Evangelización

Irradiar humanidad en el mundo: Juan Pablo II y la cultura

Alejandro Pardo, doctor en Teología Moral y en Comunicación, ha publicado recientemente el volumen titulado "Irradiación de humanidad en el mundo: San Juan Pablo II y la cultura, el arte y la comunicación". Con motivo del vigésimo aniversario de la muerte, que se celebra en 2025, publicamos el segundo artículo de una serie sobre el santo.

Alejandro Pardo·21 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 11 minutos

A los tres años de comenzar su singladura al frente de la barca de Pedro, san Juan Pablo II escribió en una carta dirigida al cardenal Agostino Casaroli: “Ya desde el comienzo de mi pontificado, vengo pensando que el diálogo de la Iglesia con las culturas de nuestro tiempo es un campo vital, donde se juega el destino del mundo en este ocaso del siglo XX”. En efecto, el Papa Wojtyła era muy consciente de la inquietud manifestada por el Concilio Vaticano II, que veía en la cultura un campo privilegiado donde la Iglesia debía entablar diálogo con el mundo contemporáneo. De hecho, en 1982 instituyó el Pontifico Consejo para la Cultura, y en los meses previos pronunció una serie de discursos emblemáticos que serían muy citados posteriormente. Destaca, en primer lugar, el discurso ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en París, en junio de 1980, donde expuso los principios de una auténtica antropología de la cultura.

Un mes después se dirigía a representantes del ámbito cultural en Río de Janeiro con otra alocución sobre el papel de la cultura en la sociedad. Cierra este primer ciclo de intervenciones las palabras que pronunció ante un auditorio de académicos en la Universidad de Coimbra, en mayo de 1982. A partir de ahí, seguirán otras muchas exhortaciones con motivo de encuentros con intelectuales, científicos y representantes de distintos ámbitos culturales, en las que subrayará la dimensión humana de la cultura y su proyección en la sociedad. Todo este conjunto de textos forma un vasto magisterio que ha sido objeto de atención en diferentes ocasiones. En este artículo hacemos un resumen de las principales ideas ahí expuestas.

En su alocución en Río de Janeiro encontramos una buena síntesis de su visión sobre la relación entre cultura y persona, tratada también por extenso en su discurso ante la UNESCO: “La cultura debe cultivar al hombre y a cada hombre en la extensión de un humanismo integral y pleno en el cual todo el hombre y todos los hombres son promovidos en la plenitud de cada dimensión humana. La cultura tiene como fin esencial promover el ser del hombre y proporcionarle los bienes necesarios para el desarrollo de su ser individual y social. Todas las diversas formas de promoción cultural, radican en la cultura animi, según la expresión de Cicerón: la cultura de pensar y de amar, por la cual el hombre se eleva a su suprema dignidad, que es la del pensamiento, y se exterioriza en su más sublime donación, que es la del amor”. Se aprecian aquí las dos ideas basilares que vertebran todo el magisterio de san Juan Pablo II sobre la cultura: la relación entre cultura y persona humana (antropocentrismo cultural) y la relación entre cultura y sociedad (proyección social del espíritu humano).

La cultura según Wojtyła

Las primeras reflexiones de Karol Wojtyła sobre la cultura coinciden con los años del Concilio Vaticano II. Se trata de una conferencia que pronunció en 1964 y que fue publicada en varios artículos. En uno de ellos –“El cristiano y la cultura”–, ofrecía la siguiente descripción: “La palabra cultura es una de las que están más profundamente vinculadas al hombre, que conforman su existencia terrena y en cierto modo denotan su esencia misma. El hombre es el que crea la cultura, el que la necesita, el que se crea a sí mismo gracias a ella. La cultura constituye un conjunto de factores en los que el hombre se va expresando continuamente más que en cualquier otra cosa. Se expresa para sí mismo y para los demás. Las obras de la cultura, que perduran más que el hombre, dan testimonio de él. Es un testimonio de vida espiritual, y el espíritu humano vive no solo gracias a que impera sobre la materia, sino que vive por sí mismo por los contenidos que solo para él son accesibles y poseen significado. Vive por tanto de la verdad, el bien y la belleza, y logra expresar fuera su vida interior y objetivarla en sus obras. Por eso el hombre, como creador de cultura, da un testimonio particular de la humanidad”. Y poco tiempo antes de ser elegido Papa, en otro artículo publicado en 1977 –“El problema del constituirse de la cultura a través de la praxis humana”–, añadía: “La cultura se desarrolla (…) en el interior de este sujeto autónomo [la persona humana]. Su corriente fundamental constituye no tanto la productividad humana cuanto, sobre todo, la personalidad humana, que lleva en sí la tarea de la ‘creación de sí mismo’, que a su vez se irradia en el mundo de los productos”. Esta idea de la cultura como irradiación del espíritu humano en el mundo (o, en otras palabras, como humanización del mundo) resultará clave en su pensamiento. En estos dos breves textos se condensa toda su visión antropológica sobre la cultura, que desarrollará posteriormente en su magisterio petrino. 

Una cultura a la medida del hombre

La centralidad, primacía y defensa de la persona humana constituye la clave para entender el discurso programático que san Juan Pablo II pronunció ante la UNESCO a mediados de 1980, y que, como hemos apuntado, puede considerarse una propuesta de fundamentación antropológica de la cultura. Hasta tal punto es así que, en sus propias palabras, “la cultura es un modo específico del ‘existir’ y del ‘ser’ del hombre”. En otras palabras, cultura y humanidad se identifican. “La cultura es aquello a través de lo cual el hombre, en cuanto hombre, se hace más hombre, ‘es’ más, accede más al ‘ser’ –añade este santo Papa–. (…) La cultura se sitúa siempre en relación esencial y necesaria a lo que el hombre es”. Y concluye: “El hombre es siempre el hecho primero: el hombre es el hecho primordial y fundamental de la cultura”.

Poco después, en su intervención en la Universidad de Coimbra, plasmará esta primacía de la persona humana –sujeto y objeto de la cultura– en una triple fórmula: “La cultura es del hombre, desde el hombre y hacia el hombre”. El ser humano como objeto, origen y destinatario de la cultura, o en otra lograda expresión, “el hombre como centro y raíz de toda cultura”. En este sentido, la cultura debe reflejar la verdad sobre el hombre, y ésta no puede entenderse sin la clave cristológica, la referencia al Modelo de toda humanidad es necesaria: “Si la cultura es el lugar en el cual la persona humana se humaniza y accede siempre más profundamente a su humanidad, se deduce que la condición fundamental de toda cultura es que en ella, y a través de ella, todo el hombre, el hombre en la entera medida de su verdad, sea reconocido (…). Para el creyente, ‘solamente en el misterio del Verbo encarnado encuentra verdadera luz el misterio del hombre… Cristo, revelando justo el misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre’ (Gaudium et Spes, n. 22)”.

Carácter material y espiritual de la cultura

Son varias las consecuencias que se derivan del concepto de este concepto de cultura. Siguiendo a Heiddeger, el Papa Wojtyła considera al hombre un “ser en el mundo” y ahí se desarrolla como persona y personifica o humaniza la realidad circundante a través de su obrar. A ello se une la consideración del hombre como ser social, dialógico, relacional, orientado por naturaleza a vivir en comunidad. De igual modo, el Papa polaco comparte la visión de Hegel y Scheler, quienes, partiendo de la singular condición humana (espíritu encarnado), entienden la cultura como expresión del espíritu. En concreto, el concepto wojtyliano de cultura refleja el carácter espiritual y material a un tiempo de las manifestaciones culturales como obras del hombre. En este sentido, la cultura puede considerarse al mismo tiempo una “espiritualización de la materia” y una “materialización del espíritu”, como él mismo explicaba ante la UNESCO: “Si, en función del carácter y del contenido de los productos en los que se manifiesta la cultura, es pertinente la distinción entre cultura espiritual y cultura material, es necesario constatar al mismo tiempo que, por una parte, las obras de la cultura material hacen aparecer siempre una ‘espiritualización’ de la materia, una sumisión del elemento material a las fuerzas espirituales del hombre, es decir, a su inteligencia y a su voluntad; y que, por otra parte, las obras de la cultura espiritual manifiestan, de forma específica, una ‘materialización’ del espíritu, una encarnación de lo que es espiritual. Parece que, en las obras culturales, esta doble característica es igualmente primordial y permanente”. 

No sería por tanto una verdadera cultura aquella que rechazara u omitiera alguna de las dos dimensiones ontológicas del ser humano (corporal y espiritual), fundidas en una unidad inseparable. Es a través de su carácter de espíritu encarnado como el hombre humaniza el mundo. Así lo explicaba en Río de Janeiro: “La verdadera cultura es la humanización (…). La humanización, es decir, el desarrollo del hombre, se efectúa en todos los campos de la realidad en la que el hombre está situado, y se sitúa: en su espiritualidad y corporeidad, en el universo, en la sociedad humana y divina. (…) La cultura no se refiere ni únicamente al espíritu ni únicamente al cuerpo, y tampoco únicamente a la individualidad, ni a la sociabilidad o universalidad. (…) La cultura debe cultivar al hombre y a cada hombre en la extensión de un humanismo integral y pleno en el cual todo el hombre y todos los hombres son promovidos en la plenitud de cada dimensión humana. La cultura tiene como fin esencial promover el ser del hombre y proporcionarle los bienes necesarios para el desarrollo de su ser individual y social”. La cultura, por tanto, no es otra cosa que el resultado del obrar del hombre en su dimensión corporal y espiritual, una proyección de su ser-persona tanto en el ámbito individual como comunitario, el resultado de un modo de ser (humano) en el mundo. Y no se trata de una dinámica unidireccional (solo aportación) sino bidireccional y multidireccional (mutuo enriquecimiento), porque la cultura, como crisol de aportaciones individuales y colectivas, construye humanidad.

La cultura como espíritu y ethos de un pueblo

Como se ve, en el pensamiento de san Juan Pablo II existe una línea que une antropología y sociología en el ámbito de la cultura. Si la cultura es manifestación del espíritu humano y el hombre es un ser social, la cultura como expresión de humanidad adopta una realidad histórica y geográfica y, en consecuencia, está estrechamente ligada a una identidad nacional. “No obstante su carácter universal y en cierto modo trascendente –afirma este santo Papa–, la cultura humana tiene también necesariamente un aspecto histórico y social”, y puede considerarse “sobre todo un bien común de la nación”. Como conjunto de personas, un pueblo o una nación comparten un mismo espíritu, que da origen a una cultura propia, creada en comunión y compartida. Así lo explicaba el Papa Wojtyła en los primeros años de su pontificado: “La cultura es la vida del espíritu; es la clave que permite el acceso a los secretos más profundos y más celosamente guardados, de la vida de los pueblos; es la expresión fundamental y unificadora de su existencia, pues en la cultura se encuentran las riquezas, yo diría casi inefables, de las convicciones religiosas, de la historia, del patrimonio literario y artístico, del substrato etnológico, de las actitudes y de la forma mentis de los pueblos”. Siendo esto así, la cultura no puede considerarse una mera transmisión de saberes y conocimientos teóricos o prácticos de carácter identitario; implica asimismo la transmisión de un saber moral. “La cultura plena –explica san Juan Pablo II– comprende la formación moral, la educación para las virtudes de la vida individual, social y religiosa”. De este modo, uniendo la dimensión social y la ética, la cultura puede definirse –en palabras de este mismo Papa– como “el conjunto de los principios y valores que constituyen el ethos de un pueblo” y por ello mismo forma parte del bien común de una nación o de cualquier comunidad humana.

Características de una cultura plenamente humana

De las ideas anteriores, san Juan Pablo II extrae algunos rasgos propios de una cultura plenamente humana: su carácter comunicativo, su universalidad, su capacidad de humanizar y, finalmente, su carácter trascendente. Los tres primeros rasgos los desarrolló en un discurso que pronunció en Buenos Aires en mayo de 1987. “Pienso, [en primer lugar], en la comunicación de la misma cultura. En efecto, todo lo que el hombre conoce y experimenta en su interioridad –sus pensamientos, sus inquietudes, sus proyectos–, puede transmitirlo a los demás en la medida en que consigue plasmarlo en gestos, símbolos, palabras. Los usos, las tradiciones, el lenguaje, las obras de arte, las ciencias, son cauces de mediación entre los hombres, tanto entre los contemporáneos como en perspectiva histórica, ya que, en cuanto son transmisores de verdad, de belleza y de conocimiento recíproco, hacen posible la unión de voluntades en la búsqueda concertada de soluciones a los problemas de la existencia humana”. Hasta tal punto comunicación y cultura se identifican, que resulta difícil pensar en una sin la otra: “La comunicación genera cultura y la cultura se transmite mediante la comunicación”, concluye.

En segundo lugar, encontramos su carácter universal. “Es éste un aspecto de la cultura estrechamente vinculado con el anterior –continúa el Papa Wojtyła–. La cultura, en efecto, al poner al hombre en contacto con inquietudes, ideas y valores que tienen su origen en otros lugares y tiempos, ayuda a superar la visión limitada, fruto de una dedicación exclusiva a un ámbito determinado. Por otro lado, aunque la cultura sea también un fenómeno localizado en un área concreta, permite estar siempre en conexión con aspectos universales, que afectan a todos los hombres. Una cultura sin valores universales no es una verdadera cultura”.

El tercer rasgo de la cultura es su capacidad de humanizar, que san Juan Pablo II explica así: “Es la propiedad más importante, porque la comunicación se hace posible cuando hay valores universales, y los valores universales adquieren vigencia cuando gracias a la cultura sirven al hombre completo. El fin de la cultura es dar al hombre una perfección, una expansión de sus potencialidades naturales. Es cultura aquello que impulsa al hombre a respetar más a sus semejantes, a ocupar mejor su tiempo libre, a trabajar con un sentido más humano, a gozar de la belleza y amar a su Creador. La cultura gana en calidad, en contenido humano, cuando se pone al servicio de la verdad, del bien, de la belleza, de la libertad, cuando contribuye a vivir armoniosamente, con sentido de orden y unidad, toda la constelación de los valores humanos”.

Finalmente, como rasgo que fundamenta los anteriores, este santo Papa subraya la apertura a la trascendencia. Son varias las referencias a este aspecto en otros discursos: “Para crear la cultura –dirá ante la UNESCO– hay que considerar íntegramente, y hasta sus últimas consecuencias, al hombre como valor particular y autónomo, como sujeto portador de la trascendencia de la persona”, porque “la cultura hunde sus raíces en el ‘alma naturalmente religiosa’ del hombre”. Y añadirá en otra ocasión: “La cultura, en efecto, (…) debe llevar al hombre a su realización plena en su trascendencia sobre las cosas; ha de impedir que se disuelva en el materialismo de cualquier índole y en el consumismo, o que sea destruido por una ciencia y una tecnología al servicio de la codicia y de la violencia de poderes opresivos, enemigos del hombre”. Así, “una cultura que rechaza referirse a Dios pierde la propia alma y se desorienta transformándose en una cultura de muerte”.

Cultura y evangelización

Se entiende por tanto que la cultura pueda definirse como “un lugar de encuentro” entre la fe y la razón, entre la fe y la creatividad humana. San Juan Pablo II ha reflexionado mucho sobre la relación entre fe y cultura. Aparte del discurso en Buenos Aires, resaltan, entre otros, el discurso a los participantes en el I Congreso Nacional del Movimiento Eclesial de Compromiso Cultural (1982); el mensaje con motivo de la XVIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales: Las comunicaciones sociales, encuentro entre fe y cultura (1984); y el discurso a la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (1992), en el año en que se conmemoraba el quinto centenario del descubrimiento de América. A estos se suman algunas alocuciones dirigidas a los miembros del Pontificio Consejo para la Cultura y otros documentos magisteriales como la Exhortación Apostólica Catechesi Tradendae (1979) y la Encíclica Redemptoris Missio (1990). Todo su pensamiento a este respecto se podría resumir en la frase: “Una fe que no se hace cultura es una fe no plenamente aceptada, no totalmente pensada, no fielmente vivida”.

De ahí que, durante su pontificado, san Juan Pablo II haya hecho un ímprobo esfuerzo por avanzar en una doble línea: la “evangelización de las culturas” y la “inculturación del Evangelio”. “¿Cómo hacer accesible, penetrante, válida y profunda la respuesta al hombre de hoy, sin alterar o modificar en nada el contenido del mensaje evangélico? ¿cómo llegar al corazón de la cultura que queremos evangelizar?, ¿cómo hablar de Dios en un mundo en el que está presente un proceso creciente de secularización?” se preguntaba en una ocasión el propio Papa Wojtyła. Y él mismo ofrecía la respuesta. En primer lugar, destaca la primacía de Jesucristo en el mensaje evangélico, porque “evangelizar es anunciar a una persona, que es Cristo”. En segundo lugar, la actitud receptiva, dialogante y paciente, alejada de todo aire de superioridad o de imposición, de modo que la “cultura adveniente” (aquella que trae la fe) empape las “culturas ya existentes” de modo natural, y se pueda asimilar y poner de relieve “todo lo que en ellas hay de profundamente humano y humanizante”. En tercer lugar, subraya el amor por el ser humano, que se manifiesta en la defensa de su dignidad como ser racional y libre, y en la búsqueda de la paz y la comunión social, porque “al impulsarnos a evangelizar, nuestra fe nos incita a amar al hombre en sí mismo”. Finalmente, insiste en la necesidad de encontrar nuevos modos creativos de presentar el mensaje de Cristo a los hombres y mujeres de nuestro tiempo. En concreto, este santo Papa subraya “la necesidad de movilizar a toda la Iglesia en un esfuerzo creativo, en orden a una evangelización renovada de las personas y de las culturas. (…) Este es un proyecto cultural y evangélico de primera importancia”.

San Juan Pablo II, “teólogo de la cultura”

Esta apretada síntesis del magisterio de san Juan Pablo II sobre la cultura resulta suficiente para apreciar el gran calado que ofrecen sus reflexiones. No en vano, el cardenal Avery Dulles llegó a otorgarle el calificativo de “un teólogo de la cultura”. En efecto, este santo Papa ofrece una idea de cultura coherente con una antropología basada en la grandeza del hombre como imago Dei, una criatura que actúa como centro y medida (origen, fin y objeto) de toda expresión cultural, de modo que, como señala Francesco Botturi, “en la visión antropológica del Papa Juan Pablo II, la cultura constituye la figura sintética del ser humano”. El obrar del hombre a través de la cultura posee un poder que se irradia tanto ab intra (perfecciona a la persona y contribuye a su plenitud) como ab extra (transforma el mundo humanizándolo). En su dimensión social, constituye el espíritu y el ethos de un pueblo, una parte ineludible de su identidad. Al mismo tiempo –y en consecuencia– la verdadera cultura respeta la dignidad humana y está abierta a la trascendencia. Se trata de una cultura que actúa como un lugar de encuentro y de diálogo entre la Iglesia y el hombre contemporáneo, y que sigue siendo un areópago clave para la nueva evangelización.

Irradiación de la humanidad en el mundo

Autor: Alejandro Pardo
Editorial: Eunsa
Páginas: 400
Año: 2025
El autorAlejandro Pardo

Sacerdote. Doctor en Comunicación Audiovisual y en Teología Moral. Profesor del Instituto Core Curriculum de la Universidad de Navarra.

Evangelización

Familias, párrocos de Paiporta y Vallecas, y Sí a la Vida, Premios Misión 2025

Ocho iniciativas y personalidades han sido galardonadas con los Premios Misión 2025, que ha entregado la revista Misión en una gala festiva. Los galardonados han sido la familia de Pablo y Lola, la parroquia San Ramón Nonato de Vallecas, Mar Dorrio, la asociación Nártex, las hermanas Ana y Casilda Finat, la familia Zavala Gasset, el padre Salvador Romero Abuin, párroco de Paiporta durante la DANA, y la Marcha Sí a la Vida.

Redacción Omnes·20 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

La semana pasada ha tenido lugar en la Universidad Francisco de Vitoria la gala de entrega de la XIII Edición de los Premios Misión 2025 por la revista Misión. Los galardonados han sido ocho entidades y personalidades de la vida española, en una gala que se desarrolló en un ambiente festivo, con asistencia de más de un centenar de personas.

Al inicio del acto, el rector de la Universidad Francisco de Vitoria, Daniel Sada, destacó que la revista “es de esas historias que merecen la pena. Y merece la pena por la cantidad de historias de luz que Misión nos permite conocer y que en un día como hoy se concentra en unos premiados que representan esa luz”.

Posteriormente, Isabel Molina Estrada, directora de la revista Misión, recordó cómo “las ideologías dominantes han llevado al hombre y la mujer a perder de vista la altísima vocación a la que están llamados”. Molina realizó un importante llamamiento: “Dios, a cada uno de nosotros, a cada familia, le ha dado una misión. Lo que no hagamos por Él en cuotas de sacrificios, de oración, de trabajo, de entrega, nadie lo hará. ¡Tu misión y la de tu familia son únicas e irrepetibles!”.

Isabel Molina, directora de la revista Misión, en la gala de entrega de los Premios Misión 2025.

Familias, parroquias, voluntarios,  influencers… 

Los primeros galardonados este año 2025 han sido la familia de Pablo y Lola, matrimonio madrileño padres de 6 hijos, tres de ellos adoptados y con necesidades especiales. La parroquia San Ramón Nonato de Vallecas, en la persona de su párroco, José Manuel Horcajo, “un ejemplo de cómo se puede ayudar a los más necesitados a la vez que se evangeliza”. Y Mar Dorrio, @whynottwelve, madre de 12 hijos, escritora y conferenciante, “cuya experiencia ha ayudado a miles de familias católicas en la educación de sus hijos”.

A continuación, han sido premiados la Asociación Nártex, voluntarios que llevan 19 años “mostrando el Evangelio a través del arte en iglesias y catedrales en España y en Europa”, en la persona de su presidenta, Isabel Fernández. Las hermanas Ana y Casilda Finat, conocidas “influencers” que tras sus conversiones dedican sus redes sociales a hablar de Dios. Y la familia Zavala Gasset, que evangelizan juntos a través del cine, los medios audiovisuales y de la literatura, tras la conversión de José María Zavala, el padre de familia, conocido periodista y escritor.

Párroco de Paiporta (DANA)

El séptimo premio lo recogió el padre Salvador Romero Abuin, párroco de la parroquia San Ramón Nonato de Paiporta durante la DANA, que arrasó numerosas localidades del Levante español. Salvador Romero explicó que “la Providencia se empezó a manifestar desde el primer instante”. Y aunque fue “como una película de terror”, hubo “una experiencia de auténticas bendiciones, de muchos milagros y una evidencia realmente escandalosa de que Dios siempre está presente”. 

Marcha Si a la Vida

El último premio lo recibió la Marcha Sí a la Vida, que aglutina a más de 500 asociaciones y que cada año saca a las calles a miles de personas en defensa de la dignidad de toda vida humana. Alicia Latorre recordó que sólo en las estadísticas oficiales se refleja que a más de tres millones de bebés se les ha impedido nacer en España debido al aborto.

Antes de concluir el acto, el padre Javier Cereceda LC, director territorial de los Legionarios de Cristo en España, animó a los presentes a dejar actuar al Espíritu Santo en sus vidas. Los premiados muestran -indicó- que “el Señor quiere y puede actuar a través vuestro y esto es un milagro de esperanza. En este mundo que necesita esta luz de la esperanza hacéis ver que te puedes creer que el Espíritu Santo quiere actuar en ti”.

Misión cuenta con más de 50.000 suscriptores en toda España, está vinculada a la Universidad Francisco de Vitoria, al movimiento Regnum Christi y a los Legionarios de Cristo. Es una publicación generalista, trimestral, de inspiración católica, dirigida a las familias, y cien por cien gratuita.

El autorRedacción Omnes

Evangelización

El Papa: “santidad en la vida matrimonial” de los padres de santa Teresa del Niño Jesús

Este fin de semana, en el santuario de Alençon (Francia), numerosas familias estaban invitadas a conmemorar el décimo aniversario de la canonización de Luis y Celia Martin, padres de santa Teresa del Niño Jesús. Con este motivo, el Papa León XIV envió un mensaje a los reunidos, “en el mismo lugar donde se santificaron en su vida matrimonial”.

Francisco Otamendi·20 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

El mensaje del Papa estaba dirigido al obispo Bruno Feillet, y fechado el 1 de octubre, memoria de la santa de Alençon. “Siendo la primera pareja en ser canonizada”, escribió el Papa refiriéndose a los padres de santa Teresa del Niño Jesús, “este evento reviste especial importancia porque destaca el matrimonio como camino hacia la santidad”.

“Entre las vocaciones a las que Dios llama a hombres y mujeres, el matrimonio es una de las más nobles y elevadas”, prosigue el Pontífice. “Luis y Celia comprendieron que podían santificarse no a pesar del  matrimonio, sino a través, en y por el matrimonio, y que su matrimonio debía considerarse el punto de partida de una ascensión conjunta” (Card. Martins, Homilía de Beatificación)”.

“La Santa Pareja de Alençon es, por tanto -añade el Papa León-, “un modelo luminoso y entusiasta para las almas generosas que han emprendido este camino, o que planean hacerlo, con el sincero deseo de llevar una vida hermosa y buena bajo la mirada del Señor, tanto en la alegría como en la prueba”.

“En la vida conyugal”

Con motivo de este aniversario, el Papa León XIV se ha unido espiritualmente a los fieles reunidos en la ciudad donde los esposos Martin “alcanzaron la santidad en su vida conyugal”, recoge Vatican News. En Alençon, Celia y Luis se conocieron, se casaron y recibieron con amor a sus nueve hijos. Cinco de sus hijas se hicieron religiosas, y entre ellas se encuentra Santa Teresa del Niño Jesús, la menor, proclamada por Pío XI patrona de las misiones en 1927.

El Papa subraya que nunca se “retiraron del mundo” en su camino de santidad. Luis y Celia fueron “santos de la puerta de al lado”, en expresión del Papa Francisco. León XIV  invita a la Iglesia a presentar este matrimonio “ejemplar” a los jóvenes que dudan en lanzarse a “una aventura tan bella”, por su fidelidad mutua, su fervor y perseverancia en la fe, y la manera en que educaron a sus hijos y vivieron la caridad y la justicia social.

El autorFrancisco Otamendi

Evangelización

5 consejos de Jacques Philippe para mantener la esperanza

Jacques Philippe explicó, en la Universidad de Navarra, cómo cultivar la esperanza en tiempos donde todo parece ir en contra del cristiano.

Teresa Aguado Peña·20 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

El famoso sacerdote y escritor francés Jacques Philippe habló en la Universidad de Navarra sobre la esperanza: «la virtud más importante que debemos cultivar». Santa Catalina de Siena decía que el ser humano es limitado en sus fuerzas y en su inteligencia pero hay algo ilimitado en él: su deseo. Todos anhelamos ser felices y tenemos inscrito en nuestro alma un deseo de plenitud que Dios ha puesto en nosotros.

Jacques Philippe explicó cómo crecer en la esperanza significa acoger al Espíritu Santo y desear lo que Dios desea para nosotros, que es siempre un designio más grande de lo que esperamos. Así, propone «dejarle nuestro deseo, que lo purifique y lo lleve a cumplimiento. Debemos amar lo que Dios nos tiene preparado y no quedaremos defraudados, porque Dios es fiel».

Es cierto que ser cristiano hoy en día significa combatir contra muchos males. Pero Jacques Philippe anima a «esperar contra toda esperanza». Ante el aparente triunfo del aborto y la eutanasia, el escritor apunta que son sólo fracasos provisionales. Churchill decía «hemos perdido una batalla pero no la guerra». Debemos recordar que un día habrá una victoria definitiva, «porque la guerra es de Cristo. La historia humana no termina en oscuridad sino en la gloria de Cristo. Todos seremos transfigurados. Así, la principal misión de todo cristiano es mantener viva la llama de la esperanza».

Jacques comentó que el corazón humano tiende a encogerse, a ver lo negativo. Pero el don de la esperanza dilata nuestra inteligencia, nuestra mirada y nuestras aspiraciones, recobrando así la alegría de amar. Aunque es un don, también nosotros podemos cultivarla. Jacques dio cinco consejos para este fin:

1.Pedirla en la oración

Dios puede alimentar nuestra esperanza, si se la pedimos. «Si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se lo pidan!» (Mt 7:11). Jacques invitó a la perseverancia en la oración: «pedid y se os dará» (Mt 7:7). Así San Juan de la Cruz decía «De Dios obtenemos tanto como esperamos».

Cuando al final del día uno hace examen de conciencia puede pensar «he fallado en todas las virtudes». Nos podemos ver pobres, incapaces de hacer cosas buenas. «Ahí es cuando uno debe decir: ‘en mi arco me queda aún una flecha: la esperanza en la misericordia de Dios». Así, antes de dormir, Jacques invita a rezar la siguiente oración: «Señor, no puedo glorificarte por mi paciencia, mi generosidad o mi santidad de vida, pero aún me queda una forma de darte gloria: confío en tu misericordia». Confiar sin límites en su amor y su perdón nos salva de la tristeza y el desánimo.

2. Alimentarse de la Palabra de Dios

Jacques hablaba de un peligro: «nos centramos mucho en nuestras impresiones y no tanto en la Palabra de Dios». «El cielo y la tierra pasarán, mas tu palabra no pasará» (Mt 34:25). Intitó a que cada uno se pregunte «¿Qué lugar ocupa la escritura en mi vida?»

El escritor afirmó que las Escrituras están llenas de textos hermosos sobre la esperanza. Mencionó Hebreos 6, 18: » es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma». Explicó así que la esperanza es el ancla del alma segura y firme a la que debemos sujetarnos.

3. Compartir la fe y la esperanza con otros

«No podemos vivir la fe solos. Debemos pertenecer a familias espirituales, ya sea la familia, la parroquia o grupos de oración» aseveró Jacques. Compartiendo la fe y los anhelos nos animamos unos a otros con nuestros testimonios. «Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt 18:20). Con Dios en medio, la fe se fortalece y la esperanza se hace más alegre.

Jacques Philippe contaba cómo la prensa habla del horror por el que pasa la Iglesia en Francia, «pero yo veo a los cristianos compartiendo su fe y están felices. No hay esa capa de plomo que describen los periodistas».

Habló de la importancia de estar contentos por se cristianos: «una de las mayores tentaciones del demonio es privar a los cristianos del orgullo de su fe, de la alegría de ser cristianos. Necesitamos así comunidades fervientes en la oración, la alabanza y la Palabra de Dios».

4. Acercarse a los que sufren

«Mirar el sufrimiento es algo paradójico» decía. Cuando un cristiano es sensible al sufrimiento, su tendencia natural es dar ánimos al que sufre y tratar de darle esperanzas. «Cuando practicas la caridad, se renueva la esperanza» repitió. Animaba así, en comunión con Dilexi te, a acercarse a los pobres, a los pequeños, reconociendo en ellos a Cristo.

«Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos» (Mt 5:3). Con esta cita explicó que precisamente la pobreza es una gracia que nos obliga a practicar la esperanza. Por ello, no debemos temer nuestras pobrezas, debilidades ni sufrimientos. Porque a través de ellos aguardamos con perseverancia la salvación de Dios.

5. Proclamar el Evangelio

Cuando proclamamos el Evangelio, sentimos una alegría profunda, pero Jacques Philippe nos recuerda que esa alegría no debe basarse en nuestros méritos, talentos o logros humanos, sino en la esperanza firme de lo que Dios ha prometido. Cuando Jesús envió a los discípulos a anunciar el Evangelio les dijo «no os alegréis de que podáis someter a los espíritus, sino alegraos de que vuestros nombres están escritos en el Cielo» (Lc 10:20). La verdadera alegría cristiana nace de esta certeza: la salvación eterna nos asegura un futuro pleno en la presencia de Dios, y vivir el Evangelio se convierte en un ejercicio constante de esperanza, que nos permite mirar más allá de las dificultades del presente y encontrar paz y gozo en la promesa de la vida eterna.

El amor verdadero no está en internet

Amar de verdad es darse y buscar al otro para entregarse, no para poseerlo; un amor que solo crece en la cercanía real, no en la virtualidad.

20 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

¿Qué es el amor? ¿Hay un amor verdadero y otro falso?

Existen dos verbos reflexivos que nos van a iluminar sobre este nuevo fascículo bimestral de los nuestros: darse y buscarse.

Cuando uno se pregunta si en una relación hay amor verdadero debe cuestionarse respecto de la capacidad de entrega mutua entre los amantes, si se dan entre ambos, si se buscan precisamente para darse.

Podríamos destacar del amor verdadero su ser un sentimiento puro, incondicional y duradero, basado en el respeto mutuo, la libertad, el apoyo y la aceptación de la otra persona tal como es, incluso en las adversidades. 

Por contra, el amor falso es egoísta y posesivo, busca la gratificación personal, se alimenta de las circunstancias externas y es frágil y efímero. 

El genuino amor requiere presencia y trato personal

Hecha la anterior distinción y determinado cuál es el genuino amor, parece evidente que, para dar con él, el único modo de verificación de tanto “requisito” será el encuentro entre quienes se aman; encuentro presente, y no virtual.

El amor no requiere presencia como condición absoluta, pero aquélla lo facilita enormemente. El contacto físico es fundamental para la comunicación del afecto. Aparece evidente a todos los ojos que solo una conexión íntima, profunda, y por tanto real y presente, hará que crezca el verdadero amor. 

Si bien las relaciones a distancia pueden funcionar, implican un esfuerzo consciente y una adaptación mayor para suplir la falta de cercanía física, que es un ingrediente clave para fortalecer la relación. La cercanía física permite expresar y recibir afecto a través de caricias, abrazos y besos, lo que estimula la liberación de oxitocina, la denominada hormona del amor, y otras sustancias químicas relacionadas con el placer y la conexión. 

La presencia facilita la lectura del lenguaje corporal y las expresiones faciales, elementos cruciales para entenderse y sentirse cuidado –amado– por la otra persona. 

Compartir el espacio físico contribuye a una intimidad más profunda y a una evolución conjunta de la relación, aspectos que pueden verse mermados en las relaciones a distancia. 

Conocer a la persona en distintos ámbitos y en su ambiente natural, en lugar de basarse en una imagen idealizada, es clave para una relación sana y evitar decepciones. Como dijo el Papa Francisco en febrero de 2023 en un encuentro de reflexión sobre los desafíos de la tecnología, ésta no puede suplantar al contacto humano: lo virtual no puede sustituir a lo real y tampoco las redes sociales al ámbito social.

La maravilla del ciberespacio y la evidente limitación de su naturaleza virtual

El ciberespacio ofrece virtudes como el acceso instantáneo a información y conocimiento, la comunicación global y la facilitación de interacciones sociales y profesionales; pero también presenta limitaciones como, entre otras, la desinformación, o los riesgos de seguridad y privacidad. 

Facilita la conexión con personas de todo el mundo, permitiendo interacciones asincrónicas y sincrónicas, y el desarrollo de comunidades en línea. 

Sin embargo, la abundancia de información hace difícil distinguir la veracidad de las fuentes, propagando datos erróneos, falsos –fake– o inapropiados. Y existe el riesgo de ciberacoso, estafas, suplantación de identidad y la exposición de información personal a terceros. 

Lo anterior se evidencia en las denominadas plataformas de citas –dating sites– que, si bien presentan ventajas, como la ampliación del círculo social y el acceso a personas con intereses afines, también presentan inconvenientes, destacando el de la superficialidad basada en la apariencia y los mencionados riesgos referidos a la falsedad.

El autorAlejandro Vázquez-Dodero

Sacerdote. Director de Desarrollo de las Facultades Eclesiásticas de la Universidad de Navarra.

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Libros

Un análisis de los cambios religiosos y sociales en España

Rafael Ruíz Andrés y Rafael Díaz-Salazar analizan en su nuevo libro la relación entre compromiso político, cristianismo y secularización, explorando la experiencia de los “cristianos para el socialismo” y los desafíos del catolicismo en el siglo XXI.

José Carlos Martín de la Hoz·20 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

El profesor de Sociología religiosa de la Universidad Complutense de Madrid y uno de nuestros más prestigiosos sociólogos de la actualidad académica, Rafael Ruíz Andrés, ha publicado en PPC los resultados de un interesante diálogo con el profesor casi emérito de sociología Rafael Díaz-Salazar mantenido entre los primeros meses de 2024 y la primera semana de abril de 2025, cuando todavía vivía el Papa Francisco.

Los coautores del libro son personas de relevancia en el mundo académico de la sociología en la Universidad Complutense de Madrid. En primer lugar, el fino entrevistador, Rafael Ruiz Andrés (Palencia 1991), profesor de prestigio de la citada universidad y autor de una importante tesis doctoral ya publicada con gran éxito sobre la secularización en España durante el siglo XX.

El entrevistado es Rafel Díaz-Salazar (Ciudad Real 1956), profesor de sociología de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la universidad Complutense de Madrid, una autoridad en el ámbito de la sociología religiosa y marcado políticamente como católico de izquierdas y comprometido por el cristianismo en el PSOE y últimamente en el ecosocialismo de corte internacional. Es autor de importantes trabajos en esa materia referentes a Antonio Gramsci y, por supuesto, su interesante estudio “El factor católico en la política española. Del Nacionalcatolicismo al laicismo, en PPC en el 2006 y otras obras de la sociología religiosa que estaba presentes en la Transición democrática en España y que explican el rápido crecimiento del socialismo en España en aquella época en los años setenta. 

Cristianos revolucionarios: fe y compromiso social

Desde las primeras páginas, Rafael Díaz-Salazar no tiene ningún rubor en explicar su conversión al marxismo, su toma de conciencia de clase, su compromiso por la justicia y la acción social desde su juventud hasta la actualidad, siempre con una unión tenue con el cristianismo: “soy fruto del obrerismo cristiano de la HOAC” (15). Es interesante en la vida personal de Ruiz-Salazar la confusión entre la vida de oración personal y la práctica de la formación cultural y espiritual (30-31). Todo eso va unido a una ausencia total de vida sacramentaria y devociones eucarísticas o lectura meditativa de los clásicos de espiritualidad (256-257). 

A Díaz- Salazar le parece que la religión ha mutado y se ha convertido en algo más personal o familiar y menos público y ostensible (47). Todo eso conforma una ruptura de unidad de vida entre la fe en Jesucristo y su doctrina.

Su visión histórica de la Iglesia está llena de lugares comunes y de mucha ignorancia: “la Iglesia aliada del poder” (97), o esta otra afirmación: “fue una desgracia que el protestantismo no pudiera arraigar en nuestro país” (66). Asimismo, demuestra una gran ignorancia del tema cuando afirma que la Inquisición expulsó a los judios y a los moriscos de España (80, 89).

Los conocimientos acerca del tardo-franquismo quedan al descubierto cuando afirma con toda contundencia, como alguien que domina el conocimiento de la materia, que los dos pilares del régimen fueron el Opus Dei y la ACNdP. Sencillamente, el dictador nunca se dejó dominar por ninguna institución o agrupación de personas que pudieran hacerle sombra y, además, el Opus Dei no tenía como fin entrar en política, ni la extensión, ni la capacidad de influir políticamente en el régimen ya que nunca se metió en política, ni tenía personas, ni instituciones para hacerlo. Se entiende que, si en algo tan básico y conocido se equivoca, cuantas veces lo habrá hecho en sus teorías sociológicas vertidas en este trabajo (75). 

Respecto a las fuentes de su pensamiento, basta con leer la relación de autores que él mismo presenta para poder confirmar que estamos ante un genuino exponente de “cristianos para el socialismo”, pues es superficialmente creyente y además está imbuido por la cuestión social, no solo marxista, sino comprometido con la acción revolucionaria (16). 

Enseguida añadirá que para los jóvenes de su edad y de su línea de pensamiento el norte era “el hambre de justicia y el hambre de Dios estaban conectados y profundamente unidos a nuestro ser. Éramos revolucionarios y cristianos a la vez (…). Cristianos revolucionarios” (17).

Páginas después resumirá su compromiso-vocación: “dedicarme al compromiso político y a la acción directa, como Jesús de Nazaret, para cambiar la realidad de injusticia y explotación que sufría el mundo obrero” (20). 

Poco después señalará como se concretó su lucha enclavada en la universidad complutense como profesor de Estructura social de España: “siempre he tenido claro que tenía que caminar con dos pies: uno estaba allí y otro en el mundo de los movimientos sociales y otras organizaciones sociopolíticas y cristianas con el fin de acompañar la formación de activistas y generar opinión pública crítica” (23).

La sociología de la religión y los desafíos del cristianismo

Lógicamente, los dos autores del libro terminarán hablando como sociólogos de la religión y del nuevo mapa de la sociología religiosa en España, aventuran pronósticos aciagos para el cristianismo, como su desaparición. Aunque dan todo tipo de posibilidades, también la de que la iglesia católica salga beneficiada del secularismo reinante.

Efectivamente, puede suceder que el Espíritu Santo, traiga a los templos católicos y al calor de las familias cristianas a hombres y mujeres y familias paganas que al calor de la liturgia descubran al “Deus absconditus” en el interior del alma cristiana y de las iglesias y de la caridad cristiana en sus múltiples y variadas formas de las obras de misericordia corporales y espirituales. 

Se equivoca Diaz-Salazar al achacar la derrota del crecimiento de los católicos en el voto de centro izquierda a Juan Pablo II. La doctrina social de la Iglesia revalorizada por él ha tenido su continuidad en el papa Francisco. Quizás la clave esté en que Juan Pablo II que venía de Polonia de luchar contra el marxismo como motor de la vida política y abrió los ojos a muchos activistas de izquierda de la antropología anticristiana que contenía el marxismo (78).

Conversaciones con Rafael Díaz-Salazar

Autor: Rafael Día-Salazar, Rafael Ruiz Andrés
Editorial: PPC
Páginas: 304
Año: 2025
Cine

Un campeón mundial contra la Inteligencia Artificial

Revancha revive el duelo entre Kaspárov y Deep Blue, explorando el choque entre la mente humana y la inteligencia artificial.

Pablo Úrbez·20 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Serie

Dirección: Yan England
Reparto: Christian Cooke, Sarah Bolger, Trine Dyrholm
Plataforma: Movistar
País: Francia, 2024


Revancha – Movistar: En 1996, el campeón del ajedrez Garri Kaspárov aceptó participar en un experimento: jugar una partida de ajedrez contra una máquina bautizada como Deep Blue. Tras la victoria de Kaspárov sin apenas dificultad, IBM le propuso la revancha: una serie de seis partidas que se extendieron a lo largo de 1997.

Revancha puede recordar a largometrajes y series clásicos acerca del ajedrez, como En busca de Bobby Fischer (1993), La reina de Katwe (2016) o la reciente Gambito de dama (2020). Y, en muchos aspectos, se desenvuelve en los moldes habituales de esta clase de obras. Pero Revancha suma a su favor un componente original: la batalla entre el ser humano y la máquina, la frontera entre la razón humana y la inteligencia artificial. La clave de bóveda del relato es si Deep Blue podrá ser capaz de vencer al campeón mundial de ajedrez. 

De este modo, se revela como una obra repleta de enjundia y rabiosa actualidad. Los personajes discuten sobre qué es lo propio del hombre y qué es propio de la máquina; quienes trabajan para IBM introducen en Deep Blue numerosas funciones, algoritmos y reglas para sorprender a Kaspárov, y, por supuesto, existe la tentación de hacer trampas. Por su parte, Kaspárov no disputa una partida cualquiera: su propia vocación como ajedrecista está en juego (¿se acabará el ajedrez si pierde?), sus miedos y fantasmas suponen limitaciones para competir, y debe lidiar con un conflicto familiar por la desatención a su esposa y a su hija. 

A lo largo de sus seis capítulos se intercalan la tensión de las partidas de ajedrez con las conversaciones de Kaspárov con su representante y su familia; las sesiones de trabajo de ajedrecistas e informáticos para perfeccionar a Deep Blue; y observamos cómo los directivos de IBM convirtieron aquel duelo en una cuestión de supervivencia para la empresa, por temor a un desplome de su valor en bolsa. Además, se muestran unos flashbacks pertinentes sobre los inicios de Kaspárov como ajedrecista en la URSS, además de unas escenas menos necesarias acaecidas en 2015. Por último, el desenlace no es perfecto y no está a la altura del conjunto de la serie, aunque seguro entusiasmará tanto a los fanáticos del ajedrez como a quienes tengan interés por la inteligencia artificial y la batalla entre el hombre y la máquina.

El autorPablo Úrbez

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Vaticano

¿Los cristianos responden con amor?, pregunta León XIV en una “fiesta de la santidad”

“¡Una gran fiesta de la santidad!”. Así ha llamado el Papa León XIV a las celebraciones de este domingo, Jornada Mundial de las Misiones, con 70.000 personas en la Plaza de San Pedro. La Iglesia tiene siete nuevos santos: un arzobispo armenio mártir, tres religiosas, y tres laicos. En la homilía, se ha preguntado: “cuando hay gritos de ayuda, ¿los cristianos responden con amor?”.

CNS / Omnes·19 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

– Carol Glatz (Ciudad del Vaticano, CNS).

Al canonizar a siete nuevos santos -«una gran fiesta de la santidad»-, en el Domingo Mundial de las Misiones, el Papa León XIV se preguntó si los cristianos responden con amor cuando hay gritos de ayuda. Y dijo que Dios está presente dondequiera que los inocentes sufren, y su forma de justicia es el perdón. 

“Dios concede justicia a todos, dando su vida por todos”, dijo en su homilía durante la Misa de canonización en la Plaza de San Pedro el 19 de octubre. Es el penúltimo domingo de este mes, cuando la Iglesia reza por los misioneros y sus esfuerzos en la evangelización, la educación, la atención médica y otros ministerios.

“De hecho, es esta fe la que sustenta nuestro compromiso con la justicia, precisamente porque creemos que Dios salva al mundo por amor, liberándonos del fatalismo”, dijo. “Al escuchar el clamor de quienes atraviesan dificultades, preguntémonos: ¿somos testigos del amor del Padre, como Cristo lo fue para todos?”.

Jesús “es el humilde que llama a los soberbios a la conversión, el justo que nos hace justos”, afirmó.

Siete nuevos santos, incluido los dos primeros de Venezuela

Durante la segunda ceremonia de canonización de su pontificado, el Papa León declaró la santidad de siete hombres y mujeres de los siglos XIX al XXI. Incluidos los primeros santos de Venezuela: Santa María Rendiles Martínez y San José Gregorio Hernández Cisneros.

María del Carmen Rendiles fue fundadora venezolana de la Congregación de los Siervos de Jesús, nació en Caracas en 1903 y falleció en 1977. José Gregorio Hernández nació en 1864 y se convirtió en miembro de la Tercera Orden Franciscana. Médico venezolano, se le conoció como «el médico de los pobres» y falleció en un accidente en 1919 cuando se dirigía a atender a un paciente.

Otros cinco canonizados

El Papa también canonizó a otros cinco beatos.

Son Ignacio Maloyan, arzobispo católico armenio mártir de Mardin, en la actual Turquía. Nacido en 1869, fue arrestado, torturado y ejecutado en Turquía en 1915. Pedro To Rot, catequista laico mártir, esposo y padre de Papúa Nueva Guinea. Nacido en 1912, fue arrestado en 1945 durante la ocupación japonesa en la Segunda Guerra Mundial y asesinado por inyección letal en prisión.

Vincenza Maria Poloni, fundadora de las Hermanas de la Misericordia de Verona, Italia; vivió entre 1802 y 1855. María Troncatti, hermana salesiana nacida en Italia en 1883 que se convirtió en misionera en Ecuador en 1922. Murió en un accidente aéreo en 1969.

Y Bartolo Longo, abogado italiano nacido en 1841. Fue un opositor militante de la Iglesia y estuvo involucrado en el ocultismo. Pero se convirtió, dedicándose a la caridad y a la construcción del Santuario Pontificio de la Santísima Virgen del Rosario de Pompeya. Murió en 1926.

Aspecto de la Plaza de San Pedro en la Misa de canonización de siete nuevos santos por el Papa León XIV el 19 de octubre de 2025 (Foto CNS/Lola Gómez).

“Fieles amigos de Cristo”, “no héroes o campeones”

El Papa llamó a los nuevos santos “fieles amigos de Cristo” que “no son héroes o campeones de algún ideal, sino hombres y mujeres auténticos”, que fueron “mártires de su fe, evangelizadores, misioneros, fundadores carismáticos y «benefactores de la humanidad».

Tener fe en la tierra es lo que “sostiene la esperanza en el cielo”, afirmó el Papa en su homilía.

“Oren siempre” sin cansarse

De hecho, Cristo les dice a sus discípulos que “oren siempre” sin cansarse, dijo. “Así como la respiración sustenta la vida del cuerpo, la oración sustenta la vida del alma: la fe, de hecho, se expresa en la oración, y la oración auténtica vive de la fe”.

En la parábola de la viuda persistente del Evangelio de hoy (Lc 18,1-8), Jesús pregunta a sus discípulos si creen que Dios es juez justo para con todos. Y “si creemos que el Padre quiere siempre nuestro bien y la salvación de todo hombre”.

Dos tentaciones

Es importante preguntar por las tentaciones que ponen a prueba esta creencia, dijo el Papa. La primera tentación “se fortalece con el escándalo del mal, llevándonos a pensar que Dios no escucha el clamor de los oprimidos ni se apiada de los inocentes que sufren”.

“La segunda tentación es la pretensión de que Dios debe actuar como nosotros queremos: la oración entonces da paso a una orden a Dios, para enseñarle a ser justo y eficaz”, afirmó.

El Papa León XIV pronuncia su homilía durante la misa de canonización de siete nuevos santos en la Plaza de San Pedro del Vaticano el 19 de octubre de 2025 (CNS photo/Lola Gomez).

“Padre, hágase tu voluntad”

Pero Jesús “nos libera de ambas tentaciones”, especialmente con sus palabras durante la Pasión: “Padre, hágase tu voluntad”, afirmó el Papa León.

“La cruz de Cristo revela la justicia de Dios, y la justicia de Dios es perdón. Él ve el mal y lo redime cargándolo sobre sí”, dijo. “Cuando somos crucificados por el dolor y la violencia, por el odio y la guerra, Cristo ya está ahí, en la cruz por nosotros y con nosotros”.

“No hay llanto que Dios no consuele; no hay lágrima que esté lejos de su corazón”, dijo. “El Señor nos escucha, nos abraza tal como somos y nos transforma tal como es él”.

“Quien no acoge la paz como un don no sabrá dar la paz”

“Quien rechaza la misericordia de Dios, sin embargo, sigue siendo incapaz de tener misericordia con el prójimo. Quien no acoge la paz como un don no sabrá dar la paz”, afirmó.

Jesús invita a los fieles “a la esperanza y a la acción” y pregunta: “Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la providencia de Dios”», preguntó el Papa.

Después de la Misa y antes de rezar el Ángelus, el Papa León XIV  agradeció a los líderes y dignatarios de diferentes países que asistieron a la Misa de canonización. Entre ellos el presidente italiano Sergio Mattarella y el presidente libanés Joseph Khalil Aoun.

Misioneros de esperanza

Ante unas 70.000 personas presentes, dijo que “hoy es el Día Mundial de las Misiones”.

Si bien toda la Iglesia es misionera, “hoy oramos especialmente por aquellos hombres y mujeres que lo han dejado todo para llevar el Evangelio a quienes no lo conocen”, dijo. “Son misioneros de esperanza entre todos los pueblos”.

“Oración por Tierra Santa, Ucrania, otros lugares”

¡Saludo de corazón a todos los que han participado en esta celebración, que ha sido una gran fiesta de la santidad!”, afirmó el Papa también antes de rezar el Ángelus.

Al concluir, subrayó: “Encomendemos a la intercesión de la Virgen María y de los nuevos santos nuestra continua oración por la paz, en Tierra Santa, en Ucrania y en otros lugares en guerra. Que Dios conceda a todos los responsables sabiduría y perseverancia para avanzar en la búsqueda de una paz justa y duradera”.

El autorCNS / Omnes

Iniciativas

Amanda Achtman: «Con la eutanasia uno duda que pueda ser amado hasta el final»

Amanda Achtman, fundadora de ‘Dying to Meet You’, comparte cómo su proyecto lucha contra la eutanasia y promueve una cultura de acompañamiento, dignidad y esperanza frente al sufrimiento y la muerte.

Teresa Aguado Peña·19 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 7 minutos

Amanda Achtman es la fundadora de Dying to Meet You, un proyecto cultural y educativo que busca humanizar la conversación sobre la muerte y defender la dignidad de toda vida humana frente al avance de la eutanasia en Canadá y en el mundo. A través de la escritura, los cortometrajes y los encuentros comunitarios, Amanda propone una alternativa basada en el acompañamiento, el amor y la esperanza. En esta entrevista, comparte el origen de su iniciativa —nacida como un blog personal durante el debate legislativo sobre la ampliación de la eutanasia— y reflexiona sobre cómo restablecer nuestra salud cultural en lo que respecta a nuestras experiencias de muerte y agonía.

Amanda creció en una familia judío-católica, una doble herencia que marcó profundamente su visión del mundo y su sensibilidad hacia la dignidad de la vida humana. Su abuelo, un judío polaco que logró escapar a Canadá poco antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, fue uno de los pocos supervivientes de una familia casi aniquilada por el Holocausto.

Aquella historia familiar y su contacto temprano con el sufrimiento la llevaron, a los 18 años, a participar en la “Marcha del Recuerdo y la Esperanza”, un viaje a Alemania y Polonia junto a supervivientes del Holocausto. Allí, frente al mausoleo de cenizas de Majdanek y en la celda de San Maximiliano Kolbe en Auschwitz, Amanda comprendió la profundidad del valor de cada vida y la responsabilidad de vivir con reverencia y propósito. Esa experiencia de fe, memoria y compromiso la preparó para su misión actual: humanizar la conversación sobre la muerte y el sufrimiento a través de su proyecto.

¿Qué motivó la creación de ‘Dying to Meet You’ y cómo ha evolucionado? ¿Cómo hacéis para humanizar la conversación sobre la muerte y la eutanasia?

–El 1 de enero de 2021, me propuse como propósito de Año Nuevo escribir un blog sobre la muerte todos los días durante un año entero. En ese momento, trabajaba como asistente de un miembro del Parlamento canadiense. Uno de los proyectos de ley clave en ese momento, el proyecto de ley C-7, ampliaría la eutanasia a las personas con discapacidades o enfermedades mentales.

El diputado hizo un llamamiento para recopilar historias sobre cómo esta ampliación de la eutanasia a las personas con discapacidades y enfermedades mentales afectaría a los individuos y a sus seres queridos. Recibimos cientos de correos electrónicos en una sola semana. Yo era la encargada de leer detenidamente estos correo, y decidimos responder adecuadamente a cada uno de ellos. Leer estas historias me hizo sentir como si la oficina parlamentaria se hubiera transformado en un centro de crisis. Me di cuenta del alcance del sufrimiento de mis conciudadanos y supe que teníamos que ofrecer algo mejor que la muerte.

Desgraciadamente, nos superaban en número en el Parlamento y el proyecto de ley se aprobó. Canadá amplió la denominada asistencia médica para morir (MAID) a las personas que no padecen una enfermedad terminal.

Empecé a escribir un blog sobre la muerte y el proceso de morir como un proyecto personal, en realidad como una catarsis propia tras la experiencia de recibir todos esos correos electrónicos. Estaba segura de que tenía que haber una forma más humana de sufrir y morir que acelerar la muerte. Así que mi blog en DyingToMeetYou.com fue un esfuerzo por afrontar estos temas del sufrimiento, la muerte, el significado y la esperanza de una manera más humanizada.

En aquel momento, no esperaba que este blog condujera a nada más, pero Dios suele multiplicar nuestras modestas ofrendas. Después de dejar el Parlamento para estudiar en Roma durante dos años, regresé a Canadá dispuesto a ampliar Dying to Meet You hasta convertirlo en el proyecto cultural más amplio en el que se ha convertido. Ahora, el proyecto incluye una combinación de escritura, conferencias, producción de cortometrajes y organización de eventos comunitarios. Los vídeos son un medio clave para dar voz a las personas más afectadas, pero a menudo menos representadas, en nuestros debates públicos sobre la eutanasia.

¿A qué retos te enfrentas al abordar temas controvertidos como la eutanasia, la discriminación genética y los derechos de las personas con discapacidad?

–Los retos a los que me enfrento son inherentes a estas prácticas en sí mismas. La eutanasia y la eugenesia son deshumanizadoras porque, a través de ellas, se descarta, se rechaza y se menosprecia a los seres humanos.

A veces la gente piensa que la eutanasia no es tan mala, ya que es la propia persona quien la solicita. Sin embargo, creo que esto es precisamente lo que hace que sea tan triste. La solicitud de la eutanasia delata una falta de autoestima, por lo que la persona que sufre o está muriendo duda de que alguien pueda quererla lo suficiente como para darle los cuidados, el apoyo y el acompañamiento que necesita para vivir bien hasta su muerte.

Muchas personas con discapacidades me dicen que reciben mensajes compasivos de otras personas, como «preferiría estar muerto antes que ser tú». Suponer que vivir con ciertas vulnerabilidades hace que la vida valga menos la pena es deshumanizante para quienes viven actualmente con esas vulnerabilidades. También hace que todos se sientan más inseguros al insinuar que la vida podría llegar a valer menos la pena. En última instancia, como a algunos canadienses con discapacidad les gusta recordar a sus conciudadanos, todos somos «temporalmente sanos».

Creo que uno de los mayores retos a los que me enfrento es ayudar a aquellos que tienen ideas preconcebidas sobre su autonomía e independencia (ideas de las que yo tampoco soy inmune) a ver las consecuencias de esta visión del mundo en los demás e incluso en su (nuestro) futuro.

¿Cómo crees que la sociedad moderna puede evitar emitir juicios sobre el valor de la vida basándose en criterios arbitrarios o medicalizados?

–El remedio más importante es el encuentro y la presencia. Cuando conocemos a otras personas y pasamos tiempo con ellas, vemos que tanto ellas como nosotros somos capaces de más de lo que esperábamos. Al rabino Jonathan Sacks le gustaba decir: «Son las personas que no son como nosotros las que nos hacen crecer».

Es natural que los padres teman lo desconocido cuando su hijo por nacer recibe un diagnóstico prenatal difícil, o que alguien con demencia tema cómo se las arreglarán él y su familia. Pero lo que hace que todas y cada una de estas experiencias puedan ser soportadas con nobleza y significado es el amor. Necesitamos ejemplos a nuestro alrededor de cómo afrontar los retos de la vida con fortaleza y en comunidad.

Por eso me gusta organizar eventos en los que los miembros de la comunidad dan testimonios que tocan temas relacionados con la dignidad y la fragilidad humanas, como la adopción, la discapacidad, la salud mental, el cáncer, el envejecimiento, el acompañamiento y el final de la vida. Cuantas más oportunidades tengamos de enfrentarnos a estas experiencias y de darles sentido juntos en comunidad, más humanizaremos la cultura.

¿Qué cambios has observado en las personas que participan en los talleres y eventos de ‘Dying to Meet You’?

–Una de las cosas más sorprendentes es que nunca he tenido a nadie que no quisiera hablar conmigo sobre sus experiencias de sufrimiento y muerte. Ya sea entrevistando a alguien para una entrada de blog, hablando informalmente mientras tomamos un café o creando un cortometraje sobre la historia de alguien, la gente está muy dispuesta a abrirse sobre estos temas. De hecho, muchos parecen muy aliviados de tener por fin la oportunidad de hablar de las cosas que realmente importan.

Uno de los eventos más especiales que organicé a principios de esta primavera fue una procesión eucarística por una residencia de ancianos en Regina, Saskatchewan. También fue una experiencia de encuentro intergeneracional, ya que los alumnos de cuarto curso participaron en la procesión por las cuatro plantas de la residencia. Un estudiante de secundaria llevó la cruz, los niños de cuarto grado tocaron las campanas (¡no muy fuerte!) y las niñas de cuarto grado esparcieron pétalos de flores (¡artificiales!) mientras se llevaba el Santísimo Sacramento y se detenía ante la puerta de cada residente. Los residentes se quedaron en la puerta de sus habitaciones esperando a Nuestro Señor y se inclinaron con tanta reverencia y agradecimiento por que Cristo hubiera venido a ellos de esta manera.

Es difícil describir lo que se agitó en las almas de los niños, los ancianos e incluso el personal de la residencia. Pero no hay duda de que todos quedaron profundamente conmovidos. Este es el propósito de Dying to Meet You, realizar experimentos apostólicos sencillos como este, que sorprenden a la gente, pero que son tesoros totalmente ordinarios de nuestra fe y que pueden ayudar a provocar la «revolución de la ternura» de la que a menudo hablaba el Papa Francisco.

¿Cuál es tu mensaje principal para los jóvenes y los adultos con respecto al respeto por la vida en todas sus etapas?

–Recientemente tuve la gran alegría de asistir a la misa de canonización de los santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis en la plaza de San Pedro en Roma. Vale la pena leer la homilía completa. En ella, el papa León dice: «Ni siquiera la enfermedad que les sobrevino y truncó sus jóvenes vidas les detuvo ni les impidió amar, ofrecerse a Dios, bendecirle y rezarle por ellos mismos y por todos». Seamos jóvenes o mayores, nuestro origen y nuestro destino es el amor.

En la misma homilía, el Papa León nos exhortó diciendo: «Queridos amigos, los santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis son una invitación para todos nosotros, especialmente para los jóvenes, a no desperdiciar nuestras vidas, sino a dirigirlas hacia arriba y convertirlas en obras maestras».

Cuando nos damos cuenta del tremendo regalo que son nuestras vidas y de que no nos pertenecen, no las desperdiciamos. No perdemos el tiempo, no acortamos la vida. Nuestras vidas se convierten en obras maestras no porque las terminemos ilesas, sino porque luchamos la buena batalla, terminamos la carrera y mantenemos la fe (2 Tim. 4:7).

Hablas de una «muerte sin cultura» en lugar de una cultura de la muerte ¿Podrías explicar este concepto? ¿Hay esperanza de cambiar esta cultura? ¿Qué podemos hacer los cristianos «comunes»?

–Sí, lo que quiero decir con «muerte sin cultura» es que estamos perdiendo las costumbres y los rituales relacionados con la muerte y el morir. Estamos perdiendo las costumbres culturales relacionadas con morir bien. Para los católicos, es importante reforzar la catequesis sobre las últimas cosas (la muerte, el juicio, el cielo y el infierno), el sacramento de la unción de los enfermos, los ritos funerarios católicos y otros temas de esta índole.

La Iglesia tiene una tradición tan rica que puede ayudarnos a experimentar estas realidades de manera adecuada tanto a nuestra humanidad como a nuestra esperanza de vida eterna.

Los cristianos pueden buscar ocasiones para catequizar sobre temas relacionados con el final de la vida en parroquias, escuelas y residencias de ancianos. Los feligreses pueden iniciar y desarrollar ministerios comprometidos con llevar la comunión a los enfermos en sus casas, en los hospitales o en las residencias de ancianos. Los que participan en coros fúnebres o en ministerios de almuerzos fúnebres pueden invitar a los jóvenes a unirse como voluntarios. Los funerales en sí mismos pueden ser oportunidades catequéticas para que el clero y los laicos expliquen el significado de símbolos como el paño mortuorio, el cirio pascual, el agua bendita, las flores, etc. Hacer un retiro anual puede ser una ocasión para reflexionar sobre las últimas cosas. Reunir a las generaciones en las escuelas y las residencias de ancianos puede fomentar la solidaridad intergeneracional y la reflexión sobre la fidelidad de Dios a lo largo de los siglos. ¡Hay infinitas formas de promover una cultura de la vida que sea verdaderamente cultural! ¡Me encantaría escuchar sus ideas!

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Vaticano

Bartolo Longo, de satanista a santo, con el médico José Gregorio y el papú To Rot

El abogado italiano Bartolo Longo, que pasó de satanista a impulsor del rosario y del santuario de Pompeya. El médico venezolano José Gregorio Hernández. Y el padre de familia papú Pedro To Rot, asesinado durante la ocupación japonesa. Son tres laicos que canoniza el Papa León XIV este domingo. Además de tres religiosas. dos de ellas fundadoras, y un arzobispo armenio mártir. 

OSV / Omnes·18 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

– Katarzyna Szalajko (Varsovia, Polonia, OSV News).

El beato Bartolo Longo había sido un militante opositor a la Iglesia e involucrado en el sanatismo y el ocultismo, pero se convirtió, dedicándose a la caridad y a la construcción del Santuario de la Santísima Virgen del Rosario de Pompeya, y de la misma ciudad. He aquí unas pinceladas.

Nacido en Latiano, Italia, en 1841, Longo parecía destinado al éxito mundano. Estudió Derecho en la Universidad de Nápoles, donde las modas intelectuales de la época —positivismo, racionalismo y espiritualismo— lo alejaron de la fe de su juventud.

Se sumergió en el ocultismo, llegando incluso a ejercer durante un tiempo como autoproclamado sacerdote satánico. 

Del ocultismo al amor a la Virgen

Sin embargo, como declaró a OSV News el padre Salvatore Sorrentino, director del archivo histórico ‘Bartolo Longo’ en Pompeya y autor del libro sobre el futuro santo: “Lo más sorprendente que se desprende de sus escritos es, ante todo, su inmenso amor por la Virgen María. Bartolo Longo puede considerarse, en todos los sentidos, un místico mariano”.

Fue ese amor el que se convirtió en la semilla de su redención. Aunque alejado de los sacramentos, nunca abandonó por completo el rezo diario del rosario, hábito de sus años escolares con los Padres Escolapios.

“A través de esa pequeña puerta”, dijo el padre Sorrentino, “María triunfó sobre su corazón y lo trajo de regreso a Cristo”.

El punto de inflexión llegó el 29 de mayo de 1865, exactamente un año después de haberse inclinado hacia el espiritismo. “Oh, Dios mío, siempre paciente, siempre bondadoso… ese mismo día, 29 de mayo, cuando te rechacé para abrazar a la serpiente, quisiste que el triunfo de tu madre se produjera en mí”, dijo el padre Sorrentino, citando las palabras de Longo a su director espiritual dominico.

“Desde ese momento”, dice el padre Sorrentino, “su vida quedó totalmente orientada al Evangelio y a la caridad”.

“Si buscas la salvación, propaga el rosario”

En 1872, Longo escuchó en su corazón lo que él llamó un susurro divino: “Si buscas la salvación, propaga el rosario. Es la promesa de María: quien propague el rosario se salvará”. 

Obedeciendo esa llamada, juró no abandonar la región hasta haber sembrado allí la devoción a la Virgen del Rosario. De esa promesa surgió el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya y, a su alrededor, renació toda una ciudad.

Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya (Italia), en 2023 (Kasa Fue, Creative commons, Wikimedia commons).

Fundador de un santuario y de una nueva ciudad

“El beato Bartolo Longo no sólo fue el fundador de un santuario”, dijo a OSV News el arzobispo Tommaso Caputo de Pompeya, delegado pontificio para el santuario. “Fue el fundador de una nueva ciudad, una ciudad nacida de la fe”, dijo el arzobispo.

De hecho, Longo sentó las bases de una comunidad viva: oficinas de correos y telégrafos, agua corriente, una estación de tren, un observatorio. No solo construyó monumentos, sino también infraestructura.

Pompeya fue destruida por la erupción del Vesubio 79 años después del nacimiento de Cristo, un desastre que sepultó la ciudad romana bajo gruesas capas de ceniza volcánica y piedra pómez, matando a miles de residentes. Y fueron los esfuerzos de Longo los que realmente la hicieron resurgir de las cenizas.

Casó con la condesa Mariana di Fusco

En 1885, Longo casó con la condesa Mariana di Fusco, una viuda que compartía su profunda devoción mariana y su pasión por los pobres. Juntos dirigieron las obras de caridad del santuario, combinando la oración con el servicio. Su matrimonio, vivido en castidad por decisión mutua, fue una señal de que la santidad puede florecer en la vida laica ordinaria.

“Longo ha vivido toda su existencia arraigado en el Evangelio”, dijo el arzobispo Caputo. “Es la expresión pura de la ‘Iglesia en misión en salida’ de la que habló el papa Francisco. Amó a los pobres, cuidó de los niños abandonados, de los hijos e hijas de los presos, de los huérfanos; difundió el santo rosario, dio testimonio de la fe, se convirtió en instrumento de caridad y sembró esperanza en el mundo”.

Obras de caridad

En 1887, fundó un orfanato para niñas; en 1892, un instituto para hijos de presos; en 1922, otro para hijas de presos. Su comprensión de la caridad era profundamente teológica, no meramente filantrópica. Esa convicción sigue animando al santuario hoy. “Las obras sociales del santuario siguen el camino trazado por el fundador”, dijo el arzobispo Caputo. Al morir en 1926, el beato Bartolo Longo había transformado lo que literalmente eran cenizas en un oasis espiritual y social.

El renacimiento de Pompeya. Lo que dijo Benedicto XVI

Cuando el Papa Benedicto XVI visitó Pompeya en 2008, resumió el milagro: “¿Quién hubiera pensado que aquí, junto a las ruinas de la antigua Pompeya, surgiría un Santuario Mariano de importancia mundial, así como tantas prácticas sociales destinadas a expresar el Evangelio en un servicio concreto a los más necesitados? ¡Donde Dios llega, el desierto florece!”.

La devoción a Nuestra Señora de Pompeya se ha extendido por todo el mundo. “No hay continente que no venere a la Virgen del Rosario de Pompeya2, declaró el arzobispo Caputo a OSV News. “Ahora, la canonización dará aún más reconocimiento a quien fue llamado el ‘Apóstol del Rosario’ y el ‘Abogado de la Virgen’”.

Antigua foto del Dr. José Gregorio Hernández,
de Venezuela. La imagen posee más de 70 años
(Wikimedia Commons).

El ‘médico de los pobres’

El llamado “médico de los pobres”, José Gregorio Hernández, laico, es uno de los dos venezolanos que serán canonizados. Aunque intentó dos veces incorporarse a la vida religiosa en Italia, el camino vital de José Gregorio se desarrolló sobre todo en la capital de Venezuela, donde trabajó casi toda su vida. 

El Papa canonizará también a la primera mujer santa de Venezuela, la beata Carmen Rendiles Martínez (1903-1977), fundadora venezolana de la Congregación de las Siervas de Jesús. 

Peter To Rot, papú, defensor del matrimonio y la familia

El tercer laico que canonizará el Papa León XIV es Pedro To Rot, esposo y padre de Papúa Nueva Guinea, y catequista. Nacido en 1912, fue arrestado en 1945 durante la ocupación japonesa en la Segunda Guerra Mundial y fue asesinado por inyección letal mientras estaba en prisión.

Peter To Rot “será el primer santo nativo papú, ferviente defensor del matrimonio y la familia, catequista comprometido con la misión de los Misioneros del Sagrado Corazón. Su santidad es fruto de la colaboración estrecha de sacerdotes y laicos en la evangelización”, ha señalado la agencia vaticana.

Primeros santos venezolanos, en el Domingo de las Misiones

José Gregorio Hernández y la Madre Carmen (Rendiles) son signos de esperanza para Venezuela. En declaraciones a Vatican News, el arzobispo de Caracas, monseñor Raúl Biord Castillo, SDB, y monseñor Carlos Márquez, obispo auxiliar de la capital, informaron que han agradecido al Papa la canonización de los primeros santos de Venezuela. 

Y también el hecho de que la ceremonia tenga lugar en el Domingo dedicado a las Misiones.. “Creemos que es un gran regalo de Dios que la canonización de los dos primeros santos acontezca en medio de este Año Jubilar», han señalado.

Tres religiosas y un arzobispo armenio mártir

Las tres religiosas que canonizará también  León XIV este domingo son las siguientes.

— Beata Vincenza María Poloni, fundadora de las Hermanas de la Misericordia de Verona, Italia; vivió entre 1802 y 1855.

— Beata Carmen Rendiles Martínez, fundadora venezolana de la Congregación de las Siervas de Jesús. Nacida en Caracas en 1903, murió en 1977. Será la primera mujer santa de Venezuela.

— Beata María Troncatti, salesiana nacida en Italia en 1883 y misionera en Ecuador en 1922. Murió en un accidente aéreo en 1969.

Asimismo, el Papa León XIV declarará santo al beato Ignacio Maloyan, arzobispo armenio mártir de Mardin. Nacido en 1869, fue arrestado, torturado y ejecutado en Turquía en 1915.

El autorOSV / Omnes

Evangelización

San Lucas, médico y evangelista, autor de los Hechos de los Apóstoles

La liturgia celebra el 18 de octubre a san Lucas, autor del tercer evangelio y de los Hechos de los Apóstoles. La relación con la Virgen María es una de las características principales de su Evangelio, que recoge las palabras de la Anunciación, la visita a santa Isabel y el  “Magnificat”.

Francisco Otamendi·18 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

De san Lucas evangelista habla san Pablo en la Carta a los Colosenses, y lo define como “Lucas , el médico querido” (Col 4, 14). Después de que todos abandonaran a san Pablo en la fase final del cautiverio, el Apóstol de las Gentes escribe a Timoteo: “el único que está conmigo es Lucas” (2 Tm 4,11).

Según el historiador Eusebio, había nacido en Antioquía de Siria, y era de familia pagana, escribe la agencia vaticana sobre san Lucas, que muestra una sensibilidad especial para contar la evangelización de los gentiles. Narra la parábola del Buen Samaritano, cita las palabras de Jesús por la fe de la viuda de Sarepta, de Naamán el Sirio y del samaritano leproso, el único que vuelve para dar las gracias tras su curación.

Acompañó al Apóstol san Pablo en su predicación y se le ha llamado el evangelista de la misericordia. Presta atención especial a los pobres y a pecadores arrepentidos y acogidos al perdón de Dios. Recoge la parábola Lázaro y Epulón, la del hijo pródigo y el Padre que lo recibe misericordioso con los brazos abiertos, y la de la pecadora perdonada que lava los pies de Jesús con sus lágrimas, entre otras.

Junto a la Virgen María

Como se ha comentando, la relación con María es otra característica principal de su Evangelio. Nos da a conocer la Anunciación, la visita a santa Isabel, el “Magníficat”, o la angustia de María y José, cuando no encuentran a Jesús y estaba con los doctores de la ley en el Templo. 

San Lucas es patrono de los médicos, junto a san Cosme y san Damián, y también de los pintores, porque es el evangelista que mejor ha trazado la fisonomía de la Virgen, señala el directorio franciscano.

El autorFrancisco Otamendi

Educación

Álvaro Hernández: “Kobotama Lisusu es una historia de superación en Kinshasa”

La Fundación Amigos de Monkole presenta el 27 de noviembre en los cines del Palacio de la Prensa de Madrid, el documental ‘Kobotama Lisusu’ (Los renacidos), dirigido por Álvaro Hernández Blanco. Grabado en Kinshasa (R.D. del Congo), cuenta una historia real de superación y esperanza de Fils y Ruth, dos hermanos expulsados de su hogar, acusados de brujería.  

Francisco Otamendi·18 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

Solo en la capital de la República Democrática del Congo, Kinshasa, con cerca de 20 millones de personas, hay más de 30.000 niños malviviendo en las calles. Se estima que un 80 % de ellos fueron abandonados por acusaciones de brujería. El documental Kobotama Lisusu (Los renacidos), pone el foco en dos hermanos acusados de brujos, Fils y Ruth, y en su historia de superación y esperanza, para convertirse en algo más que unos huérfanos de la calle.

El film se estrenará en Madrid el 27 de noviembre, dirigido por Álvaro Hernández Blanco, “firme creyente en el poder del cine documental para catalizar ciertos cambios, para concienciar”, asegura. Para situarse, basta un dato: entre 50.000 y 70.000 niños en República Democrática del Congo han sido acusados de hechizos y brujería, según UNICEF y Save the Children.

De la mano de Amigos de Monkole

Alvaro Hernández lo hace “de la mano de Amigos de Monkole, que desde sus inicios ha ayudado a tanta gente en el Congo”, más de 150.000 personas, principalmente niños y mujeres en situación de vulnerabilidad. En efecto, esta fundación ha puesto en marcha un Programa de Becas para escolarizar, en una primera fase, a 50 niños de dos orfanatos en Kinshasa.

“En realidad estás proponiendo a la gente colaborar en la solución, o sea, tiene sentido. Son iniciativas para escolarizar a niños. Por una cantidad módica le puedes pagar un curso escolar a un chaval huérfano”, explica Álvaro Hernández en una conversación con Omnes.

Álvaro Hernández Blanco, director del film documental Kobotama Lisusu (Los renacidos), grabado en Kinshasa (R.D. del Congo) y producido por la Fundación Amigos de Monkole, que se estrena en Madrid el 27 de noviembre.

Crees en el poder del cine documental…

– Sí. Poder contar estas historias, contextualizar, ahondar en la riqueza de la problemática del sitio, transmitir un poco esas diferencias culturales, esa idiosincrasia tan exótica en este caso. Al final te ayuda a entender todo mejor desde dentro, y a querer colaborar un poco en el cambio. Trato de hacer documentales de la mano de gente que conoce muy bien el terreno y las posibles soluciones a muchos de esos problemas.

¿Cómo has conectado con ese país, R.D. del Congo, y te has sensibilizado con el tema del documental?

– Me contacta Gabriel González Andrío, que trabaja en la Fundación Amigos de Monkole, a raíz de otro documental que había hecho yo sobre el tema de las migraciones. Gabriel, productor ejecutivo del documental, da importancia al valor de contar las historias desde dentro para poder transmitir un mensaje acerca de una causa. Cuando dejas que los protagonistas hablen de esos temas los empiezas a entender y a sentir que también son importantes.

Gabriel me propone un viaje con esta fundación Amigos de Monkole, para hacer propias algunas de las historias que ellos están acostumbrados a encontrar en la región que ellos trabajan. Y viajamos a la R.D. del Congo en Semana Santa de este año.

El fenómeno de los niños abandonados en la calle…

En concreto, quisimos poner la lupa en este fenómeno de los niños abandonados en la calle, muchísimas veces tristemente por acusaciones de brujería. Son niños que crecen en la pobreza, sin techo, en orfandad. Y gracias a Amigos de Monkole, una minoría de ellos salen adelante. Y gracias en general a la caridad, porque estos niños están absolutamente desahuciados, y algunos tienen más suerte, pues encuentran otras vías para salir adelante, unos orfanatos, una educación…. Esto es un poco lo que queremos reflejar en este documental.

También hay imágenes muy bonitas del Domingo de Ramos, que muestran cómo se viven estas fiestas de manera tan distinta, dan el broche final al documental, es una de mis escenas favoritas.

Los protagonistas son dos hermanos congoleños…

Estuvimos siguiendo de cerca a dos hermanos, Fils y Ruth, que nos contaron de dónde venían y a dónde se dirigían. El documental se titula ‘Kobotama Lisusu’, que significa algo así como ‘Los renacidos’ en lingala, un idioma principal que se habla en Kinshasa (R.D. del Congo), aparte del francés.

Fils y Ruth fueron maltratados y expulsados de su hogar cuando eran niños, acusados de ser brujos. Solo en Kinshasa, donde viven cerca de 20 millones de personas, hay más de 30.000 niños malviviendo en las calles. Se estima que un 80 % de ellos fueron expulsados y abandonados por acusaciones de brujería.

¿Esas acusaciones vienen de fuera, o de dentro de la familia?

– Vienen de dentro de la familia, eso es lo más duro. Que unas creencias tan nocivas y tan insidiosas puedan llevar a que un padre o una madre se convenzan por cosas tontas, como que tienen granos, u otras, por poca salubridad, para echar más gasolina al fuego… Y que puedan llegar a decir: tú estás maldito… 

A veces son factores absolutamente externos a ellos, como que al padre le va mal en el trabajo. Y se las ingenian para hacer del pobre chaval inocente un chivo expiatorio. Y esto es algo que se ve muchísimo. En el documental no contamos explícitamente algunos de los casos más espeluznantes que escuchamos, de niños a los que matan directamente, en fin…

Parece que en el país hay muchos niños sin familia, sin padres que les atiendan, y orfanatos. ¿Es así?

–  Si. Es un problema multifactorial, que hace, por ejemplo, que Mamá Koko sea el orfanato más grande, o uno de los más grandes de la República Democrática del Congo, que tenga tantos chavales.

Yo no sé decir si hay muchos que son huérfanos de guerra, otros por el motivo que he explicado de la brujería… Son temas sensibles que uno no quiere tampoco indagar demasiado. Al ver las imágenes se aprecia que son chavales con algún tipo de minusvalía. No es descabellado asumir que a la mayoría de esos chavales les han abandonado por este motivo.

Luego están los conflictos armados. 

– A ver, hay problemas de toda índole.

¿Y cuál es vuestro enfoque?

El espíritu con el que hemos afrontado el trabajo es contar historias de esperanza y de superación. Urge reivindicar esas historias. O sea, cuando ves a alguien como Ruth y Fils salir adelante pese a todo. Y quedar con buena gente que les echan una mano, que les hacen creer en ellos mismos. Que les dan las herramientas y los caminos, y los recursos para convertirse en algo más que unos huérfanos de la calle. 

Creo que aunque sea una historia aislada, conviene celebrarla, y conviene amplificarla. Para que deje de ser una historia aislada. Al final, ésa es la parte de inspiración que pretendemos con esto.

Y luego está una parte más a nivel práctico. Efectivamente estamos proponiendo la vía para poder colaborar en esta causa, es por un buen fin. Por algo así como cien euros, o doscientos, le pagas un curso entero a un chaval, y no es mucho realmente.

Una última cuestión, ¿habéis podido rodar con libertad?

Es delicado el tema de hacer documentales, y más en un sitio como el Congo, donde puede haber una mirada de sospecha hacia el hombre blanco, y no sin motivo. No es fácil sacar recursos y grabar a gente que no fueran los protagonistas. Grabar en la calle de Kinshasa es casi impensable. Pero aunque no hemos tenido toda la libertad, creo que con todo sí hemos logrado imágenes bastante impactantes.

Concluimos la conversación hablando de Amigos de Monkole, que cuenta con una docena de proyectos en este país africano, muchos de ellos a través del hospital materno infantil Monkole, en Kinshasa. 

La educación, fundamental

“Estamos convencidos de que la educación es fundamental para el desarrollo de un país y garantía de igualdad de oportunidades para todos los niños”, ha manifestado Enrique Barrio, presidente de Amigos de Monkole, que tiene su sede en Madrid. Se puede colaborar con estos proyectos a través del Bizum 03997. El documental se estrenará en los cines del Palacio de la Prensa de Madrid (c/ Gran Vía) el jueves 27 de noviembre a las 20:45 horas.

El autorFrancisco Otamendi

Falsa libertad

18 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Premio Princesa de Asturias de la Comunicación de este año, el filósofo Byung-Chul Han, crítico brutal de la sociedad neoliberal actual, sintoniza con el consejo de Giorgio Armani, quien prevenía de la tendencia a la autoexplotación.

El impacto de su muerte, hace pocas semanas, hizo que, en los medios de comunicación se hablara de su figura y supiéramos detalles de su vida especialmente llamativos. Por ejemplo, aunque murió siendo un icono de la moda, entró en este mundo de casualidad, como ayudante de los arquitectos que montaban los escaparates de un gran almacén. 

Cuando, en una de las últimas entrevistas, le preguntaron si había algo que  no le había dado tiempo de hacer en esta vida, contestó el haberse preocupado de sí mismo, sin darse cuenta de que el tiempo pasaba. Este “arrepentimiento” llevó a Armani, en los últimos años de su vida, a repetir la importancia de no ser esclavos del trabajo y de no vivir única y exclusivamente para ello.

Era como si, en el ocaso de su vida, tras haber alzado un imperio de la moda desde la nada  a base de mucho trabajo (y tiempo) se hubiera dado cuenta de que vivir para el trabajo, descuidando otros ámbitos,  no daba la felicidad. 

La sociedad neoliberal impone el valor del trabajo duro: trabajar cada vez más y mejor para rendir más y ser más productivos (explotarse cada vez más). Todo ello revestido de valores que mejorarían al individuo. La autorrealización del individuo tendría que ver con el ser cada vez más exitoso.

De ahí deriva la autoexigencia y autoexplotación que otorgaría una falsa sensación de libertad, porque la autoexigencia se la impondría el mismo individuo (no un jefe externo). Una persona que se autoexplota a sí misma, cae en un sometimiento laboral o psicológico que la lleva a perder lo que más llena: la vida personal y los vínculos sociales. Un abismo que lleva al vacío. 

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Mundo

La Iglesia suma 31.000 misioneros laicos mientras el clero afronta 236 fieles más por párroco

Con motivo de la 99ª Jornada Mundial de las Misiones, que se celebra el domingo 19 de octubre, la Agencia Fides del Vaticano ha presentado las estadísticas de la Iglesia misionera en el mundo, correspondientes al año 2023.

Javier García Herrería·17 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Al 30 de junio de 2023, la población mundial ascendía a 7.914.582.000 personas, lo que representa un aumento de 75.639.000 respecto al año anterior.

Los datos positivos

El número de católicos alcanzó los 1.405.454.000 fieles, con un incremento de 15.881.000 en comparación con el año anterior. El porcentaje de católicos dentro de la población mundial subió levemente (+0,1%) y se sitúa en el 17,8%.

Los diáconos permanentes también aumentaron en 1.234, llegando a un total de 51.433.

El número de misioneros laicos creció en 31.320, alcanzando los 444.606 en todo el mundo.

Por su parte, los catequistas aumentaron en 17.384, sumando un total de 2.866.966.

En el ámbito educativo, las escuelas infantiles gestionadas por la Iglesia aumentaron en 228 unidades, mientras que el número de estudiantes creció en 16.571.

Según las últimas cifras, existen 122.777 estaciones misioneras, frente a las 126.549 del año anterior.

Los datos negativos

Cada sacerdote debe atender ahora a 236 fieles más que el año pasado, con una media de 15.918 católicos por presbítero.

El número total de sacerdotes en el mundo continúa disminuyendo desde hace seis años, situándose en 406.996, es decir, 734 menos que el año anterior.

También descendió el número de religiosos no sacerdotes, con 666 menos, para un total de 48.748.

Asimismo, el número de seminaristas mayores —tanto diocesanos como religiosos— disminuyó hasta 106.495, frente a los 108.481 del año anterior.

Otros datos de interés

El número de obispos en todo el mundo aumentó en 5.430. Crecieron los obispos diocesanos (+84) y disminuyeron los obispos religiosos (-7). En total, hay 4.258 obispos diocesanos y 1.172 religiosos.

Actualmente, 71 millones de personas estudian en centros de educación católicos, que abarcan desde escuelas infantiles hasta universidades.

La Iglesia administra en el mundo 103.951 instituciones sanitarias y asistenciales, entre las que se incluyen 5.377 hospitales, 13.895 dispensarios, 504 leproserías, 15.566 casas para ancianos, enfermos crónicos y discapacitados, 8.593 orfanatos, 10.858 escuelas infantiles, 10.827 consultorios matrimoniales, 3.147 centros de educación o reeducación social y 35.184 instituciones de otros tipos.

Evangelización

San Ignacio de Antioquía, obispo y mártir en Roma

La Iglesia celebra el 17 de octubre a san Ignacio de Antioquía (Siria), discípulo de san Juan y segundo sucesor de san Pedro en esta sede. Fue el primero en llamar “católica” a la Iglesia, en utilizar la palabra “Eucaristía” refiriéndose al Santísimo Sacramento, y en escribir sobre el parto virginal de María.

Francisco Otamendi·17 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Los datos conocidos de la vida de san Ignacio de Antioquía, mártir, comienzan cuando los apóstoles San Pedro y San Pablo  le designaron obispo de la ciudad, relevante en el Imperio Romano. Transmitió con fidelidad la doctrina de los primeros apóstoles.

El Martirologio Romano escribe: “Memoria de san Ignacio, obispo y mártir, discípulo del apóstol san Juan y segundo sucesor de san Pedro en la sede de Antioquía. En tiempo del emperador Trajano le condenaron al suplicio de las fieras, y consumó su glorioso martirio en Roma.

Siete epístolas

Durante el viaje, mientras experimentaba la ferocidad de sus centinelas, semejante a la de los leopardos, escribió siete cartas dirigidas a diversas Iglesias. En ellas exhortó a los hermanos a servir a Dios unidos con el propio obispo, y a que no le impidiesen poder ser inmolado como víctima por Cristo. († c.107)”.

Al enterarse de que viajaba preso a Roma, para ser martirizado, le salían al encuentro, como san Policarpo en Esmirna o Eusebio de Cesarea. Éste puso de manifiesto el afán apostólico del santo, que daba a conocer a Cristo en todo momento. 

Dar la vida por Cristo

En las siete epístolas que escribió a distintas iglesias, exhortó a los cristianos a dar la vida por Cristo, y ser fieles a las enseñanzas recibidas. A mantenerse firmes y a vivir la caridad y unidad entre todos. Recibió el martirio el año 107, en tiempo del emperador Trajano. 

Las Actas de los mártires reflejan el sacrificio del obispo, cuyo sobrenombre de “Theophoros” (portador de Dios) resume su vida. En sus obras muestra que la doctrina de la Iglesia procede de Cristo por medio de los apóstoles. Sus restos se llevaron a Antioquía.

El autorFrancisco Otamendi

FirmasJosé María de Andrés Garrido

La clave no está en prohibir el móvil, sino en educar con el ejemplo

Más que culpar a la tecnología, el director del colegio Mulhacén invita a los padres a mirarse en el espejo: los móviles, los hábitos y las virtudes de los hijos reflejan el ejemplo y la educación que reciben en casa.

17 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

El curso pasado empezamos en la asignatura de Historia de la Filosofía a preparar una disertación filosófica que se tiene que realizar en el examen de la PAU. Hace unos días empezamos con nuestra primera disertación del curso. El título era sobre si las Redes Sociales y la tecnología afectaban a los jóvenes. Uno de los chicos hizo su disertación y empezaba con un axioma. En filosofía un axioma es una es una proposición tan clara y evidente que se admite sin demostración. Este alumno escribió su primer axioma: Todo móvil en el bolsillo de un chico ha sido puesto por alguien. Se pueden hacer todas las cruzadas que queremos contra los móviles pero el hecho de que en todas las discusiones nunca se habla de quienes compraron el dispositivo. Es como si estos artilugios hubieran llegado, invadido nuestra vida sin que nosotros lo supiéramos. Pero sería hacernos trampas al solitario si no admitimos que los responsables somos los padres. 

Y es que en este debate no estamos siendo sinceros, siempre es mejor echar la culpa a otro de lo mal que está el mundo y así dormir con cierta tranquilidad de que me he visto obligado a comprar el móvil porque lo tiene toda la clase, porque tengo a mi hija localizada y cuando tienen cierta edad y se van de fiesta para saber por dónde andan mis hijos. Pero eso no quita que nosotros los padres somos los que hemos tomado las decisiones y esperamos que no tengan consecuencias sobre la vida de nuestros hijos y la nuestra también. 

Quizás esta generación pasa mucho tiempo solos porque tenemos trabajos con horarios muy largos, nuestros hijos salen en secundaria muy temprano del colegio y pasan mucho tiempo con el móvil en la mano, porque los deberes (otro gran debate) han sido eliminados porque los hacen con Chat GPT (brillante excusa) y así sucesivamente. 

Ahora pensamos en soluciones y descubrimos que leer puede ser la gran salvación de los hijos, pero no nos damos cuenta que para que lean en casa los padres tienen que leer, el nivel socioeconómico influye también y el número de libros que tenemos en casa también es importante. Pero que si papa y mamá no leen será complicado que la salvación venga por este lado. Aún así pienso que la lectura es muy importante. 

El ejemplo de los padres, la verdadera educación

Y lo siento de verdad el motor de la familia son los padres y ellos son los que hacen con su ejemplo y amor los que educan a los hijos. El ejemplo que damos es la mejor manera de educar. O somos la mejor versión que podemos ser de nosotros mismos o seremos ejemplo de nada. El crecimiento personal, el matrimonio como camino de mejora y por ende de la familia es la forma en que educaremos a nuestros hijos de la mejor manera. Con esto lo que quiero decir es que si tienes el móvil en la mano continuamente pues tu hijo va a decir que no me rayes porque primero dame tu ejemplo de lo que se debe hacer. 

Por eso cuando uno ve a esos niños con edades tan tempranas usando el móvil para que podamos comer a gusto en el restaurante pues ya se ve que el niño tiene problemas de autocontrol y la virtud de la templanza le cuesta. Claro, si nunca hemos pensado en que esa virtud es fundamental de 0 a 6 años pues luego no te extrañe si tu hija sigue teniendo rabietas con 12 años. Sin olvidar la cantidad enorme de niños con problemas de obesidad porque no les hemos enseñado a comer bien. 

Si tienes un hijo que le cuesta hacer tareas, mantener el esfuerzo en el tiempo, tener su cuarto ordenado pues ya sabes que la fortaleza le falta un poco. Posiblemente al final lo de hacer todo yo, como bien dicen las madres, pues es verdad pero con eso no ayudamos a los hijos a ganar en autonomía y fortaleza. Y si, es una batalla que tenemos todos los días, que se termina ganando por cierto. Porque tus hijos que son muy listos, están esperando a que bajes la intensidad que dura una semana más o menos, qué es lo que ha ocurrido hasta ahora, con lo cual debemos ser los padres los primeros en ser fuertes. Otra vez el ejemplo. 

Pienso y con esto acabo, que el problema del móvil se soluciona mejor con padres bien educados, que sean ellos el ejemplo que hace que los hijos no lo tengan tan complicado. Padres con capacidad de reflexionar un poco, ver que está pasando y hacer planes de acción para hacer a sus hijos mejores personas. Y eso se hace desde el amor incondicional que se tiene a los hijos, porque son tus hijos, tú los quisiste.

El autorJosé María de Andrés Garrido

Director del Colegio Mulhacén.

Familia

Pep Borrell: «El 100 % de la educación es que los hijos vean que su padre y su madre se quieren»

Entrevista a Pep Borrell, escritor y divulgador sobre relaciones de noviazgo y matrimonio y ponente de la I Jornada Foro de la Familia

Maria José Atienza·17 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 7 minutos

El sábado 18 de octubre, cientos de familias participarán en la I Jornada Foro de la Familia, un encuentro que busca reflexionar sobre el papel de la familia en la sociedad actual como espacio privilegiado de crecimiento humano, afectivo y educativo.

Uno de los “platos fuertes” de esta jornada será Pep Borrell. Este odontólogo, casado con Mercè y padre de 5 hijos, ha puesto a “Bailar en la cocina” a miles de matrimonios en todo el mundo y ha hecho de «cupido» de otras tantas a través de las redes sociales.

¿Su receta? Cosas pequeñas cada día para hacer feliz el camino del matrimonio y vivir el noviazgo para conocerse. Con él hemos hablado de cómo aprender a ser novios, de ser matrimonios ejemplares (y no sermoneadores) y de la felicidad en la relación conyugal.

¿Cómo ser maestros de nuestros hijos sin ser “padres profesores” en casa, dando lecciones todo el día? 

– Los padres damos ejemplo siempre. Damos ejemplo incluso cuando no queremos dar ejemplo. O sea, no solo damos ejemplo el día que nos proponemos ser “ejemplares”; ese sábado que te levantas, preparas el desayuno para todos, vamos a una excursión y, «¡guau!, ¡qué bien ha ido el día!» Sino, también cada día por la noche, cuando llegas hecho polvo, te sientas en el sofá y das un ejemplo horrible.

En demasiadas ocasiones, los matrimonios damos mucha más importancia a cómo queremos educar a los hijos y no nos tenemos presentes el uno al otro. Yo siempre digo que un abrazo a tu mujer delante de tus hijos, vale como cien abrazos a cada hijo.

Lo que ven los hijos no da lugar a dudas: que el papá y la mamá se quieran y los hijos lo vean, lo sienten, lo noten, eso es el 100 % de la educación. 

A veces nos obsesionamos con “hacer cosas”. Y lo que hay que hacer es vivir tranquilo, con mucha paz

Dicen que los jóvenes se casan cada vez menos. ¿Cree que ha recibido unas imágenes del matrimonio especialmente negativas? 

–Creo que muchas veces hablamos muy mal del matrimonio: ponemos ejemplos malos, hacemos chistes… ¡Cuántas veces ante una persona joven que se quiere casar no hemos dicho cosas como “¡No te cases!¡Aún eres muy joven!” o le hemos “dado el pésame”. Otra cosa es cuando decimos a nuestros hijos, de últimos cursos de colegio o primeros de carrera, cosas como: “ahora no te enamores, que tienes que estudiar”. Ellos tienen 16 o 18 años, las hormonas están a tope y ¡claro que se van a enamorar! 

Claro pero, ¡también tienen que estudiar! ¿Cómo conjugamos ambas cosas?

–Sin obsesionarnos y hablando con ellos. A veces nos centramos sólo en hablarles de sexualidad. No sólo en casa, ¿eh? también en colegios muy buenos. Llega un año que decirnos: “Vamos a hablar del tema”…, pero nos quedamos en las tuberías, en el funcionamiento y una cosa es la sexualidad y otra, muy distinta, es hablar de afectividad. Y nos cuesta más hablar de afectividad y es fundamental. Hay que hablar de afectividad a los niños.

Las series, las películas…, hasta las buenas, tratan esto muy mal y, ¿qué ocurre?, que encontramos cómo para amuchos chicos y chicas primero está el sexo y después ya, si acaso, nos conocemos. Para que sepan poner las cosas en su sitio hay que hablar. hay que decirles a los chicos y chicas de 15 o 16 años “Si. Te vas a enamorar, y no te preocupes. Es un «soufflé”, que pasa y podemos dar pasos en falso ….”. Son temas que tienen que ser de conversación recurrente en las familias.

Natalia Barcáiztegui dice que hay que vivir el presente para que, en el futuro, no tengamos que arrepentirnos del pasado.  

En este sentido, ¿no cree que el gap generacional es muy grande? ¿No hemos pasado de la razón al corazón sin equilibrar?

–Sí. Antes vivíamos en una sociedad que era muy racionalista. Se preguntaba el por qué de algo y la respuesta era “porque lo digo yo, o porque lo dice la Iglesia…”. De esto, hemos pasado a una sociedad totalmente emotivista y sensacionalista en la que las cosas se hacen porque apetece, porque lo siento o dejo de sentir. La sociedad de hoy te dice que “sientas” y que cuando “dejes de sentir… a por otra cosa”, u otra relación sentimental.

Los sentimientos son importantes pero la razón también es importante. Yo insisto mucho en esto en mis charlas de afectividad. Me vienen muchos jóvenes que me dicen “me he enamorado de uno/a que no me conviene nada… Yo les digo “like” ¿Por qué? Porque ese chico o chica está pasando por la cabeza un sentimiento muy fuerte y eso es muy importante, es un discernimiento. 

No te puedes enamorar de una persona que no te atraiga, ni al revés. Hay gente que te dice “hay uno que me convendría mucho, pero no me gusta”… ¡Estos son los temas que tenemos que hablar en la familia! 

¿Cómo se empieza a hablar de esto con los hijos adolescentes? 

–Hay que “ponerse en situación”, preguntarles qué piensan, por ejemplo, de enamorarse por ejemplo, de alguien muy guapo pero muy superficial, como lo vivirían… Ver cómo respiran, hablar del tema, que sea una cosa de conversar, sin obsesiones, sin sermones. 

Los padres no tenemos que dar sermones nunca, lo que tenemos que hacer es ser el ejemplo, ser muy coherentes.  

Pep Borrell con su esposa, Mercè, y sus hijos

A ser novios, ¿cómo se aprende?  

–Nuestra sociedad confunde el noviazgo con el matrimonio. Y se viven noviazgos que son como matrimonios en miniatura. Hay mucha gente que basa el noviazgo exclusivamente en un “me siento bien, me lo paso bien”, y como me siento bien y me lo paso bien, me lo voy a pasar bien siempre. Y ahí está el gran error, en que se queman las etapas. 

En la multiplicación matemática se dice que el orden de los factores no altera el producto. Pues en la afectividad es todo lo contrario: el orden de los factores altera mucho el producto. 

La mayoría de inputs que llegan a los más jóvenes altera el orden de los productos: primero el sexo y luego, si acaso, el conocimiento personal. Lo veo incluso en gente muy bien formada. 

Muchos jóvenes me hablan de sus relaciones y yo les pregunto: “¿Salís?¿Sois novios?” y responden: “Bueno, nos hemos besado. Nos hemos visto tres veces y nos hemos besado”,… eso no es ser novios. No se han dicho ni lo que sienten el uno por el otro. 

Es muy importante explicar qué es un noviazgo: un noviazgo sirve para conocerse. Un noviazgo es para dejarlo. Yo siempre digo, en el noviazgo, o te casas o lo dejas. En el noviazgo, es fundamental conocerse muy bien y no quemar etapas. Son muy importantes las etapas del noviazgo: La atracción, el enamoramiento, el discernimiento. 

Nadie puede decir, un sábado por la noche, “hoy me voy a enamorar”, porque esto no lo controlas en el fondo, lo que sí puedes decir un sábado por la noche es “hoy me voy a meter en la cama con el primero que encuentre”. Son cosas distintas. Te enamoras cuando te enamoras. 

Jose Pedro Manglano en “Construir el amor” dice que el enamoramiento,  debe dejar ver al principio lo que debe ser el final. Es un flash que te hace decir “¡qué pasada!”, y ahora, ¡trabajatelo! Con esta persona, ¿te ves capaz de compartir tu vida? Habla los temas que hay que hablar, no quemes etapas, ten el matrimonio como objetivo. 

El matrimonio es el principio, no es el final. Vemos muchas parejas que son novios mil años, conviven otros 2.000 años más, se casan, y se separan a los pocos meses. ¿Cómo puede ser? Porque no se conocían. Porque, por ejemplo, había temas difíciles o importantes que, de novios que cada vez que lo hablaban, discutían y la solución fue no hablarlo. 

Y, ¿una vez casados? 

–En el matrimonio lo importante son las pequeñas cositas de cada día. Cuando te comprometes, dices “para todos los días de nuestra vida”. Esto es muy bonito. Yo no me comprometo a ser fiel todos los días de mi vida. O sea, hoy. No hace falta decir, “dentro de 20 años”. Hoy. Y tengo que ver qué he hecho hoy por la otra persona: ¿Le he querido? ¿Lo ha notado?

Para mí, el matrimonio son cosas muy pequeñas pero muy constantes. De vez en cuando tiene que haber un extraordinario, como en todo en la vida: una buena cena, un buen viaje, una escapada…. Pero esto no vale como solución.

Veo matrimonios que no van bien y dicen “necesitamos un viaje”. No. Si no vas bien, no necesitas un viaje. Si no vas bien, necesitas pararte, pensar… Porque si no vas bien y te vas de viaje, te vas a enfadar y va a ir fatal el viaje y te vas a gastar una pasta. ¿Qué puedes hacer? Preparar un desayuno especial, recoger una cosa que no has puesto tú….

Pep y Mercé

¿Qué pasa con quienes han entrado en una rutina “de aguante”?

Hay muchos matrimonios así. Y muchos que son matrimonios católicos y buenísimos, pero que no disfrutan, y es una pena. Siempre pienso que, cuando se mueran, san Pedro les dirá “Entra, pero eres tonto. Porque te lo hubieras podido pasar súper bien en la tierra y has estado haciendo el imbécil”.  Vuelvo a lo mismo: a las pequeñas cosas de cada día y al pararse, pensar, proponérselo y pedir ayuda si hace falta. 

José Fernández Castiella en “El matrimonio, la gran invención divina”, dice que el matrimonio no es una cuestión de tips, ni de consejos, es el firme convencimiento de amar a una persona con un amor que nos trasciende. Esto lo tienen claro muchas de esas personas que van aguantando, pero no disfrutan.

Dios pensó en nosotros como un hombre y una mujer y hay que pararse y pensar, que “en cristiano” quiere decir, rezar. Sacar el consentimiento y leérselo, aunque lleves 40 años casado; mirarnos más, ponernos más guapos para el otro, tener detalles de servicio. 

Vemos una nueva generación que, cada vez más, quiere estar preparada para el matrimonio y busca referentes ¿El futuro es mejor?

–Totalmente. San Juan Pablo II veía brotes de primavera, ¡yo veo bosques! Durante la semana soy dentista y el fin de semana lo dedico a esto y me escriben un montón de jóvenes.

No es verdad que los jóvenes no quieran comprometerse. Los hay que no, porque hay gente para todo. Pero hay muchos que sí quieren comprometerse y muchos que quieren hacer las cosas bien. Y éstos, que quieren hacer las cosas bien, están mucho más convencidos que los de mi edad, los que tenemos 60 años. Porque en aquella época todo mundo pensaba igual, o lo parecía, como por inercia.

Lo que veo es que a los jóvenes el mundo se les ha hecho pequeño. Piensan que van a encontrar a un príncipe azul que no existe. Tienen sus miedos y además vivimos una vida muy cómoda, en la que todo se hace realidad en un click… y el tema del amor es un tema complejo.

Vaticano

El Vaticano presenta el II informe sobre procedimientos de tutela en la Iglesia

El estudio, realizado por la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, se presenta como una herramienta de ayuda en la creación de entornos seguros y aboga por una comprensión más amplia de la reparación más allá del tema económico.

Maria José Atienza·16 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

La Comisión Pontificia para la Protección de Menores ha presentado en Roma su segundo Reporte Anual sobre las políticas y procedimientos de tutela en la Iglesia. Se trata de un amplio estudio destinado a la prevención, ayuda y conocimiento de los hechos que, en esta edición, ha contado con un número muy superior de víctimas de abusos en entorno eclesiales de todas las regiones del mundo.

El reporte, cuya primera edición se publicó el pasado año, se ha centrado, en esta ocasión en cómo se encuentra la Iglesia con respecto a las prácticas de reparación existentes en las Iglesias locales y su fundamento pastoral y teológico “entendido este como la responsabilidad de la Iglesia de acompañar a las víctimas/supervivientes en su camino de sanación y reparación”. 

40 víctimas participantes en el estudio

En su presentación, el presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, Mons. Thibault Verny, arzobispo de Chambéry, ha querido destacar que “el informe anual pretende ser una herramienta que acompañe la misión de protección de la Iglesia” y que “tiene en cuenta la subsidiariedad”.

Este segundo reporte ha contado con una ampliación y mejora del sistema de escucha de víctimas que ha pasado de una región a las cuatro (África, América, Asia-Oceanía y Europa) y que además reitera su “compromiso de seguir acogiendo las contribuciones de las víctimas/supervivientes” para futuros informes. En este segundo reporte han contribuido 40 víctimas de estas variadas regiones y además incluye el informe de una asociación laical: La Obra de María – Focolares. 

Una experiencia que Mons. Verny ha destacado poniendo de relieve cómo “caminar junto a las víctimas y los supervivientes, hemos adquirido la profunda convicción de que el camino que conduce a una cultura de protección no se recorre simplemente por las víctimas y los supervivientes, sino con ellos”. 

Por su parte, la Dra. Maud de Boer-Buquicchio, jurista, encargada del Informe Anual, ha enfatizado la necesidad de dar “una respuesta honesta a las innumerables víctimas y supervivientes, conocidos y desconocidos, que han tenido el valor de dar la voz de alarma sobre los abusos, a pesar de los obstáculos inimaginables”.

La necesidad de escuchar y que las víctimas se sientan escuchadas por la Iglesia ha sido una llamada constante en esta presentación así como en el propio informe. Hay que vencer algunas resistencias, internas o culturales, como ha destacado Luis Manuel Alí Herrera, secretario de la Comisión, que también ha mostrado su conocimiento de que puede existir «cierta fatiga» ante este tema, y que hemos de vencer.

“La Iglesia debe ampliar su comprensión de las reparaciones” 

“Nuestro estudio reveló claramente que la Iglesia debe ampliar su comprensión de las reparaciones más allá de la mera compensación económica”, ha señalado Boer-Buquicchio. Esta ampliación comprende la necesidad de asumir lo que califica como “medios críticos de reparación” y que van más allá de la reparación económica. “Un enfoque verdaderamente integral de las reparaciones incluye: (1) acogida, escucha y atención; (2) comunicaciones y disculpas públicas y privadas; (3) apoyo espiritual y psicoterapéutico; (4) apoyo económico; (5) reformas institucionales y disciplinarias; y (6) iniciativas de salvaguardia en toda la comunidad eclesial”, enumeró la doctora. 

II Reporte Anual sobre políticas y procedimientos de tutela en la Iglesia

La encargada de elaborar este informe ha querido destacar la importancia de la organización de la Iglesia para recoger los datos sobre este tema y poder seguir luchando contra los abusos. En este sentido, ha resaltado la importancia de la colaboración con los nuncios apostólicos que “se encuentran en una posición única para ofrecer una perspectiva profundamente perspicaz sobre los retos de protección a los que se enfrenta un país determinado”.

El II Reporte anual 

Cada sección del Reporte Anual ofrece el análisis de varias entidades eclesiásticas, presentando los siguientes aspectos: un perfil de la zona o comunidad, una visión general en cuanto a la salvaguardia, observaciones críticas de la Comisión sobre los desafíos en materia de salvaguardia a los que se enfrenta cada región o comunidad así como una serie de recomendaciones de la Comisión. 

Las naciones que han participado en este II Reporte son: Italia (incluida una distribución por regiones), Gabón,  Japón, Guinea Ecuatorial, Etiopía, Guinea (Conakri), Bosnia-Herzegovina, Portugal, Eslovaquia, Malta, Corea, Mozambique, Lesoto, Namibia, Conferencia Episcopal Regional del Norte de África (Argelia, Marruecos, Sahara Occidental, Libia, Túnez), Mali, Kenia y Grecia. 

Los institutos religiosos incluidos en este Reporte son: Hermanos de la Instrucción Cristiana de San Gabriel – Montfortianos y las Hermanas Misioneras de Nuestra Señora de África así como el informe de la Obra de María (Focolares).  

Educación

Ignasi Grau: “En Países Bajos elegir escuela es independiente de la renta familiar”

Hay países europeos que lideran el ranking de pluralismo educativo, como Países Bajos, porque la elección de escuela es independiente de la renta de las familias. El director general de OIDEL, Ignasi Grau, considera que reconocer los derechos de los padres sin pluralidad de opciones es como reconocer la democracia en un Estado con un solo partido.  

Francisco Otamendi·16 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

El informe “Pluralismo educativo en Europa”, elaborado por Martens Centre, el think tank del PPE, con activa participación de la consultora OIDEL, acaba de ver la luz. Está firmado por Ignasi Grau (OIDEL), Peter Hefele (Centro Wilfried Martens) y Alexandre Moreira (Asociación de Derecho Educativo, ELA). Y explica, por ejemplo, que los derechos de los padres no bastan si no hay opciones disponibles. 

Ignasi Grau (Girona), director general de OIDEL, es abogado, graduado en Administración de Empresas y máster en Teoría Política por la Universidad de Ginebra, ciudad en la que trabaja, aunque viaja con frecuencia a Bruselas y París. 

Con él conversamos sobre pluralismo educativo, libertad de enseñanza y los derechos de los padres. La educación sigue siendo la madre de todas las batallas.

El informe analiza cómo el pluralismo educativo fortalece la libertad de elección, la diversidad escolar y los derechos de los padres. ¿Es correcto? 

– Es correcto. En un mundo plural y diverso, el pluralismo educativo es la mejor manera de garantizar que todos los padres puedan ser responsables de la educación de sus hijos. Sin una diversidad de opciones y sin herramientas que permitan a las familias con menos recursos elegir centros no gubernamentales, solo las familias adineradas o aquellas que se sientan cómodas con la escuela estatal podrán acceder a la educación que desean para sus hijos.

Pluralismo

¿Cuál ha sido la aportación de Oidel? ¿Cómo define el pluralismo educativo?

– OIDEL elabora de forma regular un informe titulado ‘Índice de Libertad de Enseñanza’, en la que analizamos el estado de situación del pluralismo en el mundo. Para este informe OIDEL preparó los datos relativos a los países de la Unión actualizando los resultados. 

El pluralismo educativo es un sistema de educación presente en muchas democracias, en el cual el Estado financia y regula la educación, pero no necesariamente la imparte directamente. Esta definición del profesor de Boston University, Charles Glenn, sostiene que el Estado es solo una de las instituciones educativas, y que debe existir una diversidad de opciones dentro del sistema educativo para atender las necesidades y preferencias de individuos y comunidades diversas.

En dos palabras, ¿puede sintetizar los derechos de los padres en la educación?

– Los padres como primeros responsables de la educación de sus hijos tienen unas responsabilidades y unos derechos. Entre los derechos, tal y como señalan los principales instrumentos de derechos humanos, está el derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.

¿Sería verdad decir que los derechos de los padres no bastan si en la práctica no hay opciones disponibles y accesibles?

– Como decía el primer director de la UNESCO, reconocer los derechos de los padres sin reconocer una pluralidad de actores es como reconocer la democracia en un Estado con un solo partido. 

Fuente: OIDEL, 2024.

Según el informe, hay países con alto grado de pluralismo educativo (Irlanda, Países Bajos, Bélgica, Reino Unido) que lideran el índice “Freedom of Education Index” de OIDEL/FUNCIVA. ¿Puede explicarlo un poco?

– Es correcto. En países como los Países Bajos la elección de escuela es independiente de la renta de las familias. Dentro de un marco de mínimos si hay suficiente demanda social, es fácil abrir una escuela y que esta esté financiada por el Estado. Esto en los Países Bajos tiene protección constitucional. 

Limitaciones

Parece que en España e Italia, por ejemplo, se observa una reducción de la asistencia a escuelas no gubernamentales como consecuencia del coste para familias o falta de apoyos suficientes. Y esto limita la elección real para familias con menos recursos. ¿Es así?

– Efectivamente, si la elección de las escuelas depende de las rentas de las familias, menos familias podrán ejercer estas libertades reconocidas. En Italia esto se observó especialmente con el COVID, y en España en aquellas comunidades dónde se están dificultando los conciertos. En cualquier caso, no podemos atribuir esta reducción de la asistencia a escuelas no gubernamentales a un descenso de la demanda, sino a la imposibilidad de pagarla. 

¿Qué propuestas / recomendaciones formula el informe, que deberían ponerse en práctica para fortalecer el pluralismo educativo?

– El informe formula seis recomendaciones concretas: reconocer y proteger plenamente los derechos de los padres; promover modos alternativos de educación mediante subvenciones o financiación directa. Respetar la autonomía de las escuelas privadas, especialmente aquellas con afiliación confesional. Garantizar el acceso a los conocimientos esenciales para todos. Y proteger los derechos de las minorías a través del pluralismo educativo y el establecimiento de estándares mínimos.

Lugar del ranking que ocupa España. ¿Qué haría falta para que fuera más alto? ¿Tiene algo que ver con la escuela concertada, con la autonomía, o con la falta de consensos políticos?

– España ocupa un sitio relativamente alto, el sexto. No obstante, la implementación de la LOMLOE en los próximos años puede provocar un retroceso. Una medida que podría garantizar una buena plaza para España es volver al criterio de la demanda social en el establecimiento de plazas educativas financiadas por el Estado.

El autorFrancisco Otamendi

El celibato sacerdotal es mucho más que una norma disciplinar

El sacerdocio ministerial encarna a Cristo y transmite su presencia a la Iglesia a través del servicio, el celibato y los sacramentos.

16 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Hace algún tiempo me sorprendí al leer unas declaraciones del cardenal Walter Kasper en las que expresaba su convicción de que el libro «Desde lo más hondo de nuestros corazones», escrito por el cardenal Robert Sarah con Joseph Ratzinger Benedicto XVI, ya como Papa emérito, había frustrado un intento, por parte de una mayoría de los que habían participado en el Sínodo sobre la Amazonia, celebrado entre los días 6 y 27 de octubre de 2019, para que, al menos en algunos territorios de la Iglesia como en la propia Amazonia, pudieran ser ordenados sacerdotes hombres casados, que ya son diáconos permanentes o  los llamados «viri probati». 

Las declaraciones tan sorprendentes del cardenal Walter Kasper me llevaron a leer el susodicho libro que, a mi parecer, a parte de su orientación exhortativa y apasionada, contiene doctrina y teología de la buena sobre el sacerdocio ministerial; doctrina y teología que fundamentan la antiquísima norma eclesial, confirmada por el Concilio Vaticano II y documentos magisteriales postconciliares, de exigir a los sacerdotes «observar una continencia prefecta y perpetua por el Reino de los cielos» (c. 277,1 del Código de derecho canónico).  

El cardenal Robert Sarah insiste en no dejarse llevar, en este terreno, por el «funcionalismo» o por el «eficientísimo». En efecto, el sacerdocio ministerial desempeña una «función», un «servicio» cuya importancia en la Iglesia, tal como ha sido querida por su Fundador, es de primer orden, pues es la «función» o «servicio» de Cristo Cabeza, Sumo sacerdote, Pastor y Esposo de su Iglesia.

Insistimos hoy, con razón, que el sacerdocio ministerial no puede ser concebido ni ejercido como un poder temporal, un honor o un modo de «establishment» que, en el pasado, pudo tener un cierto reconocimiento social. 

Un servicio instituido por Cristo

El sacerdocio ministerial es un servicio eclesial y quien lo ejerce debe ejercerlo como un verdadero y sincero servidor de todos. Sin embargo, es un «servicio» o «función» (ministerio) que la Iglesia no crea Ella misma como Institución en el mundo para estar mejor organizada y ser más eficaz en su misión de anunciar el Evangelio. ¡No! El sacerdocio ministerial es el ministerio que Cristo mismo instituye. Es el ministerio del mismo Cristo como Cabeza, Sumo sacerdote, Pastor y Esposo a su Iglesia. El sacerdote ministerial «impersona» a Cristo precisamente en esas funciones y Cristo fue célibe y no tuvo más esposa que a su comunidad, que necesita de la actuación de su Cabeza y no pude autoconstruirse o autorrealizarse a si misma. Es Cristo mismo quien confirió a los Apóstoles este ministerio y es trasmitido en la Iglesia por un especifico sacramento.  

El sacerdote ministerial actúa de forma inmediata en los actos de su ministerio «in persona Christi Capitis», en la persona de Cristo Cabeza, lo cual implica que el sacerdote ministerial es un instrumento vivo y libre, a través del cual Cristo mismo obra en su Iglesia. Esto es evidente en el ejercicio de los «tria munera», de las tres funciones, propias de este ministerio y que son, entre si,  inseparables; en el ejercicio de Cristo como Maestro de la verdad, en la identificación con el Buen Pastor que da la vida por las ovejas y en la administración de los sacramentos, sobre todo, en la Eucaristía y en la Penitencia, donde sólo el sacerdote ministerial puede pronunciar las palabras en primera persona, que es la de Cristo: «Esto es mi Cuerpo», «Este es el cáliz de mi Sangre»  o en el sacramento de la penitencia: «Yo te absuelvo de tus pecados..». También en formulas rituales que, a veces, nos pasan desapercibidas como: «orad, hermanos, para que este sacrificio mío y vuestro» donde el «mío» esta por Cristo o «podéis ir en paz», en vez de, «podemos ir en paz». 

Todo ello nada resta a la condición humana pecadora y falible del ministro. Esta presencia tan viva e inmediata de Cristo en sus ministros no debe ser entendida como si éste estuviera exento de las flaquezas humanas. También él actúa en nombre de toda la Iglesia, que se une a la oración y la ofrenda de su Cabeza y único Salvador.  

Por todo ello se entiende que el celibato de los sacerdotes ministeriales es mucho más que una norma disciplinar. El loable deseo que todas las comunidades cristianas tengan la Eucaristía frecuente y el servicio sacerdotal no puede llevarnos a una mentalidad «eficientista», considerando el celibato como una pura norma disciplinar, que puede cambiarse sin mayor problema, sino a crear comunidades cristianas de fe vivida y autentica, rogando con plena confianza al Dueño de la mies que envíe operarios a su mies (cf. Mt 9,38).  

El autorCelso Morga

Arzobispo emérito de la diócesis de Mérida Badajoz

Evangelio

Perseverar en la oración. Domingo XXIX del tiempo ordinario (C)

Joseph Evans nos comenta las lecturas del domingo XXIX del tiempo ordinario (C) correspondiente al día 19 de octubre de 2025.

Joseph Evans·16 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

La parábola gráfica y expresiva que Jesús nos cuenta hoy —la viuda que exige justicia al juez injusto— nos muestra cuánto desea Nuestro Señor que perseveremos en la oración. El juez no es un hombre bueno. Para Él, la viuda es una molestia, pero precisamente porque ella no deja de importunarlo, decide darle lo que quiere solo para tener un poco de paz. Jesús nos dice: “sed molestos, seguid llamando, seguid pidiendo”. Si un hombre malo le da a la mujer la justicia que ella quiere, cuánto más nos dará Dios lo que le pedimos si le clamamos día y noche.

De esto se desprenden dos lecciones: en primer lugar, Jesús está hablando de justicia, algo que realmente necesitamos. La mujer no está molestando al juez para que le compre un par de zapatos nuevos. Dios nos escuchará si le pedimos lo que realmente importa. Por mucho que le insistamos a Dios, si realmente no necesitamos algo, es posible que no lo obtengamos. Y entonces tendremos que clamar día y noche.

A veces nos quejamos de que Dios no nos escucha, pero eso puede ser porque pedimos sin convicción. Rezamos unas cuantas oraciones tibias y luego nos quejamos de que Dios no nos responde. La mujer llamaba a la puerta del juez todos los días. Si queremos algo y es importante, debemos insistir. Pedir mucho, todos los días, muchas veces al día. Eso es la verdadera oración.

Por último, hay dos frases de Nuestro Señor que parecen contradecirse entre sí. Él habla de que Dios parece tardar en respondernos, pero también dice que Dios nos responderá rápidamente. ¿Cómo conciliamos ambas cosas? Cualquier intento de respuesta debe considerarse dentro del contexto más amplio de la acción de Dios en el mundo. En este momento hay personas que sufren injusticias. Dios no parece responder a sus oraciones; ni a nuestras oraciones por ellos. Pero también es cierto que Dios ha corregido muchas injusticias. Pensemos en tantos avances en materia de derechos humanos en nuestra sociedad. Nuestra propia experiencia personal nos dice que ningún problema dura para siempre.

Dios escucha nuestras oraciones y responde rápidamente. Puede que no siempre nos dé la solución que queremos o que se nos ocurre. A veces, más que resolver un problema, nos ayuda a resolvernos a nosotros mismos. Nos ayuda a ser mejores personas en ese problema, creciendo en virtud y confianza en Él. Dios siempre nos da una parte de su santidad. Ese es el mayor regalo de todos, la justicia interior para actuar y pensar correctamente, hacia Dios y hacia los demás, sean cuales sean las circunstancias exteriores. Al esforzarnos por ser justos en nuestro interior, contribuiremos a crear una sociedad más justa a través de nuestra acción social y, sobre todo, de nuestra oración constante.

Evangelización

Un intelectual estadounidense reclama con fuerza tomarse la cuestión religiosa «en serio»

El influyente politólogo Charles Murray ha publicado "Taking Religion Seriously", un libro que narra su viaje desde el agnosticismo secular hasta la apertura a la cuestión de Dios.

Javier García Herrería·15 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

El influyente politólogo y escritor Charles Murray, conocido por su posición libertaria y su visión de desigualdad social estadounidense, acaba de publicar su nuevo libro Taking Religion Seriously (Tomando la religión en serio). Murray, licenciado en Harvard y doctorado en el MIT, emprende un viaje intelectual y personal que lo lleva desde el agnosticismo ilustrado hasta una apertura sincera a la posibilidad de Dios.

El autor, célebre por su análisis racional y sus polémicas tesis sobre la cultura occidental, admite que durante décadas se consideró un secularista convencido, pero que una serie de “empujones” —como él los llama— lo llevaron a cuestionar sus certezas materialistas.

Explica que ha tenido una vida lo suficientemente buena como para no haberse visto obligado a creer en un Dios que diera sentido a su sufrimiento: “He vivido mi vida sin alcanzar nunca la profundidad de la desesperación”, explica en un artículo publicado en The free Press y de cuyo contenido extraemos las citas de este texto

La confesión, íntima y honesta, marca el tono de un libro que mezcla filosofía, ciencia, biografía y espiritualidad. Murray reconoce que su formación lo protegió del sufrimiento profundo —y también, paradójicamente, del anhelo de lo trascendente—. 

De Tailandia al pensamiento metafísico

El relato se remonta a sus años de juventud en el Cuerpo de Paz en Tailandia durante los años sesenta. Allí practicó meditación trascendental, en busca de una iluminación que nunca alcanzó. “Lo intenté, pero no funcionó. En las raras ocasiones en que me acerqué a un estado meditativo, podía sentir mi propia resistencia”.

Ese fracaso sembró en él una intuición persistente: que las personas tienen diferentes capacidades de percepción espiritual, del mismo modo que unas son más sensibles a la música o al arte. Décadas después, al ver a su esposa Catherine profundizar en el cuaquerismo, Murray pensó que “sufría un déficit perceptivo en espiritualidad”.

La esposa de Murray era una cuáquera piadosa y, según él, no creía por autoengaño, como suelen pensar los ateos. Eso lo desarmó. “Ella tenía un intelecto extraordinario… y no se autoengañaba de ninguna manera. A través de su ejemplo llegué a aceptar que yo era quien tenía un problema”.

El desmantelamiento de su catecismo secular

Murray dedica un capítulo central a desmontar lo que llama su “catecismo secular”, la serie de tres dogmas que había aceptado sin examen durante décadas:

  • El concepto de un Dios personal está en desacuerdo con todo lo que la ciencia nos ha enseñado.
  • Los humanos son animales… Cuando el cerebro se detiene, la conciencia también se detiene.
  • Las grandes tradiciones religiosas son inventos humanos, productos del miedo a la muerte.

Ese conjunto de convicciones, afirma, constituía su zona de confort intelectual, carente de cualquier reflexión profunda. Murray no reniega de la ciencia, pero reprocha al pensamiento moderno su falta de curiosidad metafísica. 

El proceso de sus dudas comenzó con pequeños empujones —reflexiones casuales, preguntas ajenas, lecturas— que acabaron minando la estructura de su escepticismo. La pregunta que lo cambió todo: “¿Por qué hay algo en lugar de nada?” “Seguramente las cosas no existen sin haber sido creadas. ¿Qué creó todo esto?”. 

Reflexionando sobre esas cuestiones comprendió mejor los límites de la razón. La idea de que la existencia misma exige una causa lo llevó a aceptar que hay un “Misterio con M mayúscula” en el origen de todo. “Lo que Misterio realmente significa es que el universo fue creado por una fuerza creativa incognoscible… un concepto al que Aristóteles se refirió como el ‘motor inmóvil’. Murray confiesa que, por primera vez, ese concepto le pareció una descripción intelectualmente aceptable de Dios.

Desantropomorfizar a Dios

El siguiente paso en su evolución espiritual fue liberarse de la imagen humana de Dios. “Cualquier Dios digno de ese nombre es, al menos, tan incomprensible para un ser humano como yo lo soy para mi perro.”

La comparación sirve para expresar la distancia entre el Creador y la criatura. Su perro lo percibe parcialmente, sin comprender su esencia; del mismo modo, el ser humano solo roza el misterio divino.

Este proceso de “desantropomorfización” lo liberó de las caricaturas infantiles del Dios barbudo y paternalista, permitiéndole una fe abierta al misterio.

Un libro que interpela a los no creyentes

Taking Religion Seriously no pretende ser una obra teológica, sino una reflexión cultural y personal. Murray se dirige especialmente a los intelectuales modernos, aquellos para quienes la religión parecía un residuo del pasado. Su mensaje es claro: la fe, bien entendida, no contradice la razón; la completa.

“En el siglo XXI, es fácil mantenerse entretenido y distraído. Y eso, creo, explica mucho no solo sobre mí, sino sobre el secularismo despreocupado de nuestra época.”

Murray intenta tender un puente entre la mente moderna y la apertura a lo sobrenatural. Reconoce el escepticismo persistente en nuestra cultura, pero invita a sus lectores a reconsiderar que la búsqueda de Dios es una tarea legítima del pensamiento humano, no una huida irracional.

En tiempos en que muchos se preguntan si Occidente atraviesa un “renacimiento religioso”, Murray ofrece su respuesta personal: sí, pero debe comenzar dentro de cada alma que —como él— se atreva a mirar el vacío y descubrir que quizá ese vacío tiene la forma de Dios.

Mundo

Irán inaugura la nueva estación de metro “Santa Virgen María” en Teherán

Para muchos es sorprendente que un país islámico dedique un lugar público a la madre de Jesús, pero tiene sentido si se entiende el contexto de la religión chiita.

Javier García Herrería·15 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

En pocos días el gobierno iraní inaugurará oficialmente la nueva estación de metro “Santa Virgen María” (Hazrat Maryam Moghaddas), ubicada en la Línea 6 del Metro de Teherán. Esta estación, la vigésimo quinta de dicha línea, destaca tanto por su diseño arquitectónico como por su simbolismo religioso y cultural.

Situada en las cercanías de la Catedral de Sarkis de los Armenios, uno de los templos cristianos más representativos de la capital iraní, la estación rinde homenaje a la figura de la Virgen María, venerada tanto por cristianos como por musulmanes chiitas. En sus muros, los viajeros pueden apreciar murales artísticos que reflejan la convivencia entre las comunidades religiosas del país y la importancia de la Virgen María en la tradición islámica.

Imagen de la catedral de Sarkis en uno de los murales. ©Tehran pinture agency

En Irán, el Estado reconoce y garantiza la libertad de culto a las minorías religiosas históricas, como los cristianos, judíos y zoroastrianos, sin embargo, la legislación iraní no permite la evangelización ni la conversión desde el islam al cristianismo.

La inauguración de esta estación pone de relieve la devoción compartida hacia la Virgen María, figura respetada en el islam chiita como madre del profeta Jesús (Isa). No es inusual encontrar estatuas y parques dedicados a la Virgen en distintas partes del país, como el Parque de la Santa María en el norte de Teherán.

©Tehran pinture agency

Con esta nueva estación, el Metro de Teherán continúa expandiendo su red y, al mismo tiempo, ofrece un espacio que refleja una mínima diversidad religiosa y cultural de la sociedad iraní.

©Tehran pinture agency
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España

Mons. Figaredo de cara al Domund: «Hacemos mucha labor pastoral, pero no sale en los medios»

Hoy se ha presentado en rueda de prensa la Jornada Mundial de las Misiones (DOMUND), que se celebrará el domingo 19 de octubre en todo el mundo.

Redacción Omnes·15 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Hoy se ha presentado en rueda de prensa la Jornada Mundial de las Misiones (DOMUND), que se celebrará el domingo 19 de octubre en todo el mundo. Este año, la campaña llega acompañada —por primera vez— de un vídeo del Papa en castellano, en el que invita a todos los fieles a implicarse activamente en el sostenimiento de la misión pastoral de la Iglesia.

En su mensaje, el Papa anima a “sostener programas pastorales y catequéticos, a construir nuevas iglesias y atender las necesidades de salud y de educación de nuestros hermanos y hermanas en tierras de misión”. Y concluye con una llamada a la acción: “Este 19 de octubre, al reflexionar juntos sobre nuestra llamada bautismal a ser misioneros de esperanza entre los pueblos, renovemos nuestro compromiso con la dulce y alegre tarea de llevar a Jesucristo, nuestra esperanza, hasta los últimos rincones del mundo”.

OMP: oración y compromiso con las misiones

Durante la presentación, José María Calderón, director nacional de Obras Misionales Pontificias (OMP) España, subrayó la decisiva importancia del Domund para la evangelización. Destacó que esta jornada no es solo una colecta, sino una expresión de comunión y compromiso con la misión de la Iglesia.

Calderón insistió también en la necesidad de la oración: “Pedimos oraciones al pueblo de Dios por los misioneros y las misiones, porque la misión no se sostiene solo con recursos materiales, sino con el corazón creyente de quienes oran por ella”.

Testimonio desde Camboya: Mons. Enrique Figaredo

Entre los territorios de misión que cada año reciben ayudas del Domund se encuentra la prefectura de Battambang (Camboya), donde trabaja el misionero español monseñor Enrique Figaredo, conocido por su dedicación a las víctimas de las minas antipersona.

A lo largo de los años, Figaredo ha construido y distribuido más de 60.000 sillas de ruedas y ha impulsado múltiples proyectos de inclusión social y educativa. “Uno de mis deseos —ha señalado— es promover las vocaciones, de forma que el prefecto que me sustituya al frente de la Iglesia local sea un nativo camboyano”.

¿Qué es OMP?

Obras Misionales Pontificias (OMP) es el organismo oficial de la Santa Sede encargado del sostenimiento de los Territorios de Misión. Una de sus cuatro obras, la Obra de la Propagación de la Fe, organiza cada año la jornada del Domund. Su fundadora, Pauline Jaricot, fue declarada beata en 2022.

Gracias a lo recaudado en esta Jornada en todo el mundo, el Papa puede enviar apoyo anual para el mantenimiento de las 1.131 iglesias jóvenes que dependen directamente del Dicasterio para la Evangelización, cuyo prefecto es el propio Papa.

El Domund no solo es una ayuda económica: también se colabora mediante la oración o el voluntariado. En España, cerca de 10.000 jóvenes dedican sus vacaciones de verano a la misión, y hay 1.791 voluntarios trabajando en delegaciones, parroquias y arciprestazgos.

España: líder mundial en el envío de misioneros

La Iglesia Católica en España cuenta con una de las comunidades misioneras más numerosas del mundo: 9.648 misioneros, de los cuales el 53% son mujeres y el 47% hombres.

El país que recibe mayor número de misioneros españoles es Perú (524).

Perfil de los misioneros:

  • 54 % consagrados
  • 25 % sacerdotes religiosos
  • 12 % laicos
  • 8 % sacerdotes diocesanos

Distribución por continentes:

  • América: 66,27 %
  • Europa: 15,94 %
  • África: 10,74 %
  • Asia: 6,60 %
  • Oceanía: 0,45 %

El impacto de los territorios de misión

La Iglesia católica clasifica aproximadamente un tercio (37%) de su estructura global como Territorios de Misión, por lo que los datos

  • Población atendida: el 45,70% de la humanidad vive en estas regiones.
  • Vida sacramental: uno de cada tres bautismos en el mundo se celebra en ellas.
  • Trabajo social y educativo: el 44% de las obras sociales y educativas de la Iglesia (escuelas, hospitales, orfanatos…) se desarrollan en territorios de misión.
  • Carga pastoral: un sacerdote misionero atiende a más del doble de fieles que la media en otras diócesis, reflejando el enorme desafío y dedicación de los agentes pastorales.

A qué se destina el dinero del Domund

En 2024, el Fondo Universal de Solidaridad de la Obra de la Propagación de la Fe (DOMUND) recaudó 64 millones de euros a nivel mundial, de los cuales más de 10 millones provinieron de las diócesis españolas.

Origen de los fondos

  • 43%: donaciones de parroquias
  • 30%: congregaciones y empresas
  • 19%: herencias
  • 7%: colegios

Destino y proyectos financiados

Los fondos permitieron financiar 413 proyectos en 179 diócesis de 26 países, distribuidos de la siguiente manera:

  • 174 proyectos ordinarios para el mantenimiento diario de las misiones.
  • 107 proyectos de catequesis.
  • 132 proyectos extraordinarios, entre ellos:
    • Construcción y reparación: 108
    • Formación cristiana: 10
    • Medios de comunicación: 7
    • Equipamiento: 7

Vídeo del Papa

Puede verse el vídeo completo del mensaje del Papa Francisco para el DOMUND 2025 en este enlace:

Vaticano

Ante el desánimo, el Papa alienta a las familias a acudir al Resucitado

El Papa León XIV ha alentado en la Audiencia de hoy, especialmente a “los desanimados y cansados de la vida”, a acudir a Jesús Resucitado, “garantía de esperanza”. En sus saludos ha bendecido a las familias, y ha exhortado a dirigir la mirada a santa Teresa de Ávila.   

Francisco Otamendi·15 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

En la Audiencia de esta mañana, con más de 50.000 peregrinos en la Plaza de San Pedro, el Papa León ha alentado a acudir a Jesús Resucitado. Es “garantía de esperanza” para los “se sienten desanimados de la vida”, ha dicho a los fieles.

Al final de la audiencia, justo antes de dar la Bendición, el Pontífice ha exhortado a los fieles y peregrinos a “dirigir su mirada a santa Teresa de Ávila de la cual hoy celebramos la memoria litúrgica. Que el ejemplo de esta gran contemplativa constituya para todos una invitación a fortalecer cada día su espíritu de oración. Fijando la mirada en Jesucristo, único Salvador del mundo”.

El Resucitado, “garantía de esperanza”

En su discurso en italiano, el Papa ha retomado el ciclo de catequesis que se desarrolla en el Año Jubilar, ‘Jesucristo, nuestra esperanza’, con el tema ‘El Resucitado, fuente viva de la esperanza humana’.

“¡Cristo resucitado es un puerto seguro en nuestro camino! El Resucitado es la garantía de esta esperanza que no quedará defraudada. Él es fuente perenne de vida plena”, ha manifestado León XIV.

Nos acompaña en el viaje de nuestra historia, a veces dolorosa, “y Él, que es la meta, nos conduce a casa en donde somos esperados, amados y salvados”.

“Roguemos al Señor para que quienes se sienten desanimados y cansados de la vida, descubran en el Resucitado la paz profunda y llena de gozo que solamente él nos puede dar”, ha dicho.

A los peregrinos de lengua inglesa

Buscamos el reconocimiento mundano y, lo recibamos o no, seguimos sintiéndonos vacíos, ha reflexionado el Papa. “Esto revela que no estamos verdaderamente satisfechos con los logros y las certezas pasajeras de este mundo”.

Solo Jesús resucitado puede darnos la paz verdadera y duradera que nos sostiene y nos llena, ha enseñado León XIV. “En un mundo que lucha contra el cansancio y la desesperación, seamos signos de esperanza, paz y alegría del Cristo resucitado”.

A continuación, ha saludado a los peregrinos y visitantes de habla inglesa, con el añadido de “y vuestras familias”, como había hecho con los de lengua francesa al principio. 

Éstas han sido sus palabras: “Me alegra dar la bienvenida esta mañana a los peregrinos y visitantes de habla inglesa. En especial a los procedentes de Inglaterra, Gales, Irlanda, Malta, Noruega, Uganda, Australia, Nueva Zelanda, China, Indonesia, Malasia, Filipinas, Taiwán, Canadá y Estados Unidos de América. 

Con mis mejores deseos y mis oraciones para que el actual Jubileo de la Esperanza sea para vosotros y vuestras familias un tiempo de gracia y renovación espiritual. Invoco sobre todos vosotros la alegría y la paz de Nuestro Señor Jesucristo”.

León XIV saluda a un bebé desde el papamóvil, mientras recorre la Plaza de San Pedro en el Vaticano antes de la Vigilia de oración y el rezo del Rosario por la paz el 11 de octubre de 2025. (Foto CNS/Lola Gomez).

Apoyo a las familias y a la natalidad

En este mismo sentido, durante su visita ayer al presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, el Papa León aseguró que junto a la paz, la familia está en el centro de sus preocupaciones. Y subrayó el “significativo descenso de la natalidad” en Europa. Esto exige comprometerse  en “promover decisiones a distintos niveles en favor de la familia. Apoyando sus esfuerzos, promoviendo sus valores y protegiendo sus necesidades y derechos”.

En su discurso, el Vicario de Cristo señaló también “la importancia de garantizar a todas las familias el apoyo indispensable de un trabajo digno, en condiciones justas. Y atendiendo a las necesidades relacionadas con la maternidad y la paternidad”.

Hagamos todo lo posible, dijo, «para dar confianza a las familias, especialmente a las jóvenes, para que puedan mirar con serenidad hacia el futuro y crecer en armonía».

Protección de la vida

Además, León XIV habló de la protección de la vida, “en todas sus etapas, desde la concepción hasta la vejez, hasta el momento de la muerte”. 

También se mostró agradecido por la asistencia que Italia ofrece “con gran generosidad a los migrantes, que cada vez llaman más a sus puertas. Así como por su compromiso en la lucha contra la trata de seres humanos”.

La Resurrección de Cristo transformó la historia

En su catequesis de hoy, el Papa ha definido Quién es para un cristiano y para la historia Jesús Resucitado, y ha citado a san Agustín.

“¡Jesús Resucitado es la garantía de esta llegada! Él es la fuente que sacia nuestra sed ardiente, la sed infinita de plenitud que el Espíritu Santo infunde en nuestro corazón. La Resurrección de Cristo, de hecho, no es un simple acontecimiento de la historia humana, sino el evento que la transformó desde dentro.

San Agustín, en el décimo libro de las Confesiones, ha recogido el Papa, “capta este anhelo inagotable de nuestro corazón y lo expresa en el famoso Himno a la Belleza. ‘Exhalaste tu fragancia y respiré, y ya suspiro por ti; gusté de ti, y siento hambre y sed; me tocaste, y me abrasé en tu paz’ (X, 27, 38)”.

Petición a san Juan Pablo II para padres y educadores

En sus palabras a los peregrinos de lengua polaca, León XIV ha manifestado que “pido con ustedes la intercesión de san Juan Pablo II, testigo de esperanza y guía para los jóvenes. Que inspire a maestros, catequistas y educadores a colaborar con los padres en la formación de la conciencia de las nuevas generaciones”. El día 22 de este mes es la fiesta litúrgica de san Juan Pablo II.

El autorFrancisco Otamendi

Familia

Cómo encontrar sentido a la pérdida de un hijo en el embarazo

Padres que han perdido a sus hijos antes de nacer cuentan cómo enfrentaron el dolor, defendieron la dignidad de sus pequeños y encontraron un sentido y frutos inesperados en su duelo.

Teresa Aguado Peña·15 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

«No hay latido» es la frase más temida de una madre al hacerse una ecografía. «Todo pasa muy rápido. De la noche a la mañana de pronto no estás embarazada. Pasas por muchos duelos. Y caes en la tentación de ocultarlo y que nadie se entere» cuenta Olatz, madre de 3 hijos en el Cielo e instagramer. Muchas madres pasan por esta misma experiencia y deciden acatar las normas de los médicos, callar y guardar ese dolor para ellas.

La funeraria En Vela, para bebés fallecidos antes o al poco de nacer, organizó una mesa redonda dando voz a este duelo. Distintas parejas compartieron su testimonio, defendiendo la vida desde el momento de la concepción así como la dignidad y el sentido de la corta vida de sus hijos: «Cuando nosotros pensamos que Dios soñó a cada uno de nuestros hijos para la vida, es cuando nos damos cuenta de que la dignidad no depende del tiempo que pasamos en este mundo» dice José Manuel, marido de Olatz.

En embarazos de no más de 14 semanas, las dos opciones que se dan son el legrado (aspiración uterina) o a través de un tratamiento farmacológico con misoprostol, unas pastillas para dar a luz en casa, experimentando fuertes dolores. Y la pregunta que muchos padres se hacen: ¿Y qué hago con el cuerpo de mi hijo? «El protocolo existente asume que, al darlo a luz en tu casa, vas a tirar el bebé al váter» afirma José Manuel.

Diana, una madre de Zaragoza, comprendió la importancia de enterrar a su hijo. «En Zaragoza no sabían nada del tema. Tuve que estudiarme la normativa y estuve 12 días de trámites administrativos hasta que pude enterrar a mi hijo». Estuvo a punto de tirar la toalla pero un cura la animó a seguir: «Quizás tu hijo sea un Moisés que tiene que abrir este camino en Zaragoza». Para Diana también es un signo de dignidad poner nombre a su hijo, por lo que tuvo que enfrentarse con la funeraria que quería poner «restos abortivos de Diana Herrera» en la lápida.

Los padres coincidían en que, en muchas ocasiones, se les trataba como locos. Incluso llegaban a planteárselo. Al perder a un hijo tan prematuro, se enfrentan a una incomprensión social por llorar la pérdida de un hijo que para la mayoría no existe. José Manuel explica que lo natural es dar a su hijo el lugar que merece: llorarle, ponerle nombre y enterrarlo: «vivirlo de otra manera sería antinatural».

Cómo llevar el dolor de la pérdida

Manuel cuenta que todo invita a intentar minimizar el dolor, huir de él: «Pero es un error. El dolor está ahí. Es el momento de ser como la Virgen María. La Virgen cuando estaba Jesucristo siendo crucificado, azotado, torturado, no dijo: ‘No duele tanto, va a pasar’. No. Estaba. Y en ese momento asumes que tienes que estar, y que es algo que está ahí, y que lo vas a acompañar y que se va a quedar ahí, pero que tiene un sentido». Explica así cómo la Virgen le enseñó a permanecer en ese sufrimiento.

A pesar del dolor que supone, estos padres hablan con agradecimiento y muestran los frutos de tener un hijo, aunque no haya nacido: «El dolor te ordena, te transforma. Cuando pasa algo así, de pronto todo se para. Te desenmascara. Y te preguntas ¿Cuáles son mis prioridades?» cuenta Manuel. Todos coinciden en que una experiencia así une a la familia y cambia la perspectiva: «Este dolor no acaba con nosotros. Nos une y nos hace mirar hacia algo que está por encima de nosotros» dice Olatz.

Para José Manuel y Olatz la fe «lo ha sido todo» en la pérdida de sus tres hijos: «atravesar la muerte de un hijo ha sido entrar en contacto directamente con el Cielo. Porque hemos conocido a un Dios que ha hecho algo mejor que evitar el sufrimiento, que es vencerlo, darle un sentido y una esperanza». Para Olatz, tener tres hijos en el Cielo es un aliciente más para buscar la santidad y llegar allí para encontrarse con ellos.

El mensaje que dan estos padres a las familias que pasan por lo mismo es: «Que no caigan en la trampa de minimizar la pérdida: cada hijo tiene su valor y su lugar, y aunque el sufrimiento pueda ser intenso en el corto plazo, merece todo nuestro espacio, nuestro tiempo y nuestras oraciones. Este duelo no es un proyecto fallido: es la pérdida de un hijo que ha partido al Cielo, y reconocer su dignidad es fundamental para poder acompañar y honrar esa memoria».

Finalmente, Olatz recalca la importancia de entender el hijo como un don. «Dios nos permite ser cocreadores con Él. Un hijo es un milagro. No lo reduzcamos a una necesidad, un derecho o una carga, sino a un don y un regalo que se pide y que puede llegar si estamos abiertos a ello. Pero siempre desde la certeza de que son un don y que no podemos apropiarnos de ese don, que no es del matrimonio, sino que es de Dios».

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Lo que no sabías sobre tu suegra y te hará quererla

Una reflexión sobre el amor, la vulnerabilidad y las lecciones de vida aprendidas al cuidar a una suegra hasta el final.

15 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

Es una palabra fea esta de suegra en español. No sé por qué. Curiosamente, ha permanecido inalterada durante milenios y las etimologías le encuentran una raíz común indoeuropea «swekru» que la hacen muy parecida en idiomas muy dispares. 

La palabra suegra se relaciona automáticamente con sus clichés: entrometidas, conflictivas, dominantes… Y ciertamente son muchas las formas de ejercer mal el papel de madre política; pero lo normal es que las suegras sean parte importantísima de las familias, queridas y valoradas a pesar de «sus cosas» por yernos y nueras. 

He tenido la suerte de acompañar a mi suegra en sus últimos años de vida y tengo que decir que, a pesar de que han sido duros porque su progresivo deterioro le hacía sufrir a ella y nos hacía cada vez más cuesta arriba su cuidado a nosotros, los echaré de menos. Y es que, como señala el Papa cuando hace referencia a la «revolución del cuidado», «hay una bienaventuranza en la ancianidad, una alegría auténticamente evangélica, que nos pide derribar los muros de la indiferencia, que con frecuencia aprisionan a los ancianos». Ciertamente, yo (y toda la familia) nos hemos sentido bienaventurados gracias a mi suegra, hemos aprendido mucho y hemos disfrutado de ella a pesar de que su vida ya no era «útil» en términos meramente humanos. 

En su reciente exhortación apostólica «Dilexi te», León XIV lo concreta diciendo, por ejemplo, que «el anciano, con la debilidad de su cuerpo, nos recuerda nuestra vulnerabilidad, aun cuando buscamos esconderla detrás del bienestar o de la apariencia». Todos, familiares y amigos, que la hemos acompañado en su larga ancianidad hemos estado recibiendo de ella, gratuitamente, la mayor de las lecciones que se pueden aprender en esta vida: ¡Que todos somos vulnerables y que nos morimos! No hay mayor descanso para una persona que saber que no tiene por qué poderlo todo y por qué poder siempre; que hay momentos en los que hay que pedir ayuda; que todos necesitamos de todos, que el dinero, el trabajo o la salud nos dan apariencia de seguridad, pero que esta es fragilísima porque se pierden de un día para otro; que la familia es la mejor seguridad social; que la perspectiva de la muerte nos hace disfrutar más de la vida y abrirnos a la trascendencia donde el hombre y la mujer encuentran respuestas a sus mayores anhelos…

La Biblia nos regala diversas referencias hacia las suegras, comenzando por la historia de Ruth, que manifestó un amor y lealtad sin igual hacia su suegra Noemí, no abandonándola cuando quedaron ambas viudas: «Iré adonde tú vayas –le dijo–, viviré donde tú vivas; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios; moriré donde tú mueras, y allí me enterrarán. Juro ante el Señor que solo la muerte podrá separarnos»; hasta llegar al mismísimo Jesús, que nos hace valorar a las suegras cuando curó con ternura a la de Pedro, su mano derecha: «inclinándose sobre ella –relata Lucas– increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose enseguida, se puso a servirles». 

También nos advierte la Escritura de lo peligroso que puede ser no entender bien qué significa ser suegra cuando nos aconseja aquello de: «dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer…». Y es que cada nueva familia que nace debe romper el cordón umbilical que los une a su familia de origen pues, de lo contrario, la natural discrepancia de opiniones hasta en los aspectos más nimios de la vida puede provocar una auténtica guerra civil y no son pocos los divorcios que tienen en las suegras su detonante. Jesús llega al extremo de recomendar poner tierra de por medio si la fe se ve comprometida por la afectividad cuando dice: «¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división. Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra». ¡Cuántos matrimonios se habrían salvado si se hubiera cortado a tiempo con la mamá!

Volviendo a lo bonito de las suegras, hay un dato que repito cuando algún amigo mío que haya sido padre me habla mal de la suya. Le pregunto si quiere a sus hijos y él me responde naturalmente que sí, que son lo mejor que le ha pasado. Entonces, yo le explico que antes de en el vientre de su mujer, sus hijos estuvieron, en cierto sentido, en el vientre de su suegra, pues los óvulos que una mujer tendrá a lo largo de su vida se forman mientras ella se gesta dentro del útero de su propia madre. Así pues, los óvulos que, una vez fecundados, dieron lugar a nuestros hijos se formaron muchos años antes, en el vientre de su abuela materna, tu suegra. ¡Y se quedan planchados!

Curiosidades científicas aparte, hoy quiero romper una lanza en favor de las suegras, porque me duele mucho haber perdido a la mía. Ella me regaló lo mejor de mi vida: mi mujer, mis hijos, tanto aprendido, llorado y reído. Honrar a la suegra es camino de belleza, vida y alegría, puedo dar fe a quien lo pida. Por eso, mientras investigaba sobre el origen de la palabra, me ha encantado descubrir cómo se dirigen a ellas los franceses en señal de respeto. Nada menos que con el nombre de belle-mère (bella mamá). Así que hoy, y sin que sirva de precedente permítanme que me despida «a la francesa» con un enorme Merci belle-mère !

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

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Iniciativas

Angie, la mujer con ELA que transformó su fragilidad en esperanza

Angie, ingeniera venezolana con ELA, transformó su vulnerabilidad en resiliencia, inspirando a su comunidad y dando origen al Proyecto Angie, una iniciativa solidaria que apoya a familias en riesgo de exclusión en España.

Álvaro Gil Ruiz·14 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

El intelectual noruego y prelado de Trondheim, Erik Varden, declaraba en una reveladora entrevista a Nuestro Tiempo el verano de 2024, la que puede ser la “prueba del algodón” de la madurez humana, cuando decía: «Cuanto más pasa el tiempo, más convencido estoy de que para saber si alguien está adquiriendo sabiduría…, hay que ver si es capaz de vivir en paz siendo vulnerable». Un claro ejemplo de persona que ha aceptado su limitación con serenidad es Angie, que padece ELA y tiene a su cargo tres hijos. Vive de alquiler y ha sido la inspiradora de un proyecto que ayuda a familias en riesgo de exclusión. 

¿Quién es Angie?

Angie es una joven ingeniera que se afincó en Vallecas con su familia en marzo de 2020, huyendo de Venezuela, en  los prolegómenos del gran confinamiento de España por la COVID-19. 

Si ya era complicado emigrar en tiempo de pandemia, la situación se agravó en abril de 2020 cuando se presentó sin llamar a la puerta de Angie, una enfermedad tan cruel como la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Fue un duro golpe para toda la familia y los amigos, en ese momento se empezó a mostrar claramente, que Angie no se iba a dejar llevar por el desánimo. Ya que sus convicciones le hicieron reconfigurar su vida. Esto trajo a su familia mucha paz en los momentos de desánimo y una gran alegría, se convirtió en una bendición esta limitación, aunque parezca una contradicción, porque sacó lo mejor de ella.

 Les demostró que, como dice Marian Rojas, la felicidad no está en lo que nos pasa, sino como interpretamos lo que nos pasa. Fue capaz de ser feliz y hacer felices a los suyos. 

Descubrió que en medio del dolor podía ser un foco de luz para muchos. Como también dice la citada psiquiatra: “Si sabes lo que deseas, lo que anhelas, tu mente te mostrará el camino de forma más nítida”. Y así fue como Angie, sin quererlo ni beberlo, focalizó su misión: en su vulnerabilidad podía ayudar a los demás. 

Al poco tiempo, en diciembre de ese año, conoció a sus amigos españoles cuando participaba en una cena solidaria con su familia, organizada por la parroquia de San Raimundo de Peñafort (Entrevías). Allí conoció a los “Javieres”, a las “Marisas”, a Juan Ramón, a Enrique,… Eran los voluntarios que prepararon la cena y surgió en ese momento lo que con el tiempo fue una segunda familia.

Nacimiento del Proyecto Angie

Estos decidieron organizarse para ayudar a esta familia venezolana. Hicieron una lista de la compra modelo, para irla replicando con variaciones, organizaron turnos y se distribuyeron para ir mensualmente a hacer la compra y llevarla a su casa. En esos encuentros entrañables, en los que los visitantes terminaban edificados y los visitados encantados, todos ganaban. Esto se prolongó en el tiempo y la segunda familia se amplió.  

Las visitas  a la casa de Angie continuaron y en septiembre de 2021 sus amigos pensaron ¿y si ayudamos a más familias como Angie, de la misma manera; haciendo una pequeña compra en familia y llevando calor de familia a esas casas? Y así fue como volvieron a San Raimundo de Peñafort, donde Juanjo, el párroco, “prestó” otra segunda familia para ser ayudada. Después Pablo, en San Emilio (La Elipa), facilitó más familias para formar parte del proyecto. Seguidamente, Jesús y Lorena les presentaron a madres embarazadas con pocos recursos… En ese momento el proyecto fue apadrinado por la fundación Amigos de Monkole con el nombre de Proyecto Angie, abierto a la colaboración de todo el quiera, como se explica en su web.

Amigos de Monkole está centrado en la ayuda al Congo, pero tiene algún proyecto en España, como éste. Como dice Enrique Barrio, director de la fundación, la pobreza está aquí y allí, y muchos pocos hacen un “mucho”. Por lo que, aunque la ayuda en África es muy necesaria, lo es en todos los sitios. Marisa Lara y Toñi Sáez, coordinadoras del Proyecto Angie, hablan de esta realidad tan gratificante, afirmando que los voluntarios que contemplan la vulnerabilidad son más reconfortados que los ayudados, aunque pueda parecer que es al revés.

Libros

La humildad según san Benito: guía para vivir y amar hoy

En 'La libertad interior', Joan Chittister, inspirada en san Benito, nos invita a redescubrir la humildad no como teoría, sino como camino concreto de libertad interior y madurez en el amor a Dios y a los demás.

José Carlos Martín de la Hoz·14 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

Hace muchos años, en 1979, el entonces cardenal Luciani de Venecia distinguía en un artículo sobre san Josemaría Escrivá de Balaguer entre una espiritualidad para laicos y una espiritualidad laical. La primera sería la de san Francisco de Sales y la segunda la de san Josemaría.

Lógicamente, no tiene sentido clasificar las espiritualidades en buenas o mejores, pero si conviene cerciorarse de estar proporcionando la espiritualidad adecuada al público que uno tiene delante cuando se imparte un medio de formación espiritual, pronuncia una homilía, o imparte una clase de catecismo.

La humildad, centro de la vida cristiana

En esta ocasión deseo referirme a un interesante trabajo de Joan D. Chittister acerca de la virtud de la humildad y más concretamente acerca de los grados de la humildad tal y como los describe san Benito en su célebre regla.

Es claro que la autora, religiosa de la abadía benedictina de Eric, Pennsylvania, bien conocida por sus numerosas obras de espiritualidad, lo que pretende sencillamente es aplicar las obras de san Benito, siglo VI, al Estados Unidos del siglo XXI, sin más dilaciones ni aclimataciones.

Por supuesto que nuestra autora lo que pretende es centrar a sus conciudadanos en la virtud de la humildad, que es clave para la santidad personal. Como afirmaban nuestros clásicos del XVI: “en la humildad está la verdad”.

De hecho, en los procesos de canonización lo primero y más importante es leer en la Positio acerca de la vida, virtudes y fama de santidad, cómo el siervo de Dios ha vivido en grado heroico la caridad, es decir, el amor a Dios, el amor a la Iglesia y el amor a todas las almas. No en vano el mandamiento de Jesucristo fue el mandamiento de la caridad. 

Pero, hay que reconocerlo desde el principio, a continuación, hay que leer el capítulo dedicado a la virtud de la humildad, no solo la virtud de la humildad teórica: su concepción, importancia, sentido y alcance. Si no, fundamentalmente cómo encajó los golpes y las humillaciones de la vida el siervo de Dios, es decir no la humildad teórica de los libros y manuales de teología espiritual, sino la vida real y concreta.

En ese sentido la autora después de exponer brevemente el caos de vida que llevamos e occidente, las múltiples y variadas ocupaciones, crisis y momentos de intensas subidas y bajadas se detiene para realizar el primer análisis certero de este trabajo: “Lo que realmente hemos perdido es la conciencia de quiénes somos y cuál es nuestro lugar en el universo, y lo que ello significa en todo cuanto hacemos” (13).

La virtud de la humildad en este trabajo queda planteada desde el primer momento muy certeramente: hemos de estar bien centrados en el amor de Dios y de las almas. Con una clara convicción: maduramos en la medida en que amemos.

Enseguida, nos hablará del elemento práctico de la humildad, mediante la necesidad de un examen de conciencia certero y definido o sencillamente con la cartografía de nuestra existencia. 

Para ser humildes hace falta saber localizar la soberbia en el mapa existencial: donde anida el amor propio, la falta de rectitud de intención o los deseos ocultos del egoísmo y de la superficialidad.

Para eso nuestra autora va a recurrir a los doce grados de la virtud de la humildad según san Benito. Primero, los enunciará según a un norteamericano le podría resultar más inteligible y después los volverá enunciar pero según el texto original. El resto del trabajo consistirá en hacerle esas doce preguntas o escalones a la sociedad americana de nuestro tiempo.

Ciertamente, hubiera sido más práctico resumirlo todo con la pregunta que sugería san Agustín para hacer el examen de conciencia todos los días de nuestra vida: “¿qué busco Señor cuando te busco? ¿Me busco a mí o te busco a Ti?”  (Confesiones, X, 6, 9).

Los grados de humildad según san Benito

Ahora volvamos a la regla de San Benito escrita en el año 520 y a sus grados de humildad para encontrar alguno de esos grados que puedan completar el examen de conciencia de san Agustín y ayudarnos a centrarnos en Dios y en los demás y posibilitar la acción de la gracia en nuestras almas y crecer en la humildad.

En primer lugar, conviene abrir el alma a la gracia para descubrir que Dios está dentro de nosotros (15) y desea, por el amor a Dios y a los demás, hacerse más fuerte y profundo en nuestro interior.

Inmediatamente hemos de descubrir el significado profundo del título del libro: la libertad interior consiste en hacer las cosas por amor. De esa manera, somos libres para amar porque la humildad nos ha sacado de la esclavitud del propio yo y nos ha abierto a la donación.

No podemos dejar de referirnos, a la afirmación del maestro Eckhart: la humildad y el amor son “el fruto de la nada”. Es decir, cuando nos vaciamos de nosotros mismos es cuando podemos afianzar el amor a Dios y a los demás.

Es importante la afirmación de san Benito en su paso quinto: “la humildad nos hace valientes. Una vez que sabemos quienes somos, mueren todas las falsas ilusiones de grandeza y todo el fariseísmo” (47).

Enseguida subrayará en los pasos séptimo y octavo, la eficacia para la humildad que aporta la donación incondicionada a Dios y a los demás. Es lógico. quien se vacía de sí puede llenarse de amor (59). Finalmente se referirá al despertar del alma para el amor: crecer en el amor (73).

Doce pasos hacia la libertad interior

Autor: Joan Chittister
Editorial: Sal Terrae
Páginas: 176
Año: 2005

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Mundo

La feminización del dolor en África

Ana María Gutiérrez es religiosa, médico y teóloga. Tras varias décadas trabajando en África, en este artículo transmite su experiencia acompañando a mujeres que viven cerca del dolor y el sufrimiento.

Ana María Gutiérrez·14 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

Como médico, llevo muchos años atendiendo a mujeres africanas en la consulta. A diario, soy testigo de un tipo de dolor muy característico en África y que nos toca mucho acompañar. Es el ligado a la condición femenina. Yo lo llamo la feminización del dolor y tiene características muy peculiares. Voy a referirme a ello con algunos ejemplos concretos:

La esterilidad

La esterilidad, ya sea del varón o de la mujer, es vista socialmente como una culpa de la mujer. Una mujer que no puede tener hijos es una mujer que es insultada, maltratada, avergonzada en público por la familia política o incluso por su propia familia. Es motivo de repudio y abandono por parte del marido, o lo que es peor, en ocasiones el marido lleva a casa una segunda mujer, sin advertírselo. Ella debe soportar una poligamia no deseada con la que el marido busca tener descendencia. Todo ello sin ningún diálogo ni capacidad de decisión.

El dolor de las viudas

La exclusión económica y social de las viudas es un problema complejo y desigual que se manifiesta en diferentes regiones del continente africano. La situación de las viudas en África suele estar marcada por una serie de prejuicios profundamente arraigados en las tradiciones, las normas sociales y los sistemas legales. Estas mujeres, ante la pérdida de su cónyuge, a menudo se ven privadas de derechos, del acceso a recursos y de oportunidades, lo que las expone a una mayor vulnerabilidad y a considerables dificultades para satisfacer sus necesidades y las de sus familias. Algunas son relativamente jóvenes, lo que puede condenarlas a muchos años de viudedad.

Tras la muerte de su cónyuge, una mujer es probable que experimente prácticas degradantes, ya sean psicológicas o físicas. Puede ser obligada a tener relaciones sexuales con otros miembros de la familia, sufrir violencia física y azotes públicos. Otras costumbres consisten en hacerles beber agua del cuerpo donde el marido ha sido lavado o afeitarles la cabeza. 

En determinadas regiones, por ejemplo, en ciertas tribus de Kenya, la antigua práctica del levirato obliga a las viudas a casarse con uno de los hermanos de su difunto marido para seguir cultivando la tierra. Puede apropiarse de su herencia y venir a vivir con ella: así, una de cada dos viudas africanas se vuelve a casar con un pariente de su difunto marido. 

Algunas viudas enfrentan un destino aún más difícil, especialmente si se oponen a él. Luego son marginadas, amenazadas con relaciones sexuales forzadas, privadas de toda herencia, a veces, incluso expulsadas del pueblo. Si esto ocurre en un contexto de conflicto, las mujeres deben entonces, mantener solas a sus familias, a veces en un campo de refugiados. 

En la República Democrática del Congo, el 50 % de las mujeres son viudas. Algunas también son víctimas de violación y susceptibles de contraer el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Todos estos factores favorecen la feminización de la pobreza. 

Podemos imaginar cuánto dolor hay detrás de estas situaciones: dolor físico, psicológico, social, dolor de derechos humanos violados, dolor de desigualdad, dolor de ver que te arrebatan tus propias propiedades.

Estas mujeres que vemos en la consulta nos relatan todo ese dolor y hay que tenerlo en cuenta pues, muchas veces, las enfermedades que nos presentan son somatización de tanto dolor soportado, que se manifiesta en lumbalgia, gastritis, artritis, cefaleas, hipertensión, etc.

El duelo perinatal

Un dolor al que no le prestamos ninguna atención en África, y que en muchas ocasiones me hace sentir muy incómoda, es el dolor de la mujer embarazada que da a luz un niño muerto, o bien una mujer que le diagnosticamos una muerte intrauterina. 

En el hospital en el que trabajo actualmente, el director médico no nos deja informar a la mujer de que el feto está muerto antes de la expulsión ya que, según él, la mujer comienza el duelo y no empuja ni colabora en las contracciones para expulsarlo. Yo, que soy la que hago las ecografías, muchas veces le digo a la mujer que el niño está sufriendo, que la situación no es buena, para prepararla de alguna manera.

Posteriormente, la mujer enfrenta el duelo sola, sin que nadie se ocupe de sus sentimientos por la pérdida de su hijo, ya sea que haya nacido muerto o fallecido tras el parto. Son situaciones en las que se guarda mucho silencio y la mujer tiene que gestionar sola sus sentimientos, o lo que es peor, en ocasiones es acusada de brujería y de tener malos espíritus que han provocado la muerte del bebé. Hay mucho dolor silenciado en estas situaciones.

Violencia sexual

Tristemente, veo en la consulta muchos casos de violencia sexual en niñas. Esta violencia ocurre normalmente en el entorno familiar y muchas veces es silenciada, de tal manera que, además del dolor de la violación, se suma el dolor de sentir que los padres no le han defendido, o que los adultos sabían, pero lo han callado y no han hecho nada.

Las violaciones son también frecuentes, ya sea por robos nocturnos en las casas o por atracos en taxis públicos, que culminan en la violación de las víctimas en un descampado, a veces por varios agresores . 

La violencia refleja la fragilidad del tejido social y del sentido de pertenencia a una comunidad o tribu, pues la niña que ha sido víctima de una violación suele ser rechazada posteriormente por su propio entorno cercano.

Ver morir a un hijo por falta de medios 

Otro de los dolores con el que me enfrento a diario es el del ver morir a un hijo por falta de medios económicos. ¡Cuántas muertes vemos que son evitables!

Niños que mueren por anemia, por malaria, por infecciones respiratorias o intestinales, simplemente por el hecho de no haber acudido antes al médico. 

El dolor en el rostro de las madres al ver que su hijo muere es indescriptible. Es ese dolor que se nos queda grabado a los sanitarios en países de bajos recursos y que nos causa también mucho dolor a nosotros mismos, pues sentimos dicha impotencia. Es un dolor que afecta, sobre todo, a las mujeres, ya que en la mayoría de los casos dependen económicamente de sus maridos. Esto puede deberse a que no tienen ingresos propios o, lo que resulta aún más grave, a que su esposo no les proporciona el dinero necesario para llevar a sus hijos al médico, llegando muchas veces demasiado tarde. También se observan casos de malnutrición, por la falta de alimentos suficientes para sus hijos.

No reconocer la dignidad de la mujer

En ocasiones la mujer es vista como un objeto. Tiene que estar, en la mayoría de los casos, disponible para su marido para lo que él quiera, donde quiera y como quiera. 

La mujer no tiene palabra en la familia. Son los hombres los que deciden en la mayoría de los casos, aunque es verdad que siempre hay excepciones. 

Tipos de sufrimiento

Los sufrimientos de las mujeres africanas pueden ser de diversos tipos. El primer dolor que los médicos debemos acompañar es el físico, pero no es el más importante. En África, sobre todo en la enfermedad crónica, existe mucho dolor: sida muy evolucionado, drepanocitosis, tuberculosis, diabetes mal controlada, cáncer, desastres naturales y conflictos. Ese dolor puede ser físico, pero sobre todo se percibe un sufrimiento global de origen diverso.

-Dolor físico. Muchas veces, por falta de medios o creencias erróneas, se soporta muchísimo dolor. En mi práctica clínica siempre digo que “el dolor no se soporta, se combate”

-Síntomas refractarios. En enfermedades crónicas o cuidados paliativos hay síntomas muy difíciles de controlar: náuseas, vómitos, anorexia, astenia, dolor neuropático. Al no poderse eliminar, generan sufrimiento.

-Sufrimiento económico. La persona enferma no produce y es una carga para la familia. A menudo no hay dinero para pagar tratamiento de por vida (diabetes, hipertensión), lo que lleva a descompensaciones graves como coma diabético o ictus.

-Sufrimiento psicológico. Al final de la vida, la persona siente su muerte cerca, expresándolo con rechazo, ira, depresión, tristeza o agresividad. A ello se suma el miedo a la brujería y las acusaciones que sufren muchos enfermos, lo que les sume en un dolor mayor.

-Sufrimiento espiritual. Ante la gravedad, surge el cuestionamiento vital: “¿qué he hecho con mi vida?”. En los creyentes pesa la imagen de Dios, el miedo al juicio y el deseo de sacramentos. También el dolor por falta de reconciliación con familiares cercanos, que a veces la enfermedad permite restablecer.

-Aislamiento social. Las personas con enfermedades crónicas con secuelas viven apartadas y sufren una “muerte social”. Algunos pacientes con patologías que supuran son aislados incluso en su propia casa.

El autorAna María Gutiérrez

esclava del Sagrado Corazón de Jesús. Médico y Teóloga

Cultura

Científicos católicos: César Nombela, microbiólogo

El 14 de octubre de 2022 fallecía César Nombela, microbiólogo, expresidente del CSIC y profesor universitario. Esta serie de biografías breves de científicos católicos se publica gracias a la colaboración de la Sociedad de Científicos Católicos de España.

Sociedad de Científicos Católicos·14 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

César Nombela fue un microbiólogo español que nació en Carriches, Toledo, y estudió Farmacia y Ciencias Químicas en la Universidad Complutense de Madrid, doctorándose en la Universidad de Salamanca en 1972. Tras ello, fue investigador postdoctoral con el Premio Nobel español de medicina Severo Ochoa en la Universidad de Nueva York, y posteriormente en el Instituto Roche de Biología Molecular en Nueva Jersey. Regresó a España para trabajar como investigador del Instituto de Microbiología Bioquímica del CSIC en Salamanca, y en 1981 obtuvo la cátedra de Microbiología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.

Su investigación en microbiología molecular se centró en microorganismos modelo como las levaduras. Investigó la biogénesis de la pared celular, la transducción de señales en la célula, los factores de virulencia microbianos, y las aplicaciones para la producción de proteínas recombinantes. Fue de los primeros en aplicar las tecnologías genómicas y proteómicas en España, dirigiendo la primera cátedra extraordinaria de Genómica y Proteómica en una universidad española. Creó y dirigió el Centro de Secuenciación Automatizada de DNA de la Universidad Complutense de Madrid.

Fue autor de más de 180 trabajos de investigación original, y dirigió más de 30 tesis doctorales, aparte de numerosos artículos de divulgación y debate público en periódicos, en áreas como la bioética y la política universitaria y científica.

A nivel de cargos desempeñados, aparte de los comentados habría que destacar que fue presidente de la Sociedad Española de Microbiología y de la Federación Europea de Sociedades Microbiológicas. También fue Presidente del CSIC y rector de la Universidad Menéndez Pelayo.

Tuvo siempre una preocupación dentro del campo de la bioética, siendo miembro del Comité Internacional de Bioética de la UNESCO y del primer comité de Bioética de España, así como presidente del Comité Asesor de Ética para la Investigación Científica y Tecnológica de España.

Se autodefinía como un “científico cristiano” y siempre ejemplarizó en su vida la compatibilidad y armonía de estas dos vertientes vitales. Fue miembro de la Society of Catholic Scientists, así como de su sección española, la Sociedad Española de Científicos Católicos.

El autorSociedad de Científicos Católicos

Evangelización

Beata Alejandrina da Costa, y santos Teófilo de Antioquía y Florencio de Tesalónica

La liturgia celebra el 13 de octubre a la beata Alejandrina da Costa, de Oporto (Portugal), que salvó su pureza tirándose por una ventana, con grave daño de su columna vertebral. Tuvo gran devoción a la Virgen de Fátima. Y también a los santos Teófilo de Antioquía (siglo II), y Florencio de Tesalónica, en la actual Grecia, entre otros.  

Francisco Otamendi·13 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

La portuguesa Alejandrina María da Costa nació en Balazar (Oporto, Portugal) el año 1904. En 1918, para salvar su pureza amenazada por un hombre, no dudó en tirarse por la ventana desde una altura de cuatro metros, lastimándose la columna vertebral. Su parálisis fue progresando hasta que, en 1925, quedó postrada en cama. Hasta 1928 no dejó de pedir al Señor, por intercesión de la Virgen, la gracia de la curación, pero luego comprendió que el sufrimiento era su vocación.

En ese período la beata Alejandrina tuvo los primeros fenómenos misticos extraordinarios, tras una gran unión con Jesús en el sagrario. Desde 1942 vivió sólo de la Eucaristía. Murió en Balazar el 13 de octubre de 1955, aniversario de la última aparición de la Virgen de Fátima, de la que era muy devota. Fue beatificada en 2004 por san Juan Pablo II.

San Teófilo, sexto obispo de Antioquía

En el año 169, san Teófilo fue el sexto obispo de Antioquía de Siria. Era pagano, y había aceptado la fe en Jesucristo gracias a los ejemplos de los creyentes y al estudio de las Escrituras. Escribió mucho para defender las verdades de la fe contra los errores y las herejías de la época. 

Gobernó con prudencia y sabiduría su iglesia, y escribió varias obras llenas de erudición. Ha llegado hasta nosotros la titulada ‘Los tres libros a Autólico’, amigo suyo pagano, que había criticado su conversión. En ella, Teófilo presenta argumentos para defender la fe cristiana a través de la razón y la Revelación. San Teófilo combatió la herejía de Marción. Murió hacia el año 185.

El 13 de octubre, la liturgia celebra asimismo a San Florencio. En Tesalónica, ciudad de Macedonia (en la actual Grecia), después de someterle  a varios tormentos, le quemaron vivo a causa de su fe cristiana, en el siglo III.

También se conmemora este día a los mártires cordobeses Fausto, Jenaro y Marcial, durante la persecución de Diocleciano, en el siglo IV.

El autorFrancisco Otamendi

Zoom

Israel y Hamás acuerdan alto el fuego y liberan rehenes en Gaza

Un preso palestino abraza a un familiar tras ser liberado de una cárcel israelí por un acuerdo de alto el fuego en Gaza entre Hamás e Israel.

Redacción Omnes·13 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

El Vaticano anuncia la creación del tribunal contra Marko Rupnik

El proceso canónico avanza tras la decisión del Papa Francisco de levantar la prescripción del caso en 2023.

Redacción Omnes·13 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Marko Rupnik, el sacerdote y artista esloveno de fama mundial, se enfrentará finalmente a un juicio canónico formal en el Vaticano por las graves acusaciones de abuso sexual, espiritual y de poder contra monjas de la comunidad Loyola de Lubliana.

El escándalo, cuyos hecho comenzaron en los años 80, sacudió a la Iglesia católica. Aunque las acusaciones iniciales se enfrentaron a la prescripción, el Papa Francisco ordenó levantar la prescripción para permitir que se llevara a cabo el proceso.

Última novedad en el proceso

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha anunciado la designación de los cinco jueces que conformarán el Tribunal encargado de este caso.

Para garantizar la autonomía e independencia de la investigación, el tribunal estará compuesto por mujeres y clérigos que no tienen ningún cargo en el Dicasterio ni en otros organismos de la Curia Romana.

Contexto del caso

Las víctimas denuncian que Rupnik, conocido por sus mosaicos en santuarios de todo el mundo (incluido el Vaticano), utilizó su posición como director espiritual para cometer los abusos.

Rupnik fue expulsado de la Compañía de Jesús en junio de 2023 por su «obstinado rechazo a respetar el voto de obediencia» y las medidas cautelares que le habían sido impuestas.

El caso ha generado un enorme debate sobre qué hacer con las numerosas obras de arte de Rupnik. Algunos santuarios, como el de Lourdes, han optado por cubrir o desiluminar sus mosaicos en solidaridad con las víctimas.

Las víctimas del exjesuita, a quienes la Compañía de Jesús ha ofrecido un proceso de reparación, han esperado durante años la justicia, un paso que ahora parece concretarse con la formación de este Tribunal. Rupnik no ha respondido públicamente a las acusaciones.

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Cultura

ReContraHumanos, un pódcast que se atreve a preguntar lo esencial

Hablamos con Manuel de la Chica sobre su pódcast, que explora filosofía, arte y espiritualidad para descubrir cómo vivir siendo más humanos.

Nicolas Lopez Campos·13 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

¿Cómo podemos vivir vidas más humanas? ¿Qué hace a una vida digna de ser vivida? Estas son las preguntas que animaron a Manuel de la Chica a comenzar su pódcast «ReContraHumanos«. A través de distintas entrevistas busca encontrar humanidad: «este pódcast propone adentrarse en la escucha de quienes han buscando un sentido para su vida en los libros, el arte o la espiritualidad para vivir siendo más humanos». Empezó en junio y ya ha publicado una primera temporada de un episodio cada 15 días. Hablamos con él sobre su iniciativa.

¿Cómo nace ReContraHumanos y qué buscabas aportar al mundo con este proyecto? 

–La idea de empezar un pódcast me venía acompañando desde hace ya unos meses [llevo escuchando pódcast más de diez años y el año pasado defendí una tesis doctoral sobre ellos], pero no me animé a dar el paso hasta mayo. Llevaba unos meses produciendo pódcast para el Soul College de la Fundación Hakuna pero siempre me quedaba con ganas de más. Quería hablar con gente que, por temática, se quedaba fuera de lo que estábamos grabando y me apetecía hacer algo más personal, algo que fuera más de la mano con mis inquietudes y mis temas de interés. Al planificar los temas e invitados de la primera temporada de ReContraHumanos pensé más en aquellas personas con las que quería hablar, porque me parecía que tenían algo que decir al mundo, que en aquellos que podían escucharlo, porque no sabía a quién le llegaría.

El título ya sugiere una provocación: ¿Qué significa para ti ser “re-contra-humano”?

–Significa ser muy, pero muy, humano. El nombre viene por influencia de varios amigos argentinos. Para ellos, usar “re” como prefijo, es como añadir un “muy”. Y cuando quieren enfatizarlo más, usan un “recontra”. Además, uno de estos amigos me habló de Juan Pablo Berra, un filósofo argentino, que habla del “método re-con-tra-humano”. Es decir, que para ser auténticamente humanos necesitamos registrar lo que vivimos, tomar conciencia y, desde ahí, podremos transformar nuestras vidas. Ambas inspiraciones comparten algo que a mí me descubrió la teología del cuerpo: que las vidas que vivimos, heridas por el pecado, no son tan humanas como pensamos. La auténtica vida humana es la vida redimida. Y ahí juega un papel fundamental la espiritualidad, pero también la belleza, el bien y la verdad.

Tus episodios abordan filosofía, espiritualidad, literatura, arte… ¿Qué une todos estos ámbitos en la búsqueda de sentido humano? ¿Qué has aprendido de tus invitados sobre lo que significa ser persona?

–Todas estas experiencias son profundamente humanas y, por lo tanto, son caminos que el hombre tiene a su alcance para comprenderse como un ser distinto al resto de la creación y llamado a una alianza con su Creador. Diría que todas ellas hablan de que siempre hay caminos nuevos desde y en los que vivir esa relación personal. Porque el amor —y ahí juegan un papel clave los deseos y su forma de manifestarlos— es también creativo y siempre abre caminos nuevos.

    ¿Crees que la espiritualidad, lejos de ser algo marginal, sigue siendo un camino imprescindible para comprender lo humano en profundidad?

    –Sí, la espiritualidad es indispensable para conocer al ser humano. Pero la espiritualidad como un ente abstracto y desencarnado no bastaría para conocerle. De hecho, esa espiritualidad desencarnada rompe al hombre por dentro. Desde el momento en que Dios eligió hacerse un hombre para comunicarse con los hombres, el ser humano tiene que adentrarse en lo humano para conocer a Dios. La espiritualidad, si quiere ser fiel a sí misma, solo puede serlo en lo encarnado. Y, por lo tanto, no hay nada de lo humano encarnado que le sea ajeno. Y eso incluye a las artes, a la filosofía… Todo eso que en la tradición se conoce como las humanidades.

    ¿Cómo valoras la acogida que está teniendo ReContraHumanos? ¿Te esperabas este interés?

    –Está siendo precioso. No solo por los números de Spotify —que dice que lo han escuchado más de 1200 personas distintas—, sino, sobre todo, por mensajes concretos de seguidores del pódcast que me mandan fotos de sus apuntes o me cuentan que se han escuchado varias veces algún episodio. Para mí eso supone un rostro concreto con quien puedo establecer una relación personal. Desde que pongo cara a esas personas, sé a quién le estoy hablando en el pódcast. Y sé también que a esas personas les importo y esperan con ganas el siguiente episodio, porque pararse a escribirte, compartir un episodio o comentarlo después de escucharlo es signo de que esa hora de escucha les ha servido para reconocer algo de ese mensaje en su propia experiencia de vida y que se ven llamados a una transformación.

    Si tuvieras que dejar a nuestros lectores con una sola idea, ¿Qué significa “vivir siendo más humanos”?

    –Les diría que significa vivir siendo más conscientes del misterio que es nuestra vida y de la grandeza de la vocación a la que ha sido llamada. En palabras de Juan Pablo II, cada persona es «partner del Absoluto», y eso significa ser compañero —aquel que comparte el pan con— de Dios, llamado a seguir cocreando con Él el mundo, de rescatar en él la belleza y el gozo. Porque fuimos creados para un amor que nunca llegaremos a comprender, pero en el que sí nos podemos sumergir para disfrutar más de él. 

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    Cultura

    La Mezquita-Catedral de Córdoba, símbolo de transculturalidad

    Un recorrido por al-Ándalus, la Mezquita-Catedral de Córdoba y la herencia sefardí que aún perdura en la historia y la identidad mediterránea.

    Gerardo Ferrara·13 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

    La idea de escribir este artículo me vino al ver en la televisión las terribles imágenes del incendio en la Mezquita-Catedral de Córdoba el pasado 8 de agosto. Aquellas llamas me hicieron pensar en lo frágil que puede ser un patrimonio tan único, que corre el riesgo de destruirse por un simple accidente.
    Córdoba. La Mezquita-Catedral. El Alcázar. Los jardines. El Guadalquivir. Todo me hizo recordar cuando, durante mis estudios en la Universidad de Granada entre el 2000 (el mismo año en que había estudiado en Túnez) y el 2001, en el Departamento de Filología Árabe, visité varias veces aquel monumento extraordinario, símbolo de convivencia entre contrastes y diferencias.

    Y mi mente volvió también a la ciudad de García Lorca, a su estilo morisco, a las casas blancas y azules del Realejo, entre cuyas callejuelas me gustaba perderme al atardecer, al Albaicín, a la Alhambra, a Sierra Nevada. Y sobre todo a algo que nunca olvidaré: el perfume de los azahares que inundaba las narices y que, cuando regresé algunos años después a Granada, casi me conmovía.
    De la historia de al-Ándalus, y en especial de los judíos sefardíes, tuve luego ocasión de hablar en español en el pódcast «Etzlil«.

    Al-Ándalus: la edad de oro

    Hay una fecha grabada en la memoria histórica de España: el 711, cuando los ejércitos árabes y bereberes guiados por Tariq ibn Ziyad cruzaron el estrecho de Gibraltar, que de Tariq tomó el nombre (Yabal Tariq, en árabe: Monte de Tariq), derrotando a los visigodos.

    Desde ese momento, gran parte de España (y no solo Andalucía) se convirtió en al-Ándalus, un puente entre Oriente y Occidente, especialmente entre los siglos IX y XI: la «edad de oro», época en la que fue un laboratorio de convivencia, ciencia y pensamiento crítico: filósofos y médicos musulmanes, como Averroes o Abulcasis, bebían del saber griego, con judíos y cristianos traduciendo textos que luego serían fundamentales para la Europa medieval y renacentista.

    En el corazón de ese universo surgió Córdoba, capital de los omeyas en el exilio, que en el siglo X era una de las ciudades más grandes del mundo: medio millón de habitantes, bibliotecas con cientos de miles de volúmenes, médicos, filósofos, poetas y mercaderes animaban una sociedad cosmopolita y tolerante.
    Pero en cierto momento esta prosperidad económica, cultural y social empezó a resquebrajarse, por dos razones principales.

    La primera fue el llamado «cierre de las puertas del iŷtihād» (de la misma raíz que ŷihād), el esfuerzo interpretativo de la sharía que había permitido al islam de los primeros siglos desarrollar filosofía, ciencia, derecho y artes, favoreciendo un fecundo diálogo también con otras culturas. Precisamente entre los siglos XI y XII, en cambio, prevaleció la idea de que ya no había nada más que elaborar: los juristas musulmanes declararon cerradas las «puertas del iŷtihād» y las grandes síntesis filosóficas de Avicena y Averroes dieron paso a una religiosidad más rígida, basada en el «taqlīd», imitación y repetición de interpretaciones anteriores, sin más posibilidad de innovación.

    La fragmentación de los reinos de taifas y las invasiones de almorávides y almohades aceleraron aún más el declive.

    En este contexto de crisis, también las minorías (cristianos y judíos) se encontraron en condiciones cada vez más difíciles.

    La segunda gran razón, favorecida por la primera, fue obviamente la Reconquista española, culminada con la toma de Granada en 1492, el mismo año de la partida de Colón hacia las Américas y del Edicto de la Alhambra.

    Un mosaico de culturas y tradiciones

    La sociedad de al-Ándalus era un verdadero mosaico. Los musulmanes eran la mayoría, pero no todos eran árabes; de hecho, estos últimos no eran más que una diminuta élite. Las masas islámicas, sobre todo campesinos y soldados, eran bereberes y «muwalladun», cristianos ibéricos convertidos al islam. Estaban luego los mozárabes, que permanecieron cristianos pero asimilados a los árabes en costumbres y rito (que aún sobrevive) y hablaban una lengua romance rica en arabismos, y finalmente los judíos.

    Cristianos y judíos eran considerados «dhimmíes«, súbditos protegidos que, a cambio de un impuesto especial («ŷizya»), podían seguir practicando su religión y organizarse de forma autónoma, aunque sin gozar de plenos derechos.

    Las lenguas que resonaban en las calles de al-Ándalus eran el árabe clásico de la administración y la cultura, el mozárabe de los cristianos asimilados, el hebreo de las sinagogas y de la poesía, y el judeoespañol (ladino).

    Con la Reconquista, los mozárabes se dispersaron por el resto de España, influyendo en la arquitectura y en la lengua, mientras que muchos musulmanes y judíos fueron obligados a convertirse: fueron los llamados «mudéjares» (musulmanes convertidos) y «marranos» o «conversos» (judíos), que a menudo continuaron practicando su antigua fe en secreto, convirtiéndose en blanco privilegiado de la temida Inquisición española.

    Los judíos

    Entre las comunidades más destacadas de al-Ándalus estuvo la judía sefardí (de Sefarad, España en hebreo). Aunque eran menos del 10 % de la población, los judíos contribuyeron de manera decisiva, como médicos, comerciantes, poetas y funcionarios, a la vida cultural y científica.

    De esta comunidad surgieron figuras como Moisés Maimónides (1135–1204), gran filósofo y médico, y Rabí Yehuda Halevi (1075–1141), médico y poeta, que cantó en hebreo y en árabe la nostalgia de Sión con versos de conmovedora belleza.

    En 1492, año de la caída de Granada y del Edicto de expulsión de los Reyes Católicos, la presencia judía en España llegó a su fin: cientos de miles de ellos fueron obligados al exilio, llevando consigo, en su diáspora por todo el Mediterráneo, pocos bienes materiales pero un inmenso patrimonio espiritual y cultural. El resto se convirtió al cristianismo.

    El hilo rojo que mantuvo unidas a las comunidades dispersas fue la lengua judeoespañola (ladino), un castellano arcaico que acompañaba la vida cotidiana en nanas, oraciones y relatos familiares.

    La Mezquita-Catedral de Córdoba

    La Mezquita-Catedral de Córdoba se construyó a partir del 785, por voluntad del emir Abd al-Rahman I, huido de Siria tras la caída de los omeyas en Damasco. Se levantó en el lugar donde se encontraba una antigua basílica visigoda. El emir compró el terreno e inició una obra que en los siglos siguientes sus sucesores agrandarían hasta convertirla en la mezquita más vasta de Occidente islámico.

    Columnas romanas y capiteles visigodos fueron reutilizados para crear un «bosque» de arcos superpuestos, blancos y rojos, que aún hoy maravilla a los visitantes. Con al-Hakam II (siglo X), en el apogeo del califato, se construyó un nuevo mihrab ricamente decorado con mosaicos bizantinos.
    En 1236 la ciudad fue conquistada por Fernando III de Castilla y la mezquita fue consagrada como catedral. En los siglos siguientes se añadieron capillas y, en el XVI, la nave renacentista que corta en dos el bosque de columnas islámicas. Carlos V, al verla, habría comentado: «Habéis destruido lo que era único para construir lo que se encuentra en cualquier parte».

    El intento de fusionar arquitectura islámica y cristiana puede parecer forzado, pero hace de la Mezquita-Catedral un monumento único, más un híbrido que una mezquita o una catedral en sí: representa un monumento a la transculturalidad y un símbolo de relaciones, no siempre fáciles, entre comunidades, etnias y religiones, que demuestra cuánto pueden convivir todavía hoy, porque ya lo hicieron en el pasado.

    Si pienso en Andalucía, en el perfume del azahar, en los pueblos blancos, en la mezquita con el bosque de columnas injertado en una antigua iglesia e interrumpido por la nave de otra iglesia, en las sinagogas y en las catedrales, pienso en mi identidad: un entramado de Andalucía e Italia, de Grecia, cristianismo, judaísmo e islam. Una identidad hecha de capas superpuestas, a veces armónicas, a veces en contraste, como la propia historia del Mediterráneo. Es como si aquellos cantos —judíos, musulmanes, mozárabes, bizantinos, romanos— resonaran aún dentro de mí, herencia frágil y preciosa que vale la pena custodiar.

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    Vaticano

    Papa León XIV: Palestinos e israelíes deben verse como hermanos y hermanas

    Con el inicio de la primera fase de un acuerdo de paz entre Israel y Gaza, el Papa León XIV ha rezado este domingo en la Plaza de Pedro por una paz justa y duradera que respete a todos los pueblos. Palestinos e israelíes “deben redescubrir en el otro un hermano o hermana”, ha dicho, aunque ahora parezca “humanamente imposible”.  

    CNS / Omnes·12 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

    – Carol Glatz, Ciudad del Vaticano, CNS

    “Suplicamos a Dios, única Paz de la humanidad, que sane todas las heridas y ayude con su gracia a realizar lo que ahora parece humanamente imposible. Redescubrir que el otro no es un enemigo, sino un hermano o hermana a quien ver, perdonar y ofrecer la esperanza de la reconciliación”, ha manifestado el Papa este 12 de octubre refiriéndose a israelíes y palestinos.

    “Una chispa de esperanza en Tierra Santa”

    Antes de rezar el Àngelus después de la Misa en la Plaza de San Pedro, en el Jubileo de la Espiritualidad Mariana, el Papa destacó que «el acuerdo para iniciar el proceso de paz ha producido una chispa de esperanza en Tierra Santa».

    Liderada por el presidente estadounidense Donald J. Trump, la primera fase del acuerdo fue aprobada por Israel y Hamás. El plan incluye un alto el fuego, el intercambio de rehenes y prisioneros, y ayuda humanitaria para Gaza.

    El ejército israelí declaró que inició el alto el fuego en territorio palestino el 10 de octubre y se está retirando de partes de la Franja de Gaza. Se espera que se celebren más negociaciones para definir los detalles de las siguientes fases del acuerdo de paz.

    Gaza: proseguir con valentía el camino elegido

    El Papa León XIII afirmó: “Animo a las partes implicadas a proseguir con valentía el camino elegido, hacia una paz justa y duradera, que respete las legítimas aspiraciones de los pueblos israelí y palestino».

    “Dos años de conflicto han causado muerte y destrucción en todo el país, especialmente en los corazones de quienes han perdido brutalmente a sus hijos, padres, amigos y posesiones”, dijo. “Con toda la Iglesia, me uno a su inmenso dolor”.

    “El toque suave del Señor se dirige especialmente a ustedes hoy, con la certeza de que incluso en medio de la oscuridad más profunda, Él siempre permanece con nosotros: ‘Dilexi te, yo te he amado’”, dijo el Papa, refiriéndose a su primer gran documento, publicado el 9 de octubre.

    Los peregrinos llenaron la Plaza de San Pedro del Vaticano poco antes de la Misa del Papa León XIV, en conmemoración del Jubileo de la Espiritualidad Mariana, el 12 de octubre de 2025. (Foto CNS/Lola Gómez)

    Ucrania: llamamiento a poner fin a la violencia

    El Papa León expresó luego su pesar por “los recientes ataques violentos que afectaron a varias ciudades e infraestructuras civiles en Ucrania, causando la muerte de personas inocentes, incluidos niños, y dejando a muchas familias sin electricidad ni calefacción”.

    La agencia de noticias AFP informó que Rusia lanzó ataques con drones y misiles en Ucrania el 11 de octubre, matando al menos a cinco personas, dañando parte de la infraestructura energética y cortando el suministro eléctrico a algunas partes de la región sureña de Odesa.

    “Mi corazón está con los que sufren, con quienes llevan años viviendo en la angustia y la privación”, dijo el Papa León. “Renuevo mi llamamiento a poner fin a la violencia, a detener la destrucción, a abrirnos al diálogo y a la paz”.

    La verdadera fe transforma

    En la homilía de la Misa del Jubileo de la Espiritualidad Mariana, que comenzó más temprano, el Papa León XIV señaló que los cristianos deben evitar usar su fe para etiquetar a quienes son diferentes -a menudo los pobres- como enemigos que deben evitarse y rechazarse.

    “Algunas formas de culto no fomentan la comunión con los demás y pueden adormecer nuestros corazones», dijo.

    “El camino de María sigue el de Jesús, que nos lleva al encuentro de todo ser humano, especialmente de los pobres, los heridos y los pecadores», añadió el Papa León. “Por eso, la auténtica espiritualidad mariana saca a la luz en la Iglesia la ternura de Dios, su manera de ser madre”.

    Jesús, en el centro

    La espiritualidad mariana, “que nutre nuestra fe, tiene a Jesús como centro”, dijo el Papa León en su homilía. Recordar a Jesucristo es lo importante.

    “La celebración del domingo, por tanto, debería hacernos cristianos”, dijo. “Debería llenar nuestros pensamientos y sentimientos con el recuerdo ardiente de Jesús y transformar nuestra forma de vivir juntos y nuestra manera de habitar la tierra».

    El Papa reflexionó sobre el Evangelio del día, donde Jesús sanó a diez leprosos (Lc 17,11-19). Si bien todos acudieron a él y sanaron, solo uno, extranjero, dio gracias a Jesús y glorificó a Dios.

    “Los leprosos del Evangelio que no vuelven a dar gracias nos recuerdan que la gracia de Dios puede tocarnos y no encontrar respuesta”, dijo. “Puede sanarnos, pero aun así podemos no aceptarla”. “Cuidémonos, pues, de subir al templo de un modo que no nos lleve a seguir a Jesús», afirmó.

    Acontecimientos y lugares bendecidos por Dios

    “Queridos amigos, en un mundo que busca la justicia y la paz, reavivemos la espiritualidad cristiana y la devoción popular hacia los acontecimientos y lugares bendecidos por Dios que han cambiado la faz de la tierra para siempre”, dijo finalmente.

    “Utilicémoslos como motor de renovación y transformación”, afirmó, especialmente durante el Año Santo, que estimula la conversión, la restitución, la reflexión y la liberación.

    El Papa León XIV inciensa la estatua original de Nuestra Señora de Fátima, durante la Misa del Jubileo de la Espiritualidad Mariana en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el 12 de octubre de 2025 (Foto CNS/Lola Gómez).

    Peticiones al Corazón Inmaculado de María

    “Virgen Santa, Madre de Cristo, nuestra esperanza”, concluyó, “tu presencia solícita en este Año de Gracia nos acompaña y nos consuela y nos da, en las noches oscuras de la historia, la certeza de que en Cristo el mal es vencido y todo hombre es redimido por su amor”, afirmó.

    “A tu Corazón Inmaculado encomendamos el mundo entero y a toda la humanidad, especialmente a tus hijos, atormentados por el flagelo de la guerra”, dijo. “Abogada de la gracia, aconséjanos el camino de la reconciliación y el perdón. No dejes de interceder por nosotros, en la alegría y en la tristeza, y consíguenos el don de la paz que imploramos con insistencia”.

    Asociaciones inspiradas en la devoción mariana

    Antes de recitar el Ángelus, León XIV se ha dirigido a los numerosos fieles y peregrinos, más de cincuenta mil, que llenaban la Plaza de an Pedro y la Via della Conciliazione en este Jubileo de la Espiritualidad Mariana. 

    “Ustedes representan la multifacética realidad de asociaciones, movimientos y comunidades inspiradas en la devoción mariana, propia de todo cristiano. Les agradezco y les insto a basar siempre su espiritualidad en la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia”.

    Y ha saludado “a todos los grupos de peregrinos, especialmente a los laicos agustinos de Italia y a la Orden Seglar de los Carmelitas Descalzos”.

    También ha tenido palabras para el “querido” pueblo de Perú “en este momento de transición política». Y para las víctimas de los accidentes laborales, una tragedia en aumento que se conmemora hoy en Italia con un día especial.

    El autorCNS / Omnes

    Familia

    La respuesta de los cristianos a la contracultura transgénero

    El obispo norteamericano Daniel E. Thomas ha explicado la doctrina de la Iglesia frente a la cultura transgénero, afirmando que el cuerpo revela a la persona como varón o mujer, en oposición a la ideología de género que se basa en los sentimientos.

    José Miguel Granados·12 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

    En una extensa carta pastoral, titulada en inglés The Body Reveals the Person: A Catholic Response to the Challenges of Gender Ideology, (El cuerpo revela a la persona: una respuesta católica a los retos de la ideología de género), publicada el pasado mes de agosto, el obispo Daniel E. Thomas, actual ordinario de la diócesis de Toledo, en los EEUU, ofrece una respuesta articulada y documentada doctrinal y científicamente a la cuestión acuciante, y en ocasiones angustiosa, de las prácticas transgénero que se han generalizado en muchas naciones del llamado primer mundo.

    La influencia de la cultura

    Explica el prelado que la llamada “ideología de género” parte de la premisa errónea según la cual la identidad sexual no depende de la realidad biológica sino de los sentimientos y deseos individuales, con frecuencia contaminados por la extendida contracultura materialista, emotivista y hedonista.

    Por ello, esta concepción equivocada rechaza la obvia distinción varón / mujer como discriminatoria y reivindica un pretendido derecho a las intervenciones médicas para “afirmar” la identidad sexual elegida por cada individuo, aún en contra del sentido común. Además, propicia de forma violenta e intolerante la “cancelación” de los que defienden la existencia de verdades personales y morales inscritas en la realidad de la naturaleza humana corporal.

    El obispo refuta los “dogmas” de dicha ideología -que se extiende con fuerza en la sociedad y en las leyes aprobadas por los diversos parlamentos- con la acertada afirmación de Jason Evert: “tú no has nacido en un cuerpo equivocado, sino en una cultura equivocada”. 

    El problema es grave. En la actualidad, uno de cada cuatro adolescentes en los Estados Unidos se declara “LGTBQ”. Y las cirugías transgénero irreversibles en adolescentes se triplicaron en ese país entre los años 2016 y 2020. La destrucción personal y social de esta praxis resulta desoladora. Así lo han denunciado con valentía y claridad la periodista Abigaíl Shrier (Un daño irreversible: La locura transgénero que seduce a nuestras hijas), y los psicólogos y profesores universitarios José Errasti – Marino Pérez Álvarez (Nadie nace en un cuerpo equivocado).

    La enseñanza de la Iglesia

    La carta pastoral recuerda, por su parte, los principios fundamentales de la “antropología unitiva” enseñados por la Iglesia católica; a saber:

    • el cuerpo revela a la persona, que es amada incondicionalmente por Dios, en cuanto varón o mujer;
    • el cuerpo humano es sagrado, imagen de Dios, y, desde la recepción del sacramento del bautismo, templo del Espíritu Santo (cfr. 1 Co 3, 16);
    • las personas no tienen cuerpos, son cuerpos; los relatos bíblicos de la creación afirman la bondad del cuerpo humano, que debe ser respetado y cuidado, pues posee una dignidad absoluta y un destino de gloria eterna en la resurrección de la carne (cfr. CIC, nn. 992-1004);
    • la masculinidad y la feminidad originarias sustentan el significado esponsalicio del cuerpo humano, que contiene una llamada intrínseca a la donación recíproca en orden a formar una comunión conyugal de amor fiel y fecundo.

    Además, Juan Pablo II explicaba en sus espléndidas “catequesis de la teología del cuerpo” que el predominio de la concupiscencia dificulta la comprensión del valor esencialmente humano del cuerpo, de modo que -en la percepción interior deformada- lo rebaja, lo despersonaliza y lo trata como mero objeto de uso y de manipulación, denigrando las relaciones humanas y la configuración social. Sin embargo, la buena nueva de la redención del cuerpo y del corazón realizada por Cristo permiten descubrir que “donde abundó el pecado sobreabundó la gracia” (Rm 5,20). 

    En cambio, para la “antropología dualista” que está en la base de la ideología de género y transgénero, el cuerpo humano sería infra-personal, simple material manipulable, objeto que puede ser reconstruido radicalmente mediante la tecnología.

    Así, para la doctrina LGBTQ la “asignación” de la identidad masculina o femenina, conforme a la objetividad biológica natural del sexo, supondría una mera etiqueta impuesta arbitrariamente; en cambio, sorprendentemente, los sentimientos subjetivos serían los que configuran la realidad construida. Esta visión distorsionada supone el triunfo de la arbitrariedad irracional. 

    Partir de la Biología

    En efecto, los sentimientos son por sí mismos cambiantes e inestables, mientras que la sexualidad determina cada una de las células del cuerpo, y fundamenta la conformación de la psicología, de modo que en realidad resulta imposible cambiar el sexo de una persona. Pues en cada persona humana todas las células desde la concepción son XY si es varón y si es mujer XX, y eso condiciona todo su sistema endocrino. Solo existen casos rarísimos de hermafroditas que tienen doble sexo o el síndrome de Turner que es una alteración cromosómica.

    La buena medicina no obedece a los sentimientos, sino a la realidad objetiva, científicamente contrastada. Las cirugías y las demás “terapias” hormonales de cambio de sexo producen daños y mutilaciones irreversibles en las personas y en sus órganos sanos. Por eso, muchos países están rectificando y prohibiendo estas intervenciones terapéuticas antinaturales para priorizar la psicoterapia, que pueda propiciar la sanación y maduración de la personalidad.

    Del mismo modo que sería una praxis médica aberrante obedecer a las pretensiones inasumibles de un paciente de anorexia o de trastorno de la personalidad, tampoco los profesionales de la medicina deben secundar las peticiones contrarias a los principios terapéuticos de los que exigen absurdamente la propia castración.

    La influencia del contexto cultural

    La presión social y de los medios de comunicación, ejercida por los ideólogos del lobby del género, denomina con los calificativos insultantes y criminalizadores de “homófobos, transfóbicos y odiadores” a los que no aceptan sus postulados apriorísticos e infundados. Además, en justicia el uso inapropiado de pronombres de género exigido por las “personas trans” debe ser evitado como algo contrario a la verdad, confuso y dañino para los seres humanos y para la sociedad. 

    Por último, el prelado norteamericano expresa -citando el número 56 de la exhortación apostólica del papa Francisco Amoris laetitiae– cuáles son los principios doctrinales y las actitudes pastorales que la Iglesia, madre y maestra, ante estas situaciones tan complejas y difíciles: por un lado, la entera sociedad civil y eclesial está llamada a manifestar cercanía sincera y cordial a las personas que padecen intensamente a causa de las diversas disforias de género; pero, por otro, no deben ceder ante las presiones de grupos que postulan sistemas contrarios a la naturaleza humana.

    Además, la gracia divina permite siempre reconocer la bondad del cuerpo y también asumir los diversos sufrimientos padecidos, unidos a la cruz redentora de Cristo (cfr. Col 1,24).

    Si la Iglesia católica dejara de defender y proclamar estas verdades fundamentales ocasionaría un grave perjuicio a los fieles, y especialmente a las personas que luchan para superar la confusión de género, influenciadas por ideologías nocivas.

    Frente a la extensión de corrientes deshumanizadoras, los cristianos hemos de secundar la llamada divina a una movilización general en favor de la cultura del cuidado de la vida, del matrimonio y de la familia. La buena nueva de Jesucristo, el Verbo encarnado y redentor, fundamenta la esperanza evangelizadora y la prevalencia del designio originario de Dios.

    Evangelización

    La historia de la Virgen del Pilar: milagros y rivalidades

    Carlos Urzainqui recorre en su nuevo libro la historia, las leyendas y la devoción popular de la Virgen del Pilar, símbolo espiritual de la Hispanidad y referente de fe en el mundo católico.

    Carlos Urzainqui Biel·12 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

    En realidad, y siempre según la tradición, la Virgen María visitó a Santiago Apóstol a orillas del río Ebro, a la altura de la entonces colonia romana de Cesaraugusta, en una fría madrugada del 2 de enero del año 40 de nuestra Era. Es decir, dentro de quince años se conmemorarán los 2.000 de aquel prodigio, que aún se recuerda cada medio día desde los altavoces de la Basílica del Pilar en Zaragoza.

    Es por esa razón que, cada día 2 de cada mes, la Virgen no luce manto alguno y se exhibe a la devoción de los fieles sobre su columna de Jaspe, recubierta por una funda plateada y que fue traída por ella desde Jerusalén en aquella lejana noche, y que los devotos pueden venerar por la parte trasera del Camarín. Todavía, cada noche del 1 al 2 de enero, en la basílica se celebra una ceremonia similar a la Misa del Gallo, que recuerda aquella venida en carne mortal.

    El nacimiento de una fiesta

    Sin embargo, hasta el siglo XVII, el día del Pilar se celebraba el 15 de agosto, festividad de la Asunción. El profesor de la Universidad de Zaragoza don Guillermo Fatás Cabeza, publicó en su día un artículo titulado “La fiesta mariana del 15 de agosto” (“El Mirador” Heraldo de Aragón, domingo 18 de agosto de 2024) en el que recordaba que la festividad de la Asunción de Nuestra Señora es una fiesta que en Aragón, desde tiempos de la Corona en la Edad Media, posee una importante implantación y que en este día, la Colegial de Pilar celebraba la dedicación de la Iglesia «in nomime propio» hasta que la Sagrada Congregación de los Ritos en el Vaticano prohibió, con fecha 10 de junio de 1610, tal rito. Ordenando que se hiciera en nombre de la Metropolitana (La Seo) y que esa misa se trasladara al 12 de octubre, como se hacía en las demás iglesias de la Archidiócesis. Con el apoyo del Concejo zaragozano, que estaba enemistado con los canónigos de la Seo desde tiempo inmemorial.

    Los del Pilar consiguieron celebrar su fiesta de dedicación; trasladándola del 15 de agosto, que era la fiesta tradicional del Pilar, al día 12 de octubre. Esto sucedió en 1613. Por otra parte el 12 de octubre en Zaragoza se venía celebrando desde el año 1119, ya que en ese día y en ese año se consagró la mezquita aljama como catedral cristiana bajo la advocación del Salvador y se institucionalizó en ese día también, la fiesta de San Valero como patrón de la ciudad además, y en esas mismas fechas, en la ciudad se celebraba la Feria más importante del año de hecho, todavía a las fiestas del Pilar se les llama “Las Ferias del Pilar” pues coincidía con el comienzo del otoño, cuando ya se habían realizado todas las faenas agrícolas en el valle del Ebro, los ganados de la montaña ya habían bajado de nuevo a la Ribera en su ciclo trashumante y se estaban iniciando las labores de siembra para el año siguiente; es decir, terminaba un año económico, comenzaba otro y se aprovechaba en esos primeros días del otoño, para hacer las compras anuales de cara al invierno.

    La cosa no hizo sino empeorar la situación; con unos canónigos enfrentados con los otros y con el arzobispo por medio. Tal fue la crisis, que tuvo que intervenir el rey Felipe III y los canónigos del Seo tuvieron que ceder. San Valero seguiría siendo patrono de la ciudad, pero tendría que compartir su patronazgo con la Virgen del Pilar y la fiesta del obispo visigodo sería trasladada al 29 de enero hasta hoy, mientras quedaba el 12 de octubre institucionalizado como día del Pilar además, Zaragoza contaría con dos catedrales pero un solo cabildo unificado. De esta manera el día del Pilar en 12 de octubre se viene celebrando ininterrumpidamente desde 1613, año en que el Ayuntamiento declaró festiva esa fecha. La Virgen no fue patrona de la ciudad hasta el 27 de mayo de 1642. Esto sucedió dos años después del Milagro de Calanda. Además, el patronazgo se hará extensivo a todo Aragón en 1678 por decreto de las Cortes del Reino. Carlos II obtendrá del Papa Clemente X en 1676, la Bula de unión de ambos cabildos en uno solo para ambas catedrales residiendo la mitad del año en la Seo del Salvador y la otra mitad en el Pilar.

    En el trasfondo de esta rivalidad se encontraba la preminencia de ambos templos. Según los canónigos del Pilar, su iglesia era la más antigua de Zaragoza ya que al menos se encontraba al culto desde el siglo VII bajo la advocación de Santa María la Mayor, mientras que la Catedral es posterior, del siglo XII y al contrario que Santa María del Pilar, sí había habido una interrupción de al menos 400 años de culto católico.

    La consolidación del Día del Pilar y su legado

    Diferencias aparte, el día 12 de octubre se consolidó como fiesta del Pilar a mediados del siglo XVII. Fue a finales del siglo XIX cuando la fecha fue declarada Fiesta Nacional con motivo del Cuarto Centenario del descubrimiento de América y a comienzos del XX pasó a asociarse la devoción a la Virgen con la Fiesta de la Hispanidad o de la Raza, como se decía entonces —el concepto Hispanidad es posterior—. Por esas fechas más o menos se convirtió en patrona de la Escuela de Guardias Jóvenes y posteriormente de la Guardia Civil. Las enseñas nacionales de los países americanos que rodean la Santa Capilla, fueron traídas por sus embajadores respectivos en el año 1908 tras ser paseadas en una brillantísima y emocionante ceremonia por las calles de Zaragoza, de esa misma época es el título de “Capitana General” otorgado por el entonces monarca Alfonso XIII.

    El formato actual del día del Pilar, con su famosa ofrenda de flores, data del año 1958 y en el último cuarto del siglo XX el día del Pilar se convirtió también en una fiesta de exaltación aragonesista. Será en pleno siglo XXI cuando se retome con fuerza la idea de Hispanidad con la presencia de muchos países americanos en la Ofrenda y la elección de uno de ellos como invitado.

    El día del Pilar constituye un momento de enorme religiosidad popular, en el que confluyen los sentimientos de un pueblo con los oficios sagrados en honor a la Virgen. Comienza el día con la Misa de Infantes, a la que acuden muchos peregrinos que han pasado la noche andando desde sus lugares de origen, algunos a 30 y 40 kilómetros de distancia para llegar al templo. Tras la misa entrará en la Basílica el Rosario de la Aurora, y cuando este abandone el Pilar comenzará la ofrenda, que se extiende durante 14 horas en los últimos años. La misa mayor se realiza a las 11 de la mañana, y una pequeña procesión recorrerá la plaza. Los actos en honor a la Virgen concluyen el día 13 con la ofrenda de frutos por la mañana y el Rosario de Cristal por la tarde.

    Virgen del Pilar

    Autor: Carlos Urzainqui Biel
    Editorial: Almuzara
    Páginas: 400
    Año: 2025
    El autorCarlos Urzainqui Biel

    Historiador y divulgador cultural. Licenciado en Filosofía y Letras. Escritor de La Virgen del Pilar

    Vaticano

    León XIV pide ante la Virgen de Fátima que envainemos la espada

    El Papa León XIV ha dirigido al anochecer romano un rosario por la Paz ante la estatua original de la Virgen de Fátima en la Plaza de San Pedro. En este Jubileo de la Espiritualidad Mariana, ha habido largos ratos de adoración al Santísimo y la Bendición solemne del Papa, que ha pedido a los poderosos y a cada uno envainar la espada y desarmar el corazón.

    Francisco Otamendi·11 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

    En un clima de intensa oración y recogimiento, León XIV ha presidido este anochecer romano del 11 de octubre el rezo del Santo Rosario por la Paz ante la Virgen de Fátima. Además, ha habido Adoración a Jesús sacramentado, y Bendición con el Santísimo a los miles de fieles que le han acompañado en la Plaza de San Pedro, ya de noche. 

    El marco de la Vigilia de Oración ha sido el Jubileo de la Espiritualidad mariana, al que se han unido religiosos y religiosas que han participado en el Jubileo de la Vida Consagrada.

    Por la devoción y el recogimiento, el momento recordó a la histórica oración y la bendición Urbi et Orbi del Papa Francisco en una Plaza de San Pedro vacía y bajo la lluvia, para pedir el fin de la pandemia del covid en 2020. La diferencia es que en esta ocasión han acompañado al Papa decenas de miles de fieles, y el motivo de la oración: la paz del mundo.

    Durante el rezo de los misterios del Rosario se cantó el Ave Maria de Fátima. Al final, se rezaron las Letanías con el Papa arrodillado ante la Virgen, a la que llamó Madre de la Iglesia y de la Esperanza. 

    Que nos alcance el don de la compasión

    En la Vigilia de Oración ante el Santísimo, el Papa ha comenzado diciendo que “nos hemos reunido en oración, esta noche, junto con María la Madre de Jesús, como solía hacerlo la primera Iglesia de Jerusalén (Hch 1,14). Todos unidos, perseverantes y con un mismo sentir, no nos cansamos de interceder por la paz, don de Dios que debe convertirse en nuestra conquista y nuestro compromiso”.

    “Nuestra mirada como creyentes busca en la Virgen María la guía de nuestra peregrinación en la esperanza”, ha proseguido, “contemplando sus ‘virtudes humanas y evangélicas. Su imitación constituye la más auténtica devoción mariana’ (Cf. Concilio Vaticano II, Const. dogm. Lumen Gentium, 65.67)”.

    “A través de ella, Mujer dolorosa, fuerte y fiel, pidamos que nos alcance el don de la compasión hacia todo hermano y hermana que sufre, y hacia todas las criaturas”, ha señalado el Papa.

    El Papa León XIV coloca una rosa de oro en un jarrón al pie de la estatua original de Nuestra Señora de Fátima en la Plaza de San Pedro del Vaticano el 11 de octubre de 2025 (Foto CNS/Lola Gomez).

    “Envaina tu espada”

    Enseguida, tras meditar en esas palabras de la Virgen Maria -“Hagan (haced) lo que él les diga”-, León XIV se ha fijado en las palabras de Jesús dirigidas a Pedro en el huerto de los olivos: “Envaina tu espada” (Jn 18, 11). 

    El Papa ha concretado esa paz desarmada y desarmante a la que se ha referido desde el primer día. “Desarma la mano y, antes aún, el corazón. Como ya he mencionado en otras ocasiones, la paz es desarmada y desarmante. No es disuasión, sino fraternidad; no es ultimátum, sino diálogo. No llegará como fruto de victorias sobre el enemigo, sino como el resultado de sembrar justicia e intrépido perdón”.

    A los poderosos y cada uno de nosotros

    “Envaina la espada”, ha subrayado, es la palabra dirigida a los poderosos del mundo, a quienes guían el destino de los pueblos: ¡tengan la audacia de desarmarse!».

    “Y al mismo tiempo es dirigida también a cada uno de nosotros, para hacernos cada vez más conscientes de que no podemos matar por ninguna idea, fe o política. Lo primero que hay que desarmar es el corazón, porque si no hay paz en nosotros, no daremos paz”.

    Mirar con un punto de vista diferente

    Es la invitación a adquirir un punto de vista diferente para mirar el mundo desde abajo, ha dicho el Papa. “Con los ojos de quien sufre, no con la óptica de los potentes. Para ver la historia con la mirada de los pequeños y no con la perspectiva de los poderosos. Para interpretar los acontecimientos de la historia desde el punto de vista de la viuda, del huérfano, del extranjero, del niño herido, del exiliado, del fugitivo. 

    Con la mirada de quien naufraga, del pobre Lázaro, tirado junto a la puerta del rico epulón. De lo contrario, nunca cambiará nada y no surgirá un tiempo nuevo, un reino de justicia y paz. La Virgen María lo hace también así en el cántico del Magnificat”.

    Oración a María, Reina de la Paz

    Nos hemos reunido esta noche en oración alrededor de María, Madre de Jesús y Madre nuestra, como los primeros discípulos en el cenáculo, ha rezado el Papa León XIV. «A ella, mujer profundamente pacífica, Reina de la Paz, nos dirigimos»:

    “Ruega con nosotros, Mujer fiel, sagrado seno del Verbo.
    Enséñanos a escuchar el grito de los pobres y de la madre Tierra,
    atentos a las llamadas del Espíritu en el secreto del corazón.
    En la vida de los hermanos, en los acontecimientos de la historia,
    en el gemido y en el júbilo de la creación.

    Santa María, madre de los vivos,
    mujer fuerte, dolorosa, fiel.
    Virgen esposa junto a la Cruz,
    donde se consuma el amor y brota la vida,
    sé tú la guía de nuestro compromiso de servicio.

    Enséñanos a detenernos contigo junto a las infinitas cruces
    donde tu Hijo sigue crucificado,
    donde la vida está más amenazada.
    A vivir y dar testimonio del amor cristiano
    acogiendo en cada hombre a un hermano.
    A renunciar al oscuro egoísmo
    para seguir a Cristo, verdadera luz del hombre.

    Virgen de la paz, puerta de la esperanza segura,
    ¡acoge la oración de tus hijos!”.

    El autorFrancisco Otamendi

    Evangelización

    San Juan XXIII y el Concilio Vaticano II

    El 11 de octubre, la Iglesia conmemora a san Juan XXIII. En sus cinco años como Papa, se ganó el apodo de “Papa bueno”. En 1959 sorprendió al mundo al convocar el Concilio Vaticano II. Este 11 de octubre, durante el rezo del Rosario por la Paz, convocado por el Papa León XIV, se recordará la inauguración de este concilio, el 11 de octubre de 1962.  

    Francisco Otamendi·11 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

    La tarde de este sábado, durante el Jubileo de la espiritualidad mariana, con la presencia en Roma de la estatua original de la Virgen de Fátima, cada decena del Rosario irá acompañada de una lectura. Será un pasaje del capítulo VIII de la constitución ‘Lumen Gentium’ del Concilio Vaticano II, que convocó san Juan XXIII. Se desea subrayar de este modo la conmemoración del aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II aquel día de 1962. 

    San Juan XXIII demostró inmediatamente que era un innovador, explica la agencia vaticana. Convocó el Sínodo Romano y estableció la Comisión para la revisión del Código de Derecho Canónico. “Pero sobre todo, sorprendentemente, desde la Basílica de San Pablo Extramuros, el 25 de enero de 1959, convocó el Concilio Ecuménico Vaticano II”. El objetivo no era cambiar la doctrina católica ni definir nuevas verdades de fe, señala Vatican News. «Sino volver a presentar los contenidos de la fe al hombre contemporáneo, para encontrar respuestas a los nuevos problemas y desafíos”.

    Al servicio de la Santa Sede

    Cuarto de 13 hijos, Ángelo Giuseppe Roncalli nació en Sotto il Monte, Bérgamo, el 25 de noviembre de 1881. En 1892 entró en el Seminario de Bérgamo y en 1896 se le admitió en la Orden Franciscana Seglar. De 1901 a 1905 estudió en el Pontificio Seminario Romano, y el 1° de agosto de 1904 se ordenó sacerdote. 

    El joven sacerdote fue secretario de su obispo G. M. Tedeschi, hasta que, en 1921, inició su servicio a la Santa Sede en las Obras Pontificias de la Propagación de la Fe. Después, el Papa le nombró representante de la Santa Sede en Bulgaria, Turquía y Grecia, en 1944 Nuncio en Francia, y en 1953 Patriarca de Venecia. El año 1958, al fallecer Pío XII, fue elegido Papa.

    ‘Mater et Magistra’, ‘Pacem in terris’

    El Papa Roncalli escribió ocho encíclicas, entre las que se recuerda ‘Mater et magistra’, que presentó el magisterio social de la Iglesia 70 años después de la «Rerum novarum» (1961). Y «Pacem in terris», de 1963, sobre la paz y el orden social justo.  Por cierto, una de ellas es ‘Grata recordatio’, sobre el rezo del santo rosario.

    Fue beatificado por san Juan Pablo II durante el Gran Jubileo de 2000, y canonizado por el Papa Francisco el 27 de abril de 2014, junto a Juan Pablo II, en un día que se denominó el de los ‘cuatro Papas’, porque estuvo presente el Papa emérito Benedicto XVI.

    El autorFrancisco Otamendi

    Educación

    Presidente de Catholic Univ. of America: “A más identidad católica, más crecemos”

    Peter Kilpatrick, presidente de la Universidad Católica de América (CUA en inglés), ha manifestado a Charles Camosy, de OSV News, que fortalecer la identidad católica les ha hecho escalar muchos puestos en el ranking: “es el futuro”. Ahora se centran en proporcionar una orientación ética y moral en el uso de la IA, con importantes fichajes.

    OSV / Omnes·11 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 6 minutos

    – Charlie Camosy

    La identidad católica, los desafíos actuales, su crecimiento, los retos de la inteligencia artificial (IA). Son algunos de los temas sobre los que ha conversado Peter Kilpatrick, presidente de la Universidad Católica de América (CUA) con Charles Camosy, de OSV News. He aquí sus reflexiones.

    Charles Camosy: ¿Puede darnos una versión corta del recorrido que le llevó a convertirse en presidente de la Universidad Católica de América? 

    Peter Kilpatrick: He sido académico toda mi vida adulta, comenzando como profesor de ingeniería química en la Universidad Estatal de Carolina del Norte en 1983, y eventualmente asumiendo puestos de liderazgo cuando se me solicitó cada vez mayor autoridad. Incluidos jefe de departamento, director del centro, decano de ingeniería en Notre Dame y director académico y rector del Instituto de Tecnología de Illinois de 2018 a 2022.

    Había planeado jubilarme entonces, a los 66 años, y un buen amigo de Notre Dame me contactó para considerar la presidencia de la Universidad Católica de América. Debo admitir que me tuvieron que convencer. Pero después de visitar la Universidad Católica de América, el viaje de entrevistas y conocer a nuestros extraordinarios estudiantes, profesores y miembros de la junta directiva, me interesé. 

    Siento que toda mi carrera profesional y mi profundo y constante compromiso con mi fe católica (me convertí a los 25 años durante mis estudios de posgrado), me han preparado para esto. De hecho, siento que Nuestro Señor me ha estado preparando para esto toda mi vida. Es un gran privilegio y un honor servir a esta notable institución.

    Algunas conductas irresponsables

    Camosy: Desde hace tiempo, hemos escuchado muchas advertencias sobre la crisis de la educación superior. ¿Qué opina del posicionamiento y la capacidad de la Universidad Católica de América para responder a los desafíos de la educación superior?

    Kilpatrick: La educación superior lleva tiempo siendo objeto de críticas, y muchos miembros de la comunidad cultural y empresarial afirman que no estamos preparando adecuadamente a los jóvenes para prosperar en una cultura y un entorno empresarial en rápida evolución.

    Mucha gente piensa que las universidades han sido parte del problema al fomentar ideologías que menoscaban el desarrollo humano. Otros creen que han sido irresponsables al permitir que los jóvenes soliciten préstamos cuantiosos para cursar estudios en sus instituciones, a sabiendas de que su endeudamiento les representaría un grave desafío. 

    Así que, en muchos sentidos, algunos de los desafíos a los que se enfrenta la educación superior han sido autoinfligidos. Y son resultado de una conducta irresponsable por parte de “algunas” universidades (podría nombrarlas, pero sería poco caritativo).

    Se construyó en exceso

    Camosy: Algún otro reto….

    Kilpatrick: Otro desafío importante en la educación superior es que, como en muchas industrias, hemos construido en exceso en respuesta a una fuerte demanda de educación superior estadounidense que ahora está disminuyendo. 

    Ciertamente, desde la década de 1950 hasta al menos la de 1990, las universidades estadounidenses eran la envidia del mundo entero. Era relativamente fácil generar ingresos por matrícula, a menudo mediante la matriculación de un porcentaje de estudiantes internacionales. Que en promedio, pagarían considerablemente más por la matrícula que los estudiantes nacionales. 

    Los países extranjeros respondieron creando sus propias universidades. De modo que ahora hay muchas universidades muy prestigiosas (al menos en el mundo secular) en China, Corea, Singapur, Japón, India, Brasil, Chile, México, Canadá, Australia y, de hecho, en todo el mundo. 

    La demografía y otros factores. Tendencias

    En un momento dado, había más de 7.000 instituciones de educación superior en Estados Unidos. Esto, sumado a la disminución de la tasa de natalidad en el país y al cambio demográfico de menos hijos en familias adineradas, ha provocado la crisis actual.

    En el futuro, las universidades que prosperarán y tendrán éxito serán aquellas que se distingan claramente en el mercado y que ofrezcan programas únicos que se perciban (y realmente lo sean) como de gran valor. Lo hemos hecho en varias de nuestras escuelas y programas.

    Fortalecer nuestra identidad católica

    Nuestra Facultad de Derecho Columbus ha pasado del puesto 122 al 71 en la clasificación nacional en solo dos años (2023 a 2025). Esto se ha debido en gran parte a la decisión deliberada de reforzar nuestra identidad y misión católicas con la creación de tres nuevos centros en la última década. El Centro para la Libertad Religiosa, el Centro para el Derecho y la Persona Humana, y el Centro para el Constitucionalismo y la Tradición Intelectual Católica. Estos programas han atraído a nuestra facultad a jóvenes profesores verdaderamente destacados y han suscitado el interés a nivel nacional.

    Nuestra Escuela de Enfermería de Conway ha ascendido al puesto 28 en el ranking nacional (del 54 que ocupaba hace tan solo un año), en gran medida gracias a su enfoque en la formación de enfermeras a imagen de Jesucristo como Sanador o Médico Divino. Además, la Escuela de Enfermería ha desarrollado una programación única y atractiva basada en simulaciones y experiencias clínicas que muy pocas (o ninguna) otras escuelas pueden ofrecer.

    Podría citar muchos otros ejemplos, incluyendo nuestras escuelas de filosofía, teología y negocios. Este es el futuro de nuestra universidad.

    Camosy: ¿Puede hablarnos más sobre el compromiso de la Universidad Católica de América con la plenitud de su misión e identidad católicas? ¿Cómo se manifiesta esto?

    Kilpatrick: Como se mencionó anteriormente, estamos plenamente comprometidos como “la” Universidad Católica de América. Basándonos en nuestra misión fundacional, somos una fuente de luz y de inspiración para el mundo de la educación superior. 

    Esto implica ser excelentes y diferenciados en nuestra oferta académica, ser claramente católicos e innovadores, y también ser fieles a las enseñanzas de la Iglesia en materia de fe y moral. 

    Juramento de fidelidad

    De hecho, todo nuestro profesorado eclesiástico —los que imparten clases de filosofía, teología y estudios religiosos, y derecho canónico— prestan juramento público de fidelidad en la misa del Espíritu Santo. Es al comienzo de su mandato. Y el rector también presta juramento de fidelidad. Ese juramento me compromete a garantizar la fidelidad aquí en la universidad, algo a lo que me comprometo con alegría. 

    Lo que me entusiasma es que podemos ser una universidad comprometida con la libre investigación y el debate vigoroso, pero también comprometida con la fidelidad. Muchas personas en nuestra cultura no comprenden que ambas cosas no son antitéticas. 

    Además, hay muchos profesores excelentes en Estados Unidos que desean dedicarse a la docencia, la investigación y la erudición en una universidad fielmente católica que también se dedique intensamente a la investigación y la erudición. No hay muchas opciones para ellos, por lo que podemos contratar a profesores destacados para nuestra universidad.

    Orientación ética de la Inteligencia artificial (IA)

    Camosy: Me impresiona especialmente su compromiso de dirigir una universidad donde el uso de la IA se discute y debate con una clave marcadamente católica. ¿Podría contarnos más sobre sus esfuerzos al respecto?

    Kilpatrick: Hace varios años tomamos la decisión muy consciente de esforzarnos por ser una universidad que intente proporcionar orientación ética, moral y basada en la virtud en el uso de la IA. Nos asociamos con Leidos, la empresa de tecnología de la información, para organizar una conferencia en abril de 2022 centrada en el diseño de sistemas militares de IA éticos. 

    Desde entonces, hemos organizado varias conferencias y mesas redondas adicionales. Como institución, creemos que la IA ha llegado para quedarse. Y que las universidades deben esforzarse por articular las medidas de protección adecuadas para evitar el uso inadecuado de la IA. Y tal vez incluso presionar al Congreso para que apruebe leyes y políticas que dicten dichas medidas. No parece que muchas de las empresas tecnológicas vayan a autorregularse de forma adecuada.

    Fichajes para IA

    Camosy: Se habrán tenido que reforzar

    Kilpatrick: Para reforzar nuestras capacidades en este sentido, hemos creado un grupo de trabajo sobre IA en toda la universidad, dirigido por nuestro vicerrector senior de investigación, el Dr. H. Joseph Yost. El Dr. Yost ha creado recientemente un nuevo Instituto de IA  y Tecnologías Emergentes, y hemos contratado a un nuevo director para dicho instituto, Taylor Black. El Sr. Black es un experto en IA, muy competente, que trabaja en la Oficina del Director de Tecnología de Microsoft como director de IA y Ecosistemas Empresariales. Taylor también está estudiando para convertirse en diácono de la Iglesia Católica Griega. Somos muy afortunados de que se haya unido a nuestra universidad.

    También hemos contratado a varios profesores destacados en el área de la AI, entre ellos el Dr. Hanseok Ko y el Dr. Gregorio Toscano, que nos están ayudando a construir nuestra infraestructura de IA. Están trabajando en estrecha colaboración con especialistas en ética, teólogos morales y otros para articular claramente cómo se puede y se debe utilizar la IA de manera virtuosa. De conformidad con la reciente instrucción del Vaticano sobre la AI titulada «Antiqua et Nova».

    Por último, nuestro profesorado y nuestros administradores han desempeñado un papel de liderazgo en lo que se denomina el Foro de Constructores de AI, organizado por el Vaticano.

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    Charles Camosy enseña teología moral y bioética en la Universidad Católica de América en Washington.

    Esta entrevista ha sido publicada originariamente en OSV News en inglés. Pueden consultarla aquí.

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    El autorOSV / Omnes

    Evangelización

    «De María numquam satis»

    La devoción mariana, bien vivida, es esencial para un tiempo marcado por la soledad y la desorientación: María nos muestra que la verdadera fe consiste en escuchar, obedecer y confiar en Dios.

    Diego Blázquez Bernaldo de Quirós·11 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 6 minutos

    Hay expresiones que resumen una intuición multisecular del corazón cristiano. Una de ellas —antigua y fecunda— afirma: «De María numquam satis»: de María, nunca se dirá bastante. No es un eslogan piadoso. Es una regla de oro espiritual y teológica: cuanto más profundizamos en el misterio de la Madre del Señor, más se ensancha el horizonte del Evangelio, porque María no se interpone entre Cristo y nosotros; nos conduce a Él. Su nombre no es obstáculo, sino puerta; no compite con el Hijo, lo señala; no eclipsa a la Iglesia, la rehace en su forma más pura.

    1. María en la economía del Verbo encarnado

    La fe de la Iglesia confiesa a María Theotokos, Madre de Dios, no para exagerar su grandeza, sino para proteger la verdad de Jesucristo: verdadero Dios y verdadero hombre. Lo aprendimos en Éfeso (431), cuando los Padres, movidos por la fe de los sencillos, proclamaron con fuerza lo que ya se vivía en la liturgia: “quien nació de María es el Verbo eterno hecho carne”. Si Cristo no fuese una sola persona divina, María no sería Madre de Dios; y si María no fuese Madre de Dios, Cristo no sería el Emmanuel. En su nombre se custodia la cristología.

    San Ireneo (s. II) lo vio con mirada de águila: así como el nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María, “lo que la virgen Eva ató con la incredulidad, la Virgen María lo desató con la fe”. En María, Dios recapitula la historia humana desde el principio: una mujer, una palabra, un sí. Lo que estaba torcido se endereza en la sencillez de Nazaret.

    2. La obediencia que hace fértil el mundo

    “Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38). No es resignación, es libertad en su estado más alto: la libertad que se confía. San Ambrosio enseñaba a las vírgenes de Milán que en María la virginidad no es estéril: es esponsal, plenamente fecunda por el Espíritu. En ella la humanidad ofrece a Dios lo más limpio de sí, y Dios responde regalándole su mismo fruto. No es casual que san Agustín, tan celoso de la iniciativa de la gracia, subrayase que María concibió primero en la fe y después en el seno: fides concepit, fides peperit. Por eso su “sí” no fue sólo un momento emotivo; fue una forma de vida. María es el “sí” hecho carne.

    3. La nueva Eva y el arca de la presencia

    La Escritura traza con fina tinta lo que la tradición leerá a la luz pascual. La Hija de Sión acoge al Santo de Israel; el Arca de la Alianza, que David recibe con temblor, reaparece en la visitación: el Verbo viene a la casa de Zacarías y Juan salta en el seno de Isabel como David danzó ante el Arca (cf. 2 Sam 6; Lc 1). Las montañas se estremecen, el Espíritu cubre con su sombra, y la bendición se derrama en forma de Magníficat. San Efrén, el Arpa del Espíritu, gusta de imágenes audaces: el Infinito se deja llevar por los brazos de una adolescente; el Fuego se posa sin quemar; la zarza arde y no se consume. Nada de esto es literatura: es dogmática en poesía.

    4. Virgen, Madre, Esposa

    Los tres nombres recorren la liturgia como una letanía de identidad. Virgen: no por rechazo, sino por disponibilidad total a Dios. Madre: no sólo de Cristo, sino de los vivientes (cf. Jn 19,26-27), porque la maternidad de María se ensancha en la hora de la Cruz cuando el Hijo la entrega como herencia a la Iglesia naciente. Esposa: icono de la Iglesia, la primera creyente, imagen perfecta de lo que la Esposa está llamada a ser para el Esposo. San Juan Damasceno —teólogo de la belleza— contemplará en su Dormición el paso de aquella que llevó la Vida a la vida plena, “la Virgen que, siendo cielo, hizo lugar al Incontenible”.

    5. Inmaculada y Asunta: transparencia de la gracia

    Cuando la Iglesia, con siglos de distancia, proclama la Inmaculada Concepción (1854) y la Asunción (1950), no añade adornos tardíos a una devoción sentimental. Reconoce, con precisión de cirujano, dos verdades que brotan del corazón de la Redención. La Inmaculada no supone una “excepción” caprichosa, sino la realización por anticipado del destino de la Iglesia: todo es gracia y la gracia puede —y quiere— vencer desde el primer instante. La Asunción, por su parte, no le quita a María el pie en la tierra; nos lo devuelve a nosotros en el cielo. En ella se ve cumplida la promesa: la carne, cuando es tomada por Dios, no estorba, canta.

    6. María, maestra de la teología

    Podría parecer paradójico, pero la teología aprende de María lo esencial del método: escuchar, ponderar, guardar, obedecer. Lucas nos revela que “María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón” (Lc 2,19). La teología que no medita —que no reza— termina siendo un juego de espejos. María enseña un pensamiento que se arrodilla sin renunciar al rigor; que discierne sin mutilar el misterio; que confiesa sin ansiedad de control. Los Padres rezaban pensando y pensaban rezando: por eso sus tratados huelen a incienso. A esta escuela no se entra por oposición académica, sino por conversión.

    7. ¿Por qué “nunca basta” hablar de María?

    Porque hablar de María es hablar del modo en que Dios salva. Dios no entra en la historia con estruendo imperial, sino mendigando un sí. Se expone a la libertad de una criatura —y a través de ese riesgo amado— inaugura la salvación. Cuando la Iglesia contempla a María, aprende su propia forma: no se impone, propone; no conquista, engendra; no se celebra a sí misma, magnifica al Señor. De Maria numquam satis significa que jamás agotaremos el elogio de la obra de Dios en una mujer, y que en su pequeñez Dios se nos ha vuelto cercano.

    8. María en la vida del discípulo

    Muchos reducen la devoción mariana a un conjunto de actos, valiosos pero periféricos. La tradición, sin embargo, la inscribe en el centro del discipulado. El Rosario —oración evangélica por excelencia— no es un talismán de emergencias, sino una escuela de mirada: de la mano de la Madre, los misterios de Cristo atraviesan la jornada y la conforman. La memoria mariana nos protege de dos tentaciones: la de un cristianismo desencarnado (que desprecia los cuerpos, los ritmos, la historia), y la de un activismo sin alma (que confunde productividad con fecundidad). María guarda los tiempos: el kairos de Dios y el chronos de nuestras obligaciones; por eso la piedad mariana, bien vivida, no quita horas, las rescata.

    9. Mediación materna: Cristo y la Iglesia, no “Cristo o la Iglesia”

    Desde los primeros siglos, el pueblo cristiano ha experimentado la intercesión de la Madre. Llamarla “abogada” o “auxiliadora” no resta nada a la única mediación de Cristo (cf. 1 Tim 2,5); la pone en acto en clave de comunión. Toda mediación en la Iglesia es participación de la única mediación del Señor. María no añade otra “línea de salvación”, sino que ejerce maternidad en el Cuerpo místico: donde el Hijo es Cabeza, la Madre acompaña a sus miembros. Los Padres lo intuyeron, los santos lo vivieron, el Magisterio lo explicó con sobriedad. Quien teme que amar a María desplace a Cristo, aún no ha probado el vino bueno de Caná: “Haced lo que Él os diga” (Jn 2,5). Ésa es su consigna perpetua.

    10. Una espiritualidad de gratitud

    La gratitud es la memoria del corazón. María la canta en el Magníficat: no se mira a sí misma, mira la fidelidad de Dios. Por eso la verdadera devoción mariana no se alimenta de emociones pasajeras, sino de gratitud concreta: agradecer la fe recibida, las correcciones dulces de la providencia, la paciencia de Dios con nuestras incoherencias. En los días claros, la gratitud mantiene la humildad; en los oscuros, sostiene la esperanza. “Desde ahora me felicitarán todas las generaciones” (Lc 1,48): no es vanidad, es profecía. Bendecir a María es aprender a bendecir la historia: también cuando duelen los plazos, los silencios y las cruces.

    11. Para un tiempo que necesita madre

    Vivimos bajo una orfandad sofisticada: hiperconectados, pero solos; informados, pero desorientados; sensibles, pero frágiles. En estos paisajes, la maternidad de María no es un adorno devocional, es medicina de realidad. Ella enseña a acoger la vida, a custodiarla, a dejarla partir cuando es el tiempo. Enseña a obedecer sin servilismos y a resistir sin odios. Quien la recibe en su casa —como Juan al pie de la Cruz— experimenta que la Iglesia no es una ONG espiritual, sino una familia: con mesa, con tradiciones, con memoria, con misión.

    12. Aprender a decir “sí”

    De Maria numquam satis. Nunca bastará lo que digamos de Ella porque nunca agotaremos lo que Dios ha hecho en Ella. Su grandeza no nos aleja; nos anima: si la gracia pudo hacer en una criatura maravillas tan altas, ¿qué no podrá hacer en nosotros si dejamos de negociar con Dios y empezamos a responder como hijos?

    Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, enséñanos a creer, a esperar y a amar. Y, cuando nos falten fuerzas, repítenos al oído la consigna que te define: “Haced lo que Él os diga”. Sólo así —con tu mano sobre la nuestra— comprenderemos que, de ti, Madre, numquam satis. Nunca será bastante.

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    Familia

    Matthieu Lavagna: cómo refutar los malos argumentos proabortistas

    El autor de "La razón es provida" cuestiona los mitos sobre el feto, desmantela argumentos simplistas como ‘amasijos de células’ o ‘mi cuerpo, mi decisión’, y muestra por qué la discusión sobre la vida no es solo religiosa sino una cuestión de razón.

    Teresa Aguado Peña·10 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 6 minutos

    El licenciado en matemáticas, filosofía y teología Matthieu Lavagna, en su libro «La razón es provida«, analiza el aborto desde una perspectiva científica, filosófica y ética, desmontando los mitos más comunes sobre el feto y defendiendo la protección de la vida humana desde su concepción. En esta entrevista nos habla de los argumentos sobre el aborto, el estatus moral del feto y la urgencia de defender la vida humana desde su concepción.

    ¿Por qué escribir un libro sobre un tema tan tabú y delicado?

    Porque el aborto es un acto banalizado en la mayoría de las sociedades modernas. El número de abortos (IVG) es muy elevado cada año, y se considera esta práctica cada vez más trivial. También se constata que muchos de nuestros contemporáneos están muy mal informados sobre esta cuestión. Los hechos científicos y biológicos relacionados con el aborto suelen explicarse mal al público, y en la práctica, la gente rara vez ha oído hablar realmente de los argumentos provida. Este libro pretende suplir esa falta de información e instruir objetivamente al lector sobre este tema desde un punto de vista científico y filosófico.

    En el fondo, lo que está en juego es el estatus moral del feto. ¿Por qué?

    Efectivamente. Gregory Koukl lo resume magistralmente con esta frase: “Si el feto no es un ser humano, no hay necesidad de justificar la legalización del aborto. En cambio, si el feto es un ser humano, ninguna justificación para legalizar el aborto es adecuada.”

    En el debate sobre el aborto, todos admiten que el feto es eliminado en el proceso. Pero ¿qué es un feto? Si solo es un conjunto de células, abortar no es más inmoral que cortarse las uñas o ir al dentista. Si el feto no es un ser humano, el aborto debería seguir siendo legal. Ningún problema. Pero si el feto es un ser humano, y todos los seres humanos tienen derecho a la vida, hay buenas razones para pensar que el aborto es inmoral y debería prohibirse. Explico esto con detalle en el libro.

    Desde el punto de vista científico, usted muestra que hay un consenso general en que el feto es un ser humano.

    Sí. El feto es un ser humano biológicamente, porque es un organismo vivo perteneciente a la especie Homo sapiens. Este organismo genéticamente distinto se desarrolla de manera continua hasta alcanzar la madurez. Desde la concepción posee todo su patrimonio genético, que lo caracteriza como individuo. Los manuales de embriología son unánimes al afirmar que la vida humana comienza en la concepción.

    Por ejemplo, El ser humano en desarrollo dice: “Un cigoto es el inicio de un nuevo ser humano (es decir, un embrión). El desarrollo humano comienza con la fecundación, el proceso por el cual un gameto masculino […] se une a un gameto femenino […] para formar una sola célula llamada cigoto. Esta célula totipotente altamente especializada marca el comienzo de cada uno de nosotros como un individuo único.”

    El Comité Judicial del Senado estadounidense ya reconocía en los años 80: “Los médicos, biólogos y demás científicos están de acuerdo en que la concepción es el inicio de la vida de un ser humano —un ser vivo, miembro de la especie humana. Existe un consenso abrumador sobre este punto en innumerables textos médicos, biológicos y científicos.”

    Por eso, los defensores del aborto se ven obligados a reconocer este hecho. Por ejemplo, Étienne-Émile Baulieu, conocido promotor de la píldora abortiva RU-486, declaró en 1992: “Sí, un cigoto es un ser humano vivo.”

    El filósofo David Boonin, uno de los principales defensores del aborto, admite con franqueza: “Un feto humano es simplemente un ser humano en una etapa temprana de su desarrollo.” También Peter Singer, filósofo proelección reconocido mundialmente, afirma: “No hay duda de que desde los primeros instantes de su existencia, un embrión concebido a partir de esperma y óvulo humanos es un ser humano.”

    Así, los defensores serios del derecho al aborto, informados científicamente, no tienen problema en admitir que el feto es un ser humano. No hay desacuerdo sobre esto en el debate académico. La discusión se centra en si todos los seres humanos tienen el mismo derecho a la vida, independientemente de su tamaño, nivel de desarrollo o grado de dependencia.

    A pesar de ello, muchos objetan que solo son “amasijos de células”.

    Ese argumento es tan débil que nunca aparece en el debate intelectual sobre el aborto. En biología, un “conjunto de células” es una aglomeración sin organización ni unidad. No es el caso del embrión, que es un organismo completo y unificado que se desarrolla hacia la madurez si se le da tiempo, alimento y un entorno adecuado.

    Por el contrario, si se dan esas condiciones a un simple conjunto de células, jamás se obtendrá un ser humano, porque esas células no son organismos. El embrión, en cambio, tiene todas sus partes coordinadas, formando un todo organizado y autónomo.

    Incluso el médico proaborto Thomas Verney reconocía que era falso decir a las mujeres que el embrión es solo un conjunto de células: “Creo que la decisión de tener o no un hijo debe ser de la mujer […] Pero también creo que una mujer debe ser plenamente consciente de que lo que está en juego no es un conjunto de células, sino el inicio de una vida humana.”

    ¿Cómo se llega entonces a defender el infanticidio?

    Desde hace décadas, muchos defensores del aborto sostienen que, aunque el feto es biológicamente humano, no es una persona. Redefinen el concepto de persona para excluir al feto. Pero esas mismas definiciones suelen excluir también a los recién nacidos. Por eso, algunos concluyen que el infanticidio puede ser moralmente aceptable. Filósofos como Tooley, Singer, Minerva, Hassoun, Kriegel, Räsänen, Schuklenk, Warren o McMahan sostienen posiciones similares.

    Los italianos Giubilini y Minerva propusieron definir persona como “un individuo capaz de atribuir cierto valor a su propia existencia”. Dado que los recién nacidos no pueden hacerlo, concluyen: “El feto y el recién nacido no son personas en el sentido de sujetos con derecho a la vida. Matar a un recién nacido debería permitirse en los mismos casos en los que se permite el aborto, incluso si no está discapacitado.”

    Peter Singer llega aún más lejos: “Si el feto no tiene el mismo derecho a la vida que una persona, lo mismo ocurre con el recién nacido. […] La vida de un recién nacido tiene menos valor que la de un cerdo, un perro o un chimpancé.” Aunque esta conclusión parezca extrema, es coherente con su lógica: los animales mencionados poseen más capacidades cognitivas que un recién nacido. Por ello, Singer considera moralmente admisible el infanticidio.

    Así, una posición proaborto coherente termina defendiendo el infanticidio, ya que no hay una definición de “persona” que incluya al recién nacido pero excluya al feto. La posición provida, en cambio, es coherente e inclusiva: reconoce la dignidad de todos los miembros de la especie humana, sin discriminar por fuerza, inteligencia o desarrollo.

    ¿Qué responde usted al argumento: “Estoy contra el aborto personalmente, pero no quiero imponer mi visión a los demás”?

    Este argumento, muy común hoy, refleja el relativismo moral contemporáneo: “Cada uno decide lo que es moral para sí mismo”.

    Pero es una postura incoherente. Basta con aplicar el mismo razonamiento a otros casos: “Estoy contra el asesinato, pero si alguien lo considera moral, no le impondré mi visión.” “Estoy contra la pedofilia o la violación, pero si alguien piensa distinto, que haga lo que quiera.” Nadie aceptaría eso. Si el aborto mata a un ser humano inocente con derecho a la vida, entonces es un crimen que debe prohibirse. No se puede estar “personalmente en contra” pero aceptar que otros lo practiquen.

    ¿Y el lema “Mi cuerpo, mi decisión”?

    Es uno de los eslóganes feministas más conocidos, pero es falso pensar que somos totalmente libres de hacer lo que queramos con nuestro cuerpo. No podemos usarlo para robar, matar o torturar. No existe un derecho absoluto sobre el propio cuerpo, especialmente si ese uso daña a otros.

    Incluso los filósofos proaborto Nathan Nobis y Kristina Grob reconocen: “La autonomía es importante, pero tiene límites: no justifica usar tu cuerpo para matar a una persona inocente. El lema ‘Las mujeres pueden hacer lo que quieran con su cuerpo’ es falso y no responde al argumento provida.”

    Si el feto es un ser humano con el mismo valor que cualquier otro, no existe el derecho de eliminarlo en nombre de la autonomía corporal.

    ¿Y el argumento “sin útero, sin opinión”?

    Se suele decir que los hombres no tienen derecho a opinar sobre el aborto porque “no les concierne”. Pero esto es absurdo: puedo oponerme al abuso infantil sin ser un niño, o al racismo sin ser víctima.
    Si solo pudieran opinar quienes tienen útero, la ley del aborto en Francia (ley Veil) jamás habría sido aprobada, pues fue votada por una mayoría de hombres.

    Los argumentos valen por su contenido, no por los órganos de quien los presenta.

    ¿Por qué el debate suele reducirse a un enfrentamiento entre cristianos y laicos?

    Porque muchos creen que la postura provida es religiosa. Pero el hecho de que la Iglesia condene el aborto no significa que sea una cuestión religiosa. También condenó la esclavitud y el racismo, y eso no las convierte en “cuestiones de fe”.
    No hace falta ser creyente para aceptar que “es inmoral matar deliberadamente a un ser humano inocente”. Esta idea se basa en la razón y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.

    De hecho, existen activistas ateos provida. Por ejemplo, Terrisa Bukovinac, progresista y atea, afirma: “El asesinato injusto de los niños no nacidos viola nuestros valores progresistas de igualdad, no violencia y no discriminación. […] La posición provida se apoya en la ciencia y la razón, mientras que la posición proaborto es antiprogre y discriminatoria.”

    ¿Cuál es la urgencia?

    Cada año, 73 millones de niños por nacer son abortados en el mundo (más de 250.000 en Francia, y alrededor de 100.000 en España). ¿Cómo podemos permitir un drama semejante?
    En una sociedad justa, los más fuertes deben proteger a los más débiles.

    El movimiento provida necesita más personas activas que luchen contra la deshumanización de los inocentes. La batalla será larga, pero vale la pena. Quizás nuestra generación no vea el final del aborto, pero debemos luchar por las generaciones futuras.

    La razón es provida

    Autor: Matthieu Lavagna
    Editorial: Rialp
    Páginas: 282
    Año: 2025
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    Evangelización

    Santos Daniel Comboni y Tomás de Villanueva

    La liturgia celebra el 10 de octubre a uno de los grandes misioneros de la Iglesia, san Daniel Comboni. Entregó su vida a las misiones del África negra, y fue el primer obispo del África central. Santo Tomás de Villanueva, agustino, fue conocido en Valencia como 'el arzobispo de los pobres'.    

    Francisco Otamendi·10 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

    San Daniel Comboni, sacerdote y misionero italiano, dedicó su vida a la evangelización de África Central, fundando los institutos Misioneros Combonianos. Es conocido por su “Plan para la regeneración de África”, que proponía que los africanos evangelizaran su propio continente (“salvar África por medio de África”), respetando su cultura. 

    Comboni, vocación misionera en África

    El italiano Daniel Comboni nació el 15 de marzo de 1831. En 1854 se ordenó sacerdote, y tres años más tarde, en 1857, zarpó de Trieste (Italia) con la expedición del Instituto Mazza hacia el África Central. Es su primer viaje a África, continente al que realizará siete viajes más.

    El 15 de septiembre de 1864, ante la tumba de San Pedro en Roma, concibió su ‘Plan para la Regeneración de Àfrica’. En junio de 1870 preparó un documento para presentar a los Padres conciliares del Vaticano I, ‘Postulatum pro Nigris Africae Centralis’. Un importante grupo de obispos firmó la carta, aprobada el 18 de julio por el Papa Pío IX. 

    Comboni denunció las condiciones de vida de los africanos. Ya en su primer viaje de 1857 experimentó las dificultades de la misión en África y afianzó su vocación misionera y africana. San Daniel Comboni murió en Jartum (Sudán), víctima de las fiebres, el 10 de octubre de 1881, con 50 años. Fue canonizado en 2003 por san Juan Pablo II. El Sagrado Corazón de Jesús es la fuente de la espiritualidad comboniana. 

    Tomás de Villanueva, agustino, arzobispo de Valencia

    Santo Tomás de Villanueva (1486-1555), fraile agustino y arzobispo de Valencia, mantuvo una profunda sensibilidad hacia los pobres. Nació en Fuenllana (Ciudad Real, España), se formó en Alcalá de Henares y se ordenó sacerdote agustino en 1518. Fue confesor y predicador de Carlos V. Tras ser nombrado, contra su voluntad, arzobispo de Valencia, revitalizó la diócesis, fundó un seminario y organizó una vasta red de asistencia social.

    El obispo agustino de Valencia transmitió su formación universitaria en la predicación y en escritos ascéticos y místicos. Sus fuentes preferidas eran la Biblia, los Padres de la Iglesia (con atención especial a San Agustín) y los autores espirituales de la época. Sus restos mortales se conservan en la catedral de Valencia.

    El autorFrancisco Otamendi

    Recursos

    Un buen vídeo para comprender qué fue de las 12 tribus de Israel

    Este vídeo ameno y divulgativo explica el destino de las 12 tribus de Israel, un tema que ha generado interés entre historiadores y teólogos durante siglos.

    Redacción Omnes·10 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

    Según la tradición bíblica, las 12 tribus descendientes de los hijos de Jacob formaron los reinos de Israel y Judá, cuya historia se vio marcada por eventos como la división del reino unificado tras la muerte de Salomón, alrededor del 930 a.C., la conquista asiria del Reino del Norte en el 722 a.C. y la caída del Reino del Sur a manos de los babilonios en el 586 a.C.

    El vídeo combina fuentes bíblicas, evidencia arqueológica y análisis académico para explorar qué ocurrió con estas tribus tras su dispersión.

    Libros

    Ciao, Carlo! Cuando la santidad cruza un paso de cebra

    Ofrecemos un fragmento de la novela Ciao, Carlo!, precuela del musical "Original, el paso de Carlo", que la delegación de juventud y el seminario de la diócesis de Cuenca lleva representando por más de diez ciudades de España desde 2023.

    Redacción Omnes·10 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

    Carlos Luján Berenguel, autor de «Ciao, Carlo!: La vida en torno a Carlo Acutis», nos presta un fragmento de su libro. Se trata de una conversación de Carlo con uno de los pobres, Donato, visto por el párroco de Santa María Segreta.

    «Don Mario, tras el ventanal que daba al coro de la parroquia, observaba no sólo el  tráfico de la Via Lorenzo Mascheroni, sino el sosiego del jardín de la plaza. Aquella fuente  forjada de hierro verde que siempre perdía un hilillo de agua, las bicicletas pasar e,  inesperadamente, Carlo. 

    Sentado en el respaldo del banco, las zapatillas azules sobre el asiento, charlaba con  Donato. El contraste entre el accattone y el muchacho no le resultaba chocante a don Mario.  Porque don Mario acostumbraba a ver el mundo desde un ángulo diferente, como ahora,  desde la falsa balconada de la fachada, de espaldas al espectáculo de su parroquia, de estilo  neobarroco, contemplaba Milán. «Tú también tienes estas vistas desde el Sagrario, ¿verdad?» —fue su oración de la mañana. 

    —No. —Aquel hombre siguió negando con la cabeza, enérgicamente, en silencio—. No  puede un hombre cambiar cuando ha llegado a viejo. 

    —O quizá sí… —Carlo observaba la cabeza de Donato, cubierta por la gorra Gatsby de  cuadros y se compadeció— Quizá, Donato, basta un simple movimiento de los ojos, de abajo  hacia arriba… 

    —¿Adónde? —Donato giró la cabeza en escorzo y apoyó las manos en el asiento para  colocarse sobre el respaldo, a la altura de Carlo. 

    —¡A Él, Donato, a Jesús! —el muchacho apoyó una mano sobre el hombro de Donato y  luego le recolocó la chaqueta del chándal. Contrastaba con la camisa a cuadros que también  vestía. 

    —¿A Jesús? —Donato bajó la mirada de nuevo. 

    —Su estilo es hacer nuevas todas las cosas… —Carlo recordó— Nacer de nuevo… —Eso es imposible… 

    —¡Para Dios no hay nada imposible! —protestó Carlo. 

    —¡Ojalá pudiera creer esas palabras! —Donato miró a Carlo con franqueza— ¡Ojalá! —Se trata de confiar… —Carlo dudaba— ¿Quién te ha traído hasta aquí? —La desgracia, Carlo… 

    —No… —Carlo bajó del banco y se colocó frente al mendigo. Su altura hizo que las  miradas quedaran frente a frente— Digo aquí, de verdad, a la parroquia de Santa María  Segreta. 

    —Albertina… —Los ojos del hombre se iluminaron un instante, mientras alzaba las  cejas, nostálgico— Albertina me trajo… Cuando estaba a punto de… marcharme sin sentido,  ella me trajo. Tuvo una intuición. Creyó que había algo en mí… ¡Me lo dijo así, créeme! 

    —Te creo… porque lo hay. —Carlo pudo percibir cómo la esperanza ascendía hasta el  corazón del accattone mientras Donato reconocía el bien a su alrededor— Así es el Espíritu,  que no lo esperas y te sorprende. Que se confunde con un arrebato de Albertina, y que es Él,  soplando donde quiere. No lo vemos, Donato, pero sí vemos cómo ha cambiado tu vida… ¿Y  dices que no crees que pueda cambiarla aún más?

    Donato levantó los ojos al cielo oscuro de Milán, aquel día nublado de octubre, y un  viento ligerísimo acarició su rostro. No sintió un escalofrío, sino que pareció un viento cálido,  delicado. 

    Desde el ventanal de la parroquia, don Mario no pudo escuchar la conversación. Unos  días después, en el funeral del chico, supo que por donde pasaba Carlo la esperanza  volvía a tener sentido. Y dio gracias a Dios por haberse cruzado con el muchacho.» 

    Ciao, Carlo!: La vida en torno a Carlo Acutis

    Autor: Carlos Luján Berenguel
    Editorial: autopublicación de Amazon
    Páginas: 272
    Año: 2025
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    FirmasVíctor Torre de Silva Valera

    La semilla del jubileo

    Las Jornadas Mundiales de la Juventud y otros grandes encuentros eclesiales han marcado profundamente la vida de millones de jóvenes en todo el mundo.

    10 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

    Parecen ya lejanas las calurosas jornadas de agosto que dejaron en Roma las impresionantes imágenes del Jubileo de los jóvenes. Durante varios días, las multitudes llenaron los medios de comunicación religiosa y encontraron eco en la prensa generalista. Grandes reportajes y numerosos artículos constataban que Jesucristo y su Iglesia siguen presentes entre los jóvenes, que en aquellos días se manifestaron con alegría y decisión. Se respiraba un optimismo contagioso, no sólo entre los participantes, sino también entre los cristianos que siguieron el acontecimiento desde sus países.

    Con el regreso a la normalidad, ese recuerdo puede desdibujarse. Algunos medios vuelven con noticias negativas sobre la Iglesia, polémicas que dividen o estadísticas que anuncian su desaparición en pocas décadas. Estos mensajes hieren y pueden ir calando poco a poco. Pero la experiencia de las Jornadas Mundiales de la Juventud y de los jubileos precedentes nos recuerda que no fueron un entusiasmo pasajero, sino un tiempo de siembra. Millares de jóvenes regresaron a sus lugares de origen con algo plantado en el corazón: una semilla que tantas veces germina en formas sorprendentes de fe, entrega o vocación.

    Un ejemplo lo brinda un amigo que trabajaba como carabiniere en el norte de Italia y que decidió participar en la JMJ de Madrid en 2011. Aquel encuentro transformó su vida cristiana y, cuatro años después, dejó su trabajo para ingresar en un instituto religioso. Su historia es solo una entre muchas que conozco de personas tocadas por la gracia en acontecimientos semejantes. Algunas salen a la luz, otras permanecen en la intimidad, pocas llegan a los medios. Lo cierto es que, aun cuando el crecimiento no sea inmediato ni universal, la semilla está ahí. Y sigue dando fruto.

    El autorVíctor Torre de Silva Valera

    Estudiante de doctorado en Roma.

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    «Dilexi te»: El amor a los pobres, exigencia de la vida cristiana

    Ante la exhortación apostólica “Dilexi te”, alguien podría preguntarse: ¿por qué ahora un documento sobre los pobres? ¿Qué tiene que ver eso con la santidad como meta de la vida cristiana? ¿No es lo más importante la oración y los sacramentos? O por otra parte ¿no sería suficiente con insistir en que el cristianismo implica un compromiso social? En definitiva, ¿qué lugar deben ocupar los pobres y los necesitados en la Iglesia y en la vida cristiana?

    Ramiro Pellitero·9 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 6 minutos

    Lo cierto es que el Papa León XIV ha demostrado ser “integrador” de los diversos aspectos de la vida cristiana, buscador de la unidad y de la coherencia. Pero de ningún modo relativizador, sino al revés, incisivo y profundo, sabiendo mostrar las exigencias de la verdad cristiana, aunque, ciertamente no se puede hablar de todo al mismo tiempo.

    La exhortación apostólica Dilexi te, “te he amado” es el primer documento largo de León XIV. En su título recoge palabras que Cristo dirige, en el libro del Apocalipsis (3, 9), a una comunidad cristiana poco relevante y expuesta al desprecio. El texto se centra en el amor hacia los pobres. Se trata de un aspecto de la fe y de la vida cristiana que ha ido cobrando progresivamente importancia en el magisterio de la Iglesia sobre todo a partir del Concilio Vaticano II (cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 2443-2449).

    La presentación vincula el tema de este documento con la encíclica Dilexit nos (2024) del Papa Francisco, sobre el amor divino y humano de Cristo, pues contemplar el amor de Cristo, en palabras de esa encíclica, “nos ayuda a prestar más atención al sufrimiento y a las carencias de los demás, nos hace fuertes para participar en su obra de liberación, como instrumentos para la difusión de su amor”.

    El amor a los necesitados, camino de santificación

    El Papa Prevost señala que el documento retoma un texto preparado por Francisco, “imaginando que Cristo se dirigiera a cada uno de ellos diciendo: no tienes poder ni fuerza, pero ‘yo te he amado’”. Declara compartir el deseo del Papa anterior “de que todos los cristianos puedan percibir la fuerte conexión que existe entre el amor de Cristo y su llamada a acercarnos a los pobres” (3). Así queda enunciado el objetivo principal del documento: proponer este “camino de santificación” de fuerte raigambre evangélica: reconocer a Cristo en los necesitados para configurarse  con Cristo, en lo que consiste la santidad.

    En sus “palabras indispensables” o preliminares (capítulo I), León XIV señala cómo el Señor se identifica con los necesitados (cfr. sobre todo Mt 25, 40). “En el rostro herido de los pobres encontramos impreso el sufrimiento de los inocentes y, por tanto, el mismo sufrimiento de Cristo” (9). Y por ello confiesa el Papa: “Estoy convencido de que la opción preferencial por los pobres genera una renovación extraordinaria tanto en la Iglesia como en la sociedad, cuando somos capaces de liberarnos de la autorreferencialidad y conseguimos escuchar su grito” (7). Esto pide un cambio de mentalidad sin dejarse engañar por burlas, argumentaciones interesadas y pseudocientíficas.

    Una exigencia de la coherencia cristiana

    La Sagrada Escritura (cfr. capítulo II) enseña que “no se puede rezar ni ofrecer sacrificios mientras se oprime a los más débiles y a los más pobres” (17). Jesús se hizo pobre para revelarnos el amor del Padre (cfr. 2 Co 8, 9). Su pobreza y su amor a los pobres es signo de su vínculo con el Padre y de la entrega que pide también a sus discípulos. Por eso “no se puede amar a Dios sin extender el propio amor a los pobres” (26) y de ahí que se recomiendan las obras de misericordia, como signo de la autencidad del culto a Dios (cfr. 27).

    Es significativo que el apóstol Santiago, para ejemplificar la necesaria unión entre la fe y las obras, ponga como ejemplos la relación con los necesitados (cfr. St 5, 3-5). De hecho, la primera comunidad cristiana de Jerusalén se cuidaba cotidianamente de compartir los bienes y asistir a los pobres (concretamente a las viudas, cfr. Hch 6, 1-6) y san Pablo recibió la indicación de que no se olvidase de los pobres (cfr. Ga 2, 10). Hay pues, un vínculo entre el amor a Dios y el amor a los pobres.

    Cristo, presente en la Eucaristía y en los pobres

    Los padres de la Iglesia (cfr. capítulo III) vieron en la caridad hacia los necsitados una expresión concreta de la fe en el Verbo encarnado. Con fuertes acentos impulsaron a reconocer a Cristo no solo en la Eucaristía sino también en los encesitados. Para Agustín, el pobre no es sólo alguien a quien se ayuda, sino la presencia sacramental del Señor (44). Todo ello teniendo ahora en cuenta la diversificación de las formas de pobreza: moral, espiritual, cultural, “la del que se encuentra en una condición de debilidad o fragilidad personal o social, la pobreza del que no tiene derechos, ni espacio, ni libertad” (9).

    “Sobre este aspecto (…) se puede afirmar que la teología patrística fue práctica, apuntando a una Iglesia pobre y para los pobres, recordando que el Evangelio sólo se anuncia bien cuando llega a tocar la carne de los últimos, y advirtiendo que el rigor doctrinal sin misericordia es una palabra vacía” (48). Y en esta línea se multiplican las obras de tantos santos y santas, concretamente en la vida religiosa.

    “Cuando la Iglesia se arrodilla para romper las nuevas cadenas que aprisionan a los pobres, se convierte en signo de la Pascua” (61).

    En los pobres, los migrantes y refugiados, los enfermos y cuantos sufren, Cristo se revela y es adorado. “Cuando la Iglesia se inclina hasta el suelo para cuidar de los pobres, asume su postura más elevada” (79).

    Los pobres y la educación

    En cuanto a la educación de los pobres, para la Iglesia no se trata de un favor, sino de un deber. Merece la pena citar este entero párrafo: “Los pequeños tienen derecho a la sabiduría, como exigencia básica para el reconocimiento de la dignidad humana. Enseñarles es afirmar su valor, darles las herramientas para transformar su realidad. La tradición cristiana entiende que el conocimiento es un don de Dios y una responsabilidad comunitaria. La educación cristiana forma no sólo profesionales, sino personas abiertas al bien, a la belleza y a la verdad. Por eso, la escuela católica, cuando es fiel a su nombre, se convierte en un espacio de inclusión, formación integral y promoción humana. Así, conjugando fe y cultura, se siembra futuro, se honra la imagen de Dios y se construye una sociedad mejor” (72).

    Todo ello afecta, por tanto, no sólo a la vida personal sino también a la vida social y política, con la ayuda de las ciencias y de la técnica:  hay que luchar contra las causas estructurales de la pobreza, las estructuras de pecado y las desigualdades extremas. También las instituciones de la Iglesia han de implicarse en el esfuerzo por erradicar la pobreza.

    El magisterio y concretamente la Doctrina social de la Iglesia (cf. capítulo IV) viene insistiendo en la atención a los pobres no solo por motivos sociológicos y de justicia, sino también por motivos cristológicos. Pablo VI insistió en que todo pobre representa y refleja a Cristo. Y los papas siguientes han subrayado la primacía del criterio del destino universal de los bienes y la necesidad de trabajar por el bien común. El papa Francisco y el magisterio del CELAM asumieron un compromiso particular para atender a los pobres y oponerse a la dictadura de una economía que mata (92)

    La santidad personal pide el compromiso social

    “Siempre debe recordarse que la propuesta del Evangelio no es sólo la de una relación individual e íntima con el Señor. (…) En la medida en que Él logre reinar entre nosotros, la vida social será ámbito de fraternidad, de justicia, de paz, de dignidad para todos. Entonces, tanto el anuncio como la experiencia cristiana tienden a provocar consecuencias sociales” (96).

    Como ya señalaba el documento de Aparecida (2007), esto requiere escuchar a los pobres, valorarlos en su bondad propia, acompañarlos, evangelizarleo (con una atención religiosa prioritaria) y dejarse evangelizar por ellos, ayudarlos a trasformar su situación. Y todos salimos ganando: “Sólo comparando nuestras quejas con sus sufrimientos y privaciones, es posible recibir un reproche que nos invite a simplificar nuestra vida” (102).

    En el centro y en el corazón

    El amor a los pobres es pues un desafío pemanente (capítulo V) y una urgente llamada para todos, y concretamente para los creyentes. “Es la garantía evangélica de una Iglesia fiel al corazón de Dios” (103).

    Pero esto supone rechazar la tentación de desentendernos de los demás, especialmente de los más débiles. “Digámoslo, hemos crecido en muchos aspectos, aunque somos analfabetos en acompañar, cuidar y sostener a los más frágiles y débiles de nuestras sociedades desarrolladas” (105).

    La santidad no puede entenderse al margen del reconocimiento vivo de la dignidad de todo ser humano. Como decía el Papa Francisco, El hecho de que ver sufrir nos molesta, nos perturba y no queremos perder en ello nuestro tiempo “son síntomas de una sociedad enferma”.

    Haciendo eco al Papa Francisco, insiste León XIV en que “los pobres para los cristianos no son una categoría sociológica, sino la misma carne de Cristo” (110). Por eso propone situarlos en el centro de la Iglesia y en el corazón de cada fiel. Y también por eso señala que cada comunidad de la Iglesia debe ocuparse por incluir a todos, a riesgo de correr el riesgo de la mundanidad espiritual e incluso de la disolución.

    El aspecto religioso es inseparable de la promoción integral. En ese sentido no es suficiente “rezar y enseñar la verdadera doctrina” (cfr. 114), como si la auténtica oración y la auténtica doctrina no implicaran la preocupación concreta por el bien integral de todos y cada uno.

    Por último, señala la actualidad e importancia de la limosna: “La limosna sigue siendo un momento necesario de contacto, de encuentro y de identificación con la situación de los demás” (115), si bien no exime de la inteligencia y del trabajo, de las responsabilidades y compromisos en lo social, tanto de las instituciones como de las personas. Y concluye cerrando el trazado inicial: “Ya sea a través del trabajo que ustedes realizan, o de su compromiso por cambiar las estructuras sociales injustas, o por medio de esos gestos sencillos de ayuda, muy cercanos y personales, será posible para aquel pobre sentir que las palabras de Jesús son para él: ‘Yo te he amado’ (Ap 3,9) (121).

    Mundo

    La Iglesia sobre el plan de paz para Gaza: alivio y esperanza

    El 30 de septiembre, el presidente norteamericano Donald Trump anunció un plan de paz para Gaza. Al día siguiente, el Papa León XIV lo consideró “realista”. Enseguida, el cardenal Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, lo valoró como “una buena noticia”. Ahora, Cáritas Jerusalén ve los avances con “profundo alivio y esperanza”.

    Francisco Otamendi·9 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

    La posición del Papa León XIV y de la Iglesia católica ante el anuncio y la evolución del plan de paz para Gaza del presidente Trump es esperanzadora. El mismo Pontífice lo consideró «realista» un día después de ser presentado, el 30 de septiembre. Fue en un encuentro con periodistas a las puertas de Villa Barberini, en Castel Gandolfo, poco antes de volver al Vaticano para la Audiencia del 1 de octubre, según informó la agencia vaticana y recogió Omnes.

    Dos semanas antes, el propio Papa había expresado su “profunda cercanía al pueblo palestino en Gaza, que sigue pasando miedo, y viviendo en condiciones inaceptables, obligados por la fuerza a desplazarse en sus propias tierras”. León XIV renovaba su “llamamiento al alto el fuego y a la liberación de los rehenes. A una solución diplomática negociada, al respeto integral del derecho humanitario internacional”. Y al mismo tiempo, intensificaba la petición de rezar el Rosario por la paz en el mundo.

    Cáritas Jerusalén

    Tras el anuncio del plan, se produjeron las declaraciones positivas del Patriarca Pizaballa, aunque se tratara de “un primer paso, una primera fase”, pero “ahora tenemos que alegrarnos por este importante paso”, dijo.

    Cáritas Jerusalén ha acogido también el anuncio y las primeras noticias “con gratitud y esperanza”. Su nota inicial recordó que “nuestro secretario general, Anton Asfar, expresó su profundo alivio y esperanza al conocer la noticia del acuerdo para poner fin a la guerra y liberar a los prisioneros, detenidos y secuestrados de ambas partes”. Exactamente, decía lo siguiente:

    “Esta mañana nos hemos despertado con la noticia del acuerdo para poner fin a la guerra y liberar a los prisioneros, detenidos y secuestrados de ambas partes. Todos nuestros colegas en Gaza están encantados con la noticia y están muy interesados en ayudar a todos los afectados por la guerra: los pacientes, las víctimas y los afligidos en Gaza. En la próxima fase, esperamos reconstruir el ánimo de la gente en Tierra Santa, y concretamente en Gaza”. 

    Ahora, al conocerse nuevos detalles sobre los acuerdos entre Israel y Hamás (próxima liberación de los rehenes, etc.), Cáritas Jerusalén acoge este anuncio “con gratitud y esperanza. Esperamos detalles sobre la apertura de todos los corredores humanitarios para la entrega de ayuda, y reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable de estar al lado del pueblo de Gaza mientras comienza el largo camino de la sanación, la recuperación y la reconstrucción”. 

    Cardenal Pizzaballa piensa en la reconstrucción

    El cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén y presidente de Cáritas Jerusalén, con prudencia, señala: “Seguro que habrá otros obstáculos. Pero ahora tenemos que alegrarnos por este importante paso que aportará un poco más de confianza en el futuro y también una nueva esperanza, especialmente a la población, tanto israelí como palestina. Y ahora por fin vemos algo nuevo y diferente”. 

    A su juicio, “ahora también habrá un nuevo ambiente para la continuación de las negociaciones, también para toda la vida dentro de Gaza, que seguirá siendo terrible durante mucho tiempo. Pero ahora estamos felices. Y esperamos que esto sea solo el comienzo de una nueva fase en la que poco a poco podamos empezar a pensar no en la guerra, sino en cómo reconstruir después de la guerra”. 

    Ayuda médica y humanitaria

    Cáritas Jerusalén informa que sus operaciones en cinco de los diez puntos médicos, incluido su centro médico principal, se encontraban suspendidas desde el 22 de septiembre de 2025, cuando comenzó la evacuación en Gaza. 

    Hasta ayer, 102 empleados de Cáritas continuaron su vital labor al sur de Wadi (Gaza), operando en los cinco puntos médicos restantes. Además, ayer se inauguraron tres nuevos puntos médicos en el sur de Wadi (Gaza) para ampliar aún más la ayuda humanitaria.

    El plan de paz

    El plan de paz de Trump incluye veinte puntos para poner fin al conflicto entre Israel y Hamas. Propone un alto al fuego inmediato, seguido de la liberación de los rehenes israelíes aún retenidos. Israel retiraría levemente sus fuerzas, retirada técnica, hasta una línea acordada como parte de ese primer paso. En el momento de escribir estas líneas, Israel y Hamás habían llegado a un acuerdo sobre la primera fase del plan de paz.

    El autorFrancisco Otamendi