconocidos. Como ejemplo, Tulli recuerda el proceso por presuntos abusos en el Preseminario.

En referencia a las fuentes no oficiales, el periodista de ANSA subraya cómo «la información vaticana tiene que construirse pacientemente a lo largo del tiempo. Es el resultado de relaciones que no siempre son fáciles de construir. Es necesario tener un amplio espectro de fuentes para evitar ser instrumentalizado». Están los funcionarios de los dicasterios de la Curia pero, concluye Tulli, también las embajadas ante la Santa Sede, las universidades pontificias, los expertos en la materia: «Todo puede contribuir a la construcción de un cuadro como tantas pequeñas piezas de un mosaico».

Competencia y compañerismo

Un cuadro enriquecido por las intervenciones de Francesco Antonio Grana y Loup Besmond de Senneville. El primero, vaticanista de il fattoquotidiano.it y secretario del Premio Cardenal Michele Giordano, observa «que incluso la más alta de las fuentes -el pontífice- puede mentir y manipular al periodista».

Entre las publicaciones de Grana sobre la vida de la Iglesia, ha editado el libro del Papa Francisco Una encíclica sobre la paz en Ucrania (Terra Santa Edizioni).

De Bergoglio, de quien es amigo personal, ensalza «el gran sentido periodístico y la gran capacidad para gobernar la comunicación de crisis (pederastia, caso Orlandi, etc.)».

A pesar de la sana e inevitable competencia entre vaticanistas, Grana identifica la profesionalidad, el oficio y la delicadeza de algunos de sus colegas como el valor añadido de la información religiosa objetiva, porque en última instancia, dice, «es la propia firma la que da veracidad a los hechos».

«No existe una estrategia de comunicación verdaderamente organizada»

«La dificultad de las fuentes de información religiosa, la necesidad de un alto grado de competencia, la incomunicación de los actores, su escasa profesionalidad, la elección del silencio, con la convicción de que lo bueno no hace ruido». Éstas son, en opinión de Loup Besmond de Senneville, corresponsal en el Vaticano del diario francés «La Croix» y presidente de la AIGAV, las críticas más evidentes de un sistema en el que «no existe una estrategia de comunicación verdaderamente organizada, con la falta de dos elementos esenciales que existen en todas las demás instituciones políticas: el off y el on».

Esto obliga a los profesionales de la información religiosa «a tener sus propias fuentes», señala Besmond de Senneville, «para aportar nueva información y ayudar a comprender la realidad: por qué el Papa ha dicho una palabra o no; por qué ha actuado de una determinada manera o no».

En cuanto a la información religiosa, dice, las universidades son también excelentes recursos, a menudo olvidados, que albergan a muchos expertos. «Pienso en Sant’Anselmo para la liturgia, en Pisai para la islamología, en la Gregoriana y en la Santa Cruz para el derecho canónico. En Roma, los diplomáticos también constituyen una red importante».

La dificultad estriba en disponer de fuentes que hablen y acepten ser citadas. Personalmente», concluye Besmond de Senneville, «esto plantea bastantes problemas a nuestros lectores, que no comprenden las dificultades. Muchos están convencidos de que una fuente anónima es una fuente inventada.

El autorAntonino Piccione

Vaticano

Massimiliano Padula: «Francisco tiene la mirada puesta en los problemas de hoy»

Massimiliano Padula, sociólogo de los procesos culturales y comunicativos del Instituto Pastoral de la Pontificia Universidad Lateranense, explica en esta entrevista las claves del pensamiento sociológico del Papa Francisco.

Giovanni Tridente·4 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

«Lograr una visión de conjunto que abarque la existencia cristiana en su complejidad». Así explica Romano Guardini el significado de «Libertad, gracia, destino», uno de sus estudios más significativos. Y no es casualidad que Jorge Mario Bergoglio inspire gran parte de su magisterio en el pensador y teólogo italiano, hoy Siervo de Dios, hasta el punto de «atribuirle» el enfoque interpretativo de su primera Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, carta magna de todo su pontificado.

En el documento, el Papa Francisco cita al propio Guardini cuando se pregunta cómo evaluar los procesos que construyen un pueblo: «El único modelo para evaluar con éxito una época es preguntarse en qué medida la plenitud de la existencia humana se desarrolla en ella y alcanza una auténtica razón de ser, de acuerdo con el carácter particular y las posibilidades de la misma época» (EG, 222).

Estas premisas abren el camino a una interpretación clara y comprensible de lo que es la sociedad para el Papa Francisco. Nos lo explica Massimiliano Padula, sociólogo de los procesos culturales y comunicativos del Instituto Pastoral de la Pontificia Universidad Lateranense, entrevistado con motivo del décimo aniversario del pontificado del Papa argentino.

En su opinión, ¿es posible esbozar una especie de «sociología del Papa Francisco» en estos diez años?

–Respondo citando a Romano Guardini y su estudio «El fin de la Edad Moderna» que, en cierto modo, anticipó el debate actual sobre la posmodernidad y la secularización. Aunque no era sociólogo, Guardini esbozó categorías sociohistóricas que desde hace tiempo ocupan el centro de las investigaciones de los sociólogos generales y, en particular, de los de la religión. El Papa Francisco sigue esta línea, guiado (como Guardini) por la luz de la fe. Pero hace más: dirige su mirada a los problemas de hoy, encarnados en la vida colectiva y en las vidas individuales.

¿Puede darnos un ejemplo?

–Basta leer Laudato si’ para comprender hasta qué punto Bergoglio utiliza una «mirada sociológica» para analizar la sociedad (la llama «familia humana»). En la Encíclica destaca el medio ambiente como un hecho social generador de cambios, a menudo poco alentadores para el desarrollo humano integral.

También consigue captar algunas de las instancias más urgentes de nuestro tiempo: entre ellas, la aceleración, que indica con la palabra española «rapidación». Y que remite al estudio de los sociólogos alemanes Hartmut Rosa y William E. Scheuerman titulado «La sociedad de la alta velocidad», una configuración de la sociedad que, por un lado mejora nuestra calidad de vida, y por otro crea nuevas formas de marginación y exclusión.

De hecho, la marginación y la exclusión están en el centro de la reflexión del Pontífice argentino…

–Desde luego. Son dos categorías interpretativas de una existencia cada vez más estratificada, compleja y desigual. Los marginados y excluidos son los pobres, los inmigrantes, los ancianos y los enfermos. Pero no sólo. La marginación y la exclusión afectan a todos los individuos, a todos los grupos sociales, a todas las microorganizaciones y macroorganizaciones. Es la del corazón, o más bien la indiferencia, la que constituye un comportamiento antisocial y perturbador.

Francisco intercepta sus diversas manifestaciones cuando, por ejemplo, habla de una «cultura del descarte». Pero no se limita a un simple diagnóstico: nos ayuda a comprender cómo colmar las lagunas, a actuar y comportarnos con vistas a un bien que sea verdaderamente común.

Los viajes apostólicos a zonas fronterizas y países azotados por la guerra y la miseria, los llamamientos a la paz, el paso de una lógica espacial a otra procesual, el diálogo ecuménico, la propuesta de un pacto educativo global, son algunos de los signos de su terapia social.

Podríamos decir -parafraseando las características de la ciencia sociológica- que el magisterio bergogliano abarca una función descriptiva (proporcionar las claves para acceder al mundo) y otra prescriptiva (compartir objetivos y códigos de conducta).

En su opinión, ¿cómo puede relacionarse la sociología con el catolicismo en el futuro?

–Creo que su relación tendrá que jugarse cada vez más en términos de reciprocidad. La sociología sólo podrá ayudar a la religión si ésta es capaz de replantearse a sí misma a la luz de la sociedad y sus cambios.

Esto no significa abandonarse a un relativismo estéril, sino comprender que la realidad social es «ontológicamente» provisional y debe leerse y vivirse como tal. Cuando Francisco insiste en abandonar la lógica del «siempre se ha hecho así» (lo llama «indietrismo»), demuestra que entiende bien los procesos de morfogenética social.

Entre ellas, dos me parecen especialmente prospectivas para la reflexión e investigación socio-religiosa del presente y del futuro. El primero es el desplazamiento del centro de gravedad del cristianismo, de una Europa «enferma de fatiga» a un sur del mundo que, a pesar de sus muchos problemas, demuestra una espiritualidad fecunda. El otro es el proceso de personalización de la fe que, al tiempo que la aleja de la tradición, ofrece nuevas oportunidades de evangelización y de pastoral vital y creativa.

Cine

«El Cielo no puede esperar» y más recomendaciones

Te recomendamos novedades, clásicos, o contenido que aún no has visto en el cine o en tus plataformas favoritas.

Patricio Sánchez-Jáuregui·3 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

LOCKWOOD & CO.

Creador: Joe Cornish

Actores: Ruby Stokes, Cameron Chapman, Ali Hadji-Heshmati

Netflix

Lucy Carlyle es una chica de pueblo en la gran ciudad. Pero en este mundo, nada es lo que debería. Los fantasmas pueblan la tierra y solo algunos jóvenes reúnen cualidades para darle caza. Lucy es una de ellas. Una chica con habilidades psíquicas que se une a dos chicos adolescentes de la agencia de cazafantasmas Lockwood & Co. para luchar contra los espíritus mortales que asolan Londres, haciendo todo lo posible para salvar el día sin la supervisión de un adulto.

Lockwood & Co. es una agradable sorpresa en el catálogo de Netflix. Una serie de televisión de suspense, aventuras y detectives, para todos los públicos y desarrollada por Joe Cornish (“Tintin”, “Attack the Block”). Está basada en la serie de libros del mismo nombre del multipremiado Jonathan Stroud (“The Screaming Staircase” y «The Whispering Skull».). Consta de ocho episodios y se estrenó el 27 de enero de 2023.

EL CIELO NO PUEDE ESPERAR

El beato Carlo Acutis (CNS photo/courtesy Sainthood Cause of Carlo Acutis)

Director: José María Zavala

Guión: José María Zavala

Música: Luis Mas

EN CINE

Documental sobre la celebrada vida de Carlo Acutis, un beato joven que murió en 2006 y cuyo carisma y fama sigue levantando pasión y devoción. Con solo 15 años, su vida se ha convertido en una fuerza imparable que no conoce de fronteras. Gracias a José María Zavala (“Amanece en Calcuta”, “El Misterio del Padre Pío”) nos llega esta obra con una decena de testimonios de personas de todas las edades y nacionalidades que se han visto tocadas por la gracia de Dios gracias a la intercesión de Carlo Acutis. Esto se hila con momentos importantes en la vida del joven beato, intercalando género documental con ficción para intentar mostrar con mayor vividez toda la vida e impacto del venerado.

El autorPatricio Sánchez-Jáuregui

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Evangelio

La última oración de Jesús en Getsemaní

Ninguna Pascua es igual a otra. Objetiva y subjetivamente hablando. Cada vuelta del tornillo es similar a la anterior pero no igual, porque ahora el tornillo está más metido que antes.

Gustavo Milano·3 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Ya estamos en Cuaresma. Así como, a lo largo del año, hay tiempos de higos, mandarinas o fresas, también hay tiempos para cosechar más gracia en el campo de Dios que es el mundo. En estos cuarenta valiosos días, en la zona mediterránea –donde Jesús nació, vivió y murió– y en otras partes del orbe, veremos florecer las plantas más valientes, aquellas que fueron capaces de superar un invierno más. Esto nos puede servir de recordatorio para preparar el evento central del año cristiano: la Pascua de la Resurrección del Señor.

¿Otra vez?, ¿todos los años la misma historia? No, ninguna Pascua es igual a otra. Objetiva y subjetivamente hablando. Cada vuelta del tornillo es similar a la anterior pero no igual, porque ahora el tornillo está más metido que antes. Por eso merece la pena repasar los principales eventos de la vida de Jesucristo con una pequeña serie de artículos que te ayudarán a aprender o a recordar el significado especialísimo que tuvo aquella primera (y sangrienta) Pascua en Jerusalén.

El Huerto de los Olivos

Nos situamos en el Huerto de los Olivos, también llamado Getsemaní, donde el alma de Cristo comenzó a estar turbada. Las palabras que usa (“Mi alma está triste hasta la muerte”: Mt 26, 38) provienen del Salmo 43, 5, lo que ya empieza a ofrecer una clave interpretativa de todo lo que se seguirá hasta el día siguiente: los libros de la Biblia judía ya profetizaban el sufrimiento del Señor.

Este huerto se ubica en las afueras de Jerusalén, separado por el valle del torrente Cedrón. El Getsemaní, o literalmente “prensa de aceite” en hebreo, es uno de los sitios más venerados de la cristiandad. Como aclara el Papa Benedicto XVI en su libro “Jesús de Nazaret”, los árboles actuales de ahí no remontan al tiempo de Cristo, pues el emperador romano Tito, en el año 70 d.C., hizo talar todos los árboles de los entornos de Jerusalén, incluidos los del Monte de los Olivos. Para allá fueron Pedro, Juan y Santiago, los más especiales de entre los apóstoles, junto a Jesús. 

Desde allí se puede ver perfectamente y de cerca el precioso Templo y la zona más alta y antigua de la ciudad. El Señor solía reunirse allí con sus discípulos –Judas Iscariote incluido– para rezar con más tranquilidad y con una buena vista. El jueves santo fue la última vez que lo hizo, y era de noche. 

Apartándose de los tres, Cristo se postró en el suelo, modo insólito de orar para un judío, acostumbrado a elevar su alma a Dios estando de pie y a lo mejor con los brazos abiertos, en actitud de prontitud y receptividad. El grupo había acabado de cenar hacía poco tiempo, y todo el contexto de la celebración de la pascua judía, sumado al habitual ritmo intenso de predicación junto al Maestro, les trajo un sueño irresistible. Aparte de esos motivos naturales –a los cuales, por cierto, también Jesús estaba sometido– se añaden los sobrenaturales: el trío no compartía las preocupaciones del Señor, no habían comprendido correctamente los tres anuncios de la Pasión que les habían sido hechos, no vibraban al unísono con las ansias redentoras de Jesús.

Tiempo después, cuando trataron de poner todo esto por escrito (Juan directamente mediante su evangelio, y Pedro a través del evangelista Marcos), podrían acordarse de los cariñosos reproches que les hizo Cristo aquel día; en cambio Marcos tuvo que reconstruir, con base en el Padrenuestro y en otras enseñanzas de Jesús, lo que Él hubiera dicho al Padre en su oración íntima a distancia mientras los tres elegidos entre los elegidos dormían descontroladamente. Mateo y Lucas beberían de la fuente de Marcos para escribir sus evangelios. Únicamente Lucas nos dirá además que el Señor llegó a sudar sangre durante esa afligida oración, y que bajó un ángel del cielo para consolarle. Quizás se enteró de eso porque se lo dijo Santiago.

La traición

Tras alinear toda su interioridad humana con la voluntad divina, Jesús distingue a lo lejos unas antorchas y unos crecientes ruidos metálicos y de numerosos pasos acercándose. Ya sabe quiénes son: Judas con un grupo de judíos. Aún así, no deja de llamar “amigo” a su ex-apóstol, pues su omnisciencia no le impide dar a Judas una última oportunidad de arrepentirse. En vano: es la hora de las tinieblas. Entonces su valentía es tanta que la sencilla frase “Yo soy” hace que Judas y su grupo caigan en tierra. Cualquier judío del siglo I d.C. que escuchara la expresión “Yo soy” se acordaba en seguida de las palabras de Dios a Moisés cuando éste le preguntó su nombre: “Yo soy el que soy”, respondió Dios, frente a lo cual el mismo patriarca nada pudo contestar.

El experiente y precavido Pedro se había traído una espada y reaccionó de forma violenta: cortó la oreja a uno del otro bando. En su desordenado afán de proteger a su amado Dios y Señor, antes ya había intentado de palabra disuadirle de afrontar la muerte, y por eso fue duramente reprendido; ahora, en cambio, va más lejos e intenta impedir ese desenlace con violencia, y nuevamente es corregido. Un último milagro de curación física, la restitución de la oreja derecha del pobre Malco, confirma que incluso en situaciones extremas, Jesús no deja de ser misericordioso y compasivo con todos.

En el libro “La agonía de Cristo», santo Tomás Moro resalta el hecho de que, aunque Judas haya entregado a Jesús para que sea muerto, la muerte de Judas mismo precedió a la de Jesús. De hecho san Mateo nos cuenta que Judas, “después de arrojar las monedas de plata en el Templo, fue y se ahorcó” (Mt 27, 5). ¡Pobre hombre! Buscando la muerte de aquel que le había dado la vida terrena y la vida eterna, acabó suicidándose como un condenado. ¡Si hasta el último instante todo se hubiera podido resolver con un sencillo y sincero acto de contrición! 

Pero Judas no fue el único apóstol traidor. Todos los demás, con excepción del adolescente Juan, huyeron como si nunca hubieran conocido a Jesús ni prometido padecer el martirio por su causa. Efectivamente, aún no le conocían del todo, por eso huyeron. Nosotros con mucha probabilidad habríamos hecho lo mismo. Afrontar la muerte por Cristo es una gracia, y solo la recibimos si Dios nos la quiere dar. Sin embargo, aquel era el momento en que el Señor iba a ser abandonado. La turba atrapó a Jesús y, como a un malhechor, se lo llevaron. Querían librar a Israel de quien les parecía un falso profeta o un falso Mesías. Creían estar salvando Israel. E, indirectamente, de hecho lo estaban haciendo, pero a pesar de sí mismos. El plan de Dios se cumple.

El autorGustavo Milano

Recursos

Riquezas del Misal romano: los domingos de Cuaresma (II)

Seguimos profundizando en el Misal romano para adentrarnos en la riqueza de la Cuaresma. Esta vez se fija la mirada en el pasaje de la Transfiguración.

Carlos Guillén·3 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

La oración Colecta del segundo domingo de Cuaresma es un texto de nueva composición. No se inspira en la tradición romana sino en fuentes litúrgicas de otras tradiciones occidentales, como la española antigua y la francesa; pero sobre todo se inspira en el Evangelio que desde hace siglos va unido a este día: la Transfiguración del Señor (Mt 17,1-9 y paralelos). Hay que reconocer que, en general, no es común que haya esta relación tan estrecha entre oraciones y lecturas en la Misa dominical. 

Oh, Dios, que nos has mandado escuchar a tu Hijo amado,alimenta nuestro espíritu con tu palabra;para que, con mirada limpia,contemplemos gozosos la gloria de tu rostro.Deus, qui nobis diléctum Fílium tuum audíre praecepísti,verbo tuo intérius nos páscere dignéris,ut, spiritáli purificáto intúitu,glóriae tuae laetémur aspéctu.

La necesidad de hacer un alto en el camino

A primera vista podría parecer que esta oración no está en sintonía con la idea que generalmente tenemos de la Cuaresma, más ligada a la temática de la conversión y la penitencia. Pero lo que quiere la Iglesia es fortalecer nuestra fe para que vivamos la Cuaresma correctamente, de la misma manera que hizo Jesús con sus apóstoles en aquella última subida a Jerusalén antes de su Pasión. Esta colecta nos ayuda a rezar el misterio de la Transfiguración. 

Sigue una estructura muy clásica. Primero, una sencilla invocación a Dios Padre. Luego, la anámnesis, que transmite una referencia a las palabras que pronuncia el Padre acerca del Hijo: “Este es mi Hijo, el Amado, en quien tengo mis complacencias; escuchadle”. Finalmente, dos peticiones a través de las cuales el sacerdote recoge las oraciones de toda la asamblea.

Antes de hablar de lo que nosotros le pedimos a Dios, parece necesario detenernos en lo que Dios nos pide a nosotros: escuchar a su Hijo. La conversión será posible solo si escuchamos a Jesús. Las obras de penitencia tendrán sentido solo si nos sirven para estar más libres para escuchar a Jesús. De nada servirían unas prácticas cerradas en sí mismas, hechas por cumplir, o que nos hicieran encerrarnos en la autocomplacencia espiritual, con el consiguiente peligro de “pelagianismo” sobre el que advierte el Papa Francisco.

La inminente liturgia de la Palabra es el momento privilegiado para escuchar a Dios, porque a través de la proclamación de las lecturas, Dios habla a su pueblo y Cristo le anuncia su Evangelio. Por su parte, el pueblo reunido acoge y hace suya la Palabra de Dios con su canto, con sus aclamaciones y también con su silencio meditativo.

Prepararnos para la gloria

Esta colecta se encuentra directamente relacionada al Evangelio y a toda la liturgia de la Palabra. Esto resulta más evidente al examinar la primera petición: que Dios se digne apacentarnos interiormente con su palabra. Recordamos entonces que, a través de la Santa Misa, Dios alimenta a su pueblo en la doble mesa de la Palabra y del Pan eucarístico. El Buen Pastor nos da como alimento buenos pastos instruyéndonos, enseñando, «porque no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que proviene de la boca de Dios». Incluso se nos da Él mismo como alimento. Este será nuestro sustento durante el ayuno y la abstinencia cuaresmales. 

La Palabra de Dios tiene un carácter performativo. Ya lo explicó Benedicto XVI en la exhortación apostólica Verbum Domini: “En la historia de la salvación no hay separación entre lo que Dios dice y lo que hace; su Palabra misma se manifiesta como viva y eficaz”. Por tanto, es su Palabra, al entrar en nosotros, la que conseguirá que tengamos una mirada espiritual purificada (spiritali purificato intuitu). Eso lo que se quiere conseguir con la Cuaresma.

Aquí nuestra conversión se expresa en términos de la mirada interior del alma porque se pone en relación inmediata no tanto con lo que dejamos atrás (el pecado) sino con lo que queremos conseguir: recocijarnos (laetemur) con el semblante, con la apariencia sensible, con la presencia frente a nosotros (aspectu) de la gloria divina. Lo que pudieron hacer Pedro, Santiago y Juan por un momento en el Tabor, y de lo que gozan ya eternamente en el Cielo. De este modo, se nos dice que vivir la Cuaresma es revivir místicamente el acontecimiento del Tabor, prepararnos para la gloria del Cielo, dejándonos alimentar y purificar por Dios aquí en la tierra.

El autorCarlos Guillén

Sacerdote de Perú. Liturgista.

Vaticano

El Papa pide oraciones por las víctimas de abuso

Este mes de marzo el Papa Francisco pide oraciones por todas las víctimas de abuso.

Paloma López Campos·2 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El Papa Francisco pide oraciones este mes de marzo por las víctimas de abuso, quienes deben “estar en el centro” de todas aquellas iniciativas que tengan como fin acompañar y ayudar a estas personas.

Es importante, señala el Papa, pedir perdón, pero no es suficiente, con eso “no basta”. Hay que promover “acciones concretas para reparar los horrores que han sufrido y prevenir que no se repitan”.

Cuando se trata de abusos, dice el Pontífice, “la Iglesia tiene que ser un ejemplo para ayudar a resolverlos, sacarlos a la luz en la sociedad y en las familias”.

El vídeo completo del Papa se puede ver aquí:

Zoom

Hungría recibe, de nuevo, al Papa Francisco

El Papa Francisco volverá a Hungría a finales de abril de 2023 en un viaje apostólico de tres días cuyo punto fuerte será la Santa Misa frente al edificio del Parlamento húngaro.

Maria José Atienza·2 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

El Papa alerta: «Las ideologías intentan hacer de la Iglesia un partido político»

Rome Reports·2 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

En su última audiencia, antes de comenzar sus ejercicios espirituales de Cuaresma, el Papa habló de la amenaza de las ideologías explicando que las ideologías intentan hacer de la Iglesia un partido político.

Las constantes advertencias del Papa Francisco contra las ideologías tienen un hilo conductor: en lugar de perderse en ellas, la Iglesia debe centrarse en su misión en el mundo.


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Ecología integral

Defensa de la vida en marzo: ciencia vs. ideología

España afronta un marzo por la vida, con el congreso ‘En la brecha’ y la Marcha Sí a la Vida el domingo día 12, mientras en la América ‘post Roe’ y ‘post Dobbs’, la defensa de la vida sigue pujante.

Francisco Otamendi·2 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Marzo es el mes de la vida para el calendario español. No en vano, Madrid y el CEU acogen este fin de semana el congreso ‘¡En la brecha!’, organizado por la Federación Española de Asociaciones Provida., que pone el acento en la protección del embrión. Inauguran el simposio, que hace el número XXV, Alfonso Bullón de Mendoza y Alicia Latorre, presidenta de la Federación pro-vida.

Alicia Latorre ha señalado a Omnes que “En la brecha quiere reflejar, por un lado, que todo lo que se va a ofrecer en el congreso está en contacto directo con la realidad, con las dificultades de muchos seres humanos en distintos momentos de su existencia. No se habla en teoría ni se opina en la distancia. Se está en la brecha”.

“Por otro lado, estar en la brecha es situarse en esa grieta por la que una fortaleza es vulnerable. Porque ese muro de violencia, de ignorancia, de injusticia, de mentira y manipulación, de la cultura de la muerte, debe caer”, afirma. “Y eso es posible simplemente mostrando la verdad, la grandeza de cada vida humana, y desenmascarando las estrategias ideológicas y económicas que han querido invadir la sociedad y los corazones. Y con profundo amor y dedicación a cada ser humano”. 

Por otra parte, la plataforma Sí a la Vida ha llamado a la sociedad civil a celebrar el Día Internacional de la Vida, y ha convocado el domingo 12 de marzo una marcha en Madrid, que está apoyada por más de 500 asociaciones y entidades cívicas. En su presentación intervinieron, entre otros, Alicia Latorre, Amaya Azcona (Red Madre), Álvaro Ortega (Fundación + Vida), Javier Rodriguez y Marcos Gonzalvez (Foro de la Familia), Rosa Arregui (Adevida), Marta Velarde (+Futuro), Ana del Pino (One of Us), Eva María Martín (Andoc); Oscar Rivas (Educatio Servanda); y Reme Losada (Aesvida), entre otros.

USA y Europa: caminos divergentes

Da la impresión de que, en estos momentos, Estados Unidos y Europa van en sentido opuesto en los temas pro vida. Allí son conscientes, tal como se ha comprobado de nuevo en las multitudinarias Marchas en Washington y en Los Ángeles, que la lucha en defensa de la vida ha entrado en una nueva fase, tal como se indicaba en el lema de la marcha: “Próximos pasos. Marchando en una América post Roe”, la América ‘post Dobbs’, acentuando el ‘together’, juntos.

Por otra parte, es cierto que la Corte Suprema de Estados Unidos, en su sentencia Dobbs v. Jackson, señaló que el aborto no es un derecho federal, y que carece de fundamento en la Constitución, en la historia y en la tradición de la nación, como subrayó José Ignacio Rubio en una jornada de la sección de Derecho Canónico del Colegio de Abogados de Madrid.

Pero también lo es que ahora cada Estado legislará sobre la materia y que, por ejemplo, como recordó el profesor Rubio, el aborto es legal en 15 Estados siguiendo el criterio de la viabilidad del bebé; es legal sin límite gestacional en 5 Estados y en la capital, Washington, y es ilegal en 13 Estados.

En suma, “Dobbses un hito jurídico de primer orden, con un valor simbólico innegable. Sin embargo, no significa que el aborto haya sido abolido en los Estados Unidos de América”, ha recordado Rafael Palomino en Omnes. Es cierto, pero podría decirse que se ha abierto una brecha jurídica en el muro.

En Europa, por el contrario, existen presiones para incluir el aborto dentro de la carta de Derechos Fundamentales de la UE, y continúa progresando en el ámbitos legislativo y en los tribunales la ideología frente a las evidencias científicas, que afirman que negar que existe una nueva vida en el seno de una mujer embarazada desde la concepción es irracional, tal como han señalado los obispos españoles de la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Española.

El presidente de esta subcomisión, Monseñor José Mazuelos, refiriéndose a la sentencia que saldría en breve en España, manifestó: “Se ha apañado un tribunal para aprobar una ley injusta, ideológica y contraria a la ciencia”.

En el frente comunitario, la Fundación Universitaria San Pablo CEU, junto con One of Us y más de 50 organizaciones civiles, organizaron en Bruselas una conferencia internacional para oponerse a la inclusión del aborto entre los derechos fundamentales. El presidente de la fundación del CEU, Alfonso Bullón de Mendoza, advirtió que “se trata, de una pretensión totalitaria sobre aquella parte de la población europea, incluso respecto de países enteros, que no están de acuerdo sobre una cuestión tan grave”.

El autorFrancisco Otamendi

Lecturas del domingo

Buscar el rostro de Cristo. Domingo II de Cuaresma (A)

Joseph Evans comenta las lecturas del II domingo de Cuaresma y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·2 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

En la primera lectura de este domingo, Dios hace a Abrahán una triple promesa: de tierra, descendencia y un “nombre”. De él saldrá una gran nación y Dios concluye: “Todas las tribus de la tierra se bendecirán por ti”. Estas promesas son en realidad un anticipo de la bendición mayor de la vida eterna en Dios. No un territorio terrenal, sino el reino celestial; más que la descendencia humana, disfrutar de la dicha eterna con el pueblo de Dios, incluidos todos los que han llegado al cielo gracias a nuestra ayuda: nuestra descendencia espiritual; y más que un nombre o una fama terrenales, participar de la gloria divina. 

Otro texto del Antiguo Testamento sugiere esta misma idea. Cuando Dios dice a Moisés cómo deben bendecir al pueblo los sacerdotes recién instituidos, dice: “Di a Aarón y a sus hijos: Así bendecirás al pueblo de Israel; les dirás: Jehová te bendiga y te guarde: Jehová haga resplandecer su rostro sobre vosotros, y tenga de vosotros misericordia: Yahveh alce sobre vosotros su rostro y os dé la paz” (Nm 7,23-26). Bendición”, pues, es que el rostro de Dios, su rostro, se vuelva hacia nosotros, ver el rostro de Dios. Este era un gran deseo en el antiguo Israel y se expresaba en los salmos: “Mi corazón te dice: Tu rostro, Señor, busco” (Sal 27,8). San Pablo explicaría más tarde que el cielo es ver a Dios “cara a cara” (1 Co 13,12).

Pero, ¿qué es ese “rostro” de Dios, si Dios es espiritual? Jesucristo da la respuesta o, mejor dicho, es la respuesta. En su carne humana vemos el rostro de Dios. Y en el evangelio de hoy lo vemos dar a sus discípulos más cercanos una visión de ello. Leemos que Jesús “se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandeció como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz”. Si el cielo es ver el rostro de Dios a través del rostro humano glorificado de Jesús, este episodio fue un atisbo y un anticipo del cielo. Con razón exclamó Pedro: “Es bueno que estemos aquí” y quiso prolongar la experiencia construyendo tres tiendas.

Jesús quiere animar a sus discípulos, que pronto le verán “despreciado y desechado”, “sin figura ni hermosura para que le miremos, ni belleza para que le deseemos” (Is 53,2-3). Esta visión de su gloria debe fortalecerlos para la ignominia que les espera. Por eso Nuestro Señor insiste mientras bajan del monte: “No habléis a nadie de la visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos”. Ahora es el tiempo del sufrimiento y del rechazo, que es el camino necesario para la Resurrección. Hay que morir para resucitar.

La Cuaresma nos enseña que, para ver el rostro divino y humano de Cristo en el cielo, debemos contemplar y compartir su rostro doloroso en la tierra: tanto mediante nuestra propia abnegación y aceptación del sufrimiento como mirando con amor los rostros de los demás que sufren a nuestro alrededor.

La homilía sobre las lecturas del domingo II de Cuaresma (A)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Familia, más que un concepto

La familia es anterior al Estado. Este no es su inventor o fundador, como la propuesta de ley pretende establecer.

2 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Me ha llamado mucho la atención leer y escuchar, a través de los medios, la propuesta del Ministerio de derechos sociales y Agenda 2030 de España de una futura ley con la inclusión de hasta dieciséis tipos diferentes de familia, que fue aprobada, como anteproyecto de ley, el pasado 13 de diciembre en el Consejo de Ministros.

La propuesta de ley comienza reconociendo que no existe la familia sino las familias y habla de la familia «retornada», la «intercultural», la «trasnacional», la «biparental» etc. La excusa para tal ampliación parece ser establecer un sistema de ayudas económicas, jurídicas y sociales para todas las personas.

Tal excusa no justifica ampliar el concepto de familia a toda clase de situaciones de convivencia humana porque deshace el concepto de familia.

Los cristianos miramos siempre el matrimonio y la familia a la luz del Evangelio, pero también a la luz de la experiencia humana universal. La Iglesia es iluminada en su doctrina sobre las cuestiones del matrimonio y la familia por el Evangelio, pero no solo por el Evangelio, sino también por la experiencia del ser humano que posee después de dos milenios de existencia.

Una primera convicción que se deriva tanto del Evangelio como de esa experiencia multisecular es que el bienestar de las personas y de toda la sociedad, en sus múltiples facetas, está estrechamente ligado al bienestar del matrimonio y la familia, es decir, que el verdadero progreso de bienestar, de bien común, de libertades y de igualdad que la sociedad demanda continuamente, está íntimamente vinculado con la prosperidad de la comunidad conyugal y de la familia.

Junto con los católicos, hay muchos millones de hombres y mujeres de otras confesiones cristianas y de otras religiones (judía, musulmana…) y hombres y mujeres de buena voluntad, que tienen en gran estima esta comunidad de amor y del respeto a la vida que es el matrimonio y la familia.

Ante los desafíos muchos y graves para el matrimonio y la familia que existen hoy en nuestras sociedades occidentales, sobre todo la facilidad del divorcio (que el Concilio Vaticano II denomina como epidemia), el aborto, el amor libre (uniones sin ningún compromiso público) etc., no podemos perder el gran tesoro para la humanidad de todos los tiempos que es el matrimonio y la familia.

En la base de todos los desafíos contra la familia están siempre el egoísmo humano, el hedonismo y los usos ilícitos contra la generación y no podemos extrañarnos que afloren continuamente en la historia.    

La doctrina de la Iglesia se basa sobre el carácter sagrado del matrimonio y la familia. Sin esto no se entiende nada. No es un invento humano o cultural, sino fundado por el Creador y en posesión de bienes y fines que les son propios: una comunidad de vida y amor establecida sobre la alianza de los cónyuges, es decir, sobre su consentimiento personal e irrevocable.

Esta alianza es asumida por Cristo mediante el sacramento del matrimonio, imagen del amor entre Cristo y la Iglesia y con una ayuda y fortalecimiento de esa alianza en lo que se refiere a la irrevocabilidad del consentimiento y a la maternidad y paternidad.

Evidentemente ese consentimiento es decisivo para toda la vida y debe prepararse con una formación adecuada. El fin principal es la ayuda mutua, el amor mutuo y la procreación y educación de los hijos.

El amor conyugal debe compaginarse con el respeto a la vida humana. No puede haber contradicción verdadera entre la ley divina de la trasmisión de la vida y el fomento del genuino amor conyugal.

Cuando se trata de conjugar el amor conyugal con la responsable trasmisión de la vida, la índole moral de la conducta no depende solamente de la sincera intención o apreciación subjetiva sino que debe determinarse por criterios objetivos tomados de la naturaleza y dignidad de la persona humana y de sus actos.

En definitiva, la familia es anterior al Estado. Este no es su inventor o fundador, como la propuesta de ley pretende establecer.                  

El autorCelso Morga

Arzobispo emérito de la diócesis de Mérida Badajoz

Familia

Nacho Tornel: “Con la familia política toca sumar”

Nacho Tornel trabaja desde hace 17 años con parejas en crisis como mediador familiar. Recientemente ha publicado Relacionarte, un libro en el que, a través de ejemplos reales, resalta la unidad de la pareja como la clave para gestionar los diferentes "círculos" en los que se mueve la relación familiar.

Maria José Atienza·1 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

Mediador familiar y experto en resolución de conflictos en la pareja, Nacho Tornel lleva más de 15 años ayudando a parejas en crisis que buscan una solución a sus problemas.

Una experiencia que se trasluce en sus libros EnparejArte, publicado 2016 y, recientemente RelacionArte, ambos publicados por Planeta. En este último, Tornel aborda diferentes crisis, situaciones complejas y puntos de fricción en los que la mayor parte de los matrimonios y parejas puede verse, de algún modo reflejado.

Tornel, que combina su labor como terapeuta con la docencia universitaria, destaca en esta conversación con Omnes que, si bien no se puede asegurar que haya hoy más obstáculos para un matrimonio que antes, nuestra “sociedad altamente individualista no para de susurrarnos que debemos escucharnos a nosotros mismos” sin pensar en el otro.

Uno de los temas que se aborda en el libro es el perdón entre la pareja. Un debate «de moda» en los últimos meses. ¿Se construye el perdón también en las pequeñas cosas o es algo “para casos extremos”?

–Efectivamente el perdón tiene varias dimensiones: puede ser la decisión de una persona que elige aceptar la manifestación profunda de arrepentimiento de otra para dejar de lado un agravio y continuar con su relación. Pero también puede ser en lo ordinario, una disposición interior que nos lleve a salvar la intención del otro y no juzgarle y condenarle internamente por cada supuesto fallo que comete.

¿Cómo gestionar esa doble realidad entre ser perdonado y perdonar?

–Una buena fórmula es mirarse por dentro con frecuencia y darse cuenta uno mismo de los numerosos defectos e imperfecciones que tenemos cada uno y que afectan al modo en el que nos relacionamos con otros. Ser conscientes de eso nos hará mucho más indulgentes con esas situaciones en las que nos sentimos defraudados por el otro.

¿Es buena idea gestionar la vida matrimonial como una lista de “cosas que tiene derecho a hacer cada uno”?

–No tiene ningún sentido vivir el matrimonio como un “do ut des” que dicen los latinos; es decir, viviendo en un “yo te doy esto y tú me das lo otro”.

Al matrimonio venimos a hacer feliz a la persona que más amamos del mundo y a la que hemos elegido por delante de todas las demás. Por lo tanto, la fórmula es buscar la felicidad del otro en los detalles del día a día: escuchándole, atendiéndole, sirviéndole con generosidad. Eso vivido a la recíproca es la base de la felicidad conyugal.

Las pantallas son unas robaintimidades en el matrimonio y en la familia

Nacho Tornel. Mediador familiar y autor de «RelacionArte»

Las redes sociales han abierto la puerta de todo tipo de intimidades. Esta sobreexposición, ¿no afecta a la concepción del matrimonio?

–Las redes sociales son un escaparate y nadie pone un juguete roto en el escaparate de una juguetería. Presentamos lo que es “más presentable”. Partiendo de esa base, todos debemos tener mucha precaución en el uso de las redes sociales y de las pantallas en general, porque son unas robaintimidades en el matrimonio y en la familia.

Tanto él como ella deben saber dejar el móvil o la tablet en un lugar concreto: llámese cajón o estantería, para poder convivir mirándose a la cara hablándose a los ojos sin dejar que los mensajes inoportunos nos distraigan de lo verdaderamente importante que es la felicidad que buscamos en nuestro hogar.

De padres e hijos

¿Se puede establecer el límite antes del matrimonio cuando, por ejemplo, aún no se han dado situaciones como la llegada de los hijos?

–Es fundamental que, en la pareja, tanto él como ella entiendan que, desde el momento en el que se casan y forman un hogar ya son una familia. Su familia nuclear. Por tanto, deben priorizar totalmente al otro en la toma de decisiones y en el funcionamiento del día a día, dejando atrás a la familia de origen, a la que tratarán con cariño, pero teniendo muy en la cabeza que lo primero son él y ella. El uno para el otro.

En términos más prácticos recomiendo a las parejas jóvenes que no se hipotequen en sus relaciones con la familia de origen desde el principio estableciendo que “el sábado comemos en casa de mis padres y el domingo en la de los tuyos”, “que las vacaciones las pasaremos así…”, etc. Repito, esa pareja joven ya es una familia y debe tener la libertad y la espontaneidad de funcionar como quieran y decidan ellos dos.

¿Qué se puede hacer cuando no se tiene la confianza para decir ciertas cosas a nuestros padres?

–Me he encontrado con esta situación a veces. Aquello de “yo nunca le he dicho nada así a mi padre”, quizás en el sentido de ponerle un poco “en su sitio”.

Pues bien, el matrimonio y la formación de una familia es un buen lugar para madurar y crecer y, por lo tanto, habrá llegado el momento de, cuando sea necesario, hablar claro con tus padres para hacerles entender que ya sois una familia y tomáis vuestras decisiones; o que esos comentarios que ha hecho hacia tu marido o esposa son del todo inapropiados y no los podéis tolerar, etc.

Los padres, que ya tendrán una edad, no van a cambiar de forma de pensar, seguramente, pero sí pueden y deben aprender a respetar a la joven pareja y dejarles que tomen sus decisiones.

¿Se pueden tener esas conversaciones sin terminar en una «batalla campal» externa o interna?

–Cuando se trata de la familia del otro seguramente no te equivocas si lo que haces es callarte, quiero decir que no hay que opinar sobre lo que hacen o dicen ellos porque no es asunto tuyo. del mismo modo que tampoco y tolerarías que opinen e intervengan en lo que tú dices o haces.

Además, no lo olvidemos, la familia de mi cónyuge son las personas que mi cónyuge lleva en el corazón y por lo tanto por amor a él o a ella haré todo lo posible para que pueda mantener una buena relación con ellos. A mí me toca sumar, no restar, ni dividir.

Hagamos un examen a los «típicos tópicos»: ¿Tienen los matrimonios más problemas que antes?

–No lo sé porque no he vivido antes; pero, desde luego, que hoy en día nos enfrentamos a una sociedad altamente individualista que no para de susurrarnos o de gritarnos que debemos escucharnos a nosotros mismos y buscar nuestro bienestar personal y esos mensajes son el antídoto de la felicidad conyugal porque buscan que nos centremos en nosotros mismos y en nuestro propio bienestar.

Además de el alto nivel de materialismo y consumismo que nos hace cada vez más hedonistas, hoy la irrupción de las redes sociales que como ya hemos dicho antes roban intimidad y conexión de la de verdad entre las personas, etc.

¿Las parejas tienen ahora «menos aguante»?

–Vivimos acostumbrados a la gratificación instantánea que nos proporciona nuestra riquísima sociedad de consumo en esta Europa occidental y eso hace que estemos mucho menos predispuestos al sacrificio personal.

¿Son más sentimentales o más racionales?

–El emotivismo en el que nos movemos hace también mucho daño porque nos engañan haciéndonos creer que solo es válido aquello que fluye como emoción y sentimiento y que no vale la pena poner de nuestra parte, esforzarnos en trabajar una relación cuando las cosas no fluyen sin más. Esto es un completo ataque en la línea de flotación de la relación conyugal que está llamada a durar años; a pasar por picos y valles, como es lógico a lo largo de la vida.

El amor de verdad se demuestra, precisamente, cuando uno es capaz de empujar aunque sea cuesta arriba.

El sentido de la vida

Un salto a la frontera, una lucha por la libertad en un futuro distópico, una huida desesperada, un relato de Antonio Moreno.

1 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 9 minutos

Esta noche no es como las demás. La luna nueva y las densas nubes de la tormenta que se avecina han dejado el campamento completamente a oscuras. Es como si Dios hubiera apagado las luces del cielo para irse también a dormir.

El silencio reina en el llano, junto a la valla fronteriza. Los niños descansan, exhaustos, pero esta es la noche “D” y quizá no volvería a haber otra oportunidad así para saltar hasta quién sabe cuándo.

–Cariño, despierta, es la hora –susurro al oído de mi esposa que duerme acurrucada a Fátima, nuestra pequeña de 4 años, a la que había cubierto con un plástico para protegerla del rocío.

–¡Voy! ¡Voy! ¡Es la hora! ¡Es la hora! –grita, incorporándose, asustada y desorientada, con la palma de su mano apretándose el pecho, como si tratara de evitar que el corazón, latiendo a mil por hora, le rompiera las costillas. 

–Perdóname, no quería asustarte. ¿Qué te ha pasado? ¿Estabas teniendo una pesadilla?

–¿Una pesadilla? Cualquier pesadilla hubiera sido mejor que esta realidad de mierda.

Al escuchar nuestra conversación, la niña abre sus ojos, aparta la improvisada sábana de plástico para vernos bien, nos dedica una sonrisa y vuelve a cerrarlos, como si nada hubiera pasado.

–Venga, terminad de levantaros, que yo voy a espabilar al resto –prevengo a mi mujer, mientras me dirijo a despertar a las familias vecinas que, a su vez, comienzan a despertarse unas a otras.

No hay mochila que preparar, todo se ha ido quedando por el camino. Nuestras únicas pertenencias son nuestras vidas, que hemos logrado conservar con mucho esfuerzo, y la de nuestras familias. Nuestro único objetivo: cruzar la frontera, la línea que separa la muerte segura, de la vida. Pero no nos lo iban a poner fácil. Somos demasiados y el país se acoge a su “derecho de control migratorio” para justificar la violencia contra quienes, como nosotros planeamos hacer esta noche, tratan de entrar de forma ilegal. En mi familia siempre hemos vivido aquello de que donde comen tres, comen cuatro; pero a algunos parece que no les entra en la cabeza en las actuales circunstancias.

A pesar de que no se ve casi nada y de que todos están obedeciendo las instrucciones sobre la necesidad de ser silenciosos, por la cuenta que les trae, el murmullo provocado por el movimiento de los casi 400 que formamos el grupo puede ser peligroso. Así que corro a buscar a Obama, el jefe del último conjunto de familias que se nos unió, para ver si están listos. A él no le gusta el mote, pero los suyos se lo pusieron por liderarlos al grito de “Sí se puede”. 

–Es la hora, no podemos esperar más – le digo ofreciéndole mi mano para ayudarlo a incorporarse.

–Pero aún estamos cansados –me contesta mientras se pone en pie con cuidado de no despertar a su mujer que descansa a su lado–. Algunos de los nuestros han dormido apenas dos horas después de tres noches.

–Lo sé, pero no nos podemos arriesgar. Las condiciones son óptimas, hay cero visibilidad, casi no puedo verte a ti que te tengo enfrente.

–Lo entiendo, pero no respondo de la fuerza de los míos. Haremos lo que podamos.

–Eso haremos todos, Obama, lo que podamos –le digo, agarrándolo fuertemente de ambos brazos y sacudiéndolo para infundirle ánimos–. Llegar hasta aquí ya ha sido un milagro. Si no venís con nosotros, lo estaréis tirando todo por la borda porque quién sabe cuándo volverá a haber una noche como esta. Además, en caso de no venir, tendríais que retroceder unos kilómetros para que no os descubran una vez hagamos nosotros el salto.

–Para atrás, ni para coger impulso amigo mío –responde con un brillo especial en la mirada– ¡Cuenta con nosotros!

El ataque a la valla lo hemos previsto realizar por la zona de Nahr Saghir, por ser el punto intermedio entre los dos puestos de control más alejados entre sí de todo el cercado. Debemos llegar antes de las cuatro de la madrugada, porque a esa hora los guardias suelen hacer un descanso para tomar café y se espabilan para el resto de la noche. Queremos pillarlos lo más desprevenidos posible, así que nos ponemos en camino sin miedo. El terror del que venimos ha sido tan intenso que jugarse la vida en un salto nos parece un juego infantil. Hay que pasar por ese trance y lo único que queremos es que acabe cuanto antes. 

Así que, en cuanto llegamos, iniciamos la maniobra tal y como habíamos previsto. Dos equipos, provistos de cizallas, se encargan de abrir sendos boquetes en la primera valla de alambre. Para sortear la segunda los más jóvenes han preparado, con chatarra encontrada en los alrededores, dos escalas que han quedado, no obstante, firmes y seguras. El movimiento lo hemos ensayado cientos de veces: subir con rapidez, sin pararse, pero sin empujar. Los primeros en subir colocan unas lonas sobre las concertinas que minimizan su capacidad de corte. Una vez arriba, hay que saltar al otro lado y, agarrándose con fuerza a la valla, bajar hasta una altura desde la que la caída sea aceptable, y, una vez de nuevo en tierra, salir rápidamente para evitar ser aplastados por los que vienen detrás. 

El plan se está cumpliendo a la perfección. En apenas cinco minutos, las primeras familias están ya subiendo las escalas de la segunda valla sin llamar la atención de la policía fronteriza. El apagón de internet a nivel mundial ha inutilizado las cámaras térmicas de videovigilancia y los detectores de movimiento, lo que nos da cierta ventaja. De hecho, es nuestra principal baza. Pero la cosa parece empezar a torcerse porque la tormenta eléctrica ha hecho su temida aparición. Los fuertes relámpagos convierten la noche en día dejándonos vendidos a ojos de los guardias que no tardan mucho en descubrirnos. La alarma comienza a sonar, eso sí, cuando más de la mitad del grupo ha logrado ya pasar al otro lado.

El protocolo estaba claro: una vez pasada la valla, todos teníamos que correr y adentrarnos en la ciudad, sin mirar atrás, para evitar ser devueltos en caliente. Todos menos yo, que tengo que regresar a comprobar cuántos lo conseguimos finalmente y a ayudar a los rezagados. Así que, en cuanto encontramos el primer coche tras el que escondernos, me detengo con mi mujer un instante. 

–¿Estás bien? ¿Tienes algún corte, algún golpe? –le pregunto mientras la niña se suelta de mi mano y corre a abrazarse a las piernas de la madre que la inspecciona de arriba abajo buscando heridas o lesiones.

–No, amor mío, todo perfecto. ¿Y Fátima?

–Fátima ha sido una campeona ¿verdad? Se ha agarrado a mi cuello como ensayamos, tan fuerte como pudo y solo se soltó cuando llegamos abajo y nos pusimos a correr. ¡Cómo corre mamá!

–Claro, papi –responde orgullosa la niña–. De mayor voy a ser corredora para ganar muchas carreras.

–Seguro que sí, mi amor, serás campeona olímpica, ya verás –le responde la madre abrazándonos y besándonos a los dos–. Gracias a Dios que estamos todos bien. 

–Sí, gracias a Dios, pero dejémonos de charlas y separémonos. No estaréis seguras del todo hasta que lleguéis a la ciudad. 

–No te preocupes, cariño, ya sabemos adónde tenemos que ir. Nos veremos allí dentro de un rato. Sé que tienes que volver, pero, por favor, no arriesgues más de lo necesario.

–Te prometo que vuelvo enseguida, preciosa –le digo mientras la abrazo– ¿Te he mentido alguna vez? .

Mientras las dos mujeres de mi vida corren hacia los callejones de la ciudad, me vuelvo hacia la valla, donde el humo de los gases lacrimógenos iluminados por los potentes focos de los 4×4 policiales hacen que la brecha que habíamos logrado abrir en la valla pareciera la mismísima puerta del infierno. Por el camino, me voy cruzando con varios supervivientes. Algunos corren solos, otros en parejas o en pequeños grupos. Unos lloran de miedo, otros se quejan de algún golpe, pero todos los rostros delatan la alegría de haber logrado salvar su vida.  

Óscar, uno de los muchachos que ayudó a construir las escaleras, se me acerca pletórico. 

–¡Gracias a papá, gracias a mi papá! –solloza mandando besos al cielo.

–Enhorabuena, hijo –le respondo mientras lo abrazo–. Seguro que tu padre estaría muy orgulloso de ti. Era un gran hombre y dio su vida para que tú, hoy, pudieras estar aquí, a salvo ¿Se han quedado fuera muchos?

–Muy pocos, unos 30. Los guardias tardaron bastante en llegar y, para entonces, ya había saltado casi todo el mundo. Han dado mucha leña, a mujeres, a niños… Luego sacaron las armas de fuego y empezaron a disparar a los que aún trataban de saltar, que caían muertos desde las escaleras o mientras emprendían la carrera hasta aquí. Ha sido horrible. No tienen piedad los hijos de puta.

–Claro, Óscar, al otro lado no hay ley y nadie se va a preocupar por nosotros. Ánimo, sigue corriendo que ya te queda muy poco.

–Gracias jefe, tenga cuidado –me desea mientras corre hacia la ciudad.

Un poco más adelante, una mujer de unos 40 años era ayudada a caminar por sus dos hijos adolescentes, uno a cada lado. Arrastraba uno de sus pies. Se le notaba que se había dislocado el tobillo, pero iba también radiante de felicidad. 

–No sigas, jefe, ya no queda nadie –me indica uno de los chicos–. Somos los últimos porque hemos tenido que ayudarla a ella. Además, hay que ponerse a cubierto porque parece que pronto va a llover.

El muchacho tiene razón, pero en el último vistazo hacia la valla me parece ver la silueta de un hombre recortada sobre la nube brillante del campo de batalla. No podía estar muerto, porque estaba arrodillado, así que decido acercarme, no sin antes indicarles adónde tenían que llevar a su madre para que la curaran.

Mientras se alejaban, me dirigí hacia la silueta que resultó ser la de Obama. Con los ojos perdidos en el infinito, repetía en bucle unas palabras que, al acercarme, reconocí como avemarías.

–Obama, vamos, no te quedes aquí. Tenemos que llegar a la ciudad –omito preguntarle por su mujer y sus dos hijos pues, al verlo solo, entiendo que nada bueno les ha ocurrido.

–Ellos ya no están, los han acribillado como a conejos, yo ya no tengo a dónde ir, yo ya no quiero ir a ningún sitio. ¡Déjame morir en paz! –gime.

–¡Después de llegar hasta aquí, te prohibo morirte, Obama! Vamos, levántate que quedan solo unos metros hasta la ciudad.

–¡Yo no soy Obama, me llamo José Luis! Obama y su familia estarán tan a gusto en su búnker maquinando cómo dominar el planeta que sus amigos han hecho volar por los aires.

–Vamos, José Luis, ¿te vas a seguir preocupando por las conspiraciones? Tu mujer y tus hijos estarán felices de saber que tú has logrado sobrevivir, y que has podido llegar a esta bendita tierra africana. De Europa no queda nada. Las ciudades que no fueron arrasadas por las bombas nucleares están contaminadas. ¡Pero tú has logrado llegar hasta aquí! ¿No ves que es un milagro?

–¡Y pensar que antes eran ellos, los africanos, los que subían a Europa buscando sobrevivir! ¡Malditos locos! ¡Qué esperaban encontrar en Occidente? ¿Civilización? ¡Animales! –se desgañita mirando al cielo– ¡Eso es lo que había en nuestra tierra! ¡Simple y llanamente, animales! ¡Asesinos!

Viendo el estado de shock en el que se encuentra mi compañero de huida, trato de incorporarlo para llevarlo a la fuerza hacia la ciudad. Meto mi hombro bajo su brazo y, al tratar de rodearlo con el mío por la cintura, noto la camisa caliente y mojada. Me miro la mano y enseguida me doy cuenta.

–Estás herido, José Luis. Tenemos que correr al puesto de socorro para parar la hemorragia. 

–Déjame morir aquí. En serio, Ricardo –me pide entre lágrimas–.

Que se supiera mi nombre de pila produce en mí una mezcla de orgullo y tristeza. Desde que huimos de España en aquel ferry-patera que logramos secuestrar rumbo a África todos se dirigían a mí como “el jefe”. Que me llamara por mi nombre demostró su interés por saber quién era yo. O más bien quién había sido. Oír “Ricardo” me recordaba a cuando trabajaba de ocho a tres, a cuando mis preocupaciones eran solo lo cara que se había puesto la fruta, la gasolina o la electricidad, a cuando tenía un país, una casa, una familia enorme, cientos de amigos, compañeros y conocidos. Pero el ataque nuclear acabó con todo en apenas un día. Los antiguos países “civilizados” eran ahora un páramo infecto, en el que ningún ser humano podría sobrevivir en siglos. 

–¡Vamos amigo! –lo animo–. Va a empezar a llover y debemos protegernos de la radiación que arrastrará el agua

–A mí me dan ya igual los niveles radiactivos. He perdido todo. Solo quiero morirme tranquilo –alcanza a decir antes de desvanecerse–.

Me lo cargo a la espalda y consigo llegar con él hasta el puesto de socorro donde, al poco, me confirman que ha sido solo un síncope. La bala había entrado y salido limpiamente, sin afectar a ningún órgano importante. Me entregan sus objetos personales –una cartera y una bolsa de plástico con varios pasaportes– para que se los guarde mientras se recupera. Estoy impresionado por la acogida del personal médico y de los voluntarios del campo de refugiados. Todos locales. Ni una palabra de reproche: solo cariño y consuelo. Hemos invadido su país los mismos que hace nada les impedíamos a ellos cruzar la frontera en rumbo opuesto. Del sur al norte, del norte al sur, ¿cuál es ahora el sentido de la vida?

La lluvia repiquetea sobre la lona de la tienda del campo de refugiados en la que me reúno de nuevo con mi mujer y mi hija. Algunas familias, sentadas en los camastros, cuentan la suerte que había corrido tal o cual amigo. Otros, discuten sobre las diferentes rutas posibles en la siguiente etapa de viaje hacia el sur, buscando zonas más seguras y limpias de radioactividad. Yo me quedo en el centro, junto a la estufa con la que se calienta la estancia y donde hierve agua para el té. A la luz de las brasas, abro la cartera de José Luis y compruebo que, entre su documentación, hay un carné de afiliado a un partido político. A pesar del momento dramático que acabamos de vivir, no puedo evitar soltar una gran carcajada que calla, de golpe, las conversaciones de todos los refugiados en la tienda.

–Jefe, ¿estás bien? ¿De qué te ríes? –se preocupa Montse, una catalana que logró alcanzar sola las costas africanas, sin saber apenas navegar, en su pequeño velero–.

–Sí, Montse, no te preocupes –le contesto a la vez que echo el carné al fuego sin poder parar de reír con más ganas aún–. 

Mientras veo derretirse el plástico del documento, la risa histérica va dando paso al llanto, y puedo, por fin, descargar toda la tensión acumulada. Abrazado a los míos, lloro amargamente por el día en que la humanidad perdió el sentido.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

España

Las declaraciones a favor de la Iglesia aumentan un 8,5%

En total, los contribuyentes han destinado más de 320 millones de euros que permitirán “a la Iglesia hacer frente al aumento de las necesidades sociales en un contexto económico difícil”, como ha querido subrayar Fernando Giménez Barriocanal, vicepresidente de Asuntos económicos de la CEE.

Maria José Atienza·28 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

La Conferencia Episcopal Española ha presentado los datos de la campaña de la Renta del año 2022 que corresponde al ejercicio fiscal de 2021.

Entre los datos presentados destaca el aumento del número de declaraciones de la renta a favor de la Iglesia católica en España. En efecto, más de 84.000 contribuyentes más decidieron marcar la X de la Iglesia en su declaración de la Renta en el ejercicio correspondiente a 2021.

Un aumento de más de un 8,5% más de declaraciones a favor de la Iglesia y que arrojan un total de más de 8,5 millones de españoles marcan la casilla de la Iglesia teniendo en cuenta las declaraciones individuales y las conjuntas, lo que supone el 31,29% de las declaraciones presentadas. Se trata, en palabras del director del secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia, José María Albalad, de un “espaldarazo al servicio social y espiritual de la Iglesia en España. Tas años de dificultad los contribuyentes han premiado esta labor”. Una labor que se puede conocer a través de la web portantos, que este año además, incorpora una mayor variedad de datos acerca de esta Asignación Tributaria, así como una explicación del «viaje de la X» desde que se marca, hasta que la contribución se materializa.

La asignación a la Iglesia se ha visto incrementada en 14 de las 17 comunidades autónomas españolas. Por delegaciones tributarias, Ciudad Real (51,62%), seguida de Jaén (47,35%) y Badajoz (43,03%) son las de mayor número de declaraciones en favor de la Iglesia. En valor absoluto, las delegaciones de Hacienda donde han crecido más el número de asignaciones son Madrid, Sevilla, Málaga y Murcia.

Más de 320 millones de euros

320.723.062 euros es la cifra total que la Iglesia católica ha recibido en este ejercicio fiscal. Una cantidad que supone una aportación media de 37,63 euros por contribuyente.

El montante recibido a través de la Asignación tributaria se distribuye, como ha recordado Giménez Barriocanal “siguiendo el como criterio la solidaridad y la comunión entre las diversas diócesis. De modo que las diócesis que están en provincias con rentas altas como Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga o Murcia ayudan a sostener a las diócesis de la España despoblada”.

Suben las otras vías de financiación

La aportación que recibe cada diócesis de la Asignación Tributaria supone un 22% del presupuesto total medio de las diócesis, algo menos que el pasado ejercicio, lo que supone que las otras vías de financiación de la Iglesia vienen ganando mayor peso. En este sentido, tanto Barriocanal como Albalad han querido subrayar otros datos como la subida del 10% en las colectas de las parroquias, durante este último año, y el crecimiento del número de personas que opta “por una suscripción periódica de ayuda a sus parroquias y que es la mejor manera de elaborar presupuestos realistas”.

Giménez Barriocanal ha querido destacar que, a pesar de estos buenos datos, aún queda mucho camino que recorrer, especialmente, en dar a conocer la labor de la Iglesia y en la posibilidad de marcar la cruz de la Iglesia y la de “otros fines sociales” a través de las que se puede ayudar mucho más.

Vaticano

Visita del Papa Francisco a Hungría

El Santo Padre visitará Hungría durante el tiempo de Pascua, del 28 al 30 de abril de 2023. El punto culminante del viaje será una Santa Misa frente al edificio del Parlamento húngaro el domingo.

Daniela Sziklai·28 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Santo Padre visitará Hungría durante el tiempo de Pascua. Visitará la capital, Budapest, del 28 al 30 de abril de 2023. El punto culminante del viaje apostólico de tres días al país centroeuropeo será una Santa Misa frente al edificio del Parlamento húngaro el domingo.

«El viaje apostólico del Papa es un acontecimiento muy importante, no sólo para los católicos, sino para todos los húngaros de ambos lados de la frontera», anunció la Conferencia Episcopal Húngara poco después de que el Vaticano anunciara oficialmente la visita. «Debido a la edad del Santo Padre, los encuentros tendrán lugar [sólo] en Budapest, a los que invitamos cordialmente y esperamos a todas las personas de nuestro país y de los países vecinos – especialmente para la Santa Misa del domingo».

El Papa Francisco visita el país centroeuropeo por segunda vez en su mandato. En septiembre de 2021, asistió al Congreso Eucarístico Mundial en Budapest y celebró la Santa Misa en la Plaza de los Héroes. El hecho de que el Papa pasara sólo unas horas en la capital húngara y luego viajara directamente a Eslovaquia para realizar una visita apostólica dio pie a especulaciones en su momento. Se dijo que podría haber expresado su desaprobación de la restrictiva política de refugiados del primer ministro nacionalista de derechas húngaro, Viktor Orbán. Sin embargo, tales interpretaciones fueron inmediatamente rechazadas por las autoridades eclesiásticas.

Un viaje de carácter social

La visita del Santo Padre esta vez -además de las citas oficiales con los representantes del Estado y de la Iglesia local- tiene un claro enfoque social. El sábado, Francisco visitará una institución para niños ciegos y deficientes visuales. El «Hogar para ciegos Beato Ladislao Batthyány» de Budapest consta de un jardín de infancia, una escuela y una residencia infantil, y fue fundado en 1982, todavía en la época comunista, por la comprometida monja y maestra curativa Anna Fehér, fallecida en 2021. La institución lleva el nombre del oftalmólogo y padre de familia Ladislaus Batthyány-Strattmann (1870-1931), beatificado en 2003. Este noble húngaro abogó durante toda su vida por una buena atención médica a los pobres y necesitados.

También el sábado tendrá lugar un encuentro con pobres y refugiados en una iglesia de Budapest. Por la tarde, habrá un encuentro del Papa con jóvenes en el pabellón deportivo László Papp. El domingo, después de la Santa Misa, el Santo Padre se reunirá también con representantes de las ciencias y las universidades en la Universidad Católica Péter Pázmány.

La Presidenta de Hungría, Katalin Novák, había cursado una invitación a Francisco el año anterior. La política había visitado a Francisco en el Vaticano en agosto de 2022. Novák, que pertenece a la Iglesia Reformada, subraya en repetidas ocasiones su compromiso con el cristianismo y los valores familiares tradicionales. La mujer, casada y madre de tres hijos, había sido ministra húngara de Asuntos Familiares antes de asumir la jefatura del Estado en mayo de 2022 y es considerada una fiel compañera del primer ministro húngaro, Orbán. El propio Jefe de Gobierno visitó al Papa en abril de 2022.

La religión en Hungría

Orbán gobierna Hungría con una mayoría de dos tercios en el Parlamento desde 2010. Él y su gabinete han apoyado firmemente y favorecido claramente a las llamadas «iglesias históricas» del país desde que llegaron al poder. La política eclesiástica húngara, bastante liberal desde el final del comunismo, que esencialmente trataba por igual a todas las comunidades religiosas registradas desde una perspectiva estatal, fue sustituida bajo el gobierno de Orbán por un sistema de reconocimiento estatal a varios niveles. La lista de «iglesias reconocidas», el nivel más alto de este sistema, incluye actualmente 32 comunidades, principalmente cristianas. Además, hay varios grupos musulmanes, judíos y budistas.

Éstas reciben numerosas prestaciones económicas y subvenciones del Estado, especialmente para sus instituciones sociales y educativas. A su vez, el Estado transfiere sistemáticamente a las comunidades religiosas amplias tareas en los ámbitos de la educación, los asuntos sociales y la cultura. Así, en los últimos años, las escuelas públicas de muchos lugares del país han pasado a manos de la Iglesia, a veces a pesar de la desaprobación de padres y profesores. También hay voces críticas dentro de la Iglesia sobre esta estrecha relación entre Iglesia y Estado y también sobre las simpatías políticas que a veces muestran abiertamente algunos funcionarios eclesiásticos por el partido gobernante Fidesz.

En cuanto a la afiliación religiosa de la población, la secularización y el alejamiento de las personas de las comunidades religiosas tradicionales también avanzan cada vez más en Hungría. Según el censo de 2011, en Hungría vivían 3,9 millones de católicos, lo que suponía el 37% de la población y, por tanto, la comunidad religiosa más numerosa del país. (Todavía no se dispone de datos más recientes, ya que los resultados del último censo de 2022 aún no se han publicado en su totalidad).

Sin embargo, sólo diez años antes, el 51% había profesado el catolicismo. Por otra parte, la proporción de los que no quisieron responder a la pregunta sobre su confesión religiosa fue del 27%. Otro 19% de los encuestados se describía abiertamente como «sin confesión religiosa». Estos dos grupos eran incluso mayoritarios en el este del país, anteriormente protestante, mientras que el catolicismo seguía siendo la religión dominante en el oeste y el norte. El segundo grupo religioso del país era el de los reformados (calvinistas), con un 11%, y los evangélicos (luteranos) ocupaban el tercer lugar, con un 2%. El porcentaje de todas las demás comunidades religiosas era significativamente inferior.

Durante muchos años, la donación voluntaria del 1% del impuesto anual sobre la renta a una comunidad religiosa, organización de ayuda u organización no gubernamental ha desempeñado un papel importante en la financiación de las comunidades religiosas. En este ámbito, la Iglesia católica sigue ocupando claramente el primer lugar entre los grupos religiosos. En conjunto, sin embargo, el servicio de socorro es el que más donaciones ha recibido del impuesto sobre la renta en los últimos años.

El autorDaniela Sziklai

Evangelización

Santiago Pons: «Parroquias evangelizadoras es un despertador»

El I Congreso Buenas Prácticas en Parroquias, impulsado por la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha presentado el estudio ‘Parroquias Evangelizadoras’, elaborado por su Facultad de Teología. Su decano, José Santiago Pons, explica a Omnes que se trata de “despertar una inquietud por una transformación a fondo de la cultura y la vida parroquial”.

Francisco Otamendi·28 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

Había expectación, y la numerosa asistencia al congreso, celebrado en el Paraninfo de la Universidad CEU Cardenal Herrera y en el Seminario Mayor La Inmaculada de Moncada, confirmó el interés. Han participado, entre otros, Monseñor Armando Matteo, secretario de la sección doctrinal del Dicasterio para la Doctrina de la Fe; y desde Los Ángeles (EEUU), William Simon, fundador y presidente de ‘Parish Catalyst’ y autor del best seller pastoral “Grandes parroquias católicas: cuatro prácticas pastorales que las revitalizan”.

El arzobispo de Valencia, Monseñor Enrique Benavent, celebró la Misa de envío y presidió el acto de clausura, en el que señaló que “para la mayoría de los bautizados que tienen alguna inquietud de vivir su fe, la parroquia continúa siendo una referencia fundamental”, y “no puede ser una “mera estructura administrativa, sino un lugar de vivencia de la fe” y “un espacio acogedor”, donde la Iglesia “muestre su rostro amable”.

El congreso tuvo un recuerdo especial hacia el obispo auxiliar de Barcelona Antoni Vadell, fallecido el pasado año, y miembro del grupo de expertos que participó en los orígenes del trabajo. 

En su conferencia sobre el ‘Perfil del sujeto posmoderno a evangelizar’, Mons. Armando Matteo, manifestó que “Peter Pan es el nuevo adulto al que tenemos que evangelizar”. La sociedad actual “impone una adoración de la juventud, el cuerpo joven es el símbolo de este nuevo culto” y, desde la Iglesia se debe ser consciente de que “una buena práctica es acoger al sujeto adulto moderno”.

El I Congreso Buenas Prácticas en Parroquias

La génesis del congreso ha sido la exposición del estudio ‘Parroquias Evangelizadoras’, que durante más de dos años ha elaborado la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de la Universidad Católica de Valencia, y para el que “se ha contactado con unas 250 parroquias de toda España, utilizando aplicaciones y encuestas con las que se han extraído las mejores prácticas que convierten a esas comunidades en un referente en el campo de la conversión pastoral”, ha señalado a Omnes Santiago Pons, decano de la Facultad de Teología de la UCV.

“No es un modelo de parroquia”

En el contexto, expuesto en la presentación del estudio, de la “transformación misionera y evangelizadora a la que nos están invitando los últimos pontífices y, de un modo muy directo, el Papa Francisco”, y el hecho de que la “la parroquia es una estructura básica dentro de la Iglesia” [en España hay casi 23.000 parroquias, según la Conferencia Episcopal], Santiago Pons afirma que “no hemos identificado un modelo de parroquia, sino un conjunto de buenas prácticas [57], que se hacen efectivas según sus necesidades y recursos, pero que les otorga un aire de familia”. 

El decano Santiago Pons había declarado la necesidad de “cambiar el planteamiento y la forma de situarnos en las parroquias. No se trata de un cambio de maquillaje, sino de un cambio profundo en la cultura de nuestras comunidades parroquiales”. Ahora precisa la idea al conversar con Omnes, sin dejar de aludir al parecer de los obispos españoles.

¿Cómo surgió la idea de este primer Congreso de buenas prácticas en parroquias?

–La génesis radica en dar a conocer el estudio ‘Parroquias Evangelizadoras’ de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de la Universidad Católica de Valencia. En este trabajo se ha contactado con unas 250 parroquias de toda España. 

Usted habla de la necesidad de una “conversión pastoral”, de una “transformación pastoral”. Incluso de que hay “romper la negatividad”. ¿Puede explicarlo un poco? ¿Perciben desánimo?

–Efectivamente, desde hace algún tiempo los sacerdotes y los fieles se encuentran muchas veces desanimados, porque las nuevas iniciativas que se intentan en las parroquias no acaban de significar un cambio real. 

Se mantienen los servicios caritativos, ya que las necesidades siguen creciendo, pero de forma generalizada seguimos en parroquias de “mantenimiento” y/o “conservación”. No obstante, existen parroquias en España que han iniciado un proceso de transformación y lo que se ha hecho desde el proyecto de investigación ‘Parroquias Evangelizadoras’ es contactar con ellas. Queríamos conocer su experiencia, que compartieran lo que hacen y las dificultades con las que se han encontrado. Queríamos contar a todo el mundo cómo han innovado en la forma de evangelizar.

Ésta fue la razón del estudio: contactar con estas parroquias y poder compartir con todas las demás su experiencia de éxito, de modo que sirva de impulso y de ayuda para que, cada vez más, se inicien estos procesos de transformación. 

Sintetice, si es posible, alguna conclusión del informe titulado ‘Parroquias evangelizadoras’ que se ha presentado en el congreso. ¿Constatan un número aproximado de parroquias que llaman “renovadas”? ¿Qué les diferencia?

–Se diferencian en muchas características, puesto que no se puede establecer un único método. Cada parroquia establece su propio modelo. Hemos constatado que existen parroquias que comparten una cultura, o una estructura, y que son aquellas que lideran la Conversión Pastoral, pero que la forma en las que las incorporan depende de su identidad y su contexto. Por eso insistimos en que no hemos identificado un modelo de parroquia, sino un conjunto de buenas prácticas que se hacen efectivas según sus necesidades y recursos, pero que les otorga un aire de familia.

En el congreso han intervenido William E. Simon Jr. y Monseñor Armando Matteo, secretario de la sección doctrinal del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.

–Sí. Se ha presentado recientemente la traducción al castellano de la obra ‘Convertir a Peter Pan’, de Armando Matteo, uno de los ponentes internacionales del Congreso. Esta obra trata del individuo posmoderno al que la Iglesia está llamada a evangelizar. La traducción del libro de Matteo ha sido promovida por la Facultad de Teología de Valencia, como ya hizo en 2018 con la obra de Wiliam Simon ‘Grandes parroquias católicas. Cuatro prácticas pastorales que las revitalizan’. 

Y es cierto que esas prácticas pastorales de Estados Unidos de las que habla Simon han estado en el origen de la investigación que ahora se presenta sobre la realidad de las parroquias españolas. El Congreso de Buenas Prácticas también ha tenido la suerte de contar con una ponencia a cargo del propio William E. Simon Jr.

Clausura el congreso el arzobispo de Valencia, Monseñor Enrique Benavent. ¿Cómo perciben los obispos esta iniciativa, en el contexto de la nueva evangelización a la que nos llama el Papa Francisco? 

–Se trata de un proceso muy novedoso. Nuestros obispos, en general, son conscientes de los problemas que se encuentran en sus diócesis, pero tal vez no acaban de caer en la cuenta del tipo de transformación que estamos llamados a tener. Por ello, esperamos que este Congreso ayude, un poco, a despertar esa inquietud por una transformación a fondo de la cultura y la vida parroquial.

Parroquias “en clave evangelizadora”

Hasta aquí las palabras del decano. Pueden acceder al final de esta información a un resumen del informe ‘Parroquias evangelizadoras’, que ha contado con el asesoramiento de la Fundación SM y el Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA). De las entrevistas realizadas se extrajeron “cerca de 60 prácticas que estaban realizando algunas de las parroquias que lideran la Conversión Pastoral en España”. 

“El trabajo ha desarrollado un mapeo en diferentes parroquias españolas, ‘atendiendo a los criterios o dimensiones de lo que podrían ser aspectos relevantes para iniciar un proceso y un cambio con un único horizonte: ser una parroquia en clave evangelizadora’”, afirma Yolanda Ruiz, una de las investigadoras del estudio, directora de la Cátedra Abierta Scholas Occurrentes de la UCV. 

Además del decano Santiago Pons y de Yolanda Ruiz, el trabajo ha sido desarrollado por los catedráticos Agustín Domingo y José Vidal; el párroco y profesor Vicente Tur; Teresa Valero, delegada episcopal de Evangelización de la diócesis de Solsona; José Luis García, coordinador general del proyecto, y el analista de datos Cristian Camus. 

El congreso fue inaugurado por el obispo auxiliar emérito de Valencia monseñor Javier Salinas, junto al rector de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir, José Manuel Pagán; y el propio decano de la Facultad de Teología, José Santiago Pons.

El autorFrancisco Otamendi

Familia

Si de verdad me quieres

Actualmente, la confusión entre sentimiento y cariño, propiciada por nuestra cultura líquida y superficial, tiene como consecuencia que muchas personas no sepan, realmente, lo que es amar; y al no saberlo, lo lógico es que fracasen en sus relaciones.

José María Contreras·28 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Escucha el podcast «Si de verdad me quieres», por José María Contreras Ir a descargar

Hay una película que a mí me pareció deliciosa, no sé si la habrán visto. Se llama El Violinista en el Tejado. Trata de un matrimonio de judíos en la Rusia de los zares. Casi al inicio de la pregunta, tras no pocos avatares, su hija mayor consigue la aprobación paterna para casarse con el amor de su vida. La chica está ilusionadísima con el hecho de contraer matrimonio y esta actitud parece sorprender a su padre al que, da la sensación de esos sentimientos tan positivos le diera cierta nostalgia. Parece algo así como: “esta niña, que conoce a su futuro marido hace poco tiempo y está tan contenta… Mi mujer ¿lo estará también?”.

Se encamina a comprobarlo y, de repente, le preguntó a su mujer: “¿Tú me quieres?”

La respuesta que ella le da es una de las más inteligentes y verdaderas que se pueden dar. Ella, mayor y “trabajada por la vida” le responde, utilizando el lenguaje de su época y la forma de decir de su cultura: “tú lo sabrás”. Y continúa: “Te he seguido durante veinticinco años a donde hemos  tenido que ir, te he dado 8 hijos. Te he procurado obedecer. Te he cuidado cuando lo has necesitado. Te he atendido cuando has estado enfermo. Tu sabrás si te quiero”.

Lo maravilloso es que el marido le pregunta acerca del sentimiento que tiene hacia él. Si siente, más o menos, lo que su hija por su novio. Ella, sin embargo, no le contesta con un sentimiento, sino con un comportamiento. Con obras: “Si quieres saber si te quiero, mira lo que hago por ti”. Es el famoso refrán español, el cual podríamos cambiar por: Obras son amores y no intensas emociones. El amor se demuestra con obras.

¿Quién quiere más al abuelo? ¿El que va muchas veces a verlo a la residencia de ancianos donde vive, aunque le cueste, o el que no va nunca y dice que lo quiere mucho? Pues igual. El cariño de demuestra en el día a día, y no en momentos especiales en los cuales por lo emocionante del momento, uno siente mucho y por eso cree que quiere mucho.

Actualmente, la confusión entre sentimiento y amor, propiciada por nuestra cultura líquida y superficial, tiene como consecuencia que muchas personas no sepan, realmente, lo que es amar; y al no saberlo, lo lógico es que fracasen en sus cariños. Llaman cariño y amor a lo que no es y falta de cariño a lo que –en muchas ocasiones- es amor del bueno.

El amor está en la voluntad. La voluntad, lo sabemos, se alimenta de los sentimientos y de la inteligencia. Cuando los sentimientos no responden -algo que ocurre con cierta frecuencia en una relación de pareja- hay que recurrir a la inteligencia para seguir queriendo.

Si no lo hacemos, la voluntad se alimentará solamente del sentimiento negativo que nos envuelve y por tanto la respuesta además de equivocada puede romper nuestra relación porque estamos llamando amor o, en este caso, desamor a lo que no los es.

Familia

Verónica Sevilla: “La mujer es un factor de cambio en la Iglesia”

Coach, especializada en gestión turística, madre y mujer cristiana, la ecuatoriana Verónica Sevilla habla con Omnes del papel de la mujer en la Iglesia, su influencia y su importancia como "motor de cambio".

Maria José Atienza·27 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

La vida de Verónica Sevilla vida ha conocido múltiples facetas: Fue elegida Miss Ecuador en el año 1986 y ha estudió Ciencias Humanas y Religiosas en la Universidad Técnica Particular de Loja. Además de eso se diplomó en Dirección y Gestión de Turismo y se formó como coach, especialidades en las que invierte su tiempo de trabajo.

Profundamente creyente, Verónica está plenamente convencida de que, con su trabajo diario, construye la Iglesia junto a otros millones de hombres y mujeres en el mundo.

En esta entrevista con Omnes, habla sin tapujos de esta fe, de su trabajo y de la colaboración que presta en la preparación del Congreso Eucarístico Internacional 2024.

¿Cuál es el lugar de la fe en su vida? ¿Cómo lo manifiesta?

–La Fe en mi vida es fundamental, porque da sentido a cada parte de mi vida. Los momentos felices, como los tristes, se hacen más llevaderos. Los tiempos de desierto, donde parece que no pasa nada, cobran sentido para reposar del estrés actual.

Hoy por hoy, llevamos una vida rápida, exigente, competitiva, llena de información de todo tipo y la Fe es ese “cerrar los ojos y entregarle a Dios” que me permite discernir y afrontar cada espacio de mi vida como: madre, esposa, hija, amiga, ejecutiva, política, deportista, como mujer actual.

Desde hace un tiempo, se habla del «papel de la mujer en la Iglesia», ¿cree que, a veces, se confunde únicamente con tener más cargos dentro de la estructura eclesial? 

–Creo que en la Iglesia se refleja lo que las mujeres están reclamando en la sociedad en general, las mujeres buscan tener cabida en los espacios de toma de decisión. Pero la Iglesia no es una estructura como la de una empresa, tiene otra trascendencia. Hay que tener cuidado para no  confundir la equidad en la sociedad con la de la Iglesia.

La mujer ya tiene un modelo hermoso: la Virgen María. Ella debe ser nuestro referente, ella está allí: ama, une, impulsa, sirve, se expresa.  Ella con su sí en todos los momentos cambia el mundo, como lo hizo en la Encarnación.

La mujer es un factor de cambio en la Iglesia, con su entrega y trabajo. Hay muchos espacios ocupados por mujeres en la Iglesia que son fundamentales y desde los cuales se generan obras que cambian el mundo. El Papa Francisco nos recuerda que “sin las mujeres la Iglesia del continente perdería la fuerza de renacer continuamente”.

Desde que el Arzobispo de Quito me llamó para que colabore con la organización del Congreso Eucarístico Internacional 2024, he trabajado con varios sacerdotes y obispos, Doy con transparencia y paz mi punto de vista, e intento argumentar mis decisiones, como en cualquier empresa, noto que me valoran y respetan. Logramos llegar a los objetivos y vamos avanzando en el proyecto juntos con el equipo que lo integramos sacerdotes, religiosas y laicos .

¿Qué aporta la vida profesional y familiar de una mujer de hoy a la vida y la misión de la Iglesia?

– La mujer aporta desde muchos ámbitos dentro de la misión de la iglesia. Si entendemos que la familia, es donde nace la fe. Somos las mujeres las que llevamos la fe a los hijos, si somos casadas junto con la pareja, o si nuestra pareja no comparte o somos divorciadas, no debemos desmayar. Hay mucho que enseñar también desde la vulnerabilidad personal.

Las mujeres somos portadoras de espiritualidad a donde vayamos con el ejemplo, con la actitud, con la palabra. Porque creer en Cristo no basta, hay que actuar como Cristo nos pide en el día a día: en la casa, en la oficina, en la calle, en el bus, en los puestos que ocupamos en las altas dignidades y con mayor razón si somos personajes públicos.

Mirar a María, preguntarse si la forma como reaccionamos, o la forma que nos comportamos o nos comunicamos sería la de ella, eso es atemporal.

Claro que no es fácil porque el sistema productivo, la presión social y profesional y el entorno actual nos presenta exigencias a veces incompatibles. Aun así, hay que hacer un esfuerzo consciente de mantenerse firme. Eso muchas veces puede costarte espacios por los que has trabajado y sacrificado mucho en lo profesional o personal. Es justamente allí donde está la misión de los laicos: mujeres u hombres. Está en esos espacios del mundo actual, competitivo y duro, donde aportas a la vida de la iglesia, cuestionando ese status quo, esos espacios con tu presencia de mujer católica actual, siendo coherente con tu fe, a pesar de lo que pueda presentarse.

¡Lo lindo de todo esto es que funciona! Verás proyectos realizados, que tendrán un sentido trascendente que no sospechabas, habrá personas que se acercarán a dar las gracias por como las trataste, por la palabra que le diste o simplemente porque te observó y quiso tener ese ‘no sé qué” que ellos llaman, que les hizo ver ahí la mano de Dios.

«Creer en Cristo no basta, hay que actuar como Cristo nos pide en el día a día: en la casa, en la oficina, en la calle, en el bus»

Verónica Sevilla

¿Son las mujeres realmente conscientes de la importancia de su papel en todos los ámbitos de la sociedad?

­Creo que no es una regla general, hay un grupo de mujeres que están muy conscientes y trabajan duro para hacerse un espacio para lograr esos cambios en todos los ámbitos de la sociedad, pero aún hay una gran cantidad que, debido a las diferencias económicas y sociales, así como, la falta de oportunidades, no tienen como pensar en su importancia.

Para ellas estamos las mujeres y los hombres que tenemos más oportunidades, más posibilidades, que hemos recibido más “talentos” (entiéndase oportunidades) y, por lo tanto, más responsabilidad de generarles cambios positivos, de darles esas posibilidades a través de trabajo, la educación, la fe y generar esas oportunidades que las dignifiquen y les den esa importancia que tienen dentro de todos los ámbitos de la sociedad. 

¿Considera que hay un crecimiento de una especie de autocompasión en las mujeres que se consideran feministas y que, por el contrario, no ayuda en nada al verdadero «empoderamiento?

­El feminismo es un movimiento que nace de la desigualdad que históricamente ha existido. Considero que es correcto y legítimo luchar por los espacios de equidad para la mujer, que debemos hacerlo de la mano mujeres y hombres, así la sociedad se desarrollará sana. El primer espacio es la familia y desde allí se debe irradiar a toda la sociedad siempre equidad en el amor. 

El feminismo, como todo movimiento que nace de la desigualdad, tiene ramas que se vuelven radicales, contestatarias y hasta violentas, generalmente sus miembros han pasado por historias dolorosas, por experiencias duras que han dejado una huella muy profunda. Creo que la actitud nace de heridas no sanadas, de circunstancias que no podemos juzgar, pero, que seguro fueron faltas de amor. Si la motivación es el dolor, el “empoderamiento” será destructivo y no durará en el tiempo, entonces no será positivo.

El poder nace de la posibilidad de hacer el bien, de crear, de generar espacios, cambios y oportunidades para las mujeres u hombres que los necesitan. Aunque hayas sufrido, no se puede generar esas oportunidades con métodos contrarios al amor. Es así que para ser una “mujer empoderada” tu poder está en sanar, perdonar y poner amor cada cosa que hagas en el día a día ordinario, en la familia, en las amistades, en el trabajo, en el deporte, etc.

Vaticano

El Papa pide evitar “el diálogo con el diablo” en las tentaciones

Francisco ha invitado en el Ángelus del primer Domingo de Cuaresma a “evitar discutir con el diablo y responder rezando con la Palabra de Dios”, con el ejemplo de Jesús, que ante las tentaciones, “no dialoga con el diablo, no negocia con él, sino que rechaza sus insinuaciones con las Palabras benéficas de las Escrituras”.

Francisco Otamendi·26 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Para vencer “el apego a las cosas, la desconfianza y la sed de poder, tres tentaciones frecuentes y peligrosas que el diablo emplea con el fin de dividirnos del Padre y hacer que ya no nos sintamos hermanos y hermanas entre nosotros, para llevarnos a la soledad y a la desesperación”, el Papa Francisco ha aconsejado en el Ángelus del primer Domingo de Cuaresma “evitar discutir con el diablo y responder rezando con la Palabra de Dios”.

Jesús “no dialoga con el diablo, no negocia con él”, manifestó el Papa. “Esto supone una invitación para nosotros: ¡con el diablo no se discute! No se le vence tratando con él, sino oponiéndole con fe la Palabra divina. De este modo, Jesús nos enseña a defender la unidad con Dios y entre nosotros, de los ataques del que divide. ¡Y necesitamos unidad!” 

El Evangelio de este primer Domingo de Cuaresma presenta a Jesús en el desierto tentado por el diablo (cfr. Mt 4,1-11). “Diablo significa ‘el que divide’. Su nombre nos dice lo que hace: divide. Eso es lo que se propone también tentando a Jesús. Veamos ahora de quién lo quiere dividir, y de qué modo.”, afirmó el Romano Pontífice desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano, en la Plaza de san Pedro.

¿De quién quiere separar el diablo a Jesús?, se preguntó, y respondió poniendo como ejemplo la unidad de las Personas divinas. “Poco antes de que Jesús sea tentado, cuando recibe el Bautismo de Juan en el Jordán, el Padre le llama ‘mi Hijo amado’ (Mt 3,17), y el Espíritu Santo desciende sobre Él en forma de paloma (cfr. v. 16). El Evangelio nos presenta así las tres Personas divinas unidas en el amor. No solo: Jesús mismo dirá que ha venido al mundo a hacernos partícipes de la unidad que existe entre Él y el Padre (cfr. Jn 17,11). El diablo, en cambio, hace lo contrario: entra en escena para dividir a Jesús del Padre y apartarlo de su misión de unidad para nosotros”. 

“Tres venenos potentes”

El maligno intenta entonces infundir en Jesús tres “venenos potentes”, para paralizar su misión de unidad, continuó Francisco. “Estos venenos son el apego a las cosas, la desconfianza y el poder: “¡Sigue los criterios del mundo, logra todo tú solo y serás poderoso! Terrible, ¿no es cierto?” 

“Pero Jesús vence las tentaciones. ¿Cómo? Evitando discutir con el diablo y respondiendo con la Palabra de Dios.”, manifestó el Papa, como se ha señalado al principio. “Probemos, nos ayudará en las tentaciones, porque, entre las voces que se agitan dentro de nosotros, resonará la voz benéfica de la Palabra de Dios”. 

El Papa concluyó acudiendo a la Virgen María. “Que María, que ha acogido la Palabra de Dios y con su humildad ha derrotado la soberbia del que divide, nos acompañe en la lucha espiritual de la Cuaresma”, alentó.

Tierra Santa, Burkina Faso, migrantes, Ucrania, sirios, turcos

Tras el rezo de la oración mariana del Ángelus e impartir la Bendición, el Papa se refirió a “noticias dolorosas” de Tierra Santa, “tantas personas asesinadas, incluso niños, una espiral de violencia”. Francisco renovó su llamamiento para que “el diálogo prevalezca sobre el odio y la venganza”, y “pido a Dios por los palestinos y los israelíes, para que encuentren el camino de la fraternidad y la paz, con la ayuda de la comunidad internacional”, añadió.

El Santo Padre manifestó también su fuerte preocupación por “la situación en Burkina Faso, donde continúan los atentados terroristas”, e invitó a “rezar por el pueblo de ese querido país, para que la violencia que ha sufrido no les haga perder la fe en el camino de la democracia, la justicia y la paz”.

También mencionó el Papa con dolor el naufragio en la costa de Calabria, cerca de Crotone (Italia), del que se han recuperado 40 muertos, muchos de ellos niños. “Rezo por cada uno de ellos, por los desaparecidos, y por los demás migrantes y supervivientes”. “Que la Virgen sostenga a estos hermanos y hermanas nuestros”, rogó.

El Romano Pontífice pidió que “no olvidemos la tragedia de la guerra en Ucrania”, ni “el dolor del pueblo sirio y turco por el terremoto”. Francisco recordó asimismo los 50 años de la asociación italiana de donación de órganos, que “promueve la vida a través de estas donaciones”, y la próxima Jornada Mundial de Enfermedades Raras, que será pasado mañana. Alentó a las asociaciones de enfermos y familiares, y pidió que no falte, “especialmente a los niños, nuestra cercanía para hacerles sentir el amor y la ternura de Dios”.

El autorFrancisco Otamendi

América Latina

Asamblea regional de la etapa continental del Sínodo de la Sinodalidad en la región Centroamérica y México

La etapa continental del Sínodo de la Sinodalidad en la región Centroamérica y México cerró su asamblea regional con una llamada a poner a Cristo en el centro de la vida de la Iglesia.

Néstor Esaú Velásquez·26 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

Del 13 al 17 de febrero se desarrolló la asamblea regional del sínodo de la sinodalidad en la región Centroamérica y México realizando así su proceso de discernimiento en esta etapa continental. Este primer encuentro de los 4 que se realizan en la región ha tenido por sede la Casa de convivencia Familia de Nazareth, ubicada en la carretera al Puerto de la Libertad en el municipio de Zaragoza de El Salvador.

La invitación que resuena durante esta etapa es la de “Ensancha el espacio de tu tienda” (Is. 54,2), esta cita extraída del profeta Isaías ha dado el título al documento de trabajo para la etapa continental del sínodo de la sinodalidad, un documento que pretende unir las voces de millones de personas alrededor del mundo y servir como documento de estudio, reflexión y discernimiento durante esta parte del proceso y de forma especial durante estos encuentros continentales y regionales.

Para la región Centroamérica y México fueron 91 los participantes de las diferentes conferencias episcopales de la región: obispos, sacerdotes, laicos, representantes de la vida consagrada, de los pueblos originarios y afrodescendientes se dieron cita para vivir días de escucha y discernimiento en este proceso sinodal que se está desarrollando desde el año 2021 y que estará concluyendo en el año 2024. En palabras del Padre Pedro Manuel Brassesco, secretario general adjunto del CELAM: “Lo primordial es disponerse a la escucha del Espíritu, no se trata de plantear líneas de acción para la Iglesia o hacer un listado de propuestas… en estos encuentros se va a trabajar el documento para la etapa continental que es lo que nos marca precisamente y lo que nos da referencias en esta etapa, en esta fase que estamos viviendo en base siempre a la metodología de la conversación espiritual, esto es disponernos a la escucha del Espíritu que se expresa en el otro, que se expresa en nosotros y que de esa manera entonces, vamos construyendo consensos para dar un paso más, para proponer precisamente a lo que será la asamblea del sínodo en octubre lo que el Espíritu nos está diciendo en América Latina y el Caribe”.

Inauguración de la Asamblea regional

El primer momento del encuentro se desarrolló en la Capilla del Hospitalito en San Salvador, lugar donde fue martirizado San Oscar Arnulfo Romero. Monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador dio la bienvenida a los participantes de la Asamblea regional: El Espíritu Santo venga a nosotros por intercesión de María Santísima y que nos guie en este tan importante trabajo de sinodalidad de la región Centroamérica y México, CAMEX, que nos conceda la gracia de un verdadero dialogo espiritual que nos renueve y nos impulse en nuestra labor misionera en sinodalidad para bien de nuestro continente y de la Iglesia universal”. Monseñor Luigi Roberto Cona, Nuncio Apostólico de El Salvador en sus palabras inaugurales señalo: “Hemos iniciado en el Gólgota de América Latina… Yo quiero que este sea el lema de este encuentro: Sentir con la Iglesia, el lema episcopal de Monseñor Romero… Hay un peligro y es que nos quedemos en tecnicismo; corresponsabilidad es una palabra que quiero juntar al lema de San Oscar Romero, Sentir con la Iglesia, nos impulsa a vivir esa corresponsabilidad, esa sinodalidad en el marco de la misión de la Iglesia; esta tarea es indispensable y urgentísima.

Monseñor Miguel Cabrejos, ofm. Presidente del CELAM en sus palabras dirigidas a los participantes de la Asamblea regional en la Capilla del Hospitalito enfatizó en “Aprender el arte del discernimiento en comunidad para poder avanzar”. La Santa Eucaristía inaugural se vivió en la cripta de la Catedral metropolitana de San Salvador, ante la tumba de San Oscar Romero, Monseñor Miguel Cabrejos señalo:  ¿Cuáles son los nuevos desafíos para nuestra región de Centroamérica y México, los desafíos a la luz de Aparecida, de la Asamblea Eclesial, del magisterio del Papa Francisco y de los signos de los tiempos que nos interpelan, nos llaman, nos invocan, nos preguntan también, podemos preguntarnos ¿Cómo podemos renovar una vez más nuestro compromiso para que nuestros pueblos tengan vida plena en Jesucristo, caminando eclesial y sinodalmente hacia el jubileo Guadalupano de manera especial y al jubileo de la Redención del 2033? Ante estas preguntas lo volvemos a decir una vez más, la cruda realidad nos interpela, la cruda realidad de América Latina y el Caribe especialmente de algunos países nos interpelan a seguir siendo una iglesia samaritana, encarnada en la preferencia de quienes Jesús más ama, una Iglesia que manifieste también firmeza en las huellas de Cristo por la humanidad y que alimente nuestra esperanza”.

Metodología de la conversación espiritual

La metodología se basó teniendo por fundamento la conversación espiritual como hoja de ruta para la escucha activa y el discernimiento comunitario, los asambleístas fueron organizados en pequeñas comunidades de vida, en estos espacios se fue favoreciendo el ambiente de escucha, dialogo y discernimiento sobre todo en torno al documento para la etapa continental, la agenda de los días de la asamblea regional CAMEX seguía el mismo esquema cada día; el primer momento de la mañana se realizaba un momento de espiritualidad y seguidamente en las comunidades de vida se propiciaba el dialogo teniendo tres momentos importantes: intuiciones o resonancias presentes en el documento, tensiones y el discernimiento de por dónde nos lleva el Espíritu distinguiendo prioridades, al final de la jornada se realizaba una puesta en común y resonancias o ecos del proceso de escucha. Se concluía con la Santa Eucaristía.

El día viernes 17 de febrero vario un poco la agenda, teniendo la presentación de la experiencia del sínodo digital, una iniciativa que ha abierto la participación de miles de hermanos, de forma especial jóvenes a través de las plataformas digitales, al concluir esta presentación se realizó el encuentro de comunidades de vida, organizados en esta ocasión por vocaciones, concluyendo al mediodía con la Eucaristía presidida por Monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador.

La dinámica de la conversación espiritual favoreció el dialogo y la escucha a pesar de encontrar realidades que provocan tensión. En varios grupos la palabra que resonaba es el discernimiento, descubrir entre los ecos de esta escucha y los signos de los tiempos, ¿Qué viene de Dios y que no?, que brota de mis propios deseos y ¿Cuál es el deseo de Dios? para no caer en modas pasajeras que nos alejen del proyecto de Dios. Algunas expresiones de este proceso fueron: volver a nuestras raíces, dejarnos guiar por el Espíritu Santo, asumir nuestra corresponsabilidad, apertura, dialogo, el significado del ministerio como servicio, la necesidad de crear procesos, acompañamiento a las diferentes realidades, la conversión interior, se resaltó la importancia de la formación y la dimensión eclesial de Pueblo de Dios. Durante esta Asamblea regional presto servicio como facilitadora de la metodología la hermana Dolores Palencia csj. Religiosa mexicana, de la Congregación de Hermanas de San José y acompaño la dimensión espiritual la hermana Daniela Cannavina hcmr. Secretaria general de la confederación latinoamericana y caribeña de religiosos (CLAR).       

En algunos momentos concretos de la asamblea acompaño la jornada el Cardenal Gregorio Rosa Chávez, quien dio testimonio de la vida de San Oscar Romero y su legado para nuestra Iglesia Latinoamericana y universal.

Tensiones que se hacen presente

Algunas tensiones presentes expuestas en los grupos y que recoge el documento de trabajo para la etapa continental: distinguir entre clericalismo y anticlericalismo, la participación de la mujer, la estructura jerárquica, los espacios de toma de decisión, la petición de un diálogo más incisivo y acogedor para personas que viven situaciones como: los divorciados vueltos a casar, matrimonios polígamos, el movimiento LGBTQ y por otro lado el aparente choque entre dos tendencias el tradicionalismo y progresismo.

También entre los grupos se escuchaba el eco de evitar caer en la tentación de entender el ministerio dentro de la Iglesia como cuotas de poder a las cuales se tiene derecho y por las cuales se debe luchar por alcanzar; evitar caer en la tentación de las ideologías y modas del tiempo actual, la inquietud que provoca la influencia de algún sector por hablar de una aparente “democratización” de la Iglesia y sus estructuras. Se expresaba la necesidad de permanecer fieles al evangelio, la tradición y el magisterio de la Iglesia, evangelizar el mundo sin perder de vista nuestra esencia cristiana, distinguir los signos de los tiempos para este momento de la historia, la necesidad de una renovación que pasa sobre todo por una conversión interior y pastoral, así como asumir los desafíos de hablar y evangelizar a la sociedad actual sin perder de vista lo esencial de nuestra fe.

Escuchando a nuestros pastores

Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán, presidio la Santa Eucaristía al final del segundo día de trabajos, durante la homilía señalo: “La sinodalidad no es una moda, la sinodalidad nos ha llevado a unirnos más como Iglesia… estamos haciendo algo nuevo, en América Latina y el Caribe hemos sido pioneros en este camino sinodal, prueba de ello es la existencia del Secretariado del episcopado de América Central (SEDAC)”.

El día 15 de febrero la Santa Eucaristía al final de la jornada fue presidida por Monseñor Sócrates René Sándigo Jirón, Obispo de la Diócesis de León, Nicaragua, durante la homilía señalo: “Tengamos en cuenta que estamos en un proceso en que constatamos primero que vamos caminando, nos damos cuenta de cuanto ha avanzado la Iglesia y eso es un signo hermoso que vamos caminando. Luego en ese caminar hay que aprender a leer los signos de los tiempos…”.

El 16 de febrero Monseñor Roberto Camilleri Azzopardi ofm. Obispo de la Diócesis de Comayagua y presidente de la conferencia episcopal de Honduras nos invitaba en la homilía de la Eucaristía de este día: “…Hemos pedido al Espíritu Santo que nos ilumine, para que esa luz nos de la dirección que nos indica que es verdadero, esa luz que nos va conduciendo a esa luz infinita que es el Señor…”.

En la Eucaristía de clausura de la asamblea, el 17 de febrero Monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador enfatizó durante la homilía: “…Nos queda mucho por caminar, la Iglesia es eso, camino sinodal, ciertamente esta es la forma de caminar de la Iglesia pero con un objetivo además que es la misión, por tanto la sinodalidad es misión a la vez y en esto quiero traer en memoria lo que escuchamos muchas veces de tantos hermanos que constantemente nos hablaban de la necesidad de poner a Cristo en el centro de identificarnos con Cristo, seguir a Cristo y desde Cristo vivir la sinodalidad viendo en Cristo a los hermanos alejados a  quienes no están físicamente con nosotros pero a quienes invitamos de corazón con los brazos abiertos porque son otros Cristos independientemente de la situación que estén viviendo a todos el Señor nos ama, todos somos hermanos… La sinodalidad es ante todo el seguimiento de Cristo, que camina con nosotros, pero en Cristo estamos unidos todos por el Espíritu, en la caridad, en la misericordia, en el perdón, en una actitud de bien, no para juzgar sino para comprender para ayudar, nuestra misión es bendecir no maldecir, tenemos ahí un programa de vida… Las lecturas que escuchamos son las de hoy, no las hemos escogido y es providencial, siempre va haber la tentación de construir torres de Babel por orgullo, por ir solos por dar la espalda a Cristo; sin embargo, nosotros somos de Cristo…”.

El camino continúa

Mauricio López Oropeza, coordinador del grupo de trabajo para la fase continental del sínodo señala que el camino continúa: “Al concluir los 4 encuentros regionales de América Latina y el Caribe, se tendrá un encuentro de los acompañantes de cada región y el teólogo de apoyo con la comisión responsable del CELAM y en conjunto se elaborará el documento final que se presentará el 31 de marzo y que se difundirá a todos”. En el mes de junio tendremos disponible el documento de trabajo que registrará los frutos de las siete asambleas continentales y el trabajo continuará en la primera sesión la Asamblea Ordinaria que se realizará en octubre de este año en Roma y que se extenderá hasta el año 2024

Al concluir la asamblea regional algunos participantes compartían que no se tenía claro el camino al que conduciría este proceso ¿Cuáles serán los frutos? ¿Qué alcance tendrá? ¿Cuáles serán los primeros pasos en dar? pero si queda la confianza que el Espíritu Santo sigue llevando a la Iglesia e ira impulsando los caminos que deba transitar por la historia. La experiencia podría ser valorada como positiva y enriquecedora ya que ha permitido un dialogo y la escucha a pesar de las diferentes opiniones e incluso realidades. Una realidad hermosa ha sido ver trabajar juntos en pequeños grupos: laicos, obispos, religiosos, sacerdotes, dialogando en espíritu de comunión con un mismo interés, intentando dar una respuesta a las necesidades de la Iglesia en nuestro tiempo. Sin duda un encuentro donde se ha favorecido espacios de espiritualidad, silencio y escucha para intentar discernir los signos de los tiempos y responder al aquí y ahora de la Iglesia en este nuevo milenio, el resto del camino que queda es dejarnos guiar por la luz del Espíritu Santo, siendo dóciles a su proyecto.

El autorNéstor Esaú Velásquez

España

Marcelino Manzano: “Casi la mitad de nuestros seminaristas procede del mundo de las hermandades”

En esta entrevista, el Delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías de la Archidióceis de Sevilla, Marcelino Manzano, subraya cómo "las hermandades vienen siendo un valioso instrumento de fe y evangelización, siempre fieles a lo que les ha ido demandando la Iglesia".

Maria José Atienza·26 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

Marcelino Manzano lleva casi 10 años al frente de la Delegación de Hermandades y Cofradías de Sevilla. Este sacerdote, ordenado en 2001, tiene el encargo de velar, entre otras cosas, porque las hermandades y cofradías «vivan su identidad eclesial, y sus miembros crezcan en la santificación personal, se formen adecuadamente en la doctrina de la fe y sirvan a los pobres, posibilitando el  anuncio de Jesucristo, especialmente a los alejados, y construyendo una cultura de la vida».

Sólo la ciudad de Sevilla cuenta con más de medio centenar de Hermandades de pasión, las más conocidas por el público en general, que realizan su estación de penitencia durante los días de Semana Santa y que se multiplican por 10 en toda la Archidiócesis aglutinando a más de medio millón de fieles, hermanos de estas Hermandades y Cofradías.

Son «el dique de contención» de la secularización, como la han denominado diversos obispos. Gracias a ellas, la vida sacramental sigue estando presente en gran parte de España y, especialmente, de Andalucía.

En esta entrevista con Omnes, Manzano destaca, entre otros aspectos, la necesidad de «seguir trabajando en la formación de los hermanos» y «aprovechar el lenguaje de las cofradías, por el que Dios toca los corazones, para que los cofrades vivan el Evangelio».

¿Cómo alentar el compromiso cristiano y la vida de fe a través de las Hermandades y Cofradías?

– En honor a la verdad, cuando me hago presente en las diversas hermandades de nuestra archidiócesis (unas 700), veo una nutrida presencia de hermanos y hermanas.

Desde luego, en las procesiones la participación es multitudinaria, pero en los actos de culto y piedad (Misas, celebraciones de la Palabra, actos de oración y veneración a las imágenes) y en otros eventos, la participación también es muy alta.

Nuestro reto pastoral en las hermandades es, efectivamente, ir pasando cada vez más de una fe de presencia a una fe de hondo compromiso cristiano.

Las hermandades de Sevilla tienen un gran compromiso caritativo y formativo, pero debemos seguir creciendo en una conversión personal de la fe, de manera que la vivencia del misterio de Cristo, que se realiza con tanta emotividad e intensidad, conlleve una creciente vida evangélica y profética. Para ello debemos seguir trabajando en la formación de los hermanos, empezando por sus responsables, las Juntas de Gobierno, y a partir de ahí los demás que se acercan a la hermandad y cuyo compromiso, sin ser tan constante, también es significado.

¿Cree que la Iglesia aprecia realmente la piedad popular y sus manifestaciones?

– Personalmente, pienso que la Iglesia ha recuperado el aprecio por el valor eclesial de la piedad popular, impulsado por al papa Francisco, que en «Evangelii Gaudium» le dedica una parte importante. Casi la mitad de nuestros seminaristas, por ejemplo, proviene del mundo de las hermandades, lo cual me parece un dato a tener muy en cuenta.

Tocamos aquí uno de los temas básicos y al mismo tiempo más difíciles de las Hermandades: la formación cristiana sólida y real de sus miembros, ¿Cómo se puede abordar un tema que, puede parecer casi imposible?

– No creo que el tema de la formación sea casi imposible. En Sevilla y en otras diócesis de Andalucía se vienen dando pasos grandes en este sentido, aunque es cierto que queda tarea por hacer. Lo importante es perseverar y nunca rendirse.

Creo que hay una doble manera de abordarlo: por un lado, la necesidad de acreditar una formación mínima para acceder a un cargo de junta de gobierno, ofreciendo diversos medios (institutos teológicos, escuelas de catequesis, escuelas específicas de formación para juntas de gobierno, etc.).

Por otro lado, enmarcar la formación de los demás hermanos como parte integrante de la vida de la hermandad, no como algo anexo, ofreciéndolo a jóvenes y adultos como una oportunidad de crecer en el amor a Cristo y a María junto a las demás actividades que se realicen.

hermandades feliu
Nazarenos y costaleros durante una procesión en Sevilla ©Feliú Fotógrafo

En este sentido ¿Quien tiene la responsabilidad: la cofradía, los hermanos, los directores espirituales, el responsable episcopal en último caso?

– La responsabilidad es, ante todo, del director espiritual y del hermano mayor en el caso de los hermanos. En el caso de la formación para juntas de gobierno, la responsabilidad es de la diócesis.

Si de algo pueden «presumir» las HHyCC es de su poder «movilizador» de los jóvenes. ¿No existe el peligro quedarse en una vivencia estética, superficial de la pertenencia a una Hermandad?

– Mi experiencia es que cuando los sacerdotes nos hacemos cercanos y acompañamos a las hermandades, y les proponemos una vida espiritual que acoja el rico lenguaje de las cofradías, aprovechando sus elementos, se produce una honda experiencia de Dios, y vuelvo a remitirme a las vocaciones sacerdotales que surgen las hermandades en nuestra archidiócesis.

¿Cómo aprovechar ese potencial para la renovación real de la vida pastoral de la Iglesia en todos sus ámbitos: desde parroquial a la vida religiosa o vocacional?

– La Delegación Diocesana de Pastoral Vocacional también se hace muy presente en las hermandades, aprovechando días de culto o de oración, y convocando a los jóvenes cofrades a celebraciones vocacional.

Me parece clave aprovechar el lenguaje de las cofradías, por el que Dios toca los corazones, para que los cofrades vivan el Evangelio y se conviertan a su vez en portadores de la Palabra y evangelizadores.

¿No le parece que, en ocasiones, desaprovecha la fuerza integradora y evangelizadora en el “primer anuncio” de la piedad popular?

– Ciertamente, puede haber recelos frente a la piedad popular, que además sigue necesitando de conversión, pero estoy de acuerdo en que es una vía para el primer anuncio. Es la via pulchritudinis, la vía de la belleza, a la que se une la vía de la emoción, del corazón, del sentimiento, que en muchas ocasiones es el lenguaje de los sencillos.

No olvidemos lo que dice Jesús: “Te doy gracias, Padre, porque das a conocer estas cosas a los sencillos de corazón, así te ha parecido bien hacerlo”.

Desde hace siglos, las hermandades vienen siendo un valioso instrumento de fe y evangelización, siempre fieles a lo que les ha ido demandando la Iglesia.

Marcelino ManzanoDelegado Diocesano de Hermandades y Cofradías. Archidiócesis de Sevilla

¿Cuales son los retos de las Hermandades y cofradías en este momento?

– Mejorar en la formación y en la inserción en las comunidades parroquiales. Una apertura que es mutua entre la hermandad y los demás grupos parroquiales.

Crecer en la experiencia personal de Cristo, que acarree una vida moral acorde con el Evangelio magisterio de la Iglesia y en la denuncia profética de las injusticias.

Y, por último, asumir un compromiso evangelizador, del que pueden y deben ser un referente. En nuestra archidiócesis ya estamos teniendo experiencias muy fructíferas en este sentido, y las hermandades se están ilusionando en ser útiles en esta faceta.

Estoy seguro de que el Señor nos va a seguir guiando y acompañando. No en vano, desde hace siglos, las hermandades vienen siendo un valioso instrumento de fe y evangelización, siempre fieles a lo que les ha ido demandando la Iglesia.

Vaticano

El Papa Francisco a las Universidades Pontificias Romanas: ¡comprometeos a «hacer coro!»

Esta mañana el Papa Francisco ha recibido en Audiencia a los Rectores, profesores, estudiantes y empleados de las 22 Universidades e Instituciones Pontificias Romanas pertenecientes a la Conferencia de Rectores, acompañados por el Presidente Luis Navarro, Rector de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz

Giovanni Tridente·25 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Comprometeos a «¡hacer coro!». Lo ha dicho esta mañana el Papa Francisco, recibiendo en Audiencia en el Aula Pablo VI a los miles de estudiantes, profesores, empleados y Rectores de las Universidades e Instituciones Pontificias romanas pertenecientes a la homónima Conferencia de Rectores CRUIPRO.

Un «sistema pluriforme de estudios eclesiásticos», lo definió el Santo Padre, que desde hace siglos acompaña a la Iglesia en su misión evangelizadora, tratando de interceptar y discernir los signos de los tiempos y las diferentes tradiciones culturales.

Concordia y consonancia

La principal preocupación del Pontífice fue reiterar -en estas academias de estudios superiores- la importancia del acuerdo y la consonancia «entre voces e instrumentos diferentes», en línea también con lo que decía san John Henry Newman sobre el ambiente universitario: un lugar «donde los conocimientos y las perspectivas se expresan en armonía, se complementan, se corrigen y se equilibran mutuamente», dijo el Papa.

Cultivar la inteligencia de las manos

Una armonía que puede alcanzarse aprendiendo a cultivar, por ejemplo, la «inteligencia de las manos», la más sensorial, de la que parten el pensamiento y el conocimiento, hasta que maduran mutuamente. No es casualidad que con las manos -reflexionó Francisco- se ‘agarre’ y -jugando con conceptos similares que se prestan a la lengua italiana y a otras lenguas neolatinas- se estimule la mente para ‘comprender’, ‘aprender’, hasta dejarse ‘sorprender’.

Para lograrlo, sin embargo, se necesitan manos que no sean tacañas -‘cerradas’- ni ‘derrochadoras de tiempo, salud y talentos’ -‘agujereadas’- o incluso que se nieguen a ‘dar la paz, saludar y estrechar otras manos’. Todas actitudes alejadas de la posibilidad de aprendizaje y sorpresa, tanto más si esas mismas manos «tienen los dedos apuntando sin piedad» a los que hacen mal o incluso «no saben unirse» para reservarse momentos de oración.

Armonía en nosotros mismos

«Manos», más bien, que deben imitar las de Cristo, volverse «eucarísticas» -añadió el Papa Francisco- porque así sabrán hacer «armonía en nosotros mismos», amalgamándose junto a las otras dos «inteligencias que vibran en el alma humana», la de la mente y la del corazón.

Esta armonía debe buscarse también dentro de cada una de las comunidades y entre las diversas instituciones que componen los «Pontificios Romanos», a los que el Papa llamó a «abrirse a desarrollos valientes y, si es necesario, incluso inéditos». Esto, ciertamente, partiendo de la riqueza de una tradición secular y encontrando siempre el modo de «favorecer la transmisión de la alegría evangélica» en el estudio, la enseñanza y la investigación, superando la autorreferencialidad o el espíritu de conservación.

Nunca solistas sin coro

La invitación final del Pontífice, haciéndose eco de la imagen del coro, fue a «no ser nunca solistas sin coro», sino a pensar y vivir la academia y la investigación con «complementariedad constructiva», permaneciendo «dóciles a la acción viva del Espíritu», porque al fin y al cabo «la esperanza es una realidad coral».

Espíritu de unión

Luis Navarro, Presidente de Cruipro y Rector de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, llevó el saludo en nombre de las 22 Universidades e Instituciones Pontificias Romanas, y reafirmó la importancia del espíritu de unión con el que estas realidades académicas eclesiásticas están conduciendo sus pasos, en el contexto de la nueva etapa de la misión de la Iglesia en la sociedad actual.

Informe 2022

Anticipándose un poco al deseo de «hacer coro» expresado por el Papa Francisco en la Audiencia, en los últimos días se ha presentado en Roma un «informe» unificado de las Universidades e Instituciones Pontificias romanas, del que emerge un verdadero «laboratorio cultural», diversificado pero animado por el mismo compromiso evangelizador, que quiere medirse con los desafíos y las necesidades de un efectivo cambio de época -como evoca a menudo el Papa Francisco-, que requiere también el esfuerzo de «una valiente revolución cultural» (Laudato si’, 114).

Las Universidades e Instituciones Pontificias romanas son actualmente 22, distribuidas en varios distritos de la Ciudad de Roma; la Universidad más antigua se remonta a 1551 – Pontificia Universidad Gregoriana, confiada a los jesuitas -, mientras que la más joven es de 1984 – Pontificia Universidad de la Santa Cruz, confiada a la Prelatura del Opus Dei. Hay también 2 Ateneos, 4 Facultades y 9 Institutos. Estos centros académicos acogen cada año a unos 16.000 estudiantes de 125 países y otorgan más de 3.000 títulos académicos, gracias al trabajo de no menos de 2.000 profesores y 450 empleados.

Vaticano

El Papa reitera: los bienes de la Santa Sede tienen destinación universal

El Papa insiste en que los bienes adquiridos por las instituciones de la Santa Sede pertenecen a ésta, y deben ser utilizados para la consecución de los fines de la Iglesia universal. Este principio que no es nuevo, pero supone el abandono del principio anterior de diversificación de los recursos.

Andrea Gagliarducci·25 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

Los bienes de la Santa Sede pertenecen a la Santa Sede. Suena a afirmación tautológica, pero eso es lo que en definitiva subraya el motu proprio “Il diritto nativo” («El derecho originario”), promulgado por el Papa Francisco el pasado 23 de febrero, en el que simplemente se reitera que ninguna entidad vaticana o relacionada con el Vaticano puede considerar los bienes como propios, sino que todas las entidades deben tener claro que lo que tienen en realidad forma parte de un perímetro más amplio.

Para qué sirve el motu proprio

Si el “motu proprio” no sirviera más que para reiterar un concepto ya bien definido, ¿por qué entonces era necesario que el Papa promulgara otro escrito? 

Es una pregunta legítima, que abre muchas respuestas. 

En primer lugar, el Papa Francisco había iniciado una progresiva centralización de la gestión del patrimonio de la Santa Sede, según un proyecto que ya pertenecía al cardenal George Pell como Prefecto de la Secretaría para la Economía. 

Ya en diciembre de 2020, el Papa Francisco había decidido que la gestión de los bienes administrados generalmente por la Secretaría de Estado pasara a manos de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, una especie de “banco central” del Vaticano.

Después, con la constitución apostólica “Praedicate Evangelium”, el Papa Francisco estableció un principio de centralización, que luego se concretó con un “rescriptum” (una nota escrita por el Papa de su puño y letra) de agosto de 2023. Este rescripto se establecía que “todos los recursos financieros de la Santa Sede y de las instituciones conectadas con la Santa Sede deben ser transferidos al Instituto de las Obras de Religión, que debe ser considerado el único y exclusivo ente dedicado a la actividad de gestión patrimonial y depositario del patrimonio mueble de la Santa Sede y de las instituciones conectadas con la Santa Sede.

Una sola gestión, una sola institución financiera vinculada (el IOR, conviene recordarlo, no es un banco). De este modo, el Papa pretendía también dar respuesta a diversas situaciones que se habían planteado a lo largo de los años y, en particular, a las que surgirían durante el proceso por la gestión de los fondos de la Secretaría de Estado.

La situación anterior

Pongamos algunos ejemplos concretos de lo que ha cambiado. La Secretaría de Estado tenía una gestión personal de sus recursos, como órgano de gobierno, y siempre había invertido utilizando cuentas corrientes en instituciones financieras internacionales, como el Credit Suisse, manteniendo su autonomía y su captación personal de recursos.

El Dicasterio para la Evangelización de los Pueblos, ya desde su fundación como “Propaganda Fide” hace 400 años, fue dotado de total autonomía financiera, de modo que pudiera gestionar libremente el dinero que se destinaba a las misiones.

La gestión de los recursos de la Gobernación era un presupuesto en sí mismo -y efectivamente no se tiene un balance de la Gobernación desde 2015, a pesar de los muchos balances publicados en los últimos años por la Santa Sede- y era una administración que no sólo invertía, sino que podía contar con una gran liquidez gracias a los ingresos de los Museos Vaticanos. El gran proyecto era tener un presupuesto consolidado de Curia y Gobernación juntos. 

La realidad era que precisamente esta liquidez permitía en parte cubrir las pérdidas de la Santa Sede, cuyo “presupuesto de misión” -como lo llamó el ex Prefecto de la Secretaría para la Economía, Juan Antonio Guerrero Alves- no genera beneficios, sino principalmente gastos, como los salarios.

Del mismo modo que era el Óbolo de San Pedro el que soportaba parte de las pérdidas, sin considerar la donación de gran parte de sus beneficios que el IOR hacía cada año, y que, en cualquier caso, ha disminuido drásticamente a lo largo de los años junto con la disminución de los beneficios. 

En definitiva, las gestiones eran en muchos casos separadas, y los beneficios sólo iban a la entidad que invertía o destinaba recursos. El Papa Francisco centraliza el control, de modo que todas las inversiones pasen por un organismo central y sean gestionadas en última instancia por un fondo soberano, y elimina toda forma de autonomía de gestión. Al mismo tiempo, reitera que los bienes de la Iglesia no pueden considerarse personales, y con ello responde también a cierta lentitud en la gestión del traspaso de la gestión de los recursos al IOR. Se trata de una medida para culminar una reforma que él deseaba vivamente. 

Lo que dice el «motu proprio«

Pero entremos en los detalles del «motu proprio». Afirma que “todos los bienes, muebles e inmuebles, incluidos los activos líquidos y los valores, que han sido o serán adquiridos, de cualquier manera, por las Instituciones Curiales y por los Entes vinculados a la Santa Sede, son bienes públicos eclesiásticos y, como tales, propiedad, en titularidad u otro derecho real, de la Santa Sede en su conjunto y, por tanto, pertenecientes, independientemente del poder civil, a su patrimonio unitario, no divisible y soberano”.

Por este motivo, se sigue leyendo, “ninguna Institución o Ente puede, por tanto, reclamar la propiedad o titularidad privada y exclusiva de los bienes de la Santa Sede, habiendo siempre actuado y debiendo actuar siempre en nombre, por cuenta y para los fines de ésta en su conjunto, entendida como persona moral unitaria, representándola sólo donde lo exigen y permiten las leyes civiles”.

El «motu proprio» aclara también que “los bienes son confiados a las Instituciones y Entes para que, como administradores públicos y no como propietarios, hagan uso de ellos según las normas vigentes, respetando y dentro de los límites dados por las competencias y finalidades institucionales de cada uno, siempre para el bien común de la Iglesia”.

Los bienes de la Santa Sede “tienen naturaleza pública eclesiástica”, y se consideran bienes con destinación universal, y “las entidades de la Santa Sede los adquieren y usan, no para sí mismas, como el propietario privado, sino en nombre y por la autoridad del Romano Pontífice, para la consecución de sus fines institucionales, que también son públicos, y por tanto para el bien común y al servicio de la Iglesia universal”.

Una vez que les han sido confiados, dice finalmente el motu proprio, “las entidades deben administrarlos con la prudencia que requiere la gestión de la cosa común y según las normas y competencias que la Santa Sede se ha dado, recientemente, con la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium y, aun antes, con el largo camino de reformas económicas y administrativas”.

La del Papa es también una invitación a la prudencia en la gestión, contenida desde el motu proprio “Fidelis Dispensator et Prudens” del 24 de febrero de 2014, con el que el Papa Francisco puso en marcha la gran reforma de la economía vaticana.

Con este «motu proprio», sin embargo, se abandona un principio que había regido las finanzas vaticanas en la era moderna: la diversificación de las inversiones y de los recursos, delineada de tal manera que permitiera la autonomía de la Santa Sede.

El siguiente paso podría ser la creación de un fondo soberano, según un proyecto inicial que se denominaba “Vatican Asset Management”, y que ahora debería gestionar la Secretaría de Estado, y el desarrollo del Instituto de las Obras de Religión hacia algunas de las funciones de un banco moderno (el IOR no es un banco, no tiene sucursales fuera del Vaticano).

El autorAndrea Gagliarducci

Evangelización

Katie Ascough: «En gran parte, Irlanda es un país muy anticatólico»

Katie Ascough tiene un proyecto en Irlanda, “Called to more” (“llamados a más”) que tiene una misión muy clara: conocer, amar y servir a Dios. En definitiva, su objetivo es "recordar a las personas que están llamadas a vivir para más y a poner a Dios primero".

Paloma López Campos·25 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 7 minutos

Katie Ascough es una mujer joven llamada a más. Tiene un proyecto en Irlanda, “Called to more” (“llamados a más”) que tiene una misión muy clara: conocer, amar y servir a Dios. Mediante la publicación de contenido que ayude a la gente a conocer mejor la religión católica, Katie nos quiere recordar a todos que estamos llamados a dar un paso más.

Called to more” tiene multitud de recursos que se pueden ver, escuchar o leer. Todo el contenido es gratuito y otorga un respiro de aire fresco por su carácter cercano. Ayuda a los fieles y consigue que sean más fáciles de entender los temas complicados de la vida cristiana.

Katie Ascough, la persona detrás de todo esto, habló con Omnes sobre el proyecto, la formación, la llamada de Dios y la libertad de expresión. Con sinceridad, explicó la difícil situación que viven los católicos en Irlanda y lo esencial que es conocer a Dios para poder amarle mejor.

¿Cuál es la inspiración detrás de “Called to more”?

–”Called to more” empezó con el que ahora es mi marido y conmigo tras el referéndum del aborto en Irlanda en 2018. Nos conocimos trabajando por la causa provida, haciendo campaña para que la gente votara en contra. Cuando perdimos el referéndum, tuvimos que sentarnos y pensar en cómo podíamos lograr que nuestro siguiente paso fuera más efectivo.

Pensamos que, en lugar de intentar apagar fuegos pequeños, teníamos que empezar por la base, ir a la raíz de la cuestión. Sentíamos que parte del problema estaba en que los católicos no conocen muy bien su fe y que, en general, la gente no entiende su religión y aquello en lo que cree.

Durante el tiempo precedente al referéndum, veíamos a la gente que se acercaba a recibir la comunión con chapas apoyando el aborto. Estaba claro que había mucha confusión incluso entre los católicos practicantes.

Realmente queríamos hacer algo que, esencialmente y en primer lugar, ayudara a los católicos a profundizar en la fe, a amar más a Dios y a ser más eficaces, a estar preparados para compartir su fe. Por ello, quisimos dar un paso atrás y ayudar a construir una formación mejor desde la base.

En “Called to more” tenéis un montón de recursos para que los católicos se formen. ¿Cuál crees que es la parte más importante de la formación?

–Creo que, como católicos, debemos trabajar en nosotros mismos, y me incluyo. Entonces, lo primero, ¿tenemos una relación con Dios? ¿Podemos mejorarla? La respuesta para todos nosotros es que sí, siempre podemos mejorar nuestra relación con Dios. Debemos tener una fuerte base en la oración, frecuentar los sacramentos y tener una relación muy fuerte con Dios.

También tenemos que conocer a Dios, debemos entender qué significa ser católico, qué es lo que dice la Doctrina, y, en la medida de lo posible, es bueno tener una base de Filosofía y Teología. Con todo esto, podemos ser mucho más eficaces y estar seguros cuando compartimos nuestra fe con otros. Sin embargo, creo que muchos intentan empezar por la evangelización, que es una intención buenísima y algo que hay que hacer, pero debemos empezar por nosotros mismos.

Todo eso es parte del proyecto que llevas, pero ¿qué significa estar llamado a más, como dice el nombre de la iniciativa?

–Básicamente lo que significa es que todos nosotros, incluidos los católicos practicantes, estamos llamados a más. Esta llamada puede dividirse en tres pilares: estamos llamados a conocer más a Dios, a amarle más y a servirle más. Desde luego, esto es, en resumidas cuentas, una llamada al Cielo. Queremos recordar a las personas que están llamadas a vivir para más y a poner a Dios primero.

Eres una mujer joven y madre, todo eso viene con ciertos desafíos. Con todo ello, ¿cómo puedes, con ello, cumplir con tu proyecto? ¿Cuál es la inspiración que subyace a todo?

–En primer lugar, siempre quise ser esposa y madre. Siendo la mayor de siete hermanos, siempre he sentido la llamada a esta vocación. Eso es lo que está primero en mi vida.

En segundo lugar viene mi vocación como periodista. Siempre supe que quería usar mi carrera para ayudar a otros a encontrarse con Dios. Cuando conocí a mi marido, Edward, los dos teníamos esa visión clara para vivir un apostolado personal. Su experiencia laboral se mueve en el marketing y la gestión de marcas, la mía en el periodismo, por lo que tenía mucho sentido para ambos empezar una plataforma online. Una cosa después de la otra, al final todo salió bien, encajando con mi visión sobre el trabajo y todo el aspecto laboral en mi vida. A día de hoy, dirijo “Called to more” a tiempo completo y mi marido echa horas voluntariamente, además de tener su trabajo normal.

Y, sinceramente, lo que me ayuda a seguir adelante son las personas que interactúan con el contenido, que escriben mensajes y dejan comentarios en los vídeos. Ayer mismo recibí el correo de un joven americano diciendo que la serie que tenemos con el padre Columba es lo que le ayuda a seguir siendo católico. Dijo que se ha encontrado con muchas personas que intentaron forzar en él sus creencias y que, faltando al amor, intentaban comunicarle la fe. Pero es que eso es imposible, porque el amor y la verdad van de la mano.

Recibimos mensajes de este tipo todo el tiempo. Muchos provienen de gente joven y de familias. Hace poco también nos escribió un seminarista alemán diciendo que nuestro contenido le ayudó a proseguir su camino al sacerdocio, lo cual es una bendición.

Solo una de estas historias sería suficiente para continuar, pero es increíble escuchar de parte de tantas personas el impacto que tiene nuestro contenido. Esto hace que seguir sea muy fácil.

Ejercer el periodismo en el ámbito católico puede cerrar muchas puertas profesionales en el futuro. ¿Te asusta pensar que te puedes quedar atascada produciendo contenido católico para el resto de tu carrera?

–Estoy muy feliz donde estoy y siempre he querido utilizar mi carrera para algo bueno. Pienso que el mayor bien es nuestra fe y ayudar a la gente a encontrarse con Dios, por lo que no cambiaría mi trabajo por ningún otro.

Por otro lado, si por cualquier razón en el futuro quisiera tener otras opciones profesionales, sería feliz luchando (otra vez) por la libertad de expresión. Creo firmemente en este derecho y he hablado sobre él muchas veces. He tenido la suerte de dar charlas sobre la libertad de expresión, me han entrevistado en la televisión y en la radio por una cosa que me sucedió cuando estaba en la universidad que se volvió noticia en el plano internacional.

Creo que deberíamos poder tener las creencias que sea, la fe que sea, sin ser castigados por ello. Si puedo suponer un cambio, por pequeño que sea, en este ámbito, y si eso significa hablar abiertamente de lo que creo y luchar por mi derecho a tener mis creencias, lo cual he hecho en el pasado y volvería a hacer, pues me parece bien.

Irlanda es un país muy anticatólico. Esto hace que cualquier tipo de emprendimiento católico se haga cuesta arriba.

Hablando de la libertad de expresión y la lucha por tus creencias, fuiste destituida tras tu elección como presidenta de la Asociación de Estudiantes de University College Dublin (UCD). ¿Qué pasó?

–Yo fui a UCD, la universidad más grande de Irlanda, y fui nombrada presidenta de la Asociación de Estudiantes, lo cual es increíble. Estaba muy agradecida por haber sido elegida. Pero más tarde, apenas unos meses después de tomar el cargo, un pequeño grupo de estudiantes enfadados comenzó una campaña para destituirme… por ser provida.

La historia tuvo eco internacional y tuve el honor de recibir premios en Irlanda y Londres. Recuerdo que alquilé un Airbnb en Chicago unos meses después de la destitución y el anfitrión conocía mi historia porque la había leído en el “Wall Street Journal”. El caso había explotado. Recibía mensajes de Australia, de todo Europa, América… Literalmente, de todas partes del mundo. En su gran mayoría, eran mensajes de apoyo y ánimo.

También creo que todo esto supuso un revés para aquellos que querían destituirme, porque terminó siendo una oportunidad para que yo hablara de la injusticia de la destitución, de la libertad de expresión y de las razones por las que soy provida. Pude hablar de ello en numerosas entrevista,s en medios de todo el mundo.

Tengo que decir que recibí muchísimo apoyo y oraciones. Mi familia me apoyó muchísimo y animaron a otras personas a rezar por mí. Había dos grupos de WhatsApp llamados “Reza por Katie”, y estoy segura de que esas oraciones me dieron mucha fuerza.

Por otro lado, mi fe también fue una roca firme en esos momentos. Nunca había estado tan ocupada y, sin embargo, mi vida de oración nunca había estado mejor. Rezaba pidiendo ayuda a Dios y me sentí muy acompañada por Él. Daba la sensación de que realmente estaba conmigo. Volvería a hacerlo todo otra vez.

Desde tu experiencia, ¿cuál crees que es la importancia de que “Called to more” esté hecho en Irlanda?

–En Irlanda hay mucho rechazo hacia la fe católica, porque la Iglesia tuvo mucha fuerza hace años y, para ser sinceros, había muchas personas pecadoras encargadas de la administración de la Iglesia. Por desgracia, hubo muchos escándalos y eso alejó a la gente de la fe, lo cual puedo entender. Pero, al mismo tiempo, pienso que nuestra fe no debe basarse en las personas que llevan la Iglesia, sino que deberíamos basarla en Dios y poner en Él nuestra esperanza.

Por todo esto hay un ambiente anticatólico. Y ahora mismo diría que Irlanda es un país muy anticatólico. Esto hace que cualquier tipo de emprendimiento católico se haga cuesta arriba. Pero pensamos que es importante tener algo de cosecha propia e irlandés. Una empresa irlandesa de contenido católico, con acento irlandés, con referencias culturales del país, que ayude a que los irlandeses se identifiquen con el contenido. Mucha gente de este ámbito está en Estados Unidos, por lo que gran parte de los recursos católicos en internet vienen de América. Está genial, podemos aprender muchísimo de ellos, pero también es fantástico tener algo de Irlanda para que la gente se identifique con ello y se sientan inspirados por algo que viene de su propio país.

Incluso, de forma mucho más amplia, producir el contenido en Irlanda puede ayudar a que este sea más diverso, lo cual esperamos que sea una ventaja para todos.

Entonces, es verdad que tenemos que formarnos y que las plataformas como “Called to more” promueven esa formación. ¿Crees que hay errores y prejuicios que podrían evitarse si los católicos estuvieran mejor formados?

–Me gusta usar la analogía de un matrimonio. Si no sabes las cosas básicas sobre tu cónyuge, no puedes tener una relación con él. Conocer bien a alguien te permite amar mejor a esa persona. Por ello, creo que conocer nuestra fe nos ayuda a amar más a Dios.

Al conocer y amar mejor a Dios, estamos mejor equipados para compartir nuestra fe. Creo que ahí está lo esencial. Me rompe el corazón ver que hay gente que se aleja de la fe, no por ésta en sí misma, sino por lo que creen erróneamente que es la fe. Es una vergüenza que esto ocurra y vemos que pasa todo el rato, especialmente en Irlanda donde el conocimiento de la Iglesia parte de esas ideas culturales de las que hemos hablado antes, ese modo de pensar que la Iglesia es mala y se equivoca. Muchas veces la gente rechaza algo que no entiende, y no se toman el tiempo para comprenderlo porque todo está rodeado de prejuicios y, diría también, de confusión.

Por todo ello creo que una mejor formación puede beneficiarnos a todos. Ayudará a los católicos y también a aquellos que se están acercando a la Iglesia para entender mejor aquello de lo que quieren participar.

¿Crees que hay algo a lo que los católicos debamos prestar más atención?

–Además de lo que ya hemos hablado, creo que debemos centrarnos más en la comunidad. Me he dado cuenta en mi propia vida de lo importante que es caminar junto a otras personas que compartan tu fe.

Queremos animar a la gente a involucrarse con los demás, especialmente con los que van a Misa con ellos. Es algo en lo que vamos a trabajar en una nueva serie de “Called to more”.

Vaticano

Un año clamando por la paz en Ucrania

Rome Reports·24 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El 24 de febrero se cumple un año de la invasión rusa de Ucrania. Durante todo este tiempo, el Papa Francisco no ha cesado de pedir oraciones por la paz en la zona y ha enviado repetidamente a dos cardenales al país para ayudar desde el punto de vista moral y material a su población.


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Vocaciones

P. Marwan Dadas: “Los cristianos en Tierra Santa somos minoría en número, no en calidad”

Este franciscano natural de Tierra Santa se encuentra estudiando comunicación en Roma para "evangelizar a través de los medios de comunicación de mi país".

Espacio patrocinado·24 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El P. Marwan Dadas tiene una historia muy particular y rica que, en cierto modo, refleja la compleja realidad de Tierra Santa. De padre ortodoxo y madre católica de rito latino, fue bautizado en la iglesia greco-católica melquita. Más tarde, fue educado en una escuela anglicana. Sin embargo, acabó ordenándose sacerdote franciscano. 

«De joven conocí a unos amigos que formaban parte de la Juventud Franciscana de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Me uní a ellos porque me gustaba cómo se reunían estos jóvenes, para rezar meditando la palabra de Dios. Poco a poco fui conociendo más a los frailes franciscanos y empecé a sentir el llamado de Dios a formar parte de esta fraternidad franciscana.

Al final de mi último año de bachillerato ya había decidido entrar en el convento para hacer una prueba de vida franciscana con los frailes de la Custodia de Tierra Santa, pero mis padres se opusieron de una manera muy fuerte. Sin embargo, después de tanta insistencia por mi parte, tuvieron que aceptar y me permitieron ingresar en el convento», declara. 

Después de servir como párroco en dos basílicas muy importantes y queridas por todos los cristianos del mundo, la Basílica de la Anunciación en Nazaret y la de la Natividad en Belén, empezó a interesarse por la comunicación, ya que cree que es importante, especialmente en una realidad como la de Tierra Santa, no solamente a nivel de difusión de la fe, sino también para dar una correcta información sobre la realidad y los acontecimientos de esa región tan afligida. Por esta razón se encuentra en Roma, para estudiar la licenciatura en Comunicación Institucional en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz gracias a una beca de la Fundación CARF.

«En estos momentos me estoy formando con vistas a regresar y trabajar en el Christian Media Center de Jerusalén, donde podré evangelizar a través de los medios de comunicación de mi país. Me gustaría transmitir la voz de los cristianos de Tierra Santa a nivel nacional e internacional, porque nuestra voz deja claro que somos las piedras vivas de la Tierra de Jesús y nuestra vida es una misión, una vocación para perseverar en la fe. Representar la verdadera identidad de los cristianos de Tierra Santa es un deber, y si realmente quiero hacerlo, tengo que saber cómo hacerlo, por eso elegí estudiar Comunicación Social e Institucional en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz de Roma». 

Explica la situación de los cristianos en Tierra Santa: «Los cristianos de Tierra Santa somos de muchas iglesias diferentes. Ciertamente está la Iglesia Católica, pero también está la Iglesia Anglicana, la Protestante así como las Iglesias Ortodoxas».

Sin embargo, apunta «los cristianos vivimos juntos con gran armonía de fe, debido a que creemos en el mismo Dios y salvador Jesucristo. Nuestra necesidad absoluta es afirmar nuestra existencia y presencia, como un cuerpo unido, porque somos menos del 2% de la población de Tierra Santa (solamente el Estado de Israel tiene casi 9 millones y medio de habitantes), así que somos realmente una minoría. Es normal, pues, que exista esta necesidad de autoafirmación, y de decir que estamos realmente presentes; de hecho, estamos presentes desde el punto de vista científico y educativo, estamos presentes desde el punto de vista administrativo en el mundo del trabajo y de la empresa y también, estamos presentes desde el punto de vista de la fe. Los cristianos en Tierra Santa somos minoría en número, pero no en calidad”. 

Vaticano

Por un nuevo humanismo tecnológico

La Asamblea General de la Pontificia Academia para la Vida concluyó el miércoles 22 de febrero. Este encuentro finalizó con propuestas como la creación de una mesa internacional sobre las nuevas tecnologías y sus implicaciones éticas.

Antonino Piccione·24 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

«Crear una mesa internacional sobre las nuevas tecnologías». Esta es una de las propuestas surgidas de la Asamblea General de la Pontificia Academia para la Vida, que concluyó el miércoles 22 de febrero. La formuló el presidente, monseñor Vincenzo Paglia, durante la rueda de prensa de presentación celebrada ayer en la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Sobre la mesa, explicó, está la reflexión «sobre las tecnologías emergentes y convergentes, como la nanotecnología, la inteligencia artificial, los algoritmos, las intervenciones sobre el genoma, la neurociencia: todos temas que el Papa Francisco ya nos había instado a abordar en la Carta «Humana Communitas«, que había escrito con motivo del 25 aniversario de la Academia Pontificia».

«La Academia ya había afrontado el desafío que representa para la humanidad la frontera de la Inteligencia Artificial, que en los últimos meses ha ocupado los titulares de muchos periódicos», subrayó Paglia, recordando que «en febrero de 2020 se firmó en Roma la Llamada de Roma y el pasado mes de enero contó también con la presencia de líderes del judaísmo y del islam».

Antropología y tecnología

«El año que viene iremos a Hiroshima para la firma con las otras religiones del mundo, a la vez que se han sumado varias universidades del planeta, otras instituciones como Confindustria, y el propio mundo de la política», anunció Paglia, señalando que «en esta Asamblea el tema ha versado sobre la interacción sistémica de estas tecnologías emergentes y convergentes que se están desarrollando tan rápidamente, que sí pueden aportar una enorme contribución a la mejora de la humanidad, pero al mismo tiempo pueden llevar a una modificación radical del ser humano. Hablamos de posthumanismo, de hombre empoderado, etc.

Hace unos años, en la Asamblea General en la que debatíamos sobre robótica, el científico japonés Ishiguro Hiroshi habló de la humanidad actual como la última generación orgánica, la siguiente sería sintética. Estaríamos ante la transformación radical de lo humano».

La Pontificia Academia para la Vida, por tanto, ‘sintió la responsabilidad de afrontar esta nueva frontera que implica radicalmente al ser humano, consciente de que la dimensión ética es indispensable para salvar, precisamente, al ser humano común’.

Los desafíos de las nuevas tecnologías

Entre los temas que centran la mesa internacional sobre las nuevas tecnologías emergentes, al responder a las preguntas de los periodistas, Paglia mencionó el de la posesión de datos, en el que «los propios gobiernos están interpelados, porque hay redes que corren el riesgo de ser más poderosas que los propios Estados. No podemos abandonar el mundo a la deriva de una actitud salvaje», advirtió el obispo, recordando también «la nueva frontera del espacio, en la que están actuando científicos chinos, americanos, rusos. Espero que haya conquistas espaciales: ¿se mantendrá esta fraternidad en el espacio, mientras en la tierra nos hacemos la guerra unos a otros?».

Otro tema a abordar con cuidado: «El reconocimiento facial, si no hay una regulación legal se corre el riesgo de crear desequilibrios», por lo que, en opinión de Paglia, estamos llamados a reflexionar sobre la necesidad de «un nuevo humanismo, porque queremos seguir siendo humanos, lo transhumano no nos manda a la gloria».

El compromiso de la Pontificia Academia para la Vida, añadió en la conferencia el Canciller monseñor Renzo Pegoraro, se mueve desde ‘una perspectiva interdisciplinar y transdisciplinar, gracias a la contribución de los mayores expertos mundiales en estos campos (un corpus de 160 académicos, en los cinco continentes), para captar los efectos positivos -en el campo de la salud, la asistencia sanitaria, el medio ambiente, la lucha contra la pobreza- que surgen de las tecnologías convergentes». Sin embargo, para hacer frente a los temores, riesgos e incertidumbres y, al mismo tiempo, proteger el valor de la persona, su integridad y favorecer la búsqueda del bien común, «es necesaria una gobernanza», prosiguió Pegoraro, «que se desarrolle mediante una legislación adecuada y actualizada, pero también mediante una labor de información y educación sobre el uso de las propias tecnologías».

Por último, intervinieron el profesor Roger Strand (Universidad de Bergen, Noruega) y la profesora Laura Palazzani (Universidad Lumsa, Roma). «Mi mensaje principal», dijo Strand, «es que las tecnologías convergentes y las cuestiones éticas que plantean están vinculadas a las características estructurales de las sociedades modernas y deben abordarse como tales. Ni la ciencia ni la tecnología surgen en el vacío, sino que se coproducen con la sociedad en la que tienen lugar. La ciencia y la tecnología conforman y son conformadas por otras instituciones y prácticas, como la política y la economía. Las cuestiones éticas de las tecnologías convergentes se entrelazan con la economía política de la tecnociencia, con las agendas políticas de innovación y de crecimiento económico, con las fuerzas del mercado, las ideologías y las culturas del materialismo y el consumismo. Están enredadas en lo que la Encíclica Laudato Si’ llamó acertadamente el paradigma tecnocrático».

¿Cómo, entonces, orientar las trayectorias tecnológicas hacia el bien común? «Es necesario desafiar -según el académico noruego- el paradigma tecnocrático e integrarlo con las preocupaciones por la identidad, la dignidad y la prosperidad humanas. Puede llevar generaciones orientar la tecnociencia hacia el bien común. El mundo de las tecnologías convergentes recuerda a un Mundo Feliz, no necesariamente totalitario pero sí totalizador en su planteamiento. Deberíamos preguntarnos: ¿puede esta o aquella trayectoria sociotécnica ayudarnos a recordar cómo pueden ser realmente nuestras vidas y apoyarnos para vivirlas?».

El debate de la bioética

El debate teórico, en sus inicios, esbozaba la división entre los bio optimistas tecnofílicos que ensalzan las tecnologías emergentes y los bio pesimistas tecnofóbicos que demonizan las tecnologías. No se trata de elegir entre los dos extremos, señaló Palazzani, sino de reflexionar, caso por caso, sobre cada tecnología y aplicación, para poner de relieve dentro de qué límites se puede permitir y regular el progreso en una perspectiva centrada en el ser humano (contra la tecnocracia y el tecnocentrismo), que ponga en el centro la dignidad humana y el bien común de la sociedad entendida en sentido global.

«La ética -es la reflexión del conferenciante de Lumsa- está llamada a una mirada «prudente». Se trata de justificar los límites del desarrollo tecnocientífico, sobre todo en sus formas radicales invasivas e irreversibles. El riesgo es que el ansia de perfección nos haga olvidar el límite constitutivo del hombre que, jugando a ser Dios, se olvida de sí mismo».

El Papa también habló de los riesgos de una deriva en cuestiones de bioética, en la audiencia concedida a la Pontificia Academia para la Vida, el pasado 20 de febrero. «Es paradójico hablar de un hombre ‘acrecentado’ si se olvida que el cuerpo humano se refiere al bien integral de la persona y, por tanto, no puede identificarse sólo con el organismo biológico», admonición de Francisco, según la cual «un enfoque equivocado en este campo termina en realidad no con ‘acrecentar’, sino con ‘comprimir’ al hombre». De ahí «la importancia del conocimiento a escala humana, orgánica», también en el ámbito teológico.

El autorAntonino Piccione

Cultura

«Formar juntos para evangelizar. Informe de las Universidades e Instituciones Pontificias Romanas

Este Informe recoge los datos más destacados de las universidades pontificias que se han unido en la presentación de estos datos.

Antonino Piccione·24 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos


La Sala Marconi (Palazzo Pio – Piazza Pia) acogió la rueda de prensa de presentación de la Memoria 2022 de las Universidades e Instituciones Pontificias de Roma, en vista de la Audiencia que el Papa Francisco concederá a sus respectivas comunidades académicas el sábado 25 de febrero en el Aula Pablo VI. También estará presente el Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, Cardenal José Tolentino de Mendonça.

Las Universidades e Instituciones Pontificias Romanas – cuyos rectores forman parte de la Conferencia CRUIPRO – representan una cuenca de 16 mil estudiantes de los cinco continentes, 22 comunidades académicas ubicadas en varios distritos de la Capital, 2000 profesores, 3000 títulos concedidos en el último año académico, 600 empleados, 15 Congregaciones, Órdenes Religiosas y otras instituciones de la Iglesia encargadas de la tarea.

El Informe, realizado con la contribución de los contactos de comunicación de las distintas Universidades e Instituciones, recoge los datos más destacados de las universidades pontificias, desde su misión al servicio de la Iglesia universal hasta el número de estudiantes formados cada año, con algunas comparaciones con las universidades civiles de Roma.

El documento ofrece también la oportunidad de subrayar el potencial que la Red entre las distintas comunidades académicas representa para la evangelización de la cultura.

Presentación del informe

En la rueda de prensa -moderada por Fausta Speranza, corresponsal en el extranjero de Vatican Media- participaron: Luis Navarro (Pontificia Universidad de la Santa Cruz), presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades e Instituciones Pontificias Romanas (CRUIPRO); Sor. Piera Silvia Ruffinatto (Pontificia Facultad de Educación Auxilium), vicepresidenta CRUIPRO; Alfonso V. Amarante (Pontificio Instituto Alfonsianum), secretario general CRUIPRO; Rafaella Figueredo, representante de los estudiantes CRUIPRO.

El profesor Luis Navarro trazó el horizonte del reto emprendido: una colaboración cada vez más estrecha entre las distintas comunidades académicas, para que haya «unidad en la diversidad, en un mundo que muestra cada vez más la necesidad de una investigación compartida y convergente entre especialistas de distintas disciplinas».

El presidente de la Conferencia de Rectores recordó la tarea indicada por el Papa en la Veritatis Gaudium de «elaborar instrumentos intelectuales capaces de proponerse como paradigmas de acción y de pensamiento, útiles para el anuncio en un mundo marcado por el pluralismo ético-religioso». En este contexto, el Informe nace también -subrayó Navarro- como una ulterior oportunidad para valorizar el potencial que la red entre las distintas comunidades académicas representa para la evangelización de la cultura.

Sor Piera Silvia Ruffinatti recordó algunas iniciativas recientes, como la movilidad académica entre universidades, con el reconocimiento de créditos o los traslados gratuitos. El sacerdote Alfonso V. Amarante precisó el perímetro de las comunidades académicas implicadas: siete universidades, dos escuelas superiores, nueve institutos y el 8% de todos los estudiantes universitarios de Roma. En este sentido, Navarro mencionó el marco legal y reglamentario para entender la diferencia entre la tarea de ocuparse de las ciencias sagradas propia de las universidades eclesiásticas y el enfoque católico de algunas facultades.

Algunos datos

Si nos fijamos entonces en las instituciones afiliadas a las actividades de Roma, encontramos 221 universidades o facultades: en una conexión cultural que va de Jerusalén a la República Dominicana, de la India a Oregón, de Rumanía a Brasil. Destaca la proporción de estudiantes por profesor, de 6 a 1, frente a la media de 16 a 1 registrada en las demás universidades de la capital, estatales o no.

La riqueza de la cooperación entre las comunidades se comprende también recordando que se refieren a no menos de quince instituciones de la Iglesia encomendada, desde la Prelatura de la Santa Cruz y el Opus Dei hasta la Orden de los Carmelitas Descalzos, desde la Congregación del Santísimo Redentor hasta la Sociedad de Misioneros de África, etc.

Una riqueza que -recordó el profesor Amarante- debe pensarse siempre también en términos de relación «interna» con las diversas realidades vinculadas a la misión de la Iglesia, pero también «externa», proyectada hacia la creación de lo que el Reverendo llamó «campos esenciales de diálogo» con los mundos académicos estatales.

Rafaella Figueredo expresó el punto de vista de los miembros, que destacaron el entusiasmo de los jóvenes llamados a ocuparse de la animación en el Aula Pablo VI, con el apoyo armónico de los estudiantes del Pontificio Instituto de Música Sacra, entre otros, ante el saludo del Papa.

En el fondo de todo ello está «el relanzamiento de los estudios eclesiásticos en el contexto de la nueva etapa de la misión de la Iglesia», como se afirma en el proemio de la Constitución Apostólica Veritatis Gaudium promulgada por el Papa Francisco el 8 de diciembre de 2017 y hecha pública el 29 de enero de 2018.

«El edificio del conocimiento», escribió Fausta Speranza en las páginas de L’Osservatore Romano, «ha sido siempre la gran apuesta de la humanidad, entre la acumulación diacrónica de conocimientos y la ruptura de las certezas establecidas. Si en un tiempo razonábamos sobre el insondable océano de Newton o las ilusiones de la linealidad positivista, hoy debemos debatir sobre la ciencia de los datos y la llamada inteligencia artificial. El desafío ético es esencialmente el mismo: reaccionar ante la tendencia a retroceder la elección humana al nivel del uso del conocimiento, que hoy significa tecnología. Pero -como subraya Sor Piera- «hay que ser capaces de conocer y atravesar los desafíos de la digitalización también gracias al conocimiento de disciplinas siempre nuevas».

Por eso, a pesar de la diversidad de carismas y talentos, a pesar de los cambios y variaciones de programas y enfoques ligados a los tiempos, un presupuesto une indisolublemente a todos los «laboratorios del saber» pontificios: no dar al saber un carácter incorpóreo, sino reconducirlo a las necesidades humanas.

Para quienes participan en una universidad pontificia -esto es lo que se ha puesto claramente de manifiesto- en el principio de su investigación está el hombre y en el horizonte de sus objetivos está el deseo de comprender el mundo para transformarlo, para hacer de él un lugar mejor en el que habitar.

El autorAntonino Piccione

Recursos

Riquezas del Misal romano: los domingos de Cuaresma (I)

El Misal romano es un recurso muy rico con el que los fieles pueden prepararse mejor durante la Cuaresma. Como primera aproximación, vamos a analizar brevemente la oración colecta del primer domingo de este tiempo litúrgico

Carlos Guillén·24 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Concilio Vaticano II quiso fomentar la vida litúrgica de los fieles de modo que, a través de unos ritos y oraciones renovados y enriquecidos, pudieran participar en la Liturgia de manera consciente, piadosa y activa, como exige su sacerdocio bautismal. Para esto, en un momento posterior, diversos grupos de trabajo se encargaron de llevar a cabo la necesaria reforma, plasmando las enseñanzas teológicas y pastorales del concilio, acudiendo a las fuentes patrísticas y litúrgicas antiguas, y en un contacto mucho mayor con la Sagrada Escritura.

Un fruto maduro de ese trabajo son los libros que actualmente utilizamos para la celebración de la Santa Misa. En el caso del Misal Romano, en latín, ha conocido hasta cuatro ediciones sucesivas, siendo la última del 2008. La traducción de esta última edición al castellano depende de la Conferencia episcopal de cada país y su fecha de publicación es bastante más reciente.

Para dar a conocer algunas riquezas contenidas en este Misal promulgado por primera vez por san Pablo VI y luego por san Juan Pablo II, comenzamos esta serie de artículos dedicados a comentar las oraciones de los domingos del tiempo de Cuaresma. Trabajaremos con la oración llamada “Colecta”. Esta es la primera que pronuncia el sacerdote, como conclusión de los ritos iniciales, y tiene la particularidad de expresar el carácter propio de cada celebración. 

Entrar en el “sacramento cuaresmal”

La Colecta del primer domingo de Cuaresma reza así: 

Dios todopoderoso,
por medio de las prácticas anuales del
sacramento cuaresmal
concédenos progresar en el conocimiento
del Misterio de Cristo
y conseguir sus frutos con una conducta
digna.

Concéde nobis, omnípotens Deus,
ut, per ánnua quadragesimális exercítia
sacramenti,
et ad intellegéndum Christi proficiámus
arcánum,
et efféctus eius digna conversatióne sectémur

La oración que figuraba en el Misal hasta 1962 (antes de la reforma) era otra, pero, por diversas razones, los estudiosos han preferido recurrir a otra oración más antigua. La encontraremos en el así llamado Sacramentario Gelasianum Vetus, un antecesor de los misales en uso por el s. VII que recogía algunas oraciones para la Misa siguiendo el curso del año litúrgico. Nuestra oración se muestra sencilla en su estructura, aunque no tanto en su léxico, especialmente en su versión latina.

Comencemos comentando la referencia al tiempo litúrgico, que se hace utilizando la expresión “sacramento cuaresmal” (quadragesimalis sacramenti). Tomando en un sentido amplio el concepto de sacramento se quiere mostrar que Dios convierte nuestro tiempo en un signo a través del cual quiere hacernos llegar su gracia. Por la fe, las fechas del calendario hacen referencia a otro tipo de tiempo, a la historia de la salvación, y se hacen portadoras de una realidad divina, que nos es ofrecida.

La Constitución del Concilio Vaticano II sobre la liturgia, Sacrosanctum Concilium, explica que la Iglesia “conmemorando los misterios de la Redención, abre las riquezas del poder santificador y de los méritos de su Señor, de tal manera que, en cierto modo, se hacen presentes en todo tiempo para que puedan los fieles ponerse en contacto con ellos y llenarse de la gracia de la salvación”.

Frutos de la gracia y de nuestro esfuerzo

Por un lado, este tiempo es un don que recibimos del Cielo. Pero también son seis semanas que tradicionalmente llevan asociadas unas “prácticas” (exercitia) de parte nuestra. Este término nos conecta con la idea de un esfuerzo repetido, incluso físico, y aparece varias veces más en el Misal, siempre dentro del contexto cuaresmal. Que la fe y las obras vayan de la mano, aunque la prioridad la tenga la gracia, es una enseñanza apostólica con la que la Iglesia nos interpela también hoy. El don de Dios requiere de nuestra parte que nos dispongamos bien para la conversión, a través de la penitencia.

¿Cuáles son esas prácticas? La respuesta resulta inmediata si prestamos atención a la lectura del Evangelio que acompaña todos los años este primer domingo de Cuaresma: las tentaciones de Jesús en el desierto. Cristo vivió la experiencia del desierto, el combate espiritual, con el ayuno y la oración. Así se preparó desde el inicio de su vida pública para el cumplimiento de su misión, para el sacrificio de su vida en la Cruz, para el don más grande que nos pudo hacer (Jn 15,13). La meta es que crezcamos y nos perfeccionemos (proficiamus) en la comprensión del Misterio de Cristo (Christi arcanum), de manera que deje fruto (effectus) en nuestra vida. Pero esto no se puede hacer desde fuera, de manera teórica.

El Maestro nos está enseñando de manera concreta cómo vencer el pecado y colaborar con la redención de la humanidad. Nos invita a imitarlo y nos entrena para que sepamos hacer también don de nosotros mismos, a través de la abnegación y del desprendimiento. Solo así podremos progresar en el conocimiento de los sentimientos de su Sagrado Corazón, del amor del Padre que nos ha venido a revelar. Este amor es el que debe pasar a nuestra vida, reflejarse en la conducta digna de un hijo de Dios (digna conversatione) y dar los mismos frutos que dio la vida de Cristo, para la vida del mundo.

El autorCarlos Guillén

Sacerdote de Perú. Liturgista.

Experiencias

La madre de un héroe sin capa: “Dios me regalaba un nuevo día con Nacho y con toda mi familia”

A Nacho, que se fue al cielo en 2021, su madre lo definió como “un héroe que no usa capa”. Este pequeño, que tenía Síndrome de Ondine cambió la vida de toda su familia y, en cierto modo, de las miles de personas que, a través de Instagram conocieron su historia. Su madre, María, relata cómo el punto de inflexión de su vida vino cuando dejó de preguntar el por qué y lo cambió por para qué.

Arsenio Fernández de Mesa·24 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

María está casada con Jaime desde hace dieciocho años y tiene cuatro hijos: “Dos en la tierra y dos en el cielo”, apunta orgullosa. El gran tesoro, Nacho, llegó en 2016. Entró en parada cardiorrespiratoria nada más nacer y eso desencadenó una peregrinación por hospitales hasta que dieron con el diagnóstico: síndrome de Ondine, una enfermedad que provoca el fallo del sistema nervioso autónomo. Lo más problemático es que esos niños dejan de respirar cuando están dormidos. Le hicieron una traqueotomía y su vida empezó a depender de un respirador artificial. Recuerda María que llegaron a casa “con una auténtica UCI móvil para el hogar: dos respiradores, dos aspiradores para la traqueotomía, bombona de oxígeno y demás materiales”. Recuerda que los primeros meses fueron muy duros: “casi no podíamos salir de casa”.

La vida de Nacho fue complicándose poco a poco: “Apareció en nuestras vidas el mundo de la oncología y la epilepsia. Los cuatro nos convertimos en auténticos médicos de UCI pediátrica, cuidando la traqueo, aprendiendo a ventilar de forma manual, a reanimarle”. Se dividían la noche entre los dos, porque el trastorno de sueño exigía que alguien estuviese acompañándole despierto: “Mientras Jaime dormía cuatro horas yo estaba con Nacho y a las 3:30 cambiábamos de turno”

En 2021 entraron en la unidad de cuidados paliativos pediátricos para recibir una atención completa y no ceñirse al aspecto médico. En julio de 2021 se fueron a la playa para pasar un mes toda la familia junta. María me cuenta que su padre falleció ese 26 de julio, cuando aún estaban fuera de Madrid: “La situación de Nacho hacía impensable que yo pudiese ir a despedirme y al entierro”. Dos días después su hijo entró en coma: “Siempre hemos dicho que eran como E.T. y Elliot, porque la vida de uno dependía de la vida del otro”. Nacho falleció el 24 de agosto.

María recuerda alguna anécdota divertida con Nacho como cuando se quedó dormida durante su turno y, en un momento, notó que alguien le tiraba de los dedos de los pies: ¡vaya susto! El pequeño había trepado y salido de la cuna. Como no podía hablar, esa fue su forma de despertarle. 

María abrió un perfil en Instagram con el único motivo de ir sabiendo en qué cosas se metía su hija mayor. En @misuperheroesincapa empezó a compartir la vida de Nacho y su enfermedad y los seguidores crecieron sin cesar: “Vi que transmitir nuestra vida era una forma de enseñar que se puede ser feliz cerca del sufrimiento”. A través de esa red social mucha gente ha acudido a ella. Hicieron una #nachlist, una lista que lleva en el móvil con las intenciones que la gente le va contando que le ha pedido. Hace unos meses un amigo de la familia tenía una operación de corazón. María le mandó un mensaje esa mañana para decirle que se acordarían mucho y que Nacho estaría con él todo el tiempo en el quirófano. Su amigo le contó que cuando llegó al quirófano todo el equipo se fue presentando. Un chico vestido de azul se acercó a él y le dijo: “Voy a estar contigo todo el tiempo, soy Nacho”. Preguntó luego por ese chico en la UCI y al personal de planta, pero nadie sabía de un Nacho que trabajase allí. 

María reconoce que, al principio, se enfadó un poco con Dios, pero explica que es el enfado de cualquier hijo con un padre cuando no entiende algo. Los primeros meses repetía delante del Sagrario: “Tú me has metido en este lío, ayúdame a salir de él y llevarlo con alegría”. En muchas ocasiones, se preguntaba el por qué de las cosas. Un día comprendió que tenía que buscar el para qué. El hashtag de su cuenta es #cadadiaesunregalo: “Así he intentado vivir estos años, porque Dios me regalaba un nuevo día con Nacho, con toda la familia, y quería pedirle fuerza para llevar la cruz”.

Zoom

El miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma

Como millones de católicos, un niño reza durante la misa del Miércoles de Ceniza el 22 de febrero de 2023, en la iglesia de Nuestra Señora del Santísimo Rosario de Indianápolis.

Maria José Atienza·23 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto