Vaticano

El Papa agradece “el bien que hacen muchas personas del Opus Dei en el mundo”

El Papa Francisco ha recibido, en la mañana del 3 de junio, en audiencia a Mons. Fernando Ocáriz Braña, prelado del Opus Dei. El prelado ha informado al Santo Padre de los trabajos realizados en el reciente Congreso general Extraordinario.

Maria José Atienza·3 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El 3 de junio por la mañana ha sido la fecha del encuentro entre el pontífice y el prelado del Opus Dei. Una audiencia que se produce poco más de un mes después de la celebración del Congreso general Extraordinario que la Prelatura personal llevó a acabo con el objetivo de adecuar sus estatutos al motu proprio Ad Charisma Tuendum.

En un mensaje remitido a los fieles del Opus Dei tras el encuentro, Ocariz ha destacado que, además de trasladar al Santo Padre las líneas generales de trabajo desarrolladas en el Congreso, transmitió al Papa el “ambiente de aquellas jornadas, y del deseo de fidelidad al carisma de san Josemaría y de unión con el Papa, que se puso de manifiesto en todos y en todas. Al mismo tiempo, comuniqué al Santo Padre que hemos comenzado a trabajar con el Dicasterio del clero el documento que resultó del Congreso, para la decisión que habrá de tomar la Santa Sede”.

El prelado del Opus Dei ha estado acompañado, en esta visita, por el vicario auxiliar de la Prelatura, Mariano Fazio, quien contó al Papa “algunas iniciativas apostólicas que impulsan personas de la Obra junto a muchas otras en diversos países, para procurar transmitir el anuncio del Evangelio y servir a mucha gente”.

Por su parte, Francisco ha agradecido al prelado del Opus Dei “el bien que hacen muchas personas del Opus Dei en el mundo” y ha alentado a los fieles de la Prelatura a “difundir nuestro espíritu por todos lados en servicio de la Iglesia”.

Tras el Congreso general extraordinario que reunió en Roma a cerca de 300 fieles del Opus Dei, las principales conclusiones de estos días de trabajo han sido presentadas a la Santa Sede a través del Dicasterio del clero, organismo del que depende, desde el pasado agosto de 2022, la prelatura del Opus Dei.

La última audiencia del Papa al prelado del Opus Dei se produjo el 27 de noviembre de 2022. Ese día se cumplía  40 aniversario del Opus Dei como prelatura personal. La Obra adquirió esta figura jurídica con la publicación de la Constitución Apostólica “Ut sit”, dada en Roma el 28 de noviembre de 1982, durante el pontificado de san Juan Pablo II. 

En aquella audiencia, la prelatura personal se encontraba en plena preparación del congreso general extraordinario que se convocó con motivo de la publicación del motu proprio “Ad carisma tuendum” y tenía como objetivo adecuar los estatutos de la Prelatura a las indicaciones del Papa. 

Enseñanzas del Papa

Raíces y puentes. El Papa en Hungría

Las raíces son la fuente de la vida. Los puentes son necesarios para ir más allá de nosotros mismos. Sin raíces no podemos construir puentes, pero sin puentes no podemos extender nuestra vida hacia los demás ni permitirles vivir con nosotros. Un resumen de los mensajes del Papa en Hungría.

Ramiro Pellitero·3 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

En su audiencia general del miércoles 3 de mayo, Francisco hizo un balance de su viaje pastoral a Hungría, “un pueblo valiente y rico de memoria”. Y utilizó dos imágenes: las raíces y los puentes.

Europa, puentes y santos

Todo empezó en el encuentro con las autoridades (cfr. Discurso, 28-IV-2023), cuando el Papa se inspiró en la ciudad de Budapest, caracterizada por su historia, sus puentes y sus santos; lo que forma parte de las raíces de esa tierra y de sus gentes.

A propósito de la historia reciente de Europa, señaló el Papa: “En la posguerra Europa representó, junto con las Naciones Unidas, la gran esperanza, con el objetivo común de que un lazo más estrecho entre las naciones previniera conflictos ulteriores”

Lamentó que luego no haya sido así: “En general, parece que se hubiera disuelto en los ánimos el entusiasmo de edificar una comunidad de naciones pacífica y estable, delimitando las zonas, acentuando las diferencias, volviendo a rugir los nacionalismos y exasperándose los juicios y los tonos hacia los demás. Parece incluso que la política a nivel internacional tuviera como efecto enardecer los ánimos más que resolver problemas, olvidando la madurez que alcanzó después de los horrores de la guerra y retrocediendo a una especie de infantilismo bélico”.

Pero Europa ha de recuperar su papel en el actual momento histórico: “Europa es fundamental. Porque ella, gracias a su historia, representa la memoria de la humanidad […]. Es esencial volver a encontrar el alma europea: el entusiasmo y el sueño de los padres fundadores”, de los grandes estadistas que fueron De Gasperi, Schuman y Adenauer en su trabajo por la unidad y la paz. Se quejó el Papa preguntándose, ahora, “dónde están los esfuerzos creadores de paz”. Esto, sin duda, tenía que ver no solo con las raíces, sino también con los puentes.

Preservar la identidad sin replegarse

Propone Francisco que Europa evite dos extremos: de un lado, el quedar presa de “populismos autorreferenciales” de los países; de otro lado, el transformarse “en una realidad fluida, o gaseosa, en una especie de supranacionalismo abstracto, que no tiene en cuenta la vida de los pueblos”. Aquí hizo una primera referencia a las “colonizaciones ideológicas” –citó el caso de la denominada cultura de la ideología de género–, o de los reduccionismos de la libertad –como el insensato “derecho al aborto”, que es siempre una trágica derrota–. 

La construcción de Europa debe estar “centrada en la persona y en los pueblos, donde haya políticas efectivas para la natalidad y la familia”. En Hungría, concretó Francisco, la fe cristiana puede ayudar al ecuménico trabajo de “pontonero” que facilita la convivencia entre diversas confesiones con espíritu constructivo. 

En tercer lugar, Budapest es ciudad de santos. Santos como san Esteban –primer rey de Hungría– y santa Isabel, además de María, reina de Hungría, enseñaron con sus vidas que “los valores cristianos no pueden ser testimoniados por medio de la rigidez y las cerrazones, porque la verdad de Cristo conlleva mansedumbre, conlleva amabilidad, en el espíritu de las Bienaventuranzas”

Por tanto –señaló Francisco– la verdadera riqueza humana se configura por la conjunción de una sólida identidad junto con la apertura a los demás, tal como se reconoce en la Constitución húngara, que se compromete a respetar tanto la libertad y cultura de otros pueblos y naciones como de las minorías nacionales dentro del país. Esto es importante, destacó, frente a “una cierta tendencia -a veces justificada en nombre de las propias tradiciones e incluso de la fe- a replegarse sobre sí”.

Al mismo tiempo, dejó el Papa otros criterios –asimismo de raíces cristianas- para el momento actual de Hungría y Europa: es un deber asistir a los necesitados y a los pobres, “y no prestarse a una especie de colaboracionismo con las lógicas del poder”; “hace bien una sana laicidad, que no decaiga en el laicismo generalizado” (que rechaza la religión para caer en brazos de la pseudorreligión de la ganancia); es bueno cultivar “un humanismo inspirado por el Evangelio y encaminado sobre dos vías fundamentales: reconocerse hijos amados del Padre y amar a cada uno como hermano”; hay que afrontar la acogida de los extranjeros, de modo razonable y compartido con los otros países de Europa.

Acogida, anuncio, discernimiento

Siguió esa línea en su encuentro con el clero (cfr. Discurso en la concatedral de San Esteban, 28-IV-2023). Como fundamento, y raíz central de nuestra vida, hemos de mirar a Cristo: “Podemos mirar las tormentas que a veces azotan nuestro mundo, los cambios rápidos y continuos de la sociedad y la misma crisis de fe en Occidente con una mirada que no cede a la resignación y que no pierde de vista la centralidad de la Pascua: Cristo resucitado, centro de la historia, es el futuro”. También para no caer en el gran peligro de la mundanidad. Decir que Cristo es nuestro futuro no es decir que el futuro es Cristo.

Les ponía Francisco en guardia frente a dos interpretaciones o tentaciones: “Primero, una lectura catastrofista de la historia presente, que se alimenta del derrotismo de quienes repiten que todo está perdido, que ya no existen los valores del pasado, que no sabemos dónde iremos a parar”. En segundo lugar el riesgo “de la lectura ingenua de la propia época, que en cambio se basa en la comodidad del conformismo y nos hace creer que al fin de cuentas todo está bien, que el mundo ha cambiado y debemos adaptarnos —sin discernimiento, esto es feo–”

Ni derrotismo ni conformismo

Para evitar estos dos riesgos –el derrotismo catastrofista y el conformismo mundano–, “el Evangelio nos da ojos nuevos, nos da la gracia del discernimiento para entrar en nuestro tiempo con actitud de acogida, pero también con espíritu de profecía”; es decir, acogiendo el tiempo que vivimos, con sus cambios y desafíos, sabiendo distinguir los signos de la venida del Señor. 

Todo ello, sin mundanizarse,  sin caer en el secularismo –vivir como si Dios no existiera–, en el materialismo y el hedonismo, en un “paganismo blando” y anestesiado. Y por el otro extremo, sin encerrarnos, por reacción, en una rigidez de “combatientes”; porque las realidades que vivimos son oportunidades para encontrar nuevos caminos y lenguajes, nuevas purificaciones de cualquier mundanidad, como ya advirtió Benedicto XVI (cfr. Encuentro con los católicos comprometidos en la Iglesia y la sociedad, Friburgo de Brisgovia, 25-IX-2011).

¿Qué hacer entonces? He aquí las propuestas del Papa. Fomentar el testimonio cristiano y la escucha, también en medio de las dificultades (como la disminución de vocaciones y, por tanto, el aumento del trabajo pastoral). Y siempre sobre la base de la oración –que protege la fortaleza de la fe– y del trato entusiasta con los jóvenes. No tener miedo al diálogo y al anuncio,  a la evangelización y a la bella tarea de la catequesis. Impulsar la formación permanente, la fraternidad, la atención a las necesidades de los más débiles. Huir de la rigidez, del chismorreo y de las ideologías. Promover el espíritu de familia y de servicio, la misericordia y la compasión. 

El lenguaje de la caridad 

Como en otros viajes pastorales, no podía faltar el encuentro con los pobres y refugiados (cfr. Discurso en la iglesia de Santa Isabel de Hungría, 29-IV-2023). En este contexto –y agradeciendo los esfuerzos de la Iglesia en Hungría, en tantos frentes caritativos–, Francisco habló con fuerza de un desafío impresionante, en la línea de lo que ya advirtieron tanto san Juan Pablo II como Benedicto XVI: “que la fe que profesamos no sea prisionera de un culto alejado de la vida y no se convierta en presa de una especie de ‘egoísmo espiritual’, es decir, de una espiritualidad que me construyo a la medida de mi tranquilidad interior y de mi satisfacción”. En cambio, “la fe verdadera es aquella que incomoda, que arriesga, que hace salir al encuentro de los pobres y capacita para hablar con la vida el lenguaje de la caridad” (cfr. 1 Co 13, 1-13). 

Necesitamos, añadió Francisco, saber hablar “con fluidez el lenguaje de la caridad, idioma universal que todos escuchan y comprenden, incluso los más alejados, incluso los que no creen”.

Y todavía advirtió que, mirando y tocando a los necesitados, no basta dar pan; sino que hay que alimentar el corazón de las personas con el anuncio y el amor de Jesús, que ayuda a recuperar belleza y dignidad.

No “virtualizar la vida”

El mismo día se reunió con los jóvenes, y les habló con claridad y entusiasmo (cfr. Discurso en el Papp László Budapest Sportaréna, 20-IV-2023). Les habló de Cristo, vivo y cercano, hermano y amigo, que gusta de hacer preguntas y no de dar respuestas prefabricadas. Les dijo que para hacerse grande hay que hacerse pequeño sirviendo a los demás. Un consejo valiente: “No tengan miedo de ir contracorriente, de encontrar cada día un tiempo de silencio para hacer un alto y rezar”, para llevar todo lo que nos pasa a la oración con Jesús  Aunque hoy el ambiente nos empuje a ser eficientes como máquinas –observó–, no somos máquinas. Al mismo tiempo, es verdad que con frecuencia nos quedamos como sin gasolina, y por eso necesitamos recogernos en silencio. Pero “no para quedarse pegado al celular y a las redes sociales”; porque “la vida es real, no virtual; no sucede en una pantalla, ¡la vida sucede en el mundo! Por favor, no virtualizar la vida”.

Ser “puertas abiertas”

Además de las raíces, son necesarios los puentes, como señalaba el Papa desde su primer discurso. Mantuvo ese telón de fondo en la homilía del domingo, 30 de abril, en Budapest, donde estaban presentes cristianos de distintas confesiones y ritos y países, que trabajan bien haciendo entre ellos puentes de armonía y de unidad. 

Francisco presentó la figura de Jesús, buen pastor, que ha venido para que las ovejas tengan vida en abundancia (cfr. Jn 10, 10). Primero las llama, después las hace salir. 

Como a nosotros, también hoy: “En cada situación de la vida, en aquello que llevamos en el corazón, en nuestros extravíos, en nuestros miedos, en el sentido de derrota que a veces nos asalta, en la prisión de la tristeza que amenaza con encerrarnos, Él nos llama”. “Viene como buen Pastor y nos llama por nuestro nombre, para decirnos lo valiosos que somos a sus ojos, para curar nuestras heridas y cargar sobre sí nuestras debilidades, para reunirnos en su grey y hacernos familia con el Padre y entre nosotros”.

Insiste el Papa en el mensaje central de su viaje pastoral: apoyarnos en las raíces para tender puentes, sin encerrarnos. Jesús nos invita “a cultivar relaciones de fraternidad y colaboración, sin dividirnos entre nosotros, sin considerar nuestra comunidad como un ambiente reservado, sin dejarnos arrastrar por la preocupación de defender cada uno el propio espacio, sino abriéndonos al amor mutuo”.

Jesús, después de llamarlas, hace salir a sus ovejas (cfr. Jn 10, 3). Por eso –propone Francisco–, tenemos que abrir nuestras “puertas cerradas”, tristes y dañinas: nuestro egoísmo e individualismo, nuestra indiferencia ante quienes nos necesitan; nuestra cerrazón, incluso como comunidades eclesiales un tanto cerradas al perdón de Dios (cfr. Exhort. ap. Evangelii gadium, 20). 

El Papa nos invita, en cambio, a “ser como Jesús, una puerta abierta, una puerta que nunca se le cierra en la cara a nadie, una puerta que permite entrar a experimentar la belleza del amor y del perdón del Señor”. Así seremos “‘facilitadores’ de la gracia de Dios, expertos en cercanía, dispuestos a ofrecer la vida”.

Oponerse a la colonización ideológica 

Finalmente, en su encuentro con el mundo universitario y de la cultura (cfr. Discurso en la Universidad católica Péter Pázmány, 30-IV-2023), Francisco se apoyó en Romano Guardini para distinguir dos tipos de conocimiento que no deben oponerse: el humanista y el tecnológico. 

El primero es de por sí humilde y se sitúa al servicio de las personas y de la naturaleza creada. El segundo tiende a analizar la vida para transformarla, pero, si prevalece de forma inadecuada, ¿podrá la vida permanecer viva? 

“Pensemos –propone el Papa a los universitarios húngaros– en el deseo de poner en el centro de todo no a la persona y sus relaciones, sino al individuo centrado en sus propias necesidades, ávido de ganar y voraz de aferrar la realidad”

No pretende el sucesor de Pedro sembrar pesimismo, sino ayudar a reflexionar sobre la “arrogancia de ser y de tener”, “que Homero ya veía como amenazante en los albores de la cultura europea y que el paradigma tecnocrático exaspera, con un cierto uso de algoritmos que pueden representar un riesgo más de desestabilización de lo humano”.

Alude Francisco de nuevo a la necesidad de oponerse a la “colonización ideológica” de un mundo dominado por la tecnología, de un humanismo deshumanizado. Un mundo que cae en la tentación de imponer el consenso contra las personas mismas (de ahí el descarte de los débiles, de los enfermos, de los ancianos, etc.), en nombre de la paz universal. 

En este ambiente, la universidad tiene la responsabilidad de promover el pensamiento abierto, la cultura y los valores trascendentes, junto con el conocimiento de los límites humanos. Pues la sabiduría no se logra con una libertad forzada e impuesta desde fuera. Tampoco con una libertad esclava del consumo. El camino es de la verdad que libera (cfr. Jn 8, 32).

Cultura

Sergio Rodríguez: «Cuando lo encontré, hacía 347 años que nadie había visto ese libro»

La editorial Herder publica Miguel de Molinos. Cartas para el ejercicio de la oración mental, libro encontrado después de siglos por el investigador Sergio Rodríguez López-Ros.

Loreto Rios·3 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

Sergio Rodríguez López-Ros es académico de la Real Academia de Historia y vicerrector de Relaciones Internacionales del CEU. Hace unos años, encontró en la Biblioteca Apostólica Vaticana un libro del teólogo español Miguel de Molinos que llevaba siglos desaparecido.

Esta semana, el 31 de mayo de 2023, ha tenido lugar la presentación del libro Miguel de Molinos. Cartas para el ejercicio de la oración mental (Editorial Herder) en Roma, en la embajada de España ante la Santa Sede. El acto contó con la participación del prefecto de la Biblioteca Apostólica Vaticana, Mauro Mantovani, y de la archivera oficial del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Manuela Borbolla.

En esta entrevista con Omnes, Sergio Rodríguez López-Ros nos habla de Miguel de Molinos y del hallazgo del libro. La historia de este personaje no está exenta de controversia y en algunos aspectos hoy sigue siendo un misterio.

¿Quién fue Miguel de Molinos?

Miguel de Molinos es uno de los personajes históricos españoles más desconocidos. Fue un teólogo del Barroco español.

Nace en una familia de clase media en Muniesa, un pequeño pueblo de Teruel. Con 18 años, va a formarse a Valencia, porque tiene allí una hermana que es religiosa. Se forma en el Colegio de San Pablo de los jesuitas que dependía de la Universidad de Coímbra, regentada también por ellos. Al mismo tiempo, lleva varias capellanías: la de las agustinas, la de las franciscanas…

Se forma con el padre Francisco Jerónimo Simón, un sacerdote valenciano. Se doctora en Teología y es capellán de diferentes conventos, también confesor en el colegio del Corpus Christi. Cuando muere su maestro espiritual, el padre Jerónimo Simón, Miguel de Molinos se introduce en el proceso de la causa de beatificación. La Diputación de Valencia le envía a Roma para llevar adelante el proceso.

De este modo, llega a Roma en 1663, en pleno apogeo del Barroco y en plena lucha de Francia y España para ver quién era el que más influencia tenía ante los Papas. Al principio vivía en unas calles que yo pude localizar.

Al llegar a Roma, implanta lo que él había conocido del padre Jerónimo Simón, que era la Escuela de Cristo. Consistía en unos pequeños ejercicios espirituales en que reunía una vez por semana a una serie de gente que iban rotando: los lunes unos, los martes otros, los miércoles otros… Se reunían en una cripta, que también pude localizar, y que está debajo de la iglesia de Santo Tomás de Villanueva y de San Ildefonso.

Yo pude acceder a esa sala después de muchísimos siglos sin nadie verla. La mayoría de agustinos españoles hasta hoy son de origen vasco o navarro. Les gustaba jugar al frontón y la pelota vasca y usaban la cripta para eso durante los siglos posteriores, cuando se perdió el nombre de Molinos.

Antaño, durante la época de Molinos, allí iba la alta sociedad de la época: príncipes romanos, condes, gente vinculada a la corte pontificia, cardenales…

Molinos estaba bien posicionado y, de hecho, el Papa, el beato Inocencio XI, pensó en hacerle cardenal y tenía una gran querencia por él.

Lo que ocurre es que cuando uno hace las cosas bien suele tener enemigos, envidias, no solo en España. Los jesuitas, que estaban desarrollando su propia escuela con los ejercicios de san Agustín, empiezan a mostrar recelos hacia él, y también los dominicos.

Son ellos los que provocan un poco que tenga lugar un primer proceso de la Inquisición. Pero los seis teólogos designados por el Papa dieron un parecer positivo, por lo que salva perfectamente esta primera acometida. Pensemos que él acababa de publicar la Guía espiritual, que es el libro central de Miguel de Molinos. Él tenía dos corrientes: por un lado, estaban la Guía espiritual, las Cartas para el ejercicio de la oración mental y la Defensa de la contemplación; por otra parte, tiene la Práctica para el ejercicio de la buena muerte y la Defensa de la comunión cotidiana.

Las cartas no eran un libro. Él sostuvo correspondencia con muchísima gente, escribió unas 12000 cartas, que es muchísimo. Un discípulo suyo se dedicó a compilarlas. De ahí surgieron las Cartas para el ejercicio de la oración mental. No son más que una versión simplificada, hecha por uno de sus discípulos, de la Guía espiritual.

El proceso inquisitorial tuvo lugar en 1681-1682 y, cuando concluye, el dictamen es favorable a Molinos. En esa época, escribe la Defensa de la contemplación, debido a que algunas corrientes querían atacar ese método contemplativo.

Molinos, basándose en san Agustín, dice que tenemos que buscar a Dios en nuestro interior, ya que el demonio pone ante nosotros muchas tentaciones. Dice que debemos vaciarnos de nosotros mismos. En aquella Roma de fasto del Barroco, de grandes puestas en escena, aquello les chirriaba mucho y provocó envidias. Cuando la Escuela de Cristo empieza a extenderse fuera de Roma, por toda Italia y llega a Nápoles, que era española entonces, Francia tiene miedo de que aquello cobre más fuerza y oscurezca el papel que estaban teniendo sus místicos hasta ese momento. Por tanto, provoca un nuevo caso inquisitorial, yo intuyo que con métodos corruptos.

El proceso tiene lugar en 1685. Rastrear hoy en día todo lo que ocurrió es muy difícil, porque, cuando llegó la Revolución Francesa a Roma, desaparecieron muchos papeles de los procesos inquisitoriales, y solo quedaron 46 legajos de los procesos de Molinos. A mi entender, lo que hizo Francia fue calumniar, atribuir a Molinos cosas que nunca había dicho. De hecho, ninguna de las tesis por las que es procesado está en sus escritos. Es todo producto de confesiones o bien forzadas o atribuidas a él falsamente por testigos comprados. Finalmente, al Papa no le queda más remedio que apresar a quien era su amigo, y en 1687 decreta su condena de por vida.

Es recluido en las prisiones que tenía la Inquisición, en la sede, hoy Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Durante su encarcelamiento, Molinos vestía una estameña, una especie de saco, muy austero, y llevaba una vida de recogimiento. Él se defendió con mucha serenidad y reiteró siempre su amor a la Iglesia. También refutó cualquier crítica de que la oración suplantaba los sacramentos, que era una de las tesis que se le atribuía. Lo malo es que Francia en ese momento tiene más fuerza que España, pensemos que en 1687 los Habsburgo están desapareciendo en España, en cambio los Borbones, con Luis XIV a su frente, están en el momento más álgido.

El proceso coincide con un periodo de decadencia en España, mientras que Francia estaba más pujante. En 1704 muere el último Habsburgo y empieza la guerra entre Francia y España por ver quién es el sucesor de los Habsburgo, que finalmente son los Borbones. Todo eso está movido por Luis XIV, que es quien luego logra poner en el trono de España a su sobrino Felipe V. Miguel de Molinos era tan significativo en Roma que apresarlo a él y matarlo era dar la puntilla al imperio español, era lograr dar a España donde más daño le hacía.

Molinos está 8 años en prisión, hasta que en 1696 es ejecutado. El motivo por el cual es ejecutado permanece desconocido para todos nosotros, porque no se conoce todo el procedimiento. Yo creo que debió de ser fruto de las intrigas francesas dentro de la Inquisición. Tampoco sabemos si fue un ajuste de cuentas dentro de la propia prisión. En 1696 él muere y con la investigación descubrí también dónde estaban los restos: en el osario que hay justo debajo del propio archivo del Dicasterio.

¿Cómo fue el hallazgo de las cartas?

Yo sabía que había un libro de Miguel de Molinos que hacía siglos que estaba desaparecido, que era las Cartas escritas a un caballero español desanimado para ayudarle a tener oración mental dándole un modo para ejercitarla. El título era muy barroco. La editorial lo ha resumido en Cartas para el ejercicio de la oración mental. Era un libro escrito por Miguel de Molinos en su etapa romana. El libro lo localicé en la Biblioteca Apostólica Vaticana.

En 1966 se pusieron a disposición de los investigadores todos los libros que habían sido considerados en su día no aptos para ser leídos por católicos. Entre ellos estaban las cartas espirituales de Miguel de Molinos, que no habían sido condenadas por la doctrina, como he comentado, sino por una pugna entre Francia y España de tema político, porque Molinos tenía mucha fuerza en Roma.

Cuando lo encontré en la biblioteca, hacía 347 años que nadie había visto ese libro. Enseguida pensé en editarlo y en traducirlo. Porque de la edición española solo hay dos ejemplares, uno en la Biblioteca Nacional de España, en Madrid, y otro que es la edición posterior que se hizo en Italia y que se conserva en la Biblioteca Apostólica Vaticana. El tejuelo era nuevo, debajo se veía el viejo y evidentemente era de los fondos de la Inquisición. Siempre digo que hay que entender que la Inquisición lo que procuraba era orientar a la gente a las buenas lecturas.

La gente de hoy es muy distinta a la gente de antes, antes nadie tenía formación teológica, en primer lugar porque no sabía leer, y, además, no es hasta el Concilio Vaticano II cuando la gente empieza a formarse en la fe. El papel de la Inquisición fue siempre proteger a esa gente humilde, gente que no tenía criterio sobre las lecturas que podían perjudicarles espiritualmente. Era una especie de ayuda, de guía, y no es eso que sale en las películas de escarnios, torturas, hogueras…

Cuando encontré las cartas, lo que hice fue encargar una traducción de la segunda edición, corregida y aumentada respecto a la primera española. Tienen dos partes: una parte en la cual habla del aparato teológico en el que se basa, citando a Santa Teresa, a san Juan de la Cruz, a san Ignacio, a los padres de la Iglesia, san Juan Crisóstomo, etc. Luego hay una segunda parte en la que explica cómo poner en práctica todo eso.

Es muy curioso, porque, en una ocasión, envía el libro a un funcionario español, y le dice: “Si usted tuviese cada día un ratico para practicar la oración, le iría muy bien”. Después de tantos años viviendo en Italia, aún tiene ese deje aragonés.

El libro se publica gracias a la gran labor de la Biblioteca Apostólica Vaticana. Ya desde la época del cardenal Javierre, que fue un gran cardenal, se fueron abriendo los archivos.

La investigación no ha consistido solo en la publicación del libro, sino también en haber encontrado los lugares donde vivió, donde hacía la Escuela de Cristo, donde vivía cuando fue apresado, donde fue juzgado, donde fue luego recluido y finalmente donde fue ejecutado y donde están sus restos.

¿Cuál era el pensamiento de Miguel de Molinos?

Lo que Molinos sostiene viene a ser la mística de santa Teresa: la vida ascética, simple y sencilla. Propone una vida austera, esa austeridad española de pocas palabras, más bien de hechos. Luego, busca la purgación, quitar de nuestra vida todo lo que nos sobra, lo que nos perjudica (ambiciones, poder), para centrarnos en lo que Dios quiere de nosotros. Habla también de esa parte última que es la contemplación, cuando uno recorre el camino de la Cruz, de la Pasión, e intenta unirse a Jesús en ese sufrimiento, configurarse con Él, y, a través de eso, transfigurar su vida propia y convertirse en una mejor persona. Este es básicamente el método de Molinos, que se podría ejemplificar con muchas citas.

Se trata de perseverar en la oración, encomendándose a un santo, siguiendo su ejemplo de vida, y el objetivo final es llegar a configurarse con Jesús, sintiendo que la Pasión salvadora y redentora de Jesús en la Cruz es para toda la humanidad, pero empieza por uno mismo. Dice que hay que matar como sea “esa hidra de siete cabezas que es nuestro egoísmo”. Dice que tenemos ese egoísmo que nos mete en el corazón el demonio, la voluntad de poder. Hoy en día sería por ejemplo querer más dinero, viajar, un coche mejor, o tener éxito mundano a toda costa. Molinos propone lo contrario: Él fue sencillo en el nacimiento, sencillo en la muerte, pues compartamos la vida con Él.

Puede parecer que ese vaciarse de deseo tiene una relación con la espiritualidad oriental, pero lo que Molinos defiende es apagar el ego para dejar sitio a Dios. La mayoría de la gente desde que se levanta hasta que se acuesta está pensando en un trabajo mejor, en una televisión mejor, las vacaciones este verano, y prescinde de lo esencial. Lo que Molinos sostiene no es esa aniquilación del deseo a la oriental, en el sentido de que lo que le pase al mundo me es igual. Precisamente lo que estimula es al compromiso: vamos a dejar aparte lo que uno quiere y vamos a ver lo que Dios quiere de nosotros.

Cuando el ego ocupa toda nuestra alma, todo nuestro corazón, no dejamos sitio a Dios. La salvación budista en el fondo es la salvación de uno mismo, es más egoísta. En el mundo cristiano, por el contrario, es la salvación de uno mismo a través de los demás y para los demás. Es el método de san Francisco de Sales, de Introducción a la vida devota. O también cuando san Ignacio propone la síntesis entre conciencia y mundo no es para uno mismo, sino para los demás.

Creo que leer hoy en día a Molinos es una buena forma de volver a la vida simple, a lo esencial, a olvidarnos de un mundo que a través de un clic tenemos todo al alcance de la mano. Pero carecemos de lo esencial, se nos olvida la fe, se nos olvida la caridad, la esperanza, la entrega, el amor gratuito hacia Dios, en primer lugar, y hacia los demás.

Sagrada Escritura

James Prothro: «La Biblia es un libro que debemos hacer vida»

James Prothro es profesor de Teología y Sagrada Escritura en el Augustine Institute. Ha estudiado en profundidad el griego antiguo y las cartas de san Pablo, y en su carrera académica trata de ayudar a sus alumnos a sacar el máximo partido a la Biblia.

Paloma López Campos·3 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 7 minutos

Leer la Biblia puede llegar a ser difícil, pero lograr una traducción fidedigna y adecuada lo es todavía más. Porque “si la Biblia es un libro que tenemos que hacer vida y a través del cual escuchamos a Dios hablarnos, entonces cada detalle de la traducción es importante”, como dice James Prothro, profesor de Teología y Sagrada Escritura en el Augustine Institute.

Prothro explica en esta entrevista algunos de los desafíos a los que se enfrentan los traductores y brinda claves para sacar el máximo provecho de la lectura de la Biblia.

¿Hay alguna idea o concepto que los católicos deberíamos mantener siempre en la mente cuando leemos o traducimos la Biblia?

James Prothro, profesor del Augustine Institute

– Una cosa no, muchas. En Estados Unidos, a muchos católicos no les importa la traducción de la Biblia y, si les importa, lo único que piden es que sea teológicamente correcta. Esto es bueno, pero al final acaban eligiendo aquella que les es más familiar. 

Pero creo que es bueno tener dos cosas en cuenta, las cuales están muy bien explicadas en dos encíclicas. Una es  “Providentissimus Deus”(1893) y la otra, “Divino Afflante Spiritu” (1943).

En la primera, el Papa León XIII hace una llamada a la renovación de los estudios bíblicos. Una de las cosas que dice es que la gente debe volver a los idiomas originales y a los antiguos manuscritos. Dice que la Vulgata es la Biblia oficial de la Iglesia y que es sustancialmente correcta, pero eso no significa que cada uno de los versos traducidos ofrezca la mejor traducción de lo que el autor quiso decir. Pero si lees toda la Vulgata, no hay desviaciones en cuanto a Doctrina o moral. En 1943, Pío XII dice lo mismo. La Vulgata sigue siendo la Biblia oficial de la Iglesia, está libre de errores en la fe y en la moral.

Entonces, ¿por qué hay que intentar volver a las lenguas originales? Esto es porque si creemos que Dios inspiró a los autores como tal, de modo que Dios hace afirmaciones y nos señala la verdad a través de lo que ellos enseñan, incluso si la traducción es segura y doctrinalmente correcta, puede ser que no nos esté dando todo lo que Dios quiso inspirar en un principio.

Ahora bien, si lees toda la Vulgata no te vas a desviar en cuanto a Doctrina o moral, vas a estar en el camino correcto.

A veces, con las traducciones, me gusta preguntar a la gente para ponerla a prueba: ¿para qué crees que sirve leer la Biblia? Podríamos pensar que es una respuesta fácil, pero no. Si alguien dice que la razón por la que tenemos la Biblia es para poder leerla y adquirir la doctrina, y que luego podemos ir a buscar otras fuentes, entonces piensa que la Biblia no es un libro para vivirlo, por lo que siempre que la traducción sea ortodoxa estará bien.

Por el contrario, si la Biblia es un libro que tenemos que hacer vida y a través del cual escuchamos a Dios hablarnos, entonces cada detalle de la traducción es importante. Es verdad que siempre va a haber imperfecciones, pero tratar de interpretar la mente del autor humano para oír bien la voz del Autor divino es realmente importante. La Biblia es un libro que debemos hacer vida y al que debemos volver una y otra vez.

El lenguaje está vivo y cambia con la sociedad. ¿Crees que las traducciones de la Biblia tendrán que cambiar con los idiomas y nuestra sociedad?

– Creo que sí. Si pensamos en las diferencias entre el español en el siglo quince y el español actual, podemos ver que hay ciertas cosas que en su momento eran expresiones correctas pero que hoy tienen otro significado.

Por ejemplo, en inglés la palabras “silly” antes significaba “limpio” o “inocente”. Por eso había canciones e himnos sobre la “silly Virgin Mary”, que se traducirían como la «limpia virgen María», pero hoy significa “la tonta virgen María”.

Lo mismo ocurre con la lengua a la que traducimos: debido a los cambios en nuestros idiomas tenemos que ajustar las cosas para que la gente oiga lo correcto. Lo mismo ocurre con las lenguas antiguas. Yo he pasado mucho tiempo trabajando con el griego antiguo y si utilizo un diccionario en el que se traduce el griego de los tiempos de Homero y luego lo uso para traducir el Nuevo Testamento, me voy a equivocar porque la lengua cambió con el tiempo.

Traducir la Biblia es muy difícil, debido especialmente a las diferentes situaciones sociales de las personas para las que se escribe. Si quieres hacer una traducción que sea realmente buena para estudiar, entonces tiene que ser exacta palabra por palabra. Pero puede que eso no comunique bien el mensaje a aquellas personas que no están estudiando las Escrituras en profundidad, que solo están escuchando o no saben leer.

Entonces, ¿qué tipo de traducción debemos hacer? Depende del público para el que estés escribiendo, porque no solo cambian los idiomas, también hay diferencias en las personas según los grupos sociales.

Uno de mis ejemplos favoritos sobre esto es una tribu indígena que no tenía ovejas. Los misioneros se dieron cuenta de que no sabían ni lo que era una oveja ni podían asociar la idea de pastor que cuida, pero sí tenían cerdos. Entonces tradujeron a Jesús diciendo “Yo soy el buen porquero que da su vida por los cerdos”. Por un lado, esto les ayuda a entender el cariño de Cristo y les hablas con términos que comprenden. Pero, por otro lado, en el Antiguo Testamento Dios señala a los cerdos como algo impuro y prohíbe a los judíos tocarlos. Por tanto, ganas y pierdes al mismo tiempo al realizar una traducción así.

En definitiva, cuando la gente me pregunta por la traducción de la Biblia que deben comprar yo recomiendo que sean dos distintas, algo que ya decía san Agustín.

La Biblia está originalmente escrita en hebreo, arameo y griego. Sabiendo esto, es muy fácil perder la esencia de las palabras usadas a través de las traducciones. ¿Cómo podemos saber qué es lo que Dios quiso realmente?

Voy a volver a san Agustín para esto, que tiene que ver con lo que hemos dicho de buscar una traducción ortodoxa de la Biblia. San Agustín dice que si lees con fe, amas a Dios y amas al prójimo, puedes interpretar incluso los pasajes que son más confusos de la mejor manera posible. Si al leer la Biblia esta no te lleva a rezar o a amar, no la estás leyendo bien. Para Agustín esto es esencial.

De todos modos, la palabra de Dios definitiva es el Verbo, Jesucristo. Él nos señala quién es Dios, su salvación y su amor. Por lo que si conocemos este Verbo, podremos llegar a conocer lo demás.

De todos modos, el siguiente paso para aquellos que quieran profundizar en el estudio de la Biblia es conseguir una edición de estudio o un comentario con notas que se refieran al contexto y contengan explicaciones.

Leer y entender la Biblia es algunas veces difícil y confuso, ¿por dónde es mejor empezar?

Hay muchas buenas respuestas a esa pregunta. Yo no recomiendo empezar por el principio y leer seguido hasta el final, porque es fácil perderse en el Levítico. Lo que yo recomiendo, especialmente si el lector es un cristiano con conocimiento de los conceptos básicos, es empezar por los Evangelios, especialmente por el de san Lucas.

Primero porque si queremos leer toda la Biblia bajo la luz de Cristo, los Evangelios te ayudan a empezar bien pues se centran precisamente en Él. Por otro lado, como son narraciones, es fácil que resuenen para nosotros.

Los Evangelios son más sencillos que las cartas de san Pablo, donde se asume que el lector conoce la historia y se abren discusiones acerca de ideas concretas.

El Éxodo y el Génesis también son buenos sitios por donde comenzar, pero tienen ciertas cosas que pueden escandalizar a algunos lectores. Por eso creo que empezar con Jesús y los Evangelios es lo mejor antes de leer lo demás.

Has escrito acerca de la penitencia y la reconciliación, ¿podrías explicar cómo la idea de penitencia cambia del Antiguo al Nuevo Testamento? ¿Qué significado tiene para los católicos hoy?

Para ser breve me fijaré en 2 Corintios 3, donde san Pablo contrasta los dos Testamentos. Lo hace de diferentes maneras pero hace especial hincapié en el don del Espíritu Santo enviado por Cristo.

Si el Espíritu Santo nos une a Cristo y a la vida de gracia divina, entonces cada acto de penitencia nos une más a la muerte y resurrección de Cristo. En el siguiente pasaje, san Pablo habla sobre el modo de llevar la muerte de Cristo en nosotros para ponerla al servicio de la vida. Todos nuestros sufrimientos nos pueden acercar a la gloria del Cielo.

Hay muchas cosas acerca de la penitencia que no cambian entre un Testamento y otro. La oración, el ayuno y la limosna son muy importantes, siguen siendo esenciales. Las obras de misericordia tanto corporales como espirituales también se encuentran en los dos Testamentos. La idea de que rechazarse a uno mismo, ya sea a través del ayuno o de otra penitencia, nos santifica y nos enseña a amar está inscrita en toda la Escritura.

Y, con todo, al estar unidos al Espíritu Santo, el perdón de los pecados puede ser completo, no contamos solo con una anticipación. Todavía más, la penitencia no es solo un modo de aprender a amar, es un modo de unirnos al amor de Cristo.

¿Crees que en el futuro la gente no entenderá ciertas referencias que hay en la Biblia por los cambios y avances sociales? Por ejemplo, al perder el contacto con la naturaleza, es posible que en el futuro la gente no conozca la figura del pastor.

–Creo que hay algunas cosas que sí perderemos, pero insisto en la idea de una buena Biblia para el estudio que nos explique los conceptos. Por tanto, puede que no seamos siempre capaces de traducir todo dentro del contexto exacto. Pero lo podemos explicar y la gente que quiera saber más podrá hacerlo gracias a la Historia.

Creo además que las ideas relacionadas con la naturaleza, incluso si vivimos en un mundo tan digital, podremos conservarlas gracias a la buena literatura. Pero otros conceptos como el amor se volverán más complicados. Cuanto más nos aferramos a ciertos detalles de la Biblia más los empañamos con nuestras propias interpretaciones. Esto es algo en lo que tendremos que trabajar, para redefinir los conceptos.

¿Crees que habría que volver a estudiar griego y latín para leer la Biblia?

Vamos a ver, soy profesor de griego. Yo les digo a mis estudiantes que estudiar griego antiguo no es para todo el mundo. Requiere mucho trabajo de memoria, no puedes aprenderlo a base de ver series con subtítulos. Pero también te diré que no he conocido a nadie que me haya dicho que no ha merecido la pena. Todos dicen que aprender griego les ha ayudado a profundizar en su entendimiento de la Biblia, a aumentar su interés, o que incluso ha cambiado el modo que tenían de leerla, incluso cuando está traducida.

Estados Unidos

¿Trabajar en domingo, día del Señor?

¿Es lícito que los empleadores obliguen a trabajar a los empleados en los días dedicados al culto religioso? La cuestión está ahora en manos del Tribunal Supremo de Estados Unidos tras las reclamaciones de Gerald Groff, un cristiano evangélico.

Gonzalo Meza·3 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

¿Dedicar el domingo al trabajo o a Dios? Para Gerald Groff, un cristiano evangélico de Pennsylvania, que trabajó como cartero rural, la respuesta es clara: «El domingo es un día en el que nos congregamos como creyentes. Honramos el Día del Señor» y no es posible dedicar ese día al trabajo.

Dicha afirmación le valió amonestaciones y advertencias de despido por absentismo de su empleador: la Oficina de Correos de los Estados Unidos (USPS, por sus siglas en inglés). Antes de que lo despidieran, Groff renunció pero demandó a USPS por «discriminación religiosa» bajo el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 y un fallo del Tribunal Supremo de 1977 conocido como «Trans World Airlines, Inc. v. Hardison».

Su caso no prosperó ni en una Corte de Distrito de Pennsylvania ni en su Corte de Apelaciones.  Ahora, el caso está siendo discutido en el Tribunal Supremo de Justicia, el cual deberá decidir una cuestión fundamental que podría afectar a las leyes laborales de EUA: si un empleador debe hacer concesiones para que un empleado pueda ejercer sus prácticas religiosas, aun cuando esto afecte a la empresa y a los otros empleados. El caso es conocido como «Groff v. DeJoy», pues la demanda la realiza Groff contra el director general de USPS, Louis DeJoy.

El empleo

Gerald Groff creció en el condado de Lancaster, Pennsylvania. De niño acudió a escuelas administradas por los Menonitas. Vivía frente a la granja de sus abuelos. Por ello cuando su abuelo murió, Groff se acercó tanto a Dios que decidió participar en misiones evangélicas cristianas en varias partes del mundo. A su regreso a los EUA tuvo varios empleos hasta que inició a trabajar en el 2012 en USPS como cartero rural.

Groff sabía que probablemente tuviera que trabajar los fines de semana, pues la entrega de correos no se detiene. Durante algún tiempo, Groff obtuvo concesiones para no trabajar el domingo y suplir dicha jornada en otros días. Sin embargo, en el 2013 el gigante corporativo Amazon firmó un contrato con USPS para la entrega de mercancía incluso los domingos. Durante algún tiempo la situación de Groff no cambió. No obstante, para evitar futuras complicaciones Groff se cambió a una sucursal de USPS con menor volumen de trabajo.

En su nueva sucursal los gerentes también buscaron formas para conceder la solicitud de Groff. Pero en el 2018 fue imposible hacerlo debido a la ausencia de empleados que pudieran cubrir turnos de trabajo los domingos. Por ende, se le notificó a Groff que tenía que acudir a su empleo el domingo. Como ya lo había hecho varias veces, Groff informó a su director de sucursal que no lo haría debido a sus creencias religiosas. Su respuesta le valió notificaciones de posibles medidas disciplinarias por absentismo laboral e incluso la terminación de su contrato. Antes de que eso ocurriera Groff renunció, pero presentó una demanda ante un Tribunal de Distrito de Pennsylvania.

Bases legales

Las bases de dicha demanda fueron varias leyes, entre ellas, el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 y un fallo del Tribunal Supremo de EUA de 1977 conocido como «Trans World Airlines, Inc. v. Hardison». La primera prohíbe a un empleador discriminar a un individuo a causa de su religión (definida como «todos los aspectos de la práctica y la observancia religiosa, así como las creencias»). Cuando el trabajador solicita a su empleador concesiones razonables para ejercer su fe, este debe buscar formas para concederlas, a menos que estas impliquen dificultades excesivamente gravosas para el negocio. En ese rubro, el fallo «Trans World Airlines vs Hardison» de 1977 señala que dichas concesiones onerosas significan que al otorgarlas el empleador tiene que «asumir un costo mayor al mínimo» («de minimis cost»).

USPS y otros empleadores han señalado que este costo mayor al mínimo implica el surgimiento de problemas onerosos para el negocio y para los otros trabajadores. Cuando a un trabajador se le concede una licencia de este tipo, alguien debe trabajar en las horas y días de ausencia del empleado con permiso. Y cuando eso se suscita cada semana, se pueden crear tensiones de diverso tipo entre los otros empleados. En el caso «Groff v DeJoy» la negativa de presentarse a trabajarlos domingos creó, según USPS, una «atmósfera tensa y resentimiento» entre los trabajadores.

El Tribunal Supremo deberá decidir cuáles son los parámetros de costo mínimo que un empleador debe demostrar en caso de que se negase a hacer concesiones religiosas razonables a un empleado. No será un caso fácil pues el demandante solicita revertir o al menos revisar el fallo de 1977 «Trans World Airlines, Inc. v. Hardison». Se espera que el Tribunal emita una decisión en junio. Este fallo podría marcar las leyes laborales federales y el significado de los días sagrados no solo para los cristianos, sino para los judíos (el sábado) y musulmanes (viernes).

Mundo

Cáritas España contribuye a luchar contra la trata de personas en Ucrania

Desde que Rusia invadió Ucrania en 2022, ha aumentado considerablemente la trata de personas en el país. Ante esta situación, Cáritas Española ha aportado 214.000 euros a un programa de lucha contra esta lacra.

Loreto Rios·2 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Cáritas ha informado en un comunicado de que, desde que comenzó la invasión rusa en Ucrania en febrero de 2022, «100.000 menores han sido trasladados a Rusia de manera forzada con fines de explotación sexual, laboral, tráfico de órganos y alistamiento forzoso». A esto se añade que se ha incrementado la violencia sexual en las zonas ocupadas.

Aumento de la trata durante la guerra

Durante este tiempo, Cáritas Ucrania ha detectado que la trata de seres humanos ha ido en aumento, no solo en Ucrania, sino también en los países de tránsito, así como los abusos sexuales.

«Los supervivientes apenas solicitan ayuda a instituciones oficiales (servicios sociales o policía). Normalmente acuden a organizaciones sociales como Cáritas, ya que tanto el Estado como las autoridades locales no tienen capacidad para hacer frente al problema y ayudar a las víctimas de forma integral. La mayoría de las organizaciones sociales se centran exclusivamente en el campo de la prevención, pero no en proveer servicios de reintegración a los supervivientes”, explica Carmen Gómez de Barreda, responsable de la campaña Cáritas con Ucrania.

Por todo ello, Cáritas España ha destinado 214.000 euros a un programa de lucha contra la trata de personas en Ucrania. Según indica Cáritas en su comunicado, el objetivo de este programa es «prevenir esta lacra, identificar a las víctimas entre la población más vulnerable y brindarles servicios para su reintegración social».

Asistencia psicológica y material

«El personal de Cáritas conoce cómo identificar a las víctimas de trata. En primer lugar, se atenderá a los desplazados internos, a quienes fueron capturados por los ocupantes, a solicitantes de asilo que han retornado, a migrantes laborales y a personas tradicionalmente vulnerables, como jóvenes, desempleados o personas de zonas rurales alejadas. Una vez registradas estas personas, se diseñará un plan de asistencia y reintegración ad hoc”, explica Carmen Gómez de Barreda. 

Las víctimas y sus familias recibirán asistencia psicológica individualizada, además de ayuda material, social, médica y legal. Este proyecto tendrá una duración de dos años, y se prevé que prestará ayuda a 125 personas y sus familias cada año.

Esta no es la primera de las aportaciones de Cáritas Española a Ucrania, ya que desde 2010 colabora en diferentes proyectos en el país y, desde que comenzó la invasión, ha contribuido con cinco millones de euros para atender las necesidades provocadas por la guerra.

Cine

¿Qué ver este mes en el cine o en casa?

Patricio Sánchez Jaúregui recomienda novedades, clásicos, o contenido que aún no has visto en el cine o en tus plataformas favoritas.

Patricio Sánchez-Jáuregui·2 de junio de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La historia de un niño que padece hemofilia y la historia de cuatro atletas jamaicanos son las propuestas de cine para el mes de junio.

Glassboy

Glassboy

Director: Samuele Rossi
Guion: Rolando Colla, Josella Porto y Samuele Rossi
Actores: Andrea Arru, Loretta Goggi, Giorgia Wurth

Pino es un niño que padece hemofilia y vive confinado en casa. Todos los días se
asoma a la ventana y ve la vida que no puede tener. Quiere ser libre, pero sobre
todo quiere ser normal. Animado por sus ganas de vivir, decide escaparse y
emprender su propia aventura, seguido por sus nuevos amigos.

Este entretenido viaje lleno de emoción y valores sirve de excusa perfecta para
traer a la palestra las relaciones familiares, enfrentando libertad y
responsabilidad en una época de sobreproteccionismo extremo.

Una coproducción de varios países europeos que llega a España después de
coleccionar una buena ristra de galardones. Añade su nombre a otros
títulos carismáticos y entrañables como Stand by me, Los Goonies, o las recientes
comedias familiares de Santiago Segura.

Elegidos para el triunfo

Elegidos para el triunfo

Dirección: Jon Turteltaub
Guion: Lynn Siefert, Michael Goldberg, Tommy Swerdlow, Michael Ritchie
Actores: John Candy, Leon, Doug E.Doug
Música: Hans Zimmer

La historia real de cuatro atletas jamaicanos que vieron truncados sus deseos de
correr en las olimpiadas y crearon un equipo de bosley. Sin recursos o
conocimientos de la nieve, reclutan como entrenador a un excampeón
estadounidense (John Candy).

Disparatada, estimulante y emocionante, Elegidos para el triunfo es una
comedia de los 90. Para toda la familia, goza aún hoy de buena aceptación entre
el público y la crítica, y se ha convertido en una carta de amor a todos aquellos
que busquen cumplir sus sueños. Dulce e inspiradora, una buena película para
cualquier ocasión

El autorPatricio Sánchez-Jáuregui

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Estados Unidos

Padre Salvo, rector de Saint Patrick’s, y la Providencia

El padre Enrique Salvo es el actual rector de la catedral de Saint Patrick's en Nueva York. Su nombramiento, en noviembre de 2021, marcó un momento histórico, pues el padre Salvo es el primer rector hispano de la catedral.

Jennifer Elizabeth Terranova·2 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

El padre Enrique Salvo nació en Managua, Nicaragua, en un hogar católico. A los siete años, se mudó con su familia a los Estados Unidos, forzado al exilio durante la guerra en su país. Creció en Miami, donde estudió en un colegio católico, y también residió algún tiempo en Texas. Regresó brevemente a Nicaragua y, de nuevo, volvió a Texas, donde se graduó en la universidad A&M, obteniendo después su máster en Monterrey, México. Actualmente es el rector de la catedral de Saint Patrick’s en Nueva York.

Al hablar de su exilio siendo tan joven, en vez de considerar la salida abrupta y necesaria de su país natal como un desafío, el padre Salvo lo consideró de una manera distinta: “En ese momento fue muy difícil, pero fue una bendición que nos recibieran aquí, una gran bendición”.

María y yo 

Cuando hablamos de su fe de cuando era un niño, el padre Salvo recuerda que sus padres le enseñaron que “el catolicismo debe ser el fundamento de nuestra vida, y todo lo que hacemos, el modo en el que vivimos, tiene que estar basado en nuestra fe”. Continúa diciendo que “la fe colorea el modo en que ves la vida, a través de los ojos de la fe… y la confianza en Dios y en nuestra Santísima Madre”.

Contó que su casa era “muy mariana”, por lo que no fue una sorpresa descubrir que el padre Salvo siempre tenía una imagen de nuestra Santísima Madre María en su habitación, junto a su cama. Y, como dato curioso, su madre, siendo estudiante en Florida, rezaba a María para que su primogénito fuera sacerdote. 

La llamada

¿Puede considerarse una señal del Cielo que el rector de la catedral de Saint Patrick’s viviera cerca de la antigua catedral antes de ordenarse?

El padre Salvo se trasladó a Nueva York cuando tenía más de treinta años y todavía no era seminarista, pero cree que “tuve que mudarme a Nueva York para escuchar la llamada… Un lugar en el que no lo creerías…”.

Visitó la catedral siendo residente en el barrio italiano de la ciudad y descubrió la belleza del lugar. El padre Salvo, más adelante, habla del recorrido espiritual hacia el sacerdocio y recuerda cómo reconoció la presencia del Señor. “Dios hizo algunas cosas, y fue providencial”.

Le pregunté si la “invitación” fue clara. Respondió: “Empecé a sentir la llamada, y es como enamorarse. Algunos días es algo delicado, otros días se vuelve muy llamativo”. Considera que uno tiene que “estar abierto al discernimiento de la vocación”.

Además, reconoce y rinde homenaje a la Iglesia que “ayuda con el proceso de discernimiento”. Añade que “la Iglesia te ayudará a discernir si estás llamado a este estilo de vida; y si lo estás, todo comienza a desarrollarse”.

En el seminario Saint Joseph de Nueva York las cosas empezaron a volverse evidentes. Finalmente, estuvo listo para aceptar la invitación de Dios tras un tiempo de reflexión, la dirección espiritual y la oración. Así, el 15 de mayo del 2010, en la catedral de Saint Patrick’s en Nueva York, Enrique Salvo fue ordenado sacerdote.

¿Debo marcharme o debo quedarme?

Con la certeza de su vocación, el padre Salvo tenía algo más en lo que pensar: ¿volvería a Nicaragua para ejercer el sacerdocio allí, o debería quedarse en Estados Unidos? Decidió quedarse en Nueva York y seguir dando pasos en su vocación. Recordó que “allí es donde Dios me puso, y debemos florecer allí donde estamos plantados”.

También basó su decisión en el hecho de ser bilingüe y multicultural, lo que consideró que podía ayudarle a servir mejor en la archidiócesis de Nueva York, dado el alto porcentaje de hispano-hablantes. En su opinión, “podía percibirse allí la mano de Dios”. La decisión la tomó finalmente al darse cuenta de que podía servir a mucha más gente en esa ciudad.

Érase una vez en Nueva York

El padre Salvo disfrutó ayudando en la iglesia de Saint Elizabeth en Washington Heights durante tres años consecutivos, en sus veranos como seminarista. Comparte lo bendecido que se sintió cuando celebró allí su primera Misa. El día después le asignaron a esa iglesia, y el cardenal Timothy Dolan lo nombró vicario parroquial. Todavía recuerda la emoción que le embargó al recibir la noticia: “Era un sitio muy especial para mí. Fueron tan amables y acogedores, me apoyaron mucho”. Gracias al apoyo de la comunidad, su nueva tarea se hizo más fácil. Dice que “le dieron un gran inicio a su sacerdocio”.

La tarea puede presentarse como un desafío para muchos sacerdotes jóvenes, especialmente al principio, pero Dios siempre nos brinda las herramientas y a las personas que nos pueden ayudar. El padre Salvo resalta lo “bueno que fue tener una comunidad tan alentadora”.

¡Bienvenido a la catedral de San Patricio!

El padre Salvo fue Director de vocaciones para la archidiócesis de Nueva York durante cuatro años, antes de ser asignado a la iglesia Saint Anselm and Saint Roch, al sur del Bronx. Estuvo allí hasta el 2021.

Al escuchar que había una vacante en la catedral de Saint Patrick’s, el padre Salvo se dirigió al Espíritu Santo, confiando en que “Él hablaría con el cardenal Dolan”. En lo que se refiere a los destinos que le pueden encomendar, su modo de proceder es “no pedir nada y no rechazar nada”. Lo dejó en manos del Señor, pero oró a Jesús diciendo: “Si quieres que vaya allí, se lo tienes que decir al cardenal Dolan”. ¡Mensaje recibido!

La catedral de Saint Patrick’s

El sacerdote habla también de lo que sintió cuando le asignaron a la catedral; el simple pensamiento “tiraba de su corazón”. Le dio paz que lo asignaran para ir a Saint Patrick’s sin pedirlo él, y eso “muestra a la Providencia”:

Cuando le llegaron las noticias sobre el encargo que le hacía el cardenal Dolan, fueron a la vez inesperadas y maravillosas. Se sintió y se sigue sintiendo agradecido por ser el padre Enrique Salvo, rector de la catedral de Saint Patrick.

Todo hombre es tu maestro

El padre Salvo se ha establecido bien en su nueva residencia en su papel como rector, y es muy consciente de la oportunidad que le ofrece para acercarse a más personas. A través de sus vídeos en el YouTube de la catedral, espera haber promovido entre los fieles un mayor aprecio por la Misa y un mejor entendimiento de esta. Cree que menos personas se distraerían o aburrirían durante la liturgia “si comprendieran lo que ocurre y el milagro que están presenciando”. Continúa diciendo que “es importante contemplar la Misa”.

El sacerdote comparte su momento favorito de la Misa: “La consagración de la Eucaristía, el momento en el que Jesús toma nuestra alma… Poder unirnos a Él en ese momento”.

Además de publicar sus vídeos en inglés, el rector los comparte también en español. No solo para todos los hispano hablantes que usan YouTube, sino también para todos los fieles que hablan español en la archidiócesis de Nueva York.

Un momento histórico

La catedral de Saint Patrick’s abrió sus puertas el 25 de mayo de 1879 y ha tenido muchos rectores. En noviembre de 2021, el padre Salvo se convirtió en el primer rector hispano. Desde luego, es un momento especial para él y para toda la comunidad hispana.

Capilla de Nuestra Señora en la catedral de Nueva York
Estados Unidos

Latinos católicos en Estados Unidos: el momento hispano

La Iglesia en Estados Unidos está cambiando. Ahora mismo, el 43% de los católicos estadounidenses son latinos y están brindando un aire nuevo a la Iglesia. Michael Kueber, sacerdote encargado del Ministerio Hispano en Portland, habla sobre el "momento hispano" en esta entrevista con Omnes.

Paloma López Campos·2 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

La Iglesia está cambiando en Estados Unidos. Los inmigrantes que llegan al país, muchos de ellos hispanos católicos, se desenvuelven en su nuevo hogar buscando una Iglesia que les pueda acoger y que, al mismo tiempo, ellos puedan enriquecer con sus costumbres. Sin embargo, este fenómeno se encuentra con varios obstáculos, entre ellos el idioma y la falta de conocimiento de la cultura latina por parte de los estadounidenses. No por ello se pierde está gran oportunidad de la Iglesia norteamericana y hay personas que se esfuerzan por romper las barreras.

Una de estas personas es Michael Kueber, un sacerdote de la archidiócesis de Portland, Oregon (Estados Unidos). Es el encargado del Ministerio Hispano, centrado en los católicos latinos. Durante su servicio a la Iglesia, se ha dado cuenta de que “los obispos, sacerdotes, diáconos, catequistas y directores de educación religiosa no se sienten preparados para dedicarse pastoralmente a los latinos de Estados Unidos”. Por eso, ha escrito un libro “Preaching to Latinos”, para ayudar a “los encargados de pastoral a entender la cultura hispana para poder ejercer el cuidado pastoral”.

Kueber habla con Omnes en esta entrevista sobre su libro y la realidad del “Momento hispano” en la Iglesia.

¿Qué es el “Momento hispano” en la Iglesia de Estados Unidos?

– El “momento” hispano latino se refiere al cambio demográfico que está sucediendo en el catolicismo estadounidense. La Iglesia en Estados Unidos está viviendo una transformación, volviéndose predominantemente latina. De manera aproximada, el 43% de los católicos son latinos, y entre los menores de 18 años, los hispanos alcanzan el 60%. El “momento hispano” brinda nueva vida a la mayoría de la Iglesia en Estados Unidos, porque la población hispana es más joven y las parejas tienen familias y quieren criar esas familias en la fe católica. Además de crecimiento, la comunidad hispana trae su cultura para enriquecer la experiencia de la vida católica en Estados Unidos. Su cariño a las procesiones, estatuas, imágenes y devociones; la música y comida que enriquecen la vida en una parroquia.

¿Cómo ayudan a la comunidad hispana a crecer en la fe?

– Los encargados de la pastoral que buscan ayudar a la comunidad hispana a crecer en la fe deben valorar lo que los hispanos valoran. El centro de la espiritualidad para ellos es el hogar y las devociones, como pueden ser Nuestra Señora de Guadalupe, la Cruz o el Rosario. Todas ellas son expresiones de piedad popular que han ido transmitiendo durante generaciones. Los hispanos muchas veces tienen un “altarcito” en sus casas en el que suelen ofrecer sus rezos diarios y otras devociones.

Los encargados de pastoral deben reconocer y afirmar dónde están los hispanos y, al mismo tiempo, acompañarlos hacia la vida institucional de la Iglesia. Con bastante frecuencia, no están bautizados o no han recibido la Confirmación ni la primera Comunión. Normalmente se han casado por la vía civil y tienen que regularizar sus matrimonios. O cohabitan en lo que denominan “una unión libre”. Al tiempo que los hispanos participan de la vida en la institucionalidad de la Iglesia, deben sentir que esta es una madre que los da la bienvenida y acoge. Tienen que escuchar el Evangelio y sentirse llamados a la conversión. Necesitan formación constante que les ayude a progresar en su fe durante toda la vida.

¿Es distinta la predicación a latinos que a norteamericanos?

– Proclamar el Evangelio es distinto cuando hablas con latinos a cuando hablas con norteamericanos. A los hispanos les gusta participar en la predicación a través de la llamada y la respuesta, como a los cristianos afroamericanos. A los hispanos les encantan las historias y las imágenes vívidas en las homilías. También quieren aprender más sobre la Biblia y la fe católica. Quieren escuchar el Evangelio en español, el mismo idioma en el que aprendieron en un principio sus oraciones. Quieren que el sacerdote toque sus corazones y que les llame a vivir el mensaje evangélico. Desean encontrarse de nuevo con Dios para encontrar una esperanza y fuerza para regresar a su vida familiar y profesional.

¿Es la primera generación de inmigrantes latinos católicos distinta a las generaciones siguientes?

– La fe está viva en los inmigrantes de primera generación, quienes tienen una fe profunda en Jesucristo y en su Santa Madre, y quieren ver el poder de Dios manifestado en sus familias. Los países de los que vienen les inculcaron la fe a través de signos y símbolos, y desean vivir estas prácticas en su nuevo país. Todos los países hispanos tienen sus devociones específicas a la Virgen María, siendo la más famosa Nuestra Señora de Guadalupe en México.

También en Cuba celebran a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, para recordar la solicitud maternal de la Virgen con los mineros cubanos. En El Salvador, los católicos veneran a Nuestra Señora de la Paz y, en Honduras, a Nuestra Señora de Suyapa.

Los inmigrantes de primera generación quieren transmitir sus tradiciones a las siguientes generaciones quienes, al integrarse en la cultura estadounidense, se están volviendo más seculares y menos católicos. Es una tendencia alarmante. Los líderes de la la Iglesia llaman a la reflexión y, en algunos casos, a cambios en la pedagogía en las escuelas católicas y los programas de catequesis en las parroquias.

¿Por qué se sintió llamado a escribir su libro: “Preaching to Latinos: Welcoming the Hispanic Moment in the U.S. Church” (“Predicar a los latinos: acoger el momento hispano en la Iglesia de Estados Unidos”)?

El libro de Michael Kueber, publicado en febrero de 2023 (OSV News Photo/Courtesy Michael I. Kueber)

– Los obispos, sacerdotes, diáconos, catequistas y directores de educación religiosa no se sienten preparados para dedicarse pastoralmente a los latinos de Estados Unidos. Uno de los obstáculos es el idioma. Cuando los hispanos acuden a los sacramentos, muchas veces los sacerdotes les responden con un “No hablo español”.

A pesar de todo, el gran, y muchas veces olvidado, obstáculo es la cultura. Este libro ayuda a los encargados de pastoral a entender mejor la cultura hispana para poder ejercer el cuidado pastoral. Lo considero un manual para los predicadores angloparlantes, que lo pueden tener en su bolsillo durante su ministerio con los latinos. Cuando no entiendan algo del catolicismo latino estadounidense, pueden buscar las respuestas en este libro.

Vaticano

La fraternidad universal como opción cultural

La fundación Fratelli Tutti es la promotora del encuentro que el 10 de junio reunirá a jóvenes, premios Nobel y el propio Papa en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

Giovanni Tridente·2 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Un proceso participativo para ayudar a redescubrir el sentido de la fraternidad y construirla juntos a través del diálogo, el conocimiento, el encuentro, la palabra, los gestos compartidos y la experiencia de la belleza.

Con estas intenciones se celebrará el 10 de junio en la Plaza de San Pedro del Vaticano el evento mundial inspirado en la Encíclica Fratelli tutti del Papa Francisco.

La actividad está promovida por la Fundación vaticana Fratelli Tutti, instituida por el Santo Padre el 8 de diciembre de 2021, e involucrará a más de treinta Premios Nobel de la Paz, que participarán en el cartel de iniciativas que se sucederán a lo largo de la tarde, hasta tarde.

De hecho, habrá actuaciones de artistas y testimonios… con el objetivo de sensibilizar «a las personas y a las comunidades para que se comprometan a un cambio radical» – se lee en una nota – en referencia al mensaje central de la Encíclica del Papa Francisco, firmada como se recordará en Asís en octubre de 2020.

Entre los otros objetivos del gran evento está promover la fraternidad y la amistad social entre las personas y los pueblos, tratando de superar la soledad, la marginación, las formas de violencia y esclavitud, y las raíces de las muchas guerras que se ciernen sobre el mundo, empezando por la atormentada Ucrania.

Durante la iniciativa también se ilustrará el proyecto ganador de un concurso especial sobre la fraternidad lanzado en todas las escuelas italianas con la colaboración del Ministerio de Educación. También habrá conexiones en directo con algunas de las plazas más significativas del mundo: Jerusalén, Buenos Aires, Bangui, Tokio, entre otras.

Hay gran expectación ante la lectura del texto de la Declaración sobre la Fraternidad Humana que los más de treinta Premios Nobel de la Paz entregarán directamente al Papa Francisco, en línea sin duda con el Documento sobre la Fraternidad Humana que el propio Pontífice firmó en Abu Dabi en febrero de 2019, junto al Gran Imán de Al-Azhar Ahmad Al-Tayyeb.

Además al cierre del evento -que podrá seguirse en las redes sociales con el hashtag #notalone-, tendrá lugan un momento muy emotivo y significativo que será el gran abrazo en el que participarán cientos de chicos y chicas de todo el mundo a lo largo de la majestuosa columnata Bernini de la Plaza de San Pedro.

En la carta de invitación enviada para la ocasión, el cardenal Mauro Gambetti, presidente de la Fundación Fratelli Tutti, además de vicario general de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano, destaca el valor de la «experiencia» de este Encuentro Mundial, que «puede ser un primer paso hacia la construcción de la fraternidad como opción cultural».

No en vano, en su Encíclica, el Papa Francisco invita a todos a «relanzar un nuevo paradigma antropológico sobre el que reconstruir opciones y estilos de vida, programas y visiones del mundo», sabiendo que la fraternidad es un excelente ingrediente para promover la libertad y la igualdad.

En el evento colaboran además la Basílica Papal de San Pedro, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y el Dicasterio para la Comunicación.

Cultura

Los temas de la revista Omnes en junio: Arquitectura sagrada, von Balthasar y experiencias de comunión

Un extenso e interesante dossier sobre arquitectura sagrada, experiencias de comunión, un reportaje sobre el llamado "aborto químico" y Jacques Maritain o Von Balthasar son algunos de los temas del número 728 de Omnes.

Maria José Atienza·1 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El número 728 de Omnes, correspondiente al mes de junio de 2023 ya está disponible para los suscriptores web y, en los próximos días, llegará a los hogares de los suscriptores de la revista en papel.

Son muchos los temas que ocupan este número en el que se recogen experiencias de comunión y de formación para el matrimonio, un interesante reportaje sobre el llamado «aborto químico» y destacadas entrevistas.

La arquitectura sagrada a debate

El número está dedicado, en su tema principal, a la arquitectura sagrada en la actualidad. El debate y las distintas opiniones que suscitan los proyectos y construcciones sagradas: templos, espacios de culto, etc., especialmente desde el Concilio Vaticano II se puso de manifiesto en el Foro Omnes que, el pasado 16 de mayo se celebró en Madrid, y cuyas líneas fundamentales se recogen en las páginas de la revista de este mes.

Los arquitectos Felipe Samarán, Ignacio Vicens y Emilio Delgado, y el sacerdote Jesús Higueras, párroco de Santa María de Caná expusieron, en lo que fue una interesante y dinámica conversación, sus ideas personales y puntos de vista, no siempre coincidentes, sobre las funcionalidades del espacio sagrado, la impronta personal del arquitecto o la naturaleza del espacio sagrado y su recepción por parte de los fieles. Todo ello, se detalla ampliamente en el número de junio.

Asimismo, Omnes incluye una reflexión práctica del arquitecto Esteban Fernández Cobián, profesor en la Universidad de La Coruña experto en arquitectura sagrada y coordinador de los Congresos Internacionales de Arquitectura Religiosa Contemporánea (CIARC). Fernández Cobián realiza una aproximación al tema desde la perspectiva profesional y reflexiona sobre los principios de un arquitecto ante el proyecto de realización de un espacio sagrado en la actualidad.

Asimismo, y desde una perspectiva totalmente diferente a muchas de las opiniones expresadas, por ejemplo, en el Foro Omnes sobre arquitectura sagrada, Steven Schloeder, arquitecto y teólogo, desgrana su visión de los últimos decenios de la arquitectura sagrada afirmando, por ejemplo, que se ha de «recuperar una forma de expresar los diferentes significados del baptisterio» o la vuelta a la idea de los confesionarios barrocos, donde el sacerdote se sitúa en el centro.

Un mosaico de opiniones contrapuestas en un tema siempre controvertido y poliédrico al que se suman además, las explicaciones breves de algunas de los últimos proyectos de esta naturaleza que se han levantado en diversas partes del mundo, desde la ermita de Notre-Dame du Haut de Le Corbusier hasta el Santuario del Señor de Tula desarrollado por el equipo compuesto por AGENdA Agencia de Arquitectura | Camilo Restrepo (Colombia) y la firma de Derek Dellakamp y Jachen Schleich (México), con Francisco Eduardo Franco Ramírez.

Sínodo y comunión

Desde Roma, el responsable de comunicación del Sínodo de los Obispos 2021-2023 del Vaticano, Thierry Bonaventura, se refiere a los puntos clave de la comunicación que la Santa Sede está llevando a cabo en relación al Sínodo de la sinodalidad. En este sentido, Bonaventura afirma incluso que se ha escuchado «a los que participan activamente en la vida de la Iglesia, pero también a los que se han alejado por diferentes motivos. Hemos escuchado también los silencios de quienes no se han sentido interpelados y de los que no se han querido implicar en el proceso sinodal».

Desde la diócesis de Ibarra, en Ecuador, llega un interesante testimonio de comunión y piedad popular durante la Semana Santa. Laicos de Regnum Christi junto a estudiantes y profesores de la Unidad Educativa “La Salle” y religiosas salesas prepararon las distintas celebraciones de Semana Santa en distintos pueblos a los que fueron enviados, realizando la Liturgia de la Palabra en las pequeñas capillitas o casas comunales. Una iniciativa que complementa la entrevista a Fernando de Haro, autor de una recomendable biografía de Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación que destaca la actualidad del método de educación en la fe que Giussani puso en marcha y que, hoy, sigue igualmente vigente y activo.

Hans Urs von Balthasar y san Basilio Magno

La sección de Razones de la revista cuenta además con un interesante artículo del profesor y teólogo Juan Luis Lorda sobre Solo el amor es digno de fe, un libro decisivo de Hans Urs von Balthasar. Lorda desentraña las líneas fundamentales de una obra clave de von Balthasar en la que expone su idea de que el cristianismo es esa novedad deslumbrante, que se autodemuestra al superar y transformar toda concepción humana.

Asimismo, Omnes se acerca a la figura de san Basilio Magno, cuya sensibilidad humanista y su pensamiento sobre el servicio a los pobres se muestran con claridad en las comunidades que siguen su regla, que es hoy la base del monacato en la Iglesia ortodoxa.

La píldora abortiva

El número de junio trae consigo además un amplio y documentado reportaje sobre el aborto químico, o en otras palabras, la píldora abortiva cuyas graves consecuencias en la salud de la mujer han vuelto a ser recordadas ante el cruce de sentencias acerca de la legalidad de la mifepristona, vivido recietenmente en Estados Unidos.

Jacques Maritain

El cincuentenario de la muerte de Jacques Maritain, ilustre representante del pensamiento católico del siglo XX, da pie al autor, Jaime Nubiola, para recordar, brevemente, los acontecimientos y líneas clave de pensamiento de este autor que desarrolló un análisis de la sociedad de su tiempo, destacando cómo una nueva cultura cristiana puede transformar las estructuras de la vida social.

Todo esto y mucho más conforman el número de Omnes de junio de 2023. Recuerda que, si eres suscriptor, puedes acceder a estos contenidos a través de tu área personal y si aún no lo eres, puedes darte de alta en alguna de las diversas modalidades de suscripción de la revista a través de la web.

Evangelio

Dios nos hace partícipes de su intimidad. Santísima Trinidad (A)

Joseph Evans comenta las lecturas de la Santísima Trinidad (A) y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·1 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Con demasiada frecuencia adoramos a Dios no como cristianos, sino como piadosos judíos o musulmanes. Insistimos en hablar con Dios -sólo Dios, únicamente Dios- sin darnos cuenta de que este Dios, aunque totalmente uno, es también Trinidad: es decir, tres en uno. Este misterio no es más que eso, un misterio, y además particularmente difícil, y podríamos caer en la tentación de desear que la realidad fuera más sencilla, o al menos que Dios no la hubiera revelado.

Pero tal deseo sería como desear que una maravillosa pieza de música clásica fuera sólo los cuatro simples acordes de la música pop, o que una extraordinaria obra de arte no tuviera tanta profundidad. La belleza del misterio divino es que invita a explorarlo aún más, a sumergirse cada vez más en lo que es como un océano infinito de maravillas por descubrir.

Las lecturas de la fiesta de hoy, Solemnidad de la Santísima Trinidad, comienzan con el momento en que Dios dejó entrever su misterio, revelándose a Moisés en el monte Sinaí. La revelación plena de su gloria habría sido demasiado para Moisés -de hecho, sólo podemos verla en el cielo a través de una elevación especial de nuestra naturaleza por la gracia-, así que Dios lo coloca en la hendidura de la roca, diciendo: “Te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. Después, cuando retire la mano, podrás ver mi espalda, pero mi rostro no lo verás”. Dios pasa entonces revelándose como el “Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad“. De este modo, Dios comienza a compartir su intimidad con Moisés y, a través de él, con la humanidad.

Esta es la razón de ser de la revelación de la Trinidad. Dios nos revela su vida interior para que podamos compartirla para siempre en el cielo. Lo entendemos muy bien: cuanto más amas a alguien, más dispuesto estás a abrirle tu intimidad. Y así, queriendo revelarnos la plenitud de su amor por nosotros en Cristo Jesús, y habiéndonos preparado gradualmente a lo largo de la historia para recibir este amor, es a través de Jesús como Dios nos enseña acerca de la Trinidad. Como dice Nuestro Señor a Nicodemo en el evangelio de hoy: “Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna”. Este acto de revelación es para la salvación, como enseña Jesús, pero aún más: es una invitación a la relación. Como vemos en los santos, debemos tener una relación de amor y confianza con cada persona de la Trinidad, amando al Padre a través de Jesús su Hijo, con el Espíritu Santo obrando en nuestra alma. Lo que san Pablo dice a los corintios en la segunda lectura de hoy es como un resumen de esta verdad: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios [es decir, del Padre] y la comunión del Espíritu Santo estén siempre con todos vosotros“.

La homilía sobre las lecturas de la Santísima Trinidad (A)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Natalidad

Un hijo es una pancarta que dice NO al consumismo, al individualismo, al suicidio colectivo en el que nos hemos embarcado como sociedad hastiada de bienes terrenales, pero sin nada que esperar, sin un sentido común.

1 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Charlando el otro día con un amigo que acaba de ser padre, calculamos que, de haber tenido los beneficios sociales de los que están disfrutando él y su mujer por tener un hijo, el Estado nos debe –a mí, a mi esposa y a toda la familia– más de dos años de baja laboral.

Me parecen bien todos los beneficios que se den desde las administraciones para ayudar a las familias, sobre todo en los primeros años de vida de los hijos, pero vaticino que hará falta algo más que estímulos laborales o económicos si queremos salir del invierno demográfico en el que nos hemos metido.

Y es que, no lo olvidemos, la popularización de los anticonceptivos y el uso del aborto como un método más a finales del siglo XX supuso un cambio de paradigma en lo más profundo de la identidad humana. Los hijos dejaron de ser un regalo sorpresa que nos deparaba (o no) la vida, para convertirse en un objeto al que se accedía solo si entraba en los planes de los padres.

Empezaron, pues a nacer personas por encargo destinadas a satisfacer los deseos humanos más dispares. Quizá usted que me lee fue en su día para sus padres una persona-peluche, una persona-espejo o una persona-parejita. Y obviamente, cosas de la vida, quizá usted no satisfizo para nada los deseos de sus padres pues, en el primer caso su carácter es arisco y olvida siempre llamarlos por su cumpleaños; en el segundo caso, no siguió la carrera de su padre ni quiso heredar el negocio de su madre; y, en el tercer caso, resultó ser del mismo sexo que el primer retoño, fastidiando a uno de sus dos progenitores.  

Los hijos, vengan como vengan, tienen la maldita costumbre de no indicar previa y detalladamente sus especificaciones, como corresponde a cualquier buen producto de Amazon. Muchísimos salen rana y hacen no lo que el solicitante quiere, sino lo que les parece a ellos. Ya ni siquiera se hacen cargo de los padres cuando les llega la hora de ser cuidados, lo que en justicia compensaba el esfuerzo de criarlos. 

Entonces, ¿para qué ser padres?, ¿cómo motivar a las parejas a apostar por la vida? Para responder a esta pregunta no hay más que retroceder unas décadas en el tiempo y analizar lo que pasó en la época en la que fuimos concebidos los llamados baby boomers, los hijos de la explosión demográfica posterior a la Segunda Guerra Mundial. ¿Qué tenían nuestras familias para que la natalidad experimentase un boom de tal calibre? Ciertamente, la pujanza económica ayudó, pero hoy somos mucho más ricos que entonces y todo nos parece poco. Lo que realmente animaba a las familias a no tenerle miedo a los hijos era no tenerle miedo al mañana. El hecho de haber dejado atrás las guerras, hizo que la sociedad mirara hacia delante con ilusión, ya que cualquier tiempo futuro sería siempre mejor que el infierno bélico. Un embarazo era un motivo de alegría porque se consideraba un bien para la familia, para el pueblo, para la sociedad.  

No eran condiciones especialmente buenas en lo económico ni en lo laboral, muchos trabajaban de sol a sol o tuvieron que emigrar, pero había esperanza. En un discurso reciente, el Papa acaba de afirmar precisamente que: «si nacen pocos niños significa que hay poca esperanza», denunciando que las jóvenes generaciones «crecen en la incertidumbre, cuando no en la desilusión y el miedo. Viven en un clima social en el que fundar una familia se está convirtiendo en un esfuerzo titánico, en lugar de ser un valor compartido que todos reconocen y apoyan».

He sido testigo en unas cuantas ocasiones de cómo la gente no tiene reparo en afearle a una madre joven, orgullosa, con su precioso bebé en brazos, el hecho de traerlo al mundo por “lo mal que están las cosas y el mucho trabajo que dan”.

Un bebé es una bofetada al amargamiento general que nos invade, al supuesto progreso con cara de vinagre; es una pedorreta en la cara de los profetas de calamidades; es un grito de esperanza en medio de un mundo ensimismado en darse gusto sin caer en que el hombre y la mujer se realizan en el servicio, en la donación a los otros y al mundo entero.

Un hijo es una pancarta que dice NO al consumismo, NO al individualismo, NO a la pérdida de los vínculos humanos, NO al suicidio colectivo en el que nos hemos embarcado como sociedad hastiada de bienes terrenales, pero sin nada que esperar, sin un sentido común.

Urge volver a los valores intangibles y espirituales, esos que nos hicieron salir de la cueva y progresar como especie mirando hacia adelante, sin miedo al futuro, empujándonos unos a otros como tribu. ¿Quieren hijos? Busquen la fuente de la esperanza que no falla. Vale más que todo el oro del mundo.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Cultura

Los cinco lenguajes del amor

El autor reflexiona sobre el best seller de Gary Chapman que constituye una lectura muy interesante para descubrir los "lenguajes del amor" de uno mismo y de quienes nos rodean.

Juan Ignacio Izquierdo Hübner·1 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Descubrí este libro gracias a Pierluigi Bartolomei. Fue hace unos tres años, en Roma, cuando asistí a una charla suya. Me pareció un romano simpático y extrovertido, un tipo con una mezcla del fuego de Dante y la picardía de Alberto Sordi. Y como es también director de una escuela, casado y padre de varios hijos, era el candidato perfecto para hablar sobre el matrimonio.

Pierluigi tenía una buena relación con su mujer y estaban contentos con los niños. Pero hacía tiempo que ella se quejaba de que él no le decía que la quería. Pierluigi no entendía: trabajaba mucho, la apoyaba en las cosas de la casa, jugaba con los niños, ¿qué más podía hacer para manifestarle su amor? Un día su mujer le pasó un libro:

—Si quieres entenderme, lee esto —dijo.

Se trataba de “Los cinco lenguajes del amor”, de Gary Chapman. Él recibió el ejemplar con cierto asombro… y lo postergó. Se dijo que tenía experiencia de sobra en el asunto del matrimonio, que no necesitaba recetas y dejó el libro sobre la mesilla de noche como para dar la impresión de que lo leería algún día.

Así que ahí se quedó el librito, acumulando polvo. Hasta que la mujer contratacó: sacó todas las revistas que había en el baño y las reemplazó por el dichoso libro. Fue una emboscada perfecta. Sin darse cuenta, Pierluigi fue leyendo y leyendo, y en pocos días había devorado el libro. Este hecho, dice él, en apariencia banal, transformó su matrimonio. Y luego lo catapultó a dar conferencias por toda Italia, pues se sintió llamado a transmitir las ideas de Chapman, adaptadas por él, a toda la gente que lo quisiera escuchar.

Desde que escuché esta anécdota me quedé con la espina clavada. Tiempo después leí el libro y, efectivamente, me fascinó. El argumento es sencillo, tiene 188 páginas y da unas pistas sensacionales. El autor presenta cinco lenguajes del amor, ilustrados con numerosos ejemplos extraídos de la vida real. No es un libro escrito para estudiosos del matrimonio, dice Chapman, sino para quienes viven en él.

El concepto del libro es que el amor tiene “lenguajes”, esto es, tiene maneras distintas de expresarse según cuál sea la personalidad de cada uno. El autor propone que hay cinco lenguajes principales: Palabras de afirmación, tiempo de calidad, dar regalos, actos de servicio y contacto físico. A todos nos gusta que nos hablen en los cinco idiomas, por supuesto, pero usualmente tenemos preferencias por uno o dos que valoramos mucho más que los demás. Descubrir los lenguajes de uno mismo, y más aún los del otro, puede ser un conocimiento sumamente útil.

El desafío mayor es descubrir cuál es el lenguaje preferido del cónyuge (o de los hijos, amigos, etc.), para que seamos capaces de expresar mejor nuestro amor. Las sorpresas están aseguradas, pues es muy posible que no te hayas detenido lo suficiente a aprender el idioma de la otra persona. Y al amar de acuerdo con el lenguaje del otro podemos llenar mucho más eficazmente su tanque de amor y bienestar emocional.

Todo esto podría parecer paradójico. En una época en que los jóvenes depositan su confianza en los sentimientos del enamoramiento, ¿tiene sentido una propuesta de esforzarse para aprender a amar con calidad? Lamentablemente, dice Chapman, según las estadísticas, el período del enamoramiento, donde se ve todo de color de rosa, no dura más de dos años. Lo que viene después es un amor como decisión, es decir, depende de un esfuerzo cotidiano para mantener encendido el fuego del cariño.

Cualquier persona que aspire a tener un vínculo duradero debiera aprender a amar y renovarse siempre en ese empeño; debiera interesarse por el arte de canalizar bien las energías del cariño para que la relación prospere y madure. El amor no puede quedar abandonado a los impulsos de la emoción, sino que debe crecer como resultado de un trabajo de la razón y la voluntad, siempre con la ayuda de Dios. “Los cinco lenguajes del amor” me ha parecido un librito sencillo, entretenido y eficaz. Aunque es del año 1992, este título se sigue vendiendo como pan caliente: está traducido en 50 idiomas, ha vendido 20 millones de copias en inglés y está en el lugar 30 de los libros más vendidos de Amazon. Una salvajada. Es que el autor tocó una tecla que a todo el mundo le interesa. A los matrimonios y a cualquier persona que tenga la ilusión de amar a alguien. Pierluigi Bartolomei, por su parte, leyó este librito y su matrimonio mejoró radicalmente. ¿Y tú, qué esperas?

Los cinco lenguajes del amor

Autor: Gary Chapman
Editorial: Unilit
Páginas: 205
Año: 2017
El autorJuan Ignacio Izquierdo Hübner

Cuestión de modas

Si los cristianos estamos convencidos de la verdad de aquello que vivimos y profesamos, lo pondremos realmente de moda en nuestra sociedad.

1 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Cuando yo era pequeño y mi madre se daba cuenta que se me veían los calcetines… me mandaba quitarme el pantalón para quitarles el dobladillo: ¡vas como si fueras un pescador!

Los únicos que enseñaban los calcetines blancos o con muchos colores eran los payasos en el circo. Hoy es una moda en todas las partes el llevar los pantalones por encima del tobillo y se ve el calcetín (y muchas veces el calcetín con dibujitos…) o la carne.

Se puso de moda llevar los pantalones rotos, ¡y se venden así, rotos! Antes, mi madre me hubiera llamado de todo si hubiera salido con el pantalón vaquero roto ¡se puso de moda. Y así ¡tantas cosas!

Impresionante que estas modas se extendieron inmediatamente por todo el mundo: En América y en Europa, pero también en África y en Asia… ¡Todos lo han asumido como propio! Gente de todas las edades, hombres hechos y derechos, algún ancianillo, los niños y, ¡por supuesto! los jóvenes.

Es cuestión de moda, que nos la transmiten los medios de comunicación, las redes sociales, los influencers y, digo yo, alguna empresa que saca con ello beneficios.

Y yo me pregunto, ¿qué hacemos los cristianos para no poner de moda lo que creemos y vivimos? No somos tan pocos, y parece que lo que nosotros tenemos en el corazón no termina nunca de formar parte de nuestras modas, costumbres o formas…

Hay algo que me falla, los cristianos debemos ser luz, levadura, sal… y con el número de bautizados que somos… ¿Cómo podemos acoger con normalidad leyes que van en contra de la vida, dignidad de la de la familia, de la mujer, del trabajo, de la libertad, de los niños, de la propiedad…?

Si algo tan poco sustancial, como son las modas, se impone como criterio de comportamiento y de normalidad, cuando en sí mismas es indiferente una cosa que la opuesta… ¿Cómo es posible que tengamos tan poca influencia para lo que de verdad es importante, para lo que es transcendental para el ser humano?

El autorJosé María Calderón

Director de las Obras Misionales Pontificias en España.

Vaticano

Cristianos en las redes sociales

Rome Reports·31 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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«Hacia una plena presencia». Así se titula el documento publicado por el Dicasterio para la Comunicación que reflexiona sobre el rol de los cristianos en las redes sociales.

Entre otras cosas, la Santa Sede aboga por usar las redes sociales «de una manera que vaya más allá de los propios compartimentos estancos, saliendo del grupo de los propios «iguales» para encontrar a los otros».


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Vaticano

Firmado un nuevo acuerdo para la protección de menores

La Comisión Pontificia para la Protección de Menores y el Dicasterio para el Clero firmaron el viernes 26 de mayo de 2023 un acuerdo de cooperación e intercambio de información.

Loreto Rios·31 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El acuerdo del 26 de mayo es el segundo de este tipo firmado entre la Comisión Pontificia para la Protección de Menores y una institución de la curia.

Por parte del Dicasterio, el acuerdo está firmado por el prefecto cardenal Lazarus You Heung-Sik y, por parte de la Comisión, por el cardenal Sean O’Malley.

Puntos principales del acuerdo

En el documento se han resaltado tres aspectos principales de interés común. En primer lugar, se propone crear espacios de escucha para las víctimas y para las personas que denuncian casos de abusos.

El segundo punto que se ha destacado es la colaboración en la protección de los contenidos según la Ratio Nationalis, “un documento elaborado y adoptado por cada iglesia particular que regula todos los aspectos de la formación sacerdotal, adaptándolos al contexto cultural local”.

Por último, el acuerdo ha señalado que busca facilitar la formación del clero, que es, por su ministerio, el que más puede hacer para prevenir los casos.

Abrir canales de comunicación

Según la declaración sobre la firma del acuerdo que ha emitido el Vaticano, “la colaboración entre las entidades de la Curia Romana proporcionará información para el Informe anual de la Comisión, tal y como solicitó el Santo Padre en su audiencia privada de abril de 2022 con la PCPM y reiteró en la audiencia privada de mayo de 2023. El cardenal O’Malley declaró: ‘Este segundo Acuerdo de Cooperación marca otro hito alentador para la Comisión en su nueva posición dentro de la Curia.

Este acuerdo con el Dicasterio para el Clero nos permite abrir importantes canales de comunicación con la oficina al servicio de la formación de nuestros sacerdotes en todo el mundo. Los sacerdotes y diáconos son quizá el rostro más visible de la vida cotidiana de la Iglesia, por lo que es esencial garantizar que sus vidas y su ministerio estén sujetos a buenas políticas y procedimientos relativos a la salvaguarda de los niños y las personas vulnerables’”.

Prácticas de prevención

Por otra parte, el comunicado indica que el Prefecto del Dicasterio para el Clero, el cardenal coreano Lazarus You Heung-Sik, “ha acogido con satisfacción esta mayor colaboración: ‘Nuestro compromiso en esta difícil área del ministerio de la Iglesia se expresa aún más con el acuerdo de cooperación de hoy. Esperamos, a través de nuestro esfuerzo conjunto, profundizar nuestra comprensión del impacto de los abusos en víctimas y la mejor manera de acompañarlas, así como ofrecer buenas prácticas de prevención y asistencia a nuestros sacerdotes que están llamados, como ha dicho el Papa Francisco, a ser Apóstoles de la Salvaguarda para sus comunidades’”.

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Vaticano

El Papa elogia la amistad y la coherencia de Matteo Ricci en China

En la fiesta de la Visitación de la Virgen María, el Santo Padre Francisco ha puesto como ejemplo de celo apostólico al jesuita venerable Mateo Ricci, que evangelizó China en el siglo XVI y primeros del XVII, de quien ha destacado “la actitud de amistad con todos, su ejemplaridad y coherencia de vida, y un mensaje cristiano inculturado”. También ha elogiado a los ucranianos y rusos “que viven como hermanos, no como enemigos”.

Francisco Otamendi·31 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco lleva al menos tres audiencias generales consecutivas de los miércoles en las que habla de la evangelización en China, o a las puertas de China. 

En las dos primeras se refirió al ejemplo de san Francisco Javier, que no pudo llegar a entrar en China, y al Santuario de Nuestra Señora de Scheshan en Shangai

En la Audiencia de esta mañana, ha puesto como ejemplo de testigo de fe a “otra figura del celo apostólico, Matteo Ricci” (Las Marcas, Italia, 1552 – Pekín, China, 1610), también jesuita, que consiguió con paciencia establecerse en el sur de China y llegar hasta ser recibido por el Emperador, en Pekín.

Así lo ha contado el Papa: “Después del intento de Francisco Javier, otros veinticinco jesuitas habían intentado inútilmente entrar en China. Pero Ricci y su hermano se preparan muy bien, estudiando cuidadosamente la lengua y las costumbres chinas, y al final lograron establecerse en el sur del país. Fueron necesarios dieciocho años, con cuatro etapas a través de cuatro ciudades diferentes, antes de llegar a Pekín. Con constancia y paciencia, animado por una fe inquebrantable, Mateo Ricci pudo superar dificultades y peligros, desconfianzas y oposiciones”. 

Diálogo y amistad, y vasta cultura

El Pontífice ha revelado “dos recursos” que tenía el P. Matteo Ricci para proseguir su misión: “por un lado, una actitud de amistad hacia todos, unida a una ejemplaridad de vida que causaba admiración; por otro, una vastísima cultura que era reconocida por sus contemporáneos, y que además supo conjugar con un estudio de los clásicos confucionistas, presentando así el mensaje cristiano perfectamente inculturado”. “Esto le posibilitó entrar en el territorio, y con paciencia, irse acercando a la capital”. 

“Vestido como un erudito, gracias a grandes colaboradores, también chinos, fue capaz de ganarse el respeto de todos, y hacer llegar el mensaje de Cristo a sus contemporáneos, a través de su vida de piedad y de sus enseñanzas”, ha sintetizado el Papa Francisco en su alocución a romanos y peregrinos de Italia y de numerosos países.

“Matteo Ricci murió en Pekín en 1610, a los 57 años, consumado por las fatigas de la misión, en particular por su continua disponibilidad a acoger a los visitantes que le buscaban en todo momento para aprovechar su sabiduría y su consejo. Es el primer extranjero al que el Emperador concedió la sepultura en tierra china”, ha explicado el Santo Padre.

Coherencia de vida

En su saludo a los peregrinos de lengua española, el Papa ha animado a pedir “al Señor que nos dé la humildad de sabernos acercar a los demás con esa actitud de amistad, respeto y conocimiento de su cultura y su valores; que sepamos acoger todo lo bueno que hay en ellos, como Jesús al encarnarse, para hacernos capaces de hablar su lenguaje. Que no dudemos en ofrecerles todo lo bueno que tenemos, para dar prueba del amor que nos mueve”.

También ha añadido al final de esta parte de la Audiencia: “Que tengamos la fuerza de vivir con coherencia la fe que profesamos para transmitir el Evangelio del Reino, sin imposiciones ni proselitismo. Que sea ésta la bendición de Jesús y que la Virgen Santa, primera misionera, en esta fiesta de La Visitación, nos sostenga en este propósito”.

Ucranianos y rusos: “vivir como hermanos”

En su saludo a los fieles de lengua italiana, el Romano Pontífice ha alentado a “vivir el Evangelio imitando el ardor apostólico de la Santísima Virgen”, y ha tenido “un pensamiento agradecido para quienes, procedentes de Ucrania, Rusia y otros países en guerra, han decidido no ser enemigos sino vivir como hermanos. Que vuestro ejemplo inspire intenciones de paz en todos, incluso en quienes tienen responsabilidades políticas. Y esto tiene que llevarnos a rezar más por la martirizada Ucrania, y estar cerca de ella”.

También se ha referido el Santo Padre a “hoy, último día del mes de mayo”, en el que “la Iglesia celebra la visita de María a su prima Isabel. por la que es proclamada bienaventurada, por haber creído las palabras del Señor. Dirijan su mirada hacia Ella e implórenle el don de una fe cada vez más valiente. A su intercesión materna encomendemos a todos los probados por la guerra, especialmente a la querida y atormentada Ucrania, que tanto sufre. A todos mi bendición”.

En la última catequesis sobre ‘la pasión de la evangelización, el celo apostólico del creyente’, el Papa Francisco puso también como ejemplo al “gran testigo coreano”, san Andrés Kim Taegon, primer sacerdote mártir de Corea cuando en aquel país asiático tuvo lugar, hace doscientos años, una fuerte persecución.

El autorFrancisco Otamendi

Mundo

Comienza la asamblea anual de las Obras Misionales Pontificias

Esta tarde comienza en Roma la asamblea anual de las Obras Misionales Pontificias, que se celebrará del 31 de mayo al 6 de junio de 2023.

Loreto Rios·31 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

La asamblea de las OMP es un evento anual en el que se reúnen el presidente, los directores nacionales de cada país (las Obras Misionales Pontificias cuentan con 120 direcciones nacionales) y los secretarios internacionales. Tendrá lugar en el Istituto Madonna del Carmine, a las afueras de Roma.

La asamblea comenzará con la bienvenida del nuevo presidente, monseñor Emilio Nappa, y la presentación de los nuevos directores.

A continuación, tendrá lugar el discurso del cardenal Luis Antonio Gokin Tagle, proprefecto del Dicasterio para la Evangelización.

El sábado 3 de junio los miembros de la Asamblea serán recibidos en audiencia por el Papa Francisco.

La Iglesia misionera

Como indica OMP, “las Obras Misionales Pontificias tienen, como uno de sus principales objetivos, junto al principal, la animación misionera del pueblo de Dios en todo el mundo, la búsqueda de medios materiales y personales para apoyar a la Iglesia misionera. El carácter universal de esta búsqueda de medios por parte de las Obras Misionales Pontificias se verá con claridad en esta Asamblea. Todos los países aportan según sus posibilidades creándose un Fondo Universal de Solidaridad que recoge, desde las pequeñas pero muy meritorias aportaciones de países como Benín o Angola, a las ya de mayor cuantía de países europeos o de Estados Unidos. Es este Fondo Universal de Solidaridad el que financia los territorios de misión – con una ayuda fija a cada uno de los 1.119 – y los cientos de proyectos “extraordinarios” que estos territorios presentan”.

Este Fondo Universal de Solidaridad recoge las aportaciones de todos los países y con él se financian las necesidades de las misiones.

Justo antes de la Asamblea, los días 29 y 30 de mayo, tuvo lugar un seminario de formación para los nuevos directores, que se desarrolló en el Centro Internazionale di Animazione Missionaria (CIAM).

Los retos de la evangelización

La asamblea es un momento para poner en común los retos de la evangelización y “expresa el carisma y la comunión que caracterizan a las OMP». Es «una oportunidad de compartir y escuchar reflexiones enriquecedoras sobre las actividades de evangelización y sobre los métodos de cooperación propios de las OMP, siempre en el contexto de la misión universal de la Iglesia”, señala Obras Misionales Pontificias en un comunicado.

Según indica Agencia Fides, el jueves 1 de junio el obispo Marco Mellino pronunciará una conferencia titulada “Praedicate evangelium y las OMP”. Después de la ponencia, los participantes tendrán encuentros y grupos de trabajo sobre el Nuevo Reglamento y las OMP en relación a la constitución apostólica Praedicate evangelium. La tarde del 2 de junio tendrán lugar los informes del Consejo de Finanzas y del encargado de la administración, monseñor Carlo Soldateschi.

El sábado 3 de junio, además de la audiencia con el Papa Francisco, el sacerdote Andrew Recepcion pronunciará la conferencia “Sinodalidad y misionariedad”, mientras que el domingo 4 habrá una peregrinación al santuario de Greccio.

El lunes 5 de junio intervendrán el Padre Tadeusz Nowak, OMI, Secretario General de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe, la Hermana Roberta Tremarelli, AMSS, Secretaria General de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera, y el Padre Guy Bognon, PSS, Secretario General de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol.

El martes 6 de junio, después de las últimas ponencias y debates, el obispo Emilio Nappa, presidente de las Obras Misionales Pontificias, pronunciará el discurso de clausura.

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El valor del periodismo católico

Gran parte de la cobertura mediática sugiere que los obispos estadounidenses son la oposición a la agenda del Papa Francisco. El autor desmiente la polarización, y apunta ideas para un periodismo sólido.

31 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Es una desgracia que, en años recientes, la Iglesia católica en Estados Unidos sea más conocida por sus divisiones que por su devoción. A principios de este año, me invitaron a hablar sobre la información que brindan los periodistas católicos sobre estas divisiones.

Formé parte de un panel en las XXVI Jornadas Internacionales de San Francisco de Sales en Lourdes, un encuentro anual de periodistas católicos. Organizadores y participantes se interesaron por lo que estaba ocurriendo en la Iglesia en Estados Unidos. Gran parte de la cobertura mediática sugiere que los obispos estadounidenses son de alguna manera el partido de la oposición a la agenda del Papa Francisco. Esta narrativa conviene tanto a los comentaristas progresistas como a los conservadores. 

En realidad, los obispos estadounidenses no son colectivamente un grupo antipapal. Mientras que algunos son partidarios y otros se sienten incómodos con la agenda del Papa, la mayoría, dije, puede que no siempre entiendan su visión (por ejemplo, la sinodalidad), pero se consideran leales y no les gustan los informes de polarización.

Uno de los motivos del malentendido es que los obispos que se muestran muy críticos con Roma no son rebatidos públicamente por sus homólogos. Los obispos son reacios a hacer públicas estas divisiones, pero su silencio a veces puede causar confusión.

Todo esto afecta a los medios de comunicación católicos. ¿Cómo pueden los periodistas católicos cubrir los acontecimientos honesta y abiertamente cuando existe tal aversión a la mala prensa entre los líderes católicos?

Pero la prensa no está libre de culpa. Tanto en los medios seculares como en los religiosos, las líneas entre opinión, análisis y noticias se han difuminado. Los comentaristas reflejan las divisiones en la Iglesia (progresistas frente a tradicionalistas, por ejemplo), y su cobertura puede exagerar la escala y el alcance de la polarización.

Al mismo tiempo, los líderes eclesiásticos a veces parecen carecer de fe en el adagio evangélico de que «la verdad nos hará libres». La transparencia, tanto en Roma como en las diócesis, es más una virtud predicada que practicada. Esto obstaculiza la labor de los buenos periodistas y favorece la de los malos. Favorece las filtraciones y las fuentes anónimas, y permite que los acontecimientos se manipulen fácilmente para afirmar opiniones preexistentes. 

Como ha demostrado la crisis de los abusos sexuales del clero, una Iglesia que no sea transparente y honesta acabará sufriendo, y el precio que se paga en cinismo y abandono de los fieles es devastador.

La Iglesia en su conjunto, y los obispos en particular, necesitan recuperar el sentido de la finalidad, el valor y la vocación del periodismo católico. Los periodistas deben estar bien formados, pero lo que se necesita no es propaganda. Por el contrario, un periodismo sólido informará y ayudará a formar a los católicos.

El autorGreg Erlandson

Periodista, autor y editor. Director de Catholic News Service (CNS)

Firmas invitadasJoseángel Dominguez

El año cero no existe y la IA lo sabe

Eliminar el nombre de Cristo de las referencias temporales no solo resulta a todas luces inútil, sino que además presenta una muestra de erosión cultural.

31 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

Sin dudarlo ni un segundo, el alumno levantó la mano para preguntar. Se le veía agitado, como si mi explicación le hubiera resultado incómoda. Y con cierta vibración en la voz me interpeló con una pregunta que no me esperaba:

-Profesor -dijo, manteniendo el respeto en todo momento- ¿por qué dice constantemente “antes de Cristo” y “después de Cristo” ?, ¿no sería mejor decir “en la era común”?

En mi defensa diré que no me había pasado nunca. En español no es frecuente el uso de esa terminología y desde luego, no me esperaba que un estudiante universitario se preocupara de tal cuestión. Pero yo no desaprovecho ninguna oportunidad de entrar en conversación con alguien que muestra interés. El desinterés sí que no sé cómo afrontarlo, pero discutir ha sido siempre una de mis aficiones. 

-El año cero no existe- respondí, todavía pensando en la mejor forma de contestar a la pregunta de mi interlocutor-, Y eso no tiene mucha lógica. Pero es algo muy humano. Déjenme que me explique.

“Las civilizaciones griega y romana están en la base de la cultura moderna, pero tenían una gran tara en su sistema científico, desconocían el número cero. El número cero es arbitrario en cierta medida, y desconocerlo no frenó a Aristóteles en su filosofía ni a Virgilio en su épica. Pero es cierto que ese dispositivo tecnológico supone un avance indudable para las culturas que lo poseen. Ni Roma ni Grecia conocían el número cero, y así su desarrollo algebraico estaba capado.

Cristo, ¿punto de referencia?

Volviendo a la pregunta de mi alumno. La idea de que la historia tiene un punto de referencia y que ese momento es el nacimiento de Jesús de Nazaret es arbitraria en muchos sentidos. Aún peor: la demarcación de ese año exacto es errónea y hace tiempo que lo sabemos. Dionisio el Exiguo invirtió muchas energías en recomponer la línea temporal que le llevó a concluir el año exacto del Nacimiento de Cristo, pero ahora sabemos que sus cálculos eran erróneos, o por lo menos imprecisos, en unos 6 años. Jesús de Nazaret nació en el año seis antes de Cristo”.

La conversación se estaba animando. El año cero no existe y Jesús nació en el año seis antes de Cristo, pero insisto en usar la terminología “antes de Cristo” para los eventos ocurridos hace más de 2023 años. Mis compañeros de habla inglesa tienden, cada vez más, a usar la nomenclatura “common era” para referirse a las fechas antes y después de Cristo. Y así es frecuente encontrar las siglas BCE o CE (before Common Era / Common Era) en lugar de las tradicionales BC/AD (before Christ / anno Domini). Era patente que esa era la idea subyacente a la pregunta de mi alumno. 

Analizando el proceso de transición que lleva a cada vez más especialistas a usar common era en lugar del clásico “año del Señor”, descubrimos que no es un proceso arbitrario. La tensión en la voz de mi alumno estaba provocada, como él mismo reconoció más adelante, en una sensación de que usar “antes de Cristo” resultaba inapropiado en un contexto científico. Además, esa referencia cristo-céntrica es poco inclusiva: muchos de los estudiantes, y de la comunidad científica en sentido amplio, no reconocen en Jesús de Nazaret al Salvador.

Legítima secularización

No se trata de un proceso arbitrario, pero tampoco nuevo. Hace casi un cuarto de siglo, el Secretario General de las Naciones Unidas decía: “Hay tanta interacción entre personas de diferentes religiones y culturas, diferentes civilizaciones, si se quiere, que es necesaria una forma compartida de calcular el tiempo. Y así, la Era Cristiana se ha convertido en la Era Común” (“Common Values for a Common Era”, Kofi A. Anan, en “Civilization: The Magazine of the Library of Congress”, 28 June 1999). El globalmente respetado Kofi Anan reclama la “Era Común”, y encuadra su propuesta en un proceso de universalización de la cultura cristiana.

En otros ámbitos ese proceso de “apertura” que se aplica a la tradición cristiana ha recibido el nombre de inclusividad, o el de legítima secularización. Un exponente, en cierta medida radical, de esa consideración es el aclamado historiador e investigador Yuval Noah Harari. Digo radical porque en sus discursos no se refrena al categorizar a las religiones como una pura invención humana y como una herramienta para el control. Dice el historiador israelí que: “nosotros usamos el lenguaje para crear mitología y leyes, para crear dioses y dinero, para crear arte y ciencia (…). Los dioses no son una realidad biológica o física. Los dioses son algo que los humanos han creado a través del lenguaje, contando leyendas y redactando escrituras” (Y. N. Harari, Discurso “AI and the Future of Humanity”. Frontiers Forum, Montreux, 29 de abril de 2023.  La transcripción y traducción son mías).

Borrar a Cristo de la cultura

La lógica de este proceso de secularización es evidente, y se podría resumir de este modo: si los hombres y mujeres hemos sido los inventores de las religiones, y esas tradiciones no son físicas o biológicas, se convierten en herramientas de control, y por ende, deben ser erradicadas. No solo en general, sino en los específico, en las huellas culturales más sutiles… lo que nos lleva de vuelta al “antes/después de Cristo”. Sustituir esa expresión por una menos culturalmente marcada.

Mi interlocutor estaba enganchado a nuestra conversación. Nos estábamos entendiendo. Este alumno universitario consideraba su responsabilidad, limpiar el discurso público de las marcas exclusivistas del lenguaje culturalmente cristiano: así -pensaba él- el discurso se hace más inclusivo, respetuoso y menos cristocéntrico.

Inclusividad

Era este el momento para que yo plantease la cuestión que iba a invertir la dirección de la conversación: ¿Es verdaderamente inclusivo sustituir “aC” por “CE”? ¿para qué sirve? Si queremos ver un ejemplo claro de inclusividad cultural en el ámbito de los calendarios, el mejor ejemplo que puedo encontrar es la semana en las culturas cristianas: Son siete días, como los días de la creación según la tradición judía. Uno de los días es el sábado (por el Shabbat judío), el siguiente es el domingo (dies Dominicae, por la resurrección de Cristo, el Dominus), pero el día anterior es el viernes, del latín dies Veneris (el día de Venus) por la diosa romana, y comenzamos la semana el lunes, día de la luna.

En inglés es incluso más interesante, pues los dioses nórdicos hacen su entrada en una semana de origen judía en una época de claras marcas cristianas: Thursday, día de Thor, y Friday, día de Freya, conviven con el domingo, día del sol (Sunday) y el sábado que toma su origen de la tradición romana (Saturday, día de Saturno). 

En contraste con ese proceso inclusivista e integrador que cristaliza en la semana en Occidente, eliminar el nombre de Cristo de las referencias temporales no solo resulta a todas luces inútil (el año 1592 después de Cristo y el año 1592 de la era común, son la misma fecha), sino que además presenta  una muestra de erosión cultural: eliminar una referencia tradicional y cultural es poco inclusivo, pues, al menos, excluye a aquellos que identifican sus raíces con una tradición y cultura específica. De nada sirve una inclusividad que elimina las diferencias.

La inteligencia humana y la IA

Ser consciente de estos detalles nos hace muy humanos. En este contexto, estamos llamados a un liderazgo más humano en tiempo de Inteligencia Artificial (como dice Jesús Hijas en sus obras). La omnipresente IA nos gana al ajedrez, y pronto a la bolsa. Nos va a ganar siempre en la velocidad de proceso, en la precisión y en el alcance de las tareas que realice.

El ser humano, en cambio, destaca en su empatía y autoconciencia. Habilidades que conviene desarrollar especialmente. Colaborando así, la inteligencia humana y la inteligencia artificial, sin eliminar sus diferencias, sino protegiéndolas y desarrollándolas es el camino del éxito, en el año 2023 después de Cristo y en los años que lo seguirán.

El autorJoseángel Dominguez

Co-fundador, Director Ejecutivo CRETIO Foundation

Estados Unidos

San Diego, las prioridades de una diócesis de frontera

La gran Iglesia en los Estados Unidos encierra una gran diversidad, muy perceptible en las diócesis situadas en las fronteras. Ese será el tema de una serie de reportajes en la revista Omnes, reservada para los suscriptores. En particular, la frontera entre México y los Estados Unidos es uno de los espacios transnacionales más dinámicos en el mundo. En el número de junio acudimos a la diócesis de San Diego.

Juan Portela·31 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

En San Diego, colindante con la diócesis mexicana de Tijuana, las prioridades pastorales incluyen la promoción de la vida sacramental; la catequesis y evangelización; la defensa de la dignidad de la vida humana en todas sus etapas; el fomento a la familia y a las vocaciones al matrimonio, al sacerdocio y a la vida consagrada, así como la formación educativa, la formación en la fe y los servicios sociales. Pero uno de los programas más relevantes es el dirigido a inmigrantes. 

Se calcula que en la región que abarca la diócesis hay cerca de 200.000 inmigrantes indocumentados, la mayoría procedentes de México. En consecuencia, “la frontera influye la vida pastoral de toda la diócesis, no solamente las parroquias y escuelas católicas más cerca de la frontera”, explica Aida Bustos, directora de medios de la diócesis de San Diego. Omnes se acerca a varias personas que trabajan con los migrantes y da a conocer algunas de las iniciativas que asume el ministerio pastoral de atención a las personas que cruzan la frontera, haciendo de algunas parroquias y comunidades verdaderos oasis de misericordia.

El tema de portada del número de junio es “Templos del siglo XXI”. En la arquitectura sagrada, campo de encuentro de la liturgia y el arte, se trata de aunar belleza con trascendencia y acogida. Con motivo de un Foro Omnes celebrado en el mes de mayo, en el que participaron varios arquitectos con experiencia en el ámbito de la arquitectura sacra contemporánea, recogemos varias de sus contribuciones. Las fórmulas propuestas varían mucho, naturalmente, en función de los gustos subjetivos y las sensibilidades personales. La diversidad de las consideraciones de arquitectos como el español Ignacio Vicens o el norteamericano Steven J. Schloder, que se han traducido en nuevas iglesias muy conocidas, enriquecen el dossier sobre arquitectura sagrada contemporánea.

La revista Omnes atiende siempre a la información acerca de lo que está ocurriendo en la Iglesia de todo el mundo. Los lectores encontrarán en el mes de junio una entrevista con Thierry Bonaventura, la persona responsable de Comunicación en la Secretaría del Sínodo de los Obispos, que explica algunos aspectos (no sólo comunicativos) del proceso sinodal al que el Papa Francisco ha convocado a la Iglesia. En la sección de Roma se presentan los demás campos de actualidad sobre el Vaticano y el Papa, y en un apartado específico se resumen y comentan las enseñanzas del Romano Pontífice.

“Razones” es un bloque informativo propio. En el presente número ofrecemos un reportaje sobre el aborto químico, a partir de las controversias en los Estados Unidos acerca de la mifepristona. Y en la sección sobre la “Teología del siglo XX”, en la que el teólogo Juan Luis Lorda desgrana mes a mes las personas y los movimientos más relevantes que influyen en la teología reciente, nos acercamos a la figura del teólogo suizo Hans Urs von Balthasar.

En el apartado “Cultura” se recuerdan en esta ocasión la vida y la obra del filósofo francés Jacques Maritain. Asimismo, se reseñan libros de publicación reciente y se incluye la crítica de series de televisión.

Cada número incluye, además, unos comentarios a las lecturas de la liturgia de cada domingo; una sección dedicada a las situaciones prácticas en la vida sacerdotal, que este mes presenta algunas sugerencias pastorales para la superación de las adicciones; y recoge iniciativas y testimonios de personas en todo el mundo que trabajan cada día por difundir el mensaje evangélico, con creatividad e ilusión.

Damos a los lectores la bienvenida a la revista Omnes, sólo por suscripción, que puede realizarse AQUÍ.

El autorJuan Portela

Omnes en Estados Unidos: un nuevo modo de informar

Omnes llega en una nueva versión adaptada a Estados Unidos, con la ilusión de ofrecer a los lectores de habla española del país contenido de calidad para informar sobre la Iglesia.

31 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Hoy se hace realidad un nuevo proyecto informativo sobre la vida de la Iglesia, expresado sintéticamente en la fórmula con que se define Omnes: “una mirada católica a la actualidad”. Es un paso importante, aunque ahora necesariamente modesto en un país como los Estados Unidos de América donde hay numerosas empresas informativas, también en el ámbito católico, y algunas con gran calidad.

¿Qué aporta, entonces, este nuevo medio de comunicación religiosa? Principalmente, Omnes aporta el propósito de prestar un servicio a la evangelización, mediante un determinado estilo informativo basado en tres características principales:

  • Tiene un planteamiento constructivo. No entendemos que nuestro servicio a la Iglesia pueda basarse en la crítica o en la polarización. Queremos estar lejos de polémicas personales o de posiciones partidistas. Optamos por cultivar la unidad de la Iglesia, sobre la base de los fundamentos comunes de la fe católica.
  • Pretende ofrecer una información analítica, para que los lectores puedan conocer los hechos en una perspectiva más amplia y profunda, y entender su alcance real. Omnes intenta acudir a las fuentes de las noticias, orientar con referencia a los contenidos de la fe, y ofrecer también materiales específicamente formativos, que sirvan para continuar creciendo intelectual y espiritualmente. 
  • Omnes quiere ser una referencia para toda clase de lectores (“todos” es el significado de la palabra latina “Omnes”). Algunos buscarán argumentos y recursos; otros, creyentes o no creyentes, querrán estar al tanto de la vida de la Iglesia; habrá gente propiamente “de Iglesia” que busque contar con un medio de formación continua, sean laicos o laicas, sacerdotes o religiosos y religiosas. 

Un cuarto rasgo de Omnes en los Estados Unidos aparece en algo que los lectores han podido percibir desde la primera línea: nuestro medio está redactado en idioma español (aunque la website puede leerse en inglés mediante un instrumento de traducción automática, e igualmente en francés, polaco, alemán, italiano y portugués). La razón es que nuestro público principal son las comunidades latinas: ponemos en manos de los encargados del ministerio hispano, y de cada uno de los hablantes de español en los Estados Unidos, un instrumento informativo y formativo para sostener y hacer crecer la fe de sus raíces.

Omnes utiliza la variedad de canales posibles en el mundo digital. Los dos formatos principales son la website www.omnesmag.com, que refleja diariamente los contenidos de mayor actualidad informativa; y la revista Omnes, reservada a los suscriptores, y nutrida con temas de fondo o específicamente formativos. Los acompañan informaciones y materiales por Newsletter, podcast, WhatsApp y otras redes sociales, Foros y encuentros, etc.

Finalmente, queremos subrayar que, si Omnes es para todos, deberá avanzar también con la aportación de todos sus lectores. Si ahora es el momento de comenzar, el camino se recorrerá contando con las sugerencias y propuestas de los lectores.

El autorOmnes

La fe en las nuevas generaciones hispanas

La Iglesia debe abordar y desafiar convincentemente a la cultura hegemónica para presentar una alternativa viable en una cultura sustentada en el materialismo y la ambición.

31 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Aun cuando la fe católica es la que profesa la mayoría de los hispanos en Estados Unidos, también es la que pierde a más latinos en comparación con cualquier otro grupo religioso, con un creciente número de hispanos que afirman no tener filiación religiosa. Estos son algunos de los hallazgos más relevantes de la encuesta del Pew Research Center publicada el pasado 13 de abril.

En 2010, 67 % de los hispanos de Estados Unidos afirmaban ser católicos. Esta cifra cayó drásticamente al 43 % en 2022, pero ya en 2018 se ubicaba en 49 %. Casi uno de cada cuatro hispanos son ex católicos. Del 65 % de los hispanos que afirman haber sido educados como católicos, el 23 % reconoce que no se identifica más con esa religión. Algunos se han incorporado a otra fe, principalmente a la protestante, mientras que la mayoría no pertenece ya a ninguna Iglesia.

Los protestantes son el segundo grupo religioso más grande para los hispanos, con 21 %. Entre los hispanos que residen en Estados Unidos, el 39 % asegura que la religión es «muy importante». Entre los hispanos evangélicos, un 73 % afirma lo mismo, y el 46 % de los hispanos católicos piensa igual. Entre los hispanos católicos de Estados Unidos, un 22 % va a la iglesia semanalmente o más seguido. Solo el 1 % de los que dicen no tener filiación religiosa hace lo mismo.

Los hispanos que se identifican como ateos, agnósticos o «nada en particular» se ubican en el 30 %, en contraste con el 10 % que pertenecía a esta categoría en 2010 y al 18 % en 2013. Debe hacerse notar que el 29 % de los hispanos que no practican ninguna fe siguen orando al menos una vez a la semana. Casi una cuarta parte de todos los hispanos de Estados Unidos son ex católicos.

El abandono del catolicismo es más pronunciado entre los jóvenes de 18 a 29 años. En este grupo poblacional, el 49 % afirma no tener ninguna filiación religiosa. Por su parte, en los grupos de 50 a 64 años, y de 65 años y más, es menos común que se identifiquen en esta categoría, con un 20 % y 18%, respectivamente. Aun así, estas cifras son significativas.

Entre los hispanos nacidos fuera de Estados Unidos y radicados aquí, 52 % pertenece a la Iglesia católica, y 21 % afirma no tener ninguna filiación religiosa. En contraste, 36 % de los hispanos nacidos en Estados Unidos profesan la fe católica y 39 % no tiene ninguna filiación religiosa. El idioma también desempeña un papel relevante: 56 % de los hispanohablantes se identifican como católicos, en contraste con el 32 % de los anglohablantes. Esta cifra se ubica en 42 % entre los bilingües encuestados.

La reducción en el número de hispanos que profesan la fe católica -sobre todo, pero no exclusivamente, entre los jóvenes- debe ser motivo de atención para los líderes de la Iglesia. Los obliga a idear formas innovadoras de evangelización que consideren lo que es más importante en las vidas de las personas, y que para muchas de ellas es el éxito material. Los hispanos que asisten a Misa y que viven una vida católica no deben darse más por sentado.

Una crisis, momento de cambio

Parece más que evidente que el estilo de vida estadounidense, basado en el entretenimiento y en la acumulación de dinero y de bienes materiales, obnubila a los hispanos con respecto a sus raíces y valores católicos. Los deja vacíos en aspectos cruciales de sus vidas. Muchas personas tienen dos o tres empleos para intentar progresar, dejando de lado la reflexión y la espiritualidad.

Hay un grave retroceso en la valoración de la fe que delineó y dio sustento a las culturas latinoamericanas. Durante siglos, la Iglesia ha jugado un papel central en los países latinos y sus culturas, por lo que el catolicismo es, también, cimiento fundacional en la formación del ser humano.

A los líderes eclesiásticos les aguarda la tarea ineludible de presentar el catolicismo de una manera más dinámica y atractiva, capaz de hacer entender la importancia histórica y contemporánea de la fe. De alguna manera, la Iglesia debe abordar y desafiar convincentemente a la cultura hegemónica para presentar una alternativa viable en una cultura sustentada en el materialismo y la ambición para, así, tener éxito en ese terreno. La Iglesia puede emular la práctica evangélica y su compromiso de ir en busca de la gente en lugar de sentarse a esperar que las personas lleguen a la iglesia.

Asimismo, hay una batalla política e ideológica que debe librarse. Según la encuesta de Pew, los ex católicos señalaron la falta de inclusión de la comunidad LGBTQ, los escándalos de abuso sexual y el impedimento para que las mujeres puedan ser ordenadas, como algunos de los factores clave que los orillaron a abandonar su Iglesia. En este sentido, la Iglesia debe demostrar también un alto grado de sensibilidad y sofisticación para defender sus enseñanzas de manera convincente.

Sin un esfuerzo concertado y creativo por parte de la Iglesia para atender estas y otras deficiencias, la pérdida de católicos hispanos continuará sin cesar, socavando aún más la fe que de verdad llega al corazón de la comunidad hispana.

El autorMario Paredes

Director Ejecutivo de "SOMOS Community Care"

Cultura

Rafael Navarro-Valls: “Joaquín quería acceso al Papa y transparencia”

Hace unos días se han presentado en la Universidad CEU San Pablo las memorias de Joaquín Navarro-Valls, portavoz de la Santa Sede durante veintidós años (1984-2006), en los pontificados de san Juan Pablo II y Benedicto XVI. Su hermano, el catedrático y académico Rafael Navarro-Valls, ha impulsado y revisado el libro, titulado ‘Mis años con Juan Pablo II. Notas personales’, y responde a las preguntas de Omnes.

Francisco Otamendi·31 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 7 minutos

El 24 de mayo de hace cuatro años, el entonces director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, quiso dar el nombre de Joaquín Navarro-Valls a la sala de trabajo de los periodistas acreditados ante la Oficina de Prensa del Vaticano.

“Dar el nombre de Navarro-Valls, que también había sido presidente de la Asociación de la Prensa Extranjera en Italia, a la sala donde los periodistas acreditados trabajan cada día informando sobre el Vaticano, dije, es ‘un signo para subrayar que, en la Iglesia y en la Santa Sede, la información cuenta y debe contar siempre más’”, manifestó Alessandro Gisotti en la presentación en el CEU del libro editado por Espasa. Un acto al que asistieron el Nuncio de Su Santidad Bernardito Auza, el cardenal Rouco Varela, el presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación, Manuel Pizarro, y la rectora de la Universidad CEU San Pablo, Rosa Visiedo, entre otras personalidades.  

A juicio de Gisotti, ahora subdirector editorial de los Medios Vaticanos, “éste es ciertamente, el legado más importante y duradero, en mi opinión, que nos ha dejado el direttore Navarro: la comunicación es fundamental en el mundo de hoy y esto vale también para la Iglesia y la Santa Sede”

En la entrevista con Omnes, Rafael Navarro-Valls ha subrayado algo que manifestó también Alessandro Gisotti: “‘Joaquín Navarro Valls no fue un portavoz, fue el portavoz’, elogiando su prestigio entre todos los periodistas acreditados ante la Santa Sede”. 

Hablaron también en el acto Diego Contreras, editor y profesor de la Universidad de la Santa Cruz (Roma); el ex portavoz del gobierno Iñigo Méndez de Vigo; Jesús Trillo-Figueroa, abogado del Estado y miembro del Consejo de Honor del Instituto Karol Wojtyla-Juan Pablo II; y Fernando Lostao, director de la Fundación Ángel Herrera Oria, que moderó el acto.

Rafael Navarro-Valls, presidente de la Conferencia Permanente de Academias Jurídicas Iberoamericanas, y vicepresidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España, ha comentado así el libro de su hermano Joaquín.

¿Cuál ha sido su tarea en la génesis y edición de este libro de notas personales de su hermano Joaquín sobre el Papa San Juan Pablo II?

–Mi intervención consistió en revisar la excelente versión preparada por el editor, Diego Contreras, hacer algunas sugerencias, y animar a Joaquín cuando vivía para que concluyera la versión contenida en más de 600 páginas de anotaciones. El portavoz durante 22 años anotó día a día sus impresiones, con un esfuerzo grande, pues lo hacía al final de jornadas llenas de incidencias y que le suponían un notable trabajo. 

Ud. coordinó la edición del libro ‘Navarro-Valls, el portavoz’, con valiosos testimonios sobre su hermano Joaquín y su trabajo en la Santa Sede. ¿Aquél es un libro sobre su hermano, y éste es un libro sobre san Juan Pablo II?

–Efectivamente, el libro “El portavoz”, que tuve el honor de coordinar, contiene 20 testimonios de personalidades de Europa y América sobre Joaquín. Es un libro de declaraciones de personas que le conocieron y trataron. Naturalmente hay también referencia a S. Juan Pablo II, pero como usted dice se centra más en la figura del portavoz.

Las Memorias de Joaquín miran hacia Juan Pablo II, de modo que el narrador queda más en la penumbra. Pero al tratarse de un libro que cubre un arco de más de 20 años, es inevitable que también aparezca la figura de Joaquín.

Mis años con Juan Pablo II

Autor: Joaquín Navarro-Valls
Editorial: Espasa
Páginas: 640
Año: 2023

¿Le consultó su hermano la propuesta de Juan Pablo II de dirigir la Sala Stampa y ser portavoz de la Santa Sede? ¿Le habló de alguna condición que pondría para aceptar el puesto? Se ha mencionado una: el acceso al líder, al Papa en este caso.

–Más que consultarme, me informó de que le habían propuesto esos cargos. A mí me pareció una elección afortunada y le hablé del mucho bien que podría hacer desde ese puesto. Efectivamente me refirió que había puesto dos condiciones: contacto directo con el Papa y transparencia. De ahí las muchas veces que comió y cenó con él, y su acceso frecuente al mismo. En este acceso desempeñó un papel importante el propio secretario personal del Papa, Mons. Stanislaw Dziwisz. Respecto a su empeño de hacer transparente la Sala de Prensa, recuerdo su decisión de comunicar a la prensa el principio de Parkinson que tenía Juan Pablo II, lo que supuso un encontronazo con la Secretaría de Estado.

Usted es miembro del Opus Dei desde hace muchos años, como lo era su hermano Joaquín. ¿Le comentó algo que le dijera el beato Álvaro del Portillo, prelado del Opus Dei esos años, o luego su sucesor, Mons. Javier Echevarría?

–Los miembros del Opus Dei somos absolutamente libres – y correlativamente responsables- del ejercicio de nuestra labor profesional. No creo que recibiera “consignas” de la Prelatura. Nunca hablamos de este extremo.

El martes se presentó este libro en el CEU. ¿Alguna idea que le parezca oportuno subrayar de lo que se dijo ahí? 

–Todos los ponentes hicieron intervenciones muy inteligentes. Por decir una que me impactó, Alessandro Gisotti, que fue portavoz de la Santa Sede y actual subdirector editorial de los Medios Vaticanos, observó que “Joaquín Navarro Valls no fue un portavoz, fue el portavoz”, elogiando su prestigio entre todos los periodistas acreditados ante la Santa Sede

¿Es posible ser amigo, muy amigo, de un Papa? Su hermano lo era, por lo que se puede apreciar. Con amistad filial, ha dicho usted, le veía y trataba como a un Padre. ¿El Papa le veía como a un hijo? Hay fotos que hablan. 

–Joaquín negaba que él pudiera ser amigo del Papa. Y citaba a Platón que decía que para que haya amistad entre dos personas es necesaria una cierta igualdad entre ellas. Mi hermano añadía que la distancia entre Juan Pablo II y él era enorme. Pero la verdad es que entre ellos existía amistad. Basta ver las fotos a que usted se refiere para descubrir la complicidad entre ellos. En mi modesta opinión, Platón no tenía razón: cabe la amistad entre desiguales.

El Papa hacía con mucha frecuencia bromas sobre él y su misión de portavoz. En ellas se detecta ese afecto que existe entre un padre y un hijo.

Dígame algo que no esté en el libro, o que pudo estarlo y no lo está. Alguna confidencia que le hiciera su hermano.

–Recuerdo que en la conferencia de El Cairo utilizó palabras duras para describir la diferencia entre lo que Al Gore – vicepresidente de Estados Unidos- decía (“no pretendemos defender la utilización de los textos para potenciar el aborto”) y lo que , al mando de su equipo,  se hacía en realidad. Públicamente afirmó Joaquín: “El borrador de documento sobre la población, cuyo promotor principal es Estados Unidos, contradice la afirmación del Sr. Gore”. Por si hubiera dudas, cuando un periodista norteamericano preguntó al portavoz: “Afirma usted que el vicepresidente de Estados Unidos miente”. Joaquín sin inmutarse respondió: “ Sí, eso es lo que digo”. Esto último lo omitió en el libro.

Y ahora, algo que sí esté. Son 640 páginas, y hace un favor a los lectores.

–Joaquín tenía una gran cabeza, pero también gran corazón. Dos veces en el libro se describen las lágrimas del portavoz: una, cuando ante millones de personas que seguían sus palabras por televisión, anunció la extrema gravedad de Juan Pablo II. La otra, cuando lee a Juan Pablo II un despacho de la agencia Reuters que recogía unas palabras del cismático Lefebvre sobre el Papa: que si era un hereje, que ya no tenía fe católica, etc. No pudo terminar de leer estas cosas. Se le hizo un nudo en la garganta y se le saltaron las lágrimas. San Juan Pablo II, le animó a continuar y para distender la tensión aludió a la posible enfermedad de Lefebvre. Joaquín replicó que, como médico, podía entender una enfermedad, pero que también el diablo puede actuar en la historia a través de la enfermedad.

Joaquín Navarro-Valls fue portavoz de la Santa Sede durante veintidós años, en los pontificados de san Juan Pablo II y Benedicto XVI, el primer no italiano en ese cargo, y desempeñó un papel relevante en la diplomacia vaticana. Esto sorprende un poco…

–Sí, es muy excepcional que un portavoz de los “Grandes” permanezca tanto tiempo en el puesto. Incluso su cese durante el pontificado de Benedicto XVI fue a petición propia. Recuerdo que la RAI hizo un programa de gran repercusión conectando simultáneamente con tres portavoces de tres “grandes”: el de Estados Unidos, el de la Unión Soviética y Joaquín por la Santa Sede. En un momento de la conversación a tres bandas, los portavoces de los dos grandes países (estuvieron en su cargo no más de seis años, Joaquín estuvo 22) manifestaron su estupefacción por la permanencia de Joaquín durante tantos años. Eso fue posible por la gran compenetración entre el “Jefe” y su portavoz.

navarro valls
Joaquin Navarro-Valls sostienen el micrófono a Juan Pablo II durante el vuelo a México en 1999. (©CNS file photo by Nancy Wiechec)

Ha explicado usted que Juan Pablo II planteó tres frentes: la batalla contra el proceso de secularización; el segundo, el bloque soviético: su objetivo fue proteger los derechos humanos; y en el tercer mundo, “el enemigo era el increíble marasmo de la pobreza”. ¿Algo que añadir o precisar?

–Esos tres frentes se describen a lo largo de todo el libro. Pero lo verdaderamente interesante es la gran serenidad y buen humor con las que Juan Pablo II encaraba los graves temas que debía abordar. Es decir, el lado humano y espiritual de un santo. A Joaquín le fascinaba el “lado humano” del Pontífice: su valentía y coraje, su alegría profunda, su reciedumbre y armonía de espíritu, etc. Naturalmente, también su faceta espiritual y virtudes anejas. Por ejemplo, cómo rezaba. En la Nunciatura de un país africano, donde se alojaban, Joaquín entró un momento en la capilla y se encontró al Papa rezando de bruces ante el Sagrario. Joaquín esperó hasta una hora y salió sin hacer ruido. A la mañana siguiente preguntó a las religiosas a qué hora se había retirado el Papa a su dormitorio. Le dijeron que había pasado toda la noche en oración.

¿Puede referir una anécdota sobre la petición de misericordia de Juan Pablo II para un condenado en Estado Unidos?

–Está contenida en el libro. En síntesis, sucedió así. En uno de los múltiples viajes de Juan Pablo II, llegó a la ciudad de San Luis (Misuri, USA). Se enteró, a través de Joaquín, de que un convicto de asesinato, veterano de Vietnam (Darrell J. Mease) iba a ser ejecutado durante su visita. El Papa intercede por su vida ante el gobernador. El jefe de prensa de este sugiere que Juan Pablo II se lo pida directamente al gobernador. Así, al concluir una solemne ceremonia en la catedral de San Luis, en la que están sentados en la primera fila el presidente Clinton y el gobernador Carnaham, el Papa se detiene ante el gobernador y con toda sencillez le dice : “Have merci on Mr. Mease” (Tenga misericordia del señor Mease). Con idéntica sencillez el gobernador contesta: “I will do it” (lo haré). De este modo, el condenado salvó la vida.

También ha contado usted un suceso relativo a la canción My Way, de Frank Sinatra. Juan Pablo II ya es santo. ¿Lo era su hermano, a su juicio?

–Creo que Joaquín era un hombre con muchas virtudes humanas y también sobrenaturales. Cuando mis hermanos y yo trasladábamos el féretro de Joaquín al coche fúnebre, es verdad que de modo inexplicable se disparó mi móvil y comenzamos a escuchar los acordes de una de las canciones preferidas de Joaquín: My Way. Interpreté que era un modo de decirnos que estaba en camino de llegar a buen puerto.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

La Santa Sede presenta el Pacto Mundial por la Familia

El Pacto Mundial por la Familia (Family Global Compact) es una iniciativa del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, junto con la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, que busca subrayar la importancia antropológica y cultural de la familia.

Loreto Rios·30 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

A las 11.30 horas del martes 30 de mayo, se ha retransmitido en directo desde la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Aula San Pío X, la rueda de prensa para el lanzamiento del Pacto Mundial por la Familia (Family Global Compact). Han intervenido la hermana Helen Alford, presidenta de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales; la Profesora Gabriella Gambino, subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida; y el Profesor Pierpaolo Donati, sociólogo y miembro de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales. También estaban presentes en la sala, a disposición de los periodistas, el Profespr Stefano Zamagni, ex Presidente de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, y el doctor Francesco Belletti, director del Centro Internacional de Estudios sobre la Familia (CISF).

El Pacto Mundial por la Familia

El Pacto Mundial por la Familia es una iniciativa promovida por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, junto con la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, con la colaboración del Centro Internacional de Estudios sobre la Familia.

En palabras del Papa en su mensaje para el lanzamiento del pacto del 13 de mayo de 2023, el Pacto Mundial por la Familia es “un programa común de acciones encaminadas a poner en diálogo la pastoral familiar con los centros de estudio y de investigación sobre la familia presentes en las universidades católicas de todo el mundo, para promover la familia a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia”.

Se ha subrayado la importancia del papel insustituible que la familia tiene en la sociedad y de la labor de investigación de universidades católicas en este ámbito. Este es el motivo de que el Pacto Mundial por la Familia busque fomentar la colaboración entre la pastoral familiar y los centros de estudio sobre la familia.

Así lo indicaba también el Papa en su mensaje: “El objetivo es la sinergia, es asegurar que la pastoral familiar en las Iglesias particulares utilice más eficazmente los resultados de la investigación y de los esfuerzos de enseñanza y formación que tienen lugar en las Universidades (…) Juntos, las Universidades católicas y la pastoral pueden promover mejor una cultura de la familia y de la vida que, partiendo de la realidad, ayude a las nuevas generaciones a apreciar el matrimonio, la vida familiar con sus recursos y desafíos, la belleza de engendrar y apreciar la vida humana”.

La familia, fundamento de la sociedad

La hermana Helen Alford ha señalado que vivimos una época de luces y sombras en lo que respecta a las familias, ya que, si bien esta “sigue siendo un valor central en la vida de las personas”, es cierto que “asistimos a un debilitamiento de la familia”, debido en gran parte a las tendencias individualistas contemporáneas y “a medida que las familias se debilitan, también lo hacen las estructuras sociales”. Sin embargo, Alford mira el futuro con optimismo, comentando que “en los debates de la sesión plenaria del año pasado quedó claro que la familia sigue siendo una estructura social muy resistente, capaz de absorber choques y de proporcionar apoyo y curación a personas en circunstancias muy diversas”.

Ha subrayado la “contribución fundamental que la familia realiza en apoyo de la sociedad, especialmente gracias a su papel en la formación, el mantenimiento y la profundización de la capacidad de establecer relaciones en un mundo que experimenta tanta soledad y el sufrimiento que de ella se deriva”.

Las cuatro etapas del Pacto

La Profesora Gabriella Gambino, subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida señaló que “el Pacto Mundial por la Familia no es un programa estático destinado a cristalizar ciertas ideas, sino un camino propuesto a las universidades católicas para profundizar y desarrollar la antropología cristiana y el mensaje que transmite sobre el matrimonio, la familia y la vida humana”.

También ha explicado que, como indicó el Papa en el mensaje del 13 de mayo, el Pacto prevé cuatro etapas:

1. Activar un proceso de reflexión, diálogo y de mayor colaboración entre los centros universitarios de estudio e investigación que se ocupan de temas de la familia, para que su actividad sea más eficaz y fructífera, en particular mediante la creación o el relanzamiento de redes de institutos universitarios inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia.

2. Crear una mayor sinergia entre la Iglesia y los institutos universitarios de estudio e investigación que se ocupan de temas de la familia a la hora de planificar contenidos y objetivos. A nivel eclesial, la acción pastoral necesita un apoyo concreto del pensamiento académico de los centros universitarios de inspiración católica.

3. Revitalizar la cultura de la vida y de la familia en la sociedad, para que de ella se deriven propuestas estratégicas y objetivos para las políticas públicas.

4. Una vez las propuestas han sido elaboradas, promover la colaboración entre la Iglesia y las universidades católicas en la planificación de contenidos y objetivos.

El logotipo

Gambino también ha comentado que otro de los objetivos del pacto es “desarrollar y ampliar las redes ya existentes de institutos y centros para la familia que se inspiran en la Doctrina Social de la Iglesia”. Entre ellas, ha señalado a Rediuf, la Red Internacional de Institutos Universitarios para la Familia.

Gambino explicó el significado del logotipo: “Está compuesto por tres elementos: una red, una familia y una cruz.La red es la red mundial que conecta idealmente a las universidades y centros universitarios a los que se propone el Pacto Mundial y que se inspiran en la Doctrina Social de la Iglesia Católica. Al mismo tiempo, representa la visión de una red dinámica entre las familias -el sujeto y no el objeto del Pacto- y entre los distintos actores de la sociedad civil, la economía, el derecho y la cultura movilizados en favor de las familias.La familia, como sujeto del Pacto Mundial de la Familia, está en el centro del logotipo.

Las personas representan una familia que es fuente y origen de una vida social inspirada en la solidaridad y el desarrollo de la persona. La vida humana, por su parte, está representada por la mujer embarazada, para profundizar en el tema de la vida naciente y el cuidado de toda vida humana. La generatividad es también imagen de un tiempo nuevo que queremos impulsar con la adhesión al Pacto Mundial: un compromiso común para fomentar el protagonismo de la familia en la economía, en la sociedad, en el desarrollo de la persona humana y del bien común.La cruz cristiana es la representación de los valores que mueven el Pacto. Es símbolo de esperanza, de amor y de futuro”.

El proceso de investigación

El profesor Pierpaolo Donati ha subrayado que “la idea del Pacto Mundial por la Familia es estimular la aplicación de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia en los estudios e investigaciones realizados en las universidades católicas o de inspiración católica”.

Para poner en marcha este proyecto, “el CISF [Centro Internazionale Studi Famiglia] tuvo primero que elaborar una lista, lo más completa posible, de las universidades católicas, especificando aquellas en las que existe un centro de estudios e investigación dedicado a la familia. (…) A estas se les enviaron a continuación dos cuestionarios para conocer en detalle sus actividades. La información más completa procedía de 30 universidades. A continuación se organizaron tres seminarios web con todos los centros que se declararon disponibles (de hecho, principalmente de Europa y América Central y del Sur, algunos de América del Norte y un par de África).

(…) Las principales conclusiones fueron: (i) la debilidad del apoyo (incluido el financiero) a la investigación en este campo en comparación con otros campos; (ii) el relativo aislamiento de cada Centro (con la excepción de la red Redifam de Centros Hispanoamericanos); (iii) las evidentes deficiencias en la multidisciplinariedad y transdisciplinariedad de la investigación sobre la familia, que, como ‘objeto multifacético’, debería tratarse vinculando aspectos biológicos, sociales, jurídicos, económicos, culturales, de servicios y de política social, incluidos los aspectos pastorales, mientras que predomina el interés por temas filosóficos y relacionados con los valores (iv) la necesidad de una mayor creatividad en la investigación, habiéndose constatado una escasa capacidad para anticiparse a los temas más relevantes; y (v) la necesidad de vincular la investigación, y los estudios en general, a las implicaciones operativas en términos de servicios, políticas sociales y actividades pastorales (…)”.

El portal del Pacto Mundial por la Familia

Habrá una web dedicada al Pacto, a la que se podrá acceder a partir de hoy: www.familyglobalcompact.org. En ella, estará disponible el texto del pacto en tres idiomas (italiano, inglés y español), una versión resumida en esos tres idiomas, el mensaje del Papa, la explicación del logotipo y un correo electrónico de referencia para obtener información y solicitar la adhesión al Pacto.

La rueda de prensa del lanzamiento del Pacto Mundial por la Familia
Teología del siglo XX

Los trabajos del cardenal Mercier

Un capítulo particularmente interesante en el cardenal Mercier fueron las conversaciones ecuménicas con representantes del mundo anglicano. Las “conversaciones de Malinas” ocuparon la última parte de su vida (1921-1926).

Juan Luis Lorda·30 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

Desirée-Joseph Mercier (1851-1926) fue un notable profesor de filosofía, fundador del Instituto de Filosofía de la Universidad de Lovaina y representante de la neoescolástica. Como arzobispo de Malinas (Bruselas), impulsó la universidad y la formación del clero, fomentó conversaciones con el anglicanismo e intervino en los grandes asuntos de la Iglesia al inicio del siglo XX.

León XIII (1810-1903) llegó al pontificado (en 1878) con bastante edad (67 años) y una experiencia de treinta y dos años como obispo de Perugia (1846-1878) en una época de desencuentros con la Modernidad. La Santa Sede acababa de perder los Estados Pontificios (1870), los regímenes liberales en medio mundo habían combatido a la Iglesia durante un siglo (y la habían expropiado de todo lo que pudieron), muchas instituciones católicas se habían hundido o habían sido prohibidas, aunque surgían otras. Había contestación e inquietudes doctrinales en el mundo católico por la influencia de las nuevas corrientes de pensamiento. Y las naciones se agitaban con las tensiones de la revolución industrial. Se necesitaba mucho ánimo y discernimiento. Y León XIII, pese a su apariencia frágil, los tuvo.

La voluntad de León XIII

En las primeras semanas, ya entró a todos estos importantes temas, pensando que su pontificado sería corto (sin embargo, duraría veinticinco años, para sorpresa suya y ajena). Y al cabo de un año publicó Aeterni Patris (1879), recomendando la filosofía tomista en los estudios eclesiásticos. Lo apoyó con nombramientos de profesores en Roma (Gregoriana, Antonianum) y fuera. Pidió formalmente al cardenal de Malinas (Bruselas) que dotara una cátedra de filosofía tomista en la Universidad de Lovaina. Esta universidad católica había sido refundada en 1834, y había sobrevivido bien a la debacle del siglo.

El episcopado belga se resistió por motivos de oportunidad política. Pero León XIII mandó a su costa a un dominico italiano (Rossi). Entonces buscaron inmediatamente un candidato belga (y devolvieron al dominico). Descartando grandes y difíciles figuras, la elección recayó en un joven profesor y director espiritual del seminario menor de Malinas, Desirée-Joseph Mercier. Acababa de cumplir treinta años y tenía que hacerse respetar (y hacer respetable el tomismo) tanto en la propia universidad como en los medios liberales belgas, muy críticos con lo católico.

León XIII le invitó a Roma para comentar el programa. Y las clases comenzaron el 27 de octubre de 1883. Por voluntad del Papa eran obligatorias para todos los estudiantes eclesiásticos de la universidad. También asistían los doctorandos de filosofía y letras, y todos los estudiantes laicos que querían. Mercier se esforzó en adquirir una buena formación científica, sobre todo en psicología (y fisiología). Y sus clases adquirieron fama. Sus discípulos le recuerdan como un profesor documentado, brillante y acogedor. Preparaba apuntes para los alumnos y los fue convirtiendo en manuales. Se le juntaron algunos discípulos y dividió los cursos.

El Instituto Superior de Filosofía

Mantenía informado a León XIII. En 1887 viajó a Roma y le propuso crear en Lovaina un Instituto Superior de Filosofía, distinto de la Facultad de Filosofía y Letras, que tenía una orientación histórica y filológica. Al Papa le gustó la idea y le nombró en el acto prelado doméstico. En cambio, el rector de Lovaina y orientalista Mons. Abbeloos, que se había sentido “puenteado” desde el principio, se opuso y creó opinión: este “medievalismo” no podía conducir a ninguna parte. El asunto se tensó. Incluso a Mercier le tentó aceptar la propuesta que le llegó de trasladar el proyecto a la recién creada Universidad Católica de Washington. Pero León XIII hizo saber que le apoyaba, y cuando Mercier propuso crear dos cátedras, una de filosofía y otra de ciencias propedéuticas, envió la financiación y erigió el instituto (1889).

Mercier desarrolló los cursos y buscó nuevos profesores, procurando que estuvieran bien informados tanto en las ciencias positivas como en la historia medieval (De Wulf). Consiguió financiación, construyó aulas y también laboratorios de psicología experimental (al estilo de Wundt). Quería un Instituto “Superior” de Filosofía: no una enseñanza elemental. Tras una nueva entrevista con León XIII, compuso unos estatutos que definían la orientación intelectual del Instituto y su relación con la Universidad. El rector se opuso de nuevo, alegando esta vez que lo que se enseñaba era ciencia moderna con un barniz tomista, y que debía hacerse en latín y no en francés.

Mercier cedió en la enseñanza en latín para los eclesiásticos, pero no en la orientación. Publicó Psicología (1892), Lógica y Metafísica (1894), y más tarde una Criteriología. Con esto compondría un Curso de Filosofía en 4 volúmenes (Lógica, Metafísica general, Psicología, y Criteriología o teoría general de la certeza). Además publicó un ensayo sobre Los orígenes de la psicología contemporánea (1894) En 1894, fundó la Revue Néoescolastique, que más tarde se convertiría en la Révue Philosophique de Louvain.

Siguieron años de crecimiento que estabilizaron el Instituto, que todavía existe en la Universidad de Lovaina. Y puso en marcha un seminario (con el nombre de León XIII) para alojar a los estudiantes que le llegaban de todas partes.

Una experiencia importante

No cabe duda de que Mercier tenía enormes capacidades, ni de que su reto sigue planteado casi en los mismos términos. Se puede observar que la mezcla directa de filosofía y ciencias experimentales (sobre todo en su psicología) produce una caducidad rápida, al variar el estado de las ciencias. Hay que tenerlo en cuenta.

La obra de Santo Tomás importa al pensamiento filosófico cristiano al menos por tres motivos: aporta una reinterpretación cristiana de la filosofía clásica, que compone en parte nuestra visión del mundo (lógica y metafísica); transmite análisis importantes de antropología o psicología racional, que interesan a la ética y a nuestro conocimiento propio (inteligencia, acto libre, afectividad, pasiones); y en tercer lugar aporta un vocabulario que pertenece a la tradición de la teología e interesa entender bien.

Por un lado, interesa transmitir la filosofía tomista (metafísica, lógica, cosmología, antropología) en su contexto histórico, para no alterar su sentido. Es lo que hizo Gilson, por ejemplo. En un segundo momento, se ha de entrar en diálogo con nuestro conocimiento del mundo. La lógica y la antropología (y la ética) que transmite santo Tomás, en lo que tienen de saber introspectivo, siguen teniendo mucha fuerza, aunque puedan necesitar complementos o desarrollos.

Mientras que la cosmología, nuestro saber acerca del universo, ha cambiado mucho con nuestra capacidad para observarlo y comprenderlo. Esto repercute en la metafísica, que universaliza nuestro conocimiento sobre el ser: resulta más estable en lo que se refiere a la inteligencia y menos en lo que se refiere a la materia. Es evidente que no se puede hacer hoy una cosmología o una filosofía de la naturaleza sin tener en cuenta lo que sabemos de la composición de la materia, del origen del universo o de la evolución de la vida. Y esto afecta a nuestra idea del ser (metafísica).

Desde luego interesa que quienes se dedican a estas ramas de la filosofía en contextos cristianos tengan, al mismo tiempo, una buena formación histórica, que les permita acceder y conservar el sentido original, y, por otra parte, una buena formación científica. Y esto, sin precipitar concordancias.

Arzobispo de Bruselas

Desaparecido León XIII (1903) su sucesor, san Pío X, lo eligió directamente como arzobispo de Malinas y primado de Bélgica (1906) y, al año siguiente, cardenal (1907). Desde el principio se empeñó en la formación del clero. Predicó muchos retiros para sus sacerdotes (que están publicados), y fundó una asociación para cultivar su espiritualidad (Fraternidad sacerdotal de los amigos de Jesús). También creó una revista diocesana. Apoyó la universidad y preparó profesores buscando un alto nivel científico. Animó, por ejemplo, a Georges Lemaître (que fue miembro de la fraternidad sacerdotal) a que estudiara física y se relacionara con Eistein, y así postuló su teoría del Big Bang.

En el pontificado de san Pío X se suscitó la cuestión modernista. El cardenal apoyó al Papa y describió la situación en una importante conferencia en la Universidad (El Modernismo). Pero también contribuyó a superar malentendidos (Lagrange, Blondel); intentó suavizar la situación canónica de Laberthonniére y dialogar con Tyrrell, por ejemplo.

Por otra parte, desde 1909 apoyó a Dom Lambert Beaudoin en su espíritu de renovación litúrgica, que buscaba una mayor participación de los fieles, y también en sus esfuerzos de apertura ecuménica. Sostuvo también el crecimiento de la Acción Católica y se interesó mucho por la cuestión social.

La Gran Guerra (1914-1918)

En 1914, con una especie de ingenuidad suicida y sin poner los medios para evitarlo, las naciones europeas entraron en una guerra brutal que acabó a la vez con cuatro imperios, quizá un quinto de la población juvenil europea y, de paso, con el mito ilustrado del progreso.

En los primeros movimientos, Alemania invadió por sorpresa la neutral Bélgica para atacar Francia. Y castigó duramente la reacción aislada de la resistencia belga, bombardeando sistemáticamente poblaciones y la propia Lovaina, donde ardió la catedral, la universidad, la biblioteca… Al cardenal Mercier le pilló en Roma, donde había acudido a los funerales de san Pío X y al cónclave. A la vuelta (diciembre de 1914), paseó por el enorme destrozo y escribió una dura pastoral para que fuera leída en todas las iglesias, con el título Patriotismo y firmeza (Patriotisme et endurance), que se puede encontrar online.

Elogia el patriotismo como virtud cristiana, valora la entrega de los soldados que han dado su vida por la patria, anima a la población a que apoye al gobierno belga, al rey y al ejército en el exilio. Declara que el gobierno invasor es ilegítimo, que solo se deben obedecer aquellas leyes que son necesarias para el bien común y el orden público, pero pide que no se haga violencia innecesaria fuera de la que toca al ejército belga.

El mando militar alemán intentó evitar la difusión, secuestró las copias y amenazó a los párrocos, pero temiendo repercusiones entre los católicos alemanes, apenas retuvo unas horas al cardenal. Se conserva la documentación y correspondencia. En esos momentos, el cardenal representó el honor de la nación. Con todo, la Santa Sede le pidió que moderara sus expresiones políticas. Al terminar la guerra, quedó convertido en un héroe nacional en Bélgica, pero también en Inglaterra y los Estados Unidos. Hizo un viaje triunfal por los Estados Unidos (1919), donde, entre otras cosas, consiguió generosas ayudas para la reconstrucción de la Universidad de Lovaina.

El gran cardenal

Desde entonces, Mercier es un personaje con una inmensa irradiación en todo el mundo católico. Y se hizo al papel. Hay que comprenderlo. No fue un cardenal renacentista que construyera palacios barrocos. Fue un cardenal de la Iglesia en una época de enorme debilidad ante los Estados. Se necesitaba prestigio para ser oído. Él lo adquirió y lo usó en bien de la Iglesia. Incluso la Santa Sede quiso que interviniera, tras la guerra, en el tratado de Versalles para resolver la penosa cuestión de los Estados Pontificios, pero no pudo hacer nada. A su muerte, el gobierno belga le concedió un funeral de estado con todos los honores (existen viejas grabaciones online).

La densidad de la época y del mismo personaje ha hecho que todavía no exista la biografía que merecería. Existe un primer esbozo del canónico A. Simon, Le cardinal Mercier. Y Roger Aubert, gran historiador de la Universidad de Lovaina, le dedicó un conjunto importante de estudios, recogidos con ocasión de los ochenta años del propio Aubert: Le cardinal Mercier (1851-1926). Un prelat d’avant-garde. Me han servido para componer este retrato. Aparte de otros estudios especializados.

Algunos rasgos

Se le achaca altivez e incomprensión respecto al sector flamenco de Bélgica. La cuestión se ha estudiado y necesita bastantes matices. Por otra parte, pese a su pose cardenalicia, fue una persona de gustos sobrios. Especialmente durante la guerra y posguerra, no quiso desentonar con las penurias de su gente, y por ejemplo, prescindió de la calefacción y simplificó al máximo la comida.

Era devoto del Sagrado Corazón, del Espíritu Santo, de la Virgen y de la Eucaristía. Y por lo que se deduce de su correspondencia tuvo una reacción cristiana ante las muchas incomprensiones y dificultades de su vida. En los últimos años puso mucho interés en promover la proclamación del dogma de la mediación universal de María y mantuvo conversaciones con los pontífices y muchos teólogos.

Las conversaciones de Malinas

Un capítulo particularmente interesante fueron las conversaciones ecuménicas con representantes del mundo anglicano. Ocuparon la última parte de su vida (1921-1926). Comenzaron en 1921 por la amistad del lazarista p. Pombal con Lord Halifax, conocido noble anglicano que aspiraba a la unidad de la Iglesia. Acudieron al cardenal para ver qué se podía hacer. Después de informar a la Santa Sede, y sin publicidad, tuvieron lugar conversaciones entre teólogos católicos y anglicanos para estudiar en común las dificultades: la cuestión del valor de las ordenaciones anglicanas, del episcopado y de los sacramentos. Y especialmente, del ejercicio del Primado romano. Se apuntó que se podría intentar acercarse al ejercicio del primer milenio.

La muerte del cardenal dejó la cosa en suspenso, pero aquellas conversaciones fueron un importante precedente en el impulso ecuménico del Concilio Vaticano II, y formularon cuestiones y enfoques que siguen dando luz.

Familia

Andrea, una campeona de la vida

Andrea es la auténtica protagonista de su vida. Con 27 años ha sido bicampeona de España de kárate, trabaja en una empresa internacional y participa en su grupo de Renovación Carismática. Su síndrome de Down no le ha impedido hacer nada porque ella nació, como dice su madre, “para romper barreras”. 

Arsenio Fernández de Mesa·30 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Juanjo y Beatriz llevan 37 años casados. Tienen dos hijas: Olga, de 28 años y Andrea, de 27. En Sevilla, ciudad en la que estuvieron viviendo durante dos años por motivos laborales, nació Andrea, con síndrome de Down y una cardiopatía muy severa. En sus primeros seis meses de vida sufrió tres operaciones de corazón: “Fue tremendo, estábamos solos”, asegura Beatriz. Con el paso del tiempo se dieron cuenta de que siempre había alguien que les estaba protegiendo. Andrea fue bautizada con año y medio en el barracón de la parroquia Santa María de Caná, en Madrid: “Añadimos al nombre de Andrea el de María porque éramos conscientes de que iba a necesitar mucha ayuda de la Virgen”, me confiesa su madre.

Al principio, Andrea tuvo muchos problemas de salud entre las que encontramos varias neumonías y una parada cardiorrespiratoria. Se contagiaba de todo, “no se privaba de nada”. Comenzó su educación y formación en el colegio de educación especial María Corredentora. Su madre, Beatriz destaca que “la educación recibida ha sido fundamental en su desarrollo como persona”. Andrea siempre ha disfrutado siendo protagonista y no actriz secundaria en la vida: llegó a aparecer en la portada del diario ABC nacional en relación a la defensa de la educación especial, atacada por la Ley Celáa.

Con el apoyo de la fundación Prodis llegó a la Universidad Autónoma de Madrid y allí obtuvo el título propio para la inclusión laboral de las personas con discapacidad intelectual. A través de un programa de inserción laboral empezó a trabajar en el área de recursos humanos de Accenture. Allí lleva cuatro años “y está integrada y valorada. Es un pilar importante dentro de su ámbito laboral”.

Andrea siempre ha sido muy inquieta y deportista. El síndrome de Down nunca le ha impedido hacer las mismas cosas que hacían otros niños: gimnasia rítmica, pádel o baloncesto. Pero su verdadera pasión la encontró en el kárate. Su madre cuenta cómo este descubrimiento sucedió después de ver la película Karate Kid hace diez años.

Su padre la llevó al club de kárate; nunca antes habían tenido ningún alumno con síndrome de Down. Su entrenador dijo que era un reto y le animó a empezar. Y Andrea se ha convertido en la primera mujer con síndrome de Down que consigue el cinturón negro en la Comunidad de Madrid en 2019. Fue campeona de España en 2022 y es la actual campeona de España en 2023 en su categoría K-22. Recientemente, en los campeonatos europeos de kárate, siendo la primera vez que competía a nivel internacional, quedó medalla de bronce.

Protagonista y sanamente inconformista. Andrea tiene la espina clavada de no poder practicar el fútbol, que le gusta mucho. Aunque no juega lo sigue apasionadamente. Andrea es una asidua del estado Santiago Bernabéu con su padre. La música y la pintura completan sus hobbies. Es una persona muy inquieta, despierta e ilusionada. Le gusta participar en el coro de la Misa de los domingos de la parroquia Santa María de Caná. Es forofa de los Caris, como llama ella al grupo de la Renovación Carismática. “Es alegre, extrovertida, muy empática. La vida familiar gira en torno a ella, le gusta mucho ser la prota”, me cuenta alegre su madre. 

Olga, su hermana mayor, es el otro regalo de la familia. Las dos siempre han tenido entre ellas una especial complicidad y entendimiento. Sus padres le atribuyen mucha responsabilidad en todos los progresos de Andrea. Mirando atrás, Beatriz afirma que Andrea “es un milagro, porque era impensable, en los primeros meses de vida, cuando estaba tantas veces en la UCI, creer que podría llegar hasta aquí”.

Cuando Andrea nació sus padres desconocían todo sobre el síndrome de Down y han ido aprendiendo sin pausa. Hay un lema claro en sus vidas: “Nunca hay que rendirse”. En aquellos primeros meses en los que sufrieron y se hicieron muchas preguntas, les ayudó mucho la frase de un sacerdote: “No siempre hay un por qué pero siempre hay un para qué”.

“Andrea vino para romper barreras, para hacernos mejores personas y valorar lo que realmente merece la pena en la vida y así darnos cuenta que el Señor nos quiere y que nos cuida” afirma su madre emocionada. Y también “para ayudar a muchos otros jóvenes con síndrome de Down que han venido detrás de ella y se han encontrado un camino ya hecho”.

Evangelio

El sacerdocio expiatorio de Cristo. Nuestro Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote (A)

Joseph Evans comenta las lecturas de Nuestro Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote (A).

Joseph Evans·29 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

La fiesta de Nuestro Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, que celebramos hoy, es relativamente nueva en la Iglesia. La Santa Sede aprobó la fiesta por primera vez en 1987 y, posteriormente, en 2012, ofreció a las conferencias episcopales la posibilidad de incluirla en sus calendarios litúrgicos nacionales. Poco a poco, por tanto, la fiesta se está extendiendo por todo el mundo y ahora se puede encontrar en países como Australia, España, los Países Bajos, la República Checa e Inglaterra y Gales.

Celebrada anualmente el primer jueves después de Pentecostés, la fiesta se centra en el aspecto sacerdotal de la misión de Cristo en la tierra. La Carta a los Hebreos del Nuevo Testamento señala especialmente este aspecto. Jesús es “sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo que a Dios se refiere”, para expiar los pecados del pueblo. Es “el apóstol y sumo sacerdote de la fe que profesamos”, el “sumo sacerdote grande que ha atravesado el cielo”

En el Antiguo Testamento, el Sumo Sacerdote judío, y sólo él, entraba una vez al año (únicamente) en el Sanctasanctórum del Templo de Jerusalén para ofrecer un sacrificio por los pecados del pueblo, incluido el suyo propio. Pero el nuevo y más grande Sumo Sacerdote, Jesús, ha penetrado en el Santo de los Santos celestial, la presencia misma del Padre, “hecho” no por manos humanas sino por Dios mismo. Y él, sin pecado, “vive siempre para interceder” por nosotros.

Las lecturas de hoy subrayan el aspecto expiatorio del sacerdocio de Jesús, es decir, cómo repara y limpia nuestros pecados. No ofrece sangre de animales, como hacían los sacerdotes judíos, que es “imposible que […] quite los pecados”. Ofrece su propia sangre, su propio ser, en un sacrificio perfecto de obediencia. Lo vemos vivir esta obediencia cuando lucha, con éxito, en su agonía en el huerto, por unir su voluntad humana, que naturalmente temía el sufrimiento, a la voluntad divina de su Padre: “Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz. Pero no se haga como yo quiero, sino como quieres tú”.

En un momento en que las vocaciones sacerdotales en Occidente están en declive, es necesario suplicar a Dios la gracia de muchos más sacerdotes para su Iglesia, dispuestos a hacer de sí mismos un sacrificio a Dios por el bien de las almas. Debemos rezar por muchos sacerdotes humildes y obedientes que estén dispuestos a beber el cáliz que Dios les tiende. La mayor parte de las veces será una copa de alegría, como leemos en el famoso salmo 23: “Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa”. Pero en ocasiones esa copa será de sufrimiento. Con las oraciones y el amor de los fieles, los sacerdotes se regocijarán en el vino dulce de la copa y permanecerán fieles cuando el cáliz sea más difícil de beber.

Mundo

Caritas Internationalis: soluciones sostenibles para acabar con el hambre en el mundo

Con ocasión del Día Mundial contra el Hambre 2023, que se celebró el domingo 28 de mayo, Caritas Internationalis hace un llamamiento a la comunidad internacional para que elimine el desperdicio de alimentos y aplique soluciones sostenibles para acabar con el hambre en el mundo de una vez por todas.

Giovanni Tridente·29 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Todavía hay muchas poblaciones que se enfrentan a la pobreza y la escasez de alimentos; millones de personas que, debido a los conflictos, las consecuencias de las pandemias y el aumento del coste de la vida, no pueden acceder adecuadamente a la nutrición.

El llamamiento de Caritas Internationalis se centra, una vez más, en «promover la agricultura y la producción de alimentos sostenibles, reducir el desperdicio de alimentos y apoyar los sistemas alimentarios locales».

Medidas que, además de combatir adecuadamente el hambre, también, según la organización internacional, «ayudarán a preservar el planeta para las generaciones futuras». Evidentemente, esto va de la mano de la preservación de la naturaleza, también en términos globales.

Una petición expresada también por el Papa Francisco en su reciente Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que tendrá lugar el próximo 1 de septiembre.

Al lado de las víctimas de la injusticia ambiental

El Pontífice reflexiona especialmente sobre la importancia de garantizar «la justicia y la paz» para todos los pueblos del planeta.

Una de las condiciones para ello es «estar al lado de las víctimas de la injusticia medioambiental y climática», poniendo fin a esta «guerra sin sentido contra la creación».

Para ello es necesario «transformar nuestros corazones, nuestros estilos de vida y las políticas públicas que rigen nuestras ciudades».

Menos residuos y menos consumo innecesario

En particular, hay que transformar los estilos de vida para que haya «menos residuos y menos consumo innecesario, especialmente allí donde los procesos de producción son tóxicos e insostenibles». Esto es importante para que «todo el mundo pueda estar mejor: nuestros semejantes, estén donde estén, y también los hijos de nuestros hijos».

Sobre las políticas públicas y económicas «que rigen nuestras sociedades y modelan la vida de los jóvenes de hoy y de mañana», la denuncia del Papa es contundente: a menudo «favorecen riquezas escandalosas para unos pocos y condiciones de degradación para muchos».

Alcemos la voz

Ante esta dinámica», escribe el Santo Padre, «levantemos la voz», porque serán una vez más los pobres quienes sufrirán «los peores impactos». El Papa Francisco ya lo había explicado en la Encíclica Fratelli tutti, considerando injusto que sólo los poderosos y los científicos tengan voz en el debate público.

En este sentido, Cáritas Internationalis -señala en una nota- siempre trata de trabajar junto a las comunidades locales «para implementar prácticas agrícolas sostenibles, crear capacidad de adaptación al cambio climático y apoyar a los líderes mundiales y a los responsables de la toma de decisiones para que aborden y revisen las políticas que agravan el hambre en el mundo».

Así ha ocurrido, por ejemplo, en varios países de África, pero también en Pakistán, donde desde 2018 Cáritas romueve prácticas agrícolas sostenibles y ejecuta programas centrados en la resiliencia de las familias de pequeños agricultores y en mejorar su capacidad de adaptación al cambio climático y a las catástrofes, manteniendo la salud de los ecosistemas y del suelo.

En Somalia, por su parte, se financian desde hace tiempo iniciativas de ayuda a las víctimas de la sequía, así como actividades educativas para los jóvenes y los marginados.

Con ocasión de la Conferencia sobre el Cambio Climático de Bonn, que se celebrará del 5 al 15 de junio, Caritas organizará también un evento sobre las posibilidades de «trabajo conjunto en agricultura y sistemas alimentarios» entre líderes religiosos y locales, con la participación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Verde para el Clima (GCF), negociadores del Grupo Africano y la Unión Europea (UE). 

Acceso global a los bienes de la naturaleza

En cuanto a los líderes mundiales que se reunirán de nuevo para la cumbre COP28, esta vez en Dubai del 30 de noviembre al 12 de diciembre, el llamamiento del Papa en su Mensaje para la Jornada Mundial de la Creación tiene como objetivo lograr una «transición rápida y equitativa» para poner fin cuanto antes a la explotación de los combustibles fósiles, frenar los riesgos del cambio climático y salvaguardar el acceso global y seguro a los bienes de la naturaleza.

Cultura

La guerra en Ucrania, misión del cardenal Zuppi

No sólo irá a Kiev enviado por el Papa, sino también a Moscú. Los contornos de la misión de paz del cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, encargado por el Papa de actuar como su enviado especial para tratar de aliviar la situación de guerra en Ucrania, apenas empiezan a definirse.

Andrea Gagliarducci·29 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 7 minutos

El cardenal Matteo Zuppi no sólo será el enviado del Papa a Kiev, sino también a Moscú, para una misión que «no tiene como objetivo inmediato la mediación», sino más bien el de «aliviar las tensiones», en palabras del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano.

Pero, ¿por qué el Papa Francisco ha elegido al cardenal Zuppi para una misión tan delicada? ¿Qué espera conseguir el Papa?

La búsqueda de un diálogo con el agresor

Desde el comienzo de la agresión a gran escala de Rusia en Ucrania, el Papa Francisco ha buscado una orilla directa con Rusia. El 25 de febrero de 2022, de forma totalmente poco convencional, acudió incluso a la embajada de la Federación Rusa ante la Santa Sede, buscando en varias entrevistas lo que más tarde llamaría una «ventana» de diálogo con el presidente ruso Vladimir Putin. En vano.

Luego llegó la videoconferencia con el Patriarca de Moscú, Kirill, el 16 de marzo de 2022. Debería haber conducido a un histórico segundo encuentro entre el Papa y el Patriarca, y para ser justos, ya estaba en marcha. En realidad, esa videoconferencia tensó aún más las relaciones, no tanto por lo que ocurrió durante la conversación, sino por cómo el Papa Francisco la describió después, subrayando que le había dicho a Kirill que «no somos clérigos de Estado».

Con Ucrania, el Papa Francisco tiene conexiones diferentes. El arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana, Sviatoslav Shevchuk, conoce al Papa desde que era eparca de Buenos Aires, y el Papa se ha mostrado benevolente con él en repetidas ocasiones. Y no han sido pocos los gestos de cercanía del Papa a Ucrania.

Como, por ejemplo, cuando en 2016 lanzó la Colecta Extraordinaria por Ucrania. O como cuando, en 2019, convocó una reunión interdicasterial con sínodos y obispos de la Iglesia greco-católica ucraniana precisamente para hablar de la crisis ucraniana.

Pero el Papa Francisco nunca ha dejado de lado el vínculo con Rusia, a la que siempre ha prestado especial atención. Putin es el jefe de Estado actual que más veces ha sido recibido por el Papa (tres), mientras que en términos absolutos es el segundo en número de encuentros solo por detrás de la ex canciller alemana Angela Merkel, que se había reunido cinco veces con Francisco.

Los contactos con Moscú siempre se han considerado importantes. La reunión con el Patriarca Kirill en La Habana en 2016 dio lugar a un documento final que parecía sesgado hacia las posiciones rusas, aunque era apreciable como esfuerzo.

Ciertamente, Moscú era considerado un interlocutor, si no privilegiado, en todo caso al que había que prestar mucha atención. Y hubo resultados. En 2017, el cardenal Pietro Parolin fue el segundo secretario de Estado vaticano que visitó Moscú. En 2021, fue el arzobispo Paul Richard Gallagher, el «ministro de Asuntos Exteriores» del Vaticano en visitar el país.

Estas cifras sirven para afirmar que el Papa siempre ha estado atento a la situación ucraniana, aunque de forma diferente a las cancillerías y las diplomacias normales. Pero el Papa siempre ha sentido predilección por Rusia, hasta el punto de que siempre ha hecho saber que está dispuesto a ir a Moscú en cuanto le inviten. De hecho, aunque ha sido invitado varias veces a ir a Ucrania para ver la situación con sus propios ojos, el Papa siempre ha vinculado un posible viaje a Kiev a un viaje a Moscú.

La diplomacia personal del Papa

Así pues, el Papa Francisco parece pensar que el futuro de la región pasa más por un diálogo con Moscú que con Ucrania. Sin embargo, la diplomacia papal no ha dejado de manifestar su apoyo, e incluso el arzobispo Gallagher visitó Ucrania en mayo de 2022. Desde el principio, la diplomacia del Papa señaló el peligro de una escalada militar, pero nunca negó el derecho de Ucrania a la defensa.

Por su parte, el Papa ha enviado en repetidas ocasiones al cardenal Konrad Krajewski, prefecto del Dicasterio de la Caridad, para llevar ayuda a Ucrania, y también ha enviado al cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, para evaluar la situación de los refugiados.

Ahora, el Papa parece haber decidido que se necesita otro enviado personal, y la elección ha recaído en el cardenal Matteo Zuppi.

¿Por qué? Porque el cardenal Zuppi, como miembro de la comunidad de Sant’Egidio, estuvo entre los negociadores del exitoso acuerdo de paz en Mozambique. Y luego porque Sant’Egidio ha tenido una posición muy cercana a la del Papa sobre la guerra, hasta el punto de encabezar una manifestación pacifista en noviembre de 2022, y de pedir incesantemente un «alto el fuego», llegando incluso a pensar en la posibilidad de declarar Kiev «ciudad abierta», aceptando así la eventual ocupación.

Zuppi representa la diplomacia de la paz, pero también es un exponente de posiciones que el Papa parece compartir. Una vez más, por tanto, el Papa Francisco decide actuar personalmente, con la esperanza de que el cardenal Zuppi, también gracias a los contactos sobre el terreno de las organizaciones caritativas de Sant’Egidio, pueda al menos aportar algunos resultados concretos.

Al fin y al cabo, se trata de aliviar el sufrimiento, y este es el trabajo que las organizaciones cristianas llevan haciendo desde el principio en Ucrania. De hecho, desde siempre, si pensamos que el Consejo Panucraniano de Iglesias tiene más de 25 años, y ha sido una de las organizaciones más cercanas a las víctimas del conflicto que se vive desde hace años en las zonas fronterizas, en las autoproclamadas repúblicas de Dombas y Luhansk.

De hecho, ni Rusia ni Ucrania quieren misiones de mediación para la paz, y lo han dejado claro de diversas maneras. Pero una misión que al menos podría conducir a un alto el fuego ha recibido elogios la semana pasada por parte de un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, lo que indica una apertura por parte de Rusia en este sentido. ¿Se trata de una declaración de forma, de una señal de la necesidad rusa de parar para rearmarse y reagruparse, o de un sincero deseo de paz?

Una paz posible

Es difícil de definir, porque lo que se nota en esta guerra es que se trata de una guerra híbrida, librada no sólo sobre el terreno, sino también con la difusión de información, en un gran juego entre las partes.

La Santa Sede lo sabe, y Parolin también habló de guerra híbrida en la interdicasterial con la Iglesia greco-católica ucraniana en 2019. Por el momento, sin embargo, se necesitan ante todo lo que el cardenal Parolin llamó «soluciones creativas». Y una de estas soluciones sería una gran Conferencia de Paz en Europa, para redescubrir lo que se llama el «espíritu de Helsinki».

¿En qué consiste? El espíritu que condujo, en 1975, a la Declaración de Helsinki, que dio origen a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. La declaración establecía también, a propuesta de la Santa Sede, el principio de la defensa de la libertad religiosa en todos los Estados que se adhirieran a la iniciativa, y esto incluía a la Unión Soviética, que había promovido la conferencia y había querido que la Santa Sede estuviera presente.

Fue ese pasaje el que marcó el primer crujido de los regímenes ateos, obligados ahora a no perseguir la religión, so pena de comprometer un diálogo que se había llevado a cabo con dificultad. No es casualidad que, en los diez años siguientes a Helsinki, el mundo soviético empezara a crujir, mientras que la política de perestroika de Mijaíl Gorbachov crearía las condiciones para la caída del Muro de Berlín.

Sin embargo, los tiempos son muy distintos, y el «espíritu de Helsinki» difícilmente podría volver en la forma de hace cincuenta años, porque la historia y la situación son diferentes. Pero la Santa Sede quiere proponer un nuevo mundo multilateral, que se oponga al polarizado que de hecho está dividiendo en bloques incluso las reacciones a la guerra de Ucrania.

Mediación para la paz

Por tanto, lo ideal para la Santa Sede sería ser llamada a mediar. Pero incluso esto parece difícil. Cuando el Papa reveló la misión del cardenal Zuppi, sin entrar en detalles, era el 30 de abril, y el Papa estaba en el vuelo de regreso de su viaje a Hungría. Pero las palabras del Papa fueron interpretadas como las de una posible mediación, e inmediatamente se apresuró a desmentirlo. Una señal, al fin y al cabo, de que la paz es especialmente complicada de conseguir, y que en Ucrania es improbable que se alcance a menos que las dos partes lleguen a un compromiso.

El Papa está intentando alcanzar el compromiso con un enviado especial. No es seguro que esto sea suficiente.

La semana pasada, el Papa Francisco nombró al cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, enviado especial para Ucrania y Rusia.

La noticia llegó un día después de unas declaraciones del arzobispo Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales y ex nuncio en Ucrania, quien subrayó que no sabía nada sobre su posible papel como enviado a Moscú. Pero este papel será de Zuppi, dijo el cardenal Parolin en una mesa redonda por la paz en Bolonia. Zuppi», dijo el Secretario de Estado vaticano, «será un delegado del Papa no sólo en Kiev, sino también en Moscú. Así que debemos hacer sentir nuestro apoyo a la persona que ha recibido una misión tan delicada.»

Detallando aún más la misión del presidente de la CEI, el cardenal Parolin dijo -hablando al margen de la presentación del libro editado por monseñor Dario Edoardo Viganò «Papas y medios de comunicación. Edición y recepción de los documentos de Pío XI y Pío XII en el cine, la radio y la televisión». – que la misión no tiene «la mediación como objetivo inmediato», sino más bien el de «aliviar las tensiones en el conflicto de Ucrania», tratando de «fomentar un ambiente que pueda conducir a caminos de paz».

Las noticias sobre el envío de un representante del Papa se habían sucedido desde que el Papa Francisco anunció una misión confidencial por la paz en Ucrania, misión negada tanto por la parte rusa como por la ucraniana, pero reiterada varias veces por el propio cardenal Parolin, secretario de Estado vaticano. 

Misión por definir

Aún no se han definido las modalidades de la misión. El vaticanista Sandro Magister señala que el cardenal Zuppi es miembro de la Comunidad de Sant’Egidio, y que Andrea Riccardi, fundador de Sant’Egidio, ha tenido posiciones no precisamente favorables a Ucrania en relación con la guerra, primero tomando partido para que Kiev fuera declarada «ciudad abierta» (hizo el mismo llamamiento para Alepo), y después organizando una procesión pacifista el 5 de noviembre en la que pidió un alto el fuego.

Magister señala también que la posición de un alto el fuego inmediato está muy alejada de la del arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, que ha estado en Ucrania y que ha apoyado repetidamente la necesidad de una defensa armada (pero proporcionada), incluso con toda la prudencia diplomática de la Santa Sede, que ha pedido repetidamente soluciones creativas y ha advertido inmediatamente contra una escalada.

Por ello, el Papa habría preferido la diplomacia paralela de Sant’Egidio, que condujo, entre otras cosas, al acuerdo de paz en Mozambique, del que Zuppi fue mediador, pero que ha resultado problemática en otras regiones del mundo.

La misión del cardenal Zuppi recibió, sin embargo, una especie de espaldarazo del Kremlin. De hecho, un portavoz del ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, en declaraciones a la agencia estatal Ria Novosti, hizo saber que Moscú «valora positivamente la iniciativa de paz del Vaticano», aunque hasta ahora la Santa Sede «no ha tomado ninguna iniciativa para el viaje de un emisario a Rusia».

El Ministerio de Asuntos Exteriores subrayó que tomaba nota del «sincero deseo de la Santa Sede de promover el proceso de paz», añadiendo que «cualquier esfuerzo en este sentido sólo tendrá sentido si tiene en cuenta la conocida postura de principio de Rusia sobre posibles negociaciones de paz».

El Ministerio de Asuntos Exteriores también quiso señalar que hasta ahora Kiev «sigue rechazando categóricamente la posibilidad de negociaciones con Moscú y apuesta por la guerra».

El autorAndrea Gagliarducci

Vaticano

Llamamiento del Papa a la “armonía en la Iglesia” y a pedir por el Sínodo 

En la Misa del Domingo de Pentecostés, el Papa Francisco ha solicitado con intensidad que “volvamos a poner al Espíritu Santo en el centro de la Iglesia”, y a que “¡construyamos armonía en la Iglesia!”. “El Pueblo de Dios, para ser colmado del Espíritu, debe caminar unido, hacer sínodo”, ha señalado. En el Regina Caeli ha invitado a pedir “a la Virgen María que acompañe esta importante etapa del Sínodo”, la Asamblea de octubre.

Francisco Otamendi·28 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 6 minutos

En la homilía de la Misa solemne de Pentecostés, en el interior de la Plaza de San Pedro,. y con casullas rojas en el mismo Papa y en los celebrantes, el Papa Francisco ha efectuado un fuerte llamamiento a que “¡construyamos armonía en la Iglesia!”. “Volvamos a poner al Espíritu Santo en el centro de la Iglesia, (…), pongamos al Espíritu en el principio y en el centro de los trabajos sinodales”. 

“Hoy la Palabra de Dios nos muestra al Espíritu Santo en acción. Lo vemos actuar en tres momentos: en el mundo que ha creado, en la Iglesia y en nuestros corazones”, ha iniciado el Papa su homilía. Y en la segunda parte, al manifestar que “además de estar presente en la creación, lo vemos actuando en la Iglesia, desde el día de Pentecostés, ha señalado, entre otras cosas:

“El Sínodo que se está realizando es —y debe ser— un camino según el Espíritu; no un parlamento para reclamar derechos y necesidades de acuerdo a la agenda del mundo, no la ocasión para ir donde nos lleva el viento, sino la oportunidad para ser dóciles al soplo del Espíritu. Porque, en el mar de la historia, la Iglesia navega sólo con Él, que es ‘el alma de la Iglesia’ (S. Pablo VI, Discurso al Sacro Colegio por las felicitaciones onomásticas, 21 junio 1976), el corazón de la sinodalidad, el motor de la evangelización”, ha denominado el Papa Francisco al Espíritu Santo.

“Sin Él la Iglesia permanece inerte, la fe es una mera doctrina, la moral sólo un deber, la pastoral un simple trabajo”, ha proseguido. “A veces escuchamos a los así llamados pensadores, teólogos, que nos dan doctrinas frías, parecen matemáticas porque en el interior les falta el Espíritu. Con Él, en cambio, la fe es vida, el amor del Señor nos conquista y la esperanza renace. Volvamos a poner al Espíritu Santo en el centro de la Iglesia, de lo contrario nuestro corazón no será inflamado de amor por Jesús, sino por nosotros mismos. Pongamos al Espíritu en el principio y en el centro de los trabajos sinodales. Porque es ‘a Él, sobre todo, a quien necesita hoy la Iglesia. Digámosle cada día: ¡Ven!’ (cf. Audiencia general, 29 noviembre 1972)”. 

El Espíritu, en el centro de los trabajos sinodales

A continuación, ha apelado a la armonía y a “caminar juntos”, basando su meditación en la Escritura: “Y caminemos juntos, porque al Espíritu, como en Pentecostés, le gusta descender mientras ‘están todos reunidos’ (cf. Hch 2,1). Sí, para mostrarse al mundo Él escogió el momento y el lugar en el que estaban todos juntos. Por lo tanto, el Pueblo de Dios, para ser colmado del Espíritu, debe caminar unido, hacer sínodo. Así se renueva la armonía en la Iglesia: caminando juntos con el Espíritu al centro. ¡Hermanos y hermanas, construyamos armonía en la Iglesia!”

Acudir a la Virgen en santuarios marianos

Unos minutos más tarde, antes de rezar la oración mariana del Regina Caeli, ya desde la ventana del Palacio Apostólico, el Santo Padre ha efectuado una concreta petición de oración para estos días: “Con el fin del mes de mayo, en santuarios marianos de todo el mundo están previstos momentos de oración para prepararnos a la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos. Pidamos a la Virgen María que acompañe esta importante etapa del Sínodo, con su materna protección”. 

Y a continuación, la guerra de Ucrania, como viene haciendo desde tiempo: “A Ella confiamos también el deseo de paz de tantas poblaciones en todo el mundo. Especialmente, de la martirizada Ucrania.

“Mucha división, mucha discordia”

Durante la Misa, que presidió el Santo Padre y concelebró en el altar principal el cardenal João Braz de Aviz, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, junto a otros cardenales, el Papa no ha dejado de referirse a las divisiones.

“Hoy en el mundo hay mucha discordia, mucha división”, ha subrayado. “Estamos todos conectados y, sin embargo, nos encontramos desconectados entre nosotros, anestesiados por la indiferencia y oprimidos por la soledad. Muchas guerras, muchos conflictos; ¡parece increíble el mal que el hombre puede llegar a realizar! Pero, en realidad, lo que alimenta nuestras hostilidades es el espíritu de la división, el diablo, cuyo nombre significa precisamente ‘el que divide’. Sí, el que precede y excede nuestro mal, nuestra desunión, es el espíritu maligno, el «seductor del mundo entero» (Ap 12,9). Él goza con los antagonismos, con las injusticias, con las calumnias”. 

“Y, frente al mal de la discordia, nuestros esfuerzos por construir la armonía no son suficientes”, ha señalado el Papa Francisco. “He aquí entonces que el Señor, en el culmen de su Pascua, en el culmen de la salvación, derramó sobre el mundo creado su Espíritu bueno, el Espíritu Santo, que se opone al espíritu de división porque es armonía; Espíritu de unidad que trae la paz. ¡Pidámosle que venga cada día a nuestro mundo!” 

“El Espíritu crea armonía, nos invita a dejar que su amor y sus dones, que están presentes en los demás, nos sorprendan. Como nos ha dicho san Pablo: ‘Hay diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu […] Porque todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo’ (1 Co 12,4.13). Ver a cada hermano y hermana en la fe como parte del mismo cuerpo al que pertenezco; esta es la mirada armoniosa del Espíritu, este es el camino que nos indica”, ha agregado el Pontífice.

“¿Perdono, promuevo reconciliación y creo comunión?” 

Al comentar el tercer aspecto, “el Espíritu crea armonía en nuestros corazones”, el Santo Padre ha resaltado que “lo vemos en el Evangelio, cuando Jesús, la tarde de Pascua, sopló sobre sus discípulos y dijo: ‘Reciban el Espíritu Santo’ (Jn 20,22). Lo da con un fin específico: para perdonar los pecados, es decir, para reconciliar los ánimos, para armonizar los corazones lacerados por el mal, rotos por las heridas, disgregados por los sentimientos de culpa. Sólo el Espíritu devuelve la armonía al corazón porque es Aquel que crea la «intimidad con Dios» (S. Basilio, Spir., XIX,49). Si queremos armonía, busquémoslo a Él, no a los sucedáneos mundanos. Invoquemos al Espíritu Santo cada día, comencemos rezándole cada día, ¡seamos dóciles a Él!”

“Y hoy, en su fiesta, preguntémonos”, ha invitado. “¿Soy dócil a la armonía del Espíritu o sigo mis proyectos, mis ideas, sin dejarme modelar, sin dejarme transformar por Él? ¿Me apresuro a juzgar, señalo con el dedo y le cierro la puerta en la cara a los demás, considerándome víctima de todo y de todos? O, por el contrario, ¿acojo su poder creador armonioso, la “gracia del conjunto” que Él inspira, su perdón que da paz, y a mi vez perdono, promuevo reconciliación y creo comunión? 

“Si el mundo está dividido, si la Iglesia se polariza, si el corazón se fragmenta, no perdamos tiempo criticando a los demás y enojándonos con nosotros mismos, sino invoquemos al Espíritu”, ha alentado Francisco, con la siguiente oración:

“Espíritu Santo, Espíritu de Jesús y del Padre, fuente inagotable de armonía, te encomendamos el mundo, te consagramos la Iglesia y nuestros corazones. Ven, Espíritu creador, armonía de la humanidad, renueva la faz de la tierra. Ven, Don de dones, armonía de la Iglesia, únenos a Ti. Ven, Espíritu del perdón, armonía del corazón, transfórmanos como Tú sabes, por intercesión de María”. 

Regina Caeli: ¿nos encerramos en nosotros mismos”

Antes del rezo del Regina Caeli, que ha tenido lugar tras la Misa, a las 12,00 h., el Papa ha señalado en su alocución que “con el don del Espíritu, Jesús quiere liberar a los discípulos del miedo que los mantiene encerrados en sus casas, para que puedan salir y convertirse en testigos y anunciadores del Evangelio. Detengámonos, pues, en el Espíritu que libera del miedo”. 

En ese momento, Francisco ha preguntado: ¿Cuántas veces nos encerramos en nosotros mismos? ¿Cuántas veces, por alguna situación difícil, por algún problema personal o familiar, por el sufrimiento que padecemos o por el mal que respiramos a nuestro alrededor, corremos el riesgo de caer poco a poco en la pérdida de la esperanza y nos falta el valor para seguir adelante? Entonces, como los apóstoles, nos encerramos en nosotros mismos, atrincherándonos en el laberinto de las preocupaciones”.

“El Espíritu Santo libera del miedo”

“El miedo bloquea, paraliza. Y aísla: pensemos en el miedo hacia el otro, al extranjero, al diferente, al que piensa distinto”, ha reflexionado el Papa. “E incluso puede haber miedo a Dios: a que me castigue, a que se enfade conmigo… Si damos espacio a estos falsos miedos, se cierran las puertas: las del corazón, las de la sociedad, ¡e incluso las puertas de la Iglesia! Donde hay miedo, hay cerrazón. Y eso no está bien”, ha dicho con fuerza. 

“El Evangelio, sin embargo, nos ofrece el remedio del Resucitado: el Espíritu Santo. Él libera de las prisiones del miedo. Al recibir el Espíritu, los apóstoles -hoy lo celebramos- abandonan el Cenáculo y salen al mundo para perdonar los pecados y proclamar la Buena Nueva. Gracias a Él, se vencen los miedos y se abren las puertas. Porque esto es lo que hace el Espíritu: nos hace sentir la cercanía de Dios y así su amor echa fuera el temor, ilumina el camino, consuela, sostiene en la adversidad”, ha manifestado a los fieles y peregrinos.

“Un nuevo Pentecostés que ahuyente los miedos”

Por último, “ante los temores y las cerrazones, invoquemos al Espíritu Santo para nosotros, para la Iglesia y para el mundo entero: para que un nuevo Pentecostés ahuyente los miedos que nos asaltan y reavive el fuego del amor de Dios. Que María Santísima, la primera que fue colmada del Espíritu Santo, interceda por nosotros”, ha concluido el Papa.

Tras el rezo de la oración mariana, el Papa Francisco ha recordado el 150 aniversario de la muerte de una de las figuras más grandes de la literatura, Alessandro Manzoni, y ha invitado a “rezar por las poblaciones que viven en la frontera entre Myanmar y Bangladesh, duramente golpeadas por un ciclón: más de ochocientas mil personas, que se suman a los numerosos rohinyás que ya viven en condiciones precarias. Al renovar mi cercanía a estas poblaciones, hago un llamado a los líderes para que faciliten el acceso de la ayuda humanitaria, y apelo al sentido de la solidaridad humana y eclesial para que acudan en ayuda de estos hermanos y hermanas nuestros”.

El autorFrancisco Otamendi

Cultura

Iglesias que cantan

La arquitectura sagrada del siglo XX y XXI según Romano Guardini, Rudolf Schwarz, Louis Bouyer y Frédéric Debuyst.

Fernando López Arias·28 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El poeta francés Paul Valéry escribió en Eupalinos o el Arquitecto que en las ciudades hay edificios mudos, otros que hablan y unos más, los más raros, que cantan. Difícil labor la del arquitecto que trata de hacer cantar sus edificios, sin desafinar con notas estridentes. Continuando con esta imagen, podríamos decir que muchas iglesias cristianas construidas en los últimos decenios han emitido registros sonoros que oscilan entre el vulgar mutismo y las pocas palabras balbucientes. Algunas en cambio, las más raras, cantan música celestial. Al mismo tiempo, el siglo XX ha sido un momento de extraordinaria producción de “música litúrgica” para hacer que la arquitectura cristiana “cante”. Cuatro “compositores” católicos destacados del pasado siglo en este ámbito fueron Romano Guardini, Rudolf Schwarz, Louis Bouyer y Frédéric Debuyst. En el número de junio de Omnes hablaremos más ampliamente de arquitectura sagrada del siglo XXI.

Romano Guardini (1885-1968)

Pocos personajes del siglo pasado han sido más influyentes en el pensamiento cristiano que Romano Guardini, especialmente para la teología de la liturgia. En su conocido libro El espíritu de la liturgia (Vom Geist der Liturgie, 1918) dedica algunas significativas páginas al espacio celebrativo. Este surge del encuentro de dos “mundos interiores”: el de Dios y el de los hombres. Una persona puede percibir este espacio existencial sólo a través de la Iglesia y en la Iglesia. Por todo ello, el “ambiente” donde poder experimentar este espacio litúrgico interior es precisamente la oración.

Guardini concibe la “formación” del espacio celebrativo a partir del movimiento del cuerpo en el rito. Este espacio viviente se funde con el espacio arquitectónico ― que de él toma forma ― para dar origen al espacio celebrativo. Por otro lado, una de las aportaciones esenciales de Guardini por lo que respecta a la arquitectura sagrada es su reflexión sobre las imágenes litúrgicas. La iglesia cristiana es fundamentalmente un lugar simbólico, sacramental, epifánico. En él, la imagen sagrada participa especialmente de esta capacidad de manifestar el misterio divino. El hombre a través de su experiencia de la imagen entra en comunión con Dios. La presencia de imágenes en el templo no es pues una cuestión únicamente de devoción y mucho menos de ornato. En este sentido, incluso la misma superficie vacía tiene para Guardini un significado simbólico, en cuanto imagen del Dios inefable cuya presencia se hace elocuente en el “silencio” icónico.

Rudolf Schwarz (1897-1961)

Íntimamente relacionado con Guardini se encuentra Rudolf Schwarz. Como arquitecto, colaboró estrechamente con Guardini en la remodelación de la capilla y de la Sala de los Caballeros del Castillo de Rothenfels, lugar de reunión de los jóvenes del Quickborn (movimiento juvenil alemán del período de entreguerras, cuya alma mater y guía espiritual era Guardini). Uno de estos jóvenes fue el mismo Schwarz, cuyas iglesias se convertirán en iconos de la renovación de la arquitectura cristiana contemporánea.

Por lo que respecta a su producción teórica, su obra La edificación de la Iglesia (Vom Bau der Kirche, 1938) es posiblemente el libro más influyente del pasado siglo en este ámbito. Las iglesias y los objetos del culto “no deben servir a la liturgia, sino que deben ser la liturgia”. Schwarz consideraba su “primera iglesia” un cáliz que diseñó para Guardini. Deseaba que cada iglesia fuera a su vez un cáliz, receptivo de la gracia, espacio abierto al encuentro con Dios.

El libro de Schwarz pasará sin embargo a la historia por sus famosos “siete planos” para la construcción de la iglesia. Se trataba de disposiciones de la asamblea litúrgica y del altar concebidas como instantáneas de la configuración espacial progresiva de la comunidad (aunque con frecuencia se interpreten erróneamente como posibles plantas para edificios sagrados). El espacio vivo que es la asamblea litúrgica se mueve, oscila y varía a lo largo del tiempo, generando las diversas disposiciones simbólicas.

Louis Bouyer (1913-2004)

A pesar de que la obra de Louis Bouyer Arquitectura y liturgia (Liturgy and Architecture, 1967) pasó relativamente desapercibida cuando fue publicada, su importancia ha sido reconocida progresivamente con el paso de los años. En ella Bouyer enuncia su conocida teoría sobre el origen de la arquitectura cristiana. El espacio celebrativo estaría directamente emparentado con la arquitectura de las sinagogas de la diáspora hebrea, especialmente las de Siria. El origen principalmente judío de estas primeras comunidades cristianas determinó la asunción del esquema sinagogal como estructura de base para las iglesias. La diferencia esencial estaría en que el lugar del cofre donde se guardaban los rollos de la Torah fue ocupado por el altar.

Usando una imagen audaz, Bouyer concibe el templo como un tálamo nupcial, donde tiene lugar el encuentro esponsal entre Cristo y la Iglesia. La liturgia es precisamente el momento de Comunión interpersonal en el que se genera la vida. En la génesis del espacio celebrativo se encuentra la proclamación de la Palabra: la Iglesia nace de la Palabra de Dios, que la convoca en torno a sí como comunidad de culto (Ekklesía). Esta generación del espacio celebrativo a partir de la Palabra explica la propuesta de Bouyer de situar, como en las antiguas iglesias bizantinas, el ambón en el centro de la nave. Desde la Palabra, Cristo conduce la asamblea al altar, orientándola hacia la Jerusalén celeste (el altar se situaría en el extremo oriental del edificio).

Frédéric Debuyst (1922-2017)

El recientemente fallecido Frédéric Debuyst, fundador y prior del monasterio benedictino de Clerlande, fue siempre un apasionado promotor de los espacios celebrativos a medida humana, donde la cercanía de Dios en medio de una pequeña comunidad se palpaba en modo vivo. En sus propuestas arquitectónicas, buscaba siempre un delicado equilibrio entre familiaridad y misterio, cercanía y trascendencia, belleza y sencillez, distancia y proximidad… Esta ambivalencia del espacio celebrativo era lo que consideraba el carácter genuino de la domus ecclesiae, o bien, El genio cristiano del lugar (Le génie chrétien du lieu, 1997).

El “genio del lugar” (genius loci) era en el mundo romano el “ambiente” o la “atmósfera” específica de un sitio. En época reciente, este concepto estuvo en el centro del debate arquitectónico a partir de la publicación de la célebre obra de Christian Norberg-Schulz Genius loci (1979). Debuyst trata de definir el carácter de este genius en el caso de las iglesias, descubriéndolo en su destinación para la liturgia y en su capacidad de mantener y reforzar delicadamente el carácter del lugar donde se construyen (espacio), así como las circunstancias históricas del momento en que se edifican (tiempo). Debuyst, como buen conocedor de Guardini y de Schwarz, recuerda que la arquitectura se desarrolla a partir del rito y en función de él.

Afortunadamente, la música de estos cuatro maestros no ha dejado de sonar hasta nuestros días: sus obras siguen siendo motivo de inspiración para arquitectos y estudios de la liturgia. Como en el caso de otros grandes autores, sus libros se han convertido ya en clásicos. Y los clásicos son esas obras inagotables que nunca te cansas de leer… y releer.

El autorFernando López Arias

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Cultura

Cuidar la música, el Pontificio Instituto de Música Sacra

El Papa san Pio X fundó en el año 1910 en Roma, un instituto de excelencia con el nombre "Scuola superiore di musica sacra" para que se preserven los tesoros musicales que surgieron a través de los siglos y en los diversos lugares y culturas del mundo.

Hernan Sergio Mora·27 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

La Iglesia católica desde sus orígenes dio gran importancia a la música, en particular la que anima y da belleza a la liturgia. Consciente de ello, el Papa san Pio X fundó en el año 1910 en Roma, un instituto de excelencia con el nombre «Scuola superiore di musica sacra» para que se preserven los tesoros musicales que surgieron a través de los siglos y en los diversos lugares y culturas del mundo. Además para que se formen los nuevos y futuros músicos y compositores que darán brillo a las ceremonias religiosas en los más diversos países del mundo.

Hoy, el Pontificium Institutum Musicae Sacrae (PIMS), está dirigido por Mons. Vincenzo de Gregorio, 77 años, en quien se trasluce la alegría de un itinerario sacerdotal y artístico sereno, que le llevó desde su anterior encargo -director de la Orquesta Sinfónica de Nápoles- a este Instituto. El PIMS por facultad de la Sede Apostólica, confiere los grados académicos de bachillerato, licenciatura, magisterio y doctorado.

Los contenidos

“Este instituto tiene en su interior -explica Mons. De Gregorio – siete órganos, salas de estudio, varios pianos, un aula magna, la capilla principal con un coro proveniente de la antigua iglesia de San Calixto y una biblioteca con 40 mil volúmenes que es parte del sistema bibliotecario italiano”.

El programa es vasto: se aprende canto gregoriano, composición, polifónico, coralidad -en particular de la Schola Romana- pasando por el ‘coro a cappella medioevale’ y llegando a la música contemporánea, sin olvidar el piano, la organografía, liturgia, programación litúrgica, pastoral, musicología y canto didáctico.

El órgano merece un capítulo especial, puesto que en la etapa trienal se enseña la literatura organística antigua, barroca y moderna. El segundo nivel académico de dos años se pone en la perspectiva de tres tipologías: música antigua, el órgano en la literatura del siglo XVII y XVIII, improvisación y composición para la liturgia. 

Los estudiantes

Para ingresar a esta universidad mixta no hay que ser necesariamente católico, indica su Rector, pero los postulantes “deben traer una carta de presentación de un obispo y aprobar un examen que certifique el nivel”, si bien algunos antes de ingresar tienen que realizar estudios previos. 

“El instituto pasó de poco menos de 50 alumnos al inicio de mi mandato hace once años, a los casi 160 actuales, provenientes de unos 40 países, de los cuales 35 estudiantes en la residencia universitaria”, explica el sacerdote. Reconoce, entretanto, que no se logra tener un número mayor de alumnos, “porque a diferencia de otras disciplinas, cada uno de ellos necesita una atención individual”.

Los alumnos durante un ensayo

En el mes de septiembre se realizan los exámenes de composición, con pruebas específicas, seguido por el de admisión y en octubre inicia el año académico.

La sede

Su actual sede, la abadía “San Girolamo in urbe” construida a inicios del siglo pasado, fue entregada a los benedictinos de Francia y Luxemburgo, quienes por voluntad de Pío XI profundizaron la crítica literaria sobre la Sagrada Escritura, usando la filología, semiótica, arqueología y otras ciencias.

A partir de 1984 pasó a ser la sede del Pontificium Institutum Musicae Sacrae (PIMS), que además mantiene su auditorio en la Piazza di Sant’Agostino. Hoy el PIMS goza de personalidad jurídica propia, “sui juris” y se rige por las normas del derecho canónico, depende del dicasterio de la Cultura y Educación, creado por el papa Francisco con la Constitución apostólica Praedicate evangelium, promulgada el 19 de marzo de 2022 y que fusionó a dos dicasterios: el Pontificio Consejo de la Cultura y la Congregación para la Educación Católica

El autorHernan Sergio Mora

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Mundo

El 50% de las delegaciones de OMP aumentó su recaudación en 2022

El miércoles 24 de mayo concluyeron las Jornadas Nacionales de los Delegados de Misión y la Asamblea Nacional de Obras Misionales Pontificias.

Loreto Rios·26 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El miércoles concluyeron las Jornadas Nacionales de los Delegados de Misión y la Asamblea Nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP), que se han celebrado del 22 al 24 de mayo. El lema ha sido “Obras Misionales Pontificias: parte de la historia”.

Las jornadas se han celebrado en San Lorenzo del Escorial, y han contado con la participación del director de la Comisión Episcopal de Misiones, monseñor Francisco Pérez González, y el director de Obras Misionales Pontificias México, Antonio de Jesús Mascorro.

Ambos eventos han estado presididos por el director nacional de OMP de España, José María Calderón.

Con el lema, “Obras Misionales Pontificias: parte de la historia”, se ha querido poner de manifiesto la importancia de la evangelización a la hora de constituir las sociedades tal y como las conocemos. También se quiere destacar la labor que han desarrollado los misioneros a lo largo de la historia.

Las jornadas comenzaron con una ponencia del historiador Alfredo Verdoy titulada “Los misioneros españoles, constructores de una nueva civilización cristiana”.

El día 23 las jornadas estuvieron enfocadas en el aspecto económico. Se comentó que el año pasado el 50 % de las delegaciones aumentaron su recaudación, por lo que OMP España pudo enviar un 2,9 % más a los territorios de misión.

El director nacional, José María Calderón, también habló de las tres jornadas de las Obras Misionales Pontificias: Infancia Misionera, Vocaciones Nativas y el Domund.

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Cultura

Aniceto Masferrer: “La gran mayoría prefiere no pensar por uno mismo”

Los valores asumidos mayoritariamente por una sociedad constituyen la ética pública, que suele evolucionar con el paso del tiempo. Omnes ha conversado con el catedrático de la Universidad de Valencia, Aniceto Masferrer, sobre su último libro, ‘Libertad y ética pública’, en el que habla sobre libertad, la necesidad de estimular el pensamiento crítico y fomentar el diálogo, la sociedad civil, el Derecho o las ideologías.

Francisco Otamendi·26 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 12 minutos

“La gran mayoría prefiere no tener que vencer la pereza ni superar el temor que implica pensar por uno mismo, ni asumir los riesgos que conlleva, como la posibilidad de equivocarse, quedar en evidencia y tener que rectificar”, asegura el catedrático de Historia del Derecho y de las Instituciones en la Universidad de Valencia, profesor Aniceto Masferrer (Girona, España, 1971), en su reciente libro, ‘Libertad y ética pública’

Conversar con Aniceto Masferrer exige honestidad intelectual. Y leerle también, porque  defiende que “una sociedad es más madura y democrática cuando sus individuos son capaces de estrechar lazos de amistad, también con quienes no piensan como ellos, de ver en quienes discrepan de sus ideas como alguien que les ayuda y enriquece, y no como un incordio u obstáculo para su realización personal”.

En la entrevista, el intelectual se refiere a iniciativas de gente joven que promueven la creación de espacios para la libre expresión de las ideas, el diálogo y las relaciones interpersonales (@FreeThinkers.fu, It’s Time to Think, We are Seekers, entre otras). 

Sobre éstos y algunos temas más, como la guerra de Ucrania, conversamos con Aniceto Masferrer, investigador y profesor en universidades europeas, americanas y de Oceanía, y autor prolífico.

La libertad es tema central de su reciente libro ‘Libertad y ética pública’. 

—Pienso que una vida no sería verdaderamente humana si se renunciara a amar en libertad, no sería realmente libre si se desentendiera de la verdad, y no podría acceder a la verdad quien no pensara por sí mismo. La libertad es un rasgo fundamental del ser humano. Una vida humana sin libertad, no es vida.

Según el mito posmoderno de la libertad, es bueno lo que uno quiere y malo lo que uno no quiere. No se admite que pueda ser malo algo que uno realmente quiere, ni pueda ser bueno algo que uno en realidad no quiere. Y es un ‘mito’ porque la misma realidad se encarga de desmentir semejante planteamiento. Como afirmó Ortega y Gasset, “toda realidad ignorada prepara su venganza”. 

Y su discípulo Julián Marías señalaba que “se puede ‘de buena fe’ estar en la creencia de que 2 y 2 son 5. Lo malo es que cuando se obra de acuerdo con esa convicción, se tropieza con la realidad, porque ella no tolera las falsedades y se venga siempre de ellas. De ahí viene el fracaso de la vida”. 

Es cierto, como apuntó T. S. Eliot, que “el género humano no puede soportar mucha realidad”, pero algunos parecen no soportar otra realidad o verdad que no coincida con sus deseos e intereses personales, actitud criticada por Bertrand Russell: “Me parece fundamentalmente deshonesto y dañino para la integridad intelectual, creer en algo sólo porque te beneficia y no porque pienses que es verdad”.

En la presentación se refirió a la necesidad de estimular el pensamiento crítico. ¿Por qué esa convicción? 

—La gran mayoría prefiere no tener que vencer la pereza ni superar el temor que implica pensar por uno mismo, ni asumir los riesgos que conlleva, como la posibilidad de equivocarse, quedar en evidencia y tener que rectificar. Una parte importante de la ciudadanía prefiere formar parte de aquella masa amorfa de la que hablaba Ortega y Gasset (La rebelión de las masas), carente de personalidad, que no piensa por sí misma sino que necesita ser pensada por otra persona o colectivo –en ocasiones, victimizado–, limitándose a imitar y reproducir lo que ve en los demás.

La persona que no piensa por sí misma, renuncia a ser ella misma y entrega su libertad, sintiéndose así resguardada por una colectividad anónima de la que no se atreve ya a disentir. Se convierte en un cadáver viviente porque ya no es ella misma, ni siquiera es capaz de plantearse ser la persona que en realidad querría llegar a ser. Es la nueva ciudadanía que, creyendo disfrutar de una libertad que discurre al margen de la realidad, genera desengaño, vacío, ansiedad y frustración.

Libertad y ética pública

Autor: Aniceto Masferrer
Editorial: Sekotia
Páginas: 272
Año: 2022

También alude al fomento del diálogo, en particular con quien piensa de modo distinto. Por otra parte, sigue la escalada bélica en Ucrania. 

—El ser humano tiene una tendencia al sectarismo, que le lleva a pensar que él sabe más que los demás, o que la pertenencia a un grupo le hace mejor que el resto. Nos cuesta aceptar que la verdad, la belleza y la justicia no son patrimonio exclusivo de nadie. Nadie posee toda la verdad, sino tan sólo partes de ella. Quizá sería incluso más certero decir que es la verdad la que posee a alguien. Pero no puede poseer a quien no dialoga, a quien no es capaz de tomarse en serio las razones de quienes no piensan como él. 

Existen tres vías para acceder al conocimiento de la realidad: la observación, la reflexión y el diálogo. Sin diálogo no puede haber conocimiento de la realidad, ni posibilidad de avanzar o progresar como sociedad. De ahí la importancia de fomentar el pensamiento crítico y la expresión de las propias ideas en un clima respetuoso hacia todos, y en particular hacia quienes piensan de modo distinto. De lo contrario, el diálogo no es posible. Y sin diálogo, no cabe la convivencia pacífica en todos los ámbitos (familiar, social, nacional o entre las naciones). Cuando no hay diálogo, las diferencias se dirimen con la mera suma de los votos o con la violencia. Y el resultado suele ser la sinrazón y la muerte –tanto civil como natural– de las personas, como está sucediendo en Ucrania y en tantos otros países del mundo.

Señala en su libro que la libertad de expresión, incluyendo la discrepancia, y la cultura del diálogo, son claves para salvaguardar la democracia… 

—La discrepancia viene exigida por una razón de educación elemental, y por otra de sentido común en la convivencia con personas con visiones distintas en el marco de una democracia plural. Pero existe otra razón aún más importante: sólo la discrepancia permite alcanzar una visión más amplia y completa de la realidad, que jamás es simple, llana y uniforme, sino rica, compleja y poliédrica. El científico Karl R. Popper afirmó que “el aumento del conocimiento depende por completo de la existencia del desacuerdo”. También se ha dicho, y con razón, que “la capacidad de escuchar a gente inteligente que no está de acuerdo contigo es un talento difícil de encontrar” (Ken Follet). En efecto, es más fácil arrimarse a quienes nos complacen, como hacen los niños, porque, como dijo Kant, “¡Es tan cómodo ser menor de edad!”.

Sin embargo, una sociedad es más madura y democrática cuando sus individuos son capaces de estrechar lazos de amistad, también con quienes no piensan como ellos, de ver en quienes discrepan de sus ideas como alguien que les ayuda y enriquece, y no como un incordio u obstáculo para su realización personal. Tener amistad sólo con aquellas personas cuyas ideas nos complacen y compartimos, supone quedarse en la inmadurez, renunciar a una plenitud que implica partir del reconocimiento de que uno no tiene toda la verdad y que sólo me puedo ir acercando a ella escuchando y comprendiendo el punto de vista de los demás.

 ¿Por qué se ha sustituido la razón por la ideología? 

—Hannah Arendt muestra, en Los Orígenes del Totalitarismo, la relación entre el totalitarismo y la ideología, y señala que “la dominación totalitaria (…) se orienta a la abolición de la libertad, incluso a la abolición de la espontaneidad humana en general”. En realidad, la libertad y la razón humanas son los grandes enemigos de la ideología.

Sin embargo, es erróneo pensar que esta amenaza se da tan sólo en regímenes políticos totalitarios (tanto de derechas como de izquierdas), que en muchos países occidentales este peligro está superado y que forma parte ya del pasado. Así pensaban a principios del siglo pasado, como describe Stefan Zweig en su novela Castellio contra Calvino. Conciencia contra violencia (1936). 

Percibe usted una cierta apatía social. Se delega todo en los gobiernos o en el Estado, y nos conformamos.

—Benjamin Constant, en su famosa conferencia (‘De la libertad de los antiguos comparada con la de los modernos’) pronunciada en el Ateneo de París en febrero de 1819, ya advertía que una excesiva intervención del poder público “es siempre una molestia y un estorbo.” Y añadía: “Siempre que el poder colectivo quiere mezclarse en operaciones particulares, perjudica a los interesados. Siempre que los gobiernos pretenden hacer nuestros negocios, los hacen peor y de forma más dispendiosa que nosotros.”

Constant instaba a la sociedad a ejercer “una vigilancia activa y constante sobre sus representantes, y reservarse, en períodos que no estén separados por intervalos demasiado largos, el derecho de apartarles si se han equivocado y de revocarles los poderes de los que hayan abusado”. 

Ligado a lo anterior. ¿Asistimos en Occidente al papel de Estados y gobiernos como agentes configuradores de los valores fundamentales que sustentan la convivencia? ¿O es excesiva esta percepción?

—Resulta sintomático que los políticos vean con buenos ojos la falta de implicación y participación del ciudadano en la vida pública, limitada tan solo –y en el mejor de los casos– a echar la papeleta en la urna cada cierto tiempo. La inmensa mayoría de la clase política actual parece razonar de forma muy similar a cómo lo expresaba Constant hace ya dos siglos: “¡Están completamente dispuestos a ahorrarnos cualquier preocupación, excepto la de obedecer y la de pagar! Nos dirán: ¿Cuál es en definitiva el objetivo de vuestro esfuerzo, de vuestro trabajo, de todas vuestras esperanzas? ¿No es acaso la felicidad? Pues bien, dejadnos hacer y os daremos esa felicidad. No, señores, no les dejemos hacer por muy conmovedor que resulte tan entrañable interés; roguemos a la autoridad que permanezca en sus límites, que se limite a ser justa. Nosotros nos encargaremos de ser felices”.

Y una cuestión que la ciudadanía jamás debería delegar en ningún poder –tampoco en el político– es la relativa a la configuración de la ética pública de la sociedad porque lo propio de una auténtica democracia liberal es que sean los ciudadanos los principales agentes configuradores de la ética pública. 

Pienso que en una democracia libre y plural no debería ser el Estado el principal agente configurador de los valores fundamentales que sustentan la convivencia social. Tampoco los grandes grupos empresariales, mediáticos y financieros. De lo contrario, la democracia se corrompe y se convierte en demagogia, desembocando fácilmente en un régimen autoritario o totalitario. 

Ese proceso de corrupción de la democracia se evita cuando la libertad política de una comunidad tiene como base la suma de las libertades individuales, no en abstracto, sino en su concreto y libérrimo ejercicio. Por eso, es fundamental que todo ciudadano piense por sí mismo, que exprese públicamente su pensamiento en un clima de libertad –con independencia de lo que piense–, y que contribuya, dentro de sus posibilidades, a configurar la ética pública de la sociedad en la que le ha tocado vivir.

Hace notar usted que en los argumentos que se ofrecen al presentar reformas legales, se habla de demandas sociales entonces casi inexistentes…, y luego lo legal se percibe como moral…

—En efecto, se está perdiendo la distinción entre la esfera de lo legal y de lo moral, tan importante en el pensamiento y la cultura jurídica occidental. En realidad, es una consecuencia de la falta de pensamiento crítico. Quien no piensa por sí mismo, tiende a creer que todo lo legal es moralmente lícito, y no cae en la cuenta de que algunas leyes aprobadas por el poder político pueden ser injustas porque no salvaguardan la dignidad y los derechos de todos, en particular de los más vulnerables.

La historia de los derechos humanos muestra esta realidad. El reconocimiento de determinados derechos ha sido, en muchas ocasiones, la respuesta a situaciones sociales moralmente insostenibles. 

Insostenible era el trato que algunos colonos propiciaron a los indígenas en América (s. XVI); insostenibles eran los atropellos a la libertad religiosa y sus consiguientes guerras de religión (s. XVI y XVII); insostenible era el poder omnímodo de las monarquías absolutas (s. XVI-XVIII); insostenibles eran las condiciones de la mayoría de los trabajadores, así como el trato indigno a las mujeres, niños y personas sin trabajo, enfermas o discapacitadas (s. XIX y XX); insostenibles fueron las teorías filosófico-políticas que propiciaron ―o incluso justificaron― las dos guerras mundiales (s. XX).

Insostenible es el dualismo global existente en la actualidad, en donde algunos viven en la más completa opulencia a costa de muchos otros que carecen de lo indispensable para vivir con un mínimo de dignidad (agua potable, comestibles, vivienda, educación, comunicación, etc.), mientras el resto contempla ―con cierta complicidad e impotencia― la riqueza de unos y la indigencia de tantos otros; insostenible es que una parte del mundo lleve una vida consumista y hedonista, justificando el atropello a los derechos de los indefensos, de los seres más vulnerables, de aquellos que no pueden valerse por sí mismos, o de aquellos que cuando vengan ya no podrán disfrutar del mundo y del medio ambiente del que nosotros gozamos en la actualidad.

¿Qué propondría usted para fortalecer la sociedad civil? Conoce la historia y ha viajado por medio mundo…

—La clave es volver a la realidad, vivir en ella, no fuera de ella. Lo ilustraré con una anécdota de esta semana. Al contar a una administrativa de mi universidad que en unos días asistiría a un congreso con una ponencia sobre la libertad sexual en el Derecho penal moderno, me interrumpió y preguntó: “¿Libertad sexual o perversión de lo sexual?”. Le contesté diciéndole que no me parecía que fuera ese el mejor modo de plantear el tema en un congreso internacional celebrado en París, la ciudad que vivió la revolución de mayo del 68. Ella me dijo: “Hoy hay más perversión que libertad sexual”. Y añadió: “Lo que hay es mucha ignorancia. Cuando se pierde el contacto con la realidad, es muy fácil sacar las cosas de quicio y perder el sentido común. Esto es lo que ha pasado con el sexo en la sociedad actual”.

No hace falta tener una gran formación cultural para discernir entre lo verdadero y lo falso, entre lo bueno y lo malo, entre aquello que nos humaniza y lo que nos deshumaniza; ni tampoco disponer de un tiempo libre del que no disponemos. Sí es necesario, sin embargo, encontrar un ritmo vital que nos permita observar la realidad con más atención, reflexionar más críticamente sobre lo que acontece en el mundo –en nuestra vida y en la de los demás–, tener –encontrar o crear– espacios que fomenten la libre expresión de las propias ideas y el diálogo con todos – incluyendo a quienes piensan de modo distinto–, y promuevan relaciones interpersonales auténticas –presenciales, no virtuales– que nos permitan estrechar lazos de amistad y mutua colaboración en la búsqueda de lo auténtico, lo bueno y lo bello para el conjunto de la sociedad. Esto es una necesidad humana, una inclinación hacia lo auténticamente humano.

En esta línea, en los últimos meses han surgido en España varias iniciativas –de gente joven– que promueven precisamente la creación de espacios para la libre expresión de las ideas, el diálogo y las relaciones interpersonales (Free Thinkers, It’s Time to Think, We Are Seekers, entre otras). La gente necesita espacios de libertad donde poder pensar por sí misma, expresar sus ideas y dialogar, actividades que resultan difíciles o entrañan un alto riesgo si se llevan a cabo en la política, la universidad y en otros ámbitos profesionales y culturales.

Usted habla en su libro de la deshumanización y la politización del Derecho. De ambas cosas. 

—El Derecho se deshumaniza cada vez que deja de proteger al desvalido, al que no tiene voz o no es capaz de hacerse oír en una sociedad aturdida por el fragor de un ritmo vital extenuante y el intento de descargar esa tensión con el entretenimiento y el placer, con el peligro –hoy, cierto y muy extendido– de caer en adicciones (redes sociales, pornografía, alcohol, drogas). No pocas veces, esas leyes deshumanizadoras son presentadas como conquistas en el ámbito de los derechos, en ocasiones de los derechos de unos a costa de la vida, la dignidad y los derechos de otros.

Resulta innegable que a día de hoy el Derecho depende excesivamente de la política; la clase política, de los medios de comunicación; y éstos, a su vez, de lobbies y grupos de presión que defienden determinados intereses ajenos al bien común. A veces, so capa de “proteger” a una minoría, se atenta gravemente al interés general, perjudicando los derechos de la mayoría. 

En esta estructura jerarquizada de intereses encadenados, bien conocida por otra parte –y que a alguno podría hacerle pensar en la sociedad europea feudal–, las libertades fundamentales, de las que tanto se habla y se enorgullece la civilización occidental, no pocas veces brillan por su ausencia o carecen de una protección clara y coherente. 

Se habla también de ‘muerte civil’. ¿Crece, a su juicio, la intolerancia, e incluso la discriminación hacia los cristianos por pensar de determinada manera?

A veces nos aferramos tanto a nuestras ideas y concepciones vitales que concebimos como una afrenta cualquier manifestación de discrepancia. Tenemos tan metida la idea de que la realización personal depende de nuestra autonomía de la voluntad, esto es, de que sólo podremos llegar a ser felices si se nos permite satisfacer nuestros deseos o elecciones, que entendemos como un ataque personal el que alguien nos diga que existen opciones mejores, y que la nuestra no sea la mejor para el conjunto de la sociedad (ni quizá para nosotros). Y lo tomamos como algo ofensivo. No somos capaces de distinguir entre la crítica a nuestro parecer y el respeto a nuestra persona. Y pensamos que tal discrepancia supone, necesariamente, un desprecio y una descalificación. 

De ahí que muchos interpreten como ofensivo que los cristianos puedan defender la vida humana (desde la concepción hasta la muerte natural), el matrimonio como un compromiso de por vida entre un hombre y una mujer, etc., y piensan que no deberían de imponer su parecer al resto de la sociedad.

Aparte de que dar su parecer no significa imponer (y no deberían de existir ciudadanos de segunda categoría a los que se les prohíba expresar su parecer), muchas personas parecen no ser capaces de distinguir entre entender ellas y sus ideas; de ahí que conciban cualquier discrepancia a sus ideas como un ataque directo a su persona. 

Es hora de terminar. Habla usted del miedo…  

El antónimo del amor no es sólo el odio, sino también el miedo o el temor, tan extendido en la sociedad actual. Mucha gente vive con miedo: a equivocarse –o fallar–, a defraudar, a quedar mal –y ser ridiculizado o rechazado–. Y el miedo es incompatible con el amor, como lo es con vivir en libertad. Uno se siente inseguro, percibe su falta de conocimiento, y opta por ceder a otros la tarea de pensar y de expresar sus ideas (que en realidad no son suyas). 

El miedo resulta paralizante e impide el libre desarrollo de la propia personalidad, recluyendo a su víctima al ámbito de una masa anónima y amorfa, cuyos miembros no piensan, ni hablan, ni actúan por sí mismos, sino según los dictados de un pensamiento débil, pero (hiper)protegido por la fuerza –potestas, no auctoritas– que le confiere su carácter –supuestamente– mayoritario, así como su hegemonía mediática, política y cultural.

Me atrevería a decir que el miedo constituye el principal obstáculo para vivir auténticamente en libertad, ser uno mismo y vivir en plenitud, alcanzando la felicidad que todo ser humano anhela. Controlar ese miedo –pues no se trata de hacer que desaparezca ni ignorarlo completamente–, es clave para gozar de una vida plena y feliz. Agustín de Hipona decía que hay dos formas de equivocarse en la vida: una consiste en elegir el camino que no nos lleva a nuestro destino. La otra consiste en no elegir camino alguno porque tenemos miedo a equivocarnos. 

Sucumbir ante el miedo, dejarse maniatar por él, optando por no perseguir aquello que te ilusiona y te hace mejor por temor al error, al fracaso o al esfuerzo que pueda traer consigo, es probablemente el mayor error que uno pueda cometer en su vida. 

Y la democracia liberal necesita, hoy más que nunca, una sociedad civil activa que, expresando respetuosamente sus ideas y dialogando con serenidad, contribuya a configurar una sociedad más libre, justa y humana.

El autorFrancisco Otamendi

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Un Rosario de rodillas en Fátima

Una peregrina camina de rodillas mientras reza el Rosario en Fátima, Portugal. Unos 4 millones de personas acuden, cada año, a este santuario mariano.

Maria José Atienza·25 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Sagrada Escritura

Resucitó Cristo, mi Esperanza

El tiempo pascual el más especial del año. La carta apostólica de san Pablo VI, Mysterii paschali, sobre las normas generales del año litúrgico, n. 22, recuerda que todos los días de la Pascua deberían celebrarse como si fueran uno solo. 

Bernardo Estrada·25 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El tiempo pascual el más especial del año. La carta apostólica de san Pablo VI, Mysterii paschali, sobre las normas generales del año litúrgico, n. 22, recuerda que todos los días de la Pascua deberían celebrarse como si fueran uno solo. En ellos también se repite la secuencia pascual Victimæ paschali, donde, al final, se dice: “Resucitó Cristo, mi Esperanza”.

Siempre se ha hablado de la resurrección como de un misterio de fe, como Lc 24,34: “¡En verdad [realmente: óntôs]! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!”. Siguiendo la enseñanza de Pablo a los corintios, se enfatiza esa realidad en un estilo semítico: “Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos ¿cómo andan diciendo algunos entre vosotros que no hay resurrección de los muertos? Si no hay resurrección de los muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si no resucitó Cristo, vacía es nuestra predicación, vacía también vuestra fe” (1Cor 15, 12-17).

Verdadera naturaleza humana

Se nota aquí una reacción ante la tendencia gnóstica (dualidad mal-bien, materia-espíritu, con un proceso de salvación mediante conocimiento y no mediante la Redención de Cristo en la Cruz) que comenzaba a perfilarse en el primer siglo de nuestra era, y que se consolidó en el segundo. Ya Ignacio de Antioquía combatió vivamente el docetismo (Jesucristo habría tenido un cuerpo aparente), que como la doctrina gnóstica no reconocía en Jesús una verdadera naturaleza humana, subrayando al mismo tiempo su ser de Dios y hombre. A finales del siglo san Ireneo subrayaba de nuevo este misterio frente a los gnósticos.

Se entiende entonces el énfasis de la teología en resaltar la resurrección real de Jesucristo, con el mismo cuerpo que tuvo durante su vida en la tierra, aunque con características distintas, a juzgar por algunos pasajes del evangelio en el que los discípulos no lo reconocen (cfr. Lc 24, 16; Jn 21, 4). En palabras de Benedicto XVI, “el sepulcro vacío no puede, de por sí, demostrar la resurrección; esto es cierto. Pero cabe también la pregunta inversa: ¿Es compatible la resurrección con la permanencia del cuerpo en el sepulcro? ¿Puede haber resucitado Jesús si yace en el sepulcro? ¿Qué tipo de resurrección sería ésta?”; y añadía: “Si bien el sepulcro vacío de por sí no puede probar la resurrección, sigue siendo un presupuesto necesario para la fe en la resurrección, puesto que ésta se refiere precisamente al cuerpo y, por él, a la persona en su totalidad” (Jesús de Nazaret II, Encuentro, Madrid, 312).

En efecto, la fe en el misterio de la Resurrección del Hijo de Dios presupone la confesión de la Encarnación según la enseñanza de Calcedonia verus Deus, verus homo, verdadero Dios y verdadero hombre. Otro tipo de teorías llevaría, es cierto a determinadas doctrinas, hoy en boga, como la reencarnación, o el regreso a una vida distinta, la apokatástasis, de la que ya hablaba Orígenes.

Fundamento de la esperanza

Mirando de cerca el inicio del capítulo 11 de la Carta a los Hebreos, encontramos la afirmación: “La fe es garantía [hypóstasis] de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven”. El vocablo griego que nos presenta el autor de la carta se refiere al fundamento, a aquello en lo que se apoya todo lo que un cristiano puede esperar. 

Pensando de nuevo en el misterio pascual, la consecuencia lógica, según este razonamiento, es que la fe en la resurrección será el fundamento de nuestra esperanza cristiana. Así lo dice san Pedro: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo quien, por su gran misericordia, mediante la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha regenerado a una esperanza viva, a una herencia incorruptible, inmaculada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, a quienes el poder de Dios, por medio de la fe, protege para la salvación, dispuesta ya a ser revelada en el último momento” (1 Pe 1, 3-9).

Este himno litúrgico que nos presenta el Apóstol Pedro, parte de una doxología unida a una acción de gracias, expresando el motivo que lo ha llevado a esa alabanza, y terminando con una exhortación a alcanzar la meta de nuestra fe, la salvación. No pocos piensan que se trata de un texto litúrgico dentro de una catequesis bautismal, al hablar en un primer momento de la regeneración que se alcanza mediante la resurrección de Cristo, al participar, por medio del bautismo, en su muerte (inmersión) y en su resurrección (emersión), adquiriendo una vida divina que servirá como prenda de la resurrección futura. Por eso Pedro habla de una heredad aphthartos, que nada en la tierra puede corromper; amíantos, que no puede ser contaminada por ninguna realidad terrena que le sea contraria, y amárantos, inmarcesible, que conserva su brillo y su fuerza durante toda la vida del cristiano. De ahí que el misterio de la resurrección suscite de modo particular la esperanza, que es el verdadero motor de la vida cristiana Se trata de una esperanza que se afianza en el bautismo, como dice la 1 carta de san Pedro, sacramento que nos abre las puertas a todos los dones y gracias de la salvación.

El autorBernardo Estrada

Doctor en Filología Bíblica y en Teología Bíblica

Evangelio

El Espíritu Santo, vida de la Iglesia. Domingo de Pentecostés (A)

Joseph Evans comenta las lecturas del domingo de Pentecostés (A) y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·25 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Espíritu Santo otorga dones, tanto personales como a la comunidad, y así edifica la Iglesia en sus partes individuales y como cuerpo. Este es en gran medida el mensaje de las lecturas de hoy en esta gran fiesta de Pentecostés.

Las lecturas muestran al Espíritu Santo como el poder de Dios que vence el miedo y la ignorancia de los seres humanos.

Cuando los discípulos estaban reunidos con la puerta cerrada “por miedo a los judíos”, Jesús se aparece entre ellos.

Al enviarlos, les da el don del Espíritu para que, como sacerdotes y obispos, puedan perdonar los pecados. El Espíritu se muestra así como Espíritu de valentía, de celo evangelizador y de perdón. 

La primera lectura nos habla de Pentecostés. Lo que primero fue el soplo suave de Cristo el día de su Resurrección se magnifica ahora, tras su Ascensión, en un viento impetuoso que impulsa a los apóstoles a ir a predicar a las multitudes (la palabra hebrea “ruah” puede significar “soplo”, “viento” y “espíritu”).

Es como si, habiendo vuelto a ser exaltado a la derecha de su Padre, el Hijo de Dios hubiera recuperado todo su “soplo”, que derrama entonces sobre la tierra. Como enseñaron varios Padres de la Iglesia, el Espíritu puede considerarse como el “beso” amoroso entre el Padre y el Hijo, su aliento compartido, aunque sin olvidar que es tan Dios y persona divina como el Padre y el Hijo. 

En Pentecostés, el Espíritu se convierte en Espíritu de comprensión que permite a personas de lenguas y culturas muy diferentes comprender en su propia lengua lo que probablemente era la predicación aramea de los apóstoles. “¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno de nosotros los oímos hablar en nuestra lengua nativa?”.

Así, el Espíritu supera en la Iglesia las divisiones y la incomunicación provocadas por el orgullo humano a partir de la Torre de Babel: “Y el Señor dijo: ‘Bajemos, pues, y confundamos allí su lengua, de modo que ninguno entienda la lengua del prójimo’… Por eso se llama Babel, porque allí confundió el Señor la lengua de toda la tierra” (Gn 11, 7-9).

Como leemos en el salmo, el Espíritu es el Espíritu creador, que renueva la faz de la tierra y da vida a todas las cosas.

Y en la segunda lectura, san Pablo dice a los Corintios que el Espíritu crea en nosotros la virtud de la fe, llevándonos a proclamar a Jesús como “Señor” e inspirándonos para realizar “diversidad de ministerios”, concediendo todo tipo de dones a los individuos para “el bien común”: sabiduría, conocimiento, milagros, profecía, lenguas…

Esto es lo que el Espíritu podría hacer en nuestras vidas y comunidades, si tan sólo, cerca de María, estuviéramos más abiertos a su acción.

Una mayor oración al Espíritu nos llevaría a una mayor valentía, celo por las almas, perdón y comprensión, y a toda una gama de dones espirituales y a una mayor creatividad en nuestra vida interior y eclesial.

La homilía sobre las lecturas del domingo de Pentecostés (A)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo de Pentecostés.

Educación

José M. Pardo: «No se puede exigir a los jóvenes una perfección que no corresponde a su edad»

José María Pardo, sacerdote y médico es el director del Programa de Formación Permanente en acompañamiento espiritual y resolución de conflictos puesto en marcha por la Universidad de Navarra.

Maria José Atienza·25 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

El próximo curso, la Universidad de Navarra estrena un título propio. Se trata del Programa de Formación Permanente en acompañamiento espiritual y resolución de conflictos.

Un proyecto dirigido a personas involucradas en la formación humana y cristiana, en el acompañamiento espiritual y en tareas de gobierno de instituciones educativas o eclesiales.

El programa pretende dotar, a estas personas, de las herramientas básicas para enfocar correctamente y ayudar a personas que presentan problemas en su vida personal, familiar, social y laboral.

José María Pardo, sacerdote, doctor en Medicina y Cirugía y en Teología Moral y director de este programa destaca, en esta entrevista para Omnes, la necesidad de este programa ya que, en muchas ocasiones, existe en personas con tareas de formación en la Iglesia “una laguna en conocimientos psicológicos básicos, que les impiden atender de un modo adecuado a las personas que se les han confiado”.

En los últimos años hablamos de «acompañamiento» espiritual pero, ¿significa lo mismo que “dirección espiritual”?

–El término “acompañamiento” es un término más general. El acompañamiento lo pueden ejercer muchas personas y en diversas dimensiones o ámbitos de la vida de una persona.

En el ámbito universitario, por ejemplo, está la figura del mentor, el profesor que acompaña al alumno en la vida universitaria. O el coaching, que acompaña a sus clientes a conseguir sus objetivos.

El término “dirección espiritual” se ha reservado al ámbito de la vida espiritual, de la vida interior de la persona. Tradicionalmente se ha reservado a los sacerdotes, por su relación con el sacramento de la Reconciliación.

Hoy en día, también algunos laicos y personas consagradas desarrollan esta actividad de acompañar a la persona en su conocimiento propio y en su relación con Dios.

Una de los frentes abiertos de la Iglesia en la actualidad es la lucha contra el abuso espiritual. ¿Cómo se detectan y manifiestan casos de esta índole?

–Como en las matrioskas, el concepto más amplio que engloba a todos los demás es el “abuso de poder” (ya sea de gobierno o de autoridad moral), una de cuyas formas es el “abuso psicológico”.

Cuando este se realiza en nombre de Dios, estamos ante un “abuso espiritual”; y, dentro de este, como su forma más grave, se encuentra el “abuso de conciencia”, que se puede definir así: aquellas acciones, realizadas en el contexto de una relación de dirección o ayuda espiritual, donde la persona que guía se atribuye una autoridad divina –es decir, identifica su consejo con la voluntad de Dios– imponiéndose sobre la identidad, la libertad y la responsabilidad de la persona guiada en un ámbito relativo al juicio moral.

Puesto que la mejor prevención es la educación, sería deseable que este delicado tema formara parte de los planes de formación de los seminarios y casas de formación, incluyendo un curso sobre la dirección espiritual y sobre cómo ejercer la función de gobierno en la Iglesia.

Una de las características de la generación de cristal es su poca «resistencia» a la corrección. ¿Nos encontramos ante un escenario complicado al conjugar la necesaria indicación con una hiperestesia ante cualquier «derrota»?

–La juventud tiene muchos puntos positivos y algunos horizontes de mejora. Uno de esos desafíos es la dejarse acompañar, aconsejar e instruir. Yo no me atrevería a afirmar que no quieran afrontarlos, sino que les cuesta, también porque están inmersos en una sociedad que proclama la “libertad absoluta”. A esto, se puedo añadir que hayan podido tener malas experiencias o modelos de referencia negativos.

Mi experiencia con gente joven me lleva a confiar en ellos. No se les puede exigir una perfección que no corresponde a su edad, son personas en construcción. A veces, a los que tenemos el encargo de acompañarlos nos entran las prisas, queremos resultados inmediatos, cambios radicales. Esto no es posible, y menos en la vida interior de las personas. Siempre recuerdo un consejo que me transmitió mi padre: “bocadillos de paciencia y zumos de buen humor”.

Si pretendes que la gente joven cambie de la noche a la mañana, lo mejor que puedes hacer es dedicarte a otra cosa. Las personas tienen sus tiempos y ritmos. Lo importante es no abandonarlas, que sepan que siempre estarás disponible para cuando te necesiten.

Os confieso dos máximas que me han ido muy bien en mi labor pastoral con gente joven: “mostrar, no demostrar” y “acompañar, no juzgar”. Cuando un joven comprueba que nos fiamos de él, que lo tratamos como un adulto (no como un niño) y que queremos que sea él quien decida sobre su vida, comienza a responder.

Ya lo señalaba san Juan Bosco: “Amad aquello que aman los jóvenes, y ellos aprenderán a amar lo que vosotros queréis que amen”. Además, sin decírtelo con palabras, te está pidiendo que seas su modelo, que le acompañes.

La etapa universitaria es el rango de edad más frecuente de asistencia al psicólogo y consumo de psicofármacos en la actualidad. ¿Caemos en la tentación de “psicologizar” la vida?

–En este ámbito, la Universidad de Navarra, de la que formo parte desde hace más de treinta años, ha creado la Unidad de Salud y bienestar, dentro de la Estrategia 2025. Una Unidad multidisciplinar que sirve de apoyo a la salud integral (también mental) de los alumnos y profesionales.

De todos es conocido el importante aumento de sintomatología psíquica en la época actual, en particular unida a la ansiedad, adicciones, depresión y estrés profesional.

La Facultad de Teología de dicha Universidad también ha advertido que muchos formadores de centros relacionados con la Iglesia detectan una laguna en conocimientos psicológicos básicos, que les impiden atender de un modo adecuado a las personas que se les han confiado.

La dedicación a tareas formativas y de acompañamiento espiritual requieren conocimientos específicos y profundos tanto de la normalidad psicológica y sus variantes como de posibles trastornos.

Por todo ello, nos ha parecido necesario ofrecer una formación profunda en Psicología y materias afines, que sirvan de complemento a la capacitación del profesor, guía espiritual o personas relacionadas con tareas directivas o de áreas sensibles en entidades educativas tanto laicas como religiosas. Para ello, se han diseñado tres Programas de Formación Permanente (PFP): en Psicología y vida moral; en Acompañamiento espiritual y resolución de conflictos; y en Gestión de la diversidad.

En estos PFP, junto a materias específicas de Teología moral y espiritual, se abordan materias de perfil más propiamente psicológico, buscando siempre su aplicación a las situaciones concretas en las que se encuentran muchas personas; situaciones que acaban teniendo incidencia en la vida moral y espiritual de las personas.

Las materias de estos Programas no están diseñadas como un mero estudio de psicología o de conocimientos exclusivamente técnicos. Al impartirse en una Facultad de Teología el enfoque es necesariamente multidisciplinar, incidiendo en su dimensión teológica, espiritual y pastoral.

¿Cuándo nos encontramos ante un verdadero conflicto y cómo enfocarlo?

–Un conflicto es una diferencia de intereses, ideas, estilos y percepciones que entran en contacto. Los conflictos interpersonales son los que más nos interesan. Las personas se conocen mejor cuando resuelven juntas un conflicto: mejora la calidad en las relaciones y la apertura en las conversaciones.

Las causas potenciales de aparición de conflictos son principalmente tres: diferencias personales, tendencias humanas conflictivas y causas contextuales (por ejemplo, falta de espacios de diálogo en una empresa). Este punto es importante, pues el conflicto sólo podrá solucionarse si se conoce la causa o causas.

La resolución de conflictos supone gestionar la imperfección –propia y ajena–, por lo que se hace necesario profundizar en el conocimiento propio y en el de los demás para detectar los potenciales motivos de conflicto y fomentar las actitudes personales.

En concreto, se puede ayudar a desarrollar y potenciar actitudes como la apertura, la flexibilidad, la generosidad para superar lo propio, la voluntad de consenso, etc.

El Programa de Formación Permanente en acompañamiento espiritual y resolución de conflictos

El Programa de Formación Permanente en acompañamiento espiritual y resolución de conflictos se trata de un título propio de la Universidad de Navarra. El curso se impartirá en la sede de Pamplona entre el 26 de octubre y el 7 de diciembre de 2023.

Se compone de cuatro asignaturas, que incidirán en distintos escenarios de la vida cristiana (sacerdocio, vida consagrada y laicado). En ellas, se abordará la centralidad de la libertad en la elección personal y en la vida de la persona.

También se tratará de la influencia de los factores psíquicos, la personalidad y las circunstancias externas en la vida moral y espiritual de la persona. Asimismo, se profundizará en la detección, clasificación, influencia y tratamientos de los trastornos psiquiátricos más relevantes y, por último, se trabajará en el abordaje y resolución de los conflictos personales, familiares y de la comunidad.

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Vaticano

Corea, China, María Auxiliadora y el Espíritu Santo resuenan en Roma

El ejemplo de evangelización del primer sacerdote mártir de Corea, san Andrés Kim Taegon, en tiempos de persecución; la oración a la patrona de Shanghai y la cercanía con los fieles de China; la devoción a Maria Auxiliadora para “que esté cerca del pueblo ucraniano”; y la petición “al Señor para que nos dé la fuerza del Espíritu Santo”, han sido ejes de la Audiencia del Papa de hoy en Roma.

Francisco Otamendi·24 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El “gran testigo coreano”, en palabras del Papa Francisco, san Andrés Kim Taegón, primer sacerdote mártir de Corea cuando en aquel país asiático tuvo lugar, hace doscientos años, una fuerte persecución; la oración por la Iglesia católica en China; la fiesta de Maria Auxiliadora, que la Iglesia celebra hoy miércoles, y la petición al Espíritu Santo para ser “discípulos de Jesús en la vocación a la que Dios nos llamó”, han sido ejes de la Audiencia de esta mañana del Santo Padre en la Plaza de San Pedro, en su decimocuarta catequesis sobre “La pasión por evangelizar. El celo apostólico del creyente”.

“En esta Audiencia quiero presentarles otro testigo del celo apostólico. Esta vez nos llega de tierras lejanas”, ha comenzado manifestando el Papa. “Efectivamente, san Andrés Kim Taegón fue el primer sacerdote mártir de Corea. Hace doscientos años, hubo en aquel país una fuerte persecución, y no se podía confesar la fe abiertamente. Anteriormente fueron los laicos quienes evangelizaron Corea”, ha comenzado manifestando el Papa, al comentar la Lectura del Evangelio de san Mateo (Mt 10,24-25.27).

“Su vida fue y sigue siendo un elocuente testimonio de celo por el anuncio del Evangelio. Hace unos doscientos años, la tierra coreana fue escenario de una durísima persecución de la fe cristiana. Creer en Jesucristo, en la Corea de entonces, significaba estar dispuesto a dar testimonio hasta la muerte”. San Andrés Kim Taegón fue uno de los 103 mártires coreanos canonizados por san Juan Pablo II en 1984.

“Caminando por la nieve”

“Destaco dos escenas que nos dan prueba de este celo”, ha proseguido el Papa Francisco.  “En la primera, vemos a san Andrés ante la dificultad de no tener más opción que encontrar a los fieles en público, y lograr reconocerse sin que nadie se diera cuenta, resumiendo en dos palabras su identidad. Las palabras que había que decir son ‘discípulos de Jesus’. Es muy interesante que sea este el resumen de todo lo que se puede decir, ya en ellas se supone dar vida al Evangelio, testimoniarlo”, ha subrayado el Romano Pontífice.

“En la segunda, lo encontramos cuando era seminarista caminando en la nieve para buscar un misionero y, completamente agotado, cayó por tierra, pero una mano amiga lo alzó y lo empujó a seguir adelante. La lección de esta escena es que aunque podamos caer, siempre podremos alzarnos de nuevo porque Jesús nos sostiene”. 

“Esta experiencia del gran testigo coreano nos hace darnos cuenta de un aspecto muy importante del celo apostólico”, señaló Francisco. “A saber, el valor de volver a levantarse cuando uno se cae. Por difícil que sea la situación, incluso a veces puede parecer que no deja espacio para el mensaje evangélico, no debemos rendirnos y no debemos renunciar a perseguir lo que es esencial en nuestra vida cristiana, es decir, la evangelización”. 

“Siempre podemos volver a levantarnos”

“Tal vez a veces nos desanimemos, debido a obstáculos externos, y el hecho de dar testimonio del Evangelio atraiga la incomprensión y el desprecio”, ha añadido el Papa. “Sin embargo, al mismo tiempo, siempre podemos volver a levantarnos, porque el Señor Jesús nunca nos abandona, siempre está cerca, nos anima y nos toma de la mano. Y siempre nos repite: ‘¡Levántate, camina!’. Él mismo es el que resucitó de entre los muertos. Su Resurrección es precisamente el misterio en el que radica la posibilidad de que nos levantemos de toda caída; es la fuente de la fuerza que nos permite seguir adelante. 

“Hermanos y hermanas, no nos desanimemos, no nos dejemos robar la dulce alegría de evangelizar (cf. Pablo VI), y con la fuerza que nos da Jesucristo, sigamos adelante”, ha alentado el Santo Padre.

Más adelante, reiteró esta misma idea. “Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Pidamos al Señor el celo que movió a san Andrés, que el Señor nos dé la fuerza de su Espíritu Santo; en este tiempo pedimos con especial intensidad para testimoniar su Evangelio en lo cotidiano, simplemente siendo “discípulos de Jesús”, en la vocación a la que Dios nos llamó. Pidámosle también que sea siempre ese amigo que nos sostiene en las dificultades, para perseverar en el camino del bien hasta el final. Que el Señor los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias.

“Que María esté cerca del pueblo ucraniano”

El Papa se refirió en varias ocasiones a María Auxiliadora. “Hoy es la fiesta de Nuestra Señora venerada bajo la advocación de María Auxiliadora. Que Ella os obtenga consuelo y serenidad, queridos ancianos y enfermos. Y a los recién casados, que Ella os anime a vivir el mandamiento del amor en vuestra vida cotidiana. En el día de María Auxiliadora, la advocación mariana tan querida por don Bosco, un saludo especial a las familias salesianas, agradezco todo lo que hacen por la Iglesia”.

No podía faltar una llamada a rezar por Ucrania. “Y todavía una tristeza, que nos viene a todos, por la martirizada Ucrania. Se sufre tanto allí. No nos olvidemos. Pidamos hoy a María Auxiliadora que esté cerca del pueblo ucraniano. Y a todos mi bendición”.

Después, tras el resumen en lengua polaca, el Santo Padre ha manifestado también: “Os recordamos a la Bienaventurada Virgen María Auxiliadora, que Ella, Madre del Consuelo, conceda a la Iglesia en Polonia, a los pastores y a los fieles, y especialmente a las familias, a los ancianos, a los enfermos, la gracia de estar dispuestos a dar testimonio de la fe. Vivid de tal manera que los demás reconozcan en vosotros a los discípulos de Cristo. Os bendigo de corazón”.

Nuestra Señora de Sheshan, en Shanghai

Antes de dirigir unas palabras relativas a la catequesis a los fieles de lengua italiana, el Papa Francisco efectuó un llamamiento: “Hoy es la Jornada mundial de oración por la Iglesia católica en China. Coincide con la fiesta de la Bienaventurada Virgen María Auxiliadora, venerada e invocada en el Santuario de Nuestra Señora de Sheshan en Shanghai”. 

“En esta ocasión, deseo asegurar el recuerdo y expresar la cercanía a nuestros hermanos y hermanas de China, compartiendo sus alegrías y esperanzas. Un pensamiento especial se dirige a todos los que sufren, pastores y fieles, para que en la comunión y la solidaridad de la Iglesia universal experimenten consuelo y aliento. Invito a todos a elevar sus oraciones a Dios, para que la Buena Noticia de Cristo crucificado y resucitado sea proclamada en su plenitud, belleza y libertad, dando fruto para el bien de la Iglesia católica y de toda la sociedad china”.

El autorFrancisco Otamendi

Amistades históricas y la fe según Ratzinger

Hay muchos ejemplos de amistades emblemáticas a lo largo de la historia y también en la literatura. La fe, en esencia, es lo mismo: confianza en alguien a quien se quiere.

24 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

La historia y la literatura registran grandes amistades en el plano humano.

Una de las más conocidas es la de David y Jonatán. A esta entrañable amistad, probablemente el mejor ejemplo de amistad en el Antiguo Testamento, se enfrentó Saúl, el padre de Jonatán, que envidió a David hasta el punto de ordenar asesinarle, por lo que David tuvo que huir de la corte. Cuando lo supo, Jonatán -hijo mayor y heredero de Saúl- se puso del lado de su amigo David.

Saúl, desechado por Dios y muerto en el campo de batalla contra los filisteos, perdió el trono, que pasó a David, el nuevo rey.

Otra célebre amistad es la de Pílades y Orestes. Clitemnestra, esposa infiel de Agamenón, envió a su hijo Orestes -para que no fuese testigo de su infidelidad- al cuidado del rey Estrofio, de Fócide. Orestes creció allí en amistad con Pílades, hijo del rey. A su regreso de Troya, Agamenón fue asesinado por Egisto, el amante de su esposa.

Orestes, con la ayuda de Pílades, mató a Clitemnestra y a Egisto, tras lo cual se fueron los dos navegando hasta los límites de la Escitia. Al llegar al país de Tauros, Orestes cayó al suelo afectado por su habitual locura quedando tendido en el suelo; Pílades le limpiaba la espuma y cuidaba de su cuerpo.

Cada uno de ellos se ofreció para salvar la vida del otro. Al final, se salvaron los dos, y Orestes reinó en Micenas y Pílades en Electra.

Otras amistades entrañables fueron las vividas entre Rolando y Oliveros y entre Amis y Amilis, ya en los tiempos de Carlomagno.

Más cerca de nosotros, Ratzinger nos ha dejado unas luminosas ideas sobre la fe, como una forma superior de amor, en muchas de sus obras, entre otras en su Introducción al cristianismo. Y me gustaría recordar aquí algunas de esas ideas que no han perdido actualidad.

En la plomiza soledad de un mundo huérfano de Dios, en su aburrimiento interior, ha resurgido la búsqueda de lo divino. Frente al éxtasis sombrío y asolador de la droga, de los ritmos asfixiantes, del ruido y de la embriaguez, se encuentra la luz diáfana y el hallazgo admirable del sol de Dios.

El futuro se construye donde los hombres se encuentran mutuamente con convicciones capaces de configurar la vida. Y el buen futuro crece donde estas convicciones vienen de la verdad y a ella llevan.

Hay, sin embargo, unos escándalos para la vida de la fe hoy:

–La distancia entre lo visible (lo que nos rodea, la realidad palpable) y lo invisible (Dios, la fe).

– La distancia entre el progreso (lo que impulsa hacia el futuro) y la tradición (la fe como algo del pasado, incluso en las vestimentas de los religiosos).

Cada persona humana tiene que tomar postura de algún modo en el terreno de las decisiones fundamentales, y esto solo puede hacerse en forma de fe. Hay un terreno en el que no cabe otra respuesta que la de la fe, a la que nadie puede sustraerse. Todo ser humano tiene que creer de algún modo.

Pero ¿qué es propiamente la fe?

La fe es una forma de situarse el ser humano ante toda la realidad.

El hombre no solo vive del pan de lo factible; vive de la palabra, del amor, del sentido. El sentido es el pan del que se alimenta el hombre en lo más íntimo de su ser. Huérfano de palabra, de sentido y de amor cae en la “ya no vale la pena vivir”, aunque se viva en un confort extraordinario.

Creer en Cristo “significa confiarse al sentido, que me sostiene a mí y al mundo, considerado como el fundamento firme sobre el que puedo permanecer sin miedo alguno”.

Por eso, no puede negarse que la fe cristiana constituya una doble afrenta a la actitud predominante hoy en el mundo… El primado de lo invisible sobre lo visible y del recibir sobre el hacer, discurre en sentido totalmente opuesto a esa situación predominante hoy.

Pero la fe no significa ponerse a ojos cerrados en manos de lo irracional. Al contrario, es acercarse al “logos”, a la ratio, al sentido y, por tanto, a la verdad misma.

La fe cristiana es mucho más que una opción a favor del fundamento espiritual del mundo. Su enunciado clave no dice creo en algo, sino “creo en ti”, en el carácter inmediato y vigoroso de su unión… con el Padre, en Jesús, el testigo de Dios, por quien lo intangible se hace tangible y lo lejano cercano; no es un puro y simple testigo… es la presencia de lo eterno en este mundo. En su vida, en la entrega sin reservas de su ser a los hombres, se hace presente el sentido del mundo.

“¿Eres tú realmente…?”. La honradez del pensamiento nos obliga a hacernos estas preguntas aunque a muy pocos se les manifiesta lo divino de una forma evidente.

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Teología del siglo XX

La Comisión Teológica Internacional al servicio de la comisión y el diálogo

La Comisión Teológica Internacional, creada por Pablo VI en 1969, ha jugado un importante papel de comunión y diálogo entre los teólogos católicos y el Magisterio, ha contribuido a serenar el panorama  teológico y ha dado lugar a un notable cuerpo de documentos de calidad.  

Juan Luis Lorda·24 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

En el consistorio del 28-IV-1969, Pablo VI comunicó a los cardenales la creación de una Comisión Teológica Internacional (CTI): “Según las orientaciones del Concilio Ecuménico Vaticano II (1962-1965), hemos cuidado entre otras cosas, de ajustar mejor la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe a su alto y grave deber. Además de la reforma dispuesta por el motu proprio “Integrae servandae”, hemos acogido el voto del primer Sínodo de los Obispos (1967), es decir, el de crear junto a esa Sagrada Congregación un equipo de estudiosos, cultivadores eximios de la investigación de las doctrinas sagradas y de la Teología, fieles al magisterio íntegro de la Iglesia docente. Hemos llevado a cabo, por tanto, durante todo este tiempo, una amplia consulta como lo requería la gravedad de la materia; siendo éste el único motivo que ha retrasado el cumplimiento de este proyecto”.

En efecto, durante el mismo Concilio se había insistido en la conveniencia de reformar el estilo y la composición de la Congregación del Santo Oficio, y se había sugerido contar con una especie de consejo asesor de teólogos. 

Al recibir a la CTI, el 6-X-1969, después de confirmar claramente el papel del Magisterio en la Iglesia, añadía: “No deseamos que se cree indebidamente en vuestros ánimos la sospecha de una emulación entre dos primacías, la primacía de la ciencia y la de la autoridad, cuando en este campo de la doctrina divina sólo existe una primacía, la de la verdad revelada, la de la fe, la cual tanto la teología como el magisterio eclesiástico quieren proteger con deseo unánime, aunque de modo diverso”. Y les pedía que tuvieran especial sensibilidad tanto para trabajar por la unión de los cristianos (ecumenismo), como para encontrar la manera “kerigmática” de presentar la fe ante el mundo moderno. 

Pablo VI aprobó unos estatutos ad experimentum, y Juan Pablo II hizo unos definitivos con el motu proprio Tredecim anni (1982). Según estos estatutos, los teólogos elegidos no deben pasar de 30 miembros, tienen que ser representativos de la teología en sus diversas dimensiones y lugares, y reunirse anualmente en Roma. Han sido ligeramente retocados con la reforma de la Curia por el Papa Francisco. 

Los contextos

La CTI tiene una interesante página en la web del Vaticano donde se recogen los documentos que le dieron origen, las alocuciones que le han dirigido los Papas y todos sus documentos. A golpe de vista se observa el volumen de trabajo realizado y también la especial atención que le dedicó Benedicto XVI, que la recibió todos los años con motivo de la reunión anual y les dedicó unas palabras siempre sustanciales y personales.  

Pero los documentos no pueden reflejar más que indirectamente la complicada situación que dio origen a esta comisión. Hay que tener en cuenta, por lo menos, seis puntos. 

El papel, en ocasiones, poco acertado y excesivo que jugó el Santo Oficio en los años cincuenta del siglo XX, encausando a teólogos que, en muchos casos, representaban opciones teológicas legítimas, pero distintas al tomismo generalmente asumido en las universidades romanas. Es la cuestión del pluralismo teológico, hoy obvia, pero entonces, no. Además, los procedimientos que se usaban en la Congregación, secretos y donde la persona encausada se sentía indefensa, sin saber qué pasaba, necesitaban una revisión. 

En particular, el enfrentamiento de algunos representantes tomistas con lo que después se llamaría la neopatrística, representada por De Lubac o por el acercamiento histórico a la teología, representado por Congar o Chenu. Se consideraba que el tomismo ya había ordenado toda la teología, que era el método propio de la teología, que superaba la patrística y que solo quedaba desarrollarlo. Pero esto, era evidentemente, una exageración. Los estudios de la primera parte del siglo habían demostrado que había mucho que aprender de la teología patrística, que no podía considerarse superada o resumida en el tomismo, y que eran posibles otros desarrollos.

Por otra parte, era evidente que había que acoger los mejores resultados de tanta teología y erudición bíblica. Sin duda es lo que hubiera hecho el propio Santo Tomás, que era muy sensible hacia todo lo que pudiera servir al desarrollo de la teología y aprovechó todos los recursos con que contó. 

El papel brillante que los teólogos habían tenido durante el Concilio Vaticano II, inspirando a los obispos y enriqueciendo los documentos, creó en los propios teólogos una conciencia reforzada de su misión de guía. Les impulsaba a un mayor protagonismo y planteaba, de paso, la relación entre el magisterio de los teólogos y el magisterio de los obispos, que tiene un fundamento doctrinal. El propio Pablo VI al mismo tiempo que defendía la identidad del Magisterio doctrinal de la Iglesia, reconocía el papel de la teología como servicio imprescindible, aunque, naturalmente, en comunión eclesial. 

El Concilio se había presentado como la gran ocasión para poner al día todos los aspectos de la Iglesia en relación con la evangelización del mundo moderno. De un lado, asumiendo que el mundo moderno estaba representado por la cultura occidental, que no es, desde luego, el único ambiente en el que existe y se desarrolla la Iglesia católica.

De otro, con la problemática que toda acomodación al mundo presenta en la vida de la Iglesia, que está llamada a convertir al mundo y no a ser convertida por el mundo. Desde luego, por la legítima autonomía de las cosas temporales, siempre hay algo que aprender del mundo, pero la salvación solo viene del Señor. Esto siempre ha exigido mucho discernimiento eclesial, que no pueden hacer solos los teólogos. 

Dado que Pablo VI quería que los documentos fueran aprobados con grandes mayorías, como así fue felizmente, se habían limado todas las cosas que podían chocar y rebajado algunas afirmaciones. Esto había creado malestar entre algunos teólogos y el deseo de seguir impulsando la renovación teológica y eclesial. Esa era, notablemente, la opinión de Rahner, que había llegado a ser considerado como el teólogo más característico, tenía una idea propia sobre cómo debía renovarse la teología, y que había promovido diversas iniciativas editoriales y la revista “Concilium” para mantener ese espíritu.

Así se originaría un “conflicto de interpretaciones” con una dialéctica entre el “espíritu del Concilio”, que se suponía encarnado en los deseos de algunos teólogos y “la letra del Concilio”, con los textos aprobados por los obispos. Incluso se planteaba la perspectiva de un III Concilio Vaticano, para llevar a cabo todo lo que algunos echaban en falta para una renovación completa (bastante utópica, por otra parte) de la Iglesia. Este conflicto de interpretaciones sería agudizado por la historia del concilio que hizo Giuseppe Alberigo (1926-2007) en la llamada Escuela de Bolonia, siguiendo a Giuseppe Dossetti, claramente en favor del “espíritu” sobre la “letra”. 

Además, era evidente que seguía siendo necesario un discernimiento oficial sobre las grandes cuestiones teológicas o por las opciones disidentes que agitaban la vida de la Iglesia. En 1969, cuando se estableció la Comisión, la Iglesia padecía la grave crisis del Catecismo holandés, que no solo era una crisis doctrinal, sino de comunión, y planteaba en crudo las relaciones entre Magisterio y opiniones teológicas (señaladamente de Schillebeeckx y Schoonenberg). Se había producido el complejo y doloroso proceso de la encíclica de Pablo VI, Humanae vitae (1968), contestada en algunos medios teológicos y conferencias episcopales. Crecía el disenso público de algunos teólogos, como el propio Hans Küng, en ensayos sobre La Iglesia (1968), llamado a Roma a consultas con la Congregación, pero no acudió: y preparaba ¿Infalible? para el año siguiente (1970). También Schillebeeckx y el moralista americano Charles Curran habían sido llamados a consultas.

En ese ambiente incómodo, con la iniciativa de Hans Küng, la revista “Concilium” publicó en diciembre del mismo 68 una declaración de libertad teológica, a la que se adhirieron algunos notables (Chenu, Congar), mientras otros la criticaban (De Lubac, Daniélou).

Los resultados

El mismo establecimiento de la CTI tuvo un efecto “visual” inmediato. El que se reunieran en Roma, en la Congregación para la Doctrina de la Fe, una treintena de teólogos importantes y representativos de todo el mundo era, en sí mismo, una imagen de comunión con Roma, además de una gran ocasión de intercambios y diálogos fecundos. Desde este punto de vista la creación de la CTI resultó muy oportuna. 

Entre los primeros, después de consultar a facultades y episcopados, había muchas figuras de peritos conciliares importantes, como De Lubac, Congar, Von Balthasar, Rahner, Ratzinger, Philips, Schnackenburg, por citar los más conocidos. También estaba el español Olegario González de Cardedal. Algunos de ellos repetirían muchas veces. Bouyer se excusó. En las páginas web mencionadas se pueden consultar las listas de los teólogos que se han renovado, en parte, cada cinco años. En los últimos tiempos, se han incorporado también algunas teólogas. 

Karl Rahner, acostumbrado a una posición de liderazgo en sus medios y en la revista Concilium, no se sintió siempre cómodo en un medio donde, como había sucedido en la redacción de Dei Verbum, no se asumía su posición sobre la revelación y el replanteamiento antropocéntrico de toda la teología. Además, otros miembros de esa comisión y amigos suyos, como Von Balthasar, De Lubac, Ratzinger promovieron enseguida la revista Communio (1972), llamada a contrapesar el magisterio de Concilium sobre la teología que debía iluminar el futuro de la Iglesia. Hans Küng, que no había sido llamado a la comisión, ya estaba en una posición claramente crítica y difícilmente reconducible. 

Reenfoques

Algunas aspiraciones del principio no eran muy realistas. No cabía pensar que un grupo tan variado con reuniones ocasionales pudiera ayudar eficazmente en la gestión diaria de la Congregación, salvo que pasaran a trabajar en ella. Desde luego, facilitaba la relación y muchas consultas, pero, además de los problemas de idioma, los teólogos vivían en su mayoría fuera de Roma y dedicados a otras cosas. De todas maneras, la Congregación se esmeró en internacionalizarse, mejorar su preparación teológica y sus procedimientos. 

La CTI tenía y tiene una misión más clara en relación al trabajo profundo sobre temas importantes. De tal manera que la relevancia de la Comisión, aparte de su función simbólica de comunión, dependía y depende totalmente de la categoría de los temas que se le proponen para trabajar. 

Los temas

Hasta la fecha, la CTI ha publicado 30 documentos, muchos de ellos de notable extensión y profundidad. Hay que reconocer que ha llevado una trayectoria fecunda y un trabajo intenso, abnegado y no siempre apreciado como merece. Un trabajo en comisión suele exigir bastante más esfuerzo que un trabajo personal, al tener que acordar y sintetizar mucho material. También el hecho de trabajar en comisión suele repercutir en que los textos resulten menos lineales y sintéticos que los que produce un solo experto. Pero el conjunto es una valiosa aportación a la teología. 

La primera época, de Pablo VI (1969-1978), vino marcada por los temas que habían dado origen a la CTI y por algunos pendientes de tratar tras el Concilio. Después de unas Reflexiones sobre los fines y los métodos de la Comisión (1969) y sobre El sacerdocio católico (1970), entre otros temas, se abordó La unidad de la fe y el pluralismo teológico (1972) y Magisterio y teología (1975). Además, en relación con la naciente entonces Teología de la liberación, Promoción humana y salvación cristiana (1976).

La época de Juan Pablo II (1978-2005), en cuanto fue nombrado el cardenal Ratzinger como prefecto de la Congregación (1982), abordó las grandes cuestiones que quería tratar el pontífice y otros temas estratégicos en las que trabajaba la congregación: Dignidad y derechos de la persona humana (1983), La conciencia que Jesús tenía de sí mismo y de su misión (1985), La interpretación de los dogmas (1989), El cristianismo y las religiones (1997), Memoria y reconciliación: La Iglesia y las culpas del pasado (2000). Cerrando con el amplio documento Comunión y servicio: La persona humana creada a imagen de Dios (2004).

Con el Papa Benedicto XVI (2005-2013), siguió una relación muy estrecha, pero solo se publicaron tres documentos: uno bastante especializado La esperanza de salvación para los niños que mueren sin bautismo (2007); otro de notable actualidad En busca de una ética universal: nueva mirada sobre la ley natural (2009) y una amplísima presentación de lo que es la teología: Teología hoy: Perspectivas, principios y criterios (2012)

En el tiempo del Papa Francisco (2013-), destacan algunos temas que le resultan queridos, como El sensus fidei en la vida de la Iglesia (2014) y La sinodalidad en la vida y en la misión de la Iglesia (2018).

Documentación 

Alrededor del cincuentenario de la fundación de la CTI (2019) se prepararon algunos trabajos. Destaca el libro de A. Avallone, La Commisione Teologica Internazionale. Storia e propettive (Marcianum Press, Venecia 2016), que es una buena historia de la CTI con bastante documentación.

También surgieron interesantes artículos como el de Philippe Chenaux, Magistère et théologiens dans l’après-concile, en RevSR 96 (2022) 13-28; y el de Carlos María Galli, El cincuentenario de la Comisión Teológica Internacional, en Estudios Eclesiásticos, 96 (2021) 167-192, entre otros. La propia CTI editó un video con su historia en italiano, que se puede encontrar buscando “Commissione Teologica Internazionale” en Youtube.

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Vaticano

25 nuevos sacerdotes del Opus Dei

Rome Reports·23 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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El prefecto para el Dicasterio para el Clero ordenó, el 20 de mayo a 25 fieles del Opus Dei procedentes de 12 países.

Los nuevos sacerdotes, que forman parte del reducido clero de la Prelatura, han ejercido tareas civiles en banca o de la política hasta otros que trabajaron en la promoción de proyectos sociales. También hay un ingeniero mecánico y un periodista y profesor universitario.


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Ecología integral

El dinero de la Iglesia. La transparencia económica

Entrevista con Mimmo Muolo, autor del libro "El dinero de la Iglesia" y vaticanista del diario Avvenire.

Antonino Piccione·23 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Mimmo Muolo, es desde 1991 vaticanista del diario italiano Avvenire y desde 2015 redactor jefe adjunto de la redacción romana del mismo diario. Ha seguido la segunda parte del pontificado de san Juan Pablo II, después los de Benedicto XVI y el Papa Francisco.

Autor de varios libros, entre ellos ‘I soldi della Chiesa – El dinero de la Iglesia’ (Ed. Paolinas 2019). Su libro más reciente es la novela ‘Per un’altra strada – La leggenda del Quarto Magio’.

Muolo conversa con Omnes sobre los organismos financieros vaticanos, sus últimas reformas y algunas curiosidades.

Normalmente, salvo loables excepciones, la perspectiva predominante de quienes se ocupan de la relación entre la Iglesia y el dinero es la del escándalo. Es ahí donde conviene centrarse en el escenario general en el que se inscriben los hechos para favorecer una correcta comprensión. ¿Cómo hacerlo?

– Muchos recordarán el comienzo del bestseller de Vittorio Messori Ipotesi su Gesù (Hipótesis sobre Jesús): «No se habla de Jesús entre personas cultas. Con el sexo, el dinero, la muerte, Jesús figura entre los temas que incomodan en una conversación civilizada».

En definitiva, incluso 45 años después de la primera edición del libro, este incipit no ha perdido actualidad. Especialmente para uno de los temas enumerados, el dinero de la Iglesia. No se puede hablar de dinero de la Iglesia y de transparencia sin tener al menos las nociones básicas sobre este complejo tema.

No se puede hablar de las finanzas del Vaticano sin conocer el alcance y la magnitud de los presupuestos de la Santa Sede y de la Ciudad del Vaticano.

¿Cuál es el alcance real de estos presupuestos? ¿Cuáles son los activos de referencia? ¿Y cuál es la relación entre uno y otro de estos dos presupuestos?

– En primer lugar, hay que hacer tres aclaraciones muy importantes: el «Vaticano» no es toda la Iglesia, sino sólo un segmento de ella, en términos económicos muy pequeño; en la palabra «Vaticano» hay en realidad una estratificación de significados que incluye (simplificando al máximo) al menos dos realidades: la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano; por tanto, el presupuesto «vaticano» es también doble.

Por un lado el del Estado, o más exactamente del Governatorato, que podemos comparar con el poder ejecutivo de cualquier Estado soberano, y que se refiere a la gestión territorial (0,44 kilómetros cuadrados) del Estado del Papa.

Por otro lado, el presupuesto de la Santa Sede, entendido como el conjunto de dicasterios, oficinas, comisiones y organismos afines que asisten al Papa en el ejercicio de su oficio petrino. Para este último, se habla de balance consolidado, ya que muestra los resultados financieros y económicos de un conjunto de entidades (unas sesenta) que forman parte de una única entidad.

Cabe señalar que el presupuesto del Estado de la Ciudad del Vaticano, normalmente excedentario, contribuye a cubrir el déficit de este último, que no dispone de ingresos suficientes. Entre 2016 y 2020, ingresos y gastos se mantuvieron constantes: unos 270 millones para los primeros, más o menos 320 millones este último. Un desequilibrio, por tanto, de 60-70 millones.

Solo por hacer algunas comparaciones, los ingresos del Estado italiano en 2019 ascendieron a casi 579.000 millones. Como se ve, estamos hablando de un tamaño que no es exagerado calificar de minúsculo. Con todos mis respetos a los que todavía hablan de tesoros vaticanos.

En cuanto a los ingresos, ¿podemos identificar las principales fuentes? 

– Se puede decir en pocas palabras que los ingresos «vaticanos» son de tres tipos: las ofrendas, un pequeño Pil que consiste principalmente en actividades terciarias pertenecientes al Estado de la Ciudad del Vaticano, y el rendimiento de los bienes muebles e inmuebles.

El capítulo «donativos» incluye principalmente, por una parte, las contribuciones relativas al canon 1271 del Código de Derecho Canónico, es decir, la norma según la cual los obispos diocesanos de todo el mundo están obligados a enviar cada año al Papa una suma de dinero proporcional a las disponibilidades de sus diócesis; por otra parte, el Obolo di san Pietro (Ofrenda de San Pedro), que recoge las ofrendas de los fieles, normalmente el 29 de junio, dirigidas al conjunto de la actividad de la Santa Sede.

El pequeño Pil «Vaticano» (PIB), en cambio, está constituido por los ingresos de los Museos Vaticanos, la annona y los almacenes (el supermercado interno), las gasolineras, la farmacia y la oficina de correos, así como la venta de productos (huevos y leche sobre todo) de las Villas Pontificias de Castel Gandolfo.

Por último, están las rentas del patrimonio, formado a lo largo de los siglos gracias a los legados de los fieles. Un patrimonio que casi fue aniquilado en el momento de la ruptura de Porta Pia (1870) y que hoy es en gran parte el resultado de las inversiones en las décadas siguientes de la suma pagada por el Estado italiano cuando se firmaron los Tratados de Letrán en 1929 (un total de mil setecientos cincuenta millones de liras de la época, entre efectivo y valores).

¿Cómo se desarrolla actualmente esta actividad generadora de ingresos y qué organismos son responsables de ella?

– Se concentra en tres organismos (Apsa, Ior y el Dicastero de Propaganda Fide), aunque con naturalezas y finalidades diferentes.

El patrimonio inmobiliario gestionado por Apsa consta de 2.400 pisos y 600 tiendas, mientras que para el de Propaganda Fide sólo existen estimaciones periodísticas que oscilan entre un mínimo de 3-4.000 millones y un máximo de 9-10.000 millones (pero es bueno recordar que los ingresos de estas propiedades se destinan todos a la evangelización en tierras de misión, según la intención declarada de los benefactores que donaron estos bienes).

Mientras que el balance del IOR (que no es un banco, sino un promotor financiero) ya es público y fácilmente accesible en la web.

Presupuesto 2022 en «rojo» (33 millones) por Covid y caída de donativos y limosnas, pero las cuentas mejoran por el control del gasto. ¿Cómo se interpreta esto?

–Entre las partidas de gastos, la mayor es sin duda la destinada a los empleados. La Santa Sede tiene 2.880, el Estado de la Ciudad del Vaticano 1.930. Luego están los gastos de mantenimiento ordinario y extraordinario de los edificios, el Imu, la factura energética y los gastos de los medios de comunicación vaticanos. En los últimos años, estos gastos han superado casi siempre a los ingresos.

Guerrero (ex – Prefecto de Economía) habló de centralizar las inversiones financieras, mejorar la gestión del personal y las adquisiciones, y anunció un código para estas últimas que debería producir ahorros.

Sean cuales sean las medidas que se adopten, es seguro que la voluntad de Francisco es preservar los casi 5.000 empleos internos. Al fin y al cabo, como él mismo escribió en Evangelii Gaudium, “el dinero debe servir y no gobernar”.

El autorAntonino Piccione

España

Discípulos agradecidos, corresponsabilidad y liderazgo

La Conferencia Episcopal Española tiene un programa dedicado al impulso de la corresponsabilidad y el liderazgo pastoral en las parroquias. A través de la plataforma “Discípulos agradecidos”, la Conferencia episcopal “quiere ayudar a conseguir comunidades con una identidad fuerte”.

Paloma López Campos·23 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Desde la Conferencia Episcopal Española están buscando fortalecer la identidad de la comunidad cristiana a través de los discípulos actuales. El deseo es que los miembros “se sientan corresponsables en la tarea evangelizadora de la Iglesia” y que estén dispuestos a contribuir con los medios necesarios para ello.

A los recursos, se añade la necesidad de “líderes inspiradores, mujeres y hombres con corazón pastoral, capaces de identificar y desarrollar los numerosos carismas que existen en cada comunidad, la mayoría de ellos todavía por descubrir”.

Para lograr sus objetivos, la Conferencia ha puesto a disposición de todos una página web, «Discípulos agradecidos» en la que pueden encontrarse recursos variados, como vídeos o artículos. Pronto estará también accesible una plataforma que conectará a multitud de seguidores agradecidos que trabajan en sus comunidades y parroquias.

Una comunidad con 10 A’s

Uno de los artículos más interesantes que han publicado ya en la página web esquematiza las características de una comunidad agradecida y corresponsable:

  • Alegría: Una comunidad “que ha aprendido a darse sin medida”, lo cual se nota en todas sus actividades.
  • Agradecida: Aquella comunidad que sabe “agradecer a los fieles su compromiso y entrega”.
  • Administradora: Porque es consciente de que no es propietaria de los bienes, sino que los asesora.
  • Abierta: Por su capacidad de “saber descubrir la voz de Dios” a través de las sugerencias de los fieles.
  • Acogedora: Pues sabe valorar todos los dones, de forma que “todos los fieles sienten que son únicos e imprescindibles para la misión de la parroquia, a la vez que ponen toda la confianza en Dios que se sirve de sus talentos y les ofrece esta oportunidad maravillosa”.
  • Autónoma: Que se autosostiene y “disfruta siendo responsable de su misión”.
  • Actual: Aprovecha todos los avances modernos lícitos para ponerlos al servicio de la misión.
  • Auténtica: Una comunidad que “es transparente”.
  • Audaz: Porque “no tiene miedo a sembrar gratuidad porque sabe que recibirá muchísimo y tendrá todo lo que Dios quiera y necesite para hacer su Iglesia”.
  • Adorante: Una comunidad que sabe que “su fuerza, su misión y sus talentos son divinos y por eso vive de la entrega de Jesús en la Eucaristía”.

Corresponsabilidad parroquial

En la página web se puede encontrar también la inscripción al programa piloto sobre sobre corresponsabilidad parroquial que tendrá lugar en el curso 2023/2024. El enlace redirige a un formulario para rellenar los datos antes del 31 de julio, fecha en la que cierra el plazo de inscripción.

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Vaticano

Anunciadas las fechas de visita del Papa a Portugal por la JMJ 2023

El Papa estará en Lisboa del 2 al 6 de agosto, y después regresará a Roma. La visita incluirá un breve viaje a Fátima, que tendrá lugar el 5 de agosto.

Loreto Rios·22 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Hoy la Santa Sede ha anunciado oficialmente que el Papa Francisco visitará Portugal este verano con motivo de la JMJ y ha anunciado las fechas de su estancia en el país luso.

El Papa estará en Lisboa del 2 al 6 de agosto, y después regresará a Roma. El Papa ha expresado personalmente su deseo de visitar el santuario de Fátima, por lo que el programa oficial incluye el viaje al santuario el día 5 de agosto.

Se trata de la segunda visita del Papa Francisco a Portugal, ya que en 2017 visitó también el santuario de Fátima para canonizar a los pastorcitos Jacinta y Francisco Marto.

Visitas de los Papas a Portugal

El santuario ha recibido ya las visitas de los papas san Pablo VI, que realizó una peregrinación en 1967; san Juan Pablo II, que viajó en tres ocasiones a Fátima: en 1982, para agradecer a la Virgen haber sobrevivido al atentado sufrido en la Plaza de San Pedro en 1981, en 1991 y en el año 2000, para beatificar a los pastorcitos Jacinta y Francisco; el predecesor de Francisco, Benedicto XVI, viajó también a Fátima en el año 2010, por el décimo aniversario de la beatificación de Francisco y Jacinta.

Sin embargo, la visita de este verano será la más larga que habrá realizado un pontífice a Portugal, ya que la de Pablo VI duró doce horas, y tanto las de Juan Pablo II como la de Benedicto XVI no superaron en ningún caso los tres días.

Inscripciones para la JMJ

El programa definitivo de la JMJ se encuentra todavía en elaboración, pero las inscripciones están abiertas y pueden realizarse a través de la web oficial.

Mundo

Cardenal Tagle: “Los católicos chinos saben valorar las enseñanzas del Papa”

"El magisterio del papa Francisco. Una guía para la lectura de sus Encíclicas y Exhortaciones apostólicas" editado en chino recoge textos diversos del magisterio del Papa Francisco.

Giovanni Tridente·22 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

En China “existe toda una red viva de oraciones, liturgias, catequesis e iniciativas pastorales inspiradas directamente en el Magisterio ordinario del Papa Francisco”.

Son palabras del cardenal Luis Antonio Gokim Tagle, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, pronunciadas hace unos días en la presentación de un libro en chino titulado «El magisterio del papa Francisco. Una guía para la lectura de sus Encíclicas y Exhortaciones apostólicas» (教宗方济各牧职训导 – 宗座通谕及劝谕阅读指南) nacido en el marco de la revista «La Civiltà Cattolica» con motivo del décimo aniversario del pontificado de Bergoglio y editado por su director Antonio Spadaro, SJ.

libro catolicos chinos
Portada del libro

El objetivo de la publicación es transmitir la riqueza de este Magisterio a obispos, sacerdotes, catequistas y a quienes guían pastoralmente a las comunidades católicas de la gran nación asiática.

«Será recibido como un don muy grato, que llega en el momento oportuno», dijo el cardenal Tagle, quien en su discurso agradeció también el gran trabajo realizado a lo largo de los años por la Agencia Fides -perteneciente al Dicasterio que dirige-, y que publica semanalmente noticias sobre China procedentes de decenas de parroquias en comunión con la Iglesia universal.

Acogida que viene de lejos

Entre los ejemplos de esta comunión y adhesión al Pontífice, el cardenal Tagle citó en su discurso la importante movilización de pequeñas comunidades chinas para el Año de la Eucaristía proclamado en 2004 por san Juan Pablo II; las oraciones por el inicio del pontificado de su sucesor Benedicto XVI; la impresionante serie de iniciativas llevadas a cabo para el Año especial dedicado al apóstol Pablo (2008) o los posteriores Año sacerdotal, Año de la fe, etc.

Con el Papa Francisco, el cardenal Tagle destacó el Año Santo especial de la Misericordia, cuando «muchas personas atravesaron las Puertas Santas de las catedrales. Y muchos obispos publicaron cartas pastorales para reavivar las palabras del Papa Francisco sobre la misericordia”. Pero también la cercanía diaria del Santo Padre durante los duros meses de la pandemia: «grupos de jóvenes católicos chinos, con sus conocimientos digitales, consiguieron hacer llegar a los hogares imágenes de las misas del Papa, junto con traducciones simultáneas al chino de sus homilías».

Volviendo a los textos de la producción magisterial del actual pontífice, ahora también «comentados» en chino, según Tagle, encuentran «gran resonancia en la condición actual de los católicos chinos», precisamente porque Francisco, además de señalar las fuentes y tesoros de la fe y ofrecer sugerencias pastorales y espirituales, «ofrece palabras de sabiduría incluso ante los problemas, las pruebas y los sufrimientos que afectan a toda la familia humana».

Lo específico de cada documento

Por ejemplo, pensando concretamente en los católicos chinos, de la Exhortación Evangelii gaudium se desprenden aquí cuatro principios para la vida social (el tiempo superior al espacio, la unidad que prevalece sobre el conflicto; la realidad más importante que la idea y el todo superior al espacio), que según el Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización son ideales para «iluminar y reconfortar el camino de los católicos chinos de las últimas décadas, incluso en los pasajes más difíciles y dolorosos».

Lo mismo se aplica a Amoris laetitia, donde a pesar de que los valores arraigados en la tradición (prácticas virtuosas, amor filial, respeto a los ancianos) permanecen entre la gente, «hoy en día se ven socavadas por la disgregación vinculada a modelos de desarrollo totalmente condicionados por intereses económicos», subrayó el cardenal Tagle.

La Gaudete ed Exultate, además, con su llamada universal a la santidad, puede ser un homenaje a quienes en las últimas décadas han custodiado y transmitido el tesoro de la fe de persona a persona y entre generaciones: «personas que testimoniaron y testimonian su fe no con grandes proclamas o grandes acontecimientos, sino con sencillez, a través de la fuerza de los sacramentos, en medio de los problemas de la vida cotidiana, empezando precisamente por la vida familiar».

China, como sabemos, tampoco está exenta de la grave crisis ambiental con sus consiguientes problemas ecológicos extremos, y aquí también vienen al «rescate» documentos como Laudato si’ y Querida Amazonia, que son una verdadera advertencia para cuidar el futuro, reequilibrando el excesivo predominio del desarrollo económico por sí solo.

Por último, Fratelli tutti, con toda su carga de «soluciones» a la crisis y a los conflictos entre los hombres -que desgraciadamente persisten (guerras, cultura del despilfarro, xenofobia, esclavitud…)- y, en concreto, para disipar todos esos nubarrones de un posible enfrentamiento entre Occidente y China de los que tanto hablan los analistas políticos.

Bienvenidas sean, pues, las ocasiones en que podemos favorecer una mayor comprensión mutua y permitir que la Iglesia llegue con su mensaje de esperanza a todas aquellas culturas que han demostrado estar bien preparadas para acogerlo e incorporarlo a la vida cotidiana.

Cultura

Christian Bobin. El viajero inmóvil

Christian Bobin es de esos escritores a los que conviene releer de vez en cuando. Sorprendente por su capacidad de mostrar el lado más luminoso de la realidad, Bobin es capaz de hacernos ver que la cotidianidad es lo más prodigioso y fecundo que uno puede contemplar y agradecer, algo tan al alcance de cualquiera.

Carmelo Guillén·22 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

Recluido prácticamente en su pueblo natal, Le Creusot, Christian Bobin se nos muestra en su trayectoria literaria como un viajero inmóvil, estacionado en un enclave concreto, a la manera de la poeta estadounidense Emily Dickinson, a la que él tanto admiró y de la que se ha hecho conocida su inclinación a estar sola. Sin internet, sin ordenador –eso se cuenta de él–, han sido los libros sus grandes y fieles amigos, Ya en el opúsculo Prisionero en la cuna (2005) refiere de su infancia: “Cada verano lo pasaba encerrado en casa, recorriendo el claustro de las lecturas, disfrutando del frescor milagroso de tal o cual frase. Cuando quería salir, un ángel cerraba la puerta. Renunciaba a mi proyecto y volvía a mi habitación. El ángel me arrebataba la vida. La reencontraba en los libros”. Y es en ese espacio de soledad donde el jovencísimo poeta irrumpe en la existencia, encontrando no sólo en los libros, sino en la vecina naturaleza, sus territorios de intimidad.

Contemplativo como el que más, la exquisitez de su prosa, la minuciosidad de sus descripciones y su finura interior hacen posible que se le tenga por un autor señero. Nadie como él hace posible que la cotidianidad sea tan enriquecedora, tan asombrosa, tan apabullante, y es que, como él escribe: “Sólo se puede ver bien a condición de no buscar el propio interés en lo que se ve”. O como expresaba el poeta Jesús Montiel, gran entusiasta de su obra, Bibon procura llevar a la práctica el lema del santo dominico Tomás de Aquino contemplata aliis tradere, esto es, dar a los demás lo contemplado, porque la escritura es para este autor francés una manera de salir de sí mismo: “Escribo para salir de mí”.

Motivos literarios

Muchos de sus motivos literarios surgen así de lo que vive diariamente, continuos e insignificantes hallazgos en todos los casos: la contemplación de las nubes, el encuentro con unas flores silvestres, el vuelo de una mariposa, el de los gorriones…, revelaciones, en suma, que lo llevan a pensar que nada hay escondido y que “todo está al alcance de nuestra mirada”. Vale la pena, pues, dejar constancia de una de las muchísimas descripciones que hace: “El rosal que se estremece bajo el ventanuco de la cocina […], las acacias […], la magnolia […] que se duerme y se despierta con el canto de las tórtolas y el tilo que hay delante de mi ventana, cuyos destellos verdes rebrotan en la página del libro que leo, forman todos parte de mi familia y, aunque arraigados para siempre allí donde están, sus hojas, dentro de mi corazón que los ama, se tocan y se hablan”, texto sublime, como tantos otros, donde expresa la inmensidad de vida que absorbe de la propia naturaleza en su sencillez originaria. Con todo, no acaba aquí su capacidad contemplativa; se extiende mucho más lejos:“Hay islas de luz en pleno día. Islas puras, frescas, silenciosas, inmediatas. Solo el amor sabe encontrarlas”.

Queda muy claro dónde halla la raíz de esa mirada descubridora: “La belleza viene del amor, el amor viene de la atención. La atención simple a lo simple, la atención humilde a los humildes, la atención viva a toda vida”. Metafísica del bienque, si seguimos profundizando, el autor asienta ineludiblemente en Dios: “Si Dios no está en nuestras historias de amor, entonces nuestras historias se anublan, se desmoronan y se hunden. No es esencial que se nombre a Dios. Ni siquiera es indispensable que conozcan su nombre los que se aman: basta con que se encuentren en el cielo en esta tierra”. En ese Dios que recuerda al de santa Teresa de Jesús, quien, sin necesidad de aludirlo, lo veía entre los pucheros; el mismo que Bobin anuncia cuando habla de su padre: “La vida cotidiana de mi padre hablaba suficientemente de Dios sin que hubiera necesidad de nombrarlo”, o al que halla en todo: “He encontrado a Dios en las lagunas, en el perfume de la madreselva, en la pureza de algunos libros e incluso en los ateos”.

Sin duda, es en ese entramado temático donde se percibe la mirada de Bobin, siempre al servicio de la belleza intrínseca de la misma realidad, hasta el punto de que la cualidad de lo bello le proporciona una experiencia única de bondad, de integridad, a partir de lo que atentamente observa sin que, en ninguna ocasión, recurra a moralismos para justificar sus textos literarios. La belleza en sí le atrae, le conmociona y lo eleva a un modo arrebatado de conocimiento de la verdad del mundo: “Quince segundos de pureza por aquí, diez segundos más por allá: con un poco de suerte, cuando deje mi vida, habrá habido en ella bastante pureza como para completar una hora”. Y es que: “El día en que nos permitimos un poco de bondad es un día que la muerte ya no podrá arrancar del calendario”; idea que asimiló de su padre: “Viendo vivir a mi padre aprendí lo que era la bondad, y que era la única realidad que podríamos encontrar alguna vez en esta vida irreal”. Para concluir: “Todo lo que sé del cielo proviene del asombro que experimento ante la bondad inexplicable de tal o cual persona, iluminada por una palabra o un gesto tan puros que se impone de pronto ante mí el hecho de que no hay nada en el mundo que pueda ser fuente suya”.

La muerte

Son muchos otros los posibles hilos que podrían desovillarse del pensamiento poético de Chistian Bobin. Me centro, para concluir de alguna manera, en uno sumamente explícito –el de la muerte–, muy vivo en una de sus publicaciones, el libro Resucitar, en el que con esa prosa poética, diáfana y tensa que lo caracteriza, desarrolla una serie de consideraciones a partir del fallecimiento de su progenitor, tras padecer la enfermedad del Alzheimer. Como señala Víctor Herrera de Miguel, en un hermosísimo artículo titulado El don de recibir. La pupila abierta de Christian Bobin: “La puerta de salida de la existencia es, en la poética de Bobin, el umbral de la vida: sucede que cuando ésta pierde su expansión horizontal, le surge una verticalidad nueva. Es frecuente en su obra el diálogo con los muertos, a los que interpela y narra el mundo, con quienes se siente en camino”. Para valorar esta presencia esplendorosa de la muerte es necesario apuntar que, en Bobin, su elogio conlleva aparejado un canto a la vida. De ese modo se explica que escriba frases como: “La muerte perfecciona su obra” o “Su muerte [la de su padre] había llegado de pronto a consolarlo” o, por último: “El amor a los muertos es lo más luminoso que puede haber”. Y es que, como afirma Montiel, antes citado: “Bobin aborda la problemática de la muerte y la enfermedad desde una perspectiva diametralmente opuesta a la de la literatura contemporánea: más que como un suceso azaroso o un motivo de pataleo, [como] una oportunidad para el crecimiento o la posibilidad de trascendencia”. De hecho, respecto a la obra de misericordia de visitar a los enfermos, consigna: “Visitar a un enfermo es el más extraordinario de los viajes que se pueden llevar a cabo en esta vida”. 

Coda

Al llegar a este punto, dejo finalmente la puerta abierta para que el lector –desde esta aproximación a la obra de Bobin– pueda asomarse a cualquiera de sus libros, verdaderos pozos de luz, en los que encontrará la desnudez de quien se asoma a Dios y se da cuenta de que “lo único real en esta vida es el corazón”.

Vaticano

El Papa pide “no acostumbrarnos a las guerras” y acudir a Jesús intercesor 

Con la violencia en Sudán y la guerra de Ucrania de telón de fondo, el Papa Francisco ha solicitado en el Regina Caeli del domingo VII de Pascua, Solemnidad de la Ascensión del Señor, que “por favor, no nos acostumbremos a la violencia, a las guerras”. También ha manifestado que “hoy celebramos la conquista del cielo”, y que “Jesús está siempre vivo para interceder a nuestro favor”, es “nuestro abogado”.

Francisco Otamendi·21 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

En la Solemnidad de la Ascensión del Señor, el Santo Padre Francisco ha manifestado antes del rezo de la oración mariana del Regina Caeli, que “Jesús en el cielo ‘trabaja’, por así decir, como nuestro abogado ante el Padre”,  y que “está siempre vivo para interceder a nuestro favor“, “no nos ha dejado solos, como dice el Evangelio hoy: ‘Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final del mundo’”.

Además, tras el Regina Caeli, el Papa ha pedido que “por favor, no nos acostumbremos a los conflictos y a la violencia. no nos acostumbremos a las guerras. Y sigamos estando cerca del martirizado pueblo ucraniano”. 

La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha confirmado, en este sentido, que el Papa Francisco ha confiado al cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, la tarea de “dirigir una misión, de acuerdo con la Secretaría de Estado, para ayudar a aliviar las tensiones en el conflicto de Ucrania, con la esperanza, a la que nunca renuncia el Santo Padre, de que así se puedan iniciar caminos de paz”. “El calendario de esta misión y sus modalidades se están estudiando actualmente”, añade la nota.

Antes de referirse a Ucrania, el Pontífice había hecho alusión a Sudán. “Es triste”, pero un mes después del estallido de la violencia en este país africano, “la situación continúa siendo grave. Al alentar a los acuerdos parciales alcanzados hasta ahora, renuevo mi sentido llamamiento a que se depongan las armas, y pido a la comunidad internacional que no ahorre esfuerzos para hacer que prevalezca el diálogo y aliviar el sufrimiento de la población”, ha manifestado.

“Hablar con el corazón”

“Se celebra hoy la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. cuyo lema es ‘Hablar con el corazón’”, ha añadido también el Papa. “Es el corazón el que mueve a hablar con una comunicación abierta y acogedora. Saludo a los periodistas y a los trabajadores de las comunicaciones que están aquí presentes, Agradezco su trabajo. y deseo que estén siempre al servicio de la verdad y del bien común. Un aplauso a todos los periodistas”, pidió Francisco.

También se ha referido el Papa al comienzo de “la Semana Laudato si’. Agradezco al Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral su trabajo, y a las numerosas organizaciones presentes, e invito a todos a colaborar para el cuidado de la casa común. ¡Hace mucha falta unir habilidades y creatividad!”

El Papa ha enviado un mensaje de “cercanía de corazón” a la región de Emilia Romaña, que ha padecido “la reciente calamidad de las inundaciones, y ha informado que “ahora en la Plaza se van a distribuir libretos sobre la Laudato si’, que ha preparado el Dicasterio, en colaboración con el Instituto Ambiental de Estocolmo”. 

El Papa Francisco ha saludado al final a todos los romanos y peregrinos venidos de Italia y de diferentes países. “Agradezco particularmente a las Hermanas Franciscanas de santa Isabel de Indonesia, a los fieles de Malta, de Mali, de Argentina, de la isla caribeña de Curacao, y la Banda Musical de Puerto Rico. ¡Nos gustaría escucharles después!”, ha dicho. El Papa saludó también a los chicos de la Confirmación de Génova, a los que ayer vio con la gorra roja en Santa Marta, a diversos grupos parroquiales italianos, y a las asociaciones comprometidas en la defensa de la vida humana, a diversos coros juveniles y a los chicos de la Inmaculada. Y no se olviden de rezar por mí”, reiteró, como hace siempre.

“Con la Ascensión, algo nuevo y hermoso”

“Hoy en Italia y en muchos otros países se celebra la Ascensión del Señor”, comenzó el Papa su alocución. “Es una fiesta que conocemos bien, pero que puede hacer surgir algunas preguntas, al menos dos. La primera: ¿por qué celebrar la partida de Jesús de la tierra? ¡Su despedida parecería un momento triste, no algo por lo que estar alegre! Y una segunda pregunta: ¿qué hace ahora Jesús en el cielo, por qué es importante que esté ahí? Por qué celebramos y qué hace Jesús ahora en el cielo: estas son las dos preguntas que nos ayudan a entender lo que celebramos”.

A la primera cuestión, el Santo Padre ha respondido así: “Por qué celebramos. Porque con la Ascensión sucedió algo nuevo y hermoso: Jesús ha llevado nuestra humanidad al cielo, es decir a Dios. Esa humanidad, que había tomado en la tierra, no se ha quedado aquí, ha subido a Dios y estará ahí para siempre. Desde el día de la Ascensión Dios mismo, podríamos decir, ha ‘cambiado’: ¡Desde entonces ya no es solo espíritu, sino que por todo lo que nos ama lleva en sí nuestra misma carne, nuestra humanidad! El lugar que nos espera está indicado, nuestro destino está ahí. Hoy celebramos “la conquista del cielo”: Jesús que vuelve al Padre, pero con nuestra humanidad. Y así el cielo es ya un poco nuestro. Jesús ha abierto la puerta y su cuerpo está ah”.

Interceder a Dios por las personas que conocemos

En relación a “la segunda pregunta: ¿qué hace Jesús en el cielo?”, ésta fue, en síntesis, su meditación: “Él está por nosotros delante del Padre, le muestra continuamente nuestra humanidad, las llagas que ha sufrido por nosotros; ‘trabaja’, por así decir, como nuestro abogado ante el Padre (cfr 1 Jn 2,1). Por eso no nos ha dejado solos. De hecho, antes de ascender nos dijo, como dice el Evangelio hoy: ‘Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final del mundo’ (Mt 28,20)”.

Jesús “está siempre con nosotros, está ‘siempre vivo para interceder’ (Hb 7,25) a nuestro favor. En una palabra, por tanto, intercede; está en el mejor ‘lugar’, delante del Padre suyo y nuestro, para interceder por nosotros. Y por tanto, espera que le presentemos las situaciones, los problemas, las personas, pero también las miserias y los pecados, para obtener perdón y misericordia, y mandar sobre nosotros su amor y el del Padre, el Espíritu Santo. 

“La intercesión es fundamental”; ha subrayado el Santo Padre. “Por eso Jesús en el Evangelio de hoy nos pide también por nosotros que trabajemos, que seamos laboriosos, “bautizar en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (cfr Mt 28,19). Entonces preguntémonos: ¿yo intercedo, ‘sumerjo’ en Dios a las personas que conozco, a las que me encomiendan sus problemas, las que atraviesan momentos difíciles? ¿Me hago intercesor por ellos ante Jesús, que espera mi oración para donar su Espíritu a los que le presento? ¿Llevo al Señor mis fatigas, pero también las de la Iglesia y el mundo? La Reina del cielo nos ayude a interceder con la fuerza de la oración”.

El autorFrancisco Otamendi