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Llega la corona de Adviento

Phillip y Nicholas preparan una corona de Adviento en Nueva York. En la lectura del tercer domingo de Adviento, el 12 de diciembre de 2021, dice: "No os inquietéis en absoluto, sino que en todo, con la oración y la petición, con acción de gracias, presentad vuestras peticiones a Dios".

David Fernández Alonso·26 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

El Papa, en la nueva catequesis sobre san José: «Es un verdadero maestro de lo esencial»

A pocas semanas de concluir el año dedicado a San José, el Papa Francisco quiere centrar un ciclo de catequesis en la figura del santo patriarca.

David Fernández Alonso·26 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

El Papa Francisco comenzó la catequesis recordando que «el 8 de diciembre de 1870, el beato Pío IX proclamó a san José patrón de la Iglesia universal. Ahora, 150 años después de aquel acontecimiento, estamos viviendo un año especial dedicado a san José, y en la Carta Apostólica Patris corde he recogido algunas reflexiones sobre su figura. Nunca antes como hoy, en este tiempo marcado por una crisis global con diferentes componentes, puede servirnos de apoyo, consuelo y guía. Por eso he decidido dedicarle una serie de catequesis, que espero nos ayuden a dejarnos iluminar por su ejemplo y su testimonio. Durante algunas semanas hablaremos de san José».

«En la Biblia», destacó el Santo Padre, «hay más de diez personajes que llevan el nombre de José. El más importante de ellos es el hijo de Jacob y Raquel, que, a través de diversas peripecias, pasó de ser un esclavo a convertirse en la segunda persona más importante de Egipto después del faraón (cf. Gn 37-50). El nombre José en hebreo significa “que Dios acreciente. Que Dios haga crecer”. Es un deseo, una bendición fundada en la confianza en la providencia y referida especialmente a la fecundidad y al crecimiento de los hijos. De hecho, precisamente este nombre nos revela un aspecto esencial de la personalidad de José de Nazaret. Él es un hombre lleno de fe en su providencia: cree en la providencia de Dios, tiene fe en la providencia de Dios. Cada una de sus acciones, tal como se relata en el Evangelio, está dictada por la certeza de que Dios “hace crecer”, que Dios “aumenta”, que Dios “añade”, es decir, que Dios dispone la continuación de su plan de salvación. Y en esto, José de Nazaret se parece mucho a José de Egipto».

Francisco afirmó que también las principales referencias geográficas que se refieren a José: Belén y Nazaret, asumen un papel importante en la comprensión de su figura, y quiso detenerse en el ambiente en el que vivió para darnos algunas luces sobre su figura.

«En el Antiguo Testamento», dijo, «la ciudad de Belén se llama con el nombre de Beth Lehem, es decir, “Casa del pan”, o también Efratá, por la tribu que se asentó allí. En árabe, en cambio, el nombre significa “Casa de la carne”, probablemente por el gran número de rebaños de ovejas y cabras presentes en la zona. De hecho, no es casualidad que, cuando nació Jesús, los pastores fueran los primeros testigos del acontecimiento (cf. Lc 2,8-20). A la luz del relato de Jesús, estas alusiones al pan y a la carne remiten al misterio de la Eucaristía: Jesús es el pan vivo bajado del cielo (cf. Jn 6,51). Él mismo dirá de sí: «El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna» (Jn 6,54)».

«Belén se menciona varias veces en la Biblia, ya en el libro del Génesis. Belén también está vinculada a la historia de Rut y Noemí, contada en el pequeño pero maravilloso Libro de Rut. Rut dio a luz a un hijo llamado Obed, que a su vez dio a luz a Jesé, el padre del rey David. Y fue de la línea de David de donde provino José, el padre legal de Jesús. El profeta Miqueas predijo grandes cosas sobre Belén: «Mas tú, Belén-Efratá, aunque eres la menor entre las familias de Judá, de ti me ha de salir aquel que ha de dominar en Israel» (Mi 5,1). El evangelista Mateo retomará esta profecía y la vinculará a la historia de Jesús como su evidente cumplimiento».

«De hecho, el Hijo de Dios no eligió Jerusalén como lugar de su encarnación, sino Belén y Nazaret, dos pueblos periféricos, alejados del clamor de las noticias y del poder del tiempo. Sin embargo, Jerusalén era la ciudad amada por el Señor (cf. Is 62,1-12), la «ciudad santa» (Dn 3,28), elegida por Dios para habitarla (cf. Zac 3,2; Sal 132,13). Aquí, en efecto, habitaban los maestros de la Ley, los escribas y fariseos, los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo (cf. Lc 2,46; Mt 15,1; Mc 3,22; Jn1,19; Mt 26,3)».

«Por eso», continuó el Papa, «la elección de Belén y Nazaret nos dice que la periferia y la marginalidad son predilectas de Dios. Jesús no nace en Jerusalén con toda la corte… no: nace en una periferia y pasó su vida, hasta los 30 años, en esa periferia, trabajando como carpintero, como José. Para Jesús, las periferias y las marginalidades son predilectas. No tomar en serio esta realidad equivale a no tomar en serio el Evangelio y la obra de Dios, que sigue manifestándose en las periferias geográficas y existenciales. El Señor actúa siempre a escondidas en las periferias, también en nuestra alma, en las periferias del alma, de los sentimientos, tal vez sentimientos de los que nos avergonzamos; pero el Señor está ahí para ayudarnos a ir adelante».

«El Señor continúa manifestándose en las periferias, tanto en las geográficas, como en las existenciales.  En particular, Jesús va en busca de los pecadores, entra en sus casas, les habla, los llama a la conversión.  Y también se le reprende por ello: “Pero mira a este Maestro —dicen los doctores de la ley— mira a este Maestro: come con los pecadores, se ensucia, va a buscar a aquellos que no han hecho el mal, pero lo han sufrido: los enfermos, los hambrientos, los pobres, los últimos. Siempre Jesús va hacia las periferias. Y esto nos debe dar mucha confianza, porque el Señor conoce las periferias de nuestro corazón, las periferias de nuestra alma, las periferias de nuestra sociedad, de nuestra ciudad, de nuestra familia, es decir, esa parte un poco oscura que no dejamos ver, tal vez por vergüenza».

«Bajo este aspecto», concluía Francisco, «la sociedad de aquella época no es muy diferente de la nuestra. También hoy hay un centro y una periferia. Y la Iglesia sabe que está llamada a anunciar la buena nueva a partir de las periferias. José, que es un carpintero de Nazaret y que confía en el plan de Dios para su joven prometida y para él mismo, recuerda a la Iglesia que debe fijar su mirada en lo que el mundo ignora deliberadamente. Hoy José nos enseña esto: “a no mirar tanto a las cosas que el mundo alaba, a mirar los ángulos, a mirar las sombras, a mirar las periferias, lo que el mundo no quiere”. Nos recuerda a cada uno de nosotros que debemos dar importancia a lo que otros descartan. En este sentido, es un verdadero maestro de lo esencial: nos recuerda que lo realmente valioso no llama nuestra atención, sino que requiere un paciente discernimiento para ser descubierto y valorado. Descubrir lo que vale.  Pidámosle que interceda para que toda la Iglesia recupere esta mirada, esta capacidad de discernir y esta capacidad de evaluar lo esencial. Volvamos a empezar desde Belén, volvamos a empezar desde Nazaret».

«Quisiera hoy enviar un mensaje a todos los hombres y mujeres que viven en las periferias geográficas más olvidadas del mundo o que viven situaciones de marginalidad existencial. Que puedan encontrar en san José el testigo y el protector al que mirar. A él podemos dirigirnos con esta oración, oración “hecha en casa”, pero que ha salido del corazón»:

San José,
tú que siempre te has fiado de Dios,
y has tomado tus decisiones
guiado por su providencia,
enséñanos a no contar tanto en nuestros proyectos,
sino en su plan de amor.
Tú que vienes de las periferias,
ayúdanos a convertir nuestra mirada
y a preferir lo que el mundo descarta y pone en los márgenes.
Conforta a quien se siente solo
Y sostiene a quien se empeña en silencio
Por defender la vida y la dignidad humana. Amén

Actualidad

Mons. Luis Marín: “La Iglesia sinodal no es un invento del Papa”

Mons. Luis Marín de San Martín, O.S.A., es uno de los subsecretarios para el Sínodo de Obispos. Este agustino madrileño conforma, junto al Secretario General del Sínodo, el cardenal Mario Grech y la religiosa francesa Nathalie Becquart, el núcleo visible de la Secretaría del Sínodo que coordina y anima a toda la Iglesia en este camino sinodal.

Maria José Atienza·26 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 10 minutos

Traducción del artículo al inglés

Caminar juntos, unidos, para redescubrir la esencia de la Iglesia, su propio modo de ser sinodal. Este es el objetivo de un sínodo que ha comenzado de manera paralela en Roma y en todas las diócesis del mundo y del que conversamos con Mons. Luis Marín de San Martín: sobre sus claves y riesgos y, especialmente, sobre esa necesidad de participación de todos para recuperar la esencia de la Iglesia desde la propia vida de cada uno de los católicos. 

—¿Cómo se vive un Sínodo desde dentro?

Mi experiencia es que se vive con emociones contrapuestas al saber que estás ante algo grande.

En primer lugar, se vive con un sentido de maravilla, de agradecimiento a Dios porque realmente es un momento crucial en la historia, un tiempo del Espíritu del que te hace ser partícipe. 

Segundo, se vive también con cierto miedo, especialmente al principio, cuando surge la duda de cómo gestionarlo todo. Pero esta pregunta se resuelve enseguida con una enorme confianza. Yo tengo una enorme confianza, y por ello, te pones en las manos de Dios y te dejas llevar poniendo todo el entusiasmo posible.

En tercer lugar, se vive con gran agradecimiento. Agradecimiento porque, a pesar de que somos pequeños, el Señor hace su obra. 

Lo vives, pues, con todos estos sentimientos… y mucho trabajo. El Sínodo es un trabajo que nos ha implicado muchísimo. Quienes colaboramos en la secretaría del Sínodo hemos trabajado, y estamos trabajando, muchísimo, pero lo hacemos con el convencimiento de que vale la pena. Además, conforme más te implicas y lo conoces, más te vas entusiasmando. 

—¿Cual es la labor de los subsecretarios del Sínodo?

Por primera vez, somos dos subsecretarios y, también por primera vez, somos los dos religiosos, con dos espiritualidades complementarias: la mía agustiniana y la de sor Nathalie Becquart, ignaciana. Nuestra labor es colaborar con el secretario general, el cardenal Mario Grech, y acompañarlo en sus funciones. No se trata sólo de preparar el Sínodo de los obispos sino, especialmente, de promover la sinodalidad en la Iglesia: hacer que la Iglesia sea sinodal. Formamos un equipo en el que hemos de ser los primeros en vivir ese estilo sinodal: de colaboración, de comunión, y de diálogo con el cardenal Grech y entre nosotros. 

—“Iglesia sinodal”: alude usted a un término que se ha incorporado a nuestro vocabulario en los últimos meses, pero, ¿qué es la Iglesia sinodal? 

Hasta la fecha, tradicionalmente, se preparaba la Asamblea del Sínodo de los obispos que, cada cierto tiempo, se reunía en Roma para tratar sobre determinados temas. Ahora, el Papa ha abierto esto mucho más. Se trata de ir a lo que es la Iglesia en sí misma. Esto no es una invención del Papa. La Iglesia es sinodal, al igual que es comunitaria o es misionera. Pertenece a la esencia de la Iglesia. 

¿Qué significa la Iglesia sinodal, qué es ese “caminar juntos”? Ser cristiano es participar en lo que Cristo es. Por el bautismo nos incorporamos a Cristo y esto significa que hacemos nuestra y participamos en esa realidad salvífica que es la realidad de Cristo Redentor. Somos misioneros por el bautismo, llevamos la salvación de Cristo a los demás porque los cristianos no vivimos nuestra fe en soledad, sino en comunidad: la Iglesia es familia, esto es “juntos”, caminar juntos. Es lo que la Iglesia es. 

Como cristianos, unidos a Cristo y a los demás, avanzamos dando testimonio salvífico en medio del mundo hasta la plenitud del final de los tiempos. 

Vivir la Iglesia es esto: vivir la Iglesia es vivir la sinodalidad. Promover esta sinodalidad es tarea de todos los cristianos. Esa sinodalidad se manifiesta de diversas maneras: el Sínodo de los obispos es el modo en el que se manifiesta la sinodalidad para los obispos, pero no es el único. Están los consejos pastorales, los consejos parroquiales, episcopales… y puede haber otras manifestaciones y concreciones de la sinodalidad. Hay que hacer un discernimiento y ver qué nos pide el Señor para vivir la comunión la participación y la misión como Iglesia.  

Tanto el Santo Padre como los documentos de ayuda publicados para este Sínodo señalan el paso de un “evento” a un proceso.

No tenemos que identificar “Sínodo” con Sínodo de los obispos. Lo importante es el camino. En octubre se ha abierto un Sínodo, no una preparación. Toda la Iglesia ha comenzado la senda y avanzamos en este camino de escucha, de discernimiento, viendo cómo podemos participar, qué es lo que nos pide el Espíritu Santo en este momento de la historia, cuál es nuestra misión. 

Este caminar se realiza desde abajo: todos los cristianos, las parroquias, las diócesis, las conferencias episcopales, las conferencias episcopales continentales, la asamblea del Sínodo de los obispos y, después, volveremos otra vez a todos los fieles, porque las decisiones, las ideas, etc., volverán a las diócesis. 

El Sínodo no es un tema administrativo, no es un proyecto para ponernos de acuerdo o para “repartir el poder”, no es un tema de «hacer». 

Mons. Luis Marín. Subsecretario del Sínodo de los Obispos

—¿Hablamos de lo que podríamos llamar un cambio de mentalidad?¿Cree que será posible?  

Creo que es el inicio de un camino, pero sí que tenemos que ir a un cambio de mentalidad. El cambio básico esencial es reconocer que estamos ante un evento del Espíritu Santo.

El Sínodo no es un tema administrativo, no es un proyecto para ponernos de acuerdo o para “repartir el poder”, no es un tema de hacer. 

El Sínodo es un tiempo del Espíritu Santo con todo lo que esto significa, es decir, lo que significó Pentecostés para la primitiva Iglesia. ¿Qué significó Pentecostés? Cambiar la mentalidad, romper los muros, los miedos, lanzarnos a la predicación a los confines de la tierra. Por eso, ese ponernos en las manos del Espíritu es el cambio fundamental. Desde ahí iremos descubriendo el camino, las cosas que hay que cambiar. 

Habrá cambios, sí. A veces fundamentales y básicos, que no nos llevarán a cosas estrambóticas sino a vivir la esencia de nuestra fe, a lo que es la Iglesia. 

Con el paso del tiempo, en la Iglesia nos hemos ido acostumbrando, hemos perdido el mordiente, el entusiasmo,… no llegamos a todo, en resumen, nos hemos anquilosado. 

Estamos en un momento de despertar con un impulso grande desde el Espíritu Santo que nos llevará ser verdaderamente lo que somos. Al obispo y al sacerdote a ser verdaderamente obispo o sacerdote, y al laico a ser verdaderamente laico.

La belleza de la Iglesia radica en que cada uno aporta su carisma, aporta su vocación, en unidad con todos, bajo el impulso del Espíritu Santo. Al laico no se le “conceden” ciertas tareas “para que esté contento y así nos ayude al clero”. No es que “ayude”, es que el laico tiene que participar en la Iglesia, y hacerlo como laico, sin clericalizarse. No clericalicemos al laico ni laicicemos al clero: cada uno según su función en la Iglesia. 

La Iglesia no es un sistema de poder, sino de servicio. Todos tenemos el mismo grado, ni arriba ni abajo, sino que tenemos tareas diferentes. Por eso en el logo de este Sínodo aparecen todos caminando por igual. 

El laico “ayuda” en ciertas tareas de la Iglesia. El laico tiene que participar en la Iglesia y hacerlo como laico.

Mons. Luis Marín. Subsecretario del Sínodo de los Obispos

—Todos los cambios dan miedo y en la Iglesia también…

El Papa se refieren en muchas ocasiones al peligro del “siempre se ha hecho así” para evitar el cambio, porque tememos la novedad, perder nuestras seguridades… Pues éste es un tiempo del cambio, de la novedad y de perder las seguridades y ponernos en las manos de Dios. 

Tenemos que fiarnos del Espíritu, que “hace nuevas todas las cosas” y que nos va a hacer más felices, porque nos hará más coherentes… Hay que sacudirse los miedos, es un tiempo de renovación desde el interior. 

Efectivamente, el miedo es uno de los problemas que tenemos ante este proceso. El miedo es muy humano y precisamente tenemos que abrirnos a lo divino, al Espíritu que nos transforme. Pienso que este tiempo sinodal es un tiempo de Dios, porque es tiempo de autenticidad. No es momento de pensar que “siempre se ha hecho así”, sino “¿qué nos pide Dios?”. De eso se trata cuando hablamos del discernimiento. Vamos a escucharnos unos a otros y escuchar también al Espíritu Santo. En este camino sinodal la dimensión orante es imprescindible. Sin una dimensión orante no podremos avanzar ni superaremos nuestros miedos e inseguridades.  

—En el mundo de los horarios cerrados y las prisas, ¿cómo recuperar esa necesaria dimensión orante?

Evidentemente, esto requiere una conversión y, ante todo, un comenzar. Hace poco me planteaban una dificultad importante: ¿por qué el mensaje cristiano no llega? Hacemos documentos buenísimos que se quedan en la estantería, gestos maravillosos que no llegan a la gente. Aunque pueda parecer paradójico, éste es un momento de detenernos al tiempo que avanzamos. Hacer silencio, detener los ruidos y redescubrir el valor de la oración. 

En ocasiones nos damos cuenta de que hemos perdido, no sólo la capacidad de orar sino el gusto por orar y, en consecuencia, nos entregamos al activismo, a “hacer cosas” o al “conocer las cosas”. Sin embargo, decía Benedicto XVI que se es cristiano por el encuentro personal por Cristo, no por decir o hacer muchas cosas. Se trata de esto, del encuentro personal, de amistad con Cristo. Sin ese encuentro y esa amistad nada de lo que hagamos ni de lo que digamos tendrá sentido. 

Hay que volver al encuentro personal con Cristo porque desde ahí iniciamos el camino. A veces, queremos decirle al Señor lo que tiene que hacer, queremos controlar, seguir un programa… Lo bonito de este proceso es que no sabemos dónde nos va llegar. Algunas veces me preguntan “¿cuál va a ser el final de este Sínodo? , ¿qué tipo de conclusiones saldrán de esto?”, y respondo: “pregúntenle al Espíritu Santo, porque yo no lo sé”. 

¿Qué hemos de poner a la luz del Espíritu Santo? Nuestro mundo del ruido, del hacer, del poder… esas construcciones que nos hemos hecho y de las que tenemos que ver qué hemos de cambiar para volver a lo esencial, para redescubrir las bases de nuestra fe. 

Los cristianos debemos ser semilla de esperanza. Llevar la salvación que es Cristo en el medio del mundo. Es muy bonito ver que este proceso sinodal surge en el momento de la pandemia, en un momento en el que la Iglesia está marcada por los escándalos, en un momento de templos vacíos, de una crisis del laicismo… Todos hemos pedido a Dios que nos ayude en estos momentos y aquí tenemos una respuesta: Iglesia sinodal, ir a lo esencial, ponernos a la escucha del Espíritu Santo, unidos entre nosotros… Y vamos adelante. 

Es una respuesta de Dios y una gran responsabilidad para todos nosotros, porque esta respuesta de Dios en la historia pasa a través de nosotros. Si no participamos, si pensamos que esto “nos complica la vida”,  podemos estar frustrando la acción del Espíritu Santo. Es un momento muy importante para el que necesitamos mucha humildad, mucha confianza y mucho amor, y esto lo recibimos en la oración. 

—Hay católicos que dicen no sentir esa pertenencia a la Iglesia o que la Iglesia no los escucha… 

Todo católico forma parte de la Iglesia porque forma parte de Cristo. No hay Cristo sin Iglesia. Cristo resucitado es Cristo cabeza de la Iglesia, unido a ella, inseparable. Unirte a Cristo te une a la Iglesia. Es verdad que vivimos en una época donde hay muchas personas cristianas que no participan de la vida de la Iglesia, que están al margen por circunstancias diversas. Por esa razón, el Papa nos anima a llegar a esos márgenes, a ir nosotros al encuentro de ellos. Hay que escuchar a todos, no sólo a los que vienen a Misa o están junto a nosotros, sino a todos: ofrecer a esas personas la posibilidad de participar, de hablar y de escucharles, uniéndoles a nosotros. Este momento de escucha es también un momento muy bonito de evangelización.

¿Cómo empezar a hacer esto? Empezando. A nadar se aprende nadando. Aprendemos a caminar juntos caminando juntos en el Espíritu Santo. Y tenemos experiencia de que vienen, de que preguntan: ¿cómo puedo participar? Acercándose a su parroquia, preguntando al párroco. Ir a lo sencillo, que es vivir nuestra fe cristiana que es comunidad, a la escucha del Espíritu y unidos a Cristo. 

Eso sí, tenemos que tener paciencia. Nuestros tiempos no son los tiempos de Dios. El cristianismo se difunde por contagio, por el entusiasmo de los primeros cristianos. Creo que todo cristiano ha de ser apóstol en el sentido de ser un entusiasta de su fe, porque conoce a Cristo experiencialmente y lleva a Cristo enmedio del mundo. Viviendo la autenticidad de nuestra fe iremos “contagiando” e iremos integrando a más personas, incluso a aquellos que nos insultan, como nos ha dicho el Papa.

Escuchar a todos y, desde ahí, discernir, y tomar las decisiones que sean necesarias y que indicará el Espíritu Santo, no la voluntad de cada uno. Habrá que cambiar y renovar muchas cosas, sí, y será un camino de esperanza para todos. 

Hay que escuchar a todos, no sólo a los que vienen a Misa o están junto a nosotros.

Mons. Luis Marín. Subsecretario del Sínodo de los Obispos

—¿Cómo llevar a cabo este discernimiento saber qué pide Dios y no caer en modas o ideologías?

El discernimiento necesita de la apertura al Espíritu Santo, el eje vertical que nos pone en comunicación con Dios, y la participación de los hermanos, de todos, el eje horizontal. Así se traza ese camino juntos que nos lleve a discernir qué pide Dios a la Iglesia hoy. 

El lema del Sínodo nos pone ante tres temas que Dios pide a la Iglesia: comunión, participación y misión

La primera, comunión. Hemos de preguntarnos cómo la vivo yo personalmente cuando en la propia Iglesia hay grupos enfrentados, se imponen las ideologías, etc.

La comunión significa que juntos nos enriquecemos. Es muy bueno que no tengamos la misma personalidad, la misma sensibilidad, la misma cultura … porque de lo contrario se empobrecería la vida. A veces olvidamos que somos hermanos y nos comportamos como enemigos, como miembros de una especie de partido político y el cristianismo no es una ideología. Hay tantas maneras de seguir a Cristo como personas en el mundo.

Luego, la participación. Cada uno tiene que participar según su condición y su carisma, como hemos apuntado antes. No podemos tener una actitud pasiva ni clericalista, es decir, que el clero lo haga todo y sepa de todo mientras que muchos laicos están pasivos o quieren convertirse en “pequeños clérigos”. Hay que desarrollar mucho más las estructuras de participación en la Iglesia.

Y, por último, misión. En este mundo tan difícil, ¿llevamos la buena noticia a los demás o creamos una especie de guetos en los que hablamos un idioma que nadie entiende? ¿Salimos a las periferias, es decir, a todos los ámbitos de la vida? Estas son las cuestiones del Sínodo, el reto. No podemos reducir el Sínodo a buscar unas recetas o cuatro puntos de examen sino que es un movimiento del Espíritu, es algo más profundo.

—¿Cómo se ha acogido en toda la Iglesia este Sínodo novedoso? 

Tengo que decir, y me alegro mucho poder afirmar que, en general, se ha acogido muy bien, con muchas ganas. Desde la Secretaría del Sínodo estamos en contacto con las conferencias episcopales de todo el mundo, con asambleas de religiosos y asociaciones laicales. Hay mucha expectación, ganas y diría también, entusiasmo. También somos conscientes de que están presentes, en muchos ámbitos, las dudas, cómo vamos a hacer, por donde debemos ir, como empezar… ha habido un impulso inicial muy fuerte. En la inmensa mayoría de las diócesis se ha asumido como lo que es, un tiempo de Dios y una oportunidad extraordinaria para la vida cristiana. 

El Papa nos decía que teníamos que prepararnos para las sorpresas. El Espíritu Santo nos va a sorprender. En nuestra sociedad nos gusta mucho tenerlo “todo atado”, pero en este momento, se nos pide esa apertura a la sorpresa del Espíritu. Por ejemplo, desde la Secretaría del Sínodo se ha enviado un documento preparatorio que es una ayuda, pero que si no sirve… pues no pasa nada. Hemos colocado diez temas. Al principio estaban planteadas una decena de preguntas claras, amplias… y alguien nos hizo ver que parecía un examen, que corría el riesgo de que se redujera a responder una serie de preguntas; y lo que queremos es una experiencia de escucha, no unas respuestas cerradas. Por eso se cambiaron a diez núcleos temáticos, que abarcan una mayor posibilidad de reflexión. Si sirven, bien. Si no habrá que buscar otras.

Desde la Secretaría del Sínodo intentamos que haya una conexión de materiales, de ayuda… para que todos podamos ayudarnos en este camino, por eso están disponibles en la web los distintos materiales. La clave es que la Iglesia entera se ponga en esta escucha y este discernimiento y que sirva. 

Además, la Secretaría de Sínodo tiene un contacto muy intenso con las conferencias episcopales de todo el mundo. Por primera vez hemos tenido unos grandes encuentros online, divididos por idiomas. Se han hecho dos y en el próximo queremos que participen también los referentes y coordinadores del Sínodo de todas las conferencias episcopales.

Nos estamos reuniendo con los presidentes y secretarios de los dicasterios de la Curia romana. Junto a esto, nos hemos reunido telemáticamente con los patriarcas de las Iglesias orientales, y con la unión de superiores y superioras de los institutos religiosos, y se tiene contacto con las comunidades de vida contemplativa y asociaciones laicales. Está siendo un trabajo intenso pero que ha creado una gran conexión con iglesias de todo el mundo.

—La Curia romana, ¿también ha iniciado este proceso sinodal?

Si decimos que la Iglesia es sinodal, todo lo que es Iglesia es sinodal, es Sínodo, por tanto, también la Santa Sede. Efectivamente, también en la Curia vaticana estamos en este proceso de pensar, de ver qué nos dice el Espíritu Santo en este momento y poder responder a ello.

Teología del siglo XX

Gustave Thils y la “Teología de las realidades terrestres”

Gustave Thils pertenece a la época dorada de la Universidad de Lovaina en el siglo XX, y fue pionero y ordenador de grandes temas teológicos, como el ecumenismo y el diálogo con las religiones, pero especialmente sobre las realidades temporales. 

Juan Luis Lorda·25 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 7 minutos

Junto con Gerard Philips, Charles Moeller y tantos de otras disciplinas (Delhaye, R. Aubert, Coppens, Onclin…), Gustave Thils (1909-2000) es, en el fondo, fruto del desvelo del cardenal Mercier en la preparación intelectual y espiritual del clero diocesano de Bruselas (Malinas) y en el resurgir intelectual y cristiano de la Universidad de Lovaina.

Thils se formó en la diócesis de Bruselas, en sus seminarios menor y mayor; y en Lovaina, donde hizo sus grados y sus tesis, doctoral (1935) y de habilitación (1937), sobre Las notas de la Iglesia en la Apologética desde la Reforma, mostrando los cambios que habían sufrido al pasar de la patrística y el Credo (una, santa, católica y apostólica) a la controversia confesional con el luteranismo. Era uno de los temas clásicos de la asignatura de apologética. Y esta materia fue la primera que enseñó cuando le pidieron ser profesor del seminario (1937-1949). También fue uno de los directores espirituales más apreciados de aquel seminario, entonces con más de doscientos candidatos. Después, pasó a profesor de Teología Fundamental en Lovaina (1947-1976). 

Thils se caracterizó por informarse a fondo en los temas que le tocaba enseñar o quería introducirse. No se conformaba con los manuales al uso. En cada caso, componía una historia y una panorámica temática. Y como, sobre todo en el seminario, le tocaron varias asignaturas, hizo muy pronto un conjunto de obras muy informativas. Eso le valió ser tempranamente conocido y citado en toda el área teológica de lengua francesa. Hasta casi el final de su larga vida, mantuvo su capacidad de escribir claro y sintetizar bien. Y fue muy traducido. 

Panoramas y síntesis

Las charlas de espiritualidad del seminario se convirtieron en una síntesis de espiritualidad sacerdotal, El sacerdocio diocesano (1942-1946), después ampliadas en La santidad cristiana. Compendio de teología ascética y, más tarde, en Existencia y santidad en Jesucristo (1982). Siguen siendo inspiradoras y con una espiritualidad laical. 

Unos cursos de moral de virtudes en el seminario originaron el interesante ensayo Tendencias actuales de la teología moral (1940). Las expansiones temáticas de la Apologética y Teología Fundamental (y de su tesis) le llevaron a sintetizar una celebrada Historia del movimiento ecuménico (1955). Y, uniendo todo, a unas Orientaciones actuales de la teología (1958). También le impulsó a estudiar históricamente el papel del primado en la Iglesia, en La infalibilidad pontificia (1969) y El primado pontificio (1972). Y, siempre en la línea de la Teología Fundamental, a introducirse en el mundo de las religiones, Propósitos y problemas de la teología de las religiones no cristianas (1966). Y, viéndolas venir, ¿Sincretismo o catolicidad? (1967). Y es solo una pequeña selección de sus libros, a la que hay que añadir muchos artículos y muchísimas reseñas y recensiones. No perdía el tiempo. 

Las realidades temporales y el Concilio 

Pero su aportación más reconocida fue su temprana Teología de las realidades terrestres (Théologie des réalités terrestres (Desclée 1946, edición por la que citaremos). Que fue acompañada, después, por otros ensayos complementarios, como Trascendencia y encarnación (1950), y Teología y realidad social (1963). 

Era original porque abordaba sistemáticamente el tema, y con sensibilidad hacia la manera de pensar de profesionales y trabajadores, que conocía porque llevaba grupos y daba cursos. 

Cuando llegó el Concilio (1962-1965) y especialmente en los trabajos de Gaudium et spes, se contó con él. Aparte de que era compañero de otros lovanienses como Gerard Philip y Charles Moeller, que tuvieron un gran peso en la forma final y en la redacción de Lumen Gentium y otros documentos (todos eran buenos latinistas). Hizo buenos comentarios de la marcha del Concilio y de varios de sus documentos. Y trabajó en el Secretariado para la Unión de los Cristianos. 

El propósito del libro 

El mundo medieval ha desaparecido. Ya no se concede al cristianismo (a la Iglesia) un lugar oficial en la constitución de los estados. Pero ¿cómo pueden desinteresarse los cristianos por la ciudad temporal? ¿No tienen allí su misión y vocación, especialmente los laicos? ¿Qué se debe hacer, sin caer en un clericalismo? 

“Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”. De acuerdo, pero ¿no debe haber una teología, una fe pensada, que sirva para formar a los futuros sacerdotes para que iluminen a los cristianos? ¿Se podía dejar que sólo el marxismo interpretara las “realidades temporales” y su progreso? 

Según explica en el prólogo, esa reflexión justifica este notable ensayo en dos volúmenes. El primero, Preludios, plantea el tema a fondo, y el segundo está dedicado a la Teología de la historia (1939) y lo comentaremos después. Como siempre, Thils hace un gran mapa del tema, que ya es, en sí mismo, una contribución.

Preludios

Se divide en cuatro partes. Las tres primeras son la preparación y encuadre de las cuestiones; la cuarta, es un esbozo de juicio cristiano de las principales “realidades terrestres”. Tiene en cuenta el ensayo de Maritain (Humanismo integral, 1936), sobre el papel cristiano en una sociedad que ya no es oficialmente cristiana; y un artículo del jesuita Montcheuil, Vida cristiana y acción temporal (1943), además de otros escritos que expresan la inquietud de estar presentes en la configuración del nuevo mundo. 

Comienza señalando que filósofos, teólogos y sociólogos cristianos “forman un coro muy homogéneo para requerir de la ciencia teológica indicaciones sobre el valor del mundo, del universo de las sociedades humanas, de la civilización” (14). Católicos, protestantes y ortodoxos (Boulgakov, Berdiaev). Incluso cita a Donoso Cortes: “Una civilización es siempre el reflejo de una teología”

Matices y encuadres

La segunda parte proporciona elementos teológicos de juicio, entrando a las contraposiciones y paradojas: Dios y el mundo, lo sagrado y espiritual y lo profano, el espíritu y la materia, la carne y el espíritu. Hace falta meditación y muchos matices para enfocar bien las cosas. 

La tercera parte muestra el gran movimiento que va desde la creación de Dios, con el misterio del pecado y la redención, hasta la consumación en Cristo, por obra del Espíritu Santo. Allí hay que encuadrar estas realidades. 

Hay un designio creador de Dios sobre la acción humana en el mundo (que prolonga su creación), hay pecado que deforma, y acción redentora que sana, y hay tensión escatológica y trascendente hacia el final: no se puede hacer un mundo que quede encerrado en sí mismo. 

Y en este marco, Gustave Thils está convencido de que la acción del Espíritu Santo en el mundo no se limita a la santificación interior de las personas ni a la acción litúrgica de la Iglesia, sino que abarca a toda la creación herida por el pecado. Los cristianos deben participar en ese movimiento desde su lugar en el mundo. 

La aplicación a las realidades temporales

La cuarta parte, llamada “simples esbozos”, que es la más larga, aplica todo lo visto a algunas grandes realidades terrestres: la constitución de las sociedades, la cultura y la civilización, la técnica, las artes y el trabajo humano. En cada caso se trata de comprender su lugar en la prolongación de la acción creadora de Dios, pensar en cómo son afectadas por el pecado, sanadas por la redención y dirigidas por el Espíritu hacia la gloria de Dios. 

Por ejemplo, sobre el trabajo. Apoyándose en santo Tomás, dice que toda obra participa de la acción divina, de su causalidad, y es prolongación de su creación. El aspecto creativo subraya que el ser humano es imagen de Dios. Ciertamente, está tocado por el pecado, pero el trabajo no es consecuencia del pecado, solo es consecuencia su aspecto penoso. Y precisamente por eso, también puede tener un aspecto redentor. “Restaurar una sociedad, la cultura o el arte es transfigurarla según el Espíritu Santo: esto no es solo una promesa, se realiza de verdad. […] Por eso la actividad humana que transmite la redención al mundo terrestre es por lo mismo, una actividad redentora” (191). 

“Uniendo todas las formas de las actividades redentoras terrestres y uniéndolas a las actividades teologales y teocéntricas de la vida interior se logrará una vista bastante completa de lo que es la ‘vida cristiana’ en su conjunto, con toda la universalidad que posee en Dios y en el Espíritu” (194). Hay que huir tanto de una “humanización del cristianismo que lo convierte en una fuerza de moralización […] como de una desencarnación total del cristianismo por la insistencia unilateral en una gracia que no se mezclaría en absoluto con el mundo para penetrarlo y transformarlo. […]  Hay que pensar a la luz de Cristo el tratado de la antropología cristiana, cuya reforma será, quizás, la obra mayor del siglo XX” (198). Son las últimas palabras. 

Resumen en Orientaciones

Doce años después, en sus Orientaciones actuales de la Teología (1958), resume el tema. “No estamos ya en los tiempos en que la idea de perfección estaba ligada a la de “monaquismo” o de ‘convento’ […]. Los laicos están sumergidos en lo temporal y atados a tareas terrenales. Su deber de estado –que es el primer medio de santificación- los conduce a otorgar visible atención e interés vital al desarrollo del mundo profano […]. Este mundo, de forma precaria y transitoria, es el lugar en que deberán santificarse” (citamos por la traducción de Troquel, Buenos Aires 1959, 133). Se necesitan orientaciones para “considerar este mundo con los ojos de la revelación, ayudándoles a adaptar su mirada a la mirada de Dios”. “Una teología de las realidades temporales puede ayudar a comprender el fin de la obra temporal y a cumplirlo” conociendo cómo se realiza la imagen de Dios en el mundo. “En último análisis se trata de una ‘antropología cristiana’”, pero “integral”, no reducida a la descripción del alma y al papel interior de la gracia. “Si nuestra antropología teológica hubiese sido ‘integral’, jamás hubiese existido el problema de la teología de las realidades temporales” (135). 

Se extiende recogiendo bibliografía que había crecido. Primero la “teología de todos los días”, donde cita a Jesús Urteaga (El valor divino de lo humano), Mouroux, Scheler, C. S. Lewis. Después sobre el cuerpo (Mouroux, Poucel), el trabajo (Haessle, Chenu), la familia y la sociedad (Dubarle, Journet); también el arte y la técnica. 

Escatologistas y encarnacionistas

Como hemos dicho, el segundo volumen de la Teología de las realidades terrestres, está dedicado a la Teología de la historia (1949) y al aspecto escatológico, es decir, se plantea si la acción humana en el mundo y su progreso tienen alguna relación con la implantación del Reino de Dios ahora y al final de los tiempos (los nuevos cielos y la nueva tierra). 

Las historias de la teología suelen dividir a los autores en “escatologistas” y “encarnacionistas”. “Escatologistas” (Daniélou, Bouyer) serían los que centran el sentido de la historia en la espiritualidad y vida de la Iglesia, resultando lo demás accesorio o incluso, en distinto grado, subsumido al “mundo” como realidad opuesta a la salvación. “Encarnacionistas” (Thils, Chenu y después, Metz y la teología de la liberación) serían los que dan valor trascendente y escatológico a las realidades humanas, donde entienden que se incoa el Reino. Se diferencian y, de hecho, Daniélou criticó a Thils como “demasiado optimista”. Pero la cuestión, tan rica y compleja, no queda bien reflejada en una división bipartita tan simple.

La conclusión de Gaudium et spes

Gaudium et spes, que dedica un capítulo a la acción humana en el mundo (nn. 33-39), se hace prudente eco de todo esto en el n. 33: “Hay que distinguir cuidadosamente progreso temporal y crecimiento del reino de Cristo”, pero el primero puede ayudar e “interesa en gran medida al reino de Dios”. Además, “los bienes de la dignidad humana, la unión fraterna y la libertad; en una palabra, todos los frutos excelentes de la naturaleza y de nuestro esfuerzo, después de haberlos propagado por la tierra el Espíritu del Señor y de acuerdo con su mandato, volveremos a encontrarlos”, transfigurados en la consumación de
Cristo.

Recursos

Teresa Barrera, psicóloga: “Las heridas pueden generar fortalezas”

La demanda de psicólogos y psiquiatras ha crecido en la pandemia, y se ignora a veces cómo ayudar ante las fracturas vitales. La psicóloga y terapeuta Teresa Barrera repasa siete herramientas para el acompañamiento psicológico y espiritual. Habla, por ejemplo, de que “las heridas pueden generar fortalezas”, o de mirar “de forma integrada”.

Rafael Miner·25 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

¿Qué significa mirar a las personas de manera integrada? “Tener en cuenta sus tres dimensiones: psicológica, biológica y espiritual”. Todos tenemos nuestras fracturas a lo largo de nuestra historia, “es algo que debemos asumir y que también genera en nosotros fortalezas”. Así lo asegura la psicóloga Teresa Barrera, especialista colaboradora de la Consulta Dr. Carlos Chiclana.

“Vivir de forma integrada permite a las personas ser felices y conocer aquello para lo que han sido llamadas”, ha afirmado Teresa Barrera en la Jornada Psicología y vida espiritual, en unasesión titulada Abordaje de las fracturas en la coherencia de vida del sujeto cristiano, que impartió a más de 300 personas en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.

El tema de la salud mental, y más en estos tiempos de pandemia, preocupa cada vez más a algunos especialistas, que advertían ya en 2020 que en torno a la pandemia del Covid-19 vendrían los problemas de la mente. Para un buen acompañamiento, Barrera considera importante conocer qué hace la persona, cómo lo hace, por qué y para quién: “Así comprenderemos las causas de la ruptura, para poder reordenar su conducta y que la persona viva en libertad. Muchas veces no es una cuestión de actitud y al paciente esto le desculpabiliza mucho”. 

Respecto al origen de la incoherencia, distinguió dos casos: cuando tiene una raíz psiquiátrica, como los casos de Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) o el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH); o cuando la incoherencia tiene una raíz psicológica, en cuyo caso es de gran ayuda conocer la historia personal.

Estas son algunas cuestiones sobre las que la psicóloga Teresa Barrera ha conversado con Omnes, al hilo de su intervención en la Universidad de Navarra.

La Asociación Americana de Psicología (APA) alertó a finales de verano del año pasado de que aumentaban las consultas de psicólogos y psiquiatras en la pandemia. Algunos manifestaron entonces que bastante gente iba a quedar afectada, tocada, por todo esto.  ¿Ha continuado creciendo esta demanda?

Sí, es evidente. Hay cosas que ya estaban en las personas, ya estaban adaptadas, y las situaciones que hemos vivido de incertidumbre les han desestabilizado, y se han hecho más presentes, y por eso han pedido ayuda. Y luego hay muchos duelos que vivir. No solamente duelos de personas, sino cosas que hemos perdido en la relación con los demás, el tiempo que hemos estado alejados de los demás, proyectos que han tenido que cerrarse…, Eso son duelos que también hay que vivir. Han sido muchas variables. Ha habido personas que se han desestabilizado por la inestabilidad del momento, y por las situaciones que han tenido que afrontar.

¿A qué tipo de fracturas se refiere? Porque puede haber fracturas de diversa índole. La vida es dura y pueden pasar muchas cosas.

No tienen por qué ser grandes fracturas. Para un cristiano, una dificultad en la comunicación; en el matrimonio, una falta de intimidad es una fractura en la coherencia. No tenemos por qué hablar sólo de adicciones, o de infidelidades, de cosas graves. Y eso puede tener origen, desde un punto de vista psiquiátrico, o desde un punto de vista psicológico.

Por ejemplo, la pereza puede ser síntoma de una depresión, y es una fractura en la coherencia, pero tiene un origen, tiene una explicación. El exceso de trabajo, por ejemplo. Personas que viven más para el trabajo que para su familia.

Usted ha hablado de las fracturas en la coherencia de vida del sujeto cristiano, pero se supone que las herramientas psicológicas que propone valen también para las personas no cristianas.

El título de la ponencia hablaba de la fractura en la coherencia. Es decir, cuando una persona actúa de forma incoherente. A eso nos referíamos. Dónde está la explicación de la incoherencia, que puede tener un origen psiquiátrico o un origen psicológico. Una persona que es dependiente de otra. Puede tener un origen psicológico en la relación familiar primera, y se generan dependencias emocionales. Por eso es una fractura en la coherencia. A lo mejor se trata de una persona que hace lo que sea para que la otra persona le quiera.

Y la fractura no es en la herida, sino en la coherencia, en este caso. Aunque mi ponencia tenía el título de fracturas del sujeto cristiano, son cosas que valen también, lógicamente, para personas no cristianas. Es la fractura en la coherencia. Aunque aquí estamos hablando de los valores cristianos.

Vamos con las herramientas psicológicas para realizar un buen acompañamiento de la persona. Usted ha hablado de siete, y ha comenzado por ésta: ‘La relación que sana’

La relación terapéutica en sí misma es sanadora, por tanto, en el acompañamiento espiritual también es fundamental. Esa relación terapéutica genera una relación estable y segura, donde se permite la expresión emocional, que la persona pueda mostrarse tal como es, sin ser juzgada.

Segunda, encuadre del acompañamiento espiritual. ¿Puede sintetizarlo?

Hace falta un encuadre que ayude al acompañado a entender lo que es el acompañamiento espiritual y los límites del mismo: qué aspectos se van a tratar, ámbitos de la vida de los que se va a hablar, tiempos, lugar, periodicidad y modo de comunicarse.

Tercera. ¿Qué significa ‘hacer una línea de vida, que después uniremos al trabajo de fortalezas y emociones’? Son sus palabras.

Ordenar la vida es clave para conocerse y permite alinear los acontecimientos vitales. Puede hacerse de diferentes modos, por años, por crisis…

Cuarta. Las fortalezas.

Nuestras heridas pueden generar fortalezas. Es importante reflejarlo, porque si sólo mostramos dónde están los problemas, la persona al final se frustra. Si reforzamos los intentos de solución y las cosas que ha aprendido en ese camino, la persona se capacita.

Quinta. Conciencia y regulación emocional.

Consiste en ayudar a detectar qué emociones tiene la persona en los momentos importantes, para que los integre en la vida y aprenda a regularlas. Poner nombre a las emociones, definirlas y expresarlas permite conocerse.

Sexta. Preguntas capacitadoras y reflexivas.

Podemos utilizar preguntas que ayuden a la persona a reflexionar acerca de sí misma, de las consecuencias de sus actos, de lo que siente y llegar a vislumbrar las fortalezas señaladas en el apartado anterior.

Y séptima. El yo ideal versus yo actual.

Permitir a la persona que, a través del mapa de su historia donde están las carencias y fortalezas, conozca su originalidad y se quiera, para saber hacia dónde quiere dirigir su vida en libertad. Podemos traducirlo por rrabajar el ideal contando con la realidad. La idea es trabajar a la persona desde cómo es, no sólo desde el ideal; trabajar el ideal basado en la realidad.

Hablemos un momento del ‘hacer lo que sea’ para llamar la atención, como ha comentado antes. Suele pasar a veces que ante una ruptura, por ejemplo, se puede llegar a pensar en cualquier locura…

Cuando se llega a esos extremos, hace falta un acompañamiento terapéutico. Porque lo que uno siente y lo que hace no es proporcionado al hecho vital. En esos casos, cuando la persona no tolera la ansiedad, el malestar o el dolor de la separación, hace falta un acompañamiento terapéutico, porque no es proporcionado. Cuando las emociones son desproporcionadas, están queriendo decir que hay algo que no está funcionando bien. Otra cosa es que una persona esté triste, y llore, o se enfade por las circunstancias, pero que pueda continuar con su vida.

Concluimos la conversación. Por si es de su interés, la Jornada académica contó también con la participación del doctor Jorge Iriarte, médico, sacerdote y profesor de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra; de Montserrat Lafuente, psiquiatra y psicoterapeuta, profesora en la Universidad Abat Oliva-CEU y en el seminario de Barcelona; del profesor Wenceslao Vial, profesor de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma); y de los profesores de la universidad, José María Pardo y Martiño Rodríguez-González, que moderaron las ponencias.

Vaticano

El Papa a los periodistas: «Una misión de explicar el mundo y hacerlo menos oscuro»

Dos periodistas han recibido, de manos del Papa Francisco, la Gran Cruz de la Orden del Plan, que suele concederse a los jefes de Estado. En el acto de entrega de la condecoración, el Papa aprovechó para dirigir unas palabras al mundo del periodismo.

Giovanni Tridente·24 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Por primera vez en la historia de la Santa Sede, dos periodistas recibieron de manos del Papa Francisco, el 13 de noviembre, la Gran Cruz de la Orden Piana, que suele concederse a los jefes de Estado. Se trata de Valentina Alazraki, de la televisión mexicana Televisa, y Phil Pullella, de Reuters, profesionales que llevan varias décadas cubriendo el Vaticano. Ambos son, de hecho, «decanos» de los llamados «vaticanistas», el grupo de periodistas que viven en Roma y que siguen a diario todas las actividades del Vaticano y de la Santa Sede, y vuelan con el Papa en sus viajes internacionales por todo el mundo. Alazraki, por ejemplo, ha realizado más de 150 viajes siguiendo a los tres últimos pontífices.

Para la ocasión, el Santo Padre dirigió un mensaje a toda la comunidad de profesionales de la información, de los cuales una representación estaba presente en la sala, para decirles que con este honor pretendía «rendir homenaje a toda vuestra comunidad de trabajo», así como mostrar «que os ama, os sigue, os estima, os considera preciosos».

En esta ocasión, el Papa Francisco ha dado una pequeña lección de periodismo, recordando los elementos fundamentales que caracterizan -o deben caracterizar- una profesión verdaderamente al servicio del bien y de la verdad, vivida como una «misión» natural de «explicar el mundo», «hacerlo menos oscuro», para que «los que viven en él le tengan menos miedo y miren a los demás con mayor conciencia, y también con mayor confianza».

Esta verdadera vocación debe basarse en tres importantes pilares. En primer lugar, escuchar a los protagonistas de las historias que se cuentan, lo que significa también ver, estar ahí, para captar matices y sensaciones a través de un necesario encuentro personal «insustituible».

El segundo pilar se refiere al análisis en profundidad, a la capacidad de penetrar en el contexto de las situaciones para evitar la simplificación y el contraste, muy en boga hoy en día en el panorama mediático y de la web.

Por último, contar, lo que no significa «ponerse en primer plano, ni erigirse en juez», sino adquirir la actitud que lleva a «dejarse golpear y a veces herir por las historias que encontramos, para poder narrarlas con humildad a nuestros lectores».

El deseo del Papa es, por tanto, tratar con periodistas y comunicadores «apasionados por la realidad, capaces de encontrar los tesoros que se esconden en los pliegues de nuestra sociedad y de contarlos, permitiendo que nos impacte, que aprendamos, que ampliemos nuestras mentes, que captemos aspectos que antes no conocíamos».

Esta capacidad de empatizar con los problemas de la gente, de captar los elementos de la verdad, de contextualizarlos y de relatarlos con amabilidad se aplica también a todos los acontecimientos relacionados con la Iglesia, que «no es una gran empresa multinacional dirigida por directivos que estudian en la mesa cómo vender mejor su producto», sino que ha nacido y existe «para reflejar la luz de Otro, la luz de Jesús».

El Papa Francisco no es ajeno a dar indicaciones útiles a los periodistas para que puedan cumplir mejor su delicada tarea de servicio. Muy a menudo, en discursos, entrevistas, mensajes y saludos, ha destacado algunas de sus «convicciones comunicativas» y «consejos virtuosos» como remedio a lo que ha definido en alguna otra ocasión como los «pecados de los medios de comunicación». Entre ellas se encuentran la desinformación, la calumnia y la difamación.

Frente a estas «violaciones de la verdad», el Pontífice ha reiterado en varias ocasiones la necesidad de priorizar el amor a la verdad, el bien y la belleza, una «tríada existencial» como la definió en su primera audiencia con periodistas una vez elegido en 2013.

La escucha también forma parte de esa «proximidad y cultura del encuentro» típica de otros pronunciamientos de su Magisterio, consciente de que la implicación personal se convierte así en la raíz misma de la fiabilidad del comunicador.

En todo ello surge la responsabilidad, la actitud que lleva a mantener un alto nivel ético en el trabajo, evitando la superficialidad y siendo siempre respetuoso con las personas, tanto con las que son objeto de información como con las receptoras del mensaje.

El Papa también habla de esperanza, refiriéndose a un tipo de información y comunicación que es constructiva. Frente a las opiniones derrotistas o pesimistas, la actitud correcta -que es una tarea y también un compromiso- debe ser positiva, dejando espacio para las cosas buenas que suceden.

Por último, el Papa es consciente de que los centros neurálgicos donde se concentra la mayor parte de las noticias están en los grandes centros. Sin embargo, esto no debe hacernos olvidar las innumerables historias de los que viven lejos, en la distancia, en los ya famosos suburbios, donde junto al sufrimiento y la degradación hay ciertamente historias de gran solidaridad, que pueden ayudar a todos a mirar la realidad de una manera renovada.

Lecturas del domingo

Comentarios a las lecturas del I domingo de Adviento: «Se aproxima vuestra redención»

Andrea Mardegan comenta las lecturas del I domingo de Adviento y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan / Luis Herrera·24 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Comenzamos el Adviento con los discursos de Jesús sobre el fin de los tiempos y su segunda venida. Jesús habla de trastornos cósmicos. Sus oyentes estaban convencidos de la conexión entre la naturaleza y la historia, y veían en el mar tempestuoso una imagen del caos que se oponía al orden de las estrellas y de los cielos. Si el desorden y el caos llegan a los cielos, entonces el final está cerca.

Lucas, buen médico, destaca las reacciones de “angustia”, “ansiedad” y “miedo” que provoca muerte. En este cuadro dramático, que nos recuerda hechos reales -terremotos, huracanes, inundaciones, erupciones volcánicas- aparece la imagen de la segunda venida del Hijo del Hombre “en una nube con gran poder y gloria”. 

La nube es en la Biblia un signo de la presencia de Dios. Una nube envuelve a Jesús con los tres apóstoles, Moisés y Elías en el Monte de la Transfiguración.

Lucas describe la Ascensión así: “Mientras ellos lo observaban, se elevó y una nube lo ocultó a sus ojos” (Hch 1, 9). Dos hombres vestidos de blanco dicen a los apóstoles: “Este mismo Jesús, que de entre vosotros ha sido elevado al cielo, vendrá de igual manera a cómo le habéis visto subir al cielo”.

Al entrar en la nube en el Monte de la Transfiguración, los apóstoles “tuvieron miedo”; en cambio Jesús, después de haber hablado de la nube de su segunda venida, nos insta a ponernos de pie y levantar la cabeza, actitudes que expresan una expectativa llena de esperanza: “Porque se aproxima vuestra redención”

Pero Jesús nos advierte también que aún podríamos perder esa salvación, y por eso nos invita a velar y orar para evitar que nuestro corazón “se ofusque” por “la crápula, la embriaguez y los afanes de la vida”. El verbo que usa Luca recuerda el endurecimiento del corazón del Faraón cuando Moisés le pidió que dejara partir a su pueblo (Ex 7, 14).

Velamos para tener el corazón despierto con la esperanza que el Señor nos transmite con Jeremías: “Suscitaré a David un brote justo, que ejerce el derecho y la justicia en la tierra. En aquellos días Judá será salvada y Jerusalén vivirá en paz, y será llamada: El Señor nuestra justicia”.

Las palabras de Pablo a los Tesalonicenses, el escrito más antiguo del Nuevo Testamento que nos ha llegado, inmersas en la expectativa de la segunda venida de Cristo, nos sugieren cómo orar en esta espera: “Que el Señor os colme y os haga rebosar en el amor de unos con otros, y en el amor hacia todos, como es el nuestro hacia vosotros, para que se confirmen vuestros corazones en una santidad sin tacha”.

Además, el Señor no vendrá solo, sino “con todos sus santos”, sus amigos, nuestros compañeros de viaje, hermanos en la fe ya en la gloria, que son nuestros intercesores.

La homilía sobre las lecturas del domingo I de Adviento

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

El autorAndrea Mardegan / Luis Herrera

España

Semanas sociales en España: hacia una regeneración de la vida pública

Sevilla acoge la XLIII Semana Social de España bajo el título La regeneración de la vida pública. Una llamada al bien común y a la participación. 

Maria José Atienza·24 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

La Comisión Episcopal para la Pastoral Social y Promoción Humana celebra en Sevilla, del 25 al 27 de noviembre, la XLIII Semana Social de España bajo el título La regeneración de la vida pública. Una llamada al bien común y a la participación

Como señala a Omnes Jesús Avezuela, presidente de las Semanas Sociales de España, “la celebración de las Semanas Sociales de este año 2021 tienen una especial importancia después de un proceso de revitalización de esta institución”

El encuentro de Sevilla viene precedido además, por primera vez, “por el trabajo de una serie de debates y foros de deliberación en diversas diócesis a lo largo de toda la geografía española durante todo 2021”.

La próxima Semana Social, que coge el testigo de la última celebrada en Orihuela-Alicante en 2015, comenzará el 25 de noviembre con la sesión inaugural a la que asistirá el nuncio apostólico en España, Mons. Bernardito Auza; el arzobispo de Sevilla, Mons. José Ángel Saiz Meneses, el propio Jesús Avezuela; y el alcalde de Sevilla, así como el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello, encargado de la ponencia inaugural. 

El viernes será el día de trabajo para las diócesis participantes a través de grupos de trabajo mientras que el sábado se han programado dos mesas redondas: Una mirada desde la política y Una mirada desde la empresa y el sector social moderadas por los periodistas Diego García Cabello y Juan Carlos Blanco Cruz, respectivamente.

El programa del sábado también incluye la presentación de las conclusiones antes del acto final, en el que se contará con la presencia del arzobispo de Sevilla y el presidente de la Junta de Andalucía.

Avezuela destaca, además, la importancia de este encuentro para las Semanas Sociales y considera que “es un momento muy oportuno, dentro del camino emprendido por la Conferencia Episcopal para los próximos años, para renovar estas iniciativas de encuentro y dialogo social y cultural poniendo en común los muy diferentes enfoques de los foros de deliberación de los distintos grupos de trabajos de expertos en temas políticos, económicos y socioculturales de las diócesis que son muy variadas entre sí pero que comparten esa búsqueda del bien común”.

¿Qué son las Semanas Sociales?

Las denominadas “Semanas Sociales” tienen su fundamento en la encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII. Será en Lyon, en 1904 cuando surgen las primeras Semanas Sociales con esta denominación y con el objetivo de reunir a representantes de las distintas organizaciones religiosas, sociales, políticas y económicas. Las Semanas Sociales de España, cuya organización data de 1906, son un servicio de la Conferencia Episcopal Española para el estudio, difusión y aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia a las cuestiones sociales de relevancia y actualidad.

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Mundo

Alemania, ¿hacia otra Iglesia?

En la asamblea plenaria del Comité Central de los Católicos Alemanes se presentó el informe de una comisión de historiadores sobre abusos sexuales en la diócesis de Münster, en el que los autores ponen en entredicho los fundamentos de la Iglesia católica. Además, la conferencia de la “arzobispa” de Uppsala encandiló a la mayoría de los asambleístas. ¿Considera el Camino Sinodal alemán a la iglesia luterana de Suecia como un modelo para sus debates?

José M. García Pelegrín·23 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Los días 19 y 20 de noviembre se ha celebrado en Berlín la asamblea plenaria del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK por su abreviatura en alemán), el órgano que junto con la Conferencia Episcopal de Alemania (DBK) dirige el Camino Sinodal. Al margen de la elección de la nueva presidenta Irme Stetter-Karp, de 65 años, como sucesora de Thomas Sternberg (que había presidido el ZdK desde 2015), y de otros cargos, los aspectos más destacados fueron dos: la presentación de los resultados provisionales de un nuevo estudio sobre abusos sexuales -en este caso en la Iglesia de Münster, elaborado por un grupo de historiadores, y la conferencia pronunciada por la “arzobispa” de la iglesia luterana sueca.

El proyecto sobre los abusos sexuales en Münster, que comenzó hace dos años bajo la dirección de Thomas Grossbölting y Klaus Grosse Kracht y tiene previsto finalizar en la primavera de 2022, los resultados coinciden hasta ahora, grosso modo, con los que arrojó el informe denominado MHG (por participar en él profesores de las universidades de Mannheim, Heidelberg y Giessen): aproximadamente el cuatro por ciento de los clérigos de esa diócesis han sido acusados, desde 1945, de haber cometido abusos.

En general, estas cifras -según Grossbölting y Grosse Kracht- corresponden a la cuota de abusadores en la población de Alemania, que se calcula entre el tres y el cinco por ciento. “Es decir, los sacerdotes católicos no son ni más ni menos propensos a cometer abusos sexuales. Ni su formación ni la ordenación sacerdotal les protegió de ello”.

Sorprendentemente, los directores de este proyecto no extraen de estos resultados ninguna conclusión para la prevención durante el periodo de formación de los sacerdotes. Y tampoco lo hacen de un hecho de especial relevancia: según mencionan, tres cuartas partes de las víctimas son chicos, lo cual está en crasa contraposición con la estructura de las víctimas en la población general, donde se estima que las chicas se ven afectadas tres o cuatro veces más que los chicos; es decir, justo lo contrario. Parece que la relación entre abusos y homosexualidad sigue siendo un tema tabú.

En lugar de ello, concluyen: “Es posible que la Iglesia católica no tenga un problema cuantitativo con los abusos sexuales, pero sí uno cualitativo. Porque los hechos, pero también el encubrimiento de los abusos, tienen un carácter profundamente católico en muchas facetas”. En otras palabras: según Grossbölting y Grosse Kracht, los abusos tienen “causas sistémicas”: en la moral sexual de la Iglesia (también esto resulta sorprendente: ¿no prohíbe precisamente la moral sexual católica los abusos sexuales?), así como en la “concepción de la Iglesia sobre el ministerio en general”, en cuanto en ella “el sacerdote no solo es superior a los laicos en la dirección de la comunidad, sino también en su naturaleza” pues, con la ordenación, adquiere una parte de la autoridad de Jesucristo y lo representa “in persona”. 

“Esta es la base trascendente del poder pastoral que el ‘hombre santo’ tiene sobre sus víctimas. De este contexto resulta el fracaso del liderazgo de los obispos”.

En su interpretación de los resultados del estudio, Grossbölting y Grosse Kracht abogan por una Iglesia diferente: “Nos referimos a algo fundamental, la comprensión del ministerio sacerdotal, la relación entre los sacerdotes y los laicos y entre las mujeres y los hombres, nos referimos al control desde el exterior de los obispos y los responsables del personal y, esencialmente, a la limitación del poder pastoral”. De este modo, los abusos sexuales ofrecen la ocasión para cuestionar los fundamentos de la Iglesia católica. En este sentido, resulta sorprendente que Thomas Söding, teólogo y miembro de la presidencia de la ZdK, se sintiera obligado a calificar como “palabra emponzoñada” la expresión “abuso de los abusos”.

La “arzobispa» luterana de Uppsala, Suecia Antje Jackelen

En este contexto es asimismo comprensible el entusiasmo con que los participantes en la asamblea del ZdK acogieron la conferencia pronunciada por la “arzobispa” luterana Antje Jackelén, de Uppsala (Suecia). Originaria de Alemania, vive desde hace 40 años en Suecia; y desde 2014 se encuentra a la cabeza de la Iglesia luterana sueca. La presidencia del ZdK le había pedido que proporcionara una “visión desde el exterior” del camino sinodal en Alemania.

Aunque considera que sería “insolente” indicar un objetivo para el camino sinodal, porque “la iglesia de Suecia no tiene la solución”, Antje Jackelén esbozó cómo se entiende la sinodalidad en esta iglesia luterana: “Existe lo que llamamos dos ‘líneas de responsabilidad’: por un lado, la ‘línea episcopal’, con los obispos, presbíteros y diáconos: los obispos son elegidos en cada diócesis por presbíteros y diáconos, así como por el mismo número de laicos; por otro lado, la ‘línea sinodal’, cuyos representantes son elegidos en votaciones directas y democráticas. El concepto clave es la responsabilidad común”.

Que en Suecia esté “ampliamente aceptado que se puedan ordenar tanto a hombres como a mujeres” es otro aspecto que cayó en terreno abonado en la asamblea del ZdK. Irme Stetter-Karp, su presidenta recién elegida -que es también vicepresidente de Cáritas en Alemania- dijo al respecto tras su elección: “Como mujer, para mí esta exclusión [de las mujeres de la ordenación sacerdotal] no es aceptable, pero no solo desde los años 2000, sino desde siempre. No me parece argumentable que mi Iglesia ordene, por decreto o en función del sexo, a unos sí y a otros no.

Esta es una perspectiva como mujer, pero que comparten también muchos hombres. Un motivo igualmente decisivo me parece la cuestión pastoral. Para esto suelo utilizar un símil: uno no puede extender indefinidamente una masa cuando quiere hacer un pastel; en algún momento se rompe. Este es un riesgo que veo en muchas comunidades. Para mí, la fe es tan importante que me lleva a decir: estaría bien que lo reconsiderásemos”.

No sorprende, pues, que al terminar esta su exposición Irme Stetter-Karp invitara a Antje Jackelén a la Convención de los Católicos Alemanes de 2022; pero también otras participantes en la Asamblea se apresuraron a invitarla a participar en deliberaciones del camino sinodal. Parece que al menos algunos miembros de la Asamblea del ZdK consideran a la iglesia luterana sueca como un modelo para el camino sinodal alemán.

Vaticano

Las imágenes del Papa en Grecia y Chipre

Rome Reports·23 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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El reciente viaje apostólico del Papa Francisco a Grecia y Chipre ha dejado diversos momentos grabados en la retina como su encuentro con el arzobispo ortodoxo de Atenas y de toda Grecia, Jerónimo II, donde pidió perdón por el trato histórico por parte de los católicos a los ortodoxos o su visita al campo de refugiados de la isla griega de Lesbos.


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Mundo

Informe Sauvé: el episcopado francés reconoce la responsabilidad institucional de la Iglesia

El estudio Sauvé, encargado por la Conferencia episcopal francesa, no se limitaba a un recuento numérico, sino que solicitaba un análisis pormenorizado de las causas y los posibles remedios a la deriva de los abusos. Los obispos no han querido “discutir la factura” sino asumir su responsabilidad y llamar a una conversión profunda.

José Luis Domingo·22 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Las recientes revelaciones devastadoras del Informe Sauvé que sugieren un número significativo de víctimas de abusos sexuales de sacerdotes y religiosos en los últimos 70 años en Francia han sido analizadas por los obispos franceses en la reunión tenida en Lourdes la semana pasada.

El estudio encargado por la Conferencia episcopal no se limitaba a un recuento numérico, sino que solicitaba un análisis pormenorizado de las causas y los posibles remedios a esta deriva. La jerarquía había dado libertad a M. Sauvé, anteriormente vicepresidente del Consejo de estado, para formar su equipo y seguir los métodos que estimara convenientes. Ha sido puesto de relieve el carácter independiente de esta comisión, que ha contado con personalidades con competencias múltiples y complementarias y opiniones filosóficas y religiosas diversas: creyentes, no creyentes, agnósticos o ateos. La Iglesia quería mostrar una transparencia absoluta y su deseo de adoptar las medidas necesarias para la erradicación de esos delitos.

Por otra parte, la recuperación de la credibilidad delante la opinión pública se percibía como una necesidad que exigía medios extraordinarios. Como telón de fondo, el caso del abbé Preynat -hoy dimitido del estado clerical- había conmocionado la opinión pública por el número exorbitante de jóvenes scouts agredidos y había sentado en el banquillo de los acusados al mismo Cardenal de Lyon, Mgr Barbarin, por delito de no denunciación, condenado en primera instancia a seis meses de prisión y siendo finalmente absuelto en apelación. Una película titulada “Gracias a Dios” de François Ozon tratando este affaire tuvo amplia difusión en el país.

Habiendo sido hecho público los resultados del informe ya conocidos, los obispos han aceptado sin reservas estas conclusiones queriendo hacer público un cambio profundo de mentalidad y un arrepentimiento sincero. El cuerpo episcopal en su conjunto ha reconocido la responsabilidad institucional de la Iglesia y el carácter sistémico de estas violencias, “en el sentido que no son únicamente hechos de individuos aislados, sino que, igualmente, se han hecho posibles a causa de un contexto global”, en palabras de Mgr de Moulins Beaufort, presidente de la Conferencia episcopal francesa: “un sistema eclesiástico degradado”.

Las medidas votadas el 8 de noviembre por los obispos reconocen que el tratamiento de estas situaciones en el pasado, únicamente de manera interna, no había ayudado a su esclarecimiento. Deseosos de reparar toda injusticia, ha sido creada una instancia independiente de la Iglesia de reconocimiento y reparación de las violencias sexuales a fin de indemnizar toda victima “cueste lo que cueste”. La manera práctica de obtener los fondos necesarios no está aún determinada, pero no se excluye la venta de patrimonio inmobiliario o de bienes muebles de maniera solidaria entre las diócesis. Los obispos de Francia piden ayuda al Papa para que envíe visitadores apostólicos que analicen la manera de obrar de cada diócesis en este campo. Nueve grupos de trabajo, dirigidos por laicos, han sido creados, según las recomendaciones del informe Sauvé con el objetivo de renovar la forma de gobierno.

Al término de la asamblea plenaria, en la explanada de la Basílica de Lourdes, en el marco de una celebración penitencial, los obispos y los fieles presentes han pedido de rodillas perdón al Señor de todos los abusos cometidos en la Iglesia, mientras las campanas sonaban el toque de difuntos por todas las víctimas.

La reacción del episcopado corresponde a una toma de conciencia de la responsabilidad delante de Dios y de los hombres de esta grave perversión que la Iglesia no ha sabido tratar en su seno, al margen del comportamiento de las otras instituciones sociales seculares. Los obispos no han querido “discutir la factura” sino asumir su responsabilidad y llamar a una conversión profunda. Y es esto quizás lo más significativo que conviene retener por parte de las autoridades eclesiásticas.

Sobre el informe Sauvé

Desde el punto de vista de un observador exterior, reconociendo la gravedad del problema y sin minimizarlo, es legítimo sugerir algunas cuestiones que podrían matizar en algún sentido, las conclusiones del informe Sauvé a fin de hacerlas más pertinentes para la transformación de la sociedad eclesial francesa.

La puesta en escena de la entrega del informe a los obispos le 5 octubre del 2021 mostraba la conciencia que la Comisión había tomado de su misión de consejo y asesoramiento transformándola en una misión sancionatoria a la manera de un Tribunal moral de la sociedad sin apelación posible excediéndose en la misión confiada. Es encomiable que la comisión sea independiente pero todo trabajo de auditoría independiente requiere una fase de confrontación antes de la publicación del informe. Todo indica que los obispos no tuvieron la posibilidad de estudiar el informe antes de su presentación pública.

Independiente no quiere decir incriminatorio. M. Sauvé concedió el primer cuarto de hora de la presentación al presidente de una asociación de víctimas que no escatimó reproches a los obispos: “vosotros sois la vergüenza de nuestra humanidad”; repitiendo y haciendo repetir al público presente: “vosotros debéis pagar por todos esos crímenes”. Ante los resultados del informe, dijo, «lo mejor que podéis hacer es callaros y empezar a trabajar duro y rápido por refundar el sistema en profundidad». Una semana después pediría la dimisión de todos los obispos de Francia. 

Al margen de estas manifestaciones violentas ciertamente en relación con experiencias dolorosas, las recomendaciones del informe para el futuro son en gran medida pertinentes, sin excluir alguna recomendación aislada menos pertinente o más bien impertinente en contraste con la especificidad de la Iglesia, como por ejemplo suprimir en esta materia el sigilo sacramental de la confesión o replantear el celibato de los sacerdotes.

El informe indica que la mayor parte de los abusos tuvo lugar entre 1950 y 1970.  A la hora de evaluar las causas y proponer recomendaciones, hay sin duda un anacronismo de considerar esos hechos pasados con la mentalidad y los parámetros de hoy día, sin considerar el largo camino que la Iglesia ha hecho y la sociedad está intentando hacer por desenmascarar esos comportamientos y las coordenadas culturales y espacio-temporales que los permiten. El informe hace un análisis minucioso por periodos de 20 y 30 años, sin embargo, la síntesis global difumina las diferencias pudiendo hacer pensar que la media de este largo período de 70 años de agresiones a menores constituye la media actual. Así, podría concluirse falsamente que actualmente el 3 % de los sacerdotes es abusador y que las instituciones religiosas son más peligrosas para los niños que cualquier otra, cuando en realidad el período más negro, con 56 % de las agresiones, ha sido identificado en los años 60.

Desde un punto de vista objetivo habría que haber elaborado un balance global de las prácticas de pederastia en Francia desde 1950, y de los parámetros culturales que están en la base, en todos los sectores vinculados a la juventud (educación nacional, clubes deportivos, etc.) y no centrarse únicamente en la Iglesia, olvidando que en esos años una determinada élite intelectual defendía en Francia estas prácticas (baste recordar Jean-Paul Sartre, Roland Barthes, Simone de Beauvoir, Gilles et Fanny Deleuze, Francis Ponge, Philippe Sollers, Jack Lang, Bernard Kouchner, Louis Aragon, André Glucksmann, François Châtelet y otros muchos).

Cultura

Zena Hitz. Los placeres de la vida intelectual

En la sociedad consumista norteamericana ha llamado la atención este fascinante libro en defensa de la vida intelectual, porque aspira a restaurar el genuino sentido del aprendizaje y del estudio. Merece la pena su pronta traducción al castellano. 

Jaime Nubiola·21 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Publicado en el año 2020 por Princeton University Press, el libro Lost in Thought: The Hidden Pleasures of an Intellectual Life [“Perdidos en el pensamiento: los placeres escondidos de la vida intelectual”] de la profesora norteamericana Zena Hitz atrapa desde su primera página. 

El prólogo (pp. 1-24) lleva como subtítulo Cómo lavar platos restauró mi vida intelectual y en esas páginas narra su infancia, llena de libros y de naturaleza, sus estudios académicos, su trabajo como profesora de filosofía antigua hasta que a los 38 años de edad ingresó en una remota comunidad religiosa, llamada Madonna House, al este de los bosques de Ontario (Canadá), y cómo desde allí decidió regresar al college de su juventud para enseñar a los clásicos.

Recorrido

En ese prólogo recorre sus estudios en St. John’s y después en tres diferentes universidades hasta conseguir un puesto estable de trabajo en una universidad del sur de los Estados Unidos, focalizada por completo en el fútbol americano. Allí comienza a trabajar como voluntaria en hospicios, centros de refugiados y programas de enseñar a leer: “Este servicio persona a persona fue como un lento goteo de agua sobre una esponja seca” (p. 13). Por entonces, Zena Hitz decide que debe tener una religión ya que había crecido sin ninguna, a pesar de pertenecer a una familia judía. Las diversas iglesias a las que se asomó no le gustaron, pero un domingo asistió a misa en la parroquia católica local y todo cambió. Fue bautizada en la liturgia de Pascua del 2006.

Poco después se trasladó a otra universidad en Baltimore y allí le impactó mucho el sufrimiento de los pobres y necesitados, que tanto contrastaba con la superficialidad de la vida académica en una universidad de élite norteamericana. Daba clases sobre Platón, Aristóteles y ética contemporánea a grandes grupos de estudiantes y recibía un salario confortable y excelentes beneficios, pero ese tipo de vida le parecía muy pobre: “La enseñanza que constituía la actividad central de mi vida profesional no se parecía en nada a la búsqueda viva y colaborativa de ideas que me había encantado como estudiante” (p. 17). La organización académica hacía casi imposible un efectivo diálogo y la comunicación entre profesores y alumnos. Ante esa crisis, Zena Hitz buscó ayuda para el discernimiento de su vocación y decidió entrar en Madonna House. Pasó tres años en la comunidad canadiense, dedicada a la vida contemplativa y a las tareas manuales del monasterio, entre ellas, la de lavar platos.

Esta presentación biográfica ayuda a entender la fuerza del libro. “Tal como descubrí” -escribe Hitz (p. 22)- “aprender es una profesión; […] comienza escondiéndose: en los pensamientos íntimos de niños y adultos, en la vida tranquila de los ratones de biblioteca, en las miradas secretas al cielo matutino camino del trabajo o en el estudio casual de los pájaros desde una tumbona. La vida oculta del aprendizaje es su núcleo, lo que importa de él. La actividad intelectual nutre una vida interior, ese núcleo humano que es un refugio del sufrimiento tanto como un recurso para la reflexión en sí misma. Hay otras vías para alimentar la vida interior: tocar música, ayudar a los débiles y vulnerables, dedicar tiempo a la naturaleza o a la oración, pero el estudio es crucial”.

Como anuncia el editor del libro en la contraportada: Lost in Thought es un recordatorio apasionado y oportuno de que una vida rica es una vida rica en pensamientos. Aunque las humanidades a menudo se defienden solo por su utilidad económica o política, Hitz sostiene que nuestras vidas intelectuales son valiosas no a pesar de su inutilidad práctica, sino precisamente a causa de ella”.

Vida intelectual

La tesis central del libro me ha cautivado porque invita a repensar el papel de las universidades y las enseñanzas humanísticas en nuestra sociedad: “La buena enseñanza casi ha desaparecido de nuestros campus universitarios, sobreviviendo solo gracias a personas resistentes, dedicadas y con principios, que realizan un hermoso trabajo sin reconocimiento ni una recompensa adecuada” (p. 199). “Tengo la esperanza de que nuestras instituciones que apoyan la actividad intelectual recuperen su propósito original. Debemos reconectar y recordarnos lo importante que es lo que hacemos, para que no se pierda este modo de ser particularmente humano, sus alegrías y dolores, sus modos de excelencia y sus lazos únicos de comunión” (p. 200).

Por poner un ejemplo gráfico, frente a la imagen un tanto ampulosa de la Escuela de Atenas en las estancias de Rafael hacia la que los aspirantes a intelectual solemos mirar, Hitz defiende “una imagen mucho menos conocida de la vida intelectual, aunque mucho más antigua y más común en el arte europeo, en la que aparece una muchacha a la que le encantaba leer” (p. 60). 

Hitz se está refiriendo a la Virgen María y en su hermosa descripción recorre algunos de los más maravillosos cuadros de esta tradición artística: desde el retablo de Van Eyck en Gante en el que María aparece coronada y con joyas como reina, mirando un código en sus manos, hasta la escena de la Anunciación en los cuadros de Filippo Lippi, Fra Angelico o Matthias Grunewald, en los que la joven María espera la visita del ángel leyendo un libro, quizás incluso aquel pasaje del profeta Isaías en el que se dice que una virgen concebirá un niño (Is. 7, 14). Según la tradición cristiana, María estaba versada en las escrituras hebreas; había estudiado la ley y meditado los profetas. María conocía la vida intelectual, disfrutaba de vitalidad interior.


Mundo

El Papa pide a los jóvenes en la JMJ diocesana: «¡Levántate y da testimonio!»

La edición diocesana de la Jornada Mundial de la Juventud 2021 (JMJ) tiene lugar en la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, que se celebra este domingo 21. El lema es “¡Levántate! Te hago testigo de las cosas que has visto”, inspirado en las palabras del Señor a san Pablo cuando se dirigía a Damasco. El Papa Francisco alienta a “levantarse”.

Rafael Miner·21 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

“El versículo que inspira el lema de la Jornada Mundial de la Juventud 2021 está tomado del testimonio de Pablo ante el rey Agripa, mientras se encontraba detenido en la cárcel. Él, que un tiempo fue enemigo y perseguidor de los cristianos, ahora es juzgado por su fe en Cristo. Habían pasado unos veinticinco años cuando el Apóstol narra su historia y el episodio fundamental de su encuentro con Cristo”, escribe el Papa en su Mensaje, firmado en la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz de este año.

Se trata de un texto papal que forma parte de un ciclo de tres mensajes que acompañan a los jóvenes en el camino entre la JMJ de Panamá 2019 y la de Lisboa 2023. Todos ellos se centran en el verbo “levantarse”.

“Hoy, una vez más, Dios le dice a cada uno de ustedes: ‘¡Levántate!’”, dice el Papa. “Espero de todo corazón que este mensaje nos ayude a prepararnos para tiempos nuevos, para una nueva página en la historia de la humanidad. Pero, queridos jóvenes, no es posible recomenzar sin ustedes. Para volver a levantarse, el mundo necesita la fuerza, el entusiasmo y la pasión que tienen ustedes. En este sentido, quisiera que meditemos juntos el pasaje de los Hechos de los Apóstoles en el que Jesús le dice a Pablo: ‘¡Levántate! Te hago testigo de las cosas que has visto’ (cf. Hch 26,16)”.

Conversión de san Pablo

La Jornada de 2021 invita a los jóvenes a reflexionar y meditar sobre la conversión de San Pablo, que pasó de ser un “perseguidor-ejecutor” a un “discípulo-testigo”. En este contexto, y siguiendo el episodio de Damasco, el Papa guía a los jóvenes a descubrir el amor incondicional de Dios por cada uno de nosotros. “El Señor eligió a alguien que incluso lo había perseguido, que había sido completamente hostil a Él y a los suyos. Pero no existe una persona que para Dios sea irrecuperable. Por medio del encuentro personal con Él siempre es posible volver a empezar. Ningún joven está fuera del alcance de la gracia y de la misericordia de Dios”, escribe el Santo Padre.

Por otra parte, el Pontífice observa que la actitud de Pablo antes del encuentro con Jesús resucitado no resulta extraña a los jóvenes, ya que el apóstol tenía fuerza y pasión en su corazón, aunque luchaba “una batalla sin sentido”.  Por ello, explica, resulta fundamental abrir los ojos para ver correctamente, y evitar perderse en ideologías destructivas.

“¡Cuántos jóvenes hoy, tal vez empujados por las propias convicciones políticas o religiosas, terminan por convertirse en instrumentos de violencia y destrucción en la vida de muchos! Algunos, nativos digitales, encuentran en el ámbito virtual y en las redes sociales el nuevo campo de batalla, utilizando sin escrúpulos el arma de las noticias falsas para esparcir veneno y destruir a sus adversarios”, señala el Papa.

De ahí la importancia, recuerda, de destacar que cuando el Señor irrumpió en la vida de Pablo, «no anuló su personalidad, no borró su celo y su pasión, sino que hizo fructificar sus talentos para hacer de él el gran evangelizador hasta los confines de la tierra».

“En nombre de Cristo, te digo”

A continuación, el Papa invita con fuerza a los jóvenes: “¡Levántate y da testimonio!”, “¡serás mi testigo!”. “Hoy la invitación de Cristo a Pablo se dirige a cada una y cada uno de vosotros, jóvenes: ¡Levántate! No puedes quedarte tirado en el suelo sintiendo pena de ti mismo, ¡hay una misión que te espera! También tú puedes ser testigo de las obras que Jesús ha comenzado a realizar en ti. Por eso, en nombre de Cristo, te digo: 

– Levántate y testimonia tu experiencia de ciego que ha encontrado la luz, que ha visto el bien y la belleza de Dios en sí mismo, en los otros y en la comunión de la Iglesia que vence toda soledad. 

– Levántate y testimonia el amor y el respeto que es posible instaurar en las relaciones humanas, en la vida familiar, en el diálogo entre padres e hijos, entre jóvenes y ancianos. 

– Levántate y defiende la justicia social, la verdad, la honradez y los derechos humanos; a los perseguidos, a los pobres y los vulnerables, a los que no tienen voz en la sociedad y a los inmigrantes. 

– Levántate y testimonia la nueva mirada que te hace ver la creación con ojos maravillados, que te hace reconocer la tierra como nuestra casa común y que te da el valor de defender la ecología integral. 

– Levántate y testimonia que las existencias fracasadas pueden ser reconstruidas, que las personas que ya han muerto en el espíritu pueden resurgir, que las personas esclavas pueden volverse libres, que los corazones oprimidos por la tristeza pueden volver a encontrar la esperanza.

 – ¡Levántate y testimonia con alegría que Cristo vive! Difunde su mensaje de amor y salvación entre tus coetáneos, en la escuela, en la universidad, en el trabajo, en el mundo digital, en todas partes”.

De Panamá 2019 a Lisboa 2023

Las celebraciones internacionales de la JMJ suelen tener lugar cada tres años en diferentes países con la participación del Santo Padre. La última tuvo lugar en Panamá 2019, y la próxima, como es sabido, será Lisboa 2023. Así lo anunció el Santo Padre el 27 de enero de 2019, al final de la JMJ panameña. Posteriormente, la cita en Lisboa (Portugal), se fijó en agosto 2023, a causa de la pandemia.

La celebración ordinaria de la Jornada, en cambio, tiene lugar cada año en las Iglesias particulares, que organizan de forma autónoma el evento, y que sirve también como camino de preparación para la JMJ de Lisboa 2023, como explica el Dicasterio vaticano para los Laicos, la Familia y la Vida. 

Este dicasterio, que preside el cardenal Kevin Farrell, publicó hace unos meses el documento Orientaciones pastoralespara la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en las Iglesias particulares, como informó Omnes. Se trata de una celebración en las diócesis que “tiene un gran significado y valor no solo para los jóvenes que viven en esa región concreta, sino para toda la comunidad eclesial local”, señala el cardenal Farrell en un texto aprobado por el Papa Francisco, y firmado el 22 de abril de 2021, aniversario de la entrega de la Cruz de la JMJ a los jóvenes.

La celebración “sirve para sensibilizar y formar a toda la comunidad eclesial –laicos, sacerdotes, personas consagradas, familias, adultos y personas mayores– para que sea cada vez más consciente de su misión de transmitir la fe a las nuevas generaciones”, añade el documento, que cita la Asamblea General del Sínodo de los Obispos sobre el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, que tuvo lugar en 2018.

Un poco de historia

“La institución de las Jornadas Mundiales de la Juventud ha sido, sin duda, una gran intuición profética de san Juan Pablo II, que explicó así su decisión: ‘Todos los jóvenes deben sentirse atendidos por la Iglesia: por eso, que toda la Iglesia, en unión con el Sucesor de Pedro, se sienta cada vez más comprometida, a nivel mundial, con los jóvenes, con sus inquietudes y preocupaciones, con sus aperturas y esperanzas, para corresponder a sus expectativas, comunicando la certeza que es Cristo, la Verdad que es Cristo, el amor que es Cristo….’. Así lo recoge el documento citado del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

“El papa Benedicto XVI recogió el testigo de su predecesor y, en varias ocasiones, no ha dejado de destacar cómo estos acontecimientos representan un don providencial para la Iglesia y los calificó de ‘medicina contra el cansancio del creer’, ‘un modo nuevo, rejuvenecido de ser cristiano’, ‘una nueva evangelización vivida’”.

“También para el papa Francisco”, prosigue el cardenal Kevin Farrell, “las Jornadas Mundiales de la Juventud constituyen un impulso misionero de extraordinaria fuerza para toda la Iglesia y, en particular, para las generaciones más jóvenes. Apenas unos meses después de su elección, inauguró su pontificado con la JMJ de Río de Janeiro en julio de 2013, al final de la cual dijo que esa JMJ había sido ‘una nueva etapa en la peregrinación de los jóvenes con la Cruz de Cristo por los continentes’”.

“No debemos olvidar nunca que las Jornadas Mundiales de la Juventud no son ‘fuegos artificiales’, momentos de entusiasmo, fines en sí mismos; son etapas de un largo camino, iniciado en 1985, por iniciativa del papa Juan Pablo II”, tal como señaló el Papa Francisco en 2013, y recoge el documento. “Recordemos siempre: los jóvenes no siguen al Papa, siguen a Jesucristo, cargando su Cruz. El Papa los guía y los acompaña en este camino de fe y de esperanza”, agregó el Santo Padre. 

España

Los obispos piden al apóstol Santiago por La Palma y las víctimas de abusos

“La preocupación y el dolor de los habitantes de La Palma”. “Los abusos cometidos por algunos miembros de la Iglesia”, que “nos causan dolor y vergüenza”, y el acompañamiento a “las víctimas”. “Los 11 millones de personas en exclusión social”, y “el empeño sinodal” de la Iglesia, han sido llevados al apóstol Santiago por los obispos españoles.

Rafael Miner·19 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en su número 118, se ha clausurado en Santiago de Compostela esta semana, con una peregrinación de los 63 obispos españoles, dos administradores diocesanos y los dos vicesecretarios de la CEE, acompañados del nuncio apostólico en España, Mons. Bernardito C. Auza, que han dejado a los pies del Apóstol Santiago, con motivo del Año Jubilar Compostelano, sus anhelos y preocupaciones.

El acto central ha sido la Misa del Peregrino a las 11.00 horas en la catedral. Los obispos han accedido al templo por la Puerta Santa, en torno a las 10,45 horas, para venerar, en la cripta, el sepulcro del Apóstol Santiago. Ha presididola celebración eucarística el arzobispo de Santiago, Mons. Julián Barrio. 

Tras la lectura del Evangelio, el presidente de la CEE y arzobispo de Barcelona, cardenal Juan José Omella, ha realizado la ofrenda al Apóstol en nombre de los obispos españoles. Comenzó refiriéndose a los habitantes de la isla de La Palma, castigados por la erupción del volcán de Cumbre Vieja.

Solidaridad con La Palma

“Como peregrinos llegamos ante ti, para pedir tu protección sobre todos los proyectos de nuestras Iglesias locales, así como tu presencia alentadora en los gozos y sufrimientos de nuestro pueblo y de todas nuestras comunidades a las que servimos como pastores. De manera especial te presentamos la preocupación y el dolor de los habitantes de La Palma, que llevan ya más de dos meses bajo la erupción del volcán. A ellos deseamos llegue, no solo la oración, tan necesaria, sino también la solidaridad de todos los pueblos de España”.

Antes, se dirigió directamente al apóstol Santiago: “Los obispos de la Iglesia en España acudimos en peregrinación a esta catedral, donde desde tiempo inmemorial se veneran tus restos. Tú fuiste, según venerable tradición, quien trajo a estas tierras la luz del Evangelio. Venimos aquí en el marco de este Año Santo, que periódicamente trae a esta catedral a decenas de miles de personas de todo el mundo y lo hacemos también en el marco de nuestra reunión de la Asamblea Plenaria, que hemos querido finalizar con esta peregrinación.

Causas de sufrimiento

El cardenal Omella se refirió también a la pandemia, y señaló que “todavía hoy sentimos el dolor de tantas personas que sufren la ausencia de seres queridos o las consecuencias de la enfermedad: sanitarias, familiares, religiosas, pastorales, sociales y también económicas”.

“Hemos compartido estos días otras causas de sufrimiento”, añadió a continuación. “Los abusos cometidos por algunos miembros de la Iglesia nos causan dolor y vergüenza. Pedimos tu fuerza y tu luz para que, en todas las diócesis, podamos encontrar, acoger y acompañar, cara a cara, a las víctimas en la sanación de su dolor”.

El presidente de la CEE quiso poner también en manos del apóstol Santiago “las dificultades económicas que van dejando cada vez más personas en situación de exclusión. Somos sensibles a la preocupación por la tierra, el techo y el trabajo, tantas veces señalada por el Papa Francisco. Los datos que ofrecen Caritas y otras entidades de la Iglesia nos hablan de que actualmente son ya 11 millones las personas que se encuentran en situación de exclusión social. Sin olvidar a los más de dos millones y medio de personas en situación de extrema vulnerabilidad”.

Compromisos con los que más sufren

“Te pedimos, apóstol Santiago, que acompañes a cuantos padecen estos sufrimientos y suscites en todos nosotros sentimientos de compasión, a la vez que, compromisos eficaces para hacer verdad que somos un pueblo, y que todos estamos comprometidos unos con otros, y todos con los que más sufren”, manifestó el cardenal Omella.

Finalmente, puso en manos del apóstol Santiago “el empeño sinodal en el que está embarcada toda la Iglesia”, pidió su “ayuda para esta misión hermosa y apasionante [la “evangelización”] porque somos conscientes de que nos sobrepasa”, y le rogó que, “con María, estrella de la nueva evangelización, bajo la advocación del Pilar que, según la tradición está tan vinculada a tu persona y obra evangelizadora, intercedas por nosotros ahora y siempre”.

Decreto pionero para afrontar los abusos

La Asamblea Plenaria ha aprobado esta semana un Decreto General sobre la protección de menores. Es la primera Conferencia Episcopal en el mundo que aprueba este un conjunto de normas para afrontar los casos de abusos sexuales contra los menores de edad y personas que tienen habitualmente un uso imperfecto de razón, ha señalado la propia Conferencia de obispos españoles,

El texto recoge, en un único documento, “la normativa canónica dispersa en varios documentos, y tendrá validez en todas las diócesis españolas, en las instituciones religiosas de derecho diocesano. Será también un buen instrumento para su aplicación en las de derecho pontificio. Su implantación permitirá una mayor coordinación y rapidez para afrontar este tipo de casos y también que se garantiza los derechos de todas las partes clarificando aspectos que antes se interpretaban por analogía jurídica”.

Este decreto “incorpora ya las modificaciones que la Santa Sede introdujo, sobre esta materia, en el libro VI del Código de Derecho Canónico, que fue presentado el pasado 1 de junio de este año”, y entrará en vigor en el momento en que reciba la recognitio de la Santa Sede.

También en relación a la protección de menores, la Asamblea Plenaria ha concretado la formación y el trabajo del Servicio de coordinación y asesoramiento para las Oficinas de protección de menores. Y “se vislumbró la necesidad cada vez más amplia de acoger a todo tipo de personas que solicitan ayuda por abusos que han tenido lugar en otros ámbitos. También se habló de los servicios comunes que puede ofrecer la CEE para facilitar el trabajo de estas oficinas”, para lo que está en estudio “la formación de un equipo de personas en la Conferencia que pueda ayudar y prestar los servicios que las oficinas demanden”.

Caso por caso, no estadística

Mons. Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid y secretario general de la CEE, dio cuenta de los trabajos de la Asamblea Plenaria, junto al vicesecretario para asuntos económicos, Fernando Giménez Barriocanal. En relación a los abusos, Mons. Argüello subrayó que la Conferencia de obispos es partidaria “del conocimiento caso por caso de las situaciones de abuso que se hayan podido producir, con el deseo de que no se repitan”, pero no de realizar una tarea de “investigación de carácter sociológico o estadístico”.

“Nuestro principal interés es que cada víctima pueda sentir que la Iglesia, en cada diócesis y en cada congregación está dispuesta a acoger su situación, y si se deriva la posibilidad de abrir un procedimiento se abriría, porque la Iglesia aunque tiene un periodo de prescripción de veinte años, siempre está abierta a levantar la prescripción”, ha manifestado el secretario general, según la Cope.

Estatutos, familia, presupuestos

El orden del día de la Asamblea Plenaria ha incluido asimismo la aprobación de los Estatutos de la CEE y sus organismos. Los obispos han recibido información sobre el proyecto de estructura y funcionamiento del Consejo de Estudios y Proyectos de la CEE, cuya creación es una de las actividades previstas en el plan de acción “Fieles al envío misionero”, que se aprobó en la Plenaria de abril de 2021.

Por otra parte, la Peregrinación Europea de Jóvenes tendrá lugar en Santiago de Compostela entre el 4 y el 8 de agosto de 2022, con el lema ‘Joven levántate y sé testigo. El Apóstol Santiago te espera’, que se convoca con motivo del Año Santo Compostelano. Hay ya 10.000 jóvenes inscritos, informa la CEE.

En el marco del  Año “Familia Amoris Laetitia, se ha avanzado el programa de La Semana del Matrimonio, que promueve la CEE, del 14 al 20 de febrero de 2022. Además, los obispos han acordado unirse al Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar en Roma del 22 al 26 de junio, con un Encuentro de ámbito nacional, además de los que se organicen en las distintas diócesis. Acogen así la invitación del Papa Francisco de llevar este Encuentro a las Iglesias locales.En cuanto al presupuesto del Fondo Común Interdiocesano para 2022, instrumento a través del cual se canaliza la distribución de la asignación tributaria a las diócesis españolas y otras realidades eclesiales, “se ha establecido como cantidad objetivo algo más de 295 millones de euros, lo que representa un 3,5 % de incremento respecto al año anterior”.

Estados Unidos

Obispos de Estados Unidos aprueban el documento sobre la Eucaristía

La asamblea plenaria de los obispos norteamericanos han aprobado, como parte del proyecto de reavivamiento eucarístico nacional, un documento clave sobre la Eucaristía.

Gonzalo Meza·19 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El 19 de junio del 2022, Solemnidad de Corpus Christi iniciará en las diócesis de los Estados Unidos el Proyecto de Reavivamiento Eucarístico Nacional bajo el lema “Mi carne para la vida del mundo”. Así lo decidieron el 17 de noviembre del 2021 los obispos de los Estados Unidos durante la Asamblea Plenaria en Baltimore. La iniciativa, cuyo santo patrón será el beato Carlo Acutis, –quien murió a los 15 años de leucemia y fue beatificado en el 2020–  tendrá como punto cumbre un Congreso Eucarístico Nacional en julio del 2024 en Indianapolis, Indiana. El objetivo del proyecto es renovar la Iglesia por medio de una relación viva y personal con Nuestro Señor Jesucristo en la Santísima Eucaristía. La Iniciativa tiene dos fases: diocesana y parroquial.

La primera fase iniciará con una procesión el 19 de junio del 2022, la segunda un año después el 11 de junio del 2023, ambas Solemnidades de Corpus Christi en los Estados Unidos.  El proyecto contempla la promoción de la Adoración Eucarística, la devoción de las 40 horas, noches de misericordia con Adoración y confesión (especialmente durante el Adviento), misiones con reconocidos predicadores sobre el Misterio Eucarístico, el entrenamiento de equipos diocesanos y parroquiales, la promoción en sitios internet y redes sociales y la elaboración de materiales catequéticos sobre el Sacramento cumbre de la vida cristiana.  

El misterio de la Eucaristía en la vida de la Iglesia

Uno de los pilares de esta iniciativa de reavivamiento eucarístico nacional será el documento “El misterio de la Eucaristía en la vida de la Iglesia”, el cual fue aprobado unánimemente por los obispos norteamericanos el 17 de noviembre. La versión inicial de este documento provocó acalorados debates entre los prelados norteamericanos durante su reunión virtual de primavera debido a que pensaban que su objetivo era prohibir la comunión a figuras públicas específicas que se declaran católicas y reciben la comunión, pero cuyas acciones van en contra de las enseñanzas de la Iglesia, particularmente en temas de aborto y de familia; por ejemplo el presidente Joe Biden. El documento, aclararon más tarde los prelados, no tiene como fin emitir vetos públicos sino convertirse en un instrumento catequético sobre el Misterio Eucarístico, ello ante la disminución de feligreses a la misa dominical y el desconocimiento de 2/3 de los católicos norteamericanos, para quienes el Cuerpo y la Sangre de Cristo consagrados en la Misa son solo “símbolos”. 

El texto de treinta páginas  retoma las enseñanzas de la Iglesia sobre la Eucaristía e incluye numerosas citas retomadas de los Padres de la Iglesia, libros litúrgicos, el Catecismo de la Iglesia Católica, el Derecho Canónico y el Magisterio. El documento incluye varios temas entre ellos el Sacrificio Pascual, la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía, la comunión con Cristo y con la Iglesia. La segunda sección habla de la coherencia que deben tener  todos los católicos entre su fe y su vida política, económica y social. Esto incluye  a los que ejercen alguna forma de autoridad pública, quienes “tienen la responsabilidad especial de formar su conciencia de acuerdo con la fe de la Iglesia y la ley moral, y de servir a la familia humana defendiendo la vida y la dignidad humanas”.

El texto también recuerda que no se debe recibir la comunión estando en pecado mortal sin antes acercarse a la Confesión sacramental. En ese sentido, los  prelados mencionan lo que ya habían señalado en el 2006: “Si un católico en su vida personal o profesional deliberada y obstinadamente rechazan las doctrinas de la Iglesia o si deliberadamente repudian las enseñanzas definitivas de la iglesia en asuntos de moral, dicha persona menoscaba su comunión con la Iglesia” y debe abstenerse de recibir la Sagrada Comunión.La iniciativa de reavivamiento eucarístico nacional también contempla la elaboración a fines del 2024 de una segunda encuesta sobre las prácticas y conocimiento de los católicos  norteamericanos sobre la Eucaristía. Los obispos esperan para ese entonces haber logrado reafirmar uno de los dogmas centrales de la fe, la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía, y de esa forma incrementar su unión personal con el Señor. 

Caridad y estado del bienestar

Reducir el fomento de la caridad exigido a las hermandades al ejercicio de acciones sociales realizadas sólo por solidaridad condena a las hermandades al papel de responsables subsidiarias del mantenimiento del estado del bienestar.

19 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

No hace muchos años, en unos momentos en que se cuestionaba el papel de las hermandades, tuve ocasión de dirigir un estudio sobre la cuantía de las ayudas que éstas dedicaban a atenciones de caridad. Se limitaba a la ciudad de Sevilla y los resultados fueron sorprendentes para algunos: más de cinco millones de euros, y eso que el trabajo sólo  recogía las ayudas que eran cuantificables, las otras quedaban fuera al no poder traducirlas a euros;  pero ¿cuánto vale un abrazo?, «es la primera vez que alguien me da un abrazo a cambio de nada», le comentaba emocionada a un voluntario una señora que había tenido un pasado complicado. ¿Cómo se valora un rato de compañía a una persona que vive sola, sin que nadie se ocupe de ella? Esos intangibles no se contabilizaban en el estudio.

Tengo datos que  indican que si esta investigación se hiciera hoy, después de la crisis sanitaria, los resultados serían casi el doble, algo de lo que las hermandades pueden sentirse satisfechas, pues una de sus misiones es el fomento de la caridad, pero que encierra un peligro: reducir la caridad a cifras y creer que  cuanto mayor es el volumen de ayudas, más caritativa es una hermandad. Por este camino se corre el peligro de asimilar las hermandades a ONGs, por eso es oportuno aclarar las diferencias entre caridad, solidaridad y acción social, tres conceptos distintos, aunque complementarios.

 La Caridad es una virtud teologal, infundida por Dios en nuestra alma el día del bautismo (Fe, Esperanza y Caridad), aunque mantenerla y crecer en ella depende de nosotros mismos. Es la virtud por la que amamos a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos  por amor a Dios, en tanto son queridos por Dios. La Caridad sólo se entiende  partir de Dios, que es Amor.  También el amor humano, vivido como donación total, libre y gratuita tiene la capacidad de llevar a la persona a su plenitud, hacerla feliz, porque lo que frustra una vida no es el dolor, es la falta de amor. 

La Solidaridad en cambio es una virtud humana, que adquirimos con nuestro esfuerzo y la gracia de Dios, para adecuar nuestro comportamiento al pleno desarrollo de nuestra condición humana.  Es la conciencia de estar vinculado a los demás a través de Dios, y la decisión de actuar en coherencia con esa mutua vinculación. “No es un sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas. Al contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno. Tener conciencia de que todos somos  verdaderamente responsables de todos” (Juan Pablo II). Tiene su fundamento en la filiación divina. Todos somos hijos de Dios y compartimos la misma dignidad. Sólo así se entiende correctamente la Solidaridad, no con una visión horizontal, sino con la conciencia de estar vinculados, a través de Cristo, a los demás.

La Solidaridad no es asimilable a la Caridad. La Solidaridad es justicia, la Caridad es Amor. La justicia a secas no basta, la dignidad del hombre pide mucho más que justicia: pide Caridad, pide amor.  Amor al otro contenido en el amor a Dios.

Nos queda por último la Acción Social, una actividad, o una serie de actividades,  consistente  en la gestión, distribución y aplicación de los recursos materiales obtenidos a partir de la generosidad de los hermanos y colaboradores.

La acción social no es un fin en sí misma, eso sería asistencia social o filantropía: es la consecuencia del ejercicio de la Caridad por parte de los hermanos y  donantes y expresión de su Solidaridad.

Esta triple distinción aparece claramente expuesta en el Evangelio, en la multiplicación de los panes:

Cristo  sintió compasión por los que lo seguían ya que  llevaban tiempo sin comer: Caridad, amor de Dios.

Cuando los apóstoles le trasladan su preocupación  les propone: «Dadles vosotros de comer  es vuestra responsabilidad atender las necesidades de los demás»: Solidaridad.

A continuación los anima a gestionar esa atención: buscar recursos (consiguen  cinco panes y dos peces) y organizar el reparto de alimentos (hacer grupos de cincuenta, repartir y recoger): Acción Social.

Es importante tener claros estos conceptos. Reducir el fomento de la caridad exigido a las hermandades al ejercicio de acciones sociales realizadas sólo por solidaridad condena a las hermandades al papel de responsables subsidiarias del mantenimiento del estado del bienestar, lo que es tramposo y  desnaturaliza la misión de las hermandades.  

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

Libros

Para que llegue la buena muerte

Puede parecer que el planteamiento postmoderno frente al final de la vida, aunque aparente ampliar la libertad individual, constituye un doble fraude. El libro que acaba de publicar Pablo Requena resulta imprescindible para cualquier persona que quiera pensar sobre la eutanasia y, en general, sobre el final de la vida.

Vicente Bellver Capella·18 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

A todos nos da miedo morir. Pero la cultura actual, lejos de proveernos de medios para afrontar ese periodo final de nuestra vida en las mejores condiciones, da por supuesto que la muerte es el mal absoluto y le da por completo la espalda. Y lo hace con la propuesta transhumanista de llegar a tener vidas inmortales, o con la reivindicación de la eutanasia como un derecho. En ambas propuestas subyace la idea de que uno es soberano para decidir cuándo acaba con su vida. La vida deja de ser un derecho humano, que protege un bien fundamental para la persona como es su vida, y se convierte en un derecho del que dispone el ser humano como quiera. 

Libro

Título: La buena muerte. Dignidad, cuidados paliativos y eutanasia
Autor: Pablo Requena
Editorial: Sígueme
Ciudad y año: Salamanca, 2021

El planteamiento postmoderno frente al final de la vida, aunque aparente ampliar la libertad individual, constituye un doble fraude. Primero, porque la vida inmortal no solo es una quimera sino una pesadilla. La épica de la existencia humana está asociada a nuestra condición vulnerable y mortal. Y segundo, porque nadie renuncia a vivir y pide la eutanasia si su vida merece la pena. Y toda vida tiene sentido si estamos convencidos como sociedad de que así es y que actuamos en consecuencia. Uno pide morir porque está solo, tiene dolor o su vida está muy limitada. Pero si la persona está acompañada, sus dolores son aliviados y se le brinda la posibilidad de ser ella misma por muy limitada que esté, no se planteará pedir que acaben con su vida. 

Si no fuera por el abuso que se hace de la expresión, no dudaría a subrayar que este libro que acaba de publicar Pablo Requena resulta imprescindible para cualquier persona que quiera pensar sobre la eutanasia y, en general, sobre el final de la vida. Lo disfrutarán no solo los profesionales sanitarios y los responsables de políticas públicas sino todas las personas que se animen a leerlo. Porque no se puede abordar el tema con mayor claridad, serenidad, rigor y apertura de miras. El autor es médico de formación, profesor de bioética en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y actualmente representante de la Santa Sede ante la Asociación Médica Mundial. Esa formación y experiencia, unidas a una escritura que enlaza con la mejor tradición de los médicos-humanistas, le ha permitido ofrecer un libro breve pero enjundioso; que prescinde de la erudición pero está al día; que trata de muchas cuestiones pero todas ensambladas con gran coherencia. 

El libro se divide en dos partes. En la primera el autor se pregunta por qué hemos llegado a plantearnos la eutanasia como una opción para el final de la vida. Y se centra en el problema de la soledad, que constituye la gran epidemia del tiempo presente (y mucho más difícil de combatir que la Covid-19); en la prolongación de la vida en condiciones muchas veces penosas, a la que nos ha conducido el triunfo de la medicina sobre la muerte en el último siglo; en la existencia de una variedad de opciones terapéuticas que no necesariamente deben agotarse en todos los casos y de las que en ocasiones se abusa; en el fenómeno preocupante y creciente de “sentirse un peso para los demás” que embarga a muchas personas al final de sus vidas. Para cada uno de estos desafíos propone una respuesta específica, sostenida en la defensa del valor incondicional de cada ser humano, y presentada en tales términos que invita a pensar y dialogar más que a confrontarse.  

En la segunda parte se detiene en estudiar las dos alternativas que se proponen ante “el grito de auxilio que supone pedir la muerte”: o bien acompañar hasta el final o bien aplicar la eutanasia. Pablo Requena insiste en que ambas lógicas son opuestas entre sí. Si cuidamos hasta el final es porque estamos convencidos de que la vida de esa persona es sagrada y no deja de serlo por que sus capacidades mengüen. La lógica de los cuidados paliativos, sustentada en la tradición médica hipocrática, consiste en cuidar eficazmente evitando el sufrimiento y nunca en dar muerte. La lógica eutanásica, por el contrario, se sostiene sobre la aceptación de que un ser humano puede dar muerte a otro en determinadas circunstancias.

Precisamente porque el origen de la medicina hipocrática, base de la medicina actual, consistió en separar al médico que cura del gurú que puede procurar también la muerte, el autor muestra una enorme preocupación por el hecho de que se normalice el hecho de que sean los médicos quienes practiquen la eutanasia. Cita al respecto al padre de la deontología médica moderna en España, Gonzalo Herranz, quien afirmaba que “la eutanasia no es medicina, porque no la completa, sino que la sustituye”.  

Consciente de que la eutanasia no consagra un derecho sino el abandono de la persona en una de las etapas más críticas de su vida, acaba el libro insistiendo en la necesidad de revertir esta situación, derogando las leyes de eutanasia cuando sea posible y abogando por una asistencia integral a las personas al final de la vida, que no deje a nadie atrás.

El autorVicente Bellver Capella

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Estados Unidos

El reavivamiento eucarístico y sinodalidad: esenciales para combatir la división y polarización

En la asamblea plenaria de los obispos estadounidenses en Baltimore se discuten cuestiones vitales, como el plan pastoral para el reavivamiento eucarístico o el documento sobre el Misterio de la Eucaristía.

Gonzalo Meza·18 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El 16 de noviembre iniciaron en Baltimore los trabajos de la sesión plenaria de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB). La reunión inició con las alocuciones de Mons. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico de los Estados Unidos y de Mons. José H. Gómez, Presidente de la USCCB. En su discurso, Mons. Pierre se refirió al tema de la sinodalidad. El sínodo, indicó, no es un parlamento sustentado en batallas políticas para cambiar las verdades cristianas. Tampoco es una campaña para convencer o hacer programas.

La sinodalidad, señaló, es caminar juntos: “Se trata de escucharnos humildemente unos a otros y al Espíritu Santo y de esa forma discernir la voluntad de Dios”.  En ese sentido, la sinodalidad, aclaró el Nuncio, es una respuesta a los desafíos de nuestro tiempo, particularmente para paliar la polarización que se vive en la sociedad y en la Iglesia: “La Iglesia está lastimada no solo por la crisis de abusos y los efectos de la pandemia, sino por la polarización”. Una Iglesia dividida, dijo Mons. Pierre, nunca será capaz de llevar a los demás a la unidad que Cristo nos pide. Unidad que se debe hacer visible en cada iglesia particular con el obispo que camina con su pueblo, en comunión con el Papa y decide cum Petro et sub Petro.  

Por su parte, Mons. José Gómez, Presidente de la USCCB, también reconoció que existen muchas divergencias en la Iglesia y en la sociedad. Estas divisiones, aunadas a la secularización provocan que la sociedad Norteamericana esté perdiendo el “sentido de su historia”. Durante la mayor parte de su existencia como nación, “la historia que dio sentido a nuestras vidas estaba enraizada en la visión bíblica y en la herencia judeocristiana”. Esta historia, precisó Mons. Gómez, sirvió de modelo para los documentos fundacionales de los Estados Unidos  y configuró nuestras leyes e instituciones, “fue la sustancia de nuestros ideales y acciones”.

Hoy en día dicha narrativa se está desmoronando, alertó. Ante ello el prelado precisó que no se necesita inventar otra historia, sino escuchar la verdadera: que Cristo nos amó, dio su vida por nosotros y que con su muerte y resurrección da esperanza y sentido a nuestras vidas. Citando al Arzobispo John Ireland –quien dirigió la Diócesis de St. Paul, Minnesota de 1884 a 1918– Gómez precisó que “el deber del momento” es anunciar esa historia a la gente de nuestro tiempo. La Iglesia existe para evangelizar y ser cristiano significa ser discípulo misionero, dijo. No es una tarea fácil, señaló, pues ya no contamos con la influencia que la Iglesia tenía antes en la sociedad ni con sus “números”. “De cualquier manera eso nunca importó pues Cristo nos prometió que si primero buscábamos su Reino, todo se nos daría”, dijo.  

Es por ello que el plan pastoral para el reavivamiento eucarístico que se discutirá en esta plenaria y el documento sobre el Misterio de la Eucaristía son vitales. Con esos instrumentos pastorales, dijo Gómez, se podrá acercar a la gente al Misterio de la fe. “Si verdaderamente queremos terminar con la indiferencia humana y la injusticia social, necesitamos reavivar la concientización sacramental”. En el sacramento de la Eucaristía, la gente podrá descubrir el amor de Dios, un amor interminable.  

Zoom

Un fresco de un Concilio apócrifo romano

Donde en la época precristiana se encontraban las termas de Tito, Domiciano y Trajano, en el Rione Monti, el Papa Símaco hizo construir una iglesia sobre un edificio precedente de tiempos del Papa Silvestre I. En su interior hay un fresco que hace referencia a dos concilios que, según se dice, tuvieron lugar en Roma en torno al Concilio de Nicea (325).

Johannes Grohe·18 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Mundo

Maria Schutz, un santuario austriaco en un paisaje pintoresco

Al pie del monte Sonnwendstein, en la región de Semmering, Austria, se encuentra el santuario de Maria Schutz (María Auxiliadora). Un lugar privilegiado, que no sólo atrae peregrinos; sino que también es una meta frecuente de excursión para los turistas que visitan el entorno.

Daniela Sziklai·17 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

La región de Semmering se encuentra a una hora al sur de Viena, la capital austriaca. Es un destino muy apreciado para hacer senderismo, y en invierno es una zona popular para esquiar. A finales del siglo XIX muchos ciudadanos vieneses acomodados pasaban la época de verano en el balneario recién fundado en ese puerto de montaña, y disfrutaban del clima curativo. Numerosas “villas”, antiguas y muy bonitas, dan testimonio de esa época, al igual que las edificaciones más o menos ruinosas de varios hoteles prestigiosos.

Desde hace muchos siglos, el paso del Semmering es un importante enlace entre los Estados austriacos de la Baja Austria y Estiria. Actualmente los coches circulan por un túnel situado debajo del puerto. Se está terminando también un túnel ferroviario, que aliviará a partir de 2028 el tráfico de mercancías del vistoso ferrocarril del Semmering, el primer ferrocarril de montaña del mundo, que serpentea hacia el puerto por numerosos viaductos.

Muy cerca de esta comarca de excursiones, al pie del monte Sonnwendstein, se encuentra el santuario de Maria Schutz (María Auxiliadora). Sus dos torres barrocas se ven bien ya desde la autopista, cuando se circula hacia el Semmering. Ya se encontraban allí cuando el Semmering aún no era frecuentado por turistas, sino más bien por comerciantes. Este lugar de oración y culto se remonta a una capilla que se levantó en este lugar en 1721 para cumplir un voto hecho durante la epidemia de peste de 1679. Al parecer, en aquella época el agua de la fuente de Maria Schutz -conocida como la “fuentecilla sagrada”, el “Heiliges Bründl”- curó a muchos enfermos de peste.

La colocación de la primera piedra de la iglesia actual tuvo lugar en 1728. Su magnífica decoración barroca testimonia la profunda fe del pueblo y el gran número de peregrinaciones que llegaban hasta aquí, al sur de la Baja Austria, en el siglo XVIII. Además de la fuente, cuya agua se vierte hoy en día a un cuenco de mármol en la parte posterior del altar mayor, en Maria Schutz se venera asimismo una imagen de Nuestra Señora con el Niño Jesús. En una capilla lateral, junto a la entrada principal, hay numerosas representaciones que dan testimonio del agradecimiento de personas que han sido curadas, o salvadas de un peligro mortal, gracias a la intercesión de María Auxiliadora.

A lo largo de los siglos la iglesia también ha sufrido mucho; en 1826 se quemaron las torres, y un terremoto dañó el edificio de la iglesia. Hasta 1995 no se pudieron reconstruir las cúpulas de las torres en su forma barroca original. En 1945 hubo en este lugar intensos combates entre las tropas soviéticas y las alemanas, pero el conjunto permaneció prácticamente intacto. “Maria Schutz defiende contra todos los enemigos”, “Maria Schutz steht allen Feinden zum Trutz”: el lema de este lugar de peregrinación refleja su historia.

En el edificio adyacente al monasterio viven desde 1925 los religiosos Pasionistas, y atienden a los peregrinos. Es el único monasterio en Austria de esa orden, fundada en Italia por san Pablo de la Cruz en 1720. Actualmente viven en el monasterio tres Padres y un Hermano. Ofrecen un rico programa espiritual, con adoración durante varias horas cada día, regularmente tardes de reparación y “Días de Fátima” (el 13 de cada mes). Casi siempre que uno entra en la iglesia oye resonar las oraciones, las palabras del rezo del rosario o de la adoración. El momento cumbre de cada año es el día 15 de agosto, en que se celebra la dedicación de la iglesia con motivo de la Asunción de María, que en Austria es día festivo.

En 2020 se cumplió el 300 aniversario de la fundación de la Orden, pero a causa de la pandemia de Coronavirus los Pasionistas no pudieron celebrarlo del modo debido, y las celebraciones del aniversario de la fundación no han podido tener lugar hasta este año.

El “Marienhof” (Casa de María), una casa de retiros situada frente a la iglesia, está dirigido por las Hermanas de la enseñanza de Nuestra Señora de Auerbach, que colaboran con los Pasionistas en la atención del santuario. En los retiros pueden participar hasta 15 personas, y la casa no tiene precios fijos, sino que vive exclusivamente de los donativos de los fieles.

Maria Schutz no sólo atrae peregrinos; también es una meta frecuente de excursión para los turistas que visitan el Semmering. Desde la iglesia parten varias rutas de senderismo; y desde la explanada se contempla una impresionante vista del hermoso paisaje hasta el Schneeberg, que con sus 2.076 metros es la montaña más alta de la Baja Austria. Es un santuario que combina de manera fascinante las bellezas de la fe, el arte y la naturaleza.

El autorDaniela Sziklai

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España

Jaime Mayor Oreja: “Ahora se tacha de fundamentalista a quien defiende principios firmes”

Jaime Mayor Oreja, exministro del Interior de España y actual presidente de la Fundación Valores y Sociedad, será el ponente de apertura del X Simposio San Josemaría, que se celebrará en Jaén entre el 19 y el 20 de noviembre. Libertad y compromiso es el tema de este simposio y también el núcleo de esta conversación con el presidente de la Federación Europea One Of Us.

Maria José Atienza·17 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 7 minutos

Comprometido con la actividad política desde los 24 años, Jaime Mayor Oreja ha vivido, en primera fila, la evolución de la política y la sociedad española desde hace 40 años.

Católico sin tapujos, su defensa de los principios cristianos le ha llevado, en ocasiones “a la soledad”, como él mismo apunta. Conocedor a fondo de la vida sociopolítica europea, Jaime Mayor Oreja ha concedido una entrevista a Omnes en la que defiende la recuperación de la voz cristiana en la vida política, cultural y social actual.

Hemos de salir de las instituciones para sumar junto a otras que defiendan las mismas ideas. Esto es una batalla de David contra Goliat y así la hemos de afrontar.

Jaime Mayor Oreja. Ex-ministro del Interior

—¿Cree que es posible una vuelta a una unidad sociopolítica que prime el bien común por encima de la posición ideológica? ¿Cómo empezar ese proceso? 

Lo primero que hemos de hacer es aceptar el diagnóstico de nuestra enfermedad. El relativismo moral, es decir, la falta de referencias, es una moda dominante que está ganando por goleada. No por 2-0 sino por 7-0. Esto es así. En España, por lo tanto, tenemos que recordar los fundamentos cristianos de nuestra sociedad y dar una batalla cultural. Presentar una alternativa a esta moda dominante.

Lo que ha ocurrido es que ha habido una incomparecencia cultural de los fundamentos: la verdad, la naturaleza y la dignidad de la persona, de sus instituciones principales, el matrimonio, lo que significa la libertad, la idea de España, la idea de la Corona… Todos esos fundamentos hoy están siendo minados por el relativismo dominante y hay que estar presente. 

—¿Dónde están los políticos cristianos en nuestra sociedad? ¿Existen?

Están poco presentes. La gente se abraza con demasiada facilidad a la resignación y a un sentimiento de derrota y piensan que poco o nada se puede hacer. Cada uno se cierra en su institución… Pero, cuando hay que dar una batalla cultural de esta dimensión, hay que hacerlo desde la suma, desde las sinergias y eso es lo que falta.

Claro que hay intelectuales, pensadores y políticos católicos pero, al final, no hay una masa crítica suficiente como para sumar. 

Hemos de salir de las instituciones para sumar junto a otras que defiendan las mismas ideas. Esto es una batalla de David contra Goliat y así la hemos de afrontar. Hay que sembrar, poner el germen de una verdadera alternativa cultural. Si no hay alternativa, no importará nada el signo del gobierno de turno. Una alternativa es algo más que un relevo de partido: es una alternativa en las ideas fundamentales y éste es el gran reto en España y Europa. 

—Ahora que menciona a Europa, ¿ha perdido el espíritu que le dio la vida, el que movió a Schuman, Adenauer…?

Europa ha perdido el alma. Europa nació sin cuerpo pero con alma, porque nació en la post tragedia y se suele tener alma en las tragedias. Europa se ha convertido en un cuerpo, con muchas instituciones y mucho presupuesto, pero ha perdido el alma. 

Entre la primera y la segunda guerra mundial el germen de la idea europea ya estaba, pero no fructificó. Tuvo que venir una segunda tragedia para que aquello fuera realidad. 

Para recuperar el alma en Europa ahora es tiempo de siembra, no de recolección. Europa fundamentalmente ha perdido la fe. La secularización ha sido brutal y es evidente que ésa es “la causa” entre las causas. Estamos ante una crisis de valores, de conciencia, de principios, de fundamentos, una crisis de la verdad. Al profundizar en todo ello se hace evidente que esta crisis que sufrimos es una crisis de fe. Hemos dejado de creer y hemos despreciado una dimensión que no se puede despreciar: la dimensión religiosa de una sociedad. No se trata de que todos seamos católicos y cristianos en la fe. Lo que no es posible es que haya una obsesión enfermiza por destruir todas las instituciones y toda la doctrina social que nace del cristianismo y de la Doctrina Social de la Iglesia, por eliminar todos los referentes que nos ha traído el cristianismo sobre la vida, el matrimonio, la persona… Esa obsesión hace perder el alma.

Estamos ante una crisis de valores, de conciencia, de principios, de fundamentos, una crisis de la verdad. Al profundizar en todo ello se hace evidente que esta crisis que sufrimos es una crisis de fe.

Jaime Mayor Oreja. Ex-ministro del Interior

—¿Tiene esperanza en que se recupere?

Soy cristiano, y los cristianos tenemos que perder todo menos la esperanza. Cuando me tachan de pesimista siempre hago la misma broma: les digo que los españoles tenemos la suerte de tener dos verbos distintos para diferenciar el ser y el estar. Yo soy un optimista que está pesimista. Pero soy un optimista. 

Jaime Mayor Oreja durante la entrevista con Omnes.

En los años de plomo del País Vasco defendí el aislamiento político y social del entorno de ETA. Lo pudimos llevar a la práctica, por poco tiempo, treinta años después. Ahora defiendo los fundamentos cristianos de Europa, con lo cual soy un optimista. Un optimista que ve la realidad y que sabe que estamos preocupados, pesimistas, ante esa misma realidad, porque de lo contrario sería un necio. Pero hay que ser optimista, hay que creer que se saldrá de esta situación. Sabiendo que perdemos 7-0 y con un avance del relativismo y la destrucción de referencias permanentes. 

—¿Hablamos, pues, de una batalla a largo plazo?

Nunca sabes si es a medio o largo plazo. Los ciclos históricos dan sorpresas. Estamos a final de una etapa, eso seguro. Mi generación estaba al inicio de una etapa: la postguerra, el final de la Segunda Guerra Mundial y algo antes la Guerra Civil Española. Ahora nos encontramos al final de un periodo, y la decadencia es lo que caracteriza los finales de las épocas. Por eso es muy impredecible. ¿Qué va a pasar?, ¿va a haber algún tipo de trauma? No lo sabemos. Se puede predecir en los inicios de un periodo; en el final de una etapa histórica, la predicción es imposible. 

En mi etapa de juventud se criticaba a una persona diciendo de ella que era un “sinfundamento”. Hemos pasado de los sinfundamento a los fundamentalistas.

Jaime Mayor Oreja. Ex-ministro del Interior

—¿Se considera “verso suelto”, como lo han calificado alguna vez, o simplemente libre?

Hay libertad para hacer el bien, no para hacer el mal. Libertad no es hacer lo que te dé la gana, cuando te dé la gana y como te dé la gana. He sido siempre una persona que ha buscado la verdad y no me he traicionado a mi mismo. He tenido defectos y errores, pero creo que pienso bastante parecido a cuando arranqué para hacer la transición democrática en Guipúzcoa con 24 años. 

He visto cómo ha ido cambiando la moda dominante y, evidentemente, cuando se afianza el relativismo se te coloca en una posición en la pareces un fundamentalista. Pero eso es un espejismo. Lo que ha avanzado es una moda dominante. Ahora se llama fundamentalista a todo aquel que cree en algo. Y eso no es ser un fundamentalista. 

En mi etapa de juventud se criticaba a una persona diciendo de ella que era un “sinfundamento”. Hemos pasado de los sinfundamento a los fundamentalistas. En mi vida he defendido siempre las mismas cosas y me he anticipado a procesos que se estaban produciendo, como el proceso mal llamado “de paz”, que cambió de arriba abajo la sociedad española. Cuando defiendes ese diagnóstico has de saber que la fortaleza en unos principios y unas convicciones te llevan a periodos de soledad. Defendiendo las mismas cosas, he tenido el respaldo mayor posible en las encuestas, por ejemplo, cuando fui ministro del Interior… luego experimentas la soledad. Pero yo deseo no estar solo. Deseo que, en la certeza del diagnóstico que algunos hacemos sobre esta crisis, en diez años, me acompañen muchas personas. 

—¿Hay que guardarse las creencias para triunfar en la política hoy?

Hoy la política esta devaluada. Vivimos un momento de mediocridad en las maneras en las que se comportan unos políticos que son más administradores de estados de opinión que referencias en convicciones y principios. Da la sensación de que es incompatible mantener con coherencia convicciones, principios y posiciones sólidas.

En la transición española los mejores diplomáticos, abogados del Estado, letrados de las Cortes o del Consejo de Estado, se dedicaron a la política. Hoy, los mejores no se dedican a la política. La culpa no es de los políticos, sino de la sociedad, que muchas veces castiga los principios y que ha permitido que se haya denostado tanto al hombre público que, al final, muchos han dejado de serlo.

—Con este panorama, ¿es más difícil el compromiso cristiano en la labor pública?

El relativismo se ha apoderado del ámbito público: en la sociedad, en los medios de comunicación. Los medios de comunicación tienen una trascendencia enorme en nuestras democracias, porque una democracia es un régimen de opinión.

Si el relativismo se apodera de una sociedad y de sus medios de opinión es evidente que se complica enormemente la defensa de unos valores y principios cristianos. ¿Cómo se resuelve esto? Venciendo el miedo reverencial a un ambiente.

Siempre recuerdo que, en los años 80, en el País Vasco había dos miedos: el miedo físico -una organización te podía matar- y otro el “miedo reverencial” a que, por defender la idea de España en el País Vasco, o por defender las fuerzas de seguridad del Estado, te tacharan de mal vasco. Un miedo reverencial a un ambiente, a una moda dominante y este miedo es más difícil de combatir que el miedo físico.

El ambiente actual también produce ese miedo. Miedo a que te digan que eres un señor del siglo XVII, de la Edad Media o que eres un cavernícola, por defender tus ideas con respecto a la persona, al matrimonio, o a lo que significa la ideología de género… Miedo a que te califiquen, que te tachen de fundamentalista.

Un cristiano tiene que superar ese miedo reverencial, no puede esconderse o utilizar palabras para disfrazar lo que piensa o quiere decir. Hay que adaptarse a los medios y nuevos lenguajes de comunicación, pero no tienes que “vestirte de lagarterana”. Hemos de decir las cosas en las que creemos, con respeto, sabiendo que estamos en una sociedad libre y plural y que no todos tienen la misma fe, ni tratamos de imponerla, pero sin escondernos.

Sorprende ver títulos de conferencias en universidades o instituciones católicas llenas de palabras “bonitas” evitando usar lenguaje de fe cuando lo que hay que plantearse es: ¿por qué estamos perdiendo la fe?, ¿por qué estamos perdiendo los fundamentos cristianos?, ¿por qué cada día avanza la secularización?, ¿por qué se desestructuran las familias? 

En la transición española los mejores diplomáticos, abogados del Estado, letrados de las Cortes o del Consejo de Estado…, se dedicaron a la política. Hoy, los mejores no se dedican a la política.

Jaime Mayor OrejaEx-ministro del Interior

—Ante legislaciones como la de la eutanasia o la del aborto, ¿cree posible rescatar a esta sociedad de la muerte?

Creo que el objetivo principal del proyecto dominante ahora es reemplazar una sociedad por otra. Hay quienes quieren destruir un orden social por otro nuevo orden social, o mejor, desorden social.

El debate político y social en las próximas décadas va a cambiar. Hasta la fecha, el debate se ha dado entre una derecha política (menos Estado, más sociedad, menos impuestos) versus una izquierda política (más estado, menos sociedad, más impuestos).

En la actualidad, el relativismo se ha instalado tanto en la izquierda como en la derecha. Por lo tanto, el debate se dará entre relativismo y fundamentos. Ante esto, hemos de vencer el miedo reverencial a que nos llamen fundamentalista por defender fundamentos. 

Tenemos que entender el cambio de los tiempos y que aquellos que defienden fundamentos serán mas atacados. Ahora bien, no se puede edificar una sociedad sobre la mentira, sobre el género, el aborto o la eutanasia. No hay sociedad que resista.

Eso sí, van a hacer daño y destruir muchos cimientos de nuestra sociedad, pero quienes defienden este desorden están condenados al fracaso y ellos lo saben. Ni tienen razón ni tienen razones

Por nuestra parte, es hora de sembrar y vencer las distancias de instituciones, de grupos, de tantas personas que piensan lo mismo.. Ser capaces de superar esta separación y estar unidos para dar esta batalla cultural.

Lecturas del domingo

Comentario a las lecturas de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo

Andrea Mardegan comenta las lecturas del Jesucristo Rey del Universo y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan·17 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Del hijo del hombre que viene en las nubes del cielo, el libro de Daniel dice que “se le dio poder, gloria y reino; todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron: su poder es un poder eterno, que nunca terminará, y su reino nunca será destruido”. En el evangelio de Juan, Pilato pregunta: “¿Eres tú el rey de los judíos?”, quizá por las informaciones recibidas en los años de gobierno de Palestina: la expectativa en el pueblo de un rey mesiánico que liberara a Israel de los romanos; el deseo de la multitud de hacer rey a Jesús; las declaraciones de los discípulos: “Rabí, tú eres el rey de Israel” (Jn 1, 49), que pueden haberle llegado.

Jesús le contesta con otra pregunta, tratando de ayudarle a mirar dentro de sí: “¿Dices esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?”. Pilato no acepta el diálogo en plan de igualdad, y mucho menos la autoridad de Jesús que le domina. No quiere mirarse dentro, se defiende. “¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los príncipes de los sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?”. Jesús decide explicarle la verdadera naturaleza de su reino: “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis siervos habrían luchado para que no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí”. Se ha puesto al nivel de Pilatos, usa su lenguaje: un argumento militar. No es un reino de este mundo porque no tiene poder mundano que mata enemigos, encarcela, derrama sangre, impone tasas. Es un reino que se basa en el amor que se entrega, y por eso es el rey, Jesús, quien se deja encarcelar, juzgar, condenar, y derrama su sangre para liberar a sus súbditos de la esclavitud del pecado. No es de este mundo, pero aspira a cambiar este mundo, con la lógica del amor y el dolor sufrido por la salvación.

“Pilato le dijo: ‘¿O sea que tu eres rey?’ Jesús contestó: ‹Tu lo dices: yo soy rey. Para esto nací y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que pertenece a la verdad escucha mi voz’”. Jesús da así a Pilato la posibilidad de escuchar esa verdad, que es la manifestación plena de la bondad del Padre, que Jesús vino a traer al mundo. Pero una vez más Pilato levanta un muro: “¿Que es la verdad?”. Pero Jesús le ha impactado y trata de salvarlo: desde entonces repite que no encuentra culpa en él. El último intento lo hace presentando a Jesús como rey, a los judíos: “¿Crucificaré a vuestro rey?”. Ellos responden: “No tenemos más rey que el César”. Pilato cede al miedo y se lo entrega. Nosotros, en cambio, dejémonos conquistar por la lógica de su reino, escuchamos la verdad que vino a traer y no tengamos miedo de entregar nuestra vida con él, por él, por la auténtica libertad de los hijos de Dios.

La homilía sobre las lecturas de Jesucristo Rey del Universo

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

España

«La Iglesia no es de derechas ni de izquierdas, es de Cristo»

Se presentan las Semanas Sociales de España, convocadas por la Conferencia Episcopal Española, que se celebrarán en Sevilla del 25 al 27 de noviembre.

David Fernández Alonso·16 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Hoy, ante los medios de comunicación acreditados, ha tenido lugar la rueda de prensa de presentación de las Semanas Sociales de España, que se celebrarán en Sevilla del 25 al 27 de noviembre. El arzobispo de Sevilla, Mons. José Ángel Saiz Meneses, y el presidente de las Semanas Sociales, Jesús Avezuela Cárcel; han sido los encargados de presentar estas jornadas.

El arzobispo de Sevilla quiso destacar que estas semanas se insertan en el plan de trabajo de la Conferencia Episcopal asumido para el periodo de 2021 a 2025. El presidente de las Semanas Sociales, Jesús Avezuela, subrayó que las Semanas Sociales son como una «universidad ambulante», en el sentido de que hoy, en el siglo de internet, este concepto se dirige más a seguir potenciando y propiciando espacios de dialogo y debate sobre cuestiones que aborda las Semanas Sociales: preocupaciones de índole político, social, moral; papel de los católicos en la vida publica; el propio papel de las religiones en la esfera pública, etc.

Ante una pregunta, Sainz Meneses quiso subrayar que «la Iglesia es de Cristo y del Evangelio, no es de derechas ni de izquierdas». Y que la Doctrina Social de la Iglesia es muy rica, que ilumina las situaciones de las personas.

Qué son las Semanas Sociales

Las Semanas Sociales de España, cuya organización se remonta a 1906, son un servicio de la Conferencia Episcopal Española para el estudio, difusión y aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia a las cuestiones sociales de notoria importancia y actualidad. Estas jornadas, que este año se celebran en Sevilla, quieren seguir siendo un hito dentro del pensamiento social De la Iglesia, y realizan una valiosa contribución al discernimiento del aquí y el ahora de la Iglesia, de su aportación al momento presente y de su contribución, desde la reflexión y la práctica, al bien común de la sociedad. Para ello, cuentan con grandes expertos de la política, la economía y la solidaridad que realizan sus aportaciones a la luz del humanismo cristiano.

Numerosas diócesis han tenido sus encuentros de trabajo entre los pasados septiembre y octubre, bajo el título «La regeneración de la vida pública. Una llamada al bien común y a la participación». El encuentro final tendrá lugar en Sevilla, la semana que viene, del 25 al 27 de noviembre.

El programa

Las jornadas comenzarán el jueves 25 de noviembre, a las 19,00 horas, con la sesión inaugural en el Real Alcázar de Sevilla. Contará con la presencia del nuncio apostólico en España, Mons. Bernardito Auza; el arzobispo de Sevilla, Mons. José Ángel Saiz Meneses, el presidente de las Semanas Sociales de España, Jesús Avezuela Cárcel; y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas Cejas. La ponencia inaugural estará a cargo del secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello.

La jornada del viernes 26 de noviembre se desarrollará en la Facultad de Teología San Isidoro y estará reservada a los portavoces de los grupos de trabajo diocesanos. Les dará la bienvenida el decano de esta Facultad, Manuel Palma Ramírez.

El sábado 27 albergará dos mesas redondas: «Una mirada desde la política» y «Una mirada desde la empresa y el sector social». Los moderadores serán los periodistas Diego García Cabello y Juan Carlos Blanco Cruz, respectivamente. 

En la primera mesa redonda se contará con la presencia del viceconsejero de la vicepresidencia y de la consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local de la Junta de Andalucía, Manuel Alejandro Cardenete Flores; el director del Instituto Diocesano de Teología y Pastoral de Bilbao, Carlos García de Andoin; y la diputada del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Sol Cruz-Guzmán García. 

En la segunda mesa redonda debatirán la exministra de Empleo y Seguridad Social de España, Fátima Báñez García; el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Javier González de Lara Sarriá; y la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro. 

El programa del sábado también incluye la presentación de las conclusiones, antes del acto final en el que se contará con la presencia del arzobispo de Sevilla y el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla.

Labor caritativa de las Hermandades: algo más que solidaridad

Cuando se conoce la impagable acción de las Hermandades en favor de los más necesitados se corre el peligro de asimilar las hermandades a ONGs, por eso conviene una reflexión sobre las diferencias entre caridad, solidaridad y acción social.

16 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

No hace muchos años, en unos momentos en que se cuestionaba el papel de las hermandades en la sociedad actual, tuve ocasión de dirigir un estudio sobre la cuantía de las ayudas que dedicaban las hermandades a atenciones de caridad. Se limitaba a la ciudad de Sevilla y los resultados fueron sorprendentes para algunos: más de cinco millones de euros, y eso que el trabajo sólo  recogía las ayudas que eran cuantificables, las otras quedaban fuera; pero ¿cuánto vale un abrazo?, «es la primera vez que alguien me da un abrazo a cambio de nada», le comentaba emocionada a un voluntario una señora que había tenido un pasado complicado. ¿Cómo se valora un rato de compañía a una persona que vive sola, sin que nadie se ocupe de ella? Esos intangibles quedaban fuera del estudio.

Tengo datos que  indican que si esta investigación se hiciera hoy, después de la crisis sanitaria, los resultados serían casi el doble. Algo de lo que las hermandades pueden sentirse satisfechas, pues una de sus misiones es el fomento de la caridad, pero que encierra un peligro: reducir la caridad a cifras, cuanto mayor es el volumen de ayudas, más caritativa es una hermandad. Por este camino se corre el peligro de asimilar las hermandades a ONGs, por eso conviene una reflexión sobre las diferencias entre caridad, solidaridad y acción social, tres conceptos distintos, aunque complementarios.

Caridad

Es una virtud teologal, infundida por Dios en nuestra alma el día del bautismo (Fe, Esperanza y Caridad), aunque mantenerla y crecer en ella depende de nosotros mismos. Es la virtud por la que amamos a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos  por amor a Dios, en tanto son queridos por Dios. La Caridad sólo se entiende  partir de Dios, que es Amor. 

El amor humano, vivido como donación total, libre y gratuita, ya que  sólo desde la libertad se puede amar. Tiene la capacidad de llevar a la persona a su plenitud, hacerla feliz, porque lo que frustra una vida no es el dolor, es la falta de amor.

Solidaridad

Es una virtud humana, que adquirimos con nuestro esfuerzo y la gracia de Dios, para adecuar nuestro comportamiento al pleno desarrollo de nuestra condición humana.  Es la conciencia de estar vinculado a los demás a través de Dios, y la decisión de actuar en coherencia con esa mutua vinculación. “No es un sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas.

Al contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno. Tener conciencia de que todos somos  verdaderamente responsables de todos” (Juan Pablo II). Tiene su fundamento en la filiación divina. Todos somos hijos de Dios y compartimos la misma dignidad. Sólo así se entiende correctamente la Solidaridad, no con una visión horizontal, sino con la conciencia de estar vinculado, a través de Cristo, a los demás.

La solidaridad no es asimilable a la caridad. La solidaridad es justicia, la caridad es amor. La justicia a secas no basta, la dignidad del hombre pide mucho más que justicia: pide caridad, pide amor. Amor al otro contenido en el amor a Dios.

Acción Social

Es una actividad consistente  en la distribución y aplicación de los recursos materiales obtenidos a partir de la generosidad de los hermanos y colaboradores.

La acción social no es un fin en sí misma, eso sería asistencia social o filantropía: es la consecuencia del ejercicio de la Caridad por parte de los hermanos y donantes y expresión de su Solidaridad.

Esta triple distinción aparece claramente expuesta en el Evangelio, en la multiplicación de los panes:

Cristo sintió compasión por los que lo seguían ya que  llevaban tiempo sin comer: Caridad, amor de Dios.

“Dadles vosotros de comer”, dice a los apóstoles,  es vuestra responsabilidad atender las necesidades de los demás: Solidaridad.

A continuación los anima a gestionar esa atención: buscar recursos (consiguen  cinco panes y dos peces) y organizar el reparto de alimentos (hacer grupos de cincuenta, repartir y recoger): Acción Social.

Reducir el fomento de la caridad en las hermandades a acciones sociales realizadas sólo por solidaridad es tramposo y condena a las hermandades al papel de responsables subsidiarias del mantenimiento del estado del bienestar es tramposo y desnaturaliza la misión de las hermandades. En esta tema también es imprescindible una fundamentación rigurosa de su modelo conceptual para tener las ideas claras.

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

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España

La sociedad hoy. Postcristiana, postsecular y postliberal

Intelectuales y políticos cristianos se encuentran ante las opciones de retirarse de la vida institucional o dar la batalla cultural. Ambas, con el riesgo de reducir el cristianismo a una identidad ideológica manipulable.

Ricardo Calleja Rovira·16 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Durante decenios, la mayoría de los cristianos –y el magisterio de los pastores- se unía al gran consenso social sobre la legitimidad de las instituciones vigentes, aunque pudieran señalar deficiencias. En esa sociedad abierta, los cristianos propondrían, no impondrían, sus ideas, asumiendo las reglas de juego como uno más. Confiados en la fuerza de la verdad y en los cauces institucionales del sistema político, aspiraban a convencer con la palabra y el ejemplo. Esperaban así preservar los fundamentos de la vida común, que entendían que no eran una cuestión de fe religiosa. Se enfrentaban a las ideologías secularizadoras que erosionaban esos fundamentos: la dignidad de la persona y de la familia, la definición del matrimonio, la dimensión religiosa de la persona, el cuidado de los necesitados, etc. Lo que ocasionalmente llamó Benedicto XVI los “principios no negociables”.

Pero las condiciones en las que se afirmaba lo anterior han cambiado de modo significativo. 

Aún a riesgo de resultar drástico, podemos decir que en la actualidad ya no estamos en un escenario de sociedades fundamentalmente cristianas que enfrentan las tensiones del proceso de secularización mediante las reglas de juego del liberalismo político. Estamos en sociedades cada vez más post-cristianas, post-seculares y post-liberales.

La sociedad de hoy

Post-cristianas porque surgen nuevos principios de justicia que ya no son “virtudes cristianas que se han vuelto locas”, como decía Chesterton. Me refiero, por ejemplo, a la negación de la singularidad de la especie humana, de la dignidad del individuo, de la racionalidad como norma de los debates, de la presunción de inocencia, etc.

Post-seculares porque el resultado de la desaparición progresiva del cristianismo no es una sociedad menos religiosa en general, sino la sustitución del cristianismo por nuevas religiones civiles. Me refiero a los fenómenos ideológicos vinculados con las políticas de identidades, el ecologismo radical, el animalismo, etc. No se trata de ideas alternativas dentro del espectro de opciones libres en una sociedad, sino de la pretensión de cambiar de raíz los principios de la vida común. Que además se expresan no de modo discursivo sino principalmente identitario, emocional y colectivo, y casi diríamos sacramental. Una nueva religión –o conjunto de religiones- que derriba los ídolos y estatuas de la anterior y establece nuevos tabúes.

Post-liberales porque desaparece el consenso sobre las instituciones comunes, la aspiración a una sociedad de individuos libres e iguales, la importancia del respeto a las reglas de juego institucionales con su alternancia en el poder y una relativa neutralidad del espacio público, y la cohesión social propia de clases medias prósperas. Asistimos a intentos por ocupar las instituciones con afán hegemónico, y a la fragmentación emotivista de la opinión pública, que reduce los lugares comunes para el encuentro. Surgen formas de democracia no liberal –plebiscitaria, caudillista, identitaria- y crece la simpatía por regímenes más cercanos al autoritarismo tecnocrático.

La actitud del cristiano

Ante estos escenarios, la síntesis mencionada al principio ha dejado de estar vigente como posibilidad realista de acción social y política, por mucho que uno pueda lamentarlo o echarla de menos. La asimilación acrítica de un contexto cada vez más lejano del cristianismo no parece una opción válida ni atractiva. El compromiso meramente experto con las instituciones –en sí mismo irreprochable- no basta para contribuir eficazmente a reforzar los fundamentos de la vida política, permanentemente agredidos. Incluso el liberalismo más clásico y racional no parece tener ni tirón electoral, ni voluntad de defender algunos valores sustantivos fundamentales desde la perspectiva cristiana.

En ambientes intelectuales y políticos cristianos surgen opciones más identitarias. Unos promueven una “retirada” de la vida política institucional, por su fuerza corruptora del carácter individual y del debate público. Otros, sin embargo, asumen la tesitura conflictiva y se preparan para dar la batalla cultural desde las instituciones. En ambos casos con el riesgo de reducir el cristianismo a una identidad ideológica o cultural manipulable y en el fondo vacía. Y con la perplejidad de tener que renunciar a las reglas de comportamiento más o menos civilizadas de la política democrática a las que estábamos acostumbrados. Porque el modo de hacerse presente en el espacio público como minoría atosigada ya no es la cordialidad o el simple ejercicio discreto de los propios derechos y obligaciones. Muchos cristianos piensan que deben hacer oír su voz aunque suene estridente, aunque les granjee enemistades en su entorno social y genere conflicto en la esfera pública. Y surge siempre la tentación de volverse intolerantes hacia adentro con quienes no pelean las batallas como nosotros pensamos que deberían pelearse. O sencillamente con quienes las pelean, si uno piensa que debe evitarse ante todo la confrontación.

Como escribió Nietzsche, quien combate a un monstruo, debe tener cuidado de no convertirse en otro monstruo. ¿Dónde está el límite? ¿Se promueve así la amistad social y el bien común, como propone el papa Francisco, y toda la tradición clásica de la política? Y a la vez, ¿no es la confrontación cívica un modo de encuentro más sincero que el diálogo de sordos o el silencio de los corderos?

El autorRicardo Calleja Rovira

Profesor de Ética Empresarial y de negociación en el IESE Business School. Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid.

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Mundo

Inmigrantes convertidos en armas políticas

La crisis migratoria en Polonia pone de relieve el horror del tráfico de seres humanos y su uso como armas de desestabilización política.

Concepción Lozano·16 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Llegan conducidos como ovejas y azuzados con palos como si fueran animales. Cubiertos con mantas y con algo de comida se suben a los autobuses organizados por el régimen bielorruso. No son del país, ni siquiera de algunos cercanos. Provienen de Afganistán, de Siria o Camerún. Poco importa. Algunos de ellos llegan incluso a Bielorrusia en avión, a través de mafias organizadas que les cobran el billete, miles de euros, a cambio de dejarles más cerca del sueño europeo.

Un sueño que se desvanece en cuanto se topa con las alambradas de espinos colocadas en la frontera Polaca. Al un lado una columna de soldados bielorrusos que no les dejan volver a atrás (tampoco es una opción para ellos) al otro, los soldados polacos que les devuelven “en caliente” si intentan traspasar la valla de espinos colocadas y reforzadas para impedirles el paso.

La Unión Europea y la Otan lo han llamado “un ataque híbrido», un término  que hasta ahora no se había utilizado en Bruselas a pesar de que la situación no es nueva. Lo que diferencia a ésta de otras es que quizá la manera de organizarlos, los objetivos y el propósito de desestabilizar el continente europeo es más claro y rotundo que nunca.  Ni siquiera lo ocultan.

 Bielorusia actúa en revancha por las sanciones impuestas por la UE (económicas  y políticas) ante conductas por parte del régimen dictatorial de Alex´ander Lukashenko que han sido calificadas por la autoridades comunitarias  como “violación de derechos humanos». Bielorrusia respaldada por Rusia con quien comparte objetivos,  y propósitos políticos decide contraatacar enviando hordas, no de soldados, si no de inmigrantes desvalidos desesperados por iniciar una nueva vida en el continente europeo.  Para ello les organiza el viaje, como si de una macabra operación turística se tratara, y a través de agencias especializadas les traslada desde sus países de origen, muy lejos de EUropa, hasta la frontera con Polonia. La frontera exterior de la UE

La tensión ha escalado tanto que los movimientos militares, de tropas, aviones o soldados a ambos lados de la frontera se han intensificado, en un alarde de mostrarse los dientes mutuamente, Polonia, y la Unión Europea por un lado, y Bielorrusia y Rusia por otro, conscientes de su poder no sólo militar si no estratégico en la zona. El club comunitario consumió 394.000 millones de metros cúbicos de gas en 2020, de los que un 43% fue importado de Rusia, según Eurostat. El gasoducto Yamal-Europa, que es el que pasa por Bielorrusia, tiene capacidad para transportar 33.000 millones de metros cúbicos anuales a la Unión.  Una de las amenazas de Lukashenko es cortar el tránsito de gas hacia Europa a las puertas del invierno y plena crisis energética a nivel internacional.

Entrevista al Secretario de COMECE

En el contexto de la alarmante situación humanitaria y política en la frontera polaco-bielorrusa, la COMECE, la conferencia europea de los Obispos publica una declaración en la que insta a la UE y a sus Estados miembros a expresar su solidaridad práctica con los migrantes y los solicitantes de asilo. Su Secretario General, el sacerdote Manuel Enrique Barrios recibe a Omnes para dialogar sobre este difícil situación.

– ¿Cómo se posicionan los obispos de la UE frente a lo que está pasando en Polonia?

Con preocupación. Entristece que se utilicen personas en situación de vulnerabilidad para fines políticos.

– Conjugar la dignidad de toda vida humana con el respeto a la soberanía de un Estado es complicado. ¿Cree que ante este caso ha de adoptarse ante todo un enfoque humanitario?

Es lo fundamental. Lo que hace a Europa y la Unión Europea lo que es, no es, en primer lugar acuerdos económicos o incluso políticos, sino una cultura de valores compartida, y el primero de estos valores es la dignidad de toda persona humana. Por tanto, lo primero que hay que salvaguardar es el enfoque humanitario que debe prevalecer sobre los demás. Pero, por otro lado, es también importante el respeto de la legalidad y la seguridad de las fronteras.

– Cree que la UE está haciendo lo suficiente para luchar contra el tráfico de seres humanos y contra la inmigración ilegal?

Creo que lo está intentando. La Comisión Europea presentó en septiembre del año pasado todo un paquete de medidas, llamado “Pact on Migration and Asylum” que tiene como finalidad afrontar la crisis migratoria y de las personas demandantes de asilo respetando su dignidad y la legalidad internacional, pero también los principios de ayuda humanitaria, de rescate en situación de peligro y proponiendo hacer todo compartiendo la carga entre todos los Estados miembros de la Unión. Sabemos, sin embargo, que por la forma de funcionar de la Unión Europea, donde a veces se requieren acuerdos unánimes entre todos los Estados, llevar esto a cabo no es fácil.

–Piensa Ud. que los gobiernos europeos adoptan posicionamientos egoístas y con una perspectiva sobre todo política que no tiene en cuenta el contexto humanitario y trágico de estas situaciones?

Los gobiernos europeos con frecuencia tienen que hacer frente a distintos retos a la vez, como pueden ser, por ejemplo, el crecimiento de posiciones populistas en su opinión pública o el miedo de los ciudadanos a perder su identidad, a la inseguridad y a perder su trabajo, sobre todo en una situación de crisis económica. Todo esto, sin embargo, no justifica tomar posturas egoístas y de cerrarse en si mismos y en las propias fronteras. Es también verdad que la verdadera solución a la crisis migratoria es la ayuda a los países de origen para que las personas no estén forzadas a emigrar.

Europa no puede permitir que mueran personas en sus fronteras de esta forma

Manuel Barrios. Secretario COMECE

–No es la primera vez que vemos cómo se instrumentaliza el dolor humano con fines políticos y egoístas. ¿En este caso, cree que Polonia está actuando correctamente conteniendo a los inmigrantes en sus fronteras a pesar de la tragedia humana?

Creo que Polonia está haciendo lo que puede en esta situación tan difícil e injusta y la Unión Europea y los demás países miembros tienen que ayudar a Polonia. Esto, sin embargo no tiene que ser óbice para que se actúe con solidaridad concreta hacia estas personas prestando toda la ayuda necesaria, porque Europa no puede permitir que mueran personas en sus fronteras de esta forma.

Ecología integral

El encuentro Omnes-CARF ha abordado las ventajas y riesgos de la inteligencia artificial

Los profesores Javier Sánchez-Cañizares y Gonzalo Génova analizan los pros y contras de la inteligencia artificial en el encuentro Omnes - CARF del 22 de noviembre a las 19:30h. 

Maria José Atienza·15 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

¿Somos mejores o peores que las máquinas? ¿Hasta qué punto la Inteligencia Artificial es una ayuda o un peligro para el ser humano? ¿Quién depende de qué –las máquinas de los hombres o los seres humanos de las máquinas-?

Lo que parecen preguntas abstractas son, cada vez más, objeto de nuestra vida diaria y nuestra preocupación. El avance tecnológico y las múltiples posibilidades que se desarrollan a través de la inteligencia artificial en campos como la medicina, las comunicaciones o la política parecen superar la propia capacidad cognitiva del ser humano y su comprensión.

Este es el tema que centra el próximo Encuentro Omnes – CARF que tendrá lugar el lunes 22 de noviembre a partir de las 19:30 h.

El encuentro contará, como ponente principal, con Javier Sánchez-Cañizares, doctor en Física y en Teología. Profesor de la Universidad de Navarra. Investigador del Instituto Cultura y Sociedad y Director del CRYF. El conductor del coloquio será Gonzalo Génova Fuster, Ingeniero de Telecomunicación, Licenciado en Filosofía y Doctor en Ingeniería Informática. Profesor Titular en el Departamento de Informática de la Universidad Carlos III de Madrid.

El encuentro, organizado por Omnes y Fundación Centro Académico Romano, podrá seguirse a través del canal de Youtube de Omnes y los asistentes tendrán la oportunidad de plantear sus cuestiones a través del Whasapp.

España

Sínodo, familia y protección de menores: los temas de los obispos españoles

El inicio de la 118 reunión plenaria de los obispos de España ha puesto sobre la mesa los temas principales que marcarán las jornadas de trabajo de los prelados en estos días.

Maria José Atienza·15 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

Mons. Omella ha comenzado la 118 Asamblea Plenaria con un saludo y recuerdo afectuoso para el pueblo de La Palma y “especialmente a los más afectados por la erupción del volcán Cumbre Vieja”.  El presidente de la CEE ha querido simplificar su discurso, en una jornada en la que además se han hecho públicos nada menos que tres nombramientos episcopales en España, sin embrago ha querido subrayar los aspectos esenciales que marcaran esta plenaria.

Problemas sociales

La palpable crisis socioeconómica que atraviesa el país ha sido uno de los ejes tratados en este primer discurso de la Asamblea Plenaria. Una crisis que tiene manifestaciones diversas entre las que Mons. Omella ha destacado el paro juvenil, la soledad de los ancianos haciendo una llamada a apartar las ideologías y caminar juntos: “la gran familia que es la Iglesia, el Pueblo de Dios en camino, quiere colaborar más activamente con las instituciones políticas y civiles para hacer posible este necesario cambio que haga posible salir «mejor» de la crisis que estamos padeciendo”.

Refiriéndose al Sínodo, recientemente abierto en las diócesis, Mons. Omella ha querido destacar que “Todo este esfuerzo y trabajo eclesial del camino sinodal tendrá, sin duda, efectos positivos de renovación y comunión no solo para la Iglesia, sino también para todo nuestro país. Sí, los católicos, que estamos presentes en todos los ámbitos de la sociedad, en la medida que entremos en la dinámica sinodal que nos propone el Papa, ayudaremos a la cohesión, a la humanización y al bien común de España.

“Pido perdón por nuestra falta de testimonio”

Mons. Omella no ha eludido asuntos tan poco agradables como la falta de unidad dentro de la Iglesia o los pecados y faltas de coherencia de sus miembros que desdibujan, personal y colectivamente la belleza de la vida cristiana. La falta de presencia de los católicos en la vida pública “también está provocado –tenemos que reconocerlo– por las inconsistencias internas de la Iglesia y de los cristianos, y, también hay que decirlo claro: de nosotros los propios pastores de la Iglesia y por ello pido perdón, pues con nuestra falta de testimonio e incoherencias, por nuestras divisiones y falta de pasión evangelizadora, en no pocas ocasiones contribuimos, no sin escándalo, a la desafección y a la falta de confianza en la jerarquía, en la propia Iglesia.

Una petición de perdón que ha ido acompañada de una invocación esperanzada: “a pesar de nuestras infidelidades, el Espíritu Santo continúa actuando en la historia y mostrando su potencia vivificante. Con Él no tememos afrontar temas como la falta de fe y la corrupción dentro de la Iglesia que nos duelen muy de veras y pedimos perdón a Dios, a las víctimas y a la sociedad, a la par que trabajamos por su erradicación y prevención”.

Laicos, “el mejor medio de comunicación de la Iglesia”

El papel de los laicos como cristianos comprometidos en todos los ámbitos sociales, culturales y políticos ha vuelto a ser uno de los puntos centrales de las palabras del presidente de la Conferencia Episcopal Española. En este sentido ha hecho una llamada “una Iglesia que llegue a todos los rincones de la sociedad. En la que los laicos, con su modo de vivir, sean capaces de llevar la novedad y la alegría del Evangelio allí donde estén”. Una petición que ha resumido en la expresiva frase: Los laicos son el mejor medio de comunicación que tienen Jesucristo y su Iglesia.

Comunión total con el Papa

La visita ad limina que, en pocas semanas, comenzarán los obispos españoles, ha sido otro de los temas incluidos en este discurso de apertura. Una visita que los prelados españoles están preparando con una especial diligencia, como ha querido destacar el Nuncio Apostólico en España, Mons. Auza, y que manifiesta “la comunión afectiva y efectiva con quien en la Iglesia es principio visible de unidad y comparte con él su solicitud por todas las Iglesias”. En este sentido, Mons. Omella ha querido subrayar “el sentimiento de profundo afecto y comunión plena de la Iglesia en España, de sus pastores y comunidades, con el Sucesor de Pedro, el papa Francisco, con su persona y su magisterio”.

Saludo del Nuncio

Por su parte, el saludo del Nuncio Apostólico en España, Mons. Auza se ha centrado en el agradecimiento al trabajo de la Iglesia española en el recién estrenado sínodo así como por la propuesta del Servicio de Ayuda y Orientación para las Oficinas diocesanas o Provinciales de Denuncias de Abusos de Menores. “Es la forma de operar, en un tema tan sensible y delicado, con seguridad, con garantía de efectividad y con unanimidad de dirección y criterio, uniendo los esfuerzos de todo” ha subrayado el nuncio que ha alentado además “los empeños que realizan al respecto, encareciéndoles los deseos del Papa en la aplicación de Amoris Laetitia en la renovación de la preparación al matrimonio y en la renovación del Directorio de pastoral familiar”.  

Nombramientos

El primer día de esta 118 Asamblea Plenaria ha coincidido además con la publicación de tres nombramientos episcopales. Mons. Juan Antonio Aznárez Cobo, en la actualidad obispo auxiliar de Pamplona y Tudela, es el nuevo arzobispo Castrense cuya sede estaba vacante tras el fallecimiento de Mons. Juan del Río Martín, el 28 de enero de 2021.

El papa Francisco ha nombrado a Mons. José Luis Retana Gozalo, hasta la fecha, obispo de Plasencia, como nuevo obispo de Salamanca y de Ciudad Rodrigo, bajo la fórmula in persona episcopi («en la persona del obispo»), de tal forma que tendrán el mismo obispo pero sin que se modifique la estructura de ninguna de las dos diócesis.

Por último, se ha conocido también el nombramiento del sacerdote Francisco César García Magán como obispo auxiliar de Toledo, sede de la que es actualmente vicario general. 

Información y temas de las Comisiones Episcopales

La nota de inicio de esta 118 Asamblea plenaria señala los temas que se tratarán a lo largo de estos días: la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida presentará para su estudio el borrador del documento “Orientaciones para la pastoral de las personas mayores en el contexto actual”.

También informará sobre dos de los eventos programados con motivo del Año “Familia Amoris Laetitia”. La Semana del Matrimonio, que promueve la CEE, del 14 al 20 de febrero. Y el Encuentro Mundial de las Familias que tendrá lugar en Roma del 22 al 26 de junio, con el que se cerrará este Año dedicado especialmente a la familia. A la vista de las dificultades para llegar a Roma y poder participar en este encuentro, los obispos de la Plenaria van a valorar la posibilidad de organizar un Encuentro de ámbito nacional; además de la celebración de encuentros en las distintas diócesis.

Como es habitual en las reuniones de las Asambleas Plenarias, se repasarán las actividades de las distintas Comisiones Episcopales.

El secretario general de la CEE, Mons. Luis Argüello, llevará a la Plenaria distintas propuestas del Servicio de coordinación y asesoramiento para las Oficinas de protección de menores.

El orden del día incluye la aprobación, si procede, de los Estatutos de la CEE y de sus organismos. Los obispos conocerán, además, el proyecto de estructura y funcionamiento del Consejo de Estudios y Proyectos de la CEE. La creación de este Consejo es una de las actividades previstas en el plan de acción de la CEE, “Fieles al envío misionero”, que se aprobó en la Plenaria de abril de 2021. También decidirán sobre la propuesta de un documento sobre “persona, familia y bien común”.  

Se tratarán diversos asuntos de seguimiento y como, es habitual en la Plenaria de noviembre, se presentarán para su aprobación la propuesta de constitución y distribución del Fondo Común Interdiocesano para el año 2022 y los presupuestos para el año 2022 de la Conferencia Episcopal Española y de los organismos que de ella dependen.

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Mundo

Comienza la reunión plenaria de los Obispos estadounidenses

La plenaria dedicará una especial atención a la  esperada “Declaración sobre el misterio de la Eucaristía” junto con la iniciativa de reavivamiento Eucarístico y un Congreso Eucarístico en el 2024.

Gonzalo Meza·15 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Desde el 15 y hasta el 18 de noviembre se lleva a cabo en Baltimore, Maryland, la reunión plenaria de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB). Será una reunión muy trascendente, no solo por ser la primera Asamblea que se lleva a cabo de forma presencial desde noviembre del 2019 (la reunión de primavera del 2020 se canceló y la de noviembre fue virtual a causa de la pandemia), sino porque en ella se abordarán temas vitales para la Iglesia de los EUA, entre ellos una “Declaración sobre el misterio de la Eucaristía en la vida de la Iglesia”, propuesta que ha provocado acaloradas discusiones y debates pues se ha pensado erróneamente que será un documento cuya intención es prohibir la Comunión a los políticos que promuevan el aborto, principalmente  el Presidente norteamericano Joe Biden y Nancy Pelosi, Presidenta de la Cámara de Representantes –ambos se declaran a sí mismos practicantes.

El boceto del documento no contiene tal prohibición ni es la intención de los obispos emitir vetos públicos. Todo católico, dice la USCCB, independientemente de si ocupa un cargo público o no, está llamado a una conversión continua, además todos los católicos tienen la obligación de apoyar la vida y la dignidad humanas, señalan los obispos.

La intención del documento es generar una mayor conciencia sobre el Misterio Eucarístico, ello ante el profundo desconocimiento que se da en la mayor parte de los católicos norteamericanos sobre el Sacramento cumbre de la vida cristiana. Desconocimiento que se refleja en la práctica de la fe de un sector de la población, por ejemplo la ausencia cada vez mayor de fieles a la Misa dominical o la poca reverencia que se manifiesta ante la Sagrada Eucaristía.

Según una encuesta realizada por el Pew Research Institute en el 2019, solo un tercio de los católicos de EUA (una minoría) cree que el pan y el vino consagrados durante la Misa se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo y que a partir de ese momento, en la Sagrada Comunión está Jesucristo real, verdadera y sustancialmente presente. Esta realidad no es comprendida por dos tercios de los católicos, quienes consideran que el Cuerpo y la Sangre son únicamente “símbolos”, nada más. Esta “Declaración sobre el misterio de la Eucaristía” junto con la iniciativa de reavivamiento Eucarístico y un Congreso Eucarístico en el 2024, serán discutidos y votados durante esta plenaria en Baltimore.

La agenda también incluye varios temas entre ellos: el Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad; la implementación del marco pastoral para el Ministerio del matrimonio y la vida familiar en los EUA; una iniciativa de ayuda para las madres embarazadas llamada “Caminando con mamás en necesidad”; la aprobación de nuevas versiones en inglés y español de los rituales –para uso en EU– del Orden de iniciación cristiana de adultos y la Sagrada Comunión y Culto Eucarístico fuera de la Misa; la consulta sobre las causas de beatificación y canonización de los Siervos de Dios Charlene Marie Richard y Auguste Robert Pelafigue, que vivieron en el estado de Louisiana. En esta sesión también se llevarán a cabo elecciones para ocupar cargos administrativos y presidir cinco comités  de la Conferencia entre ellos: Clero, vida consagrada y vocaciones; Culto divino; Desarrollo humano y justicia; Laicado, matrimonio, vida familiar y juventud; y Migración.

Aunque los medios seculares se enfocarán en la “Declaración sobre el misterio de la Eucaristía” esta sesión tendrá temas muy relevantes que van desde los Sacramentos hasta procesos de beatificación y canonización. Asuntos que de una u otra manera tendrán un impacto en el presente y futuro de la Iglesia de los Estados Unidos.

La Fortuna

La serie del director Alejandro Amenábar parece, tras varias obras contrarias, tender una mano al diálogo con la Iglesia. Justo lo que la Iglesia trata de hacer con su proceso sinodal.

15 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Confieso que soy fan de Alejandro Amenábar desde mis tiempos de estudiante de Ciencias de la Información. Su ópera prima Tesis (1996) vio la luz estando yo aún en la facultad y todos los compañeros la sentimos como la obra de uno de los nuestros (compartíamos carrera con él) que había logrado lo que todos deseábamos y para lo que nos preparábamos: comunicar, contar grandes historias.

Mi admiración por el director hispano-chileno, sin embargo, ha sufrido altibajos por su apuesta por temas controvertidos en los que chocaba con mis planteamientos. Por ejemplo, Mar adentro (2004), es todo un canto a la legalización de la eutanasia; o Ágora (2008), una cinta histórica en la que el cristianismo aparece retratado como enemigo del progreso y la ciencia.

Su última producción, sin embargo, ha vuelto a reconciliarme con él. Se trata de la miniserie La Fortuna, producida por Movistar+ y publicitada como la serie española más cara de la historia. El guion está basado en el cómic El tesoro del cisne negro, de Guillermo Corral y Paco Roca, que a su vez está basado en hechos reales. Concretamente, en la victoria de la diplomacia española frente a una empresa cazatesoros norteamericana que, en 2007, se apropió indebidamente del cargamento de monedas del galeón de la armada española Ntra. Sra. de las Mercedes, hundido en el siglo XIX.

Los protagonistas: un joven diplomático conservador y católico, y una más madura funcionaria progresista y atea. Las chispas saltan desde el primer momento entre dos personajes cuyo único punto en común es su deseo de recuperar para España el tesoro expoliado. La serie aúna cine de acción y aventuras, espionaje, batallas de época, romance, thriller legal, todos los componentes para mantener a un amplio espectro de espectadores pegados a la pantalla. Sin embargo, me ha sorprendido que haya pasado sin pena ni gloria (desconozco sus datos de audiencia, pero su eco en redes sociales es bastante limitado) y que no haya sido bien tratada por la crítica.

Y es que La Fortuna es un producto amable, conciliador. No se decanta por ninguna de las dos Españas que aparecen representadas por Alex Ventura (Álvaro Mel) y Lucía Vallarta (Ana Polvorosa). Los dos protagonistas consiguen superar todas las barreras que los dividen y lo hacen caminando juntos, buceando en su pasado común, su patrimonio cultural, sus raíces históricas. ¡Y eso, tristemente, no merece hoy la atención que sí reciben la división, el enfrentamiento o la violencia gratuita de la serie surcoreana del molusco!

Es un norteamericano, el abogado Jonas Pierce (Clarke Peters), quien hace caer en la cuenta a los protagonistas y a los perezosos miembros del Gobierno español de la importancia de unirse para recuperar el tesoro, afirmando: «Estamos hablando de algo más que de dinero. Estamos hablando del patrimonio cultural de un país. Cada barco hundido es parte de vuestro patrimonio, de vuestra alma».

¿Y cuál es el alma de España? ¿Quiénes somos en común? A poco que reflexionemos un poco sobre nuestro espíritu como nación, incluso como continente, surge el tema de la fe.

El ateo Amenábar consigue, además, en La Fortuna, algo que rara vez se ve en la industria audiovisual española de los últimos 60 años: retratar con respeto el hecho religioso. La escena sucede en el capítulo cuarto y está rodada en la madrileña iglesia de San Marcos. El joven protagonista se declara católico, aunque alejado de la Iglesia: «de pequeño –dice– iba a los escolapios (guiño autobiográfico de Amenábar) y rezaba mucho». Acude al majestuoso templo en medio de una crisis personal y allí mantiene un interesante diálogo con un sacerdote normal y corriente, como los que conocemos los que frecuentamos las iglesias, sin caricaturizar como nos tienen acostumbrados los que no las pisan. Y el diálogo es sensato, realista, esperanzador, sublime».

En esta escena y en la media docena de capítulos de la serie, veo a un Amenábar con la mano tendida, dispuesto a caminar juntos, a superar lo que nos separa, a respetar las diferencias… Justo lo que la Iglesia trata de hacer con su proceso sinodal. ¿Seremos capaces de tomar la mano de Álex, de Lucía, de tantos y tantos alejados de la Iglesia y comenzar a caminar juntos?

No nos conformemos con una Iglesia majestuosamente hundida en las profundidades donde muchos piratas la prefieren para sacarle provecho, y saquemos a flote el gran tesoro que hemos de poner en valor. Esa es nuestra alma; esa es nuestra Fortuna. Si lo logramos, seremos afortunados o, lo que es lo mismo, bienaventurados.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Actualidad

Los premios Ratzinger, un homenaje del Papa Francisco a su predecesor

La entrega de los premios de la Fundación Ratzinger en el Vaticano se ha convertido este fin de semana en un homenaje del Santo Padre a su predecesor, Benedicto XVI. El Papa Francisco alabó su dedicación al estudio y la investigación, “su fe y su servicio a la Iglesia”.

Rafael Miner·14 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco saludó en primer lugar a los galardonados de este año. Son la profesora Hanna-Barbara Gerl-Falkovitz, catedrática emérita de Filosofía de las Religiones y Ciencias Religiosas Comparadas en la Universidad de Dresde, destacada especialista en Edith Stein y Romano Guardini. Y junto a ella, Ludger Schwienhorst-Schönberger, profesor de Antiguo Testamento en la Universidad de Viena y considerado uno de los mayores expertos en los Libros Sapienciales y, en particular, del Cantar de los Cantares.

El mismo saludo afectuoso dirigió el Santo Padre al filósofo y teólogo francés Jean-Luc Marion, profesor de Metafísica en la Sorbona y académico de Francia, y a la profesora australiana Tracey Rowland. experta en relaciones entre la teología del siglo XX y la cultura. Ambos fueron premiados en 2020, y han recibido ahora su galardón junto a los ganadores de 2021, de manos del Papa.

Tracey Rowland ocupa una cátedra en la Universidad de Notre Dame (Australia), y es miembro del consejo editorial de la revista Communio. Además, ha sido ponente de un Foro organizado por Omnes el 14 de abril de 2021, dirigido por el profesor de la Universidad de Navarra, Pablo Blanco, con el título Teología y cultura contemporáneas.

El Papa señaló que es un “vínculo duradero” el que ha establecido la iniciativa de los premios de la Fundación Ratzinger entre la Iglesia y el mundo de la cultura. Porque se constata que la comunidad de premiados crece cada año en número, origen y variedad de disciplinas. La capacidad de la mente humana, añadió, “es el efecto de la ‘chispa’ encendida por Dios en la persona hecha a su imagen”, que la impulsa continuamente “a expresar la vitalidad del espíritu en la conformación y transfiguración de la materia”.

“La Escritura nos habla de la creación de Dios como un ‘trabajo’”, añadió el Santo Padre. “Por ello, rendimos homenaje no sólo a la profundidad del pensamiento y de los escritos, o a la belleza de las obras artísticas, sino también al trabajo realizado con generosidad y pasión durante muchos años para enriquecer el inmenso patrimonio humano y espiritual que hay que compartir. Es un servicio inestimable para la elevación del espíritu y la dignidad de la persona, para la calidad de las relaciones en la comunidad humana y para la fecundidad de la misión de la Iglesia”.

Elogio del Papa emérito Benedicto XVI

En su discurso, el Romano Pontífice se refirió a las personalidades objeto de investigación por los premiados, y citó entre otros a Guardini, De Lubac, Edith Stein, Lévinas, Ricoeur y Derrida, hasta McIntyre. A continuación, afirmó: “Entre estos maestros debe contarse un teólogo que supo abrir y alimentar su reflexión y su diálogo cultural hacia todas estas direcciones juntas, porque la fe y la Iglesia viven en nuestro tiempo y son amigas de toda búsqueda de la verdad. Hablo de Joseph Ratzinger”.

Es “la ocasión de dirigirle una vez más nuestro afectuoso, agradecido y admirado pensamiento», añadió, al tiempo que recordaba su encuentro hace unos meses con motivo del 70 aniversario de su ordenación sacerdotal.: “…sentimos que nos acompaña en la oración, manteniendo su mirada constantemente dirigida hacia el horizonte de Dios. Hoy le damos las gracias, en particular, porque fue también un ejemplo de dedicación apasionada al estudio, a la investigación, a la comunicación escrita y oral; y porque siempre unió plena y armoniosamente su investigación cultural con su fe y su servicio a la Iglesia”.

El Papa subrayó este compromiso con el estudio y la escritura, que continuó durante su pontificado para completar la trilogía sobre Jesús “y dejarnos así un testimonio personal único de su constante búsqueda del rostro del Señor”. De su búsqueda, señaló, nos sentimos “inspirados y animados, y le aseguramos nuestro recuerdo al Señor”.

Cooperadores de la verdad

Se refirió también Francisco al lema elegido por el entonces arzobispo Joseph Ratzinger en Munich: cooperadores de la verdad.“Como sabemos, las palabras de la tercera Carta de Juan: ‘cooperatores veritatis’, son el lema que eligió cuando se convirtió en arzobispo de Munich. Expresan el hilo conductor de las diferentes etapas de su vida, desde sus estudios hasta su enseñanza académica, pasando por su ministerio episcopal, su servicio para la Doctrina de la Fe  ̶ al que fue llamado por san Juan Pablo II hace 40 años ̶  y su pontificado, caracterizado por un magisterio luminoso y un amor indefectible por la Verdad. 

El lema “cooperatores veritatis” sigue inspirando el compromiso de los estudiosos premiados por la Fundación Ratzinger. El Papa Francisco afirmó que esas palabras “pueden y deben inspirar a cada uno de nosotros en nuestras actividades y en nuestras vidas”.

España

Rémi Brague propone el perdón ante ‘la cultura de la cancelación’

El filósofo francés y profesor emérito de La Sorbona, Rémi Brague, ha manifestado en el 23 Congreso de Católicos y Vida Pública que lo que está en juego con la cultura de la cancelación es “nuestra relación con el pasado”, y que debemos elegir “entre perdonar o condenar”. El historiador propone “recobrar nuestra capacidad de perdonar”.

Rafael Miner·14 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

“Lo que está en juego aquí no es solo el problema concreto de la cultura occidental. En líneas más generales, se trata de nuestra relación con el pasado”, señaló el pensador francés en su intervención en el segundo día del congreso, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), y el CEU.

“En concreto, hemos de preguntarnos qué tipo de actitud debemos adoptar ante aquello de lo que somos producto: para empezar, ante nuestros padres, nuestro país y nuestro idioma, entre otros, y seguir remontando el cauce hasta el ‘pequeño estanque cálido’ donde Darwin imaginó que había surgido la vida e, incluso, hasta más atrás: hasta el Big Bang. Debemos elegir entre perdonar o condenar”,

“El pasado está repleto de buenas obras, pero se ve empañado por multitud de actos horripilantes que recordamos con mayor facilidad. Los traumas permanecen en la memoria, mientras que damos demasiado fácilmente por sentado aquello que resulta placentero, como si en lugar de ser un regalo fuese algo merecido”.

A su juicio, “la creación auténtica nunca cercena el vínculo con el pasado. En un pasaje sumamente interesante de su obra Discursos, Maquiavelo constata que el cristianismo no pudo sofocar por completo los recuerdos de la religión anterior porque tenía que mantener el latín,  la lengua del Estado romano que perseguía a los creyentes, para propagar la nueva fe”.

Capacidad de perdonar

En cualquier caso, prosiguió el filósofo, “nuestra cultura actual está atrapada en una suerte de perversión del sacramento de la penitencia: tenemos confesiones por doquier y queremos que otros se confiesen y arrepientan. Sin embargo, no hay absolución alguna, no existe el perdón, por lo que tampoco existe ni la esperanza de una nueva vida ni la voluntad de tomar sus riendas. Ojalá podamos  recobrar nuestra capacidad para perdonar”, señaló Remi Brague, que recibió el Premio de la Fundación Vaticana Joseph Ratzinger – Benedicto XVI en 2012, y ha sido doctor Honoris Causa por la Universidad CEU San Pablo en 2020.

La ponencia de Rémi Brague en el Congreso de este año ha tenido por título ¿La cultura de la cancelación o la cancelación de la cultura? Como es sabido, uno de los fenómenos culturales de nuestros días es la cancelación, es decir, retirar el apoyo a personas, hechos, acontecimientos o culturas en función de determinados parámetros. Una retirada que puede llegar incluso hasta la negación.

Autores griegos y latinos

Por poner un ejemplo de la exposición del profesor francés, “un joven profesor de Clásicos en Princeton, Dan-el Padilla Peralta, hizo recientemente un llamamiento donde se posicionaba en contra del estudio de los autores griegos y latinos por fomentar el racismo. En primer lugar, porque las referencias a la Antigüedad clásica se esgrimen a veces como armas a favor  del supremacismo blanco. En segundo lugar, y más importante aún, porque el mundo antiguo recurrió  en parte a la mano de obra esclava a modo de infraestructura sobre la que levantar su cultura”.

“Como cristiano que soy”, señaló Rémi Brague, “no veo con buenos ojos este tipo de sistema social y deseo su desaparición. Además, me complace destacar que la esclavitud perdió su legitimidad gracias a la revolución en el pensamiento que trajo consigo la nueva fe. Si me permiten aludir una vez más a la manida oposición entre los dos puntos de referencia de la cultura occidental, Jerusalén hizo más justicia a la igualdad   radical de todos los seres humanos que Atenas”.

En ese dilema entre perdonar o condenar, el pensador francés ha formulado una serie de reflexiones. Por ejemplo, que “la condenación es una postura satánica. El satanismo puede ser relativamente suave, y tanto más eficiente. Según Satán, todo lo que existe es culpable y debe desaparecer. Estas son las palabras que Goethe pone en boca de su Mefistófeles (Alles was entsteht, / Ist wert, daß es zugrunde geht).

Sin embargo, “perdonar no es tarea fácil”, añadió. “¿Cómo podemos dar nuestra aprobación a lo que nos precedió?  […] “El pasado de la humanidad está marcado por los conflictos y las guerras”, por eso, admitió que “una personalidad a la que una cultura A considere un héroe puede representar la encarnación del mal para una cultura B”. A lo que añadió que “únicamente culturas que no existen y puramente imaginarias pueden ser totalmente inocentes”.

Influencia de Descartes

En palabras de Brague, “lo que se denomina cultura de la cancelación puede percibirse a primera vista como un fenómeno contemporáneo y que, por ende, pertenece al ámbito periodístico más que al filosófico”. Sin embargo, señaló que “un análisis más detallado nos permite ver que estamos en la última fase (por ahora) de un largo proceso que empezó en la antesala de los tiempos modernos. No estamos viendo sino la espuma de una ola mucho más grande. La idea de hacer tábula rasa se remonta al siglo XVII, con el filósofo francés René Descartes. Éste planeó desprenderse de los prejuicios de su infancia para construir un nuevo edificio de conocimiento cimentado sobre un terreno completamente nuevo”.

Así, el filósofo francés ha considerado que, “siempre es más fácil destruir que crear algo de la nada”, algo que nos debería enseñar “mostrar una cierta prudencia. Cuando tocamos lo que las generaciones anteriores han construido, deberíamos hacerlo con manos temblorosas. Solo Stalin afirmó que no le temblaría el pulso a la hora de decidir realizar una purga y enviar a la gente al paredón”.

Presentó al profesor Rémi Brague el director del Centro de Estudios Formación y Análisis Social (CEFAS) del CEU, Elio Gallego, quien calificó al filósofo como “discípulo lejano de Sócrates, y señaló también que «la conversación actual necesita libertad y verdad, una necesita de la otra».

En la inauguración de este Congreso de Católicos y Vida Pública, el mensaje subyacente ha sido la conexión íntima entre la corrección política y la cultura de cancelación, que apunta a la eliminación del debate de las ideas discordantes. En primera fila de está el cristianismo, que “es ya políticamente incorrecto”, aseguró el viernes su director, Rafael Sánchez Saus, quien se refirió a lo políticamente correcto como la “megaideología de nuestro tiempo”, que se compondría de “un conjunto de ideas dispersas, débiles desde el punto de vista intelectual, unidas por la negación de la trascendencia”. 

Dimensión trascendente del hombre

Precisamente en la negación de la dimensión trascendente del hombre está “la raíz del totalitarismo moderno”, manifestó el nuncio del Vaticano en España, Mons. Bernardito Auza, que al tratar de eliminar aquello que hace al hombre “sujeto natural de derechos”, pone a las libertades en peligro. Lo políticamente correcto, aseguró también, “tiene el riesgo de convertirse en el Gran Hermano de Orwell”. 

Por su parte, el presidente de la ACdP y del CEU, Alfonso Bullón de Mendoza, puso el foco en la actualidad de nuestro país. Desde su punto de vista, la cultura de la cancelación se muestra en medidas como la reciente reforma penal por la que se puede llegar a castigar hasta con penas de prisión a los participantes en grupos de información y oración que se reúnen frente los centros en las que se practican abortos. También alertó de los peligros que entraña la cultura de lo políticamente correcto para la “cohesión de los católicos”.  

También el viernes, intervino el portavoz del partido polaco Ley y Justicia, Ryszard Legutko. A su juicio, en las instituciones de la UE se detecta un afán de ingeniería social. “Tratan de reestructurar toda la sociedad” con instrumentos creados para “generar esa nueva sociedad”. Legutko señaló cómo, de la mano del “igualitarismo, el neomarxismo y el liberalismo”, la corrección política ha pasado a “ser una parte integrante del proceso europeo”.  En su opinión, la cultura de la cancelación del discrepante, da lugar a la paradoja de que una sociedad que se presenta a sí misma como plural, inclusiva y tolerante, “está llena de discriminación, injusticia, intolerancia y odio”, argumentó.

Este domingo, tras la Misa que celebrará el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, pronunciará una conferencia Bieito Rubido, director de El Debate, sobre el tema Las trampas del neolenguaje y la erosión de los valores. A continuación, tendrá lugar el acto de clausura.

Iniciativas

Primera «Marcha por la Vida» en Finlandia

El sábado 11 de septiembre se vivió en Helsinki un acontecimiento histórico: la primera Marcha por la Vida en Finlandia. El objetivo, como el de otras marchas que se han celebrado en numerosos lugares, era estimular el debate público sobre la realidad de la vida humana en el seno materno, el fenómeno del aborto y la defensa del derecho a la vida de los niños aún no nacidos. 

Raimo Goyarrola·13 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

El aborto en Finlandia está permitido casi de manera libre. Aunque limitado a numerosos casos y tiempo de gestación, en la práctica cualquier motivo aludido por la madre da luz verde a la eliminación del hijo. 

En nuestro país, por desgracia, el aborto es un tema tabú. No se habla, ni se informa. Se silencia, como si fuera algo vergonzoso. Y así lo es. Pero no hay posibilidad de debate público sobre qué significa la vida humana en el seno materno. Silencio. Desde hace tiempo se veía conveniente e importante ganar visibilidad, abrir el diálogo y qué menos que caminar por la calle más importante de la capital finlandesa. 

La marcha del sábado 11 de septiembre en Helsinki ha supuesto un antes y un después. Los organizadores estimaban una participación de unas 30 personas. En Finlandia no hay cultura de manifestaciones por la calle. Una asistencia de 30 personas es más que un logro. Si se llega a 50, un éxito. Pues bien, superamos los 300 participantes, escoltados por la policía que cortaba el tráfico o lo dirigía a calles adyacentes. 

Ya no es un tabú. La visibilidad de la defensa de la vida es importante. Los medios de comunicación no recogieron absolutamente nada en sus versiones digitales, impresas o audibles. Silencio. Hay interés en silenciar la verdad en algunos ámbitos. Pero también hay interés en visibilizarla en la calle. En dialogar. ¿No hay cosa más humana que el diálogo? Esta marcha ha supuesto un antes y un después porque ha movilizado gente, ha unido gente y ha dado un nuevo impulso a la visibilidad de algo que de por sí es bello. No estamos solos. Somos también sociedad.  

Al año se matan unos 9.000 finlandeses no nacidos. Es justo la cifra que se necesita para un reemplazo generacional en la sociedad. Estamos en números no sostenibles para un futuro estable. Hacen falta niños. Pero ha llegado la hora de hablar, de comunicar, de dialogar.

La marcha fue organizada por dos grupos “pro life” nacidos hace poco en las parroquias católicas de Helsinki y Kouvola. También ha sido apoyado por dos asociaciones cristianas no católicas. 

Una de las organizadoras es una madre joven que ya es abuela. Al nacer su tercer hijo, el médico le ofreció esterilizarla, pues así es la costumbre en el país. Ella se negó. Vinieron más hijos. Con el tiempo el tercer hijo, el que hubiera sido el último según los patrones de esta sociedad del “descarte”, cayó enfermo de leucemia. Joven adulto con un porvenir alentador. Se comenzó el tratamiento de quimioterapia, sin resultado. Se vio necesario, como último recurso, el trasplante de médula ósea. El único hermano compatible fue el séptimo. Este último salvó al tercero. La generosidad y valentía de unos padres trajeron consigo también la solución. La naturaleza es sabia.  

Un hecho científico

La marcha se abrió en la Plaza del Senado, en el corazón de la ciudad, desde donde partimos los manifestantes hacia el Parlamento. Enfrente del Parlamento, el programa incluyó discursos, canciones y música.

En su discurso de apertura, el doctor Miikka Nummenpää afirmó que el comienzo de la vida humana, cuando las dos células germinales se unen, es un hecho científico, no religioso. Hablamos de biología, de ciencia humana, no de dogmas religiosos que se quieran imponer a los demás. También enfatizó que hablar en favor de un niño dentro del útero de su madre no significa oponerse a los derechos de la mujer, ya que todo ser humano, ya esté sano o enfermo, esté en sus primeras o últimas semanas de vida es un regalo igualmente valioso. “Nadie puede tener derecho a privar a otra persona del derecho a la vida, que es el primer derecho humano”, recordó Nummenpää.

Marika Kaksonen, presidenta de la Organización de Derechos Humanos y doctora, expresó su preocupación por la iniciativa OmaTahto2020, según la cual una solicitante de aborto debería recibir receta para un aborto inmediatamente después de los exámenes médicos pertinentes de embarazo, sin ni siquiera tener que discutir las razones por solicitar dicho aborto. “Si esto sucede, perjudicaría no solo a los niños por nacer, sino también a las niñas y mujeres que buscan el aborto en contra de su voluntad bajo la presión de una pareja violenta, explotador o traficante, o en un momento de desesperación causado por circunstancias difíciles”, dijo Kaksonen. “Identificar y ayudar a estas personas vulnerables sería casi imposible con este cambio en la ley, y probablemente aumentaría el número de abortos no deseados”.

Proteger la vida del niño

Kirsi Morgan-MacKay, presidenta de la Asociación por el Derecho a la Vida, habló conmovedoramente sobre cómo el aborto también puede dañar a la mujer que lo hace. Compartió su triste vivencia por haberse dejado practicar dos abortos. “Aunque el personal de enfermería le acababa de convencer de que se trataba de un embrión de unos pocos milímetros de tamaño, un momento después todavía sostenía en mi mano a un perfecto niño pequeño de unos centímetros de tamaño con ojos, boca, manos y dedos de los pies”, Kirsi explicó sobre su segundo aborto. “Era una persona perfecta, y me di cuenta de que acababa de quitarle la vida a mi hijito, una persona inocente a quien empecé a amar. El aborto realmente me rompió”.

En su discurso de clausura de la marcha, la diputada Päivi Räsänen declaró que las leyes también se pueden cambiar para proteger la vida de un niño. “Mientras nos esforzamos por lograr cambios en la legislación, también debemos desarrollar medidas de apoyo para las mujeres que han quedado embarazadas en una situación de vida difícil”, enfatizó Räsänen. “Es insostenible que casi todos los abortos se realicen por motivos sociales en nuestra sociedad del bienestar. Los problemas sociales deben resolverse por medios de política social, no acabando con la vida ”. En Finlandia más del 90 % de abortos se realizan por motivos sociales. 

Durante el discurso de esta conocida política aparecieron tres personas que con bocinas y gritos intentaron impedir que se oyera su discurso. Esto no es muy común en Finlandia. Con una sonrisa y con calma Päivi dijo que los participantes en la Marcha por la Vida estábamos abiertos a un diálogo sobre la belleza de la vida humana incluso con esas personas que con sus bocinas, gritos e insultos no quieren hablar como personas. 

Päivi se enfrentará a un juicio sobre un artículo que escribió hace ya muchos años en que defendía el matrimonio, como lo que es, una relación estable entre hombre y mujer abierta a la vida, a la que los actos homosexuales no se pueden equiparar. 

Vivimos tiempos convulsos. Pero siempre los ha habido. Está naciendo una nueva religión omnipresencial, omnipotente, omnicomprensiva. Con su propio credo, sus propios mandamientos, su propia moral, su propia bandera. Bandera de una alianza en la que parece que no cabe Dios, ni la ley natural, ni la ley revelada. O por lo menos no cabe la imagen de Dios en la persona humana, como hombre y mujer, llamados al amor mutuo y a la vida. Esta nueva religión no es más que una ideología. ¿Durará? El tiempo lo dirá.

La naturaleza es sabia, es bella. La defensa ecológica de la vida humana, con la razón y el corazón dará sus frutos duraderos. En Finlandia ha comenzado una nueva primavera en defensa de la vida humana. La Marcha por la Vida se repetirá año tras año. Mientras esperamos la segunda marcha, con respeto y paciencia, con el diálogo y la visibilidad, intentaremos que muchos más seres humanos inocentes e indefensos puedan ver la luz de este mundo maravilloso, comenzando con el rostro sonriente de su madre.

El autorRaimo Goyarrola

Corresponsal de Omnes en Finlandia.

Una Iglesia a la escucha

Si hay una palabra que pueda ofrecer un hilo conductor al Sínodo que ha empezado en la Iglesia, esa es “escucha”. Una palabra en la que ha insistido mucho el Papa Francisco. 

13 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

En el año 2016 el académico de la comunicación Jim McNamara publicó una obra titulada Organizational listening; The Missing Essential in Public Communication, fruto de una exhaustiva investigación. Las conclusiones de este estudio revelaron el déficit de escucha que padecen las organizaciones, pues en su comunicación dedican un 95 % de tiempo y energías a hablar, y sólo un 5 % a escuchar. McNamara proponía una “arquitectura de la escucha” que implicaba un cambio en la actitud y los procesos.

Los días 9 y 10 de octubre se inició solemnemente en Roma el camino sinodal bajo el título Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión, que se prolongará hasta el año 2023. En la homilía pronunciada el domingo 10, el Papa Francisco afirmó: “El Espíritu nos pide que nos pongamos a la escucha de las preguntas, de los afanes, de las esperanzas de cada Iglesia, de cada pueblo y nación. Y también a la escucha del mundo, de los desafíos y los cambios que nos pone delante.”

En el documento preparatorio del Sínodo se mencionan algunos datos interesantes. Entre otros, el hecho de que la comunidad cristiana sea puesta en entredicho como sujeto creíble y socio fiable en caminos de diálogo social (en gran parte como consecuencia de la crisis de los abusos), o el deseo de protagonismo dentro de la Iglesia por parte de los jóvenes, o la solicitud de una mayor valoración de las mujeres y de espacios de participación en la misión de la Iglesia. 

El camino sinodal ofrece a la jerarquía y a todos los católicos una oportunidad de mejorar en la escucha; una escucha que habitualmente refuerza en las instituciones la transparencia, el sentido de pertenencia y la confianza. Atenta a la Palabra de Dios y a las mociones del Espíritu Santo, esta reunión puede suponer una oportunidad para que la Iglesia sea percibida de nuevo en el mundo con toda su fuerza salvadora.

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Vocaciones

Sacerdotes santos: San John Henry Newman

La figura y enseñanzas de San John Henry Newman siguen siendo de enorme actualidad y ofrecen a los cristianos el ejemplo de una incansable apuesta por la verdad a pesar de los obstáculos.

Manuel Belda·13 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Su vida

San John Henry Newman nace en Londres, el 21 de febrero de 1801, de padres anglicanos. Es el primogénito de los seis hijos de la familia, tres varones y tres mujeres.

En 1816, a los quince años, tiene una experiencia religiosa e intelectual que lo hace salir del escepticismo, y desde ese momento se propone ser santo. En 1817 comienza sus estudios en Oxford y en 1825 es ordenado ministro de la Iglesia anglicana. Desde 1828 hasta 1843 ejerce su ministerio en la iglesia Saint Mary the Virgin, de la Universidad de Oxford, donde predica numerosos sermones.

En 1833 comienza con un grupo de amigos, el llamado Movimiento de Oxford, un movimiento de reforma de la iglesia anglicana, y publica 30 de los 90 opúsculos llamados Tracts for the Times, sobre temas doctrinales.

En 1842 abandona la iglesia universitaria y se retira a Littlemore, un pueblecito cercano a Oxford, para dedicarse al estudio y a la oración, donde en 1845 es recibido en la Iglesia católica por el religioso pasionista Domenico Barbieri.

En 1846 viaja a Roma para realizar los estudios eclesiásticos y allí es ordenado sacerdote católico el 30 de mayo de 1847. Decide hacerse oratoriano para implantar el Oratorio de san Felipe Neri en Inglaterra, y funda la primera comunidad oratoriana inglesa en Maryvale, cerca de Birmingham.

Newman tuvo que sufrir muchas incomprensiones después de su conversión al catolicismo, tanto por parte de los anglicanos como de los mismos católicos. León XIII lo creó cardenal en 1879. Murió en Edgbaston, el 11 de agosto de 1890.

Fue beatificado por Benedicto XVI en Birmingham el 19 de setiembre de 2010 y canonizado en la plaza de san Pedro por el Papa Francisco el 13 de octubre de 2019.

Sus obras

Escribió numerosas obras. Sin afán de exhaustividad, se presentan en orden cronológico las más características, divididas en dos periodos.

a) Periodo anglicano

Parochial and Plain Sermons.

Fifteen Sermons preached before the University of Oxford, 1826-1843.

Sermons bearing on Subjects of the Day, 1831-1843.

Lectures on the Doctrine of Justification, 1838.

An Essay on the Development of Christian Doctrine, 1845.

b) Periodo católico

Loss and Gain: The Story of a Convert, 1848.

Discourses addressed to Mixed Congregations, 1849.

Sermons preached on Various Occasions, 1850-1873.

Lectures on the Present Position of Catholic in England, 1851.

• The Idea of a University, 1858.

• Apologia pro vita sua, 1864.

• An Essay in Aid of a Grammar of Assent, 1870.

• Meditations and Devotions of the Late Cardinal Newman. Libro póstumo que contiene apuntes tomados por Newman en su meditación.

Sus enseñanzas

Por motivos de espacio no podemos presentar aquí su profundo pensamiento filosófico y teológico, por lo que nos limitaremos a dar tres pinceladas sobre su rica doctrina espiritual.

A. La santidad cristiana

La santidad es un tema dominante en los escritos de Newman, de la que afirma ser el gran fin de la vida humana. Para alcanzarla hacen falta tres cosas: buscarla, desearla y amarla. Es una realidad dinámica, que debe crecer. Pone el ejemplo de la semilla y del árbol: la semilla de la gracia bautismal está destinada a crecer siempre. La santidad es el fruto de la iniciativa divina y de la cooperación humana. Por parte del cristiano se requiere la lucha ascética. Por ello afirma: «La lucha es la señal distintiva más propria del cristiano. Él es un soldado de Cristo».

Newman sostiene que es posible alcanzar la santidad viviendo en medio del mundo. Afirma que el cristiano debe empeñarse en colaborar con Cristo en la redención de este mundo. Está plenamente convencido de que el mundo y los deberes del cristiano en medio del mundo son el locus normal donde el cristiano debe vivir su vocación, sin renunciar al mundo, sino a la mundanidad. Según Newman, éste era el empeño pastoral de san Felipe Neri: «Salvar a los hombres, no de, sino en el mundo». Por consiguiente, el cristiano no ha de abandonar sus tareas seculares para alcanzar la santidad. La santidad consiste en cumplir con perfección los deberes cotidianos: «¿Qué se entiende por perfección? Yo supongo que es el poder o facultad de cumplir nuestro deber exacta y completamente, cualquiera que sea, en oposición a una realización que es parcial, descuidada, lánguida, torpe (…). Es una vida de fe, esperanza y caridad, manifestada en actos sucesivos de acuerdo con las llamadas del momento y la vocación del individuo (…). Es perfecto el que cumple los deberes diarios perfectamente».

B) La oración continua

Newman describe un tipo de oración que consiste en vivir en la presencia de Dios, en todo momento y lugar. Comentando el texto evangélico de Lucas 18, 1: «Es necesario orar siempre y no desfallecer», enseña: «Aquí se nos dice explícitamente que recemos una y otra vez, que recemos constantemente (…). Entonces no es un acto de oración, o dos, sino un proceso continuo de oración». La oración continua es una característica del verdadero cristiano, porque la vida nueva del cristiano es una vida de fe, y ¿qué es la fe? se pregunta: «¿Sino mirar a Dios y pensar en Él continuamente, manteniendo una compañía habitual con Él, que es hablar con Él en nuestros corazones durante todo el día, rezando sin cesar?». En este tipo de oración no siempre son necesarias las palabras, porque se trata de: «Hacer todo para la gloria de Dios; esto es, poner de tal manera la presencia y la voluntad de Dios delante de nosotros y actuar coherentemente con relación a Él, que todo lo que hacemos se convierte en un proceso de obediencia, dando testimonio sin cesar de Él que nos hizo, y cuyos siervos somos. Es, en definitiva, vivir bajo la mirada de Dios».

C) María, modelo de santidad cristiana

Newman enseña que la Virgen María es “Espejo de justicia”, esto es, “Espejo de santidad”, porque después de Jesús es el modelo mas perfecto de santidad, ya que las virtudes de María reflejan las virtudes de su divino Hijo: «Imitemos la fe de la que recibió el mensaje del Ángel si ninguna duda; la paciencia de la que soportó la sorpresa de José sin pronunciar una palabra; la obediencia de la que subió a Belén en invierno y dió a luz a Nuestro Señor en un establo; el espíritu meditativo de la que ponderaba en su corazón lo que había visto y oido sobre Él; la fortaleza de la que su corazón atravesó la espada; la entrega de la que consintió en la muerte de su Hijo».

La devoción mariana preferida por Newman es el Santo Rosario, que considera una oración eminentemente contemplativa, por lo que afirma: «El gran poder del Rosario es el de transformar el Credo en oración». Por ello aconseja contemplar los misterios del Rosario: «Intenta hacer esto, si no lo sueles hacer actualmente, aunque quizás lo haces; esto es, antes de cada misterio, pon delante de tí una fotografía del mismo, y fija tu mente en esa fotografía (por ejemplo, la Anunciación, la Agonía en el Huerto, etc.) mientras dices el Padrenuestro y las 10 Avemarías, no pensando en las palabras, sólo pronunciándolas correctamente)».

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Vaticano

El Papa transmite en Asís a más de 500 pobres un mensaje de cercanía

En un emotivo Encuentro de Oración y Testimonios en Asís, el Papa Francisco se reunió con más de 500 pobres de diversos lugares de Europa, con ocasión de la V Jornada Mundial de los Pobres del domingo. El Santo Padre escuchó las historias de afganos, franceses, polacos, italianos, rumanos, y un español, Sebastián.

Rafael Miner·12 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

Los testimonios de una mamá rumana, del afgano Abdul, del polaco Yurek, del español Sebastián, del italiano Marco, de una familia francesa, entre otros, conmovieron al Papa en Asís (Italia). Algunos son huéspedes de la Casa Papa Francesco, un antiguo edificio de Montedison, convertido después en hotel, a pocos kilómetros de la Basílica y separado de ella por un antiguo horno.

Desde 1998 es un centro de acogida gestionado por voluntarios, y desde 2014 los franciscanos se hacen cargo, siguiendo el mandato del Papa que, en su primera visita a Asís el 4 de octubre de 2013, les pidió que continuaran la misión de San Francisco de acoger y ayudar a las personas necesitadas.

El Santo Padre dio las gracias a las personas que ofrecieron su testimonio, por su “valor y sinceridad”, y aludió en su discurso, a “los que tienen el cuerpo acá, y el corazón allá”, en referencia a los refugiados afganos que tiene allí a su familia o a parte de ella. Agradeció “la gran sensación de esperanza” que han transmitido, y les animó a “resistir”.

“¿Qué significa resistir?”, se preguntó. “Tener la fuerza para seguir adelante a pesar de todo. La resistencia no es una acción pasiva. Por el contrario, requiere el valor de emprender un nuevo camino, sabiendo que dará sus frutos. Resistir significa encontrar razones para no rendirse ante las dificultades, sabiendo que no los experimentamos solos, sino juntos, y que sólo juntos podemos superarlos. Resistiendo cada tentación de abandonar y caer en la soledad o la tristeza. Pidamos al Señor que nos ayude a encontrar siempre la serenidad y la alegría”.

“Aquí, en la Porciúncula, san Francisco nos enseña la alegría que supone mirar a los que nos rodean como un compañero de viaje que nos comprende y nos apoya, como nosotros lo hacemos con él o ella”, les dijo el Santo Padre. “Que este encuentro abra el corazón de todos nosotros para ponernos a disposición de los demás, para hacer de nuestra debilidad una fuerza que nos ayude a seguir en el camino de la vida, para transformar nuestra pobreza en riqueza a compartir, y así mejorar el mundo”.

Sebastián, Abdul…

El español Sebastián ofreció uno de los testimonios. Había caído en la droga, estuvo en prisión, y se quedó solo y sin empleo. Le atendió un párroco de Mora de Toledo, Santiago Conde, según evocó el propio Sebastián, mendigó para vivir, y ahora “soy mendigo de la misericordia de Dios”, dijo emocionado, tras haber sido acompañado a un Centro para personas sin hogar.

Abdul, que está en Italia con su esposa Salima, agradeció al gobierno italiano “que nos haya salvado. Aquí, en Foligno, estamos bien y agradecemos a Cáritas que nos ayude con los documentos. Gracias por la acogida, por la casa y por todo lo que necesitamos. Gracias a los operadores y a todo el personal de Cáritas que está a nuestro lado. Se lo agradecemos especialmente porque nos tratan como sus padres y nosotros como sus hijos. Estamos muy preocupados por una parte de nuestra familia que permanece en Afganistán y un hijo refugiado en Turquía y nos gustaría que nos ayudaras a salvarlos también”, señaló.

Yurek, recogido por el obispo de Asís

Monseñor Domenico Sorrentino, obispo de Asís, recogió a Yurek de la calle, literalmente. Polaco de 60 años, el obispo se lo encontró una noche de Navidad, tirado en el suelo, borracho, en el frío. “Trabajador incansable”, le describen los frailes de la casa de acogida, que también le ayudan a rehabilitarse de su adicción al alcohol: “Una hoja no puede caer al suelo cuando él ya la ha recogido”, dicen.

Yurek había llegado a Italia para trabajar, dejando a su mujer y sus dos hijas en Polonia, pero debido a una serie de circunstancias se encontró viviendo en la calle y pronto cayó en la espiral de la adicción. Mons. Sorrentino lo confió a los franciscanos hacia 2014, siendo uno de los primeros huéspedes de esta caridad, informa la agencia oficial vaticana. Yurek aún no sabe italiano, pero entrecierra los ojos azules cuando consigue entender algunas palabras que describen su historia o cuando la gente habla del Papa, del que es “muy devoto”.

“Asís no es una ciudad como las demás”

Tras los testimonios, el Papa Francisco comenzó su discurso hablando de san Francisco de Asís. “Si estamos hoy aquí es precisamente para aprender de lo que hizo san Francisco. Le gustaba pasar mucho tiempo en esta pequeña iglesia rezando. Se reunía aquí en silencio y escuchaba al Señor, lo que Dios quería de él. También nosotros también hemos venido aquí para esto: queremos pedir al Señor que escuche nuestro clamor y venga en nuestra ayuda. No olvidemos que la primera marginación que sufren los pobres es la espiritual”, señaló en su discurso el Santo Padre, que tuvo lugar en la Basílica de Santa María de los Ángeles.

“Por ejemplo, muchas personas y jóvenes encuentran tiempo para ayudar a los pobres y llevarles comida y bebidas calientes. Esto es muy bueno y doy gracias a Dios por su generosidad. Pero sobre todo, me alegra saber que estos voluntarios se quedan un rato para hablar con la gente, y a veces rezar con ellos. Incluso estar aquí, en la Porciúncula, nos recuerda la compañía del Señor, que nunca nos deja solos, siempre nos acompaña en cada momento de nuestra vida”, añadió el Papa en el Encuentro, organizado por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.

Francisco dio gracias por “aceptar mi invitación a celebrar aquí en Asís, la ciudad de San Francisco, la quinta Jornada Mundial de los Pobres, que se celebra pasado mañana. Asís no es una ciudad como las demás: Asís lleva el rostro de San Francisco. Pensar que entre estas calles vivió su inquieta juventud, recibió la llamada a vivir el Evangelio al pie de la letra, es una lección fundamental para nosotros”.

“Por supuesto, en cierto modo su santidad nos hace temblar, porque parece imposible imitarle. Pero luego, cuando recordamos ciertos momentos de su vida, esos «fioretti» que se recogieron para mostrar la belleza de su vocación, nos sentimos atraídos por esta sencillez de corazón y de vida: es el atractivo mismo de Cristo, del Evangelio. Son hechos de la vida que merecen la pena más que los sermones”, manifestó.

Hay otro hecho importante”, señaló el Papa, completando la idea que acababa de expresar con la expresión de la acogida. “Aquí, en la Porciúncula, San Francisco acogió a Santa Clara, a los primeros frailes y a muchos pobres que acudieron a él. Con sencillez los recibió como hermanos y hermanas, compartiendo todo con ellos. Esta es la expresión más evangélica que estamos llamados a hacer nuestra: bienvenido. Acoger significa abrir la puerta, la de la casa y la del corazón, y dejar entrar a los que llaman. Y que se sientan a gusto, no asombrados”.

“Donde hay un verdadero sentido de la fraternidad”, continuó, “hay también una experiencia sincera de acogida. Donde, por otro lado, hay miedo al otro, donde hay miedo a los demás, desprecio por sus vidas, entonces nace el rechazo. La acogida genera un sentimiento de comunidad; el rechazo, por el contrario, bloquea por el contrario, se cierra en el propio egoísmo”.

El Papa recordó entonces a la “Madre Teresa, que hizo de su vida un servicio a la hospitalidad, le gustaba decir: «¿Cuál es la mejor bienvenida? Una sonrisa. Compartir una sonrisa con alguien necesitado es bueno para ambos, para mí y para el otro. La sonrisa como expresión de simpatía, de ternura”.

“Sensación de esperanza”

Previamente, el Romano Pontífice dio las gracias por los testimonios, “porque habéis venido aquí desde tantos países diferentes para vivir esta experiencia de encuentro y de fe. El encuentro es lo primero, es decir, ir hacia el otro con el corazón abierto y la mano tendida. Sabemos que cada uno de nosotros necesita al otro, e incluso la debilidad, si la experimentamos juntos, puede convertirse en una fuerza que mejore el mundo”.

“A menudo la presencia de los pobres se ve se ve con fastidio y se tolera; a veces oímos que ¡son los pobres los responsables de la pobreza! Es hora de que los pobres vuelvan a tener voz, porque durante demasiado tiempo sus demandas no han sido escuchadas, han pasado desapercibidos”, denunció Francisco.

El Papa reconoció “algunas cosas que me han gustado especialmente, que me gustaría resumir de alguna manera, para hacerlos aún más míos y que se instalen en mi corazón. En primer lugar, he captado una gran sensación de esperanza. La vida no siempre ha sido amable con vosotros, es más, a menudo os ha mostrado una cara cruel. La marginación, el sufrimiento de la enfermedad y la soledad, la falta de muchos medios necesarios, no os han impedido mirar con ojos llenos de gratitud por las pequeñas cosas que os han permitido resistir”.

Puestos de trabajo, no a la violencia

“Es hora”, clamó el Papa finalmente, “de arremangarse para recuperar la dignidad creando puestos de trabajo. Es hora de volver a indignarse ante la realidad de los niños que pasan hambre, son esclavizados, arrojados a esclavizados, zarandeados en aguas naufragadas, víctimas inocentes de todo tipo de violencia. Es hora de que la violencia contra las mujeres se detenga y de que se las respete y no se las trate como mercancías. Es hora de romper el círculo de la indiferencia y descubrir la belleza del encuentro y del diálogo”.

En algunos momentos, el Santo Padre improvisó, como suele tener por costumbre. Por ejemplo, elogió al cardenal Barbarin, o cuando recordó que “ésta es la enseñanza que nos da San Francisco: saber contentarse con lo poco que tenemos y compartirlo con los demás”. Los pobres asistentes a la Jornada fueron acogidos en un almuerzo por Mons. Sorrentino, obispo de Asís.

La V Jornada Mundial de los Pobres tiene lugar este domingo día 14 de noviembre, para la que el Santo Padre ha escrito el siguiente Mensaje. El Papa exhorta a “salir al encuentro de los pobres, allí donde estén”, sintetizan los obispos españoles, como pueden ver aquí.

Ecología integral

Albert Alberich: «Moda re- es más que solo contenedores de ropa»

Una combinación entre compromiso con el empleo y la dignidad de la persona y el cuidado del medio ambiente, el proyecto de Moda-re impulsado por Cáritas va ganado, cada año, una mayor importancia y visibilidad.

Maria José Atienza·12 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

Los contenedores de ropa que vemos en multitud de puntos de nuestras ciudades encierran algo más que textiles: un proceso en el que convergen recogida, clasificación, reutilización, reciclaje, donación social y venta de ropa de la que participan, directamente, más de un millar de personas. Un proyecto pionero del que Omnes ha conversado con Albert Alberich, director Moda re-.

–¿Cómo nace este proyecto de Moda -re?

Moda re- es la respuesta de Cáritas Española a la necesidad de creación de empleo para los colectivos más vulnerables y al mismo tiempo dar respuesta más eficiente al reto medioambiental que representa el correcto tratamiento de la ropa usada.

La confederación de Cáritas tiene un gran recorrido histórico con las prendas usadas, destinadas a paliar las necesidades de las personas más vulnerables. A lo largo de estos años, la recogida y la reutilización de esta ropa se ha ido convirtiendo en un elemento de creación de empleo para esas mismas personas, confiando cada vez más en que la ocupación es la mejor vía de reincorporación a la sociedad.

Con el fin, por tanto, de seguir gestionando los residuos textiles, afrontar los nuevos retos ambientales y continuar apostando por la creación de empleo para las personas más vulnerables, en 2018 nace Moda re-, que acaba constituyéndose en Cooperativa en marzo de 2020.

Moda re- ha generado unos 1.000 puestos de trabajo, de los cuales más de la mitad están destinados a personas en situación o riesgo de exclusión social

Albert Alberich. Director Moda re-

–¿Cuál ha sido su acogida por parte de las Cáritas diocesanas?

Albert Alberich
Albert Alberich

Moda re-, al fin y al cabo, es el resultado de la unión de un amplio número de empresas de inserción que llevan trabajando a favor de la justicia social, a través de la reutilización de la ropa.

Hoy forman parte de Moda re- 42 Cáritas Diocesanas de toda España con sus respectivas empresas de inserción. Esta unión de fuerzas ha permitido que Moda re- pueda seguir creciendo en la creación de puestos de trabajo (hoy más de mil) y el cuidado del medio ambiente.

Juntos destinamos nuestros esfuerzos para hacer de Moda re- uno de los proyectos de recogida, reutilización y preparación para el reciclaje con mayor proyección a nivel europeo.

Para las diferentes Cáritas, su adaptación a Moda re- es sencillo, porque la misión y los valores del proyecto son los mismos que Cáritas ha mantenido y conservado en su trayectoria. Sin embargo, desde Moda re- apostamos por la dignificación de la entrega de ropa. Desde Moda re- apostamos además por la evolución natural del modelo, profundizando en la dignificación de la entrega de ropa. Ahora, las personas vulnerables, derivadas de los servicios de Cáritas, viven una experiencia de compra totalmente normalizada, igual que cualquier cliente: acuden a una de nuestras tiendas Moda re-, eligen según sus gustos las prendas que desean llevar, se las prueban si lo desean, y entregan su tarjeta social en vez de una tarjeta de crédito o dinero efectivo a la hora de pagar.

– ¿Cuántas personas se benefician del proyecto?

A través del total de la actividad que desarrollamos, hasta el momento Moda re- ha generado unos 1.000 puestos de trabajo, de los cuales más de la mitad están destinados a personas en situación o riesgo de exclusión social que realizan dentro de nuestro proyecto sus itinerarios de inserción. Asimismo, a través de nuestras tiendas hemos donado más de 600.000 prendas anualmente a personas en situación de necesidad. 

–¿Cómo se realiza esta doble tarea: de inclusión laboral y formación junto al impacto ecológico? 

Al englobar nuestro proyecto el círculo completo de la ropa usada: recogida, clasificación, reutilización, reciclaje, donación social y venta, ambas tareas van de la mano en cada uno de los procesos.

A través de la apertura de nuestras tiendas de ropa de segunda mano, donde además de realizar la entrega social ya comentada, vendemos prendas al público general, generamos empleo a colectivos en situación de exclusión social. Además estamos directamente vinculados con el cuidado del planeta, promoviendo el aprovechamiento máximo de todas las materias primas, así como el consumo sostenible y responsable a través de la oferta comercial de nuestras tiendas.  

Todos los ingresos que genera el proyecto se destinan a nuestro propio desarrollo y crecimiento, ya que no tenemos ánimo de lucro. Actualmente, un 60% de las personas empleadas por Moda re-, acceden a un empleo normalizado tras pasar por un puesto de inserción. Nuestro objetivo permanente es que cada vez más personas en situación o riesgo de exclusión social puedan trabajar con nosotros, adquiriendo así las capacidades que les permitan su posterior salto a la empresa ordinaria.

Esto debemos unirlo a nuestros esfuerzos, cada vez mayores, por alcanzar la neutralidad climática para comenzar a generar impacto ambiental positivo mediante diferentes actuaciones: tecnología de clasificación automática de textiles que permita reciclar aquellos tejidos no aptos para su donación y venta, con el fin de generar nuevas fibras y reducir la producción textil, la adquisición de vehículos eléctricos o la instalación de energía fotovoltaica que permita abastecer al proyecto de forma sostenible.

Actualmente, un 60% de las personas empleadas por Moda re-, acceden a un empleo normalizado tras pasar por un puesto de inserción.

Albert AlberichDirecto moda re-.
Planta Formació i Treball modare

–Se estima que en el mundo se compran 80.000 millones de prendas nuevas al año, ¿somos conscientes de lo que hay detrás de cada prensa en términos de trabajo, condiciones laborales, gasto de agua…, etc.?, ¿damos sólo «lo que ya no nos ponemos, por viejo o roto»? 

La industria textil no ha dejado de crecer en los últimos años, y con ello la extenuación de los recursos naturales que se nos ofrecen. Pero la pandemia provocada por la COVID-19 y el largo tiempo que pasamos encerrados en casa nos ha permitido a todos reflexionar acerca de muchos asuntos, entre ellos el daño perpetuo que hacemos sobre la casa común que nos acoge.

A raíz de esta crisis sanitaria, social y económica, muchas personas son más conscientes de la importancia de consumir de forma responsable, incorporar en tu vida hábitos sostenibles y poder ofrecer una segunda oportunidad a aquellas prendas que ya no necesitamos a través de la donación en nuestros contenedores.

– En los últimos años, hemos visto la ampliación de puntos de venta de Moda Re y de acuerdos con empresas como Inditex o Decathlon. ¿Hay una mayor conciencia, desde la industria textil, de la necesidad de promover trabajo, personas y ecología con este tipo de proyectos? 

Sí, poco a poco la conciencia de que consumir de forma consciente y responsable puede generar un cambio social y ambiental va calando en nuestra sociedad, y prueba de ello es que a día de hoy ya contamos con más de 115 tiendas moda re- repartidas por toda la Península y Baleares.

Además, desde el mes de mayo, a partir de un acuerdo con Alcampo, Moda re- ha puesto en marcha cinco espacios de venta de ropa usada en hipermercados Alcampo (Sant Boi, Centro Comercial Diagonal Mar, Sant Adrià de Besòs, Sant Quirze y Fuenlabrada), donde se pueden adquirir prendas de segunda mano en perfecto estado de uso. Esta iniciativa pionera permite dar una segunda oportunidad a las prendas, a la vez que se genera igualdad de condiciones entre la segunda mano y el resto de productos de nuevo consumo del hipermercado. El objetivo es que estos espacios de venta lleguen a los 70 hipermercados de Alcampo en toda España en el año 2023.

Todo esto supone dar un paso más en pro de la economía circular, la reducción de residuos, y de la sensibilización sobre la importancia de la reutilización textil, favoreciendo además la integración social de personas en riesgo de exclusión social.

– Ahora que estamos en «cambio de temporada» muchos de los contenedores de reciclaje de nuestras ciudades aparecen llenos. De aquí nacen dos preguntas: ¿cree que cada vez más gente va conociendo el trabajo de Moda-re? y, por otro lado, ¿cree que Moda re- también puede ayudar a una conciencia sobre la sobreabundancia de prendas que tenemos a veces en casa y podrían servir para otras personas? 

Interior Moda re- Sevilla

Cada cambio de armario significa una donación masiva de prendas en nuestros contenedores, y sí es verdad que las cifras de recogida siguen en aumento, lo cual agradecemos enormemente porque nos permite seguir mejorando nuestro impacto social y ambiental.

Pero más allá de nuestras cifras de recogida, necesitamos ser conscientes del residuo textil que generamos, la ropa también contamina y gran parte del ella no tiene la buena suerte de acabar en plantas como las nuestras, donde a todas ellas se les da un fin sostenible.

Creemos que es un buen momento para que todos aprendamos a vivir con conciencia social. ¿Por qué no empezar por conocer la repercusión positiva que implica el consumo de segunda mano Moda re-? Muchas son las personas en todo el mundo que a raíz de esta pandemia; que, a raíz de frenar, recapacitar y actuar, ya están cambiando sus hábitos de compra textil y cada vez se toman más en serio el impacto que tienen sus compras en la salud, en la sociedad y el medio ambiente.

Nuestro objetivo es que la población conozca Moda re- por todo lo que engloba. No somos sólo contenedores de Cáritas, ni tampoco tiendas de segunda mano. Somos empleo de inserción, inclusión social, cuidado del planeta, dar una segunda vida a la ropa para disminuir los ritmos de producción…en resumen, dejar atrás el actual modelo fast fashion y ofrecer en el mercado una alternativa sostenible como la nuestra, fomentando el consumo responsable y la economía circular en beneficio del medio ambiente y de la sociedad.

Mártires

Los mártires del siglo XX murieron amando, perdonando y así, manifestaron que la semilla del Evangelio da vida y produce frutos que hoy podemos contemplar.

12 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El pasado 16 de octubre eran elevados a los altares 127 mártires de la persecución religiosa en España entre 1936 y 1939. Fue en la catedral de Córdoba y entre ellos se encontraban 19 vinculados con la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, 10 de los cuales nacieron en pueblos de esta archidiócesis y otros 9 fueron martirizados en pueblos de la provincia de Badajoz que entonces pertenecían a la diócesis cordobesa.

Tuve la oportunidad de participar en esa celebración, en la que se ponen de manifiesto dos cosas grandiosas: la gracia que Dios da a los bautizados para someterse a las grandes pruebas y la fidelidad de muchos hermanos nuestros que los lleva, incluso, a dar la vida por el Señor.

El pasado domingo, el día 7, celebrábamos una eucaristía de acción de gracias en la parroquia de Castuera, uno de los pueblos que vieron nacer a esos mártires. En la misa se percibía la cercanía que el Pueblo de Dios siente hacia esos sacerdotes que han ejercido el ministerio sacerdotal entre nosotros, que han vivido en nuestros pueblos, paseado por nuestras calles, incluso con familiares aún entre nosotros.

A ellos se pueden aplicar las palabras proféticas del Apocalipsis: «vienen de la gran tribulación; han lavado sus vestidos en la sangre del Cordero». Cumplieron en sus vidas la generosidad y la confianza en Dios hasta el extremo.  Fueron fieles a su vocación de seguir al Cordero hasta la cima del sacrificio, donde su Señor los esperaba. Ante la posibilidad de morir, prefirieron ser leales y mostrar, con su vida entregada, el amor a Dios y al prójimo para vivir, muriendo, en una eternidad feliz. Así lo creemos; así lo esperamos fundados en la promesa del Señor.  

«El amor es más fuerte que la muerte», dice la Sagrada Escritura. Ellos murieron amando, perdonando, sin odios ni rencores, y así, manifestaron que la semilla del Evangelio da vida y produce frutos; frutos que hoy podemos contemplar.  Todos ellos sintieron la pequeñez de sus debilidades, se sabían nada… pero esa debilidad, esa pobreza… no soy nada, no tengo nada…los llevó a afirmar con San Pablo: «no soy yo, es Cristo quien vive en mi», y el miedo se tornó en valentía, y la falta de salida en esperanza y la obscuridad del desenlace se volvió trasparente para ver al Señor crucificado, lleno de luz y de vida, resucitado. Es la Pascua, “Mara-na-ta», el Señor está viniendo. 

“Jesús pudo dejarse matar por amor, pero justamente así destruyó el carácter definitivo de la muerte, porque en Él estaba presente el carácter definitivo de la Vida. Él era una sola con la Vida indestructible de manera que ésta brota de nuevo a través de la muerte”, decía Benedicto XVI. 

Eso son los nuevos beatos que se suman a la larga lista del martirologio de la Iglesia: vivientes en el Señor, luces en el camino, esperanzas colmadas y anhelos cumplidos de plenitud en el gozo eterno de los cielos nuevos y la tierra nueva regada, con su sangre, unida a la de su Señor.

Fueron servidores de esa Iglesia nacida del costado abierto del Salvador. En la Iglesia no es lo importante lo que hacemos los hombres sino lo que hace Dios nuestro Señor: «No mires nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia», decimos en la santa Misa, donde el Señor vuelve cada día con su amor: «habiendo amado a los suyos, los amo hasta el extremo». 

El autorCelso Morga

Arzobispo emérito de la diócesis de Mérida Badajoz

Tomárselo sin Filosofía

La Filosofía forma en un sentido crítico, en un análisis de fondo de la realidad, que es un contrapunto en una sociedad superficial y utilitarista como la nuestra. Precisamente por eso es hoy más necesaria que nunca.

12 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Vamos conociendo la propuesta del Gobierno para la nueva ley educativa. Entre otros muchos aspectos que podríamos analizar, uno de los que está pasando más desapercibido es la disminución del peso de las Humanidades, y más en concreto, de la Filosofía.

Efectivamente desaparece la Ética en la ESO, y se reduce la carga lectiva en Bachillerato. A la espera de ver si las Comunidades Autónomas ‘deshacen el entuerto’ ministerial y aumentan la carga lectiva de esta y otras asignaturas, el punto de inicio es que en la LOMLOE se reduce, una vez más, el peso de las Humanidades.

El conocimiento humanístico es una ventana al mundo, que abre los ojos y la mente, que fragua una convivencia crítica y que sirve de consuelo en muchos momentos de la vida.

La literatura, la historia, la filosofía, la teología, la filología son materias a las que no debemos renunciar como sociedad y mucho menos debemos permitir que se prive de ellas a los más jóvenes. Y más en concreto la Filosofía forma en un sentido crítico, en un análisis de fondo de la realidad, que es un contrapunto en una sociedad superficial y utilitarista como la nuestra. Pero precisamente por eso es más necesaria que nunca.

Reducir a dos horas una asignatura es convertirla en una ‘maría’, es ya restarle importancia y valor. ¡Qué diremos de dejar en una sola hora una asignatura como ocurre con Religión o Música, que es hacerlas casi inexistentes!

Pero además se ha cargado a las Humanidades de un sesgo ideológico, en aras de imponer unos postulados partidistas, que es altamente peligroso. Esto es grotesco en asignaturas de Ciencias en las que se propone, por ejemplo, el estudio de las Matemáticas desde la perspectiva de género. Pero es especialmente peligroso en las Humanidades que son más permeables a ese tipo de mensajes.

Por ello hay que denunciar que la Historia haya perdido su búsqueda de objetividad en el acercamiento a los distintos acontecimientos como son la Segunda República o la inclusión de visiones de España que son un brindis a los nacionalismos.

En el caso de Filosofía, por un supuesto feminismo, se ha metido a calzador algunas figuras filosóficas que difícilmente se puede justificar su aportación a la Historia de la Filosofía y se han dejado aparcadas otras más relevantes pero de distinto sesgo.

Mucho me temo que, de Hipatia de Alejandría, nuestros alumnos vayan simplemente a ver la película de Amenábar, y no puedan aprender nada más, porque no hay mucho más. Mientras que una filósofa de primera línea como es Edith Stein quede relegada al olvido. Quizás porque esta mujer judía, discípula de Husserl, fundador de la fenomenología, se convirtiese al catolicismo, fuese carmelita descalza, mártir y, declarada por Juan Pablo II Patrona de Europa.

Quizás.

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

Zoom

La interminable huida del Congo

Una mujer congoleña lleva a su hijo y algunas pertenencias hasta el puesto fronterizo del oeste de Uganda. Desde hace semanas hombres armados han tomado aldeas cerca de la frontera, desplazando a muchos congoleños al país vecino.

Maria José Atienza·11 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
España

Cáritas y Cee se unen en la V Jornada de los Pobres

La Conferencia Episcopal Española y Cáritas han querido sumar de nuevo sus esfuerzos en para movilizar a las comunidades cristianas y a toda la sociedad para dar a conocer los objetivos de esta cita anual impulsada por el papa Francisco.

Maria José Atienza·11 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

La quinta edición de esta jornada lleva por lema “A los pobres los tenéis siempre con vosotros”. En su mensaje con ocasión de la jornada, el papa Francisco ha querido subrayar la importancia de que las iglesias locales salgan al “encuentro de los pobres, allí donde estén”. ,

“No podemos esperar –afirma el Santo Padre en su mensaje para la Jornada— a que llamen a nuestra puerta, es urgente que vayamos nosotros a encontrarlos en sus casas, en los hospitales y en las residencias asistenciales, en las calles y en los rincones oscuros donde a veces se esconden, en los centros de refugio y acogida… Es importante entender cómo se sienten, qué perciben y qué deseos tienen en el corazón”.

Con objeto de animar la celebración de esta Jornada, la CEE y Cáritas han preparado diversos materiales, que están disponibles en un espacio digital creado ad hoc, para su utilización por parte de todas las Diócesis, parroquias, comunidades, movimientos, asociaciones e instituciones de la Iglesia .

Los materiales están preparados para su difusión en los distintos canales de comunicación utilizados por las diócesis y comunidades en la actualidad: un video, una serie de creatividades gráficas para redes como Instagram o twitter así como los subsidios litúrgicos correspondientes a esta jornada, y el texto íntegro del mensaje del papa Francisco para esta Jornada.

Objetivos

Como se explica en los materiales de animación de la Jornada, la respuesta al lema de esta edición – “A los pobres los tenéis siempre con vosotros”— implica:

  • Abrir el corazón a las personas, dejar a un lado las resistencias que nos atan a la seguridad de lo que sabemos hacer y controlamos, y dejar espacio a la creatividad y a la novedad que otras personas pueden aportar y que no esperamos.
  • Cambiar de mentalidad, de pensamiento, en relación con nuestra forma de dar, para acoger el reto de compartir y participar.
  • Optar por un estilo de vida más sencillo y austero, donde el no acumular para asegurarnos la vida nos hace menos dependientes de lo material y más libres para creer y confiar en la propuesta evangélica de las Bienaventuranzas.
  • Abrirnos a la gracia de Dios. Nosotros solos no podemos cambiar, es el Espíritu el que transforma nuestro corazón, nuestra mente y nuestra acción, y se sirve de la comunidad para cambiarnos y mejorarnos como personas a través del amor que siembra en cada una.
Cultura

La Fundación Ratzinger galardona a nuevos “cooperadores de la verdad”

Los ganadores de los premios Ratzinger 2020 y 2021, distinguidos por la Fundación que lleva el nombre del Papa emérito, recibirán el galardón el 13 de noviembre de manos del Papa Francisco. En la ceremonia se premiará a dos profesores alemanes, y a los ganadores del año pasado, el francés Jean-Luc Marion, y la australiana Tracey Rowland, ponente del Foro Omnes el pasado 14 de abril.

Rafael Miner·11 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

Los expertos galardonados este año por la Fundación Joseph Ratzinger–Benedicto XVI son dos intelectuales alemanes. En primer lugar, Hanna-Barbara Gerl-Falkovitz, catedrática emérita de Filosofía de las Religiones y Ciencias Religiosas Comparadas en la Universidad de Dresde, destacada especialista en Edith Stein y Romano Guardini, y también editora de la respectiva Opera Omnia. Y junto a ella, Ludger Schwienhorst-Schönberger, hoy profesor de Antiguo Testamento en la Universidad de Viena y considerado uno de los mayores expertos en los Libros Sapienciales y, en particular, del Cantar de los Cantares.

En 2020 hubo también dos ganadores, pero la ceremonia no pudo llevarse a cabo a causa de la pandemia. Fueron el filósofo y teólogo francés Jean-Luc Marion, profesor de Metafísica en la Sorbona, académico de Francia y antiguo miembro del Consejo Pontificio de la Cultura, y la profesora australiana Tracey Rowland. experta en relaciones entre la teología del siglo XX y la idea de cultura. Sus investigaciones han hecho especial referencia a la filosofía de Alasdair MacIntyre y a la teología de Henri De Lubac y Joseph Ratzinger. Además, desde 2001 hasta 2017 ha sido decana del Instituto Juan Pablo II para el Matrimonio y la Familia en Melbourne y fue nombrada miembro de la Comisión Teológica Internacional en 2014 por el Papa Francisco.

Ahora, las cuatro personalidades premiadas recibirán su galardón del Papa Francisco, en una ceremonia que tendrá lugar en la Sala Clementina el 13 de noviembre, según ha informado la agencia oficial vaticana. 

Tracey Rowland, en Omnes

Se da la circunstancia de que la doctora australiana Tracey Rowland, que ocupa una cátedra en la Universidad de Notre Dame (Australia), y es miembro del consejo editorial de la revista internacional Communio, fue ponente de un Foro organizado por Omnes el 14 de abril de 2021, dirigido por el sacerdote y profesor de la Universidad de Navarra, Pablo Blanco. El título de su intervención fue Teología y cultura contemporáneas, y pueden consultar su texto íntegro en www.omnesmag.com.

“Tenemos que tener el coraje de explicar la fe”, señaló Tracey Rowland en este Foro, tras explicar cómo la relación y el interés entre la teología y la cultura se remonta a los últimos compases del siglo XIX y, especialmente, a inicios del siglo XX con la fundación de la revista Hochland por parte de Carl Muth que perseguía lograr en Alemania aquello que había vivido en Francia donde “los católicos creyentes se movían con gran libertad en la élite intelectual del país, participando en las grandes discusiones como socios iguales”

La profesora Rowland recordó que Hochland “se publicó entre 1903 y 1971 con un cierre de cinco años entre los años 1941-1946 debido a la oposición nazi a su línea editorial”. Hochland se diferenciaba de otras revistas católicas en que publicaba artículos de todo el espectro de las humanidades, no sólo ensayos de Teología y Filosofía, y sería la precursora de Communio: International Review, fundada por Hans Urs von Balthasar, Henri Lubac y Joseph Ratzinger, de la que uno de sus rasgos distintivos es “su atención a la relación entre fe y cultura y la oferta de análisis teológicos de los fenómenos culturales contemporáneos”, añadió Tracey Rowland.  

“Transformación trinitaria de la cultura”

Los impulsores de Communio quieren dialogar con la cultura, pero “se niegan a dialogar con la cultura en términos no teológicos”. En esta línea, Rowland recogió la idea del obispo Robert Barron, de Los Ángeles, en el sentido de que “cuando se trata de pensar en la relación entre la teología y la cultura, la cuestión más fundamental es la de si Cristo posiciona a la cultura o si la cultura posiciona a Cristo”.

“Ratzinger”, prosiguió la doctora Rowland, “defiende una completa transformación trinitaria de la cultura, no sólo una transformación cristológica, sino una transformación trinitaria. Uno encuentra el principio fundamental de esta transformación expresado en el documento, La fe y la inculturación, publicado por la Comisión Teológica Internacional entonces bajo la dirección de Ratzinger”.

El bagaje de Rémi Brague

Los premios de la Fundación Joseph Ratzinger–Benedicto XVI fueron instituidos en 2011, que ha galardonado desde entonces a 24 intelectuales de quince países, distinguidos por “méritos particulares” en sus estudios en el ámbito teológico-filosófico, pero también en el campo artístico. Entre ellos se encuentran también un anglicano, un luterano y dos ortodoxos.

En el mismo año 2011, uno de los premiados fue el español Olegario González de Cardedal. Y en 2012, recibieron el galardón Brian E. Daley, y el historiador y pensador francés Rémi Brague, que este mes de noviembre intervendrá en el 23 Congreso de Católicos y Vida Pública, que organizan la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, bajo el título Corrección política. Libertades en peligro.

Rémi Brague, profesor emérito de Filosofía árabe y medieval en La Sorbona, y considerado referente intelectual de la plataforma One of us, fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad CEU San Pablo a primeros de 2020. La universidad destacó entonces que el profesor Brague recibió el premio Ratzinger en 2012, y que ha sido titular de la prestigiosa Cátedra Guardini en la Universidad Ludwig Maximilian de Munich, además de docente visitante en Pensilvania, Colonia, Lausana y Boston. 

Por otra parte, Rémi Brague es autor de una numerosa obra escrita, tanto de historia de las ideas como de pensamiento árabe, medieval y moderno. El catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad CEU San Pablo, Elio Alfonso Gallego, destacó en el acto su amplio bagaje cultural e influencia en el pensamiento católico actual, y subrayó que “el objeto de su vida no ha sido la fama o el éxito, sino buscar la verdad, con mayúsculas. Alcanzar una sabiduría de las cosas y ponerla al servicio del conocimiento”

“Cooperadores de la verdad”

El 9 de noviembre de 2019 fue la última vez que el Papa Francisco otorgó personalmente los premios Ratzinger. En esa ocasión, los galardonados fueron el profesor Charles Taylor y el P. Paul Béré, S.J. El Papa manifestó su alegría por “tener esta hermosa oportunidad de expresar una vez más mi estima y afecto por mi predecesor, el querido Papa Emérito Benedicto XVI”.

“El Papa Benedicto XVI nos ha repetido muchas veces que la prioridad de su pontificado era volver a anunciar a Dios, el Dios de Jesucristo, en un momento en el que parece haber llegado al ocaso en vastas áreas de la humanidad”, continuó el Papa, quien tras referirse a los dos galardonados, citó a san Pablo VI.

“En su gran exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi, el Santo Padre Pablo VI afirmaba: ‘Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad’. Esto vale para todas las culturas: el acceso a la dimensión de la humanidad en pos de la redención debe buscarse en todas las direcciones, con creatividad, con imaginación; debe expresarse con los lenguajes apropiados en todos los ámbitos y espacios en los que la humanidad vive sus penas, sus alegrías, sus esperanzas”.

Finalmente, el Papa Francisco señaló que “aunque los dos galardonados proceden de continentes y culturas diferentes, su mensaje es mucho más similar de lo que parece a primera vista. En la variedad de culturas, en su diversidad de tiempo y de espacio, se puede y se debe buscar y encontrar siempre el camino hacia Dios y hacia el encuentro con Cristo. Este ha sido y es el compromiso del Profesor Taylor y del Padre Béré, ésta es la misión de todos aquellos que, siguiendo las enseñanzas del teólogo Joseph Ratzinger y del Papa Emérito Benedicto XVI, se proponen ser cooperadores de la verdad”.

Tiempo sinodal: una llamada a despertar nuestra vocación

11 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Existe un modelo de vida cristiana en la Tradición Ortodoxa que puede iluminar este período eclesial que vivimos marcado por la llamada a todos los bautizados para participar en la construcción de una Iglesia sinodal. Me refiero a aquellos cristianos que, a través de un ahondamiento cada vez mayor en la gracia bautismal, entran en la comunión con Cristo por la unción del Espíritu de tal modo que Este guía su existencia hasta el punto de participar y ser signo en este mundo de la humanidad resucitada del Señor. En ellos, las energías divinas, el Espíritu en acción —lo que en la Occidente denominamos gracia—esclarece su humanidad de forma palpable, irradiando la luz de la Transfiguración en la realidad de este mundo por la caridad.

Conocidos como los “hombres y mujeres espirituales”, los ancianos, los padres en la fe, los starec o también los “locos de Dios”, han estado ligados a la tradición monástica durante siglos pero, en las últimas décadas, han inspirado también nuevas formas de vida entre los laicos, escondidos e inmersos en las grandes urbes, comprometidos en el mundo del trabajo y de la familia, de la enseñanza de la teología y del diálogo con la cultura, haciendo de la existencia cotidiana una verdadera liturgia, reunidos en pequeñas fraternidades y al servicio de los pobres de nuestro mundo. Esta expansión de elementos propios de la vida monástica en la vida del pueblo cristiano nos recuerda que el monje no es clérigo, sino un bautizado que ha tomado en serio su dignidad.

Lo peculiar dentro de la estructura eclesial de la Ortodoxia es que estas figuras espirituales gozan de una verdadera autoridad dentro de ella. Algunos teólogos llegan a calificar su misión eclesial como de un verdadero apostolado carismático personal que perpetúa en el tiempo algunos rasgos genuinos del apostolado paulino, en el que vemos acentuada la perspectiva carismática y profética, y del apostolado joánico, sellado por el carisma marial y contemplativo.

En el nacimiento de la Iglesia estos apostolados se ejercieron en plena comunión con la dimensión petrina, sin oposición ni contradicción sino en una mutua escucha y colaboración. Sin embargo, a lo largo de la historia del cristianismo, y también en la historia de la Ortodoxia hasta la actualidad, han surgido tensiones entre estas dos dimensiones de la Iglesia enfatizando la perspectiva carismática, hasta llegar a caer en una espiritualización cuya consecuencia puede ser la democratización; o, por el contrario, favoreciendo la clericalización que olvida el sacerdocio real de los bautizados. Estos peligros no son ajenos a nuestra realidad católica actual y, de hecho, la renovación sinodal busca salir de estas posiciones polarizadas que desvirtúan el ser de la Iglesia comunión.

La dimensión jerárquica y la dimensión profética o carismática se regulan en la certeza de que toda la Iglesia está sujeta a la obediencia al Espíritu y también en el reconocimiento de que la verdadera profecía nace de la comunión con el Cuerpo de Cristo que es donde el Espíritu desciende y se da a todos los miembros unidos y ensamblados. Así, comunión y libertad se armonizan a través de la unción del Espíritu que, cuando nos ponemos a la escucha de su voz y le permitimos que sople —incluso no sabiendo bien hacia dónde nos lleva— orienta siempre la conciencia personal de cada cristiano hacia la comunión de la fe y de la caridad.

Contamos también en la Iglesia católica con el testimonio de hombres y mujeres santos que han encarnado este ministerio marial, carismático y profético en la Iglesia en comunión y, en muchos casos, alentado por el ministerio jerárquico. Es clásica en este sentido la referencia a Santa Catalina de Siena o, en nuestros tiempos, es fácil pensar en Madre Teresa de Calcuta o el Hno. Roger de Taizé, en cuyo caso se añade además la perspectiva ecuménica que, partiendo del reconocimiento común del sacramento del bautismo, nos permite acogernos y escucharnos entre cristianos de distintas confesiones que, ungidos por el Espíritu y por la condición de hijos de Dios, podemos ser portadores de una profecía y palabra de gracia los unos para los otros.

La etapa sinodal en la que nos encontramos en este momento eclesial es una llamada a despertar en todos los cristianos esta vocación de “hombre y mujeres espirituales”. Pues a todos sus hijos Dios ha confiado una palabra, un gesto, un don y carisma personal para dar a la Iglesia y al mundo, de modo que, el impulso y fuego del Espíritu que recibimos el día de nuestro bautismo, reavive nuestra participación y conciencia eclesial, sintiéndonos todos responsables, en comunión con todos los miembros de la Iglesia, de la urgencia por ser presencia testimonial en medio de nuestro mundo contemporáneo.

El autorHna. Carolina Blázquez OSA

Priora del Monasterio de la Conversión, en Sotillo de la Adrada (Ávila). Es también profesora de la Facultad de Teología en la Universidad Eclesiástica San Dámaso, de Madrid.

Lecturas del domingo

Comentario a las lecturas del domingo XXXIII del tiempo ordinario (B): el bien permanece para siempre

Andrea Mardegan comenta las lecturas del XXXIII domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan / Luis Herrera·10 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Meditemos las cosas últimas de la historia de la salvación con los discursos de Jesús antes de su pasión. “En aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá y la luna no dará su luz, las estrellas caerán del cielo y las potestades de los cielos se trastornarán”. El cielo, el sol, la luna y las estrellas, que por las primeras páginas del Génesis sabemos que son criaturas de Dios, con un principio -y por eso no deben ser entendidas como divinidad-, tienen en sí la fragilidad de la criatura y tendrán un final, no son eternas. “El cielo y la tierra pasarán”. Así también pasarán la historia de los hombres y todas nuestras empresas. Pero el libro de Daniel revela que hay unas estrellas que son para siempre, en un firmamento diferente: “Los sabios brillarán como el esplendor del firmamento; los que han llevado a muchos a la justicia brillarán como las estrellas para siempre”. Las obras no permanecen, el bien y los bienhechores permanecen para siempre. Y estos sabios nos guían en la vida como estrellas del cielo. 

Además, el libro de Daniel promete la ayuda de los ángeles: “En ese momento, Miguel, el gran príncipe, se levantará para velar por los hijos de tu pueblo”. Y, sobre todo, Jesús nos asegura que “mis palabras no pasarán”, y que él volverá como causa de la salvación eterna: “Entonces verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes con gran poder y gloria. Enviará a los ángeles y reunirá a sus elegidos desde los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo”. Ante el drama de la conmoción del cielo y de la tierra, Jesús nos consuela con una imagen de ternura y vida: menciona la higuera, que sus oyentes conocen bien, y dice que su existencia es una parábola del adviento definitivo del Reino. “Aprended la parábola de la higuera: cuando sus ramas se enternecen y brotan las hojas, sabéis que está cerca el verano”.

La creación de Dios nos revela los secretos de su Reino. En invierno la higuera aparece muerta, y ni siquiera se usa para leña o para la construcción, por su fragilidad, pero en verano se viste con hojas tan grandes que pueden vestir a Adán y Eva, y da dos cosechas de frutos exquisitos de gran “dulzura” (Jc 9, 11). Así como su fruto es dulce y el verano caluroso, así será la segunda venida de Jesús: “Sabed que está cerca, que está a las puertas”. Según la carta a los Hebreos, se acerca con su sacrificio de salvación: “Con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. Ahora, donde hay perdón de estas cosas, ya no hay ofrenda por el pecado”. Con el Salmo 15 nos preparamos para ese encuentro: “Me mostrarás el camino de la vida, alegría plena en tu presencia, dulzura sin fin a tu derecha”.

La homilía sobre las lecturas del domingo XXXIII

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

El autorAndrea Mardegan / Luis Herrera

Estados Unidos

Desde Los Ángeles al otro lado del mar

La parroquia Santa Catalina de Alejandría, en la isla californiana Santa Catalina, es una de las 22 designadas durante el jubileo como lugar de peregrinación. 

Tom Hoffarth·9 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Una alegre procesión, acompañada de cantos religiosos y entusiastas salmodias resonó a través de las pequeñas calles residenciales de Avalon, en la isla Santa Catalina, al suroeste de Los Ángeles, cuando el sol estaba a punto de ocultarse tras la parte central de la cadena montañosa, un viernes por la tarde. La procesión estaba formada por una mezcla de unos 100 visitantes, provenientes del continente y sus nuevos amigos, que iban llevando imágenes enmarcadas de Nuestra Señora de Guadalupe y de San Juan Diego, atadas en la parte trasera de camionetas.

Los vecinos asomaron la cabeza hacia afuera y salieron luego a sus porches. Los turistas, al volante de coches eléctricos de alquiler, se detuvieron en seco. Algunos se unieron a ellos y preguntaron de qué se trataba.

Entre los peregrinos se encontraba el obispo auxiliar Marc V. Trudeau, quien sintió que ésa era una ocasión para ayudar a los curiosos. “Hay algo maravilloso en este lugar: es diferente vivir aquí; es muy relajado”, dijo Mons. Trudeau, quien está a cargo de la Región Pastoral de San Pedro, que incluye Avalon. “Entonces, cuando puedes tener aquí un desfile de personas con un par de carros alegóricos de todos colores, la gente de este lugar no puede evitar querer saber qué está pasando”.

Un recorrido de tres kilómetros que inició y terminó en la escalinata de la entrada de la iglesia de Santa Catalina de Alejandría —pasando por el ayuntamiento y subiendo por Avalon Canyon Road hasta al histórico aviario Bird Park, antes de dar un rodeo— dio paso a una cabalgata escoltada por los Caballeros de Colón del lugar, y fue animada por niños pequeños, que llevaban coloridos trajes.

El recorrido constituyó sólo una parte del día de la peregrinación, la cual duró desde el amanecer hasta el anochecer del día 22 de octubre. Ésta fue la primera de las diversas estaciones que las imágenes recorrerán por los entornos de la arquidiócesis, en preparación a la 90ª procesión anual de Nuestra Señora de Guadalupe, que este año coincide con el Año Jubilar de San Gabriel, que conmemora los 250 años del catolicismo en Los Ángeles.

El día dio inicio justo después del amanecer con la bendición de las imágenes por parte del Mons. Trudeau, las cuales fueron colocadas en un pequeño barco, el Lotus, en Long Beach, acompañado por una serenata de mariachis y por jóvenes bailarines. El barco requirió de cinco horas para cruzar la vía fluvial de 26 millas de largo, con el fin de entregar las imágenes.

Entre tanto, unos 60 peregrinos de nueve parroquias de la arquidiócesis hicieron el viaje a Avalon en una hora, viajando en el Catalina Express.

El viaje en el bote puede parecer lento”, dijo el propietario del Lotus, Carm Gullo, feligrés de la parroquia de Santa Catalina de Siena, de Laguna Beach. “Pero fue muy eficiente”.

Mark Padilla, que ha sido Caballero de Colón durante los últimos 20 años en la iglesia de San Antonio, en San Gabriel, ha llegado a ser conocido como el “chófer” de las imágenes, ya que asiste a varios eventos, lo cual incluye la visita a los presos en las prisiones. Él dice que se tomó el día libre de su trabajo de maestro de sexto grado en la escuela St. Joseph, en La Puente, para coordinar la entrega, sabiendo que lo que viviría en Catalina sería algo que podría compartir con sus alumnos.

Podemos ver la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe en las comunidades hispanas, de todo Los Ángeles, pero es importante que llegue a la Isla Catalina y que vaya a todas partes, como debe ser”, dijo Padilla. “Necesitamos conocer su mensaje único, como una señal que apunta a nuestra fe. Le tengo una gran devoción y siento una gran responsabilidad hacia ella”.

Santa Catalina de Alejandría, una de las 22 parroquias designadas durante el jubileo como sitios de peregrinación por Adelante en Misión, tiene a la historia de su lado. Aunque fue establecida en 1902, su base de operaciones en la isla Catalina fue un sitio que quedó registrado como un lugar en el cual el explorador español Juan Rodríguez Cabrillo celebró Misas de acción de gracias en 1542, como también lo hizo Sebastián Vizcaíno, en 1602, éste último, representado en varios murales que hay en las paredes de la iglesia.

Al reflexionar sobre los acontecimientos de los días anteriores al viaje en barco de regreso a casa, mons. Trudeau esperaba que quienes realizaran el viaje se dieran cuenta de que la peregrinación estaba lejos de haber terminado.

Lo que cuenta en una peregrinación es el proceso. No terminas la peregrinación cuando llegas al destino. Llegar a Catalina no fue la peregrinación. Mirando hacia la historia pasada, es maravilloso que nosotros hagamos estas pequeñas peregrinaciones, que son modelos de esa peregrinación más grande, que son nuestras vidas”.

Durante una Misa vespertina, celebrada antes de que los peregrinos se dirigieran de regreso al continente, Mons. Trudeau también sembró su homilía de exclamaciones que habían sido escuchadas durante todo el día por los “peregrinos”: “¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Viva San Juan Diego! ¡Viva Cristo Rey! “. Y luego agregó una cuarta: “¡Viva Santa Catalina!”.

El autorTom Hoffarth

Periodista de Los Ángeles.

FirmasSergio Requena Hurtado

Pastores según el corazón de Cristo

Todos conocemos los desafíos con los que en breve se van a tener que enfrentar quienes recibirán el sacramento del Orden sacerdotal en la actualidad.

9 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

En el reciente encuentro de rectores y formadores del seminario mayor que tuvo lugar en El Escorial, el último fin de semana del mes de octubre, reflexionamos en torno a la sinodalidad -el tema del momento-, con Mons. D. Luis Marín, subsecretario del Sínodo de los Obispos que nos habló entre otras cosas sobre “el reto de la formación para una Iglesia en camino”.

Pero permitidme que no os hable de esto, sino de otro de los temas sobre los que pudimos compartir reflexión rectores y formadores de los Seminarios de España: la etapa de síntesis vocacional, que corresponde a la antes llamada etapa de pastoral.

Sobre esto mismo tuvo una intervención Mons. D. Salvador Cristau, obispo auxiliar y, administrador diocesano de Terrasa, que se completó después con una mesa redonda donde cuatro rectores compartieron experiencias alrededor de los objetivos de esta etapa.

Todos miramos con simpatía a aquellos que están terminando su formación en nuestros Seminarios pero, al mismo tiempo, nuestra mirada no está exenta de una cierta preocupación, porque somos conocedores de los desafíos con los que en breve se van a tener que enfrentar.

Hemos de recordar que formamos parte de un proceso en el que, por un lado, los preparamos para que acojan en las mejores condiciones el ministerio, pero por otro, nos debemos de disponer nosotros mismos como comunidad cristiana, para recibir y acompañar a estos hermanos nuestros que vienen a servirnos.

Siempre es un reto hacer partícipe a toda la comunidad de lo que se está viviendo en el Seminario pero, más allá de “contarles”, se trata sobre todo de “compartir” con ellos una tarea en la que estamos llamados a ser agentes de un proceso en el que cada uno en diversa medida es necesario.

En el itinerario de formación es de singular importancia esta etapa, porque es la última de la formación inicial y, por tanto, el puente que ayuda a cruzar a una vida pastoral plena.

El seminarista que durante este periodo está llamado a recibir la ordenación diaconal, y con ese ministerio, a vivir un tiempo de servicio intenso en favor de la comunidad cristiana, debe ir asumiendo de manera gradual responsabilidades con espíritu de servicio. Es momento de esforzarse en una adecuada preparación en la que debe recibir un acompañamiento específico en vistas a su ordenación como presbítero. Si en todo momento es importante el acompañamiento, en este lo es de manera singular. 

Sentir que no camina solo llenará su horizonte de luz y sentido, sobre todo, en esas jornadas en las que experimente más dificultades será bueno que lo recuerde. Todos en algún momento necesitamos una ayuda especial para comprender mejor aquello que debemos de hacer.

Son solo algunas de las reflexiones que me hago después de escuchar las diversas aportaciones que se dieron durante las jornadas, el tema da para mucho más por supuesto.

Son pequeños puntos que sirven para recordar que un proceso como el que se vive en los seminarios está compuesto de muchos pequeños pasos que se relacionan entre sí y en los que siempre se tiene que hacer presente la comunidad cristiana.

El autorSergio Requena Hurtado

Director del Secretariado de la Comisión de Seminarios y Universidades, CEE

Reverendo SOS

Cerebros adictos, corazones que anhelan

El psiquiatra y colaborador de Omnes, Carlos Chiclana, recoge, en este artículo, que fue la base de su ponencia en el ciclo "Aprendamos a amar" de una Universidad Francisco de Vitoria, los principales rasgos de las adicciones en la actualidad y diversos modos de ayudar a quien está sumido en alguna de ellas.

Carlos Chiclana·9 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

¿Qué es una adicción?

Es una situación patológica en la que te haces dependiente de algo para conseguir encontrarte bien y estable a corto plazo. Lo que buscas es estar bien, pero esto te desequilibra, desestructura y destruye a largo plazo. Normalmente rellena un hueco biológico, psicológico, afectivo, vital o existencial. Hay niveles de gravedad. Fumar cinco cigarros no es lo mismo que fumar veinticinco.

Una adicción es distinta de un consumo esporádico (esnifar cocaína en verano un par de ocasiones), del uso recreativo (jugar a videojuegos todas las semanas tres horas), del uso perjudicial (borracheras repetidas), o el uso problemático habitual que genera muchas consecuencias negativas (uso repetido de pornografía con alteraciones en la vida sexual).

Médicamente, para decir que alguien tiene una adicción es necesario que cumpla unas condiciones:

– Lo utilizas en grandes cantidades o le dedicas mucho tiempo (mentalmente y/o conductualmente)

– Intentas controlar pero no puedes, aunque quieras.

– Te ansías y tienes deseos irresistibles de obtenerlo

– Incumples deberes académicos, laborales, familiares o sociales

– Genera problemas (médicos, psicológicos, relacionales)

– Continúas a pesar de los problemas

– Provoca reducción o abandono de actividades importantes

– Presentas tolerancia: necesitas más cantidad o la conducta es más sofisticada o con mayor dedicación para conseguir el mismo efecto.

– Presentas abstinencia: síntomas físicos y psicológicos si no consumes.

Así, los comportamientos de la persona se vuelven automáticos y son activados por las emociones e impulsos. El control cognitivo se ve perjudicado. No se realiza autocrítica, y no repara en las consecuencias negativas.

¿A qué te haces adicto?

Principalmente a sustancias legales (nicotina, alcohol, estimulantes, fármacos relajantes o analgésicos, inhalantes, cannabis) e ilegales (cocaína, heroína, drogas sintéticas) y a conductas (apuestas, juegos de azar, sexo, compras, videojuegos, internet, trabajo, ejercicio, series, personas, sectas).

Las más frecuentes son alcohol, nicotina, trabajo, compras.

¿Qué factores se relacionan y predisponen a una adicción?

1.- Biológicos como patologías psiquiátricas (ansiedad, déficit de atención e hiperactividad, depresión); alta impulsividad y necesidad de estimulación; edad temprana en la exposición a sustancias (alcohol, nicotina) o a conductas de riesgo.

2.- Psicológicos como alta búsqueda de novedad, baja estima, baja tolerancia a emociones desagradables, pocas estrategias de regulación emocional, estilos de afrontamiento inadecuados, alta hostilidad.

3.- Vitales-experienciales como la pérdida de sentido de la vida, el hedonismo exacerbado, vacío existencial, crisis vital, carencias afectivas y relacionales, déficit espiritual, malestar personal, soledad, mentiras, incomunicación o desesperación,

4.- Ambientales como bajo nivel económico o sociocultural, problemas familiares, eventos adversos y traumáticos, abandono, falta de apoyo, o débil cohesión familiar.

¿Qué señales podemos ver en un adicto?

“Lo raro es raro, y además termina mal”, si algo te llama la atención, no lo dejes pasar, te avisa, sobre todo cuando hay varias:

1.- Biológicas: alteración en el sueño o alimentación. Irritabilidad, cambios de ánimo. Cambios en el peso.

2.- Psicológicas: engaña, da explicaciones confusas, niega los problemas, no es consciente de perder el control, lo atribuye a factores externos. lo emplea como regulador de emociones desagradables o como premio, sigue a pesar de los problemas; malestar e irritabilidad si no lo puede hacer, disminución del rendimiento académico o laboral, pérdida de interés en otras actividades sociales o lúdicas,

3.- En las relaciones: cambio en los patrones de relaciones sociales, limitadas al grupo de consumidores, aparición de nuevos amigos, aislamiento, pone en riesgo relaciones importantes.

4.- Otras señales: gastos excesivos o que no sabemos en qué han sido, robos, alteración de los horarios familiares, de los hábitos de higiene o los estilos de ocio.

Cómo ayudar a alguien con una adicción

Es necesario esperarle, hasta que sea capaz de ver la realidad porque por el engaño en que está metido, se engaña, no porque quiera mentir, sino porque todavía no sabe / puede reconocer lo que ocurre. A veces es necesario esperar a que toque fondo y estar ahí para ayudarle. Buscaremos comprender qué necesita, qué pretende conseguir mediante esa sustancia / conducta: ¿tranquilidad, ánimo, estimulación, satisfacción, evasión? Para animarle a conseguirlo de otro modo, probablemente con un profesional.

El tratamiento se ha de hacer de forma completa, no vale la mitad; integral, radical y atender a las distintas dimensiones. Como un coche que necesita las cuatro ruedas bien puestas. ¿Cuáles serían?

1.- Biológica: tratar enfermedades de fondo (depresión, ansiedad, hiperactividad), fármacos que puedan ayudar a controlar síntomas de abstinencia, la impulsividad, a disminuir el deseo / ansia. A veces requiere ingreso hospitalario para desintoxicación, mejor en centros especializados.

2.- Psicológica. Motivación para el cambio, generar esperanza de una vida mejor, de poder rehabilitar su vida, volver a disfrutar, rehumanizarse, rellenar sus carencias y desarrollar nuevos hábitos, nuevas conductas, cambiar la forma de pensar, aprender nuevas estrategias de regulación emocional y de afrontamiento. Pueden servir los grupos de ayuda como Alcohólicos Anónimos, que los hay de todas las posibilidades.

3.- Actitud personal: ayudarle a reconocer la realidad, aceptarla, ser honrado y sincero con uno mismo, asumir las responsabilidades. Se trabajará con el fondo de su identidad, qué le ocurre, para poder liberarse y retomar su proyecto de vida. Ayudarán todos los motores que puedan activarse: personal, familiar, social, espiritual, religioso.

4.- Ambiental. Será necesario un cambio de escenarios y de relaciones.

Cómo prevenir

Si pides a alguien que tenga la capacidad de decir no, controlar y poner límites y equilibrio, ayúdale a crear el órgano para que desarrolle la función. No le enseñes valores, enséñale cómo se desarrollan en virtudes encarnadas en su persona concreta.

¿Qué puedes hacer?

1.- Proteger a los menores de una exposición temprana a sustancias / conductas que puedan ser adictivas: publicidad y acceso a sustancias, casas de apuestas lejanas a colegios, límites en la red.

2.- Campañas específicas (comunitarias, publicitarias, políticas) para educar, formar e informar sobre sustancias y conductas directamente dañinas.

3.- Campañas para facilitar a familias y otros agentes de formación la educación en el uso / consumo de sustancias / conductas que pueden derivar en patología (azúcar, cafeína, videojuegos, internet, móvil, juegos azar)

4.- Formar personas libres y responsables con seguridad intelectual, ayúdales a

            – poner los pies en la realidad.

            – tener pensamiento crítico y reflexivo (conversaciones, lecturas, viajar y ver mundo)

            – diseñar proyectos a largo plazo (académicos, deportivos, aficiones)

            – desarrollar habilidades de comunicación

5.- Formar personas libres y responsables con seguridad emocional. Para esto ayudará:

            – Cohesión, afecto y seguridad en la familia.

            – Reforzar los avances. Aplaudir la perseverancia. Validar las emociones.

            – Formar en la búsqueda de la motivación para el esfuerzo y el conseguir objetivos personales

            – Aprender a espaciar la recompensa.

            – Enseñar herramientas para afrontar la adversidad, poner límites y decir no, cumplir las normas y aceptar las consecuencias de no respetarlas.

            – Potenciar su cuidado personal. Custodia de sí mismo.

            – Incorporar estrategias de regulación emocional

6.- Formar personas libres y responsables con seguridad conductual

            – Estimulación sana con intereses, aficiones, actividades.

            – Ser agradecido. Devolver lo que has recibido.

            – Enseñar a no renunciar a los valores personales

            – Formación general, cultural, intelectual.

Vaticano

El Papa pide rezar por los catequistas

Rome Reports·8 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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El Papa Francisco dedica su intención de oración de diciembre a los catequistas, a quienes les dice que “tienen una misión insustituible en la transmisión y profundización de la fe” recordando que, en no pocos lugares los catequistas son los principales evangelizadores.


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El acompañamiento a personas que sufren depresión

El Papa Francisco ha querido dedicar la intención de oración del mes de noviembre para rezar por las personas que sufren algún tipo de problema relacionado con la salud mental.

Giovanni Tridente·8 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

La intención de oración del Papa Francisco para el mes de noviembre -distribuida puntualmente por la Red Mundial de Oración del Papa (antes conocida como Apostolado de la Oración)- está dedicada a un tema que suele ser ignorado por los medios de comunicación pero que está muy latente en la sociedad actual, el de los millones de personas que sufren problemas de salud mental.

Se calcula que hay casi 800 millones en el mundo, el 11% de la población, y los trastornos más frecuentes tienen que ver con la depresión (3%) y la ansiedad (4%), que muy a menudo pueden tener el trágico desenlace del suicidio, la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años. También hay casos de agotamiento mental y emocional, estrés laboral, soledad, incertidumbre económica, ansiedad por el futuro, impotencia ante la enfermedad…

Por ello, el Papa Francisco ha querido llamar la atención sobre esta enfermedad endémica, esperando que estas personas sean acompañadas adecuadamente. Hay muchos casos, de hecho, en los que «la tristeza, la apatía, el cansancio espiritual acaban dominando la vida de las personas, que se ven desbordadas por el ritmo de vida actual».

El fenómeno, además, se ha agudizado debido a la reciente crisis pandémica provocada por Covid-19, que ha puesto a prueba la resistencia mental y emocional de muchas personas, afectando también a su equilibrio psicológico y provocando situaciones de angustia y desesperación.

A propósito del acompañamiento, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral publicó hace un año un documento sobre cómo mostrar cercanía a quienes «se encuentran en el secreto sufrimiento de la angustia» para «invitarles a saciar su sed con la dulce compasión de Cristo, que se ha hecho prójimo».

Recientemente, el prefecto del mismo dicasterio, el cardenal Peter Turkson, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental (10 de octubre de 2021), instó a todos los cristianos a «hacerse cercanos» a quienes sufren trastornos mentales «para luchar contra toda forma de discriminación y estigmatización contra ellos», como ya había instado el Santo Padre en varias ocasiones.

Para lograrlo, es necesario adoptar «un modelo cultural que ponga en el centro la dignidad humana y promueva el bien para las personas y para la sociedad en su conjunto», reiteró el cardenal.

En su intención de oración, el Papa Francisco invita a no olvidar, sin embargo, «que junto al indispensable acompañamiento psicológico, que es útil y eficaz, ayudan también las palabras de Jesús», cuando dice: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os haré descansar».

La oración final del Papa es que todas estas personas encuentren cuanto antes «una luz que se abra a la vida».

La iniciativa del Pontífice cuenta en esta ocasión con el apoyo de la Asociación de Sacerdotes Católicos de la Salud Mental, una organización que ofrece apoyo espiritual a quienes padecen enfermedades mentales y promueve acciones para evitar cualquier tipo de discriminación que impida su participación activa en la vida de la Iglesia.

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Renuncia del presidente de Comunión y Liberación

Rome Reports·8 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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El presidente de Comunión y Liberación explica que ha tomado la decisión “para favorecer que el cambio de guía al que nos llama el Santo Padre se desarrolle con la libertad que dicho proceso requiere” refiriéndose a la decisión del Vaticano anunciada en septiembre de que no se pueda presidir un movimiento más de dos mandatos de un máximo de cinco años cada uno.


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