Vocaciones

Pedro Ballester. Dios sonríe desde una cama de hospital

Pedro Ballester (1996-2018) transformó su lucha contra el cáncer en un testimonio de alegría y fe, ofreciendo su dolor por los demás. A sus 21 años, dejó una herencia de santidad cotidiana que hoy lo convierte en intercesor para mucha gente.

Maria José Atienza·23 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 6 minutos

Acercarse a la muerte es tarea difícil. Más aún si se trata de una persona joven, “con la vida por delante”. Nuestra sociedad parece estar siempre demandando “algo” que queda por hacer: un proyecto, un descubrimiento, un logro personal. Sin embargo, al conocer la vida de Pedro Ballester Arenas que murió a los 21 años en 2018, nadie puede pensar que fue una vida incompleta. 

No son los años los que determinan la plenitud, sino la felicidad vivida, buscada, encontrada o regalada…, la inmensa felicidad del Amor con mayúscula, que podemos experimentar con 3 meses, con 5 o con 78 años. Ese Amor, que procede de Dios, es el que vivió Pedro y el que dejó como herencia… Eso, y un gusto exquisito -aunque fuera poco frecuente su disfrute- por el buen whisky. 

Un español muy british

De padres españoles, Esperanza y Pedro, Pedro Ballester Arenas nació en Manchester, Inglaterra, el 22 de mayo de 1996. Sus padres vivían allí por el trabajo de su padre. Pedro fue el mayor de los tres hijos del matrimonio, a él se sumarían poco después Carlos y Javier. Su nacimiento y crianza en Reino Unido marcaron el carácter de Pedro que, junto a una manera de ser amable y divertida, combinaba una personalidad reflexiva y pausada. 

Ya desde pequeño, manifestó esa capacidad de reflexión y rectitud de carácter. Sin ser  “rarito”, Pedro era especialmente delicado en el cuidado de sus amigos y en mantener la palabra dada como recuerdan sus hermanos. “No entendía la deslealtad”, recuerdan sus hermanos, “mantenía su palabra. Desde jugar al tenis a seguir una vida de piedad y entrega concretas”. “Era una de esas personas sin doblez”, apunta su madre, “cuando leo el pasaje del Evangelio que habla de Natanael, me recuerda a Pedro”.

Amigo de sus amigos

Si hay algo que destaca en la intensa biografía de Pedro Ballester es su lealtad hacia sus amigos. Tuvo muchos a lo largo de su vida y con ellos tuvo detalles de cercanía constantes. “Era muy recto y no le gustaba el ‘tonteo’, de unos días soy tu amigo y otros no”, apunta su hermano Carlos. 

Cuando Pedro iba a cursar 3º de la ESO, la familia se mudó temporalmente a Mallorca, por el trabajo de su padre. Allí Pedro vivió un ambiente escolar muy distinto al de Reino Unido: una clase con menos niños, una educación más personalizada y, en general, un ambiente cristiano. 

“Un día”, recuerda su madre y hermanos, “vino riéndose sin parar del colegio”. Al parecer, al terminar de presentar un trabajo ante la clase, un compañero había acabado con la frase “Pim, pam, pum, ¡bocadillo de atún!”. A Pedro, que venía del reposado y contenido ambiente inglés, le divirtió especialmente ese final, “y muchas veces, al terminar algo, me decía ‘Mamá, Pim, pam, pum, ¡bocadillo de atún!’”, señala Esperanza. 

La vuelta a Reino Unido le costó bastante. Era una época difícil para cualquier chaval. Recuerdan sus hermanos que “en el recreo del colegio, los chicos hablaban de videojuegos. Nosotros no teníamos consola por entonces y era complicado. Pero Pedro siempre mantuvo que era mejor tener menos amigos que malos amigos. Al final del curso tenía más amigos, porque también los demás chavales habían ido madurando”. 

Por entonces, Pedro acudía a Greygarth Hall, un centro de formación cristiana para jóvenes, dirigido por el Opus Dei en Manchester. Allí tenía muchos amigos, se sentía como en casa: jugaba al fútbol, hacía funciones de teatro y películas de detectives con otros chicos y atendía a clases de formación en virtudes humanas y cristianas. 

Su madre recuerda a un chico que vivía cerca de su casa en Huddersfield, Reino Unido. Este chico, que tenía un carácter complicado, conectó mucho con Pedro y él lo invitó a participar en las actividades de un centro juvenil del Opus Dei que distaba casi una hora y media de su casa. Durante años, este chico fue en el coche con los hermanos Ballester y Esperanza, su madre. Pedro siempre fue así.  “Se volcaba con sus amigos y no tenía miedo a enfrentarse con esos amigos en tema de la fe” recuerda Javier, su hermano. “Eso fue siempre, antes y durante su enfermedad”.

Pedro Ballester
Pedro junto a sus padres y hermanos. ©Cortesía de la familia Ballester Arenas

Vocación: ser quien Dios quiere que seas

Desde muy joven, Pedro vió su vocación como miembro numerario del Opus Dei. Esto le llevó a intentar vivir una vida de piedad y de relación con Dios muy cercana.

La vocación no es cambiar de vida, como recuerda Pedro, su padre: “¿Sabes qué es la vocación? Es ser tú mismo. Ser quien Dios quiera que seas”. Dios quiso a Pedro (hijo) como numerario en el Opus Dei y en unas circunstancias concretas. Su padre apunta que “Dios le pedía a él que hiciera lo que él había pensado para él. Creo que hay reciprocidad, tanto de visión como de respuesta, muy grande. Porque Pedro era muy inteligente. Tenía una inteligencia integral, que le llevaba a tener intereses como la política internacional, pero también a entender mucho a la gente. Luego, con la enfermedad, esa capacidad de ‘entender a los demás’ se agudizó”. 

En ese marco de su vocación cristiana se entiende cómo vivió su enfermedad: desde su decisión de estar en un centro del Opus Dei hasta el cuidado de sus padres. Era feliz con su vocación y lo transmitía a los demás, hasta el final. 

Aparición de la enfermedad 

Al acabar la etapa escolar, en 2014, Pedro fue admitido en el Imperial College London, uno de los centros académicos más prestigiosos de Reino Unido, para estudiar Ingeniería química. Fue a vivir a la residencia Netherhall House, en Hampstead. Había pedido la admisión como miembro numerario del Opus Dei poco antes y, en aquella residencia, podría vivir, formarse y realizar las labores apostólicas propias de esta prelatura personal. “Estaba feliz”, recuerdan sus padres. 

A los pocos meses, en diciembre de 2014, Pedro comenzó a sentir fuertes dolores de espalda. Tras unas revisiones médicas, le diagnosticaron un cáncer avanzado de pelvis. Con este diagnóstico regresó a Manchester para poder recibir el tratamiento y estar más cerca de su familia.

Comenzó su tratamiento médico en enero de 2015 en el Hospital Christie de Manchester. Entre mayo y julio de ese año fue a Heidelberg, Alemania, para recibir un tratamiento novedoso. La enfermedad pareció remitir y, en noviembre de ese año, Pedro pudo cumplir uno de sus sueños: viajar con su familia a Roma y saludar al Papa Francisco

A pesar de esta ligera mejoría, la enfermedad volvió a aparecer y Pedro volvió a la vida de ingresos hospitalarios y sesiones de quimioterapia en el hospital. Durante este tiempo, si algo fue característico de Pedro, fue su alegría y el ofrecimiento a Dios de sus dolores, que eran muchos. Hablaba con frecuencia con amigos, estudiantes del Imperial College como él, residentes de Greygarth… Aquí se puso de manifiesto esa lealtad y esa madurez que ya era característica de Pedro desde sus primeros años.

Todos podemos ser santos 

“Pedro nos ha enseñado que todos podemos llegar al cielo y todos podemos ser santos” afirma su hermano Carlos, “no es que Pedro levitara, porque era normal, era muy normal, pero si tú sigues a Dios, le dices que sí todos los días, le ofreces el sufrimiento, pues llegas a ser un ‘crack’ y ayudas a miles de personas”. 

Muchas veces escuchamos que hay que vivir lo ordinario de manera extraordinaria, “Pedro hizo al revés”, continúa su hermano, “vivió lo extraordinario de manera muy ordinaria. En la enfermedad, por ejemplo, sufrió mucho, pero muchas personas no lo supieron, no lo veían en ese momento, por la manera que él se ocupaba de los demás. Te preguntaba a ti cómo estabas, o a la enfermera que venía a la habitación. Lo que hizo Pedro fue querer a la gente, sólo eso”, y quizás eso fue lo más extraordinario que hizo Pedro en una sociedad individualista y desvinculada como la nuestra. 

Durante sus estancias en el hospital, el cuarto de Pedro se convirtió en una especie de lugar de paz. Las enfermeras, familiares de otros enfermos y otros internos, lo visitaban, le contaban sus problemas… “Las enfermeras nos decían que les daba paz hablar con él y le contaban sus historias, las cosas que les preocupaban, cosas que les ocurrían en su matrimonio… Y Pedro las escuchaba siempre, sonreía y rezaba”. 

Pedro con varios amigos ©Reinhard Bakes

La vida con Dios es bonita

Los últimos años de Pedro Ballester pasaron entre su casa, el Christie Hospital y Greygarth Hall. De hecho, su familia vivió allí, en Greygarth, durante las Navidades de 2017.  “Fue muy bonito y muy natural”, recuerda Esperanza, “aunque vivíamos cerca de Greygarth, íbamos y veníamos todo el tiempo. En Navidad el director nos animó a ocupar las habitaciones libres de algunos estudiantes y pasamos esos días allí».

Pedro sabía que su familia era el Opus Dei y quería pasar sus últimos días en un centro. Aquella habitación era una fiesta: los residentes subían a estar con Pedro, sus padres… Las veces que pudo, incluso quiso disfrutar de un sorbo de whisky. 

“Ahí se vivía en una familia” afirma Carlos, el hermano de Pedro, “la vida con Dios es muy bonita. Y eso es lo que pasaba con Pedrito y en aquel cuarto, o en casa. En el hospital las enfermeras decían ‘yo quiero ser de esta familia’. En eso tuvieron mucho que ver mi padre y mi madre, que siempre abrieron las puertas a todo el mundo”. 

Esperanza recuerda que “uno de los residentes apenas hablaba cuando iba a ver a Pedro, se ponía en la esquina y simplemente disfrutaba del ambiente. ¿Y cuál era el ambiente? El amor de Dios que se veía. En la familia aceptamos el sufrimiento de Pedrito y dejábamos hacer a Dios y ya está. Si metíamos la pata pues no pasaba nada. Un día le dije: ‘Mira Pedrito, el año que viene podemos hacer esto. Entonces, a él se le cristalizó un poquito el ojo porque sabía que iba a morir, que no iba a tener año que viene. Pues ya está. Cuando tienes una situación así no puedes estar pensando ‘tenía que haber di-cho esto, tenía que haber hecho esto…’ Olvídate, meter la pata es parte de la vida”. 

Cara a cara con Dios

El 13 de enero de 2018, tres años después de que le dieran el diagnóstico de cáncer, Pedro murió en Greygarth, rodeado de sus padres, otros miembros del Opus Dei y algunos otros residentes. Su funeral reunió a cientos de personas en el templo del Santo Nombre de Manchester.

Poco después, cuenta su madre, “empezamos a recibir cartas y testimonios de personas que habían conocido la vida de Pedro y que le encomendaban asuntos de familia, enfermedades”. Son muchas las personas, especialmente jóvenes, para los que la vida de Pedro Ballester es un ejemplo y ven en él un intercesor ante Dios. 

Pedro se suma a nombres como los de Chiara Corbella, Carlo Acutis, Montse Grases o Marcelo Câmara. Jóvenes de hoy que buscaron y encontraron a Dios en medio de sus circunstancias cotidianas y que son, para todos, un ejemplo cercano y natural de la vida cristiana.

Evangelización

Disfrutar de la arquitectura de la Basílica de San Pedro desde casa

Dos youtubers han publicado vídeos con más de 1 millón de visualizaciones que permiten entender muy bien muchos aspectos arquitectónicos del Vaticano.

Javier García Herrería·22 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

En los últimos meses se han publicado dos vídeos, de unos 15 minutos de duración, que explican de un modo ameno algunos aspectos arquitectónicos de la Basílica de San Pedro.

La historia de la construcción de la Basílica de San Pedro

El primero está producido por Ter, el nombre artístico de Teresa Lozano, una arquitecta que se ha convertido en una de las youtubers más originales y reconocidas del mundo hispanohablante. Su canal mezcla temas de arquitectura, cultura pop, moda o historia del arte, siempre con un enfoque personal, creativo y lleno de humor. Posee un estilo muy personal para divulgar sobre temas complejos y variados, desde la proporción áurea, hasta Ikea, pasando por Rosalía o las catedrales góticas en un mismo vídeo y que todo tenga sentido. Su edición está llena de memes, referencias, gráficos y recursos visuales que hacen que el contenido sea entretenido sin perder profundidad.

La tumba de san Pedro en 3D

Manuel Bravo es un laico, especializado en teología y filosofía, que se ha consolidado como un referente para quienes buscan una formación católica accesible y bien fundamentada. Sus vídeos destacan por un estilo claro, didáctico y rigurosamente documentado.

En esta ocasión, ofrece una excelente explicación acompañada de una representación gráfica sobre la tumba de San Pedro y su evolución a lo largo de los siglos. Para ello, se apoya en las recientes imágenes en 3D publicadas por el Vaticano en colaboración con Microsoft, las cuales recrean el espacio de manera visualmente comprensible y detallada.

Vaticano

El Papa fija el 22 de agosto como día de oración y ayuno por la paz en Ucrania y Tierra Santa

León XIV invitó a todos los fieles a unirse a una jornada de oración y ayuno en la fiesta de Santa María Reina.

Redacción Omnes·22 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Al concluir la audiencia general del 20 de agosto, el Papa pidió que el 22 de agosto la Iglesia celebrará la fiesta de la Realeza de María. «Mientras nuestro mundo sigue herido por las guerras en Tierra Santa, en Ucrania y en muchas otras regiones del mundo», dijo, «pido a todos los fieles que pasen el 22 de agosto en ayuno y oración, pidiendo al Señor que nos conceda paz y justicia y que seque las lágrimas de quienes sufren a causa de los conflictos armados en curso».

Esperanza en la vía diplomática

En la víspera de la audiencia, durante un encuentro en Castel Gandolfo, el Papa afirmó que los recientes movimientos diplomáticos hacia el fin de la guerra en Ucrania son motivo de esperanza, aunque aún insuficientes. «Hay esperanza. Todavía tenemos que trabajar duro, rezar mucho y buscar el camino a seguir», señaló.

Consultado sobre sus contactos con líderes internacionales tras la reunión entre Donald Trump, Volodymyr Zelenskyy y representantes europeos, explicó: «Escucho a algunos de ellos de vez en cuando», sin responder si había dialogado directamente con el presidente estadounidense.

Respuesta de la Iglesia en España

La Conferencia Episcopal Española (CEE) anunció a través de una nota de prensa que se unirá a la jornada de ayuno y oración. El presidente de la CEE, Mons. Luis Argüello, envió una carta a los obispos el pasado 8 de agosto para «responder al llamamiento del Papa León XIV a intensificar la oración y las actitudes en favor de la paz».

En las últimas semanas, los prelados han invitado a «aumentar en las celebraciones litúrgicas de cada día la oración por la paz». También han incorporado oraciones específicas para laudes, vísperas y la misa.

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Recursos

¿Por qué no excomulgar a los políticos que apoyan el aborto?

La Iglesia no puede excomulgar a los políticos proaborto porque su postura, aunque moralmente grave, no constituye un delito canónico tipificado. Sí se debe negarles la Eucaristía para proteger la dignidad del sacramento.

OSV / Omnes·21 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Jenna Marie Cooper, OSV News

En todos los debates de los últimos años sobre si se debe negar o no la Sagrada Comunión a los políticos proaborto, siempre me he preguntado: ¿Por qué sus obispos no podían simplemente excomulgarlos? Así, al menos, todo sería claro, de conocimiento público y, por lo tanto, probablemente menos polémico en los medios.

La respuesta breve a su pregunta es que la excomunión es específicamente un castigo por delitos canónicos. Y aunque el apoyo político a las políticas proelección es moralmente problemático, no constituye un delito canónico en sí mismo.

Razones canónicas

Para contextualizar, cuando hablamos de políticos proelección a quienes se les niega la Sagrada Comunión, la cita pertinente es el canon 915 del Código de Derecho Canónico. El canon 915 nos dice que quienes «perseveran obstinadamente en un pecado grave manifiesto no deben ser admitidos a la Sagrada Comunión».

El canon 915 otorga a los ministros de la Sagrada Comunión y a las figuras de autoridad pastoral (es decir, obispos y párrocos) criterios objetivos para determinar si se debe negar la Sagrada Comunión a un católico en particular . Esto es importante, ya que la postura predeterminada de la Iglesia es hacer que los sacramentos sean lo más accesibles posible, basándose en el principio de que los fieles tienen un derecho fundamental a ellos.

El criterio central del canon 915 es que el pecado en cuestión sea “grave” o extremadamente serio, y promover activamente políticas gubernamentales a favor de la destrucción de vidas humanas inocentes ciertamente calificaría.

Pecados conocidos públicamente

El pecado también debe ser «manifiesto», o fácilmente conocido por el público o, de otro modo, observable externamente. En términos generales, las plataformas políticas, las posturas sobre temas polémicos y el historial de votación son asuntos de dominio público. Finalmente, la persona debe ser «obstinadamente perseverante» en su pecado, lo que significa que lo comete de forma continua, incluso después de haber sido advertida por una autoridad pastoral competente sobre la grave pecaminosidad de sus acciones.

Aunque estas consideraciones puedan parecer muy legalistas y sugerir que la persona está, de alguna manera, «en juicio», este canon forma parte de la sección del Código de Derecho Canónico sobre los sacramentos y no está realmente relacionado con el derecho penal de la Iglesia. Es decir, el canon 915 y los cánones conexos tienen como objetivo proteger la dignidad del sacramento como objetivo principal; no se conciben como un castigo directo por delitos canónicos. La Iglesia considera la aplicación del canon 915 como una cuestión de diálogo pastoral y amonestación personal, más que como resultado de un juicio penal o un proceso judicial eclesiástico.

En cambio, el derecho penal de la Iglesia tiene por objeto identificar y castigar los delitos. Esto beneficia tanto a los propios infractores, cuando se les castiga con penas «medicinales», como a la comunidad eclesial en general, cuando se les castiga con penas «expiatorias».

La pena de excomunión es medicinal

La excomunión es un ejemplo de pena medicinal, ya que pretende ser una especie de «llamada de atención» para advertir al infractor de que va por mal camino, y puede levantarse con relativa facilidad si el infractor se arrepiente. Entre las penas expiatorias se incluyen la pérdida del estado clerical, en la que un sacerdote condenado por un delito canónico es prácticamente expulsado del sacerdocio.

El derecho eclesiástico exige que «las leyes que prescriben una pena… se interpreten estrictamente» (Canon 18). Esto significa que las penas canónicas no pueden aplicarse con liberalidad a toda mala conducta que la Iglesia quiera reprimir. Más bien, una pena canónica solo puede imponerse por hechos específicamente tipificados como delitos en el derecho canónico.

Si bien el acto de causar directamente un aborto es un delito canónico que se castiga con la excomunión automática (véase Canon 1397, 2), esto sólo se aplica en situaciones en las que un individuo en particular realmente provocó un aborto personalmente, y no en situaciones en las que una persona promovió el aborto de una manera más abstracta.

A la luz de esto, no sería posible ni pastoralmente apropiado intentar utilizar la pena de excomunión como una forma de evitar las conversaciones incómodas a veces asociadas con el canon 915.

El autorOSV / Omnes

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Evangelio

Conocer a Cristo. Domingo XXI del tiempo ordinario (C)

Joseph Evans nos comenta las lecturas del domingo XXI del tiempo ordinario (C) correspondiente al día 24 de agosto de 2025.

Joseph Evans·21 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Esas terribles palabras de Nuestro Señor “No sé quiénes sois” aparecen en el Evangelio de hoy (Lc 13, 22-30) y en la parábola de Cristo de las vírgenes prudentes y necias en Mateo 25. En esta última, las palabras son simplemente “No os conozco”. En el Evangelio de hoy son literalmente “no sé de dónde sois”, pero la idea es la misma. Aquí tenemos dos grupos de personas que deberían haber “conocido” a Jesús, tuvieron la oportunidad de hacerlo, y son condenados por no haber aprovechado esta oportunidad.

En la parábola de las vírgenes, las insensatas oyen esas palabras cuando son excluidas de la fiesta, al llegar y encontrar la puerta cerrada después de haber ido a buscar aceite a última hora. El aceite simboliza en muchos sentidos su unión con Cristo, o la falta de ella. No tenían aceite, por lo que su llama no ardía en sus corazones. Querían la diversión de la fiesta, lo externo, pero sin estar encendidos por el amor del Esposo que realmente hace la fiesta. De alguna manera, pertenecían al séquito del novio -estaban entre las diez damas de honor-, pero se conformaban con una relación superficial con él, por las “prebendas”, y nunca intentaron conocerle de verdad, ni que él les conociera a ellas.

En el Evangelio de hoy el contexto es diferente, pero la realidad es la misma. Lo que está en juego es lo más grande que se puede plantear: la salvación. Alguien preguntó a Jesús: “Señor, ¿son pocos los que se salvan?”. Aquellas vírgenes necias no se salvaron: la puerta de la salvación estaba cerrada para ellas. Aquí Jesús utiliza otra imagen: la de un hombre que cierra la puerta de su casa. Pero éste parece el cierre definitivo: ¿quiénes se encontrarán dentro y quiénes quedarán excluidos? “Muchos intentarán entrar y no podrán”, dice Jesús. Y una vez excluidos, suplicarán la entrada, dando diversos argumentos: “hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”. Una vez más, piensan que basta un conocimiento superficial de Cristo, el simple hecho de estar en su vecindad.

Esta vez Jesús no se limita a decir “no os conozco”. Da una respuesta más contundente: “No sé de dónde sois”. Como si dijera: ni siquiera estabais en mi mundo moral y espiritual, no sabía nada de vosotros ni de vuestro origen. Y de hecho, Jesús conoce el mundo real en el que habitaban: un mundo malvado. “Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad”. No podemos contentarnos con un contacto superficial con Cristo -por ejemplo, ir (normalmente) a Misa los domingos- mientras vivimos de forma inmoral. “Conocer” a Cristo no es simplemente moverse en su vecindad. Es Él viviendo en nuestros corazones e inspirando cómo vivimos.

Vaticano

El Papa habla con profundidad de qué significa el perdón cristiano

Los calores romanos han hecho que la audiencia general se haya trasladado de nuevo al aula Pablo VI, donde el Papa ha glosado el pasaje evangélico de la traición de Judas para hablar del perdón.

Javier García Herrería·20 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

En la Audiencia General de este miércoles, el Papa reflexionó sobre el gesto de Jesús al ofrecer el pan a Judas en la última cena, subrayando que fue un último intento del amor de no rendirse. Señaló que el perdón verdadero no espera al arrepentimiento, sino que se ofrece como un don gratuito, incluso frente a la traición. Frente a la tentación del resentimiento y la venganza, invitó a los fieles a vivir la fuerza del amor que perdona y libera, recordando que, como Jesús, estamos llamados a responder al mal con bien y a transformar la herida de la traición en oportunidad de salvación.

Estas son algunas de las mejores frases de la catequesis sobre el perdón:

«Dios lo hace todo, absolutamente todo,  para llegar a nosotros, incluso en el momento en que lo rechazamos».

«El  amor de Jesús no niega la verdad del dolor, pero no permite que el mal sea la última palabra». 

«Perdonar no significa negar el mal, sino impedir  que genere más mal. No es decir que no haya pasado nada, sino hacer todo lo posible para que no sea el  rencor el que decida el futuro». 

«Nosotros también vivimos noches dolorosas y agotadoras. Noches  del alma, noches de decepción, noches en las que alguien nos ha herido o traicionado. En esos momentos,  la tentación es cerrarnos, protegernos, devolver el golpe. Pero el Señor nos muestra la esperanza de que  siempre hay otro camino. Nos enseña que se puede ofrecer un bocado incluso a quien nos da la espalda.  Que se puede responder con el silencio de la confianza. Y que se puede seguir adelante con dignidad, sin  renunciar al amor». 

«Hoy pedimos la gracia de saber perdonar, incluso cuando no nos sentimos comprendidos, incluso  cuando nos sentimos abandonados. Porque es precisamente en esos momentos cuando el amor puede  alcanzar su cima. Como nos enseña Jesús, amar significa dejar al otro libre —incluso para traicionar— sin dejar nunca de creer que incluso esa libertad, herida y perdida, puede ser arrancada del engaño de las  tinieblas y devuelta a la luz del bien». 

«Cuando la luz del perdón logra filtrarse entre las grietas más profundas del corazón,  comprendemos que nunca es inútil. Aunque el otro no lo acoja, aunque parezca vano, el perdón libera a  quien lo ofrece: disuelve el resentimiento, devuelve la paz, nos devuelve a nosotros mismos».

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Entre la sospecha y la transparencia: la Iglesia ante las acusaciones de sectarismo

Las investigaciones canónicas deben ser transparentes, justas y con garantías para todas las partes, evitando decisiones rápidas e injustas. La Iglesia debe corregir los abusos y evitar la influencia de los juicios mediáticos.

20 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

En los últimos años hemos visto acusaciones de comportamientos sectarios en el seno de las instituciones de la Iglesia. Sin entrar a valorar si los hechos relatados son ciertos o no, mi preocupación va en otra dirección: la necesidad de que las investigaciones canónicas sean serias, transparentes y respetuosas con los derechos de todos los implicados. En otras palabras, si la Iglesia quiere dar una respuesta creíble a la sociedad y, sobre todo, a los propios fieles, debe garantizar procesos en los que no solo se escuche a los acusadores, sino también a quienes ofrecen un relato diferente de los hechos.

Las acusaciones son siempre alarmantes. Pero cabe preguntarse: ¿responden realmente a un patrón institucional o más bien a casos puntuales? ¿Hasta qué punto algunas de estas prácticas, hoy cuestionadas, forman parte de tradiciones espirituales que no siempre son fáciles de comprender desde fuera de la Iglesia? Basta recordar lo ocurrido con los retiros más exitosos en España, acusados de manipulación emocional, cuando en realidad son ampliamente conocidos por sus frutos espirituales y, hasta la fecha, no han recibido censura por parte de los obispos españoles. ¿Podemos concluir entonces que la jerarquía eclesial está haciendo dejación de funciones, o más bien que el juicio apresurado de algunos observadores no es del todo equilibrado? 

Es posible que ciertos ejercicios espirituales o instituciones eclesiales necesiten ajustes, no lo niego, pero eso no debería impedir que se corrijan los abusos y se fortalezcan las estructuras sin llegar a suprimirlas por completo. Si uno piensa en las instituciones para laicos con más seguidores desde hace décadas, descubrirá que también ha habido este tipo de denuncias y, en gran medida, van adaptando sus prácticas a un mayor fomento de la libertad interior. Lo fácil es suprimirlas y así se acaba con el problema de raíz, pero cabe preguntarse si parte del problema haya sido que la Iglesia no haya emitido documentos y declaraciones episcopales claras y concretas para explicar a los fieles qué es preocupante y qué no. 

Además, el problema no se limita a la sospecha de prácticas abusivas. Más grave aún es la manera en que se están instruyendo ciertos procesos canónicos. En los últimos años hemos visto resoluciones preocupantes tanto en España como en el Vaticano: instrucciones e investigaciones que no concluyen en un juicio público, sin derecho de defensa, sin abogados que puedan contradecir las acusaciones o aportar testimonios en sentido contrario. Y, en no pocos casos, con la consecuencia más drástica de todas: la supresión de instituciones que han dado abundantes frutos espirituales.

En cualquier caso, si una institución ha de suprimirse, que así sea, pero tras un proceso justo y transparente, entre otras cosas para que ayude a los fieles y a los prelados de todo el mundo a ver cómo y por qué se debe actuar así. 

La tentación de recurrir a la vía rápida —cerrar una institución, disolver una asociación, apartar a una figura incómoda— puede parecer una solución inmediata, pero es profundamente injusta si no se ha seguido un proceso garantista. Porque si aplicáramos la misma lógica a la vida de la Iglesia en general, ¿qué quedaría en pie? El voto de obediencia ha facilitado muchas veces los abusos de poder y de conciencia en múltiples contextos: ¿habría que abolirlo y cerrar las instituciones en las que se dieron abusos? 

En ocasiones también hay seminaristas que reportan abusos de poder y de conciencia en el ámbito del seminario, pero no por eso se cierra el seminario o se cambia a los obispos. Las cosas tratan de reconducirse sin apagar todo lo bueno que hay. Hay experiencias muy positivas en muchas diócesis y en importantes instituciones de la Iglesia.

La Iglesia debe encontrar un equilibrio entre reconocer y reparar los daños reales que se hayan podido producir, pero también salvaguardar instituciones que han demostrado dar vida y fe a miles de personas. Lo contrario sería caer en la dinámica del escándalo mediático, donde la presión de los titulares dicta sentencias más rápido que la justicia, y donde, al final, todos —fieles y pastores— salimos perdiendo.

El autorJavier García Herrería

Redactor de Omnes. Anteriormente ha sido colaborador en diversos medios y profesor de Filosofía de Bachillerato durante 18 años.

Vaticano

El Papa a los obispos de la Amazonía: Proclamad el Evangelio, combatid la injusticia, defended la naturaleza

El Papa León XIV ha enviado un telegrama a los obispos de la Amazonía, subrayando el papel central de la proclamación del Evangelio en su labor pastoral.

Agencia OSV News·20 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

-OSV News / Cindy Wooden

Los esfuerzos por servir, defender y fortalecer la comunidad católica en la región amazónica deben centrarse en la proclamación del Evangelio, afirmó el Papa León XIV.

Cuando la Iglesia católica promueve «el derecho y el deber» de cuidar el medio ambiente natural, no está animando a las personas a ser «esclavos o adoradores de la naturaleza», ya que la creación es un don destinado a llevar a alabar solo a Dios, según un mensaje enviado a los obispos amazónicos en nombre del Papa por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano.

Tres dimensiones interconectadas

El Papa pidió a los obispos de la región «que tengan presentes tres dimensiones que están interrelacionadas en la labor pastoral de esa región: la misión de la Iglesia de anunciar el Evangelio a todos; el trato justo a los pueblos que allí habitan; y el cuidado de la casa común», según el mensaje, dirigido al cardenal peruano Pedro Barreto Jimeno, presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía.

El mensaje fue publicado por el Vaticano el 18 de agosto, mientras unos 90 obispos de las 105 diócesis y otras jurisdicciones eclesiásticas de la región amazónica se reunían en Bogotá, Colombia, antes de la asamblea general prevista de la conferencia eclesiástica —que incluye a religiosos y laicos— en marzo de 2026.

La experiencia del Sínodo de los Obispos para la Amazonía en 2019 demostró lo esencial que es para la Iglesia escuchar e involucrar al clero, a los religiosos y a los laicos, según el mensaje, pero el cardenal Parolin dijo que el Papa esperaba que la reunión de Bogotá «ayudara a los obispos diocesanos y vicarios apostólicos a llevar a cabo su misión de manera concreta y eficaz».

«Con claridad y enorme caridad»

Jesús debe ser anunciado «con claridad y caridad inmensa entre los habitantes de la Amazonía, para que nos esforcemos por darles fresco y puro el pan de la Buena Nueva y el alimento celestial de la Eucaristía, único medio para ser verdaderamente el pueblo de Dios y el cuerpo de Cristo», decía el mensaje.

El acceso a la Eucaristía, especialmente en las aldeas remotas de la Amazonía, fue un tema importante en el sínodo de 2019, lo que dio lugar a debates y discusiones sobre la posibilidad de ordenar sacerdotes a hombres casados que sean líderes reconocidos de sus comunidades cristianas.

La respuesta del Papa Francisco, en su exhortación postsinodal «Querida Amazonia», fue «instar a todos los obispos, especialmente a los de América Latina, no solo a promover la oración por las vocaciones sacerdotales, sino también a ser más generosos a la hora de animar a quienes muestran una vocación misionera a optar por la región amazónica».

La importancia de proclamar la fe en Cristo

Subrayando la importancia fundamental de proclamar la fe en Cristo, el mensaje de la reunión de Bogotá —publicado en español, francés, portugués e inglés— afirmaba que la historia de la Iglesia ha confirmado «que allí donde se predica el nombre de Cristo, la injusticia retrocede proporcionalmente, pues, como afirma el apóstol Pablo, toda explotación del hombre por el hombre desaparece si somos capaces de acogernos unos a otros como hermanos y hermanas».

«Dentro de esta doctrina perenne, no menos evidente es el derecho y el deber de cuidar el ‘hogar’ que Dios Padre nos ha confiado como administradores diligentes», continuaba el mensaje.

La defensa del medio ambiente por parte de la Iglesia, según el mensaje, tiene como objetivo «que nadie destruya irresponsablemente los bienes naturales que hablan de la bondad y la belleza del Creador, ni mucho menos se someta a ellos como esclavo o adorador de la naturaleza, ya que las cosas nos han sido dadas para alcanzar nuestro fin de alabar a Dios y obtener así la salvación de nuestras almas».


Puede leer el artículo original de OSV News en inglés AQUÍ.

El autorAgencia OSV News

La verdadera devoción a la Virgen María

Quienes tienen una verdadera devoción a la Virgen María son testigos de su poderosa intercesión. Son múltiples las manifestaciones de gratitud que Ella recibe por milagros patentes obtenidos pidiendo su auxilio y favor.

20 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

¿Los católicos damos a María el lugar de Dios? Hace algunos meses me tocó visitar una casa donde se velaba a la esposa del propietario que acababa de morir. Llevaba mi rosario y al notar que no había gente orando, sugerí que me acompañaran a rezarlo por su eterno descanso. Tres personas me siguieron y las demás…¡se salieron de la habitación!

Al notar mi turbación, una de las personas que se quedaron conmigo me dijo: “Continúa, ellos son cristianos”. 

Quiso decir: “protestantes”. Porque los católicos somos eminentemente cristianos. Son nuestros hermanos protestantes (hermanos separados) quienes nos acusan de practicar idolatría al venerar a la Santísima Virgen María.  No, no la adoramos, solo a Dios adoramos. A María la amamos y la veneramos. 

Cada 15 de agosto celebramos la fiesta de la asunción de María y la Iglesia nos invita a consagrarnos a su Inmaculado Corazón. Consagrarnos a María significa regalarnos a ella. Entregarle nuestra voluntad y pedirle que nos inspire.

María como modelo

San Luis María Grignion de Montfort escribió el tratado de la verdadera devoción a María, en el que denuncia las prácticas falsas o erróneas y, nos habla de la única verdadera devoción que consiste en la imitación de sus virtudes. Nos invita a tratar a María como lo hacía Jesucristo y a verla como modelo en nuestro camino de santificación.

Además, teniéndola a ella como intercesora, nos vamos transformando en la mejor versión de nosotros mismos. En nuestro día a día le preguntamos a ella qué haría, cómo lo diría, a quién consultaría. Esto se traduce en un mejor carácter y un trato más humano para los demás. Menos “ego” y más desprendimiento y servicio.

Quienes tienen una verdadera devoción a María son testigos de su poderosa intercesión y son múltiples las manifestaciones de gratitud que ella recibe por milagros patentes obtenidos pidiendo su auxilio y favor.

La consagración al Inmaculado Corazón de María

San Luis María habla de los frutos que llegan después de que nos hemos consagrado a su Inmaculado Corazón:

 1) Conocimiento de sí mismo. Gracias a la luz que te comunicará el Espíritu Santo por medio de María, conocerás tus propias fortalezas pero también tus debilidades y caídas. La humilde María te hará partícipe de su profunda humildad y, mediante ella no despreciarás a nadie y, eliminarás el tormento emocional al ser menospreciado.

2) Participación de la fe de María. Se cimentará toda tu vida en la fe verdadera: Una fe pura, que hará que no te preocupes por lo sensible. Una fe viva que te hará obrar siempre con el amor más puro.

3) Madurez cristiana. En tu comportamiento con Dios, ya no te gobernarás por temor, sino por amor. Lo mirarás como a tu Padre bondadoso, te afanarás por agradarle incesantemente.

4) Gran confianza en Dios y en María. Habiéndole entregado todos tus méritos, gracias y satisfacciones para que disponga de ellos según su voluntad, Ella te comunicará sus virtudes y te revestirá con sus méritos, y podrás decir a Dios con plena confianza: “¡Esta es María, tu servidora! ¡Hágase en mí, según lo que has dicho!”

Oración a María

Digamos juntos esta bella oración que encontramos en la liturgia de las horas: 

“Préstame Madre tus ojos, para con ellos mirar

Porque si con ellos miro, nunca volveré a pecar.

Préstame Madre tus labios, para con ellos rezar

Porque si con ellos rezo, Jesús me podrá escuchar

Préstame Madre tus brazos, para poder trabajar 

Que así rendirá el trabajo una y mil veces más.

Préstame Madre tu manto, para cubrir mi maldad

Pues cubierta con tu manto, al cielo he de llegar.

Préstame Madre a tu Hijo, para poderlo yo amar,

Pues si me das a Jesús, qué más puedo yo desear, 

Esa será mi dicha, ¡por toda la eternidad!

Amén”.

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Ecología integral

Píldora anticonceptiva: Pablo VI tenía razón después de todo

Hace 65 años se lanzó la primera píldora anticonceptiva, celebrada como liberación y progreso para la mujer. Hoy, estudios y experiencias advierten de graves riesgos físicos, psicológicos y sociales asociados a su uso prolongado.

Die Tagespost·19 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Stefan Rehder

18 de agosto de 1960: Hace exactamente 65 años, la farmacéutica estadounidense Searle lanzó la primera píldora anticonceptiva bajo la marca «Enovid». El entusiasmo era desbordante, y no solo en la tierra de las oportunidades ilimitadas. Hombres y mujeres por igual elogiaron la píldora como un «invento histórico», «la liberación de la mujer» y una «bendición para la humanidad».

Muchas personas ahora son más sabias y conscientes de los numerosos peligros asociados con el uso regular de preparados hormonales. Estos incluyen una susceptibilidad significativamente mayor a tromboembolias, accidentes cerebrovasculares, cáncer de mama y pérdida de la libido.

Pero eso no es todo: Investigaciones recientes que comparan escáneres cerebrales de mujeres que han tomado la píldora durante años con las de quienes se han abstenido muestran que las hormonas que se toman con la píldora también alteran el cerebro, tanto estructural como funcionalmente. Es más, las mujeres que toman la píldora regularmente presentan todos los marcadores que los científicos utilizan actualmente para detectar el estrés crónico. Esto también es perjudicial y puede provocar la contracción del hipocampo y una reducción de la neurogénesis, e incluso el desarrollo manifiesto de una depresión grave.

Y eso no es todo: la píldora también cambia a los hombres, por cuyo bien las mujeres a menudo toman esas hormonas artificiales que dañan sus cuerpos. «Los hombres que se han acostumbrado a los anticonceptivos podrían perder el respeto por las mujeres y, sin considerar su bienestar físico y equilibrio espiritual, degradarlas a meros instrumentos para la satisfacción de sus deseos y dejar de verlas como compañeras a quienes se les debe respeto y amor», advirtió el papa Pablo VI, ridiculizado en Alemania como «Pablo de la píldora», en su encíclica «Humanae Vitae» en 1968. ¿Quién se atrevería a contradecirlo hoy?


Esta es una traducción de un artículo que apareció por primera vez en el sitio web Die-Tagespost. Para ver el artículo original en alemán, consulte aquí . Se vuelve a publicar en Omnes con permiso.

El autorDie Tagespost

Reverendo SOS

Cuida los límites y los límites te cuidarán

Cuidar los límites personales —emocionales, espirituales y relacionales— es clave para mantenerse auténtico, evitar crisis y proteger lo que uno es. Lejos de reprimir, los límites sanos fortalecen, orientan y humanizan.

Carlos Chiclana·19 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Un sacerdote se había liado, asuntos de mujeres y económicos. Estaba en la consulta para empezar la remontada y se lamentaba: “si hubiera cuidado desde el principio lo que me enseñaron, no estaría ahora aquí”. Algo de lo aprendido sí aplicaba: dejarse ayudar por quienes le querían y recomenzar. 

Los límites ¿son algo específico de los sacerdotes? En una consulta con un directivo de una multinacional, también liado, le explicaba algunas herramientas básicas para cuidar los límites, y él preguntaba: “¿y esto, por qué no lo enseñan en el MBA?”.

Los límites ayudan tanto a evitar aquello que nos aparta de quienes somos (relaciones afectivo sexuales, gastos de dinero inadecuados) como a no sobrecargarnos con tareas, excesos de atención a personas, responsabilidades desproporcionadas de problemas, descuido de la vida espiritual o del descanso y cuidado. 

Otro sacerdote -con gran desarrollo de tareas y con muchas personas en dirección espiritual- decía en una conversación amistosa: “me dicen que descanse, pero ya descansaré en la vida eterna”. En parte tenía razón, pero no todos tenemos su capacidad física y mental. Hay coches todoterreno que pueden ir por cualquier sitio y otros de alta gama que necesitan ir por carretera. Mejor ir a 80 km/hora durante muchos años, que ir a 150 y quemar el coche en poco tiempo. La custodia no es represión, es cuidado y protección de lo personal.

Cuidar los límites

El objetivo, y consecuencia, de los límites es que te personalicen, que te hagan más tú, que te autentifiquen. Por esto tienen sentido, te mantienen a salvo, te cuidan, aportan seguridad, potencian tu dignidad y custodian quién eres. También generan respeto y cuidado a quién es la otra persona, quiénes conforman mis grupos y comunidad, y lo que corresponde a la institución a la que pertenezco. Algunas ideas para cuidarlos:

1.- Estate siempre de ida. Si te percibes cínico, rencoroso, que ya te lo sabes o que nada te asombra, ¡que salten las alarmas! Acude al médico del alma o de la psique para ver qué ocurre. Hay remedios caseros como el agradecimiento por tanto que recibes cada día, planificar el día con actitud de sacarle fruto y disfrutar, entrenar la capacidad de asombro, y buscar la novedad en cada momento que es histórico y jamás se repetirá. 

Un jueves cualquiera acudí a Misa a un pueblo de 1200 habitantes. La iglesia estaba limpia, con flores frescas, la custodia con el Santísimo sobre el altar, el sacerdote revestido, con capa pluvial y cantando con ánimo, como un día de gran fiesta. El pueblo asistente eran 3 personas. ¡Aquel hombre estaba de ida! Atiende a las señales. Inocencia no es ignorancia ni puerilidad.

2- Los católicos también se contagiaron del COVID. Lo normal es que te pase lo mismo que a los demás, eres normal. Así, custódiate, porque lo que llevas entre manos es extraordinario. Tesoro en vasos de barro. Cuando toque mascarilla, mascarilla.

3.- Haz caso a las señales. Si huele a quemado, mira a ver si es sólo una tostada o está ardiendo la cocina. Haz caso a los signos, tanto propios como ajenos.

4.- Cuanto antes actúes mejor. Un amigo sacerdote se había enamorado de una chica a la que acompañaba espiritualmente, pero él no terminaba de aceptarlo. Jamás había cruzado ningún límite, pero tampoco cortaba y pedía a otro que se hiciera cargo. El despertar vino cuando una catequista mayor le habló a solas y le dijo “o cortas ahora que no ha pasado nada todavía, o te vas a meter en un gran tormento”. Antes se apaga una chispa que un incendio.

5.- A los incendios no vayas solo ni en bañador. Cuando haya problemas o excesos de actividad, prepárate adecuadamente para actuar eficazmente y que te acompañen tus aliados, humanos y sobrenaturales.

6.- Lo raro es raro y, además, termina mal. Todo lo que te llame la atención que se sale de lo sano, ponlo en cuarentena y no dejes que crezca. Si no te aclaras pide opinión a alguien que te quiera.

7.- El fuego quema y el agua moja. La distancia adecuada con cada persona y situación, te permite estar en el sitio que te hace auténtico, no invadir, ni sobrecargarte, no hacerte daño ni molestar. A la distancia adecuada de la hoguera te calientas bien. La verdadera empatía no se enfanga. 

8.- Recoges lo que siembras. Si es escucha, empatía, elegancia y estilo, cuidado y atención, estupendo. Si recoges lío, desequilibrio o desorden, mira a ver qué semilla siembras. El buen rollito genera malos rollitos.

9.- Si quieres ir a La Coruña, toma la carretera de La Coruña. Toma el camino de tu verdadera vida cada día, y mira los carteles de la carretera que te informan por dónde vas y por qué pueblos pasas. Si no te cuadra, es momento de frenar y recalcular el itinerario.

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Vaticano

“Pétros ení”, la nueva muestra sobre San Pedro en el Vaticano

“Pétros ení”, "Pedro está aquí", es la nueva exposición inmersiva dedicada al apóstol Pedro y a la historia de la mayor basílica cristiana del mundo.

Rome Reports·18 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

La muestra propone un recorrido que combina espiritualidad, arte y tecnología, ofreciendo al visitante una experiencia única donde pasado y presente dialogan.

El itinerario se desarrolla en el interior de las Salas Octogonales de la Basílica de San Pedro, espacios hasta ahora inéditos para el público y restaurados especialmente por los artesanos de la Fabbrica di San Pietro. Situadas en uno de los pilares que sostienen la gran cúpula, estas salas permiten adentrarse en un relato visual y sensorial sobre la figura del primer apóstol y la memoria viva de la Iglesia.


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Vaticano

Ardamos con el ‘fuego’ del amor de Dios, dice el Papa en la Misa y almuerzo con los pobres

El Papa León XIV celebró Misa y almorzó con personas pobres en Albano, recordando que la Iglesia debe ser acogedora y arder con el fuego del amor de Dios.

Redacción Omnes·18 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Cindy Wooden, OSV

Al pasar el día con los pobres, el Papa León XIV oró para que los católicos se aseguren de que sus parroquias sean acogedoras para todas las personas y estén «encendidas» con el amor de Dios.

«Somos la Iglesia del Señor, una Iglesia de pobres, todos valiosos, todos participantes activos, cada uno portador de una palabra única de Dios», dijo el Papa el 17 de agosto al celebrar la Misa en el Santuario de Santa Maria della Rotonda en Albano Laziale con unos 110 clientes y voluntarios de los programas de Cáritas de la Diócesis de Albano, incluidas personas sin hogar y residentes de su refugio para familias.

«No dejemos al Señor fuera de nuestras iglesias, de nuestros hogares ni de nuestras vidas», dijo el Papa en su homilía de la Misa. «Acojámoslo más bien en los pobres, y así haremos las paces incluso con nuestra propia pobreza, esa que tememos y negamos cuando buscamos consuelo y seguridad a toda costa».

Después de la Misa de la mañana, León XIV regresó a Castel Gandolfo, a menos de dos millas de distancia, para dirigir el rezo del Ángelus y luego ofrecer un almuerzo para los clientes de Caritas y algunos de los voluntarios.

Un almuerzo especial

El almuerzo se celebró en el Borgo Laudato Si’, un proyecto de educación y formación en ecología integral iniciado por el Papa Francisco en los jardines de la residencia de verano papal. Camareros con camisa blanca y pantalón negro sirvieron a los invitados una comida que incluyó lasaña de verduras, berenjenas a la parmesana o ternera asada, ensalada de frutas y postres proporcionados por restaurantes locales.

El cardenal Fabio Baggio, director general de Borgo Laudato Si’, dio la bienvenida al Papa y dijo que el almuerzo con los pobres fue una hermosa manera de celebrar los primeros 100 días del Papa León XIV en el cargo y afirmar la enseñanza católica de que «une el cuidado de la creación con el cuidado de cada persona».

León XIV estaba sentado en una mesa redonda situada en la unión de dos mesas largas que formaban una «L», bajo un toldo para proteger a los invitados del sol. Junto a él estaban Rosabal León, un migrante peruano, cuyo esposo y dos hijos estaban sentados cerca; y Gabriella Oliveiro, de 85 años, quien vive sola a las afueras de Roma.

Antes de bendecir los alimentos, el Papa dijo que el ambiente era un recordatorio de la belleza de la creación de Dios, especialmente de la creación de los seres humanos a su imagen y semejanza: «todos nosotros. Cada uno de nosotros representa esta imagen de Dios. Qué importante es recordar siempre que encontramos esta presencia de Dios en cada persona».

Homilía en la Misa

En su homilía durante la misa, el Papa había dicho que ya sea pidiendo ayuda o brindándola, en la Iglesia «cada persona es un don para los demás. Derribemos muros».

El Papa León XIV agradeció a las personas de las comunidades católicas de todo el mundo que «trabajan para facilitar el encuentro entre personas de diferentes orígenes y situaciones económicas, psicológicas o afectivas: solo juntos, solo convirtiéndonos en un solo cuerpo en el que incluso los más frágiles tienen plena dignidad, nos convertimos verdaderamente en el cuerpo de Cristo, la Iglesia de Dios».

El Evangelio del día, Lucas 12, 49-53, comienza con las palabras: «Jesús dijo a sus discípulos: “He venido a traer fuego a la tierra, ¡y cómo quisiera que ya estuviera ardiendo!”».

El fuego del que hablaba Jesús, dijo el Papa, no era «el fuego de las armas, ni el fuego de las palabras que queman a los demás. No. Sino el fuego del amor: un amor que se inclina a servir, que responde a la indiferencia con cuidado y a la arrogancia con dulzura; el fuego de la bondad, que no cuesta como las armas, sino que renueva libremente el mundo».

El precio puede ser «la incomprensión, el ridículo, incluso la persecución, pero no hay paz más grande que tener su llama dentro de nosotros», afirmó el Papa.

El Santuario de Santa Maria della Rotonda está construido en forma circular sobre el emplazamiento de un templo pagano del siglo I. Su forma, según el Papa León XIV, «nos hace sentir acogidos en el seno de Dios».

Desde fuera, la Iglesia, como toda realidad humana, puede parecer rígida. Pero su realidad divina se revela cuando cruzamos su umbral y experimentamos su acogida —dijo el Papa—. Entonces nuestra pobreza, nuestra vulnerabilidad y, sobre todo, nuestros fracasos —por los que podemos ser despreciados y juzgados, y a veces nosotros mismos nos despreciamos y juzgamos— son finalmente acogidos por la dulce fuerza de Dios, un amor sin aristas ni condiciones.

«María, la madre de Jesús, es para nosotros signo y anticipo de la maternidad de Dios», dijo. «En ella, nos convertimos en una iglesia maternal, que genera y regenera no por el poder mundano, sino por la virtud de la caridad».

El Papa León XIV oró para que los católicos permitieran que el fuego de Jesús quemara «los prejuicios, las cautelas y los miedos que todavía marginan a quienes llevan la pobreza de Cristo escrita en sus vidas».

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Cine

Un banquero en la Guerra Fría

La miniserie sigue la vida y asesinato de Alfred Herrhausen, banquero visionario clave en el deshielo entre la URSS y Occidente. En un contexto de tensión y espionaje, muestra cómo su política incómoda a muchos y desencadena su trágico final.

Pablo Úrbez·18 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Serie

Dirección: Pia Strietmann
Reparto: Oliver Masucci, Julia Koschitz
Plataforma: Filmin
País: Alemania, 2023

Herrhausen: el banquero y la bomba – Filmin: Alfred Herrhausen, presidente del consejo de administración del Deutsche Bank, fue asesinado en noviembre de 1989. Nunca se identificó a los autores del crimen, si bien se atribuyó a la Fracción del Ejército Rojo, una organización de extrema izquierda que, en los años previos, había asesinado a otros empresarios alemanes. Herrhausen resultó una figura clave para el deshielo del telón de acero y la caída del Muro de Berlín. Su política económica apostó por condonar la deuda de los países en vías de desarrollo y fomentar en la banca una mayor responsabilidad social, lo cual resultó duramente criticado por el sector capitalista. Sin embargo, estas medidas atrajeron la atención de Gorbachov, quien vio en Herrhausen a una persona de confianza para paliar la bancarrota de la Unión Soviética.

Esta miniserie de cinco episodios relata frenéticamente los acontecimientos que convirtieron a Herrhausen en un personaje clave de la Historia europea a lo largo de 1989. Frente a los archiconocidos hechos que provocaron la caída del Muro de Berlín, el espectador asiste a la intrahistoria, a numerosos actos aparentemente inocuos, pero que paulatinamente generaron un clima propicio para que Gorbachov y Occidente alcanzasen un acuerdo que superase la división. Herrhausen es retratado como un personaje carismático, un visionario, enfrentado a su consejo de administración y a la oposición política occidental. 

Continuamente desfilan por la pantalla personajes secundarios sumamente conocidos, como el presidente de Alemania Helmut Kohl, el exsecretario de la CIA Henry Kissinger y los directivos del Deutsche Bank. Además, se captura muy bien el ambiente de la Guerra Fría en lo que respecta al espionaje y la desconfianza. Refleja asimismo qué motivos provocaron el asesinato de Herrhausen. Si bien detonó la bomba un grupo muy reducido, son muchos quienes alentaron y celebraron este hecho. Así, ante la imposibilidad de saber con exactitud quién provocó la explosión, la miniserie elabora sus respuestas, satisfactorias y verosímiles. Los personajes no están desarrollados con meticulosidad, y apenas hay un respiro para su evolución dramática, pues parece que importa más la acumulación de acontecimientos. Sin embargo, sí se recrea plausiblemente el ritmo frenético de 1989.

El autorPablo Úrbez

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La audacia de los obispos africanos frente a la poligamia

Los obispos africanos han afrontado con valentía el desafío de la poligamia, ofreciendo un ejemplo muy positivo a los países occidentales.

17 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Los obispos africanos se reunieron en Kigali para celebrar la XX Asamblea Plenaria del Sínodo de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM). Al terminar presentaron un borrador titulado “Los desafíos pastorales de la poligamia”, que constituye un importante análisis de la realidad cultural y legal en su continente.

Este documento, de 29 páginas, no evade el tema: reconoce que la poligamia sigue vigente como una práctica cultural profundamente arraigada y socialmente organizada, y que no puede ni debe ignorarse. A pesar de ser una costumbre muy establecida, los prelados africanos proponen no renunciar a la enseñanza doctrinal, que reafirma la monogamia como ideal cristiano.

Sin embargo, los obispos son conscientes de que para muchas personas la monogamia es una exigencia ética difícil de alcanzar a corto plazo, por lo que plantean un acompañamiento pastoral sincero con quienes viven en uniones polígamas, tanto entre católicos ya bautizados como entre los que buscan acercarse a la fe.

La valentía de estos obispos radica en no ceder a presiones culturales ni escurrirse en relativismos. No buscan adaptarse a prácticas tradicionales, sino iluminar desde el Evangelio cuestiones muy delicadas: “¿Cómo acoger pastoralmente a quienes ya están en uniones polígamas?”, “¿cómo promover la fidelidad cristiana sin alienar a las personas?”.

En contraste con las propuestas de algunos obispos occidentales, que afirman que la moral debe cambiar por unos supuestos avances en torno a la idea de familia (divorciados vueltos a casar, parejas homosexuales, etc), los obispos africanos proponen que el hombre polígamo pueda dar un paso hacia la monogamia mediante la “elección” de la primera o de la esposa favorita. Con ella se afirmaría o se constituiría un vínculo sacramental. Al mismo tiempo, se subraya que esta elección no disuelve las exigencias de justicia y cuidado hacia las demás esposas ni hacia los hijos nacidos de esas uniones.

En caso de que no se esté dispuesto a dar ese paso, la segunda solución que dan consiste en reconocer al polígamo como un “catecúmeno permanente”, es decir, un fiel que está desarrollando un camino catecumenal que no desemboca directamente en el bautismo, sino que concede un documento oficial que lo reconoce como candidato a este sacramento, aunque de momento no puede acceder a los sacramentos debido a los vínculos matrimoniales previos. Esta fórmula permitiría que la familia polígama bautice a sus hijos, participe en la vida comunitaria y dé testimonio cristiano, aun sin llegar a la plena comunión sacramental.

Personalmente, admiro profundamente la valentía de los obispos africanos y su coherencia con el magisterio de la Iglesia: no abandonan ni la verdad ni a las personas, mantienen firme la doctrina y abren espacios de crecimiento y esperanza. Nos enseñan que la Iglesia no renuncia a su misión de exhortar a todos los hombres a la conversión, ni se encierra exclusivamente solamente en normas, sino que sale al encuentro, sana, instruye y acompaña. En este testimonio reside hoy la fuerza profética de África en la Iglesia universal.

El autorJavier García Herrería

Redactor de Omnes. Anteriormente ha sido colaborador en diversos medios y profesor de Filosofía de Bachillerato durante 18 años.

Libros

San Josemaría y la liturgia

El estudio de Juan José Silvestre demuestra que san Josemaría Escrivá fue un pionero del movimiento litúrgico del siglo XX, destacando su vivencia y enseñanza profunda de la liturgia. La obra subraya cómo transmitió ese amor litúrgico especialmente a los miembros del Opus Dei, con fidelidad al magisterio y al Concilio Vaticano II.

José Carlos Martín de la Hoz·17 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

La lectura atenta del magnífico trabajo del profesor Juan José Silvestre (Alcoy, Alicante, 1973), doctor en Sagrada Liturgia por el Instituto Anselmiano de Roma, Consultor del Dicasterio para el culto divino y la disciplina de los Sacramentos y profesor de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, acerca del sentido de la liturgia en la predicación y escritos de san Josemaría Escrivá de Balaguer, se me ha antojado la imagen de un profesor sabio en su materia que busca gozoso en sus raíces para poder regenerar la ciencia que vive y estudia desde sus orígenes.

En la gran reforma teológica que llevó a cabo la Escuela de Salamanca y que influyó notablemente en el Concilio de Trento y en la gran reforma de la Iglesia tanto en Europa como en América en el siglo XVI, indudablemente influyó uno de sus principios fundamentales: “ad fontes”. Es decir, volver a las fuentes, a la revelación oral y escrita de Jesucristo, trasmitida, conservada y profundizada por el magisterio de la iglesia y por la gran tradición de la teología y el derecho canónico de hombres santos y profundos que habían sido capaces de vivir, estudiar y trasmitir el tesoro de la revelación cristiana durante su tiempo y en sus vidas.

El movimiento litúrgico

Precisamente, el profesor Silvestre comenzará su trabajo planteándose la pregunta clave para un liturgista del siglo XXI: si san Josemaría pertenecía al gran movimiento litúrgico que de manera decidida desde 1904 con san Pío X se fue extendiendo por la iglesia universal hasta confluir en el Concilio Vaticano II y que quedó plasmada en el primer gran documento del Concilio que fue la Constitución dogmática “Sacrosantum Concilium”. 

Precisamente san Juan Pablo II publicaba una Carta apostólica con motivo del 40 aniversario de la Constitución citada donde nos decía: “La promulgación de la constitución ‘Sacrosanctum Concilium’ ha marcado, en la vida de la Iglesia, una etapa de fundamental importancia para la promoción y el desarrollo de la liturgia. La Iglesia, que, animada por el soplo del Espíritu Santo, vive su misión de ‘sacramento, o signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano’ (Lumen gentium, n. 1), encuentra en la liturgia la expresión más alta de su realidad mistérica” (Carta Apostólica “Spiritus et sponsa” Roma 4.XII.2003, n.16). 

El profesor Silvestre, por tanto, estudiará todos los documentos del magisterio de la Iglesia durante el siglo XX para rastrear el nacimiento del movimiento litúrgico y sus intuiciones, así como las doctrinas de los grandes liturgistas del siglo XX, sus monografías, artículos y comunicaciones de Congresos, etc, y, finalmente, buceará en las obras de san Josemaría para poder concluir que efectivamente san Josemaría fue un verdadero pionero de ese movimiento litúrgico (29, 38).

Recuerdo una conversación con el gran historiador del movimiento litúrgico y de la liturgia, el padre Manuel Garrido OSB (1925-2013) que fue miembro del Tribunal de la fase diocesana del proceso de beatificación y canonización de san Josemaría Escrivá de Balaguer en Madrid, quien contaba cómo para él la más importante de las aportaciones de san Josemaría al movimiento litúrgico era cómo había formado a los fieles del Opus Dei y cooperadores y amigos en el modo de amar y vivir la liturgia.

La liturgia y san Josemaría

Precisamente, el trabajo del profesor Juan José Silvestre, expondrá detalladamente el modo en que san Josemaría vivía la Liturgia de la Iglesia y cómo lo enseñó a vivir con su ejemplo y su palabra a personas de toda clase y condición y, especialmente, a los sacerdotes de la Prelatura del Opus Dei y de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, como se puede observar simplemente al verles celebrar la santa Misa, impartir la bendición en una ceremonia o repartir la comunión.

Como siempre, hemos de resaltar que el profesor Silvestre vive con naturalidad un gran rigor histórico en las obras que ha publicado y sabe siempre enmarcar sus trabajos en las coordenadas históricas, pues de ese modo su argumentación teológica y canónica tiene mucha más solidez.

Asimismo, hemos de resaltar que el profesor Silvestre sabe razonar teológicamente las cuestiones que trata y, por tanto, se trata de un liturgista tratable con quien se puede dialogar pues con otros es muy difícil que lleguen a escuchar la argumentación de alguien que tenga un criterio distinto al suyo, lo cual sucede simplemente por falta de solidez intelectual.

Principales aportaciones

Respecto a las aportaciones del profesor Silvestre en este trabajo, nos parece importante el desarrollo que hace san Josemaría y que es estudiado por nuestro autor acerca del concepto de “identificación con Cristo del sacerdote” tanto a la hora de la celebración de la santa Misa, “in persona Christi”, como habitualmente a lo largo de la jornada, como solía pedir san Josemaría a los sacerdotes: “tener los mismos sentimientos que Cristo en la Cruz” (188).

En esa línea parece importante y revelador desde el punto de vista litúrgico la anécdota sucedida el 7 de agosto de 1931 en el Patronato de enfermos, cuando san Josemaría recibió una locución divina en su interior con aquellas palabras del evangelio de san Juan: “Cuando sea levantado sobre lo alto todo lo atraeré hacia mí” (Io 12, 32), y pudo ver hecho realidad la santificación de las tareas temporales (174, 178).

Asimismo, conviene recoger unas palabras del profesor Silvestre acerca de cómo san Josemaría aplicó en los centros del Opus Dei las medidas que tomaron los romanos pontífices y en cada diócesis los ordinarios para vivir con fidelidad lo dispuesto en el Concilio Vaticano II. A la vez, nuestro autor no deja de recordar “el dolor que sufrió san Josemaría ante los abusos y deformaciones que sufrió la liturgia en los años que siguieron al Concilio Vaticano II” (212).

Es muy aleccionador y formativo recomendar a los lectores de este trabajo que se detengan en la lectura de la última parte del trabajo del profesor Silvestre, donde se recogen muchos textos de san Josemaría dispersos en sus obras escritas y en su predicación oral acerca de cómo vivir con “pasión de amor” las partes de la misa aprovechando la hondura que encierran las propias rúbricas de la santa Misa y la historia de la Misa: “encuentros de amor entre Cristo y su Iglesia” lo denomina el profesor Silvestre (249).

San Josemaría y la liturgia

Autor: Juan José Silvestre
Editorial: Rialp
Número de páginas: 299

Vaticano

Análisis: tras 100 días de papado, León XIV se arraiga en San Agustín, la reflexión y la unidad

A los 100 días de su pontificado, el Papa León XIV se perfila como un líder sereno, observador y de estilo agustiniano, que apuesta por la unidad, el diálogo y la confianza en el oficio papal.

OSV / Omnes·16 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

Por Maria Wiering, OSV News

Mientras el calendario marca los 100 días del papado del Papa León XIV el 16 de agosto, los expertos están analizando sus palabras y acciones con la esperanza de identificar su estilo de liderazgo, sus prioridades y su visión para el futuro de la iglesia.

Pero, a diferencia del Papa Francisco, cuyas novedosas decisiones sobre domicilio y vestimenta, junto con llamadas telefónicas sorpresivas, salidas y comentarios a periodistas, marcaron sus primeros meses de 2013, el papado del Papa León ha sido más tranquilo, marcado por su postura reflexiva y observadora, dijeron académicos a OSV News.

La historiadora Joëlle Rollo-Koster, editora de «The Cambridge History of the Papacy», un conjunto de tres volúmenes publicado este verano por Cambridge University Press, ve al Papa León, de 69 años, usando sus primeros meses como un período de recepción, observación y prueba.

«Ha estado tranquilo y es menos ‘ruidoso’ que Francisco», dijo Rollo-Koster, quien enseña en la Universidad de Rhode Island y es autor de varios libros sobre el papado.

«Es menos argentino y más peruano… en su comportamiento: tranquilo, reflexivo», añadió, haciendo referencia a las décadas que el Papa León, nacido en Estados Unidos, dedicó al ministerio sacerdotal y episcopal en el país costero sudamericano. «Es inteligente. Lo observa todo. Habla con todos. Y luego lo veremos manifestar su verdadera personalidad».

Buscando la unidad

Sin embargo, desde su elección el 8 de mayo, el Papa León se ha posicionado como una figura de unidad y paz, y un defensor de la humanidad en medio de los rápidos cambios tecnológicos.

Mencionó la inteligencia artificial por primera vez en una audiencia con cardenales el 10 de mayo, dos días después de su elección como Papa. Al explicar la inspiración para su nombre, les explicó que el Papa León XIII, en la encíclica «Rerum Novarum» de 1891, abordó los desafíos de la Revolución Industrial. «En nuestros días, la Iglesia ofrece a todos el tesoro de su doctrina social en respuesta a otra revolución industrial y a los avances en el campo de la inteligencia artificial, que plantean nuevos desafíos para la defensa de la dignidad humana, la justicia y el trabajo», afirmó.

El 12 de mayo, reiteró esa preocupación en su primera audiencia con periodistas, diciendo que la IA tiene un «inmenso potencial» pero «sin embargo requiere responsabilidad y discernimiento para garantizar que pueda usarse para el bien de todos, para que pueda beneficiar a toda la humanidad».

Llamamientos a la paz

Mientras tanto, ha llamado la atención sobre las crisis internacionales y ha expresado especialmente su preocupación por la guerra de Rusia en Ucrania y la guerra de Israel contra Hamás en la Franja de Gaza. En declaraciones a la prensa el 13 de agosto, describió los esfuerzos de la Santa Sede como «diplomacia blanda», siempre invitando, alentando la búsqueda de la no violencia mediante el diálogo y la búsqueda de soluciones, porque estos problemas no se pueden resolver con la guerra».

John Cavadini, director del Instituto McGrath para la Vida de la Iglesia y profesor de teología en la Universidad de Notre Dame, dijo que el Papa León se ha presentado como un «líder en quien se puede tener confianza».

Su uso de símbolos tradicionales del papado, como usar la capa papal conocida como «mozzetta» cuando apareció por primera vez como Papa, establecer su residencia en los apartamentos papales y buscar un respiro de verano en Castel Gandolfo, indica el objetivo del Papa León de ser «un líder debido a su cargo y no tanto por su carisma personal», dijo Cavadini.

«Creo que eso inspira confianza a la gente, y creo que su propósito es infundirla; confianza no solo en sí mismo, sino también en el cargo que ocupa, al que obviamente tiene gran respeto», añadió. «Quiere ser una interpretación del oficio papal que sea creíble para todos».

Aunque algunos observadores papales han sugerido que los primeros meses de este pontificado han proporcionado poco material para la evaluación, Cavadini dijo que el Papa León parece en cambio ser «un hombre muy circunspecto» que ejerce la prudencia y respeta su papel como representante de algo más grande que él mismo.

«No quiere que una preferencia personal defina rápidamente el cargo», dijo.

Estadounidense y peruano

Los estadounidenses, en particular, buscan señales de orgullo o afinidad nacional en el primer papa nacido en Estados Unidos. Un ferviente aficionado de los Chicago White Sox, el Papa León ha firmado al menos una pelota de béisbol, ha recibido una pizza de masa gruesa y ha recibido recuerdos deportivos de su Chicago natal, incluso de manos del vicepresidente estadounidense J.D. Vance.

Cavadini dice que ve al Papa León transmitiendo un sentido tradicionalmente estadounidense de responsabilidad de cuidar a los oprimidos, «de ayudar a la gente que necesita ayuda».

«Creo que eso está muy arraigado en la mentalidad estadounidense, y creo que él quiere asegurarse de que se le perciba así, a diferencia de cualquier ambición política que pueda asociarse con cualquiera de los dos partidos», dijo. «Sé que no siempre hemos estado a la altura como estadounidenses y, en cierto modo, forma parte de una mitología; pero, por otro lado, creo que es simplemente una profunda aspiración de los estadounidenses de ser útiles».

Rollo-Koster afirmó que percibe un carácter internacional en el papado del Papa León XIII, marcado por sus años de residencia en Perú y Roma, y sus viajes por todo el mundo mientras se desempeñaba como prior general de los Agustinos. Señaló que parte de la «americanidad» que se le atribuye, como su afinidad con los equipos deportivos, parece forzada.

Unidad con Francisco

También lo han hecho los esfuerzos por distanciarlo del papa Francisco, ya que el papa León ha tomado decisiones diferentes sobre cómo «desempeñar» su función, afirmó. Si bien ambos difieren en personalidades, el papa León ha demostrado continuidad con los objetivos clave del papa Francisco, incluyendo la promoción de la ecología integral, que el papa León destacó con el nuevo formulario de la misa «por el cuidado de la creación», que celebró por primera vez el 9 de julio.

«Sigue los pasos de Francisco: cuidado de la espiritualidad, cuidado de los pobres, cuidado de los marginados, cuidado de la clase trabajadora, cuidado de la medicina», dijo. Algunas de sus decisiones podrían ser contrapesos intencionales a las acciones opuestas de la administración Trump, señaló.

El Papa León, sin embargo, ha dejado clara su visión agustiniana del mundo, impregnada de los escritos y la visión de San Agustín, el renombrado teólogo y filósofo que fue obispo en el norte de África durante el siglo V, y cuyo pensamiento dio forma a la fundación de la Orden Agustiniana en 1244. El Papa León, que entró en la orden después de la universidad en 1977 y sirvió 12 años como su líder internacional, cita con frecuencia a San Agustín en sus homilías y discursos públicos.

El 8 de mayo, desde el balcón de San Pedro, el Papa León se describió a sí mismo como un «hijo de San Agustín», y sus primeros meses como Papa han subrayado esa identidad, dijo el padre agustino Kevin DePrinzio, vicepresidente de misión y ministerio de la Universidad de Villanova.

Estilo de liderazgo

«Su estilo de liderazgo es agustiniano. Es ‘para’ y ‘con’. Es como decir: ‘Estoy contigo en esto'», dijo el padre DePrinzio. «Creo que es una espiritualidad muy accesible que cautivará a la gente. Se caracteriza por la hospitalidad, la amistad… el corazón inquieto, ya sabes, el corazón ardiente, y es algo profundamente humano».

A nivel personal, el padre DePrinzio afirmó que ve al Papa León como una persona introvertida, a quien se le ha concedido la gracia de actuar como extrovertido para satisfacer las necesidades de su nuevo rol. El sacerdote conoció al futuro Papa León durante su formación con los Agustinos a finales de la década de 1990, y sus caminos se han seguido cruzando. El año pasado, el padre DePrinzio encabezó una peregrinación de estudiantes de Villanova a Roma y la Ciudad del Vaticano, donde el entonces cardenal Robert Prevost celebró una misa para ellos en la cripta de la Basílica de San Pedro. Una foto, ampliamente difundida, muestra al grupo posando con el gesto de la «V» por Villanova, el alma máter del Papa León.

El primer biógrafo de San Agustín lo describió como un mediador, y el padre DePrinzio ve al Papa León asumiendo un papel similar.

«Este mundo necesita saber dialogar, así que creo que él será un ejemplo», dijo. «Será difícil definirlo ideológicamente. Si la gente busca eso, creo que se sentirá muy confundida y no podrá hacerlo».

En cambio, es probable que el Papa León vuelva continuamente a un tema que enfatizó en su Misa inaugural: la unidad.

«Para un agustino, la unidad no es uniformidad, donde todos se parecen», dijo el padre DePrinzio. «Será interesante ver cómo se desarrolla todo. Pero creo que definitivamente está a la altura».

Añadió: «Creo que es realmente lo que necesitamos».

El autorOSV / Omnes

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Vaticano

100 días de Papa León XIV: entre la escucha, la tradición y los primeros gestos

El Papa León XIV fue elegido el 8 de mayo, por lo que el 16 de agosto marcan los 100 días desde que salió al balcón de la basílica de San Pedro como nuevo Papa. El 14 de septiembre celebrará su 70.º cumpleaños.

Javier García Herrería·16 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Lejos de actuar con rapidez ejecutiva, el Papa ha preferido dedicar sus primeros meses a escuchar. Apenas elegido, convocó una reunión plenaria con el Colegio Cardenalicio y encuentros personales con los responsables de los dicasterios vaticanos. Confirmó temporalmente a los actuales jefes de la curia y reservó para septiembre y octubre los primeros nombramientos clave, entre ellos el de su sucesor al frente del Dicasterio para los Obispos.

Aún no ha confirmado dónde vivirá, aunque todo apunta a que volverá al apartamento papal del Palacio Apostólico, ahora en remodelación.

León XIV ha recuperado la vestimenta papal clásica y ha pasado el verano en Castel Gandolfo, marcando un cambio de estilo respecto a su predecesor.

Prioridades pastorales

En sus primeras intervenciones, el Papa ha subrayado seis ejes de su ministerio: el primado de Cristo en la predicación, la conversión misionera, el crecimiento en sinodalidad, el valor del sensus fidei del pueblo de Dios, el cuidado de los débiles y el diálogo valiente con el mundo actual. “Queremos ser una Iglesia que camina, que busca la paz y la caridad, especialmente junto a quienes sufren”, dijo en su primer saludo.

Contacto cercano con los fieles

Semana tras semana, León XIV se ha mostrado cada vez más cómodo en contacto directo con la multitud, que en los primeros meses está acudiendo en gran número a las audiencias y ángelus. En el reciente Jubileo de la Juventud y en el encuentro con misioneros digitales demostró su cercanía con los jóvenes.

Agustino de formación y convicción, el Papa se presenta como “hijo de san Agustín” y cita con frecuencia tanto a este Doctor de la Iglesia como a otros Padres en sus homilías y catequesis. Esta insistencia refuerza su intención de anclar la acción pastoral en una tradición viva y orientada hacia Cristo.

Lo que viene

Tras esta etapa inicial, el pontificado de León XIV encara decisiones de peso: nombramientos curiales, gestión de casos delicados y definición de su equipo de gobierno. El otoño mostrará hasta qué punto su estilo de escucha, moderación y firmeza se traducirá en acciones concretas.

Por ahora, sus primeros 100 días han dibujado el retrato de un pastor reflexivo, profundamente cristocéntrico, que quiere combinar la herencia de sus predecesores con gestos propios. Un Papa que, más que imponer, busca conducir a la Iglesia desde el diálogo y el ejemplo. Sin duda, el principal mérito que parece reconocerse con unanimidad es el enorme apaciguamiento de las tensiones y polarizaciones intraeclesiales.

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Vocaciones

San Tarsicio, un santo determinante para las vocaciones

Hoy, 15 de agosto, la Iglesia recuerda a San Tarsicio, joven mártir y patrón de los monaguillos, cuya fiesta queda eclipsada por la solemnidad de la Asunción.

Javier García Herrería·15 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Hoy la Iglesia celebra la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, pero en el calendario también figura otro nombre: San Tarsicio, joven mártir romano y patrón de los monaguillos. Su memoria, sin embargo, pasa casi inadvertida debido a la coincidencia con una de las fiestas marianas más importantes del año.

Un joven que dio la vida por la Eucaristía

La historia de San Tarsicio se remonta al siglo III, en tiempos de las persecuciones contra los cristianos en Roma. Siendo todavía un muchacho y acólito, se le confió llevar la Eucaristía a los presos condenados por su fe. En el camino, un grupo lo interceptó y, al descubrir que protegía algo sagrado, intentó arrebatarle el portaviático. Tarsicio resistió con todas sus fuerzas para evitar que las Sagradas Formas fueran profanadas, y esa defensa le costó la vida.

Hace dos años apareció una novela que cuenta la vida del santo bajo el título Tarsicio y los leones. Se trata de una de esas historias presentadas como lectura para niños, pero que en realidad están pensadas para ser disfrutadas por los más grandes. El autor, Ramón Díaz, nos presenta a Tarsicio como un chico normal, divertido y piadoso, que disfruta con sus amigos y lucha por perdonar a los compañeros paganos que se burlan de su fe. Un cristiano que vive sin complejos en medio de un ambiente hostil, donde recibir la Eucaristía implica asumir un riesgo.

Patrón de los monaguillos, el semillero de vocaciones

Por su fidelidad y su servicio cercano al altar, San Tarsicio fue proclamado patrón de los monaguillos. Su ejemplo muestra que ayudar en la misa no es una tarea menor, sino un servicio a Dios y a la comunidad. La imagen del joven que guarda con celo el tesoro de la Eucaristía inspira a niños y adolescentes que, desde el presbiterio, viven de cerca la liturgia.

Más allá de su papel en la misa, ser monaguillo es una auténtica “cantera” de vocaciones sacerdotales. Un estudio reciente del Centro de Investigación Aplicada al Apostolado (CARA), en colaboración con los obispos de Estados Unidos, revela que el 73% de los 405 varones que se prevé serán ordenados sacerdotes en 2025 habían sido monaguillos en su infancia.

Estos datos confirman una tendencia que la Iglesia conoce desde hace siglos: el contacto cercano con la liturgia y el servicio en el altar ayuda a que germinen las vocaciones. La Iglesia se juega mucho en el cuidado de las escuelas de monaguillos en las parroquias, porque allí no solo se enseña a servir en el altar, sino que se forma el corazón y la fe de los más jóvenes. Este espacio de acompañamiento y amistad con el sacerdote y con otros chicos crea un vínculo vivo con la liturgia, despierta el amor por la Eucaristía y, como demuestran los datos, puede ser el germen de numerosas vocaciones sacerdotales. Descuidarlo sería perder una oportunidad privilegiada de sembrar futuro en la Iglesia.

Aunque la Asunción de María acapara hoy la atención litúrgica, el ejemplo de San Tarsicio sigue vivo. Su vida recuerda que la entrega y el servicio, incluso en la juventud, pueden tener un valor muy importante.

Cultura

Científicos católicos: Olga García Riquelme, investigadora y profesora

El 15 de agosto de 2012 fallecía Olga García Riquelme, investigadora y profesora en el Instituto de Óptica del CSIC. Esta serie de biografías breves de científicos católicos se publica gracias a la colaboración de la Sociedad de Científicos Católicos de España.

Ignacio del Villar·15 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Olga García Riquelme (1920-2012) fue una destacada científica española reconocida por su contribución pionera en el campo de la física y la investigación de espectros atómicos. Nacida en Santa Cruz de Tenerife, se destacó como una brillante doctora en Ciencias y profesora en el Instituto de Óptica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con el apoyo Otero Navascués, director del Insituto de Óptica.

Su trayectoria estuvo marcada por su dedicación a la obtención y análisis de espectros atómicos de interés astrofísico, así como por su trabajo en cálculos teóricos de configuraciones atómicas. García Riquelme amplió sus estudios en el Instituto de Física de la Universidad de Lund en Suecia y en el Centre National de la Recherche Scientifique de Bellevue en Francia. Parte de su prestigio científico se debió también a su colaboración con renombrados organismos extranjeros como el National Bureau of Standards de Estados Unidos, el Observatorio de Meudon de Francia y el Laboratorio de Espectroscopia de la Comisión de Energía Nuclear de Israel en Soreq. En estos lugares, estudió exhaustivamente los espectros atómicos y sus configuraciones electrónicas, aportando significativamente al conocimiento de elementos como el manganeso (Mn y Mn III), níquel (Ni III y Ni IV), vanadio II y tungsteno IV.

García Riquelme destacaba como una figura relevante en un entorno científico mayoritariamente dominado por hombres. Ella admitía pertenecer a una familia católica de toda la vida, aunque reconocía que la visibilidad del catolicismo en los ambientes científicos es escasa: “son temas de los que no se hablan. Por otro lado, consideraba que la Iglesia no es un problema para el desarrollo científico en absoluto y que ciencia y fe son perfectamente compatibles.

Olga García Riquelme falleció a los 92 años en su ciudad natal, Santa Cruz de Tenerife, dejando un impacto perdurable en la comunidad científica y un ejemplo inspirador para las generaciones venideras.

El autorIgnacio del Villar

Universidad Pública de Navarra.

Sociedad de Científicos católicos de España

Mundo

Los obispos alemanes divididos por la bendición para personas del mismo sexo

La Iglesia católica en Alemania ha publicado un folleto que propone bendecir a parejas del mismo sexo, o divorciadas vueltas a casar. El documento permite celebraciones con música, lecturas y oraciones.

OSV / Omnes·14 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

Por Jonathan Luxmoore, OSV

Un portavoz católico alemán ha defendido el enfoque de su iglesia para bendecir a las parejas del mismo sexo, a pesar de la evidencia de un profundo desacuerdo entre los obispos del país.

«Los miembros de la Conferencia Episcopal Alemana y el Comité Central de Católicos Alemanes han adoptado una guía para agentes pastorales sobre la bendición de parejas no casadas por la Iglesia; han recomendado a los obispos diocesanos que procedan de acuerdo con su espíritu», explicó Matthias Kopp, portavoz de los obispos alemanes.

Este documento establece que la Iglesia reconoce y ofrece apoyo a las parejas unidas por el amor. Por lo tanto, debe fortalecerse la práctica de acompañar con una bendición a las parejas divorciadas y vueltas a casar, así como a las parejas de todas las identidades de género y orientaciones sexuales, y a las parejas que no desean o no pueden recibir el sacramento del matrimonio.

El portavoz estaba reaccionando a una encuesta del 6 de agosto realizada por la agencia de noticias en línea Katholisch, con sede en Bonn, que mostró que menos de la mitad de las 27 diócesis católicas de Alemania habían aprobado y adoptado completamente el nuevo folleto «Bendiciones para parejas que se aman» para pastores.

División entre los obispos

En una entrevista con OSV News, Kopp dijo que se había consultado al Vaticano sobre la guía antes de su publicación el 23 de abril, y agregó que no veía peligro de una división seria sobre el tema de las bendiciones.

Sin embargo, un observador de alto nivel dijo a OSV News que los obispos de Alemania estaban irrevocablemente divididos sobre las bendiciones entre personas del mismo sexo y muchos creían que el nuevo folleto de cuatro páginas violaba las reglas establecidas por el Vaticano.

«Con cada sacerdote y parroquia haciendo ahora lo que considera correcto, no preveo consenso», declaró Gottfried Bohl, editor de noticias de la agencia de noticias católica alemana , KNA. «Quizás sea positivo que existan desacuerdos, ya que permiten a los obispos presentar rostros liberales y conservadores opuestos al mismo tiempo. Pero, de todos modos, a muchos alemanes les interesa poco lo que enseña la Iglesia y no aceptan que el clero les diga qué hacer, especialmente en cuestiones de sexualidad».

El documento, elaborado por una Gemeinsame Konferenz, o conferencia conjunta de obispos y laicos católicos con la aprobación del consejo permanente de la conferencia episcopal, ofrece «directrices prácticas» para bendecir a personas en uniones irregulares.

Fiducia Supplicans

Cita «Fiducia Supplicans», una declaración de diciembre de 2023 del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano, que permitió condicionalmente a los sacerdotes por primera vez bendecir a parejas del mismo sexo «fuera de un marco litúrgico», aunque «sin validar oficialmente su estatus» ni «cambiar de ninguna manera la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el matrimonio».

El documento del Vaticano, subtitulado «Sobre el significado pastoral de las bendiciones», afirmaba que la Iglesia podía extender la gracia de Dios mediante bendiciones a parejas en «situaciones irregulares», especialmente parejas del mismo sexo o cohabitaciones heterosexuales no matrimoniales. También afirmaba la inmoralidad de las relaciones sexuales extramatrimoniales, pero reconocía que las parejas en situaciones irregulares podían beneficiarse espiritualmente de las gracias que las bendiciones podían mediar.

El folleto para pastores alemanes que se publicó en abril señala que, si bien no debe haber «ninguna confusión con la celebración litúrgica del sacramento del matrimonio», las bendiciones entre personas del mismo sexo ahora pueden darse con «mayor espontaneidad y libertad», y pueden incluir «música y canto», así como lecturas bíblicas y de las Sagradas Escrituras.

«Las parejas que no se casan por la iglesia, las divorciadas y vueltas a casar, de todas las orientaciones sexuales e identidades de género, son parte natural de nuestra sociedad. Muchas de estas parejas desearían una bendición para su relación», dice el folleto.

«La Iglesia desea proclamar la dignidad divina de cada persona, tanto con palabras como con obras… Por ello, reconoce y ofrece apoyo a las parejas unidas en el amor, que se tratan con pleno respeto y dignidad, y que están dispuestas a vivir su sexualidad cuidándose a sí mismas y al otro con responsabilidad social a largo plazo», afirma el folleto.

Libertad para seguir las directrices

En su entrevista con OSV News, Kopp dijo que las diócesis católicas de Alemania no estaban obligadas a seguir el folleto y agregó que la conferencia episcopal no tenía datos sobre la «actitud general» de los católicos hacia las bendiciones entre personas del mismo sexo.

Sin embargo, en su encuesta, Katholisch afirmó que las directrices de abril habían sido «recibidas de manera muy diferente» en toda la Iglesia alemana.

Algunas diócesis estaban tomando medidas para implementarlo, informó la agencia, incluidas Dresden-Meissen, Hildesheim, Limburgo y Osnabrück, así como Rottenburg-Stuttgart, que publicó un folleto de 15 páginas con oraciones para «parejas de todas las orientaciones sexuales e identidades de género» que buscan bendiciones «sin importar su estilo de vida o estado civil».

Sin embargo, otras diócesis habían rechazado la ayuda, informó Katholisch, incluidas Augsburgo, Colonia, Eichstätt, Passau y Ratisbona, mientras que varias, incluidas Magdeburgo, Paderborn y Múnich-Freising, aún no habían «llegado a una posición final» sobre las bendiciones.

En una declaración del 22 de julio, la Arquidiócesis de Colonia dijo que las nuevas pautas para la distribución de bendiciones infringían las instrucciones del Vaticano de que las bendiciones deben ser «espontáneas y pasajeras» sin «forma litúrgica».

Mientras tanto, la diócesis de Augsburgo dijo a Katholisch que el folleto se refería explícitamente a «ceremonias de bendición» con lecturas y cantos, incumpliendo así las instrucciones del Vaticano de «evitar un paralelismo con los servicios matrimoniales».

Los católicos representan alrededor del 23,7% de los 84,7 millones de habitantes de Alemania, aunque la membresía y la asistencia a la iglesia han disminuido drásticamente desde 2019, y solo el 6,6% de los católicos asisten actualmente a misa, según datos de la iglesia de julio.

Las bendiciones entre personas del mismo sexo fueron respaldadas por el Comité Central de Católicos Alemanes, dirigido por laicos, en una votación plenaria en noviembre de 2019, y también fueron firmemente apoyadas por el foro reformista Camino Sinodal de la iglesia alemana en su quinta sesión en marzo de 2023.

Controversia internacional

Sin embargo, el tema ha generado división a nivel internacional: algunas conferencias episcopales y diócesis católicas , especialmente en el Sur Global, han rechazado las bendiciones y han criticado la declaración del Vaticano de 2023.

En su entrevista con OSV News, Bohl dijo que creía que la mayoría de los obispos estaban preocupados por responder positivamente a la presión liberal y pro reforma entre los católicos alemanes, muchos de los cuales esperaban una respuesta del Vaticano a las últimas medidas de la iglesia sobre las bendiciones entre personas del mismo sexo.

«Mucha gente ha perdido la confianza en la Iglesia debido a la crisis de abusos sexuales, y sus líderes deben tener cuidado de no perder más credibilidad ante la sociedad altamente secularizada de hoy», dijo el editor de noticias de KNA a OSV News.

«El nuevo Papa conoce bien la situación, pues ha participado en numerosas conversaciones recientes con obispos alemanes. Pero, por ahora, aún desconocemos cómo piensa gestionar las peticiones de reforma de conferencias episcopales como la nuestra», afirmó.

El autorOSV / Omnes

«No imponer más cargas de las necesarias» (Hechos, 15, 28-29)

"No imponer cargas innecesarias" (Hch 15, 28-29) refleja la libertad cristiana, guiada por el amor y no por normas rígidas. Como enseñan Jesús, Pablo y el Prelado del Opus Dei, la fe auténtica es respuesta libre y gozosa a su pregunta: "¿Me amas?" (Jn 21,17).*

14 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

«No imponer más cargas de las necesarias» (Hch, 15, 28-29). Me encontré hace unos días, releyendo Hechos de los Apóstoles, con estas palabras del primer Concilio de la Iglesia y, aunque leídas muchas veces, me impresionaron de modo particular.

Están dichas en el contexto de la polémica entre los primeros cristianos judaizantes y los primeros cristianos venidos de la gentilidad. Se trató de un conflicto grave que la Iglesia, en sus primeros pasos, hubo de afrontar y nos enseña cómo el Espíritu Santo condujo a los apóstoles a tomar una decisión que resultó decisiva para aclarar la naturaleza de la salvación en Cristo y el posterior avance del Evangelio en todo el mundo.

Las palabras del Concilio de Jerusalén siguen la estela de aquellas pronunciadas por Jesús a los fariseos: «Imponen cargas pesadas y difíciles de llevar…» (Mt 23, 4). San Pablo enseñará a sus fieles de Corinto, en el contexto de las carnes sacrificadas a los ídolos, que actúen con libertad, procurando solamente que esa libertad no se convierta en ocasión de caída para los poco formados (Co 8, 9). Es decir, que solo el amor fraterno sea norma suprema de la libertad cristiana.

Aletea en todas las páginas del Nuevo Testamento ese espíritu de libertad: ¡no imponer cargas innecesarias!   a lo que, a veces, somos tan propensos.

El prelado del Opus Dei, en una carta del 9 de enero de 2018, sobre la libertad cristiana, insiste en la profunda relación existente entre el amor a Dios y la libertad. Toda la vida cristiana es una respuesta libre a la pregunta que Jesús nos dirige personalmente: «¿Me amas?» (Jn 21,17).

«La vida cristiana – dice el Prelado – es una respuesta libre, llena de iniciativa y de disponibilidad, a esa pregunta del Señor» (n. 5).

No podemos perder nunca ese espíritu profundo de libertad y de responsabilidad personal genuinamente cristianos.  A veces, no se sabe porqué, tendemos a atarnos o a atar a otros a normas u obligaciones que no son necesarias y que pueden oscurecer la alegría y la agilidad para la carrera que nos aguarda (cf. Heb 12, 1). «En la formación cristiana es también importante evitar – continua el Prelado – que un excesivo afán de seguridad o de protección encoja el alma, nos empequeñezca (n.12). En fin, toda la carta no tiene desperdicio e invito a leerla o releerla de nuevo porque será siempre con mucho provecho. Así me lo parece. 

El autorCelso Morga

Arzobispo emérito de la diócesis de Mérida Badajoz

Evangelio

La valentía de anunciar la verdad. Domingo XX del tiempo ordinario (C)

Joseph Evans nos comenta las lecturas del domingo XX del tiempo ordinario (C) correspondiente al día 17 de agosto de 2025.

Joseph Evans·14 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

La primera lectura de hoy nos presenta al profeta Jeremías metido hasta la cintura en el barro tras haber sido arrojado a un pozo sin agua: “Jeremías se hundió en el lodo del fondo, pues el aljibe no tenía agua”. ¿Qué había hecho para merecer esto? A menudo se describe al pobre Jeremías como el profeta que se queja y, en su defensa: tenía mucho de qué quejarse. Tenía una misión muy dura: advertir a Israel que se arrepintiera, pues de lo contrario sería invadido por los babilonios, la gran potencia de la época, y Jerusalén sería destruida. Sin embargo, el pueblo se negó a escucharle, la invasión se produjo y Jerusalén quedó reducida a escombros.

Jeremías no era perfecto y tenía algunas rabietas, pero cumplió fielmente su misión. Dijo lo que Dios le dijo, advirtió al pueblo. Pero fue víctima de lo que suele suceder a los que dicen la verdad, y que de hecho también le sucedió a Nuestro Señor Jesús: sus palabras fueron tergiversadas. En lugar de escucharle y tomarse a pecho su advertencia, la gente prefirió tergiversar lo que decía precisamente para no convertirse. Un hombre, una mujer, que sigue las leyes de Dios y dice lo que Dios quiere que diga, provocará necesariamente una reacción hostil, porque el diablo se encargará de suscitar oposición.

El Evangelio nos habla del celo de Cristo por salvar almas, un celo que debemos compartir. También nosotros debemos arder en el amor de Dios. Pero Jesús nos advierte que esto provocará resistencias, e incluso divisiones en las familias. Jesús es el Príncipe de la Paz, pero Satanás es precisamente el Adversario (que es lo que significa la palabra “Satanás”). No es Jesús quien provoca la división sino aquellos que, movidos por el diablo, se resisten a la gracia y a la verdad de Cristo. No debemos ser ingenuos. Podemos y debemos presentar la fe de la forma más atractiva posible, pero siempre habrá personas que la rechacen, incluso dentro de nuestras propias familias. A veces pensamos: “si tan sólo pudiera explicar las cosas razonablemente, la gente entraría en razón”. Pero nos olvidamos del diablo y de su acción. El diablo no es razonable.

Necesitamos valor para hablar claro, para decir la verdad, pero siempre conscientes de nuestras limitaciones y de que, con la mejor voluntad del mundo, podemos actuar o hablar de forma torpe. Pero, en general, si vivimos bien nuestra fe, atraeremos a la gente, que verá nuestra bondad y nuestra misericordia. Sin embargo, Jesús fue el hombre más misericordioso que ha existido y es también el que ha provocado más resistencia.

Vaticano

León XIV: «El amor verdadero no puede prescindir de la verdad»

El Papa León XIV reflexionó sobre el anuncio de la traición en la Última Cena, invitando a los fieles a reconocer su propia fragilidad sin miedo. Recordó que, pese a nuestras caídas, Dios nunca deja de amar ni de confiar en nosotros.

Javier García Herrería·13 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa León XIV ha celebrado la audiencia de hoy, 13 de agosto, en dos partes, la primera en el Aula Pablo VI y, la segunda, en la Basílica de San Pedro. La numerosa afluencia de fieles y las altas temperaturas de Roma han forzado esta solución extraordinaria.

León XIV reflexionó sobre uno de los episodios más intensos del Evangelio: el momento en que Jesús, durante la Última Cena, anuncia que uno de sus discípulos lo traicionará. El Pontífice recordó que las palabras de Cristo –«En verdad os digo que uno de vosotros me va a entregar: uno que está comiendo conmigo» (Mc 14,18)– no buscan condenar, sino revelar que el amor auténtico no puede separarse de la verdad. La escena, dijo, refleja una experiencia humana común: el dolor silencioso que produce la sombra de la traición en las relaciones más queridas.

«¿Seré yo?»

León XIV destacó el modo en que Jesús afronta ese momento: sin gritos, sin señalar culpables, dejando que cada discípulo se cuestione a sí mismo. De ahí surge la pregunta que resonó en la sala y que, según el Papa, sigue siendo esencial hoy: «¿Seré yo?». Esta interrogante, explicó, no nace de la inocencia sino de la conciencia de la propia fragilidad, y marca el inicio del camino hacia la salvación.

El Santo Padre subrayó que la tristeza de los discípulos ante la posibilidad de ser partícipes del mal es distinta de la indignación; es un dolor que, si se acoge con sinceridad, puede convertirse en ocasión de conversión. También interpretó las duras palabras de Jesús –«¡Ay de aquel hombre…!»– como un lamento de compasión, no como una maldición, y recordó que Dios no responde al mal con venganza, sino con sufrimiento y amor.

Para León XIV, la enseñanza central es que Jesús no se escandaliza ante la fragilidad humana: sigue confiando, sigue compartiendo la mesa incluso con quien lo traicionará. “Esta es la fuerza silenciosa de Dios: no abandona nunca la mesa del amor”, afirmó.

Finalmente, el Papa invitó a los creyentes a hacerse la pregunta «¿Seré yo?» no para vivir bajo acusación, sino para abrir el corazón a la verdad y a la misericordia. “Aunque podamos fallar, Dios nunca nos falla. Aunque podamos traicionar, Él nunca deja de amarnos. Si nos dejamos alcanzar por este amor humilde y fiel, podremos renacer y vivir como hijos siempre amados”, concluyó.

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La vocación olvidada: ser padre o madre es una entrega total

La vocación de ser padre o madre, vivida con generosidad, merece pleno reconocimiento en la Iglesia. El matrimonio cristiano, lejos de ser una opción menor, es un camino de entrega total que sostiene y fortalece a la comunidad.

13 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Este verano, entre pañales, risas y noches cortas, me ha asaltado una convicción que me cuesta entender por qué no ocupa titulares ni homilías: la vocación de padre y madre de familia es, en mérito y entrega, tan alta como la de cualquier persona consagrada. Sí, lo digo así de claro. Y me sorprende —me escandaliza, en el buen sentido— que la Iglesia, y la sociedad en general, sigan sin reconocerlo del todo.

En Misa, escuchamos peticiones por “quienes dedican toda su vida al Señor” y automáticamente se piensa en religiosas, sacerdotes, misioneros. Y yo, ahí sentada, no puedo evitar preguntarme: ¿y nosotros? ¿Acaso un padre o una madre joven, que se deja la piel por sacar adelante un proyecto familiar generoso, no dedica también su vida al Señor? ¿Acaso no hay en esa entrega —sin reservas, sin horarios— un heroísmo cotidiano que glorifica a Dios de manera radical?

El celibato es precioso, eminentísimo, con su razón de ser en la vida de la Iglesia. Pero no lo es menos el matrimonio vivido como verdadera vocación. Una familia cristiana no es una renuncia menor: es una oblación diaria. Es amor que se encarna en madrugones, discusiones que se sanan, abrazos que curan, economías que se ajustan para que los hijos crezcan en un hogar abierto a la vida y a Dios.

Hoy, mientras algunos eligen proyectos de pareja más cómodos o postergan el compromiso hasta que todo esté “bajo control”, hay jóvenes que se casan pronto, que apuestan por tener hijos, que complican su vida conscientemente por amor. Y eso, nos pongamos como nos pongamos, es digno de pedestal.

En ese sentido, no es casualidad que Mons. Luis Argüello —arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española— haya compartido que, al presentar la propuesta del Congreso Nacional de Vocaciones al Papa Francisco, éste expresó: “Preocúpense por promover la vocación al matrimonio y la familia”, destacando el valor del matrimonio en tiempos de crisis demográfica y cultural.

Quizá ha llegado el momento de que obispos y sacerdotes lo digan sin rodeos: la vocación matrimonial, vivida de verdad, tiene un valor sobrenatural de primera categoría. No es una “opción natural” de segunda categoría. Es un camino estrecho y glorioso que, en el misterio de Dios, lleva tanto mérito como el de quienes entregan su vida en celibato. Y tal vez, si lo reconociéramos más, no solo se fortalecerían nuestras familias, sino también la misma Iglesia.

El autorAlmudena Rivadulla Durán

Casada, madre de tres hijos y Doctora en Filosofía

Estados Unidos

“Houston, tenemos un problema”: fallece el famoso astronauta James Lovell

Jim Lovell fue parte de la histórica misión Apolo 8, primera en orbitar la Luna, y comandante del célebre Apolo 13. También dio un poderoso testimonio cristiano desde el espacio.

Die Tagespost·12 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

El astronauta y aviador naval estadounidense James «Jim» Lovell falleció el jueves en Illinois, Estados Unidos, a los 97 años, según anunció la agencia espacial NASA. Lovell y sus colegas fueron las primeras personas en abandonar la órbita terrestre a bordo de la nave espacial Apolo 8. Él y su equipo fueron los primeros en orbitar la Luna.

También fue el primer astronauta en leer fragmentos del libro bíblico del Génesis a una audiencia radial cautivada en Nochebuena desde el espacio. «En el principio, creó Dios los cielos y la tierra… Y dijo Dios: ‘Sea la luz’. Y fue la luz», fueron sus palabras el día de Navidad de 1968. La transmisión finalizó con: «Buenas noches, buena suerte y feliz Navidad. Que Dios los bendiga a todos, a todos ustedes en la buena Tierra». El 21 de diciembre de 1968, los tres astronautas estadounidenses Frank Borman, William Anders y James Lovell emprendieron el primer alunizaje de la historia. Al llegar tres días después, enviaron las que posiblemente fueron las felicitaciones navideñas más caras jamás realizadas.

Apropiado para Navidad

«Acerqué mi pulgar a la ventana de la nave espacial y logré ocultar completamente la Tierra tras él. La Tierra es solo un pequeño punto en la Vía Láctea, pero miren lo que tenemos aquí: agua y atmósfera. Estamos orbitando una estrella a la distancia justa para absorber su energía», recordó Lovell más tarde sobre su aparición misionera en los medios en una entrevista en video publicada por la NASA. «Dios le ha dado a la humanidad un escenario donde actuar. El final de la obra depende completamente de nosotros», continuó. Los hombres habían realizado transmisiones de audio para una entusiasta audiencia de radio en la Tierra durante toda la misión del Apolo 8. Para la transmisión de Nochebuena, la NASA no les había dado instrucciones específicas, solo que debían decir algo «apropiado».

Su misión Apolo 13 también se volvió legendaria. Poco después del lanzamiento, se produjo una explosión a bordo, causada por cables dañados en uno de los tanques de oxígeno. Fue Lovell quien pronunció por primera vez la frase, posteriormente famosa: «Houston, tenemos un problema». Lovell y sus compañeros de tripulación, Jack Swigert y Fred Haise, trabajaron bajo presión a 320.000 kilómetros de casa con los controladores de tierra en Houston para realizar reparaciones de emergencia y regresaron sanos y salvos a la Tierra. Sobrevivieron a lo que pasó a la historia como uno de los «fracasos más exitosos». Personas de todo el mundo, incluido el papa Pablo VI, rezaron por su regreso.

Nunca pongas un pie en la luna

James Lovell nació el 25 de marzo de 1928 en Cleveland, Ohio. Estudió en la Universidad de Wisconsin-Madison durante dos años y posteriormente se trasladó a la Academia Naval de los Estados Unidos en Annapolis. Aviador naval de éxito, se convirtió en astronauta de la NASA en 1962. Pilotó dos misiones espaciales como parte del programa Gemini, incluyendo Gemini 7 en 1965, que marcó el primer encuentro de dos naves espaciales tripuladas en el espacio. Lovell nunca logró caminar sobre la Luna, su «único arrepentimiento», según declaró a Associated Press en 1995. El astronauta era miembro de la Iglesia Evangélica Reformada y se casó con Marilyn Gerlach, de Milwaukee, en 1952. La pareja tuvo cuatro hijos; Marilyn falleció en 2023.


Esta es una traducción de un artículo que apareció por primera vez en el sitio web Die-Tagespost. Para ver el artículo original en alemán, consulte aquí . Se vuelve a publicar en Omnes con permiso.

El autorDie Tagespost

Educación

Más Cervantes y menos ChatGPT: las Humanidades como solución para la educación

La educación debe priorizar las Humanidades y el cultivo de habilidades básicas —lectura, escritura, expresión oral, escucha, memorización y pensamiento crítico— para un uso responsable de la inteligencia artificial. Sin esta formación y esfuerzo, la tecnología puede atrofiar el aprendizaje en lugar de potenciarlo.

Álvaro Gil Ruiz·12 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 6 minutos

La mal llamada IA, no parece un buen aliado para la educación, tal y como se denomina. ¿Por qué llamarlo “inteligencia”? ¿Porque “aprende” de su usuario? La tan valorada capacidad de reprogramación o reconfiguración de tecnologías como ChatGPT, en ningún caso supone algo similar a la capacidades humanas, por muy exponencial y vertiginoso sea el desarrollo de su potencial. Un nombre menos pretencioso y sustitutivo, por uno más modesto y colaborativo, convertiría a esta tecnología en una mejor aliada para la educación. Por ejemplo, “Asistente Personal Artificial” o “Asesor de Estudio Artificial”, son términos que se muestran a nuestro servicio. Lo que facilitaría que la pedagogía diera la bienvenida a esta tecnología “con los brazos abiertos”, siempre y cuando desarrolle y mejore en el aprendiz habilidades básicas como la lectura, escritura, escucha, expresión oral, memorización, pensamiento o razonamiento.

El crecimiento meteórico de usuarios de ChatGPT y otras IA´s en tan solo unos años, nos ha estremecido a todos. Pero este cambio de era, si lo miramos de manera sosegada, no tiene por qué ser una amenaza, sino una oportunidad, para muchos campos, entre ellos la educación. Ya que puede ser una manera más para la búsqueda de la excelencia en nuestros hijos o alumnos, en vez de una manera de facilitar que se cumpla la ley del mínimo esfuerzo. Todo dependerá de cómo la usamos. Por eso, para sacarle un buen partido, hay que reflexionar sobre cómo implementar esta herramienta, que permita desarrollar las facultades del estudiante y no atrofiarle. Hacer rápido este proceso y de cualquier manera, a la larga, puede salir caro.

Decía recientemente Gregorio Luri: «La inteligencia artificial presenta herramientas maravillosas y grandes utilidades, pero siempre dependiendo de la propia formación y la propia cultura». Por lo tanto la Escuela, si está pensando en el perfil de salida de sus alumnos, no sólo debe estar pendiente de las STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics), sino también y sobre todo, de la cultura amplia y de un pensamiento crítico, de las Humanidades.

Pero ¿qué es la cultura?

Por cultura podemos entender lo que decía André Maurois, es lo que queda después de haber olvidado lo que se aprendió. Esto dentro de la Escuela supone enseñar o aprender para que deje huella.  Es decir, que debemos trabajar no sólo para superar unas pruebas, sino para “cultivar” en nuestros alumnos un conocimiento que sea útil, pero a la vez, que dé sentido a sus vidas dentro de una sociedad. Si conseguimos alumnos cultos, que tengan criterio propio, afán de saber y que vayan relacionando los nuevos conocimientos, con los ya asimilados, tendremos alumnos preparados para usar herramientas como un Asistente Personal Artificial (IA).

¿Cuál es criterio de uso responsable de esta tecnología que ha venido para quedarse, entres los “menores de edad”?

En Empantallados.com, una plataforma para educadores, sobre el uso de la tecnología, sugieren como criterio para la entrega del primer móvil, que tu hijo sea capaz de gestionar su ropa del armario, el orden de su cuarto o mantener un nivel académico alto. Si es capaz de gestionar su vida diaria, podrá usar el móvil correctamente, siempre y cuando haya una formación  previa por parte de los padres, y  un aprendizaje progresivo por parte del hijo. Ese criterio  es igual de válido para la IA y otras herramientas. Por eso la familia que deje usar esta tecnología, sin tener claro este criterio, hará un flaco favor a sus hijos. Porque además de generar una adicción, cuando su cerebro está en pleno desarrollo, no le facilitará su madurez ni su cultivo, de tal manera que no sacará un partido adecuado a la tecnología.  

¿Qué capacidades desarrollar para potenciar la cultura y el pensamiento crítico, frente a la facilidad que nos proporciona la IA?

Podemos hablar de seis capacidades básicas a desarrollar en cualquier estudiante:

  • La lectura, es la primera y más importante. Se trata de leer, diariamente, una amplia variedad de libros adecuados a la edad y nivel cultural del lector. Para adquirir cultura y para desarrollar la comprensión lectora.
  • La Escritura. Expresando lo aprendido por escrito, de manera habitual. 
  • La Expresión oral. En la que mostramos nuestras ideas en público. Se puede practicar mediante breves presentaciones, podcast, recitación de poesías, obras de teatro, o mediante la lectura en voz alta.
  • También escuchando con atención. No solo a los más cercanos, si no también a los que nos rodean. O también escuchando contenidos temáticos de un podcast, de vídeos,… Adecuados a nuestra edad y nivel cultural. Y después de escuchar, debatiendo con argumentos que resten lo escuchado, para sacar conclusiones.
  • Memorizando, ya que es fundamental para que quede lo aprendido. En el mismo artículo mencionado anteriormente, Luri dice: «la memorización es maravillosa, aunque haya quien quiera desmontarla». La idea que transmite es que no es lo mismo la información que el conocimiento. Y para que haya conocimiento y nos cultivemos, tiene que haber memorización.
  • Por último desarrollando el entendimiento y el pensamiento. Para entender lo memorizado y dar sentido a lo aprendido, hay que dedicar tiempo a reflexionar lo leído y escuchado. Lo cual requiere tiempo y la rutina diaria de estudiar, para no dejarnos llevar por la improvisación, cuando se dejan las cosas para última hora.

Estas habilidades básicas se deben desarrollar en casa, con la ayuda de los padres. Y en clase, con actividades que fomenten la mejora de estas habilidades. Cuánto más hayan desarrollado estas habilidades nuestros hijos o alumnos, más preparados estarán para el uso de la tecnología. Porque estarán cultivados y culturizados, y por tanto mejor dispuestos.

El ejemplo de los adultos, como siempre en la vida, hará que esto impacte sobre ellos con mayor fuerza. Por eso, el hábito por mejorar estas habilidades básicas por parte del padre, madre o profesor, hará que impulsen e impacten positivamente en nuestros hijos y alumnos, y sea más fácil que ellos desarrollen estos hábitos. Dice Ismael Sanz, acerca de los beneficios del ejemplo en la lectura de los padres: «Es interesante observar que los alumnos españoles de cuarto de primaria, a cuyos padres les gusta mucho leer, alcanzan 540 puntos en la prueba internacional de lectura PIRLS. Sin embargo, los estudiantes de primaria a cuyos padres no les gusta nada leer tienen 498 puntos. La diferencia entre 540 y 498 puntos es de casi un curso escolar. Es decir, los alumnos, a cuyos padres les gusta leer llevan casi un curso de ventaja ya en cuarto de primaria con respecto a los que no tienen ese ejemplo en el hogar».

Lógicamente estos hábitos, si se desarrollan desde los comienzos del proceso de aprendizaje, harán que todo sea más fácil.

La capacidad de transmitir, recibir y generar cultura general, la solemos construir mediante diferentes tipos de culturas más específicas. Que suelen coincidir en gran medida con las asignaturas impartidas en el Sistema Educativo. Por ejemplo.

  • Cultura Lingüística. Gracias a la cual poco a poco vamos sabiendo el origen de cada palabra y cómo se escribe.
  • Cultura histórica. Que nos permiten entender los hechos universales en su tiempo, a la vez que la historia de tu país, sabiendo situarlos en la línea de tiempo.
  • Cultura religiosa. En la que paulatinamente vamos dominando los episodios y personajes de la Biblia o los versos del Corán.
  • Cultura Hispana. En la que aprendemos el legado y la huella de España en todo el mundo.
  • Cultura Anglosajona. Es decir aprender Inglés en el contexto donde se usa. O también aprender un inglés temático situacional que se puede aprender por edades.
  • Cultura Matemática. Para saber el motivo por el cual usamos una operación y como se llegó a esa conclusión.
  • Cultura Biológica. Para saber entender cómo funciona la naturaleza dentro de un contexto.
  • Cultura y sensibilidad artística. Para saber percibir el arte desde bien pronto y expresar ideas y sentimientos.
  • Cultura literaria. Para saber ir poco a poco ir apreciando nuevas obras 

El factor humano es fundamental

Como seres humanos es muy importante el ejemplo, pero más importante es el proceso de “humanización”. Es decir, para “hacernos” o “ser” más humanos o mejores personas, tenemos que hablar y dejarnos guiar por nuestra madre y nuestro padre. Ellos nos explican qué quieren de nosotros y cómo alcanzarlo. Una buena educación requiere y necesita buenas conversaciones, que nos hagan mejores personas. Estas conversaciones también tienen que ser con los hermanos mayores, abuelos,… o también con profesores, entrenadores y todos los que influyan en nuestra formación.

Cultivarse o formarse cuesta… ¿Cuál es el papel del esfuerzo en este proceso de formación?

Este proceso requiere, lógicamente, esfuerzo. Lo cual supone exigencia por parte de los progenitores y educadores en los hijos y alumnos, desde que son bien pequeños. Más adelante cuando empiezan a tener conciencia propia, hay que hacerles entender poco a poco, una idea que transmitía Francisca Javiera del Valle decía: «No pongáis vuestros ojos en lo que cuesta; ponedles en lo que vale; siempre ha sido así: el costar mucho lo que mucho vale».

Esto se consigue paso a paso. Es decir el hábito de trabajo hay que desarrollarlo poco a poco, a diario, pero es la clave para poder tener capacidad de aprender. Y requiere que te exijan y querer mejorar. Este hábito se forma mejor cuando desde el principio te han exigido y has puesto de tu parte.

Podemos acabar concluyendo que para sacar el mejor partido a la tecnología, hay que estar bien formados. O mejor dicho cultivados.

Evangelio

La vida cristiana como asunción al Cielo. Solemnidad de la Asunción (C)

Joseph Evans nos comenta las lecturas de la Solemnidad de la Asunción (C) correspondiente al día 15 de agosto de 2025.

Joseph Evans·12 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

“En aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino de prisa…” O más literalmente: “María, habiéndose levantado en aquellos días, fue…”. María se levantó, fue elevada por la gracia de Dios en su interior: se elevó a un nivel aún mayor de entrega y generosidad y corrió a ayudar a su prima anciana. Su asunción, su ser llevada a cotas cada vez más altas de amor, ya estaba actuando en ella.

La asunción de María continuó en su Magnificat: humillándose, Dios la exaltó. Y luego fue elevada a nuevas alturas de amor por los tres meses que pasó cuidando de Isabel.

Satanás arrastra del cielo a la tierra: “y su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra”. María, llena de gracia y plenamente abierta a la gracia, es elevada de la tierra al Cielo. La Escritura nos deja entrever la gloria de María en el Cielo: “Se abrió en el cielo el santuario de Dios… Un gran signo apareció en el cielo”. La forma en que se representa a María la muestra como la cima, la corona de la creación, la expresión más plena de su gloria: “Una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza”.

La vida cristiana es una ascensión gradual al Cielo, o mejor dicho, una asunción, porque Dios nos lleva por su gracia. A diferencia de Cristo, que es Dios, nosotros no tenemos el poder de ascender, de llevarnos a nosotros mismos hasta allí. La humildad de María -no había en ella ningún peso de orgullo- facilitó que Dios la llevara hacia sí. La fe, la humildad y el servicio amoroso, inspirados en nosotros por el Espíritu Santo, son los “vientos” en los que Él nos lleva.

Pero como María en la tierra, y como parte de la Iglesia (la mujer del Apocalipsis es a la vez María y la Iglesia), sufrimos los ataques constantes de Satanás, que quiere devorarnos. “Y el dragón se puso en pie ante la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo cuando lo diera a luz” (la vida nueva es una forma de asunción, de superación constante de la muerte por parte de la humanidad: por eso Satanás se opone desesperadamente a ella).

A la mujer se le dieron “las dos alas de la gran águila” -otra sugerencia de asunción, de ser llevada más alto- para escapar de la serpiente. La serpiente actúa en la tierra; el Espíritu-águila nos lleva a las alturas del Cielo. Con María, en sus brazos o en la cola de sus vestiduras cósmicas, también nosotros somos llevados a Dios. Y en la resurrección de la carne, también nosotros disfrutaremos de nuestra propia “asunción”, no al nivel de María, pero gloriosa igualmente.

Vaticano

De uno a cinco días: la lenta evolución del permiso de paternidad vaticano

El permiso de paternidad en el Vaticano es breve debido a que la mayoría de empleados laicos son varones y la rigidez de su legislación laboral.  

Javier García Herrería·11 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Hasta hace poco, los padres de familia que trabajaban en el Estado de la Ciudad del Vaticano disponían de un único día libre cuando su esposa daba a luz. En 2022, el Papa Francisco decidió ampliar ese permiso a tres días, un cambio que se recibió con alegría y decepción entre los trabajadores, puesto que esperaban recibir un aumento más significativo.

Esta mañana, lunes 11 de agosto, el Papa León XIV ha dado un nuevo paso, aprobando la ampliación del permiso de paternidad a cinco días laborables, con retribución íntegra. A pesar de este incremento, el periodo sigue siendo muy reducido si se compara con la normativa de los países europeos, donde las licencias de paternidad oscilan entre quince días y seis meses.

Hasta 2017, las bajas de maternidad en el Vaticano duraban unos pocos días. A partir de esa fecha se ampliaron a de seis meses, superando en un mes el permiso que concede el estado italiano a las mujeres que dan a luz.

¿Por qué el permiso de paternidad dura tan poco en el Vaticano?

La ampliación del permiso de paternidad en el Vaticano plantea un reto particular por varias razones. En primer lugar, la mayoría de los empleados laicos de la Ciudad del Vaticano son hombres, de modo que cualquier incremento sustancial de esta licencia provoca ausencias simultáneas que complican la operativa diaria.

A esto se suma que el Estado vaticano carece de una legislación laboral flexible que permita reforzar las plantillas con agilidad: la normativa y la burocracia internas hacen prácticamente inviable recurrir a empresas de trabajo temporal para cubrir funciones aparentemente sencillas, como jardinería, vigilancia de los Museos Vaticanos o mantenimiento general. Si se combinan ambos factores, el panorama es claro: o el Vaticano introduce reformas que flexibilicen su marco legal, o será muy difícil que pueda afrontar el impacto laboral de estas nuevas medidas.

Nueva normativa de contrataciones públicas

El pasado sábado se publicó un documento de 48 folios con la nueva normativa vaticana para la contratación pública. Entre sus objetivos principales figura impedir la selección directa de contratistas y proveedores, fomentando en su lugar procesos más transparentes y competitivos. Sin embargo, esta reforma no introduce medidas que prioricen la contratación de personal por periodos inferiores a un año, lo que en la práctica dificulta cubrir sustituciones breves, como las derivadas de bajas de unas semanas o meses.

No deja de llamar la atención que la Secretaría para la Economía de la Santa Sede, dirigida por el prefecto Maximino Caballero Ledo —un laico español de 65 años—, esté publicando tantas normas en pleno mes de agosto, y más aún si la difusión se realiza en un día como sábado, cuando la actividad institucional y mediática es mínima.

Vaticano

Carta inédita de Benedicto XVI: “Mi renuncia es plena y válida”

Una carta inédita del Papa emérito Benedicto XVI ha sido publicada por primera vez, confirmando con nitidez la validez de su renuncia.

Rome Reports·11 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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Fechada el 21 de agosto de 2014, poco más de un año después de haber dejado el pontificado, la misiva fue dirigida al sacerdote Nicola Bux y hasta ahora había permanecido inédita. La carta se difunde ahora como apéndice del libro Realtà e Utopia nella Chiesa (Realidad y Utopía en la Iglesia), de Monseñor Nicola Bux y Vito Palmiotti, con el objetivo de esclarecer polémicas históricas sobre la legitimidad del pontificado del Papa Francisco y cerrar debates sobre quién fue el “verdadero Papa” en ese periodo.

En el texto, Benedicto XVI responde a quienes dudaban de su entrega plena al renunciar no solo al ministerio, sino también al munus petrino, es decir, al papel y autoridad del Papa como Sucesor de Pedro. Señala que sostener lo contrario “es contrario a la clara doctrina dogmático-canónica” y critica la idea de un “cisma rampante” como meramente especulativa y sin fundamento.


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Vaticano

León XIV: “Las obras de misericordia son el banco más seguro para invertir nuestra vida”

En su alocución dominical previa al rezo del Ángelus, el Papa León XIV invitó a los fieles a reflexionar sobre “cómo invertir el tesoro de nuestra vida”, inspirándose en el Evangelio de Lucas (Lc 12,32-48).

Javier García Herrería·11 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

“Vendan sus bienes y denlos como limosna”, citó el Pontífice, recordando que los dones recibidos de Dios “no están para guardarlos para nosotros mismos”, sino para emplearlos “con generosidad en favor de los demás, especialmente de quienes más lo necesitan”.

León XIV subrayó que esta generosidad no se limita a lo material: implica ofrecer capacidades, tiempo, afecto, presencia y empatía. “Cada uno de nosotros es un bien único, inapreciable, un capital vivo que, para crecer, necesita ser cultivado y empleado”, advirtió, alertando contra el riesgo de que esos dones “se sequen y se devalúen” o sean apropiados por otros “como simples objetos de consumo”.

Recordó que Jesús pronunció estas palabras camino a Jerusalén, donde se entregaría en la cruz, y señaló que “las obras de misericordia son el banco más seguro y rentable” para confiar el tesoro de la vida. Citando a san Agustín, aseguró que lo que se da “se transforma en vida eterna” porque “te transformarás tú mismo”.

Amar siempre

Para ilustrarlo, el Papa recurrió a ejemplos cotidianos: “Una mamá que abraza a sus hijos, ¿no es la persona más hermosa y rica del mundo? Dos novios juntos, ¿no se sienten un rey y una reina?”.

Con un llamamiento concreto, pidió a todos “no perder ninguna ocasión para amar” en la familia, la parroquia, la escuela o el trabajo, ejercitando la vigilancia del corazón para estar “atentos, dispuestos, sensibles unos con otros, como Él lo está con nosotros”.

Finalmente, confió a la Virgen María, “Estrella de la mañana”, el deseo de que los cristianos sean “centinelas de la misericordia y de la paz” en un mundo marcado por divisiones, siguiendo el ejemplo de san Juan Pablo II y de los jóvenes que acudieron a Roma para el Jubileo.

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Milagros televisados

Hace justo una semana, más de 10.000 jóvenes del Camino Neocatecumenal expresaron su deseo de entregarse a Dios en un gesto maravilloso de fe y esperanza.

11 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

«Desde que hay móviles con cámara, la Virgen no se aparece», declaraba la actriz Miren Ibarguren en una reciente entrevista promocional de la serie de misterio que protagoniza. Lo cierto es que la semana pasada asistimos a varios milagros por televisión y pocos hablan de ello.

Lo primero que habría que decir es que los milagros son consecuencia de la fe y no al revés. «Tu fe te ha salvado», le dice Cristo a la hemorroísa, al ciego Bartimeo o al leproso tras ser curados. Es la persona que se abre a la fe, auténtico portal interdimensional, la que permite a Dios manifestar su poder en el mundo visible. Es también la causa, por tanto, de que los milagros a los que podamos asistir no garanticen en absoluto que quien los contemple vaya a creer luego.

La prueba está en los miles de personas que asistieron en directo a los milagros de Jesús, frente a los pocos que quedaron junto a Él en la cruz. En definitiva, por mucha gente que grabara con su móvil una supuesta aparición de la Virgen, como la apuntada por Ibarguren, no se ganarían muchos más adeptos a la causa mariana. Siempre se pueden buscar razones que justifiquen lo extraordinario, siempre se puede achacar al azar o a circunstancias especiales lo que no tiene una explicación racional. Los milagros no son signos para que creamos sino por que creemos.

El caso es que en el pasado Jubileo de los Jóvenes celebrado en Roma pudieron verse muchos milagros que, con un poquito de fe, brillan más que un espectáculo de fuegos artificiales. El primero, el de cada joven participante. ¿Cuántos pequeños prodigios detrás de cada uno de ellos para conseguir reunir el dinero para el billete, para aprobar aquel examen difícil y poder tener el verano libre, para encontrar grupo in extremis al que acoplarse…? Pregúntenles a ellos, verán cómo se lo confirman.

Y luego, el de los grandes eventos que, por sí solos, hablan. Una concentración de un millón de jóvenes de hoy ¿y ni un solo altercado o problema de seguridad? ¡Si no lo veo no lo creo!

¿Y aquel atronador silencio de ese mismo millón de muchachos y muchachas que pudimos ver por televisión en el momento de la exposición del Santísimo durante la vigilia con el papa León XIV? Que levante la mano el profesor de secundaria que consiga fácilmente un silencio parecido en su clase con apenas unas decenas de alumnos. Si quieren ver el milagro, miren el vídeo de la Vigilia del Jubileo publicado en el canal de Youtube de Vatican News. Realmente asombroso.

Por las implicaciones personales que conlleva, me quedo con otro momento sucedido en la prórroga que 120.000 jóvenes del Camino Neocatecumenal vivieron en Tor Vergata el día después de la Misa con el Papa. Se trata del tradicional encuentro vocacional que el equipo internacional del Camino (Kiko Argüello, Mario Pezzi y María Ascensión Romero) convocan después de cada convocatoria mundial de jóvenes. Presidido por el cardenal vicario de Roma, Baldassare Reina, en el contexto de una celebración de la Palabra en la que participaron numerosos cardenales y obispos, los jóvenes fueron invitados a responder a la llamada del Señor a entregar sus vidas de forma total como sacerdotes, religiosas o misioneros «ad gentes».

La respuesta fue espectacular: un total de 10.000 jóvenes dieron el sí, manifestando estar dispuestos a dejarlo todo –»casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras» (Mt 19,29)– para seguir a Jesús en alguna de estas vocaciones de especial consagración. 

Momento en el que miles de jóvenes dan el «sí quiero» al Señor.

«Os invito a mirar esta cruz –les dijo Kiko Argüello–. Ésta es la imagen de la libertad. La cruz es la imagen de la libertad. He aquí un hombre que se ha entregado por ti, que te hará libre para que te entregues a los demás y para que dejes de ofrecerte todo a ti mismo». Y el milagro de la libertad sucedió.

El vídeo está también en el canal de Vatican News y el momento es a partir del minuto 2:46:00. Primero, 5.000 chicos corriendo como si no hubiera un mañana para llegar al estrado donde recibirían la bendición con imposición de manos de los obispos presentes; y, después, 5.000 chicas haciendo lo mismo entre lágrimas de alegría y abrazos mientras cantaban el salmo 45: «Eres el más bello de los hombres…». Y es que Jesucristo, hoy, sigue enamorando a los jóvenes que asisten al evidente fracaso del modelo romántico que propone la sociedad. Es un milagro que pasa desapercibido para tantos que lo achacarán al impacto emocional o a una alucinación colectiva. Y es que, como les recordó Ascensión Romero, aludiendo al santo del día, San Juan María Vianney (1786-1859), que vivió un convulso cambio de época parecido al que estamos viviendo nosotros hoy, «en tiempos de persecución y dificultad, siempre el Señor suscita a muchos santos para ayudar la Iglesia y la sociedad».

Los 10.000 que se levantaron en el Jubileo no llegarán a curas, a monjas o a misioneros –inician ahora, junto a sus párrocos y catequistas, un tiempo de discernimiento de esa llamada–, pero ese día quedará seguro marcado en su corazón como aquel en el que experimentaron el amor infinito de Dios que te permite dejarlo todo para seguirle. 

Así lo confirmaba Carmen Hernández, iniciadora del Camino Neocatecumenal, actualmente en proceso de beatificación: «Lo importante, de verdad de verdad, es que Cristo ha resucitado, y encontrarse con él. Ser cura, monja, casado, soltero, viudo o lo que sea es una tontería; lo importante es encontrarse con Jesucristo». La cita está tomada del libro Corazón indiviso. (BAC, 2025), de Josefina Ramón Berná, que ha hecho las delicias de muchos de mis días de vacaciones, y que recoge una síntesis del revolucionario pensamiento de Carmen en torno a la mujer, la virginidad, el celibato y la vida matrimonial. Debería ser un imprescindible en la biblioteca de los conventos y comunidades de consagradas, seminarios y responsables de Pastoral Vocacional y Familiar, porque sus intuiciones son absolutamente providenciales.

El milagro de los jóvenes levantados en Tor Vergata fue grabado por miles de móviles de los allí presentes y televisado en directo, pero no muchos creerán en su origen sobrenatural. ¿Jóvenes que dicen haberse encontrado con Jesucristo? De locos. Ver para no creer.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Caza nazis y víctimas de ETA

La ausencia de venganza en las víctimas del terrorismo de ETA, junto a su exigencia de justicia exclusivamente por medios legales, habla mucho de las raíces cristianas de España.

11 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

Como es sabido, los miembros del Estado alemán bajo el nazismo (1933-1945) fueron responsables directos del asesinato de unos 11 millones de personas, de los cuales se estiman que 6 millones fueron judíos. Este último genocidio (palabra creada por el jurista polaco Rapahael Lemkin), conocido mundialmente como el “Holocausto” o la “Shoá”, dio lugar a diversos juicios, condenas y ejecuciones de los culpables nazis (los famosos juicios de Núremberg y otros).

Después de la Segunda Guerra Mundial, se formó un grupo de detectives, fiscales y oficiales con la intención de llevar ante la justicia a aquellos que hubiesen cumplido un papel, por pequeño que fuese, en la maquinaria demoníaca de los campos de concentración. Fueron los justicieros del Holocausto en la sombra: los cazadores de nazis. La mayoría de ellos han permanecido en el anonimato. Nombres como William Denson, Rafi Eitan, Benjamin Ferencz, Efraim Zuroff, Fritz Bauer, Isser Harel, Elizabeth Holtzman, Serge y Beate Klarsfeld, Eli Rosenbaum, Jan Sehn…

Cazadores de nazis

El veterano escritor y corresponsal Andrew Nagorski publicó en 2017 un documentado ensayo en el que recuperaba las desventuras de esta legión oculta alumbrada tras el Holocausto: “Cazadores de nazis” (Turner, 2017). En este libro se recuerdan las hazañas de los perseguidores y las barbaridades de los perseguidos, narrando también las dificultades que tuvieron que superar estos justicieros para llevar a cabo su labor. No fueron pocas, pues iban desde el enfrentamiento con sus compañeros hasta la benevolencia de Occidente para con algunos de los jerarcas.

La motivación de estas personas era clara. Tuvia Friedman, uno de los judíos perseguidores de nazis más eficaces de la Segunda Guerra Mundial, logró escapar en su juventud de un campo de concentración y, a partir de entonces, su objetivo fue capturar a aquellos asesinos. “No dejaba de pensar con el día en que los judíos se la devolvieran a los nazis, ojo por ojo”, solía decir. Tras liberarse, se unió a un grupo de partisanos con los que buscó a destacados criminales de guerra.

Quizá el más famoso de ellos fue el arquitecto Simon Wiesenthal, prisionero del campo de Mauthausen hasta que, el 5 de mayo de 1945, fue liberado. Las brutalidades que tuvo que soportar en aquel infierno le hicieron presentarse a un teniente americano poco después y ofrecerle sus servicios. Se dedicó a ayudar a los afectados por la contienda y, junto a Friedman, fue determinante a la hora de atrapar en los años 60 del s. XX al hombre que había organizado la Solución Final, el exterminio de millones de judíos: Adolf Eichmann. El oficial alemán había logrado escapar de la justicia aliada de Núremberg y huir a Argentina, pero fue apresado y juzgado gracias a ellos.

Desgraciadamente han sido muchos los genocidios perpetrados en la historia y la gran mayoría han quedado sin castigo, como el genocidio armenio, el ucraniano durante la época de Stalin, el de Ruanda, etc. Una de las peculiaridades del Holocausto judío ha sido la determinación de estas personas por lograr que se hiciera un mínimo de justicia en esta vida, a menudo aplicando la ley del talión (ojo por ojo, diente por diente).

El caso de ETA

A una escala mucho menor y más cerca en el tiempo, en España los miembros de la banda terrorista ETA (1959-2018) son culpables de 864 asesinatos, más de 3.000 heridos, 86 secuestros y 10.000 extorsiones a empresarios. Su objetivo era la creación de un Estado socialista en el País Vasco y la independencia de España y Francia. Después de 60 años de terror, el 3 de mayo de 2018 la banda terrorista anunció su disolución. En aquel momento quedaban 358 crímenes sin resolver y unos 100 etarras en la clandestinidad. El Gobierno español de Mariano Rajoy aseguró entonces que no habría ventajas para ETA por dejar de matar ni acercamiento de sus presos al País Vasco.

De los cerca de 10.000 imputados por su relación con ETA, en la actualidad sólo quedan 142 presos (136 en el País Vasco y Navarra y 6 en cárceles francesas), mientras el Gobierno vasco sigue acelerando el ritmo de permisos y excarcelaciones de presos, con la connivencia del Gobierno socialista de Pedro Sánchez, que necesita los votos de Bildu (partido heredero de los representantes políticos de ETA) para gobernar.

Entre 1975 y 1980 operaron diversos grupos afines a la dictadura franquista con el fin de combatir el terrorismo de ETA. En 1977, tras la amnistía política concedida por el Gobierno de Adolfo Suárez, un grupo de 7 oficiales del Ejército mataron mediante coche bomba en Francia al dirigente etarra Argala, autor material del asesinato del presidente del Gobierno Luis Carrero Blanco en 1972.

Durante el Gobierno socialista de Felipe González, entre 1983 y 1987, se produjo la llamada «guerra sucia» contra ETA, atribuyéndosele a los GAL el asesinato de 27 personas. Estos atentados y secuestros fueron perpetrados en su mayoría por mercenarios franceses contratados por policías españoles, financiados con fondos reservados, y organizados desde el propio ministerio del Interior, a través de encargados de la lucha antiterrorista del País Vasco. Algunos de los responsables de estos crímenes de Estado fueron condenados por los Tribunales de justicia españoles, unos pasaron poco tiempo en prisión y siguieron después en arresto domiciliario y otros fueron posteriormente indultados.

Ausencia de venganza

Pero los familiares de las víctimas del terrorismo de ETA jamás se han tomado la justicia por su mano, como sí hicieron los cazadores de nazis en su momento. Durante los últimos años estas víctimas han tenido que soportar las excarcelaciones y los homenajes a los presos de ETA liberados, así como el insólito hecho de que el partido político que ha heredado el proyecto político de la banda terrorista haya sido incorporado a la gobernabilidad del Estado por el actual presidente del Gobierno de España.

La ausencia de venganza en las víctimas del terrorismo de ETA, junto a su exigencia de justicia exclusivamente por medios legales, habla mucho de las raíces cristianas de España, donde afortunadamente la justicia y el perdón no han sido sustituidos en las últimas décadas por la ley del talión.

Evangelización

Padre Lafleur: La historia olvidada de un capellán en la Segunda Guerra Mundial

El padre Joseph Verbis Lafleur, capellán militar estadounidense, mostró un heroísmo inquebrantable durante la Segunda Guerra Mundial, sirviendo y alentando a sus compañeros. Murió en 1944 ayudando a otros a escapar del hundimiento del SS Shinyo Maru.

OSV / Omnes·10 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

Jack Figge, OSV News

No había nada de elegante en la pequeña capilla donde el Siervo de Dios Padre Joseph Verbis Lafleur celebró la Misa de Nochebuena el 24 de diciembre de 1942. Era una sencilla cabaña de madera, construida en medio de un campo de prisioneros de guerra japonés, donde el padre Lafleur se encontraba prisionero.

El padre Lafleur, ordenado para la Diócesis de Lafayette, Luisiana, el 2 de abril de 1938, se había alistado como capellán militar a principios de 1941 y fue asignado a servir en el 19º Grupo de Bombardeo del Cuerpo Aéreo de los EE. UU., estacionado en Filipinas. Dos años más tarde, fue capturado por los japoneses durante los primeros días de la participación de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial y fue enviado a un campo de prisioneros de guerra.

Finalmente, el padre Lafleur murió cuando un submarino estadounidense hundió un transporte de prisioneros de guerra japonés sin identificar, el SS Shinyo Maru, que transportaba prisioneros de guerra estadounidenses al continente, matando a todos los prisioneros menos a 60.

Recientemente, Michael Bell, director ejecutivo del Instituto Jenny Craig para el Estudio de la Guerra y la Democracia en el Museo Nacional de la Segunda Guerra Mundial en Nueva Orleans, comenzó a investigar la vida y el servicio del Padre Lafleur y presentó sus hallazgos durante una recepción especial el 31 de julio.

La historia del Padre Lafleur

El 8 de diciembre de 1941, las sirenas sonaron en Clark Field, una base militar estadounidense en Filipinas. Simultáneamente, el 7 de diciembre debido a la línea internacional de cambio de fecha, un grupo de portaaviones japoneses lanzó un ataque aéreo contra la base estadounidense de Pearl Harbor, Hawái, lo que marcó el inicio de la participación de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.

El padre Lafleur, capellán de la base, observó cómo los aviones japoneses bombardeaban y ametrallaban el aeródromo estadounidense. Al ver a los soldados heridos, el capellán entró en acción.

“Sin importarle su seguridad personal, el Padre Lafleur va de soldado herido a soldado, brindándole consuelo o ayudándolo a evacuar a un lugar seguro, y se convierte en una verdadera inspiración, no solo para quienes ayudó, sino incluso para los líderes de esa unidad”, dijo Bell. “Empieza a demostrar este increíble altruismo cuando, al parecer, todos los demás se refugian y él está ahí ayudando a la gente”.

El ejemplo de altruismo del Padre Lafleur continuó cuando, tras el ataque, se le dio la oportunidad de evacuar a Australia. Sin embargo, el capellán prometió quedarse con sus hombres y les dijo a los comandantes que no se marcharía hasta que todos los demás hubieran sido evacuados.

Así pues, el padre Lafleur se retiró con los soldados restantes a la península de Bataán, donde intentaron repeler a las fuerzas invasoras japonesas. Sin embargo, sus esfuerzos fracasaron y el 7 de mayo de 1942, Lafleur y el 19.º grupo de bombardeo se rindieron a los japoneses.

Pero la historia del heroísmo del padre Lafleur apenas había comenzado

El padre LaFleur fue enviado a la Colonia Penal de Davao, un campo de prisioneros de guerra japonés en Filipinas, donde soportó duras condiciones de vida y guardias de prisión violentos.

“Las condiciones empeoran cada vez más con el tiempo”, dijo Bell. “Los pocos alimentos que tenían empiezan a escasear y, para mediados del verano de 1942, los japoneses se vuelven muy violentos. Si los prisioneros estadounidenses o filipinos escapan o intentan escapar, se vengan de los demás, castigándolos o incluso ejecutando a algunos”.

Sin embargo, el Padre Lafleur se esforzó por mantener el ánimo en alto administrando los sacramentos y escuchando atentamente a sus compañeros de prisión. Poco después de su llegada a Davao, el Padre Lafleur y otros prisioneros comenzaron a construir una pequeña cabaña de madera que serviría de capilla, a la que llamaron «San Pedro encadenado». Allí se celebró la misa de Nochebuena de 1942.

“Uno de los relatos sugiere que, mientras el padre Lafleur celebraba la misa, un par de prisioneros se sintieron tan inspirados que sacaron una bandera estadounidense que habían estado escondiendo, la desplegaron y la sostuvieron en alto durante la misa de medianoche”, dijo Bell. “Esto se convierte en una gran inspiración para que todos estos prisioneros perseveren”.

En un campo de trabajo

Poco después, los japoneses comenzaron a seleccionar prisioneros para enviarlos a Lasang, un campo de trabajo cercano. Lafleur, aún recuperándose de un grave ataque de malaria, se ofreció como voluntario, convencido de que allí estaría donde Dios lo llamaba a servir. Allí permaneció hasta agosto de 1944.

A medida que las fuerzas estadounidenses se acercaban rápidamente, los japoneses comenzaron a enviar prisioneros de guerra estadounidenses a campos en otras islas controladas por Japón a través de “barcos del infierno”.

El padre Lafleur y otros 750 norteamericanos fueron cargados en uno de estos barcos infernales, el SS Shinyo Maru, donde fueron hacinados en dos estrechos compartimentos bajo cubierta, con mínima ventilación, sin baños y apenas suficiente espacio para que cada prisionero se sentara.

Los hombres recurren al padre Lafleur en busca de orientación espiritual y aliento mientras sufren en el calor sofocante y la oscuridad total.

Ayudando en medio de la tragedia

Trágicamente, el 7 de septiembre de 1944, un submarino estadounidense disparó contra el buque japonés sin identificación. Cuando el barco fue alcanzado, los japoneses comenzaron a disparar contra los estadounidenses mientras intentaban salir de la bodega y comenzaron a lanzar granadas”, dijo Bell. “El relato indica que el padre Lafleur estaba allí, constantemente intentando ayudar a la gente a salir, sin importarle su propia supervivencia o seguridad”.

Al final, ayudó a escapar a 83 hombres, pero el barco de transporte se partió en dos y se hundió hasta el fondo del Pacífico con el padre Lafleur todavía a bordo.

Durante años, la historia del padre Lafleur permaneció en gran parte olvidada, y solo fue recordada en informes oficiales de Estados Unidos, en el testimonio de sus compañeros de prisión y en la Diócesis de Lafayette, que abrió su causa de canonización el 5 de septiembre de 2020.

Tras conocer la historia del Padre Lafleur, Bell supo que quería conocerla a fondo y compartirla con el mundo. Cree que Lafleur es un ejemplo de altruismo que puede servir de modelo para todos.

“Lo increíble de la historia del Padre Lafleur es su constante altruismo”, dijo Bell. “Es un altruismo que trasciende el ser. Es este modelo de autosacrificio supremo que puede ser un ejemplo para todos”.

El autorOSV / Omnes

Estados Unidos

León XIV es el líder mejor valorado entre los estadounidenses

El difunto Papa Francisco gozó de amplia popularidad entre los residentes de Estados Unidos, con entre el 61% y el 86% de aprobación.

OSV News / Gina Christian·9 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Gina Christian, OSV

El Papa León XIV encabeza una nueva encuesta sobre líderes mundiales, realizada por Gallup, entre residentes de Estados Unidos.

La encuesta, realizada por teléfono del 7 al 21 de julio con 1.002 adultos en todo el país, encontró que el 57% de los encuestados veía a León XIV de manera favorable, el 11% lo desaprobaba y el 31% no tenía opinión. De ese último grupo, el 18% dijo que no estaba lo suficientemente familiarizado con el Papa como para opinar, mientras que el 13% restante no había oído hablar de él.

Al mismo tiempo, Gallup señaló que, «en consonancia con las diferencias ideológicas en sus calificaciones, los demócratas lo aprecian más que los republicanos». La encuesta de Gallup evaluó por primera vez al papa nacido en Estados Unidos desde su elección el 8 de mayo. El papa León XIV cumple sus primeros 100 días en el papado el 16 de agosto.

Resultados de otros líderes

Los encuestados otorgaron al presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, un 52% de aprobación, con un 34% de desaprobación y un 14% sin opinión. Tras él se ubicó el senador Bernie Sanders (independiente por Vermont), con una opinión positiva del 49% y negativa del 38%, mientras que el 14% no expresó su opinión.

La mayoría de los estadounidenses encuestados (57%) desaprobaba al presidente estadounidense Donald Trump, con un 41% aprobándolo y tan solo un 2% sin opinión. El vicepresidente J.D. Vance obtuvo un 49% de desaprobación, con un 38% de opinión favorable y un 13% sin opinión.

León XIV también encabezó la clasificación según la favorabilidad neta (que representa la diferencia entre puntos porcentuales positivos y negativos) con un 46%.

Gallup señaló que «la favorabilidad neta es más efectiva para estas comparaciones porque da cuenta de las grandes diferencias en la familiaridad de los estadounidenses con las distintas cifras».

A excepción del Papa León XIV, Zelenski y Sanders, todos los demás líderes de la lista de Gallup tuvieron una favorabilidad neta negativa: el presidente francés, Emmanuel Macron, tuvo un -1% y el empresario multimillonario Elon Musk un -28%.

Trump (-16%), el secretario de Estado Marco Rubio (-16%), el expresidente Joe Biden (-11%) y el actual vicepresidente JD Vance (-11%) quedaron entre Macron y Musk en la clasificación negativa neta.

Comparación con otros Papas

Gallup también comparó la calificación de León XIV con las del Papa Francisco y el Papa Benedicto XVI. Señaló que las cifras del nuevo Papa son muy similares a las de sus predecesores en los primeros días de sus respectivos pontificados. En 2013, Gallup descubrió que el 58% aprobaba al Papa Francisco y el 10% lo desaprobaba, mientras que en 2005 el Papa Benedicto XVI tenía una opinión favorable del 55% y desfavorable del 12%.

La encuestadora aclaró que no midió la opinión pública estadounidense sobre el Papa San Juan Pablo II como favorable o desfavorable hasta 1993, mucho después de su elección en 1978. Sin embargo, el difunto Papa gozó de amplia popularidad entre los residentes de Estados Unidos, con entre el 61% y el 86% de aprobación en una encuesta determinada a lo largo de los años.

Entre los católicos estadounidenses, el Papa León XIV (76%), el Papa Francisco (80%) y el Papa Benedicto XVI (67%) «obtuvieron un apoyo superior al promedio en sus calificaciones iniciales», dijo Gallup .

La firma también señaló que el Papa León XIV se diferencia de sus predecesores en que su índice de aprobación es «más alto entre los liberales que entre los conservadores (65% frente a 46%)».

Por el contrario, los conservadores eran más propensos a ver a Benedicto XVI y al Papa Francisco con buenos ojos durante los primeros días de sus pontificados.

El Papa Benedicto XVI mantuvo esa ventaja de aprobación conservadora a través de los datos de Gallup de 2010, tomados tres años antes de su renuncia en 2013. La clasificación del Papa Francisco entre los conservadores disminuyó, y sus números de Gallup de diciembre de 2023 mostraron una aprobación del 70% entre los liberales y del 42% entre los conservadores.

El autorOSV News / Gina Christian

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Cultura

Whitney Houston: la voz

Whitney Houston siempre fue muy religiosa. Además de dedicar años y años a cantar en la iglesia, siempre dio testimonio público de su fe bautista.

Gerardo Ferrara·9 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 6 minutos

Era mayo de 1994 cuando la escuché cantar en directo (en televisión) por primera vez. Aún no había cumplido los 16 años. Estaba haciendo zapping y a punto de irme a dormir (al día siguiente tenía colegio). Justo cuando estaba a punto de apagar la televisión, apareció ella, Whitney Houston: envuelta en un vestido blanco y negro, con el pelo recogido, la mirada soñadora, el público extasiado a sus pies, preciosa. Empezó a cantar: «If I… should stay…», las primeras estrofas de “I will always love you». ¡Me quedé fulminado!

Hasta entonces había escuchado alguna que otra canción suya, pero odiaba esa “I will always love you»: estaba en todas partes. La ponían sin parar en la radio del autobús que me llevaba al colegio, en casa mientras hacía los deberes, en el gimnasio… ¡No podía más! Pero escucharla cantar en directo, y mejor aún que en el disco, bueno, eso nunca me había pasado.

Así que, desde ese momento, me puse a escuchar todos sus discos, conozco todas sus canciones, me alegré de sus triunfos, fui testigo de su trágico declive y lloré por su repentina desaparición, el 11 de febrero de 2012.

Se pueden decir muchas cosas sobre ella, pero sin duda fue una de las artistas más grandes, y quizás la voz más grande, de todos los tiempos, la más premiada de la historia. En Estados Unidos todavía la llaman “La voz”.

Destinada a convertirse en leyenda

Whitney Elizabeth Houston nació en Newark, Nueva Jersey, el 9 de agosto de 1963, la última hija de John y Cissy. Su madre era prima hermana de Dionne Warwick y famosa cantante de góspel, además de célebre corista de Elvis Presley y Aretha Franklin (suya es la famosa nota aguda de soprano en “Ain’t no way» de Franklin).

Desde niña, Whitney (que tenía dos hermanos mayores y a la que su familia llamaba Nippy) cantaba en la iglesia donde su madre dirigía el coro (la New Hope Baptist Church de Newark) y destacó por su prodigiosa voz (a los 11 años cantó su primer solo). Como además era muy guapa, tuvo la oportunidad de posar como modelo para la revista Seventeen (la primera chica de color en aparecer en la portada) y hacer algunas apariciones en series de televisión. Comenzó su carrera en el mundo de la música como corista, junto a su madre, para varios artistas (entre ellos Chaka Khan, en “I’m every woman”, de la que años más tarde haría una famosa versión).

La oportunidad, sin embargo, llegó cuando, en un club de Nueva York en el que cantaba junto a su madre, Whitney interpretó una versión de George Benson, “Greatest love of all”, ante el productor de esa misma canción, además de uno de los grandes de la música (habiendo producido, entre otros, a Aretha Franklin y Janis Joplin): Clive Davis. En una entrevista, Davis declaró que quedó impresionado (como yo y muchos otros) por la voz más hermosa de su generación y por la forma en que había interpretado esa canción, que él mismo había producido años antes, dándole un significado, un alma, que nadie más había logrado darle.

Davis fichó a Whitney para Arista Records y, desde entonces, fue un éxito tras otro: el primer álbum, “Whitney Houston” (1985), con éxitos como “You give good love”, “Greatest love of all”, “How will I know”, “All at once”; el segundo, “Whitney” (1987), con la famosa “I wanna dance with somebody”. En pocos años, Whitney Houston se convirtió en una estrella de primer orden, la primera mujer en tener siete singles número 1 (superando a los Beatles), premios a montones (Grammy, American Music Award y otros) y fama mundial.

Demasiado negra para los blancos, demasiado blanca para los negros

Con el éxito, por supuesto, llegaron también las primeras dificultades. Desde el principio, Whitney se enfrentó a un cambio de rumbo con respecto a otras cantantes afroamericanas: sonidos más pop, melodías sencillas y no demasiado gospel o soul (pero en las actuaciones en directo su voz dejaba, como Aretha Franklin, una huella soul indeleble), y esto para hacerla más aceptable para el público blanco (y al afroamericano no le gustó, tanto que a veces la abucheaban estrepitosamente y algunos la llamaban Oreo, como las galletas negras por fuera y blancas por dentro).

Sin embargo, fue la primera cantante afroamericana en convertirse en una estrella de MTV, allanando el camino para otras después de ella e inventando una forma de cantar que desde entonces todas sus herederas han intentado igualar (Céline Dion, Mariah Carey, Beyoncé, Adele, etc.).

También corrían rumores sobre su vida sentimental y privada (sobre los que no voy a detenerme) que siempre le hicieron sufrir mucho.

Whitney intentó adaptarse, pero luego su carácter comenzó a aflorar, con el deseo de algo que fuera más suyo, hasta tal punto que logró imponerse a Davis para producir un álbum, “I’m your baby tonight” (1990), que se alejaba notablemente de los dos primeros, con sonidos más negros.

“El guardaespaldas” y los años 90

La consagración aún estaba por llegar, y de hecho llegó en 1992, cuando Whitney actuó junto a Kevin Costner en la película “El guardaespaldas”, que la dio a conocer aún más en todo el planeta, la convirtió en la cantante más famosa del mundo y produjo el sencillo femenino más vendido de la historia (“I will always love you”, escrito y cantado años antes por Dolly Parton) y la banda sonora más vendida de todos los tiempos.

Mientras tanto, llegó también el matrimonio con el famoso Bobby Brown y la maternidad (su hija Bobby Kristina nació en 1993 y, lamentablemente, murió pocos años después que su madre, también encontrada inconsciente en la bañera).

A pesar de las primeras tormentas sentimentales y los problemas con las drogas, los años 90 estuvieron plagados de éxitos (otras dos películas: “Waiting to exhale” (“Esperando un respiro”), con su banda sonora, y “The preacher’s wife” (“La mujer del predicador”), con el álbum homónimo de gospel cantado por Houston, que se convirtió en el álbum de gospel más vendido de todos los tiempos).

Otro álbum aclamado por la crítica y el público fue “My love is your love”, más orientado al hip hop.

El declive y la muerte

Los años 2000 estuvieron marcados sobre todo por los problemas con las drogas, las desintoxicaciones y la pérdida de la voz, pero también por otros dos álbumes (“Just Whitney”, de 2002, e “I look to you”, de 2009), producciones cinematográficas, el divorcio de Brown y varios intentos por recuperar la voz y el éxito.

A pesar de haber intentado con todas sus fuerzas remontar el vuelo, Whitney Houston falleció el 11 de febrero de 2012 en un hotel de Beverly Hills, no tanto por las drogas (que también contribuyeron, junto con el tabaco, a su deterioro físico), sino por problemas cardíacos debidos a la aterosclerosis, una enfermedad que también había afectado a otra de las grandes voces del siglo XX: Maria Callas.

La fe y la herencia

Whitney Houston siempre fue muy religiosa. Además de dedicar años y años a cantar en la iglesia, siempre dio testimonio público de su fe bautista. Testimonios de los días previos a su muerte refieren su deseo de encontrarse finalmente con Jesús, cansada de todas las vanidades del mundo del espectáculo. Varios amigos, entre ellos Robyn Crawford, declararon que se encerraba en su habitación durante horas para «hablar con Jesús».

Ciertamente, su vida terrenal terminó de manera trágica, pero su legado artístico y humano está destinado a perdurar para siempre. Concluiré con el obituario que más me impactó tras su muerte, el de la gran cantante italiana Mina:

“Se van, quieren irse. Otra tragedia, otra absurdidad, otra ausencia, otro misterio. No quiero saber por qué murió Whitney Houston. No quiero volver a relacionar, una vez más, un gran talento musical con historias de drogas. La ecuación ‘maldita’ que asocia el éxito con la fragilidad, el arte con la depresión, los aplausos con los medicamentos sigue persiguiendo a un mundo que, solo en apariencia, solo contiene privilegios.

Por favor, no me lo digáis si realmente fuera así. Quiero conservarla en mi memoria tal y como yo la veo: alta, guapísima, extraordinariamente talentosa. Sé poco de su vida. Y todo de su música. Un ángel que canta así se habría merecido lo que ahora parece un ‘premio’ inalcanzable: una existencia consciente, una vida feliz. Ella realmente inventó una forma de cantar, nada fácil, que todos han intentado imitar. Se ha convertido en el término de comparación. El papel tornasol. El modelo. La inalcanzabilidad.

Y, como me suele pasar en casos como este, no puedo evitar pensar en dónde acaba el talento de una persona cuando esta deja de estar en la forma que conocemos”.

Sin embargo, quienes tienen fe pueden recordar las palabras de una famosa y hermosa canción que Whitney hizo famosa: “Jesus loves me”.

“Jesús me ama, lo dice la Biblia y yo lo creo. Los pequeños le pertenecen: somos débiles, pero él es fuerte. Y yo avanzo hacia arriba, te lo ruego, Señor, ¡guíame! Soy indigno y terco, lo sé, pero nunca dejes de amarme. A veces me siento solo, pero sé que nunca lo estoy, porque Jesús me ama, lo sé, cuando estoy equivocado y cuando tengo razón. Amén”.

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España

Jumilla, libertad religiosa y polideportivos: el contexto que falta

La Conferencia Episcopal Española ha respaldado la postura de la Comisión Islámica de España sobre las manifestaciones religiosas en espacios públicos, pero fuentes jurídicas consultadas apuntan a que es posible que haya cierta confusión jurídica tanto por parte de los políticos como de la Conferencia Episcopal

Javier García Herrería·8 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha mostrado su respaldo a la postura de la Comisión Islámica de España en relación con la decisión del Ayuntamiento de Jumilla de restringir manifestaciones religiosas en espacios públicos.

En un comunicado, los obispos recuerdan que “las manifestaciones religiosas públicas, entendidas como libertad de culto, están amparadas por el derecho a la libertad religiosa”, recogido en el artículo 16.1 de la Constitución española y en el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Según la CEE, la única intervención legítima de las autoridades en este ámbito debe darse “únicamente en caso de perturbación del orden público”, siempre evaluada “con objetividad por especialistas y con criterios técnicos”, evitando decisiones “arbitrarias o ideológicas”. Subrayan que, si se aplican restricciones para proteger el bien común, estas deben extenderse a cualquier tipo de manifestación en espacios públicos, no solo a las de carácter religioso.

La nota advierte que limitar estos derechos por motivos religiosos “es una discriminación que no puede darse en sociedades democráticas” y que “no afecta solo a un grupo religioso, sino a todas las confesiones religiosas y también a los no creyentes”.

¿Qué ha pasado en Jumilla?

El Ayuntamiento de Jumilla generó una fuerte controversia al aprobar, el pasado jueves 7 de agosto, una moción -respaldada por el PP y Vox- que restringe el uso de instalaciones deportivas municipales exclusivamente a actividades deportivas organizadas por el ayuntamiento, prohibiendo expresamente actos religiosos como el final del Ramadán y la Fiesta del Cordero.

La medida ha sido considerada por la comunidad musulmana local como una falta de respeto y un golpe a la convivencia. Mohamed Ajana, secretario de la Comisión Islámica de España, expresó su “preocupación” por una decisión que obstaculiza la libertad religiosa.

Posibles confusiones

La controversia en torno a la decisión del Ayuntamiento de Jumilla de restringir el uso de polideportivos municipales a actividades deportivas organizadas por el consistorio —medida que impide celebraciones religiosas como el final del Ramadán o la Fiesta del Cordero— ha generado críticas tanto a Vox (promotor de la moción) y el PP (que se abstuvo para que saliera adelante), como a la Conferencia Episcopal Española (CEE), que se alineó con la Comisión Islámica para defender la libertad de culto.

Según juristas consultados, la propuesta inicial de Vox incurre en una confusión entre “manifestaciones religiosas públicas” y el uso puntual de un espacio público gestionado por la administración. Mientras las primeras están protegidas por el artículo 16.1 de la Constitución y el artículo 21 (reunión y manifestación), siempre que se comuniquen previamente y no alteren el orden público, el uso de un polideportivo se rige por el derecho administrativo y las competencias municipales (Ley 7/1985 de Bases del Régimen Local), que permiten al ayuntamiento establecer criterios de utilización.

El Ayuntamiento sí puede limitar el uso de instalaciones a actividades deportivas, pero debe hacerlo de forma neutral y general, no prohibiendo solo las religiosas, porque ahí se abre la puerta a una posible discriminación. Expertos en derecho constitucional consultados por Omnes explican que un ayuntamiento sí puede limitar el uso de un polideportivo exclusivamente a actividades deportivas o prohibir ciertos actos por razones objetivas como la salud pública o el riesgo para las instalaciones. Lo que no puede hacer es vetar una actividad por motivos religiosos ni discriminar entre confesiones: si se autoriza una misa católica, debe permitirse igualmente un rezo islámico, y viceversa. Este principio de neutralidad y no discriminación está protegido por el artículo 14 de la Constitución y la Ley Orgánica de Libertad Religiosa.

Las objeciones a la CEE apuntan a que su comunicado parte de un supuesto erróneo: no se ha prohibido una procesión o acto en vía pública, sino una actividad religiosa dentro de un recinto municipal, donde la autoridad local tiene margen para decidir su uso. De igual modo, el Consistorio podría negar una misa en esas instalaciones con el mismo fundamento. En este sentido, la libertad religiosa (art. 16 CE) no implica un derecho automático a emplear cualquier espacio público para actos de culto, sino la prohibición de discriminación y la obligación de justificar las limitaciones con criterios objetivos y no ideológicos.

La polémica, así, expone la delgada línea entre garantizar derechos fundamentales y ejercer competencias de gestión de bienes públicos, subrayando la necesidad de precisión jurídica en un debate con evidentes implicaciones sociales y políticas.

Recursos

Basílicas, santuarios, colegiatas… ¿qué diferencia a los distintos lugares de culto?

La Iglesia posee diversos tipos de templos, pero cada uno de ellos posee una naturaleza específica que viene recogida en el Código de Derecho Canónico.

Alejandro Vázquez-Dodero·8 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

Dios está en todos sitios, sin ser Dios cada uno de esos sitios ni su totalidad. Así, el creyente, que quiere tratar a ese Dios de quien se siente criatura y a quien ama, podrá tratarle siempre, se encuentre donde se encuentre.

En puridad “donde” uno trata a Dios es en su alma, el fondo de su corazón, donde habita, al ser Amor Puro. Ese es el “lugar” por excelencia para encontrarse con Él.

Naturalmente ese trato será distinto en función de las disposiciones interiores de cada uno, así como de las circunstancias que le acompañen. No es lo mismo tratar a Dios en estado de gracia que en pecado, o tratarle en un ambiente convulso y agitado –que se puede– o pacífico y relajado.

Ahora bien, es cierto que el lugar externo, el ambiente, ayuda a encontrarse con Dios y tratarle con mayor profundidad, piedad, recogimiento y devoción. Nos referimos a los lugares sagrados, en los que, además de encontrarme personalmente con Dios, puedo hacerlo también a través de la liturgia, que es la celebración de los misterios divinos. 

Templos dedicados al culto

Se trata de los lugares sagrados físicos destinados al culto común, a la liturgia, a la celebración pública de la oración y los sacramentos, núcleo de nuestra fe católica. 

Vienen recogidos en los cánones 1205 y siguientes del Código de Derecho Canónico, regulador de los bienes temporales de la Iglesia, incluyendo su administración, adquisición, conservación y disposición. Establecen las normas para la gestión de los bienes eclesiásticos, tanto materiales como inmateriales, y el modo como deben ser utilizados para el bien de la Iglesia y sus fines.

Esos lugares sagrados son dedicados y bendecidos por el ordinario, normalmente el obispo, lo que se hará constar en acta; por lo que no cualquier lugar que un fiel considere es lugar de culto.

Naturalmente en un lugar sagrado sólo se admitirá lo que favorezca el culto, la piedad, prohibiéndose lo que no esté en consonancia con la santidad de ese lugar.

La iglesia

Se trata de un edificio sagrado destinado al culto divino, a la oración en común y a la celebración de los sacramentos, principalmente la Eucaristía. 

Para su construcción, que respetará las normas litúrgicas y del arte sagrado, es preciso el consentimiento explícito y por escrito del obispo del lugar, quien la bendecirá y, en su caso, la colocará bajo el patrocinio de la Virgen o de algún santo. 

Los fieles tienen derecho a entrar en las iglesias para las celebraciones que haya y su oración, para encontrarse con Dios en el silencio y recogimiento esperable.

Las comunidades de religiosos o conventuales podrán tener su propia iglesia dentro de su convento, denominada “templo conventual”, que sirve como lugar de culto para la comunidad religiosa, así como para los fieles que deseen asistir.

Parroquia e iglesia parroquial

Se trata de una comunidad de fieles reunida en torno a un presbítero que hace presente al obispo diocesano en ese lugar. La comunidad celebra el culto, los sacramentos y la oración, en la iglesia parroquial, presididos por su párroco.

Al párroco corresponde básicamente la administración del Bautismo, la Confirmación en caso de peligro de muerte, la administración del Viático y Unción de Enfermos, la asistencia a los matrimonios, la celebración de funerales, la bendición de la pila bautismal en tiempo pascual y la celebración eucarística los domingos y fiestas de precepto.

De ordinario la parroquia debe ser territorial, pero donde convenga podrá ser personal en razón del rito, de la lengua o de la nacionalidad de los fieles de un territorio, o por cualquier otra razón apropiada.

Catedral o iglesia catedralicia

Una catedral es el templo donde tiene sede –cátedra– el obispo. Se trata de la principal iglesia de una diócesis o iglesia particular, y desde ella el obispo preside la oración y dirige el culto e imparte su enseñanza. Puede llamarse iglesia Madre o Mayor, para destacar su carácter único y principal en la diócesis.

A diferencia de la catedral, la “colegiata” posee una estructura parecida a la de aquella, si bien no es la sede del obispo.

Basílica

En su génesis greco-romana la basílica era un edificio público prominente destinado a funciones judiciales, a modo de tribunal, pero con el tiempo los cristianos empezaron a usarlo como templo y con fines litúrgicos.

El Romano Pontífice tiene reservada la prerrogativa de titular de un templo basílica, y puede ser declarada “mayor”: en su altar solo puede oficiar el Papa, y actualmente son las romanas de San Pedro, San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros. 

También existe la basílica “menor” –actualmente más de 1500 en todo el mundo– habilitada para lucir en el altar mayor determinados signos de la dignidad papal y la unión con la Santa Sede, debiendo ser, al igual que la mayor, ejemplo y referencia para el resto de las iglesias de la zona.

Santuario

Se trata de una iglesia u otro lugar sagrado, debidamente aprobado por el obispo del lugar, al que por un motivo peculiar de piedad peregrinan numerosos fieles: se desplaza al santuario para venerar una imagen o una reliquia determinada, para ganar indulgencias, o por la peculiar significación religiosa e histórico-cultural del lugar.

Hablamos de santuario diocesano si es aprobado por el obispo del lugar, nacional si lo aprueba la conferencia episcopal, o internacional si es la Santa Sede quien lo reconoce como tal.

Algunos santuarios tienen concedidas determinadas gracias cuando así lo aconsejan las circunstancias del lugar y el bien de los fieles que a ellos peregrinan.

Ermita

Es un pequeño templo, normalmente de escasa dimensión y situado en las afueras de los núcleos urbanos, en zonas rurales, que puede tener un uso religioso esporádico. Históricamente ha estado ligada a la figura del ermitaño –de ahí su nombre– y a la práctica de la vida contemplativa.

Capilla

Se trata de un lugar destinado al culto divino en beneficio de una o varias personas físicas, normalmente de pequeñas dimensiones, que para las celebraciones litúrgicas necesita la pertinente autorización episcopal.

Oratorio

Se trata de una pequeña iglesia destinada a la oración personal y en común en beneficio de una comunidad o grupo de fieles. El él puede celebrarse actos litúrgicos, y accederán otros fieles siempre y cuando dé su consentimiento aquel de quien dependa el oratorio.

Cementerios

Son asimismo lugares sagrados aquellos destinados a la sepultura de los cristianos: los cementerios, que contienen las tumbas, nichos o columbarios donde se depositan las cenizas en caso de cremación del cadáver.

De algún modo son lugares de encuentro con Dios, al suponer el último sitio habitado por la dimensión corporal de un hijo de Dios en el momento de su traspaso a la vida eterna.

Los cementerios son espacios destinados a la sepultura de los cristianos, quienes, configurados con Cristo por el Bautismo para toda la eternidad, aguardan la resurrección segunda de Cristo, en la que el alma volverá a unirse a sus cuerpos ya sin defecto alguno ni posibilidad de muerte o descomposición.

Conviene que las iglesias tengan cementerios para la sepultura de sus fieles, lugares ya bendecidos por el obispo; si no es posible cada sepultura debe recibir tal bendición.

Es común que las congregaciones religiosas o algunas familias tengan algún panteón o lugar propio dentro de los cementerios.

Por último, cabe destacar que de ordinario sólo el Papa y los obispos diocesanos y cardenales pueden ser enterrados en el interior de las iglesias, como signo de sucesión con los Apóstoles, a quienes representaron en vida.

Vaticano

Una explicación de la situación financiera del Vaticano

Todos los años, diversos organismos de la Santa Sede presentan sus balances financieros, pero no es fácil aclararse con el estado global de la situación económica del Vaticano. Aquí se aclaran algunas ideas, según la información disponible.

Javier García Herrería·7 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

La situación financiera del Vaticano a mediados de 2025 presenta un panorama complejo, marcado por desafíos estructurales persistentes, pero también por avances significativos en la gestión y transparencia de sus entidades clave. En los dos últimos meses se han presentado informes muy positivos con los balances de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) y el Instituto para las Obras de Religión (IOR) con los resultados del año 2024. Esos buenos resultados contrastan con otros titulares alarmistas y ajustes sorprendentes en la Santa Sede. No hay más que recordar las reducciones de sueldo a los cardenales y la subida del precio de los inmuebles que tuvo que realizar el Papa Francisco. Así las cosas, uno se pregunta, ¿en qué quedamos?, ¿la situación económica del Vaticano es buena o mala?

Si tuviéramos que responder brevemente a la pregunta, habría que decir que algunas áreas del Vaticano poseen una profesionalización, transparencia y rendimiento positivos, mientras que otras son muy poco transparentes y muy deficitarias. El balance general no es positivo y en líneas generales puede decirse que la Santa Sede estaría en una situación económica muy delicada. Las mejoras contables de esas instituciones no impiden que la Santa Sede siga enfrentando un déficit estructural crónico, lastrado sobre todo por las deudas de su fondo de pensiones.

Fuentes de ingreso

El Vaticano, como el estado soberano más pequeño del mundo, opera con un modelo financiero único que lo distingue de las economías nacionales convencionales. Su estructura no se basa en la recaudación de impuestos a sus residentes ni en la emisión de bonos soberanos. En cambio, sus principales fuentes de financiación provienen de una diversidad de orígenes globales, incluyendo donaciones de diócesis católicas y fieles alrededor del mundo, los ingresos generados por los Museos Vaticanos a través de la venta de entradas, y los rendimientos de su extenso portafolio de inversiones y propiedades inmobiliarias.

El APSA y el IOR

La APSA gestiona los bienes muebles e inmuebles de la Santa Sede, que comprenden 4.234 propiedades en Italia y 1.200 propiedades adicionales ubicadas en ciudades internacionales clave como Londres, París, Ginebra y Lausana. Un 70% de las propiedades no genera ingresos, ya que se utilizan para albergar oficinas del Vaticano u otras oficinas de la iglesia, mientras que otro 11% se alquila con tarifas reducidas a los empleados del Vaticano.

En 2024 reportó una ganancia de 62,2 millones de euros. Esto representa un aumento sustancial de 16 millones de euros con respecto a su desempeño en 2023. Este resultado es reconocido como uno de los mejores de la APSA en los últimos años.

El IOR, comúnmente conocido como el «Banco del Vaticano», detalló en su informe anual de 2024 una ganancia neta de 32 millones de euros, lo que representa un aumento del 7% con respecto a 2023. Esta trayectoria positiva confirma la eficacia de años de reformas financieras implementadas dentro de la institución.  

Déficit de pensiones

La Santa Sede ha estado lidiando con un déficit estructural crónico durante varios años. Este déficit se estima entre 50 y 90 millones de euros anuales, lo que representa aproximadamente el 7% de su presupuesto total, que ascendió a 1.200 millones de euros en 2023. Algunos datos históricos ilustran aún más este desafío, con un déficit proyectado de 87 millones de dólares en 2023 y un déficit operativo que alcanzó los 83,5 millones de euros en el mismo año, un aumento de 33 millones de euros en comparación con 2022. Más allá del déficit operativo anual, una obligación financiera crítica a largo plazo es el sustancial déficit del fondo de pensiones para los aproximadamente 5.000 empleados y jubilados del Vaticano.

El déficit de las pensiones del Vaticano nunca se ha contabilizado por completo, pero se estima entre mil y dos mil millones de euros. El último estudio serio lo realizó la Comisión de reforma, la COSEA, en 2015.  El temor a los procedimientos financieros no transparentes, incluso a las lagunas legales abiertas para el blanqueo de capitales, resurge periódicamente como un fenómeno jamás resuelto ni erradicado.

La gestión del Papa Francisco

Durante su pontificado, el Papa Francisco encabezó una profunda reforma del Instituto para las Obras de Religión (IOR), con el objetivo de erradicar el lavado de dinero vinculado a la mafia y restaurar su integridad financiera. En 2014, un año después de la llegada de Francisco, se cerraron más de 1000 cuentas sospechosas, muchas de las cuales estaban inactivas o vinculadas a propósitos no compatibles con su misión.

En 2024, la Autoridad para la Supervisión e Información Financiera (ASIF) registró una reducción de un tercio en los reportes de actividad financiera sospechosa en el Vaticano. Además, la plataforma de evaluación Moneyval reconoció mejoras sustanciales en la lucha contra el lavado de dinero y el financiación del terrorismo, clasificando al IOR con niveles elevados de cumplimiento técnico.

A pesar de las reformas impulsadas por el Papa Francisco para sanear las finanzas vaticanas, el caso del cardenal Angelo Becciu ha evidenciado que persisten malas praxis económicas dentro de la Santa Sede. El escándalo, vinculado a inversiones opacas y gestión irregular de fondos, ha puesto en cuestión la eficacia de algunos mecanismos internos de control.

En paralelo, durante el mismo pontificado, las donaciones al Óbolo de San Pedro —la principal fuente de ayuda económica de los fieles al Papa— se redujeron enormemente afectando seriamente la capacidad del Vaticano para sostener sus actividades pastorales, diplomáticas y asistenciales.

Para León XIV, la gestión económica se presenta como uno de los desafíos más urgentes. El nuevo pontífice deberá consolidar la transparencia, recuperar la confianza de los fieles y reequilibrar las finanzas vaticanas sin perder el espíritu evangélico de pobreza y servicio.

¡Estamos vivos!

Participar en el Jubileo de los Jóvenes es una inolvidable experiencia de fe y conocimiento de la universalidad de la Iglesia.

7 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Qué frase tan aparentemente obvia, y sin embargo tan profunda, la que pronunció el Papa León XIV durante la homilía del Jubileo: ¡estamos vivos! Desde entonces, no ha dejado de resonar en mi mente durante toda esta peregrinación a Roma. ¡La Iglesia está viva! Y las huellas dejadas en Tor Vergata dan testimonio de ello.

¿Cómo describir la grandeza de lo que allí hemos vivido? 

Tras largas horas andando bajo el sol, con el saco y la esterilla a cuestas, uno se encuentra con una inmensa masa de gente de diversos países tratando de asentarse en algún hueco del secarral para comerse su apetitosa lata de atún antes de que todo comience. 

Cabría pensar que las condiciones no son precisamente las más adecuadas para el recogimiento. Pero qué asombroso ver cómo después de tanto caos se pudo dar un silencio sepulcral cuando apareció el santísimo expuesto: toda una Iglesia arrodillada ante un trozo de pan (vivo). Y es que el Señor se sirve del silencio para tocar corazones, empezando por el mío. 

Sin embargo, el ruido no quedó tampoco olvidado. Y es que los jóvenes cristianos seguimos recordando el “hagan lío” del Papa Francisco. Tambores, panderetas, cantos, bailes, risas, gritos de alegría y reencuentros no pudieron faltar. Y con todo ello se ha dado gloria a Dios. 

Parándome a divisar tan palpable alegría me quedó muy claro que es la esperanza, y todas las gracias que recibimos a través de la Iglesia, lo que nos mantiene verdaderamente vivos. Qué paz tan grande experimentar que con Él nada es imposible. No hemos sido llamados a vivir de forma mediocre sino a aspirar a la santidad, esa que la Iglesia no se cansa de proponernos.

Durante toda la peregrinación, en mi parroquia se nos ha dado a conocer historias de santos como San Francisco de Asís, Santa Clara, Santa Inés, el padre Pío o el joven Carlo Acutis para mostrarnos que, como Pedro, no podemos caminar sobre las aguas por nuestras propias fuerzas, pero si Jesucristo nos tiende la mano, todo cambia. ¡Estamos llamados a realizar grandes obras por Dios!

En el encuentro vocacional con Kiko Argüello, más de 5.000 hombres y 5.000 mujeres respondieron con un sí generoso, confiando en la voluntad del Padre. De entre todos los recuerdos del Jubileo, uno de los que guardo con más cariño es la imagen de esos miles de jóvenes corriendo con una gran sonrisa hacia el escenario: un auténtico sprint hacia su vocación. Nunca había visto de manera tan explícita cómo Dios nos pone en marcha.

Y es curioso como después de cada encuentro sucedía algo inmediato: todos salíamos cantando a Dios. Porque cuando vivimos para Él, es cuando realmente somos felices. Como dijo el Papa León: “necesitamos alzar los ojos, mirar a lo alto, a las cosas celestiales para darnos cuenta de que todo tiene sentido”. Viviendo así, es como estamos más vivos.

Evangelio

Santa vigilancia. Domingo XIX del Tiempo Ordinario (C)

Joseph Evans nos comenta las lecturas del domingo XIX del tiempo ordinario (C) correspondiente al día 10 de agosto de 2025.

Joseph Evans·7 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Podemos quejarnos de que no sabemos cuándo vamos a morir, pero es precisamente ese no saber lo que añade dramatismo a nuestras vidas. Hay una buena tensión -como la sana tensión de las cuerdas adecuadamente tensadas de una guitarra o un piano- que no hace sino dar energía, “música”, a la existencia. Jesús cuenta hoy una parábola sobre un amo que se ha marchado, dejando a sus criados al cuidado de la casa en su ausencia. ¿Qué harán? ¿Cómo se comportarán? ¿Mantendrán la casa en orden para su regreso? ¿Y cuidará el criado mayor de los demás criados y dará “a la servidumbre la comida a sus horas”?

He conocido a varios sacerdotes fieles que han muerto, algunos bastante jóvenes, dando a su pueblo su “comida a sus horas”, en sus puestos, cuidando de su rebaño, cumpliendo con su ministerio. También se oye hablar, por desgracia, de personas que mueren en malas circunstancias: un hombre que cae muerto mientras se porta mal con una mujer que no es su esposa; alguien que muere drogándose; la mujer que descuidó sus deberes por una vida de egoísmo… No estaban preparados cuando el Señor vino a buscarlos y se arriesgan al castigo funesto del que habla Cristo: el amo “lo castigará con rigor (más literalmente: lo cortará en dos) y le hará compartir la suerte de los que no son fieles”.

Los padres dan a sus hijos su alimento en el momento oportuno, no sólo a través de la alimentación física, sino también procurando que éstos reciban la formación espiritual y humana que necesitan en cada etapa de su vida, introduciéndoles en la oración, ayudándoles a profundizar en su fe y en las virtudes…

También “alimentamos” a nuestros compañeros “criados” con nuestro ejemplo, con esas conversaciones en las que decimos lo adecuado en el momento oportuno, abriéndoles nuevos horizontes.

Hay una santa vigilancia que nos lleva a estar atentos a las necesidades de los que están a nuestro cuidado, ayudándoles a no descarriarse con una intervención oportuna y, ojalá, precoz. Pero también hay una vigilancia para escuchar lo que Dios quiere decirnos: como nos dice la primera lectura, los israelitas estuvieron vigilantes para escuchar la advertencia de Dios a través de Moisés en aquella “noche de liberación” y así se salvaron del ángel vengador. O, como leemos en la segunda lectura, Abraham atendió a la llamada de Dios para abandonar su tierra de idolatría y seguir al único Dios verdadero hacia lo desconocido. La fe vivida es una forma suprema de vigilancia.

Vaticano

León XIV: «La gracia no elimina nuestra libertad, sino que la despierta»

En su audiencia general semanal del 6 de agosto, el Papa explicó cómo Cristo se preparó para sacrificarse por amor y cómo los cristianos, en respuesta, deben preparar un espacio en sus corazones y vidas para él. 

OSV / Omnes·6 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Por Cindy Wooden, OSV

Mientras disfrutan de un descanso de verano de la escuela o el trabajo, los católicos no deben descuidar «la invitación del Señor a preparar nuestros corazones participando activamente en el sacrificio eucarístico y realizando generosos actos de caridad», dijo el Papa León XIV.

Hablando en inglés en su audiencia general semanal del 6 de agosto, el Papa resumió su discurso principal, que se centró en cómo Cristo se preparó para sacrificarse por amor a la humanidad y cómo los cristianos, en respuesta, deben preparar espacio en sus corazones y vidas para él.

Los relatos evangélicos de Jesús y sus discípulos preparándose para la Pascua y la Última Cena -y para la pasión y muerte de Jesús, dijo- «nos muestran que el amor no es el resultado de la casualidad, sino de una elección consciente».

Jesús, afirmó el Papa, «no afronta su pasión por fatalismo, sino por fidelidad a un camino libremente acogido y seguido».

Los creyentes deben sentirse reconfortados al saber que «el don de su vida nace de una intención consciente, no de un impulso repentino», dijo el Papa León a las miles de personas reunidas para la audiencia en la Plaza de San Pedro.

Al acercarse la Pascua y su muerte, Jesús «ya lo tenía todo pensado, todo lo había dispuesto, todo lo había decidido», dijo el papa. «Sin embargo, pide a sus amigos que hagan su parte. Esto nos enseña algo esencial para nuestra vida espiritual: la gracia no elimina nuestra libertad, sino que la despierta. El don de Dios no elimina nuestra responsabilidad, sino que la hace fructífera».

La Misa

Los católicos de hoy también están llamados a prepararse para recibir el sacrificio de Cristo, dijo, y no sólo en la Misa. «La Eucaristía no se celebra sólo en el altar, sino también en la vida cotidiana, donde es posible vivir todo como ofrenda y acción de gracias», afirmó el Papa León.

A menudo, esa preparación no consiste en hacer más, dijo, sino más bien en crear espacio «eliminando lo que nos estorba, reduciendo nuestras demandas y dejando de tener expectativas poco realistas».

«Cada gesto de disponibilidad, cada acto gratuito, cada perdón anticipado, cada esfuerzo acogido con paciencia, es una manera de preparar un lugar donde Dios pueda habitar», afirmó el Papa León.

«Que el Señor nos conceda ser humildes preparadores de su presencia», oró el Papa. «Y, en esta preparación diaria, que crezca también en nosotros esa confianza serena, permitiéndonos afrontar todo con un corazón libre. Porque donde se prepara el amor, la vida puede verdaderamente florecer».

El autorOSV / Omnes

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Vaticano

León XIV pide a los Caballeros de Colón que sean signos de esperanza

El Papa envía un videomensaje a los Caballeros de Colón con motivo de su 143ª Convención Suprema que se efectúa en Washington D.C. del 5 al 7 de agosto de 2025. Los llama a continuar su servicio entre los más necesitados.

Vatican News·6 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

«La Iglesia siempre ha sido llamada a ser un signo de esperanza mediante la proclamación del Evangelio con palabras y obras. De manera especial durante este Año Santo, estamos llamados a ser signos tangibles de esperanza para aquellos hermanos y hermanas que atraviesan cualquier tipo de dificultad», afirmó el Papa León XIV en un videomensaje dirigido a los participantes de la 143ª Convención Suprema de los Caballeros de Colón, que se celebra del 5 al 7 de agosto de 2025 en Washington D. C., Estados Unidos. Las palabras del Pontífice también alcanzan a quienes participan de manera virtual en las ceremonias inaugurales.

El Papa recordó que el Beato Michael McGivney, fundador de los Caballeros, comprendió profundamente esta misión: “Él vio las muchas necesidades de los católicos inmigrantes y buscó aliviar la pobreza y el sufrimiento a través de su fiel celebración de los sacramentos, así como mediante la ayuda fraterna, ayuda que continúa hasta el día de hoy”, expresó.

Bajo el lema de este año, “Heraldos de la Esperanza”, el Pontífice valoró la labor de los Caballeros por reunir a hombres en torno a la oración, la formación y la fraternidad, destacando además las numerosas obras caritativas impulsadas por los consejos locales alrededor del mundo.

“En particular —añadió—, su generoso servicio a poblaciones vulnerables —incluidos los no nacidos, madres embarazadas, niños, personas desfavorecidas y quienes sufren por el azote de la guerra— brinda esperanza y sanación a muchos y continúa el noble legado de su fundador”.

Finalmente, el Sucesor de Pedro encomendó el evento a la intercesión de la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia, y del Beato McGivney, impartiendo con cordialidad la Bendición Apostólica.

Programa de actividades: fe, encuentro y servicio

Durante los días de convención, los participantes disfrutarán de una intensa agenda que combina momentos litúrgicos, conferencias, exhibiciones, oración y encuentros fraternos. Desde el 2 de agosto, se instalarán los burós de información y comenzará la recepción oficial, mientras que los días previos al inicio formal estarán marcados por la Adoración Eucarística, la inscripción de delegados, y la tradicional exhibición Knights Gear.

El 5 de agosto, los delegados asistirán a la Misa de Apertura en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, seguida por la sesión inaugural de negocios, abierta también a familiares. El evento continuará con la Cena de Estados y el caucus de delegados.

Durante el 6 y 7 de agosto, se celebrarán la Misa de la Convención, la Misa Conmemorativa, un programa especial para las damas, el Sacramento de Reconciliación, y espacios para la veneración de reliquias. También habrá múltiples momentos de fraternidad, oración y formación espiritual.

El autorVatican News

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FirmasGonzalo Martínez Moreno 

El sentido de la existencia como concordancia de amor, verdad y libertad

¿Cuál es el sentido de la vida? En Frankl encuentro dos puntos cardinales: libertad y amor. Esta conjunción axial, implica verdad, belleza y virtud. Todo orbita  en torno a esta matriz.

6 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

El siglo XX fue una hecatombe a costa de la libertad, bajo idealismos totalitarios que juraron prosperidad y trajeron su antinomia. Tras un avance en libertad, se retrocede hacia la seguridad. Esto es un dislate y un ataque contra el espíritu humano. Jünger, en La Emboscadura, esclarece: “una gran mayoría no quiere la libertad y aun le tiene miedo (…) —la libertad es ante todo la concordancia consciente con la existencia y es el placer, sentido como destino, de hacerla realidad”. Es más loable una libertad peligrosa que la supeditación y servidumbre tranquila, a la luz de Zambrano. Frankl sabía que podían arrebatarle todo, salvo su individualidad: la conciencia última.

El hombre actúa para sentirse  alguien —libre— y no disolverse en un “todo”, donde la dignidad se deshumaniza en la caterva. Frankl cree en una libertad trascendental inmanente, donde refulge la voluntad más allá del dinamismo del deseo. Por eso, la libertad es antídoto frente al miedo, pues quien otorga ese estadio de “concordancia consciente con la existencia” es la Verdad: “La verdad os hará libres” (Juan 8, 31-42). 

Frankl bebe del existencialismo de Kierkegaard (individualidad y salto de fe frente a la angustia) y del idealismo alemán y su “conciencia de la necesidad” (Kant y Hegel). Para Frankl, “vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a las cuestiones que la vida plantea”; el hombre es “El ser que siempre decide lo que es”. Como en Rousseau: “La libertad es la capacidad de empezar de nuevo a cada instante”, y en Ratzinger: “Libertad significa aceptar por propia voluntad las posibilidades de mi existencia”. Concibe la libertad como afirmación de la realidad; incluso si las posibilidades son limitadas o sufridas, siguen siendo posibilidades. “El hombre no inventa su sentido de la vida, sino que lo descubre”—Alétheia, como desvelamiento de la verdad.

Trascendencia

Todos somos llamados interiormente a la trascendencia. “Amor veritas, amor rei”: quien ama la verdad, ama la realidad, donde se manifiesta el ser humano. Frankl acepta el sufrimiento, pues lo inevitable no debe compungir el espíritu de un alma libre. El mesiánico Lenin preguntaba “¿Libertad para qué?”; muchos seguidores del camino de servidumbre —en términos de Hayek—, culminan en iniquidad y  miseria, sin saber que la libertad es el único camino. 

El hombre en busca de sentido desemboca en el amor; “el amor trasciende la persona física del ser amado y halla su sentido más profundo en el ser espiritual, el yo íntimo”. Sin verdad no hay libertad, sin libertad no hay amor, pero sin amor no hay verdad, pues el amor es la mayor de las verdades; y si el amor es  verdad y, la verdad es amor, el amor es libre. Ahora podemos decir que la verdad nos ha hecho libres, pues el amor nos ha hecho libres para amar.

Chesterton, como Frankl, siente gratitud infinita por la belleza y afirma que “El loco no es el hombre que ha perdido la razón. Loco es el hombre que ha perdido todo menos la razón”. Las vicisitudes abren camino a la santificación: el sufrimiento es el vehículo por el que ejercemos la virtud y nos humanizamos. Frente a la razón absoluta, en el salto de fe hallamos la Gracia de Dios, contra el decaimiento de la moral. 

Libertad, Verdad y Amor: la tríada contra el miedo. Lo efímero puede sumirnos en el absurdo, pues ¿no es una aporía que las cosas nazcan para morir? Pero Spinoza, en el último escolio de su Ética, afirmaba que lo excelso es tan  difícil como raro, y su valor está en la libertad como concordancia con la necesidad: el amor. ¿No es sublime que la materia inerte y la vida converjan, y de la nada surja el ser, como la libertad de una cárcel? La vida, en su veleidad, quiso contemplarse a sí misma, como una pupila reconociéndose en el reflejo de otra. El sentido de la vida es vivirla en la Verdad; porque fuimos hechos para vivir, libres en ella. 

Y en gratitud al Hacedor, restituyo Su amor en el siguiente poema: Lumen gloriae 

La esencia es coherencia y concordia, 

coraje ante la apostasía, el miedo y el odio, 

libertad y amor, defensa y honra, 

loor a la acción, vituperio a la zozobra.  

No temo a la muerte, por eso amo la vida, 

me descubro y disuelvo en la verdad, 

y si formo en ella, qué más que no sanarla, 

pues no puedes negarla una vez la dilucidas.  

Somos conciencia de la finitud, perdidos, 

asfixiando nuestros anhelos más profundos, 

por un mundo nuevo, sin velos ni alaridos, 

que comienza en el momento en que morimos.  

Y no hay mayor conquista del amor, 

que una metafísica del orgullo humano, 

de nuestro ser, más allá de su comprensión, 

de libertad, entendimiento y corazón.

El autorGonzalo Martínez Moreno 

Evangelización

Los milagros de Hiroshima y Nagasaki

Se cumplen 80 años de los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki, que causaron la muerte de más de 200.000 personas.

Javier García Herrería·6 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Hoy, 6 de agosto de 2025, se cumplen 80 años del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima, una tragedia que marcó la historia de la humanidad y provocó la muerte de más de 100.000 personas. Sin embargo, entre la destrucción y el horror, emergió un suceso sorprendente que ha sido recordado como el «milagro de Hiroshima»: la supervivencia inexplicable de cuatro sacerdotes jesuitas alemanes, que se encontraban a apenas un kilómetro del epicentro de la explosión.

A las 8:15 de la mañana del 6 de agosto de 1945, la bomba “Little Boy”, lanzada por el bombardero B-29 Enola Gay, arrasó la ciudad. Dos tercios de los edificios desaparecieron instantáneamente y decenas de miles murieron en segundos o en las semanas siguientes por quemaduras y exposición a la radiación.

En medio de ese infierno, los padres Hugo Lassalle, Hubert Schiffer, Wilhelm Kleinsorge y Hubert Cieslik, miembros de la misión jesuita de Hiroshima, se encontraban en la casa parroquial de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los pocos edificios que quedaron en pie, aunque muy dañado.

Sin efectos radiactivos

Ninguno resultó gravemente herido, pero los médicos que los atendieron días después les advirtieron de los efectos inevitables de la radiación. Sin embargo, los cuatro jesuitas vivieron durante décadas sin desarrollar enfermedad alguna relacionada con la bomba.

Aunque la ciencia no ha ofrecido una explicación definitiva para su supervivencia sin secuelas, este hecho sigue siendo recordado con asombro por creyentes y estudiosos como un signo de esperanza en medio del desastre. Hoy, ocho décadas después, Hiroshima honra a las víctimas y también recuerda la historia de estos cuatro hombres que, según muchos, vivieron bajo el amparo de la fe y la providencia.

El milagro de Nagasaki

El 9 de agosto de 1945 cayó una segunda bomba atómica, esta vez sobre Nagasaki. En medio de aquella tragedia, el convento franciscano fundado por el futuro mártir y santo, San Maximiliano Kolbe, se mantuvo en pie.

Construido en 1930 en una ladera del monte Hikosan, el convento se salvó de la destrucción causada por la bomba “Fat Man” que mató instantáneamente a entre 40.000 y 75.000 personas. La ciudad de Nagasaki, la más católica de Japón, perdió también a 8.500 de los 12.000 feligreses de su catedral. Aun así, el convento franciscano permaneció milagrosamente intacto.

Maximiliano Kolbe, que llegó a Japón sin recursos ni conocimiento del idioma, eligió el lugar por su bajo coste, siguiendo su voto de pobreza franciscana. Allí fundó una comunidad misionera, lanzó una revista mariana en japonés y construyó una gruta inspirada en Lourdes, que hoy sigue siendo lugar de oración.

Aunque Kolbe regresó a Polonia antes de la guerra y murió en Auschwitz en 1941, su legado sigue vivo en el monasterio, que aún alberga frailes, publica su revista y recibe peregrinos.

Recursos

María Salomé ¿hermana de María?

El posible parentesco entre Salomé y la Virgen María —mencionada en Juan 19,25 como “la hermana de su madre”— ha sido debatido por exégetas, sin alcanzar una certeza.

José Luis Ipiña·5 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 10 minutos

De Salomé sabemos por los evangelios que era la esposa de Zebedeo, un patrón de pesca del lago de Genesaret, madre de dos apóstoles, Santiago y Juan, predilectos del Señor, que estuvo en el Calvario y que la mañana de la Resurrección fue a la tumba, junto con otras mujeres, a embalsamar el cuerpo de Jesús. Nos dicen, además, que tuvo la audacia de pedir a Jesús que en su reino se sentarán sus hijos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Además, podría ser ella la hermana de la Virgen María, título que disputa con María de Cleofás. Sobre este particular no tenemos documentación suficiente para dar una respuesta definitiva, lo máximo que alcanzamos es a hacer algunas conjeturas de su congruencia. 

Qué nos dice el Nuevo Testamento

En el evangelio de san Juan 19, 25 leemos “junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena”. Como lugares paralelos en los sinópticos, tenemos en el Calvario, según Mateo 27, 56: “estaban María Magdalena, María, la madre de Santiago y José, y la madre de los hijos de Zebedeo”; y según Marcos 15, 40: “estaban María Magdalena y María, la madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé”. 

Todos ellos como presente en el Calvario, nombran a María Magdalena. Por otra parte, es común identificar a María, mujer de Cleofás, con María, la madre de Santiago y José, e igualmente, a Salomé con la madre de los hijos de Zebedeo. Por el contrario, la madre de Jesús, no es citada en los sinópticos y aparece sólo en Juan 19, 25, sin nombrarla. 

Cabe preguntarse ¿quién es esa “hermana de su madre?, porque no consta que María tuviera una hermana. El término griego empleado es adelphè, con el que se designa a la hermana natural de unos mismos padres o bien, de uno sólo. Sin embargo, en el griego bíblico podría designar también a un pariente próximo, ya que en arameo el término “hermano” tiene una extensión lingüística mayor que en griego, por lo que cabría una simple relación de parentesco. Y también, ¿de cuántas mujeres se habla en el texto de Juan?, de cuatro, o de tres. En Mateo y Marcos tenemos tres mujeres, pero ninguno de los dos nombra a la madre de Jesús. Y si la hermana de la madre de Jesús era Salomé, ¿por qué san Juan omite su nombre?

Como resumen, de la lectura de los evangelios, en la crucifixión acompañaron a Jesús un grupo de mujeres que le seguían desde Galilea, entre las que se destacan su madre y otras tres, María Magdalena, María de Cleofás y Salomé. La citada por Juan como “hermana de su madre” bien podrían ser Salomé o María de Cleofás. 

Qué nos dicen los comentaristas

En los comentarios exegéticos de Juan 19, 25 es común sugerir dos lecturas posibles, sin inclinarse por ninguna de ellas. Podría leerse: “Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás y María Magdalena”, es decir, cuatro mujeres. O bien, tres mujeres, “junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás y María Magdalena”. Ambas lecturas del texto serían válidas. De aceptarse la primera, es unánime que esa mujer innominada no puede ser otra que Salomé, la madre del “discípulo amado”. De acuerdo con la segunda, María de Cleofás sería prima hermana o bien cuñada de la Virgen María.

La Biblia de Jerusalén” se limita a señalar en nota a pie de página, que la hermana de María sería “o Salomé, madre de los hijos de Zebedeo o, uniendo esta designación a la que sigue, “María, mujer de Cleofás”.

En el “Comentario a la Sagrada Escritura Verbum Dei” sobre Juan 19, 25 se lee: “el balance de esta enumeración inicial nos lleva a distinguir no tres, sino cuatro mujeres junto a la cruz de Jesús. El punto discutido es si “la hermana de su madre” es María de Cleofás o es otra prima de nuestra Señora. La predilección general por el anonimato y la reticencia que manifiesta Juan sugerirían que, al tratarse de lo segundo, deberíamos identificarla con Salomé, su propia madre, la cual estuvo ciertamente en el Calvario aquel día”.

En el Diccionario Exegético del Nuevo Testamento, en la voz “Salomé”, se dice: “se ha deducido que Salomé era la mujer de Zebedeo (cf. Mt 20,29). Algunas veces se la identifica también con la hermana de la madre de Jesús (cf. Jn 19, 25)”. 

M. Rey Martínez, en “El Apóstol Santiago y la Virgen María”, nos dice que los pareceres de los exégetas se dividen. Así, J. Leal, después de mantener que “la hermana de María” se identificaba con Salómé, se decanta porque lo sea María de Cleofás, mientras que el Padre Lagrange, habiéndose mantenido largo tiempo vacilante, se decide por Salomé. Para otros, se trata de un tema insoluble, al ser el texto de san Juan ambiguo. Para Rey Martínez el que Salomé sea la citada es clave para entender dos pasajes de los evangelios, como son la petición de Salomé a favor de sus hijos y la entrega en la Cruz de su madre al apóstol Juan. En “Salomé, en tiempos de Cristo”, J. Fernández Lago, reafirma esa opinión, por la luz que da al leer esos pasajes, para los que sería difícil encontrar otra explicación plausible, por lo que, si no se puede hablar de certeza, al menos sí de muy fuerte probabilidad.

En una nota a pie de página sobre este texto joánico, G. Ricciotti en su “Vida de Jesucristo” comenta que “se ha discutido muchísimo si esta lista incluye cuatro o tres mujeres, es decir si María (esposa) de Cleofás debe considerarse una continuación del precedente hermana de la madre de él, o si designa una mujer distinta. La antigua versión siriaca enumeraba aquí cuatro mujeres, lo que parece más probable, entre otros motivos, por el de que María de Cleofás, de haber sido hermana de la madre de Jesús, habría tenido el mismo nombre que ella”. De esta opinión es también M. Rey Martínez, alegando que la construcción rítmica de Juan 19, 25 exige una estructura de dos a dos mujeres, las primeras innominadas, las segundas con su nombre, para no quedar truncada.

En la literatura católica, al tratar de Salomé o de sus hijos, no es infrecuente que se aluda a la posibilidad de que fueran parientes de Jesús, así lo vemos, por ejemplo, en la Enciclopedia de la Religión Católica, en las voces “Salomé” y “Parientes de la Santísima Virgen”. Sin embargo, en las voces de “Santiago” y “Juan” de esa misma obra, nada dicen de tal posibilidad. De igual modo, en El cristianismo y sus héroes”, que reúne una pequeña reseña de los santos del día, al tratar de Salomé, nos dice “era pariente cercana de la Santísima Virgen y mujer del Zebedeo, y de su matrimonio con éste fueron fruto los apóstoles Santiago y Juan, parientes también, por lo tanto, según la sangre, del Divino Salvador del mundo”. En la fiesta de san Juan, del 27 de diciembre, comenta que “a Salomé un vínculo estrecho de parentesco la unía a la familia de Jesús, y Juan tenía el honor de ser, según la carne, primo de Jesús. Así al menos lo dicen muchos padres de la Iglesia”. En cambio, en la fiesta de Santiago, el Mayor, se omite cualquier referencia a este parentesco.

La voz de “Juan el Apóstol” reseñada en Wikipedia (18.07.2025) señala que a partir del texto de Juan 19, 25, surge la pregunta de quién era la “hermana de su madre”. Raymond E. Brown en su obra La muerte de Mesías, ofrece un cuadro comparativo de las mujeres que aparecen en la escena de la crucifixión en los distintos evangelios, del que se podría inferir que Salomé era, no sólo la madre de los apóstoles Santiago y Juan, sino también la hermana de la madre de Jesús. Sin embargo, el mismo Brown y otros autores señalan que el riesgo de excederse en esa inferencia es evidente. Esta interpretación, añade, explicaría, desde un punto de vista meramente humano, por qué Jesús habría confiado el cuidado de su madre al Apóstol. Contra esta identificación se han dado muchas intervenciones, casi tantas como estudiosos las han examinado, lo que no es infrecuente en los estudios bíblicos. También se expone como posibilidad, siguiendo a Brown, de que Zebedeo fuera de familia sacerdotal, propietario de una empresa pesquera, suministradora de pescado a las familias del entorno del Templo de Jerusalén, y de las casas de Anás y Caifás, que Juan conocía bien. Se tendría así una relación de parentesco de María, madre de Jesús, con Salomé, madre de Santiago y Juan, y con Isabel, madre de Juan el Bautista, todas ellas descendientes de Aarón.  

Sobre si fueron cuatro o tres las mujeres designadas en el evangelio de San Juan, caben las dos soluciones, o bien tenemos cuatro mujeres, que serían la madre de Jesús, que no es citada en los sinópticos, más las tres consignadas por Mateo y Marcos, por lo que “la hermana de su madre”, de la que no da el nombre, sería Salomé, o bien sólo tres, si Juan omite en absoluto la presencia de su madre, por lo que habría que aplicar el título de “hermana de María” a María de Cleofás. El hecho de que Juan no mencione el nombre de su madre estaría en consonancia con que omita siempre el suyo propio, refiriéndose a él mismo como “un discípulo” (cfr. Juan 1, 35, 2, 2, 13, 23, 18, 15, 19, 26-27, 20, 2 y 20, 8). 

Nos podríamos extender ampliamente en las exposiciones de los diversos comentaristas, de los que no han tratado este tema, que son la mayoría, de los que la han expuesto sucintamente, y de los que han dado su parecer en un sentido u otro, pero manifestando siempre lo abierto de la cuestión, sin dar una respuesta resolutoria. Baste con lo dicho.

Qué nos dicen las fuentes de la patrística

La tradición de los primeros siglos de la Iglesia no presta atención a Salomé, madre de Santiago, ni al posible parentesco de sus hijos con Jesús. Hubo, sin embargo, un giro importante en torno a la figura de María de Cleofás, conforme la fe del pueblo cristiano iba descubriendo, con luz más firme, la virginidad perpetua de la Virgen María, por lo que había que dar una explicación a los varios pasajes de los evangelios en que aparece la madre de Jesús con sus hermanos, que en griego viene descritos con el término de adelphoi, que designa a hermanos de unos mismos padres o a la sumo de un mismo progenitor, aunque en hebreo y arameo no exista el término de “primo” como término de parentesco, por lo que se emplea la voz genérica de “hermano”.  La pregunta era ¿quiénes eran los padres de los hermanos de Jesús?

Una primera explicación fue atribuir estos hermanos de Jesús a un matrimonio precedente de José, que enviudó después de tener varios hijos e hijas, antes de sus desposorios con María, ya anciano, como lo relatan los evangelios apócrifos de la infancia del Señor, empezando por el Protoevangelio de Santiago, del siglo II, seguido por numerosos autores eclesiásticos y por las iglesias bizantina y orientales. De aquí viene la tradicional figura de san José, anciano, en las representaciones pictóricas del Nacimiento de Jesús.

También hubo quienes sostuvieron simplemente que los hermanos de Jesús eran hijos de José y de María, ya que los evangelios siempre que hablan de ellos los encuentran a su lado. De esta opinión era Helvidio, autor del siglo IV. Como reacción, san Jerónimo escribió Contra Helvidio en defensa de la virginidad perpetua de la Virgen, argumentando que, en el griego bíblico, podría traducirse adelphoi también como parientes próximos, concluyendo que los “hermanos de Jesús”, Santiago, Simón, Judas y José, eran hijos de María de Cleofás, que según san Juan 19,25 sería la hermana de la madre de Jesús. Incluso, para reforzar este parentesco tenemos que en el Evangelio del pseudo-Mateo, posiblemente escrito en el siglo VII, se afirma que María de Cleofás, era hija de éste y de Ana, la madre de María, casada en segundas nupcias, después de enviudar de san Joaquín.  

Otros vieron la solución por otra vía, apoyándose en que diversos autores, como Hegesipo, citado por Eusebio de Cesaréa en su Historia Eclesiástica, exponen que Cleofás era hermano de José, y por lo tanto el parentesco de sus hijos con Jesús, sería por esta vía paterna.  Así María, madre de Santiago y de José, de que nos hablan Mateo y Marcos, y que identificamos con la María esposa de Cleofás, sería cuñada de María, madre de Jesús. Esta es la posición predominante en la tradición católica. Según esta explicación, la expresión “hermana de su madre” de Juan 19, 25 podría aplicarse a María de Cleofás, siendo su cuñada, por la ambivalencia de las expresiones semíticas del entorno familiar.

Consistencia de que Salomé sea pariente de María

De todo lo anterior podemos concluir que no hay argumentos probatorios para afirmar que María y Salomé fueran parientes, pues no consta de manera explícita ni en la Sagrada Escritura y ni en la tradición. Sin embargo, que Salomé fuera pariente de María, y que, por tanto, Santiago y Juan lo fueran también de Jesús, daría luz sobre diversos hechos narrados por los evangelios:

  1. La cercanía y confianza del joven Juan con el Bautista, y la invitación de Jesús a permanecer con él (cfr. Juan 1, 26-39) aquel día en su morada, en el inicio de su vida pública, facilitada al tener los tres vínculos de parentesco.
  1. La presencia probable de Santiago y Juan en las bodas de Caná, de la que nos da noticia únicamente el evangelio de Juan en su capítulo 2, en el que estaban también invitados, además de María y Jesús, sus discípulos, que no pueden ser otros que los hijos de Zebedeo, que se explicaría si todos ellos pertenecieran a un mismo entorno familiar, asentado en Galilea.
  1. La petición de Salomé a Jesús, narrada en Mateo 20, 20-28 y Marcos 10, 35-45, de que sus dos hijos se sienten en su Reino, uno a su derecha y otro a su izquierda, en su lógica y valoración, depende de cuál fuera la posición de Salomé con respecto a Jesús, si de una pariente próxima que avalase sus pretensiones, o de una extraña, lo que las haría del todo improcedentes, por muy grande que fuera su cariño de madre. De ser primas, por el contrario, la petición no carecería de una motivación humanamente razonable.
  1. La entrega que Jesús hizo en la cruz de su madre al discípulo amado, para su custodia legal, que sería poco comprensible si María y Juan no tuvieran vínculos de parentesco, postergando a parientes de la rama paterna, del núcleo de los “hermanos del Señor” que aparecen a menudo junto a ella; y que Juan la acogiera en su casa (cfr. Juan 19, 27) con lo que este acto significaba en una sociedad de tipo patriarcal. A esto se puede añadir que al dejar Jesús a su madre al cuidado del “discípulo amado”, la pondría también junto a Salomé, su “hermana”, lo que le sería de gran consuelo, como lo fue durante el embarazo del Señor, la compañía de su prima Isabel. 
  1. El ingreso de Pedro en la casa de Anás, que se relata en Juan 18, 15-17, gracias al “otro discípulo” que era conocido del sumo sacerdote y que habló con la portera, que sabía incluso el nombre del criado, Malco, al que Pedro cortó la oreja. Esta confianza se explicaría si sus padres, de familia sacerdotal, fueran proveedores habituales de pescado a las casas de Anás y Caifás, aprovechando sus viajes frecuentes a Jerusalén y el joven Juan fuera bien conocido del servicio de la casa.

Ciertamente, no podemos afirmar con certeza que Salomé fuera hermana de María, entendido como pariente próxima, y sus hijos Santiago y Juan, por tanto, lo fueran de Jesús. Sin embargo, de serlo, estos textos citados quedarían resaltados con una luz particular que ayudaría a una mayor comprensión, como piezas de un puzle que encajan a la perfección para darnos un cuadro en el que todas las piezas alcanzarían a dar una visión coherente del conjunto.

En cualquier caso, el tema del parentesco con Jesús de los “hijos del trueno”, no tuvo un interés particular para la primitiva comunidad cristiana, que nada nos dice del particular. En cambio, los evangelios sí que exponen quiénes son los verdaderos parientes de Jesús, porque “todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre” (Mateo, 12, 50 y paralelos, Marcos 3, 35 y Lucas 8, 21). Los vínculos de la carne tienen su importancia, pero son ampliamente superados por los del espíritu, en los que todos somos hijos de un mismo Padre y hermanos en Jesucristo. El vínculo sobrenatural sobrepasa al natural, que queda empequeñecido y de un valor anecdótico, frente a una realidad de orden superior.

Santa Salomé tiene dedicada en Santiago de Compostela una iglesia construida en el siglo XII, para honrarla como madre de Santiago el Mayor. Su fiesta es el 22 de octubre, que se celebra con una liturgia aprobada por el Decreto de la Sagrada Congregación de Ritos, del 28 de agosto de 1762. En los textos litúrgicos no se alude al tema aquí tratado, del posible parentesco de Salomé con María, madre de Jesús.

El autorJosé Luis Ipiña

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El Papa León XIV preside la vigilia del Jubileo de los Jóvenes

En torno a un millón de jóvenes acudió a los actos centrales celebrados en Tor Vergata (Roma).

Redacción Omnes·5 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Evangelización

Fabio Rosini: “No necesitamos cristianos buenos, sino cristianos enamorados”

Fabio Rosini reflexiona en esta entrevista sobre los jóvenes, la paternidad y la madurez espiritual.

Giovanni Tridente·5 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

Fabio Rosini, sacerdote romano, es conocido por su original itinerario catequético de las “Diez palabras”, que ha acompañado a generaciones de jóvenes en su camino de fe durante más de treinta años.

Actualmente es profesor en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, donde imparte la asignatura “Biblia y predicación” en la Facultad de Teología. En estas semanas, además, propone un “Taller de lectura de textos homiléticos”.

En la siguiente entrevista, el sacerdote romano comparte con Omnes algunas reflexiones sobre la paternidad en la sociedad contemporánea, la educación en la fe de los jóvenes y la importancia de un camino espiritual maduro.

Usted es conocido por el itinerario de las “Diez Palabras”, que recientemente ha cumplido treinta años. ¿Cómo surgió este camino y qué frutos ha dado en la vida de los jóvenes que han participado en él?

—Contar el origen de las “Diez Palabras” significa hablar de la creatividad pastoral como expresión de amor. Corría el año 1991 y yo era vicepárroco, me encontré ante un grupo de jóvenes y me pregunté qué podía ofrecerles de verdaderamente bello, profundo, duradero. Viniendo del mundo del arte -yo era músico- sabía que las cosas bellas surgen cuando alguien te importa de verdad.

Durante un año les observé, en silencio, intentando comprender sus necesidades más verdaderas. Me di cuenta de una profunda carencia: no tenían padres. Las madres eran omnipresentes, pero los padres eran aburridos, insustanciales. Y ellos, los jóvenes, se engañaban a sí mismos diciendo que eran cristianos, pero vivían una fe incoherente. Comprendí que tenían que encontrarse con la paternidad de Dios, y que necesitaban un camino que tocara algo irreversible, como los sacramentos.

Así que, utilizando el Decálogo, empecé a describirles no un conjunto de cosas que “no hacer”, sino la belleza de una vida plena, la imagen del hombre libre, fiel y maduro. No estaba formando cristianos hechos y acabados, sino personas dispuestas a dejarse formar. ¿El fruto? Innumerables vidas transformadas, no por méritos míos, sino porque en ellas se encendió un proceso que parte de Dios.

La figura del padre es, por tanto, un tema recurrente en su predicación. ¿Qué impacto tiene la ausencia o debilidad de esta figura en la sociedad contemporánea?

—El impacto es radical. La ausencia de paternidad genera una deficiencia ontológica. Es como tener el ADN incompleto: si falta una parte, la masculina, algo no puede funcionar. Biológicamente lo he experimentado: tras algunos problemas de salud, descubrí una debilidad genética hereditaria paterna. Pero también lo veo en el plano espiritual.

El mundo actual se ha embarcado en un camino de autodestrucción, en el que se exalta la fragmentación y se desprecia la autoridad. ¿Cuál es el resultado? Generaciones enteras en busca del reconocimiento, que es el acto más específicamente paternal. Como dijo Dios en el bautismo de Jesús: “Tú eres mi Hijo”.

Hoy, los padres suelen estar ausentes, distraídos, marginados. Pero los jóvenes, como Telémaco, esperan el regreso de Ulises. Necesitamos una recuperación de la paternidad en todos los ámbitos: familiar, eclesial, educativo. Hace treinta años empecé así: siendo padre, creyendo en el valor de aquellos adolescentes, apoyándoles con firmeza, ternura y fidelidad.

En sus libros habla a menudo de madurez espiritual. ¿Cómo ve hoy el camino de crecimiento de los jóvenes en la fe?

—La madurez espiritual pasa por etapas concretas: ser hijos, convertirse en hermanos, luego en esposos, después en padres. No se puede saltar ninguna etapa. Y hoy, muchos jóvenes vienen a mí con gran entusiasmo, pero sin haber experimentado nunca ni siquiera el enamoramiento pleno. Y yo digo: ¿cómo crees que puedes amar a una comunidad, a una parroquia, si nunca has perdido la cabeza por alguien?

El reto es redescubrir la pasión, la alegría, la implicación total. Basta de moralismo y de bondad: no necesitamos cristianos “buenos”, sino cristianos enamorados. Quien está enamorado no necesita reglas: ama espontáneamente, se entrega, se sacrifica con alegría. Esto falta hoy: ver a personas que han perdido la cabeza por el Evangelio.

Usted habla a menudo del “lenguaje de signos” en la Biblia. ¿Cómo podemos ayudar a los jóvenes a reconocer estos signos en su vida cotidiana?

—La Biblia es un mapa que descifra el sentido profundo de la historia. Los signos, como los del Evangelio de Juan, unen lo visible con lo invisible. Son ventanas al misterio. Los jóvenes no necesitan una religión superficial, sino alguien que muestre el secreto de las cosas.

Durante el cierre (la suspensión de actividades debido a la pandemia de Covid-19), deberíamos haber dicho que era un tiempo de gracia, no repetir eslóganes vacíos. Todo acontecimiento -incluso el más dramático- puede ser una señal de Dios. La salida siempre es el Cielo. Lo he visto en los presos, en los enfermos, en los que se confían: ahí habla Dios. A nosotros nos corresponde ayudarles a ver con ojos nuevos.

En el libro El arte de recomenzar, usted escribe sobre la importancia de la conversión continua. ¿Cómo transmite a los jóvenes que el fracaso puede ser un nuevo comienzo?

—Se anuncia y, sobre todo, se vive. Cuando celebramos los treinta años de las “Diez Palabras”, una de las parejas que me acompañaban me recordó que todo empezó con un fracaso: una propuesta que salió mal, un momento de crisis. Y ahí, en el colapso, nació el punto de inflexión.

El fracaso no es el final: es el principio. Dios construyó la salvación a partir de una cruz, de una injusticia. Incluso mi enfermedad fue una oportunidad para la gracia. El caos no es desorden: es un orden superior, que no comprendemos. Y ahí actúa Dios.

Según su experiencia, ¿cuáles son los métodos más eficaces para acercar a los jóvenes a Dios en una época marcada por la secularización y el relativismo?

—Sólo hay un método: ser auténtico, ser valiente, no transigir. No convirtamos las parroquias en parques de atracciones. Dios no nos ha pedido que entretengamos a la gente, sino que proclamemos la belleza del Evangelio, aun a costa de ser incómodos.

El Evangelio se proclama con vida, con alegría, con autoironía. Me siento un hombre feliz y agradecido. Incluso cuando arriesgué mi vida, tuve la sensación de que Dios me decía: “Aún no has terminado. Todavía queda algo por hacer”.

¿Qué frutos ha visto en su trabajo con los jóvenes? ¿Y qué consejo daría a los educadores católicos?

—Veo hermosos frutos. Vidas sanadas, transformadas, florecidas. Pero no es obra mía: es Dios quien obra. Nosotros sólo somos instrumentos, y la clave está en poner a la gente en contacto con el poder de su paternidad.,

Empecé a cambiar lavando un plato. Sí, un plato. Allí me di cuenta de que incluso ese gesto podía ser amor. Y, plato tras plato he llegado hasta hoy. Esa es la espiritualidad de la vida cotidiana: hacer de todo una obra maestra.

De cara al futuro, ¿qué proyectos tiene en mente para seguir apoyando a los jóvenes?

—¿Mi mayor deseo? Morir. Formar a otros, dejar espacio, confiar. Vivimos en una sociedad gerontocrática, donde nadie quiere irse. Yo, en cambio, quiero irme. No quiero clones, sino hijos creativos, sorprendentes, libres.

Sueño con un confesionario, donde pueda pasar el tiempo saludando a la gente. Y tal vez una cervecita de vez en cuando, con los amigos. Nada especial, pero todo vivido con plenitud. Y si Dios quiere, seguiré viendo nacer cosas hermosas que no llevarán mi nombre, sino el de Dios.