Vaticano

7 curiosidades sobre Carlo Acutis

Carlo Acutis, llamado el “ciberapóstol de la Eucaristía”, tuvo una vida breve pero extraordinaria, marcada por una profunda fe, su amor por la tecnología y su solidaridad

Teresa Aguado Peña·7 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Carlo Acutis, el primer santo millennial, va a ser canonizado hoy, 7 de septiembre, por el Papa León XIV. El joven, conocido como el “influencer de Dios”, falleció a los 15 años a causa de una leucemia fulminante. Su vida estuvo marcada por un amor profundo a la Eucaristía, su pasión por la informática y su deseo de poner la tecnología al servicio del Evangelio. A pesar de su corta vida, dejó un testimonio de fe, sencillez y solidaridad que inspiró a miles de personas. 

De su vida destacamos siete aspectos curiosos que definen al joven santo. 

Su cuidadora polaca impulsó su camino de fe

Desde muy pequeño, Carlo tenía una inclinación natural hacia lo sagrado. A los tres años le pedía a su madre entrar en las iglesias para saludar a Jesús y solía recoger flores para la Virgen. 

A los siete años pidió recibir la Eucaristía y, pidiendo una exención o dispensa, Carlo recibió su primera comunión antes de lo habitual. Antonia Salzano, su madre, afirmó al diario Corriere della Sera: «Carlo me salvó. Yo era una analfabeta de la fe». Y es que su hijo descubrió la fe gracias a su niñera polaca, Beata, devota de San Juan Pablo II. Aun cuando sus padres no eran practicantes, ella sembró en él una espiritualidad intensa. 

Servía a los pobres en comedores sociales

Todas las tardes llevaba comida caliente a personas sin hogar. Servía en las mesas de los pobres, las de las hermanas de la Madre Teresa de Calcuta en Baggio y las de los capuchinos. Un empleado hindú de su familia se convirtió al catolicismo tras ver cómo Carlo ayudaba a los desfavorecidos .

Predijo su muerte

Carlo Acutis predijo su propia muerte. Unos días después del funeral, su madre encontró en el escritorio de su ordenador un cortometraje que él mismo había grabado en Asís tres meses antes: “Cuando pese 70 kilos, estoy destinado a morir”.
También predijo que su madre tendría gemelos y efectivamente, en 2010 ella dio a luz a Francesca y Michele.

Su cuerpo “íntegro” en Asís

En su exhumación en 2019, su cuerpo fue hallado «íntegro, no intacto», conservando todos sus órganos. La diócesis aclaró que no se trataba de incorruptibilidad milagrosa, sino de una preservación notable. 

Carlo pidió a su madre que lo enterraran en Asís. La madre de Carlo contó al Corriere della Sera que familia tenía una casa en Umbría. “Un cartel indicaba que estaban en venta nuevos espacios en el cementerio comunitario. Le pregunté a Carlo qué pensaba. ‘Sería muy feliz de terminar aquí’.” Ahora su cuerpo descansa en el Santuario de la Expoliación, donde los fieles lo podrán venerar para siempre.

El corazón como reliquia viva

El corazón de Carlo se conserva en un relicario en la Basílica Papal de San Francisco de Asís, en una bella paradoja: no pudieron donar sus órganos por su enfermedad, pero su corazón permanece preservado. 

Tecnología al servicio de la fe

Se autonombró “ciberapóstol” de la Eucaristía. A los 11 años creó un sitio web que documentaba más de 150 milagros eucarísticos en el mundo, con mapas, videos, textos descargables en múltiples idiomas, y una “exposición virtual” que fue replicada en santuarios de todo el mundo. 

Defensor valiente de su fe

No temía defender las enseñanzas católicas. En debates escolares sobre aborto, lo hacía con convicción moral. También se caracterizaba por ser un amigo leal. Solía apoyar y proteger a los niños que sufrían acoso, especialmente a un compañero con discapacidad. Además, compartía con sus amigos mensajes sobre el valor de participar en la misa y confesarse, el respeto a la dignidad de cada persona y la importancia de la castidad.
Como estudiante, fue invitado a crear el sitio web de su parroquia y otro para fomentar el voluntariado escolar; ganó un concurso nacional llamado «Sarai volontario» (Serás voluntario).

El autorTeresa Aguado Peña

Evangelización

Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de Extremadura y reina de la Hispanidad

Extremadura (España) celebra la solemnidad de su Patrona, Nuestra Señora de Guadalupe, y Reina de la Hispanidad el 6 de septiembre. Una advocación diferente a la Virgen de Guadalupe, patrona de México y Emperatriz de América, cuya fiesta es el 12 de diciembre. 

Francisco Otamendi·6 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Algunos códices antiguos sitúan el origen de la imagen de la Virgen de Guadalupe en el siglo I del cristianismo, y su autor, san Lucas. «Aunque la imagen que hoy se venera en este lugar es una talla románica, en cedro, del siglo XII». Así lo explican los frailes franciscanos del monasterio y el santuario de Guadalupe, situado en Cáceres (Extremadura).

Cuenta la leyenda que muerto san Lucas, la imagen fue enterrada junto a él. Y fue luego trasladada desde Asia Menor hasta Constantinopla en el siglo IV. Desde allí, el cardenal Gregorio la llevó a Roma (582), donde fue elegido Papa en el 590 con el nombre de Gregorio Magno.

Este Papa se convirtió en el principal devoto de la imagen, que se trasladó desde Roma a Sevilla, pues el Papa la regaló al arzobispo san Leandro. Y en la ciudad hispalense comenzó a venerarse hasta el comienzo de la invasión árabe (711). 

En el 714, unos clérigos que huían de Sevilla la escondieron junto al río Guadalupe, donde fue hallada por un pastor, al que se le apareció la Virgen. Ella le encomendó excavar en aquel lugar para encontrar su imagen y edificar luego una ermita que sería monasterio y santuario. Los franciscanos recogen esta leyenda, pero afirman: «La imagen que hoy se venera en este lugar es una talla románica del siglo XII”. 

Significado de Guadalupe

Decir Guadalupe, dicen los frailes, “es traer permanentemente a la memoria retazos de la grandeza y sombras de la Corona de Castilla, de sus reyes peregrinos, de la unidad nacional. También «de la epopeya americana, de las visitas y promesas de Cristóbal Colón, del fervor de los descubridores y conquistadores del Nuevo Mundo”.

Y retazos asimismo “de la serie innumerable de santos peregrinos (Juan de Ávila, Pedro de Alcántara, Teresa de Jesús, Juan de Dios, Cristóbal de santa Catalina, Juan Pablo II…). Y «de peregrinos célebres y nobles (marqués de Santillana, Cervantes, Hernán Cortés…). De nobles peregrinos pobres atendidos en sus hospitales, en las alacenas de la portería, en los caseríos por cada uno de sus trece caminos romeros…”. El enclave, subrayan los frailes, tiene “una historia de Fe y Cultura de más de siete siglos».

En la programación de las fiestas, este sábado presidirá el Novenario, cuyo tema general es “En el único Cristo somos uno, con Santa María de Guadalupe”, el arzobispo de Toledo, Mons. Cerro Chaves.

El autorFrancisco Otamendi

Los últimos días de Orwell

Orwell, marcado por su experiencia en la Guerra Civil española y su rechazo al totalitarismo, mantuvo hasta sus últimos días un firme espíritu anticomunista y crítico con la URSS. Murió en 1950 de tuberculosis y fue enterrado en Sutton Courtenay según el rito anglicano.

6 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

En la excelente biografía escrita por Yuri Felshtinsky, se afirma que Orwell, que había viajado en 1937 a la guerra civil española con el pretexto de estudiar el papel de la Iglesia católica en la contienda, encontró en su contacto con el anarquismo y comunismo en Cataluña la fuente de su futuro rechazo a las raíces del totalitarismo y el colectivismo burocrático. Sobre una conversación con un vicario anglicano que le visitó, afirmó con su característica ironía que tuvo que admitir que era cierto “lo de la quema de iglesias, pero que se alegró mucho al escuchar que eran sólo iglesias católicas”. 

Anticomunismo

En 1946, publicó junto a otros autores en el periódico Forward una carta abierta en la que pedían que en los procesos de Núremberg se abordasen los procesos de Moscú de 1936-1938, en los que a los acusados (estrechos colaboradores de Lenin y Trostski) se les hizo responsables de mantener relaciones directas con las autoridades del Reich nazi y la Gestapo; los tratados de amistad germano-soviéticos; el asesinato de civiles y militares polacos en el bosque de Katyn a manos de los soviéticos, etc. La carta no tuvo ninguna repercusión porque a los gobiernos británico y estadounidense de entonces no les interesaba enfrentarse a la URSS. 

Hasta el último día de su vida, Orwell fue anotando en un cuaderno una lista en expansión de individuos en occidente que, en su opinión, eran comunistas clandestinos o agentes de influencia soviéticos. Sus sentimientos anticomunistas se agudizaron durante sus últimos meses de vida, llegando a enviar una lista de 36 personas a una vieja conocida que trabajaba en el Departamento de Investigación de la Información, cuyo objetivo era combatir la propaganda comunista en el Imperio británico.

Enfermedad final

Como dejó escrito D. J. Taylor en un artículo en The Guardian, en enero de 1950, cada tarde se podía ver una pequeña procesión de visitantes que se dirigían, uno a uno, a través de las alegres plazas del norte de Bloomsbury hacia el hospital del University College de Londres donde agonizaba Eric Arthur Blair, mundialmente conocido como George Orwell. 

El escritor británico llevaba casi cuatro meses en la UCH y en el hospital desde principios del año anterior. Dos décadas de problemas pulmonares crónicos habían dado como resultado el diagnóstico de tuberculosis. En un sanatorio de Gloucestershire, seis meses antes, había estado a punto de morir, pero se recuperó lo suficiente como para ser trasladado a Londres y ser atendido por el distinguido especialista en tórax Andrew Morland. 

Afortunadamente, el dinero, cuya ausencia había preocupado a Orwell durante la mayor parte de su vida adulta, ya no era un problema. 1984, publicado el mes de junio anterior, había sido un gran éxito a ambos lados del Atlántico. Dieciséis años más joven que Orwell, con una serie de amantes anteriores, Sonia Brownell parecía una candidata poco probable para el papel de segunda esposa del escritor, viudo desde el fallecimiento de Eileen O´Shaughnessy en 1945. Pero el matrimonio se celebró en presencia del capellán del hospital, el reverendo WH Braine, en la habitación de Orwell el 13 de octubre de 1949. Estaban presentes David Astor, Janetta Kee, Powell, un médico y Malcolm Muggeridge, escritor de izquierdas amigo de Orwell que con el tiempo se convertiría primero al cristianismo y casi a los 80 años al catolicismo. 

En la madrugada del sábado 21 de enero Orwell murió de una hemorragia pulmonar masiva. La noticia se difundió durante todo el fin de semana. «G. Orwell ha muerto y la señora Orwell, presumiblemente, es una viuda rica», señalaba Evelyn Waugh en una carta a Nancy Mitford. Muggeridge, que entonces trabajaba en el Daily Telegraph, escribió un par de párrafos conmemorativos para la columna de Peterborough. «Pensaba de él, como de Graham [Greene], que los escritores populares siempre expresan de forma intensa algún anhelo romántico…».

Testamento

El difunto resultó haber hecho testamento tres días antes de su muerte, en presencia de Sonia y de la hermana de su primera esposa, Gwen O’Shaughnessy. Materialmente, transfería su patrimonio literario a Sonia. Una importante póliza de seguro de vida se haría cargo de su hijo adoptivo, Richard, que entonces estaba al cuidado de su tía, la hermana de Orwell, Avril. Orwell, que durante su vida se consideró agnóstico, aunque reconocía la importancia del cristianismo para la civilización occidental, dispuso que se le enterrara según los ritos de la Iglesia de Inglaterra y que su cuerpo fuera inhumado (no incinerado) en el cementerio más cercano. La tarea de organizar todo esto recayó en Powell y Muggeridge. 

Ambos amigos intentaron contratar los servicios del reverendo Rose, vicario de Christ Church, Albany Street NWI. La influencia de Astor consiguió una parcela en el cementerio de la iglesia de Todos los Santos de Sutton Courteney, en Oxfordshire. Muggeridge anotó en su diario el hecho de que Orwell muriera el día del cumpleaños de Lenin y fuera enterrado por los Astor, «lo que me parece que cubre toda la gama de su vida».

Funeral

El funeral se fijó para el jueves 26 de enero. La víspera, Powell y su esposa, visitaron a los Muggeridge después de la cena, llevando a Sonia con ellos, «obviamente en mal estado». En su último encuentro, al día siguiente de la muerte de Orwell, Sonia se había sentido abrumada por el dolor. Muggeridge decidió que «siempre la amaría por sus verdaderas lágrimas…».

Dejó un relato detallado de los acontecimientos del día siguiente: Fred Warburg saludando a los dolientes a la puerta de la iglesia, el ambiente frío, la congregación «en gran parte judía y casi totalmente no creyente» que tenía dificultades para seguir la liturgia anglicana. Powell eligió los himnos: «All people that on earth do dwell» (Todos los pueblos que habitan la tierra), «Guide me, o thou great Redeemer» (Guíame, oh tú, gran Redentor) y «Ten thousand times ten thousand» (Diez mil veces diez mil). «No recuerdo por qué», escribió Powell más tarde, «quizá porque el propio Orwell había hablado del himno, o porque él era, a su manera, una especie de santo, aunque no fuera uno de brillantes vestiduras».

Tanto Powell como Muggeridge encontraron la ocasión enormemente angustiosa. Muggeridge, en particular, se sintió profundamente conmovido por la lectura, elegida por Powell del Libro del Eclesiastés: «Entonces el polvo volverá a la tierra tal como era, y el espíritu volverá al Dios que lo dio». Volvió a su casa cerca de Regent’s Park para leer la gavilla de obituarios escritos, entre otros, por Symons, VS Pritchett y Arthur Koestler, viendo ya en ellos «cómo se crea la leyenda de un ser humano».

Familia

Francesca LaRosa, una historia de infertilidad y esperanza con sus canciones

Francesca LaRosa se llevó a casa un premio Catholic Music Award a la mejor cantante novel en Roma por su canción ‘My Soul Proclaims’. Y realizó su propio y singular viaje a través de los salmos, lo que le aportó una nueva vida y una canción en honor a las palabras de María en el ‘Magnificat’. Ahora ha contado a OSV News su historia de infertilidad y esperanza tras sus canciones. 

OSV / Omnes·5 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

– Lauretta Brown (OSV News)

Los salmos pueden ser una parte de la Misa que muchos católicos pasan por alto. Pero hay momentos en la vida en los que los salmos se impregnan de un nuevo significado. Es cuando caminamos con el Señor a través de las dificultades y el dolor, tratando de mantener la esperanza. He aquí la historia de Francesca LaRosa.

A LaRosa siempre le gustó cantar desde niña, y comenzó a hacerlo en la Misa con su padre a los 9 años. A medida que se involucraba más en el ministerio de la música, empezó a adaptar los salmos responsoriales a sus propios arreglos musicales. 

La primera vez que compuso música para un salmo, cuando era adolescente, fue animada por su madre. “Era capaz de escuchar y encontrar las melodías, y veía las Escrituras de una manera diferente. Era como si pudiera ver la melodía salir de la página”, recuerda.

Con el tiempo, se convirtió en directora musical de su parroquia natal, la iglesia católica San Bernabé, en Indianápolis, antes de dejar el cargo para dedicarse a su propia carrera musical.

Aunque en un principio pensaba que se dedicaría a la música cristiana contemporánea, en 2020 descubrió que ”Dios realmente me había llevado de vuelta a los salmos”.

La infertilidad, “una cruz muy pesada de llevar”

“Estaba casada y sufría infertilidad, y le preguntaba a Dios: “¿Por qué está pasando esto? ¿Por qué no podemos tener hijos? Es una cruz muy pesada de llevar en medio de una pandemia. Estaba muy desconsolada”, cuenta. “Mientras tenía esta conversación con Dios, tropecé accidentalmente con la mesita de noche al salir de la habitación, y mi Biblia cayó al suelo. La abrí para ver en qué página estaba, y estaba en los salmos”.

Le pregunté a Dios si quería que me centrara en los salmos en su música, y entonces “sintió una abrumadora sensación de paz”. En consecuencia, decidió emprender un “viaje salmístico” grabando todos los salmos, publicándolos en su canal de YouTube y vendiendo sus arreglos en su página web.

Aunque los incorporó a su música con intención de ayudar a otros cantantes, descubrió al mismo tiempo que los salmos le proporcionaban consuelo en su proceso de infertilidad.

Cirugía para la endometriosis

“El día después de terminar de grabar mi último salmo, me operó un médico de Napro y descubrió que padecía una enfermedad crónica llamada endometriosis, que pudo extirpar por completo”, explicó. “Justo después de la cirugía, me curé y fui bendecida con un hijo. Dos semanas más tarde, descubrimos que estábamos esperando un bebé”.

El trabajo de LaRosa con los salmos también terminó llegando a un amplio público y generando conexiones inesperadas. Sus vídeos llamaron la atención del compositor católico Tom Booth, quien la puso en contacto con la música católica Sarah Hart, que se convirtió en su mentora y amiga. 

Mientras seguía luchando contra la infertilidad y en pleno proceso de grabación de los salmos, LaRosa colaboró con Hart para poner música al ‘Magnificat’ para su canción ‘My Soul Proclaims’ (Mi alma proclama).

“Un momento muy emotivo”

“Abrimos Lucas 1 y fue un momento muy emotivo leer Lucas 1 como dos mujeres, y leer la historia de María e Isabel. Santa Isabel ha sido una persona muy importante en mi vida debido a mi experiencia con la infertilidad”, destacó LaRosa. “Realmente lo escribí desde la perspectiva de alguien que no podía tener hijos”.

“Cantar que mi alma proclama la grandeza del Señor, cantar las palabras de María y que ella dijera: ‘Santo, santo es su nombre’, me aportó mucha sanación en mi viaje por la infertilidad   escribir eso con Sarah en esa temporada desértica”, dijo.

Esperan un hijo, y lanzan la canción

Lanzaron la canción justo después de que ella y su marido, David, descubrieran que estaban esperando un hijo. Ella habló sobre el emotivo momento en que escuchó la canción al día siguiente de descubrirlo. “Esa canción llenó las paredes de mi casa, que habían sido testigo de mi historia rota”, dijo. “Y ahora, esta canción significa algo muy diferente para mí, ahora que escucho las palabras de María mientras yo misma estoy embarazada. Me sentí abrumada por la emoción”.

Ofreció “una oración de alabanza a Dios”

El videoclip de la canción, grabado poco después de descubrir que estaba embarazada, la muestra caminando por el pasillo central de una iglesia local, ofreciendo su “propia oración de alabanza a Dios”. Dijo que tenía lágrimas reales de gratitud por estar “con mi hijo en adoración, caminando hacia Jesús”.

LaRosa se enteró de los Premios de Música Católica a través de uno de sus seguidores y su marido presentó su música ·solo para ver qué pasaba·.

Después de recibir una invitación para asistir a la entrega de premios, ella y su marido no estaban seguros al principio, ya que sabía que estaría recién dada a luz en ese momento. Pero decidieron que podrían asistir a Roma cuando sus padres y suegros se ofrecieron a acompañarlos y ayudar con el bebé. Formaron un viaje familiar especial a Roma durante el Año Jubilar de la Esperanza.

El bebé nació un mes antes de la entrega de premios

Su hija, Gabriella, nació poco más de un mes antes de la entrega de premios y recibió su nombre en honor al ángel Gabriel y a la fiesta de la Anunciación.

El parto y el posparto fueron muy bien e incluso consiguieron el pasaporte y el certificado de nacimiento de Gabriella a tiempo para el viaje, “por la gracia de Dios”, dijo LaRosa.

Expresó su gratitud por su trayectoria personal al cantar ‘My Soul Proclaims’, y luego ser invitada a interpretarla en Roma.

“Se cerró el círculo”

“Acababa de tener a mi hija cinco semanas antes de cantarla en Roma”, dijo. “Se cerró el círculo desde que la canté en el vídeo musical estando embarazada de una semana, hasta que la canté en Roma cinco semanas después del parto y mi hija estaba allí conmigo”.

“Cuando me anunciaron como la mejor cantante novel, casi me caigo al suelo”, dijo, “me siento tan indigna de todo esto y estoy tan agradecida por cada momento…”.

Ver al Papa León XIV, el primer Papa estadounidense, en el Ángelus también fue una experiencia increíble, dijo, y la pequeña Gabriella recibió su bendición desde lejos en la plaza de San Pedro.

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Lauretta Brown es editora de cultura de OSV News. Síguela en X @LaurettaBrown6.

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Este reportaje se ha publicado originariamente en OSV News en inglés. Pueden consultarlo aquí

El autorOSV / Omnes

FirmasFernando Gutiérrez

Santa Teresa de Calcuta. El regalo más grande

El 5 de septiembre de 1997 fallecía Madre Teresa de Calcuta, de cuyo carisma participa muy de cerca el autor del texto.

5 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Hoy la Iglesia católica celebra la memoria de santa Teresa de Calcuta, religiosa de origen albanés que, con su sí a los planes del Señor, fue capaz de llevar el Amor de Dios a los más pobres de los pobres en más de 130 países. Es decir, a todos los rincones del planeta. Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios.

Recuerdo estos días que el mismo año que la Iglesia católica, con el Papa Francisco a la cabeza, canonizó a Santa Teresa de Calcuta, una misionera de la caridad me dijo una frase que se quedó grabada en mi corazón: “Nuestra fe, comparada con la fe de Madre, es muy pequeña”. Se refería a Madre Teresa, a la que esta hermana conoció bien en sus años de formación en Calcuta y a la que había visto emprender caminos inexplorados apoyada solo y exclusivamente en su confianza en Dios. En su fe.

Y si la fe de esta monja era, según ella misma, pequeña, al lado de la de Madre, ¿cómo sería la mía? ¡Yo quiero esa fe!, pensé para mis adentros de inmediato. Al menos la de la hermana que bien podría ser del tamaño de un grano de mostaza. Pronto comprendí que tener fe no era solo cuestión de querer.

Mi experiencia en Calcuta

Durante los quince meses que viví en Calcuta hubo una cosa que llamó poderosamente mi atención. El lugar en el que comenzó esta gran obra de caridad, que Dios hizo por medio de Madre Teresa en el humilde barrio de Motijheel sigue siendo hoy una zona mayoritariamente musulmana en la que sigue habiendo, además, mucha pobreza, tanto material como espiritual. Y pensaba con cierta frecuencia paseando por sus calles: Si yo hubiera crecido en Calcuta con una santa tan cerquita de mí, hace tiempo que me habría convertido y mi fe ya estaría cerca del tamaño de ese grano de mostaza. Y mentiría si no dijese que muchos en Calcuta y en otras partes del mundo, se encontraron cara a cara con Jesús a raíz de un encuentro, fortuito o no, con Madre o con alguna de sus hermanas. Ejemplos hay de ello, me atrevo a decir, en todos los lugares por los que pasó este huracán de la caridad al servicio del Rey de la humanidad.

Estas últimas semanas en Tierra Santa un pensamiento similar ha venido de nuevo a mi oración. No pretendo, claro está, poner a Madre a la misma altura que Jesús, Dios me libre de ello, pero sí puedo decir que tanto Nuestro Señor como esta santa, y muchos otros santos seguramente, comparten ese misterio que quizá algún día logremos entender. La tierra que vio nacer a Jesús, los lugares por los que pasó el mismísimo Hijo de Dios hecho hombre, el monte en el que murió crucificado o el Santo Sepulcro desde el que al tercer día resucitó, son hoy lugares en los que sus seguidores, los seguidores de Jesucristo y sus enseñanzas, los cristianos, son una minoría. ¿Cómo es posible?

Crecí en una familia católica que me educó desde pequeño en la fe. Fui bautizado a los trece días de nacer, estudié siempre en colegios católicos y, además, en mi casa tuve y tengo aún, gracias a Dios, el ejemplo de unos padres que, sin ser ni mucho menos perfectos, siempre han vivido su fe con profunda coherencia. Todo esto no impidió, sin embargo, que mi encuentro con Dios vivo, en la Eucaristía y en mis hermanos, especialmente en los más necesitados, tardara más de treinta años en llegar. ¡Cuántos bautizados viviendo como si no lo fueran! ¡Cuántos cristianos que no conocen a Cristo! ¡Cuántos! Demasiados.

El pasado domingo 24 de agosto, durante el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Santo Padre León XIV nos dirigía las siguientes palabras que creo que debemos meditar:

“Nuestra fe es auténtica cuando abraza toda nuestra vida, cuando es un criterio en las decisiones que tomamos, cuando nos hace mujeres y hombres que se comprometen con el bien y son capaces de arriesgarse por amor tal y como hizo Jesús. Él no ha elegido el camino fácil del éxito o del poder, sino que, con tal de salvarnos, nos ha amado hasta atravesar la puerta estrecha de la Cruz. El es la medida de nuestra fe, Él es la puerta que debemos cruzar para ser salvados, viviendo su mismo amor y siendo constructores de justicia y de paz con nuestra vida”.

Hoy, mientras recordamos en todo el mundo a esta pequeña gran santa de finales del siglo pasado, ejemplo de fe para los menos jóvenes y también para los mas jóvenes que hoy siguen viendo cómo sus vidas se transforman al entrar en contacto con sus Misioneras de la Caridad, mientras elevamos nuestras oraciones por los más pobres y por la paz a Santa Teresa de Calcuta, te propongo, querido lector, dos cosas: en primer lugar, demos gracias a Dios por el inmenso don de la fe y en segundo lugar, pidamos por todos nuestros hermanos, por los que quieren y no pueden, por aquellos que viendo no ven aunque lo tengan delante, en Calcuta, en Palestina o en Israel, para que cada día más personas puedan disfrutar de una plena felicidad fruto de haber recibido, gratuita e inmerecidamente, el don de la fe, el regalo más grande.

El autorFernando Gutiérrez

Misionero laico y fundador de Mary´s Children Mission.

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Iniciativas

@Glorybiblebracelets. ¿Qué te puede decir la Biblia hoy?

Con mucha imaginación, espíritu emprendedor y una buena dosis de fe, dos jóvenes asturianos lanzaron, a principios de 2025, GloryBibleBracelets: una iniciativa de apoyo espiritual en la que, a través de unas etiquetas NFC en pulseras y llaveros, puedes acceder a diferentes versículos de la Biblia.

Maria José Atienza·5 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

¿Una pulsera que al acercar el móvil te lleve a un versículo de la Biblia? Esta fue la idea germinal de GloryBibleBracelets

El proyecto fue importado por Celia, una de sus creadoras, desde Estados Unidos: “Ví que allí hacían muchas pulseras de este tipo, con etiquetas NFC que te redirigen a la web de una tienda o una marca, y también a este tipo de contenido religioso… Pensé en hacer una línea de este estilo con frases de la Biblia en español y, junto con un amigo, pusimos en marcha GloryBibleBracelets

No sólo pulseras

Desde su puesta en marcha, han sido más de medio millar las pulseras y complementos que han vendido en estos meses. Sus compradores son adolescentes, grupos de jóvenes de parroquias, etc. 

Aunque empezaron con una serie de pulseras, a través de su web GloryBibleBracelets ofrece también llaveros, unos divertidos peluches de Jesús y los Mini Jesús, unas figuritas de apenas cinco centímetros. 

GloryBibleBracelets se ha dado a conocer, fundamentalmente, por redes sociales, y también por redes sociales han recibido numerosas críticas o comentarios irrespetuosos que sus creadores se toman con bastante buen humor: “sabíamos que en España iba a ser peor recibido que en Estados Unidos. Allí la religión se respeta mucho. Aunque no seas creyente, las personas no suelen burlarse de ti, en Europa y especialmente, en España, esto muchas veces no es así”

Versículo del día de @Glorybiblebracelets
Demostración de las pulseras de @Glorybiblebracelets

¿Qué hace especial esta iniciativa? 

Las pulseras, llaveros y peluches están dotados de un sistema de etiqueta NFC, una tecnología de comunicación inalámbrica de corto alcance que permite el intercambio de datos entre dispositivos que se encuentran muy cerca, generalmente a pocos centímetros de distancia, como la que se usa para el pago con el móvil. 

En este caso, esa etiqueta lo que hace es enviar un enlace al móvil que, al abrirlo, muestra un versículo de la Biblia sobre una bonita imagen. Una manera de “llevar la Palabra de Dios” con uno mismo y que pueda servir de acompañamiento o inspiración. 

Para los jóvenes creadores de GloryBibleBraceletsel fin de las pulseras es evangelizar, pero de una manera más moderna y divertida”. 

“La idea es que cada uno pueda acceder a esa Palabra de Dios cuando lo necesite o quiera. hay quienes cada día, al levantarse, ponen su pulsera para ver un versículo, o quien lo busca cuando está teniendo un mal momento en el trabajo…”, destacan. Una forma sencilla de iniciar la oración en cualquier momento del día. 

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Evangelización

Beato Pier Giorgio Frassati: cómo “ser santo en la normalidad de la vida”

En una foto muy difundida, el beato Pier Giorgio Frassati parece hacer una pausa durante una excursión por la montaña y se apoya en su bastón, fumando en pipa. Su postura es relajada y segura. Para muchos, Frassati es alguien a quien podrían imaginar entre sus amigos, un futuro santo que de alguna manera se parece a ellos. El Papa León XIV le canonizará, junto a Carlo Acutis, este domingo.

OSV / Omnes·4 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 6 minutos

– María Wiering (OSV News).

“Lo que más me llama la atención de Pier Giorgio Frassati es su cercanía”, dijo Christine Wohar, directora ejecutiva de FrassatiUSA. “Nos muestra cómo podemos… ser santos en la normalidad de nuestras vidas”.

Frassati era atractivo, varonil, robusto, divertido y atlético, señaló. Era devoto de la Eucaristía y de María, y dedicaba tiempo a la adoración y al rezo del rosario. Provenía de una familia adinerada, pero también estaba comprometido con la caridad personal, así como con causas sociales más amplias y el activismo basado en la fe.

Sin embargo, según Wohar, también tenía retos con los que era fácil identificarse. El matrimonio de sus padres estaba al borde de la separación legal, le costaba compaginar sus estudios con otros compromisos. Se debatía entre salir con una chica que le gustaba y era incomprendido por los miembros de su familia. 

Será canonizado el domingo, con Carlo Acutis 

El Papa León XIV tiene previsto canonizar al joven de Turín, fallecido en 1925, junto con su compatriota italiano, el beato Carlo Acutis, el próximo 7 de septiembre. La fecha es un mes después de la indicada originalmente —aunque no confirmada— en noviembre de 2024 por el difunto Papa Francisco, quien había dicho que Frassati sería canonizado durante el Jubileo de los Jóvenes, del 28 de julio al 3 de agosto.

Wohar había planeado una peregrinación en grupo para esa celebración, y cuando se cambió la fecha, resultó demasiado difícil reprogramarla. Así que ella y otros pasaron finales de julio y principios de agosto visitando los lugares relacionados con Frassati en Italia antes de asistir a los actos del Jubileo en Roma. Allí veneraron las reliquias de Frassati en la basílica de Santa Maria sopra Minerva, donde su cuerpo había sido trasladado temporalmente desde Turín para la celebración del Jubileo.

En ese ataúd estaba inscrita, en su letra, una frase que muchos de sus devotos han convertido en su lema personal, cargada de significado espiritual: “Verso l’alto” (“Hacia las alturas”). Escribió la frase en otra foto que le habían tomado mientras escalaba, agarrado a una pared rocosa y mirando hacia la cima. Sería su última escalada.

El beato italiano Pier Giorgio Frassati sobresalía en el alpinismo. Murió a los 24 años y fue beatificado por san Juan Pablo II en 1990. Este domingo día 7 será canonizado por el Papa León XIV junto al beato Carlo Acutis. (Foto de archivo de CNS).

Católico piadoso, activista apasionado por los pobres

Pier Giorgio Michelangelo Frassati nació el 6 de abril de 1901 en Turín, hijo de Adelaide Ametis, pintora, y Alfredo Frassati, empresario periodístico y político, que fue senador italiano y embajador en Alemania. Desde niño, Pier Giorgio participó en grupos católicos y trató de recibir la comunión diaria. 

Fortalecido por una sólida vida de oración arraigada en la devoción mariana y la Eucaristía, a los 17 años se unió a la Sociedad de San Vicente de Paúl. El objetivo fue cuidar de los pobres y los soldados heridos que regresaban a casa después de la Primera Guerra Mundial. 

Era conocido por dar dinero y sus posesiones a las personas pobres, e incluso renunció a las vacaciones en la casa de verano de la familia, diciendo: “Si todos se van de Turín, ¿quién cuidará de los pobres?”.

Doctrina social de la Iglesia

Su preocupación por las personas marginadas y oprimidas persistiría a lo largo de su corta vida. Influyó en su decisión de estudiar ingeniería minera en la Universidad Politécnica Real de Turín, con el objetivo de ejercer su ministerio entre los mineros. 

Aunque era inteligente, sus estudios se vieron afectados por el tiempo que dedicaba a ayudar a los pobres y al activismo político. En 1919 se unió a la Acción Católica, que promovía la doctrina social de la Iglesia, especialmente tal y como se articulaba en la encíclica «Rerum Novarum» de 1891, promulgada por el papa León XIII. 

Dos años más tarde, ayudó a organizar en Rávena la primera conferencia de Pax Romana, cuyo objetivo era unificar a los estudiantes universitarios católicos para trabajar por la paz mundial. En 1922, se unió a los laicos dominicos, también conocidos como la Tercera Orden de Santo Domingo, eligiendo el nombre de “Girolamo”, en honor al ardiente predicador dominico del siglo XV en Florencia, Girolamo Savonarola.

Frassati, conocido por su alegría, su reverencia y sus ocasionales peleas

Durante su juventud, fue un ávido amante de las actividades al aire libre y disfrutaba del esquí y el alpinismo, el arte y la música, la poesía y el teatro. Reunía regularmente a sus amigos y era conocido por ser un bromista, acortando las sábanas de sus amigos y despertándolos con toques de trompeta, lo que le valió el apodo de “Fracassi”, como un “fracaso”, un alboroto ruidoso.

“Sabía cómo divertirse”, dijo Wohar. “Era una explosión de alegría. Era el alma de la fiesta”. Pero en la iglesia era reverente y sereno, “todo lo hablaba con el Señor”, añadió. 

“Hacía que la religión pareciera divertida y atractiva”, dijo Wohar. “Se cuentan historias sobre cómo hacía apuestas y, si ganaba, sus amigos tenían que ir a la adoración o a misa o rezar el rosario o algo así”. “Creía que el apostolado de la persuasión era lo más hermoso y necesario para ayudar a sus amigos a encontrar el camino de Dios”.

Frassati también se involucró en peleas a puñetazos por sus convicciones políticas basadas en la fe. Y en más de una ocasión, en enfrentamientos con comunistas, fascistas y fuerzas del orden durante manifestaciones activistas.

En medio de sus estudios, su vida social y su activismo político, Frassati siguió tomándose en serio su vida espiritual, sus obras caritativas y sus esfuerzos evangelizadores, sin perder ninguna oportunidad de invitar a sus amigos a unirse a él en la oración, la lectura de las Escrituras o la misa.

Consciente de su futuro eterno

Un aspecto que a menudo se pasa por alto de Frassati era la atención que prestaba a diario a la muerte, dijo Wohar. Se comprometía a prepararse cada día para su propia muerte, diciendo que tenía la “ambición” de encontrarse con Dios, incluso como su juez.

“Era consciente de su futuro eterno, y eso realmente determinó cómo vivía su presente”, dijo. “Escribió hermosas cartas sobre esto. Un día visitó a alguien que acababa de fallecer en el hospital y dijo: ‘Esto es lo que me va a pasar en poco tiempo’, lo cual fue casi profético”.

Síntomas de polio. Plenitud de la caridad

A finales de junio de 1925, Frassati comenzó a experimentar síntomas de polio, que probablemente contrajo mientras visitaba a los enfermos y pobres de Turín. Sin embargo, su abuela también estaba muriendo en su casa, por lo que minimizó su enfermedad y se centró en ella, al igual que su familia. Ella murió el 3 de julio.

A medida que su sufrimiento empeoraba, su mente también estaba puesta en sus amigos y en los pobres. Imploró a su hermana, Luciana, que entregara medicamentos y otros artículos prometidos a los necesitados a los que visitaba regularmente. Ella relató esto en su libro “Mi hermano Pier Giorgio: sus últimos días”. 

Pier Giorgio Frassati murió el 4 de julio de 1925, a los 24 años, y a su funeral asistieron cientos de pobres de su ciudad, lo que reveló a muchos, especialmente a sus familiares, la plenitud de su caridad. Inicialmente fue enterrado en la cripta familiar de la cercana ciudad de Pollone, pero su cuerpo fue trasladado a la catedral de San Juan Bautista en Turín tras su beatificación en 1990.

Pier Giorgio Frassati estaba “inmerso en el misterio de Dios y totalmente dedicado al servicio constante de su prójimo: ¡así podemos resumir su vida terrenal!”, manifestó san Juan Pablo II (OSV News photo/Catholic Press Photo).

Frassati: un “hombre de las bienaventuranzas”

En la beatificación de Frassati, san Juan Pablo II lo describió como un “hombre de las bienaventuranzas”.

“En él, la fe y los acontecimientos cotidianos se fusionan armoniosamente, de modo que la adhesión al Evangelio se traduce en un amoroso cuidado de los pobres y los necesitados, en un crescendo continuo hasta los últimos días de la enfermedad que lo llevó a la muerte”, dijo el Papa. 

“Su amor por la belleza y el arte, su pasión por los deportes y la montaña, su atención a los problemas de la sociedad no redujeron su relación constante con lo Absoluto”, continuó. “Totalmente inmerso en el misterio de Dios y totalmente dedicado al servicio constante de su prójimo: ¡así podemos resumir su vida terrenal!”.

Un ‘san Frassati’ para nuestra época

Aunque la causa de canonización de Frassati se abrió poco después de su muerte, se estancó durante un tiempo. Wohar dijo que cree que su canonización este año, un siglo después de su muerte, forma parte del plan de Dios. 

“El Señor, en su sabiduría, sabía que necesitábamos a un Pier Giorgio Frassati, un san Frassati, para una época como la que vivimos ahora”, afirmó.

“Si hubiera sido canonizado, por ejemplo, en la década de 1940, quizá nunca lo hubiéramos tenido en nuestro radar”, continuó. “Quizá habría caído en el olvido como uno de los muchos, muchos, muchos santos italianos. El hecho de que sea canonizado en este Año Jubilar de la esperanza, cuando necesitamos esperanza en nuestra cultura, creo que presenta una imagen de esperanza para los jóvenes adultos, para todos, pero especialmente para ese grupo de edad”.

Añadió: “Es el momento perfecto de Dios”.

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Maria Wiering es redactora jefe de OSV News.

Este reportaje se ha publicado originariamente en OSV News en inglés, y pueden consultarlo aquí.

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El autorOSV / Omnes

Mundo

Los católicos y la sociedad civil unen fuerzas en la Marcha por la Vida de Lituania

Vilna acogerá el 4 de octubre la mayor Marcha por la Vida de Lituania en más de tres décadas y los organizadores esperan participantes de toda la región báltica. Esto ocurre justo antes de que el Parlamento lituano debata una importante ley sobre salud reproductiva.

Bryan Lawrence Gonsalves·4 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

La Marcha por la Vida tendrá lugar mientras el Parlamento continúa deliberando sobre un proyecto de ley de salud reproductiva que ampliaría el acceso al aborto y la financiación pública. La medida fue aprobada por un estrecho margen en primera lectura en mayo de 2025 y, a continuación, pasará por audiencias y debates en comisión antes de la votación final.

Lituania es uno de los pocos países de la UE donde el aborto es legal, pero en gran medida no está regulado; bajo la ocupación y el dominio soviéticos, el procedimiento estaba estrictamente controlado por el Estado. Tras la independencia, el país siguió basándose en la normativa sobre el aborto de la era soviética. La Ley de Salud Reproductiva propuesta formalizaría y ampliaría el acceso, convirtiendo el aborto de un decreto ministerial en una legislación completa.

La propuesta

Simonas Streikus, principal organizador del evento Zygis už gyvybę (Marcha por la Vida) en Vilna, informó de que el evento tenía por objeto destacar la importancia perdurable de la vida humana. «Hay valores que nunca cambian. El principal de ellos es la vida humana, la base de nuestra humanidad. Para seguir siendo verdaderamente humanos, debemos honrar la vida con respeto, con amor, con responsabilidad y con protección. Por eso marchamos, para que la sociedad vea y recuerde esta verdad», afirmó. 

La Marcha por la Vida partirá de la Biblioteca Nacional Martynas Mažvydas a la 1 de la tarde, recorrerá la avenida Gedimino y concluirá en la plaza de la catedral de Vilna con discursos, música y actividades familiares. Los organizadores afirman que el final en este lugar es intencionado, señalando su importancia como centro cívico y espiritual de la capital. Al terminar allí, esperan vincular la defensa de la vida con la identidad histórica más amplia de Lituania, en la encrucijada donde la fe, la política y la cultura han convergido durante mucho tiempo.

Ramūnas Aušrotas, defensor de la Marcha por la Vida de Vilna, que trabaja como profesor de Bioética en la Universidad Lituana de Ciencias de la Salud, dijo lo siguiente: «En la bioética contemporánea se observa una inquietante incoherencia, ya que cuando se desea un hijo no nacido, se movilizan todos los recursos médicos para salvaguardar su vida. Cuando el niño no es deseado, de repente cambian las normas y se permite la interrupción del embarazo. Algunos lo llaman compromiso social; en realidad, refleja una incoherencia ética. La vida humana no puede ser valorada y negada al mismo tiempo».

La nueva ley

La ley propuesta permitiría el aborto a petición hasta las 12 semanas de embarazo, y hasta las 22 semanas en casos de violación, incesto o necesidad médica. También ampliaría el acceso al hacer que tanto los abortos quirúrgicos como los médicos estén ampliamente disponibles, incluso a través de consultas de telesalud, , al tiempo que exigiría que los procedimientos fueran financiados íntegramente por los contribuyentes, lo que convertiría al aborto en un servicio garantizado por el Estado.

«He visto el milagro de la vida en sus inicios y la dignidad de su fin natural», afirmó Richard Cervin, médico de familia con más de 30 años de experiencia en Lituania. «Si no podemos defender a los indefensos, ¿a quién debemos defender? Proteger la vida de los no nacidos no es una cuestión política o ideológica, sino simplemente muy humana». 

Suma de fuerzas

La próxima Marcha por la Vida está siendo organizada por una coalición de grupos de la sociedad civil y organizaciones católicas laicas, lo que refleja una amplia base de apoyo. Aunque tiene sus raíces en parte en la participación católica, la marcha en sí es de naturaleza secular y está abierta a participantes de todas las religiones o de ninguna.

Los organizadores esperan que participen familias, estudiantes, profesionales médicos y jóvenes activistas sociales, lo que subraya el amplio atractivo del evento. «La santidad de la vida trasciende las fronteras religiosas, no es necesario creer en Dios para saber que matar a los vulnerables está mal», afirmó Diana Karvelienė, directora de comunicación del evento. Destacó que la iniciativa es, en última instancia, una iniciativa de esperanza, que expresa solidaridad con las madres, cuya fuerza a menudo pasa desapercibida, y con los padres, cuyo apoyo es vital tanto para las madres como para los niños.

A medida que se acerca la marcha del 4 de octubre, esta no solo se considera una marcha pública pacífica contra la legislación pendiente, sino también una afirmación de la brújula moral de Lituania. Para los participantes, el debate sobre los derechos reproductivos no es solo una cuestión de política, sino una cuestión de identidad nacional que plantea la pregunta de qué tipo de sociedad elige construir Lituania para las generaciones futuras. 

Cuando se le preguntó por qué participaría en la Marcha, Lukrecija Kozlovskytė, artista y antigua miembro del consejo de Ateitininkai, una organización juvenil católica lituana, respondió lo siguiente: «No puedo quedarme de brazos cruzados mientras se cobran vidas inocentes. Para mí, sería como presenciar un asesinato en la calle y no hacer nada».

Independientemente del resultado de la votación del Parlamento lituano, la Marcha por la Vida de Vilna está llamada a convertirse en un punto de inflexión en el debate público del país sobre la dignidad humana, el papel del Estado en su protección y la determinación de los ciudadanos de defender sus convicciones. Para los participantes, el evento es un acto de solidaridad en defensa de los no nacidos, al tiempo que anima a las madres y los padres en la sagrada tarea de criar una familia. En última instancia, esperan que su presencia sea testimonio de una única verdad fundamental: que la vida, en toda su fragilidad, siempre merece la pena defenderla.

El autorBryan Lawrence Gonsalves

Fundador de “Catholicism Coffee”

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Evangelización

San Moisés, liberador del pueblo hebreo y transmisor del Decálogo

La Iglesia celebra el 4 de septiembre a san Moisés, profeta y liberador del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto hacia la Tierra Prometida, según la Biblia. Recibió de Dios los Diez Mandamientos (el Decálogo) en el Monte Sinaí, y es figura central en el judaísmo, el cristianismo y el islam.

Francisco Otamendi·4 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Moisés es conocido por liderar al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto hacia la Tierra Prometida, recibir los Diez Mandamientos de Dios en el Monte Sinaí y actuar como legislador para su pueblo, tal como narra la Biblia. Está considerado un gran profeta.

Guió a su pueblo a través del desierto durante cuarenta años para llegar a Canaán, la Tierra Prometida por Dios. Moisés recibió directamente de Dios el Decálogo en el Monte Sinaí (Éxodo, 20). Cuando el Hijo de Dios se encarnó, a la pregunta de cuál es el mandamiento mayor de la ley, Jesús dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”, y “amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

San Moisés fue el legislador que dictó las normas y preceptos para la vida de los israelitas, basándose en la Alianza con Dios. Jesús le cita en numerosas ocasiones en los Evangelios. En la Transfiguración, el Señor se aparece glorioso a los apóstoles junto a los profetas Moisés y Elías, que conversan con Él.

“Yo soy el que soy”

En el santoral vaticano se puede leer una amplia sinopsis de la vida de Moisés, recogida en los cinco libros del Pentateuco de la Biblia. Pueden citarse numerosos hechos bíblicos de la vida de Moisés, algunos de los cuales han sido recogidos en el cine. 

Nacido en Egipto y depositado en el Nilo para evitar su muerte, fue sacado de las aguas por la hija del faraón, que lo adoptó como hijo. Más adelante, el Señor se le apareció en una zarza ardiendo, y le dijo: “Yo soy el que soy” (Éxodo, 3).

Dios dijo a Moisés: “Ve al faraón, rey de Egipto, y dile que deje salir de su tierra a los hijos de Israel”. Pero Moisés se excusó: “Si los hijos de Israel no me hacen caso, ¿cómo me hará caso el faraón, a mí que soy torpe de palabra?”. Y Dios le envió con su hermano Aarón a pedir la libertad del pueblo hebreo.

A las puertas de la Tierra Prometida

Después de las plagas de Egipto, Moisés condujo al pueblo de Israel atravesando el mar Rojo y el desierto. Murió en el monte Nebo, en tierra de Moab, a las puertas de la Tierra Prometida. 

Los puntos 2052 a 2082 del Catecismo de la Iglesia católica explican los Diez Mandamientos, el Decálogo, desde el punto de vista de la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia. 

El autorFrancisco Otamendi

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Del delirante empeño por hacer de Cervantes un homosexual

La nueva película de Alejandro Amenábar ha reabierto el viejo y manido debate sobre si Miguel de Cervantes pudo ser homosexual.

4 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Son ya 25 años los que he pasado estudiando a Cervantes, 8 de ellos con exclusividad. He defendido y publicado una tesis doctoral sobre el Quijote. He leído decenas de libros y artículos sobre el autor y su obra. He publicado una monografía sobre el amor en el Quijote, una edición de El curioso impertinente, y sobre aspectos cervantinos he dado a la estampa seis capítulos de libros, diecisiete artículos, un prólogo, y he presentado catorce ponencias o comunicaciones en congresos. En fin, sobre el manco de Lepanto he impartido igualmente seminarios y conferencias o incluso dirigido visitas guiadas. 

Tras estos años de estudio, la propuesta de la homosexualidad de Cervantes se me antoja extraña e impostada. Nuestro autor tuvo una hija natural, estuvo casado, y prestó muy especial atención a la mujer: su obra está plagada de personajes femeninos de gran fuste. Lo cual no lo aporto para demostrar que no era homosexual, pero sí afirmo que no está ni mostrado ni demostrado que lo fuera.

Es patente que desde los comienzos de este tercer milenio ha emergido una particular obsesión por la homosexualidad. Pero carece de sentido releer el pasado a partir de los prejuicios del presente. Recuerdo un magnífico curso de doctorado dirigido por una sabia docente de la Universidad de Granada. Se abordaba el misticismo de Santa Teresa y San Juan de la Cruz. Un alumno planteó la posible homosexualidad del apóstol San Juan, predilecto de Jesús. La profesora explicó que no tenía por qué estar sexualizada toda relación de amistad, que nuestro prisma actual adolecía de cierta distorsión con relación a estos temas.

No tengo un especial interés en negar la homosexualidad de Cervantes, pero es sorprendente la tendencia a convertir en homosexual a todo el mundo. Parece como si tal prototipo debiera desplazar al héroe, al atleta, al sabio, al orador, al mártir, al santo, al caballero, a la donna angelicata, al cortesano y al discreto. Porque esos modelos antropológicos que acabo de citar lo son por su obrar, no por su orientación sexual. El mérito del ser humano radica, como defendía precisamente Cervantes, en la virtud, y no en la sangre (y añado yo, ni en el sexo).

Cervantes estuvo cinco años cautivo en Árgel. Trató de evadirse sin éxito en varias ocasiones, y nunca escurrió el bulto: reconoció los hechos. Paradójicamente no recibió el castigo que merecían esas fugas. Y algunos piensan que una causa de la indulgencia para con él podría estar en su homosexualidad. Es una hipótesis. Cervantes portaba consigo unas cartas, una de ellas de don Juan de Austria, que lo presentaban como un soldado valeroso, lo cual provocó que se pidiera un rescate mayor por él y, verosímilmente,  que fuera tratado con mayor tolerancia, además de que su fuerte personalidad lo convertía en una persona muy singular. En cualquier caso, una hipótesis no es una prueba. Es una actitud muy contemporánea esa de que el sujeto crítico neutralice o mate al objeto. Pero es más justo que el sujeto respete al objeto, sean textos o personas.

Ahora bien. Poseemos sus escritos. Como ya dije, he publicado un estudio sobre el amor en el Quijote. La concepción sobre el amor que se desprende de la magna novela cervantina es maravillosamente humanista, una síntesis del pensamiento judeocristiano y grecolatino; siendo el quicio sobre el que se apoya tal cartografía del amor las virtudes de la prudencia, justicia, fortaleza y templanza. El amor emerge no solo como un mero sentimiento (“el amor en los mozos por la mayor parte no lo es, sino apetito”, leemos en eI capítulo 24 de la primera parte del Quijote), sino un conocimiento, una voluntad, una entrega en libertad.

Como buen hombre del siglo de oro, Cervantes vive cautivo por la belleza, en particular por la femenina, éxtasis que se enraiza en la lírica trovadoresca, estilnovista y pertarquista. El epicentro quijotesco es más bien la amistad entre don Quijote y Sancho: un amor de amistad que no hay por qué confundir con el erótico, ni con el de necesidad. El Banquete de Platón, el De amicitia de Cicerón o Los cuatro amores de C. S. Lewis, entre otras muchas obras, pueden ilustrar sobre el maravilloso y polifónico mosaico del amor en la tradición europea. 

La obsesión monocorde por el sexo es una “aportación” contemporánea. Pero la lectura de Cervantes u otros clásicos podría liberarnos de este corsé, ya tan cansino. 

Evangelio

La cruz de la perseverancia. Domingo XXIII del tiempo ordinario (C)

Joseph Evans nos comenta las lecturas del domingo XXIII del tiempo ordinario (C) correspondiente al día 7 de septiembre de 2025.

Joseph Evans·4 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

En el Evangelio de hoy, Jesús es difícil de entender. Empieza hablando de la necesidad de cargar con la cruz. Puede que no nos guste, pero entendemos lo que dice. Tenemos que aceptar cosas duras en la vida para ser sus discípulos: una vida suave y fácil no nos llevará al Cielo. Nuestro Señor dice entonces algunas cosas duras, que cada uno tiene que “posponer” a “su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo”, en el sentido de ponerlos radicalmente en segundo lugar respecto a Dios.

Pero la segunda parte del Evangelio se vuelve confusa. Después de decirnos que tenemos que llevar nuestra cruz, Jesús parece saltar a algo que no tiene nada que ver. Nos cuenta la parábola de un hombre que empezó a construir una torre y no pudo terminarla, por lo que se burlaron de él. Luego habla de un rey que va a la guerra con otro rey y necesita asegurarse de que tiene suficientes hombres para enfrentarse a su oponente. Si se da cuenta de que no los tiene, envía enviados para pedir la paz. Jesús termina diciendo que no podemos ser sus discípulos si no renunciamos a todas nuestras posesiones. Pero, ¿qué tiene que ver no poder acabar una torre o darse cuenta de que uno tiene un ejército más débil que el enemigo con llevar nuestra cruz?

Quizá la respuesta esté en darnos cuenta de que, a menudo, una de las mayores cruces a las que debemos enfrentarnos es simplemente la necesidad de perseverar en lo que hemos empezado. Podemos emprender actividades o compromisos vitales llenos de entusiasmo, pero cuando las cosas se ponen difíciles, empezamos a dudar y a pensar en abandonar, y a veces lo hacemos. La gente abandona todo tipo de proyectos por esta razón. O los matrimonios se rompen. O la gente no es fiel a su vocación. Cuando se acaba el entusiasmo, cuando se apaga la chispa, abandonan. A muchos se les da bien empezar, pero son menos los que tienen lo que hace falta para llevar hasta el final lo que han empezado. San Pablo muestra esta perseverancia heroica en la segunda lectura de hoy, abrazando su encarcelamiento por Cristo e incluso dispuesto a renunciar a uno de los pocos consuelos que tenía, la presencia de Onésimo.

Cualquier empresa que se precie pasa por momentos difíciles y hay que perseverar. Tenemos que seguir construyendo aunque sea difícil y no intentar recuperar aquello a lo que una vez renunciamos. Y si realmente no creo que pueda perseverar, quizá no debería empezar, hasta que esté preparado para hacerlo. Como ese rey que pide la paz. Pero lo que debería hacer entonces es tomar las medidas necesarias para formar su ejército.

A veces la prudencia exige que no empecemos algo porque nos damos cuenta de que somos demasiado débiles para hacerlo. Pero entonces pedimos a Dios la fuerza que nos falta y trabajamos para superar la debilidad o los malos hábitos que nos frenan.

Vaticano

Dolor por Sudán del Papa León, que ve a Jesús como “mendigo de amor”

En la Audiencia del miércoles, el Papa León XIV señaló que la sed de Jesús en la cruz es la de un “mendigo de amor”. El hombre no se realiza en el poder, sino en la apertura confiada al otro, incluso cuando es hostil y enemigo, ha dicho. Al final, ha manifestado su dolor por la tragedia de Darfur (Sudán), y ha rezado por niños y jóvenes escolares.

Francisco Otamendi·3 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Tras saludar en el papamóvil a miles de personas presentes en la Plaza de San Pedro, y bendecir a numerosos bebés, el Papa León ha mostrado en la Audiencia su dolor y oración por las víctimas de la catástrofe natural de Sudán. 

Además, ha recordado al Papa san Gregorio Magno, memoria litúrgica de hoy, a los próximos santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, que serán canonizados el domingo. Y ha pedido, dirigiéndose en especial a los peregrinos de lengua polaca, que “septiembre sea un mes de oración por los niños y jóvenes que regresan a la escuela y por quienes se ocupan de su educación.” 

Pidamos por ellos, ha dicho, “por intercesión de los beatos, y pronto santos, Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, el don de una fe profunda en su camino de maduración. ¡Os bendigo de corazón!”.

Tragedia de Darfur

El Papa León XIV ha ofrecido sus oraciones por los fallecidos tras los días de fuertes lluvias que provocaron un deslizamiento de tierra en una zona remota de Sudán. Y ha rezado por todos los que participan en las operaciones de búsqueda y rescate en curso.

“Su Santidad el Papa León XIV se entristeció profundamente al conocer la devastación causada por el deslizamiento de tierra en la aldea de Tarasin, en la región central de Darfur, en Sudán, y asegura a todos los afectados por este desastre su cercanía espiritual», dijo un telegrama del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, al obispo Yunan Tombe Trille Kuku Andali, de El Obeid.

El Papa León ha realizado hoy un llamamiento «a los responsables y a la comunidad internacional para que se garanticen corredores humanitarios y se aplique una respuesta coordinada» con el fin de detener la catástrofe humanitaria.

Al menos mil muertos

A última hora del 1 de septiembre, el Movimiento-Ejército de Liberación de Sudán, un grupo rebelde que controla la zona, informó ayer de que toda la aldea de Tarasin había quedado sepultada por el deslizamiento de tierra el 31 de agosto y que había hasta 1.000 muertos, según OSV. El grupo afirmó que solo una persona había sobrevivido, según informó The Associated Press.

Posteriormente, la BBC citó al coordinador humanitario adjunto de la ONU para Sudán, quien afirmó que al menos 370 personas habían muerto en el deslizamiento de tierra en la aldea, situada en las remotas montañas de Marrah, en el oeste de Sudán.

Antoine Gérard, funcionario de la ONU, declaró a la BBC que, debido a que la zona era tan remota y accidentada, era difícil conocer la magnitud de los daños o el número exacto de víctimas.

La crucifixión. “Tengo sed” 

En su catequesis, el Papa ha retomado el ciclo del Año Jubilar, ‘Jesucristo nuestra esperanza’, y ha centrado su meditación en el tema ‘La crucifixión. ‘Tengo sed’ (Jn 19,28)”.

La sed del crucificado no es sólo una cuestión fisiológica, se trata de la profunda expresión de un deseo: “Jesús tiene sed de amor, de relación y de comunión”, ha señalado. “No se avergüenza de haber asumido nuestra humanidad frágil. Aquel que lo ha dado todo, no vacila en mostrarse necesitado”. 

Dos reflexiones sobre el poder

Más adelante, se ha referido al menos en dos ocasiones al poder. 

Por una parte, ha reflexionado sobre el gesto de Jesús. “Este gesto es un signo elocuente de que el hombre no se realiza por la fuerza del poder, de que no se basta a sí mismo para salvarse, sino que está necesitado de los demás, que tiene que aprender a abrirse confiadamente al otro. Para que nuestro amor sea auténtico, debemos no sólo darlo, sino recibirlo. Jesús nos enseña a dar, pero también a recibir amor”.

También ha añadido: “Esta es la paradoja cristiana: Dios salva no haciendo, sino dejándose hacer. No venciendo al mal con la fuerza, sino aceptando hasta el fondo la debilidad del amor”. 

“En la cruz, Jesús nos enseña que el hombre no se realiza en el poder, sino en la apertura confiada al otro, incluso cuando es hostil y enemigo. La salvación no está en la autonomía, sino en reconocer con humildad la propia necesidad y saber expresarla libremente”.

Peregrinos de numerosos países 

En sus palabras a los peregrinos de lengua francesa, ha saludado en especial a los de “Senegal, acompañados por su obispo, monseñor Paul Abel Mbamba, y a los procedentes de Luxemburgo y Francia”.

El Papa se ha detenido especialmente en la relación de peregrinos y visitantes de países de habla inglesa, en todo o en parte, que han participado en la audiencia de hoy. En particular a los grupos procedentes de “Inglaterra, Escocia, Irlanda, Irlanda del Norte, Austria, Dinamarca, Malta, Países Bajos, Suiza, Camerún, Australia, Hong Kong, Indonesia, Japón, Filipinas, Vietnam y Estados Unidos de América”.

A los de lengua española, les ha recordado a “san Gregorio Magno. Pidamos al Señor que en nuestro peregrinar por este mundo, por la intercesión de este santo Papa, seamos capaces de reconocer con humildad nuestra necesidad del amor de Dios y el de nuestros hermanos”.

“No olvidemos que solo Él, el Infinito, puede saciar nuestra sed de infinito”, ha recordado a los de lengua germana. Y como es habitual, ha habido asimismo palabras para los de lengua china, portuguesa, árabe, polaca, y naturalmente, en italiano.

El autorFrancisco Otamendi

Evangelización

San Gregorio Magno, Papa y Doctor de la Iglesia, y apóstol de Inglaterra

La liturgia celebra el 3 de septiembre a san Gregorio Magno, Papa, uno de los cuatro grandes Padres Latinos, junto a san Agustín, san Ambrosio, y san Jerónimo. Promovió el canto litúrgico (canto gregoriano), la reforma de la Misa, la gestión de los bienes de la Iglesia, y la evangelización de Inglaterra. 

Francisco Otamendi·3 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

De familia cristiana, san Gregorio nació en Roma hacia el año 540. De joven llegó a ser prefecto de la Urbe. Más tarde, distribuyó su patrimonio a monasterios y se hizo monje en la abadía benedictina de San Andrés, de la que luego fue abad. El papa Pelagio II le nombró legado pontificio en Constantinopla, pero el Pontífice falleció víctima de la peste. Y el año 590 san Gregorio Magno fue elegido Papa el que sería apóstol de Inglaterra.

En su Pontificado sobresalió por su celo por la liturgia y la elaboración del Sacramentario que constituye el núcleo fundamental del Misal Romano. También por la promoción del canto litúrgico que lleva su nombre (gregoriano) y su impulso evangelizador.

El año 597, san Gregorio envió a san Agustín de Canterbury y a un grupo de cuarenta monjes a evangelizar a los anglosajones, en Inglaterra. La misión llevó la fe cristiana al rey Ethelberto, que se había casado con Berta, princesa cristiana de la familia real de los francos, y a miles de sajones, y sentó las bases para la expansión del cristianismo en Europa. San Gregorio Magno falleció el 12 de marzo de 604.

Mártires en Japón, Corea y Francia

La liturgia acoge también hoy a los beatos Bartolomé Gutiérrez y compañeros mártires en Japón. Tres de ellos eran agustinos, uno jesuita y dos franciscanos. Fueron apresados en persecuciones contra los cristianos, y quisieron hacerles apostatar, pero ellos permanecieron firmes en la confesión de Cristo. Tres ser torturados, les quemaron en 1632 en Nagasaki. 

Los santos Juan Pak Hu-jae y cinco mujeres eran laicos a los que hicieron sufrir también por su firmeza en la fe, y murieron decapitados en Seúl (Corea) el 3 de septiembre de 1839. 

La liturgia celebra asimismo hoy a otros 72 beatos mártires franceses, en su mayoría sacerdotes, de la diócesis de París o de otras diócesis o institutos religiosos. Fueron asesinados el 3 de septiembre de 1792, un día después, en el seminario lazarista de San Fermín de París. 

El autorFrancisco Otamendi

Evangelización

Historia del icono de Nuestra Señora de Czestochowa: guerras y cicatrices

La famosa imagen de Nuestra Señora de Czestochowa, conocida como ‘Virgen Negra’, es protagonista de una historia dramática entrelazada con la historia y la fe de Polonia. Mientras las leyendas remontan la imagen a San Lucas y la mesa de la Sagrada Familia, los historiadores del arte la datan entre los siglos VI y XIV. Lo seguro es su papel perdurable como protectora espiritual de Polonia.  

OSV / Omnes·3 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

– Czestochowa, Polonia (OSV News). 

Si bien la famosa imagen de Nuestra Señora de Częstochowa es conocida en todo el mundo, su historia está llena de eventos dramáticos que vale la pena reconocer. 

Desde leyendas sobre el origen de la madera en la que se escribió la “Virgen Negra” –los iconos están ‘escritos’, no pintados –, hasta la razón por la que la imagen está marcada. El icono refleja el destino histórico de Polonia y es un refugio espiritual para los católicos de todos los rincones del mundo.

Orígenes del icono de Nuestra Señora 

La fecha de creación del icono es incierta, y los historiadores del arte creen que es un icono bizantino de los siglos VI o IX o de los siglos XII-XV. Se sabe que fue llevado al monasterio de Jasna Góra en el siglo XIV.

Sin embargo, la leyenda lo atribuye a san Lucas, que supuestamente escribió el icono en la mesa en la que cenaba la Sagrada Familia. “La leyenda cuenta que el icono de Jasna Góra fue creado en una mesa en el hogar de la Sagrada Familia”, dijo el padre Michal Legan, sacerdote paulino de Jasna Góra, a OSV News.

“Hoy sabemos que esto no es cierto. Pero podemos imaginar fácilmente que este icono tiene un impacto en la vida de las familias polacas y en las familias de todo el mundo. Porque está colgado prácticamente en todos los hogares polacos, en algún lugar donde las familias se reúnen y rezan», señaló el padre Legan, quien dirige la sala de redacción católica de la televisión polaca.

Oculto durante la ocupación de Polonia de la Segunda Guerra Mundial

De hecho, una enorme mesa de biblioteca es el mueble que contribuyó a salvar a Nuestra Señora de los horrores de la ocupación nazi alemana de Polonia.

El estallido de la guerra representó una grave amenaza para Jasna Góra. Los nazis alemanes entendieron el profundo significado religioso y cultural del icono de Nuestra Señora de Częstochowa. Había un peligro real de que la pintura fuera incautada, destruida o vendida a coleccionistas privados.

Ante esta amenaza, los monjes paulinos dieron un paso audaz. Ocultaron el icono en un compartimento especialmente preparado en la parte superior de una de las mesas de la biblioteca de Jasna Góra. Su tamaño monumental y su apariencia sin pretensiones aseguraron que el tesoro, de valor incalculable, pasara desapercibido.

La antigua biblioteca del santuario mariano de Jasna Góra en Czestochowa, Polonia, alberga dos mesas únicas hechas a mano en la década de 1730. Durante la Segunda Guerra Mundial, por temor a los nazis, el icono fue escondido en una de las mesas (Foto de OSV News/cortesía del santuario de Jasna Góra).

En la antigua Biblioteca, dos obras maestras 

La antigua Biblioteca de Jasna Góra alberga dos mesas únicas elaboradas en la década de 1730 por el hermano Grzegorz Woźniakowicz. Son obras maestras de talla de madera y marquetería, ricamente decoradas con escenas de santos y hechas de una variedad de maderas con artesanía de nivel barroco.

Su diseño no solo era decorativo, sino también práctico. Las mesas se construyeron como unidades individuales, no desmontables, tan pesadas y monumentales que era físicamente imposible sacarlas de la biblioteca. Esta característica resultó crucial para proteger el icono de la Virgen Negra durante la guerra.

En un momento dado, los ocupantes nazis de Polonia planearon transportar las mesas a Dresde en Alemania como valiosas obras de arte. A medida que la amenaza se intensificaba, el icono se movió de nuevo, esta vez amurallado en una celda de monasterio. Sobrevivió a los años más oscuros de la guerra, aunque los movimientos posteriores causaron algunos daños que requirieron restauración después.

Un “arca simbólica”, como una reliquia, un escudo

Aunque el icono no pasó toda la guerra dentro de la mesa, su papel sigue siendo significativo. Fue el primer escondite, un “arca” simbólica destinada a proteger el tesoro espiritual de la nación. Hoy en día, la mesa se trata como una reliquia histórica. Casi tan valiosa como los raros libros y manuscritos que la rodean en la biblioteca.

“Hay un hermoso simbolismo en el hecho de que el icono, que según la leyenda fue pintado en la mesa de la Sagrada Familia, fuera escondido durante la Segunda Guerra Mundial de los alemanes. Precisamente en una de las mesas más hermosas que se pueden encontrar en Polonia y Europa”, dijo el padre Legan.

Un sacerdote paulino que mostró la mesa a OSV News la describió como “no solo un mueble”, sino más bien como “un escudo, un refugio y protección”. Y señaló que “sin la decisión de los hermanos” de ocultarlo, “¿quién sabe qué habría pasado con la pintura?”

Cicatrices del siglo XV

Sin embargo, la imagen no escapó de los daños a lo largo de los siglos, con cicatrices del siglo XV que hacen de la “Virgen Negra” una de las imágenes marianas más famosas del mundo. 

En 1430, los ladrones atacaron el monasterio en Pascua, cortando y rompiendo la imagen en la Capilla de Nuestra Señora. El rey Władysław Jagiełło ordenó su restauración. Y los pintores reensamblaron y repintaron el tablero, aunque los métodos de conservación eran pobres. Las cicatrices siguen siendo visibles, ya sea porque los intentos de cubrirlas fracasaron o, como sostiene la tradición, se dejaron deliberadamente como recordatorio del ataque. 

También es el aspecto de Nuestra Señora lo que la hace única, dijo el padre Legan a OSV News. “Según St. John Chrysostom, un icono no está destinado a ser mirado y admirado, sino más bien para que la persona representada en el icono pueda mirarte”, dijo. “Se trata de la mirada de Dios, que está llena de bondad y no juzga, y la mirada de la Santísima Madre, que también nos permite descubrir nuestra dignidad”.

Los obispos rezan ante la imagen de Nuestra Señora de Czestochowa en el santuario mariano de Jasna Góra el 2 de mayo de 2025 (Foto de OSV News/cortesía de la conferencia de obispos polacos).

Reina de Polonia, venerada por fieles de muchos países

Si bien Nuestra Señora de Częstochowa es principalmente la “Reina de Polonia”, su importancia se extiende más allá del país. El icono ha sido venerado durante siglos por fieles de otras naciones. Solo en 2024, más de 4 millones de peregrinos visitaron el santuario de Jasna Góra, un lugar de amado refugio espiritual de muchos santos polacos, incluido san Juan Pablo II. 

Un santuario especial en Doylestown, Pensilvania, apodado “American Częstochowa”, ha sido dirigido por los padres paulinos desde la década de 1950. Se ha convertido en un lugar de peregrinación para las comunidades de la diáspora polaca y otros que buscan orientación espiritual, un reflejo de Jasna Góra al otro lado del Atlántico.

El autorOSV / Omnes

España

La Universidad de Navarra lanza un curso online sobre Biblia y arqueología

El programa está dirigido a cualquier persona interesada en profundizar en la Biblia y la cultura de Oriente Medio.

Redacción Omnes·2 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

¿Cómo era la Tierra Santa en tiempos de Jesús? ¿Qué relación tienen los restos arqueológicos con los relatos bíblicos? Estas son algunas de las preguntas que abordará el nuevo curso impulsado por la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, que busca acercar a los participantes a los orígenes del cristianismo a través de la historia, la geografía y la arqueología.

El programa se ofrece en colaboración con Cretio Foundation (Estados Unidos) y Saxum Visitor Center (Israel). Se impartirá íntegramente online, en castellano o inglés, a partir del 29 de septiembre. Con una duración de diez semanas y una carga lectiva de 2 ECTS, permitirá que cada alumno avance a su propio ritmo y con plena flexibilidad.

Por qué conocer la arqueología

Diego Pérez Gondar, profesor de la Facultad de Teología y director académico del curso, subraya la importancia de esta formación: “Si uno no sabe quién es ni de dónde viene, está abocado a repetir una y otra vez los mismos errores. Aunque solo sea para comprender los problemas del mundo actual, me parece imprescindible tener unos mínimos conocimientos sobre el origen de la civilización y las aportaciones del monoteísmo judeo-cristiano, el pensamiento griego o el derecho romano”.

El curso también pondrá en valor el papel de la arqueología bíblica como clave de lectura de los textos antiguos. Según Pérez Gondar, “la fe no es puro fideísmo o fundamentalismo; la fe necesita de una lógica. Buena parte de esa historia ha ido dejando sus restos, que son estudiados por la arqueología, y que ayudan a comprender cómo se leen los textos que surgieron en ese contexto antiguo”. Añade que estas cuestiones interesan tanto a creyentes como a no creyentes, porque “lo que realmente necesita el ser humano es resolver el sentido de la existencia”.

Concebido como una “peregrinación académica” a Tierra Santa, el curso recorrerá su geografía, su historia y los principales textos bíblicos, con especial atención al Nuevo Testamento. “Nos gustaría que fuera el primero de otros cursos similares, puesto que hay mucho material para transmitir”, apunta el director académico.

Libros

Una nueva edición de Camino para el lector del siglo XXI

Gracias a este trabajo, Camino podrá seguir siendo leído con provecho por nuevas generaciones, no solo como documento histórico o como clásico de espiritualidad, sino como lo que siempre fue: un libro vivo, escrito para acompañar a las personas en su trato con Dios.

Javier García Herrería·2 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

«Me escribes: «Padre, tengo… dolor de muelas en el corazón». —No lo tomo a chacota, porque entiendo que te hace falta un buen dentista que te haga unas extracciones. ¡Si te dejaras!…» (punto 166). Cuando un joven lector del siglo XXI lee un sencillo punto de Camino como este puede no entender del todo su significado, pues la palabra «chacota» es completamente ajena al lector actual.

También podría quedar sorprendido al encontrar expresiones como “santa intransigencia”, “santa coacción”, “santa desvergüenza”, “santa ambición”, “santa irreverencia” o el llamado a «obedecer ciegamente al superior«. Estas frases de Camino pueden entenderse en clave benigna, como recursos retóricos enfáticos, si uno presupone un buen concepto del autor o contrasta esas ideas con otros pasajes de las obra o de las demás libros de san Josemaría. Sin embargo, una lectura aislada y descontextualizada de estos términos podría prestarse a equívocos.

¿Por qué una nueva edición comentada?

Aunque ya existía una edición crítica de referencia —la de Pedro Rodríguez, publicada en 2002, centrada en la génesis literaria e histórica del texto—, se hacía necesaria una versión que ayudase al lector del siglo XXI a entender expresiones, giros y referencias culturales que han quedado anticuados o se han cargado de matices imprevistos con el paso del tiempo.

Expresiones como “una moneda de cinco duros” carecen de sentido para quienes nunca conocieron esa moneda. Lo mismo ocurre con metáforas, refranes o comparaciones que remiten a un mundo que para muchos es desconocido. Algunas palabras directamente no se entienden, como por ejemplo «vayas» (en el sentido de mofarse, cfr. punto 69).

El reto al que se enfrenta el lector contemporáneo de Camino no es solo lingüístico, también es semántico. Algunas palabras han adquirido nuevas connotaciones. «Caudillo», por ejemplo, ha adquirido unos matices muy distintos al que quiso darle el autor.

Y podrían ponerse muchos ejemplos. La palabra proselitismo hoy suele suscitar suspicacias o interpretarse en un sentido negativo, mientras que en su contexto original se entendía de manera adecuada y positiva.

El mismo desafío que Shakespeare

Lo que le ocurre al lector actual de Camino es muy parecido a lo que experimenta un lector inglés cuando se enfrenta a Shakespeare: el idioma le resulta cada vez más arcaico, muchas expresiones le suenan extrañas o incomprensibles, y necesita notas aclaratorias para captar el sentido. Lo mismo que sucede a un hispanohablante cuando lee a Cervantes.

Esto no ocurre con las traducciones de Camino, pues al verterse a otros idiomas, los editores actualizan el vocabulario y hacen comprensible el mensaje al lector moderno. De igual modo les ocurre a los lectores que leen a Shakespeare en un idioma distinto del original. El texto castellano de Camino, en cambio, ha permanecido inalterado, de modo que hoy suena en ocasiones como un castellano “antiguo”, incluso para los propios españoles.

Referencias históricas y culturales

A ello se suman referencias históricas muy concretas a de la historia de España que pueden desconcertar, especialmente a lectores de otros países. San Josemaría alude, por ejemplo, a Lepanto o a las Navas de Tolosa: la primera batalla es más conocida, la segunda mucho menos, y ambas requieren de un contexto cultural que ya no se da por supuesto.

También hay conceptos del acervo cristiano tradicional que hoy resultan oscuros para el lector medio: expresiones como mortificación, examen particular o las locuciones en latín, que eran familiares en la primera mitad del siglo XX, ahora apenas se comprenden.

El valor de esta edición

En definitiva, Camino es un libro escrito hace casi cien años, en un contexto marcado por la Guerra Civil española, por un fuerte componente religioso y por un clima cultural muy distinto al de la sensibilidad contemporánea, marcada por lo políticamente correcto y la sensibilidad woke. Este desfase temporal hace que ciertas frases puedan sonar de un modo muy diferente a como sonaban entonces, e incluso correr el riesgo de ser malinterpretadas.

La edición comentada de Fidel Sebastián no cambia ni una sola palabra del texto original: mantiene intacta la obra de San Josemaría. El autor ha tenido el acierto de mantener el lenguaje original de los puntos en castellano y lo que aporta son numerosas notas al pie de página que ocupan más de la mitad del volumen, explicando vocabulario, refranes, metáforas, referencias históricas y conceptos teológicos. Es, en cierto modo, un puente entre el lenguaje y la mentalidad de 1939 y el lector de 2025.

Actualidad de Camino

Con más de cinco millones de ejemplares vendidos, traducido a decenas de idiomas y con más de quinientas ediciones en circulación, Camino es sin duda el libro más conocido de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. Publicado por primera vez en 1939, se ha convertido en un clásico de la espiritualidad cristiana contemporánea y en el cuarto libro en español más traducido de la historia. Su influencia se mantiene viva: este mismo año, la aplicación católica Hallow, muy popular en Estados Unidos, lo recomendó para vivir la Cuaresma, llegando a situarse durante varias semanas entre los libros religiosos más vendidos del país. Un signo claro de que la obra mantiene su actualidad espiritual.

En este marco se inscribe la aparición de la edición número 100 de Camino, que no es solo un hito numérico, sino una apuesta editorial por actualizar la comprensión de un texto que cumple casi un siglo de vida. La novedad está en que se trata de una edición comentada a cargo del filólogo Fidel Sebastián Mediavilla, experto en literatura del Siglo de Oro español.

Camino

Autor: San Josemaría Escrivá de Balaguer
Editorial: Rialp
Año: 2025
Número de páginas: 506
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Evangelización

Beatos mártires de París en la Revolución Francesa

La liturgia de la Iglesia acoge el 2 de septiembre a numerosos beatos mártires en París en las masacres de 1792. Fueron 191 beatos, 96 encerrados en el convento carmelitano de París, y otros grupos. El motivo de su muerte fue negarse a jurar la 'Constitución civil del clero’, al considerarla contraria a la fe. Un texto que había sido condenado por el Papa Pío VI en 1790. 

Francisco Otamendi·2 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

La Iglesia honra este día a los beatos, gran parte de ellos sacerdotes, víctimas en la capital gala del gobierno revolucionario, que quería imponer la Constitución civil del Clero. Era una ley de 1790, en plena Revolución francesa, que buscaba someter la Iglesia católica en Francia a la autoridad del Estado, y transformar a los clérigos en funcionarios públicos. Su objetivo era reemplazar la autoridad del Papa por la del Estado. 

La ley requería que el clero jurase lealtad a la nación y a la ley, y hubo sacerdotes “juramentados”. Pero muchos clérigos fueron perseguidos y/o ajusticiados por no jurar. El Papa Pío VI había condenado la ley, lo que generó un grave conflicto diplomático entre la Santa Sede y Francia. 

Hoy se conmemora a 191 mártires franceses que se opusieron a esa ley. A 96 se les encerró y ejecutó en el convento de los Carmelitas de París el 2 de septiembre de 1792. Hubo mártires del clero secular, de la familia franciscana y de otras instituciones religiosas. 

Beatificados en 1905 y 1926

A los beatos Pedro Jaime María Vitalis y 20 compañeros mártires –uno diácono y los demás sacerdotes seculares–, se les ejecutó el mismo día. El hecho tuvo lugar en la abadía de Saint Germain des Prés de París. El Papa Pío XI les beatificó el 17 de octubre de 1926, junto con otros mártires de la Revolución francesa

Las Mártires de Compiègne se conmemoran el 17 de julio. Son 16 monjas carmelitas descalzas ejecutadas en París en esa fecha de 1794, durante la misma Revolución. San Pío X las beatificó en 1905, y el Papa Francisco las canonizó en 2024.

La liturgia acoge hoy también, entre otros, a san Zenón, mártir de Nicomedia (actual Turquía), san Antolín de Amiens, patrono de Palencia, y el beato Brocardo, del Carmelo. También a la mujer sueca beata Ingrid Elofsdotter, que al final de su vida profesó religiosa dominica en Skänninge (Suecia).

El autorFrancisco Otamendi

Enseñanzas del Papa

Dejarse curar por Jesús

Dentro del ciclo de catequesis correspondiente al Jubileo 2025, León XIV ha culminado el itinerario de la vida pública de Jesús (encuentros, parábolas y curaciones), dedicando cuatro miércoles a las curaciones: Bartimeo; el paralítico de la piscina; la hemorroísa y la hija de Jairo; y el sordomudo.

Ramiro Pellitero·2 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 7 minutos

¿Por qué necesitamos dejarnos curar y contribuir a curar a los demás? Porque somos vulnerables. Sólo quien carece de experiencia o de conocimiento de sí mismo y de los otros puede desconocer esta necesidad. Las catequesis del Papa León XIV este verano se han centrado en algunos milagros de diferentes curaciones de Jesús en el Evangelio.

Bartimeo: levantarse ante Jesús que pasa y llama

En su camino a Jerusalén, Jesús se encuentra con Bartimeo, un ciego y mendigo (cfr. Audiencia general, 11-VI-2025). Su nombre significa hijo de Timeo, pero también hijo del honor o de la admiración, lo que nos sugiere que “Bartimeo –por su dramática situación, su soledad y su actitud inmóvil, como observa san Agustín– no consigue vivir lo que está llamado a ser”.

Sentado al borde del camino, Bartimeo necesita que alguien lo levante y lo ayude a salir de su situación y seguir caminando. Y para ello hace lo que sabe hacer: pedir y gritar. Es una lección para nosotros. “Si realmente deseas algo –nos propone el Papa–, haz todo lo posible por conseguirlo, incluso cuando los demás te reprenden, te humillan y te dicen que lo dejes. Si realmente lo deseas, ¡sigue gritando!”

De hecho, el grito de Bartimeo, “¡Hijo de David, Jesús, ten piedad de mí!” (Mc 10, 47)– se ha convertido en una oración muy conocida en la tradición oriental, que también nosotros podemos utilizar: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, que soy pecador”.

Bartimeo es ciego, pero, paradójicamente, ve mejor que los demás y reconoce quién es Jesús. Ante su grito, Jesús se detiene y lo llama; “porque –observa el sucesor de Pedro– no hay ningún grito que Dios no escuche, incluso cuando no somos conscientes de dirigirnos a Él”.

Arrojar el manto

Curiosamente, Jesús no se le acerca de inmediato, sino que, para reactivar la vida de Bartimeo, “lo empuja a levantarse, confía en su posibilidad de caminar. Ese hombre puede ponerse de pie, puede resucitar de sus situaciones de muerte”. Él es capaz de hacerlo, pero debe primero arrojar su manto.  

Esto significa, señala el Papa, que Bartimeo debe dejar su seguridad, su casa, su prenda defensiva (que incluso la ley reconocía, cfr. Ex 22, 25), y presentarse ante Jesús con toda su vulnerabilidad.“Muchas veces lo que nos bloquea son precisamente nuestras aparentes seguridades, lo que nos hemos puesto para defendernos y que, en cambio, nos impide caminar”. 

Es de notar que Jesús le pregunte lo que podría parecer obvio: “¿Qué quieres que haga por ti?”. Porque a veces no queremos curarnos de nuestras enfermedades: preferimos quedarnos quietos para no asumir responsabilidades.

Bartimeo no solo quiere volver a ver, ¡también quiere recuperar su dignidad! Para mirar hacia arriba, hay que levantar la cabeza. A veces las personas se bloquean porque la vida las ha humillado y solo desean recuperar su propio valor”.

En cualquier caso, “lo que salva a Bartimeo, y a cada uno de nosotros, es la fe”. Al curar a Bartimeo, Jesús le devuelve su libertad de movimientos, sin pedirle que le siga. Pero Bartimeo elige libremente seguir a Jesús, que es el Camino.

El paralítico de la piscina: protagonizar la verdadera vida 

En otra ocasión Jesús se encuentra, cerca de la puerta del templo, con un hombre que llevaba mucho tiempo (treinta y ocho años) paralítico, en espera de ser curado por las aguas de una piscina llamada Betzatá (“casa de la misericordia”), considerada taumatúrgica (cfr. Audiencia general, 18-VI-2025).

Observa el Papa León que esa piscina “podría ser una imagen de la Iglesia, en donde los enfermos y los pobres se juntan y hasta donde el Señor llega para sanar y donar esperanza”.

Aquel hombre ya está resignado, porque no logra sumergirse en la piscina cuando el agua se agita (cfr v. 7) y otros se le adelantan y son curados. “En efecto, aquello que muchas veces nos paraliza es precisamente la desilusión. Nos sentimos desanimados y corremos el riesgo de caer en la dejadez”.

Nuestra vida está en nuestras manos

También Jesús se dirige a este paralítico con una pregunta que puede parecer superficial: “¿Quieres curarte?”. Una pregunta necesaria porque podría faltar la voluntad de sanarse. Esto también se aplica a nosotros: “A veces preferimos permanecer en condición de enfermos, obligando a los otros a ocuparse de nosotros. Es a veces también un pretexto para no decidir qué hacer con nuestra vida”. 

Jesús le ayuda a descubrir que su vida también está en sus manos. Le invita a levantarse, a alzarse de su situación crónica, y a recoger su camilla. Ese camastro representa su pasado de enfermedad, su historia, que le ha llevado a yacer como un muerto. “Ahora –observa el Papa León– puede cargar aquella camilla y llevarla a donde quiera: ¡puede decidir qué hacer con su historia! Se trata de caminar, asumiendo la responsabilidad de escoger qué camino recorrer”. ¡Y esto gracias a Jesús!

La mujer hemorroísa y la hija de Jairo: sustituir el temor por la fe

Al introducir su catequesis sobre la hemorroisa y la hija de Jairo, señaló León XIV que en Cristo “hay una fuerza que nosotros también podemos experimentar cuando entramos en relación con su Persona” (Audiencia general, 25-VI-2025). 

Comenzó observando el cansancio de vivir que nos puede amenazar en nuestra realidad compleja, y que puede llevarnos a apagarnos, adormecernos e incluso sentirnos bloqueados por el juicio de quienes pretenden colocar etiquetas a los demás.

Algo así aparece en el pasaje del Evangelio donde se entrelazan las historias de la hija de Jairo (una niña de doce años a punto de morir) y una mujer con pérdidas de sangre que busca a Jesús para sanarse (cfr. Mc 5, 21-43).

El Papa se fija en “el padre de la muchacha: él no se queda en casa lamentándose por la enfermedad de la hija, sino que sale y pide ayuda”. Aunque es el jefe de la sinagoga, no se impone, no pierde la paciencia y espera;y cuando le vienen a decir que su hija ha muerto y es inútil molestar al Maestro, sigue teniendo fe y continúa esperando.

Su coloquio con Jesús es interrumpido por la mujer que padecía flujo de sangre, que logra acercarse a Jesús y tocar su manto (v. 27). “Con gran valentía –considera León XIV– esta mujer ha tomado la decisión que cambia su vida: todos seguían diciéndole que permanezca a distancia, que no se deje ver. La habían condenado a quedarse escondida y aislada. Esto nos puede pasar a nosotros: “A veces también nosotros podemos ser víctimas del juicio de los demás, que pretenden colocarnos un vestido que no es el nuestro. Y entonces estamos mal y no logramos salir de eso”.

Decidirse a buscar a Jesús

Pero aquella mujer reúne en sí misma la fuerza para buscar a Jesús, al menos para que toque sus vestidos. Aunque alrededor del Maestro había una muchedumbre que le apretujaba, solo ella se curó, por su fe, como observa san Agustín: “La multitud apretuja, la fe toca”.

Así sucede con nuestra fe, sostiene el Papa: “Cada vez que realizamos un acto de fe dirigido a Jesús, se establece un contacto con Él e inmediatamente su gracia sale de Él. A veces no nos damos cuenta, pero de una forma secreta y real la gracia nos alcanza y lentamente transforma la vida desde dentro”.

Cuando el padre de la niña recibe la noticia de que había muerto, Jesús le dice: “¡No temas, basta que creas!”. Al llegar a la casa, en medio de la gente que lloraba y gritaba, Jesús afirma: “La niña no está muerta, sino que duerme” (v. 39). Entra donde está la niña, le toma la mano y le dice: Talitá kum, “¡Niña, levántate!”. La muchacha se levanta y se pone a caminar.

Ante este gran milagro, señala León XIV: “Aquel gesto de Jesús nos muestra que Él no solo sana toda enfermedad, sino que también despierta de la muerte. Para Dios, que es Vida eterna, la muerte del cuerpo es como un sueño. La muerte verdadera es aquella del alma: ¡de esta debemos tener miedo!”.

Finalmente, el Papa se fija en que Jesús dice a los padres de la niña que le den de comer: “una señal concreta de la cercanía de Jesús a nuestra humanidad”. Por eso también nosotros hemos de dar alimento espiritual a tantos muchachos que están en crisis. Pero para esto es necesario que nosotros nos alimentemos del Evangelio.

Curación del sordomudo: dejarse “abrir” por Jesús y comunicarse con los demás

El Papa introduce una cuarta predicación (cfr. Audiencia general 30-VII-2025) sobre las curaciones de Jesús mirando a nuestro mundo, atravesado por un clima de violencia y odio, que se opone a la dignidad humana. La “bulimia” de la hiperconexión y del bombardeo de imágenes, a veces falsas o distorsionadas, nos arrolla y puede someternos a una tormenta de emociones contradictorias.

En este escenario, quizá tengamos el deseo de apagar todo contacto y encerrarnos en el silencio: “la tentación de encerrarnos en el silencio, en una incomunicación en la que, por muy cercanos que estemos, ya no somos capaces de decirnos las cosas más simples y profundas

El Evangelio de Marcos presenta a un hombre que no habla nioye (cfr. Mc 7, 31-37). Y León XIV se vuelve de nuevo hacia nosotros: “Precisamente como nos podría pasar a nosotros hoy, este hombre quizá decidió no hablar más porque no se sentía comprendido, y apagar toda voz porque se sentía decepcionado y herido por lo que había oído”.

Continúa el Papa: “De hecho, no es él quien acude a Jesús para ser sanado, sino que lo llevan otras personas.Se podría pensar que quienes lo conducen al Maestro son los que están preocupados por su aislamiento”. Y añade que la comunidad cristiana ha visto en estas personas también “la imagen de la Iglesia, que acompaña a cada ser humano hasta Jesús para que escuche su palabra”. Además, observa que el episodiotiene lugar en un territorio pagano, lo que sugiere un contexto en el que otras voces tienden a cubrir la voz de Dios.

Como en otras ocasiones, el comportamiento de Jesús puede parecer extraño al principio, pues toma consigo a esta persona y la lleva aparte, con lo que parece acentuar su aislamiento. “Pero, –observa el Papa– mirándolo bien, este gesto nos ayuda a comprender lo que se esconde detrás del silencio y la cerrazón de este hombre, como si (Jesús) hubiera captado su necesidad de intimidad y cercanía”.

Acercarse al que está aislado

El maestro le ofrece ante todo una proximidad silenciosa, a través de gestos que hablan de un encuentro profundo: le toca los oídos y la lengua; no usa muchas palabras, sino que le dice solo: “¡Ábrete!” (en arameo, efatà).

Observa León XIV: “Es como si Jesús le dijera: ‘¡Ábrete a este mundo que te asusta! ¡Ábrete a las relaciones que te han decepcionado! ¡Ábrete a la vida que has renunciado a afrontar!’”, porque cerrarse en uno mismo nunca es la solución.

Un detalle final: tras el encuentro con Jesús, esa persona no solo vuelve a hablar, sino que lo hace “normalmente”. Esto puede sugerir, dice el Papa, algo sobre los motivos de su silencio: quizá se sintió inadecuado, malinterpretado o incomprendido. 

Así nosotros:“Todos experimentamos que se nos malinterpreta y que no nos sentimos comprendidos. Todos necesitamos pedirle al Señor que sane nuestra forma de comunicarnos, no solo para ser más eficaces, sino también para evitar herir a los demás con nuestras palabras”.

Además, Jesús le prohíbe contar lo que le ha sucedido, como para indicar que para dar testimonio de Él, debe recorrer aún cierto camino.“Para conocer verdaderamente a Jesús hay que recorrer un camino, hay que estar con Él y atravesar también su Pasión. Cuando lo hayamos visto humillado y sufriendo, cuando experimentemos el poder salvífico de su Cruz, entonces podremos decir que lo hemos conocido verdaderamente. No hay atajos para convertirse en discípulos de Jesús”.

Cine

El simbolismo bíblico en «El Señor de los Anillos» de Tolkien

La profunda fe católica de J.R.R. Tolkien es inseparable de la trama de “El Señor de los Anillos”. Aunque Tolkien no pretendía explícitamente crear un relato religioso, su profunda educación católica y su conocimiento de las Escrituras fluyeron de forma natural en su narrativa.

Bryan Lawrence Gonsalves·2 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

En los últimos años hemos asistido a un renovado interés por «El Señor de los Anillos» de Tolkien, con estrenos recientes como la serie precuela de Amazon «Los Anillos del Poder», la película de acción y anime «La Guerra de los Rohirrim» y el videojuego «Regreso a Moria», además de varios proyectos en preparación.

A medida que las historias de la Tierra Media siguen llegando a nuevos públicos, los lectores y espectadores se sienten inevitablemente atraídos por los profundos temas religiosos que se entretejen en la obra de Tolkien, una influencia que procede de su educación profundamente católica.

Sin embargo, el propio Tolkien tenía claras sus intenciones. Aunque su fe moldeaba inevitablemente su imaginación, se resistía a la idea de que sus historias fueran vistas como alegorías directas. «Me desagrada cordialmente la alegoría en todas sus manifestaciones, y siempre ha sido así desde que llegué a ser lo suficientemente viejo y precavido como para detectar su presencia», escribió en una ocasión.

En su lugar, Tolkien prefería la idea de «aplicabilidad», pues creía que los lectores debían encontrar sus propios significados en sus historias en lugar de dejarse guiar por la mano del autor. Para él, la verdadera narración ofrecía libertad, no instrucción.

A pesar de este descargo, muchos han señalado la innegable presencia de simbolismo bíblico en «El Señor de los Anillos» de Tolkien, sobre todo en los personajes de Frodo, Gandalf y Aragorn.

Frodo: El portador de cargas como Cristo

Quizá el paralelismo cristiano más obvio sea entre Frodo y Cristo. Aunque Cristo estaba libre de pecado, asumió los pecados del mundo, sacrificándose en última instancia por la humanidad. Del mismo modo, Frodo, inocente él mismo, acepta la carga del Anillo Único y viaja hacia su destrucción en el Monte del Destino. El peso creciente del Anillo refleja la lucha de Cristo con la cruz, una carga que se hace más pesada cuanto más se acerca al Calvario.

Las imágenes de Tolkien son sorprendentes: Sam descubre el peso aplastante del Anillo después de cargarlo brevemente él mismo, con la cabeza inclinada «como si le hubieran ensartado una gran piedra» («Las dos torres», p. 434). Del mismo modo, Cristo se desploma bajo el peso de la cruz, necesitando la ayuda de Simón de Cirene (Lucas 23, 26). En un sutil eco lingüístico, Frodo también es ayudado por Sam, cuyo nombre se parece notablemente a «Simón».

La tentación vincula aún más el viaje de Frodo con el de Cristo. Al igual que Cristo fue tentado por Satanás en el desierto (Mateo 4, 1-11), Frodo se enfrenta a la seducción del Anillo en múltiples ocasiones. Al principio de La Comunidad del Anillo (p. 112), Frodo se siente abrumado por el impulso repentino de ponerse el Anillo cuando se acerca un Jinete Negro.

Más tarde, en la Cima del Tiempo, cede a la tentación y la usa, casi revelándose a sus enemigos (La Comunidad del Anillo, p. 262). Aunque Cristo resiste la tentación, ambas figuras se enfrentan a intensas batallas interiores en las que ceder significaría un fracaso catastrófico.

Por último, Frodo, como Cristo, queda marcado permanentemente por su experiencia. Incluso después de la destrucción del Anillo, Frodo sigue sufriendo por sus heridas. En aniversarios como el 6 de octubre, fecha en que fue apuñalado por una hoja de Morgul, Frodo está visiblemente enfermo y confiesa: «Estoy herido; nunca sanará de verdad» (El Retorno del Rey, p. 377-78). Del mismo modo, Cristo conserva las marcas de la crucifixión, como se ve cuando muestra sus heridas a Tomás (Juan 20:24-29).

Gandalf: Muerte, Resurrección y el Jinete Blanco

Gandalf es una segunda figura de Cristo. Tras luchar contra el Balrog en Moria y caer a su aparente muerte, Gandalf resucita y regresa a la Tierra Media transformado, de Gandalf el Gris a Gandalf el Blanco. Esta transformación le vale el título de Jinete Blanco, una posible alusión al Apocalipsis 19, 11: «Vi el cielo abierto y delante de mí un caballo blanco, cuyo jinete se llama Fiel y Verdadero».

Tolkien capta la dramática llegada de Gandalf al Abismo de Helm: «De repente, sobre una cresta apareció un jinete, vestido de blanco, brillando bajo el sol naciente… Contemplad al Jinete Blanco’, gritó Aragorn. Gandalf ha vuelto'». (“Las Dos Torres”, p. 186).

El paralelismo más sorprendente entre Gandalf y Cristo es su experiencia compartida de la muerte y la resurrección. Tras su Resurrección, en Juan 20, 17, Cristo le dice a María Magdalena: «No me retengas, porque aún no he vuelto a mi Padre», aludiendo a su inminente regreso al Cielo. Del mismo modo, Gandalf, tras su lucha mortal con el Balrog, dice a la Comunidad: «Desnudo he sido enviado de vuelta por un breve tiempo, hasta que mi tarea esté cumplida» (“Las dos torres”, p. 135). Esto sugiere que Gandalf también pasa a otro reino, quizá celestial, antes de regresar a la Tierra Media transformado como Gandalf el Blanco.

Además, la muerte de ambas figuras tiene una profunda carga simbólica. La crucifixión de Cristo vence a Satán y redime a la humanidad del pecado. Paralelamente, el sacrificio de Gandalf derrota al Balrog, encarnación del mal ancestral, y libera a sus compañeros de la opresiva oscuridad de Moria. En ambas historias, la muerte no se convierte en un fin, sino en un acto triunfal de liberación.

Aragorn: el rey oculto y sanador

Aragorn, el legítimo heredero al trono de Gondor, emerge como otra figura semejante a Cristo. Aunque está destinado a gobernar, Aragorn debe primero esperar y demostrar su valía antes de reclamar su reino. Tolkien insinúa la verdadera identidad de Aragorn a lo largo de la historia, aunque la mayoría de los personajes no son conscientes de su importancia, un reflejo de cómo la realeza divina de Cristo estuvo oculta y orientada al futuro durante su estancia en la Tierra.

Este tema de la grandeza oculta refleja el escepticismo al que se enfrentó Cristo. En Juan 1, 46, al oír hablar de Jesús, Natanael pregunta: «¡Nazaret! ¿Puede salir algo bueno de allí?». Del mismo modo, Aragorn, presentado a lectores y personajes como el curtido montaraz «Trancos», es recibido con recelo. Cuando Frodo decide confiar en él, el posadero de Bree, Barliman Butterbur, le advierte: «Bueno, tal vez conozcas tus propios asuntos, pero si yo estuviera en tu situación, no me metería con un montaraz» (“La Comunidad del Anillo”, p. 229).

El papel de Aragorn como sanador refuerza aún más su paralelismo con Cristo. Conocido por su habilidad para curar heridas graves, Aragorn cumple una antigua profecía de Gondor: «Las manos del rey son las manos de un sanador, y así se conocerá al rey legítimo» (“El Retorno del Rey”, p. 169). A lo largo de la saga, Aragorn cura a Merry tras el ataque de los Jinetes Negros, atiende a Frodo después de su herida con la espada de Morgul, ayuda a sus compañeros después de las batallas y, más tarde, revive a Sam y Frodo tras la terrible experiencia de los Campos del Pelennor. El ministerio de Cristo estuvo igualmente marcado por curaciones milagrosas e incluso la resurrección de muertos, entrelazando la realeza con la compasión.

Al entretejer estos rasgos en el personaje de Aragorn, Tolkien elabora el retrato de un rey oculto cuya autoridad se basa no sólo en el poder, sino en el servicio y la restauración, una imagen claramente crística incrustada en lo más profundo del marco mítico de la epopeya.

La fe de Tolkien en el corazón de la Tierra Media

La profunda fe católica de J.R.R. Tolkien es inseparable de la trama de “El Señor de los Anillos”. En una carta a su amigo el padre Robert Murray, el propio Tolkien reconocía esta influencia, escribiendo: «El Señor de los Anillos es, por supuesto, una obra fundamentalmente religiosa y católica; inconscientemente al principio, pero conscientemente en la revisión. Por eso no he incluido, o he suprimido, prácticamente todas las referencias a algo parecido a la ‘religión’, a cultos o prácticas, en el mundo imaginario. Porque el elemento religioso está absorbido por la historia y el simbolismo».

Aunque Tolkien no pretendía explícitamente crear un relato religioso, su profunda educación católica y su conocimiento de las Escrituras fluyeron de forma natural en su narrativa. El resultado es una epopeya de gran riqueza simbólica en la que resuenan los temas bíblicos del sacrificio, la resurrección, la realeza y la redención, entretejidos sutil pero poderosamente en el mundo mítico de la Tierra Media.

El autorBryan Lawrence Gonsalves

Fundador de “Catholicism Coffee”

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Evangelización

Santos Josué, Egidio y mártires de la persecución religiosa en el siglo XX

La liturgia recoge el 1 de septiembre la fiesta de san Josué, sucesor de Moisés al guiar al pueblo de Israel a la Tierra Prometida. El santoral celebra también al abad san Egidio (o san  Gil) y, entre otros, a beatos mártires de la persecución religiosa del siglo XX.

Francisco Otamendi·1 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Martirologio Romano acoge en el primero de septiembre la “Conmemoración de san Josué, hijo de Nun, siervo del Señor, que al recibir la imposición de manos por Moisés, fue lleno del espíritu de sabiduría, y a la muerte de Moisés introdujo de modo maravilloso al pueblo de Israel, cruzando el Jordán, en la tierra de promisión (Jos, 1, 1)”.

Josué fue uno de los más insignes personajes del Antiguo Testamento. Su nombre de nacimiento, según el libro de los Números, era Oseas, pero fue cambiado por su predecesor Moisés. 

Vivió en torno al siglo XII antes de Cristo. Colaboró con Moisés y, a su muerte, guió al pueblo de Israel. Se le atribuyen hechos milagrosos: las murallas de Jericó se derrumbaron, el sol se detuvo hasta que Israel alcanzó la victoria. Josué creía con firmeza en que sólo en la fidelidad a la Alianza tenían garantía de la protección de Dios. Es venerado por el judaísmo, el cristianismo y el islam.

San Egidio y mártires del siglo XX

San Gil, o San Egidio, gozó de culto en buena parte de Europa. Fundó una abadía en la región de Nimes (Francia), de la que fue abad y en la que murió en el siglo VI/VII. En aquel lugar surgió luego la ciudad de Saint-Gilles. Este día se festeja también a obispos franceses, santos Vicente, de Dax, y Victorio, de Le Mans.

La Iglesia ha fijado asimismo este día para conmemorar a mártires de la persecución religiosa del siglo XX en España. Entre ellos se encuentran los beatos José Samso i Elías, sacerdote, quien perdonó de corazón a los que le fusilaron, como hicieron todos, o Ángel Amado Fierro, Buenaventura Pío Ruiz de la Torre y Claudio José Mateo, Hermanos de las Escuelas Cristianas (La Salle). 

El párroco valenciano Alfonso Sebastiá Viñals, el burgalés Benito Clemente España Ortiz, Cristino (Miguel) Roca Huguet y once compañeros mártires, religiosos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Y Hugo Bernabé y Leoncio Joaquín, mártires, hermanos de las Escuelas Cristianas, o José Prats y Tomás Cubells, operarios diocesanos, son otros beatos del día.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

El Papa denuncia la “pandemia” de violencia armada

El Papa León XIV ha denunciado en el rezo del Ángelus la “pandemia” de violencia armada en el mundo, y ha clamado para que la voz de las armas calle en la guerra de Ucrania, urgiendo a un alto el fuego inmediato. Ha rezado por las víctimas en Minnesota y por los migrantes muertos junto a Mauritania, y por el cuidado de la Creación, cuya jornada es este lunes.

CNS / Omnes·1 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

– Cindy Wooden, Ciudad del Vaticano, Catholic News Service (CNS)

El Papa León XIV, al rezar públicamente por las víctimas del tiroteo en una escuela de Minneapolis, rogó también por el fin de la “pandemia” de violencia armada.

Tras recitar la oración del Àngelus con los visitantes y peregrinos en la plaza de San Pedro el 31 de agosto, el Papa León pasó del italiano al inglés cuando dirigió las oraciones por la comunidad de la escuela católica Annunciation de Minneapolis, donde dos niños murieron durante la misa del 27 de agosto y otras 18 personas resultaron heridas.

Al recordar “a las víctimas del trágico tiroteo durante una Misa escolar en el estado estadounidense de Minnesota”, el Papa dijo: “Incluimos en nuestras oraciones a los innumerables niños asesinados y heridos cada día en todo el mundo”.

Por el fin de la guerra de Rusia contra Ucrania

“Suplicamos a Dios que detenga la pandemia de armas, grandes y pequeñas, que infecta nuestro mundo”, dijo. “Que nuestra Madre, María, Reina de la Paz, nos ayude a cumplir la profecía de Isaías: “Convertirán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas””.

El Papa León también pidió nuevamente el fin de la guerra de Rusia contra Ucrania, condenando los nuevos ataques contra varias ciudades ucranianas, incluida Kiev.

“Lamentablemente, la guerra en Ucrania sigue sembrando muerte y destrucción”, dijo el Papa a miles de personas reunidas para la oración del mediodía.

“Renuevo mi cercanía al pueblo ucraniano y a todas las familias heridas”, dijo, y pidió a todos “que no cedan a la indiferencia, sino que se acerquen (al pueblo ucraniano) a través de la oración y de actos concretos de caridad”.

Alto el fuego, y compromiso con el diálogo

“Reitero con firmeza mi urgente llamamiento a un alto el fuego inmediato y a un compromiso serio con el diálogo”, dijo. “Es hora de que los líderes abandonen la lógica de las armas y emprendan el camino de la negociación y la paz, con el apoyo de la comunidad internacional. La voz de las armas debe ser silenciada, mientras que la voz de la fraternidad y la justicia debe ser elevada”.

Tragedia de los migrantes africanos ahogados

El Papa León rezó también por los migrantes africanos que se ahogaron el 26 de agosto cuando su barco naufragó frente a las costas de Mauritania mientras intentaban llegar a las Islas Canarias, en España.

“Nuestros corazones también están heridos por las más de 50 personas que murieron y las cerca de 100 que siguen desaparecidas en el naufragio de una embarcación” junto a Mauritania. El barco “transportaba a migrantes que intentaban recorrer los 1100 kilómetros (unas 680 millas) hasta las Islas Canarias, y que volcó frente a la costa atlántica de Mauritania”, dijo el Papa.

“Esta tragedia mortal se repite cada día en todo el mundo”, dijo el Papa León. “Recemos para que el Señor nos enseñe, como individuos y como sociedad, a poner plenamente en práctica su palabra: ‘Fui forastero y me acogisteis’”.

Hablando en inglés e italiano, el Papa encomendó a todos los ‘heridos, desaparecidos y muertos en todas partes al abrazo amoroso de nuestro Salvador”.

Oración por el Cuidado de la Creación 

El 1 de septiembre es la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, ha recordado el Papa León. Hace diez años, el Papa Francisco, en sintonía con el Patriarca Ecuménico Bartolomé I, instituyó esta Jornada para la Iglesia católica.

Esta celebración “es más que nunca importante y urgente, y este año, tiene como tema ‘Semillas de paz y esperanza’. Unidos a todos los cristianos, la celebramos y la prolongamos en el “Tiempo de la Creación” hasta el 4 de octubre, fiesta de san Francisco de Asís. En el espíritu del Cántico del hermano sol, compuesto por él hace 800 años, alabamos a Dios y renovamos nuestro compromiso de no estropear su don, sino de cuidar nuestra casa común”.

Que la Iglesia sea un “taller de humildad”

En su alocución previa a la oración del Ángelus, el Papa León XIV animó a aprender a servir como Cristo y a mirar más allá de uno mismo. Asomado desde la ventana del Palacio Apostólico, el Pontífice reflexionó sobre el Evangelio del día, tomado del evangelista Lucas. Jesús almuerza en casa de uno de los jefes de los fariseos y observa “que hay una carrera por ocupar los primeros lugares”. Y “mediante una parábola, describe lo que ve e invita a pensar a quienes lo observan”. 

El Santo Padre se ha dirigido en particular, a la Iglesia: “Pidamos hoy que la Iglesia sea para todos un taller de humildad, es decir, esa casa en la que siempre se es bienvenido, donde los puestos no se conquistan, donde Jesús puede tomar todavía la Palabra y educarnos en su humildad y en su libertad”.

Dignidad de quien se siente hijo o hija de Dios

“Quien se engrandece, en general, parece no haber encontrado nada más interesante que sí mismo y, en el fondo, tiene poca seguridad en sí”, ha proseguido el Santo Padre.

“Pero quien ha comprendido que es muy valioso a los ojos de Dios, quien se siente profundamente hijo o hija de Dios, tiene cosas más grandes de las que gloriarse y posee una dignidad que brilla por sí sola. Esa se coloca en primer plano, ocupa el primer lugar sin esfuerzo y sin estrategias, cuando en vez de servirnos de las situaciones, aprendemos a servir”, ha subrayado.

El autorCNS / Omnes

El decálogo del Whatsapp

Las nuevas formas de comunicarnos implican nuevos pecados, nuevas formas de faltar a la caridad, por lo que me he animado a dejar por escrito unos mandamientos del Whatsapp.

1 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

Suena una notificación y, al otro lado del Whatsapp, un escueto «Hola» indica el inicio de una conversación de contenido desconocido aún. Pasan los segundos, incluso los minutos y el interlocutor no parece animarse a continuar. Uno no sabe qué hacer mientras tanto, porque si estaba en ese momento rebozando croquetas y se ha lavado las manos para no guarrear el teléfono, lo más educado por deferencia a quien ha iniciado la conversación es esperar a que termine de dirigirse a uno para contestar a la mayor brevedad. Finalmente, tras varios avisos de «escribiendo» de la aplicación, y cuando uno iba ya a volver a meter, impaciente, las manos en el pan rallado, por fin, el siguiente mensaje: «¿qué tal?». 

No hace falta que cuente hasta el final para que todos nos reconozcamos en una historia parecida en la que nos hayan hecho perder el tiempo de una manera injustificada y desquiciante. Quizá el problema es mío por querer responder a todo en el menor tiempo posible. Lo cierto es que admiro a quienes son capaces de tardar horas e incluso días en contestar un mensaje de Whatsapp y lo hacen al cabo del tiempo sin despeinarse, como si acabaras de mandárselo. ¡Tendrán pachorra! (uy, perdón, que lo he dicho en voz alta).

Reconozco que esa misma prisa que me mueve a hablar y responder rápido para no hacer perder el tiempo a la gente, me lleva a veces al otro extremo, al de saltarme las más básicas normas de urbanidad. Más de una vez algún amigo ha practicado conmigo la corrección fraterna respondiendo con un elegante y discreto «Buenos días» inicial al frío mensaje sin saludo que le espeté a primera hora de la mañana. 

Como vemos, las nuevas formas de comunicarnos implican nuevos pecados, nuevas formas de faltar a la caridad, por lo que me he animado a dejar por escrito unos mandamientos del Whatsapp que quizá puedan servirle también a usted completándolo con propósitos propios: 

1. Tratarás al otro como persona. Nuestro interlocutor no es un robot, es un hijo o hija de Dios que tiene dignidad. Entendiendo el contexto informal de la aplicación por su propia idiosincrasia, respetemos las formas, los modales. Seamos corteses y amables, hagamos que el otro se sienta a gusto en la conversación, practiquemos la misericordia.

2. Respetarás el tiempo del prójimo. Incluyamos el vocativo o el saludo en el mismo mensaje evitando los wasaps cortos espaciados. Usemos los mensajes de voz con moderación. No carguemos nuestra pereza para escribir sobre los hombros de los demás. En los grupos grandes, no abusemos de las intervenciones ni acaparemos el chat. 

3. No invadirás la intimidad. No incluyamos a nadie que no lo haya pedido en grupos o listas de difusión sin justificar. Para compartir algo que nos llame la atención, usemos los estados o abrámonos una cuenta en una red social. Así lo verá sólo quien tenga tiempo y le apetezca, sin atosigar a quien pueda no estar interesado en ese momento.  

4. Chatearás con verdad. Las cadenas de Whatsapp nos llegan a través de algún conocido, pero su origen suele ser oscuro y buscan manipular la opinión pública apelando a nuestra emoción, no a la razón. No reenviemos noticias que no vengan respaldadas por medios serios. Se puede pecar contra el octavo mandamiento sin haber mentido, solo reenviando una mentira. Chismorreos y bulos, fuera.

5. Darás la cara. A no ser que tengamos un problema que exija privacidad, nuestra foto de perfil debería corresponder con nuestra identidad. La que nos hicimos en aquella boda del 97 o la de nuestros nietos son para mostrarlas, seguro, pero no nos representan y dificultan que quien habla con nosotros nos reconozca entre sus contactos.

6. Promoverás la comunión. Los cristianos estamos llamados a ser, como en la oración de San Francisco, «instrumento de tu paz». Ante las incomprensiones típicas del lenguaje escrito o ante una discusión acalorada en el grupo, nos toca hacer de puente para el entendimiento. En un clima de crispación social como el actual, las llamadas a la comunión son Evangelio vivo.

7. Esperarás con paciencia la respuesta de tu interlocutor. Vivimos en un mundo acelerado y Whatsapp es hijo de esta circunstancia. Cuando tarden en respondernos, debemos pensar que la otra persona tiene que descansar, estar con su familia, atender sus obligaciones o simplemente no le apetece estar en línea. Seamos pacientes.

8. Descansarás del móvil. Es la versión en primera persona del mandamiento anterior. La desconexión digital es salud para el cuerpo y para el alma. La virtud de la templanza nos ayudará a dejar espacio para lo importante. Es urgente dejar el móvil en el cajón para disfrutar de nuestra familia o dedicar más tiempo a la oración o a no hacer nada.

9. Practicarás la solidaridad digital. Whatsapp puede ser una excelente herramienta para practicar la caridad. Usarlo para animar a aquella persona que pasa por un mal momento, interesarse por el enfermo, saludar de vez en cuando a quien sabemos que está más solo, promover iniciativas solidarias o escuchar con cariño a quien necesita desahogarse son nuevas obras de misericordia digital.

10. Compartirás la fe. Si el Evangelio es causa de nuestra alegría, es lógico que queramos transmitirlo. Hagámoslo con sabiduría y prudencia, sin proselitismo, sabiendo que más que con palabras, se evangeliza con un modo de ser y actuar. Por eso este último mandamiento es el resumen de todos los demás. ¡Que nuestro Whatsapp sea siempre buena noticia!

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Una palabra para todos. 60 aniversario de Palabra-Omnes

Hace 60 años nació Palabra, hoy Omnes, un medio que sigue acompañando a los lectores con reflexión, libertad responsable y fidelidad al Magisterio de la Iglesia, conectando pasado y presente en el panorama sociorreligioso.

1 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

En septiembre de 1965 salió a la luz el primer número de la entonces revista Palabra, de la que Omnes es heredera y continuadora.

Ya en aquel momento, el primer editorial apuntaba que esta publicación buscaba “promover entre sus lectores opciones doctrinales y prácticas verdaderamente libres, es decir, decisiones personales responsables, que arrancan de aquella reflexión sobre la palabra de Dios y sobre los acontecimientos eclesiales”. Una llamada a la libertad y a la responsabilidad personal en la tarea formativa que, seis décadas más tarde, sigue estando no sólo plenamente vigente, sino que es absolutamente necesaria, dentro del contexto social, cultural y religioso actual.

En estos sesenta años, por las páginas de Palabra-Omnes han pasado grandes figuras de la filosofía y la teología católicas como el cardenal Wojtyla, futuro san Juan Pablo II, el cardenal Joseph Ratzinger –más tarde Benedicto XVI-, san Josemaría Escrivá, Josef Pieper, Gustave Thibon y otras muchas personas que, a lo largo de este camino han labrado un camino del que no podemos estar más agradecidos.

Más de medio siglo de vida en el que los medios, los lenguajes, las sensibilidades e incluso, en nuestro caso, la cabecera, han vivido cambios importantes. Lo que nació como una revista sacerdotal en español es hoy un medio global, que se lee en siete idiomas por todo el mundo y cuyo público abarca a hombres y mujeres de las más variadas edades y situaciones personales. La palabra llega, hoy más que nunca, a todos (Omnes) a través de la web de una manera directa y sencilla.

Han cambiado las formas, pero Omnes mantiene la esencia y el espíritu que le diera vida en 1965 siendo, en la actualidad, uno de los medios de referencia en el panorama sociorreligioso actual. Caracterizado por su fidelidad al Magisterio de la Iglesia, su unidad a la figura del Santo Padre y su análisis de las principales cuestiones que preocupan y ocupan a los católicos hoy, laicos, sacerdotes o religiosos. Desde su nacimiento, y bajo la dirección de Pedro Rodríguez, José Miguel Pero-Sanz, Alfonso Riobó y, ahora, María José Atienza, este medio no ha eludido las cuestiones más espinosas: la recepción del Concilio Vaticano II, dilemas morales y éticos asociados a la concepción del ser humano o su muerte natural, algunas decisiones de la jerarquía eclesiástica…, etc. 

Durante los próximos meses, Omnes recuperará algunas de las joyas que han marcado nuestra historia: entrevistas, artículos, colaboraciones, que marcaron un hito en su momento y que resultan especialmente interesantes en el contexto actual.

Por último, no existe un medio sin sus lectores, colaboradores y amigos. Algunos de los nuestros nos han acompañado desde el inicio y por ello, es siempre justo reconocer y agradecer su apoyo y confianza en estos 60 años, con la esperanza de que otros cogerán su testigo en los próximos decenios. Que sean, para todos, los primeros sesenta.

Evangelización

Entrevista al cardenal Wojtyla sobre el sacerdocio

En octubre de 1972, la revista Palabra (nº 86) publicaba una entrevista exclusiva de Joaquín Alonso Pacheco al entonces cardenal Karol Wojtyła, arzobispo de Cracovia. La conversación tuvo lugar con motivo del primer aniversario del III Sínodo de Obispos, dedicado al sacerdocio ministerial, en el que el cardenal polaco había tenido una participación destacada.

Joaquín Alonso Pacheco·1 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 13 minutos

Al cumplir el primer aniversario del III Sínodo de Obispos, para PALABRA traemos a sus páginas las declaraciones del cardenal Wojtyła, cuya destacada actuación en el mismo, como representante del episcopado polaco, es sobradamente conocida.  

El cardenal arzobispo de Cracovia, monseñor Karol Wojtyła, ha respondido amablemente a la entrevista que le ha hecho el director del «CRIS», Joaquín Alonso Pacheco.  

El cardenal, además de aludir a los temas tratados en el Sínodo, habla de la situación de la Iglesia en Polonia, donde, a pesar de diversas dificultades, los sacerdotes están dando muestras admirables de su conciencia sacerdotal.

—Polonia es uno de los países que ha registrado en estos últimos años mayor incremento de vocaciones al Sacerdocio. En este fenómeno juega un papel indudablemente importante la imagen del sacerdote que los ciudadanos polacos desean para su Iglesia. ¿Podría explicar, Eminencia, qué expectativas tiene en Polonia la Iglesia en este sentido?

—Ante todo he de decir que debemos al último Sínodo de obispos, que intensificó y sistematizó la reflexión sobre el tema del sacerdocio ministerial, el que esta reflexión haya alcanzado a toda la Iglesia, llegando desde las Conferencias episcopales a las iglesias locales y a todos los fieles. De modo que hemos tocado uno de los puntos fundamentales de la conciencia de la Iglesia. Sobre esta conciencia de la Iglesia reavivada por el Sínodo se plantea, también, por lo que se refiere a Polonia, el problema de las expectativas de los católicos respecto a la figura del sacerdote.  

Es verdad que la forzada carencia de organizaciones católicas en nuestro país nos ha impedido muchas veces consultar a todos los sectores del laicado en la fase preparatoria del Sínodo; sin embargo, otros acontecimientos nos han permitido tomar nota directamente de sus sentimientos sobre el problema del sacerdocio. La celebración, en 1970, del cincuenta aniversario de la ordenación sacerdotal de Pablo VI, que se vivió con particular intimidad en Polonia; el 25 aniversario de la liberación de 250 sacerdotes de los campos de concentración de Dachau y, el año pasado, la preparación de la beatificación de Maximiliano Kolbe —el sacerdote católico que dio su vida en Auschwitz a cambio de la de un padre de familia— han significado para nuestros fieles una especie de introducción espiritual al Sínodo y, para nosotros, una ocasión de constatar que la figura del sacerdote se encuentra en el centro de la conciencia de la Iglesia en Polonia.  

Esto mismo prueban las respuestas dadas por nuestros sacerdotes, la primavera pasada, a las preguntas formuladas por la Secretaría del Sínodo en la fase preparatoria. Sus respuestas se atienen a esa conciencia, es decir, definen la figura del sacerdote de acuerdo con sus propias convicciones y, al mismo tiempo, de acuerdo con las exigencias concretas de todo el resto del Pueblo de Dios. En Polonia es un hecho consolador la estrecha relación que existe entre la existencia sacerdotal concreta —el modo que el sacerdote se ve a sí mismo— y las exigencias de la fe viva de la Iglesia —el sensus fidei del Pueblo de Dios para el cual él ha sido llamado al ministerio.  

De aquellas respuestas se deduce que para los católicos polacos la problemática del sacerdote se plantea principalmente en torno al momento mismo de la vocación sacerdotal. Se la concibe con razón, como una particularísima llamada personal de Cristo, la prolongación sobrenatural de la llamada dirigida por Jesús a los Apóstoles. Todos los fieles, en las diversas formas de la existencia cristiana, tratan de conducir su vida de acuerdo con la especial intención de Dios contenida en el Bautismo, pero la vocación sacerdotal se entiende justamente en toda su peculiaridad. A ese nuevo «ven y sígueme» pronunciado imperativamente por Cristo, responde, en la sensibilidad de nuestros fieles, la certeza de que, al carácter personal de tal llamada, debe seguir un compromiso total de la persona. En resumen, se vive, literalmente la expresión con la que la epístola a los hebreos describe el sacerdote como: ex hominibus assumptus (Heb 5, 1). 

Este es lo que explica cómo, a pesar de las dificultades objetivas, los seminarios sean objeto de particular atención por parte de todos y sean mantenidos gracias, exclusivamente, a los donativos de los fieles, y explica también la extraordinaria participación con la que —especialmente en las comunidades de provincia, pero también en las grandes ciudades— se siguen las ordenaciones sacerdotales y las celebraciones de las primeras Misas.

Podemos seguir sirviéndonos del modelo del texto paulino para ilustrar un segundo aspecto importante de esta conciencia de los fieles polacos relativa al sacerdocio: pro hominibus constituitur. Los fieles ven en el sacerdote al sustituto y al seguidor de Cristo, que sabe afrontar con gusto cualquier sacrificio personal para la salvación de las almas que le han sido confiadas. Están seguros de él y aprecian, sobre todo, su celo apostólico concreto y su incansable espíritu de sacrificio por el prójimo, realizado en el espíritu de Cristo. Y es, precisamente, insistiendo sobre estas dimensiones de la existencia sacerdotal cómo pienso que se puede superar cualquier “crisis de identidad”. El sacerdote es útil a la sociedad si logra emplear todas sus capacidades físicas y espirituales en el desempeño de su ministerio pastoral. Los fieles no necesitan de funcionarios de la Iglesia, o de eficaces dirigentes administrativos, sino de guías espirituales, de educadores (entre mi gente es convicción común que el Cristianismo posee principios morales y posibilidades educativas insustituibles).

Volviendo al documento sinodal, para ver reflejada en él la situación polaca, sería preciso aportar una nueva corrección: más que insistir en la crisis identitatis, sería necesario poner de relieve la identificación per vitam et ministerium que constituye precisamente el dato más relevante del modo en que nuestros fieles consideran el Sacerdocio, a la luz de todo lo que ya subrayaron algunos documentos conciliares como la Lumen gentium y el Presbyterorum ordinis. Esto no significa que los sacerdotes polacos no miren con agradecimiento la tarea realizada por el Sínodo.

Es Dios quien da el sacerdocio.

—En numerosos países occidentales, en los que con la industrialización se ha difundido una mentalidad cada vez más típica de la sociedad secularizada, se habla de sacerdocio part-time y de actividades profesionales de los sacerdotes. ¿Cómo considera V. Eminencia este problema en relación con el de la escasez de clero?

—El documento final del Sínodo responde a esta pregunta en términos esenciales. En la parte dedicada a los principios doctrinales se lee: “La permanencia de esta realidad que marca una huella para toda la vida —doctrina de fe conocida en la tradición de la Iglesia con el nombre de carácter sacerdotal— demuestra que Cristo asoció a sí irrevocablemente la Iglesia para la salvación del mundo, y que la misma Iglesia está consignada definitivamente a Cristo para cumplimiento de su obra. El ministro, cuya vida lleva consigo el sello del don recibido por el Espíritu Santo, es signo permanente de la fidelidad de Cristo a su Iglesia”.

De acuerdo con toda la tradición, el Sínodo ha afirmado que el sacerdocio ministerial, como fruto de la particular vocación de Cristo, es un don de Dios en la Iglesia y para la Iglesia; y sucede que precisamente este don, una vez aceptado por el hombre en la Iglesia, es irrevocable. En efecto, el Sínodo ha reafirmado que “esta peculiar participación en el sacerdocio de Cristo no desaparece de ningún modo, aunque el sacerdote sea dispensado o removido del círculo del ministerio por motivos eclesiales o personales”.

En la práctica es la Iglesia la que, a través del obispo, llama a determinados individuos al sacerdocio y se lo transmite de modo sacramental, pero esto no debe hacer olvidar que el autor del don, aquel que ha instituido el sacerdocio es Dios mismo. “Por la imposición de manos se comunica el don imperecedero del Espíritu Santo (cfr. 2 Tim. 1, 6). Esta realidad configura y consagra el ministro ordenado a Cristo Sacerdote (cfr. PO 2) y le hace partícipe de la misión de Cristo en su doble aspecto, a saber: de autoridad y de servicio. Esa autoridad no es propia del ministro: es una manifestación “exasiae” (es decir, de la potestad) del Señor, en razón de la cual el sacerdote cumple una misión de enviado en la obra esencial de la reconciliación (cfr. 2 Cor. 5, 18-20)”.

¿Qué decir, por tanto, del sacerdocio part-time? También aquí la respuesta nos la da el documento final del Sínodo. “Se debe dedicar al ministerio sacerdotal, como norma ordinaria, tiempo pleno. Por tanto, la participación en las actividades seculares de los hombres no puede fijarse de ningún modo como fin principal, ni puede bastar reflejar toda la responsabilidad específica de los presbíteros”. Se trata, por tanto, de facilitar una respuesta adecuada a la pregunta “¿Qué es el sacerdote?”, en este contexto el Sínodo recoge las palabras del Presbyterorum ordinis: “Los presbíteros sin ser del mundo y sin tener el mundo como fin, deben, sin embargo, vivir en el mundo (cfr. PO 3; 17; 10; 17, 14-16) como testigos y dispensadores de otra vida distinta de esta vida terrena (cfr. PO 3)”.

Sólo a partir de estas premisas puede surgir una solución realista y conforme con la fe. El Sínodo no ha olvidado que también en épocas pasadas de la historia de la Iglesia ha habido sacerdotes que se han dedicado a actividades extra-sacerdotales, pero ejercitándolas siempre en estrecha conexión con la específica misión pastoral; por ello precisa “para poder determinar en las circunstancias concretas la conformidad entre las actividades profanas y el ministerio sacerdotal, es necesario preguntarse si tales funciones y actividades sirven, y en qué modo, no sólo a la misión de la Iglesia, sino también a los hombres, aun a los no evangelizados, y finalmente a la comunidad cristiana, a juicio del obispo del lugar con su presbiterio, consultando si es necesario la Conferencia Episcopal”.

La decisión del obispo o de la conferencia episcopal deberá, por tanto, tener en cuenta estas premisas. Por lo que respecta, finalmente, al desempeño de actividades propiamente extrasacerdotales, el Sínodo lo consiente, pero con algunas importantes precisiones: “Cuando estas actividades, que de ordinario competen a los seglares, son exigidas en cierto modo por la misma misión evangelizadora del presbítero, se requieren que estén de acuerdo con otras actividades ministeriales, ya que en tales circunstancias pueden ser consideradas como modalidades necesarias del verdadero ministerio (cfr. PO 3).

El Sínodo ha asumido, por tanto, la responsabilidad de proteger a la Iglesia del riesgo de una desvalorización del don divino del sacerdocio. Con arreglo a este mismo sentido de responsabilidad, mantengo que se debe enmarcar en sus justas dimensiones el problema de la escasez de clero; no se puede pensar en resolver las dificultades derivadas de la cantidad, renunciando a la calidad. Se trata de mejorar el aprovechamiento del sacerdote en la Iglesia, pero sin olvidar que sólo «el Señor de la mies» puede multiplicar este don, y que es a los hombres a quienes corresponde acogerlo con las disposiciones que por su naturaleza requiere.

¿Crisis de identidad?

—De sus palabras se puede sacar la consecuencia de que la crisis que ha alcanzado al Sacerdote se remonta, sobre todo, a dificultades de fe y a falta de una genuina espiritualidad sacerdotal en la Iglesia de hoy. ¿Le parece, sin embargo, que, por encima de esta crisis, actúe también una cultura macroscopicamente descristianizada? El Sínodo, a que usted se ha referido, ha tocado también este aspecto; ¿cuál es su opinión al respecto?

—Durante los trabajos sinodales se habló mucho de crisis de identidad del sacerdote, encuadrándola sobre el fondo de una crisis de identidad más fundamental de la Iglesia misma. Ciertas expresiones, sin embargo, me parece que quedan desdibujadas: está claro que más que a una crisis objetiva, en esas expresiones se alude a una conciencia subjetiva de crisis. Dejando esto aclarado, paso a responder directamente su pregunta. El documento final sobre el sacerdote, a pesar de evitar la expresión «crisis de identidad» —usada, en cambio, en el documento preparatorio—, precisamente en los puntos dedicados a ilustrar tal crisis, evoca esa idea. He aquí un ejemplo: «Ante esta realidad nacen en algunos estas inquietantes preguntas: ¿Existe o no existe una razón específica del ministerio sacerdotal? ¿Es o no es necesario este ministerio? ¿Es permanente el sacerdocio? ¿Qué quiere decir hoy ser sacerdote? ¿No sería suficiente para el servicio de las comunidades poder contar con unos presidentes designados para servir al bien común, sin necesidad de recibir la ordenación sacerdotal, y que ejercieran su cargo temporalmente?».

Se puede, sin duda, sostener que preguntas como ésta han surgido históricamente en el ámbito teológico, apelando a presupuestos teóricos elaborados sistemáticamente por ciertos teólogos como contestación a la metodología teológica tradicional. Pero una vez formulados y lanzados a la opinión pública eclesial, expresan una actitud de contestación existencial más profunda. El texto se preocupa precisamente de reconstruir la génesis de este segundo tipo de contestación, y en este entorno sigue refiriéndose al ámbito total de la cultura contemporánea: «Los problemas hasta aquí indicados, en parte nuevos y en parte ya conocidos desde antiguamente, pero planteados hoy bajo nuevas formas, no pueden ser comprendidos al margen del contexto total de la cultura moderna, que pone seriamente en duda su propio sentido y valor. Los nuevos recursos de la técnica suscitan una esperanza fundada demasiado en el entusiasmo, a la vez que una profunda inquietud. Uno se puede preguntar con toda razón si el hombre será capaz de dominar su propia obra y de encauzarla hacia el progreso».

«Algunos jóvenes sobre todo han perdido la esperanza en el sentido de este mundo, y buscan la salvación en sistemas puramente meditativos, en paraísos artificiales y marginales, rehuyendo el esfuerzo común de la humanidad”.

«Otros animados por utópicas esperanzas sin ninguna relación con Dios, de manera que en la consecución de un estado de impresión total, trasladan del presente al futuro el sentido de toda su vida personal”. 

«Con esto quedan completamente desvinculadas acción y contemplación, instrucción y recreación, cultura y religión, polo inmanente y trascendente de la vida humana».

El problema es éste: ¿es justo este diagnóstico? O mejor: ¿explica verdaderamente todo? Es decir, ¿es de verdad debido al contexto de la cultura contemporánea? Los miembros del Episcopado polaco que están en contacto con dificultades de posguerra, se inclinan a sostener que el documento generaliza un conjunto de síntomas característicos del mundo occidental con gran desarrollo tecnológico; la situación de la Iglesia en otros países presenta aspectos bien distintos.

Vida de fe.

El Sínodo, ciertamente, no ignoró esa realidad: «Sabemos que hay diversas partes del mundo donde no se ha sentido hasta el presente este profundo cambio de la cultura, y que las cuestiones puestas de relieve anteriormente no se plantean en todos los sitios, ni por todos los sacerdotes, ni bajo el mismo punto de vista».

Ahora bien, en Polonia quizá por la influencia de un régimen político y sociopolítico diferente, la transformación cultural no sólo se advierte menor, sino también de un modo bastante distinto. De los sondeos recientes entre los sacerdotes polacos se deduce que entre nosotros no se puede hablar ni de crisis de identidad del sacerdocio ni de crisis de identidad de la Iglesia. En el choque con la ideología marxista y su ateísmo programado y difundido propagandísticamente, la Iglesia no ha perdido la propia identidad. Las crisis, cuando las hay, son individuales; y aquí volvemos al problema de la fe y de la espiritualidad. La fe es una gracia sobrenatural que se desarrolla en las circunstancias más variadas y contradictorias. En este tiempo, puesto que el incremento del progreso material lleva consigo fuertes tensiones en la vida espiritual, pienso que se debe subrayar que su resolución radical depende de un incremento proporcional de la vida de fe. Y ésta, más allá de los diagnósticos, fue también la respuesta fundamental del Sínodo.

Opinión pública en la Iglesia.

—Paralelamente a la misión de estimular y garantizar la fe (Magisterio) está la función de orientar a los creyentes, transmitirles fielmente las indicaciones magisteriales. ¿Podría, en este sentido, explicar la alusión hecha hace poco a la teología?

—No se trata sólo de la teología, sino, en general, de la formación de la opinión pública en la Iglesia. En este sector desempeñan un papel determinante los massmedia, que, como es sabido, se estructuran según leyes propias. Estos, naturalmente, no pueden actuar en detrimento de su fidelidad al mensaje.

El problema es tan real, que el mismo Sínodo le hizo eco en el documento sobre la justicia con estas palabras: «la conciencia de nuestro tiempo exige la verdad en los sistemas de comunicación social, lo cual incluye, también, el derecho a la imagen objetiva difundida por los mismos medios y la posibilidad de corregir su manipulación».

La Iglesia ha tratado la problemática de la comunicación de manera cada vez más positiva y confiada (baste pensar en el decreto conciliar Inter mirifica y en la instrucción Communio et progressio), pero al mismo tiempo no puede ocultarse la existencia objetiva del peligro de que los males de la comunicación lesionen el derecho a la verdad y se conviertan en uno de los principales centros de injusticia en el mundo contemporáneo. Por eso, asignando a los massmedia su justa finalidad, el texto sinodal afirma explícitamente: “Este tipo de educación, dado que hace a todos los hombres más íntegramente humanos, les ayudará a no seguir siendo en el futuro objeto de manipulaciones, ni por parte de los medios de comunicación, ni por parte de las fuerzas políticas, sino que, al contrario, les hará capaces de forjar su propia suerte y de construir comunidades verdaderamente humanas”.

Estos textos centran nuestro tema, a pesar de que en cierta medida superan el contexto: ayudan a disipar los equívocos que se originan al pasar del plano de la vida de la Iglesia —en el que pastores y teólogos aportan su específica contribución, siendo fieles al ministerio pastoral y sacerdotal— al plano de la comunicación y de la creación de una opinión pública. Considero, por tanto, justificadas las preocupaciones de los padres sinodales por evitar que, en el paso de las comunicaciones sociales, se deformen elementos que son esenciales para la vida de la Iglesia. Se trata de poner en acto un movimiento de sensibilización que promueva en los responsables de la comunicación una mayor conciencia de su responsabilidad en la edificación de la Iglesia según la voluntad de Cristo, detectando con realismo aquellos factores que —por intereses partidistas y por un difundido espíritu de divismo— influyen de un modo negativo.

Preguntarse sobre los valores cristianos.

—Entre las advertencias hechas a los sacerdotes por el Magisterio eclesiástico reciente, destaca, por su frecuencia, la puesta en guardia contra la tentación de adaptar el anuncio de la Palabra y los criterios de acción pastoral a la mentalidad mundana. Si esta mentalidad se muestra cada vez más empapada por la ideología permisiva y se habla ya abiertamente de “teología permisiva”, ¿conviene que tal advertencia haya que extenderla también a los teólogos?

—El permisivismo y sus manifestaciones en el ámbito teológico son fenómenos típicos de la sociedad occidental que, en países como Polonia, tienen una influencia, por ahora, más bien relativa. Como observador desde fuera, por tanto, sólo puedo limitarme a consideraciones generales.

Ante todo está claro que en la raíz del permisivismo hay una concepción exclusivamente horizontal —y por eso un tanto reducida— de la libertad. La libertad es el elemento constitutivo de la dignidad de la persona ininterrumpidamente proclamado y defendido por el pensamiento cristiano. Pero conviene además tener presente que la libertad cristiana no es nunca fin en sí misma, antes bien está forzosamente finalizada: es el medio para la consecución del verdadero bien. El error de perspectiva del permisivismo consiste en dar la vuelta al punto de mirar: el fin se convierte en la busca de la libertad individual, sin ninguna referencia a la especie del bien con el que la libertad se compromete. La consecuencia práctica es que, fuera de la finalización del bien, la libertad se transforma en abuso y, en vez de proporcionar a la persona el terreno para su propia autorrealización, determina su vaciamiento y la frustración. De la libertad no queda más que el slogan.

Es indudable que tal planteamiento ha de considerarse como absolutamente contrario a los criterios que deben orientar una recta teología y una eficaz acción pastoral. Teólogos y pastores deben, en tal situación, preguntarse incesantemente sobre los verdaderos valores cristianos. El hombre lleva la norma de su libertad —según la expresión paulina— en un “vaso de barro” (II Cor. 4, 7). Las tentaciones son muchas, pero otras tantas las posibilidades de recuperación. Muchas confusiones se pueden evitar, en lo que se refiere a los problemas de la sociedad permisiva, antes bien recordando que debe ser el mensaje cristiano —su radicación en la conciencia natural— y no el permisivismo, quien dicte las leyes de la lucha por la auténtica libertad, que es también siempre una de las componentes indispensables en la misión de la Iglesia.

—¿Cuál es, a su juicio, Eminencia, la enseñanza que los sacerdotes de hoy, y en particular los sacerdotes polacos, pueden sacar de una figura como la de Maximiliano Kolbe?

—El hecho de que Maximiliano María Kolbe fuera identificado durante los trabajos del Sínodo atribuye a su figura —como subrayó el cardenal Duvial, presidente de turno de la asamblea sinodal— un significado que trasciende los confines nacionales y le hace un ejemplo para todos los sacerdotes: el signo de un tiempo marcado por crueldades inhumanas, pero también por consoladores episodios de santidad. Después, para nosotros, polacos, su beatificación reviste un carácter evidentemente muy particular: a los más ancianos entre nosotros sacerdotes les recuerda los tormentos sufridos con el resto de la población en los campos de exterminio donde el dolor y la solidaridad prepararon a la Iglesia en Polonia para nuevas pruebas. Para los más jóvenes, el padre Kolbe representa una indicación de cuanto debe exigirse a sí mismo el sacerdote en servicio de los otros.

También se pueden considerar paradigmáticos otros aspectos de su personalidad (basta con pensar en su devoción a Nuestra Señora y en su acción apostólica en la prensa); el conjunto de su figura, tan íntimamente señalada por la cruz, es una llamada apremiante a la finalidad apostólica de la vocación cristiana y a la total renuncia a sí mismo, que constituye una dimensión constante de la existencia sacerdotal.

El autorJoaquín Alonso Pacheco

Mundo

Tallin se prepara para la beatificación de Eduard Profittlich, ejemplo ante la persecución

El 6 de septiembre será beatificado el arzobispo Eduard Profittlich, mártir de la fe y referente de la Iglesia católica local.

Javier García Herrería·31 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

La capital de Estonia se alista para un acontecimiento histórico: el próximo 6 de septiembre tendrá lugar la beatificación del arzobispo Eduard Gottlieb Profittlich, SJ (1890-1942), mártir de la fe y primera figura de la Iglesia católica en el país. La ceremonia se celebrará en la Plaza de la Libertad y será presidida en nombre del Papa por el cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena. Se espera la asistencia de fieles de toda Estonia.

Profittlich, jesuita alemán que dedicó su vida a la misión en Estonia, llegó al país en 1930 y se convirtió rápidamente en un referente para la comunidad católica local. Nombrado administrador apostólico en 1931 y arzobispo en 1936, obtuvo la ciudadanía estonia y trabajó con entrega en la consolidación de la Iglesia.

Sobre su figura, Mons. Philippe Jourdan, obispo de Tallin e impulsor de la causa de beatificación, señala que “hay mucho que aprender del arzobispo Eduard Profittlich. Era una persona abierta y con una gran capacidad de comunicación. Siempre tenía tiempo para todos y se comunicaba con muchas familias, independientemente de su afiliación religiosa. Con su actitud digna, se ganó el favor de los estonios en la sociedad estonia. La Iglesia católica en Estonia no olvida a Eduard Profittlich, quien compartió el destino de nuestro pueblo y de la Iglesia durante el momento más difícil de la historia del país”.

Fiel en tiempo de persecución

El destino del arzobispo se selló tras la ocupación soviética de 1940. Pese a la invitación a regresar a Alemania, Profittlich decidió permanecer con sus fieles. Fue arrestado en junio de 1941 y trasladado a la prisión de Kirov, a 800 kilómetros de Moscú. Tras meses de interrogatorios nocturnos, fue condenado a muerte por supuestas actividades antirrevolucionarias, aunque murió en prisión el 22 de febrero de 1942, antes de que la sentencia se ejecutara.

Durante décadas, el paradero y las circunstancias de su muerte permanecieron ocultos. Solo tras la independencia de Estonia se conocieron los detalles de su martirio, lo que abrió el camino a su causa de beatificación. Mons. Jourdan explica que “durante la ocupación soviética, la vida de la Iglesia en Estonia era pobre y, para ser sinceros, incluso era muy difícil practicar la fe aquí, en territorio ocupado, durante más de 50 años. La gente desconocía por completo el destino de Profittlich. Toda la información sobre su muerte se difundió cuando Estonia obtuvo la independencia y recuperó algunos documentos de personas deportadas y arrestadas, entre ellos los protocolos de interrogatorio de Profittlich de la prisión de Kirov en 1941. Inmediatamente, en la Iglesia católica se inició el debate sobre su beatificación”.

Esperanza para los católicos estonios

El Papa Francisco aprobó el decreto de beatificación en diciembre de 2024, reconociendo el martirio de Profittlich “in odium fidei”. Su lema episcopal, Fides et Pax (“Fe y Paz”), simboliza su entrega y será un eje de inspiración durante la ceremonia. Para los católicos de Estonia, la beatificación representa un testigo de fidelidad en medio de la persecución; para la Iglesia universal, un ejemplo de fe inquebrantable frente a la hostilidad y la violencia.

El 6 de septiembre, Estonia celebrará no solo a un pastor y mártir, sino a un nuevo intercesor que conecta la memoria de un pasado doloroso con la esperanza de un futuro de fe y libertad. La expectación en Tallin es máxima, y la comunidad católica se prepara para vivir un momento histórico de oración, reflexión y reconocimiento.

Evangelización

Mientras algunos cuestionan la confesión, otros duplican seminaristas con audaces campañas

Harvard documenta el fuerte declive de la confesión en Estados Unidos, mientras varias diócesis, como Nueva York y Denver, ensayan campañas innovadoras para promover vocaciones sacerdotales.

Javier García Herrería·30 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

La editorial Harvard University Press ha publicado este año el libro Porque he pecado: El auge y la caída de la confesión católica en Estados Unidos, del historiador James O’Toole. La obra describe cómo, hasta la década de 1960, era habitual que las parroquias católicas ofrecieran entre cinco y seis horas de confesiones cada sábado, con sacerdotes que llegaban a escuchar cientos de confesiones semanales.

El autor explica que la práctica del sacramento ha disminuido de forma drástica en las últimas décadas y que muchos católicos parecen considerar que ya no es indispensable para recibir la comunión ni para llevar lo que entienden como “una vida católica plena”. El libro invita a reflexionar sobre cómo los fieles pueden seguir expresando y comprendiendo sus ideales en una Iglesia que se transforma, e incluso sugiere que podrían surgir nuevas formas de vida cristiana en el siglo XXI si el sacramento de la penitencia deja de satisfacer las necesidades espirituales de la comunidad.

La audaz propuesta de Nueva York

En contraste con esta tendencia que busca acomodar las prácticas sacramentales cristianas al sentir de los tiempos, la arquidiócesis de Nueva York ha puesto en marcha una iniciativa singular para fomentar vocaciones sacerdotales. A través de la web New York Priest, se invita a los católicos a enviar los datos de jóvenes que consideren con posible vocación al sacerdocio. Posteriormente, desde la diócesis se contacta personalmente con los nominados para animarles a iniciar un periodo de discernimiento.

La campaña aborda también las objeciones habituales que los padres expresan cuando un hijo plantea entrar en el seminario. Entre ellas figuran ideas como “es demasiado joven”, “estará solo”, “el celibato es imposible”, “no tendré nietos”, “perderé a mi hijo” o “no será feliz”. La web responde a estos planteamientos, calificados como “mitos”, con un enfoque propositivo y orientado a ofrecer tranquilidad a las familias.

¿Funciona una campaña así?

El modelo neoyorquino ha sido replicado en la diócesis de Denver, en colaboración con el grupo de comunicación católico Vianney Vocations. Desde su lanzamiento el pasado mes de mayo, las parroquias han remitido más de 900 nombres de jóvenes considerados candidatos potenciales al ministerio sacerdotal.

Cada uno de los nominados recibe una carta personal del arzobispo de Denver, felicitándolos por el reconocimiento y animándolos a abrirse a la llamada de Dios. El seguimiento lo realiza el padre Jason Wallace, que envía semanalmente mensajes de discernimiento y organiza grupos reducidos de acompañamiento espiritual con sacerdotes y diáconos.

La respuesta ha sido notable: más de 70 jóvenes ya han confirmado su participación en estos encuentros y, como resultado, este curso han ingresado 23 nuevos seminaristas, casi el doble que el año anterior. Según la diócesis, el aumento refleja la importancia de la oración, el apoyo de las familias y la implicación de parroquias y colegios en la pastoral vocacional.

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Evangelización

Santa Margarita Ward, beatos cardenal Ildefonso Schuster y María Rafols

La liturgia festeja el 30 de agosto a numerosos santos y beatos. Entre ellos, la inglesa mártir Margarita Ward, la catalana María Rafols, fundadora de la congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana en el siglo XIX, y el cardenal de Milán, el romano Ildefonso Schuster, benedictino, que defendió a la Iglesia y la libertad de enseñanza.

Francisco Otamendi·30 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La Iglesia celebra este día a la inglesa Margarita Ward, quien se negó a revelar escondites de sacerdotes en el Londres del siglo XVI, en el periodo isabelino. Se le arrestó y ahorcó junto a los beatos Ricardo Leigh, presbítero, y los laicos Eduardo Shelley y Ricardo Marti, Juan Roche, irlandés, y Ricardo Lloyd, de país de Gales.

También conmemora hoy la liturgia a la beata catalana Maria Rafols. Nacida en Barcelona en 1781, continuó su apostolado en Zaragoza en el hospital de Nuestra Señora de Gracia con enfermos, niños abandonados y personas discapacitadas. 

Durante los sitios de Zaragoza en la Guerra de la Independencia, la Madre Rafols ayudó con un grupo de jóvenes a mucha gente. También acudió a las autoridades francesas y a las españolas para interceder por enfermos, heridos y prisioneros. 

Defensor de la libertad, denunció persecuciones

El beato cardenal Schuster nació en Roma en 1880 e inició el noviciado en el monasterio benedictino de San Pablo Extramuros de Roma. Se ordenó sacerdote en 1904 y cultivó el estudio de la liturgia, el arte sagrado, la arqueología y la historia cristianas y la tradición monástica benedictina. En 1918 fue elegido abad de su monasterio. 

Pío XI le nombró arzobispo de Milán en 1929, y le creó cardenal. Reclamó que los Estados renunciasen a pretensiones totalitarias sobre la juventud y la enseñanza, y denunció las persecuciones religiosas y legislaciones racistas de su tiempo. En la II Guerra Mundial ayudó a las víctimas y llevó vida austera y penitente. Murió en el seminario de Venegono el 30 de agosto de 1954. Fue beatificado por san Juan Pablo II en 1996.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

Ocho cardenales para el Dicasterio del Clero y nuevas provincias siro-malabares

El Papa León XIV ha nombrado a ocho cardenales y catorce obispos miembros del Dicasterio para el Clero, cuyo Prefecto es el cardenal surcoreano Lazarus You Heung-sik. También ha nombrado a 11 consultores del mismo Dicasterio, dos de ellos religiosas. Por otra parte, se han erigido 4 provincias eclesiásticas siro-malabares en la India. 

CNS / Omnes·29 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Las religiosas consultoras del dicasterio son la trapense estadounidense Madre Martha Driscoll, superiora de la comunidad femenina del monasterio de Tre Fontane en Roma. Y la rumana Iuliana Sarosi, miembro de la Congregación de la Madre de Dios y profesora de psicología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.

El dicasterio ofrece orientación y asistencia a los obispos en todo lo relacionado con la selección, la formación y la educación continua de los sacerdotes diocesanos y los diáconos permanentes.

Purpurados junto al surcoreano Lazarus You Heung-sik

Los cardenales miembros del dicasterio son Luis Antonio G. Tagle, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Sección para la Primera Evangelización y las Nuevas Iglesias Particulares, y Jean-Marc Aveline, Marsella (Francia). Virgilio do Carmo da Silva, S.D.B. Díli (Timor Oriental) y Stephen Brislin, Johannesburgo (Sudáfrica). Frank Leo, Toronto (Canadá) y José Tolentino de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación. Mario Grech, Secretario General de la Secretaría General del Sínodo, y Arthur Roche, Prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

Arzobispos y obispos

Entre los arzobispos y obispos se encuentran Salvatore Fisichella, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Sección para las cuestiones fundamentales de la evangelización en el mundo. Alejandro Arellano Cedillo, Decano del Tribunal de la Rota Romana. Alfonso Vincenzo Amarante, C.SS.R., Rector Magnífico de la Pontificia Universidad Lateranense. Jesús Vidal Chamorro, obispo de Segovia (España) y Erik Varden, O.C.S.O., obispo prelado de Trondheim (Noruega).

Además, han sido nombrados el obispo Luis Manuel Alí Herrera, secretario de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores. Y los obispos James F. Checchio, de Metuchen, Nueva Jersey, y Edward M. Lohse, de Kalamazoo, Michigan.

4 nuevas provincias eclesiásticas siro-malabares en India

La Santa Sede ha informado también de algunos nombramientos y nuevas circunscripciones eclesiásticas siro-malabares en la India.

En primer lugar, el Sínodo de Obispos de la Iglesia Arzobispal Mayor Siro-Malabaresa ha elegido obispo de la Eparquía de Adilabad al reverendo padre Joseph Thachaparambath, C.M.I. El Santo Padre había concedido su consentimiento previo.

A continuación, incluidos también en el marco de las Iglesias Orientales, el Vaticano ha informado de la creación de las provincias eclesiásticas siro-malabares de Faridabad, Kalyan, Shamshabad y Ujjain en la India. 

La decisión ha sido tomada en todos los casos por Su Beatitud Mar Raphael Thattil, Arzobispo Mayor de Ernakulam-Angamal y de los siro-malabares. Ha habido consentimiento del Sínodo de los Obispos y previa consulta con la Sede Apostólica. 

Al mismo tiempo, su Beatitud Mar Raphael Thattil ha nombrado a los primeros arzobispos metropolitanos, tras haber aceptado la renuncia del obispo eparquial de Kalyan. Asimismo, Su Beatitud Mar Raphael Thattil, con el consentimiento del Sínodo de los Obispos y tras consultar con la Sede Apostólica, ha asignado la Eparquía de Hosur como sufragánea de la Arquidiócesis Metropolitana de Trichur.

El autorCNS / Omnes

Vaticano

Vivir y actuar según la fe; evitar la doble personalidad, dice el Papa a los políticos

El Papa León XIV recordó a un grupo de políticos franceses que ser cristiano implica vivir la fe en todas las dimensiones de la vida pública y privada, sin separar la vocación política de la identidad cristiana.

OSV / Omnes·29 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Por Cindy Wooden, OSV.

Incluso en los países con la más estricta separación entre Iglesia y Estado, ser cristiano significa vivir y actuar como tal, dijo el Papa León XIV a un grupo de políticos y líderes cívicos de Francia.

«El cristianismo no puede reducirse a una mera devoción privada, pues implica una forma de vivir en sociedad marcada por el amor a Dios y al prójimo, que en Cristo ya no es enemigo sino hermano», dijo el papa el 28 de agosto a los miembros del grupo de la diócesis de Créteil, que peregrinaban con su obispo, monseñor Dominique Blanchet.

El Papa León comenzó la audiencia diciéndole a la delegación que, aunque suponía que muchos de ellos hablaban inglés, «intentaré hablar francés, contando con su benevolencia».

La fe en todos los ámbitos de los cristianos

La fe en Jesús tiene implicaciones en «todas las dimensiones de la vida humana, como la cultura, la economía y el trabajo, la familia y el matrimonio, el respeto a la dignidad humana y a la vida, la atención sanitaria, junto con la comunicación, la educación y la política», afirmó el Papa.

«Únanse cada vez más a Jesús; vivan en él y den testimonio de él», dijo el Papa León al grupo. No debe haber «una división en la personalidad de una figura pública; no está el político por un lado y el cristiano por el otro. Más bien, está el político que, bajo la mirada de Dios y guiado por su conciencia, vive sus compromisos y responsabilidades como cristiano».

El Papa animó a los políticos y líderes cívicos a crecer en su fe y a estudiar la doctrina católica , particularmente la enseñanza social de la Iglesia, y a «aplicarla en el ejercicio de sus funciones y en la elaboración de leyes».

Mención de la Ley Natural

«Sus fundamentos están en profunda armonía con la naturaleza humana y la ley natural que todos pueden reconocer, incluidos los no cristianos y no creyentes», dijo. «Así que no tengan miedo de proponerla y defenderla con convicción: es una doctrina de salvación que busca el bien de todo ser humano y la construcción de sociedades pacíficas, armoniosas, prósperas y reconciliadas».

El Papa León rezó para que la peregrinación del Año Jubilar ayudara a los peregrinos a «regresar a sus compromisos cotidianos fortalecidos en la esperanza, más firmemente arraigados para trabajar en la construcción de un mundo más justo, más humano, más fraterno, que sólo puede ser un mundo más profundamente imbuido del Evangelio».

El autorOSV / Omnes

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Evangelización

10 veces que el Papa León ha citado a san Agustín en sus discursos

Con ocasión de la fiesta de san Agustín, tienen aquí 10 discursos públicos en los que el Papa León ha hecho referencia al pensamiento de San Agustín, o lo ha citado directamente. El primero fue el mismo 8 de mayo.  

OSV / Omnes·29 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

— Maria Wiering (OSV News)

La descripción que hizo el Papa León XIV de sí mismo, mientras estaba de pie en el balcón de la Basílica de Pedro el 8 de mayo, el día de su elección, subrayó su vocación en la orden agustiniana. “Soy un agustino, un hijo de san Agustín, que una vez dijo: ‘Con ustedes soy cristiano, y para ustedes soy obispo’”. 

En estos meses transcurridos, el Papa León ha dirigido constantemente los ojos de su audiencia a san Agustín, el obispo del siglo V que continúa sirviendo como peso pesado filosófico y teológico en el pensamiento católico.

Tienen aquí 10 veces que el Papa Leo ha hecho referencia al pensamiento de San Agustín o lo ha citado directamente.

‘Somos los tiempos’

1. “Vivamos bien y los tiempos serán buenos. Somos los tiempos”. (Discurso, 80.8) – Discurso a los medios de comunicación, 12 de mayo de 2025. 

Días después de su elección al papado, el Papa Leo compartió una cita de san Agustín, cuando habló a miembros de los medios de comunicación sobre su servicio a la verdad y su papel en la facilitación de la conversación sobre cuestiones sociales.

2. “La iglesia está formada por todos aquellos que están en armonía con sus hermanos y hermanas y que aman a su prójimo”. (Sermón 359, 9) – –Homilía en la Misa de inicio del Ministerio Petrino, 18 de mayo de 2025.

El Papa León señaló su gran deseo de una iglesia unida, de convertirse en “una levadura para un mundo reconciliado”, en su homilía por la Misa de inauguración de su papado. Ahí presentó esta cita de san Agustín.

La unidad: “En el Uno, que es Cristo, somos uno”

3. “De hecho, la unidad siempre ha sido una preocupación constante mía, como lo demuestra el lema que elegí para mi ministerio episcopal: ‘En Illo uno unum’. Esta expresión de san Agustín de Hipona nos recuerda cómo nosotros también, aunque somos muchos, ‘En el Uno, que es Cristo, somos uno'». (Exposiciones sobre los Salmos, 127, 3). –  –Audiencia a los representantes de otras iglesias y comunidades eclesiásticas y otras religiones, 19 de mayo de 2025.

El día después de su Misa de inauguración, el Papa León se reunión con los líderes de otras iglesias, comunidades eclesiales y otras religiones para hablar sobre la fraternidad universal y el diálogo interreligioso.

4. «La oración del Hijo de Dios, que nos da esperanza en nuestro viaje, también nos recuerda que un día todos seremos uno unum (cf. San Agustín, Sermo super Ps. 127): uno en el único Salvador, abrazado por el amor eterno de Dios». – Jubileo de Familias, niños, Abuelos y Ancianos, 1 de junio de 2025.

El Papa León concluyó su homilía para el Jubileo de Familias, Niños, Abuelos y Ancianos con esta cita de san Agustín. Ahí señaló el amor y la unidad de la familia en Cristo, tanto hoy como entre aquellos que nos han precedido.

‘Llamada sincera de San Agustín’

5. “Que estemos acompañados por el llamamiento sincero de San Agustín, quien dijo: ‘Amen a esta Iglesia, estén en esta santa Iglesia, sean ustedes esta Iglesia; amen al Buen Pastor, al Cónyuge tan justo, que no engaña a nadie, que no desea que nadie perezca. Recen también por las ovejas dispersas; para que ellas también vengan, para que ellas también lo reconozcan, que ellas también lo amen; para que haya un rebaño y un pastor”. (Sermón 138, 10) —Discurso Discurso al clero de la Diócesis de Roma, 12 de junio de 2025.

El discurso del Papa León al clero de su diócesis sobre la comunión presbiteral, siendo un ejemplo vivo en su campo de misión y abordando los desafíos de nuestro tiempo, culminó en esta cita.

6. «La creencia en Dios, con los valores positivos que se derivan de ella, es una inmensa fuente de bondad y verdad para la vida de los individuos y las comunidades. San Agustín habló de la necesidad de pasar del ‘amor sui’ —amor propio egoísta, miope y destructivo— al ‘amor Dei’ —un amor libre y generoso, arraigado en Dios y que conduce al don del yo”. (cf. La Ciudad de Dios, XIV, 28) – Discurso a los miembros de la Unión Interparlamentaria internacional, 21 de junio de 2025.

En un discurso a los miembros de la Unión Interparlamentaria Internacional, una organización global de parlamentos con énfasis en la democracia y la diplomacia, el Papa Leo se refirió a la comprensión de san Agustín del amor. Y a su aplicación en la construcción de la ciudad de Dios sobre una ley fundamental de la caridad.

Viaje hacia la patria celestial

7. “Cada vez que la Iglesia cede a la tentación de la ‘sedentarización’ y deja de ser ‘civitas peregrina’ —el pueblo de Dios peregrino hacia la patria celestial– (cf. Agustín, La Ciudad de Dios, Libros XIV-XVI), deja de estar “en el mundo” y pasa a ser “del mundo”. (cf. Jn 15:19). —Mensaje para el Día Mundial de los Migrantes y Refugiados 2025, 25 de julio de 2025

En este mensaje, el Papa Leo señaló que los migrantes y refugiados recuerdan a la iglesia su viaje de peregrinación al cielo, y que pueden ser misioneros de la virtud de la esperanza en los países que los acogen. 

8. “En su comentario sobre este punto del texto, San Agustín dice, en el nombre de Jesús, ‘La multitud se apretuja, la fe toca’ (Sermón 243, 2, 2). Así es: cada vez que realizamos un acto de fe dirigido a Jesús, se establece contacto con Él, e inmediatamente su gracia sale de Él. A veces no somos conscientes de ello, pero de una manera secreta y real, la gracia nos alcanza y gradualmente transforma nuestra vida desde dentro». – Audiencia general, 25 de junio de 2025.

La catequesis de la Audiencia general del Papa del miércoles sobre la curación de la mujer sangrante y la resurrección de la hija de Jairo en Marcos 5 reflexionó sobre el poder transformador de la virtud de la fe.

‘Caminos de la mente hacia Dios’

9. Las universidades católicas están llamadas a convertirse en “caminos de la mente hacia Dios”, siguiendo la acertada expresión de San Buenaventura, para que la oportuna exhortación de San Agustín se haga realidad en nosotros. 

“Mirad, hermanos, lo que hay en el alma humana. No tiene luz propia, no tiene poderes propios: pero todo lo que hay de bueno en el alma es virtud y sabiduría: pero no es sabia por sí misma, ni fuerte por sí misma, ni es luz para sí misma… Hay un cierto origen y fuente de virtud, hay una cierta raíz de sabiduría, hay una cierta, por así decirlo, sí, también hay que decirlo, región de verdad inmutable: de ella se aleja el alma y se oscurece, se acerca y se ilumina” (Exposición sobre el Salmo 58, I, 18). — Mensaje a los participantes en la 28.ª Asamblea General de la Federación Internacional de Universidades Católicas, 28 de julio de 2025.

El mensaje del Papa León a las instituciones de educación superior católica señaló su papel en la formación de intelectos en la búsqueda de la verdad y el peligro de los “cantos de sirena” novedosos, populares o seguros que distraen de su misión.

‘La Ciudad de Dios’

10. “Para encontrar nuestro equilibrio en las circunstancias actuales, especialmente ustedes como legisladores católicos y líderes políticos, sugiero que podamos mirar al pasado, a esa imponente figura de San Agustín de Hipona. Como voz destacada de la Iglesia a finales de la era romana, fue testigo de inmensos trastornos y desintegración social. 

En respuesta, escribió ‘La Ciudad de Dios’, una obra que ofrece una visión de esperanza, una visión de significado que todavía puede hablarnos hoy”. – Discurso a la Red internacionacional de Legisladores Católicos, 23 de agosto de 2025. 

El Papa Leo recomendó el libro de san Agustín a un grupo internacional de legisladores católicos, señalando la comparación del santo de la “Ciudad del Hombre” y la “Ciudad de Dios”, y lo que la mentalidad de cada uno significa para el florecimiento de la sociedad.

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Maria Wiering es escritora senior de OSV News.

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Este artículo ha sido publicado originariamente en OSV News en inglés, y pueden consultarlo aquí

El autorOSV / Omnes

Evangelización

Martirio de san Juan Bautista, testigo heroico de la verdad

La memoria litúrgica del martirio de san Juan Bautista, que la Iglesia celebra el 29 de agosto, completa la solemnidad de su natividad el 24 de junio. El Bautista muere como mártir de la verdad.

Francisco Otamendi·29 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Juan es primo de Jesús, concebido por Isabel de su esposo Zacarías. Su nacimiento tiene lugar unos seis meses antes del de Cristo, según el episodio evangélico de la Visitación de la Virgen María a santa Isabel. La fecha de su muerte se sitúa entre el año 31 y el 32 d.C. La consideración general cristiana es que el Bautista muere como un mártir de la verdad.

“No es un mártir de la fe -porque no se le pide que reniegue de ella- sino un mártir de la verdad. Es un hombre ‘justo y santo’ condenado a muerte por su libertad de palabra y por ser fiel a su mandato”, manifestó el Papa Francisco.

“Como auténtico profeta, Juan dio testimonio de la verdad sin componendas”, señaló el Papa Benedicto XVI. “Denunció las transgresiones de los mandamientos de Dios, incluso cuando los protagonistas eran los poderosos. Así, cuando acusó de adulterio a Herodes y Herodías, pagó con su vida, coronando con el martirio su servicio a Cristo, que es la verdad en persona”.

Los hechos

La narración evangélica es conocida. Herodes hizo encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano, con la que se había casado. “Porque Juan decía a Herodes: ‘No te es lícito tener a la mujer de tu hermano’ (Mc 6, 18-19). Con motivo del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías, Salomé, bailó en honor del rey. Agradó tanto a Herodes y a sus convidados que el monarca juró darle cualquier cosa que le pidiese, incluso la mitad de su reino. Ella, tras consultar con su madre, le pidió la cabeza de Juan, que fue decapitado.

Según la agencia vaticana, la memoria de hoy tiene orígenes antiguos: se remonta a la dedicación de una cripta en Sebaste (Samaría), donde ya a mediados del siglo IV se veneraba la cabeza del Bautista. En el s. XII, el papa Inocencio II hizo trasladar la reliquia a la iglesia de San Silvestre in Capite de Roma. La celebración del martirio de San Juan ya estaba presente en Francia en el siglo V, y en Roma en el siglo siguiente.

Valiente testimonio

Entre las consideraciones que la figura y la vida de san Juan Bautista pueden sugerir, “podemos fijarnos especialmente en su valiente y heroico testimonio de la verdad, que le llevó al martirio”, ha escrito el 26 de agosto el prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz.  “Me vienen al recuerdo aquellas palabras de san Josemaría: ‘No tengas miedo a la verdad, aunque la verdad te acarree la muerte’ (Camino, n. 34). 

“Sin llegar al extremo del martirio, el amor a la verdad puede acarrear, en algunas circunstancias, inconvenientes de diversa naturaleza y, en ocasiones, muy notables”, prosigue el prelado. “A la vez, el amor a la verdad sobre la realidad del mundo y de uno mismo nos hace libres (cfr. Jn 8,32); y, radicalmente, nos libera la Verdad que es Cristo (cfr. Jn 14,6). Sin libertad no podríamos amar, y sin amor nada valdría la pena”.

El Directorio franciscano subraya: “Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron y fueron a contárselo a Jesús. De esta suerte, el precursor del Señor, como lámpara encendida y resplandeciente, tanto en la muerte como en la vida dio testimonio de la verdad”.

El autorFrancisco Otamendi

Evangelización

San Agustín y la búsqueda de Dios: realidad del hombre moderno

San Agustín enseña que el corazón humano, marcado por el deseo de verdad y amor, solo encuentra descanso en Dios. Su pensamiento ofrece al hombre moderno una guía para ordenar el deseo, abrirse a la interioridad y alcanzar la plenitud en el encuentro con el Creador.

Reynaldo Jesús·28 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 7 minutos

A lo largo de la historia de la Iglesia, es común que alguna de las frases pronunciadas o escritas por los santos constituya un alto a la hora de abordar su obra, y en el caso que nos ocupa, san Agustín no es la excepción. No obstante, la misma frase es una sinopsis de toda su vida, de la incesante búsqueda de un «Algo» que le superaba y que no comprendía; de la particularísima carrera de su vida al encuentro de la Verdad, de un giro en la actividad que le había apasionado a lo largo de su existencia para detenerse, dejarse asumir por Aquel de quien había querido escapar, reconocerlo, contemplarlo, amarlo y descansar en Él.

Una carrera vital que descubre un encuentro del que ama con quien se deja amar y resumirá esta experiencia al citar: “Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”. Esta frase condensa el centro de la antropología agustiniana: el ser humano es un buscador de Dios , y en un mundo marcado por la fragmentación interior, la incertidumbre existencial y la prisa, el pensamiento del obispo de Hipona ofrece claves para comprender la condición humana y su apertura al misterio.

Resulta interesante que reconozcamos lo importante que es en la obra de san Agustín el deseo profundo del corazón humano y su vocación particular a la verdad y al amor; en clave cristiana, no hablamos de otra cosa que, de la vocación a la vida de la Gracia, a la vida de y con Dios, con su Hijo Único Jesucristo que se ha presentado como Verdad (cf. Jn 14, 6) y san Juan ha reconocido en Él al Amor (cf. 1 Jn 4, 8).

La experiencia personal del obispo de Hipona es el punto de partida; no se limita a analizar la búsqueda de sentido, sino a asumirla en su testimonio de vida, casi podríamos decir que la obra es dramatizada en carne viva, en su propia persona y así, como él, en los tiempos actuales, muchos hombres continúan —a veces sin saberlo—, la búsqueda de sentido a su propia vida. Releer a san Agustín es entonces, una forma de entrar en contacto con alguien que ha sabido dialogar con la filosofía clásica, la revelación cristiana y con la experiencia existencial, alguien que ha buscado con sinceridad. No veamos su pensamiento como una especie de “arqueología cristiana”, sino como pedagogía espiritual para hoy.

El corazón inquieto: la antropología agustiniana

Partiendo de la revelación, el ser humano ha sido creado por Dios a su imagen y semejanza (cf. Gn 1, 26), imagen que ha sido herida por el pecado y que ha producido que el hombre se introduzca en una especie de tensión permanente en la que, aunque está llamado a la comunión con Dios, a su vez, experimenta su fragilidad y su tendencia a buscarse a sí mismo dejando a un lado a Dios y emprende un camino en el que parece que el único objetivo es caminar solo, sin aquel que le ha llamado a la existencia.

La inquietud del corazón humano no es simplemente ansiedad o vacío, sino expresión de una apertura radical ya que está estructuralmente orientado hacia un “más allá” de sí mismo. Para Agustín, el corazón simboliza el centro de la persona: su inteligencia, su voluntad, su memoria y su afectividad. Esa unidad interior, sin embargo, está desordenada si no está centrada en Dios (cf. Confesiones X, 29, 40).

Esta tensión interior es descrita por san Agustín como una lucha entre dos amores: por un lado, identifica el amor propio cerrado al Creador o «amor sui usque ad contemptum Dei», y en el otro extremo, descubre el amor a Dios que ordena y eleva todas las cosas o «amor Dei usque ad contemptum sui» (cf. S. Agustín, De civitate Dei, XIV, 28).

Esta dialéctica es lo que hace que la vida personal se configure, pero también, con ella, la historia y la cultura. Se amplía la antropología agustiniana y se descubre una nota que no es eminentemente filosófica, sino existencial. Vincular la actitud del hombre al Creador al querer alejarse o acercarse a Él, sea que se cierre a su acción o que se le identifique como fundamento de todo por el amor, es ofrecer una antropología en clave teológica. El hombre es peregrino, no nómada; tiene origen y destino; y la inquietud que lo habita no se resuelve con posesiones o saberes, sino con la presencia del Dios vivo.

Para Agustín, el deseo (desiderium), no es defecto que debe suprimirse, sino fuerza que debe ordenarse y purificarse; para él, el deseo es una huella del Creador en la criatura y por ello, lo que Dios ha sembrado en el hombre es el anhelo de lo infinito. Así, toda búsqueda de belleza, verdad y bien es, en el fondo, una búsqueda de Dios, aunque no siempre se reconozca como tal. Afirma san Agustín que “todos quieren ser felices” (De beata vita, I, 4), pero en esta búsqueda de la felicidad, no pocos se pierden buscándola donde no está. El verdadero drama del ser humano consiste en absolutizar los bienes temporales, que lo que realmente hacen es sustituir al Bien Supremo. En este sentido, la conversión es el redireccionamiento del deseo: dejar de amarse desordenadamente a uno mismo (amor sui) y aprender a amar a Dios por sí mismo (amor Dei).

El ansia del corazón y el deseo como anhelo profundo en el interior del hombre no se desligan de la identidad antropológica en sí, va de la mano, están unidos porque el deseo bien comprendido es una vía por la que se alcanza la verdad, esa fuerza que apasiona la búsqueda de lo que llena la vida, la persona y la existencia. Este proceso, que no se limita solo al especto intelectual, implica una transformación del corazón, una forma de pedagogía del deseo transversal a la gracia, la oración y la apertura a la verdad.

En la lógica agustiniana, educar el deseo es encaminarlo a su fuente, no reprimirlo, sino ensancharlo ya que, como afirmó el Papa Benedicto XVI: “en el corazón de cada hombre está inscrito el deseo de Dios” (Spe salvi, 27); de hecho, podemos afirmar que el hombre de hoy no es distinto del de ayer en su sed más profunda. Cambian los lenguajes y las tecnologías, pero no el clamor del corazón: ‘Quiero vivir para algo más grande que yo mismo’, y ese ‘más’ es siempre Dios”.

La interioridad como camino hacia Dios

El Papa Benedicto XVI parece parafrasear lo dicho siglos atrás por san Agustín al reflexionar sobre el hombre insistiendo en un volver dentro, hacia uno mismo y ahí, en el interior de nuestra vida podremos encontrar la esencia de toda la realidad, a la Verdad misma. Decía san Agustín: “No salgas fuera, vuelve a ti mismo; en el interior del hombre habita la verdad” (De vera religione, 39,72). Esta llamada a la interioridad sigue siendo actual en una cultura saturada de ruido, imágenes y superficialidad, donde se corre el riesgo de perder contacto con uno mismo y, por ende, con Dios; una realidad donde el egoísmo, la vanagloria, el consumismo, el bien estar, la inmoralidad, las apariencias carentes de sinceridad y verdad parecen estar a la orden, es, en última instancia, un mundo en el que se ha dejado sitio para todo y para todos, menos para la Divinidad.

La interioridad agustiniana es apertura a una presencia: Dios está más dentro de mí que yo mismo (interior intimo meo, cf. Confesiones, III,6,11). Para encontrarlo, el hombre necesita silencio, escucha y verdad. El itinerario agustiniano hacia Dios invita a asumir los propios límites, recordar las propias heridas y contemplar la misericordia. Esta visión se complementa con su doctrina sobre la memoria (memoria sui), que san Agustín considera una especie de “cámara interior” donde reside el pasado, y también la huella de Dios. La memoria se convierte en lugar teológico, espacio donde se reencuentra al Creador, que nunca ha dejado de acompañar a su criatura. Desde esta perspectiva, la oración no es una petición vacía y sin sentido, por el contrario, la oración entra en la dinámica de relación, puesto que es un diálogo existencial. Es el espacio donde el deseo se purifica, la voluntad se ordena y la persona se unifica. Como dirá más tarde santo Tomás de Aquino, siguiendo a san Agustín: oratio est interpretatio desiderii (Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, II-II, q. 83, a. 1, ad 2).

Los desafíos del hombre moderno

El pensamiento de san Agustín sigue siendo profundamente actual porque no parte de teorías abstractas, sino de la experiencia concreta del corazón humano, una experiencia que es constante, continua y siempre nueva, abierta a realidades de cada tiempo y dispuesta a conducir a quien lo desee a una dinámica de encuentro. En un mundo donde muchos viven dispersos, sin un centro estable o peor aún, un mundo donde no se sabe qué es el centro o el referente vital que empuje nuestros actos, sin un horizonte claro de sentido, en medio de todo esto, la visión agustiniana ofrece una palabra luminosa.

Hoy, como en el s. IV, el hombre corre el riesgo de absolutizar lo inmediato, de buscarse a sí mismo sin trascendencia. El agustinismo invita a redescubrir que el ser humano solo se encuentra saliendo de sí y abriéndose a Dios. Su mensaje es también profundamente pastoral: no se trata solo de “pensar en Dios”, sino de “amarlo”, y dejarse amar por Él y por Él, amar al prójimo, a quien nos rodea, a quien está presente en el día a día.

La pedagogía del deseo que propone san Agustín es una vía de evangelización: no parte de la imposición de ideas, sino de acompañar los deseos del corazón humano, ayudando a descubrir que, en el fondo, éstos apuntan a Dios. En este sentido, la antropología cristiana, lejos de reprimir la libertad, la libera de sus falsos absolutos y con ello, es capaz de reorientar la vida ya no a un tener o poseer lo que fenece, sino esforzarse por recibir aquello que perdura hasta la eternidad. El consumismo es un acto pasajero, una tienda de comercio que induce a gastar recursos —no sólo económicos—, en aquello que no tiende hacia la eternidad. 

El pensamiento agustiniano puede dialogar fecundamente con la psicología, la literatura y la filosofía contemporánea. La búsqueda de sentido, la experiencia del sufrimiento, el anhelo de unidad interior y la sed de verdad siguen siendo, como ayer, lugares donde el Evangelio puede encarnarse. Con lo anterior, la propuesta agustiniana no es una teoría del pasado —insisto—, sino una luz para el presente. El hombre moderno, como el de cualquier época, es un ser que desea, busca y anhela plenitud; y en medio de tantos caminos, san Agustín recuerda que solo en Dios ese corazón inquieto encuentra descanso.

Volver a Agustín es redescubrir que la fe cristiana no es carga, sino respuesta; respuesta al deseo más verdadero del ser humano y que la búsqueda de Dios no está reñida con la libertad, sino que la plenifica, hace arder el corazón en una constante búsqueda del Amor, abriendo la experiencia del encuentro y con él, el de la santidad porque no es la ausencia de deseo lo que nos hace santos, sino el deseo purificado del Espíritu; Dios nos quiere con un corazón que arda, no con un corazón apagado. La pasión agustiniana por la verdad, su honestidad intelectual y su humildad existencial siguen inspirando a quienes, en medio de ruido y confusión, escuchan la inquietud de su corazón y reciben la fuerza para no huir del mundo aprendiendo de san Agustín que el corazón, para estar en paz, debe aprender a latir al ritmo de Dios, en esto consiste finalmente la búsqueda de Dios, estar con Él, entregarse a Él, dejarnos asumir por Él, para vivir eternamente con Él.

El autorReynaldo Jesús

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Vocaciones

El Papa no teme plantear la vocación sacerdotal a niños y adolescentes

La audiencia con monaguillos se convirtió en la ocasión para que León XIV hablara sobre la vocación sacerdotal y resaltara la grandeza de este camino.

Javier García Herrería·28 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa León XIV recibió en el Vaticano a una peregrinación de monaguillos procedentes de Francia. Durante el encuentro, el Pontífice sorprendió por la claridad de su mensaje: les animó a estar atentos a la posibilidad de que Dios les llame al sacerdocio, sin miedo a plantearse la vocación desde la infancia.

El gesto resulta significativo en un contexto en el que el laicismo de ciertos sectores presiona para apartar la religión de la vida escolar, llegando incluso a presentar la transmisión de la fe a los hijos como un supuesto “abuso de conciencia”. En paralelo, desde hace décadas crece entre algunos cristianos la tendencia a retrasar el bautismo para que sus hijos decidan de adultos, y no son pocos los padres creyentes que evitan proponer a sus niños y adolescentes una vida cristiana exigente.

Tener vida de oración desde jóvenes

Pareciera que con ir a misa los domingos y confesarse de cuando en cuando uno ya estuviera llevando una vida cristiana estupenda. Sin embargo, el Papa invitó a los asistentes a dedicar “tiempo a hablar con Jesús en lo más profundo de su corazón y a amarlo cada vez más. Su único deseo es formar parte de su vida, iluminarla desde dentro, convertirse en su mejor y más fiel amigo. La vida se vuelve hermosa y feliz con Jesús. Pero Él espera su respuesta. Llama a la puerta y espera para entrar: «Mira, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a su casa y cenaré con él y él conmigo» ( Apocalipsis 3, 20). 

Las palabras del Papa mostraron gran entusiasmo al añadir: ¡Estar «cerca» de Jesús, Él, el Hijo de Dios, y entrar en su amistad! ¡Qué destino tan inesperado! ¡Qué felicidad! ¡Qué consuelo! ¡Qué esperanza para el futuro!”.

Sólo Jesucristo salva

Tras explicar que Dios nos ama a cada uno animó a los jóvenes a tener trato e intimidad con él, subrayó que Jesucristo es el único que puede salvarnos, “porque solo Él tiene el poder de hacerlo —Él es Dios Todopoderoso— y porque nos ama”. La prueba de que Dios nos amó es que murió en la cruz por cada uno. “Y la Iglesia, de generación en generación, preserva cuidadosamente la memoria de la muerte y resurrección del Señor, de la que da testimonio, como su tesoro más preciado. La preserva y la transmite celebrando la Eucaristía, a la que ustedes tienen la alegría y el honor de servir. La Eucaristía es el tesoro de la Iglesia, el tesoro de los tesoros”

A León XIV no pareció preocuparle el entusiasmo propio de la edad o la falta de madurez de sus oyentes para plantearse las grandes cuestiones vocacionales: “También espero que estén atentos al llamado que Jesús les dirige para seguirlo más de cerca en el sacerdocio. Hablo a sus conciencias de jóvenes entusiastas y generosos, y les diré algo que deben escuchar, aunque les preocupe un poco: la falta de sacerdotes en Francia, en el mundo, ¡es una gran vergüenza! ¡Una vergüenza para la Iglesia!”. 

Antes de despedirse, el Papa animó a los jóvenes a descubrir la grandeza de la vocación sacerdotal: “Que, poco a poco, domingo tras domingo, descubran la belleza, la felicidad y la necesidad de tal vocación. ¡Qué vida tan maravillosa es la del sacerdote que, en el centro de cada uno de sus días, encuentra a Jesús de una manera tan excepcional y lo entrega al mundo!”.

De san Pablo a Jaccob Gapp: salvados en esperanza

El Jubileo de la Esperanza convocado por el Papa Francisco nos recuerda que la fe necesita la constancia de la esperanza para permanecer firme en medio de las pruebas.

28 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Jubileo de la esperanza, convocado por el Papa Francisco, para este año 2025, sigue su curso. Como sabemos, los Jubileos tienen su origen en la tradición hebrea y la Iglesia los convoca para conceder gracias especiales, entre ellas la posibilidad de obtener la indulgencia plenaria. Ha tenido particular resonancia el Jubileo de los jóvenes, celebrado en Roma, con la participación del Papa León XIV, en los últimos días del mes de julio.

Es pronto y, por otra parte, no se pueden hacer balances de los frutos espirituales de un Jubileo, pero para todos los católicos el Jubileo de la esperanza es una invitación a profundizar y vivir más plenamente esta virtud teológica.

La esperanza en san Pablo

San Pablo escribe a los cristianos de Roma: «justificados por la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia, en la cual estamos firmes y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios» (Rm 5, 1-2). El papa Benedicto XVI, en la encíclica Spes salvi, del 30 de noviembre de 2007, enseña que «la esperanza es una palabra central de la fe bíblica, hasta el punto de que, en muchos pasajes, las palabras fe y esperanza parecen intercambiables. Así, por ejemplo, en este mismo pasaje o en la Carta a los hebreos donde su autor une estrechamente «la plenitud de la fe» (10,22) con «la firme confesión de la esperanza» (10,23)».

Se puede decir, por tanto, que la virtud de la esperanza precisa y enriquece la virtud de la fe con la calidad de la constancia, de la fidelidad, de la permanencia. Vivir la virtud de la esperanza sería, pues, permanecer firmes en la fe. La fe necesita de esta fidelidad y permanencia porque, en esta vida, viene sometida a pruebas y, en muchas ocasiones, a duras pruebas. El texto de san Pablo a los romanos, citado más arriba, continúa: «y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia y la paciencia prueba y la prueba esperanza» (Rm 5, 3-4).

A su vez, esta permanencia en la fe, que es la esperanza, viene sostenida, en último término, por el amor de Dios: «la esperanza – concluye el Apóstol – no se avergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado por el Espíritu Santo, que nos fue dado» (Rm 5,5).

Así que, podemos concluir, estar «salvados en esperanza» (Rm 8,24), pero una esperanza del todo confiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente, aunque sea fatigoso. La esperanza cristiana es confiable porque lleva hacia una meta, porque podemos estar seguros de esa meta y porque esta meta es tan grande y gloriosa que justifica el esfuerzo del camino.

Sólo que debemos vivir esta esperanza, que hunde sus raíces en la fe, con la seguridad de una convicción personal y profunda.

Jaccob Gapp

Jaccob Gapp fue un sacerdote y educador marianista, austriaco, que fue guillotinado por el régimen nazi el 13 de agosto de 1943 y beatificado por san Juan Pablo II el 24 de noviembre de 1996. Fichado por las autoridades nazis cuando estaba en Austria, sus superiores lo trasladaron a Francia y, de ahí, a España, pero, en noviembre de 1942, durante una excursión desde España, cruzó la frontera con Francia y ahí lo detuvo la Gestapo. Se acaba de publicar en castellano el libro sobre su vida titulado «Todo pasa, solo cielo permanece«, cuyo autor y editor es el padre Emilio Cárdenas.

Jaccob Grapp parece que no tenia «madera de santo». De carácter poco sereno, apasionado e impulsivo, sin embargo sus cartas desde la cárcel son un testimonio espléndido de esperanza cristiana. «Sólo el cielo permanece», escribe, o también «hay que vivir y expresar las convicciones (cristianas) como cuentos y no como probabilidades» o, por último, «no podré hablar a otros de mi esperanza hasta que no la haya hecho mía interiormente». Heinrich Himmler, jefe de la Gestapo, comentó que si el millón de los miembros del partido nazi estarían tan comprometidos como el padre Gapp, Alemania conquistaría el mundo sin dificultad.

La fe es «hypostasis»

Esta seguridad no hunde sus raíces en una convicción puramente subjetiva. La virtud de la esperanza cristiana no es sólo «todo futuro», sino que poseemos ya, de algún modo, «algo» de la herencia que nos espera. Benedicto XVI comenta esto en la encíclica «Spes salvi» número 7, haciendo la exégesis del texto de la Carta a los hebreos 11,1: «la fe es garantía de lo que se espera; prueba de lo que no se ve». La fe es «hypostasis» de lo que se espera y prueba de lo que no se ve. Los padres y teólogos de la edad media traducen la palabra griega «hypostasis» con el término latino «sustancia». Con la fe comienza en nosotros la vida eterna. En germen ya están en nosotros las realidades que se esperan.

Las traducciones protestantes, que después han influido también en algunas traducciones católicas, han reducido esta palabra «hypostasis/substancia» a su sentido subjetivo, dejando de lado su sentido objetivo. La palabra «hypostasis» no es sólo expresión de una pura aptitud interior, como una disposición del sujeto, que es cierta, pero no hace toda la justicia al término «hypostasis/sustancia». No es sólo convicción interior, sino también «prueba», «arras». Pensemos sólo, por ejemplo, en la doctrina católica sobre la Eucaristía.

El papa León XIV pidió a los jóvenes, durante la misa del Jubileo de Tor Vergata, «dar voz a la esperanza que nos da Jesús vivo, hasta los últimos confines de la tierra». Que sea esta petición del papa el fruto del Jubileo 2025.

El autorCelso Morga

Arzobispo emérito de la diócesis de Mérida Badajoz

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Evangelio

Gloria humana y gloria eterna. Domingo XXII del tiempo ordinario (C)

Joseph Evans nos comenta las lecturas del domingo XXII del tiempo ordinario (C) correspondiente al día 31 de agosto de 2025.

Joseph Evans·28 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Las lecturas de hoy tienen un tema muy claro, la humildad. El mensaje clave podría resumirse en estas palabras de Nuestro Señor: “Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido”.

Comenzamos centrándonos en el comportamiento de los fariseos, en quienes vemos varios pecados en acción. “Espiaban” a Jesús para comprometerle. Y luego aprendemos que “escogían los primeros puestos”.

Su orgullo es ridículo, incluso infantil. Empiezan tratando de detectar los defectos de otro, ciegos a los suyos, y luego buscan su propia glorificación. Estos pecados suelen venir en parejas: orgullosamente ciegos a nuestros propios defectos y vanamente exaltándonos a nosotros mismos, nos centramos en los defectos de los demás y buscamos hundirlos.

En realidad, Jesús les habla a su propio nivel, dándoles un motivo exclusivamente humano para ocupar el asiento más bajo en un banquete: porque el anfitrión te verá allí y te llevará a un lugar más alto, para tu propia gloria (terrenal). Mientras que si aspiras al lugar más alto, podrías verte desplazado al asiento de abajo, si llegara alguien más importante que tú, para tu vergüenza. Jesús no está fomentando la búsqueda de la gloria humana. De hecho, está convirtiendo este episodio en una parábola para hablarnos de la búsqueda de la gloria eterna.

La lección más profunda es que si tratamos de exaltarnos nos hundiremos. El orgullo nos abate. Pero humillándonos, buscando el lugar más bajo, Dios nos elevará. ¿Y cuál es el lugar más bajo? ¿Cuál es la compañía que debemos tener? ¿A quién debemos invitar a nuestra fiesta? Jesús dice: “a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos”.

No deberíamos servir a los pobres con la mera esperanza de disfrutar algún día de la gloria celestial de algún modo orgulloso. Sería una forma de pensar bastante retorcida: “Aceptaré la humillación terrena para que un día todos en el Cielo vean lo grande que soy”. Nuestro servicio a los pobres debería ser una necesidad de nuestro corazón, una alegría, una fiesta espiritual. Queremos estar con los humildes del mundo y compartir su vida. De hecho, estamos convencidos de que no merecemos nada mejor. Esta es la verdadera humildad y el servicio humilde, y entonces, aunque no lo busquemos, Dios nos exaltará.

Vaticano

El Papa apela al respeto integral del derecho humanitario en Tierra Santa

En un Aula Pablo VI abarrotada de peregrinos, el Papa León XIV ha efectuado un “fuerte llamamiento a las partes implicadas y a la comunidad internacional” por la paz en Tierra Santa, y a respetar integralmente el derecho humanitario. Además, en la fiesta de Santa Mónica, madre de san Agustín, ha propuesto “elegir cada día amar y dar la vida con libertad”.  

Francisco Otamendi·27 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa León XIV se ha unido esta mañana en la Audiencia general a la declaración conjunta de los patriarcados greco-ortodoxo y latino de Jerusalén de ayer. Los patriarcas han pedido poner fin a esta espiral de violencia de la guerra, y dar prioridad al bien común de las personas. En la misma línea, el Santo Padre ha realizado un “fuerte llamamiento” a las partes implicadas y a la comunidad internacional” por la paz en Tierra Santa, con «respeto integral al derecho humanitario».

El día 22 de agosto propuse una Jornada de ayuno y oración por nuestros hermanos y hermanas que sufren a causa de las guerras, ha manifestado el Papa León antes de dar la bendición. Hoy “vuelvo a dirigir un fuerte llamamiento para que se termine el conflicto en Tierra Santa, que tanto terror, destrucción y muerte ha causado”.

Liberación de rehenes y alto el fuego permanente

El Pontífice ha pedido que se libere a todos los rehenes, y se alcance “un alto el fuego permanente que facilite el ingreso seguro de las ayudas humanitarias, y se respete integralmente el derecho humanitario”. En particular, la obligación de todas las partes implicadas de evitar el uso indiscriminado de la fuerza, así como movimientos forzados de la población. 

Imploremos a María, Reina de la Paz, fuente de consuelo y de esperanza, su intercesión, para que obtenga la reconciliación y la paz en esa tierra tan querida para todos, ha concluido al final de la Audiencia.

Tema de la Jornada mundial de la Paz 2026

Las palabras del Papa León están en completa sintonía, como era de esperar, con el tema del mensaje que hizo público ayer el Vaticano para la Jornada mundial de la Paz 2026, que tendrá lugar el 1 de enero del año próximo. En el texto, invita a la humanidad a rechazar la lógica de la violencia y la guerra, para abrazar una paz auténtica, basada en el amor y la justicia. 

“Esta paz debe ser desarmada, es decir, no basada en el miedo, la amenaza o las armas; y desarmante, porque es capaz de resolver conflictos, abrir los corazones y generar confianza, empatía y esperanza. No basta con invocar la paz, hay que encarnarla en un estilo de vida que rechace toda forma de violencia, visible o estructural”.

“El saludo del Cristo Resucitado, “La paz sea con vosotros» (cf. Jn 20,19), es una invitación dirigida a todos —creyentes, no creyentes, responsables políticos y ciudadanos— a edificar el Reino de Dios y a construir juntos un futuro humano y pacífico”, concluye el mensaje hecho público ayer.

Amar y dar la vida libremente

En la Audiencia de hoy, el Papa ha reflexionado sobre el tema “La entrega. ‘¿A quién buscáis?” (Jn 18,4), el momento en el que Jesús fue arrestado en el huerto de los olivos.

El Evangelio no nos muestra un Jesús temeroso, que huye o se esconde, ha comenzado el Papa. “Por el contrario, nos revela un hombre sereno, que se entrega gratuitamente, manifestando así el amor más grande. En este gesto se encarna una esperanza de salvación para nuestra humanidad; es el hecho de saber que, aun en los momentos más oscuros, podemos ser libres de amar hasta el final”.

Precisamente esta libertad para amar ha sido el leit motiv de la meditación del Papa. “Jesús nos enseña que la esperanza cristiana no es evasión, sino compromiso. Esta actitud es fruto de una oración profunda, en la que se pide a Dios la fuerza para perseverar y permanecer en el amor”, ha dicho.

A continuación, ha recordado en sus palabras a los peregrinos de lengua española, que “hoy celebramos la fiesta litúrgica de santa Mónica y mañana la de su hijo, san Agustín”. 

“Pidamos al Señor, por la intercesión de estos queridos santos, que sepamos —siguiendo la lógica del Evangelio— amar y dar la vida de manera libre y gratuita, como lo hizo Cristo, nuestra esperanza. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.

En la oscuridad de la prueba, el amor de Dios nos sostiene

En la vida no es necesario tenerlo todo bajo control. “Basta con elegir cada día amar con libertad”, ha subrayado en otro momento.

“Esta es la verdadera esperanza: saber que, incluso en la oscuridad de la prueba, el amor de Dios nos sostiene y hace madurar en nosotros el fruto de la vida eterna”.

Mirar con confianza a Cristo 

En sus palabras a peregrinos de diversas lenguas, se ha referido a la misma idea de libertad. Por ejemplo, a los de lengua alemana: “roguemos al Espíritu Santo que nos conceda también a nosotros, en las situaciones de dificultad y sufrimiento, la confianza y la libertad interior de Jesús, con las que se entregó a la buena voluntad del Padre y dio su vida por nosotros”.

Al terminar, se ha dirigido, como es habitual, “a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Mirad con confianza inquebrantable a Cristo, luz en las dificultades, apoyo en las pruebas y guía en cada momento de la existencia humana”.

El autorFrancisco Otamendi

Educación

Amigos de Monkole busca escolarizar niños de orfanatos en R.D. del Congo

La Fundación Amigos de Monkole ha puesto en marcha en España una campaña para escolarizar este curso a 50 niños de dos orfanatos del municipio de Mont-Ngafula, en la R.D. del Congo, donde existe una tasa de paro del 82 por ciento y  muchas familias viven en extrema pobreza. 

Redacción Omnes·27 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

En la República Democrática del Congo son miles los niños que viven en situación grave de vulnerabilidad y no tienen acceso a la educación. Solo en Kinshasa, la capital del país africano, malviven por sus calles más de 30.000 niñas y niños sin hogar. En este contexto, la Fundación Amigos de Monkole ha puesto en marcha en España una campaña para escolarizar este curso a 50 niños de dos orfanatos en Mont-Ngafula. 

El conflicto armado en el este del país ha obligado a cerrar más de 2.500 escuelas y espacios de aprendizaje, dejando a más de 1,6 millones de niños sin escolarizar.

Enrique Barrio, presidente de Amigos de Monkole, explica que “escolarizar a un niño durante un curso cuesta aproximadamente 200 euros; esto incluye material escolar y uniforme. Queremos llegar a los 50 niños (de entre 6 y 16 años) que viven en orfanatos, pero nos gustaría poder duplicar esta cifra el próximo año”.

Vuelta al cole en Kinshasa

Para lograrlo, la fundación ha puesto en marcha una campaña en Migranodearena. El objetivo es conseguir 8.000 euros. También se pueden hacer donaciones a través del Bizum solidario 03997. 

Para este proyecto, la fundación cuenta con un equipo local consolidado, liderado por Christian Lokwa, que visita cada mes a los niños, se reúne con sus profesores y da seguimiento a su progreso.

Ayuda a más de 150.00 personas

Entre los objetivos están cubrir matrícula, materiales y uniformes, acompañar a los niños durante el curso escolar y ofrecerles talleres sobre higiene, valores, creatividad y refuerzo académico.

La Fundación Amigos de Monkole, con sede en Madrid (España), nació en 2017 y cuenta con el sello “Dona con Confianza” de la Fundación Lealtad. Desde sus inicios ha ayudado ya a más de 150.000 personas en el Congo, principalmente niños y mujeres en situación de vulnerabilidad. 

En la actualidad, Amigos de Monkole cuenta con 13 proyectos en este país africano, muchos de ellos a través del hospital materno infantil Monkole, en Kinshasa.

Ecología integral

«La maternidad subrogada es violencia» sostiene la Relatora Especial de las Naciones Unidas

El grupo de expertos de Casablanca valora como “avance histórico” el informe de la Relatora Especial de las Naciones Unidas, Reem Alsalem, que considera “violencia” contra las mujeres y los niños la maternidad subrogada. El informe será presentado oficialmente ante la Asamblea General de la ONU en octubre de 2025.

Francisco Otamendi·27 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

El informe de la Relatora Especial de las Naciones Unidas, Reem Alsalem, fue publicado el 22 de agosto de este año. Califica la maternidad subrogada como una práctica caracterizada por la explotación y la violencia contra las mujeres y los niños. 

El documento subraya que esta práctica refuerza las normas patriarcales, reduce a las mujeres a sus funciones reproductivas y expone a los niños a graves violaciones de sus derechos humanos.

4 recomendaciones a los Estados

La Relatora Especial recomienda a los Estados lo siguiente, según ha señalado el denominado grupo de Casablanca, que reúne a expertos y ONGs de más de 80 países.

1. La erradicación de todas las formas de maternidad subrogada.

2. La adopción de un tratado internacional vinculante que prohíba la maternidad subrogada;

3. La prohibición de la publicidad y de las agencias de maternidad subrogada;

4. El fortalecimiento de la cooperación internacional para combatir la trata de mujeres y niños relacionada con la maternidad subrogada.

Abolición universal

El grupo de Casablanca, en un comunicado fechado en París el 25 de agosto, ha acogido con satisfacción el informe. Se trata de una confirmación de su trabajo por la abolición universal de la maternidad subrogada. Y ha instado a los Estados a asumir su responsabilidad, invitándoles a actuar sin demora para concretar estas recomendaciones en sus políticas públicas.

El informe de la Relatora Especial está centrado en las violaciones a los derechos humanos. En concreto, las que ocurren en el marco del mercado de la maternidad subrogada, adelantó Bernard García, director ejecutivo de la Declaración de Casablanca.

“¿Dónde estás, mamá?”, de Olivia Maurel

“Este es un reconocimiento sin precedentes al más alto nivel internacional: la maternidad subrogada no es un acto de amor, sino una forma de violencia y explotación. Este informe histórico muestra el camino hacia su prohibición global”, ha declarado Olivia Maurel. 

La activista franco-americana Olivia Maurel, nacida por maternidad subrogada, es portavoz de la Declaración de Casablanca y autora del libro “¿Dónde estás, mamá?”. Este libro será publicado en lengua castellana en septiembre de 2025.

En una entrevista concedida a Omnes, Olivia Maurel, que se considera atea y es madre de tres hijos, aseguró que “la gestación subrogada es una nueva forma de trata de seres humanos”.

Maurel manifestó también: “Me parece terrible que en un país como Francia, donde la gestación subrogada está prohibida, los medios de comunicación se empeñen tanto en promover ‘buenas historias’. Y no ponen nunca delante a personas que lo han sufrido o que militan por su abolición”. 

Dignidad de la mujer y del niño

Recientemente, fuentes del sector tecnológico se han referido al estudio de un posible prototipo en China de robots gestantes de bebés. El embrión pasaría nueve meses en una máquina con líquido amniótico artificial. El experto en IA Rafael González Aguayo lo ha comentado en LinkedIn, y a Omnes. “Si no es un fake, se trata de una mera instrumentalización de la mujer, que pasa a ser secundaria de cara a la maternidad”.

Bernad García recordó en abril de este año las palabras del Papa Francisco en 2024: “Considero deplorable la práctica de la llamada maternidad subrogada. Ofende gravemente la dignidad de la mujer y del niño, y se basa en la explotación de la situación de necesidad material de la madre. Un hijo es siempre un don y nunca el objeto de un contrato. Por ello, hago un llamamiento para que la comunidad internacional se comprometa a prohibir universalmente esta práctica”.

Pocos días antes de este discurso, explicó el directivo de Casablanca, el Papa había recibido una carta de Olivia Maurel en la que compartía su historia. E invitaba al Pontífice a apoyar la causa de la abolición universal de la maternidad subrogada, promovida por la Declaración de Casablanca.

El autorFrancisco Otamendi

Mundo

La paradoja mediática: la fe más acosada, parece la más peligrosa

52 personas fueron asesinados en RD Congo por el grupo islamista ADF. La fe más perseguida en el mundo apenas tiene voz en los medios occidentales, mientras que en el imaginario público se presenta como fuente de violencia.

Javier García Herrería·26 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

La violencia vuelve a golpear el este de la República Democrática del Congo. Entre el 9 y el 16 de agosto, los territorios de Beni y Lubero fueron escenario de una cadena de ataques perpetrados por las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo islamista local ligado al Estado Islámico. El saldo fue de al menos 52 civiles asesinados.

La agencia de propaganda del Dáesh, Amaq, aseguró que 39 de las víctimas eran cristianos y celebró que los militantes “quemaron alrededor de 50 casas cristianas y confiscaron algunas pertenencias antes de huir”.

Los ataques en el Congo se suman a una escalada de violencia contra los cristianos que ya ha dejado más de 100 víctimas mortales en lo que va de año en la región. En julio, una iglesia católica en Komanda fue atacada durante una vigilia, dejando 35 muertos, la mayoría jóvenes.

El pasado mes de junio, Nigeria fue escenario de otra tragedia: la masacre de más de 200 cristianos en ataques atribuidos a grupos extremistas. Pese a la magnitud del horror, la noticia pasó casi desapercibida en la prensa generalista española, en contraste con la atención que reciben otras tragedias en Occidente con menor número de víctimas.

Un día de la ONU que pasa inadvertido

El 22 de agosto se conmemoró el “Día Internacional en Recuerdo de las Víctimas de Actos de Violencia Basados en la Religión o la Creencia”, auspiciado por la ONU. La jornada, destinada a condenar los ataques terroristas contra minorías religiosas, transcurrió sin eco alguno en la opinión pública.

Por el contrario, para muchas personas la religión es causa habitual de violencia. Autores como Richard Dawkins han popularizado la idea de que “la religión es la mayor causa de guerras”. Sin embargo, los estudios históricos especializados desmontan esta idea. La obra Encyclopedia of Wars (2004), de Charles Phillips y Alan Axelrod, registra 1.763 guerras en la historia, de las cuales solo 123 (menos del 7%) fueron motivadas por razones religiosas, de las cuales solo el 3% tienen origen en el cristianismo. El famoso sociólogo Steven Pinker, crítico habitual de la religión, estima que apenas un 13% de las peores atrocidades de la historia estuvieron relacionadas con ella.

El cristianismo, la fe más perseguida

A nivel mundial, el cristianismo es hoy la religión más acosada. Más de 200 millones de creyentes viven bajo persecución o discriminación severa. Cada día, un promedio mínimo de 10 cristianos mueren por su fe, en una realidad que, pese a su magnitud, apenas genera alarma social en Occidente frente a otras formas de injusticia.

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Evangelización

Santa Teresa Jornet Ibars, patrona de los ancianos, y fray Junípero Serra

La Iglesia celebra el 26 de agosto a Santa Teresa Jornet Ibars, religiosa española fundadora de la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Y también al mallorquín  fray Junípero Serra, franciscano evangelizador de California, donde fundó y presidió varias misiones.  

Francisco Otamendi·26 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Teresa Jornet Ibars nació el 9 de enero del año 1843, en Aytona, Lérida (España). Al día siguiente recibió el sacramento del bautismo, y el de la confirmación a los 6 años de edad. Estudió Magisterio y se sintió llamada a la vida contemplativa. En Barbastro conoció a los sacerdotes Pedro Llacera y Saturnino López Novoa, y vio el proyecto al que Dios le llamaba. Entregar su vida como religiosa al servicio de los ancianos necesitados

Recibió la aprobación definitiva de las Constituciones pocos días antes de morir, en agosto de 1897. Entonces manifestó: “Cuiden con interés y esmero a los ancianos, ténganse mucha caridad, y observen las Constituciones; en esto está su santificación”. Murió en Liria (Valencia) el 26 de agosto de 1897. Fue beatificada por Pío XII el 27 de abril de 1958 y canonizada el 27 de enero de 1974 por san Pablo VI. 

El Martirologio romano recoge: “En Liria, en España, santa Teresa de Jesús Jornet Ibars, virgen, que, para ayudar a los ancianos, fundó el Instituto de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados (1897)”.

Evangelizador de California

Fray Junípero Serra (1713-1784) es el único español con estatua en el Capitolio de Washington. El Papa Francisco le inscribió en el catálogo de los santos en 2015, tras ser beatificado por san Juan Pablo II en 1988. Datos suficientes para limpiar el buen nombre de este ilustre fraile español contra cualquier activismo o ignorancia ajenos a la verdad histórica. Así lo escribió Fray Antonio Arévalo Sánchez, OFM, en Omnes

Fray Junípero —bajo el lema ‘Siempre adelante, nunca atrás’— dedicó su inteligencia y energía a inculcar la dignidad humana a los nativos de Querétaro y las dos Californias. Lo hizo mediante la doctrina evangélica, el progreso civilizador y ejemplar vida de paciencia, humildad, pobreza y enormes sacrificios, señaló fray Arévalo.

El autorFrancisco Otamendi

Recursos

“Un aire muy humano y muy divino”: el secreto del renacer de la música cristiana en español

La música cristiana en español ha crecido exponencialmente gracias a su capacidad para conectar lo humano y lo divino, impulsada por artistas que integran su espiritualidad en las canciones y festivales que congregan a miles de jóvenes en un ambiente de fe y belleza. Este fenómeno global refleja una sed de trascendencia que va más allá de géneros y fronteras.

Luis Sierra·26 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

La música cristiana de habla hispana ha experimentado un crecimiento enorme durante los últimos años. Algunas causas son: la influencia de la globalización en el consumo musical, la sed de Dios que manifiestan los jóvenes y el auge de la espiritualidad de la alabanza.

Si bien es cierto que se aprecia mucho empuje en otras confesiones, la música católica no litúrgica no se queda atrás.

¿Se imaginaba encontrar a Rosalía cantando a san Juan de la Cruz y superando los 22 millones de reproducciones sólo en YouTube? ¿Esperaba escuchar a Rigoberta Bandini pidiendo a Cristo que le “enseñe a rezar” con 3 millones de reproducciones sólo en Spotify?

En el mundo anglosajón, Justin Bieber ha roto esquemas nombrando su vivencia en Dios dentro de su tema ‘Holy’; del mismo modo que el grupo estadounidense Imagine Dragons, que llena estadios dando gracias a Dios con Beautiful Things.

Sin embargo, a Íñigo Quintero no le ha hecho falta cantar en inglés para convertirse en el artista más escuchado del mundo con su tema Si no estás, en el que crea música desde el Cielo.

Nuevas tendencias

Se trata de la nueva tendencia a la que se enfrentan las plataformas musicales en todo el mundo: la inquietud espiritual que manifiestan los artistas de modo explícito. Su propia relación con Dios.

Algunos, incluso, se dedican exclusivamente a la música cristiana no litúrgica. Es el caso de Hakuna Group Music, formación vinculada al movimiento eclesial del mismo nombre, que se ha convertido en una de las más escuchadas en España, según muestran las estadísticas de los últimos años. 

Luis Poveda –sacerdote del Opus Dei más conocido como Luispo– es el compositor oculto detrás de algunos de sus temas, así como de algunas de las canciones que se escuchan más frecuentemente en parroquias de toda la Hispanidad: Tuyas son o Dijiste sí son algunas de ellas. También Que todos sean uno, en colaboración con Trigo 13. Luispo supera la cifra de cien mil oyentes mensuales únicamente en Spotify.

Dar a su música “un aire muy humano y muy divino” es el secreto que revela a la hora de componer éxitos que llevan a lo más alto a sus oyentes y les sirven para conectar con la trascendencia: “Cada palabra y cada acorde nacen de una experiencia vivida, rezada. Vivir para poder cantar, con el alma en carne viva, con labios verdaderos, llenos de deseos, esperanzas, batallas y cicatrices. Y todo entre bastidores, en el escenario íntimo y profundo del corazón, donde tienen lugar las grandes aventuras, los combates decisivos”, ha escrito.

Es el mismo conjunto de mociones que atraviesa la música de otros autores consagrados como Jésed o Canto Católico, que acumulan millones de reproducciones en algunos de sus temas subidos a YouTube.

El movimiento del péndulo juvenil al que se enfrenta la industria ha supuesto la liberación de algunas parcelas que parecían reservadas a la música producida al margen de Dios.

Esta realidad se hizo patente durante el desarrollo de la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa del 2023, a la que asistieron casi dos millones de jóvenes. Huracán fue uno de los éxitos más escuchados en Portugal esos días, consagrando el grupo ya mencionado que fue reconocido también en la edición de los Premios SPERA la Conferencia Episcopal Española en 2023.

“El que compone expresa con su corazón y, cuando alguien te habla de corazón, capta tu atención y te hace sentir que eres parte de lo que te está diciendo”, declaró el sacerdote Raúl Tinajero, responsable de este reconocimiento por parte de los obispos españoles. Otros artistas a los que han reconocido han sido: AISHA, Nico Montero, Valivan o Ixcís.

Conciertos y festivales

Este aire nuevo ha suscitado nuevos encuentros y oportunidades para muchos artistas. Por ejemplo, proliferan los festivales de música cristiana: Resurrection Fest, Fe Festival o el Multifestival Laudato Si destacan entre muchos otros, si bien presentan sobre sus escenarios algunos de los artistas más relevantes de la música cristiana de todo el mundo.

No dejan de repetirse con éxito cada año y llenan auditorios tan especiales como el anfiteatro de la Rambla de Almería o el mismísimo WiZink Center de Madrid.

Hay muchos países –casi toda América Latina, África, Oceanía– que le están dando una importancia y una fuerza muy grande a lo que es la nueva evangelización a través de la música”, ha declarado Marcelo Olima. Él ha impulsado el Multifestival Laudato Si, junto al sacerdote diocesano Antonio Cobo: “La música conecta con la fibra del alma, con el corazón del hombre”.

“Se potencia eso: vivir la belleza de que somos una familia, que es la Iglesia. Todos los carismas. Incluso gente que no es de la Iglesia. Ve aquello y ve un ambiente muy bonito, con niños y jóvenes”, añadió Cobo. Quizá sea ese el secreto para que esta música llene los corazones de quienes la escuchan con “un aire muy humano y muy divino”.

Quien lo descubrió antes que nadie fue Antonio J. Esteban, locutor de Radio María recientemente fallecido. Terminamos con el recuerdo a este pincha- discos que fomentó la música cristiana no litúrgica cuando aún nadie hablaba de ella y creó –para este propósito– el programa Generación esperanza hace más de treinta años. Él fue uno de los visionarios que supo predecir el movimiento musical que hoy encabeza listas en todo el mundo. Un movimiento que viene de Arriba y no deja de crecer.

El autorLuis Sierra

Sacerdote de la Diócesis de Zaragoza

Zoom

Detalle de la escultura de Carlo Acutis

En la escultura, inaugurada recientemente en Asís, Carlo aparece arrodillado a los pies de Cristo crucificado, junto a un ordenador.

Redacción Omnes·25 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

El Papa celebra el Día de la Independencia de Ucrania con oración por la paz

Con motivo del Día de la Independencia de Ucrania, el Papa León XIV ha prometido oraciones por el pueblo ucraniano, en un mensaje dirigido al presidente Volodimir Zelensky. En el mismo sentido, ha animado este domingo a los católicos a responder a la petición de los líderes religiosos ucranianos de rezar por la paz.  

CNS / Omnes·25 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

— Cindy Wooden, Ciudad del Vaticano (Catholic News Service)

“Con el corazón herido por la violencia que asola vuestra tierra, me dirijo a vosotros en este día de vuestra fiesta nacional”, ha manifestado el Papa León XIV en un mensaje al presidente Volodimir Zelensky. Un texto que Zelensky ha publicado en la red X. Ucrania declaró su independencia de la Unión Soviética el 24 de agosto de 1991.

“Deseo asegurarle mis oraciones por el pueblo de Ucrania que sufre la guerra, especialmente por todos los heridos de cuerpo, por los que han perdido un ser querido y por los que se han visto privados de sus hogares”, ha escrito el Papa al presidente.

El Papa León ha rezado para que Dios consuele al pueblo ucraniano, “fortalezca a los heridos y conceda el descanso eterno a los difuntos”.

Para que el Señor conmueva las corazones

El Papa ha manifestado asimismo al presidente ucraniano que sigue rezando para que el Señor “conmueva los corazones de las personas de buena voluntad”. De modo que “el clamor de las armas se acalle y dé paso al diálogo, abriendo el camino a la paz por el bien de todos”. “Encomiendo su nación a la Santísima Virgen María, Reina de la Paz”, ha escrito el Pontífice.

Al publicar el mensaje del Papa, Zelensky agradeció “sus palabras tan consideradas, sus oraciones y su atención al pueblo de Ucrania en medio de una guerra devastadora. Todas nuestras esperanzas y esfuerzos están puestos en que nuestra nación alcance la paz tan esperada. Para que prevalezcan el bien, la verdad y la justicia. Apreciamos el liderazgo moral y el apoyo apostólico de @pontifex”.

En el Ángelus, oración mundial por Ucrania

Tras recitar la oración del Ángelus este domingo 24 de agosto, el Papa León llamó también la atención sobre la oración mundial por Ucrania solicitada por el Consejo Ucraniano de Iglesias y Religiones.

“El pasado viernes, 22 de agosto, hemos acompañado con nuestra oración y ayuno a los hermanos y hermanas que sufren a causa de las guerras. Hoy nos unimos a nuestros hermanos y hermanas ucranianos que, con la iniciativa espiritual ‘Oración mundial por Ucrania’, piden al Señor que conceda la paz a su país devastado por la guerra”, dijo el Papa a miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro.

Cercanía con Mozambique

Tras el rezo del Ángelus, el Papa León XIV ha manifestado su “cercanía a la población de Cabo Delgado, en Mozambique, víctima de una situación de inseguridad y violencia que continúa provocando muertos y desplazados. Mientras hago un llamamiento a no olvidar a estos hermanos y hermanas, los invito a rezar por ello. Y expreso la esperanza de que los esfuerzos que llevan a cabo los responsables del país puedan restablecer la seguridad y la paz en ese territorio”.

“La puerta estrecha de la cruz”

En su reflexión inicial, el Papa se ha referido a la imagen de la «puerta estrecha», usada por Jesús para responder a uno que le pregunta si son pocos los que se salvan. Jesús dice: “Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán” (Lc., 24).

Ciertamente, “el Señor no quiere desanimarnos”, ha señalado el Santo Padre. “Sus palabras, más bien, sirven para rechazar la presunción de aquellos que se sienten seguros de su salvación, de aquellos que practican la religión y, por eso, se confían”. 

En realidad, “ellos no han comprendido que no basta cumplir actos religiosos si estos no transforman el corazón. El Señor no quiere un culto separado de la vida ni acepta sacrificios y oraciones que no nos conducen a vivir el amor a los hermanos y a practicar la justicia”. 

La fe es auténtica “cuando abraza toda nuestra vida”

“Nuestra fe es auténtica cuando abraza toda nuestra vida, cuando es un criterio en las decisiones que tomamos, cuando nos hace mujeres y hombres que se comprometen con el bien y son capaces de arriesgarse por amor tal y como hizo Jesús”, ha proseguido. 

“Él no ha elegido el camino fácil del éxito o del poder, sino que, con tal de salvarnos, nos ha amado hasta atravesar la “puerta estrecha” de la cruz. Él es la medida de nuestra fe, Él es la puerta que debemos cruzar para ser salvados (cf. Jn 10,9), viviendo su mismo amor y siendo constructores de justicia y de paz con nuestra vida.

Invoquemos a la Virgen María, ha concluido el Papa León, “para que nos ayude a atravesar con valentía la “puerta estrecha” del Evangelio, de modo que podamos abrirnos con alegría a la amplitud del amor de Dios Padre”.

El autorCNS / Omnes

Evangelización

San José de Calasanz, fundador de los escolapios, y san Luis, rey de Francia

Tras celebrar a san Bartolomé este domingo, la liturgia de la Iglesia fija la mirada el 25 de agosto en san José de Calasanz, fundador de las Escuelas Pías. Y también en san Luis, rey de Francia, considerado sembrador de paz y justicia.

Francisco Otamendi·25 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

San José de Calasanz, fundador de la primera escuela popular cristiana de Europa, y de los Padres Escolapios, nació en 1557, en Peralta de la Sal (Aragón, España). El ambiente de  su familia le proporcionó una sólida formación cristiana y cultural. Dios le llamó al sacerdocio. En Roma se conmovió ante la miseria de jóvenes y niños, y le llamó el Señor.

En la primavera de 1597 visitó el Trastevere, descubrió una pequeña escuela parroquial, y fundó la “primera escuela popular y gratuita de Europa”. Llamó a su obra las “Escuelas Pías”, y fundó la Orden del mismo nombre. Los escolapios profesan “cuatro votos religiosos solemnes: pobreza, castidad, obediencia, y el de la dedicación a la educación de la juventud”.

Murió en Roma el 25 de agosto de 1648. Fue declarado santo en 1767, y el Papa Pío XII le declaró en 1948 “celestial patrono de todas las escuelas populares cristianas”. San Juan Pablo II afirmó que San José de Calasanz tomó por modelo a Cristo e intentó transmitir a los jóvenes la ciencia profana y la sabiduría del Evangelio. 

San Luis de Francia, promotor de justicia y paz

La liturgia celebra también este día, entre otros santos y beatos, a san Luis, rey de Francia (Poissy, 1214 – Túnez, 1270), fundador  de instituciones como la Sorbona y la Sainte-Chapelle. Es recordado como rey justo y piadoso y por promover la paz y la justicia. 

Le canonizó el Papa Bonifacio VIII en 1297, tras morir a causa de la peste el 25 de agosto de 1270, mientras cuidaba a enfermos. Su reinado gozó de prestigio en la cristiadad. Era primo hermano del rey castellano Fernando III el Santo, casó con Margarita de Provenza y tuvieron once hijos. Es patrono de la Orden Franciscana seglar. Algunas ciudades de México llevan su nombre.

El autorFrancisco Otamendi

Cultura

La basílica y las catacumbas de san Sebastián en Roma

Roma es una ciudad que guarda multitud de tesoros, entre ellos la basílica y las catacumbas de san Sebastián.

Gerardo Ferrara·25 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

Roma es una ciudad que nunca se acaba de descubrir y nunca deja de sorprender. Son innumerables sus récords: ciudad con la continuidad habitativa más larga de Europa (junto con Matera, también en Italia); capital del Imperio romano, de la cristiandad y de la República italiana; ciudad con mayor número de bienes de la UNESCO en su interior; ciudad con más iglesias del mundo (más de 900, incluida la iglesia más grande del mundo, San Pedro), con el anfiteatro más grande de la antigüedad (el Coliseo) y el sistema hidráulico más avanzado del mundo antiguo (del que dan testimonio los imponentes acueductos), pero también con la cúpula de hormigón sin armar más antigua (y aún en pie: el Panteón). Y otras primicias más.

Por estas razones se la conoce como la Ciudad Eterna. Sin embargo, para aquellos que desean ir más allá de los récords y los monumentos más conocidos, Roma tiene un corazón oculto y mil sorpresas. Entre ellas, la basílica y las catacumbas de san Sebastián, en la antigua vía Apia, la primera vía consular romana (312-244 a. C.), conocida como “regina viarum”, que conectaba la capital con el puerto adriático de Brindisi. Aquí, donde antaño se alzaban tabernas y un puñado de viviendas, se desarrolló, a partir del siglo II d. C., una necrópolis sobre la que se construyó un complejo basilical.

De necrópolis a cementerio: la invención cristiana

En la época pagana, según la costumbre griega, pero también etrusca y romana, los lugares destinados al entierro de los difuntos no se llamaban cementerios, como los conocemos hoy en día, sino necrópolis (del griego “νεκρόπολις”, “nekrópolis”, término compuesto por “νεκρός”, “nekrós”, es decir, “muerto”, y “πόλις”, “pólis”, “ciudad”).

Los difuntos no eran enterrados, sino que, en la mayoría de los casos, eran incinerados y sus cenizas se guardaban en urnas colocadas en nichos. Las familias más acomodadas disponían, al igual que hoy en día, de capillas privadas y, al visitar las catacumbas de san Sebastián, se puede observar cómo estas a veces también estaban dotadas de techos con una pequeña terraza para el “refrigerium”, el refrigerio en honor a los familiares fallecidos.

El paso de necrópolis a cementerio no fue un simple cambio de término, sino una revolución en la forma de concebir la muerte, que, en la época cristiana, ya no era el final natural de esta vida, sino el comienzo de otra, aún más real, en la que también participaría el cuerpo. Por lo tanto, se comenzó a enterrar a los difuntos, que, según la doctrina cristiana, se consideran “dormidos» a la espera de la resurrección (tanto en San Sebastián como en otras catacumbas y en la necrópolis bajo la basílica de San Pedro se pueden observar tumbas “mixtas”, quizás de la misma familia, con nichos en los que se guardaban las urnas con las cenizas de los paganos junto a nichos de mayor tamaño para albergar el cuerpo completo, sin incinerar, de un difunto cristiano.

El término mismo, «cementerio» (del griego “κοιμητήριον”, “koimētḗrion”, «dormitorio», cuya raíz es el verbo “κοιμάομαι”, “koimáomai”, «dormir») llegó así a designar un lugar de descanso, no de muerte.

Los cementerios cristianos surgieron junto a las iglesias (o debajo de ellas) hasta el Edicto de Saint-Cloud (1804), con el que Napoleón Bonaparte impuso, por motivos higiénicos, enterrar a los difuntos fuera de los núcleos urbanos (los amantes de la literatura italiana recordarán, a este respecto, el hermoso poema «I sepolcri» (Las tumbas), de Ugo Foscolo, inspirado en este acontecimiento).

A las catacumbas

La palabra «catacumba» deriva del latín “catacumbas” (aunque de origen griego), que significa «cavidad», precisamente para indicar la conformación natural del terreno de esta zona de Roma, en la que había antiguas canteras de puzolana (que descendían desde la vía Apia), y por extensión se convirtió en sinónimo de necrópolis subterránea. En este lugar, a partir del siglo II, se desarrolló una zona funeraria de inmensa extensión (unas 15 hectáreas, es decir, 150 000 m² de galerías subterráneas, al menos 12 km de túneles y pasillos y miles de sepulturas, ricas en inscripciones y grafitis en latín o griego, símbolos cristianos como la paloma, el pez, el ancla y numerosas pinturas, más de 400, muchas de ellas aún maravillosamente conservadas), primero paganas y luego también cristianas.

Según una tradición consolidada, los cuerpos de san Pedro y san Pablo fueron depositados temporalmente en estas mismas catacumbas durante las primeras persecuciones, para luego ser trasladados respectivamente al Vaticano y a San Pablo Extramuros. Esto sería compatible con el hallazgo, en la necrópolis situada bajo san Pedro y cerca de los huesos atribuidos al Príncipe de los Apóstoles, de un muro con una abertura que parece indicar una retirada y posterior reubicación de los mismos huesos.

En una de las salas más evocadoras de las catacumbas de san Sebastián, llamada Triclia, hay numerosos grafitis grabados por los antiguos peregrinos, como: «Petre, Pauli, in mente habete nos», «Pedro y Pablo, acuérdense de nosotros».

De hecho, el lugar se convirtió en destino de numerosas peregrinaciones, especialmente tras el martirio de san Sebastián, oficial romano convertido al cristianismo y ejecutado bajo Diocleciano (hacia el año 288 d. C.), enterrado aquí por una matrona cristiana, Lucina, que encontró su cuerpo arrojado a la Cloaca Maxima.

La basílica y el “Salvator Mundi”

La basílica fue construida originalmente en el siglo IV por orden del emperador Constantino, justo en el lugar donde fue enterrado san Sebastián, “ad catacumbas» («junto a las cavidades»). Hoy en día, su aspecto es el resultado de numerosas intervenciones posteriores, en particular la restauración del siglo XVII encargada por el cardenal Scipione Borghese. Las obras más famosas de su interior son, sin duda, la capilla que custodia las reliquias de Sebastián, sobre el altar mayor, y la estatua del santo, realizada por Bernini. También del gran maestro es otra magnífica obra, el “Salvator Mundi”, su última obra, realizada probablemente más por devoción personal que por encargo, y que fue donada por el propio Bernini a la basílica. Se perdió su rastro hasta 2001, cuando fue encontrada por casualidad y volvió a exponerse.

Curiosamente, precisamente en San Sebastián se encuentra una de las primeras representaciones de Cristo Salvador del mundo (representado aquí por primera vez como figura real y cósmica y ya no solo como buen pastor y maestro). Forma parte del patrimonio pictórico de las más de 400 obras encontradas en las catacumbas (en este caso, tras un desprendimiento en 1997). Data de finales del siglo III y principios del IV, y representa a Cristo de frente en actitud de bendición, con un rollo (volumen) en la mano derecha y dos personas a sus espaldas (quizás Pedro y Pablo).

San Felipe Neri y el Camino de las Siete Iglesias

En la Edad Media, la basílica de san Sebastián ya era una de las «Siete Iglesias» más visitadas por los peregrinos que acudían a Roma. Sin embargo, fue san Felipe Neri quien institucionalizó esta peregrinación urbana como alternativa tanto a las peregrinaciones más importantes (como la de Santiago de Compostela) como a las juergas del carnaval romano (proponiéndola sobre todo a los jóvenes como actividad penitencial, pero no demasiado, según su estilo inconfundible).

 El camino sigue recorriendo hoy en día los principales lugares de fe de Roma (las basílicas mayores vinculadas a los mártires y santos más importantes) y hace una parada en san Sebastián, donde, entre las catacumbas, se encuentra también la capilla en la que san Felipe Neri rezaba sin cesar y, según la tradición, fue protagonista de un acontecimiento místico, la famosa «dilatación del corazón».

He estado muchas veces en san Sebastián, me he quedado embelesado ante la estatua del “Salvator Mundi» de Bernini, he recorrido túneles y galerías con frescos y grafitis de miles de peregrinos a lo largo de dos mil años de historia, imaginando a una familia de la antigua Roma celebrando un banquete, o mejor dicho, un “refrigerium” (del que en italiano hemos tomado el término «rinfresco») en memoria de sus difuntos.

Sin embargo, fue durante la peregrinación nocturna por las Siete Iglesias, en el silencio místico que envuelve la basílica y las catacumbas cercanas, cuando me sentí más cerca del corazón de Roma y del corazón del hombre, «en la tierra fría y negra», como diría el gran poeta Carducci, pero con la esperanza de que, después de la muerte, el sol aún nos alegre y nos despierte el amor.

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Recursos

Santo Tomás de Aquino sobre la humanidad

A diferencia de la postura evolucionista defendida por Charles Darwin y otros pensadores, los escritos de santo Tomás de Aquino ofrecen a una interpretación del ser humano que tiene en cuenta su fin último: la comunión con Dios.

Fr. Alan Joseph Adami OP·24 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 7 minutos

En 1858 y 1859 Alfred Russel Wallace y Charles Darwin publicaron sendas obras en las que proponían una teoría evolucionista de la creación. Según esta teoría, el estado actual de la creación es el producto de un largo proceso natural de transmutación de especies que se rige por el azar y la eliminación natural. En consecuencia, las teorías evolucionistas prescindieron del concepto mismo de naturaleza de una teleología intrínseca en la naturaleza de las cosas. Los seres creados ya no se consideran microcosmos que avanzan hacia alguna finalidad, sino que lo que explica su evolución es el azar.

Sin embargo, las teorías evolucionistas no sólo influyeron en las definiciones de la composición natural de los seres humanos, sino que también tuvieron una enorme trascendencia en el significado mismo del “ser” humano.

Una de las principales escuelas morales derivadas de esta visión es el naturalismo moral. Para dar una definición general, el naturalismo moral es la escuela que sostiene que los hechos morales son hechos que pueden deducirse empíricamente de la investigación científica mediante la observación de patrones de comportamiento y convenciones naturales recogidos por la primatología, la antropología, la biología, la psicología, la neurociencia y disciplinas similares.

A modo de ejemplo, algunos pueden sostener que la monogamia es un hecho moral que podría explicarse en virtud de algunas convenciones sociológicas, pero que no tiene ningún valor moral intrínseco. Digamos que los simios sólo desarrollaron las relaciones monógamas para evitar que los hombres mataran a las crías de sus rivales. Por otra parte, se podría argumentar que el hecho moral “no matarás” puede explicarse en vista de la necesidad evolutiva de una especie para sobrevivir o que la “felicidad” es una reacción neurótica.

Quisiera subrayar ciertos rasgos que influyen en los sistemas de valores morales populares. Éstos tienden a (i) socavar una cierta finalidad intrínseca o teleología grabada en la propia naturaleza de los seres vivos; (ii) fundar los estándares normativos morales en patrones de comportamiento primigenios.

Las tres facultades

A pesar de no estar familiarizado con las teorías evolucionistas de la modernidad, santo Tomás de Aquino reconoce que los seres humanos comparten rasgos naturales comunes con otras criaturas. Por “rasgos” no entiendo aquí características de comportamiento, sino poderes naturales en virtud de los cuales la criatura hace algo. Algunas de estas facultades se comparten con más criaturas que otras. Según santo Tomás, la persona humana goza de tres tipos de facultades: (i) vegetativa; (ii) sensitiva; (iii) racional.

El poder vegetativo es el que comparte la mayor variedad de criaturas. Es el poder natural de crecimiento. Una planta tiene un poder intrínseco para enraizar, hacer crecer un tallo, hojas y flores. Un ser humano también tiene un poder intrínseco para crecer desde un feto a un niño hasta la edad adulta y así sucesivamente. El poder sensitivo también se comparte con muchas otras criaturas.

Por último, el ser humano goza de otro tipo de poder que, según el Aquinate, comparte con los ángeles y con Dios mismo, a saber, el poder racional. La potencia racional es doble: por un lado, el ser humano goza de una apertura intelectual al mundo exterior por la que es capaz de conocer la verdad de los seres extramentales. Por otra parte, también goza de una apertura afectiva por la que reconoce la bondad de los demás seres y los desea.

La actividad racional del ser humano es distintiva en la medida en que capacita a la persona humana para vivir su vida de un modo particular. Cualquier respuesta, por tanto, que defina lo que constituye el fin del ser humano no puede ser ajena a la vocación particular que surge de la propia composición espiritual y material de la naturaleza humana.

La muestra paradigmática de ser humano es, para santo Tomás, actuar racionalmente, es decir, vivir la propia vida a la luz de la verdad y en la búsqueda de la felicidad, que es ese bien último que no se desea por ninguna otra razón más que por sí mismo.

Intencionalidad del ser humano

Para santo Tomás el ser humano tiene una cierta intencionalidad que emerge de la interioridad misma de sus potencias naturales.

Hay una cierta perfección particular que se insinúa a través del ejercicio de las cualidades más nobles y pertinentes del ser humano: el poder de conocer y desear racionalmente lo que es bueno, satisfactorio y perfectivo para la persona humana.

Todo lo que entra en el ámbito de la voluntad de la persona humana comporta ciertas cualidades perfectivas que el intelecto humano juzga como bienes que, de algún modo, colmarían el deseo del sujeto humano.

Es por esta razón que el Aquinate dice que todas las cosas son perseguidas por la persona bajo una noción del bien. Todo lo que la persona humana desea es deseado en cuanto comporta alguna bondad perfectiva. 

Sin embargo, el Aquinate piensa que no existe ningún bien creado que sea completamente idéntico a la forma de la bondad misma. Tal cosa tendría la capacidad de saciar por completo mi deseo de bondad. Tendría que ser tal que, una vez alcanzado, todo deseo por el bien cesara y se convirtiera en de ser dueña de sus propios actos y dirigirse libremente a lo que es verdaderamente perfectivo para ella mediante la operación de su intelecto y voluntad. 

Vivir la vida racionalmente, es decir, vivir la propia vida orientándose hacia lo que es verdaderamente perfectivo de la persona humana, constituye la libertad.

Este es un punto muy destacado que santo Tomás hace con respecto al ser humano. Contrariamente a la visión predominante de nuestro tiempo, la libertad no se tiene por la ausencia de coacción exterior, sino por una habilitación interior para la ordenación efectiva de todos los elementos interiores y exteriores de la propia vida al servicio de la verdad y la bondad últimas que son perfectivas de la persona humana.

En el prólogo a la segunda parte de la Summa Theologiae, santo Tomás prefigura su tratado sobre la libertad mediante la noción teológica de la imagen de Dios. Escribe que después de haber considerado en la Primera Parte de su obra “el ejemplar, es decir, Dios, y de aquellas cosas que surgieron del poder de Dios de acuerdo con su voluntad”, ahora, en la Segunda Parte de su obra, el Aquinate se vuelve hacia “la imagen [de Dios], es decir, el hombre, en cuanto que también él es el principio de sus acciones, como poseedor del libre albedrío y del control de sus acciones”.

Ser humano

Este pasaje resume nuestro debate anterior sobre lo que implica ser humano para el Aquinate. La persona humana no es producto del azar, sino de la sabiduría y del amor de Dios, que configuran un orden providencial según el cual las criaturas, a través de la perfección de sus formas, realizan la imagen de Dios inscrita en su perfección natural y proclaman así, en el ámbito de lo creado, la bondad y la perfección eternas de Dios (cfr. ST Ia, q. 44, a. 4). De ahí surge el significado de lo que es ser un ser humano.

Ser humano, para el Aquinate, implica vivir la propia vida en libertad para la búsqueda de la verdad y el amor de Dios como principios últimos de la perfección de la persona humana. En última instancia, según santo Tomás, una vida vivida en el culto de la verdad y el bien implica que, al ser humano, cada persona se convierte en un anuncio, en la historia, de la sabiduría y la bondad divinas de Dios alegría por su posesión. Nuestra propia experiencia nos enseña que, a pesar de la satisfacción que nos produce la consecución de ciertos bienes creados, seguimos deseando muchas otras cosas.

Según el Doctor Angélico, sólo hay un fin que agota totalmente la formalidad de la bondad. Esta es otra manera de decir que hay un ser cuya naturaleza misma es la bondad misma, de modo que cuando se alcanza la perfección de la bondad misma se alcanza: Dios. Para el Aquinate, los anhelos más profundos de la naturaleza humana, encuentran su descanso en la contemplación y comunión con Dios, ya que en Dios encuentran su objeto perfecto y último de verdad y amor.

La libertad

Que la verdad y el bien sean perfectivos del ser humano en cuanto ser humano es indica-tivo, no sólo de cuál es esencialmente su fin último, sino también del modo de alcanzarlo. Ser humano, según el Aquinate, no implica la imitación de patrones de comportamiento primordiales. Lo que es moralmente recto y moralmente malo no puede medirse con hechos observados en diversas disciplinas de las ciencias. Más bien debe valorarse según el grado en que contribuyen al florecimiento humano.

La muestra del florecimiento humano es el grado en que la persona humana es capaz de ser dueña de sus propios actos y dirigirse libremente a lo que es verdaderamente per-fectivo para ella mediante la operación de su intelecto y voluntad.

Vivir la vida racionalmente, es decir, vivir la propia vida orientándose hacia lo que es verdaderamente perfectivo de la persona humana, constituye la libertad.

Este es un punto muy destacado que santo Tomás hace con respecto al ser humano. Contrariamente a la visión predominante de nuestro tiempo, la libertad no se tiene por la ausencia de coacción exterior, sino por una habilitación interior para la ordenación efectiva de todos los elementos interiores y exteriores de la propia vida al servicio de la ver-dad y la bondad últimas que son perfectivas de la persona humana.

En el prólogo a la segunda parte de la Summa Theologiae, santo Tomás prefigura su tratado sobre la libertad mediante la noción teológica de la imagen de Dios. Escribe que después de haber considerado en la Primera Parte de su obra “el ejemplar, es decir, Dios, y de aquellas cosas que surgieron del poder de Dios de acuerdo con su voluntad”, ahora, en la Segunda Parte de su obra, el Aquinate se vuelve hacia “la imagen [de Dios], es decir, el hombre, en cuanto que también él es el principio de sus acciones, como poseedor del libre albedrío y del control de sus acciones”.

Ser humano

Este pasaje resume nuestro debate anterior sobre lo que implica ser humano para el Aquinate. La persona humana no es pro-ducto del azar, sino de la sabiduría y del amor de Dios, que configuran un orden providencial según el cual las criaturas, a través de la perfección de sus formas, realizan la imagen de Dios inscrita en su perfección natural y proclaman así, en el ámbito de lo creado, la bondad y la perfección eternas de Dios (cfr. ST Ia, q. 44, a. 4).

De ahí surge el significado de lo que es ser un ser humano. Ser humano, para el Aquinate, implica vivir la propia vida en libertad para la búsqueda de la verdad y el amor de Dios como principios últimos de la perfección de la persona humana. En última instancia, según santo Tomás, una vida vivida en el culto de la verdad y el bien implica que, al ser humano, cada persona se convierte en un anuncio, en la historia, de la sabiduría y la bondad divinas de Dios.

El autorFr. Alan Joseph Adami OP

Profesor de Sagrada Teología en la Universidad Pontificia Santo Tomás de Aquino de Roma

Vocaciones

Pedro Ballester. Dios sonríe desde una cama de hospital

Pedro Ballester (1996-2018) transformó su lucha contra el cáncer en un testimonio de alegría y fe, ofreciendo su dolor por los demás. A sus 21 años, dejó una herencia de santidad cotidiana que hoy lo convierte en intercesor para mucha gente.

Maria José Atienza·23 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 6 minutos

Acercarse a la muerte es tarea difícil. Más aún si se trata de una persona joven, “con la vida por delante”. Nuestra sociedad parece estar siempre demandando “algo” que queda por hacer: un proyecto, un descubrimiento, un logro personal. Sin embargo, al conocer la vida de Pedro Ballester Arenas que murió a los 21 años en 2018, nadie puede pensar que fue una vida incompleta. 

No son los años los que determinan la plenitud, sino la felicidad vivida, buscada, encontrada o regalada…, la inmensa felicidad del Amor con mayúscula, que podemos experimentar con 3 meses, con 5 o con 78 años. Ese Amor, que procede de Dios, es el que vivió Pedro y el que dejó como herencia… Eso, y un gusto exquisito -aunque fuera poco frecuente su disfrute- por el buen whisky. 

Un español muy british

De padres españoles, Esperanza y Pedro, Pedro Ballester Arenas nació en Manchester, Inglaterra, el 22 de mayo de 1996. Sus padres vivían allí por el trabajo de su padre. Pedro fue el mayor de los tres hijos del matrimonio, a él se sumarían poco después Carlos y Javier. Su nacimiento y crianza en Reino Unido marcaron el carácter de Pedro que, junto a una manera de ser amable y divertida, combinaba una personalidad reflexiva y pausada. 

Ya desde pequeño, manifestó esa capacidad de reflexión y rectitud de carácter. Sin ser  “rarito”, Pedro era especialmente delicado en el cuidado de sus amigos y en mantener la palabra dada como recuerdan sus hermanos. “No entendía la deslealtad”, recuerdan sus hermanos, “mantenía su palabra. Desde jugar al tenis a seguir una vida de piedad y entrega concretas”. “Era una de esas personas sin doblez”, apunta su madre, “cuando leo el pasaje del Evangelio que habla de Natanael, me recuerda a Pedro”.

Amigo de sus amigos

Si hay algo que destaca en la intensa biografía de Pedro Ballester es su lealtad hacia sus amigos. Tuvo muchos a lo largo de su vida y con ellos tuvo detalles de cercanía constantes. “Era muy recto y no le gustaba el ‘tonteo’, de unos días soy tu amigo y otros no”, apunta su hermano Carlos. 

Cuando Pedro iba a cursar 3º de la ESO, la familia se mudó temporalmente a Mallorca, por el trabajo de su padre. Allí Pedro vivió un ambiente escolar muy distinto al de Reino Unido: una clase con menos niños, una educación más personalizada y, en general, un ambiente cristiano. 

“Un día”, recuerda su madre y hermanos, “vino riéndose sin parar del colegio”. Al parecer, al terminar de presentar un trabajo ante la clase, un compañero había acabado con la frase “Pim, pam, pum, ¡bocadillo de atún!”. A Pedro, que venía del reposado y contenido ambiente inglés, le divirtió especialmente ese final, “y muchas veces, al terminar algo, me decía ‘Mamá, Pim, pam, pum, ¡bocadillo de atún!’”, señala Esperanza. 

La vuelta a Reino Unido le costó bastante. Era una época difícil para cualquier chaval. Recuerdan sus hermanos que “en el recreo del colegio, los chicos hablaban de videojuegos. Nosotros no teníamos consola por entonces y era complicado. Pero Pedro siempre mantuvo que era mejor tener menos amigos que malos amigos. Al final del curso tenía más amigos, porque también los demás chavales habían ido madurando”. 

Por entonces, Pedro acudía a Greygarth Hall, un centro de formación cristiana para jóvenes, dirigido por el Opus Dei en Manchester. Allí tenía muchos amigos, se sentía como en casa: jugaba al fútbol, hacía funciones de teatro y películas de detectives con otros chicos y atendía a clases de formación en virtudes humanas y cristianas. 

Su madre recuerda a un chico que vivía cerca de su casa en Huddersfield, Reino Unido. Este chico, que tenía un carácter complicado, conectó mucho con Pedro y él lo invitó a participar en las actividades de un centro juvenil del Opus Dei que distaba casi una hora y media de su casa. Durante años, este chico fue en el coche con los hermanos Ballester y Esperanza, su madre. Pedro siempre fue así.  “Se volcaba con sus amigos y no tenía miedo a enfrentarse con esos amigos en tema de la fe” recuerda Javier, su hermano. “Eso fue siempre, antes y durante su enfermedad”.

Pedro Ballester
Pedro junto a sus padres y hermanos. ©Cortesía de la familia Ballester Arenas

Vocación: ser quien Dios quiere que seas

Desde muy joven, Pedro vió su vocación como miembro numerario del Opus Dei. Esto le llevó a intentar vivir una vida de piedad y de relación con Dios muy cercana.

La vocación no es cambiar de vida, como recuerda Pedro, su padre: “¿Sabes qué es la vocación? Es ser tú mismo. Ser quien Dios quiera que seas”. Dios quiso a Pedro (hijo) como numerario en el Opus Dei y en unas circunstancias concretas. Su padre apunta que “Dios le pedía a él que hiciera lo que él había pensado para él. Creo que hay reciprocidad, tanto de visión como de respuesta, muy grande. Porque Pedro era muy inteligente. Tenía una inteligencia integral, que le llevaba a tener intereses como la política internacional, pero también a entender mucho a la gente. Luego, con la enfermedad, esa capacidad de ‘entender a los demás’ se agudizó”. 

En ese marco de su vocación cristiana se entiende cómo vivió su enfermedad: desde su decisión de estar en un centro del Opus Dei hasta el cuidado de sus padres. Era feliz con su vocación y lo transmitía a los demás, hasta el final. 

Aparición de la enfermedad 

Al acabar la etapa escolar, en 2014, Pedro fue admitido en el Imperial College London, uno de los centros académicos más prestigiosos de Reino Unido, para estudiar Ingeniería química. Fue a vivir a la residencia Netherhall House, en Hampstead. Había pedido la admisión como miembro numerario del Opus Dei poco antes y, en aquella residencia, podría vivir, formarse y realizar las labores apostólicas propias de esta prelatura personal. “Estaba feliz”, recuerdan sus padres. 

A los pocos meses, en diciembre de 2014, Pedro comenzó a sentir fuertes dolores de espalda. Tras unas revisiones médicas, le diagnosticaron un cáncer avanzado de pelvis. Con este diagnóstico regresó a Manchester para poder recibir el tratamiento y estar más cerca de su familia.

Comenzó su tratamiento médico en enero de 2015 en el Hospital Christie de Manchester. Entre mayo y julio de ese año fue a Heidelberg, Alemania, para recibir un tratamiento novedoso. La enfermedad pareció remitir y, en noviembre de ese año, Pedro pudo cumplir uno de sus sueños: viajar con su familia a Roma y saludar al Papa Francisco

A pesar de esta ligera mejoría, la enfermedad volvió a aparecer y Pedro volvió a la vida de ingresos hospitalarios y sesiones de quimioterapia en el hospital. Durante este tiempo, si algo fue característico de Pedro, fue su alegría y el ofrecimiento a Dios de sus dolores, que eran muchos. Hablaba con frecuencia con amigos, estudiantes del Imperial College como él, residentes de Greygarth… Aquí se puso de manifiesto esa lealtad y esa madurez que ya era característica de Pedro desde sus primeros años.

Todos podemos ser santos 

“Pedro nos ha enseñado que todos podemos llegar al cielo y todos podemos ser santos” afirma su hermano Carlos, “no es que Pedro levitara, porque era normal, era muy normal, pero si tú sigues a Dios, le dices que sí todos los días, le ofreces el sufrimiento, pues llegas a ser un ‘crack’ y ayudas a miles de personas”. 

Muchas veces escuchamos que hay que vivir lo ordinario de manera extraordinaria, “Pedro hizo al revés”, continúa su hermano, “vivió lo extraordinario de manera muy ordinaria. En la enfermedad, por ejemplo, sufrió mucho, pero muchas personas no lo supieron, no lo veían en ese momento, por la manera que él se ocupaba de los demás. Te preguntaba a ti cómo estabas, o a la enfermera que venía a la habitación. Lo que hizo Pedro fue querer a la gente, sólo eso”, y quizás eso fue lo más extraordinario que hizo Pedro en una sociedad individualista y desvinculada como la nuestra. 

Durante sus estancias en el hospital, el cuarto de Pedro se convirtió en una especie de lugar de paz. Las enfermeras, familiares de otros enfermos y otros internos, lo visitaban, le contaban sus problemas… “Las enfermeras nos decían que les daba paz hablar con él y le contaban sus historias, las cosas que les preocupaban, cosas que les ocurrían en su matrimonio… Y Pedro las escuchaba siempre, sonreía y rezaba”. 

Pedro con varios amigos ©Reinhard Bakes

La vida con Dios es bonita

Los últimos años de Pedro Ballester pasaron entre su casa, el Christie Hospital y Greygarth Hall. De hecho, su familia vivió allí, en Greygarth, durante las Navidades de 2017.  “Fue muy bonito y muy natural”, recuerda Esperanza, “aunque vivíamos cerca de Greygarth, íbamos y veníamos todo el tiempo. En Navidad el director nos animó a ocupar las habitaciones libres de algunos estudiantes y pasamos esos días allí».

Pedro sabía que su familia era el Opus Dei y quería pasar sus últimos días en un centro. Aquella habitación era una fiesta: los residentes subían a estar con Pedro, sus padres… Las veces que pudo, incluso quiso disfrutar de un sorbo de whisky. 

“Ahí se vivía en una familia” afirma Carlos, el hermano de Pedro, “la vida con Dios es muy bonita. Y eso es lo que pasaba con Pedrito y en aquel cuarto, o en casa. En el hospital las enfermeras decían ‘yo quiero ser de esta familia’. En eso tuvieron mucho que ver mi padre y mi madre, que siempre abrieron las puertas a todo el mundo”. 

Esperanza recuerda que “uno de los residentes apenas hablaba cuando iba a ver a Pedro, se ponía en la esquina y simplemente disfrutaba del ambiente. ¿Y cuál era el ambiente? El amor de Dios que se veía. En la familia aceptamos el sufrimiento de Pedrito y dejábamos hacer a Dios y ya está. Si metíamos la pata pues no pasaba nada. Un día le dije: ‘Mira Pedrito, el año que viene podemos hacer esto. Entonces, a él se le cristalizó un poquito el ojo porque sabía que iba a morir, que no iba a tener año que viene. Pues ya está. Cuando tienes una situación así no puedes estar pensando ‘tenía que haber di-cho esto, tenía que haber hecho esto…’ Olvídate, meter la pata es parte de la vida”. 

Cara a cara con Dios

El 13 de enero de 2018, tres años después de que le dieran el diagnóstico de cáncer, Pedro murió en Greygarth, rodeado de sus padres, otros miembros del Opus Dei y algunos otros residentes. Su funeral reunió a cientos de personas en el templo del Santo Nombre de Manchester.

Poco después, cuenta su madre, “empezamos a recibir cartas y testimonios de personas que habían conocido la vida de Pedro y que le encomendaban asuntos de familia, enfermedades”. Son muchas las personas, especialmente jóvenes, para los que la vida de Pedro Ballester es un ejemplo y ven en él un intercesor ante Dios. 

Pedro se suma a nombres como los de Chiara Corbella, Carlo Acutis, Montse Grases o Marcelo Câmara. Jóvenes de hoy que buscaron y encontraron a Dios en medio de sus circunstancias cotidianas y que son, para todos, un ejemplo cercano y natural de la vida cristiana.

Evangelización

Disfrutar de la arquitectura de la Basílica de San Pedro desde casa

Dos youtubers han publicado vídeos con más de 1 millón de visualizaciones que permiten entender muy bien muchos aspectos arquitectónicos del Vaticano.

Javier García Herrería·22 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

En los últimos meses se han publicado dos vídeos, de unos 15 minutos de duración, que explican de un modo ameno algunos aspectos arquitectónicos de la Basílica de San Pedro.

La historia de la construcción de la Basílica de San Pedro

El primero está producido por Ter, el nombre artístico de Teresa Lozano, una arquitecta que se ha convertido en una de las youtubers más originales y reconocidas del mundo hispanohablante. Su canal mezcla temas de arquitectura, cultura pop, moda o historia del arte, siempre con un enfoque personal, creativo y lleno de humor. Posee un estilo muy personal para divulgar sobre temas complejos y variados, desde la proporción áurea, hasta Ikea, pasando por Rosalía o las catedrales góticas en un mismo vídeo y que todo tenga sentido. Su edición está llena de memes, referencias, gráficos y recursos visuales que hacen que el contenido sea entretenido sin perder profundidad.

La tumba de san Pedro en 3D

Manuel Bravo es un laico, especializado en teología y filosofía, que se ha consolidado como un referente para quienes buscan una formación católica accesible y bien fundamentada. Sus vídeos destacan por un estilo claro, didáctico y rigurosamente documentado.

En esta ocasión, ofrece una excelente explicación acompañada de una representación gráfica sobre la tumba de San Pedro y su evolución a lo largo de los siglos. Para ello, se apoya en las recientes imágenes en 3D publicadas por el Vaticano en colaboración con Microsoft, las cuales recrean el espacio de manera visualmente comprensible y detallada.

Vaticano

El Papa fija el 22 de agosto como día de oración y ayuno por la paz en Ucrania y Tierra Santa

León XIV invitó a todos los fieles a unirse a una jornada de oración y ayuno en la fiesta de Santa María Reina.

Redacción Omnes·22 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Al concluir la audiencia general del 20 de agosto, el Papa pidió que el 22 de agosto la Iglesia celebrará la fiesta de la Realeza de María. «Mientras nuestro mundo sigue herido por las guerras en Tierra Santa, en Ucrania y en muchas otras regiones del mundo», dijo, «pido a todos los fieles que pasen el 22 de agosto en ayuno y oración, pidiendo al Señor que nos conceda paz y justicia y que seque las lágrimas de quienes sufren a causa de los conflictos armados en curso».

Esperanza en la vía diplomática

En la víspera de la audiencia, durante un encuentro en Castel Gandolfo, el Papa afirmó que los recientes movimientos diplomáticos hacia el fin de la guerra en Ucrania son motivo de esperanza, aunque aún insuficientes. «Hay esperanza. Todavía tenemos que trabajar duro, rezar mucho y buscar el camino a seguir», señaló.

Consultado sobre sus contactos con líderes internacionales tras la reunión entre Donald Trump, Volodymyr Zelenskyy y representantes europeos, explicó: «Escucho a algunos de ellos de vez en cuando», sin responder si había dialogado directamente con el presidente estadounidense.

Respuesta de la Iglesia en España

La Conferencia Episcopal Española (CEE) anunció a través de una nota de prensa que se unirá a la jornada de ayuno y oración. El presidente de la CEE, Mons. Luis Argüello, envió una carta a los obispos el pasado 8 de agosto para «responder al llamamiento del Papa León XIV a intensificar la oración y las actitudes en favor de la paz».

En las últimas semanas, los prelados han invitado a «aumentar en las celebraciones litúrgicas de cada día la oración por la paz». También han incorporado oraciones específicas para laudes, vísperas y la misa.

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Recursos

¿Por qué no excomulgar a los políticos que apoyan el aborto?

La Iglesia no puede excomulgar a los políticos proaborto porque su postura, aunque moralmente grave, no constituye un delito canónico tipificado. Sí se debe negarles la Eucaristía para proteger la dignidad del sacramento.

OSV / Omnes·21 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Jenna Marie Cooper, OSV News

En todos los debates de los últimos años sobre si se debe negar o no la Sagrada Comunión a los políticos proaborto, siempre me he preguntado: ¿Por qué sus obispos no podían simplemente excomulgarlos? Así, al menos, todo sería claro, de conocimiento público y, por lo tanto, probablemente menos polémico en los medios.

La respuesta breve a su pregunta es que la excomunión es específicamente un castigo por delitos canónicos. Y aunque el apoyo político a las políticas proelección es moralmente problemático, no constituye un delito canónico en sí mismo.

Razones canónicas

Para contextualizar, cuando hablamos de políticos proelección a quienes se les niega la Sagrada Comunión, la cita pertinente es el canon 915 del Código de Derecho Canónico. El canon 915 nos dice que quienes «perseveran obstinadamente en un pecado grave manifiesto no deben ser admitidos a la Sagrada Comunión».

El canon 915 otorga a los ministros de la Sagrada Comunión y a las figuras de autoridad pastoral (es decir, obispos y párrocos) criterios objetivos para determinar si se debe negar la Sagrada Comunión a un católico en particular . Esto es importante, ya que la postura predeterminada de la Iglesia es hacer que los sacramentos sean lo más accesibles posible, basándose en el principio de que los fieles tienen un derecho fundamental a ellos.

El criterio central del canon 915 es que el pecado en cuestión sea “grave” o extremadamente serio, y promover activamente políticas gubernamentales a favor de la destrucción de vidas humanas inocentes ciertamente calificaría.

Pecados conocidos públicamente

El pecado también debe ser «manifiesto», o fácilmente conocido por el público o, de otro modo, observable externamente. En términos generales, las plataformas políticas, las posturas sobre temas polémicos y el historial de votación son asuntos de dominio público. Finalmente, la persona debe ser «obstinadamente perseverante» en su pecado, lo que significa que lo comete de forma continua, incluso después de haber sido advertida por una autoridad pastoral competente sobre la grave pecaminosidad de sus acciones.

Aunque estas consideraciones puedan parecer muy legalistas y sugerir que la persona está, de alguna manera, «en juicio», este canon forma parte de la sección del Código de Derecho Canónico sobre los sacramentos y no está realmente relacionado con el derecho penal de la Iglesia. Es decir, el canon 915 y los cánones conexos tienen como objetivo proteger la dignidad del sacramento como objetivo principal; no se conciben como un castigo directo por delitos canónicos. La Iglesia considera la aplicación del canon 915 como una cuestión de diálogo pastoral y amonestación personal, más que como resultado de un juicio penal o un proceso judicial eclesiástico.

En cambio, el derecho penal de la Iglesia tiene por objeto identificar y castigar los delitos. Esto beneficia tanto a los propios infractores, cuando se les castiga con penas «medicinales», como a la comunidad eclesial en general, cuando se les castiga con penas «expiatorias».

La pena de excomunión es medicinal

La excomunión es un ejemplo de pena medicinal, ya que pretende ser una especie de «llamada de atención» para advertir al infractor de que va por mal camino, y puede levantarse con relativa facilidad si el infractor se arrepiente. Entre las penas expiatorias se incluyen la pérdida del estado clerical, en la que un sacerdote condenado por un delito canónico es prácticamente expulsado del sacerdocio.

El derecho eclesiástico exige que «las leyes que prescriben una pena… se interpreten estrictamente» (Canon 18). Esto significa que las penas canónicas no pueden aplicarse con liberalidad a toda mala conducta que la Iglesia quiera reprimir. Más bien, una pena canónica solo puede imponerse por hechos específicamente tipificados como delitos en el derecho canónico.

Si bien el acto de causar directamente un aborto es un delito canónico que se castiga con la excomunión automática (véase Canon 1397, 2), esto sólo se aplica en situaciones en las que un individuo en particular realmente provocó un aborto personalmente, y no en situaciones en las que una persona promovió el aborto de una manera más abstracta.

A la luz de esto, no sería posible ni pastoralmente apropiado intentar utilizar la pena de excomunión como una forma de evitar las conversaciones incómodas a veces asociadas con el canon 915.

El autorOSV / Omnes

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