El Papa Francisco ha rezado el Ángelus este primer domingo de Adviento desde Santa Marta. Si bien su estado de salud sigue mejorando, tal y como informa la Santa Sede, los médicos recomendaron al Pontífice que acompañara a los fieles en esta oración desde el interior de su residencia.
En su breve meditación, Francisco ha recalcado un concepto que Cristo repite hasta tres veces en el Evangelio de hoy: la vigilancia. Antes de profundizar en ella, el Santo Padre advirtió que esta no es “una actitud motivada por el miedo a un castigo inminente, como si un meteorito estuviera a punto de caer del cielo y nos amenazara con aplastarnos, si no nos apartamos a tiempo”.
Al contrario, la vigilancia que predica Jesús se relaciona con el siervo, con “la ‘persona de confianza’ del amo”, explica el Papa. El siervo de la Biblia es aquel con quien “existe una relación de cooperación y afecto”. Por tanto, la vigilancia es una virtud basada “en el anhelo, en la espera de ir al encuentro del amo que viene”.
Esta espera es la que debe tener el cristiano, apunta Francisco. “Ya sea en Navidad, que celebraremos dentro de unas semanas; ya sea al final de los tiempos, cuando regrese en gloria; ya sea cada día, cuando venga a nuestro encuentro en la Eucaristía, en su Palabra, en nuestros hermanos y hermanas, especialmente en los más necesitados”.
La casa del corazón
El Santo Padre invita a todos a preparar “con esmero la casa del corazón, para que esté ordenada y sea acogedora”. Eso es lo que significa realmente la vigilancia evangélica, “estar con el corazón preparado. Es la actitud del centinela, que en la noche no se deja tentar por el cansancio, no se duerme, sino que permanece despierto esperando la luz que llegará”.
Los dos mejores preparativos, dice Francisco, son la oración y la caridad. “A este respecto, se cuenta que san Martín de Tours, hombre de oración, después de dar la mitad de su manto a un pobre, soñó con Jesús vestido precisamente con esa parte del manto que había dado”. El Papa considera que en ese evento el cristiano encuentra un modelo ejemplar para vivir el Adviento. Tanto es así que anima a los católicos a “encontrar a Jesús que viene en cada hermano y hermana que nos necesita, y compartir con ellos lo que podamos”.
El Papa ora por el mundo
Por último, el Santo Padre alienta a que evitemos las distracciones inútiles y las quejas constantes, y a que acudamos a la Virgen María, “mujer de la espera”. Al finalizar el Ángelus, Francisco ha pedido un nuevo alto al fuego en la guerra entre Israel y Palestina, cuya tregua ya ha terminado. Por otro lado, ha recordado a las víctimas del ataque durante una Misa en Filipinas.
El Papa también ha realizado un “llamamiento para que se responda al cambio climático con cambios políticos concretos”, pues este fin de semana tiene lugar la COP 28 en Dubái a la que no ha podido asistir por motivos de salud. Por último, ha invitado a todos a acoger a las personas con discapacidad en esta Jornada internacional de la que se ha hecho especial eco este mes de diciembre.
Esperanza y José Ángel: “Ya no puedes vivir sin tus hijos Down”
Cuatro familias españolas han adoptado a dos niños con síndrome de Down cada una, y coinciden en que “son un regalo”. Ya no pueden vivir sin ellos, porque hacen felices a sus familias, y ven su felicidad. En vísperas del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que la Iglesia en España celebra con el lema “Tú y yo somos Iglesia”, Esperanza y José Ángel conversan con Omnes.
Francisco Otamendi·3 de diciembre de 2023·Tiempo de lectura: 6minutos
Los ocho padres son Beatriz y Carlos, que estuvieron once años intentando ser padres biológicos sin conseguirlo; Antonio y Yolanda, que tienen seis hijos, todos ellos adoptados, los cuatro últimos a través de ofrecimientos de adopción de especial dificultad, y de los cuales, dos tienen sindrome de Down; Ana y Carlos (nombres ficticios), cuyos primeros cinco hijos adoptados, por fases, son rusos; y Esperanza y José Ángel, con los que hablamos.
Es sabido que, en Occidente, la mayoría de niños con síndrome de Down, cuya trisomía (tres cromosomas en el par 21) es detectada en el embarazo, “no llegan a nacer… y todos sabemos por qué”, explican Esperanza y José Ángel. Entre los años 2011 y 2015, en Europa, el 54% de bebés a los que se les detectó esta anomalía genética fueron abortados. Y en España, el porcentaje llegó nada menos que al 83%, según datos proporcionados por la Fundación Iberoamericana Down 21, añaden los padres.
En marzo de este año 2023, un reportaje de BBC Mundo informó que un grupo de expertos había concluido que en Europa, en la última década, el 54% de los embarazos en los que el feto tenía Down fue interrumpido. El trabajo de De Graaf, Buckley y Skotko, que fue publicado en el European Journal of Human Genetics (Revista Europea de Genética Humana) en 2020, y actualizado a finales de 2022, señaló que la proporción de abortos selectivos fue mayor en los países del sur de Europa (72%) que en los nórdicos (51%) y los de Europa del este (38%).
Sobre algunas reflexiones y testimonios de estos padres adoptantes, conversamos con Esperanza y José Ángel.
Habéis estudiado el trabajo de Brian Skotko, director del Programa de síndrome de Down en el Hospital General de Massachusetts y profesor asociado en la Escuela de Medicina de Harvard. ¿Podéis añadir algún dato?
–El Dr. Brian G. Skotko coordinó un equipo que entrevistó a 2.044 padres sobre la relación con su hijo síndrome de Down en 2011. Pues bien: el 99% de ellos dijo que ama a su hijo o hija; el 97% de esos padres estaban orgullosos de ellos; el 79% sintió que su visión de la vida era más positiva gracias a ellos; el 5% se sintió avergonzado por ellos; y tan solo el 4% se arrepintió de tenerlos. Los padres reportaron que el 95% de sus hijos o hijas sin síndrome de Down tienen buenas relaciones con sus hermanos con esta discapacidad. La gran mayoría de los padres encuestados señalaron que están contentos con su decisión de haberlos tenido e indicaron que sus hijos e hijas (Down) son una gran fuente de amor y orgullo.
¿Por qué ese contraste entre la felicidad expresada por las personas con síndrome de Down y la de sus familias, y la actual opción del aborto para la mayoría?
–Estas cuatro familias españolas, entre las que nos encontramos, han adoptado a dos niños con síndrome de Down cada una. Todas tienen su propia historia. Pero todas ellas coinciden, coincidimos, en al menos, una cosa: ya no pueden vivir sin sus hijos. Porque hacen felices a quienes les rodean, en primer lugar a sus padres y hermanos. Porque ven que sus hijos son felices. Y porque es muy difícil conocer a una de estas personas y no quererla. Y el amor —amar y ser amados— es lo que hace feliz al ser humano, en primer lugar a sus hijos.
Y eso que en las historias de estas familias también hay sacrificio y momentos duros. Hay exigencia y dolor. La crianza y educación de un niño con síndrome de Down requiere mucho esfuerzo y pueden darse situaciones —aunque no necesariamente, ni siempre, ni todas a la vez— de problemas de salud, dificultades de aprendizaje, trastornos de comportamiento, conductas disruptivas.
Pero somos personas absolutamente normales, “no héroes”, que animamos a otras personas también normales a tener a sus hijos con síndrome de Down. Y a los padres que no quieran o no puedan hacerse cargo de ellos –por las razones que sean, que nunca juzgaremos– les animamos a darlos en adopción.
Contadnos un flash de vuestro caso. ¿Cómo fue la decisión?
–No podíamos tener hijos biológicos, y hubo sufrimiento. Sin embargo, una serie de circunstancias se alinearon hasta que tomamos la decisión final —después de un proceso de discernimiento—, de lanzarnos a la adopción de un niño/a con síndrome de Down. En esa decisión también jugó un papel importante la fe cristiana: “El que recibe a uno de estos pequeños en mi nombre, es a Mí a quien me recibe”, “lo que hagáis a uno de estos hermanos míos más pequeños, es a Mí a quien se lo hacéis”.
En el momento de compartir la decisión con sus familiares y amigos, la mayoría recibieron la noticia con alegría e ilusión, la misma que ellos ya sentían. Sin embargo, conocemos a un matrimonio que se ofreció a adoptar a un niño con síndrome de Down, y cuando lo comunicaron a la familia, ésta se escandalizó y trató de disuadirles por todos los medios: que no iban a ser felices, que iba a ser un lastre para los hermanos…
La verdad es que es todo lo contrario. Para todos los hermanos de niños con síndrome de Down, la llegada de su hermano/a ha supuesto un enorme enriquecimiento. Además, los hermanos adquieren una sensibilidad especial con este tipo de personas: se les nota en su delicadeza, en su paciencia, en su cariño cuando ven a uno de ellos…
¿Qué percibisteis al conocer a vuestros dos hijos?
–Una inmensa felicidad y emoción. La segunda adopción nos fue adjudicada porque los servicios sociales de la Comunidad no tenían ninguna otra familia candidata ni con la idoneidad requerida por la Administración.
Desde entonces ha comenzado un camino no exento de sacrificio y esfuerzo, con noches sin dormir o durmiendo poco, con enfermedades, con lentitud en los avances y progresos en el desarrollo, con las dificultades del día a día —las batallas para vestirles, lavarles, darles de comer…—, con la incertidumbre de no saber si lo estamos haciendo bien como padres…
Pero por encima de todo eso “está el amor y el amor lo puede todo”. La adopción de ambos es “lo mejor que hemos hecho en la vida”.
¿Alguna anécdota sobre esos matrimonios que conocéis?
–Carlos, inicialmente, en un contexto de algunas circunstancias difíciles que estaban atravesando, respondió que no a la propuesta de Beatriz. Pero al final cedió. En una ocasión les llamaron para ofrecerles una niña con síndrome de Down, de tres meses de edad, con una cardiopatía de la que tiene que ser intervenida. Además, la Administración les exigía trasladar a toda la familia a su ciudad y esperar a que coja el peso adecuado para ser operada. La pequeña ya había pasado por tres momentos críticos. Todo eso les hizo dudar y al final rechazaron la adopción: “Para nosotros, decir que no fue como un aborto”, explica Carlos. “Mi corazón quedó machacado, rechazamos a nuestra bebé”, asegura Beatriz.
Sin embargo, ella le pedía al Señor que esa niña tuviera brazos de madre en el cielo o en la tierra. Y a los nueve meses de haber dicho que no, les volvieron a llamar: que le habían operado, que había sobrevivido a la operación y que si querían ir a por ella. “Vamos: nos faltó volar”, cuenta emocionada Beatriz.
¿Sobre Antonio y Yolanda?
–Antonio recordaba que “el Señor nos cuestionó porque en los documentos del proceso de adopción había una casilla que, si la marcabas, te ofrecías a la adopción de un niño con enfermedad o discapacidad. Nosotros, en los dos primeros procesos de adopción no la marcamos, sin embargo, esa decisión nos marcó a nosotros”.
Fue en el contexto de una peregrinación donde vieron que les llamaba a “ser padres de un hijo con dificultades. No fue fácil pero Él, que es un caballero, nos lo susurraba”. Y así llegó nuestro tercer hijo”, el primero con necesidades especiales. Antonio explica que “cuando ya teníamos a este último, nos invitó de nuevo a abrirnos a la vida, y llegó el cuarto hijo, que nació con hipoxia y un daño cerebral. Fue un gran regalo para nosotros”.
Una reflexión final…
–Como han destacado Jesús Flórez y María Victoria Troncoso en Nuestro Tiempo, “las personas con síndrome de Down dan a la sociedad mucho más que lo que reciben” María Victoria insiste: “El mundo sería mucho peor sin personas con síndrome de Down”.
A todos estos seres humanos con esta alteración genética, a quienes la sociedad actual tantas veces discrimina —¿hay mayor discriminación que no dejarles nacer?— se les pueden aplicar las palabras que Jesús Mauleón dedicó a su amigo Genaro, con síndrome de Down, en un poema: “Y cuando sales a la calle, vuelves mejor el mundo/ y haces más hondo el aire que respiras”.
Ojalá la sociedad actual se dé cuenta porque, como decía Jerôme Lejeune, “la calidad de una civilización se mide por el respeto que manifiesta a los más débiles de sus miembros. No hay otro criterio para juzgarla”.
María Jesús Pérez: «El Comercio Justo se apoya en una espiritualidad de la vida que, junto al Creador, cuida y genera vida digna»
Esta misionera Hermana Franciscana Estigmatina, natural de León es una de las fundadoras de “Maquita”, una de las organizaciones de Comercio Justo más antiguas e importantes del mundo.
Marta Isabel González Álvarez·2 de diciembre de 2023·Tiempo de lectura: 9minutos
Black Friday, ofertas y rebajas de temporada, el Día de la Madre, del Padre, San Valentín y por supuesto Navidad… Aunque queramos vivir sobriamente, es difícil escapar al consumismo salvaje de nuestro tiempo. Sin embargo, hay una alternativa respetuosa con las personas y el medio ambiente, que ayuda al desarrollo de los países y que promueve unas relaciones comerciales equitativas: el Comercio Justo.
Entrevistamos en Quito (Ecuador) a la misionera Hermana Franciscana Estigmatina, María Jesús Pérez, directora ejecutiva y cofundadora, junto al italiano Padre Graziano Masón, de “Maquita”, una de las organizaciones de Comercio Justo más antiguas e importantes del mundo. Nos explica sus pasos y la inspiración que la ha llevado desde la Diócesis de Astorga (León) hasta Ecuador, donde el próximo año hará cuarenta años que llegó.
María Jesús Pérez nació en Regueras de Arriba, La Bañeza (León) el 20 de julio de 1955. En 1975 inició su formación con las Hermanas Franciscanas Estigmatinas en Astorga (León) y completó su noviciado en Italia, de donde regresó y pasó ocho años con las comunidades Estigmatinas de Sueca (Valencia), Ponferrada y Astorga (León).
Se encontraba bien, pero algo diferente iba naciendo en ella: el deseo de conocer el caminar de la iglesia de Latinoamérica y de experimentar la vida caminando con los grupos que buscaban justicia y dignidad de vida desde una fe liberadora comprometida con la vida. Pidió entrar en la pastoral de su congregación en Ecuador, y llegó en agosto de 1984, viviendo en el barrio periférico de Santa Rita (Quito). Allí coordinó acciones pastorales con varias comunidades religiosas de otros barrios, sacerdotes y laicos, formando un equipo de pastoral muy comprometido con las causas de los pobres.
En esos años Ecuador sufrió las consecuencias de fuertes medidas neoliberales, impuestas por organismos internacionales, que provocaron miseria, hambre, exclusión y fuerte persecución a las organizaciones tanto civiles como religiosas, ocasionando muertes y desapariciones de líderes y lideresas. En ese contexto, la iglesia ecuatoriana, a la Luz del Documento de Puebla del Episcopado de América Latina, orientó el compromiso cristiano con el documento Opciones Pastorales que entre otras cosas dice: “Que el dolor y las aspiraciones del pueblo y particularmente de los pobres nos hagan sentir hondamente sus necesidades y problemas, para compartirlos y buscar juntos la luz para el camino y posibles modelos de una sociedad más justa” (OP I, 3).
Como ella misma dice, así empezó “una nueva forma de conocer, escuchar y vivir desde una espiritualidad de la vida enraizada en la cultura del pueblo empobrecido; en donde la comunidad, la organización, el cuidado de la “Pachamama” (madre tierra) y otros valores, cobran sentido en el vivir del día a día. Donde la Palabra de Dios fortalece la vida e ilumina la acción en fuerte solidaridad y compromiso.” Y con todo ello la fundación de Maquita.
Pero ¿qué hace una religiosa fundando y liderando una cooperativa de Comercio Justo como Maquita? ¿Qué tiene que ver todo esto con la Iglesia?
–Todo nace desde un deseo profundo de vivir, en la realidad concreta del pueblo, en seguir los ideales del Reino que Jesús de Nazaret vivió y nos dejó como una opción de vida. Las formas de constituir y vivir en comunidad son diversas y todas necesarias para seguir el camino que Él nos dejó trazado: un modelo de sociedad transformado en Reino de Dios aquí en este mundo, en el mundo que Dios Padre y Madre nos regaló y soñó: “un paraíso de fraternidad humana y cósmica”.
Papa Francisco, profeta de hoy, nos insta a salir a las periferias, donde vive y sufre la gente, para vivir con ellos y como ellos, al estilo de los primeros misioneros de las comunidades cristianas.
Las estrategias, las acciones que se despliegan son diferentes y todas ellas están impregnadas de la espiritualidad de la vida que llevaba Jesús por los caminos de Israel. El Comercio Justo es una filosofía de vida que se hace práctica desde el cuidado de la tierra y los productos que nos ofrece, pasando por la dignidad del trabajo y el respeto y servicio con el que intercambiamos los productos; productos cargados de historias de vida, de amor a todo lo creado siguiendo las huellas de Francisco de Asís.
Según la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, el Comercio Justo es un movimiento internacional que lucha por una mayor justicia global en lo económico, social, humano y medioambiental. Para ello ha desarrollado un modelo comercial que protege los derechos humanos y el medio ambiente. Sus organizaciones cumplen diez principios que se pueden englobar en tres bloques: respeto a los Derechos Humanos, prácticas justas y protección al medio ambiente. ¿Cómo defines tú el Comercio Justo y por qué debemos apostar por él y promoverlo?
–El Comercio justo es un estilo una propuesta de vidaque busca incidir en la sociedad y en las economías, proponiendo una forma de cuidado y protección en la forma de producir, transformar, comercializar y consumir de forma sustentable, sostenible, inclusiva, solidaria y justa con las personas, el planeta y todo lo creado. Es una propuesta de vida que considera la humanidad, el planeta y la economía desde un comercio justo y sostenible con un consumo responsable y consciente.
Para mí lo importante del Comercio Justo es que se apoya en una espiritualidad de la vida que junto al Creador cuida y genera vida digna y justa para todos y en cada una de sus acciones.
Estoy participando de este movimiento porque, desde los principios que plantea, se armoniza la fe y la vida, a la luz de Jesús de Nazareth que en su caminar veía las necesidades de los más pobres, sentía compasión y actuaba liberándoles del sufrimiento y dándoles una vida digna.
Otro ámbito importante del Comercio Justo es que desde sus relaciones de comercio en beneficio de todas las personas que intervienen en la cadena, (desde la producción al consumo consciente) también se realiza un compromiso profético de denunciar las “explotaciones” del mercado e incide con acciones concretas para el respeto y justo reconocimiento de los derechos laborales, el valor de los productos y producciones que respetan y cuidan el planeta.
¿Pero qué es Maquita? Cuéntanos más sobre su creación, sus logros y sus retos actuales
–En el deseo de las familias de “buscar modelos de una sociedad más justa”, nace en 1985, un Movimiento de consumidoras y consumidores liderado por grupos de mujeres, jóvenes, Comunidades Eclesiales de Base-CEBS y organizaciones campesinas, que comercializan directamente del campo a la ciudad para responder al derecho a una alimentación sana.
En una asamblea leyendo el Evangelio Mc 6,35 “denles ustedes de comer” se provocó una acción concreta: la constitución de una organización con familias participantes de los barrios periféricos de la ciudad, (conformada en su mayoría por migrantes del campo) y organizaciones rurales: “Maquita Chushunchic Comercializando como Hermanos”. Dos palabras que en la lengua kichwa significan: démonos las manos comercializando como hermanos.
Nacimos desde el impulso de la Palabra de Dios y ella a lo largo de estos 38 años ha sido la Luz que ha iluminado el camino y dado la fortaleza y sencillez para ser “levadura que fermenta la masa”. Nuestros logros se miden por el nivel de organización y solidaridad para salir adelante juntos, aportando cada persona desde lo que puede y sabe. En este caminar nos han acompañado en fuerte alianza y generosidad instituciones europeas que creen y trabajan por una sociedad más justa, por una sociedad fraternal como: Manos Unidas, Proclade, Ecosol, Entrepueblos, ADSIS, entre otras.
Es importante destacar el liderazgo de las mujeres y su gran capacidad para buscar y desarrollar iniciativas de trabajo para generar ingresos y mejorar las condiciones de sus familias y de ellas mismas.
Nos articulamos en Redes de Economía Social y Solidaria, por lo que las organizaciones pueden intercambiar conocimientos y acopiar productos para poder salir los juntas a los mercados locales, nacionales e internacionales a través de la Organización Mundial del Comercio Justo .
Actualmente, la organización coordina y facilita el trabajo en 20 provincias de las 24 del Ecuador.
Tenemos dos líneas de Comercialización de Economía Social-Solidaria y Comercio Justo: Maquita Productos,Maquita Agro y la Operadora de Turismo Comunitario Maquita Turismo Todas ellas trabajan a través de dos áreas: Social Productivo y Comercial Solidaria. En el siguiente gráfico que definen las funciones de ambas y su propósito único de liderar Redes de emprendimientos de las organizaciones, con centros de acopio de productos primarios (quinua, cacao, frejol, mote, etc.), centros de turismo comunitario, emprendimientos agroindustriales (mermeladas, miel, etc.), talleres artesanales y centros de producción de bio-insumos.
Los equipos de trabajo que acompañan a las organizaciones son 114 personas, profesionales y técnicos que, agradecidos por la educación que han recibido, han decidido trabajar y caminar en este proceso organizativo dando sentido a su vida y como opción que impulsa procesos de dignidad de vida y contra el sistema establecido que genera tanta exclusión, “muertes ambientales” y pobreza.
Nuestros 12 principios inspirados en la espiritualidad y compromiso de Jesús, orientan el caminar y nos animan a seguir adelante en medio de tantas dificultades:
Vivimos una fe ecuménica liberadora, que provoca práctica de solidaridad, compromiso y mística con el pueblo empobrecido, al estilo de Jesús de Nazareth.
Practicamos transparencia y honestidad, con austeridad y sencillez.
Consideramos la familia como pilar del caminar organizativo comunitario.
Facilitamos el empoderamiento de las mujeres y su posicionamiento en la familia y en la sociedad.
Apoyamos la participación activa de los jóvenes desde su identidad y propuestas de trabajo.
Promovemos la equidad de género, étnico-cultural, generacional, territorial, ambiental y socio-económica.
Practicamos la no violencia activa y fomentamos el diálogo entre los diferentes actores.
Hacemos incidencia política, social y económica no partidista.
Caminamos en red con la participación activa de las personas y organizaciones.
Valoramos las identidades culturales y el conocimiento ancestral de los pueblos.
Respetamos los derechos de la madre naturaleza y cuidamos el ambiente.
Practicamos equidad y solidaridad en la producción, transformación, comercialización y consumo responsable de productos sanos.
¿Qué conexiones tiene Maquita a nivel internacional, qué ayudas y de qué organizaciones habéis ido recibiendo apoyo?
–Es un don del Espíritu que ha provocado y hecho surgir tantas organizaciones que tienen como misión y propósito trabajar por la justicia, la redistribución de los bienes y contra la acumulación vergonzosa de la riqueza y un consumismo depravador.
A lo largo de los años han sido muchas las organizaciones con las que hemos trabajado en fuerte alianza de Italia, Holanda, Francia, Alemania, entre otras, actualmente, nuestras principales aliadas son: Pan para el Mundo, Manos Unidas, Ecosol, Entrepueblos, Proclade, SETEM, ADSIS, Caritas de Bilbao junto a sus aliados: gobiernos autonómicos, Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, UE, etc.
Su participación es de cercanía, orientación en el trabajo y apoyo para inversiones que impulsen mejorar la producción y la gestión de las iniciativas de trabajo con las diferentes estrategias de economía social y solidaria que, centradas en la dignidad de vida de las personas y cuidado del planeta, se implementan diferentes ejes de trabajo y estrategias de acuerdo a las necesidades del territorio.
¿Podrías contarnos algún caso o anécdota que recuerdes en el que sintieras claramente que lo que hacías ayudaba realmente a las personas?
–Al querer compartir alguna historia impactante en mi vida, se me llena la mente y el corazón de tantos rostros… mujeres y hombres con manos encallecidas y rostros marcados por el descontento y la dureza de la vida… por lo que voy a compartiros mejor la experiencia poblacional de las mujeres. Cuando se incorporan al movimiento, vienen marcadas por vivencias de violencia, explotación y saturación en la carga de trabajo doméstico, del cuidado de animales, la tierra, la explotación del mercado en el pago del producto, y muchas veces, solas en la educación de los hijos.
Cuando hoy hablas con ellas te cuentan que educan a sus hijas e hijos por igual, que hay colaboración en las tareas de casa, que ya no venden los productos en las ferias de intermediarios y cómo su organización les paga el precio justo, pero además entregan un producto sano y mejor calidad, que participan en espacios sociales y de los gobiernos locales exigiendo obras para su sector. Y lo que es más importante: se siente mujeres valiosas, con ganas de seguir creciendo y sabiendo que también tienen derecho a cuidarse y al descanso.
Emociona ver que, en la cadena productiva comercial, ya no se someten a lo establecido por el mercado, saben respetar y valorar el trabajo y ante las dificultades que el mercado les pone, (manipulación de precios, peso y desvalorización de la calidad) van definiendo alternativas organizativas para disminuir la cadena de intermediación y llegar a las familias con productos agroecológicos y bien cuidados en todo el proceso.
Tienen muy presente al Dios que denuncia la explotación en el mercado como lo narra el profeta Amos 8, 4ss cuando dice: “Ustedes sólo piensan en robarle al kilo o en cobrar de más, usando balanzas mal calibradas. Ustedes juegan con la vida del pobre y del miserable por algún dinero o por un par de sandalias…” Y en todas estas situaciones también de hoy, viven y luchan sabiéndose acompañados por la fuerza y protección Divina.
¿Cómo ves la situación en Ecuador actualmente y cómo puede afectar a que vuestra cooperativa siga ayudando?
–El Ecuador ha venido deteriorándose muy fuertemente en los últimos años, por gobiernos que no han sabido administrar y gobernar a favor del pueblo, sino de los grandes sectores económicos nacionales y también internacionales. A Maquita le afecta tanto como a los territorios donde colaboramos y por lo tanto tratamos de impulsar la esperanza y la organización para defender la tierra contra la minería y petroleras.
Estamos prestando especial atención a las oportunidades que pueden tener los jóvenes para quedarse en su tierra generando impulso a propuestas agroecológicas para producir de forma sostenible y ofrecer productos sanos para apoyar a la seguridad alimentaria.
La migración por los grandes problemas que se viven entre otras inseguridades por bandas narco delincuenciales y la no atención del gobierno a la población rural, afecta también en el sentido de que líderes y lideresas que se han formado como promotoras y promotores sociales y que hacían transferencias y asistencia agrícola a las familias de sus comunidades y otros servicios, se ven forzados a migrar.
Al trabajar principalmente con el sector rural, la proximidad del fenómeno climático de “El Niño” con fuertes inundaciones afectará a la producción agrícola, pero también el acceso a productos de la canasta familiar, y por lo tanto a la alimentación de la población.
La crisis de la sociedad europea también nos afecta pues disminuye la cooperación que impulsa la producción y el trabajo y condiciones de vida dignas para la población empobrecida.
A lo largo de estos 38 años, hemos vivido momentos muy duros y económicamente al límite de la quiebra, pero siempre en el momento más crítico han ocurrido acciones, personas, instituciones que forma inesperada se han hecho presentes y nos han impulsado para seguir adelante, por lo que nosotros siempre confiamos en Dios que camina con su pueblo y cuando hay que liberarlo lo hace con “los Moisés” de hoy. Por lo tanto, cada día nos levantamos confiados en El y sintiendo Su presencia en la construcción del Reino.
El autorMarta Isabel González Álvarez
Doctora en periodismo, experta en comunicación institucional y Comunicación para la Solidaridad. En Bruselas ha coordinado la comunicación de la red internacional CIDSE y en Roma la comunicación del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral con quien sigue colaborando. Hoy aporta su experiencia al departamento de campañas de incidencia sociopolítica y trabajo en red de Manos Unidas y coordina la comunicación de la red Enlázate por la Justicia. Twitter: @migasocial
Los Premios ¡Bravo! 2023 reconocen a Manuel Garrido, “Libres” o la ACdP
La Conferencia Episcopal Española ha hecho públicos los nombres de los galardonados en los Premios ¡Bravo! 2023. Entre ellos se encuentran nombres muy conocidos, como Pedro Piqueras o Ana Iris Simón.
Los Premios ¡Bravo! 2023 ya tienen galardonados. Así lo ha comunicado la Conferencia Episcopal Española el 1 de diciembre por la tarde, publicando en su página web el nombre de los ganadores, entre los que se encuentran nombres tan reconocidos como Pedro Piqueras, Manuel Garrido o Ana Iris Simón.
La ceremonia de entrega tendrá lugar el 29 de enero de 2024 en la sede de la conferencia, pero la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales ha dado ya los nombres de los galardonados.
Estos premios, tal y como se expresa en sus normas, buscan que se reconozca “por parte de la Iglesia, la labor meritoria de todos aquellos profesionales de la comunicación en los diversos medios, que se hayan distinguido por el servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos”.
Galardonados de los Premios ¡Bravo! 2023
Los ganadores de esta edición, según las categorías, son:
En Radio, “Ábside Media” por su cobertura de la JMJ;
En Música: la orquesta de la música del reciclaje impulsada por la empresa “Ecoembes”;
En Publicidad: la campaña de la Asociación Católica de Propagandistas “#QuenotelaCuelen”;
De Comunicación Digital; Israel Remuiñán, por su podcast “Benedicto XVI, el Papa de la tormenta”;
En Comunicación Institucional: Manuel Garrido;
En Comunicación Diocesana: Juan José Montes, de la diócesis de Mérida Badajoz.
Jurado de los premios
El jurado de los Premios Bravo tiene como presidente a monseñor Salvador Giménez Valls, por delegación del presidente de la Comisión. Por su parte, los vocales son:
Francisco Otero, director de la revista “Ecclesia”;
Irene Pozo, directora de contenidos sociorreligiosos de “Ábside Media”;
Ulises Bellón, director del departamento de prensa de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales (CECS);
Juan Orellana, director del departamento de cine de la CECS;
José Gabriel Vera, director de la oficina de información y del secretariado de la CECS.
Infancia Misionera comienza su campaña de Adviento este domingo 3 de diciembre. El objetivo es animar a los más pequeños de la casa a vivir este tiempo con espíritu de misión.
El 3 de diciembre la Iglesia católica celebra el primer domingo de Adviento. Aprovechando la festividad, Infancia Misionera arranca su campaña navideña para animar a los niños a vivir este tiempo litúrgico con espíritu de misión. Este aspecto es esencial en el Adviento, como explica Fernando González, responsable de la organización. En este sentido, dice: «Llega el Adviento, tiempo de preparación para el nacimiento de Jesús. Pero cuando Jesús nace no termina todo, al contrario: en ese momento empieza un camino que lleva a la Infancia Misionera».
Entre los principales elementos del proyecto está el calendario de Adviento. A través de él la entidad propone actividades diarias a los más pequeños, retos semanales y breves oraciones para que se empapen del espíritu cristiano. En la web de la organización puede visualizarse el calendario y descargarse el archivo.
Sin embargo, este calendario no es como todos. En lugar de acabar el 25 de diciembre, la fecha final es el 14 de enero, Jornada de la Infancia Misionera, y el lema elegido para esta ocasión es “Comparto lo que soy”.
Además, este año se convoca una nueva edición del Concurso Nacional de Infancia Misionera, enfocado en el dibujo. Podrán participar, por un lado, niños de primero a tercero de Primaria, y por el otro, los alumnos de cuarto a sexto de la misma etapa escolar.
Los ganadores obtendrán una tablet y unos auriculares bluetooth, y serán candidatos para participar en el Concurso Internacional de Infancia Misionera. Además, la entidad invita a todos los niños a tomar parte en la iniciativa “Sembradores de Estrellas”, tradicional de la organización.
Toda la información acerca del calendario, el concurso y la iniciativa de «Sembradores de estrellas» puede encontrarse en la página web de Infancia Misionera, que acaba de estrenar una nueva versión, y en la web de Obras Misionales Pontificias.
Foro Omnes «Benedicto XVI. La razón y la fe» con Pablo Blanco, Premio Ratzinger 2023
La Universidad Villanueva de Madrid acogerá el próximo 14 de diciembre el Foro Omnes "Benedicto XVI. La razón y la fe" que contará con Pablo Blanco Sarto, recientemente galardonado con el Premio Ratzinger 2023.
El 14 de diciembre tendrá lugar el Foro Omnes «Benedicto XVI. La razón y la fe» en el que participará como ponente principal el sacerdote Pablo Blanco Sarto, profesor de Teología Dogmática en la Universidad de Navarra y recientemente galardonado con el Premio Ratzinger 2023.
El encuentro estará moderado por Juan Manuel Burgos, filósofo, fundador y presidente de la Asociación Española de Personalismo y de la Asociación Iberoamericana de Personalismo.
Pablo Blanco
Pablo Blanco es uno de los expertos en Benedicto XVI más reconocidos en la actualidad. Forma parte del comité editorial de las Opera omnia de Joseph Ratzinger en español en la editorial BAC y ha escrito, además de una biografía de Benedicto XVI otros títulos como Benedicto XVI, el papa teólogo, Joseph Ratzinger. Vida y Teología, Benedicto XVI y el Concilio Vaticano II o La teología de Joseph Ratzinger.
El Foro Omnes «Benedicto XVI. La razón y la fe» tendrá lugar de manera presencial el próximo jueves, 14 de diciembre a las 19:00 h. en la Universidad Villanueva (C/ Costa Brava 6. Madrid).
Como seguidor y lector de Omnes le invitamos a asistir. En el caso de que así lo desee, le rogamos que confirme su asistencia a través del correo [email protected]. (Es necesaria la inscripción previa)
La historia de “los cuarenta mártires de Inglaterra y Gales”, tanto laicos como religiosos, canonizados por Pablo VI el 25 de octubre de 1970, se enmarca dentro de la persecución religiosa que se vivió en Inglaterra durante el siglo XVI, después de que Enrique VIII se separara de la Iglesia católica en el año 1534 para poder divorciarse de su mujer, Catalina de Aragón, y casarse con Ana Bolena.
Algunos de ellos fueron ejecutados el día 1 de diciembre.
San Alexander Briant
San Alexander Briant nació en Somerset, Inglaterra, en 1556. Se convirtió al catolicismo cuando se encontraba estudiando en la Universidad de Oxford. Posteriormente, en 1577, abandonó su país natal para continuar sus estudios en Douai, Francia. En esta ciudad se había fundado recientemente una universidad para formar a sacerdotes “recusantes” (aquellos que se negaban a adoptar la religión estatal de Inglaterra, el anglicanismo), debido a que la reina Isabel I había establecido unas duras leyes penales contra los católicos.
El padre Briant se ordenó sacerdote en Cambrai (Francia) en 1578. Poco después, en 1579, regresó a Inglaterra, donde ejerció de sacerdote católico junto al padre Persons. Este era uno de los sacerdotes más buscados por el gobierno y fue precisamente intentando capturarlo cuando encontraron casualmente a Briant y lo detuvieron. Dos semanas más tarde, le trasladaron a la Torre de Londres, donde fue cruelmente torturado.
Después, fue transferido a una celda llamada “El Foso” (“The Pit”), donde estuvo encerrado en completa oscuridad durante 8 días. Fue sometido a otras torturas, como el potro: además de considerar sus escritos “alta traición”, sus verdugos pensaban que así conseguirían sonsacarle el paradero del padre Persons.
Durante su cautiverio, el santo solicitó por carta, desde prisión, ingresar en la Compañía de Jesús. Además, en este escrito comunicaba a la Compañía que tenía “la menta puesta con tanta firmeza en la Pasión de Cristo, que no sentía dolor en el tormento, sino solo después”, indica el portal de los jesuitas. Por ello aún hoy en día se le considera miembro de la Compañía, a pesar de que nunca llegó a serlo formalmente.
Finalmente, san Alexander Briant fue ahorcado y descuartizado (aún vivo), junto con otros compañeros mártires, el 1 de diciembre de 1581. Antes de su ejecución, hizo un acto de fe como católico y se declaró inocente “de cualquier ofensa contra la Reina, no solo de hecho, sino incluso de pensamiento”. Tenía 25 años.
Estos datos no están extraídos de ninguna fuente católica, sino del Hetford College, de la Universidad de Oxford. El padre Alexander Briant fue canonizado por Pablo VI el 25 de octubre de 1970.
San Edmund Campion
Edmund Campion nació en Londres en 1540. Fue uno de los profesores más relevantes de Oxford de la época y se ordenó como diácono anglicano en 1568. Debido a sus muchos seguidores, se consideraba que podía ser nombrado Arzobispo de Canterbury.
Sin embargo, Campion tenía dudas con respecto a la legitimidad de la Iglesia anglicana. Debido a este conflicto de conciencia, abandonó Oxford en 1569. Finalmente, se hizo católico en Douai (Francia) y en 1573 partió a Roma, donde ingresó en la Compañía de Jesús.
En 1580, después de haber hecho sus votos como jesuita y haber sido ordenado sacerdote en Praga, Edmund Campion fue enviado en misión a Inglaterra junto al padre Persons y Ralph Emerson para poder asistir espiritualmente a los católicos ingleses, que se veían obligados celebrar la Misa en secreto debido a que todo tipo de culto católico estaba prohibido por el gobierno. Para poder entrar en el país, tuvo que disfrazarse de joyero. En Inglaterra, escribió un famoso manifiesto en que explicaba que la misión era religiosa, no política. Y es que muchos de los católicos martirizados durante este periodo fueron acusados de traición hacia la reina Isabel, haciendo pasar una persecución religiosa por una cuestión política.
En estas misiones, los sacerdotes iban de incógnito a las casas de los católicos. Campion “llegaba de día, predicaba y oía confesiones por la tarde, y por fin celebraba la Misa por la mañana antes de salir para su siguiente destino”, indica el portal de la Compañía de Jesús.
Durante este tiempo, san Edmund Campion escribió “Rationes decem” (“Diez razones”), explicando por qué el catolicismo era verdadero y desmontando el anglicanismo. Se imprimieron 400 copias de este texto, que fueron muy leídas.
Poco después, en 1581, un “cazasacerdotes” descubrió su paradero y fue arrestado junto con otros dos clérigos. En la Torre de Londres, donde le encerraron en “una celda tan pequeña que no podía ponerse de pie ni tumbarse”, sufrió tortura, aunque se negó a renunciar al catolicismo. Su caso llegó hasta la reina Isabel, que, debido a la gran influencia que Campion tenía y a su trayectoria en Oxford, le ofreció ordenarse como presbítero anglicano, con posibilidades de ascenso, si renunciaba al catolicismo. Sin embargo, Campion no aceptó la oferta. Posteriormente, volvió a sufrir tortura en el potro y fue acusado de traición. Aunque Campion reiteró, en su nombre y el del resto de sacerdotes arrestados, que su misión era religiosa y no política, se les sentenció a todos a muerte mediante horca y descuartizamiento. Al escuchar la sentencia, los sacerdotes condenados entonaron el “Te Deum”.
El día de la ejecución, 1 de diciembre de 1581, san Edmund Campion perdonó “a los que le habían condenado”. El Campion Hall de Oxford recibió su nombre en conmemoración, y, al igual que sus compañeros mártires, fue canonizado por el Papa Pablo VI.
Otros mártires
Estos son solo algunos ejemplos de los mártires ingleses. También hubo laicos condenados a muerte por ocultar a sacerdotes católicos, como san Richard Langley, casado y padre de cinco hijos, que fue beatificado en 1929 por Pío XI, o santa Margaret Cliterow, madre de familia, canonizada con los “Cuarenta mártires de Inglaterra y Gales” por Pablo VI.
Parte de la misión de Tyburn Convent es guardar la memoria de los católicos que fueron ejecutados en ese lugar por causa de su fe. Además, en el convento se conservan numerosas reliquias, y hay un pequeño santuario dedicado a los mártires que dieron allí su vida por Cristo y su Iglesia.
Lo que celebramos en Navidad es que, de verdad, hemos encontrado al amor de nuestra vida. Un amor que es incondicional, paciente, compasivo y para siempre.
1 de diciembre de 2023·Tiempo de lectura: 4minutos
«Descubre la magia de la Navidad», «disfruta unas navidades mágicas», «sumérgete en el mágico mundo navideño»… Por favor, dejemos de usar este tipo de eslóganes que confunden a niños y mayores. La Navidad no tiene nada de magia, aunque sí que es un misterio. Me explico:
A cuatro semanas de la conmemoración del Nacimiento del Señor, la Iglesia propone un tiempo de preparación que llamamos Adviento; pero la Navidad comercial, ese mes y medio que consigue que consumamos más que en todo el resto del año, le ha tomado la delantera al año litúrgico y ha adelantado una o dos semanas más la espera de la fiesta con el encendido de las luces, las ofertas importadas y toda la parafernalia que lleva añadida.
Alargar este periodo “mágico” de las navidades logra, en un abracadabra, cuadrar las cuentas de resultados de muchas empresas y alegrar, como por arte de birlibirloque, la recaudación de los municipios que invierten en alumbrado, mercadillos y actividades de ocio.
Relacionar la Navidad y la magia tiene sentido, porque todos tenemos en el fondo el deseo infantil de ver cumplidos nuestros deseos de forma increíble como cuando encontrábamos los regalos que habíamos pedido en nuestra carta.
En estas fechas, tenemos la ilusión de que “la vida” nos conceda lo que pedimos, de que “la suerte” nos acompañe y nos toque la lotería, de que un “hada” dirija su varita mágica hacia nosotros ayudándonos a encontrar el amor de nuestra vida o de que un “ángel de segunda clase” se gane sus alas ayudándonos a solucionar aquel problema irresoluble en nuestro Bedford Falls particular.
Lo cierto es que, por mucho que las comedias románticas que inundan estos días las plataformas se empeñen en mostrarnos una época del año feliz, donde al final todo sale bien; cuando pasen las fiestas descubriremos, un año más, que a la supuesta “magia” de estas fechas se le ve el truco como a un mal prestidigitador de barraca de feria.
Y la ilusión que parecía que nos iba a hacer felices para siempre se termina disolviendo en el mostrador de devoluciones de los grandes almacenes frente a dependientes agobiados por tener que montar el siguiente reclamo comercial.
Relacionar la Navidad y la magia tiene sentido, porque occidente ha relegado la fe que antaño daba sentido a sus tradiciones en favor de la fantasía o la superstición. En la magia cabe perfectamente eso de que “algo habrá”, en referencia a la trascendencia.
No sabemos muy bien qué o cómo será, no sabemos muy bien si son ángeles o hadas o duendes o elfos, no sabemos muy bien si nuestra familia o la salud son un regalo de Dios o de la vida o del gobierno de turno, ni tampoco nos interesa indagar mucho.
Fue Chesterton quien dijo aquello de que cuando se deja de creer en Dios, enseguida se cree en cualquier cosa. Y eso lo estamos comprobando con esta fiebre mágica navideña.
Relacionar la Navidad con la magia tiene sentido, porque una de las fiestas de este tiempo litúrgico es la de la Epifanía, o manifestación de Dios a los magos. Pero ojo, que la palabra mago aplicada a los que vinieron de Oriente a adorar al niño no hace referencia a supuestos poderes sobrenaturales, sino a su sabiduría o amplio conocimiento científico en tiempos en los que astrología y astronomía no se habían deslindado.
Por eso, calificar de mágica la Navidad, es rebajarla a estelas de purpurina. ¡La Navidad no es mágica, oiga, es divina! Jesús no es Houdini, ni David Copperfield, ni siquiera los fantásticos Harry Potter o Doctor Strange. El Jesús que nace en Navidad no es un ilusionista, ¡es Dios mismo! Tampoco es mago como lo fueron los magos de oriente, ni como los mejores científicos de hoy que sorprenden al mundo dominando las leyes de la física. Él no es sabio, es la Sabiduría eterna que, como poetiza el libro de los Proverbios “jugaba con la bola de la tierra” mientras Abbá creaba el espacio y el tiempo y ordenaba las galaxias y la materia oscura.
Lo que celebramos en Navidad es que, ¡de verdad!, nos ha tocado la lotería. Ponga precio, si no, en una subasta, a la vida eterna que Jesús le ha regalado. No hay millones para pagarla.
Lo que celebramos en Navidad es que, de verdad, hemos encontrado al amor de nuestra vida. Un amor que es incondicional, paciente, compasivo y para siempre. Un amor que no acaba tras 90 minutos y el rótulo de The End. Un amor hasta dar la vida ¿Quién no querría dejarse querer así?
Lo que celebramos en Navidad es que, de verdad, los problemas que parecían irresolubles tienen solución. Porque Dios, naciendo como hombre, se arremanga con nosotros, se mete en nuestro fango y nos acompaña y auxilia en nuestro caminar.
La Navidad no es mágica, pero sí es un misterio en el sentido bíblico, que significa aquel signo cuyo sentido está oculto. ¿No es admirable que detrás de esa señal de un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre (algo tan poco mágico, tan ordinario) se esconda Dios mismo ofreciéndose a compartir su divinidad con nosotros?
En estos días de preparación de la Navidad, mientras pasee por una de esas calles preciosamente
iluminadas o escuche uno de esos villancicos entrañables, párese, mire a los ojos a esa persona que camina a su lado, a su esposo, a su esposa, a su hijo, a su nieta… Descubrirá en su mirada algo mucho más mágico que cualquier decorado de cartón piedra de parque de atracciones. Es un soplo divino que vive dentro de ella y que ella podrá ver dentro de usted. Ese es el misterio que vamos a celebrar y que permanece oculto a tantos, el admirable intercambio entre Dios y el ser humano. Es la divina Navidad.
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.
La Iglesia se suma al Día de las Personas con Discapacidad
El domingo 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. La Iglesia se suma a esta iniciativa con el lema “Tú y yo somos Iglesia”. La Misa de Trece TV, a las 12, estará dedicada a este tema.
Loreto Rios·30 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 3minutos
La Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado, perteneciente a la Conferencia Episcopal, cuenta con un área dedicada a las personas con discapacidad, que ha querido sumarse a la celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
Mensaje del obispo
El obispo responsable de este área es monseñor Román Casanova, quien ha manifestado en el Mensaje por la Jornada de la Discapacidad que la Iglesia se une a este día “dando luz y compartiendo vida, porque son muchas las personas con discapacidad que forman parte de la Iglesia, del ‘nosotros’ eclesial que camina unido”.
Sobre el lema de esta campaña, “Tú y yo somos Iglesia”, el obispo señaló que «está lleno de grandes historias: de fraternidad, de superación, de servicio, de ternura, protagonizadas por hombres y mujeres, jóvenes, niños que, en comunidad y en la casa de la gran familia de los hijos de Dios, superando todo tipo de barreras, han recibido y compartido dones”.
Además, añadió que este lema hace referencia a que “las personas con discapacidad son también parte viva de la Iglesia, receptoras y transmisoras de la buena noticia del Evangelio (…). Es necesario que recuerdes que la Iglesia somos todos. Cada uno de nosotros somos un regalo único, cada uno de nosotros hemos sido amados por Dios y estamos llamados a ser expresión de su amor. Nos queda mucho camino por recorrer y seguimos necesitando tu humanidad, tu sensibilidad para expresar el amor, tu cercanía, tu capacidad para sacar lo mejor de cada uno de nosotros y tu mirada sencilla sobre la vida”.
«Tú y yo somos Iglesia»
En la presentación de esta jornada, que ha tenido lugar el 30 de noviembre en la sede de la Conferencia Episcopal, han participado María Ángeles Aznares (Marian), catequista en Cuenca de personas con discapacidad, la hermana María Granado, que trabaja en la Comisión, y Henar, una joven de 25 años con parálisis cerebral de la parroquia de la catequista María Ángeles Aznares.
Marian ha manifestado estar “entusiasmada” con su grupo de catequesis, al que han dado el nombre de “Anawin” (los “pobres de Yahvé” en hebreo).
Sobre el lema de esta campaña, la catequista ha resaltado que hace referencia a que “la Iglesia es nuestra casa”. Como José y María acogieron a Jesús, la Iglesia busca acoger a los demás, diciéndoles «sí»: “Nosotros queremos que la Iglesia sea ese sí”, ha subrayado.
También ha resaltado la humildad y pobreza de Jesús, que, siendo Dios, escogió experimentar la limitación del pesebre, un lugar exento de lujos. “La Iglesia es ese portal de Belén”, ha señalado Marian.
Por otra parte, ha hecho referencia a todo lo que ha aprendido trabajando con personas con discapacidad: “Con sus límites, he sido capaz de aceptar mis límites”. Aunque ha subrayado que son como cualquier persona, con sus momentos de mal genio y sus intentos de escaquearse del trabajo, Marian observa en ellos una sencillez que la ayuda a enfrentarse a la vida de otra manera.
«La Iglesia se adapta a mí»
Henar, su catecúmena, ha querido intervenir también poco después de este punto, utilizando una tableta electrónica en la que ha escrito, en referencia a la Iglesia: “Nosotros también tenemos el derecho y la obligación de formar parte de esa gran familia”. Henar también ha subrayado la importancia de la Misa y lo mucho que ayuda a nivel personal.
Ante la pregunta de qué barreras han encontrado en la Iglesia a la hora de promover la catequesis con personas con discapacidad, Marian ha comentado que a veces esta barrera puede ser «no entender», pero que es un proceso que también ha tenido que vivir ella misma: “No he encontrado unas barreras que sean diferentes a las mías”, ha señalado. Por su parte, Henar no ha indicado ninguna barrera, sino que ha afirmado: “Yo creo que la Iglesia se adapta a mí”.
En la página web de la Conferencia Episcopal pueden encontrarse materiales de apoyo para la catequesis con las personas con discapacidad. Sin embargo, aunque para personas ciegas o sordas hay técnicas que son iguales para todos (el uso del braille, la lengua de signos…), Marian señala que en el caso de personas con discapacidad intelectual los materiales son solo recursos de apoyo que deben personalizarse para cada caso concreto.
Misa en Trece TV
El día 3 de diciembre, la Misa de Trece TV, que se retransmitirá desde la Basílica de la Concepción a las 12, estará dedicada a la Jornada de las Personas con Discapacidad, y contará con subtitulado y lengua de signos. Se podrá seguir por televisión o en línea.
Diego Sarrió: «Los musulmanes se marchan agradecidos del esfuerzo de la Iglesia por un diálogo auténtico»
Diego Sarrió es el rector del Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos. En esta entrevista con Omnes, nos habla del origen de esta institución y las relaciones entre musulmanes y cristianos.
Hernan Sergio Mora·30 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 9minutos
Después del 11 de septiembre de 2001, parte del mundo islámico sintió la necesidad de distanciarse del yihadismo y de la ideología fundamentalista que lo sostiene. Surgieron así varias declaraciones como el Mensaje de Amán de 2004, al que siguieron otros hasta llegar al «Documento sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común«, firmado el 4 de febrero de 2019 en Abu Dabi por el Papa Francisco y el jeque Ahmad Al-Tayyeb, gran imán de Al-Azhar, y que fue una de las fuentes de inspiración de la encíclica «Fratelli tutti«.
Así lo indicó durante una entrevista concedida a Omnes el actual rector del “Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos» (PISAI), el padre Diego Sarrió Cucarella, de 52 años, español de Gandía (Valencia) de carácter amable y jovial, quien estudió en el PISAI y después trabajó allí como docente, hasta llegar a ocuparse de su dirección. “El Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos, con sede en Roma desde 1964, nace en 1926 en Túnez por una intuición de la Sociedad de los Misioneros de África, más conocidos como ‘Padres Blancos’ por el color de su hábito”, explica el padre Sarrió.
Y añade que “el primer objetivo fue formar a los misioneros que se preparaban para trabajar en el norte de África, en contacto directo con la población musulmana. A este objetivo se añadió más tarde la promoción de un nuevo tipo de relaciones entre los cristianos y los seguidores de la segunda religión más numerosa del mundo, superando prejuicios mutuos y estereotipos de diversa índole a través del estudio de la tradición religiosa del otro”.
¿Cómo surgió el PISAI?
Nace por una necesidad muy práctica, misionera de los Padres Blancos. Es una de las tantas congregaciones que nacen en un momento de mucho fervor misionero, en la segunda mitad del siglo XIX, como los Combonianos, la Consolata, los Espiritanos, etc., todos con el carisma misionero tal como se entendía en ese momento, o sea anunciar a Cristo e implantar la Iglesia en territorios donde todavía no estaba presente.
¿Quién fundó a los Padres Blancos?
El fundador fue el cardenal francés Charles Martial Lavigerie, un joven brillante que en 1867 fue nombrado arzobispo de Argel. Estamos en plena expansión colonial de Europa y Francia consideraba Argelia parte integrante de su territorio. Era también la época de la exploración del interior del continente africano (baste recordar a Livingston)
En este contexto histórico, el fundador de los Padres Blancos tiene la inspiración de crear una congregación masculina y otra femenina destinadas a la evangelización del continente africano. Es así que los Padres Blancos nacimos en un país de tradición islámica. Nuestro primer país de misión fue Argelia y después Túnez, que en 1881 se convirtió en protectorado francés y donde Lavigerie fue nombrado arzobispo de Cartago en 1884.
¿Cuándo nace el PISAI?
Nace más tarde, en 1926, en Túnez, porque con la experiencia de la misión se empiezan a ver las dificultades: no era el apostolado “triunfal” que algunos se esperaban, como estaba sucediendo en otras partes de África. En cambio, en el Magreb se encontraron mucha resistencia cuando anunciaban el Evangelio. Entre otros motivos, porque el islam había desarrollado a lo largo de los siglos su propia argumentación contra el cristianismo. Poco a poco, se dieron cuenta de que para trabajar en ambiente musulmán no bastaban los estudios clásicos de filosofía y teología que recibían los sacerdotes, sino que era necesario además un conocimiento sólido de la cultura y de la religión islámica.
¿Solamente para los Padres Blancos?
En 1926 los Padres Blancos abrieron en Túnez una casa de estudios destinada inicialmente a la formación de los que se preparaban para trabajar en el norte de África, iniciándolos en el estudio del idioma y de la cultura religiosa local. La casa funcionaba con régimen de internado y los estudios duraban dos o tres años. El cuerpo docente lo formaban los Padres Blancos y profesores externos, tunecinos y europeos residentes en Túnez. La casa no tardó en abrir sus puertas a otras congregaciones religiosas presentes en el norte de África y al clero diocesano interesado.
O sea, formación para quienes se preparaban para el apostolado…
Sí, pero no olvidemos que la teología de la misión estaba evolucionando. Ya al inicio de los años 30, el equipo de Padres Blancos que trabaja en la casa de formación desarrolló un nuevo tipo de actividad al mismo tiempo que continuaba el programa de estudios. Recuérdese que era el tiempo de la llamada “burbuja colonial”, una sociedad europea que vivía a menudo al margen de la sociedad tunecina, cada una por su lado. Los responsables de la casa de formación, que por entonces había pasado a llamarse “Institut des belles lettres arabes, IBLA”, buscaron acercar a estas dos comunidades creando el Círculo de Amistades Tunecinas (Cercle des amitiés tunisiennes, 1934-1964), con programas culturales, conferencias, excursiones, etc. Abrieron también la biblioteca del IBLA a los tunecinos y comenzar a editar desde 1937 la revista IBLA, que existe hasta hoy.
¿Qué sucede al ampliar el ámbito de la misión?
Con el paso de los años, la casa se quedó pequeña para la doble actividad del Instituto (por un lado, centro de estudios árabes e islámicos y, por otro, lugar de contacto cultural con la sociedad tunecina), por lo que a finales de los años 40 se decidió trasladar la sección de estudios en régimen de internado a La Manouba, entonces un suburbio de Túnez. Con la distancia física y la actividad específica de cada casa, se acabó trabajando por separado. El centro de estudios de La Manouba continuó desarrollándose hasta convertirse en el actual PISAI. Un momento importante fue su reconocimiento por parte de la Santa Sede en 1960 como Pontificio Instituto Superior de Estudios Orientales. “Orientales” y no “islámicos” por razones de discreción. Se buscaba evitar que alguno se preguntase: ¿qué hacen estos católicos europeos aquí, en un país de mayoría musulmana, independiente desde 1956, ocupándose del islam? En 1964, la nacionalización de tierras agrícolas en manos de extranjeros que decretó el gobierno tunecino afectó al terreno en La Manouba donde estaba situado el Instituto.
¿La expropiación les obliga a emigrar?
Así es. Se barajó la posibilidad de trasladar el Instituto a Argel o Francia. Sin embargo, estas opciones fueron descartadas en favor de Roma, donde estaba teniendo lugar el Concilio Vaticano II. El 17 de mayo de 1964, domingo de Pentecostés, Pablo VI había instituido un departamento especial de la Curia Romana para las relaciones con las personas de otras religiones, conocido al principio como «Secretariado para los No Cristianos», que pasó a llamarse más tarde Pontificio Consejo (hoy Dicasterio) para el Diálogo Interreligioso. La Santa Sede pidió a los Padres Blancos que trajesen el Instituto a Roma. En la Ciudad Eterna había profesores de la Gregoriana o de otras instituciones que conocían el islam, pero no existía un programa de estudios de islamología como tal.
El traslado del Instituto a Roma supuso también un cambio de nombre para evitar confusiones con el ya existente Pontificio Instituto Oriental, dedicado al estudio del oriente cristiano. Así, en octubre de 1964, el Instituto pasó oficialmente a llamarse Pontificio Instituto de Estudios Árabes. Habría que esperar hasta la promulgación de la Constitución apostólica Sapientia Christiana, en abril de 1979, para que el Instituto recibiese su denominación actual de Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos.
¿Qué significó para el PISAI tener su sede en Roma?
Venir a Roma supuso para el PISAI ante todo un alargamiento de horizontes, la necesidad de ponerse al servicio de la Iglesia universal y no solo de la Iglesia del norte de África. La presencia en Roma también supuso integrar progresivamente a estudiantes laicos.
¿Qué imagen se ha construido en el mundo cristiano sobre el islam a lo largo de la historia?
Durante los últimos años, personalmente me he interesado bastante por cómo cristianos y musulmanes han escrito unos acerca de los otros y en la imagen del otro que esta tradición ha transmitido a los cristianos y musulmanes de hoy. Se puede decir que la mayor parte de lo que cristianos y musulmanes han escrito unos sobre otros ha sido de carácter polémico. Aunque en raras ocasiones se ha descrito la religión del otro sin prejuicios, la actitud “por defecto” ha sido la sospecha y el antagonismo. Quienes trataron de superar las caracterizaciones estereotipadas del otro fueron excepciones en ambos bandos. Polémica es la palabra justa para describir este tipo de literatura. Procede del sustantivo griego «pólemos», que significa “guerra”. En efecto, se trataba de una “guerra de palabras”. Los autores de estos escritos se veían a sí mismos participando en una gran batalla que libraban tanto eruditos como príncipes. No eran capaces de disociar sus escritos sobre el otro de la competición más amplia por la hegemonía política y cultural, por no hablar del control de la riqueza del mundo y de sus recursos económicos. Uno de los grandes problemas de hoy es que tanto cristianos como musulmanes somos herederos de una imagen muy negativa del otro.
¿Cómo desarrollar el diálogo entonces?
Cuando hablamos del diálogo islamo-cristiano debemos recordar ante todo que no son las religiones las que dialogan, sino personas reales, de carne y hueso, que viven en situaciones concretas, muy diversas de todos los puntos de vista imaginables. Pensemos que cristianos y musulmanes juntos representan hoy más de la mitad de la población mundial. Así como el mundo cristiano es muy diverso internamente, lo mismo sucede en el mundo musulmán. Ello hace que sea muy difícil hablar del diálogo islamo-cristiano en abstracto. Las relaciones islamo-cristianas no avanzan con el mismo ritmo en todas partes del mundo. Lo que es posible aquí y ahora, no es posible en otro lugar, por ello es importante no generalizar. El fundamentalismo yihadista es una deriva que la gran mayoría de los musulmanes rechaza. En los últimos años hemos visto sucederse declaraciones islámicas en favor del diálogo y de la convivencia pacífica, comenzando con el Mensaje de Amán en 2004. Es interesante señalar que estas declaraciones representan un ejercicio de “ecumenismo” islámico, en cuando que han sido firmadas por líderes musulmanes de diversas tradiciones y corrientes.
¿Es posible superar el pasado de polémicas y guerras?
La declaración Nostra Aetate sobre las relaciones de la iglesia con las religiones no cristianas, promulgada en 1965, que reconocía que en el transcurso de los siglos surgieron no pocas desavenencias y enemistades entre cristianos y musulmanes, exhortaba a todos a que “olvidando lo pasado, procuren y promuevan unidos la justicia social, los bienes morales, la paz y la libertad para todos los hombres” (Nostra Aetate, 3).
Algunos comentaristas han considerado esta invitación a “olvidar lo pasado” un tanto ingenua. Es verdad que es difícil olvidar el pasado, pero por otro lado no podemos permitir que el pasado determine el presente y condicione el futuro. No se trata de olvidar sino de superar. Como sucede a menudo en los conflictos interpersonales, tanto una parte como la otra relata la historia a partir del momento en que se sintieron víctimas. Lo mismo ocurre entre musulmanes y cristianos. Si uno quiere encontrar una justificación para rechazar los esfuerzos de diálogo islamo-cristiano, ciertamente siempre podrá encontrar un ejemplo histórico o actual, situaciones reales, en la que los cristianos o los musulmanes son víctimas de discriminación o de violencia. Si hay que esperar a que todo sea perfecto para dialogar, ¿entonces para qué dialogar? No hay una receta mágica de diálogo islamo-cristiano, un modelo que se pueda aplicar en todas las situaciones. No hay que olvidar que cristianos y musulmanes somos seres humanos, sujetos de identidades múltiples, entre las cuales el componente religioso es uno de tantos otros elementos: culturales, políticos, geográficos, etc. Todo entra en juego cuando un cristiano se encuentra con un musulmán.
¿Qué relaciones tiene el PISAI con las embajadas de países de mayoría islámica ante la Santa Sede y otras instituciones islámicas?
El PISAI recibe frecuentemente visitas de diplomáticos de países de tradición islámica acreditados ante la Santa Sede. Se suelen sorprender al descubrir que en el corazón del mundo católico existe un Instituto, dependiente de la Santa Sede, expresamente dedicado a la cultura y a la religión islámica; un instituto que se interesa no únicamente por el islam desde el punto de vista geopolítico, estratégico o de seguridad, como ocurre en otras universidades y centros de estudio, sino en el patrimonio propiamente religioso de la tradición islámica. Este interés lo refleja maravillosamente nuestra biblioteca, de poco más de 40.000 volúmenes, especializada en las diversas ramas de las ciencias islámicas (teología, filosofía, jurisprudencia, exégesis coránica, sufismo, etc.). Estos diplomáticos, igual que otros musulmanes que nos visitan, sobre todo profesores universitarios, se marchan agradecidos de constatar el esfuerzo de la iglesia católica para preparar personas para un diálogo auténtico y profundo con los musulmanes, que no puede basarse únicamente en la buena voluntad, sino en un conocimiento científico y objetivo de la tradición del otro.
¿Cuántos alumnos estudian actualmente en el PISAI?
Es un Instituto muy especializado, por lo que el número es relativamente pequeño. Ofrecemos únicamente el programa de licenciatura y de doctorado. Esto significa que para estudiar en el PISAI uno tiene que haber hecho ya un primer ciclo universitario o trienal, que puede ser en teología, filosofía, misionología, en ciencias políticas, historia, lengua y literatura, etc. Algunos se forman para ser docentes o investigadores; otros vienen con la motivación, madurada en un contexto eclesial, de prepararse para trabajar en el ámbito de las relaciones islamo-cristianas.
En estos últimos años, el número medio de estudiantes en el programa de licenciatura es de unos 30, a los que hay que añadir alrededor de 8 doctorandos. Desgraciadamente el Instituto no puede aceptar un número mayor de doctorandos debido al carácter especializado de los estudios y a la dificultad de encontrar profesores cualificados para dirigir las tesis doctorales. Los grados académicos que confiere actualmente el Instituto son la licenciatura y el doctorado “en estudios árabes e islámicos”, es decir, que el árabe es un elemento esencial en nuestro campo de estudio, como ocurre con el conocimiento de las lenguas bíblicas para los especialistas de la Sagrada Escritura. Un especialista en el islam no puede prescindir del árabe, que es la lengua de los textos fundacionales del islam: el Corán y la Sunna.
Actualmente, los dos años de la licenciatura del PISAI son precedidos por un año preparatorio que inicia a los estudiantes en el estudio del árabe clásico sobre bases sólidas. Uno podría pasar toda su vida estudiando árabe clásico, sin hablar de los muchos y muy diversos árabes coloquiales. El estudiante que completa nuestro programa de licenciatura adquiere una buena visión panorámica de la tradición islámica, pero no se puede decir que sea un “experto” en islam. El doctorado, en cambio, permite profundizar en el conocimiento de un área particular de los estudios islámicos, abriendo importantes perspectivas en todos los sectores.
Esperando la venida de Cristo: el Prefacio I de Adviento
El Adviento es uno de los “tiempos fuertes” del año litúrgico, lo que se refleja en la riqueza de los textos propios de este tiempo en la Santa Misa. El prefacio I de Adviento, que comienza el domingo 3 de diciembre, expresa la espera de la segunda venida del Señor y la preparación para su nacimiento en la historia. Cada semana se publicarán los restantes.
Giovanni Zaccaria·30 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 3minutos
El tiempo de Adviento se caracteriza por una tensión entre dos polos: por una parte, es la espera de la segunda venida de Cristo; por otra, es la preparación para la solemnidad de la Navidad.
El sentido se comprende fácilmente. Puesto que esperamos la segunda venida de Cristo, cuando el tiempo tal como lo conocemos llegará a su fin y toda la creación alcanzará su plenitud, es precisamente por esto por lo que nos preparamos para la Navidad: porque es una celebración del gran misterio de nuestra salvación, que comienza con la Encarnación del Verbo en el seno de la Virgen María.
Este doble sentimiento que caracteriza el tiempo de Adviento está presente también en la división que lo caracteriza: la primera parte –toda ella dominada por referencias escatológicas– abarca desde el primer domingo hasta el 16 de diciembre; y luego, del 17 al 24 de diciembre, la llamada Novena de Navidad nos devuelve al tiempo y al lugar de la primera venida.
Precisamente en esta tensión nos inserta el primero de los dos textos del prefacio de Adviento, que ya desde su título (“De duobus adventibus Christi”) indica como tema de la acción de gracias a Dios la doble venida de Cristo, y se desarrolla todo ello en paralelismos (primera venida…vendrá de nuevo – humildad de la naturaleza humana… esplendor de la gloria – antigua promesa… reino prometido, etc.) que ponen de relieve el “ya y todavía no” de nuestra salvación. Esto sitúa a la comunidad cristiana en una perspectiva histórico-dinámica: vive ya de Cristo, presente en medio de los suyos, pero no pierde de vista la tensión escatológica hacia la manifestación plena y definitiva.
Qui, primo advéntu in humilitáte carnis assúmptæ,
dispositiónis antíquæ munus implévit,
nobísque salútis perpétuæ trámitem reserávit:
ut, cum secúndo vénerit in suæ glória maiestátis,
manifésto demum múnere capiámus,
quod vigilántes nunc audémus exspectáre promíssum.
Quien al venir por vez primera en la humildad de nuestra carne, realizó el plan de redención trazado desde antiguo y nos abrió el camino de la salvación;
para que cuando venga de nuevo en la majestad de su gloria, revelando así la plenitud de su obra, podamos recibir los bienes prometidos que ahora, en vigilante espera, confiamos alcanzar.
Compendio de la historia de la salvación
El texto original en latín procede de la reelaboración de dos prefacios que datan probablemente del siglo V y que se encuentran en el Sacramentario Veronés. Nos presenta una especie de compendio de la historia de la salvación, que en Cristo encuentra su cumplimiento: desde antiguo, Dios nos ha concedido el don de una buena voluntad para con nosotros, que se manifiesta en la economía de la salvación.
A esto se refiere la expresión “munus dispositionis antiquae”, que expresa el don y la tarea (“munus”) inherentes a la “oikonomía” de la alianza entre Dios y el género humano. Este don alcanzó su cenit en Cristo (“implevit” – realizado, llevado a plenitud), que quiso manifestarse en la humildad de la carne (cfr. Flp 2,7-8) y estableció la alianza nueva y eterna en su propia sangre. El sacrificio de Cristo nos ha abierto las puertas de la salvación eterna (“tramitem salutis perpetuae”); por eso, en la celebración eucarística elevamos a Dios el corazón lleno de gratitud, contemplando el misterio de la espera de la venida del Señor Jesús en el esplendor de la gloria (cfr. Mt 24, 30; Lc 21, 27; Hch 1, 10-11).
Cuando venga, nos unirá a sí a nosotros, sus miembros, para que entremos y tomemos posesión del reino prometido. Esta certeza que nos viene por la fe no es un mero deseo, sino que se basa en lo que sucedió en el primer advenimiento de Cristo: la Encarnación es el gran misterio que abre de par en par las puertas del Cielo y lleva a cumplimiento las promesas hechas por Dios a lo largo de la historia. Precisamente, la certeza de que Dios cumple sus promesas y la constatación de que actúa y salva en la historia son el fundamento de la esperanza que alimentamos en nuestro corazón.
La esperanza no es la vaga sensación de que todo irá bien, sino la espera confiada del cumplimiento de los planes de Dios. Dios actúa siempre, y cumple las promesas que hace; por eso podemos esperar, y podemos alimentar
Joseph Evans comenta las lecturas del primero domingo de Adviento (B) y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.
Joseph Evans·30 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 2minutos
El mensaje del Adviento, que comienza hoy, nos adentra en un nuevo año litúrgico, es que Dios está listo y dispuesto a salvarnos, pero tenemos que estar alerta para recibir esa salvación. Es como una barca que hay que estar preparado para coger: los que estén atentos y salten a ella cuando llegue se pondrán a salvo. Los que estén distraídos la perderán y perecerán.
La primera lectura nos ofrece algunas de las palabras más hermosas del Antiguo Testamento, que expresan el anhelo de la humanidad por Dios. “ojalá rasgases el cielo y descendieses”, reza Isaías. Desde el pecado de Adán y Eva, la humanidad gime bajo el peso de su iniquidad, pero también gime por la salvación, incluso sin ser consciente de ello.
Era como si estuviéramos programados para la salvación y las muchas formas de culto religioso sincero (“sincero” porque algunas formas no eran más que corrupciones de la religión que llevaban a la corrupción de sus practicantes), incluso las formas erróneas, expresaban un deseo incipiente de salvación.
Pero con el Dios de Israel ya no era la humanidad la que buscaba a Dios, sino que era Dios el que buscaba a la humanidad. Ahora por fin había un dios -el Dios- que hablaba a la humanidad, nos decía lo que teníamos que hacer y era siempre coherente en sus mandatos: exigente, sí, pero coherente.
En la antigüedad, los hombres sólo contaban con sus confusas conciencias para guiarse, pero el Dios de Israel hablaba con claridad: “He aquí que tú estabas airado y nosotros hemos pecado”. Dios castigaba el pecado, pero ese mismo castigo era misericordia porque también mostraba claramente el camino hacia la justicia, aunque todavía no estuviera claro qué traería la salvación.
Pero por Jesucristo nos ha llegado la salvación, en persona, en Él. Y para recibirla hay que mantenerse despierto y alerta. “Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento”. Jesús utiliza la parábola de un hombre que se ha ido de viaje: los criados nunca saben cuándo volverá, pero incluso “no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos”.
¿No es esto excesivo? ¿Quiere Dios mantenernos en un estado de tensión, como si tuviéramos que pasarnos la vida tomando bebidas energéticas con cafeína? No. La clave para entender las palabras de Cristo es apreciar que la lógica del cristianismo es el amor. Se nos invita a participar del amor divino, a recibirlo y a responder a él. Y el amor siempre está alerta. La religión antigua pretendía aplacar a la divinidad: se ofrecían sacrificios para intentar obtener favores (buenas cosechas, evitar catástrofes naturales, etc.).
La religión podía reducirse a ritos periódicos. Pero la verdadera religión busca la unión de amor entre el hombre y Dios. El amor está despierto, teme enfriarse, pretende permanecer encendido. Este es el fuego que tratamos de encender en este Adviento, mientras esperamos que el Dios que verdaderamente ha rasgado los cielos descienda hasta nosotros como un niño pequeño.
La homilía sobre las lecturas del primer domingo de Adviento (B)
El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.
El Papa pide salir a los caminos, y ampliar la tregua en Gaza
“Paz, por favor, paz, que continúe la tregua en Gaza y que sean liberados todos los rehenes”, ha urgido el Papa Francisco en la catequesis de esta mañana, todavía afectado por una infección pulmonar, en el Aula Pablo VI con miles de fieles. Además, ha pedido salir a los cruces de los caminos y dar razones de nuestra fe y esperanza.
Francisco Otamendi·29 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 3minutos
El Papa, todavía convaleciente de un proceso gripal, que ha aconsejado a los médicos solicitarle la cancelación del viaje a la Cumbre climática de Dubai, ha querido leer personalmente en la Audiencia de esta mañana un mensaje de paz para Tierra Santa, para que “continúe la tregua en curso en Gaza, para que sean liberados todos los rehenes, y para que se agilice la ayuda humanitaria”.
“Falta el agua, falta el pan, la gente sufre, es la gente sencilla”, ha añadido el Papa. “Pidamos la paz. La guerra es una derrota, todos pierden. Sólo un grupo gana, los fabricantes de armas, éstos sacan un buen beneficio con la muerte de los demás”. También se ha referido el Papa, como hace siempre, al “querido pueblo ucraniano, que tanto sufre, aún en guerra”, y ha pedido oraciones.
Cancelación del viaje a Dubai del Papa
El Pontífice se encuentra en estado gripal desde el sábado con una inflamación de las vías respiratorias. El portavoz Matteo Bruni señaló ayer: «El cuadro clínico general ha mejorado, pero los médicos han pedido al Papa que no realice el viaje previsto para los próximos días con motivo de la COP28. Francisco, “con gran pesar”, aceptó”.
Personas del Festival de Talentos Circenses han alegrado al Papa y a los fieles la Audiencia de hoy con una breve exhibición. Desde el principio, el Santo Padre ha dejado que eclesiásticos de la Secretaría de Estado y algunos de los habituales lectores, como una religiosa polaca, leyeran los mensajes a los fieles en diversas lenguas.
En los cruces de los caminos
Tras dedicar la catequesis de los últimos miércoles a evangelizar con alegría, y a hacerlo para todos, Francisco se ha centrado esta mañana en evangelizar “hoy”. Uno de los mensajes nucleares ha sido la necesidad de “salir a los cruces de los caminos, allí donde están las personas, para dar razones de nuestra fe y de nuestra esperanza, no sólo con palabras sino con el testimonio de nuestra vida”.
Además, el Papa ha aludido en su síntesis para los fieles de las diversas lenguas a la próxima venida del Adviento. Por ejemplo, ha deseado a los peregrinos de lengua inglesa “un fecundo camino de Adviento para acoger en Navidad al Hijo de Dios, Príncipe de la Paz”.
En su mensaje, el Santo Padre se ha apoyado en san Pablo, cuando apremia a los Corintios: “En el tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te ayudé. Pues mirad, ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación”. Y también ha denunciado, para subrayar la importancia de la persona, que, como en la ciudad de Babel, ahora se sacrifica el proyecto individual a la eficacia de la colectividad. Pero Dios confunde las lenguas, restablece las diferencias”.
“No perder el deseo de Dios, bajar a la calle”
“El Señor aparta a la humanidad de su delirio de omnipotencia”, que persigue que “Dios sea insuficiente e inútil”. Pero como escribió Francisco en la Exhortación apostólica Evangelii gaudium, de la que se acaban de cumplir diez años, “se impone una evangelización queilumine los nuevos modos de relación con Dios, con los otros y con el espacio, y que suscite los valores fundamentales”.
En otro momento, el Papa ha señalado que “el celo apostólico es testimonio de que el Evangelio está vivo. Hay que bajar a la calle, ir a los lugares donde se sufre, se trabaja y se estudia”, “a los cruces de los caminos, para ser como Iglesia levadura de diálogo, de encuentro, no tener miedo al diálogo”, y al mismo tiempo “no perder el deseo de Dios para dar paz y alegría”. “La verdad es más creíble cuando se testimonia con la vida”, “el celo apostólico es audacia y creatividad”, ha manifestado. “Ayudemos a los hombres de este mundo a no perder el deseo de Dios”, ha añadido a los fieles de lengua árabe.
En la “dulce espera” de Cristo. Colecta del I Domingo de Adviento
El autor comienza a analizar hoy las oraciones “Colecta” de las misas de los cuatro domingos de Adviento, con objeto de “meternos más en el espíritu de estas semanas”. El Adviento de cuatro semanas actual se lo debemos al Papa San Gregorio Magno (s. VII), pues cuando comenzó a aparecer este tiempo previo a la Navidad en diversos lugares, variaba en duración.
Carlos Guillén·29 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 3minutos
Como contexto celebrativo podemos señalar que, por tratarse de un tiempo de preparación, la liturgia de Adviento suprime algunos signos festivos, como una manera de decir que falta algún elemento todavía para poder celebrar la “fiesta completa”. Por eso, se silencia el Gloria, se emplean las vestiduras de color morado y se pide una mayor sobriedad en la decoración.
“Llega el esposo, ¡salid a su encuentro!”
La Colecta del primer domingo de Adviento que nos proponemos analizar es la siguiente:
Concede a tus fieles, Dios todopoderoso,
el deseo de salir acompañados de buenas obras al encuentro de Cristo que viene,
para que, colocados a tu derecha,
merezcan poseer el reino de los cielos.
Da, quaésumus, omnípotens Deus,
hanc tuis fidélibus voluntátem,
ut, Christo tuo veniénti
iustis opéribus occurréntes,
eius déxterae sociati,
regnum mereántur possidére caeleste.
La oración tiene una estructura que pone en primer lugar la petición. El elemento que la sitúa dentro del tiempo litúrgico se inserta en esta petición. Se trata de la referencia a Cristo que viene (Christo tuo venienti, literalmente: “Tu Ungido que viene”, dirigiéndonos al Padre). Es una frase que sirve bien para englobar los dos puntos de referencia de este tiempo: la Navidad y la Parusía. Aunque quizá el deseo de salir “acompañados de buenas obras” (iustis opéribus occurréntes) ponga de relieve sobre todo el segundo sentido.
Lo entenderemos mejor si comparamos el contenido de esta colecta con las parábolas que usa Jesús para resaltar la necesidad de estar en vela esperando la llegada del Señor. La más clara y directa es la de las vírgenes prudentes y las vírgenes necias (Mt 25), que no se lee propiamente en el Adviento, sino hacia el final del tiempo ordinario (domingo 32 del ciclo A). Pero los evangelios correspondientes a este primer domingo (en sus 3 ciclos) también transmiten la necesidad de estar despiertos y preparados.
Sobre de qué “buenas obras” se trate, no tenemos mayores precisiones. Evidentemente, de todas las que ha hablado Jesús. La propuesta se convierte en una tarea personal, que ha de ser cumplida con generosidad e iniciativa. Pero algunas lecturas de este primer domingo de Adviento mencionan de manera especial la paz. Un aspecto especialmente importante y urgente para el momento mundial que vivimos.
¡Vino, vendrá y viene!
El resto de esta colecta está formado por una cláusula que hace clara referencia a alcanzar el premio eterno. Lo que se pide al Padre Omnipotente es que, cuando venga Cristo, sitúe a sus fieles a su derecha (eius déxterae sociati) y los haga merecedores de la posesión del reino celestial (regnum mereántur possidére caeleste). La figura usada está tomada literalmente de la descripción que hace Jesús del juicio final, en el capítulo 25 del evangelio según san Mateo. Nuevamente, no se trata de un evangelio del Adviento, pero encaja muy bien en la temática de estas primeras semanas.
Como vemos, todas las partes de esta oración se centran en la perspectiva escatológica. Y también lo hace el prefacio primero de Adviento, titulado “las dos venidas de Cristo”. Por tanto, espiritualmente, este tiempo litúrgico nos hace mirar no solo al pasado, sino también al futuro. Esto es importante, porque no está todo hecho, estamos en un “ya pero aún no”. Si no fuera así, no tendría cabida la esperanza, “virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra” (Catecismo, n. 1817).
Pero aún podríamos agregar algo más. San Bernardo, en un sermón que recoge la Liturgia de las horas para el miércoles de la primera semana de Adviento, habla no solo de una doble, sino de una triple venida. Hay, dice él, una “venida intermedia”, oculta, que nos lleva de la primera a la última. Cristo viene al corazón, al alma, a la conducta del cristiano, para ser su consuelo y su descanso. ¿Cómo, cuándo y dónde?
Precisamente en la liturgia, especialmente en la Santa Misa. Podemos (¡debemos!) salir a su encuentro a diario con nuestras obras y cada día abrazarnos a su derecha y recibir al Rey y a su reino en nosotros. Encontrarlo en nuestra vida ordinaria. Para un cristiano, esperar la venida de Cristo con ilusión no es una tarea abstracta: es la dulce realidad de cada día.
La referencia principal que puede consultarse para profundizar en este estudio es la obra de Félix Arocena, “Las colectas del Misal romano. Domingos y Solemnidades del Señor”, CLV-Edizioni Liturgiche, 2021.
El Papa Francisco indica los pilares en que debe apoyarse el periodismo
El Papa se reunió el 23 de noviembre con periodistas de la Federación Italiana de Semanarios Católicos, a los que les habló de la importancia del periodismo católico.
Giovanni Tridente·29 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 3minutos
El 23 de noviembre de 2023, el Papa Francisco se reunió en la Sala Clementina del Vaticano con decenas de periodistas pertenecientes a la Federación Italiana de Semanarios Católicos, una red que agrupa a unas 170 publicaciones periódicas de las diócesis italianas y a otras asociaciones de profesionales del periodismo que trabajan en el ámbito de la comunicación, concretamente en prensa, televisión, radio y nuevas tecnologías.
En este contexto, el Pontífice subrayó la importancia de la educación como herramienta vital para el futuro de la sociedad, animando a un enfoque prudente y sencillo de la comunicación, especialmente en el ámbito digital. Haciendo referencia al Evangelio, instó a los periodistas a ser «prudentes como serpientes y sencillos como palomas» para decir que «prudencia y sencillez son dos ingredientes educativos básicos para orientarse en la complejidad actual». No hay que ser ingenuos, pero tampoco «ceder a la tentación de sembrar la cólera y el odio». Esta es una tarea crucial para la prensa de las iglesias locales, llamadas a llevar una mirada sabia a las casas de la gente, directamente sobre el terreno.
La segunda vía indicada por el Papa es la de la protección, especialmente en la comunicación digital, donde la privacidad puede verse amenazada. Subrayó la necesidad de instrumentos para proteger a los más débiles, como los menores, los ancianos y las personas con discapacidad, del intrusismo digital y de la comunicación provocadora.
El tercer medio fue identificado como el testimonio, citando los ejemplos de san Francisco de Sales, patrono de los periodistas, y del jovencísimo beato Carlo Acutis, que utilizó la comunicación para transmitir el Evangelio y comunicar valores y belleza. El testimonio, según el Pontífice, es una profecía, una creatividad que lleva a arriesgarse por el bien, yendo contracorriente: habla de fraternidad, de paz y de atención a los pobres en un mundo a menudo individualista e indiferente.
Los retos de la información
Al margen de estas reflexiones del Santo Padre, surgen algunas consideraciones generales sobre el estado actual de la profesión periodística y los desafíos de la información.
La formación, la cobertura de la información y el testimonio, de hecho, se ven a menudo desafiados por el panorama periodístico actual, en el que hay que contar ante todo con la velocidad y la complejidad. Es innegable cómo la rápida difusión de noticias a través de los medios digitales ha aumentado la velocidad del propio ciclo informativo, obligando a los profesionales a equilibrar la actualidad de las noticias con la necesidad de una verificación y contextualización adecuadas.
Precisión
Esto recuerda otro elemento central de la profesión periodística, la ética y la integridad, que deben reforzarse más precisamente porque es más fácil caer en la trampa de la información no verificada o a menudo incluso falsa. El compromiso consiste en vigilar la exactitud de las informaciones difundidas.
El Papa mencionó también la cuestión de la protección de la intimidad, y en este punto el compromiso profesional consiste en poder equilibrar -como siempre ha sido el caso- el derecho del público a la información y el respeto de los derechos individuales de las personas a la intimidad.
Transparencia
Desde hace algún tiempo, la confianza del público en las fuentes de información tradicionales ha disminuido hasta límites preocupantes. El reto aquí es pensar en nuevas prácticas de transparencia que puedan mostrar un periodismo de calidad y de servicio, sin dobles objetivos ni intereses, a menudo efímeros.
Responsabilidad
Por último, no hay que olvidar el impacto de las nuevas tecnologías, incluida la inteligencia artificial y las numerosas «automatizaciones» que conlleva. Son aspectos que están influyendo enormemente en la práctica periodística, así como en el mundo de la comunicación en general. Aquí la habilidad reside en saber integrar estas tecnologías de forma responsable, especialmente en aquellos pasajes que pueden mejorar la transmisión de una información sólida y contrastada, salvaguardando la centralidad y el interés de la persona humana.
Los esfuerzos formativos y testimoniales que pide el Papa deben, por tanto, complementarse con sabiduría, integridad y un compromiso y deseo constantes por el bien común. De este modo será posible «salvar» el periodismo.
Cormac McCarthy (1933-2023). Leer La carretera en un mundo pospandemia
La lectura de La carretera, del escritor estadounidense Cormac McCarthy, recientemente fallecido, es una invitación a pensar con radicalidad nuestra vida. El diálogo -tierno y áspero a la vez- de padre e hijo que atraviesa toda la narración acompaña al lector una vez que ha concluido la lectura y le invita a volver a leerla de nuevo.
Marta Pereda y Jaime Nubiola·29 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 4minutos
El pasado 13 de junio fallecía a los 89 años en su casa de Santa Fe, Nuevo México, el escritor Cormac McCarthy, uno de los autores estadounidenses más influyentes de las últimas décadas. A lo largo de los últimos sesenta años ha escrito doce novelas, cinco guiones para cine, dos obras de teatro y tres historias cortas: una producción relativamente modesta, pero que ha tenido un enorme impacto. Por nuestra experiencia personal podemos afirmar que la lectura de La carretera (The Road, 2006) -como suele decirse de los grandes libros- “te cambia la vida”, a pesar de su relativa brevedad (210 páginas). Obtuvo el prestigioso premio Pulitzer en el año 2007, se tradujo al castellano ese mismo año (Mondadori, Barcelona, 2007) y no ha dejado de reeditarse desde entonces.
La carretera describe el viaje de un padre y su hijo en un mundo en cenizas donde no hay alimentos, quedan pocos supervivientes y el aire y el agua están contaminados. En este escenario apocalíptico van huyendo por una carretera hacia el sur arrastrando un carrito de supermercado con sus escasas pertenencias. Les mueve la esperanza del padre por encontrar un grupo de personas con los que poder quedarse a vivir.
McCarthy cuenta lo justo para que el lector entre de lleno en la escena, pero, a la vez, describe solo lo esencial. No se sabe prácticamente nada de la historia de los protagonistas. Ninguno de los personajes tiene nombre. Tampoco se explica dónde están ni cómo se ha llegado a esa situación. Y realmente no importa. Sin embargo, en este contexto ficticio, las reflexiones sobre la vida, la muerte, la ética, la bondad, la belleza y el mal son totalmente realistas. Hay muchos ángulos de interpretación y de interpelación. Por ejemplo, el niño puede considerarse como la teoría de la ética: él siempre es el referente de lo que está bien o mal. Sin embargo, el padre es la aplicación práctica de esa teoría, y va explicando a su hijo por qué en ese caso concreto lo ético no se aplica al cien por cien.
“[…] Miró al chico pero el chico se había dado la vuelta y estaba mirando hacia el río.
— No podríamos haber hecho nada.
El chico no respondió.
—Se va a morir. No podemos compartir lo que tenemos porque nos moriríamos también.
—Ya lo sé.
—¿Y cuándo piensas hablarme otra vez?
—Ahora estoy hablando.
—¿Seguro?
—Sí.
—Vale.
—Vale” (páginas 43-44).
Llama la atención también la perspectiva del miedo. El de los protagonistas de La carretera tiene una explicación, pues otros supervivientes los buscan para matarlos y quizá comérselos. Todos nosotros podemos compartir el miedo, especialmente después de la pandemia, ya que hemos visto cómo nos hemos comportado cuando los demás seres humanos han sido oficialmente un peligro para nosotros, donde el aire estaba legalmente contaminado y cuando ir a recoger alimentos podía ser un riesgo mortal.
Impacta la historia, impactan los personajes, impactan las metáforas; McCarthy utiliza un vocabulario preciso y extenso. Es una colección de estampas, cada párrafo podría ser en sí un microrrelato.
¿Por qué leer este libro? Solo por cómo está escrito ya merece la pena. Pero, además, es una sacudida para el lector. Por un lado, porque el escenario parece posible. Por otro, porque las reflexiones son totalmente aplicables a la vida de cualquier persona. Y también porque parece que a veces vivimos en una situación de escasez: no ayudamos por no perder, tememos al resto de seres humanos, nos sentimos solos en el mundo, vivimos en el miedo, no somos capaces de disfrutar de lo que tenemos, nos sentimos los buenos, pero hacemos lo que haría cualquiera que no estuviera totalmente corrompido.
McCarthy dedica el libro a su hijo John Francis y todo él está impregnado de una inmensa ternura del padre hacia su hijo en medio de un mundo terriblemente hostil: “Estaba empezando a pensar que finalmente tenía la muerte encima y que era preciso buscar un sitio para esconderse donde no pudieran encontrarlos. Cuando se dedicaba a mirar cómo dormía el chico había momentos en los que empezaba a sollozar sin poder controlarse pero no por la idea de la muerte. No estaba seguro de cuál era el motivo pero pensaba que tenía que ver con la belleza o con la bondad” (página 99).
¿Quién no se ha sentido alguna vez así? ¿Y quién podría explicar, como Viktor Frankl, la felicidad en el campo de concentración? Sin embargo, si hay esperanza en La carretera o en el campo de concentración, ¿por qué a veces nosotros, que no estamos en un mundo en cenizas ni en un campo de concentración, no somos capaces de verla? La esperanza no nos lleva a negar la cruda realidad, pero nos da fuerzas para seguir viviendo, para seguir caminando hacia el sur: el padre morirá, pero el hijo probablemente verá un mundo mejor.
McCarthy declaraba en 1992 a The New York Times Magazine: “No existe la vida sin derramamiento de sangre. Creo que la noción de que la especie puede ser mejorada de alguna manera, para que todos puedan vivir en armonía, es una idea realmente peligrosa”. Y en el 2009 a The Wall Street Journal: “En los últimos años, no he tenido el deseo de hacer nada más que trabajar y estar con [mi hijo] John. Escucho a la gente que habla de irse de vacaciones o cosas así y pienso, ¿de qué se trata? No tengo ganas de irme de viaje. Mi día perfecto es sentarme en una habitación con un papel en blanco. Eso es el cielo. Eso es oro y cualquier otra cosa es solo una pérdida de tiempo”.
La carretera es un libro que da mucho que pensar. Al terminar, el lector encontrará en el libro sus propias preguntas y es seguro que merece la pena identificarlas, incluso aunque no hubiera respuesta a ellas.
El Papa pone el foco en las personas con discapacidad
El Papa Francisco quiere que los católicos recen especialmente durante el mes de diciembre por las personas con discapacidad, para que “estén en el centro de la atención de la sociedad, y que las instituciones promuevan programas de inclusión que potencien su participación activa”.
Este diciembre el Papa Francisco pide a los católicos de todo el mundo que recen en especial por las personas con discapacidad. En su vídeo del mes, el Pontífice pone el foco en aquellos que, por ignorancia o prejuicios, sufren un rechazo “que los convierte en marginados”.
Francisco reclama en el vídeo que “las instituciones civiles tienen que apoyar sus proyectos con el acceso a la educación, al empleo y a los espacios donde se expresa la creatividad”. El Santo Padre considera que “hacen falta programas, iniciativas que favorezcan la inclusión” y, “sobre todo, hacen falta corazones grandes que quieran acompañar”.
Por parte de la sociedad, Francisco hace notar que hay que “cambiar un poco nuestra mentalidad para abrirnos a los talentos de esas personas con capacidades diferentes”. En cuanto a la Iglesia, el Papa advierte que “crear una parroquia plenamente accesible no significa solo eliminar las barreras físicas, sino también asumir que hemos de dejar de hablar de ‘ellos’ y pasar a hablar de ‘nosotros’”.
Por ello, el Pontífice pide que “oremos para que las personas con discapacidad estén en el centro de la atención de la sociedad, y que las instituciones promuevan programas de inclusión que potencien su participación activa”.
El vídeo completo con el mensaje del Papa Francisco y su intención de oración puede verse a continuación:
El Papa anima a los obispos españoles a adaptar los seminarios al “cambio de época”
La problemática de los abusos sexuales “no ha entrado en las conversaciones” que los prelados españoles han mantenido con el pontífice en esta jornada de trabajo centrada en los itinerarios de formación y el futuro de los seminarios.
Expectación. Esta era la tónica general ante la convocatoria del Papa Francisco a los obispos españoles para dialogar sobre el resultado de la visita apostólica a los seminarios españoles los obispos uruguayos: Mons. Arturo Eduardo Fajardo, obispo de Salto, y Mons. Milton Luis Tróccoli, obispo de Maldonado-Punta del Este – Minas, realizaron por todos los seminarios de España durante los meses de enero a marzo de 2023.
A pesar de esta expectación y de algunos “miedos a una reprimenda”, el diálogo y el ánimo parecen haber sido las tónicas de esta jornada. Así lo han corroborado tanto el presidente de la CEE, cardenal Juan José Omella; el secretario general, Mons. Francisco César García Magán, y el presidente de la Subcomisión Episcopal para los Seminarios, Mons. Jesús Vidal, que han sido los encargados de hablar con los periodistas tras la jornada.
2 horas de diálogo con el Papa
La jornada ha comenzado muy de mañana, a las 8:00, con una meditación dirigida por el cardenal Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, quien hizo una meditación basada en el acontecimiento de Pentecostés, sobre la necesidad y la importancia del encuentro personal con Jesucristo de los sacerdotes y seminaristas. Ha sido en el transcurso de esta oración cuando el Papa Francisco se ha unido a la reunión. Tras la oración, los obispos españoles han mantenido un diálogo de dos horas con el Santo Padre donde han abordado “la formación en los seminarios, la experiencia pastoral de los seminaristas, o la importancia de las diversas dimensiones de la formación”.
El presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella ha destacado que este encuentro es para él una muestra de que “la Iglesia sinodal está dando pasos”. Una sinodalidad que se palpa en el diálogo del Papa con los obispos para un tema de tanta importancia como es el de la formación de los sacerdotes.
El resumen de la jornada lo ha hecho el cardenal Omella cuando alude a que la síntesis de las reuniones mantenidas con el Santo Padre y con los miembros del Dicasterio para el Clero se encaminaban a preparar a los obispos, sacerdotes y seminarios “para el cambio de época” y hacerlo “ya”.
En esta línea se ha expresado también mons. Jesús Vidal que ha subrayado el ánimo que el Papa ha dado a los obispos españoles para “que sigamos trabajando en la implantación del plan de formación de la Ratio Fundamentalis”.
España es el primer país que ha desarrollado un plan de formación para seminarios, una Ratio nationalis, y los obispos consideran que quizás, esta convocatoria sea una nueva manera de trabajar que veremos, de manera más normal, a partir de ahora.
Mons. Vidal supervisará el desarrollo de las recomendaciones
Una de las novedades que sí ha traído esta reunión es la designación de Mons. Jesús Vidalas como obispo referente para el proceso de discernimiento e impulso de la formación en los seminarios.
Vidal será pues, el encargado de supervisar el desarrollo en España de las recomendaciones que recogen las conclusiones del documento de trabajo realizado por los obispos que realizaron esta visita apostólica.
Estas recomendaciones serán trabajadas por los demás obispos y, con seguridad, pasarán a la agenda de las asambleas permanentes y plenarias de la Conferencia Episcopal Española.
Formar sacerdotes «que generen comunión»
El Papa se ha interesado sobre todo en el cuidado de la formación, con todos sus aspectos, de los candidatos al sacerdocio. En este ámbito, mons. Vidal ha destacado que “al Papa tema de la formación humana le interesa mucho y, durante el diálogo, la ha unido a la dimensión comunitaria. El Papa nos ha insistido en que los sacerdotes sean capaces de generar comunión”.
En esta línea, el obispo auxiliar de Madrid ha subrayado que el Papa lo que ha pedido a los obispos y sacerdotes es formar sacerdotes “enraizados en la realidad y al servicio del Evangelio”.
Los tres representantes de la Conferencia Episcopal Española se han centrado en el tono positivo de una reunión que, por su excepcionalidad, parecía dar más motivos de preocupación de los que han trasladado en la rueda de prensa. Respondiendo a las preguntas de los periodistas, tanto García Magán, como Vidal y Omella han destacado que el tema de los abusos sexuales a menores cometidos en el seno de la Iglesia no ha sido tratado “de manera específica”, aunque, evidentemente, sí lo ha hecho de manera tangencial al hablar de la formación humana de los candidatos al sacerdocio que incluye, también, la formación afectivo -sexual.
Seminarios con “la suficiente comunidad formativa”
¿Se van a cerrar seminarios o casas de formación? Esta era una de las preguntas que flotaba en el aire ya desde la visita apostólica a los seminarios españoles. En este punto, aunque no han hablado de números, los obispos españoles han destacado que, en su diálogo con los miembros del Dicasterio del Clero, ha salido la necesidad de que las casas de formación cuenten siempre con “la suficiente comunidad formativa” y han animado a los prelados españoles a “seguir en el camino” ya iniciado en este ámbito. A saber, la unificación de algunos seminarios en casa de formación interdiocesanas. La acogida y formación de los seminaristas migrantes, procedentes de otros países, ha sido otro de los puntos que se ha hecho presente en los trabajos de esta jornada.
En España hay erigidos 86 seminarios, distribuidos en diversas casas de formación. Cataluña cuenta con un seminario interdiocesano, 14 seminarios que acogen en sus casas de formación a seminaristas de otras diócesis, y 40 seminarios que acogen a sus propios seminaristas. De estos 40, 29 son de las diócesis y 15 son seminarios Redemptoris Mater. Hay también una comunidad de formación de una realidad eclesial de ámbito diocesano.
Navidad con el Papa: las celebraciones en el Vaticano
La Sala Stampa publicó el 28 de noviembre el calendario de las celebraciones litúrgicas del Papa Francisco para la Navidad del 2023, que incluye la Misa solemne de la tarde del 24 de diciembre y la bendición “Urbi et Orbi” el 25 al mediodía.
El Papa Francisco tendrá, como todos los años, diversas celebraciones litúrgicas durante esta Navidad que podrán seguir los fieles. Así lo ha hecho saber la Sala Stampa, que ha publicado el calendario con las fechas más importantes entre el 24 de diciembre de 2023 y el 7 de enero de 2024.
El primer evento incluido en la programación es la Misa solemne del día 24 de diciembre. El Papa celebrará la Eucaristía en la basílica de San Pedro a las 19:30 (hora de Roma). Por la noche, participará en una Misa en la capilla papal. Al día siguiente, Francisco impartirá la tradicional bendición “Urbi et Orbi” del 25 de diciembre al mediodía. Además, aprovechará la ocasión para pronunciar su mensaje de Navidad.
Apenas una semana después, el Santo Padre rezará el 31 de diciembre a las 17 en la basílica las primeras vísperas y el “Te Deum” en acción de gracias por el año transcurrido. Al día siguiente, el 1 de enero de 2024, habrá una Misa a las 10, para celebrar la solemnidad de María Santísima, Madre de Dios y la Jornada Mundial de la Paz.
El 6 de enero a las 10 Francisco celebrará la fiesta de la Epifanía del Señor con una Misa en San Pedro. Un día después, oficiará la Santa Misa por el Bautismo del Señor y bautizará a varios niños en la Capilla Sixtina.
Navidad 2023 en el Vaticano
Con la Eucaristía del día 7 de enero finalizan las celebraciones de Navidad del Papa Francisco. Ese mismo día se retirarán el Belén y el árbol en el Vaticano. Este último lo encenderán el 9 de diciembre a las 17 horas, evento que se une a las otras fiestas de diciembre que presidirá el Papa, más allá de las mencionadas. El 8 del último mes a las 16 Francisco venerará a la Inmaculada Concepción en la Plaza de España en Roma. Cuatro días después presidirá la Misa que conmemora a la Virgen de Guadalupe.
A pesar de la infección pulmonar que sufrió el Santo Padre a finales de noviembre y que le impidió tomar parte en algunas de sus citas semanales, la Sala Stampa cuenta con su plena recuperación antes del viaje a Dubái a principios de diciembre y de los grandes eventos a final de mes.
El “Comité Central de los Católicos Alemanes” da la vuelta a los argumentos de la Santa Sede
Reinterpreta con una “hermenéutica” propia las recientes afirmaciones tanto del Papa como de cardenales de la curia que se oponen a dicho comité, para afirmar lo contrario a la textualidad de los documentos.
Tras la constitución del Comité sinodal en Alemania, el 11 de noviembre, los Estatutos debían ser aprobados tanto por la Conferencia Episcopal Alemana (DBK) como por el Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK).
Mientras que los obispos se reunirán en Asamblea plenaria a comienzos del próximo año, el ZdK mantuvo su asamblea semestral los días 24 y 25 de noviembre, en Berlín. Como era de esperar, los Estatutos de dicho Comité sinodal se aprobaron por una abrumadora mayoría. La presidenta de la ZdK, Irme Stetter-Karp, declaró: “Hemos despejado el camino para que el Camino Sinodal continúe”.
El principal objetivo del Comité sinodal es preparar, durante tres años, un “Consejo Sinodal” que perpetúe el denominado Camino Sinodal alemán. Sin embargo, el Vaticano prohibió explícitamente el establecimiento de dicho “Consejo sinodal”: así lo manifestaron el Cardenal Secretario de Estado y los cardenales prefectos de los dicasterios para la Doctrina de la Fe y para los Obispos en una carta del 16 de enero de 2023, enviada con la aprobación expresa del Papa Francisco: “Ni el Camino Sinodal, ni un organismo designado por él, ni una conferencia episcopal tienen competencia para instituir un Consejo Sinodal ni a nivel nacional ni diocesano ni parroquial”.
A dicho escrito se refirió el Papa en una carta enviada a cuatro exparticipantes del Camino Sinodal, fechada el 10 de noviembre: el Santo Padre hablaba de “numerosos pasos con los que gran parte de esta Iglesia local amenaza con alejarse cada vez más del camino común de la Iglesia universal”. Francisco incluía entre dichos pasos “la constitución del Comité sinodal, que tiene como objetivo preparar la introducción de un órgano consultivo y decisorio que no puede conciliarse con la estructura sacramental de la Iglesia católica”.
Con un nuevo escrito, fechado el 23 de octubre, pero que no se dio a conocer públicamente hasta el 24 de noviembre, el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, se dirigía a la Secretaria General de la DBK, Beate Gilles. El cardenal Parolin afirmaba que tanto la doctrina de reservar el sacerdocio a los hombres como la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad –dos de los principales cambios que quiere introducir el Camino Sinodal– son “innegociables”.
A estos nuevos dos documentos, el ZdK reaccionó sin inmutarse. En lugar de reflexionar sobre su claro contenido y sacar las conclusiones oportunas, se dedica a una especie de exégesis de dichos textos para interpretar las supuestas razones por las que el Papa o los cardenales de la Curia podrían haber dictado tal prohibición. El vicepresidente del ZdK, Thomas Söding, explicó al comienzo de la rueda de prensa celebrada en el marco de la Asamblea General de la ZdK: “En su última carta a cuatro ex miembros del Camino Sinodal, el Papa subrayó su preocupación por la unidad de la Iglesia. La sinodalidad que estamos estableciendo en Alemania quiere reforzar y reforzará esta unidad, tanto interna como externamente. La sinodalidad católica nunca lo será sin o contra el Papa y los obispos, sino siempre con el Papa y los obispos”.
En respuesta a la pregunta concreta que le planteé sobre cómo se pueden conciliar estas palabras con las afirmaciones de la carta del Papa, el vicepresidente del ZdK respondió que el Papa se remitía a la carta de los tres cardenales del 16 de enero. “En esta carta, en mi opinión, se formulaba muy claramente la objeción expresada desde Roma de que no debe haber ni un Consejo Sinodal a nivel federal, que sea, por así decirlo, una autoridad superior a la Conferencia Episcopal, ni que el obispo –por decirlo con mis propias palabras– sea una especie de Gerente de un Consejo Sinodal”. El Comité sinodal “precisamente no tiene como objetivo relativizar y quitar poder al obispo”.
En su intervención en la asamblea plenaria, Thomas Söding reiteró esta afirmación: “El Sínodo romano es para nosotros un espaldarazo”, y con respecto a la carta del Papa del 10 de noviembre, dijo: el hecho de que el Papa afirme que “ni se puede socavar el oficio episcopal ni quitar poder a la Conferencia Episcopal, confirma en última instancia el rumbo que estamos tomando aquí”. En respuesta a la pregunta de un delegado de la ZdK, añadió que la sospecha de que los obispos iban a ser desautorizados estaba siendo difundida “por partes interesadas”. Y continuaba: “Estamos entrando en un proceso: la sinodalidad en términos católicos siempre significa sinodalidad con el Papa y los obispos, pero también sinodalidad con el pueblo de la Iglesia. Eso es lo que ha faltado hasta ahora, y eso es lo que hay que impulsar”.
La presidenta del ZdK, Irme Stetter-Karp, también intentó relativizar las declaraciones del Papa y de los cardenales. En la citada rueda de prensa, se refirió a una “dinámica” en la Curia romana: “Me gustaría recordar la dinámica dentro de la Curia en Roma, y también entre la Curia y el Papa”. Recordó que el cardenal Parolin también se había opuesto a la “apertura y al derecho de voto de laicos y mujeres para el Sínodo Mundial”, pero el Papa lo hizo de todos modos: “de repente era legal y posible”. Cree que es importante no pasar por alto esta “dinámica” en la Curia.
La DBK aún tiene que aprobar los estatutos del Comité Sinodal
En este contexto, el ZdK cita al arzobispo de Berlín, Mons. Heiner Koch, quien es el nuevo Asistente Espiritual del ZdK, con las siguientes palabras: “Los obispos estamos a favor de los estatutos del Comité sinodal. ¡Es un sí consciente!”. Sin embargo, cuando habló en la asamblea plenaria del ZdK, su mensaje fue bastante distinto. Decía que se solía hablar de “los obispos” como algo uniforme, pero que el debate que se mantiene en la DBK es heterogéneo, aunque no se haga público.
“Hay diferencias teológicas, eclesiológicas y también psicológicas. También se pueden observar preocupaciones y reservas sobre el tema, según el posicionamiento respecto de la tradición y la doctrina”. Mons. Koch hacía referencia a que estas diferencias existen también entre los laicos: “Recibo muchas cartas y correos electrónicos que dicen: no estamos de acuerdo con el Camino sinodal, no queremos ir por este camino. Y no se crean que son sólo unos pocos”.
Respuesta de un canonista a las interpretaciones por parte del ZdK
Sobre el carácter vinculante de la carta del Papa Francisco y la nota del cardenal secretario de Estado Pietro Parolin, Stefan Mückl, profesor de Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, expone:
“El derecho canónico obliga a todos los fieles –clérigos y laicos, hombres y mujeres– ‘a observar siempre la comunión con la Iglesia’ (c. 209 § 1 CIC). En particular, ‘están obligados a seguir, por obediencia cristiana, todo aquello que los Pastores sagrados, en cuanto representantes de Cristo, declaran como maestros de la fe o establecen como rectores de la Iglesia‘ (c. 212 § 1 CIC). Mientras que el primer aspecto (‘maestros de la fe’) se refiere al magisterio eclesiástico, el segundo (‘rectores de la Iglesia’) se refiere al ejercicio del oficio eclesiástico de gobierno.
Las disposiciones del derecho canónico no son ‘invenciones’ de juristas, sino la formulación jurídica de la sustancia de la fe de la Iglesia, tal como se describe en la Constitución eclesiástica ‘Lumen gentium’ del Concilio Vaticano II.
Por lo tanto, cuando los ‘pastores sagrados’, especialmente el Papa como pastor supremo de la Iglesia (o su colaborador más cercano, el cardenal secretario de Estado) ‘declaran’ o ‘determinan’, son vinculantes para todos los miembros de la Iglesia, independientemente de a quién se haya dirigido en detalle el anuncio correspondiente. Declaraciones como ‘sólo era una carta a cuatro mujeres’ o ‘el Vaticano prohíbe cosas que no hemos decidido’ no vienen al caso.
La Santa Sede ha dejado claro durante años y en repetidas ocasiones, tanto a través del propio Papa como (con su conocimiento y voluntad) a través de los principales responsables de los dicasterios romanos, lo que es (o no es) compatible con la doctrina y la disciplina de la Iglesia. Por tanto, es incomprensible cómo se puede construir un contraste (‘dinámica’) entre el Papa y la Curia. Los mensajes de Roma son claros”.
El Papa Francisco llama a comunicar “sin odio ni distorsión” en la red
Con ocasión del Festival de la Doctrina Social de la Iglesia, que ha tenido lugar en Verona (Italia) este fin de semana, con el lema #soci@lmente libres”, el Papa Francisco ha alentado a los laicos a vivir la libertad en las redes sociales y promover iniciativas por el bien común. Comunicar inspirados por el amor, y evitando mensajes de odio y de distorsión de la realidad.
Francisco Otamendi·28 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 3minutos
El Papa ha enviado al XIII edición del Festival de la Doctrina Social de la Iglesia de Verona, que ha tenido lugar este fin de semana con el hashtag “#soci@lmente libres”, un Mensaje de apoyo y orientación. Porque “si la misión es una gracia que compromete a toda la Iglesia, los fieles laicos contribuyen vitalmente a realizarla en todos los ambientes y en las situaciones cotidianas más ordinarias”, les ha señalado el Papa.
El mensaje de Su Santidad subraya que los “profesionales, empresarios, profesores y laicos, representáis una de las convergencias expresadas en el Informe de Síntesis de la Primera Sesión de la XVI Asamblea General General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (4-29 de octubre de 2023)”.
“Los fieles laicos son sobre todo quienes hacen presente a la Iglesia y anuncian el Evangelio en la cultura del entorno digital”, subraya el Pontífice. Un mundo digital que “tan fuerte impacto tiene en todo el mundo, en las culturas juveniles, en el mundo del trabajo, de la economía y la política, de las artes y la cultura, la investigación científica, la educación y la formación, en el cuidado de la casa común y de manera especial, en la participación en la vida pública”.
El tema de debate este año ha sido «#soci@lmente libres», que recuerda “algunas cuestiones de gran actualidad, especialmente para la cultura digital que influye en las relaciones entre las personas y, en consecuencia, la sociedad”.
Jesús se interesa por toda la persona
La red que queremos no está hecha «para atrapar, sino para liberar, para albergar una comunión de personas libres”, ha señalado el Pontífice.
“La comunicación de Jesús es verdadera porque está inspirada por el amor a quienes le escuchan, a veces incluso distraídamente. De hecho, la enseñanza va seguida del don del pan y del compañero: Jesús se interesa por toda la persona, es decir, la persona en su totalidad, Jesús, como es evidente, no es un líder solitario”, ha añadido.
En esta tensión y en esta entrega se expresa la libertad personal y comunitaria. “Frente a la velocidad de la información, que provoca voracidad relacional, el amén es una especie de provocación a ir más allá del aplanamiento cultural para dar plenitud al lenguaje, con respeto a cada persona”.
En ese momento, Francisco ha alentado a evitar el odio en las redes sociales: “Que nadie sea el promotor de una comunicación de despilfarro a través de la difusión de mensajes de odio y de distorsión de la realidad en la red. La comunicación alcanza su plenitud en la donación total de sí mismo a la otra persona. La relación de reciprocidad desarrolla la red de la libertad”.
Cardenal Zuppi: estar al lado de la persona
En la clausura, el cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal de Italia, ha subrayado el mensaje del Papa, al manifestar que “la Doctrina Social de la Iglesia no es de una parte” de la sociedad. “Siempre se pone al lado de la persona, sea quien sea”.
En 2024, el Papa Francisco visitará la ciudad de Verona, según ha anunciado su obispo, Mons. Domenico Pompili. Francisco nos ve como “una tierra en la encrucijada de los pueblos, del diálogo en el que puede florecer la confrontación y, sobre todo en estos tiempos difíciles, la paz”, ha informado la agencia oficial vaticana.
Es la misma idea que recalcó el Santo Padre Francisco al recibir en audiencia a los miembros de la fundación pontificia Centesimus Annus, dedicada a promover la Doctrina Social de la Iglesia, que cumple 30 años en 2023, tras su creación por san Juan Pablo II en 1993. Francisco les recordó a primeros de junio los orígenes de la fundación: la encíclica del santo Papa polaco escrita por el 100 aniversario de la Rerum novarum del Papa León XIII: “Vuestro compromiso se ha situado precisamente en este camino, en esta ‘tradición’: (…) estudiar y difundir la Doctrina Social de la Iglesia, tratando de mostrar que no es solo teoría, sino que puede convertirse en un estilo de vida virtuoso con el que hacer crecer sociedades dignas del hombre”.
Fundación Centesimus Annus: la persona en la empresa
A mediados del año pasado insistió también en ello Anna Maria Tarantola, presidenta de la fundación Centesimus Annus, al señalar que “la inclusión y la eficiencia no son antitéticas sino complementarias”, Anna Maria Tarantola manifestó entre otras cosas que “centrar la empresa en la persona es eficiente”, en un encuentro celebrado en el “Palacio della Rovere”, sede de la Orden del Santo Sepulcro en Roma, organizado por la agencia Rome Reports, la Fundación Centro Académico Romano (CARF) y Omnes, con el patrocinio de Caixabank.
Anna María Tarantola recordó en ese acto al Papa Francisco en su encíclica “Fratelli tutti”, cuando se refiere a la actividad empresarial. “La actividad de los emprendedores efectivamente “es una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos. En sus diseños cada persona está llamada a promover su propio desarrollo, y esto incluye la implementación de capacidades económicas y tecnológicas para hacer crecer los bienes y aumentar la riqueza. Sin embargo, en cualquier caso, estas habilidades de los empresarios, que son un don de Dios, deben estar claramente orientadas hacia el progreso de otras personas y la superación de la pobreza, especialmente a través de la creación de oportunidades de trabajo diversificadas” (Fratelli tutti, 123).
En los últimos 20 años, en muchas aulas el papel ha sido sustituido por pantallas y los estudiantes han abandonado los pesados tomos de la enciclopedia por Wikipedia, que en 2021 tenía 244 millones de páginas vistas al día. Recientemente se está extendiendo la preocupación social alrededor del impacto de la tecnología en la educación.
Estamos presenciando un movimiento que podríamos llamar de “desdigitalización”, por el que se multiplican las iniciativas de todos los niveles -desde escuelas e institutos a universidades y escuelas de postgrado- para limitar el uso de las pantallas en las aulas académicas.
No son pocos los estudios realizados y los resultados son contundentes. El informe GEM 2023 de la UNESCO advierte sobre el impacto perjudicial de los teléfonos inteligentes en las aulas. Los datos de evaluaciones internacionales como PISA, indican una relación negativa entre el uso de las TIC y el menor rendimiento de los estudiantes.
A raíz de sus conclusiones, UNESCO ha recomendado la prohibición mundial de los teléfonos inteligentes en las aulas y ha insistido en que la educación debería seguir centrándose en las relaciones humanas. Tenemos que enseñar a los niños a dejar que la tecnología apoye, pero sin que suplante las interacciones humanas en la escuela.
Necesidad de legislación
Los expertos recomiendan promover una legislación adecuada. Se trata de una cuestión lo suficientemente relevante como para tomar decisiones desde los poderes públicos.
A nivel internacional algunos gobiernos han tomado decisiones valientes: en 2023 Italia ha prohibido los móviles dentro de las aulas.
Francia lo hizo ya en 2018, excepto para funciones estrictamente lectivas.
Finlandia y Holanda han anunciado que no permitirán el uso de smartphones, tablets y smartwatches en clase a partir del 2024. Otro país que cuenta con restricciones es Portugal.
En el caso de Reino Unido el 98% de sus escuelas lo tiene prohibido.
En España, según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, el 22% de los menores de 10 años tiene un smartphone. Sin embargo, solo 3 comunidades autónomas (Madrid, Galicia y Castilla-La Mancha) han prohibido hasta ahora el uso de móviles en los colegios.
¿Necesitamos más evidencias para empezar a tomarnos este tema con la seriedad que requiere?
Catedrática en la Facultad de Derecho de la Universidad Internacional de Cataluña y directora del Instituto de Estudios Superiores de la Familia. Dirige la Cátedra sobre Solidaridad Intergeneracional en la Familia (Cátedra IsFamily Santander) y la Cátedra Childcare and Family Policies de la Fundación Joaquim Molins Figueras. Es además vicedecana en la Facultad de Derecho de UIC Barcelona.
Malek Twal: “El terrorismo islamista ataca a más musulmanes que cristianos”
El embajador de la Liga de Estados Árabes en España, Malek Twal, ha desmontado a Omnes la tesis de la huida de cristianos árabes de Oriente Próximo por ser cristianos. Como representante de la Liga Árabe, con sede en El Cairo y que aglutina a 22 Estados, asegura que el motivo real es la ausencia de paz, y para ello pide ayuda a “la Europa cristiana”.
Francisco Otamendi·27 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 5minutos
Malek Twal tenía claras las prioridades en su participación en el reciente congreso de Católicos y Vida Pública del CEU. “Lo que quiero que recuerden de mi intervención”, afirmó, es “que el cristianismo y los cristianos permanecerán en Tierra Santa a pesar de todas las dificultades”, y que “su permanencia depende del apoyo que Europa y América les brinden a ellos y a sus hermanos musulmanes”.
Omnes quería profundizar en el asunto por tres motivos, al menos. 1) Porque “los cristianos árabes son gente patriótica y no abandonan sus países de origen excepto en circunstancias duras e insoportables”, señaló Malek Twal. 2) Porque a pesar de esas circunstancias, “todavía hay medio millón de cristianos en Irak y más de un millón de cristianos en Siria, y los cristianos todavía representan la mayoría en el Líbano”, añadió el embajador. Y 3) Porque la amenaza terrorista sigue en pie.
Éstas fueron sus palabras, acompañado por el profesor de la Universidad CEU San Pablo, Antonio Alonso Marcos. Como verán, los matices del dirigente de la Liga Árabe, que es jordano, y tiene mujer y cuatro hijos, tienen su interés. La entrevista ha tenido lugar días antes del anunciado alto el fuego.
¿Es usted cristiano?
–Sí.
¿Conoce la Fundación para la cultura islámica? Omnes sigue iniciativas educativas de esa fundación.
–Sí. Esa asociación está haciendo la promoción del mensaje del Papa Francisco con el Imán de Al-Azhar. Es un mensaje muy importante, porque es un mensaje común cristiano, islámico, un mensaje de paz.
¿La Liga Árabe comparte el documento de la fraternidad humana?
–No, no. La Liga Árabe es un organización regional de carácter político aunque tiene un misión económica, social etc., pero el origen de la Liga Árabe es una organización regional de coordinación política entre países árabes, veintidós.
Se lo pregunto de otra manera. ¿Qué piensa la Liga de Estados Árabes del documento?
–Dentro de la Liga Árabe tenemos un departamento que se ocupa del diálogo intercultural e interreligioso. Todas las iniciativas relativas al diálogo en el mundo son iniciativas importantes y es interesante para nosotros en la Liga Árabe.
En esta iniciativa tenemos un país árabe, los Emiratos; otra parte, Al-Azhar, que es un institución religiosa en el país árabe más grande, Egipto. La iniciativa es muy importante para nosotros en la Liga Árabe. No somos parte legales de esta iniciativa, pero estamos felices de esta declaración que fue adoptada al mismo tiempo por la Santa Sede y Al-Azhar.
Es inevitable hablar de la guerra de Israel y Palestina, el conflicto.
–Primera cosa, esto no es un conflicto porque un conflicto es entre dos Estados; esto es una agresión de un Estado hacia un pueblo, el palestino, que es sujeto de ocupación durante 75 años por un Estado, el israelí. La agresión llega de un Estado que tiene todos tipos de armas contra un pueblo que está sufriendo una ocupación desde hace muchos años de una franja cerrada, por tierra, mar y aire.
Pero dentro de ese pueblo palestino hay una minoría, radical, que se llama Hamás.
–-Hamás es un componente de la sociedad palestina. La ocupación da como resultado diversos tipos de movimientos de resistencia. Hamás es un componente de la sociedad palestina, radical, pero debemos entender que, según las reglas de la física, a toda acción le sigue una reacción. El radicalismo de Hamás es la reacción a la ocupación, que es insufrible.
En este contexto, ¿cómo califica el ataque de Hamás el 7 de octubre, sobre población civil en Israel?
–El consejo de ministros árabes, cuando se reunió 4 días después, ha condenado todo ataque contra los civiles de ambas partes. Para nosotros, la seguridad de los civiles es muy importante, de ambas partes. Nosotros no llamamos a esto un conflicto, como he dicho, sino una agresión contra los civiles palestinos en la franja de Gaza.
Hablemos de los cristianos. La ponencia se titula “Cristianos en países árabes”. Con las lógicas diferencias, ¿cómo están los cristianos en estos países árabes?
–Las comunidades cristianas en Oriente Próximo están atravesando un periodo muy difícil. No porque son cristianos, sino porque la situación es muy difícil, para cristianos y musulmanes. Un ejemplo. El Líbano es un país de mayoría cristiana, el presidente es cristiano, pero los cristianos viven en dificultad extrema, como los libaneses musulmanes, que viven también en situación muy difícil.
Esto en general, pero si miramos a una comunidad cristiana en diversos países vemos diferencias. Por ejemplo, los cristianos en Jordania siempre han sido privilegiados, a pesar de ser una minoría, porque tienen siempre mi papel, mi cuota. Estamos sobrerrepresentados, en política, en economía, en el Parlamento, pero esto no significa que no tengamos problemas. Los problemas no vienen porque somos cristianos, sino porque tenemos una situación que no es normal en toda la región. La ausencia de paz, de seguridad, de estabilidad…
Si hablamos de los cristianos de Irak, o en Siria… Son gente muy integrada en la sociedad, socioeconómicamente, en política… Recordamos al famoso ministro de Asuntos Exteriores cristiano, Tariq Aziz; el padre del nacionalismo árabe, Michel Aflaq… Las comunidades cristianas en Irak y Siria estuvieron siempre en vanguardia.
Sin embargo, los cristianos disminuyen.
–Sí, el número de los cristianos está disminuyendo. Están atravesando un período muy difícil de guerras desde hace años., como es conocido.
El problema de los cristianos en todos estos países es que son muy cualificados. Como tienen la mejor educación del país, en cuanto hay un problema dicen: bueno, qué futuro tengo yo aquí, y se van fuera, a Suiza, América o a Canadá, donde sea. No se van los más vulnerables o más pobres, sino los de más capacidad. Los cristianos, dentro de la sociedad, pertenecen a la clase media o media alta, por eso van a las mejores escuelas, las mejores universidades…
Los cristianos coptos, en Egipto, han sufrido atentados, violencia. ¿Es por ser cristianos?
Sí y no. Los cristianos han sido víctimas del terrorismo islamista, no islámico. Es muy importante seleccionar los términos. Hay una gran diferencia entre islámico e islamista. Hablo del terrorismo islamista, persona que toma el islam como motivo, son gente que no tienen nada de hacer con el islam.
Las mismas víctimas son más musulmanes que cristianos. Los terroristas atacan a todos los que no son como ellos. Cuando hay un ataque contra una iglesia copta, las víctimas son coptas, pero ayer o mañana las víctimas son musulmanes.
Otra cosa, las víctimas de los talibanes, de Al Qaeda, son musulmanes, no son de otra religión. Es muy importante entender que para un terrorista, su enemigo son los que no son como ellos. Los musulmanes moderados, abiertos al mundo, son enemigos para los terroristas.
Otro ejemplo: quiénes son las víctimas del terrorismo de los talibanes en Pakistán. No hay cristianos en Afganistán, en Pakistán son todos musulmanes. Bueno, hay unos pocos cristianos, sí.
¿Qué orientación daría para ayudar a los cristianos de Oriente Próximo?
Digo a laEuropa cristiana que la mejor manera de ayudarnos es trabajar juntos para la causa de la paz, dar paz a los musulmanes, a los palestinos, a los sirios, a los iraquíes… La cosa más importante es la estabilidad, la seguridad, y todo esto depende de la paz. Si no tenemos paz, no tenemos seguridad y si no tenemos seguridad, todos los cristianos tienen la tentación de emigrar y partir.
Francisco insiste desde Santa Marta en “el diálogo, única vía para la paz”
El Papa Francisco ha rezado esta mañana el Ángelus desde Casa Santa Marta debido a su leve estado gripal. En la solemnidad de Cristo Rey, ha recalcado que “los predilectos de Jesús son los más frágiles”, y ha subrayado, en referencia a las guerras, la importancia del diálogo.
Francisco Otamendi·26 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 3minutos
“Hoy no puedo asomarme a la ventana porque tengo este problema de inflamación en los pulmones (los médicos han descartado complicaciones pulmonares tras un TAC), y será Mons. Braida quien lea la reflexión porque es él quien las hace y ¡siempre las hace tan bien! Muchas gracias por su presencia”.
Así ha comenzado el Papa Francisco sus palabras antes del rezo del Ángelus del último domingo del año litúrgico y Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo. El Evangelio habla del Juicio Final “y nos dice que será sobre la caridad”.
“La escena que nos presenta es la de una sala real, en la que Jesús está sentado en un trono. ¿Qué tienen de especial estos amigos a los ojos de su Señor?”
Según los criterios del mundo, los amigos del Rey deberían ser aquellos que le han dado riqueza y poder. Sin embargo, según los criterios de Jesús, sus amigos son otros: son aquellos que le han servido en lo más débil. “Es un Rey sensible al problema del hambre, a la necesidad de un hogar, a la enfermedad y al encarcelamiento: realidades todas ellas, por desgracia, siempre muy actuales. Personas hambrientas, sin techo, a menudo vestidas como pueden, abarrotan nuestras calles: nos encontramos con ellas todos los días. E incluso con respecto a la enfermedad y la cárcel, todos sabemos lo que significa estar enfermo, cometer errores y pagar las consecuencias”, ha señalado el Papa.
De este modo, antes de la oración mariana del Ángelus, el Pontífice ha recordado que “el Evangelio de hoy nos dice que uno es “dichoso” si responde a estas pobrezas con amor, con servicio: no apartándose, sino dando de comer y de beber, vistiendo, acogiendo, visitando, en una palabra, estando cerca de los necesitados. Y es que Jesús, nuestro Rey que se llama a sí mismo Hijo del Hombre, tiene sus hermanas y hermanos predilectos en las mujeres y hombres más frágiles”.
Finalmente, se ha dirigido a “María, Reina del Cielo y de la Tierra, ayúdanos a amar a Jesús, nuestro Rey, en sus hermanos más pequeños”.
El Holodomor en Ucrania
Tras el rezo del Ángelus, Francisco ha recordado que Ucrania conmemoró ayer” el Holodomor, genocidio perpetrado por el régimen soviético que causó la muerte de hambre de millones de personas hace 90 años”
Esa herida, en lugar de cicatrizar, se hace aún más dolorosa por las atrocidades de la guerra que sigue haciendo sufrir a ese querido pueblo, ha subrayado el Santo Padre. “Sigamos rezando sin cansarnos, porque la oraciòn es la fuerza de la paz que rompe la espiral del odio, quiebra el ciclo de la venganza y abre caminos de reconciliación insospechados”.
Diálogo en Oriente Medio, y viaje a Dubai
Sobre la guerra en Oriente Próximo, el Papa ha dado gracias a Dios porque “por fin hay una tregua entre Israel y Palestina, y algunos rehenes han sido liberados”. “Recemos para que todos sean liberados cuanto antes –¡pensemos en sus familias!”–, ha añadido, “que entre más ayuda humanitaria en Gaza y que insistamos en el diálogo: es la única vía, la única manera de tener paz. Los que no quieren diálogo no quieren paz”.
Finalmente, el Papa ha rogado oraciones ante “la amenaza del clima que pone en peligro la vida en la Tierra, especialmente a las generaciones futuras. Y esto es contrario al plan de Dios, que creó todo para la vida”. Y se ha referido a su viaje apostólico a Dubai: “El próximo fin de semana viajaré a los Emiratos Árabes Unidos para intervenir el sábado en la COP28 en Dubai. Agradezco a todos los que acompañarán este viaje con la oración y con el compromiso de tomar a pecho la preservación de nuestra casa común”.
También ha recordado el Santo Padre que hoy se celebra en las Iglesias particulares la XXXVIII Jornada Mundial de la Juventud, sobre el tema “Alegrarse en la esperanza”. Bendigo a cuantos participan en las iniciativas promovidas en las diócesis, en continuidad con la JMJ de Lisboa. Abrazo a los jóvenes, presente y futuro del mundo, y los animo a ser protagonistas alegres de la vida de la Iglesia”.
El padre Salvo no sólo es el rector de la catedral de san Patricio, sino que también dirige la basílica de la antigua catedral de san Patricio (a veces denominada “Saint Patrick’s Old Cathedral”), situada en Nolita, un barrio con el que está muy familiarizado. Cuando se trasladó por primera vez a Nueva York, vivía enfrente de la basílica de san Patricio, y fue su primera parroquia.
Dirigir la catedral de san Patricio puede ser todo un reto, pero el padre Salvo se ha comprometido a estar presente física y emocionalmente en ambos lugares y reconoce la ayuda que recibe. Dice que puede atender las dos iglesias «porque hay gente estupenda en ambos lugares que lo hacen posible; eso es lo fundamental cuando se trata de sus aspectos prácticos.»
Un legado revivido
La basílica, situada en Mott Street, en la esquina de Prince Street, fue conocida en su día como «la nueva iglesia de la ciudad». Fue la segunda catedral católica romana de Estados Unidos (la de Baltimore fue la primera) y el primer templo dedicado al patrón de Irlanda, san Patricio.
La basílica de la catedral vieja de san Patricio tiene un legado del que el padre Salvo se enorgullece y reconoce su importancia y significado. «Es hermoso recordar que existe un legado…» y es «una gran oportunidad para, una vez más, intentar recoger ese legado, que nunca debió romperse en primer lugar».
La catedral vieja pasó a tener el estatus de parroquia cuando la nueva catedral de san Patricio abrió sus puertas en 1879; sin embargo, «seguía siendo respetada como la catedral original; todavía lo es y siempre lo será; y tiene el estatus de basílica», y es bueno que la gente sea más consciente de ello, dice el padre Salvo.
Una catedral y su sede
Las dos iglesias son muy diferentes «en cuanto a tamaño» y están situadas en el lado opuesto de Manhattan. Sin embargo, el padre Salvo aprecia las «similitudes» entre las dos iglesias y su historia compartida. Habló del arzobispo John J. Hughes (1797-1864), de quien dice que «fue el visionario de la catedral de San Patricio tal y como la conocemos». Pero el hombre que puso la primera piedra de la nueva catedral del norte de la ciudad no vería la majestuosa catedral abrir sus puertas el primer día porque murió antes de la memorable fecha. «Se tardó en construir debido a la Guerra Civil», recuerda el padre Salvo.
El rector también reconoce la bendición de formar parte de ambas iglesias: «Poder tener ese legado es un gran privilegio, y es algo hermoso, y me emociona». También define lo que es una catedral: «Una catedral es el lugar donde está la sede del arzobispo de la diócesis; aquí está la sede del cardenal Dolan, así que esto es la catedral, pero la historia de ambas está unida».
¡Es algo hermoso!
Las dos iglesias están inextricablemente unidas y tienen puntos en común; la forma en que se gestiona diariamente la catedral vieja de san Patricio «es más parecida a una parroquia normal en lo que se refiere al número de feligreses y a las obligaciones con la gente…». Pero como «es un lugar tan especial» y está «en una ubicación tan privilegiada en la ciudad de Nueva York, también es otro lugar donde hay un montón de grandes eventos que tienen lugar casi semanalmente», dice el padre Salvo.
También se muestra orgulloso y feliz de hablar a Omnes de la «vibrante comunidad de jóvenes adultos» de “Old Saint Patrick” y presume de su Misa dominical de las 19.00 horas. Dice que todos los domingos a esa hora, «la iglesia está llena de jóvenes adultos; jóvenes adultos con mucho talento, inteligentes y fieles que no necesitan estar allí, y muchos de sus compañeros no están allí por desgracia, pero ellos están, y están fielmente allí, y es algo tan hermoso de presenciar». Continúa diciendo que «no se trata sólo de que expresen su fe, sino también de poder servirles, y no sólo de ayudarles a crecer en la fe, sino también de proporcionarles una plataforma para que conozcan a otros jóvenes adultos que también se preocupan por su fe».
Este artículo es la segunda parte de mi entrevista con el padre Enrique Salvo. Pronto publicaremos la tercera parte.
Jacques Philippe en el Foro Omnes: la esperanza en un mundo sin Dios
El viernes 24 de noviembre Omnes celebró en la universidad Villanueva un foro con Jacques Philippe. El aclamado autor espiritual habló sobre las consecuencias de la “traumática” muerte de Dios en la sociedad actual.
Omnes celebró el 24 de noviembre un foro en la universidad Villanueva con Jacques Philippe. El tema de la sesión fue “¿Necesitamos a Dios?”.
Jacques Philippe durante la sesión
Durante su ponencia, el conocido autor espiritual desarrolló cuatro puntos clave sobre las consecuencias de haber apartado a Dios de nuestras vidas. Con el fin de dar un tinte esperanzador a la sesión, Philippe comenzó asegurando que “parece que el hombre abandona a Dios, pero Dios no abandona al hombre”. Por ello, incluso si las consecuencias de la “muerte del Padre” son traumáticas, existe la posibilidad de volver a Él.
La primea idea esencial que quiso transmitir Jacques Philippe fue que “alejarse de Dios también es alejarnos de la fuente de la verdad”. Al perder la estabilidad y solidez que proporciona Dios, “caemos en el subjetivismo, cada uno se crea su propia verdad”.
De aquí nace un peligro del cual advirtió el autor, que es la tentación de crear religiones a medida. Y no solo eso. A la larga, esto provoca “soledad, un individualismo que marca profundamente el mundo de hoy”.
Libertad y misericordia
En segundo lugar, Philippe denunció la mentira del ateísmo, que asegura que “Dios es enemigo de la libertad”. Quitar al Padre de la ecuación, explicó el ponente, no solo es dejarse llevar por una mentira, sino que, al sacar a Dios de nuestras vidas, eliminamos también la misericordia.
Apoyándose en la parábola del hijo pródigo del Evangelio, Jacques dijo: “Una vez se ha proclamado la muerte de Dios, ¿qué sucede? La casa está vacía. No hay nadie para acogerte, para decirte que tienes derecho a ser feliz”.
Sacar al Padre de nuestra vida implica que “ya no hay perdón para nuestros pecados, porque el hombre no puede perdonarse así mismo. Puede encontrar excusas, apoyarse en psicológicos, pero no puede perdonar sus pecados”. ¿Qué es lo que ocurre entonces? El ponente lo expresó con claridad: “el hombre está solo con el peso de sus errores”.
La problemática de la libertad
Los efectos de esto en nuestra sociedad actual son terribles, indicó Philippe. Hoy “no hay sitio para el fracaso, no hay sitio para la fragilidad”. Los hombres, al no poder ser débiles, se han obsesionado con el éxito. Nos hemos puesto “una carga excesiva para los hombros humanos”.
Ante una vida en la que no se tolera el error, explicó el ponente, “el ejercicio de la libertad humana se convierte en algo difícil”. Se abren ante nosotros dos excesos diferentes. “Por un lado, la irresponsabilidad más absoluta; por otro lado, el exceso de responsabilidad, el cargar solos con nuestras decisiones”.
Jacques indicó que al haber rechazado a Dios, “tenemos un montón de opciones para elegir, pero no tenemos a nadie que nos acompañe”. De inmediato, esto se transforma en una “fuente de angustia”. Los hombres somos conscientes de que “tenemos libertad, pero no tenemos a nadie que nos ayude a discernir”. Y, de nuevo, Philippe advirtió el peligro que supone esto: “la libertad puede convertirse en algo problemático”.
Sanar las heridas
La tercera clave sobre la que habló el ponente se relaciona con la esperanza. “El privarnos de Dios es privarnos de esperanza con respecto al futuro. Cuando uno vive sin la revelación de Dios, que es el sentido de nuestra existencia, la vida se hace pesada, estrecha”.
Cuando se tiene al Padre, explicó el autor, no existen las tragedias definitivas, pues sabemos que el Señor, cuando lleguemos a su encuentro, “nos va a sanar completamente”. No solo eso. Philippe animó a todos los presentes a tener esperanza porque “en un instante Dios puede salvar lo que estaba perdido”.
Esta idea tiene además una consecuencia muy práctica en el día a día. “¿Qué nos impide perdonar?”, preguntó al salón de conferencias el ponente. “A veces lo que nos impide perdonar es que tenemos el sentimiento de que el mal recibido por otro es irremediable. Allí es donde la fe viene a ayudarnos, porque si Dios existe toda herida puede sanar”.
El odio a uno mismo
Por último, Jacques Philippe advirtió a todos de una consecuencia clara hoy en día que se produce al echar a Dios de nuestras vidas. “El hombre contemporáneo no consigue reconciliarse consigo mismo”. Sin esperanza, sin misericordia y sin oportunidad de perdón, el hombre no logra siquiera amarse a sí mismo.
“Creímos que eliminando a Dios eliminábamos la culpabilidad. Ha sido exactamente lo contrario. Cada vez hay más culpabilidad”. El ser humano considera su pobreza como una tragedia. Philippe explicó que “el hombre solo puede aceptarse a sí mismo con la mirada de Dios”. Incluso fue más allá en su afirmación: “Cuando el hombre se aleja de Dios, termina por odiarse a sí mismo, porque ya no tiene motivos para amarse”.
Jacques Philippe terminó su ponencia animando a todos a recuperar la esperanza y a tener de nuevo la firmeza de que “la libertad que da Dios al aceptar su presencia en nuestras vidas es inmensa”.
Jacques Philippe: «A veces, hay que ponerse ante la propia miseria para comenzar a gritar a Dios»
El sacerdote y autor de espiritualidad ha sido el ponente del Foro Omnes "¿Necesitamos a Dios?" celebrado el viernes 24 de noviembre en el Aula Magna de la Universidad Villanueva de Madrid.
Jacques Philippe ha compartido la tarde del 24 de noviembre con más de dos centenares de personas en el Foro Omnes «¿Necesitamos a Dios?».
En el encuentro, celebrado en la Universidad Villanueva de Madrid y patrocinado por Fundación Carf y banco Sabadell, Philippe ha reflexionado sobre la ausencia de Dios que significa la desaparición de la esperanza y la misericordia o la necesidad de la relación filial con Dios para una vida plena del hombre actual.
El Foro, que se podrá ver en el canal YouTube de Omnes próximamente y que centrará la sección Experiencias del número impreso de Omnes del mes de diciembre de 2023, ha levantado una enorme expectación.
Jacques Philippe es autor de numerosos libros de vida espiritual entre los que se cuentan títulos como “La libertad interior”, “ Tiempo para Dios” o “La paternidad espiritual del sacerdote”, entre otros.
En nuestro mundo se alterna la paradoja de una secularización evidente y el auge de nuevas espiritualidades ¿Cree que es más fácil llegar a Dios a través de este “espiritualismo” o, por el contrario, resulta más confuso?
–Hay muchos caminos posibles. Creo que hay gente que esta en el ateísmo que tal vez puedan sentir como un vacío porque, de alguna manera, el hombre no puede prescindir de la espiritualidad. Y puede que ese vacío te conduzca a la fe.
También he conocido gente que ha pasado primero por las nuevas espiritualidades, porque estaban buscando sentido o había algo mal en su vida que querían remediar y tocaron aquí y allá, y terminaron desembocando en la Iglesia. He conocido a varios así. ¡Estadísticas no tengo, pero creo que es así!
Es hermoso ver cómo son de diferentes los caminos de las personas: alguien de una familia totalmente atea que se hace creyente o alguien budista «hasta el ultimo pelo» que termina encontrándose con Cristo…
Se habla de un mundo en crisis, una Iglesia en crisis, un humanismo en crisis ¿Hay razones para la esperanza?
–Sí, creo que si. Porque Dios es fiel. Algunas veces el hombre puede abandonarlo -que es lo que esta sucediendo hoy-, pero Dios no abandona al hombre. Creo que Dios encontrará la forma de manifestarse y de atraer hacia Él los corazones. Que encontrará la forma de proponerse Él a todos los hombres.
No son solo los mecanismos históricos, sociológicos, que por supuesto tienen su importancia y su parte de verdad, pero en lo más profundo creo que hay un diseño de Dios sobre el hombre y sobre el universo. A mí eso es lo que me da esperanza.
¿Cómo se puede, en una sociedad marcada por el “ruido” y los plazos, lograr el silencio interior necesario para escuchar a Dios hoy?
–Hoy hay mucha gente que desea también otra cosa, que desea volver a la naturaleza, que sienten esta necesidad de silencio. Una vida no frenética, sino más tranquila, digamos. Y lo vemos en todos los periódicos.
Llevar esto a la práctica no es fácil, porque uno no puede aislarse del todo del mundo. Creo que lo más importante es hallar espacios en nuestro corazón. Algunos espacios de silencio, de apertura a Dios, paz. Pero esto supone cortar. Hemos de saber cortar el móvil, la televisión y tomar ratos de recogimiento, aunque sea en un rinconcito de su dormitorio.
Es lo que dice Jesús: “Cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará”. Está claro. Cuando podemos traer a la gente al Evangelio, a la oración, buscando a Cristo, eso conduce a un cambio en nuestra vida.
Usted es autor de un libro sobre la paternidad espiritual del sacerdote. En general ¿ha perdido nuestra sociedad, incluso en la Iglesia, el concepto de paternidad?
–Sí y no. Creo que el tema es bastante complejo. Es cierto que en la actualidad hay un rechazo de la paternidad, un rechazo de Dios, a la paternidad se le acusa de ser abusiva, las críticas contra la “sociedad patriarcal”, el padre es el “enemigo a abatir”.
Hay ciertos motivos legítimos en esto quizás porque la forma en que se ejerce la autoridad en el mundo, y también en la Iglesia a veces no ha sido la correcta: no ha sido respetuosa con la libertad humana, ha tenido demasiado poder, demasiada influencia en las personas que no conducían a la libertad que haya una reacción puede ser normal, el problema es que es excesiva.
Ante esto, hay que recordar qué es la verdadera paternidad. Volver al misterio de la paternidad divina y también, hacen falta hombres que sean imagen de esa paternidad divina: humildes, respetuosos, que conducen a la libertad y ayudan a las personas a ser ellas mismas y que no sean alguien que asfixie. Hay que volverse a Dios, promover verdaderos modelos de paternidad y encontrar el sentido de la filiación.
Dicho de otra forma, creo que hay un cierto orgullo humano que proclama “yo no necesito a nadie, no quiero depender de nadie, me puedo salvar yo mismo…”. Además de lo anterior, encontramos pues este orgullo humano que es contrario a una actitud filial, de confianza, de disponibilidad. Todo esto son cosas que debemos rectificar.
Creo que puede ayudar mucho volver al Evangelio, volverse a encontrar con la paternidad de Dios, no como la concibe el hombre y la proyecta sobre Dios sino Dios, tal y como es; tal y como se revela en la parábola del Hijo Pródigo, por ejemplo. Reencontrarse con la verdadera imagen de Dios en el evangelio y recuperar también un corazón de niño, confiado. Ese es el trabajo del Espíritu Santo en nuestro corazón. El Espíritu Santo que nos hace decir “¡Abba, padre!”, que despierta en nosotros la confianza, que nos sana de miedos, de sospechas, que os permite abrirnos verdaderamente a Dios.
Creo que las soluciones más profundas son de orden espiritual. Hay cosas que se pueden hacer a nivel psicológico, social, algunos cambios de la sociedad en la Iglesia… Pero el tema de fondo es reencontrarse con el misterio de Dios vivo y recibir la gracia del Espíritu Santo. Una nueva efusión del Espíritu Santo en el mundo, un nuevo Pentecostés, donde nos encontramos ahora en cierto modo.
La Iglesia no es una institución humana, es Dios que se comunica.
Jacques Philippe. Autor de espiritualidad
¿Realmente cree que estamos en una efusión del Espíritu cuando, para muchos, la Iglesia está herida de muerte?
–La Iglesia siempre ha estado en crisis. Nunca ha sido una institución estable. Casi muere cien veces. Pero la Iglesia no es una institución humana, es Dios que se comunica. El misterio de Cristo que se comunica al mundo.
La Iglesia siempre tiene que purificarse y reformarse y creo que es lo que está sucediendo. Hay sufrimiento, cuestionamiento, pero creo que vemos actuar también al Espíritu Santo que no abandona a su Iglesia.
Veo muchos signos del trabajo del Espíritu Santo en la Iglesia y en los últimos años ha habido renovaciones espirituales muy importantes: la Renovación Carismática, también una renovación mariana, tanta gente a la que le llega Medjugorje, por ejemplo. Quizás no es un fenómeno masificado, pero hay muchos lugares donde se puede experimentar la presencia del Espíritu, donde se produce una renovación de los corazones y la sanación de las heridas del espíritu.
Creo que esta realidad irá amplificándose. Quizás a través de sufrimientos, a veces hay que tocar fondo para volver a subir. A veces, los hombres tienen que ponerse ante su propia miseria, frente a su impotencia radical para que comiencen a gritar a Dios
La 123 Asamblea Plenaria de los obispos españoles ha publicado una carta, dirigida a todo el pueblo De Dios sobre los abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia.
Con el título «Enviados a acoger, sanar y reconstruir», los obispos reiteran su petición de perdón a las víctimas y se comprometen «a ser transparentes en este proceso y a rendir cuentas ante las víctimas, la Iglesia y Dios» y hacen referencia a la puesta en marcha de un plan de reparación integral.
Texto íntegro de la carta «Enviados a acoger, sanar y reconstruir»
Vosotros sois la luz del mundo (Mt 5,14). Al pueblo de Dios y a la sociedad española, ante el drama de los abusos, los obispos de la Asamblea Plenaria, conscientes de haber sido enviados a acoger y sanar a las víctimas de esta lacra social queremos ofrecer humildemente las siguientes consideraciones.
1. Dolor, vergüenza y petición de perdón.
Los abusos a menores nos han llenado de tristeza. Como en otras ocasiones, queremos expresar sin ambages el dolor, la vergüenza y la pesadumbre que causa en nosotros esta realidad que traiciona el mensaje del Evangelio. De ninguna manera, pretendemos buscar excusas o justificaciones para eludir cualquier responsabilidad que pueda correspondernos como Iglesia.
Al mismo tiempo, reiteramos nuestra más sincera petición de perdón a todas las personas que han sufrido debido a estas execrables acciones, especialmente a las víctimas y sus familias. También pedimos perdón a Dios, en lo que, como cristianos, no hemos sido fieles. El sufrimiento lo han causado no solo los abusos sino también el modo en que, a veces, se han tratado. No hay palabras suficientes para expresar cuánto lamentamos el dolor de las víctimas, así como la traición cometida por parte de algunos miembros de nuestras comunidades. Estos actos, que no son solo pecados sino también delitos, son incompatibles con los valores fundamentales de nuestra fe en Cristo, pues contradicen el amor, la compasión y el respeto que Él nos enseña y da fuerza para vivir. Suponen también una llamada a una profunda conversión personal y comunitaria.
Por encima de cualquier otra consideración, nos comprometemos a ser transparentes en este proceso y a rendir cuentas ante las víctimas, la Iglesia y Dios. Hermanos nuestros, sacerdotes, religiosos y laicos, traicionando la confianza que habían recibido y la misión encomendada, estaban abusando de aquellas personas, menores o vulnerables, que se les habían confiado para su protección, su educación o su atención.
2. La acción de la Iglesia: atención a las víctimas.
Muchos de nosotros nos hemos encontrado con las víctimas de esos abusos. Hemos conocido su rostro, su historia, su nombre. Queremos hacernos cargo de su dolor encarnado. Les hemos pedido perdón, lo hacemos ahora y lo seguiremos haciendo siempre. Pedir perdón es reconocer nuestra limitación, nuestra pobreza, nuestra debilidad, nuestra falta de coraje. Sabemos que el daño y el dolor causados son imborrables, pero pedir perdón y perdonar es el primer paso para sanar las heridas.
Ante todo, podemos asegurarles que continuamos con el compromiso de tomar medidas concretas y efectivas para prevenir futuros abusos en nuestra Iglesia, que ya comenzamos en el año 2001. Permanentemente, y desde hace ya tiempo, estamos revisando todos nuestros protocolos de seguridad y formación, así como colaborando estrechamente con las autoridades civiles para garantizar que los responsables de estos delitos sean llevados ante la administración de justicia.
– Acogida y reparación. — En relación a las víctimas, para su acogida y acompañamiento, se han creado oficinas de protección de menores en todas las diócesis e instituciones religiosas y se han realizado estudios destinados a conocer la dimensión del problema. Animamos a cualquier persona que haya sufrido abusos a que se acerque a estas oficinas para iniciar procesos de reparación y sanación. Nos mostramos plenamente dispuestos a escuchar, apoyar, reparar y ofrecer la ayuda que necesiten para sanar las heridas. Cada oficina de protección de menores está abierta para escuchar y acoger ese dolor.
– Prevención y formación. — Con el impulso del papa Francisco se han tomado medidas necesarias en tres direcciones. En esta Conferencia Episcopal, el Servicio de asesoramiento a las Oficinas diocesanas, hoy plenamente operativas, ha realizado numerosos encuentros de formación para establecer un trabajo conjunto que posibilite un acompañamiento efectivo a las víctimas. En relación con el resto del Pueblo de Dios, la Conferencia Episcopal, las diócesis, y las congregaciones han preparado y promulgado protocolos para prevenir y detectar los abusos, y se han comenzado procesos de formación de todos los que en la Iglesia trabajan con menores, para que puedan ayudar a prevenir esta lacra social. En el ámbito jurídico, tanto el motu proprio Vos estis lux mundi como elVademecum sobre cuestiones procesales ante los abusos sexuales, promulgados por la Santa Sede, han sido acompañados en España por la Instrucción sobre los abusos sexuales, aprobada por esta Conferencia Episcopal el pasado mes de abril.
– Denuncia y actuación. — La rápida apreciación de los abusos, que es esencial para poder actuar con prontitud, debe conducir inmediatamente a la denuncia, en los ámbitos canónico, civil y penal. Se inicia así la actuación judicial que es imprescindible en el camino de la reparación.
Es necesario destacar que, en el contexto legal, la determinación de si un acto constituye delito de abuso y quién es responsable de dicho hecho delictivo corresponde a la autoridad judicial, como asimismo las medidas legales que pueden ser tomadas en consecuencia.
No obstante, la conciencia que “es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que éste se siente a solas con Dios” (GS 16), nos llama a reconocer aquellos actos intrínsecamente malos que infringen la Ley de Dios, más allá de que no puedan ser apreciados por la justicia humana y nos lleva a la urgencia de repararlos.
3. Es un problema de la Iglesia y de la sociedad.
De igual modo, somos muy conscientes del impacto que causan estas acciones en la percepción que la opinión pública tiene de la Iglesia. Los obispos de España consideramos que los casos de abusos son asuntos muy serios que deben ser tratados dentro del marco legal. Lamentablemente, afectan a todos los sectores de la sociedad. La inmensa mayoría de los abusadores son familiares o personas cercanas a la víctima.
Sin embargo, en este tema de tanto calado, poner el foco únicamente en la Iglesia es desenfocar el problema. Las recomendaciones y las medidas que hay que tomar no solo deben ser dirigidas a nosotros, sino a toda la sociedad.
Creemos que el camino para poder sanar esta lacra en la Iglesia y en la sociedad es que trabajemos conjuntamente para construir entornos justos, seguros y compasivos, donde cada persona sea amada, valorada y respetada.
Ahora, reunidos en Asamblea plenaria, los obispos hemos valorado de manera especial el testimonio recogido de las víctimas, lo que permite situarlas en el centro.
Durante este año se han dado a conocer cuatro informes sobre abusos sexuales contra menores y personas vulnerables en el ámbito de la Iglesia, realizados por distintas entidades y medios. La Conferencia Episcopal Española, a partir del trabajo realizado por las Oficinas de protección de menores, elaboró su propio informe, “Para dar luz”, con 728 testimonios recogidos, desde los años cuarenta hasta la actualidad. Pero insistimos en que lo importante son las personas y no los números.
4. No solo palabras: el plan de reparación integral.
Somos conscientes de que no bastan las palabras. Nuestra acción continúa. En esta misma Asamblea Plenaria hemos trabajado el primer borrador del plan de reparación integral de las víctimas de abusos, que cuenta con tres líneas de acción que estamos ya desarrollando y vamos a impulsar con todo el empeño:
– la atención a las víctimas con todos los cauces legales y eclesiales,
– la reparación integral, en la medida de lo posible, del daño causado
– y la formación para la prevención de estos abusos en el futuro.
Hemos tomado la decisión de seguir trabajando en este plan, aprobar su itinerario tras las necesarias revisiones y ratificarla en la próxima Asamblea Plenaria.
5. El servicio valioso del Pueblo de Dios.
Laicos, misioneros, consagrados, diáconos, sacerdotes y obispos, más allá de nuestras limitaciones y fragilidades, nos entregamos cada día, ayudando, acompañando, consolando y cumpliendo con una misión muy difícil y no siempre reconocida en nuestros tiempos.
No es justo atribuir a todos el mal causado por algunos. Somos conscientes de que este camino de reparación es imprescindible y, al mismo tiempo, creemos que puede ayudar a sanar también la herida causada al Pueblo de Dios. Hemos de recordar también a todos los que entre nosotros nos hacen permanecer orgullosos de nuestra fe: sacerdotes que llevan a Jesús a cada corazón; consagrados entregados en la educación y en la asistencia; consagradas que atienden con su vida entera a los más pobres y necesitados; misioneros en cualquier país del mundo haciendo visible el Evangelio; laicos que se entregan como catequistas o voluntarios; monjes y monjas que nos sostienen con su oración y todos aquellos que viven su vida cristiana en medio de las preocupaciones ordinarias.
6. Esperanzados.
Nuestro compromiso por erradicar los abusos sexuales quiere ser también un servicio a la sociedad en la que vivimos. Ofrecemos humildemente nuestra experiencia triste y dolorosa para ayudar a cualquier otra institución a luchar contra esta lacra.
Queremos mirar al futuro con esperanza. Una vez más, reiteramos que nuestra lucha contra toda clase de abusos debe continuar sin cesar. Y, al mismo tiempo, queremos mostrar nuestro profundo agradecimiento y reconocimiento hacia los sacerdotes y consagrados de nuestra Iglesia, animándoles a vivir con ilusión y esperanza el tesoro del ministerio que se les ha confiado (cf. 2 Cor 4,7). Aprovechamos esta ocasión para hacer un llamamiento a los fieles católicos a acompañarles, alentarles y arroparles en su entrega diaria.
Junto al Pueblo de Dios acudimos a Cristo, fundamento de toda esperanza, que nos ha prometido que estaría con nosotros hasta el fin del mundo (cf. Mt 28,20). Que él, buen pastor, nos ayude más allá de las cañadas oscuras, a transitar el camino de sanación, reconciliación y renovación, acompañados del amor materno de María.
Pedimos vuestras oraciones por las víctimas y sus familias, así como por todos los miembros de nuestra Iglesia.
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Los obispos españoles ponen en marcha un proyecto de reparación integral para víctimas de abusos
El proyecto, presentado por el Servicio de coordinación y asesoramiento de las oficinas diocesanas para la protección de menores, ha sido aprobado por unanimidad y ha de comenzar ahora su desarrollo y definición.
El Secretario General y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, mons. Francisco César García Magán ha sido el encargado de trasladar a los medios los resultados de los trabajos de la 123º Asamblea Plenaria de los obispos españoles que se ha desarrollado en Madrid del 20 al 24 de noviembre.
La gestión y el desarrollo de las distintas investigaciones sobre los abusos sexuales cometidos en el ámbito de la Iglesia ha centrado parte de las reflexiones y el trabajo de los obispos españoles durante estas jornadas.
En este campo se enmarcan tanto una carta al Pueblo de Dios en España, en torno a este tema, aprobado por unanimidad, y la aprobación de un proceso de trabajo para estructurar y desarrollar un plan de reparación integral de las víctimas de abusos.
Carta al pueblo de Dios por los abusos
La Asamblea Plenaria ha dado luz verde a una carta dirigida a todos los fieles en la que se trata, específicamente, el problema de los abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia.
La misiva, que se dirige especialmente a las víctimas, está centrada sobre todo en la petición de perdón a las víctimas, como ha querido destacar el secretario general de los obispos españoles, y también “una palabra de esperanza al resto del pueblo de Dios”.
Además esta carta anuncia el plan de reparación integral de las víctimas que será desarrollado por la Conferencia Episcopal Española.
Plan de reparación
El portavoz de los obispos españoles ha señalado que lo que ha sido aprobado en esta Plenaria es el plan de trabajo aunque sí ha podido adelantar tres líneas que incluye el iter de trabajo que ha presentado el Servicio de coordinación y asesoramiento de las oficinas diocesanas para la protección de menores: la atención a las víctimas y la prevención y reparación integral, desde todas las perspectivas, psicológica, social, y económica.
En este sentido, apuntó “no podemos hablar de fechas concretas, puesto que tenemos que cumplir unos requisitos estatutarios ” aunque quiere que se ponga en marcha lo antes posible.
El portavoz de los obispos ha sido preguntado varias veces sobre la posibilidad de establecimiento de un fondo económico para afrontar las compensaciones a las víctimas. Magán ha puntualizado que, en este tipo de casos, la compensación económica a cada víctima “lo tiene que pagar el victimario o si ha fallecido, la institución implicada. En principio la Conferencia Episcopal, no”.
Otros temas de la Asamblea plenaria
Además de los abusos, los obispos han aprobado diferentes proyectos en estas jornadas como el “Proyecto en favor de la dignidad de la persona”. Con esta iniciativa se pretenden abordar diversos problemas que afectan a la vida, a la dignidad de la persona, a la familia y a la sociedad. Entre los temas que se abordan, los obispos destacan el consumo creciente de pornografía entre los jóvenes a través de internet, la banalización de la sexualidad, el consumo de prostitución y la explotación sexual, la salud mental, o las adicciones.
También ha sido aprobado el sistema de Compliance para la Conferencia Episcopal Española, un manual de cumplimiento normativo y buenas prácticas adaptado a la naturaleza e identidad de la CEE.
Además, como se recoge en el resumen de estas jornada, también se está estudiando la constitución de la Mesa de diálogo interconfesional de España entre la Iglesia católica y las distintas Confesiones cristianas.
Por otro lado, los obispos han aprobado la terna que va a presentar al Dicasterio para la Evangelización para el nombramiento del director nacional de la Obras Misionales Pontificias ya que el próximo diciembre finaliza el primer mandado de cinco años del actual director, José María Calderón.
La Asamblea ha tratado diversos asuntos de seguimiento. También ha recibido información sobre el estado actual de Ábside (TRECE y COPE) y de las OMP.
Congresos y encuentros
En los próximos meses se prevé la celebración de diversos encuentros, promovidos desde diferentes ámbitos de la CEE de los que también han hablado los obispos en estas jornadas.
Entre ellos, el Congreso “La Iglesia en la Educación” que tendrá lugar en Madrid el sábado 24 de febrero 2024, el Encuentro Nacional sobre el Primer Anuncio, que se prevé celebrar del 16 al 18 de febrero en Madrid o el Congreso Nacional de Vocaciones previsto para primer semestre de 2025 con «el objetivo de sensibilizar a toda la Iglesia y la sociedad sobre la vida como vocación».
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La llegada del árbol de Navidad marca el inicio de los preparativos navideños vaticanos. Este año el árbol procede del Valle de Maira y se encenderá el 9 de diciembre. Después de Navidad, la madera se convertirá en juguetes y se donará a Cáritas.
Este bilbaíno es el nuevo obispo de Helsinki y ha bromeado con el Papa sobre cuál es el fin del mundo «Finlandia es el fin del mundo: “Fin” “land”, “fin del mundo”. Aunque él insiste en que el “fin del mundo” es Argentina, pero hemos vuelto a quedar en que hay “fin del mundo” en el norte, Finlandia, y “fin del mundo” en el sur, que es Argentina».
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Caminar juntos: sobre la Asamblea Plenaria de la USCCB
La Asamblea plenaria de la USCCB contó con la presencia de un obispo de Texas recientemente destituido a pocos pasos de la sede de la reunión, una aparente diferencia de opinión entre el presidente de la USCCB y el embajador del Papa en EE.UU., y un debate público sorprendentemente animado sobre el papel de la Iglesia en la respuesta a la crisis de salud mental.
Pablo Kay·24 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 5minutos
La asamblea plenaria de otoño de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), celebrada este año en Baltimore, no ha contado con los intensos debates públicos ni con las elecciones de líderes tan vigiladas a las que nos hemos acostumbrado en los últimos años.
En cambio, la reunión del 13 al 16 de noviembre contó con la presencia de un obispo de Texas recientemente destituido a pocos pasos de la sede de la reunión, una aparente diferencia de opinión entre el presidente de la USCCB y el embajador del Papa en EE.UU., y un debate público sorprendentemente animado sobre el papel de la Iglesia en la respuesta a la crisis de salud mental.
Un obispo destituido
El caso del obispo Joseph Strickland dio un giro dramático dos días antes de que comenzara la reunión, cuando el Vaticano anunció que el Papa Francisco lo había destituido como obispo de Tyler, Texas, y había nombrado al obispo Joe Vásquez, de la cercana diócesis de Austin, «administrador apostólico» hasta que se nombre un sustituto permanente.
El obispo Joseph E. Strickland rezó el Santo Rosario fuera del hotel donde se estaba celebrando la Asamblea Plenaria de la USCCB. (OSV News photo / Bob Roller)
Strickland ha sido uno de los principales críticos del Papa, sobre todo en sus advertencias sobre la supuesta falta de claridad de Francisco sobre las enseñanzas de la Iglesia relacionadas con la sexualidad y el género. El pasado mayo, acusó al Papa de «socavar el depósito de la fe» en un post en Twitter (ahora conocido como X). Días antes de su destitución, Strickland leyó una carta en la que describía al Papa como «un usurpador de la cátedra de Pedro» en una reunión de católicos conservadores en Roma.
El Vaticano pidió a Strickland que dimitiera y, tras su negativa, lo destituyó rápidamente el 11 de noviembre.
Pero si lo ocurrido en Baltimore es una señal de lo que está por venir, Strickland, de 65 años, no se irá en silencio. Después de que el nuncio apostólico, el cardenal Christophe Pierre, delegado del Papa en Estados Unidos, le pidiera que no participara en la reunión de obispos, Strickland viajó de todos modos a Baltimore con la intención declarada de rezar ante el Waterfront Marriott Hotel.
Tras su último acto de oración ante el hotel de los obispos, el National Catholic Reporter preguntó a Strickland si intentaba llamar la atención sobre sí mismo.
«Se trata de Jesucristo, y su verdad debe ser proclamada», respondió.
La sinodalidad en América
Aunque la controversia se agitó fuera de la asamblea, el nombre de Strickland no se mencionó mientras los obispos seguían enérgicamente una agenda principalmente administrativa.
En su primer discurso a los obispos desde que accedió al rango de cardenal en septiembre, Pierre recordó el relato evangélico del encuentro pascual de Jesús con sus discípulos en el camino de Emaús para vincular el Sínodo sobre la Sinodalidad que se está celebrando en el Vaticano con la iniciativa de los obispos del Renacimiento Eucarístico Nacional.
«Creo que tendremos un verdadero renacimiento eucarístico cuando experimentemos la Eucaristía como el sacramento de la encarnación de Cristo: como el Señor caminando con nosotros juntos en el camino», dijo Pierre, haciéndose eco del lema «caminando juntos» del sínodo.
Momentos después, el presidente de los obispos estadounidenses, el arzobispo Timothy Broglio, elogió en su discurso de apertura «las muchas realidades sinodales que ya existen en la Iglesia de Estados Unidos».
El discurso de Broglio fue interpretado por algunos como una suave réplica a unas declaraciones más controvertidas que Pierre había hecho en un reportaje de la revista “America” publicado días antes. En la entrevista, Pierre expresaba su preocupación por el hecho de que algunos obispos y sacerdotes estadounidenses no apoyaran plenamente las iniciativas sinodales del Papa. En su discurso, Broglio dio las gracias a «quienes infunden vitalidad, compromiso y renovación a nuestras comunidades de fe», y elogió a los sacerdotes estadounidenses «en primera línea» por estar «encendidos con el Evangelio».
Posteriormente, en una rueda de prensa, dijo que había hablado con Pierre sobre su entrevista. .
«Al menos, la forma en que la revista “America” caracterizó las reflexiones del arzobispo Pierre, no creo que refleje realmente a la Iglesia en Estados Unidos», dijo.
Una epidemia de salud mental
La mayoría de los puntos de acción de la reunión suscitaron poco o ningún debate o discusión por parte de los obispos, con una notable excepción: la nueva «Campaña Nacional Católica de Salud Mental» de la Conferencia.
En el debate público más largo de la asamblea, casi 20 obispos se levantaron para abordar la iniciativa con aportaciones sobre las formas en que la Iglesia en EE.UU. puede afrontar la crisis de salud mental.
El cardenal Daniel DiNardo, de Galveston-Houston, lamentó la escasez de psiquiatras en su archidiócesis, e instó a la Iglesia a encontrar formas de animar a más jóvenes de medicina a buscar carreras en este campo.
«La falta de este tipo de ayuda es muy, muy preocupante en Estados Unidos», afirmó.
Mons. Joseph Naumann, arzobispo de Kansas City (Kansas), llamó la atención sobre la desintegración de la vida familiar y el hecho de que la industria de la pornografía se dirija a los jóvenes; Mons. Gustavo García-Siller, arzobispo de San Antonio, se preocupó por la relación de la crisis con el aumento de la violencia doméstica y la relacionada con las armas de fuego en todo el país.
Varios obispos hablaron de iniciativas en sus propias diócesis para hacer frente a lo que describieron como una «epidemia» de salud mental, incluyendo misas de sanación, introducción de terapeutas en las escuelas católicas y ministerios parroquiales de salud mental.
2024 en el horizonte
En general, la reunión de este año impresionó a algunos observadores como reflejo del nuevo estilo «sinodal» que el Papa reclama para la Iglesia universal, con los obispos dedicando más tiempo a la oración y a «diálogos fraternos» privados que en años anteriores.
En su presentación pública, el delegado sinodal, el obispo Daniel Flores, de Brownsville (Texas), sugirió que el debate del sínodo sobre posibles reformas de las estructuras de liderazgo de la Iglesia tendría que respetar los «principios doctrinales».
«La estructura por sí sola, por supuesto, no puede asegurar una forma de vida y misión cristiana compartida y promovida en común; porque sin el Espíritu, la letra está muerta», dijo Flores, quien también anunció que el «informe provisional» del sínodo se discutirá en la próxima reunión de los obispos en junio de 2024, antes de la segunda sesión del sínodo en octubre próximo.
Mientras tanto, los obispos también escucharon una actualización de los preparativos para el Congreso Eucarístico Nacional del próximo año en Indianápolis (17-21 de julio). El principal organizador, Mons. Andrew Cozzens, Obispo de Crookston (Minnesota), hizo hincapié en el aspecto de peregrinación del evento, que, según dijo, pretende ser «un momento de gran renovación y gran renacimiento para nuestra Iglesia» que «estimulará la evangelización» en los Estados Unidos.
En última instancia, si algo se puede extraer de la semana de los obispos en Baltimore es que los resultados de momentos como el Congreso Eucarístico y las medidas concretas que se tomen para afrontar crisis como la epidemia de salud mental o el declive de la fe y la práctica en Estados Unidos nos dirán mucho más sobre el estado de la Iglesia en Estados Unidos que las declaraciones de los líderes eclesiales.
El autorPablo Kay
Editor-in-Chief de Angelus. Revista semanal de la archidiócesis de Los Ángeles, California
Stephen Barr: “La tesis del conflicto entre ciencia y fe es un mito generado por las polémicas de finales del XIX”
Doctor en física teórica de partículas, Stephen Barr es el presidente de la Sociedad de Científicos Católicos. Miembro de la American Physical Society, en 2007 el Papa Benedicto XVI le concedió la Medalla Benemérita y, en 2010, fue elegido miembro de la Academia de Teología Católica.
Stephen M. Barr es profesor emérito del Departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Delaware y ex Director de Bartol Research Institute un centro de investigación del Departamento de Física y Astronomía de esta misma universidad americana.
Junto con Jonathan Lunine fundó la Sociedad de Científicos Católicos, que cuenta con más de un millar de miembros de más de 50 países. Cientos de científicos, teólogos, filósofos e historiadores han asistido a sus conferencias.
Esta asociación, una de las principales en el campo del estudio de la relación entre ciencia y fe está concebida como un lugar donde los científicos católicos pueden compartir sus conocimientos, perspectivas y dones intelectuales y espirituales entre sí para su enriquecimiento mutuo así como un foro de reflexión y debate sobre cuestiones relativas a la relación entre la ciencia y la fe católica.
Esta relación de ciencia y fe, su historia y los mitos y verdades que de entrelazan en este ámbito, es el tema central que ha tratado -con entrevistas a figuras de primer nivel y colaboraciones como la de Juan Arana-, la revista Omnes del mes de noviembre, disponible para suscriptores.
¿Cómo y por qué nació la Sociedad de Científicos Católicos?
– En 2015, un eminente astrofísico, Jonathan Lunine, converso a la fe, me dijo que su párroco le había sugerido fundar una organización de este tipo. Yo mismo había estado pensando en ello durante mucho tiempo. Así que Jonathan y yo la pusimos en marcha en 2016.
Teníamos varios motivos. Uno era mostrar al mundo que la ciencia moderna y la fe católica están en armonía.
Un segundo era fomentar la comunión espiritual e intelectual y el compañerismo entre los científicos católicos. Los científicos religiosos y los estudiantes de ciencias pueden sentirse aislados, aunque de hecho son muy numerosos, porque a menudo no saben de la existencia de los demás.
Un tercer motivo era crear un lugar en el que las personas que tuvieran preguntas sobre el tema pudieran encontrar información de calidad y debates sobre cuestiones de ciencia y fe.
¿Es científicamente razonable tener fe religiosa? ¿Es posible ser un científico reconocido y un creyente hoy en día?
– Muchos grandes científicos han tenido fe religiosa; de hecho, casi todos ellos, desde Copérnico en el siglo XVI hasta Faraday y Maxwell en el XIX. El fundador de la genética, Gregor Mendel, era sacerdote, al igual que el fundador de la teoría cosmológica del Big Bang, Georges Lemaître.
Uno de los mejores físicos del mundo en la actualidad, Juan Martín Maldacena, que creó una revolución en la comprensión de la relación de la teoría cuántica y la gravedad, y que en ciencia tiene una consideración a la altura de Hawking, es miembro de la Sociedad de Científicos Católicos.
También se puede señalar a eminentes científicos contemporáneos de otras confesiones. Decenas de premios Nobel han sido religiosos. Se me ocurren dos premios Nobel de física que se convirtieron a la fe católica (Bertram Brockhouse y Sir Charles Kuen Kao).
¿Dónde convergen la ciencia y la fe?¿Se complementan o son incompatibles?
– La fe y la ciencia tienen muchas de las mismas raíces: un sentimiento de asombro ante la existencia del mundo y su belleza y orden, la convicción de que existen respuestas últimas y de que la realidad tiene sentido, y la creencia de que los seres humanos tienen la capacidad de llegar a la verdad y la obligación de buscarla. La fe y la ciencia se complementan mutuamente, es una buena manera de decirlo.
San Juan Pablo II dijo que la ciencia nos muestra cómo funciona el mundo, mientras que nuestra fe nos dice qué significa el mundo.
El difunto rabino Jonathan Sacks también lo dijo. Pero las cuestiones que abordan la ciencia y la religión se solapan en algunas áreas, especialmente cuando se trata de la naturaleza de los seres humanos, ya que formamos parte de la naturaleza a la vez que la trascendemos.
¿Por qué, en muchos círculos académicos, la no existencia de Dios sigue siendo una especie de premisa para aceptar los avances científicos?
– Fuera de las matemáticas puras es difícil encontrar pruebas rigurosas. En las ciencias naturales, por ejemplo, no se habla de “demostrar” teorías, sino de encontrar pruebas confirmatorias.
En cuanto a las premisas ateas y materialistas que se encuentran en muchos círculos académicos, creo que a menudo son el resultado de prejuicios intelectuales no examinados o de ideas erróneas heredadas, aunque no en todos los casos, por supuesto.
Los intelectuales no son inmunes al “instinto de rebaño”.
La desinformación también desempeña algún papel. Por ejemplo, la idea de que la religión ha estado perpetuamente “en guerra” con la ciencia ha sido muy perjudicial para la credibilidad de la religión. Pero los historiadores contemporáneos de la ciencia están de acuerdo en que esta “tesis del conflicto” es un mito generado en gran medida por las polémicas de finales del siglo XIX.
A pesar de todo, hay muchos académicos que son religiosos o sienten respeto por la religión.
¿Hay interés por la ciencia en el mundo católico? ¿Nos conformamos con un conocimiento superficial?
– El mundo católico es un lugar amplio y diverso. Pero, en general, los católicos sienten un gran respeto por la ciencia. Viajando y dando muchas charlas a públicos católicos de diversa índole, he encontrado un gran interés por lo que la ciencia ha descubierto y un fuerte deseo de entenderlo mejor. Mucho de lo que se presenta a la gente sobre la ciencia en los medios de comunicación populares -incluso algunos medios de divulgación científica- es superficial, o chapucero, o confuso, o exagerado. Me parece que los católicos y otras personas quieren saber cuál es la verdadera historia.
¿Tenemos los creyentes a veces miedo de que la ciencia nos “robe la fe”?
– Sí, es un temor muy extendido, pero totalmente injustificado. A la gente se le ha enseñado que los grandes avances de la ciencia generalmente han derrocado ideas que antes se consideraban “intuitivamente obvias”, “evidentes” y cuestiones de “sentido común” y han demostrado que eran ingenuas. Pensemos, por ejemplo, en las ideas revolucionarias de Copérnico, Darwin, Einstein y los fundadores de la mecánica cuántica.
En consecuencia, muchas personas viven con el temor de que la ciencia pueda, en cualquier momento, hacer algún gran descubrimiento que demuestre que nuestras convicciones más profundas y nuestras ideas más preciadas son igualmente ingenuas).
Hubo un titular de periódico en EE.UU. no hace mucho que decía que un experimento cuántico había demostrado que “no existe una realidad objetiva”. (Cuando la gente se enteró de que se había descubierto algo llamado “la partícula de Dios”, imaginaron que se suponía que hacía las cosas que tradicionalmente se había pensado que hacía Dios.
En realidad, la partícula de Higgs no es más parecida a Dios que los electrones o los protones, y los físicos se ríen del término “partícula de Dios” y nunca lo utilizan.
Tal vez los creyentes se pondrían menos nerviosos si comprendieran que algunos de los grandes avances de la ciencia moderna han apoyado en realidad ciertas nociones tradicionales que se habían visto amenazadas por una ciencia anterior.
Por poner sólo un ejemplo, antes del siglo XX parecía que la física había demostrado que las leyes de la física eran “deterministas”, lo que se consideraba que derrocaba la idea del libre albedrío; pero en el siglo XX el “determinismo físico” fue derrocado a su vez por la mecánica cuántica.
Analizo éste y otros cuatro ejemplos en mi libro de 2003 “Física moderna y fe antigua”.
La ciencia sigue un camino sinuoso, pero los católicos tienen motivos para confiar en que, a la larga, no se alejará de Dios, que creó el mundo que estudia la ciencia.
Hay preguntas que nos pueden ayudar a examinar las situaciones que se nos presentan. Funcionan como una guía para aprender realmente a ser señores de nosotros mismos, dueños de las circunstancias que sí podemos controlar.
Carlos Chiclana·24 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 3minutos
Hablaba con una persona muy ocupada en sus tareas profesionales y en sus atenciones apostólicas, y a la vez muy acelerada y con picos de ansiedad. Le pregunté: “¿Qué obstáculos hay para que te conviertas –de una vez por todas- en el señor de tu casa? Ocupado sí, y con señorío. Con muchas tareas, sí, y con elegancia. Lleno de proyectos, sí y con serenidad”. Se quedó sorprendido y contento con la pregunta. “No lo sé, pero me la llevo y voy a pensarlo”.
Fíjate, tú eliges a quién entregas el poder en tu vida: a ti y a la dirección personal de tus actos, al exterior que te pide que hagas cosas, a las apetencias interiores, a las dependencias de personas.
Dominar está relacionado con distintas palabras latinas como “dominare”, tener bajo su poder, con la raíz de domus (casa). Así, podríamos decir que quien domina es el señor/señora de la casa, del hogar; y también se refería al dominus (maestro). Así, el dueño y señor del hogar, decide quién entra en la casa y hasta dónde. Es conocedor del entorno, del sistema y de las personas que llaman a la puerta desde fuera, así como de los asuntos internos de la casa. Es muy consciente y está atento para decidir qué hacer y tener el equilibrio dentro de sí mismo. Cuando el equilibrio está dentro de ti, tu “yo” está tranquilo y sano, y los demás respetan tu casa. Cuando entregamos el poder a “los de fuera”, el yo se agota y a veces nace una especie de egoísmo, que no tiene una raíz moral contraria a la generosidad, sino que es necesario para sobrevivir.
Sin embargo, para poder tener el equilibrio dentro de uno mismo es necesario poner el foco de atención también hacia fuera, en el exterior. Contactar con la realidad y dejarse afectar por las personas para poder decidir en consecuencia, y en coherencia, con la naturaleza real de las cosas.
No se trata de tener la casa cerrada, las persianas bajadas y la luz apagada, sino de decidir quién entra en nuestra morada interior y quién no, hasta dónde entra y para qué. Para facilitarte esta toma de decisiones, dominar (señorear) tu vida y elegir lo bueno para ti, puedes observar, mirar, considerar y reflexionar, y después decidir en consecuencia. Estas preguntas a continuación te ayudarán a ejercitarte, al principio quizá como un análisis de laboratorio, pero luego lo harás de forma natural.
1.- ¿Quién hay o qué hay? Alguien que pide algo. Una situación que pide que se intervenga. Un ambiente que parece obligar a reaccionar de una determinada manera. Expectativas sobre mí.
2.- ¿Qué es o quién es? Describe la situación, la persona, el ambiente, las circunstancias y el tipo de relación: pastoral, institucional, familiar, filial, laboral, amistosa.
3.- ¿Qué tiene que ver conmigo? Aquí tienes un filtro para priorizar. Dependerá de si es una persona, una situación, algo material; si es muy querida para mí o que depende de mí por los motivos que sean; en qué medida me he comprometido antes o si es algo novedoso. Por ejemplo, no es lo mismo que te pida dinero un señor por la calle que tu hermana pequeña, que sea un asunto de tu pastoral o del barrio, que tú seas responsable por compromiso previo o que sea de nuevas.
4.- ¿Qué pide? Los demás tienen “derecho” a pedirnos lo que les parezca oportuno. Ante el vicio de pedir, tenemos la virtud de no dar. No depende de nosotros que nos pidan más o menos, cada quién que pida lo que le parezca, que ya decidiré yo cómo respondo.
5.- ¿Qué necesita? Puede que la petición no coincida con lo que necesita. Un señor que te pide dinero por la calle, puede que necesite un trabajo o formación. Un sistema que te pide que hagas lo de siempre puede necesitar un cambio por tu parte. Esto nos sirve de nuevo como coeficiente de ajuste para comprender mejor la situación y lo que finalmente vamos a elegir para dar o no dar.
6.- ¿Qué sé dar? Si sé o no sé darle lo que pide y/o necesita, nos ayudará también a tomar la decisión de lo más bueno para mí, en equilibrio con lo bueno para el otro.
7.- ¿Qué le puedo dar? La plausibilidad de dar o no dar, también te sirve como medida.
8.- ¿Qué le quiero dar? Independientemente de que yo tenga lo que me piden, se lo sepa dar y se lo pueda dar, tengo margen para decidir si se lo quiero dar o no, por los motivos que sean. Para poder elegir lo bueno para mí, es necesario tener también la posibilidad de no elegirlo. Elegir lo bueno no será obligado, sino querido.
9.- ¿Cómo lo quiero dar? En última instancia yo decidiré en qué modo y manera doy lo que se me está pidiendo, sea exactamente cómo lo pidieron o con las variaciones en intensidad, tiempos, medidas, etc., que vea yo oportunas.
«La Misa no es un espectáculo». Los obispos españoles publican unas orientaciones de retransmisión de celebraciones
Las comisiones episcopales de Liturgia y de Medios de Comunicación de los obispos españoles han elaborado unas orientaciones para “que las retransmisiones de las celebraciones litúrgicas tengan la dignidad que se merecen”.
El presidente de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales, Mons. José Manuel Lorca Planes, y el presidente de la Comisión Episcopal para la Liturgia, Mons. José Leonardo Lemos han compartido un briefing centrado en las orientaciones que ambas comisiones han elaborado, de manera conjunta, para “ayudar y aconsejar” acerca de las retransmisiones de la Eucaristía y otras celebraciones litúrgicas o “paralitúrgicas”, tanto en medios generalistas como a través de las diversas plataformas sociales.
El documento aconseja un cuidado especial de estas retransmisiones para evitar la confusión de los fieles
El presidente de la Comisión Episcopal para la Liturgia ha querido señalar que se trata de “unas pautas de conducta para todos aquellos que acercan las celebraciones a quienes no pueden asistir físicamente”.
Mons. Lemos ha subrayado que “queremos que se tenga en cuenta lo que se ofrece: el Misterio de la redención y a quién se ofrece: a unos destinatarios determinados, especialmente personas enfermas, mayores y cuidadores”.
En este punto, los obispos han vuelto a recordar que seguir la misa a través de los medios de comunicación no sustituye a la asistencia a la misa dominical si no se tiene impedimento grave.
Entren algunas de las orientaciones que se incluyen en este documento, se establece, por ejemplo, que las celebraciones se realicen desde un lugar santo: templo o capilla, y que, tanto el sacerdote celebrante como los acólitos y el pueblo fiel, asistente físicamente, “sean conscientes de que se está retransmitiendo la celebración”.
Lemos ha llamado a que «se cuiden tanto el desarrollo de la liturgia, las lecturas…, etc., como la realización y retransmisión de la celebración. En este sentido, el celebrante “ha de saber que se dirige a la comunidad presente y a la virtual”.
Además, el documento aconseja que, una vez retransmitida la celebración de la eucaristía, se borre el vídeo “para no dar lugar a equivocaciones». La celebración eucarística se vive en comunión espiritual con una comunidad real que se reúne en un determinado tiempo y lugar. «No se ‘guarda’ el vídeo de la Misa para verla después” ha apuntado mons. Lemos, aunque ha puntualizado que ciertos momentos de la celebración de la Santa Misa como la homilía “si pueden quedar grabados como alimento espiritual del pueblo fiel”.
Otro de los consejos es que los sacerdotes que realizan este tipo de retransmisiones lo pongan en conocimiento de la Delegación de Medios episcopal de su obispado correspondiente para que el obispo sea consciente y sepa qué sacerdote y cómo, está retransmitiendo este tipo de celebraciones.
En palabras de Mons. Lemos, “no se trata de controlar ni de coartar sino de ayudar, sobre todo a los sacerdotes que realizan este tipo de retransmisiones para que sean dignas y ayuden tanto al pueblo presente físicamente como al virtual”.
Los obispos responsables de ambas comisiones han destacado que estas orientaciones serán publicadas en la web de la CEE y enviadas a los sacerdotes diocesanos.
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El día de Acción de Gracias (Thanksgiving) es una fiesta muy importante de Estados Unidos, que se celebra el cuarto jueves de noviembre. El pavo es la comida tradicional de este día.
Jennifer Elizabeth Terranova·23 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 4minutos
Estados Unidos es un crisol de razas: un pueblo hecho de retazos, una autopista cultural y étnica, todos conduciendo hacia metas y objetivos similares.
Somos irlandeses, alemanes, polacos, africanos, franceses, puertorriqueños, rusos, italianos, mexicanos, españoles, chinos, venezolanos, nicaragüenses y de cualquier otro país que veamos en el mapa del mundo. Y, por supuesto, los nativos americanos cuyos pies pisaron suelo estadounidense antes que todos nosotros. Somos intrínsecamente similares y, al mismo tiempo, distintiva y bellamente diferentes. Muchos son cristianos, católicos, protestantes, baptistas, episcopales y judíos, y algunos son musulmanes y ateos. Aun así, en la fiesta más laica del año, Acción de Gracias, todos somos estadounidenses, unidos por un día que evoca recuerdos de la infancia y nos permite crear otros nuevos de comida familiar y grandes historias. Es un día en el que agradecemos especialmente las abundantes bendiciones que hemos recibido.
Acción de Gracias es una fiesta nacional de Estados Unidos que se celebra anualmente el cuarto jueves de noviembre. Es un día en el que la familia y los amigos se reúnen y disfrutan de una comida tradicional de Acción de Gracias, que puede variar de una casa a otra en función de la etnia y las preferencias alimentarias de cada uno. Aun así, todas las familias pueden contar con que Tom (entrañable nombre que muchos estadounidenses dan cada año a su pavo) haga acto de presencia. Es el día en que la mayoría de la gente rompe invariablemente su dieta. Y cuando los estadounidenses se sientan a la mesa durante horas y se entretienen más que otros días, hablando, riendo, tal vez llorando, viendo el fútbol y pensando en las esperadas rebajas del Black Friday.
Aunque la historia de Acción de Gracias es objeto de debate permanente y, en ocasiones, de controversia, sabemos que se consideraba una celebración de la cosecha entre los primeros colonos de la colonia de Plymouth y los miembros de la tribu local de los wampanoag en la plantación de Plymouth. Según Sarah Pruitt, colaboradora de History.com, «No se conocía como Acción de Gracias… y tuvo lugar durante tres días entre finales de septiembre y mediados de noviembre de 1621».
Tom Begley, el enlace ejecutivo para la administración, investigación y proyectos especiales en Plimoth Plantation, escribió: “Básicamente era para celebrar el final de una cosecha exitosa… la celebración de tres días incluía banquetes, juegos y ejercicios militares, y definitivamente había también una cantidad de diplomacia entre los colonos y los nativos asistentes”. También confirma que dar las gracias era esencial para las culturas inglesa y nativa americana. «Para los ingleses, antes y después de cada comida, había una oración de acción de gracias.
Del mismo modo, para los nativos americanos, Acción de Gracias formaba parte de su vida cotidiana». Linda Coombs, antigua directora asociada del programa Wampanoag en Plimoth Plantation, dice: «Cada vez que alguien iba a cazar o pescar o recogía una planta, ofrecía una oración o agradecimiento». Y, en 1863, durante la guerra civil, el presidente Abraham Lincoln proclamó un Día de Acción de Gracias nacional que se celebraría en noviembre.
Las tradiciones del «Día del Pavo» (como lo llaman algunos estadounidenses) se han desarrollado desde que las dos culturas comieron juntas. La mesa del Día de Acción de Gracias muestra la fusión de la cultura de los antepasados y la de la propia cultura estadounidense. Las guarniciones pueden variar, pero el pavo siempre recibe una invitación.
En un hogar italoamericano, se disfrutará de todas las guarniciones americanas, como salsa de arándanos, relleno, pastel de carne picada y boniatos. Además, se esperan acompañamientos italoamericanos, como alcachofas rellenas, champiñones rellenos, coliflor y corazones de alcachofa fritos, coles de Bruselas y, muy a menudo, el antipasto y la lasaña, aunque no haga falta.
Anthony, un laico del Seminario y Colegio Saint Joseph que está discerniendo el sacerdocio, dijo lo siguiente sobre Acción de Gracias: «Lo que más me gusta de Acción de Gracias es el vínculo entre la familia, especialmente siendo italoamericano; es un momento para compartir cosas que normalmente compartimos, y eso nos hace aún más fuertes.» Él toma las comidas tradicionales americanas en Acción de Gracias, pero también lasaña, pasteles italianos de postre y capuchino.
Algunos puertorriqueños, como María, que llegó a Estados Unidos cuando era un bebé de pocos días, y que actualmente es gerente de la Iglesia de Nuestro Salvador en Manhattan, dicen que en la mesa hay más delicias puertorriqueñas que estadounidenses. Dijo que su abuela hacía «cientos de pasteles; le daba una docena a cada miembro de la familia cuando se iban…». Y «también hacía pernil, arroz con gandules, ensalada de papa, yams…. y luego terminábamos un plato, y ella nos daba otro plato, y hacía coquito». Esa era otra cosa deliciosa, recordaba María. Y luego, de postre, disfrutaban del dulce de coco que «hacían y limaban». María dijo que cuando era niña, le emocionaba reunirse con todos los miembros de la familia: «Su tradición era poner el árbol el Día de Acción de Gracias».
Ángel, que también es puertorriqueño y está jubilado, pero ama tanto la Iglesia católica que decidió trabajar como ujier en la catedral de San Patricio, habló con Omnes sobre sus tradiciones. Sus padres nacieron en Puerto Rico, y él nació y creció en Nueva York: «Era un Día de Acción de Gracias tradicional». Disfrutaban del pavo, pero además, su mamá hacía comida puertorriqueña, y, también, como la familia de María, disfrutaban de los pasteles, el arroz con gandules, el arroz con leche… «Ella también hacía el relleno, la tradición americana normal del Día de Acción de Gracias», recuerda Ángel, «Me encanta Acción de Gracias; es un día para dar a todo el mundo, especialmente a los pobres; algunas de estas personas no tienen comida en su mesa para comer».
Luis, de familia dominicana, que también trabaja en la catedral de San Patricio de Nueva York, dice: «Hacemos muchas cosas: pavo, pollo con cerdo, ensalada y arroz con gandules».
El idioma, la decoración y los platos pueden variar. Aun así, la mayoría de nosotros apreciamos estas fiestas que nos permiten bajar el ritmo, relajarnos, comer mucho, reunirnos con familiares y amigos, algunos de los cuales vemos con poca frecuencia, y crear nuevos recuerdos.
Afortunadamente para los católicos, sin embargo, somos bendecidos con la mayor cosecha cada vez que recibimos la Eucaristía; como sabemos los católicos, significa Acción de Gracias, así que ¿por qué no esforzarnos por dar gracias a Dios por Su Cuerpo y Su Sangre cada día?
En 1927 el gobierno mexicano fusiló al sacerdote Miguel Agustín Pro. Es el primer mártir en tierra mexicana declarado por la Iglesia católica y el Papa san Juan Pablo II le beatificó en 1988.
Entre 1926 y 1929 México vivió unos años de gran tensión. La guerra cristera, entre el gobierno del país y milicias de religiosos católicos, se llevó por delante miles de vidas. En medio de ese conflicto, un pelotón de la policía fusiló al sacerdote José Ramón Miguel Agustín Pro Juárez. Décadas después, la Iglesia católica reconoció en este hombre al primer mártir de la Guerra Cristera en México, y san Juan Pablo II le beatificó en 1988. Por ello, el 23 de noviembre los católicos se unen para recordar la memoria del conocido como beato Miguel Agustín Pro.
Miguel Agustín nació el 13 de enero de 1981 en Guadalupe, México. Hijo de un ingeniero adinerado, recibió junto a sus diez hermanos una educación basada en el respeto y la caridad. A los quince años comenzó a trabajar junto a su padre en la Agencia Minera de la Secretaría de Fomento.
El joven Miguel era colaborador directo de su padre hasta que el ingreso de una de sus hermanas en el convento le obligó a pararse en seco. La vocación de su hermana le impulsó a replantearse lo que estaba haciendo. Fue entonces cuando tomó la decisión de pedir la admisión en la Compañía de Jesús y el 15 de agosto de 1911 Miguel Agustín ingresó en el noviciado.
Apenas cuatro años después, el futuro beato viajó hasta España con los jesuitas. Allí se dedicó a la filosofía y a la retórica. Permaneció en Europa hasta 1919, año en el que se instaló en Nicaragua para ejercer como profesor. Sin embargo, no tardaría mucho en cruzar de nuevo el Atlántico. Tras otra estancia en España, se instaló en una comunidad de 130 jesuitas en Bélgica.
El provincial de México quería que, mientras estuviera en territorio belga, Miguel Agustín se formara en cuestiones sociales. El objetivo era impulsar el movimiento social católico y que el jesuita se preparara para la pastoral con los obreros mexicanos.
Vuelta a México
Finalmente, en 1925 Miguel Agustín recibió la ordenación sacerdotal. Sin embargo, tan solo un mes después enfermó gravemente por una infección y pasó una larga convalecencia. Pensando que iba a fallecer, los superiores le mandaron de regreso a México. En el viaje de vuelta, el joven sacerdote pasó por Lourdes y escribió que su visita a la gruta fue uno de los días más felices de su vida.
Cuando llegó a su país en julio de 1926, el gobierno había promulgado varias leyes para reprimir y ahogar a la Iglesia católica. Miguel Agustín decidió seguir ejerciendo su ministerio de manera clandestina, sirviendo a las personas que lo necesitaran y huyendo de la policía que le perseguía. Se organizaba para repartir la comunión y llegó en ocasiones a repartirla a 1500 personas.
Todo se truncó cuando en 1927 un ingeniero atentó contra un general, candidato a la presidencia. La bomba que se había plantado no explotó, pero los guardias del general respondieron de inmediato y sospecharon de Miguel Agustín, ya conocido por burlar las restricciones del gobierno.
La policía arrestó tanto al jesuita como a su hermano y, a pesar de que el autor del fallido atentado reconoció su culpabilidad, Miguel Agustín permaneció en la cárcel. El 23 de noviembre de 1927 por la mañana fusilaron al sacerdote junto a su hermano, sin previo aviso de la sentencia.
Cuando el beato se dio cuenta de lo que iba a ocurrir, abrió los brazos en forma de cruz y le dijo al oficial armado que le perdonaba. Caminó hasta el lugar de la ejecución por su cuenta, sin que le vendaran los ojos, y pidió que le dejaran rezar antes de la muerte. Esperando el disparo, pronunció: “Viva Cristo Rey”.
El gobierno mexicano invitó a la prensa a la ejecución, pensando que lograrían remover el sentimiento antirreligioso de la población. De manera totalmente contraria, las imágenes de los últimos momentos de Miguel Agustín se convirtieron en objeto de devoción. El eco internacional que alcanzó el suceso provocó una ola de indignación ante los excesos del régimen.
El legado de Miguel Agustín Pro
61 años después, el 15 de septiembre de 1988, san Juan Pablo II beatificó al jesuita.El beato Miguel Agustín Pro es el primer mártir en tierra mexicana declarado por la Iglesia católica y constituye un modelo para multitud de personas.
Además, en su nombre existen en la actualidad colegios en Perú y México, y fundaciones que luchan por los derechos humanos.
Joseph Evans comenta las lecturas de la Solemnidad de Cristo Rey y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.
Joseph Evans·23 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 2minutos
Por sorprendente que pueda parecer, la Solemnidad de Cristo Rey es una fiesta bastante reciente. Fue instituida en 1925 por el Papa Pío XI ante la creciente secularización del mundo. Con ella, la Iglesia quiso poner de relieve la soberanía de Cristo sobre toda la creación, incluida la humanidad y su historia.
Esto no significa, por supuesto, que en 1925 la Iglesia “inventara” la idea de que Jesús es rey. La Iglesia ha sabido desde los apóstoles que Cristo es rey, pero ha querido subrayar esta realidad ahora que su dominio sobre el mundo se cuestiona cada vez más… El reto inicial, también para Jesús, era limpiar la noción de su realeza de connotaciones mundanas.
En varias ocasiones vemos que los judíos lo proclamaban rey, queriendo que fuera un líder político-militar mundano que los liberara del dominio romano. Pero en todas las ocasiones Jesús se escabulló, evitando cualquier tipo de realeza. También dejó claro al cínico Pilato, preocupado por las amenazas a la hegemonía de Roma en la región, que su reino “no es de este mundo” (Jn 18, 36). A lo largo del ciclo trienal de lecturas dominicales, la Iglesia nos presenta distintos aspectos de la realeza de Cristo que, como siempre, supera con creces la concepción mundana del poder y la autoridad.
En las lecturas de hoy, con las que terminamos el año litúrgico, se nos muestra a Jesús viniendo al final de los tiempos para “juzgar a vivos y muertos”, como decimos en el Credo.
La segunda lectura nos dice que “todo será puesto bajo sus pies”. Pero, como siempre, la primera lectura nos ayuda a comprender el Evangelio, y describe la realeza como el pastoreo del pueblo. Un buen rey era como un buen pastor, que cuidaba de todo el rebaño, que tenía a todos a la vista, que rescataba a los descarriados. La verdadera realeza no consiste en enseñorearse del pueblo, sino en servirlo. Esta fue la realeza de Jesús, y es la forma de realeza que no solo nos ofrece, sino que espera de nosotros. Nuestro propio juicio se basará en si vivimos o no una forma de realeza de servicio.
Así pues, el Evangelio es la famosa parábola de las ovejas y las cabras, que describe el juicio universal de toda la humanidad que tendrá lugar al final de los tiempos. Las ovejas, a la derecha del Señor, que se reunirán con él en el cielo, son las que se ocuparon de los necesitados. Estas ovejas eran pastores solícitos, que utilizaban toda la autoridad de que gozaban, fuera mucha o poca, para ayudar a los demás. Vivían un reinado de servicio. Las cabras, a la izquierda de Cristo, que son enviadas al infierno, son aquellas que descuidaron a sus hermanos que sufrían. Usaron los privilegios que disfrutaban egoístamente y su poder para el placer. Su realeza/reinado implicaba enseñorearse de los demás. La elección es dura: ¿qué forma de realeza elegiremos? Una lleva al cielo, la otra al infierno.
La homilía sobre las lecturas de la Solemnidad de Cristo Rey
El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.
Llamamiento del Papa para que “reine la paz” en Israel, Palestina y Ucrania
El Papa Francisco ha rezado en la Audiencia general en San Pedro por los pueblos palestino e israelí, y por Ucrania, para que “reine la paz”, tras recibir a sendas delegaciones de israelíes y palestinos, y en visperas de la fiesta del domingo, solemnidad de Jesucristo, Rey del universo. En la catequesis, subrayó que el anuncio del evangelio es para todos, universal.
Francisco Otamendi·22 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 3minutos
El Papa ha informado en la Audiencia de esta mañana que ha recibido hoy mismo “a dos delegaciones, una de israelíes que tienen parientes rehenes en la franja de Gaza, y otra de palestinos con parientes encarcelados en Israel. He escuchado cómo sufren ambas partes. Las guerras hacen esto. Hemos ido más allá de las guerras, esto no es hacer la guerra, esto es terrorismo”.
E inmediatamente, ha rogado: “Por favor, esforcémonos por la paz, oremos mucho por la paz. Que el Señor nos ayude a resolver los problemas. Oremos por el pueblo palestino, recemos por el pueblo israelí, para que reine la paz”.
El Papa ha alentado a todo el pueblo de Dios a rezar. “No olvidemos perseverar en la oración por los que sufren a causa de las guerras en tantas partes del mundo, especialmente por los queridos pueblos de Ucrania, Israel y Palestina”.
Precisamente esta madrugada ha llegado el anuncio de un alto el fuego, una tregua humanitaria de cuatro días entre Israel y Hamás, que entrará en vigor en las próximas 24 horas y podrá ampliarse en el futuro. Según las últimas informaciones, el acuerdo prevé la liberación de rehenes israelíes y de prisioneros palestinos.
El llamamiento del Pontífice ha venido precedido del recordatorio de que “el próximo domingo, último del Tiempo Ordinario, celebraremos la Solemnidad de Cristo, Rey del universo. Les exhorto a poner a Jesús en el centro de nuestras vidas, y de Él recibirán luz y valor en cada elección cotidiana”.
“Para todos, sin excluir a nadie”
En la catequesis habitual de la Audiencia, el mensaje central del Santo Padre ha sido que el anuncio del Evangelio es “para todos, universal”. Si la semana pasada el Papa se fijó en la alegría, el tema ha sido hoy la universalidad, con dos textos evangélicos.
El primero, el mandato de Jesús que recoge san Mateo: “Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a conservar todo cuanto os he mandado. Y mirad que Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo».
“Cuando encontramos verdaderamente al Señor Jesús, el estupor de este encuentro impregna nuestra vida y pide ser llevado más allá de nosotros. Esto desea Él, que su Evangelio sea para todos. En Él, de hecho, hay un “poder humanizador”, una plenitud de vida que está destinada a todo hombre y a toda mujer, porque Cristo ha nacido, muerto y resucitado por todos”, ha manifestado. Es preciso “salir de nosotros mismos, ser abiertos, expansivos, extrovertidos”, como Jesús.
“Con la cananea, impulso universal”
En ese momento, el Pontífice ha comentado el “sorprendente encuentro” del Señor con la mujer cananea, extranjera, que tenía a su hija enferma. Impresiona a Jesús lo que dijo la cananea: “También los perrillos comen bajo la mesa migajas de los niños”.
“Somos elegidos por Él para alcanzar a otros”, ha subrayado el Papa. “La llamada no es un privilegio sino un servicio, el amor es universal, la llamada es para todos. El Señor me ha elegido para transmitir su mensaje. La vocación es un don para asumir un servicio”.
“Recordemos: cuando Dios elige a alguien es para amar a todos. Necesitamos de la audacia generosa de este impulso universal”, ha añadido el Santo Padre. “También para prevenir la tentación de identificar el cristianismo con una cultura, con una etnia, con un sistema. Así, sin embargo, pierde su naturaleza verdaderamente católica, es decir su rasgo específico universal, y se convierte en introvertido, termina por doblegarse a los esquemas del mundo y se presta a convertirse en elemento de división, de enemistad, contradiciendo el Evangelio que anuncia. No lo olvidemos: Dios elige a alguien para amar a todos”.
Posteriormente, en la catequesis en las diversas lenguas, el Papa ha incorporado algunas ideas en torno al mismo mensaje. Por ejemplo, a los cristianos árabes les ha manifestado que “cada bautizado es sujeto activo de la evangelización, pero no en solitario, de modo individual, sino de modo comunitario”.
La comisión de los mártires del siglo XXI, un reconocimiento ecuménico de la entrega de la vida
Esta nueva comisión, creada por deseo del Papa Francisco, ha comenzado sus trabajos con vistas al próximo jubileo 2025.
Antonino Piccione·22 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 3minutos
La Comisión Nuevos Mártires – Testigos de la Fe comenzó su andadura el pasado 9 de noviembre. Se trata de una comisión con mirada ecuménica ya que se tendrán en cuenta los testimonios ofrecidos por los cristianos de otras confesiones.
La nueva comisión contará con los trabajos que, en esta línea de martirio ecuménico, viene realizando la Agencia Fides que, cada año, recopila los nombres de los cristianos de distintas confesiones asesinados por razón de su fe.
A estos informes se sumará, a partir de ahora, el trabajo de obispos, congregaciones religiosas y quienes custodian la memoria de estos cristianos.
Mártires del siglo XXI
La primera fase de esta tarea se referirá a los cristianos que dieron su vida desde el año 2000 hasta nuestros días. En la actualidad hay más de 550 de estos mártires de los que se conocen las circunstancias de su muerte y su servicio a la Iglesia y al pueblo de Dios. Ahora se ha creado un sitio web para acompañar los trabajos de la Comisión y proporcionar información esencial.
Además de esto, ya se conocen las primeras líneas de compromiso y la metodología que seguirá esta nueva comisión para la que se han previsto sinergias externas, sobre todo en lo que respecta a la reconstrucción de los contextos continentales, regionales y nacionales en los que tuvo lugar esta entrega de la vida por Cristo.
En este ámbito, se recordó la contribución de muchos fieles de las Iglesias católicas orientales, con especial atención a Oriente Medio y Asia. También se recordó el valor ecuménico del martirio en sentido amplio y la necesidad de tener en cuenta la riqueza del testimonio ofrecido por cristianos de otras confesiones.
Además de esto, mons. Fabio Fabene, Secretario del Dicasterio para las Causas de los Santos, puso a disposición de la Comisión los recursos humanos y técnicos necesarios para llevar a cabo la tarea encomendada. Asimismo, junto con el historiador y fundador de la Comunidad de San Egidio, Andrea Riccardi, se revisaron las investigaciones anteriores, extrayendo sugerencias para futuros estudios.
Mártires: un tesoro de la memoria cristiana
Un trabajo de cooperación que quiere servir de reconocimiento de la vida de estos testigos, “cuya vida y muerte están marcadas por el Evangelio, por el amor a los más débiles, por la búsqueda de la paz, por el enfrentamiento doloroso con múltiples designios del mal, sin por ello abandonar nunca la fe en el bien”, según recoge la nota de la Santa Sede que informaba del inicio de los trabajos de esta nueva comisión.
Ya en el mes de julio, el Papa Francisco había anunciado la creación de esta Comisión de nuevos mártires de carácter ecuménico. En la carta, el pontífice destaca que “los mártires en la Iglesia son testigos de la esperanza que deriva de la fe en Cristo e incita a la verdadera caridad”.
Ellos «han acompañado en cada época la vida de la Iglesia y florecen como “frutos maduros y excelentes de la viña del Señor” también hoy”. Y aún hoy, la memoria de los mártires representa un «tesoro» que la comunidad cristiana está llamada a custodiar.
Algunos testigos de Cristo hoy
Cada año desde la década de 1980, la agencia Fides emite un informe sobre los misioneros asesinados en el ejercicio de su tarea pastoral. Los informes recogen, de manera somera, la biografía de estos nuevos testigos de la fe, la mayoría de los cuales fueron asesinados no durante misiones de alto riesgo, sino mientras estaban inmersos y sumidos en la ordinariez de sus vidas y trabajos apostólicos, ofrecidos en el olvido de sí mismos y por el bien de todos, incluida -a veces- su propia carne y sangre.
En estos informes encontramos, por ejemplo, el nombre del padre Jacques Hamel, degollado en su iglesia de Ruán, cerca del altar de la Eucaristía en 2016 o el asesinato del padre Roberto Malgesini, sacerdote lombardo asesinado a puñaladas por una de las innumerables personas a las que había asistido gratuitamente y que se incluye en el informe de 2020.
El dossier publicado a finales de 2022 recogía también la historia de Marie-Sylvie Kavuke Vakatsuraki, la monja médico asesinada en la República Democrática del Congo por una banda de yihadistas que atacó el centro de salud donde se disponía a operar a una mujer.
Fermín Labarga: «Lo que hacemos en el ISCR tiene una repercusión real en la vida de la Iglesia»
Con motivo del 25 aniversario del Instituto Superior de Ciencias Religiosas (ISCR) de la Universidad de Navarra, Omnes ha entrevistado a su director, Fermín Labarga, que afirma que el Instituto siempre "ha ofrecido una formación teológica seria, sistemática y fiel al magisterio de la Iglesia".
Loreto Rios·22 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 3minutos
El Instituto Superior de Ciencias Religiosas (ISCR) de la Universidad de Navarra cumple 25 años. Tal y como indican en su web, este centro formativo «fue erigido por la Santa Sede mediante decreto de la Congregación para la Educación Católica de fecha 21 de noviembre de 1997 y renovada su erección -según la nueva normativa de la Congregación- por Decreto de fecha de julio de 2011».
En esta entrevista, el director del ISCR, Fermín Labarga, nos habla sobre los retos de la educación religiosa en el panorama actual, la evolución de la formación en estos últimos años y cómo afronta el Instituto su labor en el presente y el futuro cercano.
¿Cómo ha evolucionado la formación religiosa en los últimos años?
En un mundo cada vez más plural y secularizado, la formación religiosa tiene un papel fundamental. La religión forma parte de la vida y de la cultura de las sociedades, por tanto, profundizar hoy en el conocimiento de la fe, de Dios, ayuda a comprender el mundo actual, a valorar y entablar un diálogo interdisciplinar entre la propia fe y la cultura. En los últimos años, la enseñanza religiosa se ha preocupado por responder las cuestiones que todo hombre se plantea sobre el sentido de su existencia, del mundo y de la historia, nuestras raíces.
¿Qué aporta, y ha aportado en estos 25 años, el ISCR al panorama de la educación religiosa actual?
Durante estos 25 años de experiencia, al servicio de la sociedad y de la Iglesia, el ISCR de la Universidad de Navarra, a través de su oferta académica -Bachillerato en Ciencias religiosas y programas online en Teología, Bíblica, Filosofía, moral y pedagogía de la fe- ha ofrecido una formación teológica seria, sistemática y fiel al magisterio de la Iglesia, de la que se han beneficiado sobre todo laicos y, de modo muy particular, profesores de religión tanto de España como de otros países del mundo. Nuestro objetivo es dotarles de las herramientas intelectuales necesarias para que construyan, desde la fe cristiana, su propio pensamiento y puedan dialogar con la sociedad contemporánea. En este sentido, el ISCR ha aportado y aporta personas activas y comprometidas con la nueva evangelización, con capacidad de dar razón de su esperanza, y entablar un diálogo sereno en el ágora cultural y global.
Uno de los objetivos del ISCR es la nueva evangelización. ¿Cuáles han sido sus contribuciones más importantes en este ámbito?
A través de la formación online y semipresencial del ISCR, hemos roto fronteras y ahora estamos presentes en muchos países del mundo que tienen unas necesidades concretas y unos escenarios culturales distintos. Medir las contribuciones en torno a la evangelización del Instituto no es tarea fácil, puesto que son nuestros estudiantes (y los antiguos alumnos) los protagonistas de la misma, quienes van a la búsqueda de nuevos caminos para transformar la vida y la sociedad desde sus responsabilidades profesionales, pastorales, familiares y de amistad.
En este sentido, a través de los meeting points (una especie de cafetería virtual que hemos desarrollado para el encuentro informal de los estudiantes) y de las jornadas teológico-didácticas presenciales, nos sorprendemos de los frutos insospechados de la formación que ofrecemos. Hemos recabado experiencias de estudiantes que nos comparten sus proyectos e ilusiones, como la creación de podcast, libros, grupos de oración y formación, catequesis, etc. Resulta conmovedor comprobar que lo que hacemos en el ISCR tiene una repercusión real en la vida de la Iglesia y de tantas personas y familias.
¿Qué retos afronta actualmente la educación, especialmente la religiosa?
Frente a los cambios culturales experimentados en las últimas décadas, son muchos los retos que se plantean en torno a la educación religiosa: relativismo moral, indiferentismo religioso, el progreso científico y tecnológico que conlleva tanto esperanzas como grandes desafíos (Inteligencia Artificial, transhumanismo)…
Respondiendo a estos retos, en el ISCR hacemos una apuesta por una formación sólida con una mirada abierta de modo que nuestros alumnos tengan capacidad de entablar un diálogo con las nuevas corrientes de pensamiento y dar respuesta a los nuevos retos que se plantean.
Si nuestros estudiantes, tras el paso por el Instituto, son capaces de interpretar los signos de los tiempos con criterio cristiano, razonar y profundizar en la fe y responder con esperanza ante las nuevas situaciones que se van abriendo, nos damos por satisfechos.
¿Qué se espera del ISCR para los próximos años?
El ISCR espera seguir siendo un centro académico de excelencia, en un contexto plenamente universitario dentro de la Universidad de Navarra, que ofrece una sólida formación teológica, completa y sistemática gracias a un magnífico claustro de profesores. También aspira a ser un centro de diálogo, de cooperación y compromiso común, a nivel ético y social, para ayudar a todas las personas a profundizar en su fe, con amplitud de miras. Queremos que la labor realizada en el ISCR se multiplique y abra a nuevos horizontes, puesto que el pensamiento cristiano enriquece a las personas, a las culturas y al mundo.
Gracias a las nuevas tecnologías, nuestra formación traspasa pantallas y se abre como pequeñas ventanas al mundo, por eso queremos llegar cada vez más lejos. Tenemos alumnos de 30 países, por lo que todavía hay mucho margen de crecimiento. Y, aunque tenemos una amplia oferta académica, nuestros estudiantes nos piden más y nosotros esperamos en el futuro, Dios mediante, poder ofrecerles nuevos programas de formación.
En esta serie de dos artículos, Ferrara nos introduce en la historia de Etiopía, un país "del que se habla poco, aunque tiene una historia aún más antigua" que Egipto "y es igual de importante, cultural y también religiosamente".
Gerardo Ferrara·22 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 6minutos
En dos artículos anteriores sobre Egipto, hablamos de este país como cuna de una de las civilizaciones más antiguas de la historia, así como del cristianismo copto, que describimos más adelante. Sin embargo, hay otro país del que se habla poco, aunque tiene una historia aún más antigua y es igual de importante, cultural y también religiosamente: Etiopía.
Historia antigua
Etiopía es un enorme país del África subsahariana, situado en el Cuerno de África, con una superficie de 1.127.127 km² y una población de más de 121 millones de habitantes, el 62% de los cuales son cristianos, pertenecientes en su mayoría a la Iglesia Ortodoxa Etíope llamada Tawahedo, que se hizo autónoma de la Iglesia Ortodoxa Copta de Egipto en 1959 (en términos cristológicos, también se define como miofisita, por lo tanto no calcedoniana).
El nombre actual del país y de sus habitantes deriva del griego Αἰθιοπία, Aithiopía, término compuesto de αἴθω, aítho («quemar») y ὤψ, ops («cara»), por lo que literalmente es «cara quemada», en referencia a la piel oscura de los habitantes de estos lugares. Fue Heródoto quien utilizó por primera vez el término, también mencionado en la Ilíada, para referirse a las tierras correspondientes a la actual Nubia, el Cuerno de África y Sudán. Etiopía era también el nombre romano de esa región, adoptado con el tiempo por la propia población local, especialmente los habitantes del reino de Axum.
Otro nombre por el que se conoce a toda Etiopía -aunque esta denominación se aplica más precisamente a la meseta etíope poblada por pueblos de ascendencia semítica- es Abisinia, de los habeshat (abisinios), uno de los primeros pueblos de habla semítica de Etiopía, de origen sudárabe (sabeo), que ya había colonizado la meseta etíope en la época precristiana y del que existen pruebas en las inscripciones sabeas, hasta el punto de que los propios árabes, tanto antes como después de la llegada del islam, siguieron llamando a la zona Al-Habashah.
Hemos llamado a Etiopía el hogar de la humanidad porque aquí se han encontrado los restos más antiguos de homínidos, que datan de hace 4 millones de años, así como los de la famosa Lucy, una hembra de australopiteco africano que murió a la edad de 3 años hace unos 3,2 millones de años.
La prehistoria etíope, por tanto, comienza hace 4 millones de años y se extiende hasta el 800 a. C, con el advenimiento del reino D’mt, del que se conocen pocos detalles, salvo que estaba vinculado de algún modo a los sabeos, un pueblo de habla semítica surárabe que vivía en la zona del actual Yemen y del que se dice que procedía la famosa reina de Saba, narrada tanto en la Biblia como en fuentes etíopes (el Kebra Nagast, un libro épico etíope, la llama Machedà) e islámicas (en el Corán se llama Bilqis).
Debido a la conexión histórica con los sabeos, tanto del reino de D’mt como de los posteriores axumitas, los etíopes afirman tener orígenes judíos y ser de linaje divino, ya que la reina de Saba, según el relato bíblico, viajó a Jerusalén para conocer al rey Salomón y tuvo con él un hijo, Menelik, que llegaría a ser emperador de Etiopía. Esta historia también se relata en el citado Kebra Nagast, en el que también se narra que Menelik, una vez crecido, regresaría a Jerusalén para reunirse con su padre y allí robaría el Arca de la Alianza para llevarla a Etiopía.
Sin embargo, está históricamente atestiguado que los pueblos tradicionales etíopes -es decir, el amhara, el tigré y el tigrinya- son el resultado de la unión entre los primeros colonizadores sudafricanos, procedentes de la zona de Yemen y llegados a Abisinia tras cruzar el Mar Rojo, y los pueblos autóctonos. Las lenguas de estos mismos pueblos tradicionales, además, son semíticas (la más antigua de ellas, la utilizada en la liturgia etíope, es el ge’ez, fuertemente emparentado con lenguas surárabes como el sabeo).
El judaísmo (según la tradición, introducido en Etiopía por Menelik) se convirtió en la religión del reino de Axum, surgido hacia el siglo IV a. C. probablemente de la unificación de varios reinos de la zona. Axum fue uno de los mayores imperios de la Antigüedad, junto con el Imperio Romano, el Imperio Persa y China.
En el año 330 d.C., Frumencio (santo tanto para la Iglesia ortodoxa etíope y católica como para la Iglesia ortodoxa oriental) convenció al joven rey axumita Ezana para que se convirtiera al cristianismo, convirtiendo a Etiopía en el primer país, junto con Armenia, en adoptar el cristianismo como religión de Estado. Frumencio, tras abandonar Etiopía para dirigirse a Alejandría, fue nombrado obispo en 328 por el patriarca Atanasio y enviado de nuevo a Axum para ejercer este mandato (de ahí el vínculo directo entre la Iglesia de Etiopía y la Iglesia de Egipto, del que hablaremos con más detalle en un segundo artículo sobre Etiopía).
Más de 600 años después, hacia el año 1000, el reino de Axum cayó en manos de la reina Judith (se dice que esta reina era judía o pagana, según las fuentes), que intentó restaurar el judaísmo como religión del Estado, pero fracasó, y destruyó todos los lugares de culto cristianos. A su muerte, sin embargo, con la dinastía Zaguè, el cristianismo pudo volver a profesarse y de esta época data la construcción de los monumentos cristianos más importantes y famosos del país, como las increíbles iglesias monolíticas de Lalibela.
El Imperio
En 1207, Yekuno Amlak se proclamó emperador de Etiopía, dando origen a una dinastía que permaneció en el trono durante ocho siglos y reivindicó su descendencia directa del rey Salomón. Los emperadores etíopes adoptaron el título de Negus Negesti, literalmente rey de reyes, y, con el tiempo, establecieron buenas relaciones con las potencias europeas, especialmente los portugueses, que les apoyaron, sobre todo al emperador David II, en sus guerras contra los musulmanes. Sin embargo, el propio David II se negó a someterse a la Iglesia católica, mientras que los jesuitas entraron en el país e iniciaron su labor misionera, provocando, como reacción, la división del territorio en varios feudos comandados por jefes locales. Entre ellos se encontraba Gondar, dominado por la etnia oromo (de habla cusítica, otra rama de las lenguas afroasiáticas además de la semítica y la camítica).
El emperador Teodoro II, que subió al trono en 1885, consiguió más tarde reunificar el país bajo una fuerte autoridad central, pero tuvo que enfrentarse a los objetivos colonialistas de las potencias europeas, en particular Italia, que conquistó Eritrea en 1888 y se dirigió hacia el interior, hacia Abisinia.
Aún más importante fue el gobierno de Menelik II. De forma aún más centralista, y haciendo hincapié en el origen salomónico de su dinastía, fundó la ciudad de Addis Abeba en 1896, convirtiéndola en la nueva capital del Imperio. Sin embargo, en 1895 había estallado la guerra de Etiopía contra el Reino de Italia y el propio Menelik II había demostrado ser un gran líder, oponiéndose firmemente a los italianos e incluso derrotándolos en 1896 en la infame batalla de Adua, la única batalla de la historia en la que un pueblo africano derrotó a una potencia colonial europea.
A la muerte de Menelik II, el país volvió a dividirse en feudos, antes de la ascensión al trono de Ras Tafarì (amárico: líder temible) Maconnèn, que adoptó el nombre de Haile Selassie I. Bajo su mandato, Etiopía fue el primer país africano en ingresar en la Sociedad de Naciones, en 1923.
Haile Selassie y el fin del imperio
Las políticas más ilustradas de Haile Selassie no fueron suficientes para repeler los ataques de los italianos (mientras tanto, el régimen fascista de Mussolini se había establecido en Roma) y en 1936 las tropas italianas entraron en Addis Abeba: Etiopía fue absorbida por el África Oriental italiana (que incluía también Eritrea y gran parte de la actual Somalia), aunque durante unos años, hasta 1941, cuando el emperador Selassie regresó del exilio y reasumió todo el poder, inició una política de reformas y se convirtió en el símbolo del rastafarismo. Esto se debió a que Selassie había pedido el regreso a África de todos los africanos dispersos e incluso había proporcionado tierras, en la zona de Shashamane, a quienes tuvieran intención de volver. Su intención, de hecho, según una doctrina conocida como «etiopismo», era unir a todas las poblaciones negras del mundo bajo la monarquía etíope.
Por ello se convirtió en un auténtico símbolo anticolonialista (y para los rastafaris en Jesús en su segunda venida o al menos en una manifestación divina) incluso después de su muerte en 1975, año en que el país cayó en manos de la dictadura socialista DERG, que puso fin al centenario imperio etíope. La dictadura terminó en 1985 con una terrible hambruna.
Así nació la actual República de Etiopía, que hoy tiene una constitución federal con una fuerte impronta autonomista en la base étnica, lingüística y política de los distintos estados que componen el país.
A pesar de la guerra con Eritrea (país vecino y fuertemente emparentado, pero con el que siempre han existido diferencias -entre otras cosas por los métodos terroristas utilizados contra la población eritrea por el propio Haile Selassie y otros gobernantes etíopes- y siguen existiendo), que terminó en 1993 con la independencia de este último país, y los conflictos interétnicos (el último de ellos, en 2020, entre el Gobierno central y el Ejército de Liberación de Tigré, región oriental del país y habitada por los pueblos tigré y tigrinya, que se saldó con decenas de muertos y miles de refugiados), Etiopía experimenta hoy un fuerte crecimiento, siendo el país africano con mayor desarrollo económico y social. Desde 2018 cuenta con una presidenta, la diplomática Sahle-Uork Zeudé.
El autorGerardo Ferrara
Escritor, historiador y experto en historia, política y cultura de Oriente Medio.
Preocupación del Papa por el Comité sinodal alemán
El Santo Padre ha enviado una carta a cuatro ex miembros del Camino sinodal alemán en la que lamenta los “pasos concretos” que amenazan con alejar a la Iglesia en Alemania de la Iglesia universal.
El Papa ha expresado su preocupación por la constitución de un “Comité sinodal” por parte de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK) y el Comité central de los católicos alemanes (ZdK) en Alemania, en una carta dirigida personalmente a cuatro antiguos miembros del Camino sinodal, publicada hoy martes por el diario “Die Welt”.
Francisco manifiesta su malestar después de que, a principios del año, el Cardenal Secretario de Estado y los cardenales prefectos de los dicasterios para la Doctrina de la Fe y para los Obispos expusieran, con la aprobación expresa del Papa Francisco, en una carta que la creación de un “Consejo sinodal” no es compatible con la estructura jerárquica de la Iglesia.
El Santo Padre comparte su “preocupación por los numerosos pasos concretos, con los que amplias partes de esta Iglesia local amenazan con alejarse cada vez más del camino común de la Iglesia universal”.
La carta del Papa, escrita en alemán y firmada de su puño y letra, resalta la prohibición de un Comité sinodal, pues éste “no puede armonizarse con la estructura sacramental de la Iglesia católica”. El Papa recuerda su “Carta al pueblo que peregrina en Alemania”, en la que se refería a la “necesidad de la oración, la penitencia y la adoración”
Dicha carta fue escrita por el Papa el 29 de junio de 2019; le siguieron varias intervenciones de diversos Dicasterios del Vaticano que culminaron en las reuniones con motivo de la visita ad limina de los obispos alemanes en noviembre de 2022.
Sin embargo, como el Camino sinodal alemán continuaba con su pretensión de crear un Consejo sinodal, el Cardenal Secretario de Estado y los cardenales prefectos de los dicasterios para la Doctrina de la Fe y para los Obispos, con la aprobación expresa del Papa Francisco, comunicaron al Presidente de la DBK el 16 de enero de 2023: “Ni el Camino Sinodal, ni un organismo designado por él, ni una conferencia episcopal nacional” están autorizados a crear tal organismo. Esto se debe a que dicho consejo sería “una nueva estructura de gobierno de la Iglesia en Alemania, que (…) parece situarse por encima de la autoridad de la Conferencia Episcopal y sustituirla de facto”.
El Camino sinodal trató de sortear esta prohibición erigiendo no directamente el Consejo sinodal, sino un Comité sinodal… cuya finalidad es la creación de dicho Consejo sinodal. En el comité estaba previsto la participación de los 27 Obispos titulares de las diócesis alemanas. Cuatro renunciaron por principio y otros cuatro no asistieron a la constitución del Comité, el 11 de noviembre, con lo cual estuvieron presentes 19 de los 27 obispos.
En los estatutos se aprobó que las decisiones se tomarían por una mayoría de dos tercios de todos los miembros presentes, eliminando así el poder de veto que los obispos tenían en las asambleas del Camino sinodal, donde las decisiones requerían el respaldo de dos tercios de los obispos presentes.
En una conversación mantenida con “Die Welt”, Westerhorstmann ha dicho: “Nos ha sorprendido que el Papa nos contestara en un plazo de pocos días”. El hecho de que la carta del Papa lleve la misma fecha en la que se constituyó el Comité sinodal “posiblemente no sea una coincidencia”. Agradecemos la claridad de las palabras del Papa, dijo Westerhorstmann. La preocupación por la unidad no sólo es relevante para Alemania, “sino que es de gran importancia para toda la Iglesia mundial”.
El presidente de la DBK, Georg Bätzing, ha subrayado en repetidas ocasiones que los obispos alemanes no buscan un camino especial. A principios de año, dijo: “Estoy seguro de que no habrá una secesión. Sencillamente porque nadie la quiere”.
La carta del Papa
El texto literal de la carta del Papa Francisco fechado el en Vaticano el 10 de noviembre de 2023 es el siguiente:
Estimada Prof. Westerhorstmann,
estimada Prof. Schlosser,
estimada Prof. Gerl-Falkovitz,
estimada Sra. Schmidt:
Les agradezco su amable carta del 6 de noviembre. Me transmiten su preocupación por la evolución actual de la Iglesia en Alemania. También yo comparto esta preocupación por los numerosos pasos concretos que están dando ahora y con los que amplias partes de esta Iglesia local amenazan con alejarse cada vez más del camino común de la Iglesia universal. Entre estos se encuentra, sin duda, la constitución del Comité sinodal que mencionan, que tienen como objetivo preparar la introducción de un órgano consultivo y decisorio que, en la forma esbozada en el correspondiente texto de resolución, no puede armonizarse con la estructura sacramental de la Iglesia católica y cuya erección, por tanto, fue rechazada por la Santa Sede con la carta del 16 de enero de 2023, que aprobé de forma específica. En lugar de buscar “soluciones” con nuevos organismos y de tratar los mismos temas con cierta auto-referencialidad, en mi “Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Alemania” quise recordar la necesidad de la oración, la penitencia y la adoración e invitar a abrirse y salir “al encuentro de nuestros hermanos y hermanas, especialmente de aquellos que se encuentran en los umbrales de las puertas de nuestras iglesias, en las calles, en las cárceles, en los hospitales, en las plazas y en las ciudades” (n. 8). Estoy convencido de que es ahí donde el Señor nos mostrará el camino.
Les agradezco su labor teológica y filosófica y su testimonio de fe. Que el Señor les bendiga y que la Santísima Virgen María les guarde. Por favor, continúen rezando por mí y por la unidad, nuestra causa común.
Católicos chinos, «mostrar la misericordia y el amor de Dios a todo el pueblo»
El obispo Antonio Yao fue el primer obispo ordenado tras el Acuerdo Provisional firmado por la Santa Sede y China sobre el nombramiento de obispos chinos en septiembre de 2018.
Giovanni Tridente·21 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 2minutos
«La primera misión de nosotros, los católicos chinos, es mostrar la misericordia y el amor de Dios a todo el pueblo chino. Nos preocupan mucho las necesidades de la sociedad, especialmente las de los pobres y los que sufren, y tratamos de ayudarles de todas las formas posibles». Así se expresaba el obispo de Jining/Wumeng, en la región autónoma china de Mongolia Interior, Antonio Yao, entrevistado por la agencia misionera Fides.
Nacido en Ulanqab en 1965, Antonio Yao fue ordenado sacerdote en 1991, tras estudiar en el Seminario Nacional de Pekín, donde también fue director espiritual. Estudió en Estados Unidos y se especializó en estudios bíblicos en Jerusalén. Recibió la ordenación episcopal de manos del obispo Paul Meng Qinglu, de Hohhot (Mongolia Interior), el 26 de agosto de 2019. La diócesis que administra cuenta actualmente con unos 70.000 fieles, con 30 sacerdotes y 12 monjas.
Mons. Yao, además de ser el primer obispo ordenado tras el Acuerdo Provisional firmado por la Santa Sede y China sobre el nombramiento de obispos chinos en septiembre de 2018, fue también uno de los dos «representantes» de China continental que participaron en la primera sesión del Sínodo de los Obispos el pasado mes de octubre; el otro padre sinodal fue mons. Joseph Yang Yongqiang, obispo de Zhoucun.
Participación en el Sínodo
A propósito del Sínodo de octubre, el prelado dijo sentirse honrado por la oportunidad de asistir a la reunión en representación de la Iglesia en China, agradeciendo al Papa Francisco la invitación y afirmando que había «acudido al Sínodo con muchas expectativas».
El encuentro con tantos obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos y laicas de todo el mundo fue para los dos obispos chinos una gran ocasión de acercamiento: «Todos eran amables y alegres. Nos acogieron y nos mostraron su consideración. Todos mostraron interés por el desarrollo de la Iglesia en China, deseosos de saber más y de rezar por nosotros».
La misión de los católicos chinos
A la pregunta de cuál considera que es la misión más importante a la que se enfrentan hoy los católicos del país asiático, Yao responde sin rodeos: «Mostrar la misericordia y el amor de Dios a todos los demás chinos». Esto se hace concretamente atendiendo a las necesidades de la sociedad, «especialmente las de los pobres y los que sufren, e intentamos ayudarles de todas las formas posibles».
El Acuerdo China-Santa Sede
Respecto al Acuerdo Provisional entre China y la Santa Sede, a menudo en el centro de la polémica mediática sobre todo en el mundo occidental, mons. Yao confirma a la Agencia Fides que la opinión predominante de los católicos chinos es que se trata de un instrumento «muy significativo e importante». En particular, el Acuerdo puede ser un medio para favorecer «la promoción de la integración y la unidad entre la Iglesia en China y la Iglesia universal», además de facilitar el trabajo pastoral y la evangelización en todo el país y mejorar las relaciones entre China y la Santa Sede.
La vocación sacerdotal
Nacido en el seno de una familia católica, mons. Yao dijo que empezó a «caminar en la fe» gracias a sus padres y abuelos, que eran «muy devotos y fieles». En cuanto a su vocación sacerdotal, cree que fue fundamental el testimonio de «un anciano sacerdote que descansa en paz desde hace muchos años»: «Sus virtudes y su abnegada dedicación a la Iglesia me inspiraron». En cualquier caso, fue necesario el apoyo y el aliento de la familia, que «fortaleció aún más mi voluntad y determinación de emprender el camino del sacerdocio».
Vicente Escrivá: “El caso Nozaleda, utilizar la religión con fines políticos”
El miércoles 22 se presenta en Madrid, en un acto organizado por la Fundación CARF, un libro que relata la historia del frustrado nombramiento, a primeros del siglo XX, del dominico Bernardino Nozaleda, último arzobispo de Manila bajo dominio español, como arzobispo de Valencia.
Francisco Otamendi·21 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 8minutos
El título no es pacífico: “Una mitra humeante. Bernardino Nozaleda, arzobispo de Valencia: casus belli para el republicanismo español”. Su autor, Vicente Escrivá Salvador, jurista con amplia experiencia, docente e historiador, asegura que fijarse en el personaje fue un hecho casual, al investigar sobre la reforma del matrimonio civil impulsada por el conde de Romanones en 1906, replicada por el arzobispo de Valencia, Victoriano Guisasola, con una dura respuesta pastoral.
Una mitra humeante
Título: Una mitra humeante
Autor: Vicente Escrivá
Editorial: EUNSA. Ediciones Universidad de Navarra
Año de edición: 2023
“Ante las presiones y amenazas de muerte de los republicanos valencianos, Guisasola se vio obligado a abandonar, temporalmente, su sede episcopal, y entonces me topé con la figura de su predecesor y paisano asturiano, Bernardino Nozaleda”, explica Vicente Escrivá,
El arzobispo Bermardino Nozaleda (1844-1927), que permaneció en Filipinas hasta 1902, fue “legal y legítimamente nombrado por el Gobierno español con la aquiescencia y beneplácito de la Santa Sede, y se vio impedido de tomar posesión de la mitra valentina debido a una furibunda oposición política que lo envileció y calumnió. Caso único que yo conozca, en la reciente Historia contemporánea de España”, añade Escrivá.
Omnes conversa con el autor al filo de la presentación de su libro este miércoles en Madrid. Los beneficios de su venta serán donados por Vicente Escrivá a la fundación CARF, que organiza el acto junto a la editorial EUNSA y Troa.
Sorprende que el arzobispo Nozaleda fuera nombrado por el gobierno de Antonio Maura. ¿Era prerrogativa gubernamental el nombramiento para la sede valenciana?
–Me gustaría aclarar que no es un libro de temática religiosa, ni una biografía del dominico Nozaleda. Es una obra de Historia política, enmarcada en aquella España de la Restauración alumbrada por la Constitución de 1876, con hitos de tal magnitud como el llamado “desastre del 98”.
Efectivamente, las llamadas “regalías” -entre ellas el derecho de patronato regio (facultad de proponer, nombrar o vetar altos cargos eclesiásticos por parte del Estado)-, fue uno de los “privilegios” que el liberalismo español heredó del Antiguo Régimen, y quiso mantener a toda costa. Fue una de las grandes contradicciones de los liberales españoles que no pretendían más que domeñar a una Iglesia que contaba con un amplísimo respaldo popular y que como decían aquellos, adoctrinaban desde el púlpito y el confesionario a la gente sencilla. Un instrumento eficaz para ello fue conocido como “presupuesto del culto y el clero”, un mecanismo de control al albur de los gobiernos liberales de turno. Su fijación y dotación, a modo de “espada de Damocles”, siempre pendía amenazante y así fue utilizada por los gobiernos liberales, para “encaminar” a la Iglesia católica por la senda liberal.
La Santa Sede intentó en repetidas ocasiones ya desde el pontificado de Pío IX librarse de ese yugo regalista. No lo consiguió. Recordemos que este modo de proceder se mantuvo hasta el final del régimen franquista.
¿Puede sintetizar las graves acusaciones que se realizaron contra Bernardino Nozaleda? Esta animadversión se ha visto pocas veces en la historia española.
–Fueron muchas y graves. La prensa republicana y gran parte de la liberal armaron un relato de falsedades contra el que fuera el último arzobispo de Manila. Se le acusó de traidor a la patria, de mal español, de convencer a las autoridades civiles y militares para rendir las Filipinas, de no facilitar auxilios espirituales a los soldados españoles, de connivencia con las tropas estadounidenses, etc.
Es llamativo que las graves acusaciones que se vertieron sobre la persona y conducta de Nozaleda lo fueron, en su gran mayoría, de orden civil-patriótico, más acordes con las tipificadas en un Código de Justicia militar que en uno de Derecho Canónico. Su comportamiento como eclesiástico, como alto dignatario de la Iglesia católica apenas sufrió tacha o enmienda en el juicio mediático y político al que se le sometió.
¿Cómo “encajaron” el nombramiento los adversarios del líder conservador?
–Hecho público el nombramiento de Nozaleda como arzobispo de Valencia por Maura a los pocos días de acceder a la presidencia del Consejo de ministros en el mes de diciembre de 1903 (Gobierno corto), los adversarios políticos del líder conservador y especialmente los republicanos, lo consideraron como una verdadera provocación, una bravata de aquél a quien identificaban con el clericalismo más rancio. Se declaró una verdadera “caza de brujas” contra Maura y contra el prelado dominico, tanto desde amplísimos sectores de la prensa como desde la tribuna parlamentaria.
El objetivo inmediato era impedir que el nombramiento de Nozaleda se hiciera efectivo, como finalmente sucedió. Pero el punto de mira estaba puesto en el político conservador. Maura era la pieza que tanto la oposición liberal como la republicana ansiaban cobrarse. Todo el asunto, el llamado “affaire Nozaleda” se convirtió en un verdadero circo mediático.
¿Por qué entonces se eligió a Nozaleda para ocupar una de las sedes arzobispales más importantes de España?
–Desde el descubrimiento de las islas Filipinas por Magallanes (1521) y su definitiva incorporación a la Corona española tras la llegada de López de Legazpi en 1565, se inició el proceso de evangelización de tan lejano y vasto territorio. Los primeros en llegar fueron los agustinos. Les seguirían franciscanos, dominicos y, más tarde jesuitas. A diferencia de otras posesiones de ultramar como Cuba, la predicación y organización misional fue llevada a cabo por el clero regular, no secular. Se crearon miles de parroquias-misión en las que los frailes, además de auxilio espiritual, ejercían ciertas potestades de orden civil y administrativas, dada la escasez de tropas y laicos. Las relaciones de las autoridades militares con las Congregaciones religiosas asentadas en la colonia nunca fueron del todo fáciles.
Nozaleda llegó a Filipinas con otros compañeros dominicos en 1873. Como profesor dio clases en la prestigiosa Universidad de Santo Tomás de Manila, fundada a principios del siglo XVII, de la que llegó a ser vicerrector, y que hoy pervive como una de las Universidades Católicas más importantes de Asia. El 27 de mayo de 1889, con cuarenta y cinco años, León XIII lo nombró arzobispo de Manila. Pronto denunció las actividades anticristianas y antiespañolas de la masonería y el Katipunan (asociación secreta revolucionaria). Con ocasión de la guerra hispano-norteamericana de 1898, durante el asedio de Manila por las tropas estadounidenses el religioso permaneció todo el tiempo en la ciudad sitiada, auxiliando en la provisión de alimentos y otros recursos a las tropas españolas.
¿Pudo viajar a Roma desde Manila para ver a León XIII?
–Bajo el gobierno de los estadounidenses, Nozaleda permaneció en su sede arzobispal hasta 1902, aunque en abril del año anterior viajó a Roma para presentar su renuncia al Santo Padre y darle cuenta del estado de la diócesis. Sin embargo, obedeciendo la decisión de León XIII, permaneció en el cargo un año más. En diciembre de 1903 fue propuesto y preconizado a la prestigiosa archidiócesis de Valencia.
De los informes del nuncio se desprende que la opinión de la Curia romana hacia Nozaleda era excelente, considerándole muy inteligente, instruido y dotado de gran sentido pragmático.Gozaba en Manila de una reputación excelente.
–El catedrático Aniceto Masferrer subraya que los republicanos, a través de una prensa anticlerical de raíz jacobina y movilizaciones, arremetieron contra el régimen constitucional y en particular contra la monarquía y la Iglesia católica. ¿Qué había detrás de esta reacción?
–Entiendo que de esa pregunta cabe deducirse otra: ¿fue el liberalismo español notoriamente y en todo momento anticlerical? La respuesta, en base a un análisis de los hechos históricos, debe ser claramente negativa. O por lo menos, no más anticlerical que en otros países europeos en los que el Estado liberal se implantó y afianzó (basta recordar la III República francesa o el II Reich alemán con Bismark al frente, por poner dos ejemplos).
Ahora bien, ello no es óbice para afirmar, que hubo momentos concretos, a veces prolongados, donde el fenómeno anticlerical tuvo un protagonismo importante, y que determinados gobernantes de aquella España liberal fueran anticlericales convencidos, que adoptaron políticas en perjuicio de la Iglesia católica, no tanto llevados de un odio hacia la misma –que también lo hubo-, como por una pretensión de secularizar una sociedad en la que percibían un peso excesivo de la Iglesia. La presencia pública del anticlericalismo se manifestó de formas diversas en la centuria decimonónica, distando de ser homogénea. A modo de Guadiana, aparece, desaparece y vuelve a reaparecer en periodos más o menos concretos: “Trienio Liberal” (1835-1837), “Bienio Progresista” (1854-1856), o el “Sexenio Democrático” (1868-1874).
El anticlericalismo fue producto del jacobinismo…
–Sí. A finales del siglo XIX y comienzos del XX, aquel jacobinismo revolucionario hijo de la Revolución Francesa encontrará su alter ego en el republicanismo, ese republicanismo de corte rabiosamente anticlerical, antimonárquico, de raíz volteriana, muy influido por la masonería y que actuará no sólo fuera del sistema de la “Restauración”, sino también, dentro y contra el mismo.
Ese anticlericalismo exacerbado buscaba contrarrestar un hecho incuestionable: durante el pontificado de León XIII (1878-1903), el catolicismo logrará una expansión apostólica y un florecimiento que se plasmó en nuevas y numerosas fundaciones de instituciones religiosas y seglares. Muchas de las implantadas en Francia, tras las políticas antirreligiosas de la III República francesa, se asentarán en España.
Con el cambio de siglo, el anticlericalismo en España fue en ascenso, escribe usted. ¿Qué influencia tuvo en Valencia, y quizá en toda España, el periodista y político Blasco Ibáñez?
–Sin lugar a dudas, uno de sus puntos álgidos, en los que el fenómeno anticlerical desborda las orillas del orden público, fue la primera década del siglo XX en España, y en especial, en la Valencia republicana. “Ciudad sin ley” se gritará en el Congreso. Los republicanos se convertirán en el partido gobernante de las principales capitales de provincia, entre ellas y de forma abrumadora en el Consistorio municipal valenciano. Desde ese momento pondrán todas sus energías en llevar a la práctica una política acelerada de secularización de la vida civil. Cualquier excusa era propicia para que los seguidores de Blasco Ibáñez se adueñaran de la calle y alteraran el orden público.
El amedrentamiento de cualquier manifestación de culto religioso formaba parte de su actuación política. Envalentonados por su creciente presencia en las calles y sus iniciales éxitos políticos, desde el diario El Pueblo (secundados desde Madrid por El País o El Motín, entre otros) se lanzarán continuas. soflamas incendiarias que alentaban alborotos y manifestaciones callejeras con heridos y fallecidos y causaban escándalo en las conciencias católicas cuya prensa las reproducía en un intento de despertar aquéllas: “Las órdenes religiosas son la vanguardia de Dios, y a Dios hay que declararle la guerra”.
Y ante estos ataques, ¿cómo reaccionaron los católicos españoles? ¿La Santa Sede veía con preocupación estas manifestaciones anticristianas?
–Aprobada la Constitución de 1876 y disipadas algunas dudas iniciales, los prelados españoles aceptaron el régimen liberal articulado por Cánovas del Castillo. Así, con ocasión de los funerales de Alfonso XII, los obispos españoles suscribieron una carta pastoral apoyando la legitimidad de la regencia de M.ª Cristina. El episcopado español secundó incondicionalmente las directrices del magisterio de León XIII que se caracterizó por tender puentes, por entablar un diálogo positivo y fructífero entre la Iglesia y el mundo, entre el catolicismo y los “nuevos tiempos”.
León XIII, en su prolífico magisterio, siempre rechazó ese clericalismo, entendido en el sentido más peyorativo del término, es decir, el que avasalla los legítimos derechos del Estado. En el haber de los obispos españoles en aquellos años finiseculares de la “Restauración”, alentados por los documentos del pontífice, figuran numerosas las iniciativas, tanto en el ámbito eclesial como secular: nuevas fundaciones, actividades apostólicas de muy diversa índole, impulso de las misiones, expansión de los Círculos católicos.
La llamada “cuestión religiosa”ha puesto a prueba en el último siglo y medio, según Masferrer, nuestra convivencia y la unidad como nación. ¿Es el caso Nozaleda que usted analiza, el grito ‘Muera Nozaleda’, un ejemplo de esto?
–Sin duda. La cuestión religiosa, o diríamos hoy tras el Concilio Vaticano II, los conceptos de libertad religiosa y de laicidad, en el marco de las relaciones Iglesia-Estado, sigue siendo ampliamente incomprendido por amplios sectores de la población y de los políticos.
Un Estado secular no tiene por qué ser hostil al fenómeno religioso. Para ello es necesario que se dé un presupuesto: que no vea en la presencia de este fenómeno en el espacio público, en el ágora, un peligro al que combatir. Y aquí entra en juego la llamada “secularización conflictiva”: el papel que debe jugar la religión en la comunidad política. Muchos políticos actuales deberían tomar en consideración las palabras del filósofo Jürgen Habermas: “Los ciudadanos secularizados, en la medida en que actúen en su papel de ciudadanos del Estado, no deben negarles en principio a las visiones del mundo religiosas un potencial de verdad, ni negarles a sus conciudadanos creyentes el derecho a hacer aportaciones a los debates públicos utilizando un lenguaje religioso”. Y en ello estamos.
Estructural, social y mundialmente hablando quizá nos sea más difícil hoy encontrar razones para agradecer, razones que, al mismo tiempo, son motivos para seguir viviendo y esperando.
21 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 4minutos
Este próximo jueves 23 de noviembre celebraremos el día festivo más importante en los Estados Unidos; el día de acción de gracias. Es, como su nombre lo indica, el día para agradecer, para dar gracias, para rememorar y reconocer razones, que motiven y justifiquen la celebración de “acción de gracias” personal, familiar, social y nacional.
Como tantas otras fechas y celebraciones en la vida, la sociedad materialista, mercantilista y consumista ha vaciado de significado y contenido las fechas importantes para nuestra sociedad y para el mundo. Todo parece reducirse al juego comercial de la oferta y la demanda. Celebramos sin saber lo que celebramos. En este caso, celebramos sin descubrir los motivos para agradecer o, si los conocemos, no agradecemos.
Dar gracias
La gratitud es una dimensión esencial en la vida del ser humano. La gratitud nace de la posibilidad de descubrir la gratuidad en la vida. La gratitud nace de la posibilidad de descubrir dones y regalos que todos recibimos y tenemos en la vida y que no se compran ni se venden. El descubrimiento de lo gratuito hace posible la gratitud y la gratitud hace posible la alegría, la existencia feliz de todos.
Sólo es feliz la persona agradecida. Y es agradecido el que descubre regalos en la existencia cotidiana, motivos para dar gracias. Y son muchos los motivos para dar gracias. Unos porque nos alegran, nos agradan, nos hacen bien y, otros, porque nos enseñan solidaridad, tolerancia, aceptación, comprensión, perdón, etc., en el arte de vivir.
Este festivo, que es una fecha y celebración nacional, pide que salgamos de nuestros pequeños intereses, de nuestras pequeñas alegrías individuales para ser capaces de sentirnos parte de la sociedad, de la nación y de la entera comunidad humana. De esta manera, podremos preguntarnos por los motivos que tenemos para agradecer, no sólo como seres humanos sino como ciudadanos de esta nación y del mundo.
El mundo hoy
Si bien es verdad que individual y familiarmente siempre encontraremos motivos para dar gracias, estructural, social y mundialmente hablando quizá nos sea más difícil hoy encontrar razones para agradecer, razones que, al mismo tiempo, son motivos para seguir viviendo y esperando…
En esta coyuntura histórica y social, política y económica, a nivel nacional y global, me pregunto, por ejemplo: si podemos dar gracias frente al terrorismo, frente a las guerras (especialmente las de Rusia-Ucrania e Israel–Palestina), a la sed de venganza, frente a la injusticia y a la violencia, frente a la crueldad humana y a tantas formas de muerte.
Porque dar gracias, desentendiéndonos de la gravedad de la presente coyuntura histórica en la que todos estamos inmersos mundialmente, y que a todos nos impacta de muchas maneras, sería pecar de superficiales y de frívolos.
¿Es válido dar gracias en la actualidad?
Me pregunto si es válida una celebración de acción de gracias en medio de muchedumbres de hermanos y hermanas que viven en condiciones indignas por inhumanas.
Me pregunto ¿qué verdad, valor y sentido tiene dar gracias en una nación y en un mundo que padece divisiones, inequidades, intolerancias y discriminaciones de todo tipo?
¿Se puede dar gracias frente al sufrimiento de tantos que tienen que abandonar sus querencias, sus tierras, sus familias, sus patrias y someterse a la inclemencia de migraciones en las que se arriesga todo y casi siempre se pierde todo, hasta la vida misma?
¿Se puede dar gracias en sociedades con millones de hombres y de mujeres que viven padeciendo abandono y soledad?
¿Es válido dar gracias en un mundo en el que el servicio público, en puestos políticos y de gobierno, se convirtió en oportunidad para el enriquecimiento ilícito, para la corrupción y para el desprecio por el bienestar común?
Me pregunto: ¿qué sentido tiene dar gracias en un mundo con minorías de privilegiados viviendo en el confort y el derroche, mientras millones de semejantes son sentenciados a muerte desde antes de nacer, condenados a la pobreza y al hambre, inocentes condenados a una vida indigna por falta de oportunidades sociales? ¿Qué sentido tiene dar gracias en un mundo donde millones de caídos sufren nuestra indiferencia y falta de compasión?
¿Qué sentido tiene nuestra celebración de acción de gracias en medio de muchedumbres de jóvenes que buscan, desorientados, su lugar en la sociedad y en el mundo, con familias destrozadas y vidas perdidas por falta de valores, en medio de vicios y vanidades?
El sentido de acción de gracias
Son muchos más los rostros de hombres y de mujeres concretos que sufren y claman por una oportunidad sobre la tierra. Son muchas más las angustias y situaciones dolorosas que brotan de la falta de respeto a la dignidad del ser humano.
Todos estos rostros, situaciones y preguntas debieran despertar nuestra conciencia adormecida, cómoda e indiferente, para que nos preguntemos por el sentido que tiene nuestra celebración nacional de acción de gracias.
Pero, sobre todo, para motivarnos, con el compromiso y esfuerzo de todos, a construir familias, historias personales y familiares, relaciones interpersonales y sociales, instituciones y estructuras que nos llenen de esperanza en un mundo mejor que éste, en el que nos correspondió vivir.
El momento actual, nacional y mundial, reclama – como pocas veces en la historia – la conciencia despierta y la solidaridad activa de todos los hombres y mujeres en la tierra.
Urge que, entre todos, construyamos una nación y un mundo con motivos para dar gracias, para ser felices, para vivir con esperanza. Urge que construyamos una nación en la que, un día al año y todos los días del año, vivamos llenos de motivos para agradecer, para creer, para amar, para ser felices, para seguir esperando…
Cardenal Omella: «No valen tentativas reformistas que fragmenten la convivencia en España»
El presidente de la Conferencia Episcopal Española se ha mostrado dispuesto a colaborar en el trabajo por la cohesión social ante una fractura social evidente. En su discurso de apertura de la 123º Asamblea Plenaria de los obispos españoles, Juan José Omella ha afirmado que "la reforma es siempre necesaria, pero ha de respetar los mecanismos legales establecidos para ello”.
La asamblea plenaria de los obispos españoles ha dado comienzo el lunes 20 de noviembre con varios temas sobre la mesa: la fractura socio política que marca el contexto social español, la gestión de los abusos en la Iglesia y, en el trasfondo, el encuentro con el Papa Francisco el próximo 28 para abordar los resultados de la visita a los seminario españoles.
El cardenal arzobispo de Barcelona y presidente de los obispos españoles, monseñor Juan José Omella ha abierto esta Plenaria con un discurso centrado en los retos de la Iglesia en España en “un momento marcado por la guerra, la polarización y la crisis económica, social y política en nuestro país.” En este sentido, se ha referido “los más de 11 millones de personas que en España viven en situación de exclusión social, o los casi 5 millones, mayormente adolescentes y jóvenes, que se sienten solos”.
Ante un contexto que ha calificado de “polarizado”, el presidente de la CEE ha hecho una llamada a permanecer “más unidos que nunca” y ha destacado que “el mundo necesita que testimoniemos la ganancia humana y existencial que supone mirar la realidad desde la fe”.
Signos de esperanza: jóvenes y Sínodo
El presidente de los obispos españoles ha señalado el Sínodo como un signo de esperanza en la Iglesia y la sociedad.
En este punto, Omella ha afirmado que en el Sínodo “hemos hecho un esfuerzo para superar la tentación de ir a la defensiva o a la impositiva, y nos hemos esforzado en escuchar con atención al que habla, poniendo especial atención a la voz interior y a las mociones que suscita el Espíritu Santo”.
Un ejercicio de unidad y que, en palabras del arzobispo de Barcelona “es el gran signo que el mundo espera, la condición necesaria para que el mundo acoja el anuncio de Cristo que lleva a cabo la Iglesia.”
El presidente de la CEE también ha hecho mención de la esperanza mostrada en el más de un millón de jóvenes que participó en la reciente Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa.
Un signo de esperanza para el que el arzobispo de Barcelona ha propuesto “renovar nuestras estructuras de modo que seamos capaces de acoger a esta juventud desorientada y sedienta en nuestras parroquias, movimientos, colegios, universidades, hospitales, centros de Cáritas y demás instituciones.”
«Educar en la responsabilidad sexual no es el aborto»
La educación, en especia, la importancia del acompañamiento a niños y jóvenes y la educación afectivo sexual también ha estado presente en el discurso de apertura de esta plenaria.
Omella ha apuntado al abandono escolar, la pérdida de autoridad en el aula y el problema creciente de hipersexualizacion y violencia agravado por el mal uso de las pantallas.
En este punto, el arzobispo de Barcelona ha apelado a “no engañarles con sucedáneos. La felicidad en mayúsculas pasa por el amor y no por la pornografía, por el servicio y no por el esperar a que lo hagan los demás, por la entrega y no por el vivir para uno mismo, por la amistad sincera y no por el utilizar a las personas para mi bien, por buscar el bien del otro y no por excluir al que no piensa como yo, por cuidar del más frágil en lugar de burlarse de él (bullying) o dejarlo solo para que se muera de pena, por descubrir la verdadera vocación y no por elegir en función del dinero. Enseñarles que uno no puede ser feliz al margen del otro. Que mi felicidad crece en la medida que avanza la de los que me rodean.”
Omella ha subrayado el reto de la educación afectiva sexual de los niños y adolescentes. En este punto ha destacado la necesidad de “enseñar a vivir todo con responsabilidad, también la sexualidad. La unión sexual entre un hombre y una mujer es un acto que puede ser fuente de una nueva vida y, por lo tanto, es necesario educar a los jóvenes a actuar por amor y teniendo en cuenta si pueden o no asumir la responsabilidad de sus actos, esto es, de si pueden o no acoger dignamente a un bebé. Educar en la responsabilidad es saber decir no a tener una relación si no se puede acoger la vida que podría llegar. Educar en la responsabilidad sexual no es el aborto, sino presentar la bellísima relación que tienen la sexualidad, el amor y la vida. Educar es aprender a saber esperar y, si uno no ha sido capaz, enseñar a asumir siempre las consecuencias de los actos, como sucede en todos los ámbitos de la vida.”
En este reto, de hecho, ha enmarcado Omella el congreso “Iglesia en la Educación” que está previsto que se celebre en Madrid el 24 de febrero de 2024.
Condena de la extrapolación de datos de abuso sexual
“De ninguna manera, pretendemos buscar excusas o justificaciones para eludir cualquier responsabilidad que pueda correspondernos como Institución”, ha continuado el presidente de los obispos españoles en relación con la gestión de la Iglesia en España ante los abusos.
Omella ha destacado el trabajo permanente de “endurecimiento y revisión de los protocolos de seguridad y formación, así como colaborando estrechamente con las autoridades civiles para garantizar que los responsables de esta clase de actos sean llevados ante la justicia”.
El presidente de la CEE ha hecho mención al Informe presentado por el Defensor del Pueblo en España en el que “la Iglesia ha colaborado aportando toda la información de la que disponía” y ha denunciado la infundada extrapolación de los datos realizada por algunos medios a raíz de una encuesta realizada por GAD3 incluida en el Informe.
“¿Qué finalidad hay detrás de este disparate?” se ha preguntado Omella que ha subrayado que “es especialmente preocupante para nosotros que esto haya generado una imagen perjudicial de nuestra misión en general. Es injusto que se les atribuya el mal causado por una minoría. Dicha situación es inaceptable y exige una revisión exhaustiva e imparcial de los datos, para corregir cualquier sesgo que pueda haber sido extrapolado de manera maliciosa. Hemos revisado la información sobre la referida encuesta que aporta el Defensor del Pueblo en su informe y, francamente, nos resulta imposible confiar en la veracidad y fiabilidad de tales resultados”.
Una injusticia ante la que el presidente de los obispos españoles ha reiterado su “estima y consideración hacia los sacerdotes y religiosos de nuestra Iglesia”’y ha hecho un “llamamiento a los fieles católicos animándolos a que les muestren su aprecio y confianza”.
España, tierra de acogida
El arzobispo de Barcelona ha recordado en su discurso que 1 de cada 5 españoles en la actualidad es de origen foráneo. España es tierra de acogida y “esto ha transformado la sociedad española y, con ella, nuestras diócesis, parroquias, y comunidades eclesiales” ha recordado Omella.
Sin embargo, la realidad de las migraciones en España tiene una cara mas dura: la inmigración irregular y, en especial, las migraciones por vía marítima que muchas veces se convierte en una “ruta trágica que acaba tantas veces en la muerte, y resulta un destino deplorable cuando no somos capaces de ofrecer posibilidades humanamente aceptables de acogida y posterior integración”. El presidente de la CEE ha calificado de “cortoplacistas” las políticas de las administraciones públicas española y europea ante la realidad migratoria.
Problemas socioeconómicos
El actual panorama socioeconómico de España, marcado por un ascenso del paro, el creciente riesgo de exclusión social y la inflación han estado también presentes en el discurso de apertura de esta asamblea plenaria.
El presidente ha mostrado la disposición de la CEE a colaborar con las administraciones públicas en varios puntos: -Abordar la precariedad laboral desde una perspectiva integral. -Consolidar y desarrollar un sistema de garantía de ingresos mínimos. -Mejorar el acceso a una vivienda digna -Garantizar la protección a la infancia y a la familia -Avanzar en la regularización de las personas migrantes.
“Todos los pactos son lícitos si respetan el ordenamiento jurídico”
España atraviesa en estos momentos unas jornadas especialmente e intensas en el plano político y social. Los recientes pactos de investidura del Gobierno español y sus consecuencias en el ordenamiento jurídico y la igualdad social no han pasado desapercibidas en el inicio de esta Asamblea.
En este punto, Omella ha hecho un llamamiento a “dirigentes políticos y a los líderes sociales y de opinión a que pongan todo lo que esté de su mano para bajar el clima de crispación social”.
El presidente de los obispos españoles ha dedicado un elocuente párrafo a los pactos de gobierno al que ha sumado, además, algunas palabras fuera de guión. En este delicado punto, el presidente de los obispos españoles ha querido destacar su «llamamiento al diálogo social entre todas las instituciones de la sociedad española sin cordones sanitarios ni exclusiones».
Aunque no se ha referido explícitamente a la amnistía, el cardenal arzobispo de Barcelona ha dejado claro que : «todos los pactos son lícitos en la medida que respeten el ordenamiento jurídico, el Estado de Derecho, la separación de Poderes de nuestra democracia, aseguren la igualdad de todos los españoles y garanticen el equilibrio político, económico y social que nos hemos dado los españoles en la Constitución de 1978, que culminó el intenso camino de la Transición».
Omella ha subrayado la necesidad de un acuerdo común, que garantice la igualdad de los españoles y evite fracturas sociales como las que atraviesa España: «Cualquier acuerdo que trate de modificar el statu quo pactado por todos los españoles en la Constitución de 1978 debería contar no solo con el consenso de todas las fuerzas políticas de nuestro arco parlamentario, sino también con el apoyo de una mayoría muy cualificada de la sociedad, como establece la propia Constitución» ha afirmado el presidente de la CEE.
Omella ha continuado «de no ser así, tales pactos solo conducirán a una mayor división y confrontación entre los españoles. No vale el inmovilismo para frenar cualquier reforma. Pero tampoco valen tentativas reformistas que fragmenten la convivencia en España. La reforma es siempre necesaria, pero ha de respetar los mecanismos legales establecidos para ello, ha de buscar el bien común de todos y ha de contar siempre con el consenso de la gran mayoría de los ciudadanos”.
Juan José Omella se ha «saltado» el guión de su intervención para pedir al nuevo presidente del Gobierno de España que «trabaje activamente con el conjunto de todas las fuerzas políticas para recuperar la cohesión social y dedique todas sus fuerzas a coser las heridas sociales que han provocado algunos de los recientes pactos de investidura“
Auza agradece el informe del Defensor del Pueblo sobre los abusos en la Iglesia
Por su parte, el Nuncio de la Santa Sede en España ha querido poner el acento en tres puntos: la dignidad humana, la libertad de conciencia, la educación y el trabajo realizado en favor de la eliminación de los abusos sexuales en los ámbitos de la Iglesia.
Bernardito Auza ha hecho una llamada a la “tarea permanente poner atención a los variables aspectos de la vida de las personas, por lo que debe concienciarse a la sociedad”. Entre estos aspectos, Auza ha destacado la incidencia del aborto, la situación de exclusión de más de 11 millones de personas en España, la situación de tantas personas migrantes.
Auza ha apuntado su interés por los trabajos de la Plenaria en relación a la educación “por su relación con la educación moral y de la conciencia”. En este sentido, ha hecho referencia a uno de los temas que se tratarán estos días: la propuesta de la Orden de los Carmelitas Descalzos para la declaración de santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein) como Doctora de la Iglesia universal y de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales para la declaración de san John Henry Newman como Doctor de la Iglesia universal. Ambos santos han sido citados por el Nuncio como ejemplos que «ayudan al hombre de hoy en el centro neurálgico de sus vacilaciones y vicisitudes personales».
Unida a esta libertad de conciencia, el Nuncio ha expresado su deseo de que «la educación que nuestros colegios imparten sea una ayuda en la formación de los niños y jóvenes en la búsqueda de la verdad que hace recta su libertad y su conciencia».
Así como los obispos han querido poner de relieve algunas desinformación surgidas a raíz de la presentación del Informe , el Nuncio ha querido agradecer «al Defensor del Pueblo y a su equipo de expertos por su trabajo, y expresamos nuestro compromiso de que las recomendaciones serán examinadas con más profundidad, en colaboración con todas las instituciones y todas las personas de buena voluntad». Especialmente, Auza ha destacado «de manera especial su»acertada decisión de situar a las víctimas en el centro del Informe y en el corazón de sus recomendaciones».
Por último, el representante de la Santa Sede en España se ha referido a la coyuntura sociopolítica actual de España agradeciendo a la Conferencia Episcopal «que, acompañando al pueblo español en una Transición democrática alabada y admirada por el concierto de las naciones, se empeña permanentemente por asegurar su «su contribución a mantener la bienquerencia, la concordia y la convivencia en paz, en servicio de todos los españoles». Confío que ustedes y sus colaboradores sabrán acompañar cada situación con sabiduría, prudencia y solicitud».
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11 reflexiones de Juan Arana sobre los laicos, y 7 tesis en el CEU
El catedrático de Filosofía y académico Juan Arana ha señalado en el XXV Congreso de Católicos y Vida Pública que “es la hora del ejercicio adulto de la identidad cristiana de los laicos”, al reflexionar sobre el papel que van a tener en la vida de la Iglesia. El encuentro del CEU asume la necesidad de “re-evangelizar”, porque “los países occidentales son hoy tierras de misiòn”.
Francisco Otamendi·20 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 3minutos
Como sucede con los colores, las estaciones, o los equipos de fútbol, en los congresos puede pasar algo similar. a unos les gustará más una conferencia, a otros otra; a unos la inauguración, a otros la conclusión. En el marco del 25 Congreso Católicos y Vida Pública, el catedrático de Filosofía y académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Juan Arana, realizó una amplia exposición el sábado bajo el título “El compromiso apostólico del laico en tiempos no clericales”.
Recorrer ahora sus argumentos, históricos y filósofos, sería prolijo, pero pueden bastar unas pinceladas para sintetizar alguna de sus ideas, luego recogidas, como las de otros ponentes, en el Manifiesto del congreso, hecho público el domingo.
Éstas son cerca de una docena de expresiones de la conferencia del filósofo sevillano que pueden marcar parte de su exposición.
1) Asistimos a una “desmoralización progresiva de la especie”.
2) “La religión es una cosa que no se improvisa”.
3) “La crisis de vocaciones religiosas y de la fe refuerza el papel que va a tener el laico en la vida de la Iglesia, y le plantea el supremo desafío de asumir en plenitud el reto del sacerdocio común”.
4) “En una situación cada vez más marginal para la religión, los laicos deben ser conscientes de todo lo que representa el ejercicio adulto de la identidad cristiana, en un mundo que se ha desmoralizado, que ha perdido sus creencias”.
5) “Además de contar con lo fundamental, esto es, con la ayuda de Dios, tendremos la ventaja que va a suponer el ocaso y muerte del clericalismo”, y la presencia creciente del “laico de la época post clericalizada; digo post clericalizada, y no postcristiana”
6) “Para un creyente, el proceso de descristianización que estamos atravesando es doloroso, especialmente cuando considera la felicidad y alegría desaprovechadas por tantos hombres y mujeres que no tienen oportunidad de vivir el liberador mensaje de Cristo”.
7) “Lo más triste de la historia de las relaciones entre clérigos y laicos, ha sido que éstos últimos, los laicos, no siempre acertaron a distinguir los verdaderos pastores de los lobos disfrazados de tales”.
8) ”Definitivamente, es la hora de los laicos”.
9) ”Nos encontramos ante un desafío revitalizador, una situación en la que un católico también puede ver en las presentes circunstancias una oportunidad para renovar e impulsar algunas dimensiones de la fe que no habían sido suficientemente desarrolladas o que habían perdido parte de su prístina fuerza”.
10) “Cuando Dios habla, debemos escuchar con reverencia, aunque no lo acabemos de entender”.
11) “Cuando la razón fracasa, y la fe camina a oscuras, es el momento propicio para la esperanza, para la íntima convicción de que si nos fiamos de Cristo, conseguiremos llegar a caminar sobre las aguas sin hundirnos”.
“Re-evangelizar”
Tras el desarrollo del programa del XXV congreso de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y el CEU, que incluyó este domingo una misa celebrada por el arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, se hicieron públicas las conclusiones en un manifiesto, como ha sido habitual estos años.
Las frases finales se centran en que “vivimos en un mundo secularizado y, por tanto, descristianizado. Tenemos el deber de actualizar el mandato evangélico de Cristo, asumiendo la necesidad de volver a “re-evangelizar” nuestra propia sociedad y siendo conscientes de que los países occidentales son también hoy tierras de misión”.
También se recoge al concluir que “esta nueva evangelización tiene un cauce fundamental en la vivencia comunitaria de la fe, necesaria para hacer que, en lo personal, podamos mantenernos fieles en un contexto adverso y, socialmente, podamos contribuir mejor a la propuesta católica, manteniendo nuestra herencia cristiana como una tradición viva que transmitir a los demás”.
Siete puntos
En síntesis, éstos son los restantes aspectos del manifiesto.
– España es una nación en la que el cristianismo es un elemento sustancial de su propia existencia y de su cultura.
– La principal apología de la fe la han realizado María y los santos.
– Ser altavoz y denuncia permanente de los cristianos perseguidos.
– El trabajo del hombre es el pilar trascendental de toda la cuestión social, y la dignidad de la persona radica en el hecho de ser y en que la comunidad ansía el bien común, dejando la proyección social como algo intrínseco al hombre.
– Defender y acompañar a todo ser humano en estas circunstancias, donde su integridad y derecho a la vida estén amenazados.
– La familia es un lugar privilegiado para la transmisión de la fe: de padres a hijos, entre esposos, entre hermanos y también de hijos a padres.
– La escuela es un espacio irrenunciable de evangelización. La evangelización en la educación no es solo un bien para las instituciones religiosas, sino fundamentalmente supone un derecho para el conjunto de la sociedad, el ejercicio de sus libertades y la garantía de la pluralidad democrática.
Madre y cabeza de todas las Iglesias de Roma y del mundo, la Basílica de San Juan de Letrán celebra 1700 años. Las celebraciones comenzaron oficialmente el jueves 9 de noviembre, solemnidad de la dedicación de la basílica.
Antonino Piccione·20 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 3minutos
Madre y cabeza de todas las Iglesias de Roma y del mundo, la Basílica de San Juan de Letrán celebra 1700 años. «Madre» porque «siempre la Iglesia es madre, nadie puede inventar la fe ni salvarse a sí mismo», dijo el cardenal De Donatis durante la rueda de prensa de presentación. Y también es «cabeza» porque fue el propio Cristo quien encomendó esta tarea a Pedro. San Juan de Letrán «es la casa de la Iglesia de Roma donde el obispo de Roma, el Papa, tiene su cátedra, la sede desde la que no proclama sus propias ideas sino la Palabra de Jesús», dijo el cardenal, recordando que los últimos cuatro papas, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y ahora Francisco siempre han «insistido» en que el Papa es ante todo el obispo de Roma.
Las celebraciones comenzaron oficialmente el jueves 9 de noviembre, solemnidad de la dedicación de la basílica, con una misa presidida por el propio cardenal vicario. El capítulo de Letrán ha promovido numerosas iniciativas, que conducirán al Jubileo de 2025.
Entre las primeras citas del calendario del año festivo, para el que la Penitenciaría Apostólica ha promulgado un decreto sobre la concesión de la indulgencia plenaria, se llevarán a cabo una serie de encuentros (14-21-28 de noviembre y 5 de diciembre) comisariados por monseñor Andrea Lonardo sobre el tema «De Constantino al exilio aviñonés», con visita a la hospedería, el ábside y a las excavaciones. El 17 de diciembre, a las 21:00 horas, tendrá lugar el tradicional Concierto de Navidad del Coro de la diócesis de Roma. El sábado 20 de enero de 2024, está previsto un encuentro sobre la Constitución dogmática sobre la Divina Revelación «Dei Verbum», y al día siguiente, Domingo de la Palabra, se regalará una Biblia al final de cada misa, acompañada de una invitación para leerla en familia.
A partir del 18 de febrero, primer domingo de Cuaresma, las parroquias de Roma pertenecientes a las prefecturas de la diócesis realizarán una peregrinación cuaresmal al baptisterio y a la catedral hasta el Domingo de Ramos para recorrer el itinerario de la iniciación cristiana. El 7 de abril, domingo «in albis», tendrá lugar una celebración para revivir la dimensión bautismal de la Pascua.
Además de la misa pontifical, está previsto el «Concierto de la Ascensión» el 12 de mayo a las 21:00 h, dirigido por monseñor Frisina; el 2 de junio, con ocasión del Corpus Christi, se llevará a cabo una procesión con el Santísimo Sacramento en la Capilla de la Adoración -es también el 50 aniversario de la institución de la Adoración Perpetua promovida en 1974 por el cardenal Poletti-; el 24 de junio, solemnidad del nacimiento de san Juan Bautista, se rezarán Vísperas solemnes, mientras que el 1 de noviembre, a las 21.00 horas, tendrá lugar el concierto «In hoc signo. Quadri di vita costantiniana» a cargo del coro de la diócesis de Roma. Las celebraciones concluirán el 9 de noviembre de 2024 con el oficio pontificio a las 17.30 h. Se podrá visitar la basílica durante todo el día.
Por otra parte, cabe destacar que en la basílica se han celebrado cinco concilios ecuménicos. Con motivo de las celebraciones del aniversario, la Oficina para la Pastoral Escolar y la Enseñanza de la Religión Católica de la diócesis de Roma convoca el concurso «La basílica de Letrán entre fe e historia», dirigido a los centros escolares de todos los niveles del territorio diocesano.
El objetivo es promover el conocimiento histórico y cultural que la basílica ha representado y sigue representando como catedral de Roma, «Mater et Caput». «En estos diecisiete siglos», observa la directora de la Oficina, Rosario Chiarazzo, «la basílica de Letrán ha sido y es el centro de numerosos acontecimientos que han marcado y siguen marcando el tejido civil y religioso de la ciudad de Roma y de toda la cristiandad». A los estudiantes se les confiará la tarea de expresar, con su propia sensibilidad a través de las nuevas tecnologías, algunos aspectos característicos de esta larga historia».
San Alberto Magno no solo sentó las bases para conciliar la filosofía aristotélica con la fe cristiana, sino que abarcó un vasto espectro que trascendió los límites de la erudición filosófica, incluyendo las ciencias naturales, desde la botánica hasta la metalurgia.
Colonia, 15 de noviembre de 1980. Juan Pablo II acaba de llegar a la ciudad de la célebre Catedral para conmemorar el VII centenario del fallecimiento de san Alberto Magno (aprox. 1200 – 15-11-1280). Conocido hoy por ese sobrenombre, sus contemporáneos le denominaban “el alemán”. Los restos mortales de san Alberto reposan a unos 200 metros de la Catedral, en la iglesia de Sankt Andreas, que regentan los dominicos.
Arrodillado ante dicha tumba, Juan Pablo II rezó: “Oh Dios, creador nuestro, autor y luz del espíritu humano, tú has enriquecido a san Alberto en el fiel seguimiento de Jesucristo, nuestro Señor y Maestro, con un profundo conocimiento de la fe. La creación misma era para él revelación de tu omnipotente bondad, mientras iba aprendiendo a conocerte y a amarte más profundamente en las criaturas. Asimismo, investigó las obras de la sabiduría humana, como también los escritos de los filósofos no cristianos, que le abrieron paso hacia un encuentro con tu gozoso mensaje. Especialmente lo capacitaste con el don del discernimiento para defenderse del error, profundizar en la verdad y difundirla entre los hombres. Por eso, lo has constituido en maestro de la Iglesia y de todos los hombres”.
Fe y razón
A continuación, Juan Pablo II se dirigió a la catedral, donde sostuvo un encuentro con profesores y estudiantes universitarios. Su discurso adelantaba un tema crucial para su sucesor, Benedicto XVI: las relaciones entre la fe y la razón. San Juan Pablo II elogió el esfuerzo de Alberto Magno en este sentido: “Alberto lleva a cabo la admirable apropiación de la ciencia racional, trasvasándola a un sistema en el que conserva y consolida su peculiaridad, propia, aun quedando orientada hacia el objetivo de la fe, de donde ella recibe su planteamiento decisivo. Alberto realiza así el estatuto de una intelectualidad cristiana, cuyos principios siguen teniendo todavía validez”. Y concluía sugiriendo que la solución ”a las apremiantes preguntas por el sentido de la existencia humana” sólo es posible “en la unión renovada del pensamiento científico con la fuerza de la fe, que impulsa al hombre hacia la verdad”.
San Juan Pablo II presentó a Alberto Magno como un símbolo de la conciliación entre la ciencia (o la razón) y la fe. En su época, fue un pionero en esta búsqueda y puede considerarse como el primer científico en el sentido contemporáneo del término.
La historia de san Alberto Magno
Alberto nació en Lauingen, a orillas del Danubio, en Suabia (actualmente forma parte del estado federado de Baviera y cuenta con algo más de 11.000 habitantes). Su vida ejemplifica la extraordinaria movilidad en la Edad Media: en el año 1222 residía con su tío en Venecia y Padua, donde estudió artes liberales y posiblemente medicina. Un año después, ingresó en la Orden Dominicana. Terminó su noviciado en Colonia, donde estudió teología y fue ordenado sacerdote. Posteriormente, enseñó y estudió en varias escuelas monásticas dominicas en Hildesheim, Friburgo de Brisgovia, Ratisbona y Estrasburgo.
Durante sus estudios se encontró con la obra de Aristóteles. Alberto buscó conciliar el pensamiento filosófico natural del filósofo griego con la fe cristiana. Gracias a él, las ideas de la Antigüedad regresaron a la cultura europea tras siglos de olvido, lo cual tendría importantes repercusiones para la Filosofía medieval y también posterior. Sería un discípulo de Alberto, Tomás de Aquino, quien llevaría a cabo la más importante síntesis entre la filosofía aristotélica y la religión cristiana, dando un considerable impulso a la filosofía escolástica. Tomás fue discípulo de Alberto en París, donde éste estuvo durante cinco años, a partir de 1243.
Su experiencia en la universidad de París sirvió para que Alberto dirigiera el “Studium Generale” de su orden en Colonia, cuando regresó a esta ciudad en 1248. Este fue el germen de la Universidad de Colonia, fundada en 1388, por lo que Alberto Magno está considerado como el precursor de la universidad. Actualmente, una estatua se alza en su honor frente al edificio principal de la Universidad de Colonia. Durante este tiempo, se colocó también la primera piedra de la célebre catedral, el 15 de agosto de 1248.
«Magnus»
Pero sus títulos de doctor de la Iglesia, “Magnus” y “doctor universalis” se refieren a sus amplios conocimientos –hoy diríamos enciclopédicos– de este dominico, también en ciencias naturales: aprovechaba los amplios desplazamientos a los que nos referimos anteriormente para observar la naturaleza. Entre otras cosas, realizó estudios botánicos, mineralógicos y metalúrgicos, destacándose por sus descripciones sistemáticas y experimentos alquímicos, como la pura representación del arsénico. Estos logros lo consagraron como uno de los más importantes científicos naturales medievales. Durante dos años fue incluso obispo de Regensburg (Ratisbona): de 1260 a 1262.
Ningún otro estudioso del siglo XIII superó a Alberto en universalidad de intereses, conocimientos y producción intelectual. Como científico, fortaleció el fundamento filosófico de la teología y abogó por una filosofía independiente de la teología. Se adelantó a su tiempo en campos como botánica, zoología, geografía, geología, mineralogía, astronomía, fisiología, psicología y meteorología.
Se conservan 70 de sus tratados, que llenan alrededor de 22.000 páginas impresas. El Instituto “Albertus Magnus” trabaja en una edición crítica de sus obras completas desde 1931.
San Alberto Magno fue canonizado por el Papa Pío XI en 1931; su sucesor, Pío XII, le declaró patrono de los científicos naturales en 1941.
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