Ecología integral

El programa Aprendamos a Amar y su aplicación en colegios

El Programa Aprendamos a Amar es una iniciativa educativa que busca guiar a centros e instituciones en la formación en afectividad y sexualidad.

Eva María Martínez·22 de junio de 2025·Tiempo de lectura: 7 minutos
Aprendamos a Amar

Curso de formación para docentes. ©Instituto Desarrollo y Persona

El Programa Aprendamos a Amar tiene como propósito transmitir la belleza y profundidad del amor y la sexualidad humanas, con un enfoque integral y formativo para docentes. Durante el curso escolar 2023-2024 en la Universidad Francisco de Vitoria, el programa impactó a casi 30.000 personas, de las cuales 23.000 fueron niños y adolescentes.

Este trabajo se fundamenta en la convicción de que los jóvenes buscan respuestas y orientación para encauzar sus emociones y deseos de amar y ser amados. Acompañarles en este camino requiere educadores prepara-dos, dispuestos a dialogar y a compartir una visión enriquecedora sobre la afectividad y la sexualidad.

Objetivos

El programa Aprendamos a Amar impulsa el desarrollo de una sana autoestima y el cono-cimiento personal en los jóvenes, fomentan-do habilidades de gestión emocional en sus relaciones interpersonales. A través de una formación clara y objetiva, basada en el respeto, la dignidad, el compro-miso y el amor humano, sensibiliza sobre la importancia del amor verdadero como pilar fundamental de la familia y la sociedad.

Además, promueve el pensamiento crítico frente a los mensajes culturales y mediáticos sobre afectividad y sexualidad, ofreciendo a los alumnos herramientas para reflexionar y tomar decisiones con criterio propio.

Metodología

La metodología del programa se basa en la adecuación de los contenidos al momento vital de cada alumno. Se ofrece un enfoque integral que no solo aborda la dimensión biológica de la sexualidad, sino también su aspecto afectivo, ayudando a los jóvenes a comprender y gestionar sus emociones para una toma de decisiones responsable.

El Programa Aprendamos a Amar se desarrolla a través de una metodología participativa, reflexiva y experiencial, en la que los alumnos asumen un rol activo en su aprendizaje. Con un enfoque integral adaptado a cada etapa educativa, emplea diversas estrategias como dinámicas grupales para fomentar el diálogo y la expresión emocional, casos prácticos que fortalecen el criterio personal, y el uso de material audiovisual para analizar mensajes mediáticos y promover el pensamiento crítico. Además, ofrece acompañamiento y tutorías personalizadas, brindando a los estudiantes un apoyo cercano en su desarrollo personal y afectivo.

El papel los padres

Además, Aprendamos a Amar trabaja en estrecha colaboración con las familias y los centros educativos, reforzando su papel como agentes fundamentales en la educación afectivo-sexual. Su compromiso es generar espacios de diálogo y reflexión, respetando la diversidad de necesidades y realidades de
cada comunidad educativa.

A través de las sesiones, se invita a los estudiantes a compartir sus inquietudes con sus padres, fortaleciéndose así el vínculo familiar.

Cada formación va precedida de una sesión destinada a presentar el contenido del taller y a facilitar herramientas a los padres para

Público al que va dirigido

El programa está diseñado para abarcar a toda la comunidad educativa: familias, claustro docente y alumnos. Su enfoque a largo plazo permite adaptar los contenidos según las necesidades específi cas de cada centro y realizar un seguimiento del impacto formativo.

Desde 3º de Infantil hasta Bachillerato y Ciclos Formativos, el programa incorpora a la familia como pilar esencial. Se ofrece una amplia gama de talleres y formaciones que abordan temáticas como la autoestima, la salud mental en adolescentes, la prevención de relaciones tóxicas y adicciones, entre otros.
Uno de los formatos más enriquecedores es el de los talleres padres-hijos, que fomentan
el diálogo y la comunicación sobre el amor y la sexualidad, creando un espacio de confi anza y entendimiento.

Los talleres dirigidos a alumnos tienen una duración de cuatro horas y están diseñados para acompañar a los jóvenes en cada etapa de su desarrollo. A través de un ambiente participativo, se les anima a compartir sus inquietudes y a encontrar respuestas junto a sus pares y educadores.

Contenidos

El método de Aprendamos a Amar se basa en la formulación de preguntas que inviten a la reflexión. La educación afectivo-sexual es un proceso que evoluciona según la edad y madurez de los alumnos.

En Infantil, se trabaja la autoestima a través del taller El Elefante Maxi. En Primaria, se introducen temas como el valor del cuerpo, la expresión del afecto, el autocuidado y la protección de la intimidad, preparando a los niños para afrontar el inicio de la pubertad.

En Secundaria, los jóvenes exploran la importancia del amor y la expresión afectiva. Se abordan las relaciones interpersonales, la importancia del respeto y el autoconocimiento. Un aspecto clave es acompañarles en la comprensión de su identidad en un mundo que a menudo trivializa la sexualidad. Se les anima a reflexionar sobre la autenticidad en sus relaciones y el significado del amor verdadero.

En Bachillerato, se profundiza en la sexualidad como una dimensión que va más allá del placer inmediato. Se promueve la construcción de relaciones sólidas basadas en el res-peto y el compromiso, ayudando a los jóvenes a diferenciar entre las influencias externas y su propio criterio sobre la afectividad.

Formación de Formadores

Muchos centros educativos eligen formar a sus propios docentes para impartir esta educación de manera directa. Para ello, el programa ofrece acompañamiento especializado a través de la Asesoría Aprendamos a Amar. Además, cuenta con una formación de formadores en modalidad presencial y online, con un alcance internacional en más de 30 países y 800 alumnos inscritos en su curso estrella: Experto en Educación Afectiva y Sexual.

APRENDAMOS A AMAR: LA OPINIÓN DE LOS COLEGIOS

—TEXTO Javier Gª Herrería

Si uno trabaja en el equipo del programa Aprendamos a Amar puede ver el impacto que este curso tiene en la vida de miles de estudiantes, docentes y familias. Estos educadores llevan un mensaje poderoso sobre la afectividad y la sexualidad humana, abriendo espacios de diálogo en las aulas que muchos jóvenes anhelaban. La acogida del programa no deja de crecer, y cada vez más centros lo incorporan en su itinerario formativo, convencidos de su enorme valor para el desarrollo integral de sus alumnos.

La experiencia de los colegios

Desde el colegio San Agustín de Madrid, la orientadora Marisa Puente comenta con entusiasmo que el centro lleva realizando “los talleres de Aprendamos a Amar en 1º ESO, con gran éxito, desde hace más de 15 años, porque consideramos que es una formación importante que deben recibir los alumnos y dentro de unos valores que se ajustan a nuestro ideario”. El éxito de Aprendamos a Amar en el colegio San Agustín no es casualidad. Este programa de educación afectivo-sexual se estructura en cuatro sesiones clave que permiten a los alumnos profundizar en su autoconocimiento y relaciones interpersonales. Se aborda el descubrimiento de la propia identidad y la singularidad de cada persona, reforzando la autoestima y la valoración personal, la comprensión del sentido del amor y la afectividad en la vida cotidiana y el deseo de amar y ser amado.

Desde el colegio resaltan que estos aspectos son fundamentales para ayudar a los alum-nos a transitar la adolescencia, una etapa marcada por cambios físicos, psicológicos y sociales. Aprendamos a Amar ofrece un mar-co valioso para que los jóvenes comprendan la importancia de la amistad y se abran a su mundo interior, apoyados en los valores de su comunidad educativa.

No obstante, hay un desafío latente que el programa aborda con determinación: la falta de diálogo en las familias sobre afectividad y sexualidad. “Aunque en pleno siglo XXI nos puede parecer mentira que no se hable en los hogares de afectividad y sexualidad, eso su-cede y se deja en muchas ocasiones que sean las redes sociales donde nuestros jóvenes busquen la información”, advierten desde el colegio. Este programa actúa como un puente intergeneracional, brindando herramientas a los padres para conversar de forma natural y efectiva con sus hijos.

Además, en el colegio San Agustín han detectado una creciente preocupación sobre el impacto del consumo de pornografía en los jóvenes. Por ello, han incorporado en 2º de ESO el taller “Ocio, Redes Sociales y Pornografía”, que busca concienciar a los estudiantes sobre el uso responsable de internet y los peligros de las adicciones digitales. “Este programa se realiza en cuatro sesiones para los alumnos y una dedicada a las familias. Ayuda a gestionar de una forma mejor su tiempo libre, haciendo un uso responsable de internet y las redes sociales, que han venido para quedarse”.

Formación del profesorado: una apuesta transformadora

Pero Aprendamos a Amar no solo impacta a los alumnos. También está diseñado para transformar la mirada de los docentes, capa-citándolos para guiar a sus estudiantes desde una perspectiva más humana y cercana. Un claro ejemplo es el grupo de colegios Attendis (España), que decidió formar a sus docentes en todos sus centros a través de un curso especializado, el curso Ilove, totalmente online. Con este enfoque, el claustro adquiere las herramientas necesarias para integrar la educación afectivo-sexual dentro del aprendizaje cotidiano, asegurando que cada alumno re-ciba un acompañamiento adecuado.

En Panamá, el colegio Pureza de María también ha vivido esta transformación de cerca. Dalia Nóhpal, profesora de Biología y Ciencias Naturales, expresó su entusiasmo tras completar la formación del programa:

“Concluimos con éxito la formación virtual del programa Aprendamos a Amar, impartida desde España para Panamá, con la participación de 73 docentes”. Entre los temas tratados, destacó la importancia de detectar el abuso infantil, comprender la misión de la adolescencia y profundizar en el significado del amor y la atracción.

Para Nóhpal, la experiencia fue mucho más que una simple capacitación: “Frecuentemente, nos enfrentamos a la incertidumbre de cómo abordar a un adolescente en crisis. Sin embargo, a través de las sesiones sobre el Dinamismo Afectivo, encontré una fórmula no solo para conectar y orientar a los jóvenes, sino también para aplicarla en la vida adulta, incluidos mi marido y mis hijos”. Sus palabras reflejan cómo esta formación trasciende las aulas y se convierte en una herramienta vital para la vida cotidiana.

Una propuesta que traspasa fronteras

El impacto de Aprendamos a Amar no se limita a un único tipo de centro educativo. Su propuesta ha sido adoptada por colegios españoles de diversas realidades, desde el Cluny hasta el Grupo Arenales, Educatio Servanda, Coas, Maristas e Institució, entre otros. Cada uno de estos centros ha encontrado en el programa una forma efectiva de integrar la educación afectivo-sexual dentro de su ideario pedagógico.

Pero el alcance de Aprendamos a Amar va más allá de las aulas físicas. Gracias al curso de formación online Experto en Educación Afectiva y Sexual 100% online, que ya va por su sexta edición, ha llegado a más de 24 países y sigue expandiéndose. Según sus organiza-dores: “Desde grupos de colegios, hasta entidades y personas interesadas, compartimos todo un espacio semanal que se convierte en algo mucho más grande que una formación. Es exigente, pero ofrece un acompañamiento sin precedentes en la forma de mostrar la belleza del amor y la sexualidad humanas”.

Este programa está marcando una diferencia real en la educación, ayudando a jóvenes a comprenderse mejor, a tomar decisiones responsables y a desarrollar relaciones más sanas. Su éxito no solo radica en los conocimientos impartidos, sino en la capacidad de generar conversaciones que perduran mucho más allá del aula. Aprendamos a Amar no es solo un programa educativo; es un faro de luz en la formación de valores, guiando a los estudiantes en uno de los aspectos más esenciales de la vida humana.

El autorEva María Martínez

Directora de Relaciones Institucionales del Instituto Desarrollo y Persona.

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