Mundo

Juan Pablo I, hacia los altares, con un programa que se llevó al cielo

El Papa Francisco ha reconocido un milagro atribuido a la intercesión del Papa Luciani, Juan Pablo I, abriendo el camino para su beatificación. Los profesores Onésimo Díaz y Enrique de la Lama repasan hechos significativos de su vida, de sus 33 días como Papa, y un programa que sólo pudo esbozar.

Rafael Miner·24 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

El año 1978 fue algo turbulento para la Iglesia. Hubo tres Papas, y esto había sucedido sólo en trece ocasiones en la bimilenaria historia de la Iglesia, aunque le supera 1276, año en el que hubo cuatro Romanos Pontífices. El último año que la Iglesia católica tuvo tres Papas había sido 1605, hace cuatro siglos.

El sacerdote y escritor italiano Mauro Leonardi, colaborador de Omnes, ha contado hace unos días en este portal que tuvo la suerte de estar presente en la primera audiencia de Juan Pablo I, el Papa de los “33 días” que pronto será beatificado. Pasó el mes de agosto de 1978 en Roma y así pudo estar presente en los funerales de san Pablo VI, fallecido el 6 de ese mes, y en el anuncio de la elección del patriarca de Venecia, Albino Luciani, que tuvo lugar el mismo 26 de agosto.

“La actividad en la que participé terminó a principios de septiembre, por lo que pude acudir a la primera Audiencia General, que se celebró el 6 de septiembre”, ha evocado. “Aunque su pontificado duró muy poco, dejó claro que, entre otras muchas cosas, sería necesario dar a la figura del Papa una dimensión más cercana al pueblo. Este fue el camino, ya emprendido por Pablo VI y Juan XXIII, que luego adoptó con fuerza Juan Pablo II”, todos ellos canonizados por el Papa Francisco.

El hecho sorprendente en aquella primera Audiencia de Juan Pablo I, fue la repentina decisión de llamar a un niño, un monaguillo, para que dialogara con él. Pueden leer ‘Con el Papa de los 33 días’, la anécdota que narra Mauro Leonardi, y que refleja, a su juicio, que “Dios quería no sólo ‘estar’ más cerca de los hombres, sino también ‘parecerlo’”.

No pudo escribir ni una encíclica

“Juan Pablo I ha pasado a la historia por la brevedad de su pontificado, por su sonrisa y por ser último papa italiano a lo largo más de cuatro siglos hasta la fecha. El patriarca de Venecia, Albino Luciani (1912-1978), fue un hombre sencillo, formado en una familia cristiana y humilde, el mayor de cuatro hermanos. Siguiendo las huellas de san Juan XXIII y san Pablo VI, unió sus nombres como signo de continuidad con sus dos predecesores”, explica Onésimo Díaz, autor de Historia de los Papas en el siglo XX, Base, Barcelona, 2017, y profesor de la Universidad de Navarra.

“A Juan Pablo I no le dio tiempo a escribir una encíclica, ni siquiera a trasladar sus libros y sus cosas al Vaticano. El ‘Papa de la sonrisa’ falleció repentinamente el 29 de septiembre de 1978”, comenta el investigador Onésimo Díaz, que cuenta la siguiente iniciativa del patriarca de Venecia. “Por su afán catequético, se embarcó en la empresa de publicar una carta mensual, cuyo destinatario era un personaje famoso del pasado, como los escritores Chesterton, Dickens, Gogol y Péguy. Este epistolario peculiar se editó con el título Ilustrísimos señores. Cartas del patriarca de Venecia (Madrid, BAC, 1978)”.

Sin duda, la carta más atrevida y profunda la dirigió a Jesucristo, que terminó así: ‘Nunca me he sentido tan descontento al escribir como en esta ocasión. Me parece que he omitido la mayoría de las cosas que podían decirse de Ti y que he dicho mal lo que debía haber dicho mucho mejor. Sólo me consuela esto: lo importante no es que uno escriba sobre Cristo, sino que muchos amen e imiten a Cristo’. Y, afortunadamente –a pesar de todo–, esto sigue ocurriendo también hoy”, señala el profesor Díaz.

Fallece el metropolita de Leningrado

“No sabemos cuál hubiera llegado a ser la fecundidad de aquella mansa lluvia, que era la suave doctrina y el dulce talante del nuevo Papa“, escribió Enrique de la Lama, profesor de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, “pero en aquel breve espacio temporal habían ocurrido cosas importantes, algunas patéticamente hermosas y pletóricas de significado”.

Por ejemplo, el 5 de septiembre, dos días después de su solemne entronización, el metropolita Nikodim de Leningrado, que había venido a Roma para asistir a los funerales de Pablo VI y para conocer al nuevo Pontífice, una vez elegido, fue recibido en audiencia por Juan Pablo I en su biblioteca privada. Cuenta el profesor De la Lama: “El noble metropolita, que frisaba en los 50 años, falleció súbitamente a los pocos minutos de comenzar la conversación:

‘Hace dos días —confiaba el Santo Padre [Papa Luciani] al clero de Roma— ha muerto entre mis brazos el metropolita Nikodim de Leningrado. Yo estaba respondiendo a su saludo. Os aseguro que nunca en la vida había escuchado palabras tan hermosas para con la Iglesia como las que él acababa de pronunciar; no puedo decirlas, quedan en secreto. Verdaderamente estoy impresionado. ¡Ortodoxo, pero cómo ama a la Iglesia! Y creo que ha sufrido mucho por la Iglesia, haciendo muchísimo por la unión’”.

El programa que llegó a esbozar

“Fueron para él días intensos.”, prosigue don Enrique de la Lama, que detalla algunas de sus actividades en esos días, parte de ese “programa que no pudo cumplir”: “En cuatro semanas, además de las tradicionales audiencias inaugurales al Cuerpo Diplomático, a los representantes de los ‘media’, a las misiones especiales llegadas para la solemne entronización e imposición litúrgica del ‘palio primacial’, habló en días sucesivos al clero romano, recibió al episcopado de los Estados Unidos y les habló sobre la grandeza y santidad de la familia cristiana, habló a los obispos filipinos sobre evangelización, insistió sobre la opción por los pobres, enseñó sobre la natura leza de la autoridad episcopal, deploró las irregularidades litúrgicas y clamó contra la violencia”.

“Hubiera deseado también dar un fuerte impulso a la solución jurídica del Opus Dei y de hecho había aprobado una carta con el fin de poner en marcha las correspondientes deliberaciones: pero no llegó a estampar su firma”, revelaba el profesor De la Lama (ver Juan Pablo I y Juan Pablo II en los umbrales del tercer milenio, Anuario de Historia de la Iglesia, 6 (1997): 189-218). Como es sabido, la configuración del Opus Dei como prelatura personal de ámbito universal de la Iglesia católica, fue llevada a cabo por san Juan Pablo II, tras una amplia consulta al episcopado mundial, en 1982.

“Buscar a Dios en el trabajo cotidiano”

El cardenal Luciani había escrito ya sobre el Opus Dei. En efecto, unas semanas antes de ser elegido pontífice, publicó en una revista veneciana un artículo sobre el Opus Dei, titulado “Buscar a Dios en el trabajo cotidiano” (Gazzetino de Venecia, 25 de julio de 1978), en el que el patriarca recordaba que “Escrivá habla directamente de ‘materializar’ —en buen sentido— la santificación. Para él, es el mismo trabajo material, lo que debe transformarse en oración y santidad”, señala Onésimo Díaz.

El investigador Díaz señala que los escritos y la sonrisa cautivadora” del patriarca Luciani, luego Juan Pablo I por 33 días, “transmiten la imagen de un hombre de Dios, que veremos muy pronto en los altares, como su predecesor san Pablo VI y su continuador san Juan Pablo II. De momento, en los próximos meses será proclamado beato”.

“La evangelización, primer deber”

Por otra parte, De la Lama recuerda en su escrito la declaración inicial del recién elegido Papa Juan Pablo I sobre su trabajo futuro: “Nuestro programa s será continuar el suyo (el de Pablo VI). […] Queremos recordar a la Iglesia entera que su primer deber sigue siendo la evangelización, cuyas líneas maestras nuestro predecesor Pablo VI ha condensado en un memorable documento. Queremos continuar el esfuerzo ecuménico, que Nos consideramos como la última voluntad de nuestros dos inmediatos predecesores. Queremos proseguir con paciencia y firmeza en aquel diálogo sereno y constructivo que el nunca suficientemente llorado Pablo VI puso como fundamento y programa de su acción pastoral, describiendo sus líneas maestras en la gran Encíclica Ecclesiamsuam. Queremos, en fin, apoyar todas las iniciativas laudables y buenas que puedan tutelar e incrementar la paz en el mundo turbado: para lo cual pedimos la colaboración de todos los hombres buenos, justos, honestos, rectos de corazón”.

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Cine

“El gesto más importante sobre Medjugorje es del Papa Francisco”

Medjugorje, la película lleva dos semanas y media en los cines y la han visto ya treinta mil personas. El gesto más importante sobre Medjugorje ha sido del Papa Francisco, señala su director, Jesús García Colomer. Tres de los seis videntes bosnios aseguran que la Virgen se les aparece todos los días, y las conversiones son innumerables.

Rafael Miner·23 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

La atracción que ejerce Medjugorje sobre millones de personas es indudable. Las apariciones de la Virgen María que han podido tener lugar en este pequeño lugar de Bosnia Herzegovina son miles, “porque desde el 24 de junio de 1981, que comienzan, hasta el día de hoy, no han cesado, según el testimonio de los videntes. Hay tres de ellos [los videntes son seis], que aseguran tener apariciones todos los días”, comenta el director del documental, Jesús García Colomer.

De san Juan Pablo II se cuenta que dijo en privado que no iba a Medjugorje porque era el Papa y no podía, pero que si no fuese el Papa iría allí a confesar. Benedicto XVI constituyó una comisión de investigación, y “el gesto más importante lo hace el Papa Francisco cuando quita la potestad al obispo del lugar, y recae sobre un enviado directo suyo. Y luego está la autorización de las peregrinaciones”, sintetiza este escritor, guionista y productor audiovisual, al que Medjugorje cambió su vida.

Jesús García Colomer

Jesús García, esposo y padre de familia, conoció Medjugorje en 2006, cuando fue enviado para hacer un reportaje. Conoció entonces “la mayor historia que hoy podía contarse”. Su historia no se entiende sin Medjugorje, y desde hace años, junto a otro profesional de la Comunicación, Borja Martínez-Echevarría, quería hacer este documental, que hoy es una realidad. Por la película pasan personajes como Nando Parrado, Tamara Falcó, María Vallejo-Nágera, y muchos otros. “El mensaje principal de Medjugorje es la conversión”, asegura. Con Jesús García, ‘Suso’ para los amigos, conversamos.

̶ El 1 de octubre se ha estrenado Medjugorje, la película, un documental que acabas de dirigir. ¿Qué van a ver los espectadores en el film?

Se trata de una herramienta divulgativa, un documental, sobre un acontecimiento histórico, y al mismo tiempo contemporáneo, porque comenzó hace 40 años, pero los fenómenos de Medjugorje continúan. La película contiene entrevistas a los protagonistas, a tres de los videntes, al Padre Jozo, que era el párroco de Medjugorje en 1981, y que tiene un testimonio impresionante, porque a consecuencia de todo esto los comunistas le encarcelaron, estuvo un año y medio en la cárcel. Él ahora tiene 80 años y le hemos podido entrevistar. El documental incluye también testimonios de personas que han ido a Medjugorje, y cuentan historias que han vivido allí.

̶ ¿Cómo ha ido el estreno? ¿Podemos ver todavía la película?

El estreno ha ido super bien. En dos semanas y media ha hecho treinta mil espectadores, que es una barbaridad, y está siendo una sorpresa de taquilla, se está convirtiendo en fenómeno, por así decirlo. Todavía se puede ver. En la web de la pelicula actualizamos los cines de toda España en los que todavía se proyecta.

̶ ¿Es cierto que son ya millones las personas que se han acercado a este lugar, situado en Bosnia-Herzegovina?

Sí, es cierto. Antes de la pandemia se calculaban entre uno y dos millones de peregrinos de todo el mundo, con cifras de 2019, prepandemia, cada año. Esto lleva sucediendo 40 años, han sido ya millones las personas que van cada año, y de todo el mundo.

̶ ¿Cuál es su mensaje principal?

El mensaje principal de Medjugorje es la conversión. Pero la conversión no vista para el no católico, no cristiano, al malo malísimo, al asesino que se convierte, o algo así, sino una llamada a la conversión a los cristianos bautizados que en algún momento de su vida han dejado de lado la fe y la vida de la Iglesia.

̶ ¿Qué impresión causó en ti y en personas que conoces? Has llegado a comentar que Medjugorje cambió tu vida…, y por lo que hemos visto, la de muchas personas.

Para mí fue definitivo. Fue un punto de inflexión. Empecé una vida nueva en la Iglesia. Es verdad que no fue mi conversión como tal, pero sí el punto y final de un proceso de dos años de conversión. Y a partir de ahí, fue definitivo. Y en personas que conozco, lo mismo. Fue una conversión. La palabra conversión allí cobró sentido para mí. Cuando a ti te hablan de conversión, no sabes de qué te hablan, pero cuando lo vives ya sé de qué me hablan. Y cambió mi vida.

̶ ¿Puedes contar un par de ideas que deseáis transmitir con la película?

Para empezar, es simplemente un interés divulgativo, como todo documental. Pero la idea que trasciende es: Dios existe, Dios es verdad. Si esto está sucediendo, como se transmite en el documental, la única posibilidad es que Dios es verdad, que Dios existe,

̶ ¿Añade algo el film a lo que hemos podido leer en tu libro sobre Medjugorje?

Incluye nuevos testimonios y actualiza la postura de la Iglesia, que luego comento.

̶ El clima es de oración y de penitencia, según la película…

Hubo una tarde, paseando por allí, en que conté a 207 sacerdotes confesando, en la calle. Al lado de la parroquia, se ponen en sillas plegables, en taburetes, ponen un cartelito del idioma en que confiesan, creo que hay sacerdotes confesando en más de treinta idiomas, y conté 207. Hablando con ellos, a vuelapluma, pensé que ese día allí se habían confesado entre 8.000 y 10.000 personas, en una sola tarde, un día de verano.

̶ ¿Cuáles han sido las principales decisiones de la Santa Sede ante las supuestas apariciones de la Virgen María en estas tierras de la antigua Yugoslavia comunista desde 1981?

Sobre todo hay tres cosas reseñables. En el año 2010, Benedicto XVI constituye una comisión de investigación para Medjugorje. Esa comisión, presidida por el cardenal Camillo Ruini, acaba su trabajo en 2014, y emite un informe, que es secreto a día de hoy. Nunca ha trascendido el contenido de ese informe. Si bien es cierto que en 2017 Roma envía a un visitador apostólico que toma el mando de Medjugorje, quitando esa potestad al obispado local, que es el obispado de Mostar, y a los franciscanos, porque es una parroquia administrada por franciscanos. Ya no depende ni de los franciscanos ni del obispo, y en 2017 empieza a depender directamente de Roma, a través de ese visitador apostólico.

Y en 2019, por orden de este visitador apostólico, Roma autoriza las peregrinaciones oficiales. Esto significa que permite a diócesis, parroquias, movimientos o congregaciones, organizar sus propias peregrinaciones.

Los tres gestos no pueden estar desligados, hay una investigación, años después se envía un visitador apostólico, y dos años después se autorizan las peregrinaciones. Todo tiene que ver, obviamente. Y es positivo.

̶¿Cuántas apariciones marianas han podido tener lugar desde entonces?

Miles. Porque desde el 24 de junio de 1981, que comienzan, hasta el día de hoy, no han cesado, según el testimonio de los videntes. Hay tres de ellos (los videntes son seis), que aseguran tener apariciones todos los días.

̶ ¿Puedes sintetizar la postura de los últimos Papas ante Medjugorje?

De Juan Pablo II se cuentan muchas cosas. Una de ellas es que dijo en privado que no iba a Medjugorje porque era el Papa y no podía, pero que si no fuese el Papa iría allí a confesar. El Papa Benedicto constituyó esta comisión de investigación, y el gesto más importante lo hace el Papa Francisco cuando quita la potestad al obispo del lugar, y recae sobre un enviado directo suyo. Ese es el gesto más importante que hay. Y luego la autorización de las peregrinaciones.

Ecología integral

La tentación de divinizar el universo

El universo siempre ha sido, desde muy antiguo, motivo de debate sobre la afirmación o negación de Dios.

Juan Arana·23 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Desde muy antiguo la consideración del universo ha servido como antesala de la afirmación de Dios… o de su negación. La oportunidad o el conflicto no se plantearon ciertamente entre los griegos ni en ninguna de las culturas que les antecedieron, porque a nuestros más remotos abuelos muy raramente se les ocurrió la idea de que todo lo visible (la Tierra, el Sol, la Luna y las estrellas) pudiera haber sido creado por una divinidad. La dificultad principal no estaba en admitir que una cosa tan inmensa hubiera podido ser sacada de la nada, sino que Algo o Alguien, por muy excelso que resultara, pudiera situarse más allá de sus fronteras. 

A pesar de que algunos de los primeros filósofos fueron acusados de impiedad y ateísmo, ciertamente no lo fue porque negaran la existencia y poder de Dios, sino más bien porque desafiaban las creencias dominantes. Su desafío no era por otro lado sorprendente, ya que la religión griega había decaído tras siglos de refundiciones sincréticas. Perdida la confianza en unas tradiciones que se habían vuelto inasumibles, aquellos hombres se apoyaron en el báculo de la razón para reconstruir un credo que no violentara la inteligencia de lo verdadero ni la conciencia de lo justo.

Una religión filosófica

Así crearon lo que Varrón denominó una religión filosófica, frente a las formas hasta entonces conocidas de devoción: la mítica y la civil. Lo extraordinario de esta historia es que, viéndose en la necesidad de elegir entre esas tres alternativas, san Agustín no dudó en ubicar la cristiana junto a la de los filósofos, como recordaba el entonces cardenal Joseph Ratzinger en su discurso de investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Navarra. Por tanto, no era tan mala la estrategia que Hecateo, Jenófanes, Anaxágoras o Platón escogieron para buscar la verdadera religión, la única capaz de saciar la sed de Dios que tenemos todos los hombres. 

La hipoteca que condicionó el intento de los filósofos griegos era que las nociones que manejaban no daban para tanto. La que resultó más lastrada por su modo de pensar probablemente fue la de espíritu. Para concebir tanto a Dios como al alma humana acudían a torpes remedos semicorpóreos, como soplos de aire, fuegos fatuos, desvaídos simulacros y cosas por el estilo.

Tras muchas batallas, en las que los primeros filósofos cristianos ocuparon un glorioso puesto de vanguardia, la cosa empezó a quedar clara: Dios no era un astro, ni el principio inmanente que mueve el cosmos, ni su “cielo” es el que recorren los planetas. Estaba más allá del tiempo y del espacio, más allá de los dóndes y los cuándos, y su realidad desbordaba con mucho lo que se puede tocar, ver, oler o escuchar. Otra cosa era que su vastísima sabiduría y poder, así como su extraordinaria bondad, encontrasen los medios para hacer tangible su elidida presencia en el mundo que habitamos, el único con el que estamos familiarizados. 

Paradójicamente podría decirse que el universo físico sólo pudo empezar a ser concebido como tal, como mundo físico sin más, desde el mismo momento que los últimos filósofos griegos, ya cristianizados, sacaron a Dios de él, y empezaron concebirlo tan sólo como su obra, su creación, dotada de una consistencia propia, sólida, perfectamente reglamentada y cognoscible.

El desencantamiento del mundo

A primera vista paradójico, nada más lógico: la cosmología sólo fue posible como ciencia cuando Dios dejó de ser concebido como inquilino del cosmos para reconocerlo como su autor. El desencantamiento del mundo físico obligó a dejar de buscar almas y duendes por doquier, para indagar en su lugar los hechos y leyes que manifiestan la acción de una Causa poderosa, sabia y buena ajena al propio universo. 

Sin embargo, la tentación de recaer en la confusión ha sido constante desde entonces. Volver a identificar Dios con la naturaleza fue siempre la gran tentación, en la que una y otra vez cayeron poetas y filósofos, especialmente desde que Benito de Spinoza se convirtió en su portavoz más representativo. La elemental consideración de que una Presencia tan desbordante no resultaría avasalladora sólo para las criaturas, sino también para la propia realidad cósmica, fue desoída una y otra vez. No importaba tener que sacrificar la libertad del hombre o convertir en meras apariencias los males y limitaciones que aparecen por doquier.

Cuando el cosmólogo Lemaître le hizo ver a Einstein que era mucho más coherente con su teoría de la relatividad un universo en expansión (por tanto, resultante de una singularidad física), sólo le supo responder: “¡No, eso no! ¡Eso se parece demasiado a la creación!”.Dejando a un lado los detalles de este debate y de otros que le siguieron (como los intentos de preservar la eternidad temporal en los modelos de universo estacionario, o la infinitud espacial en las especulaciones sobre multiversos) el objetivo siempre ha sido el mismo: adornar con algún rasgo divino la realidad mundana, aun a costa de sacrificar su armonía, belleza, o incluso de volverla rigurosamente inconcebible. Diríase que no solo el pueblo judío es de dura cerviz; parece que fuera la humanidad entera la que porfía en seguir dando coces contra el aguijón. 

El autorJuan Arana

Catedrático de Filosofía de la Universidad de Sevilla, académico numerario de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, profesor visitante en Maguncia, Münster y París VI –La Sorbona–, director de la revista de filosofía Naturaleza y Libertad y autor de numerosos libros, artículos y colaboraciones en obras colectivas.

Cultura

«Hoy se considera revolucionario a quien no renuncia a sus convicciones»

María Bueno, abogada, forma parte del equipo de organización del Simposio San Josemaría, un encuentro que este año cumple su décima edición y que reunirá en Jaén a decenas de personas entre el 19 y el 20 de noviembre para reflexionar sobre "Libertad y compromiso"

Maria José Atienza·22 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

Los próximos 19 y 20 de noviembre tendrá lugar el X Simposio San Josemaría que se desarrollará en el Palacio de Congresos de Jaén. Dos días en los que de debatirá y reflexionará sobre la libertad en el mundo actual con una especial atención a los jóvenes.

El Simposio, organizado por la Fundación Catalina Mir una entidad sin ánimo de lucro que promueve actividades de carácter asistencial y de orientación en favor de la familia y de los jóvenes, contará entre sus ponentes con la participación del ex-Ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, el Catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado de la Universidad Complutense y colaborador de Omnes, Rafael Palomino o Teresa y Antonio, una pareja de novios que hablan con naturalidad de su vida cristiana en redes.

María Bueno, una de sus organizadores, ha concedido una entrevista a Omnes con motivo de la celebración de este Congreso.

– ¿Por qué se ha elegido el tema de Libertad y compromiso en el X Simposio de San Josemaría?

El fin del Simposio de San Josemaría no es otro que el dar a conocer su mensaje, sus enseñanzas. Y si hay unos temas que a San Josemaría le apasionaban era la libertad personal, propia y ajena, y el compromiso, la entrega. A hablar y escribir sobre ellos dedicó mucho tiempo. Por poner solo un ejemplo, en su libro “Amigos de Dios”, en el que se recogen algunas de sus homilías, hay una que lleva por título “La libertad, don de Dios”, y en ella nos dice con fuerza “Querría grabar a fuego en cada uno: la libertad y la entrega no se contradicen; se sostienen mutuamente” y más adelante recalca que  “por amor a la libertad nos atamos”.

La importancia de este claro mensaje de San Josemaría es tan grande, y tan vital para la persona y la sociedad actual, que nos pareció de mucho interés dedicar este Simposio a profundizar y reflexionar sobre el tema.

– La libertad, ¿está secuestrada por la ideología en el mundo actual?

Yo no diría tanto como secuestrada, pero sí muy limitada. La libertad es muy fuerte, y a la vez muy sensible y sufre con cualquier ataque. Y como las ideologías suelen tener un fondo reduccionista, aprisionan las decisiones restándole frescura a la libertad, que naturalmente tiende a estar holgada.

Hoy es llamativa la fuerza de lo políticamente correcto, que obliga a veces a un duro ejercicio de madurez y de reflexión en la toma de muchas decisiones, que no siempre se estamos dispuestos a realizar.

Llega incluso al extremo de que una toma de decisión en contra del criterio mayoritario que impera en la sociedad se llega a considerar un ataque a la misma. Hoy se considera revolucionario no a quien quiere transformar la sociedad adaptándola a sus preconcepciones, sino a aquel que, contra la ideología dominante no renuncia a defender sus propias convicciones, por muy trasnochadas que la mayoría de la sociedad las considere. ¡Fíjese, por ejemplo, si no parece a día de hoy revolucionario ir en contra del aborto!

Sin embargo, decir la verdad, hablar con coherencia y vivir como pensamos, nos lleva a ser más libres cada día, y lo contrario, nos coacciona.

– Cree, que, como ha dicho algún pensador, hemos caído en la esclavitud de la “simple conquista” de libertades que en el fondo nos atan, como la de elección de sexo, interrupción del embarazo, etc.?

María Bueno
María Bueno

A veces no entendemos que el verdadero significado de la libertad no está en “hacer lo que me da la gana” en todo momento, sino en conocer bien y elegir bien, aquello que nos hace mejores personas, y que nos va acercando a nuestra plenitud. En este sentido, tener libertad para hacer más cosas no nos hace, necesariamente, más libres. Y este es el caso de estas conquistas falsamente calificadas como libertades, que al enfrentarse de lleno con la propia naturaleza humana, terminan limitando las posibilidades de desarrollo personal y, por tanto, la verdadera libertad.

– Durante el Covid se está hablando mucho de falta de libertades o del uso de la pandemia para restringir libertades individuales ¿Cree que ha habido ese retroceso?

Su pregunta nos está poniendo de manifiesto la actualidad del lema del Simposio.

La libertad individual es un aspecto fundamental de la persona que se ve atacado de continuo, desde siempre y en todas las época de la historia, y esta situación de pandemia que no ha tocado vivir no iba a ser menos.

En el Simposio se van a abordar distintos aspectos de la libertad, y se van a presentar testimonios de personas que han vivido y están viviendo su libertad personal de una forma comprometida, y con un compromiso radical, también en estas circunstancias, y en algunos casos, precisamente por estas circunstancias tan difíciles por las que hemos atravesado.

Por eso, quiero desde aquí invitar a sus lectores a participar en el Simposio, de forma directa, y si eso no les es posible, de forma telemática, pues a buen seguro que nos hará reflexionar sobre estos temas tan importantes en nuestra vida.    

– El compromiso, ¿amplía la libertad, o la limita?

Parece ser que en nuestro tiempo, compromiso y libertad son conceptos antagónicos, que es difícil concebir la palabra libertad dentro de un concepto de compromiso.

Sin embargo, es curioso que se pueda concebir la libertad sin compromiso, cuando todos los días, en alguna medida, nos comprometemos con algo, con un estilo de vida, con una carrera, con una pareja, con un deporte…, hasta cuando tenemos que elegir, y no lo hacemos, ya estamos eligiendo.

Se puede entender la libertad como un conjunto de beneficios aparentes, de una independencia total, de no atarse a nada ni a nadie, de no tener que rendir cuentas de palabras o de actos, etc., y el compromiso, como una cadena perpetua, que no permite cambios ni avances, sino que, por el contrario, nos fija los pies en una piedra que nos detiene en el camino.

Por el contrario, creo que comprometerse da amplitud a la libertad, pues es una de las actitudes más maduras que podemos asumir las personas, ya que, para comprometerse con algo, primero hay que instruirse, conocer las posibilidades que tenemos a nuestro alcance para llevarlo a cabo,  hacer del conocimiento una vía inteligente de comparación, y una vez claros los motivos de nuestra decisión, podremos cumplir nuestros compromisos libremente, y nuestro compromiso será libre siempre, aunque a veces nos cueste llevarlo a cabo.

San Josemaría, en Amigos de Dios, escribía “Nada más falso que oponer la libertad a la entrega, porque la entrega viene como consecuencia de la libertad”

– En el programa existe una sección dedicada a los jóvenes a quienes se les acusa de huir del compromiso ¿quiere mostrar otra cara de la juventud?

Efectivamente, si vemos los telediarios y oímos las noticias, parece que los jóvenes solo piensan en fiestas y  botellones. Pero esa es sólo una parte de la juventud.

Sin embargo, hay otra juventud, por suerte mayoritaria, aunque sea menos noticia, que está dispuesta  a comprometerse a diario en la defensa de causas  muy distintas,  como pueden ser en temas sociales, de medio ambiente, políticos o religiosos. Y el Simposio de San Josemaría, además que mostrar al mundo otra cara de la juventud, pretende presentarles a los jóvenes, a través de personas de su misma edad, proyectos ilusionantes, que pueden hacer vida propia, y  por los que, libremente, merece la pena comprometerse.

– ¿Cree que los jóvenes de hoy tienen, sin embargo, una libertad mayor para expresar o vivir sus creencias y convicciones?  

Es evidente que los jóvenes tienen una gran libertad para expresar y vivir según sus convicciones, y que tienen una gran capacidad de compromiso.

Un ejemplo muy concreto lo tenemos en un proyecto de HARAMBEE, que ellos llamaron KAZUCA, que arrancó de los jóvenes en la edición VIII del Simposio, en el año 2016. Jóvenes andaluces y africanos se unieron por la educación en África. Se propusieron conseguir fondos para becar los estudios universitarios de dos jóvenes sin recursos, que destacaban en sus estudios, Violet y Jeff, del slum Kibera, un barrio pobrísimo de Nairobi. Para todos era un sueño y … el sueño se ha cumplido. Violet y Jeff se acaban de graduar, han empezado a trabajar y están felices levantando a su familia y a su entorno. Ellos estarán, de alguna manera, con nosotros en este Simposio.

– ¿Cuál es el balance de estas diez ediciones?

Muy positivo. A lo largo de estas ediciones se han ido abordando temas muy diversos, y mostrando  a miles de personas las enseñanzas de San Josemaría en cada uno de esos temas. Han pasado por Jaén muchísimos ponentes, todos ellos de gran altura,  que nos han ilustrado en materias de enseñanza, de familia, del papel de los cristianos en la sociedad el siglo XXI, de comunicación, de servicio, de diálogo… Sobre estos temas se han presentado testimonios de vida, que nos han ayudado a tener una mejor perspectiva del mundo que nos rodea, se han presentado novedades literarias sobre la figura de San Josemaría… Y, todo esto ha  hecho que nuestro Simposio, que nació pequeñito, pero con vocación de crecer, esté alcanzando mayor relieve en cada edición, y tenga hoy la consideración de “Internacional”, llegando cada día a más personas.

– ¿Cuáles son las perspectivas de futuro?

San Josemaría, a lo largo de su vida abordó en profundidad muchísimos temas, que hoy siguen siendo de plena actualidad y que este Simposio se propone seguir dando a conocer.

Además de las personas que han participado presencialmente en las sesiones, en los en las últimas ediciones hemos llegado, a través de conexiones vía internet, a todos los rincones del mundo. A partir de ahora, con más experiencia y más medios en este tipo de participación, por las circunstancias de pandemia de todos conocidas, tenemos una gran ilusión en que el nuestro Simposio sirva de altavoz para que el mensaje de San Josemaría  llegue a todos los rincones del mundo.

Cultura

Elvira Casas. Acompañamiento en el embarazo

Elvira preside una asociación que ayuda a mujeres durante el embarazo y el primer año del bebé, basando sus acciones en dos pilares fundamentales: la ayuda en la maternidad y la evangelización.

Arsenio Fernández de Mesa·22 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Vale la pena dar un sí grande a la vida pero no con un simple eslogan sino cuidando a los protagonistas”. Hoy charlo con Elvira Casas, presidenta de la asociación Hogar de María, en la que se ayuda a mujeres durante todo su embarazo y el primer año de vida del bebé. Aquí resulta nuclear el trato tú a tú, sin frialdades, entrando en el meollo de la intimidad de las madres. Las ven semanalmente para conocerlas y acercarse a ellas. El tiempo que están en la asociación contribuye a un fuerte vínculo con la coordinadora. Y lo más importante: las madres se hacen amigas. Ahí está el quid, porque descubren que tienen muchas cosas en común. Amigas en un momento decisivo de sus vidas. Amigas que tiran para arriba. Así se les ayuda mejor. El secreto no está en charlas moralizantes sino en que se sientan queridas y animadas. 

La propuesta incluye numerosas alternativas. Hay talleres o actividades de diferentes temáticas. “Si viene un voluntario se le pregunta qué sabe hacer y se le encomienda lanzarse a aquello en lo que está más experimentado”, me cuenta Elvira. Existen también charlas apodadas “pinceladas espirituales”: unas semanas se habla de virtudes, otras se comenta un pasaje del Evangelio, incluso se les explica algún sacramento. Aceptan a todas las madres de cualquier religión y buscan aportarles formación. Se les da la opción de asistir a la catequesis para recibir algún sacramento o ponerse más cerca de Dios. Cada semana se les imparte una charla sobre temas de maternidad, como el embarazo, la salud o la forma de criar del bebé. Se les entrega un lote de lo que llaman productos maternales, ya sean pañales o alimentos para el peque. Todo gracias a los benefactores que realizan las colaboraciones. 

Esta asociación tiene dos pilares: la ayuda en la maternidad y la evangelización. Es un proyecto encomendado a la Virgen María. La asociación tiene 11 sedes y próximamente se abrirán más. “Atendemos a 180 mamás, aunque desde 2014, que es cuando se fundó, habrán pasado más de 1000 mamás con sus respectivos bebés. Hay muchos colaboradores y voluntarios. Unos ayudan de forma esporádica y otros se comprometen semanalmente. Tenemos más de 200 colaboradores que ayudan de una forma u otra. Algunas veces son presencialmente en las sedes y otras veces son empresas que colaboran con productos o económicamente. Toda la financiación es privada”, nos comentan. 

Elvira nos cuenta cómo se nota especialmente la mano de Dios en algunas historias: “una mujer que llegó al hogar estaba sola, sin vivienda, sin trabajo, sin papeles, con su familia en otro país. Embarazada de ocho semanas. Tenía decidido abortar. Encontró nuestro folleto que alguien había dejado allí en la sala de espera del abortorio. Fue muy espectacular, totalmente providencial. Cuando llega una mamá nueva se le dice que la Virgen le ha traído aquí. Le dijeron que no estaba sola, que le iban a acompañar. Se les suele asignar un ángel, que es una persona que se dedica cien por cien a ella, como una hermana, un apoyo para que no se sientan solas y sean muy conscientes de su casuística. Hablan con su trabajadora social. Trabajaron en ello para mejorar su situación y la llegada del bebé”.

A las madres también les dan en ocasiones apoyo psicológico derivándoles a profesionales. “Nos sentimos como un medio de Dios para poder ayudar a cada una de estas mujeres”, confiesa la presidenta, que se ha sentido muchas veces abrumada al sentir la fuerza del Espíritu Santo cuando ha afrontado una conversación complicada que superaba sus fuerzas: “doy gracias por cada una de estas madres, que son muestra de mujeres valientes, que luchan y salen adelante con todo en su contra. Decir sí a la vida es de valientes y de enamoradas”.

Familia

Leopoldo Abadía y Joan Folch dialogan sobre la relación entre jóvenes y mayores

Leopoldo Abadía y Joan Folch han subrayado, en el encuentro Omnes-CARF mantenido esta tarde, que es importante la conversación entre los mayores y los jóvenes.

David Fernández Alonso·20 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

En la tarde del miércoles 20 de octubre, el escritor, profesor y economista Leopoldo Abadía y el influencer Joan Folch, han mantenido un interesante coloquio sobre la relación entre jóvenes y mayores.

Leopoldo Abadía, nacido en Zaragoza, 88 años de edad, lleva casado con su mujer 61 años y es padre de 12 hijos, abuelo de 49 nietos y bisabuelo. Es destacada su tarea en los últimos años como escritor, tras una larga trayectoria como economista y profesor. Además, es doctor ingeniero industrial. Conversando con él ha estado Joan Folch, de 22 años de edad, estudiante de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra e influencer, con decenas de miles de seguidores en Instagram (@jfolchh).

En España hay unos 9,5 millones de personas mayores de 65 años, es decir, el 20% de la población. De ellas, más de dos millones viven solas. Junto a esta realidad, encontramos una población juvenil que se comunica, principalmente a través de la tecnología y los medios digitales.

Si en todas las generaciones ha habido saltos de comunicación, en los últimos años, esta brecha parece haberse vuelto más pronunciada. ¿Cómo nos relacionamos los mayores y los jóvenes? ¿Tenemos, realmente, conceptos de la vida tan diferentes? ¿Es posible la llamada conexión intergeneracional? ¿Hablamos el mismo idioma?

Estas cuestiones son algunas de las que han abordado en este diálogo Leopoldo Abadía y Joan Folch. El encuentro, organizado por Omnes y la Fundación Centro Académico Romano ha sido retransmitido por YouTube en directo a través del canal de Youtube de Omnes.

Leopoldo comenzó comentando con gracia su relación con sus nietos. «Al principio decía, a los nietos que les educase su padre. Pero a medida que se iban haciendo mayores me iban invitando a desayunar, en cambio con los pequeños tengo otra relación». Además subrayaba la necesidad de que haya amistad entre jóvenes y mayores, entre abuelos y nietos, etc. A su vez, Joan lo apoyaba comentando que «los jóvenes estamos perdiendo la costumbre de pedir consejo a los mayores, recurriendo más fácilmente a Google». Por eso, ambos reivindicaban la necesidad de que haya mayor trato entre ambas generaciones, trato que pueda convertirse en amistad.

En la misma línea, Joan comentaba que los jóvenes tienden a buscar modelos ideales sin hacer caso a la voz de la experiencia. Y por eso reivindicaba la importancia de acudir a los mayores para aprender de ellos. Leopoldo quiso remarcar que «lo obligatorio es tener amigos. Jóvenes, viejos, como sean. Pero hay que tener amigos».

Tras ese interesante coloquio, el encuentro dejó lugar al turno de preguntas, que llegaban a través del número de WhatsApp de Omnes y a través de YouTube.

Entre muy buenas preguntas, en relación a una en concreto sobre el papel que juegan los jóvenes en el cuidado de los mayores, Joan aseguraba que los jóvenes juegan un papel muy importante, y que se trata de una correspondencia por todo lo que los mayores nos han dado. Leopoldo, por su parte, destacaba que «vivimos en una sociedad egoísta, y que los mensajes que recibimos a veces son totalmente egoístas». En este sentido, decía, «a veces es necesario recurrir a una residencia para cuidar a los mayores, pero una prioridad de los jóvenes es cuidar a sus mayores, a sus padres y sus abuelos».

Al final del encuentro, Leopoldo destacó una actitud que recomienda a todos lo que le escuchaban: la actitud vital de sonreír. Una actitud que implica acoger, querer, respetar.

Puedes ver el encuentro completo haciendo click aquí.

España

Mons. García Beltrán pide “conversión personal y pastoral” para evangelizar

El obispo de Getafe, Mons. Ginés García Beltrán, ha rezado por “la misión evangelizadora de la Iglesia en España”, y ha trazado sus rasgos principales, desafíos y dificultades, en una vigilia de oración y Adoración, y Santa Misa celebrada el fin de semana junto a la imagen del Corazón de Jesús, en la Basílica del Cerro de los Ángeles.

Rafael Miner·20 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Tras recordar unas palabras de Benedicto XVI en su primera carta encíclica, Deus Caritas est, en las que señalaba que se comienza a ser cristiano “por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona”, Mons. García Beltrán subrayó en su homilía que “la evangelización es el anuncio de un Nombre, del único nombre que puede salvar: Jesucristo. No hay verdadera evangelización si el hombre no se encuentra con Cristo, si Cristo no llega hasta el corazón y lo cambia, lo transforma, lo envuelve con su amor, solo así esta experiencia se manifestará en la existencia cotidiana”.

“La evangelización”, añadió, “no es una iniciativa humana que la Iglesia ha secundado a lo largo de los siglos; la evangelización obedece al mandato misionero de Jesús: ‘Id y haced que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo lo que os he mandado’ (Mt 28,19-20).

En este punto, recordó al Papa Francisco, cuando citando a san Pablo, señaló: “Es lo que nos dice Pablo aquí: ‘no lo hago para gloriarme’ –y añade– ‘al contrario, es para mí una necesidad imperiosa’. Un cristiano tiene la obligación, con esta fuerza, como una necesidad, de llevar el nombre de Jesús, desde su mismo corazón” (Homilía en Santa Marta, 9/09/2016). Evangelizan los testigos”.

“Este mandato arraigó en nuestra tierra, España, desde los albores mismos del cristianismo, más de veinte siglos de labor evangelizadora que han dado muchos frutos de santidad, y que pedimos siga dándolos, por eso esta tarde rogamos por la evangelización de España”, continuó el obispo García Beltrán, que es también miembro de las comisiones Ejecutiva y Permanente de la Conferencia Episcopal Española, ante numerosas personas y familias convocadas por la red de comunicación EWTN España.

“Unidad con la Sede de Pedro”

En las orientaciones pastorales para los próximos años, prosiguió el prelado, “los obispos de España nos preguntamos, ¿cómo evangelizar en la actual sociedad española? La misión evangelizadora de la Iglesia en España se encuentra con dos tipos de dificultades: unas vienen de fuera de la cultura ambiental; otras vienen de dentro, de la secularización interna, la falta de comunión o de audacia misionera”.

Para responder a estos desafíos, Mons. García Beltrán alentó a volver “a los elementos que a lo largo de la historia han dado fundamento a nuestra fe”. Y citó concretamente cinco: “una Iglesia de confesores y mártires, una Iglesia siempre unida a la Sede de Pedro, una Iglesia misionera, una Iglesia samaritana, y una Iglesia mariana”. Puede ser útil recoger una síntesis de cada aspecto, sin perjuicio de acceder a la homilia integra.

1) “Una Iglesia de confesores y mártires. La evangelización hoy exige de nosotros conversión personal y pastoral, revitalización de la fe, compromiso en su transmisión, una identidad clara, y gran capacidad para llegar a los hombres de nuestro tiempo; es necesario que nos hagamos conscientes que la evangelización es obra del Espíritu Santo con el que queremos colaborar en confianza y docilidad”.

2) “Una Iglesia siempre unida a la Sede de Pedro. La comunión de fe con los sucesores del apóstol Pedro, y la adhesión y amor a su persona y magisterio han identificado a nuestro cristianismo. Por eso, la evangelización de España también en este momento debe tener este signo de identidad; debemos evangelizar en comunión con el Papa y su magisterio, al que hemos de unir nuestro afecto sincero y filial; difícilmente podremos evangelizar desde el desafecto al Sucesor de Pedro y el cuestionamiento de sus enseñanzas”.

3) “Una Iglesia misionera. España siempre ha sido una Iglesia en salida, en salida misionera; hijos de esta tierra han llevado el Evangelio a todos los rincones del Orbe, y lo siguen haciendo. Francisco Javier y miles de nombres con él escriben unas de las páginas más bellas de nuestro cristianismo, al tiempo que nos muestran el camino de la misión como esencia de la fe; pero no habrá misión si no hay verdadera vida cristiana, si no cultivamos la vida interior, si no despertamos la pasión por Cristo, ya desde la familia”.

4) “Una Iglesia samaritana. Todos reconocerán que somos discípulos de Cristo si nos amamos los unos a los otros, por eso la caridad es también un elemento esencial de nuestra Iglesia. Hemos evangelizado mediante la caridad, y lo seguimos haciendo. La credibilidad de la fe viene por la caridad, por el amor a los demás, especialmente a los más pobres. Seguiremos evangelizando si seguimos viviendo la caridad de Cristo, porque la caridad es evangelizadora, y si nos dejamos evangelizar por los pobres”.

5) “Finalmente, somos una Iglesia mariana. María es cimiento fundamental de la Iglesia, y lo ha sido de nuestra tierra. Somos una Iglesia mariana, como le gustaba decir a S. Juan Pablo II: “España, tierra de María”.

EWTN

Al acto asistieron centenares de personas convocadas por EWTN España, que preside José Carlos González Hurtado, y que ha comenzado hace unos meses sus emisiones por tv en nuestro país. Según el grupo, casi 90.000 personas de todo el mundo siguieron la Adoración y la Misa en el Cerro de los Ángeles sólo por Facebook. Si se suman los que lo vieron por Instagram, televisión (en España y en Hispanoamérica), y por la misma web, los organizadores calculan “al menos otros tantos”.

Al final de la homilía, el obispo de Getafe invitó “a los que estáis aquí en el Cerro de los Ángeles, y a los que nos seguís a través del canal de tv EWTN, a seguir rezando sin desfallecer para que Jesucristo sea conocido, amado y seguido, con la convicción de que Él es con mucho lo mejor; por tanto, la evangelización es la mejor obra de amor para con los hombres nuestros hermanos”.

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Vaticano

El Papa erige la Conferencia Eclesial de la Amazonía

Motivado por la solicitud para la creación de esta Conferencia, el Papa la ha erigido canónicamente con la finalidad de promover la acción pastoral conjunta de las circunscripciones eclesiásticas de la Amazonía y fomentar una mayor inculturación de la fe en dicho territorio.

David Fernández Alonso·20 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

A través de una nota, el Papa Francisco ha erigido canónicamente la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA). Como dice la nota, «el Documento Final del Sínodo sobre la Amazonia, nº 115, propuso la creación de un ‘órgano episcopal permanente y representativo para promover la sinodalidad en la región amazónica’. Durante una Asamblea celebrada del 26 al 29 de junio de 2020, los Presidentes interesados decidieron solicitar a la Santa Sede la creación permanente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía».

Y así lo ha llevado a cabo el Pontífice. «Bien dispuesto a favorecer esta iniciativa, surgida de la Asamblea Sinodal, el Papa Francisco encargó a la Congregación para los Obispos que siguiera y acompañara de cerca el proceso, prestando toda la ayuda posible para dar al organismo una fisonomía adecuada».

En la Audiencia del 9 de octubre concedida al Prefecto de la Congregación para los Obispos, el Santo Padre erigió canónicamente la Conferencia Eclesial de la Amazonía como persona jurídica eclesiástica pública, dándole la finalidad de promover la acción pastoral conjunta de las circunscripciones eclesiásticas de la Amazonía y fomentar una mayor inculturación de la fe en dicho territorio.

Los Estatutos del nuevo organismo serán presentados al Santo Padre para la necesaria aprobación al final de su estudio.

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Vaticano

«Si la libertad no está al servicio del bien corre el riesgo de ser estéril y no dar fruto»

El Papa Francisco ha destacado en la catequesis de este miércoles que "somos libres en el servir; nos encontramos plenamente en la medida en la que nos donamos; poseemos la vida si la perdemos". Además, un niño sorprendió al Pontífice durante la audiencia, subiendo al estrado e interesándose por su solideo.

David Fernández Alonso·20 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Papa Francisco ha reflexionado en la catequesis de la audiencia general de este miércoles 20 de octubre sobre el núcleo de la libertad según el apóstol Pablo. «El apóstol Pablo, con su Carta a los Gálatas, poco a poco nos introduce en la gran novedad de la fe. Es realmente una gran novedad, porque no renueva solo algún aspecto de la vida, sino que nos lleva dentro de esa “vida nueva” que hemos recibido con el Bautismo. Allí se ha derramado sobre nosotros el don más grande, el de ser hijos de Dios. Renacidos en Cristo, hemos pasado de una religiosidad hecha de preceptos a la fe viva, que tiene su centro en la comunión con Dios y con los hermanos. Hemos pasado de la esclavitud del miedo y del pecado a la libertad de los hijos de Dios».

«Hoy», comenzaba el Pontífice, «trataremos de entender mejor cuál es para el apóstol el corazón de esta libertad. Pablo afirma que libertad está lejos de ser «un pretexto para la carne» (Gal 5,13): la libertad no es un vivir libertino, según la carne o según el instinto, los deseos individuales o los propios impulsos egoístas; al contrario, la libertad de Jesús nos conduce a estar – escribe el apóstol – «al servicio los unos de los otros» (ibid.). La verdadera libertad, en otras palabras, se expresa plenamente en la caridad. Una vez más nos encontramos delante de la paradoja del Evangelio: somos libres en el servir; nos encontramos plenamente en la medida en la que nos donamos; poseemos la vida si la perdemos (cfr Mc 8,35)».

«¿Pero cómo se explica esta paradoja?» preguntaba retóricamente Francisco. «La respuesta del apóstol es tan sencilla como comprometedora: «mediante el amor» (Gal 5,13). Es el amor de Cristo que nos ha liberado y aún es el amor que nos libera de la peor esclavitud, la del nuestro yo; por eso la libertad crece con el amor. Pero atención: no con el amor intimístico, de telenovela, no con la pasión que busca simplemente lo que nos apetece y nos gusta, sino con el amor que vemos en Cristo, la caridad: este es el amor verdaderamente libre y liberador. Es el amor que brilla en el servicio gratuito, modelado sobre el de Jesús, que lava los pies a sus discípulos y dice: «Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros» (Jn 13,15)».

«Para Pablo la libertad no es “hacer lo que me apetece y me gusta”. Este tipo de libertad, sin un fin y sin referencias, sería una libertad vacía. Y de hecho deja el vacío dentro: cuántas veces, después de haber seguido solo el instinto, nos damos cuenta de quedar con un gran vacío dentro y haber usado mal el tesoro de nuestra libertad, la belleza de poder elegir el verdadero bien para nosotros y para los otros. Solo esta libertad es plena, concreta, y nos inserta en la vida real de cada día».

«En otra carta, la primera a los Corintios, el apóstol responde a quien sostiene una idea equivocada de libertad. «Todo es lícito», dicen estos. «Mas no todo es conveniente», responde Pablo. «Todo es lícito» – «Más no todo edifica», responde el apóstol. Y añade: «Que nadie procure su propio interés, sino el de los demás» (1 Cor 10,23-24). A quien está tentado de reducir la libertad solo a los propios gustos, Pablo le pone delante de la exigencia del amor. La libertad guiada por el amor es la única que hace libres a los otros y a nosotros mismos, que sabe escuchar sin imponer, que sabe querer sin forzar, que edifica y no destruye, que no explota a los demás para su propia conveniencia y les hace el bien sin buscar su propio beneficio. En resumen, si la libertad no está al servicio del bien corre el riesgo de ser estéril y no dar fruto. Sin embargo, la libertad animada por el amor conduce hacia los pobres, reconociendo en sus rostros el de Cristo. Por eso el servicio de los unos hacia los otros permite a Pablo, escribiendo a los Gálatas, subrayar algo de ninguna manera secundaria: hablando de la libertad que le dieron los otros apóstoles para evangelizar, subraya que le aconsejaron solo una cosa: acordarse de los pobres (cfr Gal 2,10)».

«Sabemos sin embargo que una de las concepciones modernas más difundidas sobre la libertad es esta: “mi libertad termina donde empieza la tuya”. ¡Pero aquí falta la relación! Es una visión individualista. Sin embargo, quien ha recibido el don de la liberación obrada por Jesús no puede pensar que la libertad consiste en el estar lejos de los otros, sintiéndoles como molestias, no puede ver el ser humano encaramado en sí mismo, sino siempre incluido en una comunidad. La dimensión social es fundamental para los cristianos, y les consiente mirar al bien común y no al interés privado».

«Sobre todo en este momento histórico», concluía el Papa, «necesitamos redescubrir la dimensión comunitaria, no individualista, de la libertad: la pandemia nos ha enseñado que necesitamos los unos de los otros, pero no basta con saberlo, es necesario elegirlo cada día concretamente. Decimos y creemos que los otros no son un obstáculo a mi libertad, sino la posibilidad para realizarla plenamente. Porque nuestra libertad nace del amor de Dios y crece en la caridad».

Un particular suceso ocurrió cuando, durante la audiencia, un niño subió al estrado del Aula Pablo VI y se aproximó para saludar al Papa. El Pontífice, como acostumbra a hacer en estas ocasiones, le animó a quedarse sentado en una silla junto a él. El niño parecía interesarse por el solideo de Francisco. Finalmente, tras un rato en el estrado, bajó de nuevo a su sitio.

Teología del siglo XX

Jean Mouroux y el Sentido cristiano del hombre (1943)

La obra de Jean Mouroux Sentido cristiano del hombre, original y panorámica, supuso un gran avance en la exposición de la imagen cristiana del ser humano, contribuyó a Gaudium et spes, y mantiene su vigencia e interés.

Juan Luis Lorda·20 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 8 minutos

Jean Mouroux firmó el prólogo de este libro en Dijon, el 3 de octubre de 1943. Probablemente lo hizo en el seminario donde se formó, fue profesor muchos años (1928-1967) y murió (1973). Prácticamente su vida entera estuvo dedicada al seminario, salvo una licenciatura en letras de dos años en Lyon, que fueron para él muy enriquecedores porque conoció a De Lubac y estableció una duradera relación. De hecho, este libro, como otros suyos, fue publicado en la colección Théologie (Aubier) que dirigían los jesuitas de Fourvière, con el número 6. Fue traducido al castellano y reeditado por Palabra (Madrid 2001), edición que usamos. 

La fecha merece también atención, porque en 1943 Francia estaba ocupada por las tropas alemanas y en plena guerra mundial. Pero Jean Mouroux, como De Lubac y otros, estaba convencido de que el remedio más profundo de aquella terrible crisis era la renovación cristiana. Y eso le dio ánimo para trabajar. 

Una obra consistente

Desde su puesto de profesor de seminario de una ciudad “de provincias” (como se dice todavía en París), supo crear una obra consistente. Escogiendo bien las lecturas y procurándose lo mejor (también con el consejo de De Lubac), preparando muy bien las clases y escribiendo con estupendo estilo y una sorprendente capacidad de síntesis. En él se combinaron un trabajo esforzado y perseverante, un indudable talento teológico, y también un profundo amor al Señor que se transparenta en sus obras.

Sentido cristiano del hombre es el primero y más importante de los ocho libros que escribió. Pero otros también son “importantes” porque afrontan temas centrales, fueron muy leídos y siguen siendo inspiradores: Creo en ti. Estructura personal de la fe (1949), La experiencia cristiana (1952), El misterio del tiempo (1962) y La libertad cristiana (1968), que desarrolla temas ya tratados en Sentido cristiano

Sentido cristiano del hombre (1943)

Lo primero que se puede decir de este libro es que, en realidad, no existía nada parecido. Es una novedosa y feliz idea cristiana del ser humano. Tiene un doble mérito; integra muchos materiales que podríamos llamar “personalistas”, que estaban surgiendo entonces, y les da un orden natural. 

Supuso un auténtico salto de calidad y no ha perdido interés. Cuando se estaba confeccionando Gaudium et spes, y se quería describir la idea cristiana del ser humano, era el libro más completo de referencia. Y, de hecho, le llamaron a colaborar, aunque su ya débil salud solo le permitió una corta estancia en Roma (1965). 

“En torno a nosotros existe la convicción de que el cristianismo es una doctrina extraña al hombre y sus problemas, impotente ante lo trágico de su condición, sin interés por su miseria y su grandeza. Las páginas que siguen querrían demostrar que el misterio cristiano brota únicamente de la amistad divina con el hombre, que explica perfectamente su miseria y su grandeza, que es capaz de curar sus heridas y de salvarle divinizándole” (p. 21). 

Tiene diez capítulos, divididos en tres partes: valores temporales (I), valores carnales (II) y valores espirituales (III). Valores temporales se refiere a la inserción del ser humano en lo temporal (también en la ciudad temporal y el mundo humano) y a su lugar en un maravilloso universo que es creación divina. Valores carnales (aunque en castellano han preferido traducir por “corporales”) son los valores del propio cuerpo con sus grandezas y miserias, y con el admirable y definitivo hecho de la Encarnación. En Valores espirituales, recorre tres dimensiones del espíritu humano: ser persona (un ser personal), tener libertad (con sus miserias y grandezas) y realizarse en el amor (con la perfección de la caridad). Estupenda arquitectura.

Valores temporales 

Lo primero que llama la atención es la conciencia positiva que tiene Mouroux hacia lo temporal como lugar de realización de la vocación humana: “¿Cuál es la actitud del cristiano frente a esta realidad maravillosa? La respuesta parece muy sencilla: aceptación gozosa y colaboración entusiasta” (32)… que no significa ingenua, precisamente porque el cristiano sabe que hay pecado. Es un amor “positivo” (34), “orientado” (37) con el debido orden de valores, y, con la ayuda de Dios, “redentor” (42). El cristiano debe procurar mirar las cosas de este mundo “con ojos puros, usarlas con voluntad recta y reorientarlas a Dios por la adoración y el agradecimiento” (43). 

Por su parte, el universo es “un inmenso libro vital e inagotable donde las cosas se nos manifiestan y nos manifiestan a Dios” (48). El ser humano forma con la naturaleza un todo orgánico y, al mismo tiempo, “solo él puede con plena conciencia, con el conocimiento y el amor, llevar el mundo hacia Dios, dándole gloria” (51). Pero esto se realiza en la “ambigüedad trágica” (52) que el pecado ha insertado en la relación del hombre con la naturaleza. El último punto trata del “Perfeccionamiento del mundo por la acción cristiana”, y es paralelo al capítulo 3 de la primera parte de Gaudium et spes (1965).

Valores “carnales” 

De entrada, hay que partir de “La dignidad del cuerpo”, creado por Dios. Pero “pocos temas causan más equívocos, aun entre los cristianos […]. Podemos afirmar de él las cosas más contradictorias” (73). Se propone estudiar la grandeza y miseria del cuerpo humano “mostrando que Cristo vino para curar su miseria y exaltar su dignidad” (73). Por cierto que el esquema grandeza-miseria es un evidente eco de los Pensamientos de Pascal. 

El cuerpo, positivamente, es instrumento del alma, medio con el que se expresa y comunica, y forma con ella la plenitud de la persona, que no puede concebirse sin él. Y ese es el sentido cristiano de la resurrección final de los cuerpos, anticipada en Cristo, primicia, promesa y medio.

Ciertamente, la huella del pecado produce una disfunción, que se expresa en resistencia, dificultad para la vida espiritual y la relación: “El cuerpo también es un velo. Es opaco. Dos almas nunca pueden comprenderse directamente” (98). Y se plantea el conflicto entre la carne y el espíritu: “El cuerpo, además de resistente y opaco, es una materia peligrosa” (102). Cuerpo y espíritu están hechos para vivir en unidad, pero también contrastan por naturaleza y combaten por el pecado: “El cuerpo humano no es ahora el cuerpo que Dios quiso. Es un cuerpo herido y derrotado como el hombre mismo” (114). Estas curiosas disfunciones, naturales y por el pecado, se manifiestan sobre todo en la afectividad. Pero, en la economía de la salvación, la misma situación insatisfactoria, huella del pecado, se convierte en itinerario de salvación, dando un sentido nuevo a la miseria corporal.

Al encarnarse, el Señor muestra el valor del cuerpo y su destino. “En su relación a Cristo, el cuerpo humano –misterio de dignidad y de miseria- encuentra su explicación definitiva y su total perfeccionamiento. El cuerpo fue creado para ser asumido por el Verbo de Dios” (119). El Cuerpo de Cristo se convierte, por un lado, en revelación de Dios, medio de expresión que nos llega en nuestro lenguaje y nivel. Y, por otro lado, en medio de redención. No solo en la cruz, sino en toda la actividad humana del Señor. 

“Treinta años de vida mortal ofrecidos de una vez por la salvación del mundo. De este modo, todas las actividades que se realizan por medio del cuerpo constituyen el comienzo de la Redención. El trabajo de carpintero durante la vida oculta, la evangelización de los pobres con su predicación […]. La oración por los caminos…” (126-127).

Esa redención de Cristo de nuestro cuerpo empieza con el Bautismo: “En adelante, el cuerpo purificado, ungido y marcado con la cruz, está consagrado a Dios como una mansión santa, como instrumento valioso, como el compañero del alma, evangelizado y convertido inicialmente […]. Esa consagración es tan real, que manchar el cuerpo directamente por la impureza es una especial profanación” (133). Hay un camino de purificación e identificación con Cristo (también en el cuerpo y en el dolor) que dura toda la vida. Y llega a nuestra resurrección final en Él. 

Valores espirituales

La tercera parte, con sus cinco capítulos, es la mayor y ocupa casi la mitad del libro. Con un hermoso capítulo dedicado a la persona y sus aspectos: espíritu encarnado, subsistente en sí mismo y, al mismo tiempo, abierta a la realidad y a los demás, persona entendida como vocación hacia Dios, pero en el mundo. Estudia también “la persona en su relación con el primero y segundo Adán”, porque la vida cristiana consiste en ese camino de uno al otro, de la situación de creado y caído a la situación de redimido y realizado en Cristo. 

Siguen dos consistentes capítulos dedicados a la libertad humana. El primero estudia la libertad como el acto más característico del espíritu humano, con su implicación de inteligencia y voluntad. Con un sentido último hacia la felicidad y realización humana que el cristiano sabe que están en Dios. Y con las limitaciones que aparecen en la vida real, entre enfermedades y condicionamientos de todo tipo. 

Sobre esa descripción más o menos fenomenológica, la fe cristiana, además de mostrar claramente el sentido de la libertad, descubre su estado de esclavitud, por estar atada por el pecado y necesitada de la gracia. No está impedida para hacer las cosas más normales y “terrenas”, sino precisamente para poder amar a Dios y al prójimo como es nuestra vocación. Necesita la gracia y así se da la libertad cristiana, tan bellamente ilustrada por san Agustín. Estos temas serán ampliados en su libro de 1968 (La libertad cristiana). 

Pero la persona y su libertad resultarían como frustradas si no fuera por otra dimensión, que también es iluminada por la fe cristiana: el amor. Estudia primero el “sentido cristiano del amor”, que puede dirigirse a Dios (amor fontal y origen de todo verdadero amor), a los demás, y ser también amor “nupcial”, con características propias que la fe ilumina. 

Cierra esta tercera parte el capítulo dedicado a la caridad: “Quisiéramos hacer entrever el misterio de la caridad. Y para conseguirlo, descubrir y repensar sus rasgos esenciales, tales como nos lo presenta la palabra de Dios, que es amor” (395).

Se muestra primero como don absoluto (entrega de sí mismo), acto de servicio y obediencia, y de sacrificio; que, después de Dios, se realiza en el auténtico amor fraterno. Además, “la caridad es, a la vez, amor de deseo y amor de entrega […]. Sería atentar contra la condición de creatura querer eliminar la indigencia radical que engendra el deseo o la dignidad sustancial que proporciona la entrega. Sería, al mismo tiempo, ser infiel a las exigencias de esta vocación sobrenatural que nos llama a poseer a Dios y a entregarnos a Él” (331).

Res sacra homo

Así se titula la conclusión: “Cuanto más se profundiza en el hombre, tanto más se nos revela como un ser paradójico, misterioso, y, para decirlo todo, sagrado, ya que sus paradojas y misterios interiores se apoyan siempre sobre una nueva relación con Dios” (339). Se juega mucho en que se conserve el sentido de “sagrado”, subraya Mouroux todavía con la incerteza del desenlace de la II Guerra Mundial. El hombre es un “misterio”, “sumergido en la carne, pero estructurado por el espíritu; inclinado hacia la materia y, al mismo tiempo, atraído por Dios” (340). “Juega su aventura en medio de los remolinos de la carne y el mundo. Este es el drama que todos vivimos” (341). “Lo esencial del ser humano es su relación con Dios; por tanto, su vocación” (342). 

Caído, alterado y redimido. Con una concupiscencia, pero también con una llamada a la Verdad y al Amor. Sagrado por su origen y destino en Dios, sagrado por su salvación en Él. Su caída no es tan grave en el aspecto material o carnal como en el espiritual, en su lejanía de Dios. Por eso, en una cultura materialista quizá no se nota tanto lo que falta cuando su dignidad se rebaja a existir en lo temporal. 

Por contraste, está la maravilla del vivir cristiano en la Trinidad. Así hay una triple dignidad el hombre por su semejanza con Dios (imagen), su vocación a encontrarle y su filiación. “Comprendemos, pues, la estrecha relación que existe entre lo humano y lo sagrado, ya que, efectivamente, lo sagrado no es otra cosa que el más noble apelativo y la más profunda verdad de lo humano” (347). Y esa plena verdad del ser humano y su vocación se ha mostrado especialmente en María. Y alienta en lo mejor de nosotros. 

En España el profesor Juan Alonso le ha dedicado particular atención, prologa el libro que citamos y tiene varios estudios que se pueden encontrar online. En esta serie también le dedicamos a Mouroux un artículo general: Jean Mouroux o la teología desde el seminario.

Mundo

Sigilo de confesión y abusos en Francia

La estimación de más de 200.000 víctimas de abusos de menores por parte del clero en Francia entre 1950 y 2020, ha llevado a miembros del gobierno francés a cuestionar el sigilo sacramental de la confesión. Un sigilo que los obispos defienden como “más fuerte que las leyes de la República”.

Rafael Miner·20 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

El informe de la Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase), compuesta por una veintena de expertos y presidida por Jean Marc Sauvé, ha dictaminado hace unos días que en el país galo 216.000 menores fueron víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes, religiosos y religiosas en un periodo de 70 años (1950-2020).

El estudio ha sido promovido por la Iglesia católica en Francia, y Sauvé ha calificado “las violencias sexuales” como “una bomba de fragmentación en nuestra sociedad”. Inmediatamente, el Papa Francisco manifestó desde Roma su “tristeza y dolor por las víctimas”, añadió que “por desgracia, las cifras son considerables”, sin entrar en detalles, y pidió que “dramas como éste no se repitan”.

Aunque se hubiera producido un solo caso, hay que compartir el dolor, la tristeza, y hasta el asco por este drama de los abusos. Sin embargo, conviene recordar que la cifra es “una estimación estadística”, producto de una investigación del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (Inserm), a partir de una encuesta realizada por Ifop (instituto referente en sondeos y estudios de mercado). Y que solo un 1,25 % de las víctimas se manifestaron a la Ciase. Ahora, la Iglesia en Francia lleva desde 1990 trabajando en la prevención de abusos sexuales, y con mayor intensidad desde 2010.

¿Choque Estado-Iglesia?

El trabajo de la comisión Sauvé y los abusos sexuales en menores de edad en países como Australia, Bélgica, Holanda, Chile, Estados Unidos, Irlanda o Reino Unido, también en España, cometidos o encubiertos por miembros del clero, han producido dos movimientos: 1) por parte de la Iglesia, “tolerancia cero”, con normas y orientaciones para perseguir los delitos y colaborar con las autoridades estatales, emanadas por el Papa Francisco y la Iglesia católica; y 2) por parte de algunas autoriddes administrativas, recomendaciones, e incluso presiones para que los miembros del clero se constituyan en denunciantes obligatorios de estos abusos, vulnerando el sigilo sacramental de la confesión, bajo pena de sanción.

Así lo ha analizado el catedrático Rafael Palomino en Ius Canonicum, quien en 2019 informaba ya de normativas en Australia y otros países que eliminan la protección jurídica del secreto de confesión, y que presagiaban un choque, incluso frontal, entre leyes estatales, y normas canónicas de la Iglesia relativas al sigilo de confesión.

Y esto mismo acaba de suceder en Francia, donde el arzobispo de Reims y presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Éric de Moulins-Beaufort, ha declarado a la emisora France Info que “nos debemos al secreto de confesión y, en ese sentido, éste es más fuerte que las leyes de la República”. Ha faltado tiempo para que el presidente francés, Emmanuel Macron, pidiera explicaciones al arzobispo Eric de Moulins-Beaufort, y el ministro del Interior, Gérald Darmanin (“nada está por encima de las leyes de la República”), le convocara esta semana para aclarar sus palabras.

Para hacerse una idea del perfil del arzobispo Moulins-Beaufort, algunas de sus primeras palabras como presidente de la Conferencia episcopal francesa, en 2019, fueron las siguientes: “Nunca volveremos a la sociedad de aldea de 1965, donde la gente iba a Misa por deber. Hoy día es la búsqueda de placer lo que gobierna las relaciones sociales, y éste es el mundo que debemos evangelizar”.

El sacramento de la confesión

En el fondo de esta polémica, no sólo late un cierto pulso de un Estado de tejido laico con la Iglesia, que tuvo ya un reflejo en las limitaciones de aforo en los templos durante la pandemia, sino quizá un desconocimiento del sacramento de la Penitencia en la fe católica.

Este sacramento fue instituido por Jesucristo cuando la tarde de Pascua se mostró a los apóstoles y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo. A quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos” (Jn 20, 22-23).

Jesús ilustró el perdón de Dios, por ejemplo, con la parábola del hijo pródigo, donde Dios nos espera con los brazos extendidos, aunque no lo merezcamos, como reflejan los conocidos lienzos de Rembrandt o Murillo. Estas son las palabras actuales de la absolución que pronuncia el sacerdote: “Dios, Padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por la muerte y la resurrección de su Hijo y derramó el Espíritu Santo para la remisión de los pecados, te conceda, por el ministerio de la Iglesia, el perdón y la paz. Y yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Es Dios quien perdona, quien no se cansa de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón, dijo el Papa Francisco en su primer Ángelus (2013).

Este encuentro personalísimo con Dios, la confesión, tiene lugar con absoluto sigilo, el denominado sigilo sacramental. Se trata de “un tipo particular de secreto que obliga al confesor a no revelar jamás, por ninguna razón y sin excepción, al penitente ni los pecados que éste le haya manifestado en el sacramento de la confesión”.

El sigilo sacramental es «un tipo particular de secreto que obliga al confesor a no revelar jamás, por ninguna razón y sin excepción, al penitente ni los pecados que éste le haya manifestado en el sacramento de la confesión”.

“Lo que se escucha en el fuero de Dios siempre debe permanecer en el fuero de Dios. Jamás puede haber razón, ni siquiera gravísima, que permita la manifestación en el fuero humano de los pecados que el penitente haya confesado a Dios en el fuero sacramental. Por eso se trata de un secreto inviolable. Y no se trata de una ley humana eclesiástica, sino divina, de tal modo que no puede ser dispensada”, señalan los profesores Otaduy, Viana y Sedano citando la doctrina sobre el sacramento de la Penitencia en el Diccionario General de Derecho Canónico.

Cardenal Piacenza: “Solo para Dios”

El cardenal Mauro Piacenza, Penitenciario Mayor de la Iglesia, ha manifestado recientemente estas mismas ideas: “El penitente no habla al confesor hombre sino a Dios. Tomar posesión de lo que es de Dios sería sacrilegio. Se protege el acceso al mismo sacramento, instituido por Cristo, para ser puerto seguro de salvación para todos los pecadores”.

“Todo cuanto se dice en la confesión, desde el momento en que comienza este acto de culto, con la señal de la cruz, hasta el momento en que termina con la absolución o con la negación de esta, está bajo sigilo absolutamente inviolable”, ha señalado en ACI Stampa. Incluso en el caso específico en que “durante la confesión, un menor revele por ejemplo haber sufrido un abuso, el diálogo debe permanecer siempre, por su naturaleza, bajo sigilo”, ha resaltado el cardenal.

Sin embargo, aclaró, “esto no impide que el confesor recomiende vivamente al mismo menor que denuncie el abuso a sus padres, educadores y a la policía”. Según el cardenal, “el acercamiento a la confesión, por parte de los fieles, podría colapsar si se pierde la confianza en el sigilo, con gravísimo daño para las almas y para toda la obra de la evangelización”.

Argumentos de una controversia

Frente a estas consideraciones, alertar de un caso de pederastia es una “obligación imperiosa” incluso para los sacerdotes, ha argumentado el ministro de Justicia galo, Éric Dupond-Moretti. Y si no lo hace, agregó en la cadena LCI, pueden ser condenados por ello. “Se llama no impedir un crimen o delito”, subrayó.

Sin embargo, en una entrevista concedida a la revista francesa L’Incorrect, citada por Die Tagespost, el obispo de Bayona, Marc Aillet, ha salido al paso de las respuestas de varios ministros, y ha apelado a la esfera religiosa, que está fundamentalmente separada del Estado, que no tiene autoridad sobre la Iglesia.

El sacerdote no tiene la sartén por el mango en esta relación de conciencia de la persona que se dirige a Dios en su petición de perdón. Por lo tanto, no se puede tocar, dice el obispo Aillet. El sacerdote no es el amo en esta relación; es el siervo, el instrumento de esta relación tan especial del hombre con Dios.

El sacerdote no tiene la sartén por el mango en esta relación de conciencia de la persona que se dirige a Dios en su petición de perdón.

Monseñor Aillet ha recordado que la República Francesa ha respetado siempre el secreto de confesión, que “afecta a la libertad de conciencia”. Es el mismo argumento que esgrime el catedrático Rafael Palomino. A su juicio, “es a través del derecho fundamental de libertad religiosa como se puede otorgar un fundamento y también un argumento de peso cara a una eventual valoración, jurisprudencial o de política legislativa, frente a las restricciones estatales que se cifran en el delito de omisión del deber de denuncia de los abusos”.

El obispo Aillet ha destacado, por otra parte, según Die Tagespost, que en una sociedad cada vez más laica, la mayoría de la gente ya no entiende lo que es un hecho religioso: “El informe sobre los abusos crea un revuelo en el que la gente ya no entiende el principio del secreto de confesión, que asocia con la ley del silencio o la del ‘secreto de familia’, y cree que la Iglesia sigue intentando ocultar las cosas, cuando es la Iglesia la que ha encargado este informe”.

Quedan dos cosas por añadir: “la extendida e históricamente demostrada fidelidad del clero católico al sigilo de confesión”, anota Rafael Palomino, y la audiencia del Papa al primer ministro francés, Jean Castex, con su mujer, precisamente este 18 de octubre.

Lecturas del domingo

Comentario a las lecturas del domingo XXX (B): Señor ¡Que vuelva a ver!

Andrea Mardegan comenta las lecturas del XXX domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan / Luis Herrera·20 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Admiraba el color del cielo al amanecer y al atardecer, el centelleo de la luna y las estrellas en la noche, el color de ojos de los seres queridos. Podía mirar a la tierra que pisaba y medía los objetos que trabajaba con sus manos. Luego, la enfermedad ocular progresiva le quitó a Bartimeo colores, perspectiva, belleza de las criaturas. Ya no podía ganarse el pan, se vio obligado a mendigar.

Todo el día sentado al lado de ese camino que va de Jericó a Jerusalén. Escuchando noticias que llegaban a través de la ruta. Oyó hablar de Jesús Nazareno que devolvía la vista a los ciegos, como decían las profecías sobre el Mesías. Su padre Timeo le animaba: “Pasará por aquí para ir a Jerusalén. Ya verás: cita a menudo a Jericó en sus parábolas. Le pedirás que te sane. Es el Hijo de David, el Mesías. Muchos querrán verle y escucharle. No dejes que se te escape “. 

Había desarrollado oídos muy finos. Se da cuenta enseguida de esa multitud que gritaba, y le saltó el corazón: ¿quién viene, quién es? ¡Es Jesús de Nazaret! Bartimeo empieza a gritar con toda la fuerza de esos años de tinieblas. Grita su necesidad, su pobreza unida a la fe en Jesús. En los meses de espera oraba así: “Señor del cielo y de la tierra, me has regalado la vista y me la has quitado, si Es para que sepamos que ha llegado tu Mesías, te prometo que, si me sana, le seguiré hasta el fin del mundo”. Ese deseo otorga una fuerza incontenible a su voz.

Los que rodean a Jesús y se encargan de la seguridad del Maestro dan ordenes a los que se agolpan. Para intentar detener el ruido que hace, lo regañan: estás ciego y habrá una razón, ¡quédate agachado mendigando! No recuerdan que Jesús vino por los pecadores y que devolvió la vista a muchos ciegos. 

Son ellos los primeros ciegos a los que Jesús sana, diciéndoles: llamadle. Ante esas palabras cambian la forma de mirarle e intentan imitar al Maestro: “¡Ánimo!”. Le dicen: “¡Levántate, te llama!”. Esa llamada y la oportunidad de hablar con Jesús lanzan de pie a Bartimeo, de un salto. No importa si echa a volar el manto. Corre hacia Jesús en la noche de sus ojos. Y el Maestro le anticipa: ¿qué quieres que te haga? Para Jesús es importante el deseo y la oración de Bartimeo. Se callan los muchos que le dijeron al ciego que se callara. Bartimeo responde: ¡Maestro mío, que vuelva a ver! Jesús ve la luz de la fe en su corazón y la recompensa. ¡Anda, tu fe te ha salvado! Los ojos del Maestro y su sonrisa son las primeras cosas que miran sus ojos nuevos. Los colores vuelven a brillar. Jesús no le ha invitado a seguirle, le ha dicho: vete, eres libre de volver a vivir tu vida de antaño. Pero Bartimeo, fiel a su promesa, le sigue por la calle lleno de alegría.

La homilía sobre las lecturas del domingo XXX

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

El autorAndrea Mardegan / Luis Herrera

América Latina

Chile: años de decisiones

Ante la proximidad de unas nuevas elecciones para elegir al presidente del país, y la presentación del proyecto de una nueva Constitución, Chile tiene que decidir sobre temas clave para la vida y la sociedad, como la regulación del aborto o de la eutanasia.

Pablo Aguilera·19 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

En Chile han fallecido 37.476 personas por el virus COVID. Se inició el 2020 un masivo programa de vacunación y a finales de septiembre el 74 % de la población ha recibido las dos dosis de la vacuna. El nivel de contagios, de hospitalizados graves y de fallecidos ha disminuido notablemente en los últimos dos meses, lo que ha motivado que el Gobierno rebaje las  medidas restrictivas de trabajo, movimiento, reunión, etc.

A finales de septiembre se cumplieron cuatro años de la promulgación de la ley del aborto en tres causales: enfermedad con riesgo vital de la madre, enfermedad del embrión/feto incompatible con la vida y en caso de violación. En este periodo (septiembre 2017-junio 2021) se realizaron un total de 2.556 abortos en el país.

Lamentablemente, la Cámara de Diputados, también en septiembre, aprobó un proyecto de ley de aborto sin causales hasta la semana 14 de embarazo por estrecho margen: 75 votos contra 68 y 2 abstenciones. Pasará al Senado que, probablemente, lo votará el próximo año.

El año 2016 y 2017 hubo una gran movilización de los obispos y laicos de este país rechazando el aborto en tres causales. También lo rechazaron muchas otras comunidades cristianas. Sorprendentemente, esta vez la Conferencia Episcopal no hizo ninguna declaración sobre este proyecto previo a su votación. Unos pocos obispos católicos hablaron sobre el tema. La Conferencia Episcopal emitió una declaración de rechazo el día después de la aprobación de los diputados.

Es un gran tema sobre el cual los candidatos a la Presidencia de la República han señalado sus posturas. Sólo un candidato, José Antonio Kast, ha manifestado su absoluto rechazo al aborto. Los otros tres candidatos –Gabriel Boric de izquierda, Yasna Provoste de la Democracia Cristiana y Sebastián Sichel de centro derecha- son absolutamente partidarios del aborto libre.

En abril los diputados aprobaron un proyecto de ley que permitiría la eutanasia. Será estudiado y votado por los senadores, probablemente el año próximo. En julio el Senado aprobó un proyecto de “matrimonio” homosexual, que debe ser estudiado y votado por la Cámara de Diputados, seguramente el año 2022.

Como se puede ver, este 2021 ha sido un año nefasto para los valores tradicionales que se han vivido en Chile. Pero no está dicha la última palabra, pues los tres proyectos mencionados deben ser votados por la otra Cámara, que cambiará su composición con las próximas elecciones parlamentarias.

En noviembre próximo se elige al futuro Presidente del país, a la totalidad de los 155 diputados y la mitad de los senadores, es decir 25. Seguramente la elección presidencial requerirá una segunda vuelta en diciembre, en que competirán las dos primeras mayorías.

Desde julio pasado ha comenzado a funcionar la Convención constituyente formada por 155 miembros. Ellos fueron elegidos en elección de mayo pasada. Tienen un plazo máximo de 12 meses para redactar un proyecto de nueva Constitución que debe ser aprobada con 2/3 de sus votos. Sesenta días después (año 2022) sería sometida a plebiscito obligatorio. Si la mayoría de los chilenos la aprueba, el Congreso chileno la promulgará. En cambio, si la mayoría (50 % +1) la rechaza, seguiría vigente la Constitución anterior.

Cada 18 de septiembre Chile celebra su Fiesta nacional. Desde 1811 la Iglesia Católica reza un Te Deum de acción de gracias en todas las diócesis. En la Catedral de Santiago acuden las autoridades civiles del país: el Presidente de la República, presidentes del Senado y Diputados, Corte Suprema, Comandantes en Jefe de instituciones de la Defensa nacional, etc. Desde 1970 se invita también a los representantes de otras confesiones religiosas. En esta ocasión es relevante la homilía que pronuncia el Arzobispo.

Este año el Cardenal Celestino Aós dio gracias a Dios por las muchas cosas buenas que hay en nuestro país, pero también expresó su preocupación por los peligros para la convivencia democrática de los chilenos en un año marcado por antagonismos políticos. En una parte de su homilía expresó: “Damos gracias por todos aquellos que buscan respetar y proteger los valores no negociables: el respeto y la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural, la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, la libertad de los padres para elegir el modelo y el establecimiento de educación de los hijos, la promoción del bien común en todas sus formas y la subsidiariedad del Estado que respeta la autonomía de organizaciones y colabora con ellas.”

España

Mónica Marín: «La misión me transforma día a día»

El próximo domingo, la Iglesia celebra el domingo mundial de las misiones, DOMUND. Una jornada que ha contado, en su presentación, con la participación de Mons. José Luis Mumbiela y la joven Mónica Marín. Ambos, desde diferentes perspectivas y experiencias han destacado que la misión es parte esencial de la Iglesia y que todos los cristianos son misioneros por el propio bautismo.

Maria José Atienza·19 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El DOMUND no es una jornada para apoyar proyectos concretos, es “la jornada en la que los cristianos tomamos consciencia de que la Iglesia universal depende de nosotros”. Así lo ha afirmado José María Calderón, director nacional de OMP en España al comenzar la presentación del DOMUND de este año que celebraremos el próximo domingo 24 de octubre.

Esa vocación universal a la misión en virtud del bautismo recibido ha sido la línea transversal de las intervenciones de los dos testimonios que, este año, han acompañado a Calderón en la presentación de la Jornada.

«El Espíritu Santo actúa antes de que lleguemos»

Mons. José Luis Mumbiela, obispo de Almaty ha comenzado agradeciendo a los españoles su colaboración con las necesidades de la Iglesia en Kazajistán. “esta casa -ha señalado refiriéndose a la sede de Obras Misionales Pontificias- refleja la catolicidad de la Iglesia, porque si la Iglesia católica no tiene dimensión misionera no puede ser católica”.

Mumbiela ha descrito la realidad de la Iglesia en esta zona de Asia central: “somos una Iglesia pobre y pequeña” pero que, a pesar de su falta de medios, también colabora en estas jornadas con la Iglesia universal: “Estas jornadas también se hacen en zonas de misión, esto viene del Bautismo, no es un tema de ayuda de los ricos a los pobres. Forma parte de nuestra vocación cristiana”.

Lo que he visto en Kazajistán, ha narrado Mumbiela “es que el mismo Espíritu Santo que actúa en los países donde la Iglesia esta muy desarrollada actúa allí incluso antes de que llegáramos nosotros” y ha puesto de manifiesto con ejemplos como Dios “mueve ficha antes que nosotros porque quiere estar allí”, como esa mujer tártara que, duante la pandemia recorrió 700 km en bus hasta Almaty con la esperanza de escuchar Misa o personas que piden bautizarse sin haber tenido contacto previo con alguien que les hable de Dios. Con un símil muy actual, Mumbiela señaló que la Iglesia tiene que “llegar antes de la pandemia, no después. Siempre hay virus y tenemos que llegar antes. Porque tenemos la solución, la fe”.

«En la misión he descubierto una manera fresca de ser Iglesia»

Si algo marca la campaña del DOMUND de este año son los testimonios de jóvenes que, de hecho, dan testimonio de lo que han “visto y oído” en diferentes experiencias misioneras” Como ha querido señalar José María Calderón, este año “los protagonistas no son los jóvenes, son los misioneros a través de los ojos de los jóvenes”.

nica Marín ha sido la joven que, en esta presentación, que compartido su experiencia en la misión, fuera y dentro de su ciudad natal, Madrid. “Hay una urgencia y la urgencia es ser Iglesia. Ser consciente para qué has sido bautizado” ha destacado al inicio de sus palabras. Esta joven, ha subrayado que “en el momento que sientes que Jesús cuenta contigo, te sale contar lo que has visto y oído. En la misión he descubierto una manera fresca y diferente de ser Iglesia y transmitir ese mensaje”.

Tras varias experiencias de misión, Mónica creó la asociación JATARI (en quechua “levántate”), con la que pretende facilitar la experiencia misionera en España y fuera de ella a los jóvenes. “De nada sirve irte fuera de misiones si luego en tu día a día no haces nada”, ha destacado, “la misión me transforma día a día y por eso quiero que la gente tenga esa oportunidad”.

2022 año clave para las OMP

Junto a la presentación de la jornada de este año, se han dado a conocer algunos datos de la campaña de la pasada edición.

CartelDomund

José María Calderón no ha querido dejar pasar la oportunidad de agradecer a los españoles su generosidad ya que, a pesar de la crisis y la pandemia, nuestro país aportó 11.105.000 € en la jornada del DOMUND que se destinaron a 504 proyectos, la mayoría de lso cuales, como ha destacado el propio director de OMP España, “se traducen en el fondo ordinario que pone la Iglesia a disposición de los obispos para el mantenimiento de la diócesis”.

En la actualidad, hay unos 7180 misioneros y misioneras españoles en activo. “La Iglesia tiene que apostar por la misión” ha subrayado Calderón “porque la Iglesia nació para la misión”.

Asimismo, el director de OMP ha señalado que el próximo año será muy significativo para la familia de Obras Misionales Pontificias. El próximo 22 de mayo será beatificada Pauline Jariqot, fundadora de la Obra de la Propagación de la Fe y además se celebra el IV centenario de la  creación de la  Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el II centenario de la creación de la Propagación de la Fe por Jariqot,  asó como 100 años de la elevación a Obra Pontificia de Propagación de la Fe, Infancia Misionera y San Pedro Apóstol fueran instituidas como obras misionales pontificias así como, en España, el I centenario de la revista Iluminare.

La familia, clave para la sostenibilidad

Un signo claro de que hay un auténtico deseo de regeneración política debería mostrarse dejando de lado los intereses ideológicos y de partido, para abordar con seriedad los auténticos problemas de una sociedad sostenible, que desea tener futuro.

18 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Acabo de asistir a la IV cumbre internacional sobre Demografía, celebrada en Budapest bajo este sugerente y desafiante título. Nos encontramos en un contexto de invierno demográfico sin precedentes en toda Europa, cuyo trasfondo no está sólo en el cambio de valores en nuestra sociedad, sino también en un claro desajuste en las políticas de empleo femenino y las medidas de conciliación trabajo y familia en todo el continente.

Hay quienes pretenden convencernos de que “lo sostenible es no tener hijos”. Sin embargo, como afirma el Papa Francisco en la encíclica Laudato si’, el crecimiento demográfico es plenamente compatible con un desarrollo integral y solidario; de modo que achacar los problemas de sostenibilidad al aumento de la población y no al consumismo extremo y selectivo de algunos, es un modo de no enfrentar los problemas (n. 50).

La creciente mentalidad consumista de occidente ve en los hijos una complicación a evitar a toda costa, para disfrutar la vida a tope. Los llamados “dinkis” (double income no kids) son creadores de tendencia, mientras las familias con hijos –especialmente si son más de dos- son observadas con aprensión y desconfianza, como si fuesen unos irresponsables. Sin embargo, no son pocas las parejas que desearían tener hijos, pero de hecho no los llegan a tener, o no llegan a tener los que les gustaría. Hemos de preguntarnos por qué se pospone indefinidamente esa decisión y poner en marcha medidas enfocadas a remover esos obstáculos.

No tiene sentido luchar por crear una sociedad mejor, más justa, más humana, si no estamos pensando en quienes puedan habitarla.

Montserrat Gas

Hungría lleva más de una década dando ejemplo de que es posible poner en marcha políticas de familia efectivas, con ayudas reales a la estabilidad de la vida familiar (con interesantes políticas de vivienda y de conciliación entre vida laboral y familiar) y que están logrando un aumento de la natalidad, que es la auténtica vía para la sostenibilidad de una sociedad. Este país ha logrado, según datos del 2020, mejorar los indicadores de empleo y a la vez las tasas de fecundidad alcanzando los 1,55 hijos (en claro contraste con la media española, de 1,18). El secreto en nuestra opinión no es otro que escuchar las necesidades reales de las parejas jóvenes y responder a los motivos del enorme gap entre la fertilidad real y la deseada.

No tiene sentido luchar por crear una sociedad mejor, más justa, más humana, si no estamos pensando en quienes puedan habitarla. Una sociedad sin niños es una sociedad sin futuro. En España, y en la mayor parte de Europa, nuestros gobernantes llevan décadas haciendo caso omiso de esta obviedad. Es muy llamativo que esta creciente tendencia a la infecundidad no haya sido objeto de un análisis riguroso, para poner en marcha políticas públicas eficaces. Un signo claro de que hay un auténtico deseo de regeneración política debería mostrarse dejando de lado los intereses ideológicos y de partido, para abordar con seriedad los auténticos problemas de una sociedad sostenible, que desea tener futuro.

El autorMontserrat Gas Aixendri

Catedrática en la Facultad de Derecho de la Universidad Internacional de Cataluña y directora del Instituto de Estudios Superiores de la Familia. Dirige la Cátedra sobre Solidaridad Intergeneracional en la Familia (Cátedra IsFamily Santander) y la Cátedra Childcare and Family Policies de la Fundación Joaquim Molins Figueras. Es además vicedecana en la Facultad de Derecho de UIC Barcelona.

España

Las diócesis comienzan el camino del sínodo de la escucha

Durante el fin de semana, las Iglesias locales han vivido la apertura de la fase diocesana del sínodo de los obispos que bajo el lema "Por una iglesia Sinodal: comunión, participación y misión” quiere reunir a toda la Iglesia católica, e incluso  quienes no forman parte de ella, para discernir los retos y claves de la Iglesia en este tiempo.

Maria José Atienza·17 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

El conocido como “Sínodo sobre la sinodalidad” ya es una realidad. Este fin de semana, las diócesis españolas, al igual que las del resto del mundo, han celebrado la apertura de la primera fase de este itinerario sinodal que culminará en octubre de 2023, con la celebración en Roma de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.

Escuchar primeramente a Dios

Si hay algo que pueda resumir este proceso sinodal es la escucha. Una actitud que, en primer lugar, ha de ser hacia Dios, como ha señalado Mons. Santiago Gómez, Obispo de Huelva al abrir el sínodo en su diócesis: “Antes de hablar de Dios, tenemos que escuchar su Palabra, aprender como discípulos de la Palabra hecha carne, discípulos del Señor Jesús. Este proceso sinodal nos invita a escucharnos unos a otros, pero antes los discípulos deben escuchar la Palabra. El camino sinodal que emprendemos nos invita a dialogar con todos, pero es preciso partir del diálogo con Dios.

Del mismo modo se expresaba el obispo de Cartagena – Murcia, Mons. Lorca Planes: “El Santo Padre nos pide algo sencillo, reconocer y actualizar nuestra esencia, volver a los orígenes con intensidad y, para esto, es necesario escuchar la Palabra de Dios, porque siempre nos servirá de orientación en la vida; también que oigamos la voz del Espíritu Santo, que nos iluminará para que podamos caminar como hermanos”. También el obispo de Málaga se refirió en la apertura de su diócesis a la necesidad de la renovación “bajo la acción del Espíritu y la escucha de la Palabra».

Por su parte, Mons. Carlos Escribano, Arzobispo de Zaragoza destacaba que “Nuestra tarea es descubrir que Jesús camina a nuestro lado. Hemos de ser expertos en el encuentro: dar espacio a la adoración. El camino sinodal solo será tal, si nos encontramos con Cristo y, con él, con nuestros hermanos”.

El bautismo: fuente de nuestra comunión y participación

Otro de los signos de este Sínodo quiere ser la comunión. Un acento que fue subrayado por Mons. Demetrio Fernández que pidió a los fieles trabajar unidos y en comunión “para participar todos en la construcción de la Iglesia y en el testimonio que la Iglesia está llamada a dar en el mundo”. De manera análoga, Mons. Sainz Meneses, arzobispo de Sevilla señalaba que “en virtud de nuestro Bautismo todos estamos llamados a participar activamente en la vida de la Iglesia. Todos estamos invitados a la oración, al encuentro, al diálogo, a escucharnos unos a otros, de modo que podamos captar los impulsos del Espíritu Santo, que viene en nuestra ayuda para guiar nuestros esfuerzos humanos, y nos lleva a una comunión más profunda y a una misión más eficaz en el mundo”.

También a la unidad se refería el cardenal arzobispo de Madrid que señalaba que “Para toda la Iglesia el punto de partida no puede ser otro que el Bautismo, que es nuestro manantial de vida; con ministerios y carismas diversos, todos estamos llamados a participar en la vida y en la misión de la Iglesia”. Asimismo, mons. Osoro recordó que, con este sínodo “no estamos abriendo un parlamento ni tampoco vamos a hacer un sondeo de opiniones”, sino que “toda la Iglesia universal se pone en camino» y, a través de cada Iglesia particular, inicia una consulta en la que el primer protagonista es el Espíritu Santo”.

Apertura en la diócesis de Cartagena

Esta idea marcó varias de las homilías de los obispos en esta apertura, como la del arzobispo de Tarragona que subrayó que » Como afirmaba el Papa Francisco, el Sínodo no es un parlamento, ni tampoco un sondeo de opiniones. Es más bien un momento eclesial. El método sinodal nos invita a hacer de este Sínodo una magnífica ocasión de diálogo profundo, de escucha humilde, de discernimiento sincero de los signos de los tiempos, donde el sujeto real sea, porque lo es, todo el pueblo santo de Dios”. También mons. Barrio Barrio  quiso destacar que este sínodo es una búsqueda de la verdad, que implica reconocer y apreciar la riqueza y la variedad de los dones y de los carismas; y que ha de servir para regenerar las relaciones cristianas  con grupos sociales y comunidades de otras confesiones y religiones.

El apoyo de la Conferencia Episcopal

Una vez abierta esta primera fase del sínodo, antes del 31 de marzo del próximo año, las diócesis tendrán que enviar sus conclusiones a la Conferencia Episcopal que coordinará la elaboración de una síntesis de las aportaciones, en la que participarán también el responsable de la Conferencia Episcopal para el proceso sinodal y su equipo, así como los representantes elegidos para participar en la Asamblea General Ordinaria del Sínodo en Roma, una vez ratificados por el Santo Padre. Esta síntesis se enviará a la Secretaría General del Sínodo junto a las aportaciones de cada una de las Iglesias particulares.

La Conferencia Episcopal Española ha habilitado un espacio web de información sobre el camino sinodal y en el que se pueden encontrar los documentos relativos al proceso, preguntas y respuestas, actividades y agenda, etc. Una de las citas previstas en esta primera fase, desde la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida de la Conferencia Episcopal es la ponencia que el subsecretario del Sínodo de los obispos, el agustino español Mons. Luis Marín de San Martín, ofrecerá el sábado 23 de octubre de 10.30 a 13.30 h. y que se podrá seguir de manera online.

Familia

“Mi hijo con síndrome de Down y leucemia transforma los corazones”

Teresa Robles, madre de familia numerosa con siete hijos, el último, José María, con síndrome de Down y leucemia, y otro hijo con TEA, Ignacio, gestiona en Instagram la cuenta @ponundownentuvida, con más de 40.000 seguidores. Conversa con Omnes del efecto transformador de las personas con este síndrome, y de cuando las fuerzas flaquean.

Rafael Miner·17 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 10 minutos

Cada año en octubre tiene lugar el mes de concienciación sobre el síndrome de Down, con el fin de dirigir la mirada de la sociedad hacia las personas con este síndrome, haciendo visibles su dignidad y sus capacidades.

Omnes ha ido dando cada vez más espacio a estas personas, a los trisómicos, con varios reportajes sobre el padre de la genética moderna, Jerôme Lejeune, el último en marzo.

Hoy entrevistamos a Mª Teresa Robles, madre de familia numerosa, con siete hijos. José María es el último, nació con síndrome de Down y tiene, además, leucemia con un grave problema inmunológico. Teresa habla del efecto transformador de su hijo, de los niños con síndrome de Down y de cómo “hay que transformar la sociedad para llegar a los médicos”.

Fundadora de la asociación Juntos contra el Cáncer Infantil (JCCI), Teresa es conocida por su cuenta en Instagram @ponundownentuvida, que tiene la friolera de más de 40.000 seguidores. Y cuenta anécdotas. Por ejemplo, dos chicas musulmanas “que iban a rezar por José María porque rezaban al mismo Dios, porque lo estamos pidiendo al mismo Dios. Eso me emocionó mucho”. Teresa habla del poder de la oración, “que se nota físicamente”, de “mejor red social, la Comunión de los Santos”, de su marido y de sus hijos, del Opus Dei.

̶ Antes de hablar de José María, coméntenos algo de Ignacio…

Tenemos otro hijo con discapacidad, el cuarto, Ignacio, con una discapacidad intelectual ligera, que tiene además TEA, trastorno del espectro autista. A veces son más difíciles de ver estos niños. Son los grandes olvidados, porque físicamente no se les ve, como sucede con un niño con síndrome de Down, y se les entiende menos. A veces se sufre más con ellos que con una persona que tiene síndrome de Down.

̶ ¿Cómo está ahora José María? Su batalla contra la leucemia…

Ahora mismo está estable. Estamos en un tratamiento experimental, desde 2018, y le funciona mal el sistema autoinmune. Él no tiene defensas en lo vírico, no las genera.  Nos han enseñado a poner en casa una vez a la semana las gammaglobulinas, las defensas suyas. Una vez al mes tenemos que ir a que le hagan analítica y pruebas. Y luego hay que retocar la parte inmunológica para ir dándole las necesidades que tiene  ese sistema autoinmune. Le atienden en el Hospital del Niño Jesús el tema oncológico, y en La Paz, lo inmunológico.

̶ Teresa, has hablado alguna vez del poder transformador de José María. ¿Puedes explicarlo?

Yo le llamo el efecto José María. Es un efecto brutal el que tiene, y pienso que lo tienen todas las personas que tienen síndrome de Down. Cuando estamos alrededor, sin crear violencia, sin violentar a nadie, sin juzgar, ellos van transformando los corazones, van transformando sus miradas, y con ello sus corazones.

Voy a poner un ejemplo. Íbamos de camino al hospital, por la parte de atrás, por donde solemos entrar los de oncología, para no encontrarnos con mucha gente. Y salían los coches y los camiones de reparto. Y venía uno muy deprisa para ser una zona de hospital por donde pasa gente. Yo le miré con cara de ‘asesina’, él me miró con cara de ‘asesino’ [se ríe M. Teresa al contarlo], nos retamos con la mirada, y de repente me di cuenta que miraba a José María, y a este señor se le transformó la cara.

José María estaba sonriéndole de oreja a oreja, y saludándole, como si fuera lo más importante del mundo. Le hizo muchísima gracia, igual que a mí. Le transformó por completo, le saludó, bajó la ventanilla. El niño se fue tan contento, y el señor se fue tan contento. Y pensé: ¡qué tío!, nos ha cambiado por completo la mañana. Estábamos enfadados cada uno por nuestro lado, y nos fuimos tan contentos. Transformó su mañana y transformó la mía. Nos alegró el día. No hay nada como empezar el día alegre. Es un efecto que generan a nuestro alrededor.

Sin violentar a nadie, sin juzgar, ellos van transformando los corazones, van transformando sus miradas, y con ello sus corazones.

Mª Teresa Robles

̶ Cómo va esa cuenta en Instagram? ¿Cómo surgió?

La verdad es que nunca me habían interesado las redes sociales. Cuando José María recayó, había dos posibilidades: Ir a paliativos o un trasplante de médula. Los paliativos ya se conocen, y el trasplante de médula nos aconsejaban no cogerlo, porque no iba a encontrar un donante cien por cien compatible, recaería, si lo conseguía iba a morir en el trasplante, y la muerte es muy cruenta. Todo iba a ser muy doloroso.

Nosotros apostamos por la vida. Nos dimos cuenta de que en el trasfondo había algunos pensamientos del estilo: «ya ha vivido suficiente, ya hemos hecho suficiente, al ser una persona con síndrome de Down no vamos a hacerle sufrir más»… No había maldad en lo que se dejaba traslucir, pero sí apreciamos poco valor por la vida de una persona con discapacidad. Nos animaron varias veces, y nos dijeron que si fuera su hijo iría a paliativos, que no le haría sufrir más. Pero nosotros dijimos que sí a la vida y apostamos por ella otra vez. El «no» ya lo tenemos. Si vamos a paliativos, en dos meses se muere, si vamos a trasplante le acompañaremos en su camino, y veremos qué quiere Dios.

En esa situación, esa noche, pensé: ¿qué puedo hacer yo en esta situación? ¿Qué podemos hacer? Vamos a empezar un trasplante de médula, pero nadie cree en él. Y se me ocurrió que, para transformar la sociedad, que es en lo que estamos siempre, la sociedad se tiene que hacer cargo de lo que le pasa a José María, los médicos también. Creo que hay que cambiar la sociedad para llegar a los médicos. Éste era uno de mis fines. Y el segundo, conseguir médula para José María, médula para todos, porque la operación de médula es universal, no es para una persona.

̶ Y se terminó llamando @ponundownentuvida…

Entonces pensé «voy a lanzarlo en las redes, y cuanta más gente haya»… Nos dijeron que iba a ser casi imposible que encontráramos un donante. Entonces me acordé de unas palabras de una hija mía, que iba detrás de mí para que abriera una cuenta en Instagram, y pensé: es el momento de hacerlo. Mi hija me dijo: «mamá, descárgate la aplicación», y yo «¿Y qué nombre le pongo?» Y mi hija comentó: «mamá, te pasas todo el día diciendo que si quieres ser feliz pon un Down en tu vida». Y dije «es verdad», pues @Ponundownentuvida.

Abrí la cuenta, la gente se volcó, fue el año (2017) en que más donaciones ha habido en no sé cuánto tiempo, tuvieron que abrir los horarios de los hospitales donde se dona médula porque no daban abasto. José María comenzó con el cáncer en el 16, en el 17 tuvo la recaída, en septiembre empezamos lo de la médula, nos dijeron que encontraron múltiples donantes cien por cien compatibles (según ellos era imposible), aunque no pudieron decirnos cuántos, pero insistieron en lo de “múltiples”.

Entonces, José María se hizo resistente para recibirla. Para el trasplante de médula, tiene que estar limpia la médula, y te dan quimioterapia. Y las células de José María eran tan listas que se hicieran resistentes a la quimioterapia. Y nos dijeron que no podía ir a trasplante. Pero ya tenía yo un ejército rezando en Instagram, por lo menos había diez mil personas (ahora son más de 40.000).  

̶ ¿Sabe algo de ese ejército que reza?

Imaginemos diez mil personas en algún sitio. ¡Son muchas! No las reúno en el salón de mi casa. Pues todas rezando. Incluso hay gente que nos escribía: mira, no soy católico, no creo en Dios, pero yo rezaba de pequeño, pero voy a rezar todas las noches por tu hijo, a ese Dios en el que tú crees. En la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que convoca el Papa en enero, me escribieron dos chicas musulmanas para decirme que, como era el mismo Dios, iban a rezar por José María porque rezaban al mismo Dios, porque lo estamos pidiendo al mismo Dios. Eso me emocionó mucho.

Y a los pocos días, mientras asimilábamos la noticia, porque todavía no lo habíamos contado en casa, porque no teníamos fuerzas, la oncóloga nos dijo que había un ensayo clínico en Barcelona, que no sabemos cómo va a funcionar. Está funcionando muy bien, pero José María sería el primer niño con síndrome de Down en Europa que lo recibiría, no sabemos cómo va a ir, pero… Y dijimos: ¿Dónde hay que firmar? Nos trasladamos a Barcelona, estuvimos dos meses viviendo allí, y recibiendo el tratamiento, que fue muy duro, estuvo en la UCI unos días, y nos vinimos a Madrid con el tratamiento, y un seguimiento con el que tenemos que ir una vez al año a Barcelona. El seguimiento del día a día nos lo hacen aquí, en el Niño Jesús. Pero le dan toda la información al Hospital Sant Joan de Déu, En Barcelona estuvo muy grave unos días, pero salió adelante, le hizo efecto el tratamiento, y llevamos tres años de regalo.

Me escribieron dos chicas musulmanas para decirme que iban a rezar por José María porque rezaban al mismo Dios

Mª Teresa Robles

̶ Esto es muy personal. ¿Cómo te ha ayudado la fe cristiana, católica, y el mensaje del Opus Dei? ¿De dónde salen las fuerzas?

Te voy a contar lo que pasa en un proceso tan grande, como es el proceso oncológico de un hijo. Cuando es un hijo el que se juega la vida, es antinatural. Las fuerzas flaquean muchas veces. Hay muchos picos, cuando te van dando malas noticias, buenas noticias. Las malas noticias son quemar cartuchos, una posibilidad menos de que tu hijo sobreviva. Claro, eso es muy difícil de asumir. Soy una persona de fe, tengo la suerte…, eso es un regalo, yo me doy cuenta en este proceso que era un regalo que Dios me daba, no es algo que tú hagas, bueno, yo voy a tener fe, sino que es algo que Dios te da porque le da la gana.

̶ Es un don, un regalo.

Sí. Pero nunca te das más cuenta como cuando verdaderamente la necesitas. En todo ese proceso, Dios era mi sostén, pero durante muchos momentos, yo no podía ni rezar, ni rezar. Tengo la suerte de ser de la Obra, y entonces mi grupo, mi familia en el Opus Dei me dijo, cuando les comenté que no me sale rezar: tú no te preocupes, ya rezamos nosotras por ti. Eso me emociona. En ese momento, me sentí en familia, me sentí querida, y sentí verdaderamente ese poder de la oración.

Es verdad que yo a lo mejor no era capaz de rezar en esos momentos. Cuando pedía a la gente por favor por redes sociales que rezaran por mí, cuando me dijeron que no podía ir al trasplante, fue uno de los momentos más duros de mi vida. Yo pensé: mi hijo se muere. Ya no puedo hacer nada más. Ya he hecho todo lo que podía, los médicos también. En ese momento que crees que te mueres, allí mismo puse un mensaje: puse a rezar a todo el mundo, a mis grupos de whatsapp, de Instagram, a todo el mundo. La gente se volcó tanto, que yo al rato noté una fuerza sobrehumana. ¿Somos supermujeres? No, el poder de la oración se nota físicamente. Hay momentos en que lo sientes no solo moralmente, sino también físicamente. Esto te hace levantarse, salir adelante, y con fuerzas renovadas.

Es verdad que todos tenemos como un león que tenemos dentro, que hemos nacido para luchar. Y es verdad que tus fuerzas se multiplican por dos cuando las pones en el Señor. Esto es una realidad y una ventaja que tenemos sobre el resto. Esto lo he vivido yo en mis carnes, y lo he experimentado físicamente.

Algunos que no creen en Dios luchan como yo, como leonas, pero es verdad que me parece más sencillo a mí cuando Dios me lleva, cuando lo pongo todo en Él. Muchas veces yo no he tenido ni capacidad para rezar. Yo esto lo digo porque hay gente que se agobia pensando que no puede rezar y, si no rezo, Dios no va a curar a mi hijo. No hay problema. Hay mucha gente que ya reza por ti. Dios no está mirando a ver cuándo no rezas.

La mejor red social es la Comunión de los Santos. La mayor y mejor red social. Lo digo allá donde voy. La gente tiene que seguir oyéndolo, lo que significa la Comunión de los Santos, es una pasada.

̶ Quizá ha llegado el momento de hablar de otras personas de tu familia. Los hermanos de José María…

Cuando existe un proceso oncológico de un hermano, la familia se vuelca. Normalmente, lo que hay es mucho miedo, pero también mucho dolor y mucho sufrimiento, que cada uno experimenta de una manera absolutamente distinta. Y además hay que ser muy delicado con cada uno, porque puede haber incomprensión por cómo se expresa alguien de la familia en ese dolor. Pienso que hay que respetar mucho, y hay que quererse mucho en esos momentos, para dejar que cada uno se exprese de la manera que necesita.

Mi marido. A ver. Yo he estado de secretaria de mi hijo en las redes sociales. Yo no soy la protagonista. Siempre digo que soy la secretaria de una cuenta numerosa ahora mismo, con más de 40.000 seguidores [en Instagram], y doy conferencias, pero porque hablo de mi hijo, no es algo personal.

En la familia hay que ser muy delicado con cada uno, porque puede haber incomprensión por cómo se expresa alguien de la familia en ese dolor

Mª Teresa Robles

̶ Eres la portavoz…

Ahora lo llaman community manager. Soy la secretaria, como se decía antes. La misión de José María es cambiar la mirada de la gente, cambiar los corazones de las personas. Hacer un mundo mejor. Y yo lo único que hago es trasladarlo.

̶ Tu marido.

El papel de mi marido es fundamental, porque si mi marido no estuviera detrás, yo no podría estar llevando la cuenta ni haciendo lo que estoy haciendo. Es verdad que él no tenía ni la fuerza ni las ganas para llevar eso; es una realidad, no todos estamos en el mismo papel en la familia. Creo que cada uno tiene su papel y todos son importantísimos. Mi marido es una pieza clave en la recuperación de mi hijo, Mi hijo adora a su padre. Es verdad que a lo mejor no le nombro tanto, porque a él no le gusta. Hay que respetarlo. Le saco en las imágenes, porque es un ejemplo, y yo me enorgullezco de su papel como padre y como marido. Él no es un activista de la cuenta, porque no le atraen las redes sociales, pero ve el bien que se hace y lo apoya al cien por cien.

Vuestros hijos sufren…

Mis hijos han sufrido mucho. Pensábamos que lo teníamos todo dominado, porque siempre había uno en casa. Cuando yo estaba en el hospital, mi marido estaba aquí, y viceversa. Pero la realidad es que estábamos poco, porque lógicamente estábamos mucho en el hospital, y el que estaba aquí, con la cabeza allí. Aunque pensábamos que estábamos al tanto, en realidad han vivido dos años haciéndose cargo de ellos mismos y de la casa. Luego hay que recuperar esos hijos, sanar esas heridas que tiene cada uno, y limpiar hasta que salga el pus. E ir dando esa forma de familia que tiene el resto de la gente. Y eso es difícil, lleva un tiempo, una dedicación, mucho cariño, mucha paciencia.

̶ Dos años de pandemia. ¿Habéis pasado el virus?

Lo pasé yo, muy grave, y luego mi hijo José María en la UCI también. José María no se pierde una [dice con buen humor].

¿Querrías añadir alguna cosa?

Sí. Enseguida comienzo la dirección de un programa de radio para la discapacidad, en Radio María. Se llama ‘Dale la vuelta’, y es un programa sobre las discapacidades. Empiezo el día 25, a ver si sirve. Será los lunes a las 11,00 de la mañana, pero cada quince días.

La misión de José María es cambiar la mirada de la gente, cambiar los corazones de las personas. Hacer un mundo mejor. Yo lo único que hago es trasladarlo.

Mª Teresa Robles
Cultura

Un buen vino es como una oración de alabanza dirigida a Dios

Monjes benedictinos franceses de la abadía de Santa Magdalena del Barroux, en tierras de la Provenza-Alpes-Costa Azul, se han aliado con viticultores de la zona para producir los vinos Via Caritatis, con hondo significado. La pandemia les ha afectado notablemente, y piden ayuda.

Rafael Miner·16 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

Como señala el presidente de Academia del Vino de Francia, Jean-Robert Pitte, la historia del buen vino en la Europa cristiana está profundamente ligada a la vida monástica. “Desde la Alta Media, las comunidades han querido rendir homenaje a Dios a través del esplendor y la delicadeza de su vino, así como a través de la arquitectura, el canto litúrgico, la caligrafía y la iluminación”.

La Abadía de Barroux, benedictina, es una de las pocas comunidades monásticas francesas que han elegido la viticultura como trabajo manual. “Es el espíritu de caridad el que está en el origen de estos vinos, en la medida en que los monjes se dieron cuenta de las dificultades que tenían los viticultores de la región; y movidos por un espíritu de caridad, en el sentido del ‘ágape’ evangélico, acudieron en ayuda de los viticultores”, explica en esta entrevista con Omnes el director de Desarrollo de Via Caritatis, Gabriel Teissier. Sin embargo, la pandemia ha afectado negativamente a la actividad de Via Caritatis, que está lanzando una operación de venta especial, añade Teissier.

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Jean Robert Pitte se refiere al episodio evangélico de las bodas de Caná, y escribe: “Como demostró en Caná, Jesús amaba el buen vino hasta el punto de convertirlo el día antes de su muerte, junto al pan, en una de las especies de la Eucaristía. Las innumerables referencias a la vid y al vino que marcan la Biblia demuestran bastante que un buen vino es como una oración de alabanza dirigida a Dios”.

“Esta es la razón”, añade, “por la que ‘Moines du Barroux’ decidió unir sus fuerzas con los viticultores de Caritatis y excelentes profesionales para hacer avanzar sus vinos y participar en la marcha hacia la excelencia de la hermosa denominación Ventoux. Sus magníficos terruños de altura permiten la elaboración de vinos nobles y vivos”.

Gabriel Teissier habla con Omnes sobre la historia de estos viñedos papales en su origen, el espíritu de caridad que envuelve a los vinos Via Caritatis (“Dios eligió el vino como signo de su amor por los hombres”), y la ayuda que buscan para salir adelante y apoyar a los viticultores.

̶  ¿Cómo y cuándo los monjes de la abadía de Santa Magdalena de Barroux eligieron la viticultura como trabajo manual?

La historia se remonta a 1309, cuando el Papa Clemente V decidió plantar el primer viñedo papal, en la abadía benedictina de Groseau, en las laderas del Mont Ventoux. Los monjes ceden su abadía al Papa y se establecen en la vecina abadía de Sainte Madeleine.

En 1970, más de 600 años después, los monjes benedictinos regresaron a la región y reconstruyeron una abadía de Saint Madeleine en Barroux, muy cerca de la antigua abadía.

Dom Gérard, el fundador de la abadía de Barroux, quería que los monjes tuvieran una vida arraigada en el trabajo de la tierra. Por lo tanto, compraron tierras agrícolas alrededor de la nueva abadía y comenzaron a cultivarlas. Los principales cultivos de la región son la vid y el olivo, los monjes se convirtieron en viticultores pero también cultivaron aceitunas e hicieron un molino para hacer aceite.

Fieles a la tradición de los viñedos monásticos, los monjes cultivan sus viñedos con mucho mimo y desarrollan una gran experiencia. En 1986, las monjas se trasladaron a Barroux, cerca del monasterio de hombres, y se hicieron cargo de una finca vinícola. Sus tierras completan el dominio monástico con terruños muy cualitativos.

La historia se remonta a 1309, cuando el Papa Clemente V decidió plantar el primer viñedo papal, en la abadía benedictina de Groseau

Gabriel Teissier. Director de desarrollo de Via Caritatis

Después de 40 años de trabajo de ‘alta costura’, los monjes lograron revelar el potencial excepcional de su terruño de altura. Muchos amantes del vino les piden que aumenten su producción y desarrollen su distribución.

̶  Luego se han unido a los viticultores vecinos…

via caritatis1

En efecto. Al mismo tiempo, los monjes son testigos de las grandes dificultades de los viticultores vecinos que comparten los mismos terruños de montaña que ellos, y que a menudo realizan trabajos de muy alta calidad pero que no pueden ganarse la vida bien con su trabajo debido a los costes de producción altos y precios de venta bajos para los vinos de la denominación Ventoux.

Entonces, los monjes sugieren a los viticultores vecinos que se unan para hacer grandes vinos juntos, bajo la dirección de Philippe Cambie, nombrado mejor enólogo del mundo en 2010 por Robert Parker. Esto son los vinos Via Caritatis.

̶  ¿Por qué han elegido el espíritu de caridad como mensaje de los vinos Caritatis? Es algo hermoso.

Es el espíritu de caridad el que está en el origen de estos vinos, en la medida en que los monjes, como decimos, se dieron cuenta de las dificultades que padecían los viticultores de la región. Y movidos por un espíritu de caridad, en el sentido del ágape’ evangélico, acudieron en ayuda de los viticultores.

San Juan en su primera carta, dice: “Si veo a mi hermano necesitado y le cierro las entrañas, ¿cómo sería el amor de Dios en mí?” (cf. 1 Juan 3,17). La caridad viene de Dios, Dios es caridad. Y al contemplar la bondad de Dios todos los días en la oración, los monjes naturalmente querían hacerla brillar a su alrededor.

Más allá de los frutos de la propia vid, transformados en vinos de alta calidad, los monjes ven verdaderos frutos de conversión en el corazón de los hombres. El mensaje de la Caridad es también el símbolo mismo del vino. De hecho, Dios eligió el vino como signo de su amor por los hombres.

Los monjes se dieron cuenta de las dificultades que padecían los viticultores de la región y acudieron en su ayuda

Gabriel Teissier. Director de desarrollo de Via Caritatis

̶  Los monjes quieren ayudar a las personas y comunidades que han padecido la pandemia del Covid 19 y buscan potenciar la actividad de Via Caritatis.  ¿Es cierto?

La actividad de Via Caritatis se ha visto particularmente afectada por la pandemia, y más particularmente por los largos periodos de confinamiento, que han desacelerado drásticamente las ventas.

Por ello, hemos lanzamos una “operación de venta especial”, con el fin de permitirnos compensar todas las ventas que no se pudieron realizar debido a los numerosos confinamientos, en particular a los restaurantes que estaban cerrados, y que constituyen la mayoría de nuestros clientes.

Esta operación aún está en curso, y necesitamos la ayuda de todos para apoyar este proyecto que combina excelencia y caridad. Pueden ver este video, por ejemplo, en francés, y también en inglés.

̶  ¿Puede hablarnos de los vinos? ¿Exportan ustedes a otros mercados?

Nuestros vinos son típicos del valle del Ródano, con mucha fruta crujiente y golosa, y variedades de uva típicas del valle del Ródano Sur como Grenache, Syrah o Cardigan para los tintos o Clairette y La Rousanne en blanc, pero también tiene mucha frescura debido a la altitud de nuestro viñedo. Esta frescura es realmente característica de nuestro terruño a pesar de que estamos a pocos kilómetros de Gigondas y Châteauneuf-du-Pape.

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Exportamos vinos a casi todos los continentes, especialmente a Europa, Estados Unidos e incluso a Asia. Por otro lado, todavía estamos escasamente representados en España y en los países de Sudamérica. Por lo tanto, ¡buscamos buenos importadores en estas regiones para promover los vinos de la caridad!

Concluimos la conversación con Gabriel Teissier, director de Desarrollo de Via Caritatis. En su mensaje institucional, subrayan que “los vinos Caritatis quieren ser embajadores de los mejor que tienen la historia, el vino y el terruño de la Provenza. Sobre todo, quieren participar en la difusión de un Espíritu de Caridad que es la verdadera tierra de su nacimiento”.

Como dice Amaury Bertier, del área de administración, “desgraciadamente no tenemos vendedor en España, pero si su artículo puede suscitar vocaciones, ¡sería una bendición! Si alguien desea adquirir vinos ahora, puede pasar por la website del monasterio”.

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Las Hermandades y Cofradías ¿reliquias del pasado?

Las hermandades tienen entre sus fines la formación de sus hermanos, dar culto a Dios, promover la caridad y mejorar la sociedad, santificándola desde dentro,

16 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Hay quien opina que las hermandades son anacrónicas, reliquias del pasado que sólo interesan a algunos católicos, quizás los menos cultivados, y que su interés no pasa de ser puramente etnográfico o como reclamo turístico.

Quienes así opinan parten de una premisa incorrecta, la consideración de las hermandades como entidades encargadas exclusivamente de organizar unos desfiles procesionales más o menos espectaculares, acompañados por devotos – algunos piensan que “figurantes”- extrañamente ataviados, con hachones encendidos. Pero las hermandades no tienen esa misión, son asociaciones públicas de fieles de la Iglesia Católica, que les encomienda, entre otros fines, la formación de sus hermanos o asociados, dar culto a Dios, promover la caridad y mejorar la sociedad, santificándola desde dentro, porque los asociados a las hermandades, los hermanos, son la sociedad, forman parte de ella.

Centrar el análisis de las hermandades sólo en las procesiones, actos de culto exterior y público, es reductivo y lleva a conclusiones falsas. Todos los fines de las hermandades son indispensables y se apoyan unos en otros formando un conjunto indivisible.

El propósito de las hermandades es colaborar en la misión de la Iglesia, que se concreta en dar gloria a Dios, en sus cultos; que Cristo reine, santificando la sociedad; edificar la Iglesia, evangelizando.

Los buenos internistas saben que lo primero que deben hacer es reconocer al paciente e identificar los síntomas que presenta para, en base a ellos, establecer un diagnóstico y a continuación proponer el tratamiento adecuado. Con palabras más precisas lo explicaba Francisco en su discurso al Parlamento Europeo: «Es importante no quedarse en lo anecdótico; atacar las causas, no los síntomas. Ser conscientes de la propia identidad para dialogar en modo propositivo». Así es como deben proceder las hermandades en su afán de mejora de la sociedad, que hoy presenta síntomas de una enfermedad que puede poner en peligro nuestra libertad. Se trata de identificar los síntomas, establecer el diagnóstico e iniciar el tratamiento.

Entre esos síntomas está la manipulación del lenguaje, con la convicción de que al cambiar el nombre de las realidades éstas se transforman; las microutopías, que sustituyen la gran utopía de la lucha de clases por la de colectivos identitarios con su particular lista de reivindicaciones; la cultura woke, en permanente alerta a supuestas discriminaciones raciales o sociales; la posverdad, nueva forma de denominar a lo que siempre se ha llamado mentira; la cultura de la cancelación, que lleva a excluir e ignorar a quienes no se pliegan al pensamiento políticamente correcto, aquel que se expresa en forma tal que no implique rechazo a ningún colectivo, lo que lleva a la autocensura. Todo esto conduce a la construcción de nuevos marcos mentales de interpretación de la realidad que terminan siendo profundamente totalitarios.

Lo que en principio son tendencias o propuestas culturales luego pasan al ámbito político y de ahí al legislativo, completando así el ciclo de la enfermedad, el diagnóstico: relativismo, que no reconoce nada como absoluto y deja al yo y sus caprichos como última medida, impidiendo así la posibilidad de delimitar unos valores comunes sobre los que construir la convivencia. El relativismo es la crisis de la verdad al considerar que el ser humano no es capaz de conocerla; pero si es la verdad la que nos hace libres, la imposibilidad de conocer la verdad hace al hombre esclavo.

Una vez diagnosticada vamos al tratamiento, que está contenido en la misión de las hermandades. La celebración de los cultos para dar gloria a Dios suele estar bastante cuidada en las hermandades. Ahora hay que centrar esfuerzos en que Cristo reine, en la santificación desde dentro de la sociedad, en construir una sociedad de personas libres, capaces de orientar su propia existencia, de elegir y querer el Bien, de descubrir el sentido más profundo de la libertad, que es contemplar a Dios, la Verdad, entrando así en posesión de la Belleza.

Esta no es una tarea corporativa, de la hermandad, sino de los hermanos, personas libres, obrando cada uno bajo su personal responsabilidad. La hermandad debe facilitar formación para que cada uno viva esa libertad que sostiene en la fortaleza en la Fe, seguridad en la Esperanza y constancia en la Caridad.

Las procesiones son algo más que un espectáculo. El Crucificado en la calle es pregón de amor y libertad: «Cuando en el Calvario le gritaban “si eres Hijo de Dios baja de la Cruz”, Cristo demostró su libertad precisamente permaneciendo en aquel patíbulo para cumplir a fondo la voluntad misericordiosa del Padre» (B.XVI).

Esos son los mimbres para analizar las hermandades, que no son anacrónicas sino que resultan esenciales para recuperar la sociedad.

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

Con el Papa de los 33 días

De cara a la beatificación de Juan Pablo I, el autor recuerda un episodio de su primera audiencia general que adelantaría la actitud que quería adoptar en su pontificado, y que marcó de alguna manera el de su sucesor, Juan Pablo II.

15 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Por esas pequeñas coincidencias de la vida, tuve la suerte de estar presente en la primera audiencia de Juan Pablo I, el Papa de los «33 días» que pronto será beatificado. Pasé el mes de agosto de 1978 en Roma y así pude estar presente en los funerales de San Pablo VI, fallecido el 6 de ese mes, y en el anuncio de la elección de Albino Luciani, que tuvo lugar el mismo 26 de agosto.

La actividad en la que participé terminó a principios de septiembre, por lo que pude acudir a la primera Audiencia General, que se celebró el 6 de septiembre. Aunque su pontificado duró muy poco, dejó claro que, entre otras muchas cosas, sería necesario dar a la figura del Papa una dimensión más cercana al pueblo. Este fue el camino, ya emprendido por Pablo VI y Juan XXIII, que luego adoptó con fuerza Juan Pablo II.

El papa Juan Pablo I camina en el Vaticano en 1978. El papa Francisco ha reconocido un milagro atribuido a la intercesión del papa Juan Pablo I, abriendo el camino para su beatificación. (Foto de archivo CNS/L’Osservatore Romano)

El hecho sorprendente fue la repentina decisión de llamar a un niño, un monaguillo, para que dialogara con él. La decisión fue repentina y el proceso, como suele ocurrir con los niños, no se desarrolló según los cánones esperados. El Papa, como todo buen sacerdote, hizo preguntas al niño, esperando la respuesta obvia que le permitiera continuar el discurso según sus expectativas. Pero no fue así.

«Me dicen», dijo, «que aquí hay monaguillos de Malta. Venga uno, por favor… Los monaguillos de Malta, que durante un mes sirvieron en San Pedro. Entonces, ¿cómo te llamas? – James. – James. Y, escucha, ¿has estado alguna vez enfermo, tú? – No. – Ah, ¿nunca? – No. – ¿Nunca has estado enfermo? – No. – ¿Ni siquiera fiebre? – No. – ¡Oh, qué suerte!».

El niño, tal vez emocionado, dijo que nunca había estado enfermo en su vida, y el Papa, nada turbado, bromeó al respecto y siguió sin resentirse.

Parece poco, pero fue una revolución. Todos comprendimos que, con la elección del «padre Luciani», Dios quería no sólo «estar» más cerca de los hombres, sino también «parecerlo».

El autorMauro Leonardi

Sacerdote y escritor.

Cultura

Francisco Garfias. Por los caminos del alma

Tuvo su momento de esplendor en la lírica española: la segunda mitad del siglo XX, ahora, a propósito del centenario de su nacimiento, se le reivindica como un poeta fundamental español, de enorme e intenso aliento poético, capaz de convertir su experiencia literaria en un modo de acercamiento a Dios.

Carmelo Guillén·15 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Según se ha puesto de manifiesto en múltiples ocasiones por quienes lo trataron, Francisco Garfias fue un hombre bondadoso, accesible, nada altivo. Además, gozó en vida de una reputación lírica admirable, descollando con una poesía muy abierta a temas de lo más variados. 

Toda poesía busca a Dios

Sin embargo, su verso más hondo, aquel en el que alcanzó su mejor nivel literario, siempre lo marcó su relación con Dios. De hecho, quienes han conocido y difundido la lírica religiosa del siglo XX, lo han tenido presente en sus trabajos, incluida la propia Ernestina de Champourcín, quien en la tercera edición de su mítica recopilación —Dios en la poesía actual—, editada por la Biblioteca de Autores Cristianos (la BAC), no quiso prescindir de él, un poeta que, ya en la Antología de poesía religiosa de Leopoldo de Luis, dejó muy clara su poética: “Si la poesía no es religiosa, no es poesía. Toda poesía (directísima o indirectísimamente) busca a Dios”. Una idea que, aunque es muy común en muchos autores, en Garfias posee visos de falsilla o hilo conductor en su trayectoria vital y creativa, incluso en su primer libro veinteañero, Caminos interiores, en el que revela una constante orientación escrutadora que, en lo sucesivo, lo va a caracterizar, pero que, sobre todo, se dejará ver de manera notoria en sus tres poemarios más inspirados: La duda, Escribo soledad y Doble elegía

En su afán indagatorio, la presencia de Dios se vislumbra como un pálpito continuo que lo mantiene en ascuas frente a los interrogantes vitales. Así, en su primer libro, el más emblemático de todos, La duda, las citas iniciales de san Pablo y de Unamuno respectivamente dejan constancia de su marcada sed de divinidad y evidencian que la suya es una poesía repleta de preguntas, de hondos desasosiegos encarnados en aquellos sobrecogedores versos en los que expresa su batalla más viva, tras darse cuenta de que su fe de niño se le escapa como el agua: “Ahora, por el valle palpitante / de la memoria, manos, ojos, frente / buscan el rostro aquel, la zarza ardida. Pero el agua no está”, con lo cual se descubre que: “De pronto, sin que nadie lo advirtiera, / sin preceder un grito ni un relámpago, / esta otra luz me ha roto la alegría. / Se me ha secado el gozo. Se me ha / nublado la esperanza. / Súbitamente, manos, ojos, frente, / corazón y silencio / se han quedado sin Dios”. Y es que en ese equilibrio entre la fe (una luz) y la razón (otra luz), parece como si Dios desapareciera de su vida. Es, pues, por tanto una fe pensada la que traza la existencia personal de Garfias; una fe pensada que se desenvuelve en un “cruce subterráneo / que va y viene, Señor, a ti, de ti” y que tiene como síntesis de todo su pensamiento religioso los versos que cierran La duda: “Tengo un miedo indecible a que se vuelva / mi fe de espaldas. Tengo un miedo horrible. / Horrible, os lo aseguro. / Y por mi noche desbocada busco, / vuelvo a buscar, repito la llamada, / tropiezo en Dios, levanto sus banderas, / lucho y caigo vencido en su regazo. / Es ese Dios que ahora / tiene el tamaño de mi duda”.

Tono tensional y confiado

Aunque pueda dar la impresión de que su poesía se queda ahí, en la incertidumbre, en la perplejidad, en una manera agónica de entender la realidad, y, al fin y al cabo, sea la de una persona que busca a Dios entre la niebla, en el decir de Antonio Machado, tiene de positivo que en ningún momento se vuelve incrédula o cae en un desarraigo profundo, sino que se desarrolla permanentemente en un tono tensional, sobre todo porque el poeta, recurriendo a imágenes poéticas de su tiempo —la del “perro”, por ejemplo, estaba ya en Hijos de la ira, de Dámaso Alonso— expresa sus más auténticas congojas interiores tal cual se pueden leer en Ramo dolorido, un significativo soneto que vale la pena reproducir: “Porque me hieres, creo en Ti. Te amo / porque eres una sombra vacilante. / Te busco por errante y discordante. / Porque no me contestas, yo te llamo. / Yo, herido perro junto a Ti. Tú, el Amo. / Yo, el desconcierto y el interrogante. / Tú, el aguafiestas, el desconcertante. / Yo, ramo dolorido, ardiente ramo. / Tú, látigo pendiente en mi crujía. / Escozor en los ojos que me encelas. / Sal viva por mi pecho sin bonanza. / Oh, dueño de mi ser y mi agonía. / Cristo, asido a mi cruz, a las candelas / de mi fe, de mi amor y mi esperanza”. Y, al tiempo que tensional, es poesía que surge de una decidida confianza en Dios, de un enorme deseo de esclarecer la situación interior en la que, con frecuencia, se halla el poeta. Como anuncia el salmo 130, la de Garfias es poesía que nace de lo hondo, como un grito, en perseverante petición de gracia. De ese modo se entiende que convierta sus versos en un reclamo constante cuando implora el favor divino: “Dame tu mano Tú si todavía / estás en mis asombros derramado” o que insista sensatamente en alcanzar la luz de la fe, más que nunca “cuando la luz se va”

Tras La duda (1971), el poeta publica Escribo soledad (1974), dedicado a su hermana; su gran confidente, que acababa de morir. Tanto en uno como en otro libro, Garfias presenta un deje lírico y oracional que, como apuntábamos al principio, constituye junto a Doble elegía (1983), lo más inspirado de su producción poética. Una cita de san Agustín lo abre: “Al final es siempre la soledad, pero tras la soledad está Dios”, y, a continuación, se genera un ramillete de composiciones de sabor familiar en el que tiene cabida tanto la mirada de la madre, su otra confidente, siempre atenta a las actuaciones de sus hijos, como el reencuentro con su infancia y con su pueblo, Moguer. Frente a estos afectos —en especial, el de su madre y el de su hermana— “la respuesta, al fin, vuelvo a encontrarla / en el amor, definitivamente”. 

Apertura a otras realidades

“Que no descanse el caudaloso río, / la paloma de amor, la luz, el cántico” son versos que preludian el final de ese proceso interior. A partir de aquí, la obra poética de Garfias —siempre dentro de una destreza y fluidez inigualables—, se hace menos clamorosa, menos pasional, más sosegada, más proclive a la celebración de paisajes contemplativos hallados en la pintura o en lugares concretos del territorio español. Será poesía que mira hacia fuera de sí mismo, de esa que deja de escudriñar en los laberintos inextricables en los que hasta entonces el poeta se veía envuelto, y se abre a otras realidades aparentemente menos perturbadoras. Eso sí, seguirá teniendo la fuerza emocional y poética de quien se ha dejado la vida —como escribía Garfias en uno de sus primeros poemas publicados— por los caminos del alma.

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Doctoras tiene la Iglesia

Santa Teresa de Jesús, Santa Catalina de Siena, Santa Teresa de Lisieux y Santa Hildegarda de Bingen son las cuatro mujeres doctoras de un total de 36 que componen la lista completa de quienes han sido reconocidos como “eminentes maestros de la fe para los fieles de todos los tiempos”.

15 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

En esta fiesta de Santa Teresa de Jesús viene bien recordar que fue San Pablo VI quien la proclamó doctora de la Iglesia en 1970, siendo la primera mujer en ser distinguida con este título por la Iglesia Católica. Luego (solo una semana después) vendrían Santa Catalina de Siena y, más adelante, Santa Teresa de Lisieux (1997); y Santa Hildegarda de Bingen (2012).

Son cuatro, por tanto, las mujeres doctoras de un total de 36 que componen la lista completa de quienes han sido reconocidos como “eminentes maestros de la fe para los fieles de todos los tiempos”.

En su homilía con motivo del doctorado de la santa de Ávila, el papa Montini incidía en la particularidad de dicho acontecimiento, la primera mujer proclamada doctora lo era «no sin recordar las severas palabras de San Pablo: “Las mujeres cállense en las asambleas” (1 Cor 14, 34), lo cual quiere decir incluso hoy que la mujer no está destinada a tener en la Iglesia funciones jerárquicas de magisterio y de ministerio. ¿Se habrá violado entonces el precepto apostólico? Podemos responder con claridad: no. Realmente no se trata de un título que comporte funciones jerárquicas de magisterio, pero a la vez debemos señalar que este hecho no supone en ningún modo un menosprecio de la sublime misión de la mujer en el seno del Pueblo de Dios. Por el contrario, ella, al ser incorporada a la Iglesia por el bautismo, participa del sacerdocio común de los fieles, que la capacita y la obliga a «confesar delante de los hombres la fe que recibió de Dios mediante la Iglesia» (Lumen gentium 2, 11). Y en esa confesión de fe muchas mujeres han llegado a las cimas más elevadas».

Fue también Pablo VI quien, unos años antes, en 1965, y curiosamente también tal día como hoy, fiesta de Santa Teresa de Jesús, instituyó el Sínodo de los Obispos mediante el motu proprio “Apostolica Sollicitudo”. Era una forma de perpetuar el torrente de gracia que había sido el Concilio Vaticano II, dotando así a la Iglesia de un órgano permanente de consulta que hiciese pervivir el espíritu conciliar.

Este mismo espíritu aleteará este fin de semana durante la apertura en todas nuestras diócesis de la fase diocesana del Sínodo de los Obispos 2021, un sínodo dedicado precisamente a la sinodalidad, y que, a lo largo de tres años nos hará caminar juntos en este “proceso de sanación guiado por el Espíritu”, como el Papa Francisco lo ha definido, en el que intentaremos librarnos de lo que es mundano y de nuestras cerrazones, e interrogarnos sobre lo que Dios quiere de nosotros. Será un proceso en el que la voz de las mujeres será más escuchada que nunca. No solo porque en esta ocasión contemos con una mujer subsecretaria del Sínodo de los Obispos, la religiosa francesa Nathalie Becquart; no solo porque contemos con la española María Luisa Berzosa como consultora de la Secretaría General del Sínodo; no solo porque otra española, la teóloga seglar Cristina Inogés, fuera elegida para dirigir la reflexión previa a las palabras del Papa en la apertura del Sínodo –con un discurso, por cierto, audaz y lleno de amor a la Iglesia–sino porque este Sínodo ha abierto su consulta, de forma capilar, a todo el Pueblo de Dios y son las mujeres las que lo componen en su mayor parte.  

Necesitamos oír a las mujeres. Si quiere ser fiel al mandato de Jesús, la Iglesia necesita escuchar al Espíritu que habla a través de cada bautizado, “cuando ya no hay judío y griego, esclavo y libre, hombre y mujer porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Ga 3, 27-28).

La recuperación de una presencia femenina más incisiva en el ámbito eclesial será un camino largo, pero, como Santa Teresa nos enseñó, “la paciencia, todo lo alcanza”. ¡Y doctoras tiene la Iglesia!

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Actualidad

Leopoldo Abadía y Joan Folch hablarán sobre conexión inter-generacional

¿Cómo nos relacionamos los mayores y los jóvenes? ¿Tenemos, realmente, conceptos de la vida tan diferentes? ¿Hablamos el mismo idioma? Este es el tema que centrará el encuentro Omnes - CARF del próximo miércoles 20 de octubre.

Maria José Atienza·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

En España hay unos 9,5 millones de personas mayores de 65 años, es decir, el 20% de la población. De ellas, más de dos millones viven solas. Junto a esta realidad, encontramos una población juvenil que se comunica, principalmente a través de la tecnología.

Si en todas las generaciones ha habido saltos de comunicación, en los últimos años, esta brecha parece haberse vuelto abismal.

¿Cómo nos relacionamos los mayores y los jóvenes? ¿Tenemos, realmente, conceptos de la vida tan diferentes? ¿Es posible la llamada conexión intergeneracional? ¿Hablamos el mismo idioma?

Estas cuestiones serán algunas de las que aborden, en un interesante, y seguro ameno diálogo Leopoldo Abadía y Joan Folch. El encuentro, organizado por Omnes y la Fundación Centro Académico Romano será retransmitido por YouTube en directo el próximo miércoles 20 de octubre a partir de las 19:30 h.

Leopoldo Abadía

Leopoldo Abadía, nacido en Zaragoza, 88 años de edad, lleva casado con su mujer 61 años y es padre de 12 hijos, abuelo de 49 nietos y bisabuelo. Escritor, economista y doctor ingeniero industrial.

Joan Folch

Joan Folch, 22 años de edad, estudiante de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra e influencer, con decenas de miles de seguidores en instagram.

Vaticano

La farmacia papal de Roma

Rome Reports·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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La “Antigua Farmacia Pesci” es testigo de la historia de Roma desde 1552. Esta farmacia, situada en la Plaza Trevi nació hace casi 500 años por orden papal como una especiería, una farmacia antigua para las personas pobres que se encontraban en esta zona.

Cultura

Kiko Argüello y David Shlomo Rosen, «honoris causa» de la Universidad Francisco de Vitoria

Este reconocimiento, que otorga la Universidad Francisco de Vitoria, pretende poner en valor la contribución que estas dos personalidades cristiana y judía, han hecho en el campo del diálogo entre ambas religiones.

Maria José Atienza·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Francisco José Gómez de Argüello y el Rabino David Shlomo Rosen serán investidos como doctores honoris causa el próximo lunes, 25 de octubre, en un acto solemne que tendrá lugar en la Universidad Francisco de Vitoria. La Universidad quiere reconocer, con esta investidura la aportación al diálogo entre judíos y cristianos de los nuevos doctores. Argüello yShlomo Rosen «han puesto su amistad al servicio del bien y la belleza» señala la nota en la que se ha dado a conocer esta investidura.

Entre otras cosas, se destaca el trabajo conjunto que dio lugar a la sinfonía “El sufrimiento de los inocentes”, compuesta por el propio Argüello para rendir un emocionante homenaje a los inocentes de la Shoah, e interpretada en 2012 en el Avery Fisher Hall de Nueva York ante los principales representantes de la comunidad judía internacional

Los nuevos doctores «honoris causa»

Kiko Argüello es el iniciador, junto a Carmen Hernández del Camino Neocatecumenal en 1964, una de las realidades de la Iglesia católica más importantes surgidas en el último siglo. También es pintor, escritor arquitecto, escultor y músico. En la actualidad, el Camino cuenta con más de 21000 comunidades y más de un millón de miembros presentes en 135 naciones de los cinco continentes y está adquiriendo una especial presencia y relevancia en el mundo universitario al que ha aportado cientos de profesores.

En 1993 Juan Pablo II lo nombró consultor del Pontificio Consejo para los Laicos, y lo confirmó durante el resto de su pontificado. Igual decisión tomaron los papas Benedicto XVI y Francisco, este último en 2014. A esto se une su nombramiento como consultor del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización en 2011 y auditor de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos («La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana») en 2012.

El Rabino David Rosen, actual director internacional de Asuntos Interreligiosos del Comité Judío Americano es uno de los líderes judíos más destacados en esta materia. Fue Gran Rabino de Irlanda y Rabino Mayor de la mayor congregación judía ortodoxa de Sudáfrica. En noviembre de 2005, el Papa Benedicto XVI le nombró Caballero de la Orden de San Gregorio Magno por su contribución a la promoción de la reconciliación entre católicos y judíos.

Entre otros premios, en 2016, el Arzobispo de Canterbury le otorgó el Premio Hubert Walter de Reconciliación y Cooperación Interreligiosa “por su compromiso y contribución al trabajo de las relaciones interreligiosas, en particular, las religiones judía y católica”.

Vocaciones

Sacerdotes santos: san Juan Bosco

Un gran pedagogo, un gran maestro de la vida espiritual y el apóstol de la devoción a María Auxilium Christianorum. La vida y el legado de de san Juan Bosco es una guía para miles de personas en la actualidad.

Manuel Belda·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Su vida

San Juan Bosco nació el 16 de agosto de 1815 en Castelnuovo de Asti, una pequeña población cercana a Turín, en una familia de campesinos, pobre y muy cristiana. Su padre falleció cuando él tenía menos de dos años, por lo que su educación corrió exclusivamente a cargo de su santa madre, Margarita Occhiena.

El 30 de octubre de 1835 entró en el Seminario de Chieri. Fué ordenado sacerdote el 5 de junio de 1841 en Turín, donde ejerció su ministerio sacerdotal en las cárceles, en las calles y en los lugares de trabajo. Pronto reunió en torno a sí a un grupo de jóvenes, a los que puso bajo el patrocinio de san Francisco de Sales. En 1846 alquiló un local en Valdocco, zona periférica al norte de Turín, que constituyó el primer núcleo estable de su labor con los jóvenes.

San Juan Bosco entendió con claridad que, cuando nacía el nuevo mundo industrial, la juventud tenía que estar preparada para la vida, no sólo moralmente, sino también profesionalmente, por lo que fundó las primeras escuelas profesionales y sucesivamente otras numerosas escuelas. El 28 de diciembre de 1859, con 17 jóvenes, fundó la Sociedad de san Francisco de Sales, por lo que a sus miembros se les denomina “Salesianos”. Sus Constituciones fueron aprobadas definitivamente por la Santa Sede el 3 de abril de 1874. El 5 de agosto de 1872 fundó la rama femenina, la Congregación de las “Hijas de María Auxiliadora”.

Murió el 31 de enero de 1888, a la edad de 72 años. Fué beatificado por Pío XI el 2 de junio de 1929, y canonizado por el mismo Papa el 1 de abril de 1934. El 24 de mayo de 1989 fue proclamado Patrón de los jóvenes, por san Juan Pablo II.

Sus obras

San Juan Bosco escribió muchas obras, pero no tratados sistemáticos, sino más bien de carácter pastoral, movido siempre por las circunstancias por las que atravesaba su vida y su apostolado. Se pueden clasificar en los siguientes géneros: escritos pedagógicos, de entretenimiento, teatrales, hagiográficos, biográficos, autobiográficos, de instrucción religiosa, de oración, documentos de gobierno y epistolario.

Sus enseñanzas

San Juan Bosco fue ante todo un gran pedagogo, que propugnó en sus escuelas el llamado “sistema preventivo”, que consistía en prevenir las faltas, en una época en que el sistema educativo era todavía “represivo”, consistente en reprimir y castigar los errores cometidos por los alumnos.

Además de ello, fue un gran maestro de la vida espiritual, que basaba en una sólida piedad sacramental. La frecuencia en recibir los sacramentos constituye un elemento imprescindible en su pedagogía para encaminar a los jóvenes hacia la santidad, y es la clave de su proyecto educativo: la Comunión y la Confesión frecuentes, la Misa cotidiana.

Enseñaba que la Comunión frecuente en muy recomendable, porque la Eucaristía es al mismo tiempo medicina y alimento del alma: «Dicen algunos que para comulgar frecuentemente hay que ser santos. No es verdad. Esto es un engaño. La Comunión es para quien desea hacerse santo, no para los santos; las medicinas se dan a los enfermos, el alimento se da a los débiles». La Comunión, por tanto, es necesaria para todos los cristianos: «Todos tienen necesidad de la Comunión: los buenos para mantenerse buenos, los malos para hacerse buenos: y así, jóvenes, adquiriréis la verdadera sabiduría que viene del Señor».

San Juan Bosco insistía mucho en la necesidad de la oración mental. Un recuerdo personal del beato Felipe Rinaldi, que en 1922 llegó a ser el Rector Mayor de la Sociedad Salesiana, y que trató a su fundador durante los últimos años de la vida de éste, demuestra la importancia que daba a la meditación: «Acercándome a confesarme con él durante el último mes de su vida, le dije: “No debe cansarse, no debe hablar, hablaré yo; usted me dirá al final sólo una palabra”. El buen Padre, después de escucharme me dijo una sola palabra: ¡Meditación!. No añadió más, ninguna explicación o comentario. Una sola palabra: ¡Meditación! Pero esa palabra valía para mí más que un largo discurso».

La espiritualidad de san Juan Bosco era eminentemente mariana. Decía que, junto a la Sagrada Comunión, María es la otra columna sobre la que se apoya el mundo. También afirmaba: «María Santísima es la fundadora y la que sostiene nuestras obras». Por ello dispuso colocar la imagen de la Virgen en todos los rincones de las casas salesianas, para que se la invocase y se la honrase come inspiradora y protectora de la Sociedad Salesiana. Él no dudaba en decir y en asegurar: «El multiplicarse y extenderse de la Sociedad Salesiana se puede decir que se debe a María Santísima».

San Juan Bosco fue el apóstol de la devoción a María Auxilium Christianorum, pero acabó por preferir a este título el de María Auxiliadora. En diciembre de 1862 comunicó su decisión de erigir una iglesia en Turín bajo al advocación de María Auxiliadora, cuya primera piedra se puso el 27 de abril de 1865.

Sin embargo, en su lecho de muerte no es la invocación “Auxiliadora” la que surgió de sus labios, sino la de “Madre”, pues falleció diciendo: «In manus tuas, Domine, commendo spiritum meum…Madre…Madre, abridme las puertas del Paraíso».

Zoom

Brasil celebra la fiesta de Aparecida

Fieles devotos encienden velas en la celebración de la fiesta de Nuestra Señora de Aparecida, patrona de Brasil, en la Basílica del Santuario Nacional de Nuestra Señora de Aparecida en São Paulo, el 12 de octubre de 2021.

David Fernández Alonso·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vocaciones

“En Angola, la Iglesia ayuda a reconstruir un país tras años de guerra»

Gracias a una beca de Centro Académico Romano Fundación, este sacerdote angoleño puede estudiar Comunicación Institucional en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma.

Espacio patrocinado·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El padre Queirós Figueras nació en Angola hace 42 años. Estudia Comunicación Institucional en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma. De niño padeció los sufrimientos de la guerra en su país. Y como sacerdote, ha visto el desastre en términos de pobreza y falta de desarrollo. «Desafortunadamente, los casi treinta años de conflicto militar han provocado, en Angola, no sólo víctimas y refugiados, sino también pérdidas de capital físico y económico», afirma.

Como la mayoría de los niños de su generación, tuvo que huir de la guerra. “Nací en un pueblo llamado Utende, en el municipio de Kibala, pero tuve que mudarme con mi familia a la ciudad de Luanda, donde crecí en las afueras de la capital con mis padres y hermanos, siendo yo el segundo hijo de siete hermanos. Nos tuvimos que escapar debido a la guerra civil que vivía el país en ese momento, en 1983”, señala.

La fe y el apoyo de su familia le ayudó a combatir el miedo al conflicto. Fue ordenado sacerdote el 21 de noviembre de 2010 en la Diócesis de Viana, por Monseñor Joaquim Ferreira Lopes, primer obispo de esa misma diócesis.

La reunificación de familias separadas por la guerra es una de las prioridades de Angola. “Después de la guerra, los gobiernos angoleños lanzaron una estrategia de lucha contra la pobreza que afectó sobre todo a las zonas rurales, pues la guerra limitó el acceso de la población a las áreas de cultivo y los mercados, y destrozó los recursos de los campesinos”, relata el P. Queirós.

La Iglesia católica, en particular, a través de sus misioneros, sigue tratando de ayudar al gobierno en la reconstrucción del tejido social, en proporcionarle a la población alimentos, instrucción y formación profesional, además de asistencia sanitaria en la lucha contra el SIDA.

Evangelio

Comentario a las lecturas del domingo: La gloria de Jesús será dar su vida

Comentario a las lecturas correspondientes al XXIX domingo del tiempo ordinario (Ciclo B) y homilía breve de un minuto.

Andrea Mardegan / Luis Herrera·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El episodio de Santiago y Juan pidiendo al Maestro que se puedan sentar a su izquierda y a su derecha “en su gloria” se comprende mejor en su contexto: tiene lugar inmediatamente después de que Jesús explicara por tercera vez a sus discípulos lo que le ocurriría en Jerusalén: “Iban de camino subiendo a Jerusalén. Jesús los precedía y ellos estaban sorprendidos; los que le seguían tenían miedo. Tomó de nuevo consigo a los doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: ‘Mirad, subimos a Jerusalén y el Hijo del Hombre será entregado a los príncipes de los sacerdotes y a los escribas; le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles; se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán, pero después de tres días resucitará’”.

Al primer anuncio de su cruz y resurrección, Pedro reaccionó oponiéndose; al segundo anuncio, empezaron a discutir entre ellos sobre quién era el más grande; después del tercer anuncio, Santiago y Juan piden recibir los mejores asientos junto a él.

Los dos hermanos están entre los favoritos de Jesús: la predilección del Señor no está ligada a la comprensión de su mensaje; al contrario, parece preferir a los que entienden menos, quizás a los que más lo necesitan. Juan explicará en su Evangelio la pasión de Cristo como glorificación, pero en este momento, como Santiago, no entiende nada. Su pregunta es una afirmación: “queremos que hagas lo que te pedimos”.

Admiramos la paciencia de Jesús, que les hace hablar: ¿de qué se trata? Los dos no son mejores que el joven rico; al menos éste preguntó qué debía hacer; ellos pretenden decirle a Jesús lo que debe hacer. Sí, han dejado su hogar, su trabajo y sus seres queridos, pero se aferran a la gloria que pueden obtener por el privilegio de estar entre los que siguen a Jesús, y quieren usar su llamada para la gloria de ellos mismos y de su familia. No comprenden que la gloria de Jesús será dar su vida por amor.

Pero Jesús no apaga su deseo, sino que trata de dirigirlo: ¿podéis beber el cáliz que yo bebo? “Podemos”, responden. No sabemos en qué medida comprenden la naturaleza de ese cáliz que Jesús pedirá al Padre que aparte de él (cfr. Mc 14, 36), pero les asegura que lo beberán. Santiago será el primero de los doce en morir mártir, y Juan lo beberá debajo de la cruz de Jesús. Pero a la derecha y a la izquierda de Jesús estarán, “en su gloria”, dos ladrones desprevenidos. 

Los otros diez están indignados por haber corrido el riesgo de que les robaran sus asientos. Jesús con paciencia y sorprendente optimismo dice: los poderosos de las naciones dominan y oprimen, ¡pero “entre vosotros no es así”! Quién quiera ser grande entre vosotros, debe servir y dar su vida por amor, como el Hijo del Hombre.

La Homilía en un minuto

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanohomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas

El autorAndrea Mardegan / Luis Herrera

Cine

Dune: vencido el miedo, seremos libres

Patricio Sánchez-Jáuregui·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Dune

Dirección : Denis Villeneuve
Guión: Jon Spaihts, Denis Villeneuve, Eric Roth
Estados Unidos y Canadá: 2021

Paul Atreides es el heredero de una casa nobiliaria de creciente popularidad entre la aristocracia de la galaxia conocida, que está bajo el mandato del emperador. Su vida está a punto de cambiar drásticamente cuando su padre, el duque Leto, recibe la orden imperial de hacerse cargo del planeta más rico de la galaxia: Arrakis, también llamado Dune. Este regalo esconde el destino de la casa de los Atreides, de Paul, y de la galaxia entera. 

Dune, basada en la novela homónima de Frank Herbert, y comienzo de una saga de peso, está considerada como la pieza literaria más popular de la ciencia ficción de la historia. Una mezcolanza de historia medieval japonesa y árabe, de las religiones del libro (judaismo, cristianismo, islam) y de psicología, sociología y economía. Nos encontramos ante la adaptación de una Space-Opera que redefinió el género, y relata una de las forjas del héroe más inspiradoras de todos los tiempos. 

Largamente esperada, y considerada un proyecto cinematográfico maldito, Warner Bros y Legendary Entertainment confiaron este proyecto a Denis Villeneuve, uno de los directores más inspiradores y estimulantes de la actualidad, cuya filmografía está llena de pequeñas joyas (Prisioners, Sicario, La Llegada) y no carente de algún proyecto de envergadura como fue la secuela de Blade Runner. Villeneuve es un autor de cine con mayúsculas, cuyas obras están llenas de sentido, profundidad y belleza. 

Está adaptación viene avalada por un elenco estelar encabezado por las jóvenes promesas Timothée Chalamet (Mujercitas), y Zendaya (El Gran Showman), apadrinados por Rebecca Ferguson (Misión Imposible), Oscar Isaac (Inside Llewyn Davis), Jason Momoa (Aquaman), Josh Brolin (No es país para viejos), Javier Bardem (No es país para viejos), entre otros. La fotografía ha corrido a cargo de Greig Fraser (Rogue One) y la banda sonora ha sido compuesta por Hans Zimmer, el cual, movido por su entusiasmo por el libro, decidió rechazar trabajar con Nolan en Tenet para poder crear la música de esta película. 

Dune es una película sugerente, cuidada, de proporciones épicas. La primera entrega de una duología que hace un trabajo magnífico a la hora de retratar todo el universo del libro, siendo un espectáculo igualmente atractivo para los desconocedores de la saga. 

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Lo que hemos visto y oído

Los cristianos hemos conocido la gran noticia del amor de Dios por el hombre. Ésta es la clave de la labor misionera y a todos, en esta campaña del DOMUND se nos llama a ser testigos de esta noticia y hacer posible que otros lo hagan.

14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Reconozco que me llama mucho la atención un mensajito que alguna cadena de televisión pone en alguno de sus programas: ‘Si sabe algo de algún famoso, escríbanos un WhatsApp’. Me impresiona la avidez que hay por conocer las intimidades y las aventuras de los personajes públicos. Y es todavía más llamativo que no se buscan, normalmente, actos ejemplares, sublimes o modélicos… la mayoría de las veces son intranscendentes o bastante pobres. Y nosotros, los cristianos, ¡tenemos una impresionante historia que contar! La de Dios, la historia de un Dios enamorado del hombre, que, por amor, envió a su Hijo unigénito para redimirnos y regalarnos el cielo! Y… ¡no lo contamos!

Por eso es bonito este lema que el Papa Francisco ha elegido para el DOMUND de este año: ‘¡Cuenta lo que has visto y oído! (cfr. Hechos 4, 20). Eso contestaron Pedro y Juan cuando se les prohíbe hablar de Jesús y eso es lo que los misioneros están hoy haciendo en todo el mundo: contando las maravillas del Señor. Y eso, sí, eso, es lo que el domingo del DOMUND de este año queremos recordar: que la Iglesia tiene una tarea impresionante de evangelización por delante y… ¡no podemos, no queremos, callar! Y para hacerlo posible, Dios, la Iglesia y la misión cuenta con todos: con los misioneros, con las personas consagradas, contigo y conmigo. Dios, la Iglesia y la misión necesita de tu oración, de tu fidelidad, de tu testimonio y de tu ayuda material, para que se pueda realizar….

Una tercera parte del mundo está catalogada como territorio de misión. Lo que significa que una tercera parte de este mundo nuestro no tiene medios personales, materiales, ni económicos para hacer posible la vida y la pastoral de la Iglesia. La oración, el valor de nuestras renuncias ofrecidas y nuestra colaboración económica hacen posible que esta vida no se apague, no se acabe. Nosotros podemos colaborar ¿no te parece?

El autorJosé María Calderón

Director de las Obras Misionales Pontificias en España.

Mundo

«Los abusos sexuales son una bomba en la sociedad francesa»

Basándose en una encuesta encargada por el Inserm, el informe del Ciase calcula que 216.000 personas han sufrido abusos sexuales por parte de clérigos en 70 años. Durante el mismo período, habría habido alrededor de 3.000 sacerdotes depredadores sexuales.

José Luis Domingo·13 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Hace tres años, los obispos católicos de Francia pidieron a Jean-Marc Sauvé, de 72 años, antiguo vicepresidente del Consejo de Estado, que presidiera una comisión para estudiar los abusos sexuales a menores por parte de miembros del clero. Le pidieron que les ayudara a comprender la magnitud del fenómeno desde 1950 hasta 2020, sus principales causas, pero también que les hiciera recomendaciones para que estos escándalos, no se repitan. La comisión se llama Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia (CIASE). Ha sido financiado por la Iglesia con tres millones de euros.

Una veintena de expertos en varias disciplinas (psiquiatría, sociología, historia, medicina, derecho), han colaborado con Jean-Marc Sauvé en este estudio, hecho público el martes 5 de octubre.

En el mundo, sólo las Iglesias católicas de Estados Unidos, Irlanda, Alemania, Australia y los Países Bajos han realizado ya este tipo de encuestas. 

En un primer momento, la comisión hizo una llamada general a testimoniar en las distintas ciudades francesas que condujo a identificar 2700 víctimas. 243 fueron atentamente interrogadas; 2819 cartas recibidas que relataban los agravios sufridos fueron estudiadas. Una encuesta victimológica fue elaborado a partir 1628 casos concretos. Por otro lado, la evaluación de los archivos eclesiásticos concluía a la existencia de 4500 víctimas. Según M. Sauvé (cfr La vie, 5 octobre 2021) la sorpresa aterradora vino de las conclusiones del  Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (Inserm) a partir de una encuesta realizada por Ifop (instituto referente en sondeos y estudios de mercado) sobre una muestra representativa de 28.000 personas. 

Según este estudio, 216.000 menores fueron víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes, religiosos y religiosas en el periodo de 1950 a 2020. Si se amplía el estudio al personal laico que trabaja en estructuras en relación con la Iglesia, el número estimado de menores abusados se establece a 330.000. Según las conclusiones de este estudio, más de un tercio de los abusos de la cifra global habría sido cometido por laicos.

Un punto crucial es el método de recuento. Solo un 1,25% de las víctimas se manifestaron a la Ciase. Es importante saber que muchas víctimas no hablan. Porque no quieren, porque quieren pasar página, porque temen que su testimonio desencadene una investigación judicial o simplemente porque no han identificado la naturaleza de lo que han vivido (sobre todo en el caso de las agresiones sexuales sin penetración).

El estudio del Inserm, de ámbito nacional, estima también que 5,5 millones de personas en Francia han sufrido abusos sexuales antes de alcanzar la mayoría de edad. La violencia sexual cometida en la Iglesia representaría así el 4% del total de la violencia de este tipo en la sociedad francesa, de media entre 1950 y 2020.

La mayoría de las agresiones en la Iglesia, el 56%, se produjeron entre 1950 y 1970; el 22% entre 1970 y 1990; y el 22% entre 1990 y 2020. Este dato desmiente la opinión generalizada que el origen de los abusos deriva de la liberación sexual promovida en mayo del 68. También parece que la proporción de abusos en la Iglesia en relación con los abusos sexuales a menores en la sociedad ha disminuido considerablemente. Fue del 8% entre 1950 y 1970, bajó al 2,5% entre 1970 y 1990, y es del 2% entre 1990 y 2020.

El cruce de diferentes fuentes disponibles ha permitido a Ciase estimar el número de sacerdotes depredadores en unos 3.000. La cifra oscila entre 2.900 y 3.900 sacerdotes y religiosos, a lo largo de 70 años de estudios. Es decir, un porcentaje entre el 2,5% y el 2,8% de los sacerdotes entonces en ejercicio, 115.500 clérigos. Pero también en este caso el estudio abarca tres cuartos de siglo y esta cifra es una media de este periodo. Estos datos harían concluir a una media de más de 60 victimas por sacerdote abusador, aunque se reconozca la diferencia entre el “compulsivo” y el “ocasional”. Como dato significativo, el informe afirma que en la Iglesia el 80% de las víctimas son niños de 10 a 13 años y el 20% niñas. Mientras que en la sociedad, el 75% de las víctimas son niñas y el 25% niños. 

Otra característica es que la duración media de los abusos era superior en los medios eclesiásticos que en otro contexto social (varios meses o incluso varios años). 

La comisión traza la secuencia histórica de la evolución de la Iglesia católica frente a las agresiones cometidas en su seno. De 1950 a 1970, la Iglesia estuvo dominada por el deseo de protegerse del escándalo al mismo tiempo que intentaba «salvar» a los agresores, y ocultaba la suerte de las victimas invitadas a guardar silencio. Entre 1970 y 1990, la cuestión de las violencias sexuales pasó a un segundo plano frente a la crisis sacerdotal, que acapara las estructuras internas de atención a sacerdotes “con problemas”. A partir de los años 90, la actitud de la Iglesia católica fue cambiando paulatinamente tomando en cuenta la existencia de víctimas, sin que éstas sean plenamente reconocidas. Este reconocimiento llega a partir de la década de 2010, con la multiplicación de las denuncias ante la justicia, las sanciones canónicas y la renuncia al tratamiento puramente interno de los agresores.

La Comisión denuncia la ocultación, relativización o negación de los abusos por parte de la autoridad eclesiástica y una grave deficiencia en la prevención y en el tratamiento jurídico de los delitos.

El estudio realizado por el Inserm identifica la realidad de los abusos sexuales en la sociedad francesa como un fenómeno masivo, como en otros muchos países y lamenta la ocultación social y política de esta realidad. Un francés de cada diez es víctima de violencias sexuales en la infancia. Una nueva comisión independiente sobre el incesto y las violencias sexuales a los niños (Ciivise) ha tomado el relevo de la Ciase para ampliar el estudio a todos los ámbitos de la sociedad francesa. “Las violencias sexuales, afirma M. Sauvé, son una bomba de fragmentación en nuestra sociedad: si la Iglesia Católica está hoy en primera línea, las instituciones públicas y privadas no podrán ahorrarse un examen de conciencia necesario para responder de sus actos o de su abstención”. La transparencia de la Iglesia podrá enseñar el camino de la verdad y de la purificación a toda otra institución.

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Mundo

Niemand „evangelisiert“ so erfolgreich, wie junge Menschen

Ein Gespräch mit Georg Mayr-Melnhof, dem Gründer der Loretto Gemeinschaft in Österreich, die zahlreiche Gebetsgruppen in verschiedenen Ländern fördert, sowie ein Jugendtreffen zu Pfingsten, an dem viele Tausend junge Menschen teilnehmen.

Fritz Brunthaler·13 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

– Dutzende Gebetsgruppen in Österreich, Südtirol, Deutschland, der Schweiz und in England, jedes Jahr ein großes Jugend-Festival in Salzburg mit 10 000 Teilnehmern. Was ist Loretto: ein großer Gebetskreis, eine Erneuerungs-Bewegung, die charismatische Erneuerung österreichischen Zuschnitts?

Die Loretto Gemeinschaft ist eine der neuen großen Aufbruchsbewegungen innerhalb der Katholischen Kirche Österreichs. Sie gehört zu den sogenannten „Movimenti, also neuen Initiativen, die man in den verschiedenen Ausprägungen und Spiritualitäten, mehr und mehr in unserer Kirche findet.

– Georg, du bist der Gründer der Loretto Bewegung. Wie seid ihr entstanden?

Unsere Wurzeln findet man in Medjugorje. Schon Mitte der 80er Jahre, also kurz nachdem die Erscheinungen der Muttergottes begannen, kam ich das erste Mal an diesen Gnadenort. Bei den folgenden Pilgerreisen war ich nicht mehr alleine, sondern mehr und mehr Jugendliche kamen mit. In den Ostertagen 1987, auf der Rückreise nach Österreich, sprachen mich 2 Jugendliche aus Wien an und sagten: Georg, nach diesen starken Erfahrungen hier in Medjugorje  – lass uns doch zu hause mit irgendetwas beginnen. Eine Bitte der Muttergottes stand im Raum: „Gründet Gebetskreise“. Das war der Startschuss. Am 4.Oktober 1987 kamen wir in einer kleinen Studentenwohnung in Wien zu unserem ersten Gebetskreis zusammen. Wir waren zu Dritt, beteten gemeinsam einen Rosenkranz, aßen danach 3 Wurstsemmeln. Und das war‘s. Ganz unspektakulär und gleichzeitig sehr spannend.

– Was ist Euer Programm? Was sind Eure Ziele, und wie werden sie erreicht?

Unsere erste Berufung ist ganz sicher das Gebet. Das Gebet für eine Erneuerung der Kirche. Wir wollen überall in unserem Land und darüber hinaus, Räume schaffen, an denen Menschen dem Herrn begegnen und ihn erfahren können. Wir träumen von vielen lebendigen, pfingstlichen Orten mit vielen jungen Menschen, tiefer Gemeinschaft, guter Verkündigung, mitreißender Musik (Lobpreis), Beichte / Umkehr, die Eucharistie im Mittelpunkt. Darüber hinaus bieten wir diverse Schulungen und Programme im Bereich Jüngerschaft & Leiterschaft an, um so eine neue Generation an Schlüsselpersonen für das Reich Gottes heranzubilden.

– Gibt es ein „follow up“- Programm für Teilnehmende an den Angeboten, also Weiterührendes, Vertiefung und dgl.?

Unsere Programme sind inzwischen sehr vielfältig. Diese starten bei Kindergebetskreisen, Firmvorbereitung, Jugendgruppen, Jüngerschaftsausbildungen, Kongressen & Festivals, Vertiefung, immerwährende Anbetung. Von Jung bis Alt ist für Alle etwas dabei. Jeder der zu uns kommt kann selber entscheiden, welche Angebote er wahrnehmen möchte und in welcher Intensität. Außerdem bieten wir ein sogenanntes „Gemeinschaftsversprechen“ an, also einen ganz konkreten Schritt den man setzen kann, noch inniger mit Christus und aus den Quellen der Kirche zu leben. Dieses Versprechen legen wir grundsätzlich für ein Jahr ab, mit der Möglichkeit, es immer wieder zu erneuern.

– Was ist das Anziehende, das Besondere an Loretto?

Ganz sicher die Präsenz von ganz vielen Jungen Menschen, die alle mit großer Sehnsucht & Hingabe diesen Weg der Christusnachfolge beschreiten. Das ist unglaublich anziehend und reizvoll. Und gleichzeitig verbindet uns alle eine große Liebe zur Kirche, aus deren Quellen wir täglich schöpfen.

– Loretto hat als Emblem eine Taube: Welche Bedeutung hat der Heilige Geist bei Euch?

Unser Logo, die Rote Taube steht für den Hl.Geist, für sein Feuer und für Pfingsten. Wir träumen und beten für ein Neues Pfingsten, so wie es in Joel 3 geschrieben steht. Wir wissen uns in der großen Charismatischen Bewegung beheimatet, praktizieren die Gaben & Charismen des Hl.Geistes und rechnen jeden Tag neu mit erfrischenden Zeichen und Wundern, die der Herr in unserer Mitte wirkt.

– Du bist verheiratet, ihr habt vier Kinder, seit kurzem bist Du ständiger Diakon: Welche Bedeutung hat Loretto auf diesem Deinem Weg und für Deine Familie?

Für mich und auch meine Frau und unsere 4 Kinder ist es ein Riesengroßes Geschenk in so einer lebendigen Gemeinschaft beheimatet sein zu dürfen. In unserem Leben dreht sich so viel um den Herrn, um ein Leben in Nachfolge, um neue Projekte und Ideen für die Kirche und das Reich Gottes, um die Heiligung des Alltags, usw. Nachdem ich die Ehre habe, seit der 1.Stunde unserer Bewegung dabei sein zu dürfen, kann ich sagen, dass mich diese zurückliegenden 3 Jahrzehnte schon ganz besonders geprägt haben

– Was war Dein schönstes Erlebnis bisher mit Loretto?

Da gäbe es sicherlich ganz viele Momente, über die ich erzählen könnte, aber die jährlichen Pfingstreffen in Salzburg mit bis zu 10.000 Jugendlichen, zählen schon zu den absoluten Highlights. Diese dichten Augenblicke des Gebetes im Salzburger Dom, bei den Hl.Messen, den Lobpreiszeiten, beim Abend der Barmherzigkeit wenn bis zu 120 Priester für die Beichte zur Verfügung stehen. Diese strahlenden Augen der jungen Menschen mit dieser absoluten Sehnsucht, Jesus nachfolgen zu wollen – das ist ein bisschen ein Vorkosten des Himmels.

– Der überwiegende Teil Eurer Teilnehmer sind Jugendliche: Wie erreicht ihr sie? Kann sich die Pastoral in Österreich, können sich die Pfarren, die Diözesen etc. da etwas abschauen?

Da wo Jugendliche zusammenkommen, da kommen auch automatisch andere junge Leute dazu. Wenn sie das Angebot begeistert, nehmen sie ihre besten Freunde und ihre Geschwister mit. Niemand „evangelisiert“ so erfolgreich, wie junge Menschen. Sie sagen einfach zu ihren Freunden: Hey, komm mit. Das musst du auch erleben. Viele kommen und viele bleiben. Das „Programm“ das wir ihnen bieten, muss natürlich auf die Jugend gut abgestimmt sein. Der „Inhalt“ steht sowieso seit 2000 Jahren. Wir verkünden ihnen die volle Botschaft des Evangeliums, nicht nur das was sie vielleicht hören wollen. Absolut zentral ist JESUS. Bei uns geht es ganz ganz viel um Ihn. Also, der Inhalt steht. Unsere Aufgabe ist die Verpackung. Diese muss attraktiv und anziehend sein. Immer mehr Bischöfe, Priester und Jugendverantwortliche  kommen und schauen was wir machen. Und überlegen, was sie für ihre Diözesen und Einrichtungen übernehmen könnten.

– Wie bekannt, ist Loretto in gutem Kontakt mit dem Erzbischof in Salzburg. Wie seid Ihr eingebunden in die Diözesen, wie ist Euer Kontakt zu Bischöfen und Pfarrern?

Als Gemeinschaft, die von der Österreichischen Bischofskonferenz anerkannt und im Herzen der Kirche beheimatet ist, ist es uns natürlich ein zentrales Anliegen, mit unseren Bischöfen und Verantwortungsträgern in engem und fruchtbarem Austausch zu stehen. Damit eine junge, lebendige und missionarische Gemeinschaft fruchtbar in eine Diözese eingebunden werden kann, braucht es nicht nur viel Guten Willen von allen Seiten, sondern auch regen Austausch und vor allem viele persönliche Beziehungen.

– Wie hat sich Loretto von einer kleinen Gruppe aus ausgebreitet? Gibt es Pläne zur Ausbreitung in anderssprachige Länder wie Italien, Frankreich, England, Spanien, Polen?

Die Loretto Gemeinschaft ist eigentlich ein großer Haufen von vielen Freunden. Freundschaft und lebendige Beziehungen sind das Herzstück unserer Bewegung. Und genau so breitet sich Loretto auch aus. Freunde, die bei uns dabei sind und dann woanders hingehen, aus beruflichen, familiären oder sonstigen Gründen, beginnen meist dort wo sie landen, wieder mit einem Loretto Gebetskreis oder Hauskreis oder einem kleinen Apostolat.

Ursprünglich sind wir eine Österreichische Gemeinschaft, die sich aber seit einigen Jahren in alle anderen deutschsprachigen Länder ausgebreitet hat. Inzwischen auch schon nach London/England. Konkrete Pläne gibt es bei uns eigentlich nie, es ist mehr ein Staunen, welche Türen der Hl.Geist als nächstes öffnet.

– Wie siehst Du die Situation der Kirche in Europa: Kann Loretto oder der Ansatz von Loretto ein Weg zur Erneuerung sein?

Die Kirche von morgen wird wohl, zumindest hier bei uns in Europa, um einiges kleiner sein, als die Kirche von heute, aber sie wird weiter sehr gut bestehen, weil sie auf Felsen gebaut ist und die Zusage Jesu nach wie vor gilt – die Mächte der Unterwelt werden sie nicht überwinden. Und ich bin davon überzeugt, dass sie wieder mehr und mehr eine Kirche von Bekennern werden wird. Viele werden wahrscheinlich gehen, weil sie die Tradition nicht mehr hält oder mehr noch, weil sie Jesus nicht persönlich erfahren und  kennengelernt haben. Jene aber, die bewusst mit Jesus gehen, ihm nachfolgen und die Kirche als Seine Braut erkannt haben werden bleiben und entscheidend zur Erneuerung der Kirche beitragen.

El autorFritz Brunthaler

Austria

La palabra de cada uno importa mucho

Todos estamos llamados a participar en el camino sinodal que ha comenzado en la Iglesia Católica y en el que nuestra voz es importante.

13 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Santo Padre Francisco  ha convocado a toda la Iglesia Católica  a caminar juntos en Sínodo. La convocatoria lleva por título: «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión». La preposición “Por”, “Por una Iglesia…”  nos indica la dirección que se quiere tomar o el término al que se quiere encaminar y llegar: en este caso, la dirección y el término que quiere tomar y dónde quiere encaminarse y llegar la Iglesia toda.

El camino sinodal es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio, ha dicho Papa Francisco. Se inició solemnemente en Roma el 9-10 de octubre y el domingo 17 de octubre en nuestra Catedral Metropolitana. El Santo Padre nos está recordando que para recorrer este camino juntos nos dejemos guiar por el Espíritu Santo, abiertos con humildad y disponibilidad a su acción en nosotros, entrando con audacia y libertad de corazón en un proceso de conversión sin el cual no es posible esa “perenne reforma de la que la Iglesia misma, en cuanto institución humana y terrena, tiene siempre necesidad” (UR, 6).

La Iglesia desde sus orígenes es sinodal. Como escribió san Juan Crisóstomo en el siglo IV: “Iglesia y Sínodo son sinónimos”. Esta afirmación tan rotunda de este Padre de la Iglesia significa que la Iglesia es constitutivamente  sinodal. Es la forma específica de vivir y de obrar de la Iglesia como Pueblo convocado por Dios que manifiesta, en concreto, su ser “comunión” y su ser “participación” de todos sus miembros en la misión de evangelizar. Es en el vínculo profundo entre el “sensus fidei” (el sentido de la fe) del Pueblo de Dios y el Magisterio de los Pastores donde se realiza el consenso unánime de toda la Iglesia en la misma fe y en la misma misión. 

Con estas breves palabras pretendo sólo animaros a participar, en la media y el modo que a cada uno, a cada una, le sea posible, sobre todo a nivel parroquial,  en este caminar juntos durante esa fase diocesana del Sínodo. Mi preocupación como Obispo es que esta convocatoria alcance al mayor número posible de bautizados y que el desarrollo ordenado del camino sinodal se realice conforme dice San Pablo  a los fieles  de Tesalónica: “No extingáis la acción del Espíritu; no despreciéis las profecías; examinadlo todo y quedaos con lo bueno” (1Tes 5,19).

No olvides que tu voz es importante. Tu saber escuchar también. Tu vivir la comunión eclesial, tu participación ayudará a la misión de toda la Iglesia en estos inicios del tercer milenio de la Encarnación de nuestro Señor Jesucristo. ¡Caminemos juntos en el nombre del Señor!  

Logo del Sínodo de los Obispos.
El autorCelso Morga

Arzobispo emérito de la diócesis de Mérida Badajoz

España

«Hemos vuelto a recordar que España es tierra de María»

La imagen de la Inmaculada de "Madre Ven" ha vuelto a Getafe tras visitar cientos de lugares de la geografía española en las últimas semanas creando una verdadera familia mariana en torno a esta peregrinación.

Maria José Atienza·13 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

«Madre Ven», la peregrinación de la Inmaculada de Éfeso culminó ayer su recorrido por España con un rosario de antorchas celebrado en el convento de las Carmelitas Descalzas de la Aldehuela. Se ponía así el punto final a seis meses, en los que esta imagen ha visitado centros penitenciarios, santuarios marianos, catedrales y conventos de religiosos y religiosas.

Una peregrinación coordinada por el sacerdote Jaime Bertodano, Vicario de apostolado seglar de Getafe, que, una vez concluido este camino, ha compartido con Omnes sus impresiones y momentos más recordados de estos meses.


– ¿Qué ha supuesto esta peregrinación para sus impulsores?¿cómo la han vivido?

La peregrinación ha sido una gracia inmensa, empezando para los que hemos estado mas cerca de la organización. Hemos sido testigos privilegiados de muchísimos regalos que la Virgen ha ido haciendo. Hemos visto el modo de actuar sencillo, humilde y profundo que tiene nuestra Madre: su predilección por los pequeños y más débiles, su alegría al estar en clausura con las religiosas, la llamada a la oración confiada en el Rosario y la adoración, el actuar providencialmente con fechas y lugares para nosotros desconocidos pero que para muchos significaba una caricia. Sobre todo hemos visto esto: las caricias de la Madre a quienes necesitaban consuelo. De veras muchos han experimentado que la Virgen sabía lo que había en sus corazones y les ha tocado con su amor maternal llenándolos de esperanza.
La peregrinación también ha tejido una red preciosa de laicos, de sacerdotes, de religiosas, que se han convertido en una verdadera familia mariana en España unidos por la Madre.

– ¿Qué momentos destacarían de la peregrinación? 

¡Hay tantos! 6 meses de peregrinación más otros 6 de preparación han dado para mucho…Recuerdo la visita sorpresa del Arzobispo de Esmirna cuando estábamos en la casita de Éfeso. Recibir la bendición del sucesor de San Juan fue una confirmación de que la Iglesia nos envía y acompaña en este camino desde el principio.

Los primeros meses de peregrinación desde Zaragoza a Santiago por tantos pequeños pueblos fueron muy emotivos. Esta peregrinación era la primera actividad pastoral desde el inicio de la pandemia en muchos sitios. La gente estaba deseando salir y muchos han vivido el paso de la Inmaculada como un signo de libertad. Hemos visto cómo a tocado el corazón de los sacerdotes, hijos predilectos de la Inmaculada, infundiendo ilusión y esperanza. En algunos casos al principio se mostraban reacios o escépticos pero luego despedían a la Virgen agradecidos y renovados por su paso y por el bien que había hecho en su feligresía.
La llegada a la Catedral de Santiago fue muy especial. Era un encuentro muy deseado con el Apóstol. Cada vez que veo los videos me sorprendo más de aquel momento.

Destacaría los sitios imprevistos en el trayecto. Nos hemos dado cuenta que la Virgen quería ir a algunos sitios que no habíamos planificado. Si había unas horas libres un día, aparecía una residencia, un convento, un hospital donde la gente acudía y con lágrimas acogían a al Virgen o se rezaba el Rosario espontáneamente. Una religiosa anciana en una residencia nos decía «¿cómo sabía la Virgen que yo me encontraba tan sola que ha venido a verme?». Ciertamente en el Corazón de la Inmaculada estaba pasar por allí.

Ha habido encuentros preciosos. Cada lugar ha sido especial y la Virgen no ha dejado de sorprendernos todos los días. Algunos nos piden escribir un libro con todas las anécdotas. Desde luego nos podemos tirar horas contado cada momento y providencias con la Inmaculada.

No quiero dejar de agradecer la ayuda de las Fuerzas Armadas, de la Guardia Civil y de la Policía. Han sido más que respetuosos. Su presencia ha sido fundamental y era un signo de comunión con los pueblos y los fieles devotos. Con ellos hemos vivido momentos muy especiales. Y por supuesto, esperamos el encuentro con el Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles.

¿Cómo han sido las oraciones dedicadas a la Virgen en la tierra de María? ¿Creen que sigue siendo España mariana? 

madre ven

De cada Ermita y lugar podríamos escribir páginas enteras. Navarra, Loyola, La Bien Aparecida, Covadonga, Oviedo, el Ferrol Pontevedra, Valvanera, Burgos, Ávila, Guadalupe, Jaén, Algeciras,  Ceuta, Guadix, Murcia, Valencia, Mallorca, Barcelona, Lérida Torreciudad, Cuenca… no sabría quedarme con un solo sitio. La gente nos decía «hemos vuelto a recordar que España es tierra de María». El encuentro con las patronas de distintas Ermitas y diócesis era siempre emotivo. Y veíamos a distintas realidades de Apostolado Seglar trabajando conjuntamente con laicos que espontáneamente se sumaban. La Inmaculada iba creando comunión en las diócesis y hemos palpado esa comunión.
Sí, verdaderamente pienso que esta Tierra es especialmente escogida por María.

En Empel, en diciembre de 1585, hubo un milagro muy significativo. Los tercios estaban acorralados y apunto de ser masacrados en aquel trozo de tierra de la isla Bommel. Superados en número, los diques abiertos por el enemigo habían inundado toda vía de escape. No había salida posible. Solo quedaba rezar…y apareció esa tablilla de la Inmaculada como un signo de su presencia. De noche increíblemente sopló un  viento gélido que congeló las aguas del rió Mosa, pudiendo salir de aquel lugar, tomar otra posición y ganar la batalla. Era el 8 de diciembre, día de la Inmaculada. Puede ser una buena parábola de nuestra situación actual. Acosados por tanta ideología parecemos acorralados por el mal. Pero si España reza a María se salvará.

-¿Tienen algun proyecto de futuro? ¿Volverá la Inmaculada de Efeso a recorrer España? 

Pues… estamos convencidos de que esta peregrinación no ha sido nuestra sino de Ella. Hemos dicho «Madre, ven»…y ha venido.
Quizás sea su proyecto volver a peregrinar por España …o en otros lugares… ¿quién sabe? Si está en su Corazón se hará. Si la Virgen quiere nos embarcamos en lo que sea. Ella nos invita a fiarnos del Señor y a llevar la Buena Noticia con toda la creatividad y fidelidad al Espíritu Santo que nos sea posible.

Vaticano

El Papa visitará Canadá próximamente

Rome Reports·13 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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La visita a la nación será un momento esperado y también delicado ya que el Papa tendrá que afrontar la reconciliación entre Iglesia católica y comunidades indígenas por lo ocurrido en las llamadas “escuelas residenciales”.


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Vaticano

Claves y riesgos de un Sínodo que quiere implicar a toda la Iglesia

El Sínodo tan esperado, que implica a la Iglesia universal, ha comenzado. Con las coordenadas que ha ofrecido el Papa en la Misa de apertura en la basílica de san Pedro este domingo, las iglesias particulares tienen las claves para el desarrollo de este proceso sinodal.

Giovanni Tridente·12 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

El sábado 9 de octubre de 2021 se abrió oficialmente el proceso sinodal que implicará a la Iglesia universal hasta 2023 con el tema «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión».

En sus palabras, el Papa Francisco expuso las expectativas de este nuevo proceso de escucha y discernimiento de todo el Pueblo de Dios, que en los últimos años se ha renovado sustancialmente también en su forma, como ya hemos informado en otros artículos.

El Espíritu Santo como protagonista

Lo que más destaca en la visión y los deseos del Pontífice para esta cita en tres etapas, que ahora comienza con la participación de las Iglesias locales, es la necesidad de reservar un lugar privilegiado al Espíritu Santo. Debe ser el protagonista absoluto, que «nos guiará y nos dará la gracia para seguir adelante juntos». Sin él, dijo categóricamente el Papa Francisco, «no habrá Sínodo».

Sin el Espíritu Santo no habrá Sínodo.

Papa Francisco

Será el Espíritu Santo, en definitiva, quien libere «de todo cerrazón», reviva «lo que está muerto», afloje «las cadenas» y difunda «la alegría»: «Aquel que nos guíe hacia donde Dios quiere, y no hacia donde nos llevarían nuestras ideas y nuestros gustos personales».

Como vemos, no es un aspecto que deba subestimarse, precisamente porque la actitud que debe animar al Papa, a los Obispos, a los sacerdotes, a los religiosos y a los fieles laicos debe ser la de una apertura a la novedad que Dios quiere sugerir a la Iglesia, no para hacerla «otra» sino ciertamente para hacerla «distinta», no «una Iglesia de museo, hermosa pero muda, con mucho pasado y poco futuro».

El Santo Padre ha repetido al final de sus palabras, que ésta sea una experiencia sinodal en la que «no nos dejemos abrumar por el desencanto, no diluyamos la profecía, no terminemos por reducirlo todo a discusiones estériles».

Tres palabras clave

En su discurso, el Papa mencionó entonces tres palabras clave que deben animar este gran encuentro de personas: comunión, participación y misión. La comunicación y la misión forman parte de la propia naturaleza de la Iglesia, a través de la cual contempla e imita, entre otras cosas, a la Santísima Trinidad. Pero podrían seguir siendo conceptos abstractos si no estuvieran vinculados precisamente a la participación, que debe ser la práctica eclesial como expresión de la «sinodalidad de manera concreta», con el objetivo de implicar verdaderamente a cada bautizado.

De hecho, de eso se trata precisamente, de que todos puedan participar: «¡es un compromiso eclesial irrenunciable!».

Tres riesgos

Esta ocasión de encuentro, escucha y reflexión, que debe ser vivida «como un tiempo de gracia», no está exenta de al menos tres riesgos, según el Papa Francisco. El primero de ellos es el «formalismo», reduciendo el Sínodo a un evento de fachada, perdiendo la oportunidad de un sano discernimiento y acabando por caer en las habituales «visiones verticalistas, distorsionadas y parciales de la Iglesia, del ministerio presbiteral, del papel de los laicos, de las responsabilidades eclesiales, de los roles de gobierno, entre otras».

Por último, existe el riesgo de «inmovilismo» – «un veneno en la vida de la Iglesia»- que puede llevar a la adopción de «viejas soluciones para nuevos problemas; un pedazo de tela nuevo, que como resultado provoca una rotura más grande».

Tres oportunidades

Por supuesto, todo esto también trae consigo «tres grandes oportunidades», añadió el Papa en su discurso: Avanzar «estructuralmente» hacia una Iglesia sinodal, un lugar en el que todos se sientan como en casa y sientan el deseo de participar; convertirse en una «Iglesia de la escucha», aprendiendo en primer lugar a «escuchar el Espíritu en la adoración y la oración», ya que muchos han perdido el hábito y la noción de la misma; finalmente, la posibilidad de convertirse en una «Iglesia de la cercanía», fiel precisamente al espíritu de Dios, que trabaja siempre con «cercanía, compasión y ternura». Una Iglesia, en definitiva, «que no se separa de la vida, sino que se hace cargo de las fragilidades y pobrezas de nuestro tiempo».

Tres actitudes

En la Misa de apertura del Sínodo -celebrada el domingo 10 de octubre en la Basílica de San Pedro, con la participación de más de tres mil fieles, muchos de ellos delegados de las Reuniones Internacionales de las Conferencias Episcopales, miembros de la Curia Romana, delegados fraternos, miembros de la vida consagrada y de los movimientos eclesiales, y jóvenes del Órgano Consultivo Internacional- el Pontífice resumió las tres actitudes que deben animar finalmente este proceso sinodal. Son el encuentro, la escucha y el discernimiento, tomando prestada la historia evangélica del rico que se encuentra con Jesús, ofrecida por la liturgia.

Ciertamente, hacer Sínodo «significa caminar juntos en la misma dirección», dijo Francisco. Y en este camino «estamos llamados a ser expertos en el arte del encuentro», es decir, no sólo a organizar eventos, sino ante todo a tomar «tiempo para estar con el Señor y favorecer el encuentro entre nosotros», dando espacio a la oración y a la adoración y dejándonos «tocar por las peticiones de las mujeres y de los hombres», recibiendo el enriquecimiento de la diversidad de carismas, vocaciones y ministerios en la Iglesia.

Dicho esto, un verdadero encuentro nace de la escucha, y en el caso del Sínodo esto significa escuchar ante todo la Palabra de Dios «junto con las palabras de los demás», para «descubrir con inquietud que el Espíritu Santo habla siempre de manera sorprendente, dando lugar a nuevas orientaciones y nuevos lenguajes». Esto requiere, como había dicho el Santo Padre el día anterior, ponerse a disposición «de los afanes, de las esperanzas de cada Iglesia, de cada pueblo y nación», y «del mundo, de los desafíos y los cambios que nos pone delantei».

Después de haber conocido y escuchado, no se pueden dejar las cosas como están, por lo que viene al rescate el discernimiento, sobre todo espiritual y por tanto eclesial, «que se realiza en la adoración, en la oración, en el contacto con la Palabra de Dios».

Apertura en las diócesis del mundo

Con estas indicaciones del Pontífice, que servirán de brújula para el desarrollo del viaje, y siguiendo el Documento Preparatorio y el Vademécum puestos a disposición por la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, el viaje sinodal está listo para comenzar en cada Iglesia particular de los cinco continentes, con la presencia del Obispo a partir del domingo 17 de octubre, para realizar la primera etapa que concluirá en abril del próximo año.

La siguiente etapa, la continental, tendrá lugar de septiembre de 2022 a marzo de 2023, y en ella se discutirá el texto del primer Instrumentum laboris. En la última etapa se celebrará la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos en octubre de 2023, a la que seguirá la fase de implementación.

Todas las actualizaciones de esta gran implicación del Pueblo de Dios pueden seguirse en la página multilingüe https://www.synod.va.

Experiencias

Enfermos con ELA. Elegir vivir amando la cruz de Jesús

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) afecta a cerca de cuatro mil personas en España. No tiene cura o un tratamiento claro que la cronifique, por lo que la mortalidad es alta. Omnes quiere aprender del coraje de los enfermos, de cómo afrontan el sufrimiento, de su fe. Y ha contactado con el matrimonio de Águeda y Alejandro, con el catedrático Javier García de Jalón, con Raquel Estúñiga o con el tuitero Jordi Sabaté. Sus historias conmueven.

Rafael Miner·12 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 11 minutos

En España se habla mucho del Alzheimer, con razón. Pero hay otra enfermedad, quizá más silenciosa, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que presenta también una alta incidencia. Como los demás procesos neurodegenerativos, tiene una evolución progresiva, y no sólo afecta a quien las padece, sino a su entorno, a su familia, a los cuidadores, a todos. Sus efectos son, poco a poco, devastadores, y provocan un especial sufrimiento. 

Adriana Guevara, presidenta de la Asociación Española de Esclerosis Lateral Amiotrófica, se refería en el número de julio de la revista adELA, al trabajo para“visibilizar la enfermedad”, a “la realidad de las familias con ELA”, a “mostrar la falta de ayudas de la Sanidad pública que tienen los enfermos afectados por esta patología, sin atención especializada y sin casi ayudas técnicas que les permitan mantener su autonomía y una calidad de vida digna”. Y subrayaba el “desamparo que sufren los aproximadamente 4.000 pacientes que se calcula que la padecen en nuestro país”. 

 Una de nuestras mayores preocupaciones, apuntaba, es que “todos ellos cuenten con una atención especializada en sus domicilios, teniendo en cuenta que el avance de la EKA va limitando su movilidad”. Aludía a la tarea de cuidadores profesionales que, “debido a su elevado coste, suele recaer en los familiares más cercanos que terminan exhaustos y llenos de dudas sobre cómo afrontar el día a día del paciente”. De hecho,con ocasión del 21 de junio, Día Mundial de la Lucha contra la ELA, la revista señalaba: “Este 21 de junio nos hemos rebELAdo y hemos llamado la atención a las Administraciones Públicas, bajo el lema ‘Ningún paciente con ELA sin atención especializada a domicilio”.

El proceso interior

La atención especializada es sumamente importante, trascendental, y Omnes se hace eco de esta reivindicación. Sin embargo, queríamos también palpar, sentir el aliento de los sufrimientos y el proceso interior de varios enfermos con ELA. Para aprender de ellos. 

Y lo que nos han contado los enfermos son la conversión de Alejandro, reconvertido en Alejandro Simón, tras cuarenta años sin confesarse; la inicial desesperación convertida luego en una gran fe en Águeda; la confianza plena en Dios y los miedos superados de Javier; o las perplejidades de Raquel y su creencia de que “Dios me abandonó de la misma manera que le abandoné yo a él”. Pero vamos por partes, porque la comunicación del diagnóstico de ELA suele ser un mazazo.

Tienes ELA, un mazazo

“Llevamos casados 25 años, o sea que acabamos de celebrar, hace unos días, nuestras bodas de plata, y tenemos 3 hijos maravillosos que solo nos dan alegrías y son un don de Dios. Nuestro matrimonio no ha estado exento de dificultades, pero nos vamos a centrar en nuestros 10 u 11 años de matrimonio [los últimos], que es donde hemos experimentado con pleno conocimiento lo que es amar en la cruz”, explica Águeda, esposa de Alejandro.

“Hace 11 años aproximadamente se me empezó a debilitar la mano derecha, y después de un peregrinar de médicos, recibimos lo que yo llamo: ‘Mi sentencia de muerte’. Me dijeron que padecía esclerosis lateral amiotrófica, o ELA, que es una enfermedad neurodegenerativa en la que mueren los nervios motores causando atrofia muscular de todo el cuerpo, que hoy por hoy no tiene cura ni tratamiento, con una esperanza de vida de unos 3 años. Esta enfermedad te hace totalmente dependiente. Os podéis imaginar el mazazo que supuso para nuestras vidas, cuando teníamos 41 y 42 años y tres hijos pequeños”.

¿Cuál fue el impacto inicial en Águeda? “A mí particularmente me produjo una gran desesperación que me llevó a tomar conciencia por primera vez en mi vida de enfrentarme a la muerte, con la certeza de no haber hecho las cosas como Dios quería. Pensé que me iría directa al infierno”.

“Bueno, pues tras varias experiencias que no voy a tratar aquí, muy espirituales, empecé un camino de acercamiento a Cristo y a la Iglesia, que me llevó a enamorarme de Cristo y de su plan para mí”. 

Así comenzó Águeda su intervención el 17 de octubre de 2020, en plena pandemia, en la parroquia de Santa Catalina Mártir, de Majadahonda (Comunidad de Madrid). Fueron un total de 40 horas de oración ininterrumpida por la vida, en una invitación que procedía de las parroquias del arciprestazgo de San Miguel Arcángel de las Rozas. El objetivo era encomendar al Señor, mediante la Adoración eucarística, la conversión de todas las personas involucradas en la denominada ‘cultura de la muerte’ en nuestro país, el fin del aborto, la eutanasia, y pedir por las víctimas. 

Ayuda del cielo al sentir miedo

El ingeniero industrial y profesor Javier García de Jalón, aragonés, reconoce que ha sentido “miedo ante una posible enfermedad grave en varios momentos de mi vida, pero cuando ha llegado el momento de la verdad, he tenido la ayuda del cielo que necesitaba para estar sereno, alegre y feliz. En la primera ola del Covid me di cuenta de que era persona de altísimo riesgo y que podía estar a unas pocas horas de mi muerte. Estuve muy tranquilo porque me he intentado preparar para la muerte a lo largo de toda mi vida. Esta preparación se hizo más intensa con el diagnóstico de mi enfermedad en noviembre de 2016”. 

“Soy creyente y sé que estoy en las manos de Dios”, añade Javier, que pertenece al Opus Dei como numerario desde hace más de cincuenta años. Y comenta: “Desde mi adolescencia le he recibido todos los días en la Comunión. Aunque me confieso cada semana, un mes y medio después del diagnóstico hice un retiro, que incluyó una confesión general”. 

Este tipo de vida, como hemos visto, no le ha evitado los miedos, pero los ha ido superando con la ayuda del cielo. Además, afirma: “He recibido dos veces el sacramento de la Unción de Enfermos y casi me atrevería a decir que he notado físicamente la ayuda de la Gracia”.

Gracias a los cuidadores

Javier García de Jalón, que ha recibido los dos premios internacionales más importantes de investigación en su especialidad, y que es “Ingeniero Laureado” por la Real Academia Española de Ingeniería (2019), tiene la fortuna de contar con cuidadores, y ha ido contando noticias sobre ellos. Alguno, como Juan, le “contagió su alegría y optimismo, pero no el Covid. Doy las gracias a todos”.

Cuando pregunté a Javier qué le ha ayudado más en la lucha contra la enfermedad, quiso precisar: “Habría que matizar qué se entiende por luchar contra la enfermedad: soy consciente de que por mí mismo no voy a poder detenerla. En este sentido, luchar contra la enfermedad es seguir fielmente las indicaciones de mis médicos, en los cuales tengo plena confianza. Si por luchar contra la enfermedad se entiende evitar obsesionarme con ella e impedir que me controle o domine mi estado de ánimo, estar alegre o ser feliz a pesar de ella, entonces sí que lucho contra la ELA y creo que por ahora voy venciendo”.

Se me vino el mundo abajo

Raquel Estúñiga tiene 46 años y una niña de 10 años que al nacer dió fallo respiratorio, tuvo una sepsis con más complicaciones que, junto con toda la medicación que le pusieron, hizo que se quedara sorda. Raquel explica que “no se me entiende al hablar por eso utilizo un comunicador ocular, soy usuaria de silla de ruedas eléctrica”.

La enfermedad dió la cara en su caso en el año 2016, pero hasta 2018 no le diagnosticaron ELA, ya que en principio pensaban que era agotamiento físico y mental, problemas de columna… Para ella, “el mero hecho de tener un diagnóstico ya fue un alivio, aunque un alivio amargo. En mi caso tardaron dos años en detectar lo que me estaba pasando. Pasé incluso por una operación de columna pensando que todo venía de ahí, porque lo primero a lo que me afectó fue a la parte motora”.

“En ese momento se me vino el mundo abajo”, asegura.“En lo único que pensaba era en mi hija, ese pedacito de mí que con solo siete años iba a tener que enfrentarse a algo así de cruel, y tenía que hacer lo imposible por verla crecer. Además, ella, ya me había demostrado lo que era luchar por vivir en dos ocasiones y yo no le podía fallar”.

Raquel revela que “era creyente, hasta que en un momento de mi vida surge una desgracia importante en la familia; desde entonces, y con todas las cosas que me han tocado vivir, creo que Dios me abandonó de la misma manera que le abandoné yo a él”. En la lucha con la enfermedad, Raquel señala que “le ayuda mucho la ironía y el humor, pero, sobre todo, creer en mí misma, luchar cada día por aguantar un poco más. Por ejemplo, ahora me van a tener que poner una sonda para poder alimentarme e hidratarme bien y yo digo que me van a poner un piercing en la tripa. Aunque realmente estoy aterrada de pensar cómo será mi vida a partir de ese momento”.

Necesitamos sentirnos arropados

En cuanto a los demás, Raquel Estúñiga afirma que agradece mucho “que no desaparezcan de mi vida, porque la gente es muy cómoda y allá donde ven una enfermedad, un problema, huyen. Existe muy poca empatía de los demás y precisamente lo que necesitamos es sentirnos arropados, somos personas encerradas en nuestro cuerpo, que ha decidido ponerse en huelga de brazos caídos, pero que somos conscientes de todo lo que pasa a nuestro alrededor y necesitamos mucha comprensión, sentirnos integrados y no una carga para los demás”.

“Evidentemente”, añade, “quiero agradecer a quienes hacen que mi vida sea más llevadera, mi hija (Clara), mis padres, mi hermana, mi cuñado, mis sobrinos, mi cuidadora, los amigos que realmente han seguido a mi lado, los nuevos amigos que he hecho en el centro de día y a todos mis terapeutas y médicos”

Elegir la cruz

Volvemos con Águeda, (@artobalin en redes), que tras la desesperanza inicial, comenzó “un camino de acercamiento a Cristo y a la Iglesia, que me llevó a enamorarme de Cristo y de su plan para mí”. “Esto es muy importante porque di un paso más allá del mero aceptar lo que me estaba ocurriendo. Creo que, aunque no he sido consciente hasta más adelante, no solo acepté la cruz, sino que la elegí. Quiero decir con esto que con toda libertad decidí lanzarme a vivir mi enfermedad con alegría para sacar de ella todo lo bueno que Dios hubiera pensado para mí. Y bueno, dejé de llorar con amargura para reír y disfrutar cada instante de mi vida, y empecé un camino de amor a mí misma, a mi esposo, a mis hijos y a todos aquellos que Dios pone en mi vida”.

Esto llevó a esta madre de familia a pedir ayuda cuando la necesitaba, a dejarse ayudar, y poco a poco, a “poner toda mi vida en las manos de mi esposo, y hacerlo con humildad, con confianza y con misericordia ante cualquier cosa que pueda hacer distinta a como a mí me gustaría. Esta es mi forma de amar en la cruz: elegir la cruz, y después, ponerme en las manos de mi esposo con alegría”.

Al mismo tiempo, entendió “que sin fe, mi esposo no podría vivirla, y por eso dediqué casi todas mis oraciones a pedir su conversión, lo que Dios nos concedió por su gran misericordia”.

Alejandro se confiesa 

En efecto, cuenta Alejandro, “yo veía cómo Águeda vivía su enfermedad de forma increíble, y aunque no entendía nada y cada día había más estampitas, esculturas de la Virgen, botellitas con agua bendita, y rosarios de todos los modelos y colores, yo en el fondo quería lo mismo para mí. Tenía envidia de ver lo feliz que era mi esposa enamorada de Jesús y la Virgen María”.

“En 2015 hicimos un viaje en grupo a Tierra Santa los dos”, prosigue, “y me ocurrió algo horrible, porque me vi empujado a comulgar en la renovación de votos que hicimos en Caná de Galilea junto al resto de matrimonios con los que íbamos, y yo no podía hacerlo, ya que era un sacrilegio, pues llevaba 40 años sin confesarme. Esto me llevó a hacer un profundo examen de conciencia al volver hacia el hotel, sabiendo que tarde o temprano me tendría que confesar si quería vivir las cosas como las vivía Águeda, y de alguna forma reparar el dolor que experimenté en Caná”. 

Dejamos hablar a Alejandro. “Tres meses más tarde, el 5 de febrero de 2016, año Santo de la Misericordia, me encontraba acompañando a mi familia en una adoración para jóvenes en la catedral de la Almudena, y sin saber cómo, al pasar delante de mí Jesucristo Sacramentado, me levanté y me vi empujado inexplicablemente hacia un confesonario, donde experimenté la misericordia de Dios, su bondad y un amor inmenso al confesarme por primera vez desde que hice la primera comunión con 8 años. Al terminar, el confesor me dijo: “Alex, nunca te olvides de este día 5 de febrero, festividad de Santa Águeda”.

“No os podéis imaginar lo que significó para mí el oír el nombre de mi esposa en ese momento, y entender que habían sido sus oraciones las que me habían levantado y empujado al encuentro con Dios. Desde entonces he comprobado que Dios me ha hecho muchos regalos, uno, sin duda, el descubrir su presencia y acción en lo cotidiano”.

La misión

“Y es precisamente a partir de ese precioso don que Dios me regaló en esa confesión, cuando pude descubrí la misión que Jesucristo me tenía encomendada en mi matrimonio. A los pocos días de la experiencia de mi confesión en la Almudena, acompañando nuevamente a mi familia en un viacrucis, otra vez de forma inexplicable, me vi empujado a leer una estación, la número 5, no sin haber intentado antes, sin éxito, endosársela a otra persona. Y sin saber prácticamente qué hacer, cuando me tocó subir al ambón para leerla, leí lo siguiente: “Y obligaron a uno que pasaba, Simón de Cirene, a que llevara la cruz de Jesús” (Mc 15,21)”.

“He de explicaros que yo no me llamo Alejandro, me llamo Alejandro Simón, mi nombre es compuesto, aunque casi nunca he utilizado mi segundo nombre pues tengo un recuerdo amargo de él. Una vez terminé de leerla, me fui a mi banco y me quedé leyéndola una y otra vez, atónito y sorprendido ante la certeza de que ese día Jesucristo me había hablado a mí, y me ofrecía la misión de ayudarle a llevar la cruz que Águeda había elegido libremente amar. Y yo le dije ‘hágase’, y desde entonces yo no soy el cuidador de Águeda, pues no la cuido al asearla, ni al vestirla, ni al alimentarla,…, no, no la cuido, yo lo que hago es amarla en su cruz, y todo esto genera vida también en nosotros, en nuestra familia y a todos los que Dios pone en nuestro camino”, concluye Alejandro Simón.

La decisión de Águeda

La oración y las reflexiones de Águeda continuaron, y su eco resuena hoy. Dejamos aquí sólo alguna, por si puede orientarnos. Decía Águeda, la enferma de ELA, que ahora debe utilizar el respirador a diario, como Javier García de Jalón y tantos otros: “Jesús y María son nuestros modelos. Jesús ama desde la cruz en el papel del que padece un sufrimiento, y la Virgen ama en la Cruz desde el papel del que acompaña y es fiel. La cruz no tiene por qué ser solo una enfermedad, sino que podría ser cualquier defecto de carácter propio o ajeno, o cualquier pecado, o cualquier contrariedad de la vida (quedarse sin trabajo, revés económico, un embarazo no deseado…)”.

“¿Y cómo ama Jesús desde la cruz? […]. Esto es lo que a mí me da la vida: cuando todo cobra un sentido completamente nuevo, al pasar de aceptar la cruz, a elegir la cruz, a elegir vivir amando tu cruz, a decirle a Dios “hágase” como hizo María, que significa: yo quiero sacar lo mejor de esta cruz que estoy viviendo, porque te amo, Señor, y quiero amar desde ella a mi prójimo estando a tu lado”.

Dios es el Guionista

El pasado 12 de septiembre, Javier García de Jalón envió a este periodista sus respuestas definitivas. Pueden ser útiles para considerar. “Creo en la Providencia de Dios, que me gusta formular de otra manera. Veo mi vida como una película en la que yo soy el actor principal y Dios es el Guionista. A lo largo de los años, me han sucedido incontables cosas buenas, muchas más de lo que me hubieran correspondido en un simple sorteo aleatorio. Eso solo tiene una explicación: mi Guionista, me quiere y me cuida. Como es lógico tengo plena confianza en Él y eso incluye también la etapa de la enfermedad. Estoy convencido de que esta enfermedad es buena para mí, para la Iglesia, para la Obra y para todas las personas queridas”, continuaba.

“Me impresiona mucho la doctrina de San Pablo que dice a los Colosenses “Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo en beneficio de su cuerpo, que es la Iglesia. Esto da sentido pleno a mi enfermedad y a la de tantos otros discípulos de Cristo”. Unos días más tarde, el 20 de septiembre, el prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz, citaba estas mismas palabras de san Pablo en un mensaje sobre la Santa Cruz recogido en la web de la Obra.

Necesidades de todo tipo

Se ha quedado fuera de estas líneas Jordi Sabaté, cuyas serias dificultades pueden ver en su cuenta @pons_sabate de Twitter. Sabaté, al que acaban de operar en el Vall d’Hebron Barcelona Hospital Campus, con el fin de colocarle un tubo en la tráquea conectado a una máquina (traqueostomía) para poder vivir, necesita 6.000 euros/mes para financiar su asistencia domiciliaria. Águeda, de la que hemos hablado en estas líneas, ve “casi imposible tener esas cantidades de dinero para cuidarme 24 horas al día. Cada día somos más pobres, pero es la realidad de los enfermos de ELA”.

Mundo

Un “mensaje de paz” desde el corazón de Europa

El viaje apostólico a Eslovaquia y la clausura del Congreso Eucarístico Internacional en Budapest, han supuesto un hito en el pontificado de Francisco. Desde allí ha enviado un “mensaje de paz” para los centroeuropeos y para el resto del mundo.

David Fernández Alonso·12 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 8 minutos

El avión de la compañía aérea italiana Alitalia, que llevaba al Santo Padre como pasajero principal, aterrizaba en el aeropuerto de Fiumicino a las 15.21 del 15 de septiembre, tras un breve vuelo que había partido desde el aeropuerto de Bratislava. Inmediatamente después de haber aterrizado en suelo italiano, el Papa se dirigió, como es habitual tras cada viaje que realiza, a la Basílica de Santa María la Mayor, para rezar delante de la imagen de la Salus Populi Romani y finalmente regresar al Vaticano. Ponía así fin a un viaje apostólico, aunque cercano en la distancia, de gran envergadura espiritual. 

El viaje había comenzado el domingo 12 de septiembre, con destino a Budapest, capital de Hungría, con motivo de la Santa Misa de clausura del 52° Congreso Eucarístico Internacional.

Un viaje también ecuménico

Alrededor de las 10 de la mañana y tras haber saludado a las autoridades húngaras y a los obispos del país, el Santo Padre participó en el encuentro con el Consejo Ecuménico de las Iglesias y los representantes de la Comunidad judía, organizado en el Museo de Bellas Artes de Budapest. En su discurso, Francisco agradeció las palabras de bienvenida y animó a seguir trabajando juntos en la caridad: “Los veo a ustedes, hermanos en la fe de Cristo, y bendigo el camino de comunión que llevan adelante. Los veo a ustedes, hermanos en la fe de Abrahán nuestro padre, y aprecio mucho el compromiso que han mostrado para derribar los muros de separación del pasado. Ustedes, judíos y cristianos, desean ver en el otro ya no un extraño, sino un amigo; ya no un adversario, sino un hermano”.

Por otro lado, el Papa hizo hincapié en que “quien sigue a Dios está llamado a dejar atrás” varios aspectos de la vida: “No es casualidad que todos los que en la Escritura están llamados a seguir de un modo especial al Señor siempre tengan que salir, caminar, llegar a tierras inexploradas y a espacios desconocidos. Pensemos en Abrahán, que dejó casa, parientes y patria. A nosotros, cristianos y judíos, se nos pide que dejemos atrás las incomprensiones del pasado, las pretensiones de tener razón y de culpar a los demás, para ponernos en camino hacia su promesa de paz, porque Dios tiene siempre planes de paz”

Retomando la evocadora imagen del Puente de las Cadenas, que une las dos partes de la ciudad de Budapest, Francisco dijo que este “no las funde en una, pero las mantiene unidas” y que así deben ser los vínculos entre judíos y cristianos, dejando atrás el pasado y sus dolores: “Cada vez que se ha tenido la tentación de absorber al otro no se ha construido, sino que se ha destruido; lo mismo cuando se ha querido marginarlo en un gueto, en vez de integrarlo. ¡Cuántas veces ha ocurrido esto en la historia! Debemos estar atentos y rezar para que no se repita”.

En este contexto, el Pontífice animó a todos a comprometerse y a promover juntos “una educación para la fraternidad”, para que los brotes de odio que quieren destruirla no prevalezcan: “Pienso en la amenaza del antisemitismo, que todavía serpentea en Europa y en otros lugares. Es una mecha que hay que apagar y la mejor forma de desactivarla es trabajar en positivo juntos, es promover la fraternidad. El puente nos sigue sirviendo de ejemplo, está sostenido por grandes cadenas, formadas por muchos eslabones. Nosotros somos estos eslabones y cada eslabón es fundamental, por eso no podemos seguir viviendo en la sospecha, distantes y divididos”.

Clausura del Congreso

Plaza de los Héroes de Budapest. Acompañado por más de cien mil fieles. El Papa Francisco presidió la celebración eucarística conclusiva del 52º Congreso Eucarístico Internacional. 

Los medios de comunicación han destacado especialmente el contraste con el que el Papa opuso las acciones de los poderosos del mundo y el reinado silencioso y no violento de Dios en la cruz: “La diferencia crucial es entre el verdadero Dios y el dios de nuestro yo. ¡Qué lejos está Aquel que reina en silencio sobre la cruz, del falso dios que quisiéramos que reinase con la fuerza y redujese al silencio a nuestros enemigos! ¡Qué distinto es Cristo, que se propone sólo con amor, de los mesías potentes y triunfadoras, adulados por el mundo!”.

Por otro lado, naturalmente, los políticos húngaros también intentaron utilizar la visita del Papa para sus propios fines, teniendo en cuenta que la próxima primavera se celebrarán elecciones parlamentarias.

Pero, como afirma el director de Omnes en una columna que se puede leer en la página web www.omnesmag.com, la clave real de interpretación ha de buscarse en la Eucaristía, que ha sido el motivo y el tema de la visita. La invitación del Papa en la homilía de la Misa de clausura del Congreso Eucarístico Internacional fue: “Dejemos que el encuentro con Jesús en la Eucaristía nos transforme, como transformó a los grandes y valientes santos que ustedes veneran, pienso en san Esteban y santa Isabel. Como ellos, no nos contentemos con poco, no nos resignemos a una fe que vive de ritos y de repeticiones, abrámonos a la novedad escandalosa de Dios crucificado y resucitado, Pan partido para dar vida al mundo. Entonces viviremos en la alegría; y llevaremos alegría”.

En la misma tarde del domingo, viajó hacia Bratislava, Eslovaquia. Allí tendría un encuentro también ecuménico y una reunión con los jesuitas. Esta última reunión se desarrolló en un ambiente cordial y familiar, propio de los encuentros del Papa Francisco con los jesuitas durante sus Viajes Apostólicos. Así fue también éste, en la Nunciatura Apostólica de Bratislava, donde se reunió cerca de una hora y media con sus hermanos del país que visitaba, como informó la publicación La Civiltà Cattolica. En un tono distendido, uno de los presentes se interesó por su estado de salud, a lo que respondió que “todavía vivo. A pesar de que algunos me querían muerto”, matizando con ironía, añadiendo que es consciente de que ha habido “incluso encuentros entre Prelados, que pensaban que lo del Papa era más serio de lo que se decía. Estaban preparando el cónclave”, refiriéndose a la operación del pasado mes de julio.

Ya en Eslovaquia

A la mañana siguiente, el lunes 13 de septiembre, tras su visita de cortesía a la Presidenta de la República de Eslovaquia, Zuzana Caputová, que tuvo lugar en la Sala de Oro del Palacio presidencial en Bratislava, el Papa Francisco prosiguió con su programa del día para celebrar un encuentro con las autoridades políticas y religiosas, la sociedad civil y el cuerpo diplomático.

En este encuentro, Francisco quiso recordar que “la historia eslovaca está marcada de manera indeleble por la fe”, y también expresó su deseo de que ésta “ayude a alimentar de modo connatural propósitos y sentimientos de fraternidad”. Y que lo haga inspirándose “en las grandiosas vidas de los santos hermanos Cirilo y Metodio”, que “difundieron el Evangelio cuando los cristianos del continente estaban unidos; y todavía hoy unen las confesiones de esta tierra”.

Subrayó que “es necesario esforzarse para construir un futuro en el que las leyes se apliquen a todos por igual, sobre la base de una justicia que no esté nunca en venta. Y para que la justicia no permanezca como una idea abstracta, sino que sea concreta como el pan, es necesario emprender una seria lucha contra la corrupción y que ante todo se fomente e imponga la legalidad”.

Esa mañana también se reunió en la catedral con obispos, sacerdotes, consagrados, seminaristas y catequistas, antes de salir hacia una de las visitas más esperadas: el Centro Bethlehem.

Con las Misioneras de la Caridad

Era la tarde del lunes 13 de septiembre, cuando el Santo Padre visitaba a las Misioneras de la Caridad, que trabajan en el barrio de Petržalka, en la misma ciudad de Bratislava. Actualmente hay seis religiosas que trabajan en el Centro Bethlehem, en medio de los bloques de apartamentos. Pronto se les unirá una séptima monja, de la India. Durante la semana atienden a una treintena de personas sin hogar, o en otras situaciones difíciles. Durante el fin de semana, el número de personas que atienden aumenta hasta entre 130 y 150. Las hermanas les preparan paquetes de comida, y hablan con ellos.

El Papa Francisco saludó a los fieles y entró en el edificio. Fuera, los niños cantaban: “No importa si eres grande, no importa si eres pequeño: puedes ser santo”. Dentro, el Papa se reunió con las personas atendidas en el centro y con las religiosas. “Puso su mano en mi cabeza y me bendijo. Le deseé mucha salud”, nos cuenta Juan, una de las personas que están en el centro. 

Ya al final del día, Francisco se reuniría con la comunidad judía, un encuentro con mucha fuerza, donde el Papa pidió “que el Omnipotente los bendiga para que, en medio de tanta discordia que contamina nuestro mundo, puedan ser siempre, juntos, testigos de paz. Shalom”. También mantuvo una reunión con el presidente del Parlamento y con el del Gobierno, para después ya retirarse a descansar y poder emprender una nueva jornada al día siguiente.

La visita más esperada

El martes amaneció soleado en Prešov, donde el Papa celebraría la Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo, según el rito bizantino, en memoria de los mártires greco-católicos; uno de los momentos culmen. “Un cristianismo sin cruz es mundano y se vuelve estéril” afirmó el Papa en la homilía, y animó a ver con más profundidad la realidad de la cruz: “San Juan, en cambio, vio en la cruz la obra de Dios. Reconoció en Cristo crucificado la gloria de Dios. Vio que Él, a pesar de las apariencias, no era un fracasado, sino que era Dios que voluntariamente se ofrecía por todos los hombres”.

El Papa Francisco aseguró que “la cruz no quiere ser una bandera que enarbolar, sino la fuente pura de un nuevo modo de vivir. ¿Cuál? El del Evangelio, el de las Bienaventuranzas. El testigo que tiene la cruz en el corazón y no solamente en el cuello no ve a nadie como enemigo, sino que ve a todos como hermanos y hermanas por los que Jesús ha dado la vida”. El Santo Padre finalizó la homilía haciendo un llamamiento: “Conserven el amado recuerdo de las personas que los han criado en la fe. Personas humildes, sencillas, que han dado la vida amando hasta el extremo. Los testigos engendran otros testigos, porque son dadores de vida. Y así se difunde la fe. Y hoy el Señor, desde el silencio vibrante de la cruz, te dice también a ti: “¿Quieres ser mi testigo?”.

Con la comunidad gitana y los jóvenes

Y llegó la visita que generaba mayor expectación, la que haría el Papa Francisco al barrio gitano de Lunìk IX, en Košice. Más de 5.000 personas de la comunidad de gitanos esperaban al Santo Padre, para escucharle y verle en su “propia casa”. Estas personas se ven obligadas a vivir en condiciones de degradación y pobreza y su único apoyo es un centro salesiano donde se encuentra el padre Peter Žatkulák, que hemos podido entrevistar para Omnes y que se puede leer en el portal www.omnesmag.com. Según Žatkulák, “Luník IX es un gueto urbano, con sus propias normas. Y son estas mismas normas las que producen la miseria que hay aquí. Una pequeña minoría piensa que la mayoría debe respetar el tono que marcan ellos: música a todo volumen hasta altas horas de la noche, niños corriendo fuera de casa después de la cena, contenedores incendiados, basura tirada en la calle…”. El Papa Francisco centró su mensaje en Lunìk en la importancia de “acoger” la mirada sobre nosotros, “para que aprendamos a ver bien a los demás, descubrir que tenemos a nuestro lado otros hijos de Dios y los reconozcamos como hermanos”. Pues, como ha recordado: “Esta es la Iglesia, una familia de hermanos y hermanas con el mismo Padre, que nos ha dado a Jesús como hermano, para que comprendamos cuánto ama la fraternidad. Y anhela que toda la humanidad llegue a ser una familia universal”.

La tarde del martes, Francisco se encontraría con jóvenes en el estadio Lokomotiva de Košice. Allí les animó a soñar en grande, y no dejarse atrapar de modas pasajeras que nos pueden alejar del Señor: “Cuando sueñen con el amor, no crean en los efectos especiales, sino en que cada uno de ustedes es especial. Cada uno es un don y puede hacer de la vida un don. Los otros, la sociedad, los pobres los esperan. Sueñen con una belleza que vaya más allá de la apariencia, más allá de las tendencias de la moda. Sueñen sin miedo de formar una familia, de procrear y educar unos hijos, de pasar una vida compartiendo todo con otra persona, sin avergonzarse de las propias fragilidades, porque está él, o ella, que los acoge y los ama. Los sueños que tenemos nos hablan de la vida que anhelamos. Los grandes sueños no son el coche potente, la ropa de moda o el viaje transgresor. No escuchen a quien les habla de sueños y en cambio les vende ilusiones, son manipuladores de felicidad”.

Clausura del viaje

La visita a Eslovaquia llegaría a su fin con la celebración de la Santa Misa al aire libre en el Santuario de Šaštín. Han sido más de 50.000 personas las que acudieron a Šaštín para celebrar la solemnidad de Nuestra Señora de los Siete Dolores, patrona de Eslovaquia, en la Santa Misa con el Papa Francisco. 

El Papa subrayó que “la fe no puede reducirse a una azúcar que endulza la vida. Jesús es un signo de contradicción. Vino a traer luz donde hay oscuridad, sacando la oscuridad a la luz y obligándola a rendirse. Por eso las tinieblas siempre luchan contra Él. Quien acepta a Cristo y se abre a él se levanta; quien lo rechaza se cierra en las tinieblas y se arruina”.

Ha sido el broche de oro a un viaje de cuatro días importantísimo en Eslovaquia. Tras la misa, tuvo lugar la ceremonia de despedida en el aeropuerto y el regreso a Roma.

Mundo

Nadie “evangeliza” con tanto éxito como los jóvenes

Entrevistamos a Georg Mayr-Melnhof, el fundador de la Comunidad Loreto, en Austria, que promueve numerosos grupos de oración en diversos países, y un encuentro de jóvenes en Pentecostés al que asisten muchos millares.

Fritz Brunthaler·11 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

Traducción realizada por Alfonso Riobó del original en alemán, que se puede leer haciendo click aquí.

Georg Mayr-Melnhof, natural de Salzburgo, es el noveno de diez hermanos. Estudió Ciencias Empresariales, Teología y Pedagogía de la Religión. Además, es el fundador de la Comunidad Loretto, de la que hablamos en esta entrevista. Nos cuenta qué es este nuevo movimiento, que objetivos tienen y qué atractivo propone a los jóvenes austriacos. Casado, tiene cuatro hijos y es diácono permanente y practica con entusiasmo deportes de resistencia. Esta es la conversación con Georg Mayr-Melnhof.

–Docenas de grupos de oración en Austria, Tirol del Sur, Alemania, Suiza e Inglaterra, y cada año un gran festival juvenil en Salzburgo con 10.000 participantes. ¿Qué es Loreto: un gran grupo de oración, un movimiento de renovación, la renovación carismática con estilo austriaco?

La Comunidad Loretto es uno de los nuevos grandes movimientos de renovación dentro de la Iglesia católica en Austria. Se cuenta entre los llamados “movimientos”, es decir, entre las nuevas iniciativas que se encuentran cada vez más en nuestra Iglesia con diversas formas y espiritualidades.

–Georg, tú eres el fundador del movimiento Loreto. ¿Cómo surgió?

Nuestras raíces se encuentran en Medjugorje. Llegué por primera vez a ese lugar de gracia a mediados de los años 80, poco después de que comenzaran las apariciones de la Virgen. En las siguientes peregrinaciones ya no estaba solo, sino que venían conmigo cada vez más jóvenes. En los días de la Pascua de 1987, al regresar a Austria, dos jóvenes de Viena se acercaron a mí y me dijeron: Georg, después de estas fuertes experiencias aquí, en Medjugorje… empecemos con algo en casa. Resonaba una petición de la Virgen: “Fundad círculos de oración”. Ese fue el pistoletazo de salida. El 4 de octubre de 1987 nos reunimos en un pequeño piso de estudiantes en Viena para nuestro primer grupo de oración. Éramos tres; rezamos juntos un rosario y luego comimos tres bocadillos de salchicha. Y eso fue todo. Bastante poco espectacular, y al mismo tiempo muy emocionante.

–¿Cuál es vuestro programa? ¿Qué objetivos tenéis, y cómo queréis alcanzarlos?

Nuestra primera vocación es con toda seguridad la oración. Oración por la renovación de la Iglesia. Queremos crear espacios en todo nuestro país, y más allá de él, donde la gente pueda encontrar y experimentar al Señor. Soñamos con muchos lugares animados, pentecostales, con muchos jóvenes, con una profunda comunión, con una buena catequesis, con música atractiva (de alabanza), con confesión y conversión, con la Eucaristía en el centro. Además, ofrecemos varias posibilidades de formación y programas en el área del discipulado y el liderazgo, para formar así una nueva generación de personas decisivas para el Reino de Dios.

Nuestra primera vocación es con toda seguridad la oración. Oración por la renovación de la Iglesia. Queremos crear espacios en todo nuestro país, y más allá de él, donde la gente pueda encontrar y experimentar al Señor.

Georg Mayr-MelnhofFundador de la Comunidad Loreto

–¿Existe un programa de “seguimiento” para los participantes en vuestras propuestas, es decir, de formación continua, profundización, etc.?

Ahora nuestros programas son ya muy diversos. Comienzan con los grupos de oración para niños, la preparación para la confirmación, los grupos de jóvenes, la formación de discípulos, los congresos y festivales, la profundización, la adoración perpetua. Desde los jóvenes hasta los mayores, para todos hay algo. Cada persona que acude a nosotros puede decidir por sí misma qué ofertas quiere aprovechar y con qué intensidad. Aparte de eso, ofrecemos la llamada “promesa de comunidad”, es decir, un paso muy concreto que se puede dar para vivir aún más íntimamente con Cristo y desde las fuentes de la Iglesia. Hacemos esta promesa por un año, con la posibilidad de renovarla una y otra vez.

–¿Qué tiene Loretto de atractivo o de especial?

Sin duda, la presencia de tantos jóvenes que siguen este camino de seguimiento de Cristo con gran afán y dedicación. Eso es increíblemente atractivo y atrayente. Y al mismo tiempo, nos une a todos un gran amor a la Iglesia, de cuyas fuentes bebemos a diario.

–El emblema de Loreto es una paloma. ¿Qué significado tiene para vosotros el Espíritu Santo?

Nuestro logotipo, la paloma roja, representa el Espíritu Santo y su fuego, y Pentecostés. Soñamos y rezamos por un Nuevo Pentecostés, como está escrito en Joel 3. Nos sabemos parte del gran Movimiento Carismático, practicamos los dones y carismas del Espíritu Santo y contamos cada día con los refrescantes signos y prodigios que el Señor obra en medio de nosotros.

–Estás casado, tenéis cuatro hijos y desde hace poco eres diácono permanente. ¿Qué significado tiene Loretto en esta trayectoria, y para su familia?

Para mí, y también para mi mujer y nuestros cuatro hijos, es un gran regalo poder sentirnos parte de una comunidad tan viva. Gran parte de nuestra vida gira en torno al Señor, en torno a una vida de seguimiento, en torno a nuevos proyectos e ideas para la Iglesia y el Reino de Dios, en torno a la santificación de la vida cotidiana, etc. Habiendo tenido el honor de formar parte de nuestro movimiento desde la primera hora, puedo decir que estas últimas tres décadas han tenido un impacto muy especial en mí.

–¿Cuál ha sido hasta ahora tu mejor experiencia con Loreto?

Ciertamente hay muchos momentos que podría mencionar, pero los encuentros anuales del día de Pentecostés en Salzburgo, con hasta 10.000 jóvenes, son uno de los momentos más destacados. Estos intensos tiempos de oración en la catedral de Salzburgo, en las Santas Misas, en los momentos de alabanza, en la Noche de la Misericordia, cuando hay hasta 120 sacerdotes disponibles para escuchar confesiones. Estos ojos brillantes de los jóvenes con este anhelo absoluto de seguir a Jesús: es un poco como saborear el cielo.

–La mayoría de los participantes en vuestras convocatorias son jóvenes. ¿Cómo llegáis a ellos? ¿Puede inspirar algo al trabajo pastoral en Austria, en las parroquias, las diócesis, etc.?

Donde los jóvenes se reúnen, se suman automáticamente otros jóvenes. Si les entusiasma la propuesta, llevan a sus mejores amigos y a sus hermanos. Nadie “evangeliza” con tanto éxito como los jóvenes. Simplemente dicen a sus amigos: oye, ven; tú también tienes que experimentar esto. Muchos vienen y se quedan. El “programa” que les ofrecemos debe estar bien adaptado a los jóvenes, por supuesto. De todos modos, el “contenido” está ahí desde hace 2000 años. Les anunciamos el mensaje completo del Evangelio, no sólo lo que quieren oír. JESÚS es absolutamente central. A nosotros es Él quien nos importa, y mucho. Así que el contenido está ahí. Nuestra tarea es el embalaje. Debe ser atractivo y atrayente. Cada vez más obispos, sacerdotes y responsables juveniles vienen a ver lo que hacemos. Y piensen en lo que podrían hacer por sus diócesis e instituciones.

Jesús es absolutamente central. A nosotros es Él quien nos importa, y mucho. Así que el contenido está ahí. Nuestra tarea es el embalaje. Debe ser atractivo y atrayente.

Georg Mayr-MelnhofFundador de la Comunidad Loreto

–Es sabido que Loreto está en buenas relaciones con el arzobispo de Salzburgo. ¿Cómo estáis integrados en las diócesis, cómo es vuestro contacto con los obispos y los párrocos?

Como comunidad reconocida por la Conferencia Episcopal Austriaca y enraizada en el corazón de la Iglesia, naturalmente es una preocupación central nuestra el estar en estrecho y fructífero intercambio con nuestros obispos y con los aquellos en posiciones de responsabilidad. Para que una comunidad joven, viva y misionera se integre fructuosamente en una diócesis, no sólo hace falta mucha buena voluntad por parte de todos, sino también un intercambio vivo y, sobre todo, muchas relaciones personales.

–¿Cómo se ha extendido Loretto, a partir de un pequeño grupo? ¿Hay planes de expandirse a otros países con idiomas diferentes, como Italia, Francia, Inglaterra, España o Polonia?

La Comunidad Loretto es en realidad un gran grupo de muchos amigos. La amistad y las relaciones de convivencia están en el corazón de nuestro movimiento. Y así es exactamente como se extiende Loretto. Los amigos que están con nosotros y luego se van a otro lugar por razones de trabajo, familia u otros motivos, suelen empezar allí adonde llegan con un nuevo grupo de oración, un grupo doméstico de Loreto o un pequeño apostolado.

Originalmente somos una comunidad austriaca, pero desde hace algunos años nos hemos extendido a todos los demás países de habla alemana. Y también a Londres, en Inglaterra. En realidad nunca tenemos planes concretos, sino que se trata más bien de identificar qué puertas abrirá a continuación el Espíritu Santo.

–¿Cómo ves la situación de la Iglesia en Europa? ¿Puede Loretto, o el enfoque de Loretto, ser un camino de renovación?

La Iglesia de mañana será probablemente más pequeña que la de hoy, por lo menos aquí en Europa, pero se mantendrá muy bien, porque está construida sobre roca y la promesa de Jesús sigue siendo válida, igual que antes: los poderes del infierno no la vencerán. Y estoy convencido de que volverá a ser cada vez más una Iglesia de confesores de la fe. Muchos probablemente se irán, porque la tradición ya no los sostiene o, aún más, porque no han experimentado personalmente y no han llegado a conocer a Jesús. Pero los que caminan conscientemente con Jesús, le siguen y han reconocido a la Iglesia como Su esposa, se quedarán y contribuirán decisivamente a la renovación de la Iglesia.

El autorFritz Brunthaler

Austria

Iniciativas

Se buscan rebeldes. Explicar la fe en lenguaje “millenial”

En 2020 nació Se buscan rebeldes un canal de YouTube en el que sacerdotes, laicos, religiosas, etc., explican, con lenguaje “millenial”, las verdades básicas de la doctrina católica y temas controvertidos relacionados con la fe. Una iniciativa que cuenta ya con más de 22.000 suscriptores. 

Maria José Atienza·11 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Los bajos de una parroquia y el sótano de una casa familiar fueron los primeros “estudios” para Se Buscan Rebeldes, un canal de doctrina católica en YouTube que nació gracias a la iniciativa de un grupo de sacerdotes y laicos durante 2020. 

En su año y medio de vida, Se Buscan Rebeldes ha alcanzado ya más de tres millones de reproducciones del canal y son miles las personas que reciben, semanalmente, las novedades de este canal por diversas redes sociales, especialmente a través de Instagram, que ya recoge la mitad de las reproducciones de los vídeos, y YouTube.

¿Cómo se define Se Buscan Rebeldes? Como un canal que ofrece doctrina católica, el primer anuncio, el kerygma. Ni más ni menos.

Los creadores de Se Buscan Rebeldes no comenzaron este canal hasta después de realizar una concienzuda labor de benchmarking y probar diversos formatos. La idea nació antes de la pandemia cuando varios de los sacerdotes recibieron encargos o peticiones de vídeos en los que explicaran la fe, de manera sencilla, para aquellas comunidades alejadas, casi sin recursos, en las que no es fácil dar catequesis por falta de gente. ¿Por qué hacer un canal de vídeo? Los impulsores de Se Buscan Rebeldes lo tienen claro: “YouTube es la mayor biblioteca del mundo, nunca ha habido tanto contenido, tan accesible. Sorprende conocer que el 95% de la gente que busca material religioso lo hace en YouTube o el motor de búsqueda de Google que les suele redirigir a YouTube. Nos encontramos son mucho contenido religiosos y, sobre todo, con una gran demanda de contenido católico en castellano”.

La pandemia fue un momento clave para conocer a fondo el funcionamiento de YouTube: “vimos qué tipo de vídeos eran los que la gente veía, cómo teníamos que hacer el posicionamiento SEO, la importancia de los 5 primeros segundos del vídeo… así fuimos preparando el material. Una cosa sorprendente es que el 90% de los vídeos que vemos son ‘sugeridos’ y, con este conocimiento, fuimos averiguando cuáles eran las búsquedas más frecuentes en temática cristiana: por qué ser católico y no sólo cristiano, el fin del mundo, el demonio…”.

Sus puntos de referencia

Tres son las grandes referencias de la predicación para los impulsores de Se Buscan Rebeldes: Fulton Sheen, San Josemaría Escrivá y Santa Teresa de Calcuta. “Los tres tenían una capacidad comunicativa impresionante”, destacan. Además de esto, los impulsores de Se Buscan Rebeldes tenían presente la labor de Mons. Robert Barron, el canal de Ascension Presents con Mike Schmitz o, aquí en España, el trabajo de Mons. Jose Ignacio Munilla en este campo de comunicación de la fe. Todo ello ha sido una notable influencia a la hora de poner en marcha Se Buscan Rebeldes

El punto de inflexión llegó a finales de la Semana Santa de 2021 cuando uno de los sacerdotes conoció al productor Nacho Robiou y le contó lo que quería hacer, el proyecto de canl y cómo era muy cercana al estilo de Ascension Presents del sacerdote Mike Schmitz. Nacho escuchó y no lo dudó “Yo te voy a ayudar”, le dijo y así empezó lo que hoy es Se Buscan Rebeldes

“Comenzamos haciendo pruebas de vídeos en los bajos de la parroquia, grabamos a mucha gente… estuvimos un mes entrenando y pensando. Y llegaron los primeros vídeos. De los temas a tratar, empezamos por el principio pero nombrándolos con lenguaje de hoy, ¿qué es la metanoia, por ejemplo, sino la revolución de Dios en tu vida?, otro ejemplo, la primera homilía de Cristo fueron las Bienaventuranzas: la felicidad… ¿cómo se busca esto en YouTube? El secreto de la felicidad pues así la llamamos. Estas primeras pruebas las mandamos a sacerdotes, a amigos, que nos fueron aconsejando cosas. Poco a poco, empezamos a mejorar ciertos aspectos como poner música de fondo, el hecho de resaltar ciertas frases, introducir vídeos…”, describen los impulsores de Se Buscan Rebeldes.

Una de las cosas que más llama la atención es la calidad de los vídeos Se Buscan Rebeldes: “Preparamos y cuidamos mucho las grabaciones, el material, todo lo que se dice y cómo se dice. El contenido se escribe completamente para que tenga ritmo, no se repita y se pueda seguir con facilidad, con puntos destacados de tal manera que, quien lo escuche, pueda entender todo perfectamente”. 

Los organizadores tenían muy claro, desde el primer momento, “ que no querían que fuese un canal personal sino un canal para todos y en el que pueden participar sacerdotes o laicos de distintos grupos o sensibilidades. Lo único que han de ser es fieles al Magisterio y dejarse aconsejar en el terreno técnico, de producción, etc.”. De hecho, son muy diversas las personas que participan en los vídeos de Se Buscan Rebeldes: sacerdotes como Ignacio Amorós, Pablo de Lecea o Javier Sánchez Cervera, laicos, hombres y mujeres, y también religiosas como la Madre Olga.

Un canal dedicado a la formación

Aparte de la variedad de personas que participan en él, la característica que distingue a Se Buscan Rebeldes es que es un canal de formación católica. “En YouTube, tenemos muchos canales de música católica, o testimonios… pero necesitamos también la formación para que el sentimiento no se desinfle cuando llegan los problemas o la rutina. Como hay muchos temas que abordar, partimos desde el punto de vista antropológico y lo vamos elevando hasta el dogma. Siempre apelando a la persona que ve el vídeo, porque, seguramente, ha pasado por alguna de las cuestiones que se plantean en cada tema: desengaños amorosos, caídas, problemas en casa o económicos. Lo maravilloso es constatar cómo la doctrina católica tiene respuestas para todas las preocupaciones y aspiraciones del hombre”. 

Cada semana, tanto en el canal de YouTube como en Instagram se puede encontrar un vídeo nuevo en el que se abordan diferentes temas doctrinales: la misericordia de Dios, el sentido del sufrimiento, el Espíritu santo o la Santa Misa son algunas de las cuestiones que se pueden encontrar. “La idea de Se Buscan Rebeldes no es que las ideologías del momento marquen los temas. Queremos dar a conocer la doctrina católica, empezando por Jesucristo. Efectivamente, también tocamos algunos temas “polémicos”: el cuerpo y la sexualidad, la infalibilidad del Papa… Siempre, en todos lo vídeos, el centro es Jesucristo. En todos los videos tiene que estar Jesucristo en el mensaje: Jesús hijo de Dios, Salvador, que lo ilumina todo, porque, como dice el papa Francisco en la Evangelii Gaudium, si no se nombra a Jesucristo no hay anuncio del Evangelio”

Actualmente el canal de YouTube de Se Buscan Rebeldes cuenta con más de 22.000 suscriptores, junto a más de 11.000 seguidores en Instagram y una decena de grupos de Whatsapp a través de los que se reciben los videos semanales. 

Si algo ha puesto de manifiesto este canal es que, en esta sociedad, hay mucha gente que necesita formación y la agradece mucho: “Nos encanta leer los agradecimientos que deja la gente en los comentarios, también hay comentarios contrarios, claro, pero son muchísimas las personas que te escriben porque no habían tenido oportunidad de tener una catequesis accesible a través de la que conocer y vivir la fe”.

Actualidad

Responsabilidad en la Iglesia. Un servicio gratuito e incondicional

El Papa ha insistido con particular acento en el carácter de servicio que suponen los cargos de gobierno dentro de la Iglesia.

Giovanni Tridente·11 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

En los discursos del Papa Francisco, no es nueva la llamada, a todos los que tienen cargos de responsabilidad en la Iglesia, a considerar su posición de gobierno como una misión de servicio, de abnegación total y de ejemplo para los demás.

La incomprensión de esta dinámica, simple en apariencia, pero que se complica, genera toda una serie de problemas en las diversas asociaciones de fieles, desde las comunidades religiosas hasta las parroquias y los movimientos laicos, también por los modelos “distorsionados” que se observan en la sociedad. 

Precisamente a los responsables de estos organismos convocados en el Vaticano por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el Papa Francisco les reiteró la urgencia de reconducir las responsabilidades de gobierno de estos organismos, para que se eviten “los casos de abusos de diversa índole”, que muchas veces se han producido y desgraciadamente aún se producen en estas realidades.

De hecho, el Papa se refirió no sólo a aquellas “situaciones feas que hacen ruido”, como los casos de abusos sexuales, sino también a “las enfermedades que provienen del debilitamiento del carisma fundacional, que se vuelve tibio y pierde su capacidad de atracción”.

Una cultura del servicio

Los casos de abusos sexuales que tanto han conmocionado la vida de la Iglesia en las últimas décadas suelen ir unidos del germen inicial del “simple” abuso de poder y de conciencia. El Papa lo había explicado con detalle en su Carta al Pueblo de Dios del 20 de agosto de 2018, y en el posterior viaje a Irlanda. 

Fue con ocasión de la publicación, en los días previos, del informe de más de 1.300 páginas sobre abusos en seis de las ocho diócesis de Pensilvania. En esa ocasión escribió, abrumado por el dolor: “Mirando hacia el pasado nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado. Mirando hacia el futuro nunca será suficiente todo lo que se haga para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse”.

También apuntó al clericalismo, como “una forma poco ética de entender la autoridad en la Iglesia”, una actitud que “genera una escisión en el cuerpo eclesial que beneficia y ayuda a perpetuar muchos de los males que hoy denunciamos”. Decir no al abuso, es “decir enérgicamente no a cualquier forma de clericalismo”.

Mientras tanto, en lo que respecta al gobierno de los grupos laicales, el pasado 11 de junio se promulgó un Decreto, firmado por el Santo Padre, que reconfigura sustancialmente los cargos de gobierno dentro de estas organizaciones internacionales, estableciendo una duración de los mandatos de cinco años, y un máximo de diez años consecutivos, con la excepción de los fundadores.

La creatividad del amor

En el encuentro de hace unas semanas, el Papa explicó los motivos de esta decisión, que se derivan de “la realidad de las últimas décadas”. De ahí la aclaración de que “las tareas de gobierno que os han sido encomendadas” “no son otra cosa que una llamada a servir”.

Y lo que socava esta misión de servicio es, sobre todo, la “voluntad de poder”, que puede expresarse de muchas maneras y acaba anulando cualquier “forma de subsidiariedad” dentro de los movimientos. El Papa citó casos de “superiores generales que se eternizan en el poder y hacen mil cosas para ser reelegidos, incluso cambiando las constituciones”.

El otro obstáculo al verdadero servicio cristiano, es la “deslealtad”, que lleva a servir a Dios y a los demás de palabra, “pero en realidad servimos a nuestro ego, y nos plegamos a nuestro deseo de aparentar, de obtener reconocimiento, aprecio…”. En cambio, advirtió el Papa Francisco, “el verdadero servicio es gratuito e incondicional, no conoce ni cálculos ni pretensiones”.

Al igual que las numerosas asociaciones de laicos, a pesar de los duros meses de la pandemia y de las innumerables restricciones, no se han rendido”, reconoció el Pontífice en su discurso, al contrario, han multiplicado su solidaridad, ayuda y testimonio evangélico “con esa creatividad que nace del amor, porque quien se siente amado por el Señor ama sin medida”.

Cultura

Historia del Opus Dei. La primera visión de conjunto

Omnes entrevista a José Luis González Gullón, autor junto con John F. Coverdale de Historia del Opus Dei, el nuevo libro sobre la institución fundada por san Josemaría Escrivá. Mientras se acerca el centenario de la fundación del Opus Dei, en 2028, este libro servirá para conocer la institución en perspectiva y con una visión de conjunto.

David Fernández Alonso·10 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

El Opus Dei, fundado por san Josemaría Escrivá en 1928, se encamina hacia su centenario. Es una institución joven, pero con suficiente recorrido y alcance para estudiar con visión panorámica su historia. Esto es lo que han hecho los historiadores José Luis González Gullón y John F. Coverdale, autores de Historia del Opus Dei

El libro analiza la expansión del mensaje del Opus Dei en la Iglesia y en la sociedad a través de la institución y de las personas que pertenecen a ella o de sus apostolados: en sus 700 páginas, los autores narran la génesis y el desarrollo del Opus Dei, su recorrido jurídico, la difusión de su espiritualidad y la evolución de sus iniciativas apostólicas, bajo la guía del fundador y de sus dos primeros sucesores, Álvaro del Portillo y Javier Echevarría. 

¿Cómo surgió la idea de escribir una historia general del Opus Dei?

La idea de afrontar un proyecto semejante germinó cuando preparaba unas clases que di en 2016 en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz. Luego, se sumó John F. Coverdale, con el que he investigado en los últimos cinco años. Recuerdo que al principio nos encontramos ante un bosque casi impenetrable por la cantidad de datos, personas y actividades que había. Poco a poco, fuimos capaces de establecer la cronología y los temas. Para este trabajo nos sirvió como modelo la historiografía sobre otras instituciones de la Iglesia. 

¿A qué público va dirigido el libro?

Quizá hay tres tipos de personas a las que puede interesar una síntesis de los grandes acontecimientos del Opus Dei desde la fundación hasta nuestros días. Por una parte, la comunidad académica tendrá a su disposición un estudio con un método histórico que ofrece claves para comprender el desarrollo de una institución de la Iglesia dentro de contextos más amplios.

Por otra parte, los fieles y cooperadores de la prelatura conocerán mejor los hitos más importantes que han dado forma a la institución a lo largo de la historia, tanto los positivos como los que salieron mal; en este sentido, nos ilusiona pensar en la nueva generación de jóvenes de la Obra, a los que explicamos su procedencia. Y, en tercer lugar, los miembros de otras instituciones descubrirán las continuidades y discontinuidades en los modos de ser católico y de difundir los valores del Evangelio. 

Los fieles y cooperadores de la prelatura conocerán mejor los hitos más importantes que han dado forma a la institución a lo largo de la historia, tanto los positivos como los que salieron mal.

José Luis González GullónAutor de Historia del Opus Dei

¿Ha resultado difícil aunar a dos historiadores de culturas y continentes distintos?

Pienso que ha sido muy enriquecedor contar con la colaboración de John F. Coverdale, un académico con amplia experiencia en la escritura de la historia de Europa y de Estados Unidos en el siglo xx. Su trabajo ha acortado los tiempos de búsqueda documental y de redacción del manuscrito. Pero, sobre todo, ha servido para incorporar puntos de vista distintos y, en ocasiones, dispares. 

¿Han podido consultar toda la documentación que querían?

El valor oculto de este libro son las fuentes. Nuestra narrativa se basa en los materiales consultados en el archivo de la Prelatura del Opus Dei, donde se conservan los manuscritos del fundador, junto al resto de materiales. Damos las gracias al actual prelado, mons. Fernando Ocáriz, porque dio su visto bueno a todas las peticiones de fuentes archivísticas que hicimos. A la vez, deseamos que, en un tiempo breve, esta documentación esté accesible a la comunidad científica.

¿Cuál es la originalidad del libro?

Pienso que estamos ante la primera visión de conjunto de esta institución que se acerca a su centenario de vida. Al narrar la historia del Opus Dei contamos cuál es la identidad de sus miembros, con sus aciertos y sus límites a lo largo del tiempo. 

También es nueva la propuesta de cronología y de estudio de los últimos cinco decenios, terreno en el que nadie se había adentrado hasta el momento. Y, desde un punto de vista más conceptual, a medida que avanzan los años —sobre todo, una vez que falleció el fundador— planteamos cuatro elementos que ayudan a entender el actual desarrollo del Opus Dei: el gobierno, la estructura y las relaciones institucionales; la transmisión de la doctrina cristiana en las sedes de la Obra; la actividad corporativa; y la acción individual en la sociedad.

Pero la verdadera novedad ha sido el propio mensaje del Opus Dei. La misión de encarnar y transmitir a cada persona que Dios la llama a ser santa, a identificarse con Jesucristo mediante el trabajo y las demás relaciones sociales, late en el centro del espíritu de la Obra. A esta finalidad se han dedicado y se dedican los miles de hombres y de mujeres que siguen al fundador, reconocido como santo por la Iglesia hace veinte años. Relatar la irradiación de ese mensaje a lo largo del tiempo ha sido objetivo central de nuestro trabajo de investigación.

Planteamos cuatro elementos que ayudan a entender el actual desarrollo del Opus Dei: el gobierno, la estructura y las relaciones institucionales; la transmisión de la doctrina cristiana en las sedes de la Obra; la actividad corporativa; y la acción individual en la sociedad.

José Luis González GullónAutor de Historia del Opus Dei

¿Se trata de una historia institucional?

La componente institucional del Opus Dei ocupa buena parte de nuestra investigación. Ofrecemos, por ejemplo, datos demográficos y estadísticos, formas de gobierno que se han adoptado y el desarrollo de las actividades corporativas.

A la vez, el Opus Dei es un mensaje cristiano que proclama la llamada a la santidad en medio del mundo, algo que cada miembro realiza a su aire en el ambiente profesional y familiar en el que está. La vida de la mayoría de estas personas ni es institucional ni se desarrolla en “espacios institucionales”. En el amplio panorama de las relaciones humanas, un amigo descubre a otro la grandeza y la alegría de saberse hijo de Dios y hermano de los demás hombres. Así se difunde y, por tanto, así se entiende el Opus Dei.

Cuando realizamos el índice de nombres me llamó la atención que el libro es menos institucional de lo que puede parecer: mencionamos a 662 personas distintas. En este sentido, las 26 fotografías que publicanos son una pequeña muestra de los hombres y mujeres que han entrado en contacto con el mensaje del Opus Dei durante estos años.

¿Les parece que tienen suficientemente en cuenta el papel de la mujer en esta historia?

El Opus Dei está compuesto por hombres y mujeres, con características comunes y peculiares. Si en los primeros treinta años fueron más los primeros que las segundas, en los siguientes cincuenta años se invirtió esta trayectoria, hasta el punto de que hoy día el 59% de las personas de la Obra son mujeres. Hemos procurado que esta realidad se refleje en nuestro libro. En este sentido, además, de trabajar con fuentes de archivo tanto de hombres como de mujeres, hemos realizado doscientas entrevistas entre las que se cuentan unos y otras a partes iguales; luego, algunas historiadoras leyeron el libro y nos hicieron sugerencias a la hora de manifestar la positiva evolución en el liderazgo, igualdad y complementariedad de la mujer en la sociedad, en la Iglesia y en el Opus Dei.

¿Se trata de un libro de carácter hagiográfico?

Hemos procurado contar la historia como fue, mostrando los hechos más relevantes, tantos los éxitos como los fracasos. Por ejemplo, recogemos encuentros y desencuentros con otras personas e instituciones, las controversias surgidas en torno al proceso de beatificación del fundador, y las acusaciones de un supuesto elitismo o secretismo. Nos parece que todo esto contribuye a normalizar los estudios sobre el Opus Dei. 

John F. Coverdale y yo pertenecemos a la Obra y, sin duda, el libro refleja nuestra autocomprensión del devenir de una institución a la que hemos dedicado la vida y que es nuestra familia. Al mismo tiempo, nos esforzamos por ser rigurosos en el empleo de la metodología histórica. Pienso que, del mismo modo que un historiador católico puede analizar con rigor la Iglesia o un historiador salesiano la Sociedad de Francisco de Sales, así nosotros podemos emplear nuestro esfuerzo investigador en el estudio del Opus Dei.

El libro

Título: Historia del Opus Dei
Autores: José Luis González Gullón y John F. Coverdale
Editorial: Rialp
Año: 2021
Recursos

Volver a Misa. Volver a casa

No se entiende un católico sin Eucaristía y, especialmente, sin una participación plena en la Santa Misa. Entender y dar a conocer el valor infinito del sacrificio eucarístico es tarea de todos los cristianos, especialmente en la coyuntura actual y tras el ‘ayuno eucarístico obligado’ sufrido por la pandemia de coronavirus.

Maria José Atienza·10 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 9 minutos

“Todo compromiso de santidad, toda acción orientada a realizar la misión de la Iglesia, toda puesta en práctica de planes pastorales, ha de sacar del Misterio eucarístico la fuerza necesaria y se ha de ordenar a él como a su culmen”. Esta afirmación, que encontramos en la encíclica Ecclesia de Eucharistía, resume la centralidad del misterio eucarístico en la vida de la Iglesia y, en consecuencia, en la de cada uno de los cristianos.

La Eucaristía, y, por tanto, la Santa Misa, no son “una cosa más” o “algo bueno” que hacemos los cristianos, por ejemplo, cuando asistimos al sacrificio eucarístico. Somos cristianos porque Dios nos ha salvado, y cada celebración eucarística actualiza ese misterio de la salvación: vida, pasión, muerte y resurrección de Cristo. “Actualiza”, renueva, riega… cuando afirmamos que la Eucaristía vivifica la Iglesia estamos subrayando que su falta dejaría sin oxígeno la propia Iglesia.

Sin la Eucaristía, efectivamente, no podemos vivir porque la sencilla razón de que, sin ella, no podríamos vivir la vida cristiana. El Catecismo señala esta unidad indisoluble de manera inequívoca cuando afirma que “si los cristianos celebramos la Eucaristía desde los orígenes, y con una forma tal que, en su substancia, no ha cambiado a través de la gran diversidad de épocas y de liturgias, es porque nos sabemos sujetos al mandato del Señor, dado la víspera de su pasión: ‘Haced esto en memoria mía’”.

A través de la Eucaristía entramos en el misterio de Dios por la acción de gracias y alabanza al Padre, como memorial del sacrificio de Cristo y de su Cuerpo y como presencia de Cristo por el poder de su Palabra y de su Espíritu.

Sin la participación en la Santa Misa un católico no está completo. La acción caritativa, las buenas obras… etc., nacen de este mismo principio de amor divino del que el sacrificio de la cruz que se renueva en la misa constituye su más sublime ejemplo.

En efecto, Dios es amor, es caridad. La caridad es la naturaleza de Dios y la Eucaristía es sacramento de la caridad: “El don que Jesucristo hace de sí mismo, revelándonos el amor infinito de Dios por cada hombre”. El Papa Francisco en su catequesis del 13 de diciembre de 2017 lo explicaba de modo similar: “¿Cómo podemos practicar el Evangelio sin sacar la energía necesaria para hacerlo, un domingo después de otro, en la fuente inagotable de la Eucaristía? No vamos a misa para dar algo a Dios, sino para recibir de Él aquello de lo que realmente tenemos necesidad”.

Toda la Iglesia –gloriosa, purgante y militante– está presente, y participa cada vez que se celebra el sacrificio eucarístico, así lo describe un converso, Scott Hahn, en su libro La cena del Cordero: “El cielo esta aquí. Lo hemos visto sin velo. La comunión de los santos está a nuestro alrededor con los ángeles en el monte Sión, cada vez que vamos a misa”, una descripción que se asemeja a la que podemos encontrar en el Catecismo cuando destaca que “la Iglesia ofrece el Sacrificio Eucarístico en comunión con la santísima Virgen María y haciendo memoria de ella, así como de todos los santos y santas”.

No se trata sólo de ir a misa

Para muchos fieles, asistir a la Santa Misa puede asemejarse a entrar en un museo de arte moderno en el que se desconocen las claves de interpretación. A veces ha pesado, en la formación cristiana, la insistencia en la obligatoriedad de ir a misa, así expresado: ir a misa, y no tanto en la necesidad del alimento espiritual que recibimos cada vez que asistimos al sacrifico del altar, muy especialmente, a través de la comunión sacramental y que es lo que, realmente, otorga la vida a nuestra fe.

En la misa tomamos un sustento indispensable que, si faltara, nos llevaría, de manera inexorable, a morimos de hambre espiritualmente. Al igual que nuestra condición humana nos “obliga” a alimentarnos para continuar viviendo, la participación en la vida de Cristo necesita ser alimentada con la comunión. En ningún momento como en la comunión “somos lo que comemos”, participamos de manera real en la naturaleza divina que se hace carne de nuestra carne: “La incorporación a Cristo, que tiene lugar por el Bautismo, se renueva y se consolida continuamente con la participación en el Sacrificio eucarístico, sobre todo cuando ésta es plena mediante la comunión sacramental. Podemos decir que no solamente cada uno de nosotros recibe a Cristo, sino que también Cristo nos recibe a cada uno de nosotros. Él estrecha su amistad con nosotros: ‘Vosotros sois mis amigos’ (Jn 15, 14). Más aún, nosotros vivimos gracias a Él: ‘el que me coma vivirá por mí’ (Jn 6, 57). En la comunión eucarística se realiza de manera sublime que Cristo y el discípulo ‘estén’ el uno en el otro. (Ecclesia de Eucharistia, 22).

Ir a misa es entrar, física y espiritualmente en la historia de la salvación, uniendo nuestra historia personal, circunstancias coyunturales, anhelos y proyectos, a la vida y al corazón de Cristo. Participar en la misa requiere este convencimiento que, quizás en ocasiones, hemos olvidado resaltar.

Hacer de todo nuestro día una misa, como aconsejaba san Josemaría Escrivá, no será posible sin una participación activa en la liturgia eucarística. En este sentido, apunta Sacramentum Caritatis, esta participación no dará su fruto si “se asiste superficialmente, sin antes examinar la propia vida. Favorece dicha disposición interior, por ejemplo, el recogimiento y el silencio, al menos unos instantes antes de comenzar la liturgia, el ayuno y, cuando sea necesario, la confesión sacramental. Un corazón reconciliado con Dios permite la verdadera participación. En particular, es preciso persuadir a los fieles de que no puede haber una actuosa participatio en los santos Misterios si no se toma al mismo tiempo parte activa en la vida eclesial en su totalidad, la cual comprende también el compromiso misionero de llevar el amor de Cristo a la sociedad”.

Reconocer en la liturgia y en el misterio de la Santa Misa la historia de la Salvación es clave para valorar y situarla en el centro de la vida de todo cristiano.

Todos los católicos necesitamos una formación litúrgica y eucarística a través de la que acceder, comprender y aplicar todo aquello que se realiza, física y sacramentalmente en la celebración de la Santa Misa.

En los albores del tercer milenio san Juan Pablo II subrayaba la necesidad de “recuperar las motivaciones doctrinales profundas que son la base del precepto eclesial, para que todos los fieles vean muy claro el valor irrenunciable del domingo en la vida cristiana” (Dies Domini, 6).

La Eucaristía hace la Iglesia

Participar de modo pleno en la misa en la Iglesia presupone hacerlo en cuerpo y alma. Ésta es una de las principales razones por las que nunca puede ser equiparable participar en la celebración de la Eucaristía de manera “virtual”, aunque haya quienes por su condición física no puedan hacerlo de otro modo, que real. De hecho, la Iglesia ha previsto que quienes no pueden asistir a la celebración comunitaria de la Eucaristía puedan recibir la comunión sacramental en los lugares en los que se encuentren, ya sea por enfermedad o impedimento, ¿por qué? Porque, además de la comunidad que se hace presente en la celebración de la Santa Misa –el pueblo de Dios que se reúne y hace presente a Cristo entre ellos- la participación efectiva en la Iglesia se realiza de modo pleno a través de la comunión sacramental. Así lo recoge san Juan Pablo II en Ecclesia de Eucharistia, cuando señala el influjo causal de la Eucaristía en los orígenes mismos de la Iglesia.

Ser católico implica pues, la participación sacramental: “La fe de la Iglesia es esencialmente fe eucarística y se alimenta de modo particular en la mesa de la Eucaristía. La fe y los sacramentos son dos aspectos complementarios de la vida eclesial. La fe que suscita el anuncio de la Palabra de Dios se alimenta y crece en el encuentro de gracia con el Señor resucitado que se produce en los sacramentos” (Sacramentum Caritatis,6).

“Ayuno eucarístico” de la pandemia

Millones de creyentes han vivido una situación inédita en los últimos meses: la imposibilidad de acercarse, de manera frecuente o incluso por meses, a los sacramentos y, en especial, a la celebración eucarística a causa de la pandemia de coronavirus.

Los católicos del mundo entero han experimentado, en su carne y en su fe, el cierre de templos y la prohibición de las reuniones. Han experimentado también la fragilidad humana, la enfermedad y, al mismo tiempo, la entrega de muchos sacerdotes, así como la tristeza de la muerte de no pocos presbíteros, religiosas y religiosos debido a la Covid19.

Por su parte, los sacerdotes vivieron el hecho, insólito, de celebrar la Eucaristía completamente solos, en capillas y parroquias vacías sin más compañía, en muchos momentos, que las de un dispositivo móvil a través del que se han retransmitido millones de celebraciones.

La pandemia, no podemos olvidarlo, ha sido una ocasión para agudizar la creatividad de la fe en muchas de nuestras comunidades: la tecnología ha ayudado a la oración personal y comunitaria y también a participar, de modo limitado, en las celebraciones de la Santa Misa.

No son pocas las personas para las que esos momentos han supuesto un camino de encuentro con el Señor y el redescubrimiento del valor de la comunidad de fieles en la que todos, siguiendo cada uno su vocación específica, nos desarrollamos y hacemos la Iglesia.

Asimismo, este tiempo de “ayuno eucarístico” impuesto ha posibilitado, en no pocas personas volver a sentir ese “asombro” eucarístico del que Juan Pablo II habla en Ecclesia de Eucharistia y han reanudado con ánimos renovados la asistencia a misa incluso con más frecuencia que la marcada por el precepto dominical.

Volvemos con alegría a la Eucaristía

Tras la fase más complicada de la pandemia de la Covid-19 y el levantamiento de las restricciones más severas, no son pocas las personas que no han vuelto a la celebración de la misa presencialmente.

Muchas de ellas, es cierto, son de edad avanzada, en muchos casos, dependientes de una segunda persona que las llevara al templo… otras, quizás, han dejado de asistir presencialmente a la Santa Misa por comodidad o por una equivocada concepción de que “vale lo mismo” escuchar o ver la misa de manera virtual que estar verdaderamente presente.

Mons. Robert Barron, obispo auxiliar de Los Ángeles, describió con maestría esta actitud: “Muchos católicos, durante este periodo de COVID, se han acostumbrado a la facilidad de asistir a la misa prácticamente desde la comodidad de sus casas y sin los inconvenientes de los aparcamientos concurridos, los niños llorando y los bancos abarrotados. Pero una característica clave de la misa es precisamente nuestro acercamiento como comunidad”. Junto a esto, como destacaba el entonces prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos, el cardenal Robert Sarah, en la carta que remitió a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo bajo el título Volvemos con alegría a la Eucaristía, “ninguna transmisión es equiparable a la participación personal o puede sustituirla. Más aun, estas transmisiones, por sí solas, corren el riesgo de alejar de un encuentro personal e íntimo con el Dios encarnado que se ha entregado a nosotros no de modo virtual, sino realmente”.

Volver a misa, día tras día, domingo tras domingo, o quizás después de meses o años sin participar en el sacrificio eucarístico, significa, en palabras del Papa Francisco, “entrar en la victoria del Resucitado, ser iluminados por su luz, calentados por su calor”.

Vuelve a casa, vuelve a misa

“Para celebrar la Eucaristía, por tanto, es preciso reconocer, antes que nada, nuestra sed de Dios: sentirnos necesitados de Él, desear su presencia y su amor, ser conscientes de que no podemos salir adelante solos, sino que necesitamos un Alimento y una Bebida de vida eterna que nos sostengan en el camino. El drama de hoy podemos decir es que a menudo la sed ha desaparecido. Se han extinguido las preguntas sobre Dios, se ha desvanecido el deseo de Él, son cada vez más escasos los buscadores de Dios.  Es la sed de Dios la que nos lleva al altar. Si nos falta la sed, nuestras celebraciones se vuelven áridas. Entonces, incluso como Iglesia no puede ser suficiente el grupito de asiduos que se reúnen para celebrar la Eucaristía; debemos ir a la ciudad, encontrar a la gente, aprender a reconocer y a despertar la sed de Dios y el deseo del Evangelio”. Estas palabras del Papa Francisco resumen la necesidad de anunciar por todo el mundo la riqueza y necesidad de la Eucaristía en la vida de todo cristiano, especialmente tras la ausencia de culto público vivida en algunos de los meses de pandemia.

Empezando por el Papa Francisco, obispos, sacerdotes y animadores de las distintas comunidades han animado, y continúan haciéndolo, a los fieles a “retornar” de manera presencial a la recepción de los sacramentos, la formación comunitaria y la vida parroquial.

Al recorrer las reacciones de los fieles en diversas partes del mundo, se constata que aquellas parroquias que han estado en relación con su gente durante el tiempo de encierro mantienen o incluso, reciben, la asistencia de los fieles a los sacramentos. A través de la retransmisión de las celebraciones, de encuentros virtuales de formación, visitas en la medida de lo posible, a veces desde la calle, a sus vecinos y fieles o videollamadas… han ido creando un profundo vínculo de comunidad y han mostrado esta comunidad a vecinos que antes no tenían consciencia de su existencia.

Evidentemente, la “vuelta a casa” está siendo también un reto para sacerdotes y parroquias. Naciones como los tres países anglófonos de África Oriental: Kenia, Uganda y Tanzania, han vivido situaciones muy diferentes, que van desde la continuidad del culto en Tanzania aún en los momentos álgidos de la pandemia, o el cierre total de los templos que han vivido en Uganda y que, a pesar de su reapertura el otoño pasado, vuelven a estar cerradas por el aumento de casos. En el caso de Kenia, tras un periodo de cierre, los templos volvieron a abrir sus puertas y lentamente los fieles han reanudado la vida sacramental de modo casi normalizado.

En este sentido, sacerdotes de Perú, Guatemala, Ecuador o México coinciden en que, si bien aún existe miedo al contagio de coronavirus muchas personas se han mostrado felices con la reapertura de los templos y se han renovado, e incluso aumentado devociones eucarísticas como la Adoración al Santísimo.

“Vuelve a casa, te hemos echado de menos”, con esta sugestiva invitación, la archidiócesis de Nueva York, con su arzobispo al frente anima, desde inicios del verano pasado, a la vuelta a los templos, especialmente, a la Santa Misa. Bajo el hashtag #BackToMassNY se ofrecen testimonios y razones para volver a la práctica sacramental, guías de confesión, recomendaciones sanitarias y programas formativos.

Como señalaba el párroco de Saint Jean Baptiste de Grenelle en París, la Iglesia ya vivió un primer desconfinamiento en Pentecostés, cuando, tras la venida del Espíritu Santo los discípulos, recluidos hasta entonces en sus casa por el miedo, comenzaron a proclamar a Dios.

Hoy y siempre todos estamos llamados a vivir de esta gracia de la venida del Espíritu Santo en nuestras vidas y hacerlo desde nuestras comunidades, unidas por la caridad y la fraternidad que nacen de la Eucaristía. n

España

El Arzobispo de Toledo abrirá el sínodo con «espíritu de reparación»

Mons. Cerro Chaves realizará un especial acto penitencial en la Misa de apertura del sínodo en reparación por la utilización de la Catedral toledana como escenario de un inapropiado videoclip.

Maria José Atienza·9 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El Arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves, ha convocado a los fieles a unirse a la celebración de la apertura de la fase diocesana de la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que tendrá lugar el próximo domingo, 17 de octubre, en la Catedral Primada.

Mons cerro

El Arzobispo ha querido unir a esta celebración además «una invitación a la conversión, reparación por los pecados y purificación que requiere este tiempo de gracia y renovación interior, y que realizaremos en un especial acto penitencial de la Misa» debido al escándalo que ha supuesto la utilización de la Catedral de Toledo como escenario de un video musical inapropiado por el que el propio Arzobispo ha expresado su petición «humilde de perdón a todos los fieles laicos, consagrados y sacerdotes, que se han sentido justamente heridos por este uso indebido de un lugar sagrado».

El pastor de la diócesis primada de España ha expresado además su deseo de que «parroquias, asociaciones y movimientos, a los sacerdotes, consagrados y laicos» se unan a este «camino de fortalecimiento de nuestra identidad y misión: llevar a Jesucristo a todos los hombres con la alegría del Evangelio».

The Chosen. Narrar “el verdadero Jesús”

9 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Yo también me cuento entre los que han visto The Chosen: no toda, pero sí lo suficiente para hacerse una idea. Me refiero a la serie sobre Jesús nacida en el contexto evangélico y hasta ahora también muy respetuosa con la sensibilidad católica. En inglés, el título puede ser o bien singular (Jesus the Chosen One) o bien plural (the Chosen Disciples): en este caso es probablemente plural, teniendo en cuenta la cantidad de tiempo narrativo dedicado a las historias de los Elegidos, es decir, los discípulos y los apóstoles.

El proyecto, que parte de la vida pública de Jesús, pretende narrar “el verdadero Jesús” sobre todo a través de los ojos de quienes estuvieron cerca de él. La total autonomía narrativa, libre de los condicionamientos de quienes tienen el capital, es la razón por la que los promotores de la iniciativa han optado por autofinanciarse y distribuirla a través de su página web. Quien ve The Chosen tiene la impresión de estar ante un producto profesional, aunque esté lejos de los estándares que se encuentran en Netflix u otras grandes plataformas. Los actores no son famosos y no puedo decir si se convertirán en estrellas de Hollywood. Jonathan Roumie, el actor que interpreta a Cristo, es católico y de padre egipcio. Sobre todo, transmite la idea de que Jesús es una buena persona, con un sentido de la ironía y la normalidad: alguien que tienes la suerte de encontrar a tu lado en la vida. Me gusta esta opción, pero no puedo decir que sea la más acertada para el público en general. María, la Señora, es decididamente mayor de lo que suelo imaginarme, pero en esto el director tiene toda la razón. La amplitud de la obra permite una gran libertad en la creación de los personajes “secundarios”. 

The Chosen pasará sin duda a la historia del cine por la forma en que fue producida, quizás también por la calidad de su contenido, y sin duda porque da testimonio una vez más de lo atractiva que es la persona de Jesús…

El autorMauro Leonardi

Sacerdote y escritor.

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Educación

Las desigualdades educativas han crecido, el sector reflexiona

Omnes viene analizando el impacto de la pandemia en diversos sectores, como la medicina y los cuidados paliativos. Hoy aborda el efecto provocado en la educación, con un informe de las fundaciones Ramón Areces y Sociedad y Educación.

Rafael Miner·9 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 7 minutos

La pandemia del Covid 19 ha puesto de manifiesto “numerosas deficiencias y desigualdades de nuestros sistemas educativos: desde la banda ancha y los ordenadores que requiere la enseñanza online hasta los entornos de apoyo necesarios para el aprendizaje, y de ajustar los recursos a las necesidades”.

Así lo refleja el informe Indicadores comentados del sistema educativo español 2021, que acaban de publicar las fundaciones Ramón ArecesSociedad y Educación. De hecho, “todos los indicadores apuntan que la pandemia ha impactado de forma muy negativa en el ámbito educativo, aumentando las desigualdades y afectando particularmente a los estudiantes más desfavorecidos”.

Este informe, el séptimo de la serie, citado a partir de ahora como Indicadores 2021, ofrece una selección, actualizada a 2021, de los datos e indicadores de situación más relevantes sobre el sistema educativo español, a partir de fuentes estadísticas y estudios nacionales e internacionales.

Congresos y foros inminentes

Algunas de sus conclusiones, de las que informamos aquí, pueden ser una ayuda para la reflexión, junto a dos o tres congresos que tendrán lugar próximamente. La ciudad de Salamanca será sede, los próximos 8 y 9 de noviembre, del foro nacional Diálogo sobre el fututo de la educación, una iniciativa del gobierno de España, la Comisión y el Parlamento europeo, y otras 70 instituciones, cuyo objeto es analizar las oportunidades y desafíos en esta etapa postpandemia.

Antes, los días 22 y 23 de este mes de octubre, tendrá lugar en Madrid el 48 congreso nacional de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), según han confirmado fuentes de la organización a Omnes. Bajo el título Retos del nuevo escenario educativo, este congreso contará con la participación de expertos como Gregorio Luri, Álvaro Marchesi, Ramón Barrera, Lucas Cortázar, Ismael Sanz, Carmen Pellicer, Javier M. Valle, Álvaro Ferrer y Miquel Rossy, entre otros (ver Actualidaddocente.cece.es y congresoscece.es)

“La gente de los colegios, sus directivos, sus docentes, quieren volver a encontrarse, volver a compartir experiencias y aprendizajes después de un año tan duro”, ha manifestado el presidente de CECE, Alfonso Aguiló. “Las cosas han cambiado mucho en los dos últimos años y es bueno propiciar un espacio de reflexión colectiva”, añade Alfonso Aguiló.

Por otra parte, el secretario general de Escuelas Católicas, Pedro Huerta, en la circular que cada comienzo de curso dirige a los responsables de los cerca de dos mil centros educativos integrados en la organización, les ha animado “a afrontar nuevos retos y objetivos con ilusión, a crecer en la misión y a dejar a un lado improvisaciones e individualismos”.

“Aunque continuemos con mascarillas, grupos burbuja, gel y videoconferencias, es momento de demostrar de nuevo que ‘sabemos adaptarnos a las circunstancias’, y de ‘mantener intactos los objetivos de ser escuelas del cuidado, espacios relacionales y evangelizadores de sentido’. El próximo congreso de Escuelas Catòlicas tendrá lugar en 2022, ha informado una portavoz a Omnes, tras el celebrado en Madrid en 2019, bajo el lema Magister. Educar para dar vida.

El contexto educativo

El informe de las fundaciones Sociedad y Educación y Ramón Areces, sobre indicadores del sistema educativo español 2021, está dividido en 5 bloques que comprenden las cifras de la educación en España, recursos educativos, resultados educativos, educación y mercado de trabajo, y por primera vez se incluye un bloque dedicado al contexto educativo vivido durante la pandemia de la covid-19. La obra incluye además 13 comentarios realizados por expertos nacionales e internacionales sobre distintos aspectos de la realidad educativa.

En su comentario titulado Garantizar una recuperación post-pandemia igualitaria, Andreas Schleicher, director de Educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), analiza el impacto de la pandemia en los sistemas educativos a partir del informe de la Special Survey, ‘The State of School Education-One year into the covid pandemic’, realizado por la OCDE.

Relación entre días lectivos y rendimiento

Andreas Schleicher pone de manifiesto que “los países que presentan un peor rendimiento educativo son los mismos que han perdidos más días lectivos durante la pandemia”. “Esto significa”, afirma Schleicher, “que esta crisis no se ha limitado a incrementar la desigualdad educativa dentro de cada país, sino que es probable que haya incrementado también la brecha de rendimiento entre países”.

La Special Survey (2021) demuestra que allí donde ha sido necesario el cierre de las escuelas, muchos países han realizado importantes esfuerzos para mitigar su impacto sobre los alumnos, las familias y los docentes, “prestando por lo general especial atención a los grupos más marginales. El 71 % de los países con datos comparables han empleado medidas correctoras para reducir las brechas de aprendizaje en Primaria, el 64% lo han hecho en las primeras etapas de Secundaria y el 58 % en la enseñanza Secundaria Superior. Cerca de la mitad de los países han utilizado medidas especiales dirigidas a los alumnos desfavorecidos, mientras que en torno a un 30 % se han centrado en las medidas dirigidas a inmigrantes, refugiados, minorías étnicas y grupos indígenas”.

A pesar de las medidas correctoras, los cierres de las escuelas, motivados por la pandemia, han afectado especialmente a los alumnos de entornos más desfavorecidos. Aunque distintos informes (por ejemplo, Comisión Europea, 2020; UNESCO, 2020) ya habían señalado que los cierres escolares incrementan la desigualdad entre los niños pertenecientes a contextos familiares desfavorecidos, también ha perjudicado a los alumnos con bajo rendimiento, según se recoge en el comentario firmado por Ludger Woessmann y su equipo.

Brecha no compensada por padres

En este comentario, los autores de Indicadores 2021 dan cuenta del daño específico que la falta de apoyo docente ha provocado en los alumnos con bajo rendimiento. A partir de una encuesta aplicada en Alemania sobre el empleo del tiempo, el comentario muestra cómo durante el cierre de las escuelas con motivo de la pandemia, el tiempo diario de aprendizaje se ha reducido a más de la mitad, pasando de 7,4 horas diarias antes de los cierres a 3,6 durante ese periodo.

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“Esta reducción ha sido significativamente mayor en el caso de los alumnos con bajo rendimiento, que han sustituido en número no proporcional el tiempo de estudio por actividades que se consideran contraproducentes para el desarrollo de los niños –tales como los videojuegos y ver la televisión–, antes que por actividades beneficiosas como la lectura o el ejercicio físico”, señala el análisis.

Según Indicadores 2021, “la brecha de aprendizaje motivada por la covid-19 entre los alumnos con alto y con bajo rendimiento no ha sido compensada por la actividad de los padres. Ya antes de los cierres de las escuelas, los padres de alumnos con bajo rendimiento pasaban menos tiempo estudiando con sus hijos que los padres de los alumnos con alto rendimiento (0,4 frente a 0,6 horas diarias)”.

Dado que el incremento del tiempo invertido ha sido mayor en el caso de los padres de los alumnos con alto rendimiento (+0,6 frente a +0,5 horas), los cierres de las escuelas no han hecho sino exacerbar esa desigualdad en cuanto a la implicación parental. Tampoco las actividades escolares han compensado la brecha de aprendizaje entre unos y otros alumnos, señalan los expertos.

Sobre la LOMLOE

Antonio Bolívar, catedrático de la Universidad de Granada, comenta la reforma del curriculum en la reciente LOMLOE (pág. 192 de Indicadores 2021):“Si no se determinan los aprendizajes imprescindibles o básicos que todo el alumnado, como ciudadano, debe dominar al salir de la escuela, los fijados oficialmente se convierten en lo que todos deseablemente deben conseguir y, por tanto, en estándares excluyentes para los que no los alcanzan”.

Por su parte, José García Clavel y Roberto de la Banda,economistas de la Universidad de Murcia, proponen algunas ideas para suplir la falta de recursos digitales detectada durante el periodo de pandemia.  

“La confianza de un estudiante en las Matemáticas depende más de las actividades realizadas en el hogar durante la infancia, que de los medios que ahora tiene el alumno. Esta variable, ‘confianza en las Matemáticas’, se ha demostrado importante para el rendimiento en esta asignatura: un incremento de ese índice se vincula a un aumento significativo de 33,1 puntos en España explicando un 21,0 % de la variación”.

Recursos digitales, salvavidas de la enseñanza

Durante el cierre de las escuelas, los recursos digitales se han convertido en el salvavidas de la enseñanza; la pandemia ha obligado a profesores y alumnos a adaptarse rápidamente a la enseñanza y el aprendizaje online, señala Indicadores 2021.Prácticamente todos los países se han apresurado a mejorar las oportunidades de aprendizaje digital tanto de los alumnos como de los profesores, y han promovido nuevas formas de colaboración entre profesores.

“No obstante, la crisis ha cogido desprevenidos a muchos sistemas educativos, incluido el español, como puede apreciarse en los gráficos 93 y 94 del informe, que muestran la dotación de aulas digitales y los servicios de entorno virtual de aprendizaje por comunidades autónomas de los centros educativos públicos y privados”. 

Los dos gráficos que incluyen a continuación muestran cómo un curso antes de empezar la pandemia (2018-2019), la dotación de aulas con sistemas digitales interactivos y el porcentaje de centros con servicios de entorno virtual de aprendizaje eran menores en los centros públicos que en los privados.

Según, Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE, “es el momento de que los países aprendan de la pandemia para reconfigurar personas, espacios, tiempo y tecnología, y diseñar entornos educativos más efectivos y eficientes para crear un marco de igualdad para la innovación en las escuelas”.

Algunas conclusiones

Algunas de las conclusiones apuntadas por los autores de Indicadores 2021, sín ánimo de ser exhaustivos, se refieren a los siguientes temas:

1) La educación en España. “Un mayor atractivo de la Formación Profesional, incluso para los recién graduados en la ESO, pues el porcentaje mejora también en las edades de 16 y 17 años” (Juan Carlos Rodríguez, investigador de Analistas Socio-Políticos (ASP) y profesor de la UCM, pág.61).

2) Recursos educativos. “España, junto a Francia, son los dos países que invierten menos recursos en la política pública de becas y préstamos a los estudiantes de Educación Superior” (pp. 100-103, Juan Hernández Armenteros, Universidad de Jaén, y José Antonio Pérez García, Universidad Politécnica de Valencia). “La evidencia científica apunta a la inexistencia de conclusiones contundentes respecto a la relación entre número de estudiantes y de profesores por aula, horas de instrucción y el rendimiento” (Oscar Marcenaro Gutiérrez, economista y catedrático de la Universidad de Málaga).

3) Resultados educativos. “España ha conseguido alcanzar las metas indicadas en los objetivos europeos de Educación y Formación 2020 para la escolarización infantil y para la Educación Superior. Al resto de objetivos les queda todavía un largo camino para su cumplimiento, sobre todo en lo relacionado con el abandono educativo temprano” (pp. 111-167, Miguel Ángel Sancho, presidente de Sociedad y Educación, que analiza los objetivos europeos a 2021).

4) Educación y empleo. La pandemia ha provocado un auge de la demanda de servicios y soluciones digitales, acelerando la transformación digital de las empresas y el teletrabajo, en el que tiene que ver el nivel formativo y la demanda de formación continua y en el área de profesiones STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) (pp. 205-243, José Antonio Herce, Florentino Felgueroso, Luis Garrido, moderados por Daniel Santín, mesa redonda emitida por el canal de tv de la Fundación Ramon Areces).

El nuevo currículo de Religión, ¿una cesión al progresismo?

Acaba de trascender a la prensa el borrador del nuevo currículo de Religión Católica que, atendiendo a las necesidades de la LOMLOE, está preparando la Comisión para la Educación y la Cultura de la Conferencia Episcopal Española. Y han sido muchos los medios de comunicación que se han hecho eco de ese borrador y lo han analizado.

8 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Según los distintos periódicos la asignatura de Religión estará ‘alineada con la agenda 2030’ (El Mundo) ‘Los obispos dan un giro progresista a la asignatura de Religión: igualdad entre hombres y mujeres, denuncia de la pobreza y ecologismo’ (El País) ‘La asignatura de Religión se moderniza e incluirá igualdad y medio ambiente’ (ABC)

¿Supone, de verdad, un giro progresista, un plegarse a las directrices del Gobierno? ¿Renuncia a su esencia la asignatura de Religión en favor de los objetivos de la Agenda 2030? ¿Cómo va a ser la clase de Religión a partir de ahora?

De entrada hay que decir que estamos ante un borrador del  currículo, en cuya elaboración se invita a participar a los propios profesores de Religión. Un borrador que nace de un proceso participativo que la CEE impulsó para adecuar la asignatura de Religión a los criterios que la ley educativa marca.

¿Cuál es el principal cambio que se puede vislumbrar en este borrador respecto al currículo anterior? Simplificando un poco podríamos decir que este currículo parte de la realidad del alumno, tanto personal como social, y se plantea como objetivo su pleno desarrollo en todas las dimensiones de su personalidad. Y para ello propone las respuestas que la Religión Católica aporta a ese crecimiento y maduración.

Se abordan diversos temas de la dimensión relacional, social, crecimiento y maduración personal. Es decir, propone los temas que debe abordar la educación integral de cualquier persona. Y lo quiere hacer desde la perspectiva católica. Sin duda será un gran reto.

Este currículo parte de la realidad del alumno, tanto personal como social, y se plantea como objetivo su pleno desarrollo en todas las dimensiones de su personalidad.

Javier Segura

Evidentemente los cristianos tenemos una palabra que decir sobre el cuidado del planeta, sobre la dignidad de la persona, sobre la acogida de emigrantes, sobre el diálogo con las otras religiones. Sobre la paz. Sobre todos y cada uno de los grandes temas de la actualidad. Y tenemos una palabra de vida y esperanza que nace de Cristo crucificado y resucitado. Una palabra que iluminará nuestro mundo,  si es fiel a sí misma, si aporta la luz que nace del evangelio.

El riesgo que algunos pueden ver es que la sal se vuelva sosa, se confunda, deje de dar sabor. Pero fácilmente se entiende que ese no es el postulado desde el que la Conferencia Episcopal aborda el currículo, sino precisamente el de hacer hincapié en la manera en la que los cristianos tenemos de vivir cada uno de esos aspectos y las fuentes teológicas desde las que lo vivimos.

Un simple ejemplo puede ayudar. El cuidado de la tierra se puede abordar desde muchas perspectivas. La mirada católica descubriría en este mundo un regalo de Dios, creador. Y, ahondando en el relato del Génesis, encontrará que el ser humano es creado a imagen de Dios, que tiene una dignidad inalienable, que es hombre y mujer, que tiene la misión encomendada por Dios de cuidar de toda la creación, empezando por sus propios hermanos. Como se puede ver, algo muy lejano de una visión neo-panteísta actual presente en determinado ecologismo que propone a la tierra como un sujeto de derechos y al ser humano casi como su enemigo y depredador al que hay que controlar, al que conviene reducir en número para proteger al planeta en una percepción claramente neo maltusiana.

En conclusión, es verdad que la Conferencia Episcopal ha dado un giro al currículo, que todos los que trabajamos en este sector sentíamos que era necesario. No tanto para darle un aire más moderno o progresista, sino para acercarlo a la realidad del alumno y a sus necesidades de crecimiento y maduración.

Si el desarrollo del currículo va en esa dirección y es capaz de formar cristianos que vivan su fe en el siglo XXI enraizados en Cristo, que respondan a los problemas del hombre actual, entonces será una verdadera aportación a la educación de nuestro tiempo.

La Conferencia Episcopal ha dado un giro al currículo, no para darle un aire moderno o progresista, sino para acercarlo a la realidad del alumno y a sus necesidades de crecimiento y maduración.

Javier Segura

Si la sal se vuelve sosa, entonces no servirá para nada.

Ese es el reto.

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

Enseñanzas del Papa

Generosidad y libertad, fidelidad y audacia: en Hungría y Eslovaquia

Nos centramos en tres intervenciones del Papa durante su viaje apostólico a Hungría y Eslovaquia: su homilía en la clausura del 52 Congreso eucarístico internacional en Budapest, el encuentro con pastores y educadores en Bratislava y el diálogo con los jóvenes en Košice (Eslovaquia).

Ramiro Pellitero·8 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 8 minutos

En su homilía durante la misa de clausura del 52 Congreso eucarístico internacional (Budapest, 12-IX-2021), tomando pie del evangelio del día (cfr. Mc 8, 29), Francisco interpeló a los presentes en nombre del Señor: “Pero yo, ¿quién soy de verdad para ti?”. Una pregunta que pide una respuesta personal, una respuesta de vida. Y de esta respuesta –les decía– nace la renovación del camino de los discípulos, que es un camino de generosidad.

Eucaristía y anuncio, discernimiento y camino 

Ese proceso tuvo lugar a través de tres pasos.

1) El anuncio de Jesús. Como representante de los discípulos, Pedro responde “¡Tú eres el Mesías!”. Pero sorprendentemente, Jesús ordena “que no dijeran nada a nadie de Él” (v. 30). ¿Por qué –se pregunta el Papa– semejante prohibición? Y responde: “Por una razón precisa, decir que Jesús es el Cristo, el Mesías, es exacto pero incompleto. Existe siempre el riesgo de anunciar un falso mesianismo, un mesianismo según los hombres y no según Dios”

También por eso, a partir de aquel momento, Jesús comienza a revelarles su “identidad pascual”, que pasa a través de la humillación de la cruz (cfr. Mc8, 31 y 32). Y aquí viene el primer mensaje del Papa ese día: “La Eucaristía está ante nosotros para recordarnos quién es Dios. No lo hace con palabras, sino de forma concreta, mostrándonos a Dios como Pan partido, como Amor crucificado y entregado […] en la sencillez de un Pan que se deja partir, distribuir y comer. Está ahí para salvarnos. Para salvarnos, se hace siervo; para darnos vida, muere”. Y si mantenemos el asombro ante lo que el hace Jesús, nos abrimos al discernimiento con Él.

2) El discernimiento con Jesús. La cruz no está de moda, pero nos esclarece la diferencia entre “dos lógicas”: la lógica de Dios (de la humildad, del sacrificio y la generosidad) y la lógica de la mundanidad (apegada al honor y los privilegios, el prestigio y el éxito).

Nos puede pasar también a nosotros lo que le pasó a Pedro (que estaba apegado a “su” Jesús, pero no al verdadero Jesús): que llevemos “aparte” al Señor, que lo pongamos en un rincón del corazón, incluso que nos sintamos buenos, pero sin dejarnos conquistar por la lógica del verdadero Jesús, que nos pide purificar nuestra religiosidad ante su cruz, ante la Eucaristía. Por eso nos viene muy bien –la necesitamos– la adoración ante la Eucaristía. Segundo mensaje: “Dejemos que Jesús, Pan vivo, sane nuestras cerrazones y nos abra al compartir, nos cure de nuestras rigideces y del encerrarnos en nosotros mismos, nos libere de las esclavitudes paralizantes, de defender nuestra imagen, nos inspire a seguirlo adonde Él quiera conducirnos. No donde yo deseo”. Y así llegamos al tercer paso.

3) El camino con Jesús. Jesús le recrimina a Pedro, pero es para ayudarle a que rectifique (cambiando “su Jesús” por el verdadero Jesús) y le siga bien. “El camino cristiano no es una búsqueda del éxito, sino que comienza con un paso hacia atrás, con un descentramiento liberador, con el quitarse uno del centro de la vida”.

Entonces es cuando se puede caminar en pos de Jesús. Es decir, avanzar con su misma confianza (hijo amado de Dios), para servir y no ser servido (cfr. Mc 10, 45), ir al encuentro de los demás, en este mismo Cuerpo (¡la Iglesia!) que formamos con ellos por la Eucaristía. Para eso hemos de dejar que la Eucaristía nos transforme, como a los santos. 

Tercer mensaje del día: “Como ellos, no nos contentemos con poco, no nos resignemos a una fe que vive de ritos y de repeticiones, abrámonos a la novedad escandalosa de Dios crucificado y resucitado, Pan partido para dar vida al mundo. Entonces viviremos en la alegría; y llevaremos alegría”.

En efecto, y así tenemos el mensaje central del Papa en este viaje: la Eucaristía nos transforma para que sepamos reconocer al Señor, discernir nuestro camino en pos de Él y servir a los demás. 

Libertad, creatividad y diálogo

En su encuentro con los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, seminaristas y catequistas en Bratislava (13-IX-2021), el Papa partió del pasaje de los Hechos de los apóstoles 1, 12-14, señalando que también nosotros hemos de caminar juntos según ese estilo: en la oración y en un mismo espíritu, acogiendo las preguntas y anhelos de los demás, evitando la autorreferencialidad, la preocupación excesiva por nosotros mismos, por nuestras estructuras, por cómo nos mira la sociedad. Concretó su enseñanza en tres palabras.

1) Primera palabra: libertad. Evocando la dura historia de Eslovaquia, señalaba Francisco. La libertad es necesaria, pero no es algo fácil y estático, es un camino fatigoso. No basta, explicaba, una libertad exterior, sino que la libertad llama a “ser responsables de las propias decisiones, a discernir, a llevar adelante los procesos de la vida en primera persona”. Y esto es arduo, esto nos da miedo, porque (como la travesía por el desierto después de la salida de Egipto) es un camino difícil. 

También nosotros podemos tener la tentación de rechazar el riesgo de la libertad. Y evoca el relato de El Gran Inquisidor según Dostoyevski. Sintetiza el Papa: “Cristo regresa de incógnito a la tierra y el inquisidor le reprocha que haya dado la libertad a los hombres”.

Es la tentación de pensar que “es mejor tener todo predefinido —las leyes que deben observarse, seguridad y uniformidad—, más que ser cristianos responsables y adultos que piensan, interrogan la propia conciencia y se dejan cuestionar”

Se trata –continuaba– de la tentación, en la vida espiritual y eclesial, “de buscar una falsa paz que nos deja tranquilos, en vez del fuego del Evangelio que nos inquieta, que nos transforma”. Pero entonces la Iglesia correría el riesgo de convertirse en un lugar rígido y cerrado, en una especie de desierto. Y esto, desde luego, no es atractivo, especialmente para las nuevas generaciones. 

Por eso, les aconsejaba el Papa a los educadores y formadores eclesiales no tener miedo de formar a las personas en la libertad interior y la confianza en Dios. Les invita a rechazar una religiosidad rígida, preocupada por defender la propia imagen. 

2) Segunda palabra: creatividad. Y aquí Francisco proponía dejarse iluminar por los santos Cirilo y Metodio, faros luminosos en la evangelización de Europa. Como ellos, también nosotros estamos llamados a inventar, en las culturas, un “nuevo alfabeto” para anunciar y transmitir el mensaje cristiano, para la inculturación de la fe. “Y esto” –señaló literalmente– “es quizá la tarea más urgente de la Iglesia en los pueblos de Europa”.

El sucesor de Pedro fotografía la realidad del país que le acoge, de una manera que se aplicar a otros muchos otros lugares de Europa y Occidente: “Tenemos de trasfondo una rica tradición cristiana, pero hoy, en la vida de muchas personas, esta permanece en el recuerdo de un pasado que ya no habla ni orienta ya las decisiones de la existencia. Ante la pérdida del sentido de Dios y de la alegría de la fe, no sirve lamentarse, atrincherarse en un catolicismo defensivo, juzgar y acusar al mundo malo, no; es necesaria la creatividad del Evangelio”, sabiendo que “el gran creativo” es el Espíritu Santo, que es quien nos impulsa a ser creativos. 

Insiste el Papa: Cirilo y Metodio desplegaron y sembraron esta “creatividad nueva”, también con las dificultades e incomprensiones que encontraron. En el evangelio Jesús señala que el labrador siembra, después se va a su casa y duerme, sin querer controlar demasiado la vida, dejando que la semilla crezca, porque si no, acaba matando la planta. 

3) Tercera palabra: diálogo. Junto con la formación en la libertad interior y la creatividad, es necesario el diálogo, asumiendo la fatiga de una búsqueda religiosa, también con el que no cree. 

Sabe bien Francisco dónde está. Por eso recorre el camino de un buen educador en la perspectiva de la fe cristiana: “La unidad, la comunión y el diálogo siempre son frágiles, especialmente cuando en el pasado hay una historia de dolor que ha dejado cicatrices. El recuerdo de las heridas puede hacer caer en el resentimiento, en la desconfianza, incluso en el desprecio, induciendo a levantar barreras ante el que es distinto de nosotros. Pero las heridas pueden ser accesos, aberturas que, imitando las llagas del Señor, dejan pasar la misericordia de Dios, su gracia que cambia la vida y nos transforma en agentes de paz y de reconciliación”

He aquí, por tanto, la propuesta del Papa para los educadores católicos de Eslovaquia (en armonía con cuanto les ha dicho también en sus encuentros ecuménicos e interreligiosos): un “camino en la libertad del Evangelio, en la creatividad de la fe y en el diálogo que brota de la misericordia de Dios”

Amor, cruz y alegría 

En diálogo con los jóvenes en Košice, Eslovaquia (14-IX-2021), el Papa Bergoglio respondió a tres preguntas con un lenguaje directo, atractivo y a la vez exigente. 

A la primera, sobre el amor en la pareja, les respondió claramente: “El amor es el sueño más grande de la vida, pero no es un sueño de bajo costo. Es hermoso, pero no es fácil, como todas las grandes cosas de la vida. Es el sueño, pero no es un sueño fácil de interpretar. […] No banalicemos el amor, porque el amor no es sólo emoción y sentimiento, esto en todo caso es al inicio. El amor no es tenerlo todo y rápido, no responde a la lógica del usar y tirar. El amor es fidelidad, don, responsabilidad”.

Añadió que, hoy, la verdadera revolución consiste en rebelarse contra la cultura de lo provisional, ir más allá del instinto y del instante, amar para toda la vida y con todo nuestro ser. No estamos aquí para ir tirando, sino para hacer de nuestra vida algo heroico. “En las grandes historias” –les señaló– “siempre hay dos ingredientes: uno es el amor, el otro es la aventura, el heroísmo”. Por eso no hay que dejar pasar la vida como los episodios de una telenovela. 

Y argumentaba: “Por eso, cuando sueñen con el amor, no crean en los efectos especiales, sino en que cada uno de ustedes es especial, cada uno de ustedes. Cada uno es un don y puede hacer de la propia vida un don. Los otros, la sociedad, los pobres los esperan. Sueñen con una belleza que vaya más allá de la apariencia, más allá del maquillaje, más allá de las tendencias de la moda”

Francisco les anima a formar una familia, a compartir la vida con otra persona sin avergonzarse de la propia fragilidad. Porque el amor es amar al otro como es, y eso es hermoso. “Los sueños que tenemos nos hablan de la vida que anhelamos. Los grandes sueños no son el coche potente, la ropa de moda o el viaje transgresor”. Les aconseja no escuchar a los manipulares de felicidad, que les hablan de sueños y en cambio les vende espejismos.

El Papa les habla a los jóvenes, en su lenguaje, de vivir una vida única e irrepetible, una aventura y una historia fascinante. “No se trata de vivir sentados en el banquillo para reemplazar a otro. No, cada uno es único a los ojos de Dios. No se dejen ‘homologar’; no fuimos hechos en serie, somos únicos, somos libres, y estamos en el mundo para vivir una historia de amor, de amor con Dios, para abrazar la audacia de decisiones fuertes, para aventurarnos en el maravilloso riesgo de amar”. Audacia es, en efecto, sinónimo de verdadera juventud.

También les aconseja no olvidar sus raíces, que están en sus padres y sobre todo en sus abuelos. Hoy corremos el riesgo de llenarnos de mensajes virtuales y de perder las raíces reales. “Desconectarnos de la vida, fantasear en el vacío no hace bien, es una tentación del maligno. Dios nos quiere bien plantados en la tierra, conectados a la vida, nunca cerrados sino siempre abiertos a todos. Enraizados y abiertos”.

Les pide no dejarse llevar por el principio de “que cada uno se ocupe de lo suyo”, por la tristeza y el pesimismo, porque estamos hechos para elevar la mirada hacia el cielo y hacia los demás. 

Al llegar aquí respondió a una segunda pregunta sobre cómo superar los obstáculos del camino hacia la misericordia de Dios. Francisco les aconsejó levantarse siempre y acudir a la confesión de los pecados. Pero sin poner en el centro los pecados, como castigados que deben humillarse, sino como hijos que corren a recibir el abrazo del Padre, la misericordia de Dios que perdona siempre en el sacramento de la alegría. Al que siente vergüenza, Francisco le dice que eso es bueno, porque es un signo de que no estamos conformes con nosotros mismos, de que podemos superarnos con la ayuda de Dios. Y al que le falta confianza en Dios, le anima a celebrar esa fiesta que en el cielo se hace cada vez que alguien se confiesa.

La última pregunta era sobre cómo animar a los jóvenes para no tengan miedo de abrazar la cruz. Y el Papa contesta que la cruz no se puede abrazar sola, porque el dolor por sí mismo no salva a nadie. “Es el amor el que transforma el dolor. Por eso, la cruz se abraza con Jesús, ¡nunca solos! Si se abraza a Jesús renace la alegría, renace la alegría. Y la alegría de Jesús, en el dolor, se transforma en paz”. Francisco se despidió de los jóvenes deseándoles esa alegría y que la lleven a sus amigos.

Cultura

Robert Schuman, un visionario en el corazón de Europa

El sacerdote Bernard Ardura, promotor de la causa Robert Schuman, habla para Omnes en exclusiva sobre el proceso de canonización de uno de los padres fundadores de la EU.

Concepción Lozano·8 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

El Papa Francisco abre el proceso para la beatificación de Robert Schuman, al autorizar a la Congregación para las Causas de los Santos la promulgación del decreto que reconoce sus «virtudes heroicas.

«Europa necesita un alma, un ideal y la voluntad política de alcanzarlo». Con estas palabras de Robert Schuman, Ursula Von del Leyen la presidenta de la Comisión Europea inició su discurso ante el pleno del Parlamento Europeo en el que fue su segundo debate sobre el estado de la Unión, el pasado 15 de septiembre. Un ideal que, si bien tenían claro los primeros padres fundadores del proyecto comunitario, parece con el transcurso de los años, haberse diluido, si no borrado.

Robert Schuman, ministro de Exteriores francés hace 60 años propuso la administración conjunta con Alemania de la producción del carbón y del acero (Declaración 9 de mayo de 1950) . Precisamente los dos materiales que habían servido para alimentar la industria armamentística que tanto daño causó en las dos grandes guerras mundiales.  

“Europa tiene que dejar de ser un campo de batalla en el que se desangran las fuerzas rivales. A partir de esa toma de conciencia, que pagamos tan caro, queremos ir por nuevos caminos que nos conduzcan a una Europa unida y definitivamente pacificada”, dijo Robert Schuman, en un discurso que se considera vital para la reconciliación de las dos grandes potencias enfrentadas.

Apoyado en el canciller alemán Konrad Adenauer, un socio en el que encontró el mismo ideal de paz y solidaridad, ambos supieron aprovechar un momento histórico para crear como ellos mismo dijeron una “comunidad de acción y pensamiento”, el embrión de la Unión Europea actual.

La paz, la reconciliación, el entendimiento, el diálogo, los pilares sobre los que este visionario, adelantado a su época quería construir una comunidad que fuera más allá de los intereses económicos y políticos.

Un santo vestido de traje

«Formado en su juventud en el neo-tomismo y la doctrina social de la Iglesia propugnada por León XIII, veía su papel en la política como un servicio a la sociedad. Decía que todos somos ‘instrumentos imperfectos en manos de la Providencia’.

 Intentó siempre hacer el bien, y discernir la voluntad de Dios en los difíciles momentos históricos que le tocó vivir, como el nazismo y la Segunda Guerra Mundial”, dice de él Victoria Martín, autora del libro Europa un paso a lo desconocido

«La fe inspiraba toda su vida y su relación con los demás. No hacía política de la religión. A diferencia de otros políticos católicos franceses de su época, Schuman no era un tradicionalista, sino que pensaba que la democracia y los principios de la Revolución Francesa (libertad, igualdad, fraternidad) tienen su raíz en el Evangelio, siguiendo a su filósofo favorito, que era además su amigo: Jacques Maritain.

¿Qué es lo que hizo realmente Robert Schuman para que el Papa haya abierto su proceso de canonización?

Lo primero que hay que decir que tras de su causa está el Instituto St. Benoit, una asociación creada por amigos y vecinos de Schuman en Metz cuando él murió. Una de las personas que mejor lo conocen es el Padre Bernard Ardura, presidente del consejo Pontificio de ciencias históricas y postulador de la causa de Schuman.

“Toda su vida ha estado marcada por el signo del bien común. Es un ejercicio de caridad. Incluso demostrado cuando renuncia a su vocación de religioso para volcarse con la sociedad, con los hombres en un periodo especialmente difícil y convulso desde el punto de vista de la historia.

A diferencia de otros políticos católicos franceses de su época, Schuman pensaba que la democracia y los principios de libertad, igualdad, fraternidad, tienen su raíz en el Evangelio.

Concepción Lozano

En una de las cartas escritas a su mejor amigo, recogida en el citado libro de Victoria Martín Henri Eschbach, Robert Schuman se sincera y le cuenta sus planes de retirarse del mundo y dedicarse a la oración en un monasterio. Sin embargo, su amigo le responde con unas palabras claras y certeras que marcaran el rumbo de su vida y de su espíritu: “Me atrevo a añadir que mi opinión (sobre su idea de hacerse religioso) es muy diferente. Porque en nuestra sociedad el apostolado laico es de una necesidad urgente y no puedo imaginar mejor apóstol que tú, con toda sinceridad… seguirás siendo laico porque te será más fácil hacer el bien, que es única preocupación. Soy categórico ¿Verdad? Es que creo que puedo ver hasta el fondo de algunos corazones y me parece que los santos del futuro serán santos vestidos de traje”.

No se equivocaba Eschbach, Robert Schuman llegará a los altares vestido con su inconfundible traje oscuro y su sombrero de ala ancha, típicos de la época.

Fue un hombre que no alardeó de sus convicciones, su carácter no era demostrativo, era más bien una persona tímida, discreto, pero se percibe por su manera de vivir que el vivía de su fe, continua Ardura. “Hay una perfecta coherencia, entre sus convicciones cristianas y su vida”.

Para su postulador, Robert Schuman construye todo el proyecto europeo sobre los fundamentos del perdón y la solidaridad. Un elemento constitutivo de la Unión Europea, al menos en sus orígenes.

Con el tiempo algunos de los principales fundamentos de la UE se han diluido. Habría que volver a los orígenes, a las raíces, al proyecto inicial basado en la solidaridad entre todos los estados miembros. Sólo viviendo la solidaridad, evitaremos la guerra.

Europa como sociedad unida

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Tumba de R. Schuman en la Iglesia de san Quintin junto a las banderas europeas

Schuman no sólo fue el inspirador y actor fundamental en la creación de la Unión Europea si no que su paso por la política y la relación con los principales líderes europeos del momento marcaron el futuro. Hay pocas figuras políticas que dejen huella de la manera en la que Robert Schuman lo ha hecho. Su legado y su memoria son hoy esenciales para entender, no sólo el pasado, sino el hoy de un continente que no sé si se parece a lo que él había imaginado.

En cualquier caso, no dudó en poner sus ideas, sus convicciones al servicio de un proyecto gigante que, a pesar de las dificultades, se desarrolló hasta formar una comunidad de 27 estados distintos cuyos responsables políticos, lejos de hacer la guerra, se sientan en una mesa para dialogar, negociar y tomar decisiones comunes que afectan a más de 500 millones de personas.

Ya advirtió Schuman para aquellos que creen que Europa está en crisis, o no sobrevivirá ante la disparidad de gobiernos europeos, cada uno con sus intereses nacionales muchas veces contrarios al bien europeo: “Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen sobre todo una solidaridad de hecho”.

Bernard Ardura explica que ahora sólo falta el milagro. Robert Schuman ha sido declarado venerable por sus virtudes heroicas pero ahora hace falta que se produzca un milagro por intercesión suya para que este político francés, cuyos ideales han perdurado hasta nuestros días y que fue coherente con su fe hasta su muerte, llegue por fin a los altares.

El autorConcepción Lozano

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